Pág. 4 - Género Pág. 11 - “Género y socialización masculina y femenina”, por Hugo Huberman Pág.12 - Ac vidad: Ni tan iguales ni tan diferentes Pág. 13 - Violencia de género Pág. 18 - “Re-pensarnos desde una manera más humana”, por Mónica Marcela Arévalo Pág. 19 - Violencia en el noviazgo Pág. 25 - “De la violencia en el noviazgo a noviazgos saludables”, por Patricia Calandín Pág. 26 - Ac vidad: Si no se (re)conoce no se puede cambiar Pág. 28 - Ac vidad: Desarmando canciones Pág. 29 - Noviazgos saludables Pág. 31 - “Igualdad de oportunidades y derechos en el ámbito educa vo”, por Paula Beatriz Vallejo Bi ar Pág. 35 - “Educar para la paz”, por Fabiana Gómez Córdoba Pág. 36 - Ac vidad: Si hablamos es mejor Pág. 37 - Ac vidad: La receta del amor Pág. 38 - Bibliografía Pág. 39 - Dónde recurrir
Espacio destinado a las instituciones que apoyan este proyecto.
Cuando aparezca este símbolo encontrarán: Deniciones para aclarar y ampliar el contenido del texto. Páginas web que pueden visitar para obtener información adicional. Información sobre las legislaciones en torno a la temática. Comentarios de especialistas en trabajo de campo en género y violencia de género. Actividades para reexionar y realizar junto a los jóvenes. Contenidos: Stefanía Cañete, Viviana Gómez Diseño: Sol Luna Edición y diagramación: Stefanía Cañete, Viviana Gómez Correcciones: Ta ana Rodríguez Castagno, Paula Morales Colaboradores: Hugo Huberman, Mónica Marcela Arévalo, Patricia Calandín, Fabiana Gómez Córdoba, Paula Beatriz Vallejo Bi ar
Esta car lla fue realizada en el marco de un trabajo final de grado en Comunicación Social. Se terminó de imprimir en febrero de 2015 en imprenta Copy Color, Córdoba, Argen na. 3.000 Ejemplares. Distribución gratuita. Al momento de impresión los links se encontraban disponibles.
Realizamos este material mo vadas por la necesidad de reflexionar sobre la violencia de género. En Argen na, en 2013, una mujer fue asesinada cada 30 horas, según los datos informados por el Observatorio de Femicidios Adriana Zambrano. Teniendo en cuenta que las relaciones de pareja “son una resultante más de los patrones de vinculación que se construyen a par r de una pertenencia familiar, social e histórica” (Bargalló, 2012, p. 79), podemos pensar la violencia en el noviazgo como la reproducción de patrones de vinculación violentos, fruto de una socialización patriarcal y sexista, que pueden seguir repi éndose a futuro como un modo natural de relacionamiento. Por lo que, en la juventud, donde la persona está definiendo su iden dad y las formas de relacionarse amoroso / afec vamente, es apropiado realizar una intervención y sensibilizar sobre la problemá ca de la violencia de género en el noviazgo en el ámbito educa vo. Si bien nos referiremos par cularmente a los vínculos violentos entre el varón y la mujer, lo descripto en esta car lla puede aplicarse a todas las relaciones de noviazgo, ya que las diferencias de poder están presentes en todos los vínculos interpersonales. En este sen do Amor en estos empos de juventud está planteado
como un material teórico y prác co para que docentes de nivel medio de Córdoba se acerquen a la problemá ca de la violencia de género en el noviazgo y que a par r de allí puedan trabajar para desnaturalizarla junto a los jóvenes. Enfocadas desde una perspec va de género esta car lla busca promover relaciones sociales y afec vas entre los jóvenes basadas en el diálogo, la equidad de género y el respeto. Ponemos el acento en la visibilización de masculinidades plurales, y la revisión y el cues onamiento de los estereo pos de género, apoyándonos, como marco, en la Ley de Educación Sexual Integral. La presente car lla está organizada en tres grandes secciones: Género, Violencia de Género y Noviazgos saludables. En ella encontrarán experiencias de especialistas sobre cada temá ca, si os webs, lecturas sugeridas, información ú l en torno a las legislaciones vigentes, teléfonos y direcciones de lugares a donde acudir ante una situación de violencia de género. Esperamos que el recorrido por estas páginas les resulte interesante y fundamentalmente ú l para comprender, analizar, y reflexionar sobre la violencia de género en el noviazgo juvenil.
¿Crónica de un género anunciado? Relación sexo-género Según especialistas en género, cuando nacemos, la naturaleza nos asigna un sexo, hembra o macho, y la sociedad nos designa según ese sexo un género: masculino o femenino. Al varón se le conceden caracterís cas masculinas y a la mujer femeninas. Ahora bien, ¿la mujer no puede presentar caracterís cas masculinas y el varón femeninas? ¿Existen par cularidades exclusivamente femeninas o exclusivamente masculinas? El género es una categoría relacional, construida socialmente, que refiere a prác cas, símbolos, representaciones, normas y valores, basadas en las diferencias sexuales, y que parte de la idea de cómo las personas deberían relacionarse. Es decir que el sexo es algo natural, corporal y anatómico, mientras que el género es una dimensión social presente en todas las relaciones y procesos sociales (Rodríguez, 2001). El género determina normas, roles y espacios tanto para lo femenino como para lo masculino, pero la cultura patriarcal favorece principalmente las caracterís cas atribuidas a lo masculino, marcando diferencias entre los géneros. Por ejemplo, en cuanto al espacio asociado a cada género, el lugar privado e interior es considerado socialmente natural de lo femenino; mientras que lo público y el mundo exterior, es a n a lo masculino. Es decir, está legi mado culturalmente que la mujer se quede en casa a cuidar de los niños y realizar los quehaceres domés cos y que el varón salga a trabajar. Sociedad patriarcal: Sistema A su vez hay que destacar que la jerárquico de relaciones sociales, sociedad es productora y reproducpolíticas y económicas que constora de esta desigualdad intra e inter truye las diferencias entre varones y mujegenérica a través de instrumentos de res. Tomando como excusa una diferencia dominación y subordinación simbólibiológica sexual y su signicado genérico, ca como los discursos sociales, los establece, reproduce y mantiene al varón valores, los mitos y las explicaciones como paradigma de lo humano. cien ficas. Tomado de Rodríguez, M. V. (2001).
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Para que todos nosotros tomemos como natural la desigualdad entre lo masculino y lo femenino, entra en juego una socialización diferencial, mediante la cual varones y mujeres en interacción aprendemos e interiorizamos los valores, las ac tudes, las expecta vas y los comportamientos caracterís cos de la sociedad en la que hemos nacido, que nos permiten desenvolvernos en ella (Giddens, 2001). Desde pequeños los niños, chicos, hombres, son socializados para la producción y para progresar en el ámbito público; mientras que las niñas, chicas, mujeres, son socializadas para la reproducción y para permanecer en el ámbito privado, enseñándoles a desempeñar los roles de esposas y madres. Como consecuencia de esta socialización a los varones se les otorgan libertades, es mulos y poca protección, y se les orienta hacia la acción y la independencia. La filósofa feminista Diana Ma a complejiza las concepciones de sexo y género centrándose desde un aspecto subje vo.
SEXO
GÉNERO
Sexo anatómico: Determinado sicamente por la presencia de la vulva para la mujer y el pene para el varón.
Asignación de género: Es la interpretación de sexo por el cual se atribuyen mandatos y prohibiciones a lo femenino y masculino.
Sexo cromosómico: Definido por la dotación cromosómica. Las mujeres enen todos sus cromosomas iguales (X), los hombres no (XY).
Subje vidad de género: Vivencia interior. Cómo cada uno vive su iden ficación con un género.
Sexo hormonal: Cuando el embrión ene los cromosomas femeninos XX, las hormonas estrógenos es mulan el desarrollo de órganos sexuales femeninos. Pero si es XY, la testosterona es mulará el desarrollo de órganos sexuales masculinos.
Expresión de género: Cómo cada persona se presenta ante los demás con un género determinado. Elección eró ca: Elecciones que un sujeto hace eró camente hacia otro sujeto. Tomado de Ma a, D. (2004).
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A las mujeres, en cambio, se les fomenta el desarrollo de la esfera afec va, y se les reprimen libertades y talentos. Ellas reciben poco es mulo y bastante protección; y se las orienta hacia la in midad, lo interior y la dependencia. Una muestra clara de socialización sexista es el mercado de los juguetes para niños y niñas. Por ejemplo, ¿Qué pasa cuando un niño elije jugar con una muñeca en vez de un au to? Generalmente, como este objeto está relacionado con lo femenino, a los varones se les niega ese juguete y se les “enseña” a jugar con cosas asociadas socialmente al varón. Esta incorporación y naturalización de patrones culturales desde la socialización se acepta y reproduce debido a la histórica legi mación social de la división sexual como determinante del ser varón y ser mujer. Si bien en estos años se ha avanzado en reconocer derechos antes no respetados para las mujeres y lo femenino, todavía quedan muchos espacios para trabajar en pos de visibilizar y erradicar esta situación de desigualdad entre los géneros.
El hombre como medida de las cosas Masculinidades y dominación masculina La sociedad patriarcal en la que vivimos coloca simbólicamente al varón y lo masculino sobre la mujer y lo femenino, marcando una diferencia de poderes. Así pone al “hombre” en el centro, y toma como excusa la dis nción sexual -varón y mujer con su asociación genérica-, estableciendo, reproduciendo y manteniendo al varón como paradigma de lo humano -Ver Androcentrismo en p. 7-. Históricamente la figura del varón fue tomada como modelo, es por ello que cuando hablamos del “hombre” pensamos que incluye varones y mujeres. Sin embargo, aunque se lo quiera tomar como un término amplio, éste ha dejado de lado a todas y todos aquellas/os que no cumplen con el ideal social establecido, quedando invisibilizados varios actores sociales y sus derechos, entre ellos las mujeres -y lo femenino-, los homosexuales, y las personas de color, por ejemplo. 6
Entonces, la sociedad impone prác cas, valores y roles a lo masculino, que el varón deberá asimilar para cons tuirse como el “hombre” socialmente aceptado. Esto significa que no basta con nacer varón para gozar de beneficios sociales atribuidos a lo masculino, sino que se debe acatar ciertos mandatos socio-culturales para ser considerado como tal. ¿Qué entendemos por masculinidad? Es el conjunto de las prác cas sociales, influidas por cues ones personales, económicas, culturales, sociales y polí cas, que vienen a establecer lo que es ser “hombre”. Se configura por oposición en un primer momento, a la mujer, y en segunda instancia por la diferencia con los varones, es decir que se define inter e intra genéricamente (Ramírez Rodríguez, 2005). De esta manera, se establece dentro del mismo género una diferencia de poder entre masculinidades lo que brinda la idea de que no es un conjunto homogéneo sino una pluralidad. En este sen do podemos decir que no existe una sola masculinidad sino varias. Dentro de las múl ples masculinidades que se configuran hay una socialmente aceptada, que llamamos “masculinidad hegemónica”. Ésta no representa un concepto estanco sino un proceso permanente que varía en cada época y lugar. A través del mismo puede verse cómo se genera la toma de posiciones de poder de grupos parculares de varones y cómo éstos legi man y reproducen las diferencias inter e intra género. En este sen do, en la actualidad el poder de lo masculino no es visto como hace 50 años, los mecaAndrocentrismo: Desde su composinismos de dominación están ción etimológica hace referencia “al ser de más invisibilizados, pero no sexo masculino, al hombre, por oposición a la por eso son menos efec vos. mujer, y por oposición a los dioses: al hombre de una Es así como la masculinidad determinada edad (que no es niño, ni adolescente, ni hegemónica subordina a las anciano), de un determinado status (marido) y de unas mujeres, los niños, los homodeterminadas cualidades (honor, valentía...) viriles”. A sexuales y a los varones que su vez, posiciona la gura del hombre masculino en el no llegan a representarla en “centro”. El androcentrismo es la creencia de tomar al “hombre como medida de todas las cosas”. su totalidad. Tomado de Moreno Sardá, A. (1986).
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Uno de los recursos ideológicos que legi ma y man ene la dominación de la masculinidad es la división sexual del trabajo, donde se excluye a las mujeres de las tareas más significa vas y se les otorga ac vidades inferiores y/o más bajas. Es muy común que se prefiera al varón en los cargos jerárquicos de las organizaciones, ya que representa socialmente fortaleza y rec tud en comparación con la mujer, a quien se le otorgan ideas asociadas a lo frágil y sen mental. ¿Es realmente así? ¿Piensan que se ene en cuenta las capacidades de las personas para realizar la tarea asignada o su género a la hora de la elección?
Los varones también lloran y las mujeres también practican boxeo Mandatos y Estereo pos de género Como vimos, las relaciones sociales basadas en el paradigma de la sociedad patriarcal aparejan una serie de estereo pos y mandatos sobre los cuerpos y los géneros. Se establece, de esta manera, qué es ser hombre y qué es ser mujer, cons tuyendo patrones sociales, ámbitos y modos de relacionarse a los que las personas deben apuntar. Con el empo los estereo pos se naturalizan, es decir, se asumen como verdades absolutas, y con frecuencia se olvida cues onar estos roles asignados y no se hace nada para cambiarlos. El problema está en que estos ideales se transforman en guías de comportamiento que Estereotipo de género: pueden impedir que se decida libremente Ideas simplicadas, descripsobre los propios deseos y habilidades, ciones parciales y distorsionadesalentando a los varones a que par cidas sobre las características de los varones y las mujeres. pen en ac vidades consideradas femeninas o impidiendo a las mujeres elegir roles Tomado de Trufó, L., Bidart, M. L., Bruno, D., Demonte, F. (2012). considerados masculinos.
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En las elecciones diarias que hacen las personas están presentes estas cues ones, por ejemplo, ¿qué se dice de un varón que desea prac car danzas clásicas? Si ene la misma pasión que una mujer, ¿por qué varía la reacción ante esta situación? ¿Qué es lo que impide a una mujer seguir una carrera técnica de oficio si realmente es lo que a ella le gusta? ¿Influye en su decisión que ese espacio esté pensado para varones? En relación al varón, la sociedad le exige que presente cualidades agresivas, de dominio, de autoridad frente a las situaciones co dianas, y en par cular hacia las mujeres. Desde pequeños se les enseña a correr riesgos, a no expresar sus emociones y ser siempre estables. Estas demandas se configuran en mandatos, tales como tener éxito laboral-económico, un alto ero smo y poderío sexual, y la obligación de cons tuirse en proveedores de las
Estereo pos sociales No sólo son cues ones opuestas sino que siempre a la mujer se le otorgan las caracterís cas de menor valor o las más débiles.
Mujeres Inestabilidad emocional Falta de control Pasividad Ternura Sumisión Dependencia Poco desarrollo intelectual Aspecto afec vo muy marcado Intuición Irracionalidad Frivolidad Valen a Incoherencia Debilidad Subje vidad
Varones Estabilidad emocional Mecanismos de autocontrol Dinamismo Agresividad Tendencia al dominio Afirmación del yo Ap tudes intelectuales Aspecto afec vo poco definido Ap tud para las ciencias Racionalidad Franqueza Miedo Eficiencia Amor al riesgo Obje vidad Tomado de Feminario de Alicante, (2002).
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mujeres a su cargo. Muchas veces, cuando estos mandatos no se cumplen, los varones entran en conflicto por verse fracasados o débiles, y su orgullo se desploma al tratar de aflorar esos sen mientos que se les enseñó a no demostrar. Por otra parte, a la mujer se le impone un ámbito interior y privado para el desarrollo de sus tareas, sumisión en relación a la posición del varón dentro del hogar y el mundo, la idea del cuidado, y lo prolijo de su apariencia y sus ac vidades. Socialmente sobre la mujer se disponen como relevantes tres mandatos: la mujer debe ser madre para ser una mujer completa; debe ser pasiva eró camente, ya que no está bien visto que ella tome la inicia va en este po de situaciones; y debe creer en el amor román co (Fernández, 2009) -Ver ¿Y tu media naranja? Me la comí, tenía hambre en p. 23-. Estas disposiciones reproducen el poder de lo masculino sobre lo femenino, e invisibilizan la subordinación de lo femenino, haciendo creer a las mujeres que la diferencia con el varón viene desde el plano biológico, por lo que es natural e inmutable, cuando en realidad no lo es. Cabe destacar que la atribución de estePara reexionar más sobre reo pos a mujeres y varones es por oposigénero y estereotipos pueden ción, y siempre a la mujer se le otorgan las visitar los siguientes videos: caracterís cas de menor valor o las más débiles -Ver Estereo pos sociales en p. 9-. Y qué! El machismo es violencia Sin embargo, estas cualidades no se presen(Campaña de concientización tan en forma absoluta, hay quienes pueden Ecuador): http://bit.ly/1sygv0W asumir sólo partes. Por ejemplo, si alguna persona presenta estas condiciones de Como una niña (Experimento social manera rigurosa, implicaría que ene muy EEUU): http://bit.ly/1tZ8Ht2 incorporado los mandatos impuestos culturalmente, y por ende reproduciría condicioPará! Piropos callejeros a varones nes de desigualdad entre varones y mujeres (Parodia - Argentina): de manera natural. http://bit.ly/1qCRMJo
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Con conocimiento de causa
GÉNERO Y SOCIALIZACIÓN MASCULINA Y FEMENINA Escribir sobre masculinidades y juventudes implica una larga revisión de los procesos y formas de socialización masculinas y femeninas en nuestras culturas. Tenemos que reexionar sobre las miradas adulto-céntricas sobre las juventudes, normándolas como diversas y diferentes, y reconocer que hoy, jóvenes masculinos y femeninas obtenemos diferentes recursos socializantes: mensajes, validaciones y negaciones. Las expectativas al nacer no han cambiado demasiado. Esperamos el machito que nos haga quedar bien y a la “chancleta” para que reproduzca y siga nuestro linaje familiar. Si bien existen variables menos violentas a esta división, en el fondo sigue siendo la prevalente. Al crecer, el riesgo y los desafíos a las destrezas de todo tipo estarán sobre los masculinos como demanda precisa: “saltá ese charco”, “pégale hasta que no se levante”; y los hiper cuidados estarán del lado femenino: “hablá como señorita”, “jate que te pones”. La escuela y la práctica de deportes serán una réplica del modelo demandado, tratando de que nadie se salga de su lugar prejado por nuestra cultura. Toda esta marca que nos hace la cultura por otro lado nos restringe, nos achica posibilidades, especialmente a una vida libre de violencias. Los datos son precisos en América Latina, el mayor índice de morbilidad por causas externas, está en este grupo etario de 15 años a 29 años, siendo de 5 muertes, 4 masculinas. Este panorama es fatal pero predecible. Los jóvenes masculinos somos educados desde el riesgo, el descuido, el poco conocimiento de nuestros límites, no sabemos nada sobre nuestros cuerpos y este cúmulo de construcciones se traduce en violencias de todo tipo. ¿Cómo entonces romper la cadena que nos pide que sigamos sumando en violencias, en poco respeto y cuidados hacia nosotros y por ende a nuestros entornos vitales? Difícil, casi imposible. Sólo un trabajo a largo plazo, reexivo e indagatorio de cómo nos hacemos hombres jóvenes abrirá la puerta hacia nuevas realizaciones culturales centradas en el respeto, atento a las diferencias. Hugo Huberman, Psicólogo social, Referente nacional de la Campaña Lazo Blanco Argentina-Uruguay, Miembro Fundador del Centro de Estudios Masculinidades y Género, Miembro de la Comisión Coordinadora Red Argentina de Masculinidades Plurales (2012). Ver nota completa en: http://bit.ly/1sDXXOi
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Actividad: Ni tan iguales ni tan diferentes Objetivo: Reexionar sobre el género. Cantidad de participantes: Se sugieren 2 grupos mixtos. Tiempo estimado de realización: 1 hora y 20 minutos. Materiales: Pizarrón o aches, tizas o lapiceras y brón, hojas de papel. Consignas: 1. En un ache o sencillamente sobre un pizarrón, ponemos tres columnas. Titulamos la primera “Mujer”, la del medio la dejamos en blanco, y llamamos a la última “Varón”. 2. A cada grupo formado le designamos una columna sobre la cual reexionar. Las y los jóvenes deben escribir ejemplos de características biológicas, personales, habilidades y roles -en un papel cada una o en el pizarrón- que se asocian generalmente con las mujeres y los varones. 3. Luego de colocadas las características en cada columna, procedemos a intercambiar los títulos de cada una, quedando como título “Varón” arriba de la primera columna, y “Mujer” arriba de la tercera. 4. Revisamos la lista junto a los jóvenes y reexionamos: ¿Sería posible para los varones mostrar las características atribuidas a las mujeres? Y las mujeres, ¿Podrían mostrar aquellas características atribuidas a los hombres? 5. Proponemos verlo prácticamente jugando con las y los jóvenes (Opcional): Les pedimos que todos/as se paren y que al momento de decir una característica -mezclando las palabras de ambas columnas- quienes se sientan identicados/as den un paso hacia adelante. De esta manera, podrán ver que ciertas características sociales asignadas a cada género también son compartidas por el otro. 6. Aquellos atributos o características que se consideran no intercambiables las colocaremos en la columna del medio, sobre la que escribiremos el título “Sexo”. 7. A modo de cierre: Explicaremos que las palabras que corresponden a las columnas “Varón” y “Mujer” pueden utilizarse para hacer referencia al género, estableciendo así la diferencia entre sexo y género - Ver ¿Crónica de un género anunciado? en p. 4-. Evaluación: Para vericar si el objetivo de la actividad se cumple podemos, a modo de plenario, preguntar qué creían que era el género antes y qué entienden por género ahora. Las y los jóvenes seguramente cambiarán su concepción. Luego también podemos preguntar cómo criarían a sus hijos teniendo en cuenta las siguientes preguntas: ¿Si mi hijo quiere ser bailarín, le digo que no? ¿Si mi hija quiere jugar a la pelota, le digo que no? De esta manera, volcarán en lo personal las cuestiones analizadas. Actividad adaptada de Poniendo en juego el sexo y el género tomada del cuadernillo Con otros ojos. Mirarnos en clave de géneros. (s/d). Trama. Serie Pico de Lora.
La violencia no nace, se hace Violencia, individuo y sociedad patriarcal Las desigualdades, fruto de la sociedad patriarcal, muestran las relaciones de poder que se tejen genéricamente. Sin embargo, no todas las mujeres están en la misma situación de subordinación, sino que la mujer y lo femenino como categoría está por debajo en relación al varón y lo masculino como categoría (Rodríguez, 2001). En la publicidad sexista pude verse esta subordinación y dominación, ya que por lo general, se cosifica a la mujer quitándole su lugar social como sujeto de derechos y se la convierte en medio y producto de la sociedad de consumo. Se u liza la naturalización de los roles que se asocian a las mujeres produciendo y reproduciendo violencia hacia la mujer y lo femenino de forma simbólica. Es decir, no se expresa sicamente un maltrato, pero sí se desvaloriza y denigra el rol de lo femenino. Entonces, en esta sociedad donde existen relaciones desiguales de poder entre lo femenino y lo masculino, con prác cas pre establecidas y modos de comportarse específicos impuestos, se generan situaciones de asimetrías, problemas, discriminación y violencia. No hay que perder de vista que los conflictos no son malos, pueden ser oportunidades de cambio y crecimiento personal, fortaleciendo la autoes ma y el carácter. Lo importante es cómo se resuelven los problemas. Se pueden solucionar a través del diálogo, la distancia o la confrontación, entre otras ¿Por qué decimos que la formas. El inconveniente nace cuando se sociedad nos hace violentos? toma a la violencia como vía de resolución Porque las personas producen y de conflictos. reproducen prác cas violentas Para que pueda desarrollarse la violenque la misma sociedad estruccia ene que haber un esquema asimétritura y legi ma. co de poder, y debe exis r la necesidad de ejercer control sobre el otro.
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¿Qué es la violencia? La violencia es “la conducta humana -acto u omisión- con la que se pretende someter y controlar los actos de otra persona y, como consecuencia de ello se ocasiona un daño o lesión y se trasgrede un derecho” (Torres Falcón, 2001, p.39). En este sen do, la violencia es una conducta aprendida de las formas de vinculación promovidas culturalmente, pero la violencia no deja de ser una responsabilidad individual de cada sujeto, y está en ellos cues onarla y desterrarla de la co dianeidad. Es decir, que si bien la sociedad impone maneras violentas de vincularnos, cada uno es responsable de los actos violentos que ejerza. Entender esto úl mo es avanzar contra las jus ficaciones simplistas de la violencia de género. Por ejemplo, es común escuchar en una situación de violencia sica: “ella seguro se lo buscó”, “qué habrá hecho para provocar esa reacción”, o comentarios al es lo. Pensar de esta manera implica asignar la responsabilidad individual de los actos violentos a la persona errónea, colocando en la víc ma la culpabilidad del vic mario.
Algunas legislaciones que contemplan la violencia de género: Córdoba: Ley Nº 9.283 de Violencia Familiar. Promueve la prevención, atención y erradicación de la violencia familiar. Contempla no sólo la violencia hacia la mujer sino también hacia el varón, ya que permite denunciar todo tipo de situaciones de violencia dentro del entorno familiar: http://bit.ly/1ymjdv8 Argentina: Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer en el ámbito en el que desarrollen sus relaciones interpersonales. Es la primera legislación a nivel nacional que trata la violencia hacia la mujer de manera integral y como una violencia especíca de género: http://bit.ly/1uOg89j Internacional: Las reglamentaciones nacionales y provinciales responden a tratados y acuerdos internacionales. Los más importantes son la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra la Mujer o Convención de Belém Do Pará (http://uni.cf/140hAu6) y la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Contra la Mujer o CEDAW (http://bit.ly/1wJt1mG).
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Varones y mujeres podemos ser violentos Violencia de género El concepto de violencia de género se ha ido instaurando socialmente en los úl mos años por la lucha de los grupos feministas que enen por fin erradicar la violencia contra la mujer y lograr equidad entre varones y mujeres. En este sen do se han desarrollado múl ples legislaciones a nivel nacional e internacional que tratan la violencia contra la mujer, como puede verse en la página anterior. Par cularmente nos referiremos a la violencia de género, incluyendo a lo masculino y a lo femenino, como todo acto de violencia que se ejerce sobre una persona en el marco de las expecta vas impuestas por los modelos de masculinidad y feminidad hegemónicos en una sociedad dada, en un momento histórico específico; que conllevan daño o sufrimiento sico, sexual o psicológico, tanto en la vida pública como en la privada (Trufó, Bidart, Bruno, Demonte, 2012). Cuando se produce violencia de género, la acción no cae sólo sobre un cuerpo, sino sobre el lugar que le da la sociedad al grupo con el que se iden fica con ese cuerpo. Es decir, en un femicidio, por ejemplo, la violencia no es sólo hacia el cuerpo de la mujer, sino que el mensaje es que ese cuerpo -por ser mujer- no ene derechos y no importa su vida. Tomamos el femicidio por ser un caso extremo de violencia de género, pero debe servirnos para considerar estos actos, como mecanismos que transmiten un mensaje de subordinaFemicidio: Asesinato cometido ción de la mujer legi mando el rol del por un hombre hacia una mujer a varón y lo masculino, no como hechos quien considera de su propiedad. aislados e individuales. El concepto fue desarrollado por Carol Orlock Para que estas situaciones cambien en 1974 y utilizado públicamente en 1976 por hay que lograr igualdad de poder, es la feminista Diana Russell, ante el Tribunal decir, fomentar la equidad de oportuInternacional de Los Crímenes contra las nidades económicas, polí cas y Mujeres, en Bruselas. simbólicas, para que varones y mujeExtraído de la Asociación Civil La Casa del res no reproduzcan modelos socioculEncuentro Adriana Marisel Zambrano. turales patriarcales de vinculación. 15
Tipologías y modalidades de violencia contra la mujer según la Ley Nacional de Protección Integral Tipos de violencia
Modalidades de violencia
Física: Cualquier forma de maltrato o agresión que afecte la integridad sica de la mujer, produciendo dolor, daño o riesgo de producirlo.
Establece las formas en que se manifiestan los dis ntos pos de violencia en diferentes ámbitos:
Psicológica: Acciones como amenazas, humillaciones, manipulación, aislamiento, que generan daño emocional y disminución de la autoes ma o perjudica y perturba el pleno desarrollo personal o controla acciones, creencias y decisiones. Sexual: Cualquier acción -amenazas, coerción, uso de la fuerza o in midación- que vulnere con o sin acceso genital, el derecho de la mujer de decidir acerca de su vida sexual o reproduc va. Económica y patrimonial: Menoscabo en los recursos económicos o patrimoniales de la mujer. Simbólica: La que a través de estereo pos, mensajes, valores, íconos o signos transmite y reproduce dominación, desigualdad y subordinación de la mujer en la sociedad.
Violencia domés ca: Ejercida contra las mujeres por un integrante del grupo familiar. Violencia ins tucional: Acciones realizadas por las/los funcionarias/os y agentes pertenecientes a lo público. Violencia laboral: Aquella que discrimina a las mujeres en los ámbitos de trabajo públicos o privados. Violencia contra la libertad reproducva: Aquella que vulnere el derecho de las mujeres a decidir libre y responsablemente el número de embarazos o el intervalo entre los nacimientos. Violencia obstétrica: Aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproduc vos de las mujeres. Violencia mediá ca: Aquella publicación o difusión de mensajes a través de cualquier medio masivo de comunicación.
Tomado de la Ley Nº 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.
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Si quieres cambio verdadero, camina distinto Los varones como agentes de cambio ¿El varón siente diferente a la mujer? El varón posee las mismas capacidades emocionales que las mujeres, sin embargo suprime e ignora esas emociones, sen mientos y necesidades afec vas porque socialmente, por lo general, está mal que las demuestren. En el caso del varón, en su afán por formar parte de la masculinidad hegemónica, oculta necesidades y sen mientos porque esas caracterís cas son asociadas a lo femenino, y por ende a lo débil. El eliminar -aparentemente- las emociones produce en el varón dolor, sufrimiento, que se transforma en autoodio, autodesprecio, enfermedad sica, inseguridad o adicción, generando, según Kaufman (1997), violencia para consigo y hacia su entorno. Esta situación sería una violencia de género estructural que la sociedad le impone al varón. Por ejemplo, la frustración que puede ocasionarse cuando el varón no posee un empleo bien remunerado, y es la mujer quién aporta económicamente más en el hogar. En esta situación pueden plantearse burlas, humillaciones y degradaciones; sin embargo no ocurre cuando es al revés, lo que pone de manifiesto la presión social que existe sobre el varón. Por ello debemos considerar que para cambiar esta situación de violencia y los modos en Para reexionar más sobre que los varones se relacionan de forma desilas masculinidades y el rol gual con las mujeres, primero hay que modifidel varón pueden visitar car la percepción que enen de sí mismos y de los siguientes videos: la mujer y sus roles. En este sen do, proponemos ver las mascuVos sos mi papá linidades de una manera plural, y a los hom(Campaña de Paternidad bres como agentes posibilitadores del camNicaragua): bio cultural para erradicar la violencia de http://bit.ly/1EyukoD género tanto hacia ellos mismos como hacia http://bit.ly/1tZacrj las mujeres, promoviendo vínculos basados en la equidad y el respeto. 17
Con conocimiento de causa
RE- PENSARNOS DESDE UNA MIRADA MÁS HUMANA ¿Qué sostiene la violencia de género? La sostiene y la legitiman los mitos, las creencias, la ideología patriarcal, los modelos de socialización que invisibilizan y naturalizan la violencia hacia las mujeres. La violencia de género no es un problema “de” sino es un problema “para” las mujeres, es un problema “de” la cultura masculina patriarcal. La violencia tiene un valor subjetivo ya que las mujeres no la visibilizan con el grado que corresponde, y ellas mismas suelen justicarla: “No me grita, en realidad me habla fuerte”; “la culpa es mía porque no hice lo que él quería”. Dichos que van tejiendo una gran red que imposibilita que la mujer encuentre una salida posible a esta situación. La práctica me ha demostrado que los jóvenes varones traen toda una concepción de cómo deben ser las relaciones con sus pares, diferenciándolas de sus relaciones con las mujeres. Pero cuando tienen el espacio para pensarse diferentes, con otras formas de relacionarse con mujeres, con varones, de manera más sana y respetuosa, cuestionan a la sociedad. La escuela y la familia comparten la responsabilidad en la transmisión de patrones de comportamiento. Entonces, es indispensable que los docentes tengan conocimientos sobre lo que es la educación desde la perspectiva de género para reconocer las relaciones de poder y de subordinación de las mujeres como grupo. ¿Cómo se lleva a cabo esta nueva lectura de la realidad dentro del ámbito educativo? Trabajando desde el concepto “Coeducar”. Es educar sin diferenciar en función del sexo, es tratar de transmitir, desde la infancia, el conocimiento de las diferencias reales entre hombres y mujeres, y la necesidad de igualdad social. La coeducación propicia la comunicación entre los dos sexos basada en el respeto mutuo, e incide sobre las actitudes, los discursos y los comportamientos no sólo del alumnado sino también del profesorado, ya que la educación es un proceso de comunicación. Entonces mi propuesta es que generemos espacios de concientización y sensibilización en donde los adolescentes encuentren su razón de ser en el mundo, sin mandatos ni estereotipos que le demanden una única manera de ser varones y mujeres. Mónica Marcela Arévalo, Psicóloga, Diplomada en Género y Derechos Humanos, Miembro de Fundación Abrazos y Únete Córdoba para poner n a la violencia contra las mujeres. Ver nota completa en: http://bit.ly/1C6oTvF
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VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO No comenzó tan bien, ¿Mariposas o polillas en la panza? Juventud y violencia en el noviazgo En la juventud comienzan las primeras experiencias y aprendizajes sobre cómo relacionarse con el otro de manera amorosa, afec va y eró ca. Hoy en día, las relaciones de las y los jóvenes pueden tomar múl ples denominaciones: novio/a, hueso, amigovio/a, amigos/as con derechos, touch and go, etc. Par cularmente nos referiremos al término noviazgo, en sen do amplio, como todas aquellas modalidades de relaciones o vínculos, entre dos personas -de igual o diferente sexo-, más o menos duradero o reconocido, que posee cierta con nuidad en el empo (Bargalló, et al., 2012). En estos inicios amorosos es importante promover, como adultos, buenos hábitos de relación, ya que dada la inexperiencia de las y los jóvenes suelen mezclar el amor con el control, los celos y la posesión, dejando lugar a ciertos abusos de poder y por ende a situaciones de violencia dentro del noviazgo. ¿Por qué es violencia de género la violencia en el noviazgo? Porque es una relación sexo/afec va entre diferentes iden dades de género durante la etapa de noviazgo. Entonces, es de géneHay que tener en cuenta que ro porque se trata de iden dades de génetodos detentamos algún poder ro, que interactúan de manera relacional, ya que de alguna manera y ejercen violencia cuando se produce podemos ejercer influencia abuso de poder sobre la otra persona. sobre otra persona, pero se En esta relación abusiva de poder dentro denomina abuso de poder de la pareja se trata de someter al otro cuando de esa incidencia mediante técnicas de interacción coerci resulta daño o perjuicio para el vas, forzando comportamientos, ya que “el otro. obje vo de quien ejerce violencia es 19
anular el conflicto y controlar a la pareja por la vía del maltrato” como técnica de dominación (Bargalló, et al., 2012, p. 80). En este sen do, podemos definir a la violencia en el noviazgo como todas aquellas modalidades de vinculación dentro de parejas jóvenes que, por acción u omisión, implican abuso de poder, la instalación paula na de maniobras de dominación y de control sobre la otra persona y, consecuentemente, la restricción de derechos y la producción de daños para quien los padece (Bargalló, et al., 2012). La violencia en el noviazgo puede adoptar diferentes pologías, incluyendo la violencia psicológica, sica o sexual, que pueden coexis r o no -Ver Tipologías y modalidades de violencia en p. 16-.
“Porque te quiero te aporreo” Relación de la violencia en el noviazgo y la violencia familiar Existen factores asociados al riesgo de sufrir o de ejercer violencia, entre ellos se encuentran el haber sufrido violencia en la familia de origen de alguno de los miembros de la pareja. Es decir, si en las familias u hogares de las y los jóvenes, con sus par cularidades, se generan y reproducen conductas y ac tudes abusivas, “pueden llegar a instalarse patrones de vinculación donde el maltrato y la desconsideración pasan a ser el código aceptado como vía de comunicación y de resolución de los conflictos”, naturalizándose las conductas violentas (Bargalló, et al., 2012, p. 90). Lo que no quiere decir que, ante el mismo contexto de violenDel 81,96% de las y los jóvenes cia, no se puedan crear relaciones encuestados en Córdoba que no violentas. manifestó escuchar gritos en A su vez, hay que tener en cuenta su familia, el 32,9% reveló que que al exis r patrones de relación cuando su pareja se enoja violentos en el noviazgo, frutos de también le grita. una socialización patriarcal y sexisTomado del Informe realizado ta, éstos pueden seguir repi éndopor el Defensor del Pueblo de la Provincia de Córdoba, (2013). se a futuro, como un modo natural de relacionamiento. 20
Ojos que no ven, ¿corazones que no sienten? Violencia psicológica Según el informe Violencia en el noviazgo adolescente realizado por la oficina del Defensor del Pueblo de la Provincia de Córdoba (2013), el 95,25% de las y los jóvenes encuestados en la ciudad reconoció al menos uno de los indicadores de violencia -establecidos por el trabajo- en sus relaciones de pareja, considerando violencia sica, psicológica y sexual. La violencia psicológica fue la de mayor incidencia, con tendencia a ser la más frecuente, aun cuando es la más invisibilizada. En este sen do, de las y los 505 jóvenes encuestados, el 91,09% reconoció la presencia de al menos un indicador de violencia psicológica en sus relaciones de pareja. La crí ca a modos de ser, ves r, actuar, etc. de un miembro de la pareja al otro suele ser la violencia psicológica más presente, seguida por el control, la desconfianza y los celos. Violencia en el noviazgo en Las peleas durante el noviazgo jóvenes de Córdoba expresan la carencia de otras formas Violencia sica: El 26,34% de los de resolución de conflictos como la encuestados reconoció haber recinegociación, el entendimiento y el bido al menos un indicador de este diálogo, lo que es preocupante ya que las y los jóvenes suponen que estas po de violencia -pellizcones, formas violentas de solucionar diferenempujones, rada de cabello, cias es un ingrediente más del amor golpes-, y el 19,41% de los y las (Olavarría, 2004, en Gontero, Guevara, jóvenes se iden ficó como ejecu2013). tante de al menos uno de ellos. Por otra parte, las crí cas, los insulViolencia Sexual: El 42,18% de los tos y las humillaciones afectan a las y las encuestados sostuvo haber personas reprochadas y cues onadas, vivido al menos un indicador de lo que disminuye su autoes ma y la violencia sexual. seguridad hacia sí mismas, y coarta su Tomado del Informe realizado por el libertad de expresión y elección. TamDefensor del Pueblo de la Provincia bién actúan como un “censurador” y de Córdoba (2013). severo “normalizador” del género, en 21
el sen do de que ubican a las mujeres y a los varones dentro de una senda -marcada por el amor román co y sus roles/ subje vidades genéricas- de la cual no deben apartarse (Gontero, Guevara, 2013).
¿Me cela porque me quiere? Celos y nuevas tecnologías Los celos son una de las excusas que se u lizan dentro de una relación “para dominar a la otra persona, en cuanto a controlar sus acciones, aislarla de su familia y amigos, vigilar sus movimientos, disminuir su autonomía y hacerla depender emocionalmente de quien ejerce la violencia psicológica, para doblegar su voluntad y lograr que haga lo que no quiere o que no haga lo que quiere” (Defensor del Pueblo de la Provincia de Córdoba, 2013, p. 11). Éstos son la raíz a par r de la cual se traman otras formas de violencia: las prohibiciones sobre dis ntas ac vidades, el cuerpo del otro/a, la ves menta; el control sobre los vínculos; y la manipulación del otro/a a los fines de “hacerle hacer”, “hacerle sen r”, “hacerle pensar” a ese/a otro/a violentado/a lo que se Para reexionar más sobre desea (Gontero, Guevara, 2013). violencia de género y violencia Además, es importante destacar que los en el noviazgo pueden visitar celos son asociados fácilmente a uno de los siguientes videos: los mitos más grande del amor román co: “Si me cela me quiere” -Ver Mitos del Dile "NO" a la Violencia de Género. amor román co en p. 24-. Violencia es Violencia (Experimento Por otra parte, con las nuevas tecnoloSocial - EEUU): http://bit.ly/10SqPu2 gías, los celos van tomando otras formas o teniendo nuevos jus fica vos. En este NO da (Representación juvenil - TRAMA, sen do podemos decir que, tanto varoArgentina): http://bit.ly/1sAzEQT nes como mujeres, manifiestan que las redes sociales y los celulares son u lizaPropiedad Privada (Representación dos para ejercer control, reconociendo juvenil - TRAMA, Argentina): que son los dos quienes revisan los celulahttp://bit.ly/1sAzSaC res de sus parejas (Trufó, 2014). 22
A su vez, también suele ser producto de peleas que las y los jóvenes reciban un mensaje de texto o le suene el teléfono estando en compañía de su pareja. El 55,45% de las y los jóvenes manifestaron, en la encuesta realizada por el Defensor del Pueblo, que se molestan ante dicha situación. De esta manera, se mezclan el control, los celos y la posesión, produciendo enfrentamientos innecesarios en una relación que debería basarse en la confianza, el respeto y el amor saludable e igualitario -Ver El amor igualitario y la resignificación del poder p. 29-. En este sen do, podemos observar que una gran can dad de las y los jóvenes no registran el control sobre su pareja o de su parte como algo fuera de lo “normal”, ya que es una conducta que se encuentra naturalizada e invisibilizada (Trufó, 2014).
- ¿Y tu media naranja? - Me la comí, tenía hambre Los mitos del amor román co Los mitos román cos son el conjunto de creencias socialmente compar das sobre la supuesta verdad de las relaciones amorosas. Éstos suelen ser fic cios, absurdos, engañosos, irracionales e imposibles de cumplir (Boch Fiol, 2007), y por ende conducen fácilmente a desengaños y frustraciones, factores que contribuyen a favorecer y mantener la violencia en la pareja. Estos mitos román cos han sido impulsados desde estamentos religiosos y desde otras esferas de la sociedad patriarcal para reforzar el papel pasivo y de subordinación de la mujer al varón (Charo Altable, en Bosch Fiol, 2007). Es por esto que la desnaturalización de los celos y el control, la Mito: Es una creencia visibilización de la violencia psicológica que se halla formulada de principalmente -sin dejar de lado los otros tal manera que aparece pos de violencia-, es el desa o que hay como una verdad, y es expresada de que plantear para tratar de prevenir y erraforma absoluta y poco exible. dicar la violencia de género en las parejas jóvenes, desestabilizando los postulados del Tomado de Boch Fiol, E., (2007). amor román co. 23
Mitos del amor román co Mito de la “media naranja”, o creencia de que elegimos a la pareja que teníamos predes nada de algún modo y que ha sido la única elección posible. Mito del emparejamiento o de la pareja, creencia de que la pareja -heterosexual- es algo natural y universal y que la monogamia amorosa está presente en todas las épocas y todas las culturas. Mito de la exclusividad, o creencia en que es imposible estar enamorado/a de dos personas a la vez. Mito de la fidelidad, o creencia de que todos los deseos pasionales, román cos y eró cos deben sa sfacerse exclusivamente con una única persona, la propia pareja, si es que se la ama de verdad. Mito de los celos, o creencia de que los celos son un signo de amor, e incluso el requisito indispensable de un verdadero amor. Mito de la equivalencia, o creencia en que el “amor” -sen miento- y el “enamoramiento” -estado más o menos duradero- son equivalentes y, por tanto, si una persona deja de estar apasionadamente enamorada es que ya no ama a su pareja y, por ello, lo mejor es abandonar la relación. Mito de la omnipotencia o creencia de que “el amor lo puede todo”, y por tanto si hay verdadero amor no deben influir los obstáculos externos o internos sobre la pareja, y es suficiente con el amor para solucionar todos los problemas. Mito del libre albedrío, o creencia de que nuestros sen mientos amorosos son absolutamente ín mos y no están influidos por factores socio-biológicoculturales ajenos a nuestra voluntad y conciencia. Mito del matrimonio o de la convivencia, creencia de que el amor román co pasional debe conducir a la unión estable de la pareja y cons tuirse en la única base de la convivencia de la pareja. Mito de la pasión eterna o de la perdurabilidad, esto es, creencia de que el amor román co y pasional de los primeros meses de una relación puede y debe perdurar tras años de convivencia. Tomado de Bosch Fiol, E., (2007).
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Con conocimiento de causa
DE LA VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO A NOVIAZGOS SALUDABLES En general hay una tendencia creciente de la violencia en la relaciones de pareja en la adolescencia, que se agrava en la juventud y se extrema en la convivencia o matrimonio. Muchas de las mujeres que sufren y toleran la violencia, incluso las que han muerto en manos de sus parejas, creyeron en el amor romántico en lugar de ocuparse por su seguridad o protegerse. En Córdoba en 2013, 8 de los 27 femicidios que hubo, fue de mujeres de entre 20 a 25 años, y en relaciones de noviazgo. El abordaje indicado para este grave problema social es la prevención. Y debe estar a cargo de familia y escuela, teniendo presente que los adolescentes y jóvenes hacen y reproducen lo que han internalizado de sus mayores en un proceso de aprender, aprehender y luego experimentar entre pares, con la inuencia de los medios. El combo de la socialización. Por ello es ideal profundizar el trabajo con los adolescentes y jóvenes como la mejor opción para lograr un progreso rápido y sostenido en materia de prevención y erradicación de la violencia de género. La escuela es el ámbito ideal para lograr el cambio necesario, y se convierte en la gran oportunidad ya que inuye en el alumnado y las familias. El rol del docente será vital en tanto inuya en la formación e información, así como en la detección e intervención. Cuatro acciones que en el proceso, y ante eventuales situaciones de violencia en el noviazgo, preparará a los adolescentes para no ignorar ni soportar la violencia, así como a identicarla y enfrentarla. Un camino adecuado y útil es el trabajo que ayude a: - develar las discriminaciones, los prejuicios y estereotipos de género; - reconocer las desigualdades entre chicos y chicas y en las relaciones de noviazgo; - cuestionar las normas sociales profundamente arraigadas que perpetúan el control y el poder que los hombres ejercen sobre las mujeres y refuerzan la tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y niñas; - identicar los derechos vulnerados en cada situación, haciendo hincapié en la igualdad entre varones y mujeres. Intervenir en la problemática de la violencia en el noviazgo es también una manera de trabajar el grave problema de la violencia en general y hacia las mujeres en particular. Patricia Calandín, Abogada, Diplomada en Género y Derechos Humanos, Directora del Instituto de Género y Promoción de la Igualdad del Defensor del Pueblo de la Pcia. de Córdoba, Presidenta de Fundación Abrazos. Ver nota completa en: http://bit.ly/1zACjzA
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Actividad: Si no se (re)conoce no se puede cambiar Objetivo: Visibilizar situaciones de violencia de género y reexionar los actos y sus consecuencias. Cantidad de participantes: Se sugieren grupos mixtos de 5/6 personas. Tiempo estimado de realización: Entre 1 hora y 2 horas y 30 minutos, según elección de proyección. Materiales: Notebook y proyector, televisor con dvd o cualquier elemento que pueda reproducir video. Consignas: 1. Proyectamos una película o un corto a las y los jóvenes-pueden optar por los que abajo se enumeran, o por los videos que se sugieren a lo largo de la cartilla-. 2. Luego, en un plenario, planteamos los siguientes interrogantes para reexionar y debatir: - ¿Ven roles de género asignados a cada protagonista? ¿Cuáles? - ¿Pueden ver relaciones de violencia? ¿Dónde las ven? ¿Cómo se presenta la violencia? ¿Hay un solo tipo de violencia? - ¿Cuál es la forma de vincularse entre la pareja? ¿Cómo se comunican? - ¿Ven “amor” en esta película? ¿Dónde? ¿Por qué eso es amor o no? - ¿Qué les generan las situaciones de violencia que observan? ¿Las asocian con algo que hayan visto/oído que quieran compartir? - ¿Cómo consideran que deberían haber actuado los personajes para relacionarse mejor? Al nalizar el debate, exponemos la importancia de visibilizar la violencia de género y recordamos que tanto varones como mujeres la sufren. También podemos explicar a dónde deben acudir en situaciones de violencia familiar y violencia de género en Córdoba -Ver Dónde Recurrir en p. 39-.
Películas sugeridas: - Te doy mis ojos (1 hora 40 minutos): http://bit.ly/11WsFut - Cicatrices (1 hora 42 minutos): http://bit.ly/1vehdVz - Nunca Más (1 hora 55 minutos): http://bit.ly/1ydIyJD - El orden de las cosas (Cortometraje - 20 minutos): http://bit.ly/1zs0SgA - Amores que matan (Cortometraje - 20 minutos): http://bit.ly/1y9XVSx - Men don´t tell ( 1 hora 32 minutos - Versión en inglés, congurar subtítulos): http://bit.ly/1vehyYt Nota: Según las posibilidades técnicas y el año con el que se trabaje, podemos elegir dividir en grupos a las y los jóvenes y asignarles películas diferentes para analizar en sus casas en base al cuestionario propuesto. En otra clase realizaremos la puesta en común con todos los grupos donde cada uno explicará la película que le tocó y lo que pudieron observar. Evaluación: Para evidenciar si se cumplió el objetivo de la actividad podemos pedir a las y los jóvenes escribir un decálogo al que denominarán “Como quiero que me quieran”. El mismo constará de diez deseos sobre lo que pretenden en una relación de noviazgo. De esta manera volcarán los contenidos incorporados y los interiorizarán por pensarlos como una cuestión personal. Actividad producida para la presente cartilla.
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Actividad: Desarmando canciones Objetivo: Reexionar sobre los vínculos violentos en las relaciones afectivas. Cantidad de participantes: Todo el grupo, se trabaja individualmente. Tiempo estimado de realización: 1 hora y 20 minutos. Materiales: Canciones y/o poemas impresos, brones, resaltadores o lapiceras. Consignas: 1. Entregaremos a cada joven la copia de una canción que exprese vínculos violentos en una relación afectiva -Podemos usar algunas de las canciones sugeridas debajo-. 2. Les pediremos a las y los jóvenes que marquen en el texto expresiones que den cuenta de la relación afectiva entre los protagonistas. 3. Luego de analizar individualmente la letra de la canción asignada, formaremos una ronda y pediremos al azar que las y los jóvenes cuenten qué es lo que pudieron observar. Abriremos el debate preguntando ¿Qué les parecen estas letras? ¿De qué sentimientos hablan? ¿Estos sentimientos pueden ser de varones y mujeres? 4. A modo de cierre. Proponemos a los y las jóvenes que reexionen sobre las relaciones violentas dentro de las parejas: ¿Han sufrido alguna relación parecida? ¿Creen que nunca les podría pasar? ¿Qué podemos hacer para relacionarnos de buena manera con nuestra pareja? Canciones sugeridas: - Salir corriendo, Amaral. - Un extraño en mi bañera, Ana Belén. - Malo, Bebe. - Sobreviviré, Gloria Gaynor. - La bella y la bestia, Porta & Norikko. - Y en tu ventana, Andy & Lucas. - Morir de amor, Kudai. Evaluación: Para reconocer si el objetivo de la actividad es alcanzado, pediremos a las y los jóvenes que escriban en su canción alguna posible solución o consejo ante situación de violencia en la pareja. Actividad producida para la presente cartilla.
Que el amor valga la alegría, no la pena El amor igualitario y la resignificación del poder Tras reflexionar sobre la violencia de género en el noviazgo y los mitos del amor román co queda preguntarnos ¿Cómo podemos promover entre las y los jóvenes relaciones basadas en la equidad y el respeto? Para responder esta pregunta nos parece interesante la concepción que recoge la Asociación Civil Trama como posible alterna va, la de un amor igualitario: “Hay otras formas de amar, las que nos hacen crecer, las que proporcionan placer, complicidades… el amor nos hace libres, y a la vez el que más libre está de prejuicios, el que ni es eterno, ni sube montañas, ni es la mitad de nada, simplemente el amor entre iguales, que se reconocen imperfectos pero que desean compar r partes de su vida. Un amor poderoso como fuente de placer, de cariño y de respeto, que empodera a ambos miembros de la pareja, pero que no los ata a un des no turbulento y que dura… lo que tenga que durar” (Bosch y Ferrer, 2010, en Trufó, 2014, p. 33). Para reexionar más sobre Para lograr una relación del po igualiviolencia en el noviazgo y tario, donde ambas partes puedan desarelaciones saludables pueden rrollarse de manera amplia, individual, visitar los siguientes videos: autónoma y sen rse a gusto con el otro, hay que trabajar disminuyendo la desiQuerernos bien gualdad impuesta al género por la cultu(Campaña documental - España): ra patriarcal. http://bit.ly/1ERuJTr Por lo tanto, para que ambos géneros gocen de libertades y se sitúen en igualSentite libre de elegir, siempre dad es necesario establecer polí cas de (Representación Promotores de salud empoderamiento y resignificar el conVilla Allende - Argentina): cepto poder. http://bit.ly/1EqwlRQ A éste úl mo término podemos atribuirle la idea de “dominio sobre otro” y Una relación de pareja libre de violencia también la de “potencia en sí”. Histórica(Animación digital - Perú): mente el patriarcado ha consolidado la http://bit.ly/1xqG9dn primera acepción nega va, que implica
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que hay una superioridad y un otro inferior, dejando sin efecto la segunda concepción posi va del poder, que es la que permite crear condiciones de libertad. En el caso de las mujeres, el despliegue de las potencias y capacidades propias pasa por el avance en la construcción de autonomía; y en el caso de los hombres se trata de deconstruir el poder de dominio, lo que no significa ceder poder a las mujeres o subordinarse a ellas, sino ganar libertades, fundamentalmente aquellas que la cultura aprisionó para lo masculino (Fernández, 2009). En este sen do, es fundamental la tarea de los docentes junto a los jóvenes ya que pueden trabajar en desarraigar estos mandatos culturales, analizando y reflexionando acerca del género, los vínculos violentos, y los mitos del amor román co.
La escuela puede aportar a la transformación de las bases culturales que favorecen relaciones desiguales entre los géneros revisando y modificando aquellas concepciones y prác cas que se inscriben en esas mismas matrices simbólicas; pero también promoviendo y resaltando todas las inicia vas orientadas a generar condiciones para la igualdad, la tolerancia y la convivencia saludable entre los géneros. Algunos obje vos escolares en este sen do podrían ser: Ÿ Reconocer el carácter restric vo de los estereo pos de género. Ÿ Desnaturalizar creencias que favorecen prerroga vas y el control masculino en las interacciones de pareja. Ÿ Iden ficar las diversas expresiones que dan cuenta de condiciones de inequidad entre mujeres y varones: en el lenguaje, en las costumbres, en la ocupación de los espacios de poder, etc. Ÿ Promover el desarrollo de las singularidades y libertades en la construcción de la propia iden dad, ejercitando las decisiones personales y el autocuidado. Extraído de Bargalló, et al., (2012).
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Con conocimiento de causa
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES Y DERECHOS EN EL ÁMBITO EDUCATIVO Al igual que en las parejas adultas, los adolescentes, también presentan situaciones de maltrato y/o violencia. Los que viven un vínculo violento, por lo general se encontrarán aislados, con un nivel bajo de autoestima, y pueden observarse conductas desaantes. Por lo general, en el ámbito educativo, estas realidades se conocen a través de sus compañeros, y ellos ponen al tanto a los docentes si existe un vínculo de conanza previo. Ante el conocimiento de esto, es necesario consultar con un profesional, entablar redes de contención y asesoramiento, y contar con el apoyo de instituciones. El establecimiento educativo debe reconocer que la violencia de género y familiar es un delito contra los derechos humanos que está obligado a denunciar. No es un tema de índole privada. Es necesario, para poder visualizar y detectar estas situaciones poder mirar la realidad desde la perspectiva de género. Tener como referencia, la igualdad de oportunidades y derechos entre varones y mujeres, y así poder desnaturalizar que la violencia no sólo es el golpe, la marca, lo visible. Si pensamos en detección, la otra cara en la cual también el ámbito educativo es privilegiado, es la prevención. ¿De qué manera nos abocamos a ella? Una posible respuesta es promover la construcción de vínculos saludables entre pares y con los adultos, donde el adolescente se sienta contenido, y respete su integridad y la de sus pares. De esta manera, podrá vivenciar que el amor con otro es compartir y crecer en una relación simétrica; y no de poder y dominio, donde el otro es un objeto de mi propiedad. Existen herramientas curriculares y pedagógicas que pueden colaborar en este desafío y construcción: contenidos transversales, proyectos inclusivos y la E.S.I. Donde temáticas como el conocimiento y autocuidado del cuerpo y la construcción de vínculos entre pares desde la igualdad y el respeto por la diversidad -atendiendo a los intereses y demandas actuales de nuestros jóvenes-, ayudarán a construir vidas, trayectos y subjetividades sin violencia. Paula Beatriz Vallejo Bittar, Psicóloga Mat. N° 7522, Miembro del equipo profesional de la Asociación Convoz una vida sin violencia. Ver nota completa en: http://bit.ly/1C6rO7H
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Educación Sexual Integral y noviazgos saludables Si no soy profe de Biología, ¿me corresponde dar educación sexual? ¿A qué nos referimos cuando decimos noviazgos saludables? Al hablar de noviazgos saludables tenemos en cuenta una concepción amplia de la salud, no considerando a ésta como ausencia de enfermedad, sino como un término que trasciende dicho aspecto, centrándonos en las acciones para mejorar el bienestar de las personas. De ésta manera, asociamos salud a bienestar y placer, por ende a vínculos entre los géneros que pregonan por estas caracterís cas posi vas. Desde esta perspec va, es que basamos nuestro abordaje en la Educación Sexual Integral -ESI-, teniendo en cuenta que ésta promueve la internalización de valores relacionados con el papel de los varones y las mujeres, el análisis y ruptura de los estereo pos de género, y la equidad en las relaciones interpersonales. Es importante aclarar que este po de educación, transversal e integral, ar cula aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afec vos y é cos -no sólo biológico/genitales-, y fomenta el aprendizaje de “saberes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y crí cas en relación con el cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad y de los derechos de los niños, las niñas y los jóvenes” (Ministerio de Educación de la Presidencia de la Nación, 2006). Entonces, así como al hablar de salud lo hacemos en un sen do amplio, al referirnos ¿Por qué la violencia de género a la sexualidad también, ya que este concepen el noviazgo está incluida to no sólo incluye una dimensión biológica dentro de la Educación Sexual más tratada por lo general-, sino también Integral? una jurídica, é co-polí ca, y fundamentalSencillamente porque promueve mente, psicológica. Por lo tanto la salud y la el autocuidado, el respeto, los sexualidad son abordadas de manera intederechos humanos, y los gral, teniendo en cuenta todos los aspecvínculos saludables entre las y tos que la componen y que atraviesan al los jóvenes. individuo, en pos del bienestar de éste. 32
Una forma de relacionarnos mejor La comunicación aser va Más allá de los derechos humanos y los valores -equidad, respeto, hones dad, etc.- que pueden promover los docentes desde la perspec va de género y Educación Sexual Integral para mejorar los modos de vinculación entre las y los jóvenes y sus parejas, proponemos basarnos y trabajar en la comunicación aser va. Existen tres es los básicos de comunicación diferenciados por la ac tud que revela la persona hacia su interlocutor (UGT, 2014): Pasivo o no-aser vo: Es aquel es lo propio de personas que evitan mostrar sus sen mientos o pensamientos por temor a ser rechazados o incomprendidos o a ofender a otras personas. Infravaloran sus propias opiniones y necesiPara conocer sobre Educación dades y dan un valor superior a Sexual Integral y obtener más ideas las de los demás. sobre cómo aplicarla pueden visitar Agresivo: Se sitúa en un plano las siguientes páginas web: opuesto a la pasividad, caracterizándose por la sobrevaloraSobre la Educación Sexual Integral: ción de las opiniones y sen http://bit.ly/1wCUBjs mientos personales, obviando o incluso despreciando los de los Ley Nº 26.150 Programa Nacional De demás. Educación Sexual Integral: http://bit.ly/10A8QZs Aser vo: Es abierto a las opiniones ajenas, dándoles la Lineamientos Curriculares ESI: misma importancia que a las http://bit.ly/1tRwXij propias. Parte del respeto hacia los demás y hacia uno mismo, Educación Sexual Integral para la Educación aceptando que la postura de los Secundaria I: http://bit.ly/1xr1XES demás no ene por qué coincidir con la propia y evitando los conflictos sin por ello dejar de Educación Sexual Integral para la Educación expresar lo que se quiere de Secundaria II: http://bit.ly/1yfKAqD forma directa, abierta y honesta. 33
La aser vidad es un po de habilidad social, un comportamiento que permite expresar lo que se siente, piensa, cree o se necesita, sin ofender a los otros, abriendo la posibilidad de diálogo. Comunicándonos de manera aser va podemos asumir nuestra responsabilidad en actos, acciones, expresiones, etc., sin juzgar ni responsabilizar al otro. Esto es una forma de afrontar de manera construc va los conflictos, permi endo conversar y buscar alterna vas acordes para todas las partes. De allí la importancia de que los jóvenes asuman este po de comunicación en la vida en general y con sus parejas par cularmente, ya que supone un modo pacífico y saludable de relacionarse. Los principios básicos de la aser vidad son: respetarse a uno mismo y a los demás, ser directo, ser honesto, ser apropiado, controlarse emocionalmente, saber decir y escuchar, ser posi vo, y u lizar correctamente el lenguaje no verbal. Por otra parte, también hay que comprender que las personas aser vas enen derecho a: considerar las propias necesidades, cambiar de opinión, cometer errores, ser tratadas con respeto y dignidad, rehusar pe ciones sin sen rse culpables, pedir lo que Para leer más sobre comunicación se quiere, establecer sus prioasertiva y otras habilidades para la ridades y tomar las propias vida pueden visitar las siguientes decisiones (Ministerio de páginas web: Empleo y Seguridad Social, 2004). Habilidades para la vida. Guía práctica y sencilla para el Promotor Nueva Vida (México): http://bit.ly/1tRxBw6 Habilidades para la vida. Una propuesta educativa para la promoción del desarrollo humano y la prevención de problemas psicosociales (Colombia): http://bit.ly/1xiKiRF
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Con conocimiento de causa
EDUCAR PARA LA PAZ ¿Cómo es que llegamos a la adolescencia identicando violencia con amor? Imaginemos la siguiente situación: Un hombre dice: “...yo le pego a mi mujer solo cuando hace falta, no le pego porque sí; tampoco le pego más de la cuenta, sé hasta donde pegarle. Cuando se porta mal tengo que pegarle porque sino, no aprende, lo hago por su bien; me tengo que hacer respetar de alguna forma!"
Y ahora esta otra: Una mujer dice: “...yo le pego a mi hijo solo cuando hace falta, no le pego porque sí; tampoco le pego más de la cuenta, sé hasta donde pegarle. Cuando se porta mal tengo que pegarle porque sino, no aprende, lo hago por su bien; me tengo que hacer respetar de alguna forma!"
¿Qué sentimos con cada relato? ¿Nos “suenan” igual? Si el modelo aprendido es que cuando me porto mal, mi mamá y/o mi papá me “castigan” porque me quieren y quieren lo mejor para mí, lo más probable es que al crecer y establecer nuevos vínculos afectivos -noviazgo, matrimonio- se continúe con este modelo ya sea castigando o aceptando sumisamente los castigos e interpretando estas conductas como una muestra de cuidado y amor. En muchos casos las personas adultas utilizamos con niños y niñas la violencia física o emocional, “los castigos”, casi de manera automática, sin reexión previa, sin cuestionarnos sus consecuencias; lo hacemos porque nuestros padres, madres y docentes lo hicieron con nosotros/as y "dio resultado". Pero... ¿Qué resultado dio? Educar para la paz, educar sin violencia, implica revisar reexivamente nuestra historia de vida y nuestros vínculos afectivos primarios en la infancia, evidenciar ante nosotras y nosotros mismos las relaciones asimétricas de poder de las que estuvimos y de las que estamos formando parte; identicar nuestra propia violencia aprendida y cuestionarla permanentemente. “La paz es una construcción permanente que demanda una profunda mirada interior y transforma tanto individual como colectivamente”. Fabiana Gómez Córdoba, Prof. De Psicología, Filosofía y Pedagogía, Esp. En Educación Sexual Integral, Dipl. en Género y DDHH, Miembra adherente de la Campaña “Únete para poner n a la violencia contra las mujeres”,Fundadora y coordinadora para Latinoamérica de la RED Mariposas Naranjas. Ver nota completa en: http://bit.ly/18qOuGo
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Actividad: Si hablamos es mejor Objetivo: Mostrar que a través de una comunicación asertiva, las situaciones y/o conictos se resuelven de mejor manera. Cantidad de participantes: Se sugieren grupos de 2 personas. Tiempo estimado de realización: 45 minutos. Materiales: Hojas de papel, lápices, dibujos impresos sugeridos. Consignas: 1. En grupos de dos personas, las y los jóvenes se posicionarán de espaldas uno al otro. 2. Le daremos a uno de ellos una hoja con un dibujo formado por guras geométricas que deberá dictar a su compañero/a sólo a través de indicaciones orales, sin mirar lo que el otro dibuja. 3. La otra persona deberá dibujar en 2 minutos, lo dictado por su compañero/a en un papel en blanco, ayudado de lápiz y goma, sin poder preguntar ni establecer ningún tipo de diálogo con quien le dicta. 4. Una vez acabado el tiempo, la/el joven que dibujó dará vuelta su hoja y nosotros explicaremos el segundo momento de la actividad. En esta parte, les pediremos a las y los jóvenes que vuelvan a dictar el dibujo, pero esta vez podrán dialogar entre ellos, incorporando los principios básicos de la comunicación asertiva -Ver en p. 34- para conseguir en otra hoja un nuevo dibujo del mismo modelo, en igual tiempo -2 minutos-. 5. Al terminar el tiempo del segundo momento pediremos a las y los jóvenes que comparen los dibujos realizados con el original dictado. Se observará que el segundo dibujo guardará más relación con el dibujo original. Evaluación: Para dar cuenta que el objetivo de la actividad se logró reexionaremos sobre la importancia de una buena comunicación para la resolución de situaciones y/o conictos teniendo en cuenta las siguientes preguntas: ¿Cómo se sintieron en ambos momentos? ¿Por qué creen que en la segunda instancia les salió mejor el dibujo?
Nota: Podrán bajar e imprimir los dibujos del siguiente link: http://bit.ly/1vn69Io Adaptado de la actividad conocida como Dibujando al dictado.
Actividad: La receta del amor Objetivo: Reexionar sobre el amor y las relaciones saludables. Cantidad de participantes: Se sugieren 3 grupos mixtos. Tiempo estimado de realización: 45 minutos. Materiales: Cartulina o papel ache, lápices, brones, tijeras, papeles de colores, recortes de revistas. Consignas: 1. Formamos 3 grupos y les indicamos a las y los jóvenes que coloquen la palabra “Amor” en el centro de una cartulina o ache. Allí deberán escribir qué ingredientes habría que ponerle a una relación de amor para que sea plena y feliz. 2. Irán surgiendo palabras como ternura, paciencia, compañerismo, etc. Entonces, cuando hayan terminado haremos que lean las características anotadas y les hacemos notar que en esa receta no hay gritos, no hay golpes, no hay revisadas de celular, no hay “dame tu contraseña de Facebook”. Porque esas situaciones en realidad no son parte del amor. Debemos hacerlos pensar en las palabras para cuando decidan establecer una relación amorosa/afectiva. 3. Seguidamente podemos proponerles la creación de mensajes positivos que fomenten vínculos saludables de pareja -grácos y escritos-. Pueden estar decorados como deseen. Éstos serán plasmados en cartulinas o aches que pegaremos en el aula o en otros espacios de la institución para verlos a diario y reexionar. Evaluación: Para corroborar que el objetivo de la actividad se logró podemos analizar y tomar en cuenta las producciones realizadas en las cartulinas o aches, ya que allí las y los jóvenes expresarán lo conversado y acordado entre pares sobre qué es una relación de amor saludable. Actividad adaptada y recuperada de entrevista realizada a las integrantes de Únete Córdoba para poner n a la violencia contra las mujeres.
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A nivel nacional Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable 0800-222-3444 Línea gratuita de Salud Sexual Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) 0800-999-2345 (Línea gratuita las 24hs) Córdoba Dirección de Violencia Familiar Av. Olmos 175 0800-888-9898 Línea gratuita Subsede del Consejo Provincial de la Mujer - Av Capdevila 1521 Barrio Villa Azalais. 0800-555-MUJER (68537) Línea gratuita Violencia Sexual 0800-555-JUDICIAL (58342) Línea gratuita Mesa de Entrada de Violencia Familiar. Duarte Quirós 650 0351-4298011, de 8 a 20hs. Unidad Judicial de Violencia Familiar. Duarte Quirós 650 0351-4331635, las 24hs. La Casa de Atención Interdisciplinaria para Víctimas de Delitos contra la Integridad Sexual Rondeau 258, Córdoba Atiende las 24 hs. Sede sindical SMATA. Av. 27 de abril 663. Tel.: 0800-555-MUJER (68537)
Unidades judiciales 1.- Corrientes 534, Centro. Tel. 4332647/ 2648. 2.- Santa Rosa 1345, Alberdi. Tel. 4332649/ 2650. 3.- Avenida Renault 927, Santa Isabel. Tel. 433-3400/ 3401. 4.- Buenos Aires 525, Nueva Córdoba. Tel. 4332651/ 2652. 5.- Av. Vélez Sárseld 748, Güemes. Tel 4334504/ 4505. 6.- Av. Tronador 2464, Parque Vélez Sárseld. Tel. 4333402. 7.- Asturias 1840, Colón. Tel. 4338580/ 81. 8.- Av. Sabattini 3500, Maipú. Tel. 4338582/ 8583. 9.- San Jerónimo 2026, San Vicente. Tel. 4338584/ 8585. Tel. 4339161/ 9162. Tel. 4332655/ 2656. 13.- Santiso y Moscos, Residencial América. Tel. 4336030/ 6031. 14.- Antonio del Viso 756, Alta Córdoba. Tel. 4336032/ 6033. 15.- Av. Castro Barros 766, San Martín. Tel 4336034/ 6035. 16.- Suárez de Figueroa 550, Marqués de Sobremonte. Tel 433-5140/ 5141. 17.- Juan B. Justo 6500, Guiñazú. Tel 4332810/ 2811. 18/19.- Recta Martinolli esq. Laplace, Cerro de las Rosas. Tel. (03543) 44-6292/93. 20.-León Pinelo 32, Alto Alberdi. Tel 4337800/ 7801. 21.- Gilardo Gilardi 1451, Los Naranjos. Tel. 4333403/ 3404. 22.-Duarte Quirós 3242, Alto Alberdi. Tel. 4337802/ 7803.
Río Segundo Ex Escuela Besso. Hipólito Yrigoyen 679. Turnos: 0351-152148659 / 0351-153425374. Villa Dolores Hospital Regional de Villa Dolores. Av. Belgrano 1800. Turnos: 0351- 153965299. Villa del Rosario Hospital San Vicente de Paul. Bv. Sobremonte 550. Turnos: 0351-153425382. Deán Funes Hospital “Dr. Ernesto Romagosa”. Colón 247. Turnos: 0351-153425337 Villa María Comisaría de la Mujer. Av . Perón y Piedras. Turnos: 0351-153425227 Río Cuarto Avenida Gral. Mosconi 486, dentro del predio del Centro de Atención Primaria de la Salud del Viejo Hospital Central Río IV. Lunes, martes, jueves y viernes: de 8 a 14 hs. Miércoles: de 14 a 20hs. Turnos: 0351- 153207552 San Francisco Casa del Niño. Avellaneda 648 2° piso Of. 5. Lunes a viernes de 7 hs a 13 hs. Turnos: 03564 -498282 Cruz del Eje Comisaría de Distrito y Unidad Judicial Tomas Edison entre Félix Cáceres y Vélez Sarseld. .
Tomado de De Mariposas en la panza a amores que (m)atan, Católicas por el Derecho a Decidir.
Espacio destinado a las instituciones que apoyan este proyecto.