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JOSÉ CARLOS GUERRA CABRERA

escritor y doctor en Historia del Arte redacción, tsa

José Carlos García Cabrera es escritor y doctor en Historia del Arte. Nació en Güímar, donde vivió 13 años, y esa es una de las principales razones por las que escribió ‘Güímar en el fútbol de Tenerife. 1943-1955’. Este libro trata de la historia del fútbol de Tenerife y de Canarias tras la Guerra Civil hasta el año 1955 y cuenta con partes muy locales, güimareras en concreto, pero también con partes sobre la historia de este deporte en la isla yenelarchipiélagoengeneral.El autor indica que, en síntesis, su libro trata “del cambio de modelo de fútbol de los años treinta y cuarenta del siglo pasado en Canarias al modelo que se impuso en los años cincuenta, que es en el que, sustancialmente, estamos instalados en la actualidad”. GarcíaCabrerahaconcedidounaentrevistaaOndaTenerifeenlaque ha resumido la historia del fútbol en Canarias durante las citadas décadas y ha detallado las novedadesquepresentasulibro.

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José Carlos García habla de dos modelos. Por una parte, el de los años treinta y cuarenta, que giraba en torno a la categoría de la élite del fútbol canario, la Primera Regional, integrada tanto en Tenerife como en Gran Canaria por unos pocos equipos, todos de las dos grandes conurbaciones de estas islas: Santa Cruz-Laguna por una parte, y Las Palmas-Puerto de La Luz por otra, conformando cinco equipos en cada una de las conurbaciones. No obstante, la inexistencia de vuelos regulares a la península desde Los Rodeos o Gando impedía que equipos canariosparticiparanenlasligas nacionales. García Cabrera destaca que “un aspecto interesante deestemodeloeraquelaafición al fútbol estaba muy segmentada.Ningúnequipoteníatrasélla afición de la isla, sino que la afición diversificaba sus preferencias entre estos cinco equipos”. Enestesentido,apuntaquelarivalidad entre las aficiones de los equipos “era muy fuerte en cada isla y la rivalidad interprovincial era muy débil”. Además, a pesar de que los equipos canarios no competían en las ligas nacionales, “la calidad del futbolista canarioerabienconocidaenlapenínsula. Los clubes peninsulares de Primera y Segunda División tenían ojeadores en Tenerife y GranCanariayla‘pesca’dejugadores canarios por parte de clubes peninsulares era habitual en cada temporada”. A este respecto, “el caso más destacado fue el del tinerfeño Ángel Arocha, que fue fichado por el Real Madrid,

Escanéalo para escuchar la entrevista completa sionar a la española para que un representativo de cada provincia pudiera participar en la Liga de Segunda División Nacional. La presión tardó tres años en dar fruto. A partir de este momento, Gran Canaria y Tenerife tuvieron que decidir qué equipo les representaría. “Gran Canaria dio una respuestaunitaria:comolarivalidad entre los equipos de Primera Categoría era tan fuerte en la isla, como también lo era en Tenerife, estosequiposacuerdancrearuno nuevo, la UD Las Palmas, que los representaraatodosyalqueellos aportaran sus mejores jugadores”. Sin embargo, en Tenerife no sucedió lo mismo. Tal y como explica el autor, “los equipos de Tenerife no llegaron a un acuerdo y la Federación Tinerfeña de Fútbol decidió que fuera el CD Tenerife el que los representara. La razón fue porque era el único club con capacidad económica suficiente para asegurar a la Federación que podía costearse todoslosgastos”.Finalmente,laUD y también el del grancanario Alfonso Silva, que jugaba con el AtléticodeMadrid”.

Las Palmas quedó subcampeona y pudo ascender a Segunda División,mientrasqueelCDTenerife quedó colista. “Desde el verano de1950alfinaldelaprimaverade 1953elfútboldeTenerifevivióun proceso tenso, apasionado, con grandes alternativas, para dirimir cuál sería el equipo representativo de Tenerife que intentara ascender a Segunda División Nacional, después del primer fracaso”,aseguraGuerraCabrera.

El Cambio Al Nuevo Modelo

Con el establecimiento de una línea aérea regular desde los aeropuertos canarios con Madrid, en 1947, la gran barrera que impedía la participación de los equipos canarios en las ligas nacionales desapareció y se dio paso al nuevo modelo. Inmediatamente, las federaciones de ambas islas comenzaron a pre-

En la siguiente temporada se recurrió a la UD Tenerife, el club que se fundó en 1950 como réplica a la UD Las Palmas, que se presentaba como un ejemplo a seguir, pues en su primer intento había logrado subir a Segunda División. Además, dicho equipo tinerfeño contaba con el apoyo de las aficiones de todos los clubes de la isla, a diferencia del CD Tenerife. Pero la UD Tenerife fracasó en el segundo intento de la isla por ascender a Segunda División Nacional, aunque, según el escritor, “la mala suerte y el arbitraje jugaron un papel importante”. La UD Las Palmas, por elcontrario,subióesatemporada aPrimeraDivisión.

A partir de ese momento, “desde el verano de 1951 hasta la primavera de 1953, el CD Tenerifepusoenprácticaunaestrategia perfectamente ejecutada para convencer a la afición de que él, y no la Unión Deportiva Tenerife, era el equipo más capacitado para disputar la promoción y representaralaislaenSegundaDivisión Nacional”, señala el autor, “esa estrategia descansó sobre dos pilares. Uno fue hacer valer que era propietario del estadio, elúnicocampocondimensiones reglamentariasenSantaCruzyel de mayor dimensión de la isla. El otro pilar fue traer todos los martesajugarenelestadioalosequipos de Primera que el domingo anteriorjugabancontralaUDLas Palmas.”Además,“elCDTenerife se tomó cada partido como una cuestión de vida o muerte y fue derrotando a todos esos equipos deprimeraqueveníanalestadio”.

EL NUEVO MODELO

Conlapresenciadedosrepresentativosprovincialesencategoríasnacionalesseinstalóelnuevo modelo de fútbol canario, que es elquehallegadohastahoy.

A partir de la temporada 1953-54 los aficionados al fútbol de Tenerife empezaron a vivir el nuevo modelo. El representativo de la provincia, el CD Tenerife, jugaba cada mes dos partidos en el estadio, “que concitaban el interés de todos los aficionados de Tenerife, frente a unos adversarios que ya no eran canarios, sinoporpeninsulares,integrados por jugadores desconocidos y de buenacalidadmedia,ylaUDLas

Palmas pasó a convertirse en el rivalporexcelencia”.

“La vinculación del aficionado con el equipo de su pueblo o barrio, característico entonces delfútboltinerfeño,dejópasoala vinculación con el equipo representativo de la isla y la provincia.

Las rivalidades identitarias locales, entre el representativo de esteoaquelbarriodeSantaCruz, fueronsustituidasporlarivalidad provincial, entre la UD Las Palmas y el CD Tenerife, que surge con fuerza por primera vez, y por larivalidaddecanariosversuspeninsulares, también desconocida en el fútbol de Tenerife hasta en- tonces. El cambio era colosal. En elestadio,ahoraunlustrosotapiz verde, empezaron a dilucidarse otras cosas. Y ese es el escenario que ha permanecido hasta ahora”,concluyeGuerraCabrera.

“El modelo del fútbol de hoy nace en 1953, y yo creo que es el aspecto más interesante del libro, la preocupación por desvelar detalles de la creación de ese otroequipoqueimitóalaUDLas Palmas,quefuelaUDTenerife.El librocontiene,además,elactade constitución de la UD Tenerife, que,comoseentendíaqueeraun equipo de toda la isla, preveían que algunos partidos se disputa- ran en La Laguna, que era, digamos, el otro núcleo de fútbol importanteenlaisla.Enelsur,porel contrario, no había fútbol, por las carreteras”,afirmaelautor,yrevela que lo que más le sorprendió fue “la divergencia entre Tenerife y Gran Canaria para afrontar el ascensoylaparticipaciónenligas nacionales, junto con la creación de la UD Tenerife y su fracaso, que fue lo que permitió el éxito delCDTenerife”.

Proyectos De Futuro

José Carlos Guerra Cabrera confiesa que el motivo que le llevó a escribir este libro es sentimental. Cuando dejó Güímar con 13 años, cortó todos los vínculos con el municipio pero asegura que los ha recuperado. “Al darme cuenta de que aquel recuerdo de infancia se podía perder decidí escribir este libro”, señaló.

Sin embargo, el doctor en Historia del Arte admite que su trayectoria literaria no cesa con la publicación de ‘Güímar en el fútbol de Tenerife 1943-1955’, y expresa que los próximos pasos que desea tomar le llevan a escribir una novela histórica. “Una vez acabado este libro, tengo en mente una novela, que me ocupa todo el tiempo y que no tiene que ver con el fútbol. Este nuevo proyecto está relacionado con el nacimiento del Tenerife histórico, de la isla, la conquista y los primeros años de Tenerife como dominiocastellano”.

De momento, esta nueva novelaessolounproyecto,peropodemos disfrutar de este libro del autor, que está disponible en todas las librerías de Güímar. Además,enSantaCruzdeTenerifese encuentra en Agapea y El Atril, y enLaLagunaenLemus.

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