Habana, patagonia y el tribar

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“LA HABANA, LA PATAGONIA Y EL TRIBAR” Autor: PEDRO VILLANUEVA GONZÁLEZ

Registro de Propiedad Intelectual Nº 166.796. Chile

EDITORIAL KORU

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CAPITULO 1 Era la primavera del año 2005, el día yacía muy caluroso y húmedo, mientras miraba desde la ventana de mi cuarto el cielo azul intenso. Eran las 10 de la mañana, me levantaba de mi cama y tenía en mis manos todavía con olor a pintura de óleo porque pinté hasta muy tarde. Sentí hambre y voy a desayunar lo que había en mi cocina y siento cierto pesar al ver que había solamente un poco de pan duro y azúcar morena. Lo mezclé con agua fría y me comí el pan. Mientras desayunaba pensaba con frustración la escasez de comida que había en Cuba para la población en general y largas filas para obtener algo de alimento racionalizado y distribuido por el estado. Enciendo la televisión y veo al anciano con voz apagada y casi incomprensible, el líder cubano Fidel haciendo un largo discurso político en la mañana que duró como siete horas y el día se hacía denso. Fidel hablaba acerca de su infancia, de su vida y de sus hazañas. No había nada entretenido en la televisión pues hay dos canales solamente funcionando. No existe la televisión satelital y de cable ni Internet público en Cuba. Apago la televisión y comienzo a pintar con óleo sobre lienzo preparado y siento el sonar del teléfono, eran mis padres llamando desde la pequeña ciudad de Trinidad que está a unas seis horas de la Habana por carretera, no era nada de otro mundo, una conversación de rutina para saber como yo estaba. Mis padres se fueron a vivir a la ciudad de Trinidad porque les gustaban vivir en el pasado, en el tiempo detenido y no ha habido ningún avance que altere la ciudad Trinidad es puramente de estilo colonial en cuanto a su arquitectura, combinación de enrejados, balaustres torneados de madera, complejos trabajos de rejería, empedradas calles, plazoletas y silencio claustral sin faltar los burros. La ciudad fue fundada por el conquistador y primer gobernador de la isla, Diego Velásquez en el año 1514. Es una ciudad tranquila, aislada, llenos de leyenda y donde se puede compartir con los vecinos como familia. Mi madre tuvo la suerte de que mi abuelo le heredara la casa en Trinidad. Mis padres optaron por vivir allá, mientras yo me quedé en la ciudad, pues ellos no resistían vivir antes el caos, decadencia y el polvo contaminante que hay en la capital, ver basuras en las calles, edificios en condiciones de derrumbes, perros sarnosos muriendo de hambre, escasez de transporte urbano y tampoco podían emigrar hacía otro país porque era 2/140


tarde, creyeron en el socialismo de bienestar que vendría y que nunca vino. Ellos se conformaron con aislarse en el tiempo y vivir en la pequeña Trinidad. Yo vivía justamente en la Habana Vieja en la calle Obrapía, era una casa de estilo colonial con condiciones algo pésimas por falta de mantenimiento como ocurren en muchas casas cubanas. En mi casa tenía mi taller de pintura y mi biblioteca personal de libros de arte, literatura y teatro. Vivía solo y a mis anchas. No deseaba tener compromiso ninguno pues para mí la libertad personal era lo más importante para poder crear e investigar mis trabajos artísticos y siempre con el sueño de vivir y sentir el otoño, los bosques llenos de pinos, abetos, hayas, lagos, el frío suave y el cielo gris de Europa del norte. Mi sueño a pesar de los obstáculos para vivir en el viejo continente no disminuía, sino que crecía con fuerza. Yo quería a Cuba como país, pero también tenía una visión cosmopolita del mundo. Disfrutar las variedades culturales del mundo, asimilarlas y vivirlas era también un placer y una búsqueda como artista. Uno debe ser completamente libre como ser humano, pues la Tierra es una sola patria. Las guerras, las banderas y el caudillismo para mí no tenían mucho sentido, además de que estaba en contra de toda violencia y por eso admiraba a Gandhi, quien luchó por la independencia de su país a través de la vía pacifica. Aunque muchas veces la soledad también tiene su precio. Me invadía una nostalgia al recordar cuando estudiaba en la Academia de Bellas Artes a ELLA, quién yo tanto amé con una fuerza de arrobamiento platónico que se convertía en un amor místico que me identifiqué mucho con la obra de Honoré de Balzac “Seraphita”. La bella joven tenía una belleza a la perfección, de piel muy blanca y trenzas doradas, rostro redondo y rasgos bien definidos, era de una raza no terrenal, su inteligencia era notable y le gustaba mucho la filosofía que ella lo plasmaba en sus trabajos artísticos, se podía decir que una joven bella, profunda, inteligente y con sensibilidad hacia el arte que no es común en Cuba, ni en el mundo. En realidad fue un regalo de los ángeles en el momento que la conocí pude tocar el cielo por primera vez en mi vida. Una belleza tan celestial que no despertó en mi mente ningún interés sexual muy común en los adolescentes. Yo tenía 16 años y ella tenía 18 años en aquel momento, ahora tengo 26 años. Preferí este amor místico, en que lo sagrado es mejor no tocar para experimentar una conciencia no terrenal. Quizás era mi forma de pensar y la capacidad que tenía de detener lo bello en una eternidad, la capacidad de parar

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el tiempo y contemplar la belleza desde todos los ángulos sin cansarse. Aprendiendo cada día la metafísica del amor en contra del tiempo efímero y sin sentido. Me vestí y me puse mi camisa típica de cuadros, por ser cómoda. Tomé mi bicicleta fabricado en china muy pesada y tosca, salí para la calle y saludé a la anciana Josefa que estaba sentada en un banco de madera en la acera. Josefa es la encargada de espiar y vigilar todos los movimientos de los vecinos con sus gafas enormes de vidrio medio roto en el lado izquierdo y sujetado con una cinta adhesiva sucia. En realidad ella era la informante del vecindario pagada por el gobierno y siempre me preguntaba con su habitual tono de voz chillona -¿Mi hijo, cuando te vas a casar?, no es bueno que un hombre digno como tú andes solito por allí, pues atenta con nuestra moral revolucionaria- y alzaba la mano apuntándome con su dedo índice e imitando el mismo gesto del líder e indiscutible Fidel. Yo simplemente sonreía y no le hacía caso, pues si explotaba emocionalmente caía preso seguramente por emitir un juicio contrario. Comencé a peladear rápido con mi locomoción rustica y en eso me detiene un anciano con sus manos mugrientas, sin dientes y me pregunta -¿Quieres comprar el periódico Granma?- No, gracias-Respondí y continué moviendo los pedales, mientras pensaba en ese periódico oficial del Partido Comunista de Cuba y del país, tiene solamente cuatros páginas donde informan las partes más negativas del mundo como si ya fuera acabarse y censuran los avances del mundo. En el ámbito nacional no dicen todos los problemas del país y destacan los discursos políticos loables del líder cubano, pero lamentablemente muchos se levantan muy temprano y hacen filas para comprar ese periódico deprimente impreso en blanco, negro y rojo. Eso es debido a la sed de información, pues no hay más periódicos y revistas del mundo. De esa forma es fácil crear cuentos a los cubanos que viven en una urna de cristal, en una isla aparte y surrealista. En el camino había un pequeño parque lleno de flores y palmas reales y me detengo a ver algo que me llamó la atención, algo que se movía sobre una flor con pétalos grandes y blancos, pensaba que era un insecto extraño pero al acercarme me doy cuenta que era el Zunzún el ave más pequeño de Cuba y mide 5 cm. El disminuto ave tenía un color verde intenso con destellos metálicos y sus aleteos eran de una rapidez sorprendente, más o menos de una velocidad de 80 veces por segundo. El lindo Zunzún se alimentaba del 4/140


néctar de la flor blanca y olorosa en plena suspensión utilizando su largo y fino pico, me quedé contemplando aquella maravilla de la naturaleza por más de quince minutos. Reanudé mis pedaleos con mi bicicleta tomando por la avenida Boyeros. Iba al Hospital psiquiátrico para ver a mi amigo Israel González donde se encontraba ingresado por depresión crónica muy severa con intento de suicidio. Israel y yo éramos excelentes compañeros de estudios en la Academia de Arte. Él era un joven muy brillante que sin estudiar lograba sacar notas excelentes en casi todas las asignaturas, era fanático a la música Punk, muchas veces tenía problemas en la Academia por su forma de vestir al estilo Punk. Ser un artista contracultural era un dolor de culo para el gobierno de la isla. Israel fue unos de los integrantes más importantes del grupo contracultural conocido como Arte-Calle, que hacían graffiti en los muros abandonados de la ciudad como protesta en contra de la censura de información, esto ocurría justamente en la época de la caída del muro de Berlín y el gobierno cubano obligó a retirar todas las revistas rusas de “Spunitk” por considerarlas muy liberales y el Grupo Arte-Calle protestaba en contra de estas medidas. Dos de los integrantes del grupo fueron exiliados del país y los otros dos fueron expulsados de la Academia, solamente Israel salió ileso de la situación, gracias a su tío que era vice-ministro de finanzas en aquel tiempo, quién lo sacó de apuros. En los tiempos libres mi amigo Israel y yo caminábamos cerca de un lugar de vegetación muy frondosa llamado Cubanacán. Después del almuerzo de la Academia aprovechábamos dar una vuelta y hablar. Con Israel pude conocer la juventud de la contracultura cubana. Me contaba acerca de Aldous Huxley y sus obras que más repercutieron eran “Puerta de percepción” y “La isla” en que el autor veía la psicodelia como una solución ideal para resolver los problemas de la sociedad, también leía a Jack Keourac y me comentaba acerca de su obra preferida “Los vagabundos del Dharma” de la generación Beat y precursor del movimiento hippie. Me habló de haber visto una película que lo impactó mucho titulado “Zabriskie Point” acompañada con la música de Pink Floyd y Grateful Dead de Jerry García y le conmocionó ver la belleza de la actriz y bailarina Daria Halprin. Todo esto para mí era nuevo, pues este tipo de informaciones no llegaban a la isla. La novia de Israel era una chica española, hija del cónsul de la Embajada de España en Cuba en aquel momento. Ella le brindaba toda la información y le regalaba libros.

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Cuando nos graduamos nos dejamos de ver. Israel tuvo que irse a provincia para trabajar como profesor de arte en una escuela y años después me llegó la noticia de su crisis mental. No pudo aguantar la mediocridad y la hipocresía política que se respiraba en la pequeña ciudad cuando él llegó. Lo primero que me preguntó y sentí una fuerte consternación al verlo que hablaba incoherencia -¿Cuándo nos iremos en balsa a Europa, Pedro?- y yo contesté -para que irnos en balsa, no es mejor viajar en avión- Israel me miró fijamente y me dijo- En Cuba, tú sabes bien que todo el mundo viaja en balsa-. Salí del hospital muy afectado y decidí ir al taller de cerámica de mi amigo Javier que estaba muy cerca de la biblioteca nacional. El taller de Javier era un pequeño local donde en el centro había un árbol que fue creciendo con el tiempo y destruyó el techo de madera. Ahora el árbol es un amuleto de suerte, una parte de tronco tiene garabatos con poemas, oraciones y dibujos. A la entrada de la puerta había una pieza de cerámica donde representaba un dibujo talismán inspirado en la Triqueta de la antigua cultura celta donde cada óvalo representa a una de ellas, y el círculo a la unión entre las tres. Simboliza el flujo perenne, el circuito cósmico que todo ser vivo realiza y su paso por los tres reinos. Simboliza la vida, la muerte y el renacimiento, donde cada óvalo simboliza la vagina receptora de la triple dimensión de la divinidad femenina: doncella, madre y anciana. La trinidad, la unidad e interacción entre cuerpo, mente y espíritu. El hombre sano y símbolo de ascensión, que eleva los niveles de consciencia y nos reconecta con el Ser. Javier era un aficionado a la cultura de los celtas, además del uso de los tres elementos de la Triqueta coincidía con su apellido; Trinidad. Llegaba muy cansado con mi transporte a pedales, Javier salió al encuentro y me saludó con su abrazo de siempre emanando su sonrisa carismática. Era un amigo especial debido a su enorme bondad y sencillez de alma. Me mostró las nuevas piezas de cerámica todas imitaban a las cerraduras antiguas, oxidadas y también grandes llaves, pistolas antiguas, macetas con rostros de mulatos criollos típicos de caribe con sus habanos en los labios gruesos. Todos se reproducían en moldes para ser vendidos en la Plaza de artesanía, que estaba situada en la plaza de Catedral más antigua de la Habana vieja y la otra muy cerca del malecón. Javier era ahora el jefe del taller, pues el anterior perdió la cabeza conquistando a una anciana rica de la República Dominicana, dejando a sus dos hijos y a su mujer. A cargo de

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Javier había varios jóvenes que trabajaban para él, además dejaba usar el barro o la greda y el horno para que ellos también pudieran crear sus propias piezas de cerámica. En el taller de Javier había unos cuantos muebles al estilo napoleónico del siglo 19 rotos y desvejencidos. Se escuchaba en el fondo la música alegre, rítmica y sincopada del Mambo de Pérez Prado. Nos sentamos a gusto como viejos amigos, me sirvió ron añejo dorado y me dijo: –Es ron de calidad- después de una pausa me dijo saboreando el ron: –Cuéntame alguna novedad- pero en este momento entraba al taller un hombre calvo y delgado, con rostro muy sudado. Javier se levantó y me dijo: –Te presento a Héctor, es nuestro representante de ventas- Héctor me saludó con mucha efusión como si fuese un miembro de una cofradía con muchos abrazos y apretones de manos, luego de un largo saludo de cinco minutos, que Javier esperó dijo: –Este es mi viejo amigo Pedro, él es un pintor que vive de sus pinturas y expone en el extranjero y con el dinero que trae ha hecho muchas donaciones de pinturas para los niños que están enfermos- Héctor me volvió a abrazar y me dijo: -¡Que bien, Pedro!- Nos sentamos de nuevo en los muebles antiguos, Héctor empezó a hablar con Javier sobre las ventas de las piezas y con una calculadora en la mano sacaba las cuentas quejándose de los abusos del gobierno en cuanto a licencia e impuestos exagerados que hacía quebrar a muchos artesanos, le preocupaba el futuro del taller, pero Javier se mantenía optimista y confiado, a pesar de los obstáculos le iba bien en cierto modo. Luego de esta pequeña conversación, Héctor pidió un vaso de ron me preguntó acerca de mis pinturas y de mis exposiciones, yo le contaba acerca de mi estilo en los cuadros en que se reflejaba el costumbrismo de la ciudad con cierta crítica social, a pesar de que predominaban unos colores muy vivos, Héctor me dijo: –Ya recuerdo haber vistos tus pinturas en una exposición en el museo de la ciudad en el año pasado- y Javier interrumpió con cierto orgullo de amigo le dijo a Héctor: –Pedro es el único sordo graduado en la Academia de Arte- Héctor con cara de asombro no se percató de mi sordera por mi buena forma de hablar normal y me pregunta: -¿Cómo lo lograste, chico?-respondí que la suerte se debía a la formación de mis padres que no se conformaron que estudiara en una escuela de discapacitados y desde muy temprana edad comencé a estudiar en una escuela de oyentes. Héctor asentía con la cabeza y escuchaba con interés mientras sacó de su bolsillo un tubito plástico adsorbente, pues así le gustaba adsorber el ron con el tubito en la boca. 7/140


Unos de jóvenes que estaba trabajando se le cayó accidentalmente una pieza que iba al ponerlo al horno, Javier se levanta del mueble para calmar al chico y ayudar a reconstruir la pieza, pero Héctor deseaba que siguiera contando y algo más relajado por el efecto del ron sacó de su cajetilla de cigarros y comenzó a fumar y me preguntaba mientras expulsaba el humo blanco por la nariz y adsorbía a la vez el ron: -¿Cuéntame algo de los países en que has visitado?- le conté a Héctor que mi primera exposición en Europa fue en Amberes, Bélgica y recuerdo que llegué a la medianoche a mi exposición, el público me esperaba con efusión a pesar del atraso del vuelo, estaba muy cansado y llevaba horas sin dormir haciendo escala en el aeropuerto de Londres pero el publico estaba alegre y bebían cerveza en el mismo centro cultural donde estaban mis obras expuestas, luego pusieron música Salsa y así estuvo abierta la inauguración hasta el amanecer. En la mañana desayuné en casa de una amiga llamada Elena y luego vino una chica llamada Wenka que deseaba pasear conmigo y mostrarme la cuidad más antigua de Europa, visitar el Museo de Rubens, la Catedral de nuestra señora de Amberes, la Cámara de Comercio, los cafés y la Terminal de trenes con arquitectura al estilo Art Nouveau del siglo 19. Dos meses después fui a exponer en un Centro Cultural en Ámsterdam donde me llamó la atención los Coffee Shop donde se venden variedades de Cannabis legalizados por Salud Pública y cuenta con un Festival anual de Cannabis donde van expertos a probar las variedades de plantas y semillas. También visité el museo de Van Gogh donde pude ver muy de cerca las obras del conocido pintor. Héctor me pregunta: -¿Cómo es que ha tenido esta suerte de viajar y conocer tantos lugares?- Yo le cuento que cuando era pequeño a veces iba a estar con mis abuelos que vivía en un reparto muy cerca de “La Virgen del Camino” yo solía ir mucho a la estatua que está situada en la convergencia de las más importantes vías de la ciudad, que es una virgen y que se conoce como la patrona de los viajeros, pues por esta área transitan miles de personas y de vehículos, que van y vienen desde y hacia el centro de la urbe. A mí seducía aquella escultura esculpida por la artista Rita Longa, una virgen sensual, tierna que emana de sus formas y vestuario que desde su base circular, brota grandes pétalos situado en el centro de una fuente de surtidores, la estatua tiene en sus manos una rosa náutica que guía a los viajeros.

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Yo sentía una fuerte atracción hacia La Virgen del Camino y algo extraño sucedió cuando estaba ahí pude ver un aro luminoso de color amarillo muy potente y con su mirada me enseñaba las puertas del mundo tan grande y tan pequeño a la vez, entonces ella me enseñó con su señal que el mundo era un solo hogar en dondequiera que estés. Mientras conversaba con Héctor sobre los lugares de estos países, él escuchaba muy ensimismado, pero en este momento aparece un anciano buscando a Javier en la puerta, Héctor se levanta de la silla, me presenta al anciano y me dijo: -Es el viejo Conrado ¿lo conoces?, Respondí que no, Héctor me cuenta que es unos pitchers legendarios del Béisbol cubano. Héctor le pregunta a Don Conrado: -¿A que viene mi viejo?- Conrado sonreía de forma pícara y Javier al escuchar la conversación dice: -Es que don Conrado viene a buscar el regalo para su enamorada-. Javier envolvía el regalo de cerámica que era imitando a una rosa grande y que él encargó para su novia, mientras él se sienta y se pone a contar por décima vez su historia de jugador, según me decía Javier. En la década de los ‘40 Conrado jugó con la liga Washington en Estados Unidos, él contaba: -Hay un juego que jamás olvidaré, cuando fui a jugar en el Yankees Stadium. En este momento era los Washington contra los Yankees. El lanzador a quién le correspondía subir al box sufrió un ataque de alergia, entonces el manager me pidió que cogiera la pelota. Yo me emocioné pues en aquel tiempo cualquiera daba el alma por jugar con los Yankees. Pude ser el lanzador con Yoggi Berra que era unos de los mejores bateadores de la liga de los Yankees. Acudí al mejor recurso, la calma, me arreglaba la ropa, me paseaba por la lomita pues sabía que Berra era un peligro, pues yo hubiera tirado los zapatos y todo menos la pelota, vi que mi equipo corrían y el juego había terminado. Después cuando estaba en el baño le pregunto a mi catcher -¿Por donde bateó Berra?-él me respondió –Un fly por el center ¿y tu no lo viste?-le respondí que no, pues no miré el batazo, porque si la bola picaba, me dejaban al campo y si era out también se terminaba el juego. Oíamos atentamente, mientras yo trataba de entender el lenguaje típico del juego de Béisbol como out, fly, bola, jonrón, en realidad hacía mucho tiempo que no jugaba béisbol. Cuando Javier le trae el regalo al viejo Conrado, le dice:- Cuéntale a ellos como fue tu preparación física para ser un gran lanzador-

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Don Conrado se reía con orgullo y decía: -el secreto de mi preparación está en los trabajos que desde muchacho tuve que hacer en el campo, se trabaja más cargando una carreta de caña a las doce del día que lanzando un juego de pelota. Tenía que levantarme a la madrugada y trabajar hasta las seis de la tarde, para acá y para allá con la carreta. Yo era pequeño, pero fuerte y aquello me dio buenas piernas. Yo le pregunté: -¿como lograbas concentrarte como lanzador?-, pues ser Pitcher es bien difícil y de ahí depende la suerte del equipo- él me respondió –bueno chico, el día que me tocaba pitchear, no hablaba con nadie y a la vez me sentaba en el dogout, no me gustaba que nadie, nadie, me dijera nada. Quería que me dejaran solo porque en mi mente estaba únicamente en el juegoLuego de un silencio, el anciano suspira algo colorado al ver el regalo envuelto y con esfuerzo se levanta y dijo: -bueno, bueno voy a ver a mi novia, je, je- Conrado salió por la puerta con el regalo y cojeaba algo en su pierna izquierda. Yo me levanto de la silla a ver los trabajos que hacían los jóvenes, como amasaban con paciencia el barro o la greda con sus manos, también usando sus rodillos para convertirlos en placas y con el palillo ir creando uniones de piezas. Al poco tiempo de macharse Conrado aparece un anciano mulato con su camisa típica de guayabera blanca y una guitarra bien cuidada en el brazo, era el vecino de Javier que venía a comprar Ron añejo que Javier lo vendía a precio más barato que en el mercado negro, pues su primo era vice-director del Museo del Ron de la Habana Vieja, Javier me presenta al anciano y me dice: -Él es Ríos unos de los trovadores más viejo de Cuba y hace poco se casó con una linda sueca, en unas de sus giras-. El anciano Ríos me saludó con efusión, pero estaba interesado en la botella y dijo: -yo si soy potente con el ron, yo si le doy hasta el final-. Tomó la guitarra y comenzó a cantar bajo con su voz poderosa muy grave con cierto aliento a alcohol en la boca, cantaba estas letras Está lloviendo Está goteando Ye el rocío que produce es lluvia Lentamente me hace llorar Estoy tan solo Estoy tan triste Que a mi alma no le queda Ni un minuto de alegría…. 10/140


Aplaudimos por su canción y dijo: -Ahora tengo suerte con mis boleros, en aquella época cuando era joven, tocaba en los bailes y cobrábamos a cinco centavos por pieza. Había gentes que bailaban y después no querían pagar y había que caerles atrás y a palos para que nos pagaran-. Héctor en tono de broma le pregunta de sus mujeres, Ríos le cuenta: -Me he casado dos veces con mi primera esposa y duré treinta años con ella y con mi otra mujer mucho menos, pero hay tiempo, todavía a mi edad puedo tener hijos, beber ron al máximo y componer unas cuantas canciones. Ahora vivo solo pero tengo suerte con las mujeres, ahora tengo a mi sueca Karen que viene por esos días, bueno los músicos casi siempre tenemos suerte y les gustamos a las mujeres-. Javier le dio la botella de ron y él la contempló bien y le pasó los dólares. El anciano mulato saliendo por la puerta con su guitarra abrió la botella, comenzó a beberla y cantaba a la vez. Javier me cuenta que conoce a Ríos desde pequeño y que era oriundo de la ciudad de Pinar del Río dice: -él siempre fue así, un buen cantante con suerte y bebía el ron antes y después de cantar, pues de lo contrario no se inspira para cantar-. Al poco rato, se baja de un taxi un anciano regordete y elegante y vestía un chaleco, buscaba a Javier, él salió a su encuentro y lo abrazó efusivamente, cuando él me lo presenta me quedé algo asombrado era sin duda el famoso pintor Gilberto González, cubano radicado en Nunavut hace 40 años. En este instante pienso “vaya coincidencia han venido hoy tres ancianos interesantes y pensaba en la teoría de la sincronicidad de Carl G. Jung”. Javier me cuenta que lo conoció en la plaza de la catedral cuando él estaba vendiendo sus piezas de cerámica bajo una enorme sombrilla y al pintor Gilberto le encantaron sus piezas y le encargó una. Gilberto se sentó en aquel mueble antiguo, algo roto y con el temor de se cayera, pues era gordo y alto. Él andaba muy perfumado y vestido con ropa de sport de primera y llevaba una cadena de oro puro en el cuello de la Virgen de la Caridad, Patrona de Cuba. Sacó de su bolsillo un boceto para que Javier lo reprodujera en cerámica en realidad al ver el boceto se trataba de un culo enorme y nos dijo: -Me gustaría un culo grande en forma de maceta para mis plantas en mi casa, de eso me encanta ver las negras cubanas con su

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enorme culo y me identifico con Yoko Ono, la viuda de Lennon cuando expuso sus trabajos artísticos sobre culos-. Al principio nos quedamos algo mudos hasta que Javier interrumpió y le preguntó: -Bueno, Don Gilberto ¿desea una copita de ron, café, limonada?- y Gilberto le contestó: -Una limonada fría por favor que no soporto el calor-. Javier fue a preparar la limonada en una pequeña cocina que tiene el taller. Me invadía la curiosidad y le pregunté a Gilberto acerca de su arte y su historia personal. Él nos cuenta: -mira mi hijo, desde que era pequeño cuando yo vivía en el pueblo de Baracoa del oriente de la isla, mi padre trabajaba en una imprenta, yo recogía los papeles que él no usaba y me ponía a dibujar, dibujaba el río, la casita de mi tía, luego cuando era más grandecito me gustaba hacer caricaturas y tuve la suerte de conocer a Rafael Blanco, unos de los caricaturistas mejores y más cotizados en aquella época. Un día mi padre me llevó a La Habana para saber si realmente yo tenía talento, porque confieso que yo no era bueno para la lectura ni en la matemática. Una suerte para mí, Rafael Blanco vio mis dibujos y pidió permiso a mi padre para publicar unos o dos en la revista social. Después de una pausa prosiguió Gilberto y dice: -Cuando más tarde yo llegué a Estados Unidos en el año 1943, un amigo me contó que estaban buscando un dibujante para un periódico nuevo que iba a ser publicado en Boston y fue así que empecé a publicar caricaturas sociales en el periódico “La Avenida”, Unos años después obtengo una beca de pintura en Paris y durante estos años recorrí casi toda Europa, dormí en estaciones, parques, viajé en un barco de carga hasta África, visité Egipto, recorrí Italia y Turquía en bicicleta. Cuando regresé a Boston, me casé y fui a vivir al norte, a Nunavut, es un país tranquilo y espiritual-.Gilberto nos sigue contando: -Entonces cuando llega la segunda guerra mundial, pensé que podía hacer más que simples caricaturas sociales y me alisté como voluntario en el ejército de Canadá y combatí en el norte de Alemania. Durante mucho tiempo, me arrepentí haber perdido esos años de mi vida, pero luego empecé a recordar lugares, a pensar como había sido la guerra, a escribir sobre ella e hice muchos dibujos sobre prisioneros, de hombres y mujeres heridos. Al final me alegré de haber vivido aquella experiencia…y ahora con mis 82 años muchas veces he pensado, este será mi última pintura, pero al día siguiente me acuerdo de algo y vuelvo a pintar. Cuando uno ya es viejo la noción del tiempo es muy importante-. 12/140


Javier le brindó la limonada a Gilberto y él le dio las gracias bebiéndola a gusto. Héctor le pregunta: -¿Gilberto, porque usted no vive en Miami, pues allá están la comunidad de cubanos, en vez de vivir en lugar tan lejos y frío como es Nunavut?-. Gilberto le responde: -quizás por ser un cubano trotamundo y he visto tantas cosas que a fin de cuentas creo que todos somos de todos lados, yo me considero un ciudadano del mundo, creo que no deberían haber fronteras. El lugar de uno es una cosa de mentalidad, no es algo físico. Todos los países tienen sus más o menos. Y al final lo único importante es el respeto, porque cada cuál tiene su propia mentalidad, todos fuimos educados de un modo diferente, todos crecimos de un modo diferente y todos somos diferentes y como decía Pablo Neruda: Patria Palabra triste, Como termómetro o ascensor. Gilberto sacó unas cuentas fotos y nos enseñó y dijo: -Hace poco estuve en Malí, lo que me interesó de su capital Bamako, es que casi todos son músicos jazzistas y hay muchos lugares donde escuchar Jazz. Al punto de que siempre van productores europeos a buscar nuevas estrellas porqué allá todos son secos, de hecho en Malí hay maestros de jazz muy famosos como Salif Keita y Ture Kunda, ¿lo sabían?-. Nos pregunta Gilberto y nosotros respondimos que no, Gilberto nos dice: -Pues ya lo ven África tiene su música, su arte, sus logros y no es todo como lo ponen en la televisión cubana, niños muriéndose de hambre-. Después de un cierto silencio, Gilberto le pregunta a Javier: -¿Cuándo estará lista la pieza?- y él le responde que la próxima semana además que Héctor se encargaba de tramitarlo en la aduana para que no tuviera problemas. El conocido pintor se levantó con cierta dificultad de la silla y sacó su pañuelo secándose de su sudor que había en la cara y con su celular llamó a un taxi, dio un vistazo al taller y nos dijo: -Estoy hospedado en el Hostal Villanueva en la Habana Vieja, me localizas mejor en la noche- y se despidió de nosotros cuando llegó el Taxi.

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Ya era las cinco de la tarde y el día seguía denso, caluroso y húmedo. Héctor se quedó dormido en la silla luego de haber bebido la mitad de la botella de ron con su adsorbente y Javier me dijo: -acompáñame que voy a limpiar el carburador de mi motocicleta-, fuimos hacia la acera donde estaba estacionado su motocicleta y comenzó a desarmar el carburador y limpiarlo con gasolina. El día se hacía silencioso solamente se oía en una esquina las discusiones de los jugadores de dominó en plena calle, decidí irme y me despedí de Javier. Fui en mi bicicleta hacia la galería de arte René Portocarrero que está cerca de la antigua muralla de la Habana. Me dieron la buena noticia de que se vendió un cuadro de pintura mío a buen precio en moneda extranjera, me puse muy contento y fui a un agromercado cerca a comprar frutos, viandas y leche. Luego seguí en dirección hacia el capitolio de la Habana para tirarme una fotografía en blanco y negro de recuerdo con el fotógrafo Pancho y me contaba que heredó de su bisabuelo una cámara fotográfica del año 1910. Pancho con su habilidad se burla de las nuevas tecnologías, recreando un mundo aún en blanco y negro. Él se gana la vida tirando y vendiendo fotos a los turistas con su cámara de madera y lentes construidos hace un siglo. Parte del dinero se lo giré a mis padres y también le envié mi fotografía. Fui de paseo a la Plaza de Armas tomando por la calle peatonal de Obispo para ver la feria de libros usados, pues tenía ansia de comprar algunos libros, me puse a ver y dar vueltas hojeando cada libro poniendo ansioso a los vendedores que estaban allí. Encontré un libro muy curioso que se titula así “Maria Villablanca, la mujer que ascendió en un globo aerostático en el año 1850 en la Habana. Vida y obra”. Me interesó mucho y compré el libro porque es una información que casi nadie conoce, por lo que pude hojear como lector rápido, Maria Villablanca pasó desapercibida porqué fue un escándalo en la época colonial patriarcal y católica que una mujer osara semejante empresa que además pertenecía a un grupo de mujeres feministas con influencia de Paris. Maria Villablanca era una mujer acaudalada de padres aristocráticos durante su juventud no se sometió al matrimonio y con su dinero construyó el globo aerostático. Ella ascendió con éxito en la plaza cerca del morro de la Habana, pero al no tener en cuenta y la carencia de apoyo por partes de meteorólogos de aquella época que servían a los intereses de la 14/140


Real armada. María Villablanca emprendió su acometido en un día aparentemente calmo, pero en media hora comenzó a nublarse el cielo con rapidez, había truenos y lluvias y el viento lo arrastró con fuerza empujando el globo hacia el mar y las nubes densas la hicieron perder de vista. Más nunca se supo de ella, no se dio importancia al evento y las noticias fueron censuradas por las autoridades en aquella época. Sólo una amiga suya pudo escribir su biografía y que no fue editado hasta el año 1930 con la iniciativa de su nieta, pero se vendieron pocos ejemplares. A nadie le interesó seguir divulgando la noticia y he aquí este curioso ejemplar de esta época que tengo en mis manos, de una mujer muy adelantada a su época. Curiosamente Maria Villablanca se adelantó a Matías Pérez, este hombre era un fabricante de lonas de origen portugués que vivía en la Habana. En el año 1856 Matías Pérez decidió emprender el vuelo en un globo aerostático construido por él mismo bautizado con el nombre de Villa de Paris en la ya desaparecida Plaza de Marte, muy cerca del actual capitolio de la Habana. Matías Pérez también desapareció por un mal tiempo que asustó al público que estaba en la plaza con horror. Por eso en Cuba cuando una persona se va sin regresar las gentes dicen:-¡Voló como Matías Pérez!-. Matías Pérez es conocido como el primer aeronauta de la isla aunque frustrado su proyecto, pero en realidad la primera, fue la mujer heroína quién emprendió el vuelo. Luego me entró la curiosidad de caminar por el barrio Los Sitios de la Habana vieja, porque por allí paseaba el músico más popular Joseito Fernández, autor de la famosa “Guantánamera” que solía visitar a sus vecinos vestido siempre de blanco de la cabeza a los pies. El barrio Los Sitios fue unos de primeros asentamientos de la Habana, me encantaba siempre pasar por la calle La Reina, catalogada por el escritor y unos de los artífices de renovación de la literatura latinoamericana Alejo Carpentier como la reina de las calles habaneras muy conocida por su tradición cultural, en este barrio crearon la famosa comparsa “Las Boyeras” y que mantiene su presencia en los carnavales de la Habana. Mientras escuchaba el sonido de las maracas y el bongó en la Plaza de Armas con el suelo adoquinados hechos de bloques de maderas, creo que es la segunda en el mundo que existe 15/140


este tipo de adoquines, la otra está en Rusia. Voy hacia un pequeño restaurante conocido como “Paladar” llamado “Doña Carmen”. En el interior del restaurante había una fuente con un Angelito de mármol que brotaba agua por su pequeña boca y alrededor había muchas plantas como Helechos y Malangas muy verdes que emanaban el frescor de oxígeno. A la izquierda había una mampara de madera Caoba al estilo colonial y las ventanas en parte superiores eran de vitrales que reflejaba con la luz los colores puros hacia el suelo. Se oía la música de fondo el Bolero. Yo me senté cómodamente y me ofrecen el menú, pero al fijarme las manos alargadas, huesudas, con pelos, las uñas largas pintadas de rosado y el brazo lleno de pulso, levanté mi cara y me di cuenta que era un hombre con una peluca y labios pintados que rondaba los cerca de los cincuenta años y me preguntó que deseaba. Yo pido un plato de ropa vieja que es carne vacuna con salsa de tomate, ají y cebolla, frijoles negros dormidos con arroz, tostones de plátano y una cerveza bien fría. El camarero recoge su menú y se retira. En Cuba “Paladar” es el nombre con el que se conocen a los restaurantes privados que surgió durante la crisis económica. Esa original denominación procede de una las series televisivas brasileñas que tanto gustan a los cubanos. Una de las protagonistas de la telenovela decide montar un restaurante al que pone por nombre Paladar. Es un restaurante familiar que puede estar instalado en una casa particular, en un jardín de una mansión, en un comedor. El propietario de un “Paladar” solo puede servir hasta 12 mesas. No tiene acceso a créditos y pagan impuestos muy altos para evitar su expansión y competencia con los restaurantes estatales. Me deleitaba al oler el mantel blanco, limpio y las servilletas listas dentro de las copas. Luego de terminar de comer pido un café caliente y escucho una voz grave -¿Puedo sentarme?-respondí que sí y nos presentamos, era un señor de Argentina que estaba algo triste porque recién se había divorciado y venía de vacaciones a Cuba a olvidar sus penas, solamente pidió un buen café cubano concentrado y un habano de marca bien caro. Mientras fumaba su habano y saboreaba el café relajándose con la música de fondo acompañada con la voz de la cantante Omara Portuondo. El señor me comentaba que es profesor de biología del instituto argentino antártico y viaja hacia una fría estación experimental a medio empotrar sobre la isla Robert en la Antártida, 16/140


todos los años cuando comienza el verano para investigar acerca de una vegetación que existe allá, un pastito en apariencia insignificante que se llama Deschampsia Antártica. Le pregunté -¿y que investigas allá con la planta?-me respondió: -Estoy evaluando los efectos del agujero de la capa de Ozono y el aumento de radiación UV sobre la planta en particular, pensaba que esta planta fuera dañada por la radiación pero curiosamente descubrí que se defiende de una manera espectacular, ya que posee filtros que evitan el daño celular. Yo dije: -De hecho esta investigación podría tener un gran interés a nivel industrial- me respondió que sí pues los flavonoides que produce la planta en forma natural como respuesta a la radiación y me decía: -En todo caso, lo más importante de esto son los estudios y las conclusiones que se puedan sacar. Aunque los tratados internacionales no pueden hacer uso comercial de nada que crezca sobre el suelo antártico. Le pregunté: -¿Cuándo fuiste por primera vez a la Antártida?- Y él me cuenta que en el año 1992 -y desde entonces no he parado de ir, recuerdo que el primer viaje fue un desastre, estuvimos 36 horas tratando de capear, un temporal que nos agarró a la entrada del mar de Drake. El buque crujía y uno pensaba que en cualquier momento se iba a hundir, claro que cuando pasó la tormenta, salió un sol espectacular que nos acompañó hasta que llegamos a la Antártida. -¿Y te sientes bien ir cada año?- y él dice: -Ir a la Antártida es algo que, en verdad, no lo puedes describir. De partida porque siempre hay demasiados problemas que solucionar. Los que vamos regularmente decimos esta es la última vez, esta si que es la última vez. Pero, aunque despotriquemos, al final todos volvemos. Hubo un silencio mientras le servían el plato de comida y disfrutaba del exquisito olor. Zúñiga me cuenta:-La primera vez que fui, alguien me dijo “hay una sola cosa que sé de este lugar; la Antártica se ama o se odia”-. Pregunto: -¿Y que tal la vida en la isla Robert?me contesta: -Nada. Durante todo ese mes, la comida la tenemos que hacer nosotros mismos lo que pasa es que es un lugar realmente inhóspito, frente al cual está la isla Greenwich, el sitio donde construyeron una base más grande. De hecho cuando está despejado al otro lado del canal Inglés divisas con algo de envidia en esa isla, es el único sitio donde hay teléfono. En la isla Robert, no hay nada, es un lugar que no ha intervenido el hombre y un sitio protegido donde, de hecho, los turistas no pueden entrar. En todo caso la isla ha cambiado hace diez años veía pasar los Iceberg todos los días. Ahora con suerte 17/140


ves un iceberg en todo el mes. Yo dije: –Suena muy desolado- él continúa contándome: Es muy desolado y cada vez que llegamos, tenemos que habilitar el refugio como si se tratara de una casa de playa que ha quedado abandonada durante todo el año. Claro que es una casa abandonada en la Antártida-. Yo continúo preguntando con curiosidad. -¿Y vale la pena pagar por ir a conocer la Antártida?- él me responde: -De todas maneras es un lugar espectacular, vives al límite. En un mismo día puedes disfrutar el sol y cinco minutos más tarde, enfrentar vientos de cien Km /hr. De pronto Zuñiga se atoró mientras comía los frijoles negros y comenzó a toser, sin dejar de hablar mientras sus palabras emitían un sonido muy agudo. Se estaba poniendo colorado. Yo dije: -Deje de hablar y beba agua-. Después de una pausa, él sigue contando:-En la Antártica uno tiene la suerte de ver la única constelación de estrellas visible solamente en el polo sur. La constelación Octante, con su estrella más brillante conocida como Polar Austral. Existe una confraternidad de científicos allá conocido como el club “Octantes” y porta un sello con el dibujo de la constelación. Este club es muy cerrado, solo para científicos que llevan mucho tiempo en el polo sur-. Mientras Zúñiga cortaba los trocitos de carne con cebolla y masticaba con delicia. Limpió sus labios llenos de frijoles y grasa con la servilleta, Él me dice: -Sabía que en la Antártica existe ya una arquitectura considerada como patrimonio cultural ¿Quién iba a pensar que el continente helado y blanco iba a existir un monasterio?, pues así es. Te cuento que esta iglesia se llama la Santa Trinidad. Es una pequeña iglesia ruso-ortodoxa en la Isla Rey Jorge próxima a la base rusa Bellingshausen en la Antártica. El templo es una estructura de 15 m de alto en madera construido en el estilo antiguo ruso. Puede acomodar hasta 30 personas. La estructura fue construida de cedro y alerce de Siberia por los carpinteros profesionales de las montañas de Altai, entonces desmontada, embarcada al continente Antártico por barco y reensamblada allí por el equipo de la Estación Bellingshausen. La iglesia abrió en el año 2004. Allí se hospeda un cura y vive al estilo de un monje eremita durante todo el año. El templo es una joya arquitectónica de madera tallada y ornamentada. Yo le dije con cierto asombro: -En realidad me encantaría ver una foto de este monasterioZúñiga se rió:-Ya te lo enviaré por correo postal, no te preocupes-.

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Él sigue contándome: -La Antártica siempre sorprende. En la isla Decepción, por ejemplo hay un cráter partido en dos, y en el medio te puedes bañar porque el agua es cálida sin olvidar el interesante sitio Los valles secos de la Antártida, donde no hay nieve sino granitos de rocas y arenas, tan desértica como el Gobi y el ser viviente de estas tierras, cuya temperatura promedio es de 20º C. bajo cero, es un nematodo que se alimenta de bacterias, un gusano microscópico que puede sobrevivir en estado de congelamiento. Imagínate que en la medianoche antártica. El sol después de haber rozado apenas el horizonte empieza de nuevo a levantarse. En el horizonte se ven dos soles; uno al lado del otro. Eso se debe al fenómeno atmosférico del polo sur y a veces se ven hasta seis soles aparentes a la vez ¡Es fantástico! En la Antártida tiene vivencias que no encuentras en otra parte. Es la sensación de estar en el fin del mundo. Y puedes ver en las nubes que siempre están encima de tu cabeza. Creéme: La Antártida es el único lugar donde puedes sentir el peso del cielo-. Yo le dije encantado: -¡Vaya que me dió ganas de pintar un día, el paisaje antártico!- ¿Quién sabe?-dijo el señor Zúñiga como se llamaba él, sacó de su billetera y me ofreció su tarjeta y me dijo: -Algún día cuando vayas a Argentina, tienes casa en Buenos Aires y allí te haré contactos para que puedas ir a la Antártida con tu proyecto artístico-. Muchas gracias-le dije. El señor Zúñiga se levantó de la mesa después de haber fumado su habano y me contó que ya se iba para el aeropuerto, yo le deseé un buen viaje y le dije que fue muy interesante haberlo conocido. Luego de terminar la charla y la comida, fui hacia mi transporte de pedales quitando el candado de seguridad para evitar que me la robaran, pues es muy común en la Habana el robo de cualquier bicicleta y fui camino hacia la biblioteca nacional, pues tenía que hacer unos bocetos a lápiz pendiente para una pintura que necesitaba la Galería de René Portocarrero. Algo cansado llegué hasta la biblioteca y caminé hacia la plaza que daba al frente del edificio. Me recosté en un poste alto y comencé a dibujar el edificio grande de color verde pálido donde había una enorme fachada que tiene la esfinge o siluetas en metal del Ernesto “Ché” Guevara, dibujé las palmas reales que había alrededores y las gentes que transitaban en bicicletas con cansancio y me llamó la atención un hombre con la bicicleta llevando un niño adelante y atrás un enorme televisor ruso anacrónico amarrados con soga. El pobre hombre pasaba trabajo moviendo con esfuerzo sus pedales. Muchos hacían un sacrificio grande para desplazarse sin locomoción en la ciudad. El tiempo se detuvo en Cuba como escuchar un disco rayado que nos acosan en nuestros oídos. 19/140


En el camino me encuentro a un vecino mío Nelson con su auto azul Chevrolet del año 1950 y me invita a llevarme a mi casa, así que se puso la bicicleta en el maletero el auto amarrado con sogas y haciendo un ruido tremendo. Nelson mezclaba el keroseno con gasolina, pues no había combustible y el auto andaba sin ninguna dificultad, con la única diferencia que hacía mucho ruido. Llegué cansado a mi casa y ya era casi de noche con un atardecer muy lindo con el cielo casi rojo con la brisa bien fresca. Los faroles antiguos de la calle Obrapía donde yo vivo ya estaban iluminados y rodeados de pequeños mosquitos que le atraen la luz., se oía el griterío de un montón de niños jugando en la calle, había algunos que andaban sin camisa y descalzos y personas adultas jugando Dominó con una tabla apoyada en sus piernas. Me tropecé con la señora Josefa con sus lentes enormes sentada en una vieja silla de madera y moviendo su abanico para espantar el calor, ella me pregunta: -¿En donde has estado Pedro?-Yo sonreí y simplemente le dije:-pues, nada, estaba disfrutando con una enamoradita que tengo por ahí-. Josefa se rió haciéndose notar sus dientes postizos mal hechos y dijo: -¡Que bueno!-. Me duché cómodamente, pues en ese momento arreglaron el viejo motor del agua por décima vez. Luego de sentirme ligero y fresco, fui a encender el televisor y al escuchar una voz senil y ronca, me dije: -¡Ah!-, otra vez retransmitido el prolongado discurso del anciano líder cubano con su barba encanecida, ya lo han repetido dos veces y tuve que apagar el televisor. Me siento a leer el libro que había comprado en la plaza, pero a los cinco minutos tocan a la puerta. Era mi amigo Yolyanko que me traía una película. Él estudió conmigo en la Academia de Artes, teníamos mucha afinidad porque nos gustábamos mucho la música electrónica. Después de prepararle y servirle un batido de leche con el rico fruto dulce de pulpa roja de Mamey a Yolyanko. Él me cuenta la novedad de que los vecinos de la plaza Finlay del barrio del Vedado observaron con sorpresa en la mañana temprano la ausencia de la estatua de bronce amarillo brillante que siempre ha estado allí del músico vienés Johan Strauss que fue donada por el municipio de Viena (Austria), le contaron a Yolyanko que el monumento se está reparando porque unos delincuentes creyeron que la estatua era de oro y se robaron el violín. Mi amigo Yolyanko me presta una película en DVD y me dijo: -Te va a interesar mucho-. Después de una breve conversación de temas comunes en que me contaba sobre los 20/140


preparativos de su boda. Yolyanko se manifestaba muy nervioso haciendo muecas, yo le dije que comprara sedantes pues sus gestos asustaban a cualquiera. Una vez marchado mi amigo, me siento a gusto a ver la película que se titulaba “Koyaanisqatsi” que en lengua Hopi significa “Vida fuera del equilibrio” del director Godfrey Reggio. El viaje fílmico está lleno de grandiosidad. Parajes como el gran cañon de Colorado con sus inhóspitos y escarpados relieves. Un cielo con interminables nubes que lo atraviesan sin detenerse a gran velocidad de vértigo. Contemplar incesantes riadas humanas deambulando rápidamente por las calles con miradas esquizofrénicas. Panoramas de edificios rascacielos que desafían al cielo. Ver montajes de maquinas de alimentos en serie y todo circulando como si la noche y día no pararan. Ver cohetes despegando y explotando en el aire. “Koyaanisqatsi” es una película provocadora antes el mundo salvaje y la vida loca del siglo 20. Rompe todos los esquemas tradicionales, sin diálogos, ni estructura narrativa, emplea imágenes como paisajes, ciudades, muchedumbres de gentes con el fin de producir un intenso viaje a través de nuestro planeta. Me llamó la atención el estilo musical y personal de Philip Glass en la película que se distingue por su estructura repetitiva pero con una lograda musicalidad que se adapta a la narración fílmica. Uno no sabe si las imágenes siguen a la música o al revés. Después muy impresionado del filme me fui a dormir pensando en sus imágenes y música. CAPITULO 2 Muy temprano en la mañana me hizo despertar un ruido que más bien parecía un estruendo y se hacía sentir con mi sordera pues no tenía puesta mi prótesis auditiva, tuve que salir al balcón ornamentado con hierro, a ver que pasaba. Eran mis vecinos arreglando su auto y grité algo malhumorado diciendo: -¡No pueden arreglar ese cacharro más tarde!y mi vecino me respondió en jerga cubana -¡Te vas pa’ la pinga chico!-. Que significa algo así como ándate al infierno. No me quedó más remedio que callarme y respirar hondo. Entré y me acosté a pensar sobre mi conferencia que estaba elaborando acerca del amor iniciatico. Luego de un rato me vestí con ropa ligera y me puse gafas oscuras. Decidí caminar tomando por la vía del malecón habanero y sorteando un poco las calles rotas con charcos de agua mientras me comía el pan con dulce de la rica fruta redonda tropical “Guayaba” que llevaba en el bolsillo, pues el dulce de guayaba lo compraba a través de mi 21/140


amigo profesor de Astronomía que lo vendía en el mercado negro para poder ganarse unos billetes más. Caminaba y me daba mucho dolor ver mendigos buscando en los recipientes de basura algo para comer y cuchillas de afeitar desechables que botaban los turistas. El sol dorado radiaba con fuerza y las aceras quemaban mis zapatos ardiendo mis pies al caminar y mi camisa estaba empapada de sudor, pero era normal en Cuba casi todo el año. Mi abuelo me contaba que Cuba era una isla de brisas muy fresca y temperatura agradable hasta que el cambio climático afectó el Caribe. Caminé hasta llegar a la Avenida de los Presidentes muy cerca del edificio cultural “La casa de las América” recordé que en la Avenida se llamaba así porque se alzaban los pedestales y estatuas de varios de los primeros presidentes de Cuba. Después de la llegada y acomodarse en el poder del carismático líder cubano Fidel, se había decidido que todo lo que hubo en la república era condenado y todo lo que ocurriría en el futuro sería afable, sencillamente las estatuas de los viejos presidentes fueron removidas de sus pedestales. Al primer presidente de Cuba, Don Tomás Estrada Palma solo quedaron sus zapatos de bronce sobre el frío pedestal. Esto me causó cierta gracia ver las locuras de la historia y tomé un lápiz y papel que tenía en el bolsillo e hice un boceto para llevarlo a la pintura al óleo. Volví nuevamente a caminar por el malecón de la Habana tratando de disfrutar del fuerte sol que había y caminaba contemplando el mar sintiendo como las olas chocaban con las rocas y hacían un ruido que hipnotizaba a cualquiera, veía los Bici taxis (Taxis que funcionaban a pedales) que pasaban por las calles, ver a los pescadores con sus balsas de goma de caucho inflable de camiones, sujetada con una malla, algunos se alejaban demasiado que no sabían si retornaban o no, pues la Florida de Estados Unidos quedaba cerca. También miraba las fachadas de los edificios que daba al frente del malecón, algunos con estilo moriscos, Art Decó de ver sus colores puros y fuertes como el predominio del rojo, rosado, amarillo, verde, azul. Yo sentía cierto orgullo de que los arquitectos se inspiraron con esos colores a través de mis pinturas cuando hice mi primera exposición en una Galería que expone obras de temas urbanos y es también un centro de arquitectos. Mis padres cuando se encontraban de visita en La Habana, lo primero que me dijeron al ver las fachadas de los edificios del malecón -¡Nos parecen estar viendo tus cuadros de tus pinturas, lo que pintabas se convirtió en realidad!-. 22/140


Tomé por el fuerte “El Torreón” que antes era un establecimiento seguro para defenderse de los piratas hace 200 años. Se cuenta que la amenaza del corsario Francis Drake hizo que la corona española decidiera la construcción, en sus posesiones del caribe, de todo un impresionante sistema de fortificaciones. Los sólidos castillos de la Habana, como el Morro, la Punta y el castillo de la Fuerza constituyen en verdad monumentos a Francis Drake. Yo continué caminado por el barrio “Cayo Hueso”, paseando por el cementerio Espada, qué fue el primero que existió en la Habana, lo curioso es que las paredes y nichos del antiguo cementerio, lo aprovecharon para construir viviendas, es decir que adentro viven personas y no les temen a los muertos, ni a fantasmas. Muy cerca llegué al callejón de Hamel, es una callejuela estrecha pero los muros y las casas están pintados de colores y formas muy chillonas donde hay instalaciones artísticas que representan a los Orishas, es decir las deidades africanas, poemas escritos en las paredes. Ofrendas a los Orishas como soperas, cazuelas de hierro, caracoles sagrados, velas, coco de palmera. En la entrada de callejón hay una pared donde está escrito en letras grandes “Yo puedo esperar más que tú, porque soy el tiempo”. Todo este trabajo artístico fue realizado por un pintor autodidacta conocido como Salvador que comenzó pintando en un pedacito de muro hasta en la actualidad que abarca todo el callejón pintado. Sus vecinos admiran mucho su trabajo e innovación artística y han gustado tanto que es unos de los lugares más visitados y frecuentados por gentes de todo el planeta. Salvador vive justamente en el callejón y tiene su propia galería de arte además de su taller de pintura. Saludé a la señora de Salvador que es una mulata de ojos claros y muy simpáticos y pregunté por él. Ella gritó desde arriba: -¡Salvador te busca Pedro!- Él baja de su escalera caracol de color rojo de su habitación de arriba y me pregunta de buen humor: -¿Qué novedad tienes, chico?- yo respondo que nada y sentía una pura rutina diaria. Yo le pedí permiso a Salvador para usar su computadora para escribir mi conferencia. Él me pregunta de que se trataba la conferencia y le respondí que era acerca del amor iniciático. Salvador se ríe, me mira algo extrañado y me dice: -No entiendo nada acerca del amor iniciático, el único amor que yo sé es abrazar y gozar con mi mulatamientras abrazaba a su esposa. Yo dije: -Si puedes asiste el jueves a mi conferencia, si 23/140


tienes tiempo-. En este momento aparece una mujer joven alta, de pelo lacio y de color castaño claro, ojos muy profundos, piernas muy tostadas y unas nalgas bien atractivas que venía hablando en portugués, pues algo entendí que deseaba comprar pinturas suyas. Salvador se da cuenta de que me pongo colorado y no apartaba la vista de aquella escultura femenina, se ríe y me dice: -¿Pedro, de eso se trata el amor iniciático?-y me dio unas palmaditas en el hombro mientras me echaba bocanadas de humo con su habano. Cuando terminé de escribir mi conferencia en la computadora que me tardó dos horas. Salvador y su señora me invitan a comer en el comedor amplio, con sillas y mesas pintadas de diferentes colores. La señora de Salvador hizo un plato delicioso de cocina afrocubana, había Quimbombó con cerdo y tostones (plátanos fritos dos veces y aplastados), con Malanga y Ñame frito con ajo. Luego de comer sabrosamente comimos dulces, como cremita de leche, Yemitas y acompañada con la deliciosa bebida dulce “El Guarapo” con trozos de hielo, es un jugo extraído mediante la trituración de la caña de azúcar que el Salvador encargaba a un amigo campesino suyo. Salvador me comenta que ha estado nervioso pues últimamente ha visto el fantasma de Hamel (Fernando Hamel fue el fundador de esta calle y estableció su industria de hojalatería, era de origen francoamericano, por eso donde vive el pintor se llama Callejón de Hamel) dice que tuvo que acudir al Babalawo (sacerdote de la religión Yoruba) para que le espantara al muerto. Yo le dije: -No le tengas miedo, a lo mejor es un gesto de gratitud pues su nombre se ha hecho famoso gracias a tu arte- Salvador quedó pensativo mientras masticaba la cremita de leche y me dijo: -¡Compadre, es verdad, tienes toda la razón!-. Del callejón de Hamel, fui a pie pasando por la escalinata de la Universidad de la Habana, hasta llegar al cine Yara que es la más importante y grande de la capital para ver por tercera vez la película “Madagascar” realizado por el cineasta cubano Fernando Pérez, así pude disfrutar del aire acondicionado del interior del cine, pues había un calor insoportable de casi 36º C. en la calle con muchos ruidos ensordecedor del transporte urbano. Me gustaba mucho ver esta película que dura 49 minutos y están fascinadas de imágenes poéticas sumergidas en azul cerúleo, color de la tristeza, la melancolía. La película “Madagascar” es una provocación social: Laurita (la personaje principal) quiere escapar a la utopía; deseo sofocado cuando al final de la película se incorpora al conformismo, a la

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masa de autómatas ciclistas adentrándose en el túnel de la bahía de la Habana, es decir hordas de ciclistas que pedalean en masa hacia no se sabe dónde. De trama itinerante, madre e hija (Laurita) viven mudándose de casa en casa, en un incesante permutar que no las conduce a ningún lado. En las nuevas casas se abren ventanas que comunican el aturdimiento de un recorrido desorientado. Ambas comparten la misma impaciencia por encontrar un sentido a sus vidas. En alguna secuencia Laurita y la madre, toma en sus manos una foto de los primeros años de la Revolución Cubana y, al observarla con una lupa, se pregunta sorprendida: -¿Dónde estoy yo, Dios mío?- la película medita sobre el caos social de la generación de Laura, (madre) la que en el año 1994 pasaba de los cuarenta años y sentía, en medio del estancamiento social de Cuba que se adentra en su hermetismo y crisis económica, que no hallaba su -ni un, cualquier- lugar del mundo; que se había entregado a una obra y un ideal que ahora la abandonaban. La película narra varias visitas de Laura al psiquiatra. Ella se pregunta ¿Qué pasó?, “¿Nadie sabe que pasó?, porque lo cierto es que su vida se consuma en la enumeración diaria de los botes que pasaban bajo su ventana. Diez botes. Todos los días diez botes. Pero si la existencia de Laura se ve aislada por la pesadilla y la frustración, el universo de Laurita no resulta diferente. Es un mundo que nos llega, en lo esencial, por las valoraciones de la madre: “se pasa el tiempo ensimismada. Sólo le interesa sus ratones que merodean en la casa”. Es evidente que en la única secuencia donde ambas consiguen un diálogo cordial están hablando de sus ratones, de cómo el ciclo se repite, de cómo la alienación de Laurita no hace sino prolongar la de su madre. La rutina y el abatimiento no sólo se perciben en las acciones de unos personajes que cuentan los botes, limpian diez veces sus lentes empañados, o incesantemente sacan punta a un lápiz. Lo que expresa que en cada motivo es la misma expresión de incertidumbre, asedio y la angustia emocional. Se ven imágenes de trenes, escaleras, espejos, sombras, la antigua planta eléctrica y las continuas mudadas de la familia. En estas imágenes se inspiran en los cuadros de pintura metafísica y sombrías de Giorgio di Chirico y también retoma en cuanto a la ambivalencia enigmática de la pintura del pintor surrealista belga René Magritte, particularmente de su cuadro como “El imperio de la luz” donde el día y la noche conviven en el mismo instante de realidad. Así, Laurita y su madre discuten en 25/140


medio de la penumbra de la habitación, y cuando se abren las puertas afuera es de día, un día más afligido que luminoso, pero día al fin y al cabo. El final de Madagascar sume a sus personajes en el mismo túnel del comienzo, y se invierten las condiciones: Laurita confiesa tener agudas pesadillas, pero relata sin embargo su reincorporación a la escuela; la madre en cambio dice que se tomará un descanso y que “nos vamos de viaje a Madagascar”. El relato de la película termina en una relación de su metáfora, a lo largo de la cuál se intercambian los roles y ambos personajes sienten que el otro cumple un ciclo conocido. Eso me hizo recordar a un tío mío que se mudaba muchas veces, pero que tenía la manía de perforar, para llenar el vacío que había en las paredes colgando cuadros, fotos, objetos y cuantos tarecos hubiesen, pero en esa manía de perforar agujeros en las paredes, El pobre hombre ha roto tuberías de agua, de gas que lo hacían pasar en apuros y complicarse para él mismo. Cada vez que se mudaba de casa en casa dejaba siempre las paredes llenas de agujeros. Después de haber visto la película, tomé un taxi para ir a la biblioteca del Museo de la Ciudad que era antiguamente el palacio de los Capitanes Generales durante la época de la colonia española y donde también se encuentra la oficina del historiador de la Habana. En la biblioteca contacté con el coordinador cultural Luís Migueles y me invitó a sentarme en su oficina. Saqué de mi mochila mis hojas impresas de la conferencia tal como habíamos acordado. El coordinador lo leyó y me dijo que estaba muy interesante: -Ya me dedicaré a repartir las invitaciones y avisar también a la prensa- Luís Migueles estornudaba mucho y usaba su pañuelo para soplar las narices que se oía toda la oficina, llamando la atención a los visitantes. Después de una pausa me dijo: -bueno, te espero a las cuatro de la tarde el día jueves para puntualizar algunas cosas antes de empezar tu conferencia- se levantó algo apurado, excusándose de que tenía una reunión y me dio un apretón de manos, yo me retiré de la oficina, mientras también le saludaba a la secretaria que estaba riéndose por teléfono y limándose las uñas a la vez, ella apenas me saludó. Bajé por las escaleras pues la biblioteca estaba en el segundo piso y me tropiezo con el cardenal Jaime Ortega, me detiene y me pregunta: -¿Has visto al Historiador por aquí?-y respondí:-No, pues no trabajo en el Museo-.

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Llegué a las cuatro de la tarde y comenzaba los preparativos para mi conferencia, yo vestía con una camisa de raya y saco azul. Tuvimos que organizar bien las sillas en la sala de conferencia, comprobar el audio y revisar otros detalles. Más tarde comenzaron a llegar los visitantes con caras de timidez con sus invitaciones. Había como 60 participantes en la conferencia muchos eran profesores, periodistas, investigadores, etc. El coordinador cultural introduce unas breves palabras como presentación del evento y me pasa al podio acomodando el micrófono, puesto que él era más alto que yo y le doy las gracias. Algo nervioso comienzo a impartir mi conferencia titulado “Retorno del amor iniciatico” lo cuál expliqué de que se trataba, les hablaba al público en voz pausada que este tipo de iniciación amorosa es una forma de amar pero con una conciencia más elevada. La palabra iniciatico se entiende por transformación profunda del yo interior, con el amor iniciatico es una forma plena de alcanzar la madurez emocional y profunda de la persona creando una relación más madura con la pareja, no se trata de una doctrina moral sino en la capacidad de saber aprender la experiencia, no se trata de vivir el momento sino en la capacidad de detener el momento o el tiempo en una eternidad que permita alcanzar el entendimiento del yo en comunión con lo que nos rodea. El amor iniciático comienza en la contemplación de la persona amada sin contacto físico, solamente disfrutando el amor a primera vista. La segunda regla es que debemos idealizarla no importa quién sea la persona sino transformarla en una criatura ideal. La tercera regla está la nostalgia, la melancolía y el dolor del deseo hacia la persona amada y especialmente cuando se combina la belleza, el dolor y el amor nos sacan de nuestro abismo y nos lleva a un nivel más alto de experiencia. El dolor, la crisis es un paso necesario para el crecimiento interior, para educar la inteligencia y convertirlo en alma. La cuarta regla constituye las técnicas iniciaticas para alcanzar la metafísica del amor. Las técnicas son visualizar a la persona amada, repetir su nombre muchas veces como un Mantra durante largo rato, en aislamiento en un lugar apartado, utilizar el ayuno, muy parecido al retiro espiritual. De esta forma logramos entrar en su esencia, en su alma y en su arquetipo cuando ya entramos en su yo, en lo trascendental, de lo que no cambia con el tiempo y las modas. Al llegar a un estado de éxtasis, de arrobamiento cuando creamos una fusión de almas.

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Tocamos el eterno arquetipo puede ser masculino o femenino y nos comienza a brindar a partir del inconsciente colectivo un caudal de informaciones ocultas que nos guían hacia la sabiduría e incluso fenómenos más allá de la realidad, manifestaciones tales como la telepatía, coincidencias significativas o hechos sincronísticos que nos transmiten mensajes por símbolos, señales, patrones que se repiten en la vida diaria como si el universo tratara de comunicarse con nosotros. Solo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo esperado, lo que se repite todos los días. Solo la casualidad nos comunica. Tratamos de leer en ella como saber descifrar los símbolos que se repiten ante nuestros sentidos. Un acontecimiento es tanto más significativo y privilegiado cuantas más casualidades se produzcan. No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llenas de encantos. Si el amor debe ser imperecedero, las casualidades deben ir hacia nosotros desde el primer momento. El hombre o la mujer llevados por su sentido de belleza, convierte un acontecimiento aparentemente casual en un motivo que pasa ya a formar parte de la composición de sus vidas. Muchas veces las personas están ciegas en su vida cotidiana con respecto a tales casualidades y dejar así que su vida pierda la dimensión de la belleza y el sentido existencial. De esta forma maduramos plenamente nuestro yo interior o lo que llama el conocido psicólogo Carl Jung construyendo hacia el proceso de individuación y no hacia el individualismo que es otro concepto. Con esto nos da un sentido hacia la vida y una nueva orientación hacia la forma de amar en el mundo moderno y efímero que vivimos actualmente. No me opongo a la plena libertad sexual y hacia la autodeterminación de ambos sexos, pues considero que la expresión del sexo es sana siempre que sea natural y transparente, pero el sexo es un medio y no un fin pues es algo fisiológico y no debemos conceptualizar lo fisiológico. Lo importante del amor iniciatico es la gran capacidad de conocernos a nosotros mismos, hacia adonde nos dirigimos y gozar de madurez interior como ser humano que nos ayuda a superar los fracasos y a unirnos más como seres humanos.

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Después de haber terminado la conferencia, hubo debates entre el grupo, me hicieron preguntas y luego comentarios favorables y no favorables también pues algunos no entendían nada del tema trascendental. El público se fue retirando los participantes, casi la mayoría me felicitaron pues desconocían este concepto y casualmente estaba el conocido cineasta cubano Fernando Pérez. nos acercamos y comenzamos a hablar, le contaba a Fernando que yo era un admirador de la película “Madagascar” él me contó que la idea surgió cuando él iba a ver a sus padres al barrio de Guanabacoa y pasaba por el túnel de la bahía de la Habana en bicicleta y cruzando ese túnel le nació una imagen metafórica de la situación del país, esa muchedumbre atravesando un túnel sin ver la luz de salida, pero intuyéndola, todo eso que luego fue el final de la película, lo vio en unos instantes con su propia vivencia. Fernando me comenta que el sueño de “Madagascar” más que un viaje hacia otras latitudes, era más bien un viaje al interior, era un viaje hacia la libertad y hacia uno mismo y el túnel que representa la película simboliza el viaje interior, el transito y nuevo devenir hacia el futuro que los cubanos anhelamos soñar. Me comenta que el personaje de Laurita y los otros jóvenes se colocaban en las azoteas. Cuando simbólicamente ellos abren sus brazos, se están abriendo de alguna manera al mundo, a la vida y me dice: -A mi me gustan las alturas, porque siento que uno se eleva por encima de la realidad, ve más allá, uno flota y eso te da un sentido de dimensión abierta. En estas imágenes hay referencias a los Cristos, el Cristo de Río Janeiro está abierto al mundo, pero el Cristo de la Habana tiene los brazos cerrados y necesita abrirse-. Me cuenta que cuando los personajes de “Madagascar” están en siempre contacto con las antenas de los techos de sus televisores, es una forma simbólica de estar en constante comunicación con el mundo, con el exterior y al mismo tiempo hacia la vida. Realmente pude comprender mucho más la película y le pedí un autógrafo como recuerdo y la valoración que él tuvo de mi conferencia. Fernando se despidió de mí y me dijo que siempre lo localizara en el Instituto de Cine. Luego se me acercó una mujer y dijo: -eso me hizo recordar a la Giraldilla cubana-, aunque yo no estaba de acuerdo del todo, pues el amor iniciatico se trata más bien de una filosofía, un modo de pensar, pero ella me contó la historia de la Giraldilla que se trata de una escultura de bronce vestida a la usanza del renacimiento español que representa a la española Isabel de Bobadilla, que hasta nuestro días, constituye el símbolo de la fidelidad 29/140


conyugal. Ella vio partir a su esposo, Hernando de Soto hacia la península de la Florida, buscando la fuente eterna de la juventud, de donde partieron las naves de expedición que jamás lo devolvería con vida. Ella sufría antes la ausencia del conquistador. Años y años los habaneros la veían sola en su hogar que era el castillo real de la fuerza, como si la lluvia y el viento, no le impidieran la vigila y la ansiada espera que después se convirtió en símbolo y leyenda de la cuidad. La mujer emocionada después de haberme contado la historia, me abrazó y se despidió. Todos se fueron excepto el coordinador cultural, Luis Migueles que recogía las sillas y un señor que rondaba los cuarentas años, de complexión robusta y alto. El señor se levanta y se dirige hacia mí y me saluda felicitándome por mi conferencia, se llamaba Roberto Núñez y me invita a su casa para hablar de un proyecto cultural. Yo por supuesto acepté con la recomendación de Luis Migueles quién lo conocía como su vecino. Su casa era sencilla y moderna muy cerca del parque Almendares considerado como el pulmón de la ciudad de la Habana por su vegetación muy frondosa llenos de árboles y plantas del trópico como Flamboyanes, Jagüey, la Majagua, el Ocuje, Ficus, etc. Y es un centro de recreación metropolitana, pero su río está altamente contaminado por el descuido del gobierno. Hay un puente grande y arquitectónico que atraviesa el río, debajo de este puente hay una plaza enorme de recreo y juegos para niños, mi recuerdo que iba a jugar con mi madre pero algo muy curioso que sentía desde muy pequeño con el parque Almendares, era la sensación de estar en cualquier parte, yo sentía que estaba en Ámsterdam o en la Habana a la vez, así que desde muy pequeño la madre naturaleza me enseñó que la patria estaba en todas partes y no en un punto fijo. En la casa de Roberto Núñez habían grandes fotografías artísticas de calidad colgadas en la pared, yo por curiosidad le pregunté de quién era, Roberto me contó que era de su esposa y trabajaba como fotógrafa independiente. Él me señaló con el dedo, una foto que se veían dos rostros infantiles y dijo: -Estos son mis hijos que están en la escuela- Me contó que era profesor de Educación Física y que daba clases particulares, luego me dijo que conocía muy bien las técnicas iniciáticas y ha entrado en contacto con los arquetipos, practicando una técnica asceta japonesa en la alta montaña, ejercicios como contemplación hacia la naturaleza, ayunos, mantras, caminar descalzo sobre las piedras. Es una práctica milenaria conocida como Shugendo. Yo le pregunté: -¿En la alta montaña, donde está el 30/140


pico turquino del oriente de la isla?-. Roberto se rió y me dijo: -No, fue en el Mt. Cook en Nueva Zelanda-. Respondí cuán lejos era. Roberto me comenta que él practicaba deporte de escalar rocas con otro grupo en el parque nacional Valle de Viñales, de la provincia de Pinar de Río del occidente de Cuba. En el parque se encuentran enormes mogotes de roca caliza muy dura mayormente extraplomada, ideal para escalar con sus paredones verticales donde abundan las chorreras y las estalactitas. Él era miembro de la Sociedad Espeleológica de Cuba y tuvo la suerte de conocer a Alberto Morales presidente de la Federación Colombiana de Montañismo que impartió curso sobre escalada deportiva y que dejó inaugurada la primera ruta para escalar en la zona del Valle de Viñales. De ahí que Roberto comenzó a sentir pasión como escalador. Los equipos de montaña eran donados con la ayuda de las gestiones a través de un amigo cubano instructor de montaña que vive ahora en Alberta, Canadá. Yo le pregunté: -¿Cómo pudo conocer las técnicas del Shugendo, creo que no existe en Cuba?-, él me responde: -Yo estuve viviendo por un tiempo en la provincia de Pinar de Río que trabajaba como profesor y pude conocer al hijo del japonés horticultor Kenji Takeuchi que inmigró a Cuba hace muchos años. Kenji era muy conocido por su creación del orquideario de Soroa, donde cultivó más de 700 especies de flores en Pinar de Río. El hijo de Kenji me instruyó el conocimiento de las técnicas de Shugendo cuando nos retirábamos a las rocas de Viñales. Yo dije: -¡Que suerte tuvo haber conocido esta tradición japonesa en Cuba!-. Roberto me cuenta: -Tengo una hermana que vive en Auckland y me costó mucho trabajo para visitar a mi hermana y poder viajar, yo antes trabajaba en el Instituto Nacional de Deporte, pedí el permiso para viajar a Nueva Zelanda y los funcionarios me negaron mi salida. Así que tuve que renunciar a mi trabajo y esperar un par de años para que el gobierno me diera el permiso para poder viajar, en cambio el visado del consulado de Nueva Zelanda duró una semana y me trataron muy amablemente-. Roberto me muestra unas máscaras que estaban colgadas en la pared y me dijo: -Estas máscaras los traje de allá y me costó tremendo trabajo para que no me lo quitara la aduana cubana. Las máscaras son de origen maorí, por ejemplo Auckland que es la capital se dice en lengua Maorí “TaMaki Makau Rau”. Para los maoríes afirman que sus antepasados llegaron en canoas. Creen que su antepasado Paikea lo hizo en el lomo de una ballena que lo había rescatado tras volcar su canoa y la bahía que está más al norte del país tienen para los maoríes el rol 31/140


simbólico de ser el final del país, pues en la mitología maorí, este lugar es donde las almas de los muertos comienzan su viaje hacia el más allá. Roberto tomó un objeto que había en un estante y me regaló un llavero de artesanía tallada en forma de espiral muy ornamentada y me dijo: -Es un símbolo Maorí de gran significado cultural y se usa en todas las decoraciones. El “Koru” es una forma y visión que se inspira en la fronda de una espiral naciente y nueva del helecho, que se desarrolla a ser una hoja del helecho. Sin embargo, se considera que el “Koru” se extiende para alcanzar la luz, esforzándose para tener perfección, y fomentando nuevo crecimiento. Este símbolo representa el desarrollo de una nueva vida, con la esperanza del futuro. El “Koru” llega hacia la luz, buscando nuevos comienzos positivos que representa la evolución de una nueva vida, que todo renace y continúa. Simboliza la renovación y el progreso de un porvenir labrado-.

Hizo una pausa para servirme café y galletas con dulce de Guayaba y queso. Él siguió contando: -Alrededor de Auckland tiene muchos volcanes, hay un museo grande de la cultura y artefactos maoríes y por supuesto muchos frutos Kiwis-. Aunque en Cuba no existe el fruto Kiwi, yo recuerdo haberlo probado por primera vez en Bélgica. Roberto me comentaba que su hermana es profesora de Inglés y está casada con su esposo que es de origen Maorí llamado Witi y es un instructor de la NOLS, yo pregunté:-¿Qué es la NOLS?- el me responde que la NOLS significa con la sigla en inglés, la Escuela Nacional de Liderazgo al Aire Libre. Witi y yo hicimos una gran amistad, me invitó a visitar y a escalar el Parque Nacional Mt. Cook, donde fuimos en avión a Christchurch, la segunda ciudad y de ahí tomamos una carretera pasando por el lago Tekapo y estuve como dos semanas en la cumbre de Mt. Cook con Witi, pero él se quedó asombrado cuando mi experiencia de escalador lo combinaba con la práctica milenaria japonesa el Shungendo de los Yamabushis. Con esto pude alcanzar un estado místico y de beatitud entrando en una total fusión y en comunión con la madre naturaleza en esta cumbre, una experiencia que no se puede olvidar ni repetir lo que sentí en este momento. Con los amigos de la NOLS en Nueva Zelanda y mi amistad con Witi me llevó a tener una experiencia más profunda con la naturaleza. Aprendí a apreciar más el medioambiente, la 32/140


ecología y descubrí que el hombre estaba divorciado de su medio natural. Pues la ecología y la flora, todo esto me dio un sentido profundo en mi vida. Yo pregunté: -¿Roberto, quisiera que me explicaras acerca más de la NOLS? El me responde: -La NOLS es una escuela de senderismo, de montaña que realiza expediciones en lugares aislados, remotos o silvestres pero con el propósito de aprender a causar el mínimo impacto ambiental y fortalecer el espíritu pues acepta el riesgo como parte integral de proceso de aprendizaje, tiene cursos como “No deje rastro” que enfatiza la importancia de la educación en las técnicas de acampar y viajar con impacto mínimo así como una ética que conserve el medioambiente de las áreas protegidas, otros cursos como montañismo, curso de los primeros auxilios en lugares remotos o silvestres y enseña técnicas del liderazgo en grupo, como por ejemplo tomar responsabilidad y guiar al grupo hasta sus metas, apoyar en la toma de decisiones del grupo dando ideas y buscando claridad, en el equipo se trabaja junto y cada miembro ve lo que necesita hacer y lo hace. Cada persona se cuida a sí misma para ser capaz de cuidar al grupo y todos deben mostrar iniciativa personal-. Yo dije: -Veo que es muy interesante, pues eso es lo que necesitaría el campismo popular cubano, donde van muchas gentes y ensucian alrededor del entorno-. Roberto se rió y dijo: -Bueno, te cuento que mi hermana quería que me quedara a vivir a Nueva Zelanda, pues me conseguiría un permiso de trabajo, pero luego de haber vivido esta experiencia cambié mi actitud y le conté a ella que tenía que hacer una tarea más importante para Cuba-. Después de una pausa y sin temor continuó: -Entonces regresé a la Habana y fundé el Partido Verde de Cuba con la sigla PVC o el Partido ecologista de Cuba. De pronto sentí que se me erizó la piel, me quedé tieso y sin habla, en realidad yo estaba hablando con un disidente político y miré alrededor de las ventanas a ver si alguien me vigilaba, pues como es sabido en Cuba existe un solo partido oficialista que es del gobierno. Algo pálido le pregunté: -¿Y has tenido algún problema con el gobierno?El me responde: -Si hemos tenido problemas, pero seguimos adelante, por ejemplo hace poco el gobierno nos prohibió el evento que íbamos a realizar del Festival de Cine de Montaña de Banff en la Habana, con el apoyo de la ciudad de Banff de Canadá, el festival iban a poner documentales de grandes escaladores del mundo que han estado hasta en las cumbres del Everett, Chimborazo, en la Antártica-. Le pregunté el motivo de la 33/140


prohibición y Roberto me contesta: -Porque era una iniciativa independiente y no gubernamental-. -El Partido Verde Cubano o PVC existe hace un año y tiene delegaciones en todas las provincias de la isla, logramos unir a la sociedad ecologista independiente y al movimiento ecologista y pacifica de Cuba, además contamos con el apoyo de otros partidos verdes afines del mundo. Ahora estamos tratando de organizar una asociación de cultura ecológica, por eso deseaba contar contigo, si es posible como artista-. Yo le pregunté algo más calmado: -¿Y cuál es el propósito de la cultura ecológica?-Roberto me responde: -Difundir a través de la cultura y la artesanía la educación medioambiental y la utilización de materiales reciclables y naturales para la creación artística-. Yo dije: -bueno, en todo caso puedes contar conmigo cuando necesites para algún trabajo artístico sea ilustraciones, clases, escenografía todo lo relacionado con el tema de la ecología-. Él me dice: -Gracias, Pedro, mañana tenemos una reunión con el comité gestor del partido y estás invitado-. Tomó un lápiz y apuntó la dirección donde iba a hacerse la reunión. Veo que la dirección ubicaba cerca del río Almendares pero cerca del barrio La Ceiba, en una calle poco conocida donde hay casas aisladas rodeadas de vegetación frondosa llamado calle Baire. Roberto me dejó la dirección y me dijo: -Te esperamos mañana- y levantándose de su silla me preguntaba donde vivía, yo le respondí que en la Habana Vieja. El me dijo: -Yo te llevo en auto, vamos-. Roberto tomó las llaves y me pasó un boletín publicado del Partido Verde Cubano. Mientras Roberto manejaba su auto, un viejo modelo Lada ruso de color blanco por la avenida “La Rampa” me comentaba acerca del estudio y la sabiduría ancestral del arte rupestre en Cuba, sobre la herencia que legó la etnia Siboney en las cuevas en la Punta del Este, donde los dibujos resultan lineales, abstractos, concéntricos y geométricos, cargados de una fuerte simbología que coincide teóricamente con la visión de la cosmogonía y calendario Maya de las 13 Lunas. También mencionó sobre la etnia Taína que poblaron la isla hace miles años y crearon la sabiduría estelar basada en la mecánica de los astros, un calendario astronómico que coincide con las fases lunares muy similar a los Siboneyes. Los Tainos conocían las regiones del universo, y en consecuencia conocía las leyes universales, el orden de otras comunidades evolucionadas, y su vida giraba en torno a lo que ocurría arriba, porque la vida del Aborigen en la tierra es armonía con la vida de los de arriba. Y en consecuencia, los Tainos sabían sobre la existencia de los vecinos 34/140


extraterrestres. Si ellos han vivido atentos a su calendario, a los días de los eclipses y la llegada de los tornados, a la aparición de las esferas resplandecientes, el paso de los cometas, los colores del arco iris. Ellos descubrieron en las cordilleras, las cuevas y las cavernas así en los ríos las huellas de la Vía Láctea en la tierra, y procedieron por medio de las plazas ceremoniales a crear aquellas constelaciones que no estaban hechas en el relieve natural por las manos de la Madre Tierra, por medio de las pictografías y los petroglifos diseminados por los 4 puntos cardinales de las islas caribeñas, quedando ello como prueba de esa sabiduría estelar. Y rendían culto a sus orígenes en esas plazas, en esas figuras naturales de constelaciones porque sabían que ellos procedían de esas distintas estrellas, de mundos habitados y evolucionados. Reconocían a las jerarquías espirituales que rigen la evolución de nuestro mundo, y que tienen asiento y autoridad en dichos soles del universo. Me quedé atento de lo que Roberto hablaba y me resultó muy nuevo para mí sus comentarios. Me contaba que es unos de los puntos importantes del programa del Partido Verde es difundir el estudio de la sabiduría ancestral de las etnias y del arte rupestre de la isla y en el mundo. CAPITULO 3 Al llegar a mi casa, puse a hervir agua para preparar una infusión de té de frutas secas que me lo trajo una amiga belga y con ansiedad me puse a leer el boletín para saber de que se trataba En la portada ostentaba un girasol pintado y una foto grande de jóvenes recolectando residuos en un parque natural. En la primera página viene una carta introductoria del presidente de Partido Verde o PVC y era el mismo Roberto Núñez, luego en la segunda noticias y en la tercera me llamó la atención donde estaba escrito el programa del Partido Verde Cubano. Al leerlo me pareció muy innovador, poco común a diferencia de la mentalidad y los esquemas sociales de la isla, pues su pensamiento se inspira en la enseñanza de los chamanes, pero a la vez se preocupa en respetar el equilibrio entre la tecnología y la ecología como la apertura económica. Utilizar la respiración chamánica como disciplina en la educación. La valoración abierta del aprendizaje y asimilación cultural de otros países y lugares. Del cubano isleño y enfrascado en su idiosincrasia, nace un cubano cosmopolita y adsorbente con las culturas del mundo. 35/140


Reproduciré textualmente el programa que había leído el boletín que me pasó Roberto. Me imaginaba lo que ocurriría realmente el futuro tan diferente a la realidad actual y nuestra donde muchos desconocen la independencia interior. El nombre es Partido Verde de Cuba conocido como PVC y obedece a la filosofía de la institución y a sus propósitos De los símbolos: El símbolo del Partido Verde de Cuba es la flor del girasol en negro y amarillo sobre fondo verde con un laberinto al estilo de Creta minoica de sietes caminos en el centro, el laberinto representa el viaje hacia el propio centro donde se alcanza toda realización personal o social después de una larga travesía hacia la libertad interior y hacia el centro de nosotros mismos y el numero siete representa la plenitud de los ciclos de la vida. Porta alrededor el nombre del partido en letras tipo Frankfurter. Sus propósitos: -Recuperar la claridad y limpieza del agua en mares alrededores, lagos y ríos logrando una mínima contaminación -Reducir el polvo ambiental en las ciudades más contaminantes de Cuba -Desarrollar una educación ecológica para todos -Tratamientos de desechos con sistemas de separación, tratamiento, control y reciclaje de residuos para tener una vida limpia de basuras y aprovechamiento de desechos tanto orgánicos como inorgánicos -Desarrollar proyectos alternativos de energía sustentable -Desarrollar transporte colectivo no contaminante -Crear y apoyar centros de investigación y desarrollo con fines ecológicos. -Fomentar el equilibrio ecológico demográfico. -Ampliar y difundir el conocimiento de las diversidades culturales del mundo para desarrollar un mayor intercambio social, cultural y apertura con el mundo con la meta de abrir el horizonte a los cubanos más allá de su entorno.

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-Masificación del uso de Internet gratuito para beneficio de los habitantes en todos los Centros Comunitarios en los pequeños pueblos y ciudades a lo largo de toda la isla alimentadas con energías renovables. -Subsidios para la promoción de la Televisión Digital, Satelital y de Cable para acceso a toda la población con mayores beneficios a los programas culturales, educativos y científicos. -Creación de la Universidad Integral para adoptar en la educación el Enfoque y aprendizaje Integral del mundo. -Subvención y modernización de todas las bibliotecas públicas de la isla que puedan contar con todas las bibliografías actualizadas del mundo. -Reforma e introducción del Calendario de las 13 Lunas, en reemplazo del Calendario Gregoriano. -Fomentar el estudio e investigación de arte rupestre de todo el planeta y aprender de su lenguaje y sabiduría ancestral en la educación. -Implementación de talleres de transformación integral y desarrollo medioambiental de los barrios en que se desarrolle las siguientes modalidades como reciclaje de desechos sólidos, reconstrucción de viviendas con materiales reciclados, rescatar la historia del barrio promoviendo la cultura local y sus raíces folklóricas, crear y facilitar pequeñas industrias de artesanía funcional y con materiales reciclados, promover trabajos comunitarios entre los vecinos. -Montaje de talleres locales para producir materiales no contaminantes. -Desregulación económica justa para impulsar el desarrollo del país, con cumplimiento de normas medioambientales. -Concesiones e incentivos fiscales a toda industria no contaminante. -Desarrollar una política cultural sustentable. -Implementar programas de justicia social. -Desarrollo y asesoramiento para incentivar la industria local (PYMES). -Uso de energías alternativas como solares, eolicas, etc en cada barrio. -Brindar asesoramiento e incentivo fiscal a pequeñas industrias creativas y de innovación. -Fortalecer áreas verdes, parques de recreación e invernaderos para la flora y cultivos hidropónicos de verduras en cada barrio. -Fortalecer los talleres de crecimiento personal, creando en cada barrio un centro de desarrollo personal y social. 37/140


-En la Salud se desarrollará la aplicación de la medicina psicodélica y enteógena para pacientes graves y terminales. -Crear escuelas de senderismo al aire libre en todo el país. -Recreación eco-cultural y aprendizaje al aire libre en los parques nacionales de Cuba. -Fortalecer y desarrollar el ecoturismo en los parques nacionales de la isla -Rescatar la sabiduría milenaria de las culturas autóctonas como mitologías y chamanismo ancestral y difundir en la educación. -Promover la cultura planetaria y valorar la filosofía de Gregory Bateson tales como promover el contacto de los ancianos con los jóvenes en lugar de ser enviados a asilos y su sabiduría y experiencias será aprovechada e integrada como parte de la vida cultural. -Mayor tolerancia hacia lo extraño, desarrollo de personalidades multifacéticos con rasgos caleidoscópicos. -Promover en la educación una conciencia más elevada a través de técnicas milenarias para crear estados modificados de conciencia, tales como meditación, uso de tambores chamánicos, mantras, ayunos, concentración mental, la respiración enérgica y profunda posee un poderoso efecto de descarga emocional y permite al individuo disolver su egocentrismo y tener más sabiduría concentrada en la calidad de vida y en el crecimiento interior personal y social. -Fomentar la tolerancia y el respeto de ideas y opiniones de todos los individuos de la sociedad. -Aplicar en la educación la filosofía de lo sublime de Emmanuel Kant, Edmund Burke, Friedrich Schiller, Joseph addison, Edgar Morin y Abraham Maslow como plataforma ideológica del partido que transmitan los valores de la trascendencia humana. -Desarrollar la paz y el espíritu cosmopolita sin distinción de razas, credos, ideologías y cuidar la tierra como nuestro hogar. -Fundar un Centro de Estudios y Desarrollo para el Pensamiento Cosmopolita. -Ser pionero y formar parte en proyecto futuro en el desarrollo de los trenes MAGLEV, transatlánticos y supersónicos, no contaminantes que conectan con el mundo en túneles submarinos transcontinentales. Con la creación de un centro de desarrollo e investigación de transporte internacional MAGLEV. Me interesó mucho un artículo escrito por Teodoro Pérez coordinador del Partido Verde y vice-presidente después de Roberto Nuñez menciona sobre la aplicación en la educación la 38/140


teoría del Enfoque Integral del mundo tan necesaria para Cuba que ha vivido décadas de aislamiento con una visión etnocentrista muy estancada y la creación de la Universidad Integral en el futuro. “Durante los últimos años hemos vivenciado algo nuevo en la historia: todas las culturas del mundo son accesibles en la actualidad. En el pasado, si tu nacías, por ejemplo, en la ciudad de Camagüey, probablemente permanecerías toda tu vida en una cultura local, a menudo en una sola provincia, a veces solo en una casa, viviendo, amando y muriendo solo en una pequeña parcela de tierra. Pero hoy en día, no solo es la gente mucho más móvil geográficamente sino que además podemos estudiar todas y cada una de las culturas conocidas en el planeta. En el siglo XXI, todas las culturas están expuestas a las demás gracias al acceso mundial de la información. El conocimiento en sí mismo es integrador. Esto significa que, también por primera vez, la suma total del conocimiento humano está disponible para nosotros- el conocimiento, la experiencia, la sabiduría y la reflexión de todas las civilizaciones humanas (premodernas, modernas y postmodernas) están abiertas al estudio por cualquier individuo que sienta interés, contando con la capacidad y tecnologías necesarias. ¿Qué sucedería si tomáramos literalmente todo lo que las distintas culturas tienen que decirnos acerca del potencial humano- acerca de los crecimientos espiritual, psicológico y social- y lo tuviéramos en cuenta? ¿Qué pasaría si intentáramos, basándonos en muchos estudios interculturales, usar todas las grandes tradiciones del mundo para crear un mapa complejo, un mapa integral que incluyera los mejores elementos de todas ellas en nosotros? ¿Suena complejo? En un sentido, lo es. Pero en otro sentido, los resultados son sorprendentemente efectivos para la evolución humana. Durante las últimas décadas ha habido ciertamente una amplia búsqueda de un mapa que abarque todos los potenciales humanos. El mapa integral usa todos los sistemas y modelos conocidos del crecimiento humano desde los chamanes, sabios antiguos, transmisión de las culturas intangibles a los descubrimientos actuales en la ciencia cognitiva- y sintetiza sus componentes más

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importantes en 5 simples factores, factores que son los elementos esenciales o métodos para abrir o facilitar la evolución humana aplicando el modelo o mapa integral. ¿Cuál es el motivo para usar un mapa o modelo integral? Primero, tanto si estás trabajando en una empresa, medicina, ingeniería, ecología, o simplemente para el vivir y el aprendizaje diario con el método del mapa integral te ayuda a asegurarte de que estás teniendo en cuenta todos los aspectos posibles en la vida. Una simple familiaridad con los 5 métodos de aprendizaje del Modelo Integral ayudarán a que te orientes más fácil y plenamente en este excitante viaje de descubrimiento y despertar. En resumen, el Enfoque Integral te ayuda a verte a ti mismo y al mundo de una forma más integrador y comprensible. Pero es importante darse cuenta de una cosa desde el principio. El Mapa Integral es solo un mapa. No es el territorio. No debemos confundir el mapa con el territorio. El Mapa Integral es el método más completo y exacto que tenemos en este momento para el desarrollo más abarcador de la naturaleza humana en nuestro planeta.” CAPITULO 4 No podía dormir pensando en aquel boletín verde, mientras daba vuelta por mi habitación, veía las fotos de mis viaje y de mi bautizo en la Iglesia de Santa Maria de Viella, en Asturias, España con el párroco José Luís Fernández, me había bautizado en un mes de abril antes de la llegada del Papa Juan Pablo II a Cuba, cuando todavía estaba prohibido ir a la iglesia católica. Viendo las fotos eran recuerdos lindos que tuve y eso me sedaba un poco, pero así pensaba con fijación ir o no ir a la reunión que me invitó Roberto Núñez, estuve toda la madrugada cavilando hasta que el día comenzó a amanecer. Fui a la cocina muy cansado y con ciertas ojeras, me bebí dos tazas de café concentrado muy azucarado y la luz matutina me molestaba. Pero el sueño pudo más y me quedé dormido hasta las dos de tarde. Cuando me despierto, pienso en la reunión con ansiedad y grito -¡la reunioón!-. Tuve que tranquilizarme y me armé de valor sin importarme nada de lo que me iba a pasar, me vestí rápidamente, tomé la bicicleta y fui hasta el jardín Memorial Diana de Gales muy cerca del puerto de la bahía habanera. En este jardín en homenaje a la princesa está decorado con plantas y obras escultóricas de varios artistas cubanos. Me senté en un banco a meditar y me sedaba el espacio íntimo y solitario del 40/140


lugar, después de cavilar media hora, decidí definitivamente ir a la reunión. Fui en dirección moviendo los pedales con esfuerzo hacia la zona de Almendares tomando camino hacia la calle Baire. Yo encuentro la casa algo solitaria y rodeado de mucho follaje, pero alegre y sencilla con estilo moderno y tiene su jardín bien podado con rosas. Toco la puerta, me recibe una anciana con un pañuelo en la cabeza y dije tartamudeando: -b...buena ta...tarde-, se encuentra Roberto-. La ancianita se ríe y me dijo:-¡Si, pase mi hijito!-. La anciana me conduce hacia una habitación donde estaban presentes los miembros del comité gestor y un nutrido grupo. Salió al encuentro Roberto y me abrazó con efusión, al ver a los miembros del comité que eran alegres y seguros, yo me tranquilicé. Roberto me presentó delante del grupo y dijo: -Es el Pedro, un joven conocido pintor que hasta estuvo a punto de exponer en la casa de cultura de Groenlandia, ¿es cierto?-, yo afirmé con un gesto. Los miembros se rieron y dijeron: “vaya un cubano exponiendo sus pinturas en el polo norte”. Roberto me presenta a los asistentes uno por uno, estaban presente Teodoro Pérez el coordinador nacional y vicepresidente del partido. Teodoro fue campeón nacional de buceo deportivo y profesor de filosofía de la Universidad de la Habana. Luís Alberto Alarcón, su padre fue embajador de Angola. Alarcón es secretario de relaciones internacionales del partido. Eduardo Roque es secretario de finanzas. Caridad Parón, mujer que ronda los cincuentas años y fue directora del Jardín Botánico Nacional de Cuba y es actualmente presidenta de la organización nacional de mujeres verdes o ecologistas. Ramón Santana, joven de notable inteligencia y graduado en ingeniería informática de la Universidad de Camaguey, provincia de Cuba y próxima a la Habana. Él es presidente de la organización nacional de la juventud verde o ecologista y las otras personas presentes que ocupaban funciones de directores de las comisiones del partido. En una pared de la habitación estaba colgado un afiche del emblema de partido, es decir el girasol con el laberinto. La anciana me brindó jugo de Mango. En el fondo sentía una música de sonido ambiental y se oía levemente sonidos de ballenas, pájaros y de lluvia. Esa música me sedaba. Roberto me invita a sentarme en la mesa grande rustica hecha de madera de pino en el centro de la mesa estaba pirograbo la figura de Atabey, la diosa madre de la naturaleza y de la fertilidad en la mitología aborigen taína que poblaban antes de la llegada de Colón. 41/140


Roberto dijo: -Bien, comenzamos la reunión, queridos amigos-. Después de una pausa yo le pregunto a Roberto: -Me gustaría que me dijeras que significa el girasol para ustedes y también me llamó mucho la atención los trenes MAGLEV- Roberto me contesta: -El girasol es un símbolo usado por muchos Partidos Verdes del mundo. De hecho es el emblema de los Verdes y en cuanto al transporte MAGLEV, es un proyecto lejano, a largo plazo por su ventaja de viajar muy rápido de un continente a otro, digamos que con el transporte MAGLEV estaríamos en Europa en una hora aproximadamente, además de ser económico, accesible y limpio. El transporte es de levitación magnética, se trata de un sistema de transporte ferroviario en el cuál el tren levita sobre una vía sustentada por campos magnéticos. Este estado de suspensión limita el rozamiento del convoy permitiendo alcanzar grandes velocidades. El primer sistema comercial de trenes MAGLEV existente en el momento está desarrollado por una compañía alemana y otra japonesa. El proyecto es crear un centro de investigación y desarrollo con nuestros científicos para que a largo plazo se puede construir un túnel submarino a través del océano Atlántico, en que esos trenes recorrerían a una velocidad de miles de Km. /hrs. Los túneles irían a una profundidad de 100 metros, ya que a esa profundidad no tendría problemas con el tráfico marino y la presión submarina. El túnel se anclaría con cables de acero y estarían tensados para impedir que se moviese el túnel. A la velocidad de miles de Km. /hr es posible lo que solamente hay que eliminar el aire y crear un vacío para anular el rozamiento que sería un obstáculo para el transporte rápido-. Me quedé maravillado con lo que me contó Roberto con esta tecnología, imagínese lo que significaría estar en una hora en Europa, es decir en la mañana podríamos ir de compra en un mercado de Bruselas y en la noche estaríamos de nuevo en la Habana. Yo le dije: -Eso quiere decir que en un futuro la Habana contaría con un metro transatlántico que conecta con el mundo-. Roberto me dijo: -En efecto, bueno Pedro deseábamos hablar contigo con relación al proyecto cultural y el director de la comisión de investigación para el impacto humano en zonas remotas y lejanas te explicará de que se trata el proyecto-. El director llamado Manuel Hart, antropólogo de la Universidad de la Habana, tenía el pelo largo y lentes redondos que se parecía al cantante John Lennon.

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Manuel me explica: -El proyecto “Theta” como se llama se trata de enviar a un artista en un lugar remoto y muy aislado con condiciones duras como el frío, que incluye practicas para expandir la conciencia y reflejarlo a través del arte con este medio, El proyecto “Theta” cuenta con el apoyo de la Fundación holandesa Moebius. Luego del resultado final, los trabajos realizados serán exhibidos en un lugar de gran prestigio en Ámsterdam-. Yo quedé pensativo y pregunté: -¿Con qué objetivo persigue el proyecto?-Manuel me responde: -La razón es investigar la influencia de la conducta humana en estados modificados de conciencia en lugares remotos desde el punto de vista de la antropología cultural y servir como base para la metodología pedagógica para la educación pública-. Yo pregunté: -¿Y porque me escogieron a mí?- Manuel prosiguió: -Mira, la verdad es que han venido varios, pero algunos por temor a la política desistieron, otros dijeron que no les gustaban estar lejos y otros sencillamente no entendían o no valoraban el proyecto-. Me pasé la mano por la cabeza varias veces, respiré hondo, miré el techo y el piso, después de morderme los labios dije: -bien, acepto el proyecto-. Todos sonrieron y aplaudieron. Roberto me abrazó con entusiasmo y me dijo: -El proyecto se realizará en la Patagonia chilena en un parque nacional donde hay glaciares, así que prepárate pronto, pero antes necesito un certificado médico para comprobar si eres sano para el proyecto. En la Patagonia tenemos a un amigo cubano que vive hace años que te orientará todos los pasos que hacer allá-. Pregunté: -¿Y cuando comenzaré con el proyecto?-. Manuel Hart me dice: -Dentro de un mes, necesito tus datos para hacerte la carta de invitación para que puedas salir del país y obtener visado, ven dentro de quince días que tendrás listo la carta de invitación y así lo tramitas por el ministerio de cultura que es una vía rápida, si quieres regresar a Cuba o quedarte allá, eso no importa, lo que nos interesa es que cumplas con el proyecto. Además en este plazo necesito el certificado médico para comprobar si eres apto físicamente y mentalmente para esta empresa, por lo que te pongo en contacto con el doctor Acevedo y él se encargará-. Manuel me dio unos papeles para que yo firmara los documentos de compromiso para el financiamiento del proyecto. Roberto nos invitó a comer Tamarindo en el patio trasero de la casa. Comenzamos a coger Tamarindos del árbol con ansiedad y comíamos con gusto la pulpa agridulce del fruto y conversábamos de temas rutinarios. Volví a preguntar mientras masticaba el sabroso fruto: 43/140


-Roberto no entiendo nada acerca de lo que es la medicina psicodélica que menciona en el programa del Partido Verde ¿me explicarías algo? Él se río y me dijo: -La medicina psicodélica fue estudiada por muchos investigadores y los resultados han sido muy alentadores acerca del uso de las sustancias enteógenas, cuyas experiencias místicas y de beatitud, ayuda a perder el temor a la muerte, suavizar el dolor físico y emocional en pacientes graves y en condiciones terminales-. Yo me quedé con cierto asombro y dije: -¡Eso me parece fantástico y humano!-. Pregunté que significa “enteógeno”. Roberto me dice:-Un enteógeno es una sustancia vegetal o artificial que cuando se ingiere provoca un estado modificado de conciencia. La palabra enteógeno es un neologismo propuestos por los botánicos Wasson, Ott y otros como el Dr. Albert Hoffman. El término deriva de la lengua griega que significa “El dios que está dentro de nosotros”. Después de un rato ameno dejé mis datos a Manuel Hart, me despedí de las personas presente y me fui a mi casa. Mi corazón latía de alegría, nuevamente iba a salir, iba a viajar, pero esta vez a un lugar lejano y exótico, nuevamente salía de la rutina y del tedio de la vida que se vive a diario en Cuba y quizás dejar el pasado atrás. Llegué a mi casa en bicicleta muy mojado por la lluvia torrencial que había caído y me encuentro a la vecina Josefa, la informante de la cuadra, con una sombrilla impermeable en la mano sentada en la silla destartalada, me miró con los ojos muy abierto y me dice: ¡Pedro, te veo muy alegre, creo que has conquistado a tu enamorada, eh!-. Yo digo: -Sí, Josefa, estoy muy enamorado-y proseguí. Llamé a mis padres y les conté que pronto viajaría, aunque no dije nada de mi reunión con el Partido Verde para que no se inquietaran. Pasaron unas semanas, hice mi certificado médico y la carta de invitación me llegó por correo y de ahí los tramites al ministerio de cultura. Manuel Hart me llama y me dice: -Bueno, Pedro ahora tenemos que concretar acerca de tu viaje, ven a verme a las ocho de la noche yo vivo muy cerca del teatro Nacional y me indicó la dirección. Llego a la casa de Manuel y él me invita a sentarme bajando el volumen del sonido de su televisor de sala y abrió las persianas para que circulara un poco de aire pues había calor. De repente sale al encuentro una niña simpática con un chupete en la boca y se quedó

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mirándome con curiosidad. Él me dice: -¡Ah!, esa es mi pequeña-, la niña se va corriendo hacia otra habitación. Manuel va a la otra habitación y aparece con un portafolio en la mano y se sienta en su sillón sacando una serie de papeles con un mapa y me dice: -Mira aquí está tu boleto aéreo, según la fecha debes estar el martes en el aeropuerto una hora antes, en la mañana, luego sacó unos billetes y me explica: -Aquí hay 300 Euros, cuando llegues a Chile lo cambias en pesos chilenos para costear tu estancia, transporte, comida. Aunque también la otra parte de dinero lo tiene nuestro amigo cubano Mario, que vive en la Patagonia chilena que se encargará de asesorarte, de buscar alojamiento, comprar los equipos necesarios y materiales. Mario vive en la ciudad de Punta Arenas y es profesor de Educación Física en un Colegio Católico, me enseñó su foto y abrió el mapa de Chile y me dijo que cuando llegara a Santiago de Chile podía quedarme unos días y conocer la ciudad. Después debía partir hacia la estación de autobuses y allí sacar el pasaje para ir a la cuidad de Puerto Montt y me indicó señalando con el dedo donde quedaba la ciudad. Luego debía ir al puerto y tomar un ferry que navegando por tres días llega hasta una pequeña y lejana cuidad de la Patagonia llamada Puerto Natales y queda muy próximo a la capital de la Patagonia chilena, la ciudad Punta Arenas. Me comenta que Mario es un conocedor de la ecología, de los parques nacionales y de la sabiduría chamanica de aquella región. Nuestro presidente Roberto Núñez y Mario fueron amigos de la infancia y siempre intercambian conocimientos. Yo dije: -Vaya que interesante son estos profesores de Educación Física, pues lo que conozco aquí, la mayoría tienen poco interés por la cultura, son bueno deportistas pero nada más-. Manuel me responde: -Bueno, ellos han tenido la suerte de ser inquietos, de ver otras experiencias, han viajado y han sabido aprovechar muy bien los conocimientos, la vida está llenos de sorpresa y a veces solemos generalizar a las personas y a la sociedad-. Siento las pisadas de la niña pequeña que venía corriendo hacia su papá, él lo toma por los brazos y la carga hacia el hombro. Mientras observaba el afecto paternal de Manuel hacia su pequeña que le susurraba palabras dulces a su oído. En un momento de duda yo le pregunto a Manuel –Sabes que en el programa del Partido Verde, menciona algo que me despertó curiosidad, es sobre la fundación de un Centro de Estudios y Desarrollo para el Pensamiento Cosmopolita, ¿no 45/140


comprendo bien cuál es la función de esta futura institución? Manuel me observa detenidamente y me explica: -Mira la creación de este futuro Centro de Estudios es lograr la superación del monoculturalismo, la estrechez de miras de una cultura y mentalidad muy local, insular como un círculo vicioso que padece Cuba. El objetivo es tratar de fortalecer el desarrollo de la diversidad e integración de valores interculturales que sirva para una mayor comprensión, entendimiento social y global. El interculturalismo plantea el reconocimiento de las diversidades socio-culturales del mundo admitiendo las semejanzas, a pesar de las diferencias y promover la reciprocidad entre las culturas de otros países y etnias no diferenciadas ni exclusivas. También nos ayuda a revaluar otras identidades culturales, redescubrir y reformular nuestra idiosincrasia cubana desde una óptica intercultural abriendo y ampliando su visión hacia el mundo. Estudiar sus características aprendiendo a valorar, asimilar los contrastes de adentro y de afuera. De esta forma pensamos también aplicarla como aporte en la educación del país con la ayuda de la tecnología de la información. El Centro de Estudio destaca el pensamiento de filósofos acerca de la importancia de la educación cosmopolita. Hay que erradicar el egocentrismo cultural buscando una identidad más tolerante y más intercultural. La cultura no es algo inamovible ni ahistórico y que forma parte de una esencia permanente de una comunidad de vida. La cultura siempre está en proceso de construcción, de dinamismo por las constantes interacciones sea de personas, de un grupo, de una comunidad o de otras culturas. En resumen la cultura siempre será transformativa y evolutiva a través del tiempo. Manuel comenzó a toser fuertemente y me dijo con voz ronca:-Disculpa Pedro estoy algo resfriado, llovió mucho hoy-.Después de una pausa continuaba explicándome:-Incluye fomentar la educación multidireccional que propone el destacado filosofo contemporáneo Edgar Morin que es educar hacia el pensamiento complejo que puede romper con los antiguos esquemas mentales que guían nuestra visión limitada y egocéntrica del mundo. Morin promueve la visión de la ciudadanía planetaria que por ejemplo está presente en todos los movimientos humanitarios como los ecologistas Greenpeace. Con Survival Internacional que defiende a todos los pueblos indígenas, los médicos sin fronteras o del mundo, los educadores sin fronteras, ayuda a la infancia. Es decir todas estas organizaciones trabajan con la misma idea: Todos somos ciudadanos, somos los seres 46/140


humanos del planeta tierra, de la misma patria y hogar. Con este fin también se creará una biblioteca abierta para investigar a los pensadores actuales más destacados de la corriente cosmopolita que han escrito valiosos libros y ensayos como Anthony Appiah, Edgar Morin, Ulrich Beck, Norbert Bilbeny, Zygmunt Bauman, Peter Sloterdijk, etc.- Una vez más me quedé fascinado lo avanzado que eran ellos en sus ideas. Manuel Hart me dice:-Pedro, para que tengas una idea del paisaje de la Patagonia y su entorno, te invito a quedarte para que veas una película titulada “Tierra de fuego” ¿Qué te parece?- Yo acepté con mucho gusto. Manuel llevó a la niña al cuarto, fue a la cocina y preparó café concentrado, panes con mermelada de Mango y queso fresco traído del campo. Él tomó la película que tenía en el estante, lo introdujo en un video algo obsoleto que hacía mucho ruido pero funcionaba y me invitó a tomar el café. La película “Tierra del fuego” realizado por el director chileno Miguel Litlin revela la época en que comenzaron a llegar inmigrantes extranjeros a la Patagonia chilena en busca del oro. Las imágenes están ambientadas a fines del siglo 19 y se contemplan los paisajes áridos de la Patagonia. Casualmente en la película trabaja el famoso actor cubano Jorge Perugorría (“Pichi”), interpretando unos de los personajes en este lugar lejano. Se trata principalmente del explorador rumano Julio Popper que llegó a la Patagonia durante la fiebre del oro. Popper era tan ambicioso que extrajo grandes cantidades de oro, hizo acuñar sus monedas e imprimió sus propias estampillas pero su codicia acompañado con un grupo de hombres aventureros llevó a la matanza brutal y cortar las orejas como trofeo a los nativos Onas de la región Tierra del Fuego en la Patagonia. El final del ambicioso Julio Popper fue trágico terminó huyendo hacia el norte de Argentina y al poco tiempo se infartó. Era casi las 11 de la noche, me despedí de Manuel Hart y me abrazó deseándome éxito. Pude tomar el bus o como se dice en Cuba “Cogí la Guagua”, el bus número 198, curiosamente estaba vacío pues casi siempre está lleno de gentes y hay que hacer filas esperando con paciencia de aguante, horas para tomar el transporte. La 198 abrió la puerta trasera sintiendo el sonido del aire comprimido y me dejó cerca de mi casa en la Habana Vieja, voy caminando y veo los faroles antiguos iluminados de luz amarilla. De repente siento el famoso cañonazo de las nueve, algunos turistas que paseaban se asustaron pues desconocían esta tradición habanera. 47/140


La historia del cañonazo data de la época de la colonia española quien la gobernación de la capitanía general decidió emplear el cañonazo para impedir que los habitantes fueran sorprendidos por piratas y bandidos que merodeaban por la zona y entrar a tiempo antes que cerraran la muralla de la ciudad. En aquella época, el cañonazo se disparaba dos veces al día: a las 04: 30 hora local, y después de las 20: 00 hora local. Así se anunciaba la colocación y retirada, de la cadena que, situada entre los castillos de la Punta y el Morro cerraban la entrada al puerto. La muralla de la Habana fue destruida en el siglo 19, solamente quedó un pedazo de muro cerca del puerto. Yo partía pasado mañana y tenía que preparar muchas cosas, dejar la casa en orden, terminar algunos encargos de pinturas que estuve trabajando hasta la madrugada. Yo estaba cansado y me asomé al balcón con su hierro ornamentado al estilo colonial para respirar aire puro. Había silencio y la noche era tranquila pero sentía el olor del mar algo contaminado de la bahía cerca de mi casa y sentía el murmullo del sonido de las olas y el chirriar de los grillos, yo me sentía muy relajado, feliz y algo nostálgico. De repente veo una ventana abierta iluminada y sale una mujer desnudándose algo sudada, era Maritza la vecina del frente y en eso sigue su marido con su miembro erecto y hacen el amor en fracciones de segundo, de forma salvaje algo así como un sexo precoz y como si nada hubiera pasado ella se pone su bata de dormir y apaga la luz. Me quedé atónito y en ese momento lo asocié mentalmente con los perros callejeros cuando copulan, nos reímos de los caninos cuando hacen esto, pero no olvidemos que también somos parte del instinto animal. Reflexionaba sobre unas de las propuestas del Partido Verde, era la reforma del Calendario de las 13 Lunas en reemplazo del Calendario Gregoriano, desde mi punto de vista era algo desafiante, pero a la vez innovador porque ayudaría a recuperar el tiempo perdido producido por el aislamiento del actual y atrofiado sistema político cubano. Emplear el equilibrio de la tecnología, economía, el entorno humano y ecológico como hábitat. Ya conocía acerca de este calendario, lo había leído en un libro. En realidad el Calendario de las 13 Lunas nace en el mundo de los mayas y la humanidad fue privada del regalo del conocimiento del tiempo. En el año1583 la iglesia católica instaló su "reforma" del tiempo conocida como el Calendario Gregoriano. Simultáneamente a la proclamación del Calendario Gregoriano fue el desarrollo del tiempo mecanizado, rígido y la base de 48/140


toda la tecnología de máquinas, que nos sometemos a ellas. Coincidió con la creación del Reloj, la primera maquina y base de todas las maquinas, ocurrió el mismo año en que el Papa Gregorio XIII realizaba su reforma del Calendario Juliano y se inició la mecanización del tiempo. En lugar de una frecuencia de tiempo galáctica 13:20, el planeta fue legado con la frecuencia 12:60 (12 meses al año y 60 minutos la hora) de la tecnología de máquinas, la soledad humana y destrucción con el medioambiente, además de la superpoblación. La frecuencia 12:60 de la tecnología de máquinas es tiempo sustituto, el cual en realidad está basado en estándares de medida del espacio. En las revoluciones científicas e industriales que siguieron, la dominante mente materialista, dividida y adquisitiva que envolvió a todo el planeta. El Calendario de Trece Lunas Maya comprende estos conceptos, precisiones y busca integrar al hombre, despertar su conciencia y llevarlo a una vida en armonía, el equilibrio con todos los seres, con el avance tecnológico pero de forma sana y acorde con su medio ambiente. Un ejemplo de esto es el uso masivo de Internet con acceso gratuito para toda la población cubana. La frecuencia de 12:60, 12 meses y 60 minutos que corresponden al tiempo artificial, es la causante de la distorsión del cuerpo mental del ser humano y su visión materialista, que causa divisiones y un egocentrismo que lo ha llevado a perder de vista su integridad psicológica. Los defectos del calendario Gregoriano era el responsable por un cierto nivel de desorden en la sociedad humana. El calendario Gregoriano hace cálculos de días y fechas muy difíciles porque los meses son de medidas desiguales así es que los días y las fechas de la semana varían de un mes a otro mes y de año a año. La frecuencia del Calendario Maya 13: 20, las 13 Lunas y 28 días constituye la armonía del ser humano con el universo y en la mejora de sus relaciones. Conocido también como Calendario Lunar por que está basado en el ciclo de la menstruación femenina y en la Madre Tierra de la fertilidad. Es un calendario natural y no artificial como el Gregoriano. Actualmente hay un Movimiento Mundial de Paz de las Trece Lunas que propone la sustitución del actual calendario promovido por el conocido historiador José Arguelles y presidente actual de la Fundación para la Ley del Tiempo. En realidad no se trata de un capricho etnológico, tomemos en cuenta al conocido filósofo francés Auguste Compte, padre del positivismo y de la sociología moderna también ideó el Calendario Internacional 49/140


Fijo con trece meses para resolver los días sobrantes, equilibrar la polaridad del tiempo como el Sol y la Luna valorando los ciclos naturales del tiempo para el desarrollo humano. Seguí pintando el encargo hasta el amanecer mientras pasaban las horas en la madrugada fresca, escuchaba la música de Pink Floyd, que traducido al español significa “Voladora Rosada” creada por el legendario integrante del grupo Syd Barret. Al penetrar sus sonidos en mis oídos sentía que perdía la materia, que mi resistencia física declinaba y me disolvía en la armonía y en la escalada de melodías interiores. Una sensación difusa, un sentimiento inefable, un éxtasis místico que me reducía a una unión de vibraciones, de sensaciones íntimas y de sonoridades hechizantes. Los integrantes de este Rock musical con tendencia electrónica y psicodélica elaboraron un sonido cósmico, mágico y único. Realmente ¿cómo se podría describir con palabras el modo en que las melodías se despliegan, y la manera que tiene mi cuerpo de vibrar, integrado a la vibración universal, evolucionando en sinuosidades fascinantes cuya subconsciencia etérea me transportaba? Recuerdo que la primera vez que escuché Pink Floyd fue en la casa de mi profesor de pintura, en el barrio de Marianao. Waldo Saavedra era un hombre de baja estatura y un pintor hiperrealista con éxito, años más tarde emigró a México y trabajó como artista para el conocido grupo musical Maná y famoso por haber pintado desnuda a la princesa de Asturias cuando Leticia trabajaba como periodista en México. Le pedí a Waldo que me grabara Pink Floyd. Él me cuenta que fue a casa de su amigo el afamado músico cubano Edesio Alejandro y mezcló diferentes álbumes en su equipo de grabación en un solo cassette. Waldo decoró con pintura acrílica el cassette con colores rosados y me hizo el regalo con gran afecto. La combinación quedó a la perfección, seleccionando los puros sonidos electrónicos que hacían vibrar y conectar el alma con el universo. Desde entonces al escuchar tantas veces Pink Floyd recreado por Edesio casi a diario se convirtió en mi guía espiritual interior, desarrollando una formación en conexión con el universo, con la existencia profunda, con el Ser, un lenguaje secreto y musical que me abrió mi mente hacia lo más recóndito del inconsciente colectivo y el acceso a una melancolía infinita. De ahí fomentó el conocimiento hacia un amor trascendental. Más tarde supe sin darme cuenta que Pink Floyd influyó en mi formación y en mi personalidad como mi maestro superior. Me sentía parte de su cosmovisión que penetró en mí durante mi adolescencia y juventud. 50/140


Al mediodía me visita Roberto Núñez y contempla mis pinturas por un rato que estaban en mi taller y me dice: -Bueno, Pedro vengo a desearte un buen viaje y si puedes me harías el favor de dejar este paquete a mi amigo Mario que vive en Punta Arenas-.Yo dije que no había problemas y me dijo maravillado: -Me gustan tus pinturas costumbristas- yo le dediqué uno felicitando por su labor para una Cuba diferente y abierta al mundo. Él se emocionó, me abrazó y me dio las gracias. Luego de la despedida me pongo a pensar acerca de proyecto “Theta” -¿Cómo será el lugar remoto que me tocará ir, soportaré el frío extremo de allá?- pero desvié la preocupación y comencé a hacer fideos a la napolitana con salsa de tomate y orégano. Yo me dije “Quien no se arriesga, no triunfa”. Siento el sonido del claxon y el ruido de una motocicleta y oigo un grito desde abajo -¡Pedroo!- Salgo al balcón y era mi amigo Javier. Le puso a su motocicleta una cadena gruesa con un candado para evitar que se lo robaran. Me saludó con alegría de siempre, se sentó cómodamente y cruzó sus piernas mostrando sus enormes sandalias de cuero bien confeccionado. Le dije: -Oye, Javier, justamente iba para tu casa, pues mañana me voy para ChileMe miró con nostalgia de un amigo que se va y me pregunta: -¿Vas a exponer allá?- yo le dije: -Voy a participar en un proyecto en el fin del mundo-. Javier se quedó asombrado, luego de contarle acerca del proyecto “Theta” y de las personas que había conocido del Partido Verde de Cuba. Me dice no apartando de su asombro: -¡Qué interesante!, no sabía que había una organización ecologista aquí, claro como la mayoría vivimos en ciudades no tenemos una conciencia ecológica, vemos por ejemplo la playa, las palmeras y el camping como lugares de disfrute para pasarlo bien, encender la fogata, tomar ron y bailar con mujeres pero no conocemos o no vivenciamos el contacto con la naturaleza desde el punto de vista contemplativo o místico- Le digo: -exactamente es lo que persigue el Partido Verde que las gentes entren en comunión con la naturaleza a través de programas de educación con métodos vivenciales con el entorno y de esta forma expanden su conciencia, trascendiendo de su ego personal. Después de un silencio Javier me comenta: -Sabes que leí unas de las últimas obras literarias del escritor Alejo Carpentier titulado “El derecho de asilo”- y me pregunta ¿lo 51/140


has leído?- Yo respondo que no y Javier me dice: -pues, te comentaré acerca de su obra y es sumamente interesante, la novela se desarrolla en una arquetípica república latinoamericana. Con su despliegue de símbolos patrióticos –escudo, bandera, uniformes militares-. El protagonista es Secretario de la presidencia y Consejo de ministros. Cuando el presidente es derrocado en un golpe de estado, el secretario huye y se las arregla para refugiarse en la embajada del país vecino, con el que existe una disputa territorial y el nuevo dictador provoca al país vecino en un intento de exaltar el nacionalismo con el suyo propio para así desviar la atención de la represión interna. El secretario permanece en el país vecino durante tanto tiempo, que solicita la ciudadanía, ya que la embajada es parte del territorio nacional, aunque ubicada, naturalmente, en suelo extranjero. Además, como el secretario-que es ahora el asilado-, para matar tiempo, se ha dedicado a cumplir la mayoría de las funciones del embajador, inclusive hacerle el amor a la esposa de éste, al adquirir la ciudadanía del país vecino es nombrado embajador ante su país de origen, cuyo territorio nunca ha abandonado. El cuento funciona con la claridad de una situación grandilocuente: se trata de una ambigüedad. El relato concluye cuando el antiguo secretario le presenta sus credenciales al General Mabillán, el dictador, y ambos bromean en voz baja en el tono burlón de viejos compinches. Javier hizo una pausa y continuó: -Me di cuenta de varias cosas, pues la ironía en la novela “El derecho de asilo” es que el secretario se las arregla, a fin de cuenta, para regresar: es decir, que sí logra “renacer” en otro que es él mismo, aunque no completamente. Una vez que logra esto, sin embargo, lo acecha la sorpresa de que, del otro lado, las cosas siguen esencialmente iguales; de ahí las jergas que comparte con el dictador al final del relato. Lo interesante es que la reciente revelación de que Alejo Carpentier no había nacido en Cuba, sino en Lausana, Suiza, y que por lo tanto mintió toda su vida sobre el asunto, le atribuye un interés especial a “El derecho de asilo”. El relato se trata, en gran medida, sobre el tema de la nacionalidad, proponiendo que ésta se crea artificialmente a base de una elocuencia y unas imágenes dadas. El protagonista cambia de nacionalidad sin salir de su país, y adquiere la de otro sin visitarlo siquiera. El reducto de la embajada es un país en pequeño, rodeado por otro no menos artificial. El escritor Alejo Carpentier satiriza el 52/140


nacionalismo latinoamericano, en un tono juguetón, ahora que sabemos que Carpentier no era cubano de nacimiento, pero dijo serlo y que estaba indagando en una duda que lo afectaba de manera personal. Pero más allá de este plano privado lo más importante es que pone en una jugada el nacionalismo, la cuestión de identidad y la nación-. Yo dije: -Vaya, mi querido amigo Javier, no sabía que tenía tan buena retórica literaria, realmente es muy interesante lo que me planteas, ahora que me puse a pensar en este tema, pues me enteré que el gobierno español está modificando su Código Civil para conceder la nacionalidad a nietos de emigrantes españoles y en Cuba se calcula que hay probablemente cerca de cientos de miles de cubanos que son nietos de españoles ¿Qué va a pasar realmente?, imagínate que una parte de la población cubana adquirirían la ciudadanía europea con todos sus derechos, he aquí la ironía de la patria que escribió Alejo Carpentier. Su visión se cumplió y el escritor se adelantó a su tiempo, lo que en cierto modo, la patria no es una cosa material, sino una cuestión cultural y temporalmente histórica. Creo que lo sagrado está más bien en la vida y los seres humanos de este planeta-. Javier me dijo: -en efecto, Pedro, los tiempos cambian, como también espero que algún día el Partido Verde se reconozca como institución vital para el país-. Javier se levantó de la silla y sacó de su mochila un CD musical de Ibrahim Ferrer y lo puso en el equipo de audio que yo tenía en la sala y me dijo: -Te vas de viaje, pero intuyo que no volverás esta vez-. Javier se encontraba sentimental y sonreía con lágrimas en los ojos. Mientras se escuchaba la voz pura y suave del rey del Son cubano de Ibrahim Ferrer con su disco en solitario “Buenos hermanos” es una oda a la canción romántica, a la vida del barrio, nostalgia de sensaciones tranquilas y cadenciosas. El efecto de la música estrujó mi corazón y se me hizo un nudo en la garganta, también tenía lagrimas en los ojos, pues sabía que esta vez no volvería. Javier me dijo: -Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío, que no lo puede llenar…la llegada de otro amigo-. Yo les di palmadas al hombro, le dije que todo estaría bien que el mundo es un pañuelo y las distancias no existen. Luego de un largo silencio Javier me cuenta que el hermano de Héctor tiene un auto en que puede llevarme hasta el aeropuerto y me dijo: -Pues, supongo que no vas a ir bicicleta hasta el aeropuerto, nosotros te llevaremos-. Me reí y me acordé de un vecino que ganó la Lotería de emigración hacia Estados Unidos, popularmente conocida en Cuba como “El 53/140


bombo” y el vecino se fue en bicicleta hasta el aeropuerto, solamente llevando de equipaje una mochila e iba vestido con un short deportivo, en sandalias mal confeccionadas y una camisa ligera como ir a una playa en vez de emigrar, pues de la Habana a Miami son solamente 40 minutos en avión. El vecino no regresó más. CAPITULO 5 Eran las 6 de la mañana, ya estaba vestido y con mis equipajes listos, justamente a esta hora puntual, Javier y Héctor tocan a la puerta y me ayudaron a sacar mis equipajes con silencio para que los vecinos no se enteraran que me iba de viaje o de lo contrario me hacían muchas preguntas, especialmente la vieja Josefa. Héctor me ayuda a colocar el equipaje en el maletero del auto y me presenta a su hermano quién conducía. Nos marchamos tomando por la dirección avenida Rancho Boyeros que nos conduce hacia el aeropuerto internacional. La avenida Boyeros tiene un microclima envidiable, nunca hay calor y el aire es fresco, tiene mucha naturaleza exuberante y abundan palmas reales. Yo contemplaba la vista mientras mis amigos estaban durmiendo en el asiento trasero. Estábamos cerca del aeropuerto y veía desde lejos varias aerolíneas, unas de ella llegaba de Chile con sus luces rojas intermitentes en sus alas, recién había aterrizado. El hermano de Héctor estacionó su auto en el parking del aeropuerto, sacamos los equipajes e hicimos la fila para abordar los equipajes y por suerte no había sobrepeso, sino me cobraban muy caro. Luego fuimos a la cafetería que estaba en el segundo piso del aeropuerto. Yo los invité a tomar café con leche y pasteles, mientras desde abajo veíamos pasar las azafatas muy elegantes que nos seducían por su belleza. Se olía un olor delicioso que emanaba las tazas de café con leche caliente en la mañana muy temprano. Fui hacia un teléfono público y llamé a mis padres para despedirme de ellos. Yo le pasé a Javier las llaves de mi casa para que él pudiera quedarse a vivir, pues en realidad me importaba poco tener casa en Cuba, yo era más bien bohemio y en la ley cubana si estabas más de un año en el extranjero, los militares se quedaban con la casa y lo triste es que los bienes no pueden ser vendidas ni compradas pues es una ley del gobierno. Las cosas de

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valor material de mi familia, se lo envié a mis padres a Trinidad y la casa quedó casi vacía, dejando algunos trastos y muebles. Compré una cajetilla de cigarros con filtros, pues muchos cigarros cubanos lo venden sin filtros y te pican fuertemente la garganta. En la mesa todos comenzábamos a fumar pues estábamos nerviosos y comenzamos a hablar de puros temas cotidianos. A Héctor le preocupaba las ventas de las piezas de cerámica y luego con Javier hablábamos de los recuerdos cuando estudiábamos en la Academia de Bellas Artes. De pronto se oye una música ligera y una voz femenina que avisaba el embarque a los pasajeros rumbo a Chile. Me sentía sobreexcitado a diferencia de los viajes que hacía antes, sabía que esta vez iba a un lugar lejano y que iba a ser diferente por que no habría retorno. Bajé al primer piso y fui a hacer la fila donde hay varias cabinas cerradas, es el lugar donde se estampan las salidas de los pasajeros. Me despedí de mis amigos rápidamente y al entrar en la cabina había un oficial de tez morena y bigotes muy gruesos que me miró serio y apático y me pidió el pasaporte, por mi mente pasaba mucha preocupación, estaba sudando pues viajaba con un proyecto cultural del Partido Verde Cubano, no reconocido por el gobierno. El oficial se quedó mirando mi pasaporte por un largo rato y llamó a su teléfono privado de la cabina dando todos mis datos personales, me puse blanco como la pared pues era algo insólito aquella conducta. Colgó el teléfono mientras venía otro oficial de rango mayor vestido de uniforme color verde olivo, revisó mi pasaporte y me preguntó donde vivía, de repente por una fuerte intuición respondí otra cosa: -Soy sordo, no oigo bien-. Los oficiales se miraron y hubo un largo silencio. El oficial de mayor rango le dijo unas palabras en voz baja al otro oficial que apenas se podía oír. El otro oficial de rango menor, cambió de postura y rápidamente al mirar su reloj, me estampó la salida, sin decir una palabra y escuché el timbre de la puerta de cabina. Salí pálido sudando y me senté en una mesa pidiendo al camarero un vaso de jugo de naranja frío. Después de unos minutos tomé las fuerzas para caminar y abordar mientras yo entraba al avión de color azul oscuro y blanco. Las dos azafatas me decían: -Bienvenido a bordo-y me ofrecía un diario de Chile.

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Me senté en el asiento de clase económica mientras por la ventanilla miraba el ala y sentía el ruido del motor. Unos 15 minutos el avión comienza a moverse hasta acelerar a su máxima velocidad y al despegar rápidamente veo una fuerte corriente aerodinámica que rozaba con el ala y el movimiento de los alerones, iba atravesando nubes y se sacudía un poco, en este momento había una azafata que iba con los brazos en el abdomen corriendo hacia el baño y tropezando con los asientos. Fue algo insólito en pleno despegue. Veía la ciudad desde lejos y sentí una fuerte melancolía. Una vez desabrochado los cinturones, salió la azafata del baño pero con la falda algo húmeda, su expresión sudaba pero seguía erguida y arreglándose su pelo oscuro. A mi lado estaba sentado un señor calvo y delgado. Él estaba leyendo un libro titulado “Ningunismo, homenaje a Roy Khalidbahn” y me atrajo el interés por lo que pude vencer la timidez y dije: -Muy interesante el título-. El señor calvo sonrió y se presentó hablando un español con acento neerlandés: -Me llamo Jacques, soy de Bélgica de la ciudad de Hasselt-. Yo igual me presenté. Jacques me preguntó: -¿A que lugar de Chile vas a visitar?- yo respondí que iba a la lejana Patagonia, él se asombró y me dijo que era un lugar muy exótico. Jacques masticaba pastillas de menta para superar el dolor de oídos por la altura. Él me dijo: -Voy a visitar el desierto de San Pedro de Atacama, el norte de Chile, me gustan los desiertos y colecciono fotografías de estos lugares-. Jacques sacó una foto y se veía la imagen de un paraje desértico color rojizo de una zona en Australia. Luego de beber vino rosado que Jacques pidió a la azafata y me invitó a una copa. Él comienza a contarme acerca del libro. Roy Khalidbahn era en realidad argentino, su nombre verdadero era Rodrigo Martín Serra, licenciado en Relaciones Públicas en Buenos Aires. Se dedico al estudio del pensamiento universal y fue un incansable buscador de la verdad, considerado como el filósofo contemporáneo más importante y creador de la nueva escuela filosófica conocida como Ningunismo. Rodrigo M. Serra tuvo la curiosidad de emprender una exploración urbana a través de las alcantarillas de su ciudad junto con varios jóvenes. Murió ahogado repentinamente en los túneles pluviales cuando se desató una temporal. El resumen de la filosofía del Ningunismo consiste en recuperar nuestra interpretación autárquica de la realidad social, implica evadir la norma social, dejando de lado las copias mentales que nos llevan “el deseo de ser como todos”. Busca la insurrección en la vida cotidiana. El camino hacia el Ningunismo involucra a aprender a cuestionar el entorno 56/140


hacia una búsqueda de una total independencia de cualquier ISMO o línea de pensamiento relacionado a conceptos estáticos y moldes de conducta. El Ningunista plantea que no somos iguales, sino ecuánimes. La filosofía busca una ecología psíquica. Roy Khalidbahn escribió un manifiesto conocido como la Tesis 222, donde expone su pensamiento. El Ningunismo critica la ilusión de la totalidad, al engaño de creer que “aquello que todos hacen” implica una verdad, llevando a las personas a autodefinirse como ilusiones de cuestionamiento del yo de acuerdo a las normas sociales. El pensamiento ningunista busca recuperar la percepción autárquica de la realidad, de lo externo, no dejarse influir por meta mensajes surgidos del llamado “consenso social”. En lo interno, ir en busca de “la razón de ser” y abandonar la meta de la “obligación de aparentar”. La Tesis 222 propone autarquía, o sea un gobierno independiente, donde nadie dice qué pensar, hacer, sentir y podamos ser monarcas de nuestro propio reino: el reino interior. Para Roy Khalidbahn, “el estado mental ningunista” requiere la práctica del Auto jaque-mate y la insurrección contra la vida cotidiana a fin de desconstruir los mensajes provinentes del “consenso social obligatorio” Este destino de desprogramación mental es un camino a reencontrar lo autentico de cada individuo. El Auto jaque-mate, consiste en “no hacer lo que las ganas quieren”. Sobre la base de que los deseos no son tan auténticos como influidos desde el exterior, conlleva una disciplina mental para no dejarse llevar por ellos. La ilusión de la totalidad (“todos lo hacen”) es una forma de limitar la conciencia del desarrollo individual. Por otro lado, la misma técnica permite trascender limitaciones, en busca de potencias dormidas. “Vencerse a si mismo” en aquellas cosas donde el fluir de la personalidad se detiene. El consenso social pretende imponer y busca igualar las conciencias, anulando lo personal y convertirla en masas colectivas. Esa alucinación social, impuesta por “La Totalidad” estaría produciendo un efecto indeseable en la identidad pensante. El Ningunismo busca instar un proceso individual y sin cátedra, sino que además le devuelve al hombre la aptitud de discernir, diferenciar, discriminar y así recuperar la libertad: sus propios contenidos autárquicos. El hombre se convierte en un insurrecto con causa: combatir la alucinación social.

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El ideal de futuro de Roy Khalidbahn era crear un arquetipo en cada persona, destinado a ayudar a otros a encontrar su propio sentido, y entre todos, conformar una sociedad diversa y rica en contenidos. Naciendo un ser auténtico con su propia identidad y NO un ser individualista con intereses hedonistas. Nuestra psiquis colectiva se infecta de modas, tendencias, ISMOS, hábitos, maneras de ver la vida e incluso una ilusión de “Totalidad” que destruye a todo lo diferente llegando un momento en que ya la imaginación no puede ser tuya. La filosofía ningunista expone que la libertad es un estado de conciencia, al cuál solo se puede llegar ampliando los horizontes. Tanto espirituales como mentales. Los medios utilizan los sentidos, en especial la imagen, sonidos, palabras, sugestiones, para inducirnos en un sueño dentro del sueño, un ser fabricado masivamente, creado para condicionar y no para liberar de las ataduras de la rutina. El bombardeo diario y constante de las imágenes de los medios refuerza condicionamientos e impiden despertar del sueño de la cotidianidad creando nuevos arquetipos esteriotipados que guían al rebaño con las mentes condicionadas. La falsa “Totalidad” intenta absorber todas las energías creativas, innovadoras o energías que salgan de las normas impuestas. Toda ideología está asociada a la rigidez, frialdad, conceptos estáticos y moldes de conducta que justifican cualquier acto para lograr metas e imponer una forma de decodificar el mundo, sobre otra igualmente subjetiva. Por eso la forma de pensar del Ningunismo está formulada en formato de constante Tesis, dejando lugar al despertar de la duda y a la revisión continua. Debido a su mutación o cambios constantes de contenidos teóricos y prácticos no puede, quiere, ni debe, ser asociado a cualquier identificación de masas o de un grupo. El trabajo del hombre ningunista, es ser insurrecto de la cotidianeidad, es el de desbaratar el concepto del consenso, o el imaginario social contaminado. Jacques había tomado mucho vino, después de contarme casi tres horas sobre la interesante filosofía ningunista de Rodrigo Martín Serra (Roy Khalidbahn). Me sentí muy bien y a la vez entusiasta de esta escuela, era algo muy nuevo para mí e incluso para muchos. Después de una pausa, Jacques fue al baño, regresó, tomó una almohadilla del asiento y cayó en un profundo sueño dejando la boca abierta. 58/140


El vuelo transcurrió tranquilo y rápido de lo que menos pensaba llegando al territorio chileno después de 7 horas, comienzo a ver puras cordilleras desde la ventanilla y algunas tenían nieves en la cima. El avión comienza a descender y muy de cerca se veía un tren pasando por la cordillera y también divisaba carreteras. Siento un ruido muy fuerte en los motores el avión comienza a acelerarse mientras descendía más hasta tocar de repente con la pista y se veía en ambos lados los focos de color azul que daba una sensación futurista. Llegaba al aeropuerto internacional de Santiago Merino Benítez. Una vez salido con los equipajes hago cambio de moneda y había frío en Santiago. Pido un taxi y el taxista coloca mis equipajes en el maletero y me pregunta con su acento típico chileno: -¿A donde vai?Yo le pregunto: -¿Hay algún hostal cerca donde pueda alojarme?-El taxista sonríe y me dice: -Aquí no, poh, pero si te puedo llevar a un hostal que está en el centro de Santiago-. Era ya de noche en Santiago y a lo largo del camino no se veía nada solamente algunos clubes nocturnos con luces de neón hasta que llegamos al centro de la cuidad de Santiago y tenía un aspecto muy moderno. Llegué a un hostal antiguo de dos plantas que decía “Doña Alicia”. Me atendió una señora mayor y gorda. Ella cojeaba con su bastón y me invitó a su comedor a que tomara un té caliente con bizcochos y me presentó a su hijo pero era tan gordo que padecía de obesidad y no podía levantarse de la silla a saludarme, yo veía a cada rato como picaba jamones, panes, chocolate y usaba el control remoto para cambiar de canales de la televisión. La señora y él me hacían preguntas típicas de que como era La Habana y como vivían las gentes allá, yo tenía que hacer un esfuerzo por conservarme amable pues me encontraba muy cansado producto del estado de tensión nerviosa en que me encontraba. Luego ya en la medianoche la señora Alicia me muestra el cuarto donde dormir y entré mis equipajes que estaban en el pasillo y me tendí en la cama quedando dormido con la ropa puesta. Al día siguiente ya era mediodía y sentía frío. Fui a asearme y me vestí. Me encuentro con doña Alicia que estaba lavando ropa y le pregunto donde vendían abrigos en una tienda cercana y me dice: -A unas cuadras de aquí hay una tienda de ropa americana de segunda mano, venden ropas muy baratas-. Yo le digo que iba a salir a conocer la cuidad y ella me dice con su acento típico: -ándate no más mi hijito, que tengas buen provecho-. 59/140


Compro un abrigo de lana en una tienda cercana y unas cuadras tomo el metro para ir al casco histórico. Pude conocer la plaza principal donde estaba la Catedral Metropolitana de Santiago con una mezcla interesante de estilo neoclásico y parte estilo barroco alemán. Habían vendedores ambulantes, artesanos, músicos y me llamó la atención de las ventas de afiches y artesanías de estampas de cerros de la vieja cuidad de Valparaíso, Isla de Pascua con sus enormes monolitos esculpido por los nativos, esfinge del poeta Pablo Neruda, del conocido grupo de rock “Los Jaivas”, las estampas del “Ché” Guevara, etc. Luego veía pintores ambulantes y cosa que no había en las plazas de la Habana, me refiero a los pintores que pintaban un cuadro de paisaje en diez minutos con Spray usando plantillas que despertaban interés a muchas gentes. Seguí caminado y conocí el majestuoso Palacio de la Moneda, sede del gobierno y es la única edificación con estilo neoclásico italiano puro existente en toda América y se construyeron las paredes de ladrillos gruesos, de más de 1 metro de espesor, para que el edificio soportara los terremotos de la ciudad de Santiago. Al frente veía a un grupo de jóvenes protestando e insultando al presidente de Chile pero lo interesante es que la policía no hacia nada, solamente conservaban el orden y las cosas seguían normalmente su rutina. De ahí fui caminando y cerca de la Universidad de Chile veo un cine en que había un cartel grande pegado anunciando la película que exhibía titulada “Powaqqatsi”, eso me sonó muy familiar y al ver que era el mismo director Godfrey Reggio que había realizado la película “Koyaanisqatsi” que me había prestado Yolyanko en la Habana, me percato que era la segunda parte o versión de la película. Me entró la curiosidad por verla y entro al cine. Me siento en una butaca cómodamente, pero al lado había una mujer hablando, coqueteando con su celular y comiendo palomitas de maíz, ella se reía, se sonrojaba, apaga el celular y sonaba de nuevo con una música que molestaba y no paraba de hablar mientras hacia piruetas con el pie de su zapato, pero de pronto veo como la mujer se estremece y se pone colorada. Ella se para bruscamente tirando el recipiente de palomitas al suelo y comienza a toser y no paraba de toser, se había atorado mientras apretaba su celular con una mano, yo trato de ayudarla pero ella en un ataque de pánico se va corriendo por el pasillo hasta que al fin logra salir de su asfixia, pero dejó en el suelo las palomitas de maíz, sin regresar a ver la película. 60/140


Comenzaba la película “Powaqqatsi” que en lengua Hopi, significa vida en transformación, la película se centra en el Tercer Mundo donde es el sacrificado trabajo humano el que cuenta para sobrevivir. Mientras se escucha la música sale unas imágenes que se ven un hormiguero humano extrayendo recursos del subsuelo. Se visualiza el agotamiento de la vida de unos para que otros tengan vida y por lo cuál es necesario el esfuerzo físico, importante para la supervivencia. La vida de estos seres humanos es el trabajo manual para arrancar la tierra de los frutos que van alimentarse. Lo humano no escapa a este ciclo laboral. Un mundo primario, agrícola, ganadero y minero por y para la tierra, donde el ser humano no es más que el espíritu de la comunidad. El director de cine engrandece el trabajo físico mostrando las labores artesanales, hoy abandonadas ya solo en las culturas del Tercer Mundo “Powaqqatsi” es también un homenaje a la celebración, a los ritos que nos hacen humanos, la muerte incluida, la religión, el trueque de bienes. La película muestra la importancia a la fe, de la religiosidad en todas sus formas y en todos los rincones del planeta. A diferencia de la primera parte de “Koyaanisqatsi” que sorprendió al público por el uso acelerado de las imágenes. En cambio “Powaqqatsi” muestra su riqueza mostrando sus imágenes donde el dolor, la alegría, la celebración se acentúan con el movimiento lento de la cámara que arranca toda la expresividad de los personajes acompañada con la magistral música de Philip Glass, al final de la película entrevistan al director Godfrey Reggio donde afirma que “Powaqqatsi” no es una película sobre lo que debería ser o no debería ser, sino una impresión, un examen sobre cómo la vida está cambiando. Eso es todo. Existe lo bueno y lo malo. Lo que perseguimos capturar es nuestra unanimidad como cultura global. La mayoría de nosotros tendemos a olvidar a esto, atrapados como estamos en nuestras trayectorias separadas. Salí del cine algo hipnotizado por el efecto musical, realmente me encantó. Continué paseando por la cuidad, pude conocer el barrio bohemio Bellavista donde hay galerías y talleres de arte, club de Salsa, Merengue y restaurantes de todas partes del mundo que reflejaban un colorido como la acuarela. En este barrio había una casa de dos plantas y de color azul llamada “La chascona” donde vivió Pablo Neruda. Luego seguí caminado como una hora hasta llegar al barrio de Las Condes, donde me atrajo un atractivo Púb. irlandés 61/140


de dos pisos llamado Flannery´s casualmente había una actividad sobre el primer Festival Celta Interamericano, aproveché la ocasión del evento y pude escuchar música céltica de varios músicos estaban el grupo chileno “Viento Celta” que tocaban la música tradicional irlandesa, un grupo uruguayo de cuerpo de bailes y banda de gaitas escocesas llamado “Riverside pipe band” me quedé deslumbrado con su show y también tocaron el grupo argentino “Lir” donde se escuchaba mucho la gaita asturiana. Luego fui caminado y tomé por un cerro a cuesta hasta llegar al San Cristóbal, un mirador alto donde se ve la vista panorámica de la cuidad. Yo notaba cierto smog en el ambiente y verla sumergida en un hoyo rodeados de cordilleras con la ausencia del mar. Regresé muy cansado al hostal y decidí partir mañana. Muy temprano tomé el Taxi y me despedí de doña Alicia y su hijo. Me dirigí a la estación de autobuses y compré el pasaje para Puerto Montt. El viaje fue largo e incomodo en una carretera larga y lineal dirigiéndose hacia el sur, eran como doce horas de viaje y ya me dolía el culo. Llegué a Puerto Montt, había lluvia y un frío terrible ¡Que cambio de tiempo! me dije, luego conseguí alojamiento cerca de la estación de autobuses y pude descansar hasta el día siguiente. La cuidad seguía lloviendo por lo que era muy normal en esta estación. Estaba relajado y contento, silbaba y me afeitaba a pesar del olor desagradable a gas que emanaba la estufa vieja. Me abrigué bien y salí a tomar un café cerca del puerto. Luego salí a caminar y no me importaba la torrencial lluvia, pude conocer la linda Catedral de Puerto Montt, el mercado de variedades de mariscos y pescados que seducían el paladar por sus ofertas y abundancia, pero al lado había un cartel de salud pública que decía ¡Cuídese de la marea roja!” y me disuadió a comprar mariscos. Luego en otro local puede ver la muestra de otoño de pinturas de paisaje local, pero no había vanguardia artística, las pinturas cumplían una función decorativa. Aunque después me comentaron que hay una isla cerca llamada Chiloé que cuenta con un museo de arte moderno. Visité el museo municipal donde se exhiben objetos de la etnia Mapuche Huilliche y de los colonos provenientes de Chiloé. Veo reproducciones y dibujos de figuras y seres mitológicos de la isla Chiloé tan conocida por sus leyendas que confunden la realidad con la fantasía en este lugar. 62/140


Me tentó visitar el archipiélago Chiloé cruzando a través de un transbordador, pude contemplar las maniobras de atraque y descarga de automóviles y luego navegar por el canal de Chacao, mientras estaba en el transbordador leía un libro acerca de Chiloé, lo que más me interesó eran su mitología, figuras como la Pincoya que viene siendo la sirenita, cuya misión es fecundar a todos los seres vivos del mar. El Caleuche representa el barco fantasma, el Trauko, un duende travieso parecido al tronco de un árbol, no tiene pies, ya que sus piernas terminan en muñones. Su esposa es la “Fiura” una mujer pequeña, grotesca y de extraordinaria fealdad y pululan por los bosques de Chiloé. Este archipiélago fue colonizado por piratas holandeses y luego por españoles creando un mestizaje interesante junto con los nativos del lugar. En la capital de Chiloé conocido como sector Castro más me impresionó es ver las típicas casas rusticas sobre pilotes de madera en el agua hacia la costa, conocidos como los palafitos. También sus casas con fuerte influencia noreuropea, son todas de tablas y se manifiesta una tendencia a quebrar el volumen con balcones y miradores que sobresalen de las fachadas de los revestimientos en tejuelas y son trabajadas como una filigrana que las transforma en sutiles encajes de gracia y las capillas construidas en madera con sus piezas unidas por tarugos en lugar de clavos con influencia de la arquitectura rural alemana, pues en esa época misionaron los jesuitas bávaros. Visité la feria artesanal y descubrí que Chiloé es un paraíso de artesanía y mitología, donde se fabrican manualmente los objetos necesarios para la vida cotidiana, hay artículos de cestería, tejidos de lana hilada a mano, las grandes alfombras, frazadas, mantas, calcetines, gorros, chalecos con colores muy vivos y algunos con ocre usando tintes naturales, la cestería está fabricada con fibras vegetales. Caminé durante todo el día. De regreso a Puerto Montt mientras navegaba en un día gris y abundante lluvia, observaba hacia el poniente las dos enormes torres de tendido eléctrico que lleva energía a la isla mediante un largo cable. Al día siguiente pude recorrer la cuidad con más paciencia y ver que había colecciones de los colonos alemanes que se asentaron a la zona. Después tomé un pequeño bus algo anacrónico y pude conocer un poblado llamado “Frutillar” colonizado por puros alemanes, en este pequeño pueblo se conserva intacta la arquitectura típica de madera, molinos, casitas donde venden chocolate y cervecerías. Los restaurantes tienen nombres alemanes tales como Selva Negra donde se venden los famosos Kuchenes y tortas alemanas 63/140


También pude conocer a artesanos ambulantes que estaban en la plaza de Puerto Montt, vendiendo Chicha de manzana que es una variedad de sidra fermentada y dulce, también alfombras, gorros, chalecos bufandas, guantes hecho a mano con la lana de ovejas proveniente de Chiloé, las indumentarias de lana llevaban colores muy puros y llamativos y las decoraciones tenían motivos indígenas de la zona. Descubrí un símbolo interesante, el Guñelve de la iconografía Mapuche, el cuál puede ser descrito como una forma de estrella de ocho puntas y foliada, es decir cuyos extremos se dividen para formar dos nuevas puntas. El Guñelve representa la imagen del lucero, el planeta Venus que servía como punto de referencia a la evolución y ciclo de este planeta lejano para las cosechas agrícolas y de la fecundidad. Esta símbolo lo pude ver en un instrumento de percusión conocido como Kultrún usados por ellos, donde aparece dibujado de forma opuesta al sol y a la luna. Al otro día recogí mis equipajes y fui a la oficina del puerto de embarque, me atendió un agente de ventas de la compañía naviera y efectivamente mi nombre estaba registrado y me dieron el boleto muy amablemente. Me senté en la sala de espera de embarque donde había muchos turistas mochileros jóvenes con expresión de apatía e indiferencia al medio, yo trataba de entablar comunicación con ellos, pero no mostraban sonrisa ninguna y cada cuál estaba en el suyo. Así que fui a comprar una revista y me puse a leer. Sentía mucha humedad y el cielo estaba nublado y había neblina. Después de dos horas pude embarcar en el ferry que era un barco grande de color rojo. Me alojé en un camarote que tenía cuatro literas. Me tocaba dormir arriba y abajo se alojaba una australiana pelirroja de ojos claros y al lado una pareja de ingleses ambos rubios e introvertidos. El ferry comenzaba a navegar alejándose desde el puerto de la ciudad. Se oían los ruidos de los motores del barco y choque de las olas del mar con tonos grises. Sentía que la temperatura bajaba a medida que el ferry se alejaba del puerto. Así que aparté la vista y entré en la sala de estar donde había un guía de turismo explicando las rutas. El barco comenzaba a navegar por los canales patagónicos y me llevaba la atención la abundancia de arco iris, cascadas de agua pura que manaban de las grandes rocas llenas de 64/140


vegetación y aves volando alrededor de los fiordos típicos en el sur de Chile. Comí placidamente el primer día y fue relajado a pesar de la fuerte llovizna y viento que había. Observaba los turistas en la sala de estar algunos leían libros, otros conversaban en grupo, otros hacían chistes, otros caminaban solos dando vueltas por el barco. Pero había un turista que tenía su rostro lleno de angustia, caminaba con ansiedad, fumándose varias cajetillas de cigarros y él fue hacia la proa. Yo tomé un lápiz y un papel dibujando lo que veía alrededor muy concentrado en la técnica, de repente siento el grito de varias personas y me entero que el señor angustiado estuvo a punto de lanzarse al mar, fue sorprendido y detenido por unos de los oficiales de la tripulación. Mientras el señor gritaba y lloraba, el oficial trataba de calmarlo. Luego me contaron que era un señor alemán que padecía de cáncer terminal, que seguramente venía desde muy lejos para suicidarse y desconocíamos la razón. Luego fui al camarote y veía desde la ventanilla la llovizna y el mar gris. Descubrí una pequeña calcomanía pegada en la puerta. Era la bandera de la región de Magallanes y Antártica chilena, el lugar hacia donde yo voy. En la parte superior de la bandera es de color azul y lleva las estrellas de color blanco simbolizando la constelación Cruz del Sur. Lo interesante es que no es observable en el Caribe por eso en Cuba nunca se ha oído hablar mucho de esta constelación como si no existiera, al contrario los habitantes de la isla tienden a idealizar la constelación de la Osa menor por su estrella tan brillante conocida como Polaris. Quizás es por que muchos cubanos miran y emigran hacia el norte buscando ansiadamente la ilusión de un paraíso materialista. La constelación Cruz del Sur es visible en las latitudes medias del hemisferio sur hasta la ubicación circumpolar. Me acuesto y acomodo la almohada. Tomo de mi mochila el libro “Divina Comedia” de Dante Alighieri, un recuerdo muy personal donde había notas escritas a lápiz y palabras subrayadas de mi tío abuelo, el conocido poeta cubano Raúl Ferrer. Al abrir una hoja de forma inconsciente donde aparece la página “Purgatorio, Canto 1:22-4”. Dante escribe: “dispuesto a espiar / este extraño polo, recuerdo cuatro estrellas / las mismas que vieron los primeros hombres, y que desde entonces ningún vivo a vuelto a ver” Se refiere cuando atraviesa en el Purgatorio por la entrada que se abre al hemisferio sur mencionando a la constelación austral. Me sentí preocupado y me invadió una sensación de incertidumbre con este “mensaje” escrito, inmediatamente cerré el libro y me puse al dormir escuchando el sonido de las olas del mar. Al despertarme me quedé 65/140


fascinado con la magia seductora de la naturaleza virgen de los fiordos de la Patagonia que veía desde la ventanilla. Al mediodía el fuerte oleaje azotaba con rudeza el barco con un fuerte viento y se nos avisa por el altoparlante que el buque ya se encuentra navegando rumbo muy cercano a la vista de un glaciar donde se ve el hielo azulino y de repente desde lejos vemos de sorpresa como se desprende un pedazo grande de hielo azulino hasta caer al mar. Avistamos algo de fauna marina como algunas toninas alrededores y pequeños lobos marinos que asomaban en las rocas. Se divisaba de lejos un barco abandonado y oxidado que tenía casi cien años. A la hora de comida como a las ocho de la noche, el barco comenzó a oscilar de un extremo a otro, varios turistas perdían el equilibrio y las bandejas de comidas caían al suelo, al mismo tiempo que venía el personal de limpieza a limpiar el suelo y yo oía gritos de pánico. El buque entraba en un golfo peligroso que ha hundido ya varios barcos, por eso se conoce como el Golfo de Penas donde las olas de alta mar se mueven con agresividad e ímpetu. Empezaban los mareos, hedor a vómitos en los baños públicos y se acabó la diversión cada uno a sus camarotes. En mi caso por suerte ingerí poco y había tomado sedante estomacal para evitar nauseas. Al día siguiente en el desayuno los turistas amanecieron pálidos, algunos con mal aliento, otros no salieron del camarote. Desde lejos se veía un poblado llamado Puerto Edén, un conjunto de pequeñas casitas de vivos colores agrupados en la bahía sobre la isla Wellington y rodeados de muchos botes de pescadores en la costa. El barco se detiene y apaga el motor con un temblor ligero. El ferry yacía tranquilo sin ruidos como una isla flotante, se oye un poderoso ruido de cadenas, era la maniobra de anclaje. La pesada rampa de barco se abre mientras llegaban las pequeñas embarcaciones de los habitantes de Puerto Edén, la mayoría de origen étnico Kawésqar que antiguamente eran un pueblo de cazadores, recolectores y nómadas marítimos que se desplazan con sus canoas rudimentarias. Se alimentaban mucho de mariscos y para su recolección las mujeres nadaban casi desnudas hasta el fondo del mar helado para recolectar mariscos con sus contenedores hechos de corteza de junco.

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Llegaron los habitantes de la población y en la sala de estar habían mujeres embarazadas, un enfermo en camilla con suero en el brazo, hombres sucios y malolientes, algunos dando gritos por el efecto del alcohol. Los turistas se encogían. Por la rampa el barco descargaba sus productos y las lanchas se encargaban de transportarlo. Luego de un par de horas el barco prosigue su camino por los canales patagónicos. Mientras yo miraba encantado del entorno, ver los impresionantes fiordos, el silencio, el frío apacible, las variedades de vegetaciones no tocada por el hombre. Se anuncia a través del altoparlante que nos acercábamos al Glaciar Pío 11, muchos turistas con sus cámaras fotográficas iban corriendo hacia la proa a ver los Iceberg de tonos azules y violetas que flotaban en el mar, mientras el barco chocaba plácidamente con los pequeños trozos de hielo era algo hipnotizante, pero siento voces altas, había dos turistas peleando por que el francés sin querer le dio un empujón a otro turista que tiraba las fotos e hizo caer la cámara fotográfica al suelo. El turista le propinó unos golpes con el puño cerrado y el francés comenzó a rasgarle el abrigo. Inmediatamente tuvo que intervenir un guía de turismo y calmar la situación. Al día siguiente había una larga fila en el comedor para desayunar. Desayuné disfrutando del silencio de la naturaleza y del sonido de las olas. Oigo la voz del capitán en el altoparlante anunciando a los pasajeros que aquellos que deseaban observar la navegación por la zona más estrecha de la ruta, el paso White con no más de 80 metros de ancho. El paso White es traicionero que requiere de toda la pericia y experiencia de la tripulación del barco para evitar un accidente, pudo atravesarlo pero partió una aleta de la hélice propulsora del segundo motor de barco y sentimos una sacudida cuando el barco se atascó atravesando con el ruido de los motores a toda potencia y el pedazo de la aleta de la hélice salió disparado hiriendo mortalmente a una especie muy parecido al delfín que navegaba cerca del barco, una tonina como se dice en la Patagonia. Los turistas y yo nos sentíamos consternados al ver que la tonina como luchaba por vivir y se hundía hasta no verla más. Visité al puente de mando y hablé con el capitán, un simpático señor canoso y de baja estatura, pero se hallaba esta vez serio y preocupado por el evento de la rotura de la hélice del lado izquierdo. La mayoría de los tripulantes que estaban en el puente de mando eran reservados y atentos a sus tareas, pues cargaba con mucha responsabilidad transportar turistas en un ferry relativamente viejo. 67/140


El cielo anochecía y se organizó una fiesta bailable en la sala de estar. Los turistas bailaban y gritaban. Yo bebía cerveza y hablaba con los empleados de la tripulación sobre las experiencias de tantos viajes a un mismo lugar a otro. En la medianoche yo paseaba disfrutando ver el cielo despejado se veía los satélites artificiales en órbita que se confundía con las estrellas fugaces. Veo en la proa y en la cubierta superior donde había un Púb grande. Por el efecto de la música electrónica DJ y el alcohol había turistas que se habían excitados y estaban haciendo el amor en la oscuridad. El capitán del barco obligaba a apagar algunos faros de luces para que pudieran disfrutar de ese loco amorío repentino y en pura naturaleza. Me aburro y voy a mi camarote, cuando abro la puerta veo a la turista australiana de mi cuarto haciendo el amor con otro turista gordo, mientras ella apoyaba todos los pies en la litera superior donde yo duermo. Pido disculpa y me alejo. Voy al baño y también había parejas de origen escandinavo con sus rostros enrojecidos y sudados haciendo el amor, no les importaban mi presencia. Esto me hizo recordar a un documental científico que había visto hace años cuando unos agentes hicieron inspecciones de sanidad con rayos ultravioletas a un barco trasatlántico y para sorpresa descubrieron rastros de semen seco en los sofás, alfombras, cubiertos, pasarelas y hasta en las puertas. En la mañana se divisaba de lejos un pueblito con casas de muchos colores, era Puerto Natales y el barco atracó con dificultad pues había mucho viento. Yo pasaba trabajo cargando mis equipajes, mientras los turistas seguían apurados por conocer la pequeña ciudad. Desde un hotel cercano llamé un taxi para que me dejara en la estación de autobuses. Llego a la estación y el taxista me ayuda a bajar mis equipajes y veo a un hombre mulato y alto esperándome, sin duda era Mario el amigo cubano de Roberto Núñez. Él se adelanta y me saluda con un abrazo y me pregunta: -¿Cómo te fue el viaje?Le contesté que bien pero agotador a la vez. Mario se ríe y me dice: -bueno, nos vamos a Punta Arenas ahora, el bus nos espera-. Llegué a la cuidad de Punta Arenas que está situada más al sur y a tres horas de la ciudad de Puerto Natales, recuerdo que había una sola carretera muy angosta para llegar al sur y me daba la impresión que nunca iba a llegar a su destino, alrededor había vegetación de estepa con colores muy ocres con arbustos muy secos. Llegando a la estación de color azul y amarillo Mario me nota muy cansado y 68/140


me ayuda a sacar los equipajes poniéndolos en el maletero de su auto estacionado, arrancó el motor y me dijo: -Te ves hambriento, Pedro, vamos a comer algo-. Fuimos a un caférestaurante ubicaba en una colina conocida como “Cerro de la Cruz” que hacía de mirador donde se contemplan la vista de la cuidad de Punta Arenas. El café-restaurante ostentaba en la entrada un poste muy alto de madera con flechas hecha también de madera donde indicaba de forma ornamental y con intenso colorido las distancias en Km de los países del mundo, incluyendo La Habana, Cuba. Comí un plato que casi me revienta el estomago, conocido como el curanto, un plato típico cocido de carnes, mariscos y tortillas de papa. Comencé a tener un fuerte hipo pues la diferencia de alimentación que había en la Habana y en La Patagonia era notable. En La Habana escasea la comida y en la Patagona abunda la comida siendo la región de Chile con más obesidad. Le pregunto a Mario como había llegado a Punta Arenas. Él me cuenta que estudiaba en Moscú hacia 14 años atrás para graduarse de profesor de Educación física, pero al producirse los cambios políticos y surgir la democracia en Rusia con Yesltin. La embajada cubana deja de costearle los estudios y obliga a que regrese a su país. Pero Mario se niega y se queda en Rusia, para sobrevivir y costear sus estudios que faltaban por terminar, trabaja de todo, de camarero, celador, aseo en baños públicos, cargador de puerto y así pudo terminar su carrera de profesor de educación física y deporte, hasta que un día de paseo por Finlandia se enamoró perdidamente de una chilena de origen Mapuche y hasta hoy en día viven en Punta Arenas y tiene dos hijos, una mayor que está estudiando contabilidad en una beca universitaria al norte de país y un niño. Como él dominaba bien ruso trabajó bien en la Antártica de todo un poco, en las bases rusas, chilenas y argentinas. De inmediato me acordé de aquel argentino que había conocido en la Habana que trabajaba en el Instituto Antártico Argentino, yo le pregunté si conocía a un tal Zúñiga, Él me responde que si, pues en la Antártica casi todos se conocen y en los años de navidad hay un encuentro grande entre los habitantes de este continente blanco y el argentino es conocido por su manía de cubrirse la piel, un tipo de musgo que protege contra los rayos ultravioleta, por eso tiene su rostro color verdoso. Yo le pasé a Mario el paquete y una carta que le había enviado Roberto Núñez y dijo: -¡Que bueno, tengo noticias de mi amigo!- abrió el sobre y se puso a leer la carta. 69/140


Luego me invitó a conocer la cuidad, pero el camino hacia occidente, las calles estaban cerradas por carabineros y los bomberos estaban evacuando a los vecinos, el mar había inundado este sector de Punta Arenas, Mario me dice: -Últimamente ha habido calor en el invierno y ha nevado poco, no es normal para esta ciudad pues los abuelos me cuentan que en Punta Arenas siempre había mucha nieve y ahora poco, esto se debe al efecto invernadero y el aumento promedio de temperatura. Los iceberg antárticos se derriten con más rapidez y no es la primera vez que el sector oeste tenga inundaciones, es algo que preocupa, si no se toma medidas ambientales dentro de 50 años la ciudad ya estaría inundada-. Mientras manejaba hablaba por el celular con su esposa, discutían en voz alta y en un gesto brusco apagó el celular y lo tiró al asiento trasero y me dijo: -Disculpa, Pedro, son problemas cotidianos de casa-. Con el dedo me indicaba los lugares más importantes de Punta Arenas como el palacio Sara Braun proyectado por un arquitecto francés con materiales importado de Europa con estilo neoclásico de la “Belle epoque” continuamos por la avenida Colón llegando a la universidad de Magallanes y me enseñó el instituto de la Patagonia donde hay un jardín botánico y un museo de recuerdo con colecciones de maquinarias y carruajes de la época de los pioneros colonizadores. Detiene su auto cerca de la plaza que está sombreado por hermosos cipreses al centro hay una escultura de mármol y bronce con la inscripción de “Hernando de Magallanes” fue inaugurada al conmemorarse el cuarto centenario del descubrimiento del estrecho de Magallanes. Representa al navegante siendo el primero en pasar desde el océano atlántico hacia el océano pacifico logrando la primera ruta de circunnavegación de la Tierra en el año 1522. La estatua de Magallanes estaba sobre un alto pedestal y en la base están los nativos fueguinos de la región Tierra del Fuego recostados. La tradición dice que si uno besa el pie dedicado al nativo Ona regresará a la ciudad, he visto muchos turistas que besuquean el pie e incluso hay quienes chupan el dedo pulgar. El pie del nativo Ona brilla a diferencia de su cuerpo creando un contraste. Antes de la apertura del canal de Panamá, la ciudad de Punta Arenas fue el principal puerto libre en la navegación entre el océano pacifico y atlántico que se transformó en un 70/140


lugar muy comercial en las codiciadas rutas del estrecho de Magallanes y en la ruta del Cabo de Hornos descubierto por el navegante holandés William Schouten en el año 1616. En la plaza principal vimos alrededor artesanos ambulantes y lo que más me llamó la atención es que vendían vertebrados de ballenas, ventas de objetos de plata con Lapilapzuli, fósiles prehistóricos como los Ammonites de diferentes tamaños que se venden como elementos decorativos siendo unos de los elementos más representativos de la Patagonia, también había reproducciones de arte rupestre de la Patagonia como las famosas manos pintadas, pingüinos de peluches, música de los famosos cantantes y folkloristas chilenos populares como Víctor Jara y Violeta Parra. Seguimos caminado por la cuidad y me fijé en la abundancia de casas al estilo “art decó” y estilo buque en la arquitectura de influencia norteamericana, eso me hizo recodar cuando estuve en Miami Beach donde también había mucho estilo “art decó” a diferencia de que estas casas están al otro extremo, al fin del mundo. CAPITULO 6 Eran las diez de la noche y todavía había luz del sol, estábamos en verano. Casi siempre el día en el sur era largo y molesto por el sol bajo, Mario me contaba que en el invierno las noches eran largas y deprimentes. Pocas veces había días estables con cielo azul y atardecer apacible. Llegué a una casa antigua de madera donde vivía Mario, era pequeña pero acogedora, a la entrada había una foto de pingüinos en la Antártica y un mapa de Cuba. Tenían muchos libros en un estante y abundantes CD de música de todo tipo como Rock, Jazz, Salsa, etc. Mario me presenta a su esposa de baja estatura, algo obesa, enormes nalgas y de piel algo morena. Ella recién salía de su habitación con su bata de dormir con unas pantuflas de peluches en forma de conejo. Ella me sonríe de mala gana y sigue recto a la cocina, abre la puerta del refrigerador y bebe jugo de naranja tomando unas píldoras y le dice en voz baja: -Mario, tengo que hablar contigo-. Ella siguió a su habitación con indiferencia. Mario algo tímido me pide disculpa y va hacia la habitación y cierran la puerta. Siento unos ruidos de objetos que tiraban contra la pared y discusiones en voz alta. Su señora chilena gritaba con una furia tal y yo me sentía sin saber que hacer y miraba las fotos que había en la sala. Mario sale de la habitación cerrando la puerta fuertemente algo 71/140


jadeado y con el ojo izquierdo morado donde se veía varios arañazos. Me miró y me dijo: -nada importantes, problemas domésticos, ven, Pedro te enseño el cuarto donde vas a dormir-. Me llevó al ático donde había una linda cama y una mesa con una lámpara y me ayudo a cargar los equipajes, me enseña el baño y las toallas a usar y me dice con afecto: -Estás en tu casa, tiene libros que puedes leer, oír música o ver la televisión-. No podía conciliar el sueño debido al viaje agotador y el trato desagradable por parte de la esposa de Mario. Miré de repente en un estante, un libro grueso y se titulaba “La tercera ola” del conocido pensador Alvin Toffler. El libro era tan interesante que estuve leyendo casi hasta el amanecer. El resumen del libro se trata de la descripción de la historia de la humanidad. En “la primera ola”, el único capital que importaba era el trabajo. En la era industrial, las de “la segunda ola”, el capital era sinónimo de propiedad, producción y bienes tangibles o materiales. En cambio la economía actual está basada en el conocimiento, un recurso al alcance de todos. “Si somos lo suficientemente creativo podemos generar más conocimiento”. A diferencia de una producción de una fábrica, de una línea de montaje de una planta, el saber y el conocimiento es inevitable. El valor real de las empresas que generan economía de un país, depende más bien de las ideas creativas, innovadoras, de la tecnología de la información, cultura organizativa y de las patentes. El capital ahora se basa en bienes intangibles, en bienes del conocimiento y tener mayor información al alcance de todos. Un ejemplo como países tan pequeños como Dinamarca y Holanda con tan escasos recursos posean unos altos niveles de bienestar y calidad de vida, unos de los principales exportadores en tecnología electrónica, digital y mantiene un fuerte liderazgo en la energía renovable, unas de sus principales industrias son la producción de generadores eólicos. Existe mucha conciencia con relación a la protección del medio ambiente. La bicicleta es su principal medio de transporte que todos pueden permitirse, con este transporte les ayudan a disminuir la tensión nerviosa, mantener una salud física sana y al mismo tiempo no contamina el medioambiente.

Al día siguiente como a las nueve de la mañana hacía un sol fuerte que cegaba la vista por su intensa luz blanca muy común en el lejano sur del planeta. Voy al baño a cepillarme los

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dientes y afeitarme. Mario estaba preparando el desayuno solo y al parecer gracias a dios, su esposa no estaba. Cuando voy a la cocina me dice: -¿Hola, Pedrito, como amaneciste?-. Él continuó diciendo: -Siéntate y ponte cómodo en la mesa, hay café, mermeladas, pan integral, frutas, lo que quieras comer-. Mario miraba las noticias de la televisión chilena, apagó la televisión y comenzamos a desayunar, veo una foto donde había una imagen de un enorme faro, yo le pregunto con curiosidad de donde era este faro tan solitario, él me responde: -Son unos de los faros de difícil acceso, se llama faro Islas Evangelistas yo trabajé allí un par de meses-. Cuéntame Mario: -¿Qué haces y donde trabajas?- él me cuenta: -Doy clases de educación física en el colegio por media jornada, luego imparto clases particulares de gimnasia, clases de baile como Salsa y Merengue, clases de percusión de tumbadoras y bongó. Los fines de semana doy clases de Kárate que lo aprendí cuando estudiaba en Moscú- Vaya Mario, veo que tienes muchas actividades y -¿donde aprendiste a tocar percusión?-. Mario cuenta que tuvo la suerte de tener a su profesor de música de percusión al conocido Tata Güines cuando impartía clases en la casa de cultura en la Habana Vieja. Mario me dice: -A propósito, Roberto me comentaba que eres un buen pintor y conocido en Cuba, ¿trajiste algunas fotos de tus pinturas para verla?-Yo dije que había traído un álbum de fotos y fui a buscarla en unos de mis equipajes. Mario se puso a mirar detenidamente las fotografías de mis pinturas. Él vio una fotografía donde yo había pintado la calle Reina de la Habana Vieja, al parecer le trajo un recuerdo y su semblante cambió. Me dijo: -En esta calle vivía un primo mío que se fue de Cuba en balsa atravesando el estrecho de la Florida y más nunca se supo de él, la situación fue muy dramática, pues luego su esposa se suicidó al no soportar la ausencia de mi primo-. Luego de una pausa me dice: -Bueno, Pedro, me gustaría llevarte a la Casa Azul del Arte que es una pequeña casa de cultura de Punta Arenas, para que puedas conocer algo local-. Fui a la Casa Azul del Arte, un local antiguo de dos pisos, pude ver exhibiciones de pinturas con motivos regionales, como paisajes de la Patagonia, arte de los indígenas de la región, esculturas de bronce que representaba la mitología indígena como los Onas que son los más conocidos por sus máscaras llamativas y pintaban sus cuerpos con colores rojos, blanco y negro representando a sus deidades. La mayoría eran de enorme estatura y 73/140


pies grandes. Pude hablar con algunos profesores de arte, intercambiando experiencias sobre temas culturales. Luego fuimos a un café, un local donde se sirven todo tipos de cafés del mundo, incluye el colombiano, el cubano, Centroamérica, Arabia, Filipinas, etc. Disfrutaba de los aromas y el sonido de las maquinas cafeteras y ver las tazas tan elegantes. Mario y yo probamos café de varios lugares y era una experiencia exquisita. Hablamos largo rato, pero me interesó cuando Mario dijo: -Vivimos en un período posthumano donde la Cybercultura influye en nuestro cerebro, es una etapa nueva de la evolución humana. La física cuántica, el pensamiento sistémico, el Internet, la tecnología de la información y comunicación está modificando nuestros genes. Ya no somos los humanos del siglo XIX y XX que se regían por conceptos rígidos y verdades absolutas. Con la Teoría de la Relatividad nos ha enseñado que la vida es un proceso relativo y de espacios temporales-. Después continuamos a comer en un restaurante subterráneo, en su interior está cubierto de ladrillos rojos iluminados con lámparas halógenas conocido como “Reino de la Araucanía y la Patagonia” que a su entrada ostenta una enorme bandera del Reino con franjas horizontales de colores azul, blanco y verde. Una enorme foto en blanco y negro del monarca llamado Orélie Antonie I. El Reino de la Araucanía y la Patagonia fue fundada en el año 1860 en el sur de Chile, pero su existencia fue muy efímera al no ser reconocida por ningún estado y quedó como leyenda. Al monarca lo enterraron por loco. Después de haber comido pizza con jamón, comenzamos a hablar del proyecto “Theta” y los pasos que había que realizarse. Mario me llevó a su oficina, un local propio que decía una placa de madera “Centro de estudios de zonas remotas y aisladas” El local era pequeño. Había dos computadoras, un archivero, libros y mapas en la pared. Encendió la computadora y revisó su correo electrónico me dice: -Me llegó un mensaje de Roberto Núñez, te envía saludos y éxitos en el proyecto-. Yo pregunté de quien era el centro, si pertenecía a alguna institución del gobierno y él me sonríe y dice: -El centro es mío y lo fundé yo hace un par de años, además de estudiar, investigar con unos cuantos colegas acerca de la naturaleza poco explorada y su influencia medioambiental, ayudo y colaboro con el Partido Verde Cubano, en materia de 74/140


asesoramiento, capacitación y dinero que recolecto con los bonos de cooperación del centro-. Mario comenzó a explicarme de forma detallada el proyecto “Theta” y usó su Data show para dar una charla acerca del proyecto. El objetivo es lograr que el artista exprese su arte en estado de trance en contacto con la naturaleza remota y ver en su arte los cambios profundos que experimenta en estado modificado de conciencia o lo mismo en ondas cerebrales Theta, como reaccionan antes cambios diferentes puntos de la mente, de que forma evoluciona o se desarrolla. Todo esto se verá manifestado en la pintura. Toda esta investigación aportará para desarrollar una nueva metodología educacional y en la capacidad de lograr impactos y cambios profundos en el ser humano y en la calidad de vida. Mario me dice: -Ahora te explicaré en que consiste el estado de trance y para que sirve-. Después de una pausa y tomar un vaso de agua, continúa diciendo: -Antes que nada hay muchas formas de entrar en trance o lo mismo entrar en ondas cerebrales Theta donde la imaginación se vuelve muy activa y casi real. Los chamanes ingieren hongos, cactus como el Peyote, San Pedro, Ayahuasca y de esta forma adquieren sabiduría y libertad interior al entrar con el mundo del subconsciente pero también existen otros métodos de adquirir estados modificados de conciencia como por ejemplo el toque monótono del tambor por un tiempo prolongado, ayunos, repetición de una oración, mantras por un largo tiempo, privación de sentidos como la vista y el oído por largo tiempo, la hiperventilación acompañada con cantos guturales conocida como “Katajjaq” que es una técnica de respiración abdominal muy rápida y por la boca muy practicadas por los chamanes Inuit del polo norte y los Chukchi de Siberia, pues al oxigenarse mucho, limpia las toxinas del cuerpo y la catarsis emocional ayuda a expandir la conciencia más allá de lo ordinario, descubriendo un estado de viaje y paz interior-. En los estados de trance buceamos en nuestro inconsciente y accedemos a percepciones que no advertimos en nuestra conciencia ordinaria. Cuando uno entra en un estado modificado de conciencia puede liberar la información que permite a la persona verse a sí misma, descubrir quién es realmente y lo que puede hacer con acceso al programa original de cada ser. Es un método de adquirir conocimientos a través del inconsciente, después de

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un lapso de crisis interior, de disolución del ego y ocurre luego un estado de realización espiritual, de “insight” y de conciencia superior. Es también un rito cuando uno accede a este estado de expansión, pues uno vuelve a renacer, a limpiar su conciencia después de haber realizado el viaje. Dicho de otra forma posee un efecto muy catártico. Por eso el rito implica cambios, transformación interior, cambios de valores, de patrones, de comportamiento y nos ayuda a replantearnos sobre el sentido vital ¿Para qué vivo?, ¿Qué hago aquí? ¿De donde vengo? ¿Para donde voy? Mario me mostró imágenes por el Data Show de los chamanes de la etnia Yamanas que eran los aborígenes más australes del planeta, vivían en las islas del Cabo de Hornos, muy próximo a la Antártica. Los chamanes Yamanas conocidos como Yekamush para practicar su estado de trance se aíslan en un lugar solitario, se sentaban en cuclillas y sin moverse largo rato soportando calambres, ayunaban, dormían muy poco cantando sonidos muy monótonos durante largo tiempo que no tenían textos, sino expresiones sin sentidos. De ahí que viene la palabra étnica “Yewin” que significa cantar para entrar en trance. De esta forma ellos llegaban a un estado de iluminación, después de una larga travesía interior muy similar al nirvana del budismo, sin uso de drogas. He combinado varias técnicas para inducir a estado de trance sin que afecte tu salud en condiciones duras como la cumbre del Glaciar Balmaceda que es donde vas a ir en este caso a la altura alrededor de 1200m, no es bueno estar en ayunas, ni tampoco practicar ejercicio de respiración intensa por el frío que impera. La otra variante es alterar el sueño, es decir dormir pocas horas diarias no más de 3 a 4 horas durantes los 15 días que vas a estar en la cumbre y tocar el tambor de forma monótona hasta fatigar el cuerpo y hasta donde puedas llegar, una vez que estés relajado y en trance, pintas lo que ves dentro de tu inconsciente. -¿Y si me quedo dormido?Te colocaremos electrodos que al registrar tus ondas de sueños te despertarán, es un sistema computadorizado que permite solamente que duermas no más de 3 horas diarias y al mismo tiempo registrará todas tus ondas cerebrales, los estados alfas y theta. La computadora registrará cuanto tiempo estuviste en estado de relajación profunda o en trance y cuando tiempo estuviste pintando, por eso tus pinturas tendrán mucho valor y serán trabajos únicos. 76/140


-¿y donde queda el glaciar Balmaceda?-Pregunté: Cerca de Puerto Natales y dos expertos en montañismo te llevarán a la cumbre con la máxima protección necesaria. Partimos mañana y prepararemos todo el equipamiento necesario para que tengas las condiciones seguras. Mario, me enseñó el tambor, tenia 60 cm. de diámetro, la caja de resonancia tenia la forma de una semiesfera vacía en su interior y estaba cubierto de cuero muy resistente y sujetado con anillos de acero a presión. Al tocar el tambor era tan potente que se podía oír a larga distancia y su sonido era casi grave y de alta calidad tan envidiable que hipnotizaba a cualquier oyente tan solo al tocarlo. Mario me enseñó a tocar el tambor como el toque monótono chamanico y desarrollarlo como ejercicio con cierta influencia al ritmo acelerado que usan los Kuminas, un grupo único existente en Jamaica descendientes de esclavos africanos liberados. Mario me dijo: -Es importante recordar que el toque del tambor ha de ser rápido, unos 150 golpes por minutos o más para inducir a las ondas cerebrales Theta, cuando te canses, paras y vuelves a continuar hasta fatigar tu cuerpo. Va a ser una experiencia única, de éxtasis inolvidable, aunque en los primeros días va a ser molesto, siempre ocurre cuando atravesamos un rito. -¿Estás listo?- Sí respondí. CAPITULO 7 Al día siguiente en el mismo centro de estudios preparamos todo lo necesario de equipo de montañismo como mochilas, carpa de montaña muy resistente al viento, medias térmicas, zapatos de montaña, saco de dormir, botiquín de primeros auxilios, ropa interior térmica con Goretex, cortavientos, chaquetas impermeables, guantes con refuerzos de kelvar, bolsos térmicos, crampones para caminar sobre hielo, arneses, cuerdas, palas, lentes de montaña con protección solar etc. incluyendo lienzos y tubos de acrílicos para pintar y alimentos energéticos. Todo el equipo lo llevamos en auto hasta la casa de Mario para recoger mis equipajes e ir a Puerto Natales en bus, la ciudad donde voy a estar un tiempo. Fuimos a la estación de autobuses, pusimos todos los equipajes incluyendo los equipos de montaña. En el camino Mario me enseña un documento y me dijo: -Cuando llegues al 77/140


monte Balmaceda, tu debes portar este permiso de la Corporación Nacional Forestal y debes enseñarlo a los guarda parques de la zona, te autoriza que vas a estar 15 días en la cumbre-. Llegamos como a la 11 de la noche a Puerto Natales, la cuidad es pequeña y aislada frente a la cordillera de los Andes patagonicos y dormimos en un hostal pintado de color violeta. Nos levantamos a las 6 de la mañana y partimos hacia el muelle del Puerto donde hay una lancha que zarpa hacia el monte Balmaceda y allí me esperan dos montañistas. Ellos me acompañarían hasta la cumbre pero luego bajarían dejándome solo allá arriba por quince días. Mario me pasó un equipo de radio y me dijo: -Con esto nos comunicaremos todos los días-. La lancha zarpó a las 7 de la mañana y me dije “Voy rumbo a lo desconocido que debe ser real y maravilloso”. Fuimos contemplando la vista mientras navegábamos, veíamos las primeras estancias antiguas por el canal Señoret donde está el primer punto de colonización ganadera por el año 1887 que fueron colonos alemanes quienes asentaron allí. Vimos sobre la pared de una roca inmensa las colonias de cormoranes, cientos de pájaros parecidos a los pingüinos donde se oían sus fuertes graznidos, luego divisamos una colonias de lobos marinos donde está la maternidad de las lobas que permanecen en el lugar casi dos meses en el verano, hasta que sus crías aprendan a nadar. Por un canal se ve el acantilado de cóndores que se puede ver desde la lancha sus vuelos de planeos. La lancha era vieja y el motor hacia mucho ruido calentando sobre la plancha de metal en la cubierta que apenas se podía caminar sobre ella y emanaba humo blanco alrededor del camarote y hacia el esfuerzo para andar contra el viento y las olas. La lancha se movía demasiado al chocar con el mar causando mareos a los visitantes. En la sala de máquinas había un mecánico arreglando unos defectos del fluido del aceite. El mecánico se veía grasiento y negro por el aceite, pero cantaba con alegría pues para él era un trabajo de rutina. Los turistas andaban con mareos, algo inquietos en navegar una lancha vieja y muy usada. Pues además el capitán era medio sordo y completamente ido con casi 80 años de edad, era el dueño de la embarcación que se llama “El navegante Atila Rego”, pero el capitán poseía un alto grado de experiencia en la navegación. 78/140


Después de cuatro horas de viaje llegamos al monte y glaciar Balmaceda. La lancha atracaba sobre un muelle de madera. El guarda parque sujetaba la lancha con una soga gruesa colocándolo sobre el tronco. Mostré mi permiso para ascender a la cumbre Balmaceda. El guarda parque me miró con cara de asombro -¡15 días allá arriba en la cima de hielo!- y llamó a otros guarda parques que estaban en la caseta y les contó que el cubano iba a estar 15 días en la cumbre con hielo, me miraron con cara de susto y admiración al ver a un caribeño congelarse en la cima en el extremo sur. Me abrazaron y me desearon suerte. Me esperaban los dos montañistas quién Mario me los presenta. Ascencio Viveros quien tiene una pequeña agencia de guías de montaña y unos de los primeros en promover turismo en la zona y Lorenzo Echeverría unos de los primeros en hacer fotografías de montaña en las altas cumbres de los campos de hielos del sur patagónicos que hoy son muy vendidas en postales turísticas. También fue cocinero en la primera expedición chilena hacia el polo sur. Mario me desea mucha suerte y se retira manejando un bote neumático Zodiac, de embarcación rápida que estaba atracada en el muelle. Iba a ver a unos amigos que vivían en una estancia ovejera cercana. Ascencio, Lorenzo y yo comenzamos a caminar por un largo sendero y me contaban acerca de la vegetación que había alrededor y me llamó la atención ver los árboles deformes e inclinados por la acción del fuerte viento que es frecuente en las estaciones de verano. Había flores típicas de color y en forma de campana llamado Coycopihue, abundantes árboles Lengas, denominado Roble colorado y el Coihue, siempre verde durante toda la estación del año. Abundantes arbustos como el Calafate en sus delgados troncos tienen muchas espinas y en el verano producen sabrosas bayas negras que de ahí se hacen mermeladas para los turistas. También el camino había mucho Musgos y Líquenes con verdor fosforescente rodeando también a los árboles presentes y en el suelo había abundante Turba. Finalmente llegamos a un lago donde había grandes trozos de hielo de color azul y violeta. Contemplábamos la vista impresionante del monte Balmaceda de 2.035m. de altura con su glaciar colgante que se ubica en el pendiente oeste del cerro y deposita sus témpanos directamente en el fiordo llamado Ultima Esperanza. El

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glaciar está en retroceso a medida que pasa el tiempo. El monte Balmaceda forma parte de la cordillera montañosa de los Andes. Me recordó a un refrán ecologista “Todo árbol es una plegaria que va de la tierra al cielo y por cada una de ellos que muere, una estrella se apaga en el firmamento” CAPITULO 8 Ascencio Viveros iba escalando adelante, yo iba en el medio sujetados por cuerdas de montaña con arneses bien firmes y Lorenzo Echeverría iba atrás, escalamos unas cuentas rocas algo pronunciadas hasta que pisamos la superficie de hielo, la parte inferior del glaciar. Nos colocamos nuestros crampones, nos pusimos las ropas térmicas impermeables y los gorros gruesos de lana que nos tapaba la boca y las orejas. Continuamos avanzando, el suelo en algunas partes estaban muy resquebrajado y había cavernosas grietas o hendiduras de color azul intenso y la luz era cegadoras por el reflejo de los hielos. Vamos subiendo ligeramente sobre nieve costrosa. Ascencio Viveros camina hacia delante. Él debe ir comprobando y haciendo peldaños sobre la nieve dura, compacta y con una pendiente de 45º a 50º. Él buscaba pendientes pocos pronunciados y seguros. Ascencio Viveros sube haciendo escalones y agarraderos con el piolet de acero. Seguimos avanzando pero con más dificultad por los pendientes seguros. Ascencio golpea con el piolet fijando los clavos de seguridad y los entierra bien sobre el hielo comprobando la seguridad de las cuerdas y me dice que ponga mucha atención de no caer por las pendientes ni por las laderas de hielo, pues hay partes resbaladizos. La mochila pesada es un estorbo grande para subir tan semejante cuesta empinada, que a veces me lleva a perder el equilibrio. Me detengo por un rato para poder continuar. Viveros y Echeverría van haciendo con la punta aguda del piolet escalones para que pueda a andar con seguridad. El frío comenzó a intensificarse en el Glaciar comienza a verse y sentir la neblina entre resplandores repentinos de luz y remolinos de nieve empujados por fuertes ráfagas de viento. Saltábamos las grietas hondas y estábamos cubiertos de una ligera capa de nieve que nos dificultaba la subida. Las laderas de rocas y hielo sobre nosotros eran largas y muy escarpadas, pero con una serie de cuerdas fijas y hábilmente colocadas por los montañistas. Así avanzamos con 80/140


mayor rapidez y seguridad, aún así pasábamos mucha dificultad, nos faltaba el aire y con esfuerzo escalábamos algunas empinadas vertientes de hielo pulido. Las nubes habían bajado y estábamos cubierto nieve, nos costaba respirar y mi nariz estaba completamente congelada. Lorenzo me insistía que pisara con fuerza los crampones que llevaba puesto, no hice mucho caso pues me dolía la cabeza y maldecía cagándome en la hora que nací, me resbalo y se me caen los lentes oscuros de nieve que se precipitan por un acantilado de hielo puro. Lorenzo trató de buscarla pero encontró muy blandas las nieves en laderas casi verticales y decidió probar una ruta distinta pero mientras cruzaba una parte relativamente plana, se escuchó un formidable estruendo de nieve y de repente toda la nieve que venia más arriba se derrumbó muy cerca de nosotros. Se decidió abandonar la búsqueda de los lentes oscuros. Para mí las horas parecían interminables, no veía nada y andaba con los ojos semicerrados. Ante nosotros a medida que nos acercábamos a la cumbre se alzaban imponentes muros de hielo y veía volar desde lejos las aves cóndores. Hasta que finalmente llegamos casi hasta la cumbre que no eran hojas de cuchillos de hielo sino por suerte una amplia planicie partida por una angosta grieta y al lado derecho por un costado se veía una cornisa enorme de hielo. Ascencio Viveros comprobó la seguridad de terreno, pero antes le entró la urgencia de orinar y estuvo orinado durante largo rato, el chorro amarillo caía al vacío del interior hondo de una grieta de hielo. Ascencio y Lorenzo se encargaron con toda la pericia de instalarme la carpa de montaña con máxima seguridad y en un terreno seguro. Luego ellos sacaron una minicomputadora forrada con cubierta de plástico térmico y alimentado con baterías solares. Ellos me colocaron los electrodos, sensores en la cabeza y en el pecho e instaló una Web Cam cerca de la carpa y me dijeron que la computadora se comunicaba por internet vía satélite y muchos me verían en vivo y directo. Lorenzo Echeverría me prestó sus lentes oscuros que eran especiales y caros, luego de terminar la misión me desearon suerte y descendieron rápidamente con la habilidad de expertos montañistas. Yo me sentía solo a esta altura mirando alrededor cuando se despejó la neblina, se divisaba desde lejos el pueblito de Natales y cadenas de montañas alrededores. Usando la radio comencé a trasmitir y comunicarme con Mario. 81/140


“Listo…listo…Pedro llama a Mario. Si estás a la escucha contesta…contesta…paso” Escuché un largo silencio mientras me puse a contemplar las aves que volaban alrededor de algunas nubes. Se oye algo. “Aquí Mario…aquí Mario…oigo muy bien…habla…paso…paso” Contesté: “pronto…pronto…todo bien…todo bien…paso…paso” Otro silencio y se escucha: “listo…listo…he oído muy bien ¡Viva!, ¡Bravo!..paso…paso” CAPITULO 9 La primera noche era salvaje, de duros vientos y nieve. El viento no se calmaba y arrastraba finísimas partículas de nieve seca que punzaban mi rostro como si fuesen granos de arenas. La nieve continuó toda la noche sin interrupción y después se desató un viento huracanado que sacudía la carpa, hasta el punto de dar la impresión que iba a salir volando. No me fue posible dormir más que pocos minutos seguidos mientras me revolvía en el bolso de dormir. Me sentía incomodo con dolor de cabeza y en la espalda. La carpa se inflaba, crujía y se sacudía. Al amanecer me costaba trabajo abrir y salir, con la pala logré abrir un hoyo y pude salir. La carpa estaba cubierta de nieve casi un metro de grosor. Tuve que quitar toda la nieve con la pala y me tomó más de una hora de trabajo. Luego me senté en cuclillas y me puse a contemplar detenidamente lo que había alrededor pues el cielo permanecía despejado con un azul tenue que se podía tocar con el dedo. Desde lo alto veía paredones y cornisas de hielo en la vertiente septentrional del Balmaceda, a unos metros de la carpa se veía muchos cristales de hielo y en una pared del monte que reflejaba muchas gamas de azules, violetas y más lejos se divisaba las grietas y grutas de las que no me atrevería explorar sin conocer la materia de montañismo. Más al norte se veía unas llamativas protuberancias de hielo que parecen esculturas y cambian de colores según la luz de los rayos solares. El hielo en los bordes de las hendiduras que contemplaba a cierta distancia, tiene un intenso color azul que va cambiando gradualmente conforme se ahonda en un frío fantástico color violeta. Comencé a tocar el tambor seguido y me impresionaba el sonido de los ecos aquella altura que temía que hubiese una revancha de nieve. Este ejercicio de toque duró casi dos horas hasta que tenía los brazos cansados, zumbidos en los oídos y embotamiento visual. Me relajo un rato 82/140


y pinto algo con los tubos de acrílicos. La pintura era abstracta y de muchos tonos azules, blanco y violeta. Al día siguiente me despiertan los electrodos de Cuarzo a las 3 de la madrugada, señales enviada por la computadora portátil. Yo me levanto medio dormido y espero a que se me pase el estado de pesadez y somnolencia. A las 6 de la mañana el sol amanecía pues el día era largo por el verano patagónico. Comienzo nuevamente a tocar el tambor, luego de un rato no tuve ninguna expansión de conciencia, sino molestia, pesadez, sensación de soledad y cierta angustia y las horas parecían largas e incomoda. No podía leer libros, ni oír radio para evitar distracciones simplemente había que esperar con paciencia. El día yacía gris, con poco viento, mucho frío y así fue oscureciendo como una fúnebre tristeza, como el período entre la vida y la muerte. A la medianoche me quedé dormido luego de aguantar el sueño durante todo el día. A las 3 y media de la madrugada, una pequeña descarga eléctrica intermitente me despierta nuevamente los electrodos de Cuarzo colocados en mi cabeza. Ya comenzaba a irritarme, salí de la carpa por suerte la noche era hermosa y amplia donde se veía innumerables estrellas que llenaban el cielo. Yo nunca había visto tantas estrellas y antes una monstruosa luna rojiza que iba cambiando hacia el naranja mientras el día amanecía. Las estrellas estaban por todas partes se veía la constelación Cruz del Sur y la Hidra de Orión. El triángulo se movía con tanta lentitud y sentía que todo esto era mío. En este momento olvidé la irritabilidad, sentí una paz interna y una alegría desbordante. Comienzo a tocar el tambor nuevamente pero este estado desapareció como a las 8 de la mañana, experimenté a sentir una mezcla confusa de emociones de ansiedad, angustia y alegría a la vez. Tenía que luchar contra el sonido monótono del tambor, contra el tedio, la soledad, cansancio mental y el frío que reinaba arriba a veces con bajo cero grado me daba calambres y dolores en el cuerpo. Pero comencé a preocuparme cuando los pulmones parecían incendiarse cuando respiraba el olor a hielo puro aunque a esta altura no hay gérmenes, los hielos, el frío aíslan la civilización cargada de gérmenes y rara vez se elevan sobre el punto de congelación que reducen a los microorganismos sobrevivientes a una corta existencia. Los únicos gérmenes son los seres humanos quienes lo portan.

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En la tarde me faltaba el aire y me dolía el pecho y la espalda. Sentía ardor en la garganta y no paraba de toser. No me quedó otra alternativa que tomarme unos antibióticos no muy potente para no abusar del tratamiento y así transcurrió el día y me preguntaba varias veces-¿Qué hago aquí?-, pero me gustaba a la vez. Nuevamente me despierta en la madrugada los electrodos pero esta vez me sentía liviano y sin dolores. Hice unos cuantos ejercicios de estiramiento para liberarme de toda contracción muscular. En el ejercicio me detuve hacer cierto número de pasos, hice flexión de rodillas y cintura. Comencé a caminar un rato alrededor del perímetro. Sentía una fuerte somnolencia pero a la vez pesadez y paz conmigo mismo. Estaba completamente ido y los pensamientos sobre la vida y la naturaleza de las cosas fluían como una corriente. Me puse a pintar algo, pero esta vez con tonos grises y verde. Al amanecer los cristales de hielo que estaban acumulándose en la carpa brillaban como candelabros de azul muy vivo aunque la carpa siempre estaba helada en las mañanas y a veces la escarcha cubría el saco de dormir donde mi aliento se había condensado durante la noche. Al mediodía con mucho esfuerzo comencé a tocar el tambor. Sentía ecos, escuchaba voces, zumbidos. Luchaba contra el cansancio del sueño, la monotonía y el silencio largo o los rugidos del viento. En la noche, comencé a ver un curioso fenómeno. Al principio parecía ser una bola de fuego, que era más pequeña que la luna, cambiaba de color oscuro a plateado y de vez en cuando se desvanecía, se acercaba y se alejaba. Algo me asombraba pensé que era un Ovni, pero luego medité sobre el fenómeno, pudiera ser un reflejo refractados por los cristales de hielo, aunque es una conclusión mía. Al quinto día de la primera semana comencé a sentir dolores de cabeza, en los ojos con un cansancio grande y nauseas, sobreexcitación, temblores en las extremidades, a escuchar voces, sonidos y alaridos, eso me asustaba. Comenzaba a tener visiones muy desagradables y sentía una fuerte opresión en el pecho. Comencé a pintar con esfuerzo con formas muy absurdas y tonos grises, negro a violeta y rojo. Ya me cundía algo de pánico y trato de localizar a Mario por la radio y le gritaba no poder aguantar más arriba con el frío helado, el agotamiento físico y mental. Mario me dijo que 84/140


estuviera tranquilo que solo era un proceso y que me sobrepusiera o de lo contrario el proyecto sería un fracaso y de los fracasados no hay nada escrito. Al décimo día fue el más terrible. Tocaba el tambor con mucha fuerza y en un ataque fuerte de pánico tiro el instrumento contra una pared de hielo que por poco lo destrozo, comienzo a jadear y a correr pero de un traspié me caigo y acostado boca abajo como un niño comienzo a tener visiones como una boca enorme de fuego que me comía, veía niños que eran devorados por locos médicos, ancianos demacrados que me pedían auxilios y gritos de desesperación al sentir la leve respiración de su agonía, ojeras que hacían hundir y desaparecer sus ojos, imágenes de rituales que se comían mis órganos y otros le daban de comer a monstruos como hombres sin brazos ni pies y pura boca. Comencé a gritar y gritar. Hago un esfuerzo por pintar estas pesadillas reales y alucinantes. Mis extremidades temblaban, recupero el tambor con miedo y me recuesto sobre una escarcha de hielo y así estuve sin moverme temblando de frío. A pesar de estar fuera de lugar podía ver el día sobre después de esta situación comencé a calmarme y sentirme embriagado, con el deseo de pintar mis monstruos que estaban en mi mente. Me sentía tan débil como si me hubieran inyectado Morfina. Veía el sol hundiéndose gradualmente bajo el horizonte hasta que solo quedó una incandescencia de un color rojo vivo. El efecto general resultó algo parecido a lo que se ve un eclipse, un resplandor sobrenatural que se extendió sobre el glaciar e iluminaba por llamas que parecían brotar de una enorme caldera de fuego, daba la impresión de que la nieve llameaba. Creía que mi ansiedad iba a crecer pero paradójicamente luego de sentirme fatigado, en un estado de debacle emocional, agotado por las visiones que tuve y sentí una experiencia de aniquilación total. De inmediato tuve visión de una poderosísima luz blanca y dorada, de un brillo y belleza sobrenatural. El día moría y nacía la noche. Sentía una paz enorme que formaba parte de la perfección y por primera vez sentía unidad con el universo. Era un sentimiento más allá de la razón, en esta paz casi mística pintaba casi hipnotizado cuadros con colores difuminosos y de amarillo brillante mezclado con rosa, verde suave y azul pálido.

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En la segunda semana llegué a dominar mi voluntad logrando recuperar el equilibrio y la paz interior en comunión con el glaciar. En los días siguientes en la madrugada comienzo con esfuerzo a practicar ejercicios de distensiones musculares tendido sobre el saco de dormir, esta vez dominaba más la mente el inconsciente y el estado consciente se habían fundido en uno solo. Escuchaba mi voz interior de forma fluida y con mucha intuición. Continuó tocando el tambor viendo el horizonte infinito. La tarde fue de un espejismo increíble, era tan clara que no me atrevía hacer ruido por el temor de que no se cayese y perdiera mi visión. Había cristales de hielos que caían frente al sol, como una dorada lluvia. Viendo aquel reflejo, pude ver dos soles en miniatura de colores verde y amarillo, sin duda son “los parhelios” que era un fenómeno de refracción muy sublime. El sol caía bajo el horizonte y se percibía un azul violáceo, en un tono tan bello como no visto en ninguna otra parte. Mirando aquel cielo casi nocturno, se veía el planeta Venus como una perla azul e inmóvil y centelleaba. Se veía como los paredones de hielos adquirían tonalidades de colores como en una paleta de pintura que me inspiré en pintarlo al momento. Mientras tocaba el tambor sentía una vibración única en armonía, yo y el universo. Comencé a tener la ilusión de que lo que estaba viendo era también lo que estaba oyendo tan perfectamente que parecía confundirse el sonido del tambor con lo que estaba viendo y sucediendo en el cielo y mis pinturas. El toque del tambor y el cielo se hicieron uno solo por los tonos que variaban de acuerdo al sonido y los movimientos de las nubes que pasaban por la acción del viento. Al día siguiente continuó con mi labor de rutina y parte tocando el tambor. Este día el viento soplaba muy poco. Jamás he conocido una paz perfecta y absoluta que hipnotizaba la mente. Era algo curioso me sentía como si hubiera sido arrojado a otra dimensión del cuál el ser humano no tuviera recuerdos ni conocimientos, extasiado con la sensación de identificación y de unidad con el mundo exterior. Sentía mi cuerpo era todo sentimiento dispuesto a abrir mis brazos y amar el mundo entero. Me sentía más vivo que en cualquier otro momento de mi vida. Liberado de toda distracción material cotidiana. En este día pude ver un halo lunar como un sistema de círculos luminosos que se formaba graciosamente en torno a ella, bandas concéntricas de color muy parecido al arco iris que

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rodeaba a la luna sensual. Esto se debe el reflejo de los cristalitos de hielo que había en el aire. Eso era lo que iba aprendiendo en la cumbre del glaciar. Lograr contemplar el cielo y gozar de una belleza que estaba fuera del alcance humano. Lograr dejarse llevar, rendirse a la ilusión de la total liberación de la mente y sentir que partía de viaje a través del espacio. La mente estaba libre de todo, flotaba sencillamente. Podía tener la sensación de recorrer el universo a través del espacio y tiempo como experimentar en una sola experiencia el pasado, presente y futuro a la vez. Pensé en este instante los momentos de serenidad absoluta, que el ser humano cargado de tensión nerviosa en la sociedad que no encuentra el silencio ni paz. Estas experiencias a través de mis pinturas quizás podrían poner un granito de arena a la paz interna del hombre. La soledad y el contacto con el glaciar milenario estaban cambiando mi sentido de los valores. Muchas dudas que antes tenían en mi mente que se iba cristalizando en un solo punto como una esfera, como un átomo en perfecta armonía con sus partes. Comencé a tener una apreciación estética, sublime de todo lo que me rodeaba y sentía un amor fati muy profundo. Tocando el tambor con fuerza, sentía que retrocedía a los días más alegres de mi infancia, recordando cuando me deleitaba acariciar una roca en un jardín, paseando en una fuente donde me quedaba embriagado ver musas de mármol esculpidas con sus cántaros de agua brotando, ver a mi abuelo pintando un óleo. Tuve una visión más allá de la regresión de mi infancia y de mi recuerdo naranja-rosa cuando estaba en el útero y de repente entre una luz poderosa azulina y cegadora, veo y me identifico con una forma no tridimensional. Veo “el Tribar de Penrose” el famoso triangulo imposible que reflejaba la idea de lo que siempre ha estado, no que no nace y no muere. La infinitud. El símbolo inmutable de todos los tiempos. Escuché una voz melodiosa que decía un mensaje para el mundo. “…El símbolo del Tribar predominará el mundo y es cuando el hombre encontrará su sentido existencial…ya es hora” Descubrí que la eternidad existía y estaba siempre en nosotros que no es nada y es todo a la vez, descubrí que el sentido de la vida estaba dentro de cada ser humano, descubrí que el tiempo en vez de ser lineal, es cíclico, fractal, mítico y poético, es el eterno retorno de ir y regresar. 87/140


Descubrí que los ritos ayudaban a descargar las emociones humanas que se encuentran atrapados bajo la presión inconsciente que lograba salir a flote y volver a “renacer”, salir renovado con un sentido profundo y con un propósito en la vida al descubrirse a sí mismo Percibí lo eterno como algo indecible, pero también descubrí como algo que siempre ha estado de lo que no cambia con el tiempo y las modas, es la esencia arquetipal de ayer, hoy y la de siempre. Ahora comprendo lo que decía Mario que cuando entramos en estado de trance, de repente no hay límites, no hay tiempo ni espacio, que el amor y reconocer la naturaleza de los demás y reconocerse cada uno a sí mismo es lo único realmente importante y es cuando la conciencia dialoga consigo misma en lugar de estar en plena guerra civil interior y en contra de las emociones, recuerdos, intelecto. Me había olvidado de mí mismo, me había fundido con el entorno, la enorme luz atravesaba mi interior. De repente siento un ruido fuerte y me despierto del trance. Era la radio que hacía el ruido “Listo…listo…Mario llama a Pedro. Por favor contesta…contesta…paso” Con esfuerzo tomo la radio y sintonizo hablando con voz débil “Aquí…aquí…Pedro…oigo bien…paso…paso” Mario dice: “Al fin contestas…Pedro…pues estaba preocupado…te he comunicado varias veces y no contestabas…¿Cómo te sientes?... Yo respondía: “bien…paso…paso” Mario habla: “Listo…listo…te vamos a buscar hoy Pedro…paso…paso” Yo digo: “Listo…listo…en una camilla…estoy muy extenuado…no puedo más…paso…paso” Luego de un rato me quedé profundamente dormido al dejar de funcionar los electrodos de cuarzo de la computadora. Ascencio Viveros, Lorenzo Echeverría y una conocida mujer en el mundo de la escalada y del montañismo también médico chilena llamada Carla Prieto, me revisa mi estado de salud. Estaba bien pero muy débil y fatigado. Ellos me cargan y me colocan en una camilla muy parecido a un saco de dormir y cómodo de transportar. Me quedé dormido profundamente y sentí la beatitud de la nada.

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CAPITULO 10 Unos rayos de luz solar de la ventana, me daba en la cara y despierto al día siguiente. Desde la cama me estiro y bostezo, me levanto con pesadez y voy al baño. Me doy cuenta que estoy en el mismo hostal de Puerto Natales que había arrendado en el primer día con Mario. Veo a Mario conversando con la dueña del hostal en el comedor. Mario con una sonrisa me dice: -Hola dormilón has dormido más de 14 horas-La dueña del hostal se toma la molestia en servirme algo de comida. Ella estaba con cara de asombro que había permanecido 15 días en la cumbre del monte Balmaceda solamente repetía: -¡Mucho frío!. Luego de conversar cosas de rutina en el comedor. Mario va hacia a la habitación y trae un cuadro que había pintado y me pregunta: -¿Pedro que significa este cuadro con esta forma geométrica llenas de luz?-Yo respondo: -Es un Tribar- Mario me pregunta como mucha curiosidad: -¿Pero, que significa?-Yo le cuento: -Tuve una visión con esta figura geométrica de forma triangular no tridimensional que solamente vive en la cuarta dimensión o en la segunda y oí una voz que decía: “…el símbolo del Tribar predominará el mundo y es cuando el hombre encontrará su sentido existencial…ya es hora…-.” Mario me miraba con cierta duda y la dueña del hostal tenía los ojos hacia arriba, no entendían nada el significado. Yo expliqué: -creo que el Tribar representa o representará el símbolo de una conciencia superior, la abstracción intelectual que dejará atrás las supersticiones, las falsas creencias y la ceguera mental. Nos llevará a sondear con profundidad la misma mente donde alberga lo eterno, el arquetipo inmutable y es cuando el hombre encontrará el significado de su existencia-. Mario lo entendió bien: -Es decir el Tribar es una abstracción intelectual, profunda y universal- Él continuó: -Me asombras, que en un corto tiempo hayas adquirido una liberación, una sabiduría interior. En los estados de trance ocultan mucha información del inconsciente universal-. Mario me enseña la computadora portátil que llevaba en la cumbre. Estaban registradas mis ondas cerebrales durante todo el proceso y las imágenes grabadas con el Web Cam e incluso el registro de las condiciones climáticas que imperaba en el glaciar. Mario me dice: -Sabíamos todo lo que estaba sucediendo allá arriba y sentimos una gran 89/140


preocupación cuando estuviste desorientado-. Me mostró las imágenes cuando había experimentado el período de angustia, una breve muerte del ego humano. Mario me dice: -todo los datos registrados junto con tus pinturas serán enviados mañana a Ámsterdam, a la Fundación Moebius y en parte a la Habana a la comisión de investigación para el impacto humano en zonas remotas y aisladas del Partido Verde cubano y promoverán tus trabajos, aunque toma cierto tiempo-. La dueña del hostal nos sirvió café antes de salir y Mario me cuenta: -Me llamaron también de la prensa Austral y la Radio Eva, desean tener una entrevista contigo acerca de tus experiencias en el tiempo que estuviste en la cumbre y a propósito, Pedro vamos a comer algo pues quiero celebrar por tu fuerza de voluntad y éxito en el proyectoMario me llevó a un sitio que se llama llanuras de Diana que distaba a unos 30 Km de la ciudad de Puerto Natales. Me contaba que antiguamente la llanura de Diana era un terreno totalmente pantanoso hasta que crearon un oasis lleno de arboledas y jardines laboriosamente trabajados que da la impresión de estar en un parque de Europa, por sus abundantes pinos, abetos, lagos y hayas en el medio de la estepa árida de la patagonia. Comimos asado de ternera y papas con ensaladas de vegetales con abundante Cilantro y vino tinto de reserva. Disfrutaba la vista alrededor del restaurante con sus enormes ventanales de cristal. Mario de repente se puso sobrio y se notaba las comisuras hundidas del labio inferior grueso por su tez negra y me dijo: -Pasado mañana me voy para Costa Rica, voy a trabajar en una investigación en el refugio nacional de vida silvestre llamado Gandoca-Manzanillo, donde alberga Tucanes, Tortugas y estaré como dos años allá. Después de una pausa y respirando con dificultad y me dijo con voz temblorosa: -Me separé de Lorena, mi mujer, pues tiene romances por Chat y encuentros con hombres esporádicos-. Mario se quitó sus lentes que tenía puesto y lo puso sobre la mesa y poniendo la mano sobre su mentón, le salía lágrimas en los ojos. Yo no sabía que decir antes esta situación delicada y él dijo: -Mis hijos quedaron muy afectados. Mario observaba desde la amplia ventana los pinos jóvenes recién plantados que se movían con suavidad por la brisa, después de un largo silencio, dijo: -Las poesías románticas de Pablo Neruda encajan muy bien en la teoría pero en la vida social y real las cosas son totalmente diferentes, más bien es una realidad muy cruda y deshumanizante que se vive a diario, aunque todavía existen culturas y grupos que debido a su profundidad predominan todavía los ideales como una búsqueda hacia el desarrollo de la conciencia humana-. 90/140


Me puse a meditar lo que decía Mario -¿estaba en lo cierto?-o simplemente atravesaba una situación difícil. Mario se paró y fue al baño, luego de un rato regresó sonriendo y me dijo: -Vamos te llevaré para conozcas otros sitios-. En un auto rentado fuimos camino a Puerto Natales, mientras Mario conducía puso su casete del pianista cubano Rubén González integrante del legendario grupo “Buena Vista Social Club”. Después pasamos por un camino lleno de polvo y viento como las películas del Oeste. Llegamos a una cueva grande donde habitaba un animal enorme parecido a un oso pero con una larga cola y con cabeza de camello, una especie extinta hace 10 mil años atrás llamado Milodón. Fue hallado por Eberhard el primer colono alemán en asentarse en esta zona a fines del siglo 19. Encontró trozos de piel, huesos. El Milodón representa el símbolo turístico de Puerto Natales donde hay restaurantes, discotecas, hostales con este nombre. El Milodón es un negocio lucrativo en esta ciudad donde además de usar su nombre, venden estampas, calcomanías, libros, reproducciones artesanales. El hallazgo arqueológico del Milodón fue encontrado en el interior de la cueva, donde además de hallar restos de huesos y también una cantidad abundante de excrementos secos, al parecer la cueva era un sitio ideal y seguro antes sus cazadores para hacer sus necesidades. Luego caminamos alrededor de la cueva llena de arbustos y matorrales como el calafate y el notro. El calafate de la patagonia en el verano da frutos dulces que se elaboran mermeladas y licores que son vendidas artesanalmente en la Patagonia Tomamos el auto y emprendimos hacia la carretera nuevamente donde se divisaba desde lejos el agua tranquila y gris azulado del fiordo de Ultima Esperanza con sus montañas alrededores. El fiordo fue descubierto por el valiente explorador español Juan Ladrilleros quién navegaba con su bergantín “San Luís” por los canales y recorre el territorio interior y ve abundantes Huemules un tipo de venado de la Patagonia. Fue el primer europeo en apreciar la hermosa y turística cordillera el Paine. Con muchas penurias por el viento, el frío y pasar dificultades Juan Ladrilleros logra tomar posesión el estrecho de Magallanes en el año 1558. Lo que más me llamó la atención alrededor del seno Última Esperanza era un cerro llamado Mocho por sus características de tener un enorme hoyo en su interior parecido a un cráter lunar, daba la sensación de estar en otro planeta. 91/140


Nos desviamos hacia un camino cerca del aeródromo de Puerto Natales y veo un complejo industrial conocido como el frigorífico Bories que pertenecía a la Sociedad Explotadora Tierra del Fuego de la Patagonia, rodeado por un hermoso pasto bien cuidado de color ocre parduzco y en este momento me sentí transportado hacia el mundo del diseño del catalogo musical del álbum de Pink Floyd titulado “Animals” donde se ve la imagen de una fabrica de ladrillos rojos y chimeneas altas. Nos bajamos del auto y caminamos hacia las instalaciones, cuyos edificios estaban construidos con ladrillos rojos muy parecido al estilo post victoriano de Inglaterra. Antiguamente era un complejo industrial que se dedicaba a producir carne ovina que se congelaban en grandes salas y se exportaban directamente a Europa y Australia y producía también lanas de ovejas. Actualmente están habilitando el local como museo para el turismo. Pues la municipalidad lamenta haber perdido el tiempo y no haber tomado medidas. Una vez que dejó de funcionar casi dos décadas y al no restaura o conservar el local. Las pérdidas fueron grandes, pues las personas que transitaban por allí se llevaron muchas piezas de equipos y maquinarias de gran valor y muchos de los habitantes de Natales lo usaron como ornamento para sus casas, otros se vendía a casas de antigüedades y otros simplemente usaban el hierro para fundirlo y hacer trabajos caseros como plomería a domicilio Tratamos de entrar al museo, pero en la entrada había una caseta donde se veía un hombre durmiendo sobre la mesa, con la televisión encendida y había un cártel que decía “Cerrado”. Así que nos decidimos irnos al centro de la ciudad. Estábamos cansados y fuimos al hostal. Luego de beber café en el comedor. Mario me da la tarjeta de la prensa y radio, donde indicaba las direcciones y me recuerda: -Tu boleto de regreso a Cuba vence la semana que viene-yo interrumpí a Mario: -Yo me quedo-. Mario me mira por un largo rato y me dice: -Bueno, Pedro, yo te voy a pasar algo de plata para que puedas mantenerte hasta que logres conseguir trabajo acá, yo te deseo la mejor suerte del mundo-. Mario se levantó y me dijo: -Me marcho, pues mañana debo ir a Santiago de Chile para ir rumbo a Costa Rica, recogeré tus trabajos artísticos y yo me encargaré de la promoción del proyecto-. Me abrazó fuertemente y me dio animo para dar este paso tan difícil-Inmigrar-.

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Desde la ventana del comedor, veía el tiempo muy malo, con mucho viento y lluvia. Parecía pasar un huracán. Estaba asustado daba la impresión de que se llevaría postes, árboles, casas, pero no pasó nada. La señora me dijo que era muy normal que ocurriera estas tempestades en la estación de verano, menos en el invierno que la noche es larga y el frío muy crudo. Ella me dijo: -Acá experimentas las cuatros estaciones en un día y ahora vas a ver que de pronto saldrá sol y habrá calorcito-. Efectivamente más tarde salió el sol y así pude salir, entonces aproveché visitar a los periodistas de la prensa. Llegué a la oficina de la prensa austral y me entrevistó un señor muy gordo que no cabía en el asiento y vestía de sobretodo de color negro. Me saludó amablemente y rápidamente sacando su grabadora portátil me hizo preguntas acerca de mis experiencias en el Glaciar Balmaceda y me tomó unas fotos con su cámara digital. Aunque se notaba que el periodista lo hacía por puro deber y rutina que por interés. Fui breve al responder las preguntas en un sentido más práctico y una vez terminado la entrevista me da un fuerte apretón de manos y se retira a su oficina. Luego voy caminado hacia la Radio Eva, era una casita azul, antigua de madera y dos antenas enormes en el patio trasero y había un cartel pintado a mano que decía Radio Eva FM 97.1. Entro por una puerta angosta, mientras un perro de raza pastor alemán ladraba con fuerza desde el patio cercado. Me recibe una señora y me pide que espere pues estaban entrevistando a un personaje muy importante que estaba de paso y de vacaciones en la patagonia chilena, se trataba del conocido sociólogo y pensador cosmopolita costarricense Lucio Villegas, que lanzó su último libro titulado “Análisis cosmopolita”. Quién lo entrevistaba era un profesor de filosofía de la Universidad de Magallanes y yo escuchaba atentamente a las entrevistas que le hacían a este señor alto, de unos 60 años, de pelo canoso, vestido de camisa de mangas largas color negro. Reproduzco textualmente la entrevista tan interesante que se hizo. - Usted suele utilizar los conceptos de globalización económica y política cosmopolita. ¿Cómo se asocian ambas?-Villegas responde:

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-El concepto globalización en el sentido económico y cultural se diferencia en la visión cosmopolita pues no existe dicotomías del interior y exterior, lo nacional y lo internacional, tú y el otro, sino en la aceptación de las realidades culturales tal como son-. - ¿Podría decirse que la visión cosmopolita es la que incluye a los otros?- Pregunta el entrevistador. -No se trata de una mirada total hacia el mundo, sino en reconocer las múltiples identidades que conviven en cada uno de nosotros. La visión cosmopolita busca un diálogo mundial en cuanto a las contradicciones culturales-. - La visión cosmopolita ¿no puede quedarse en una expresión de buenos deseos, tan ineficaz como el esperanto para abolir las diferencias lingüísticas?-Hay un malentendido total. He escrito en mi libro que el análisis cosmopolita no se trata de la confraternización general de los pueblos, ni crear una república universal. El cosmopolitalismo que promuevo es realista. No abogo por un nuevo universalismo como lo hacia el esperanto en su momento. Por el contrario creo en el multilingüismo, por el intercambio y la confluencia de múltiples culturas sin fronteras. Se trata de conocer varias culturas, establecer un puente y enriquecerse de forma abierta y espontánea -. - ¿Todas las grandes catástrofes - «naturales» o «sociales» - que se manifiestan en esta «sociedad de incertidumbre», se deben a causas globales y tienen efectos globales?pregunta el entrevistador. -Obvio, no todas las catástrofes tienen una repercusión a nivel global pero sí en muchas situaciones puede crear un efecto psicológico en el ser humano a nivel mundial como el peligro de la gripe Aviar, el terrorismo, la economía mundial, la democracia, etc. Hay que reconocer que hoy vivimos interconectados los unos a los otros. Ya vivimos en un mundo global en que se van borrando las fronteras y el patriotismo dentro de unas décadas más-. El señor Lucio Villegas había terminado su entrevista saliendo de la cabina de radio acompañado con el profesor de la universidad y saluda a todos los que estaban presentes

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incluyendo a mí de forma muy amable e infundía un carácter muy carismático. Un auto del gobierno provincial lo esperaba afuera. Luego entro a cabina de radio, mientras hacen una pausa de anuncios publicitarios e informes del clima y un señor comienza a hacerme las preguntas. La entrevista salía al aire. Me bombardeaban con muchas preguntas, pues el señor sentía curiosidad pero no entendía muy bien acerca de los estados modificados de la conciencia. Por eso preguntaba tratando de entender hasta que yo me limité a dar las informaciones más importantes. Terminé mi entrevista y me despedí. Cuando salí a caminar de repente comenzó una ventolera muy fuerte y un pedazo de tabla volando en el aire me golpeó la frente y me caí hacia la acera. Andaba medio mareado trato de levantarme luchando contra el viento, contra el polvo del lodo seco que picaba mi cara y mis ojos. El viento me empujaba contra un muro que había, no sabía a quién pedir socorro, no pasaban autos ni gentes hasta que acurrucado en el muro decidí esperar más de una hora. Finalmente logré llegar al hostal muy cansado aunque quedaba cerca pues mi caminata duró una hora luchando contra aquel viento huracanado, en vez de quince minutos que es lo que me separaba del hostal. Al día siguiente hacía un día aparentemente lindo así que decidí dar una vuelta. Pude conocer la plaza de la ciudad donde en el centro, había como monumento un pequeño tren de vapor que se usaba como transporte desde el frigorífico hasta Puerto Natales. Había un café llamado “La hora verde” donde fui a visitarlo y me atendió un inglés llamado Jeremy que hablaba con dificultad el español y me dijo: -Este es el lugar donde brindamos el encanto del Hada Verde-. No entendí bien y le pedí que me explicara mejor, él me dijo hablando con lentitud: -Brindamos la bebida especial Absinthe o Absenta, una bebida mítica que fue considerada la musa de grandes artistas como Van Gogh, Hemingway, Rimbaud, Oscar Wilde, solamente permitimos a los clientes probar una copa como aperitivo -¿Deseas probar?Yo asentí con la cabeza y dije -¿porqué no?-Inmediatamente me puso una copa en la mesa cuyo líquido era de color verde y la etiqueta decía Absinthe y había un dibujo de un ojo grande con una pupila color verde, el inglés con una sonrisa dijo: -Tómese el gusto y bebe sorbo a sorbo-. Luego de haber bebido la bebida verde me sentía algo mareado, pero con una sensación diferente en que me sentía lúcido, el flujo de mis ideas aumentaban y me invadían las ganas de conversar ahora comprendo porque el café se llamaba “La hora 95/140


verde”, pues había muchos turistas que no paraban de hablar bajo el afecto de la Absenta. El inglés me explicaba entre el parloteo de las gentes que la Absenta era una mezcla de alcohol de 70º y variedad de hierbas estimulantes como el Ajenjo. Veía que alrededor del local había muchos afiches antiguos donde anunciaba la bebida incluyendo un rostro de Van Gogh bebiendo Absenta y un letrero que decía Absinthe refined. En este momento pensé en mis amigos cubanos, en mis padres y las ganas de conversar con ellos así que inmediatamente fui a una cabina telefónica y con dificultad por la larga distancia, sin olvidar el pésimo servicio de comunicación de Cuba. Pude llamar a mis amigos y a mis padres, pues la llamada a Cuba es sumamente cara, casi imposible. Había pasado unos días de rutina de paseo por la pequeña ciudad, unas de las cosas que descubrí de Puerto Natales eran los perros. Hay muchos perros vagabundos en las calles pero bien alimentados, las gentes los cuidan mucho e incluso los autos evitan arrollarlos aunque el perro esté en el medio de la calle. Una vez el alcalde dijo que había que llevar a los perros a la perrera municipal por asunto de sanidad, pero no pudo hacer nada, pues hubo cientos de manifestantes que protestaron en la calle oponiéndose a la iniciativa municipal. Por eso es normal ver manadas de perros en las calles. Otra cosa que iba descubriendo era el turista mochilero que paseaba por las calles de Natales con un mapa en la mano o iban en parejas. A diferencia del turismo en la Habana o quizás en otros sitios. Los turistas mochileros caminan por la pequeña ciudad de la Patagonia como si las gentes no existieran, se respiraba apatía, indiferencia total, no había ninguna sonrisa, ningún saludo, ningún contacto visual y marcaban distancias. Los turistas frecuentan en los Cybercafés y escriben como Zombis frente a las pantallas del computador. En la Habana quizás por el turismo cultural y la música hacen que los turistas entren en el calor humano, pues recordaba que allá sonreían, conversaban en la calle y yo tenía una buena impresión de ellos. En Puerto Natales era la primera vez que sentía repulsión por los turistas. Había decidido arrendar una casita, era pequeñita y con revestimiento de hojalatas de aluminio en el exterior. En esta zona hay muchas casas son de revestimiento con chapas de metal y clavados por los bordes. En el interior es con chapas de cartones. Una 96/140


construcción que me llamó mucho la atención, más bien eran fabricadas por pura práctica. Sólo muy pocas eran casas decorativas y con influencia europeas que pertenecían a los antiguos colonos propietarios de negocios y estancias. Visito la biblioteca pública de Puerto Natales que era amplia y moderna con servicio de Internet gratis para el público. Yo me pongo a curiosear los libros y escojo uno particularmente de mucho interés titulado “Mitología y leyendas de regiones de Chile” Era increíble que cada región del país tuviera sus propias leyendas, pero más me despertó la curiosidad fue la leyenda de la Antártica chilena, no sabía por ejemplo que algunas personas estando en el continente de los hielos habían visto una virgen. Hay muchos científicos que van a la Antártica y veneran a la virgen de los hielos que es la patrona de este continente blanco. La otra leyenda es el Santo Grial que se cree que fue escondido por el ejército alemán durante la segunda guerra mundial en un país secreto y subterráneo llamado Neuschwabenland localizado en la tierra de la Reina Maud del continente helado. También descubrí la historia del cementerio más austral del planeta que se encuentra en la isla Decepción localizada en la península antártica. En la isla Decepción llegaron a poblar 300 habitantes, la mayoría eran de origen nórdico. Existían varias factorías balleneras que luego fueron abandonadas quedando ruinas remanentes, tales como muebles, casas de madera destruidas, catres de hierro, juguetes, objetos de hierro oxidados entre los enormes esqueletos y vértebras de ballenas. En una colina, detrás del pueblo muerto hacia el norte de la antigua planta ballenera, hay un sitio cercado por alambres y con una carcomida columna piramidal central, se halla un pequeño y limpio cementerio, el más austral y sur del mundo bajo casi la eterna nieve, en el que los cuerpos de capitanes, marineros se quedarán a residir para siempre en tumbas adornadas con flores artificiales. El primero en recibir la sepultura es George Odegaard, un niño nacido en Noruega que falleció a los 16 años en la isla Decepción en el año 1910. El capitán noruego Adolfo Andresen quién fue el dueño de la compañía ballenera, al final de su vida quebró, se quedó casi sin dinero y terminó solo en una pequeña casa avecindada en la ciudad de Punta Arenas.

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Algo interesante que yo desconocía en la historia era que el almirante y explorador español nacido en Palencia, Gabriel de Castilla, se le atribuye el descubrimiento en el año 1603 la Antártica con su navío “Buena Nueva” quién avisó unas islas áridas cubiertas de hielo y nieve en la península del continente blanco. Este navegante me inspiró la idea de hacer una escultura o un monumento y poder convencer al consulado español en la Patagonia, para patrocinar el proyecto en honor a este explorador marino quién logró descubrir la misteriosa terra australis incógnita. Yo escucho una voz mientras leía el libro que dice: -perdona que lo interrumpa- yo levanto la cabeza y veo a una señora muy delgada, mayor de edad portando unas gafas muy gruesas. Ella era la directora de la biblioteca y me dijo: -Había leído un articulo sobre usted en la prensa y lo felicito por su proyecto audaz, quisiera decirle que hay una propuesta de un curso financiado por el Fondo de las Artes y deseaba saber si usted está de acuerdo en impartir clases de pintura en la biblioteca por 5 meses junto con mi hija Silvia que es historiadora- Yo pregunté acerca de las horas y frecuencia de clases, honorarios y acepté porque la oferta era buena, su hija Silvia impartiría curso acerca de las costumbres de la Patagonia y yo impartiría clases de arte para profundizar la cultura local. La directora de la biblioteca y su hija quien la cuidaba por que ella vivía sola pues padecía de fuertes dolores en los huesos y miopía. Silvia al conocerla me pareció muy agradable y algo introvertida. Graduada en Historia de la Universidad Austral en Valdivia. Es unas de las ciudades más bellas de Chile por la fuerte colonización de industriales, intelectuales de origen alemán creando una rica cultura sincrética con la etnia mapuche y española. Yo y Silvia teníamos que trabajar juntos por el proyecto de curso. Comenzaba a impartir clases de pintura. Observaba detenidamente las pinturas de los alumnos de edad adulta que ellos tenían guardados en cursos anteriores y me doy cuenta que se reducían a copias de meros paisajes. En realidad había muy poca creatividad. Así que introduje un programa creativo que incluía historia del arte desde la antigüedad hasta nuestros días. Las clases al comienzo fueron asimiladas con mucha lentitud por partes de los alumnos que no estaban acostumbrados a la historia del arte. Recuerdo que había una alumna que me decía: -Yo no entiendo nada de pintura abstracta, para mí es una idiotez-. Pero al final del curso terminó convencida y pintó cuadros abstractos. 98/140


El invierno recrudecía en Puerto Natales. Las noches eran largas, muertas y mudas, eso me impactó y comenzó a influir en mi estado de ánimo. No había vida en las calles, las casas cerradas y algunos les gustaban mirar a escondidas detrás de una cortina desde sus ventanas. Veía los hogares como islas solitarias y separadas en la misma ciudad. Me asombró ver en plena nieve como los jóvenes hacían el amor dentro de los árboles de la plaza pública, me daba gracia ver los árboles moverse mientras hacían el acto sexual, eso ocurría siempre en el invierno y en pleno día. En una plaza me sorprendió ver un pequeño monumento con un busto de bronce llenos de trazas de graffiti de colores rojo, blanco y verde, seguramente provocado por un grupo de jóvenes trasnochadores. El busto era el capitán de la nave HMS Beagle, Robert fitz Roy. El barco en el que Charles Darwin realizó su famoso viaje hacia el fin del mundo, cuando ya comenzaba a esbozar la famosa teoría de la evolución. El capitán Fitz Roy exploró mucho las islas cerca del Cabo de Horno y es considerado también padre de la meteorología inventando un tipo de Barómetro. Fitz Roy se volvió loco y se quitó la vida con una navaja. Decidí invitar a mis alumnos a un café único abierto en el invierno, cuyo dueño era un argentino, pues los otros cafés y restaurantes cerraban en la temporada. En el café hicimos “el ritual de amistad con la hierba mate” que es una infusión muy típica en Sudamérica entre nosotros “cebábamos” la hierba mate dentro de una vasija de madera hermosamente tallada que se llama pocilla y un tubo de metal que servía como sorbete y colador al mismo tiempo. Echábamos agua caliente en el recipiente y bebíamos la infusión. A cada alumno se le servía el mate en las pocillas de madera hermosamente talladas y otros en cuero duro pirograbado, mientras adsorbíamos por el sorbete lentamente nos dábamos el gusto amargo del té mate y conversaba con mis alumnos. Ellos estaban nerviosos pues no acostumbraban a la vida social o reunirse en un local e incluso varios se encogieron de hombros y se marcharon, otros se quedaron por respeto, solamente una minoría se sentía a gusto. Caía nieve en la cuidad, cuando terminaba las clases iba a mi casita, mientras caminaba veía las calles oscuras y mis zapatos se ensuciaban del lodo que había en los caminos pues había muchas calles sin pavimentar. 99/140


Me despertó la curiosidad que una ciudad tan pequeña, los vecinos no se conocían, ni se visitaban, solamente te saludaban y cada cuál vivían encerrados en su propio mundo. Ya había pasado más de varios meses. La directora de la biblioteca y su hija Silvia me invitaban con frecuencia a su casa pues ellas provenían del norte del Chile, obviamente se notaba que las costumbres eran otras, es decir había más sociabilidad. Recuerdo que siempre me brindaban una cerveza artesanal proveniente de la zona de Valdivia con un ingrediente local que le daba un sabor muy típico, el piñón del árbol de la Araucaria típica por esta región. Silvia mostraba la imagen de una joven seria y madura dedicada a su madre, pues toda su familia vive en la ciudad de Valdivia. Sin embargo con el tiempo esa imagen se desvaneció, cambió su carácter de buena colega y amiga a ser una mujer picante y sexual. Yo comenzaba a enamorarme de ella por sus cualidades pero luego me sorprendió al descubrir que llevaba una doble vida. Una imagen delante del público de una joven mujer madura, tranquila, responsable y profesional y la otra cara una mujer totalmente provocativa, erótica y caliente. En las noches que ella muchas veces desaparecía diciendo a su madre que tenía muchos proyectos sociales que trabajar, eso me recordaba a la novela del caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Con el tiempo descubrí que en las noches llevaba una vida promiscua a escondidas. Por eso me extrañaba verla siempre hablando con su celular durante largo rato apartada, se reía, se sonrojaba y se ponía provocativa, mientras yo observaba este cambio repentino. Pues como pintor yo era muy observador en los gestos humanos. La actitud de Silvia me decepcionó creyendo encontrar una compañera o una buena pareja. En la soledad y como inmigrante me hizo sentirme muy vulnerable. Decidí alejarme de ella, pues a veces sus provocaciones llegaban al morbo. En la calle recogí a un gatito que maullaba y lo apodé con el nombre de “Picasso”. El gatito resultó ser un fiel compañero que dormía conmigo y me despertaba alegremente lamiéndome la cara. “Picasso” salía a la calle, pero siempre regresaba haciéndome compañía. La presencia de “Picasso” me daba ánimo como parte de la familia. Pasaban los días y nadie visitaba a mi casa, hacía invitaciones, preparaba comidas y me dejaban con la promesa de ir a mi casa. Me preguntaba como era posible vivir con tanto aislamiento como si el mundo alrededor no existiera. Aprovechaba leer mucho de los libros de la biblioteca que pedía prestado. Pero la soledad y el largo silencio me hacia 100/140


caminar dando vueltas alrededor de esta cuidad de apariencia “fantasmagórica” cuando desaparecía el sol prontamente y peor aún cuando había neblina en el invierno. Unas de las cosas que me afectaba era la fealdad de mi casa arrendada, tenía un dormitorio, sala, pequeña cocina y un baño muy sucio. El piso estaba cubierto con Linóleo gris y había agujeros rotos. Las paredes llenas de humedad, moho pintadas con colores chillones como violeta y verde. Hablé con el dueño de la casa para botar los trastos que había como sillas rotas, una cama vieja y hedionda. El dueño le importaba un bledo y me autorizó hacer lo que quiera. En realidad nunca me interesaron los objetos caseros como muebles, mesas, estantes. Mi mentalidad era más bien al estilo de Wabi-Sabi que es un concepto japonés inspirado en la simpleza rustica, en la composición minimalista o en la pura sencillez para inspirar la contemplación y objetos provenientes de la naturaleza. La sabiduría del Wabi-Sabi se basa en la fugacidad e impermanencia de la vida reconociendo las tres sencillas realidades: nada dura, nada está completado y nada es perfecto. Por lo que decidí quitar el Linóleo asqueroso que cubría el piso usando un pañuelo para protegerme del moho y el polvo. Tuve que usar cloro y hacer una buena limpieza general. Pinté todo el interior de color blanco puro y pulí el piso de madera dejándolo en su estado natural. Compré un colchón sencillo apoyado sobre una tabla. Adquirí troncos de madera Lenga rustica fuera de la cuidad para servir como sillas y mesa. Había un buen espacio donde colocaba mis libros contando una lámpara alógena de luz tenue para leer y pintar quitando el mal gusto de las bombillas de luz colgadas en el techo al aire sin lámparas, que me daba la impresión de vivir en la casa de un borracho en estado de abandono. En los lados de la habitación coloqué piedras grandes, rusticas que también me servía para recostarme, contemplar su eternidad y belleza. De esta forma pude sentirme mejor, más acogido y emanaba paz en medio de los contrastes. De casualidad tropiezo con el argentino, el dueño del café donde se acostumbra a servir “el ritual de té mate”. El argentino me habla con su acento típico y me cuenta que el coordinador cultural de la Universidad de la cercana cuidad del Río Turbio, está interesado en yo exponga mis pinturas cubanas. Yo acepté con gusto. Entablé contacto con el coordinador cultural por correo electrónico y se acordó exponer en la semana próxima. 101/140


Fui a la pequeña ciudad argentina Río Turbio con mis pinturas y estaba a una hora de camino de la cuidad chilena de Puerto Natales. Era la primera vez que cruzaba la frontera y entraba a Argentina. Viajaba en un bus con las cadenas de acero colocadas en las ruedas para transitar el camino lleno de nieve y hielo. La cuidad Río Turbio es pequeña y vive de su industria minera del carbón, pero se notaba un contraste con la cuidad donde yo residía. Las personas eran más alegres y muy buenas para conversar. Se respiraba vida en las calles a pesar de la nieve y frío y contaban con dos centros culturales, el de la municipalidad y el de la Universidad contando además con un bello parque de esculturas realizadas por artistas de la Patagonia. Llego a la pequeña estación y me bajo con cuidado de no resbalarme con mis pinturas y me detiene una mujer con un panfleto y me grita: -¡apórtenos dinero para la iglesia maradoniana!-Yo no entendía y ella me enseña el panfleto. Me quedé asombrado de que el astro del fútbol argentino Diego Armando Maradona era considerado un dios en esta iglesia. La Biblia maradoniana no era más que el libro autobiográfico que se titula “Yo soy el Diego” y sus mandamientos eran “Amar el fútbol por sobre todas las cosas”. “Declarar tu amor incondicional por Diego y el buen fútbol”, “Llevar Diego como segundo nombre y ponérselo a su hijo”. Yo respondí: -Lamento señora pero yo no soy devoto de MaradonaMe desvié de camino mientras ella me seguía atrás y me presionaba para que diera algo de dinero pero yo le huía hasta que ella se cansó de seguirme como varias cuadras. Llegué hasta la Universidad de color azul cerúleo y estaba el coordinador cultural llamado Francisco. Inmediatamente me atendió con mucha amabilidad, me sirvió té mate y sus ayudantes colgaron mis trabajos artísticos en la galería de la universidad. Tenía buena iluminación alógena. Comenzaron a llegar gentes alegres, hubo brindis y yo impartí una breve charla, varios de los visitantes me comentaron que habían visitado Cuba y les gustaba la cultura de isla. Luego me invitaron a un café concert que era un evento cultural que combinaba la comida, la música y el teatro. El evento estuvo animado hasta el día siguiente.

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Llegué a Puerto Natales al amanecer y muy cansado, pero no podía faltar a las clases de pinturas que impartía en la biblioteca. Más tarde comencé a caminar por la ciudad aunque me ensuciaba los pantalones por el lodo que había en las calles. Caminé hasta la biblioteca y encontré a Silvia algo sombría por la distancia que yo había tomado. Me tocaba impartir clases acerca de la pintura cubista y la importancia histórica que tuvo. Le contaba como Picasso revolucionó la cultura y la forma de pensar de las gentes en Europa y abrió con su visión hacia la cultura universal cuando se inspiró en unas máscaras africanas para hacer su gran obra conocida como “Las damas de Avignon”. Unos de mis alumnos me cuentan que hay pintor aficionado que administraba un hostal que deseaba conocerme. Después de las clases voy a visitar al pintor que vive en el hostal, un local atractivo por su estilo artesanal y madera rústica cubiertas en su exterior, de tejuelas ornamentadas de alerce delgadas, angostas y largas montadas unas sobre otras en la superficie. Me atiende el joven pintor, de estatura muy alta con pelo largo y barbilla. Vestía con indumentaria artesanal, como collares de muchos colores con un poncho largo tejido artesanalmente con colores vivos. Me invitó a entrar, me sirvió vino tinto y continuó pintando un lienzo grande. En el interior del hostal estaba decorado con madera rusticas, candelabros de metal que tenía formas de figuras de arte rupestre de América, en las mesas había elementos de pintura rupestre pirograbados, vasijas de barros en las ventanas decoradas de la isla Pascuas, lámparas de papel al estilo japonés, decoraciones de piedras fósiles en el bar interior, macetas colgantes de macramé con plantas muy verdes. Todo era puro color y tono de naturaleza. De repente siento un olor penetrante y veo humo blanco flotando en el aire, me doy cuenta que quemaban varios inciensos de hierba de Cannabis y Mirra importado de la India. El pintor me dirigió muy pocas palabras pues tenía aire de estar muy ocupado. Trataba de conversar pero apenas me atendía así que me puse a beber vino y mirar desde la ventana grande que tenía el hostal la vista de la costanera que había al frente rodeado de cordilleras con nieve. Me percato que un sofá rojo había una mujer joven durmiendo que se despierta y se levanta estirando sus brazos y hace un largo y prolongado bostezo. Y me saluda con un hola.

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Él dejó de pintar y nos invitó a sentarnos en la mesa a comer maní y almendras que había en un recipiente de barro con una botella de vino tinto chileno de calidad. Aquella mujer joven de tez blanca y rosada, con su cabello castaño rojizo atractivo y de ojos azules muy penetrantes. Ella me pregunta mi nombre y noté de inmediato que las pupilas de sus ojos azules se dilataron y brillaron como chispas. Yo le había gustado como un flechazo y Cupido estaba de buen humor. La mujer joven se llamaba Carla Genta y trabajaba en una agencia de turismo de aventura. Después de este flechazo a primera vista, ella me pide la dirección de mi casa y me cuenta que terminaba su carrera de psicología en la cuidad de Concepción que está al norte de Chile. Yo hablé por un largo rato pero Carla solamente se reía y apenas hablaba. El pintor aficionado apenas mantuvo la conversación, al parecer no deseaba sociabilizarse. Así que me marché algo decepcionado del pintor que esperaba encontrar un amigo, pero alegre a la vez de haber conocido a su amiga. Al día siguiente en la noche Carla visita a mi casa, yo le brindo café pero ella deseaba cerveza, entonces voy a un pequeño negocio que justamente quedaba al frente de mi casa, lo interesante de Puerto Natales era la obsesión de consumir chucherias, alimentos, por eso en cada esquina había un pequeño almacén que vendía alimentos, chocolates y bebidas de todo tipos. Carla comienza a beber cerveza, mientras ella sonreía mostrando sus dientes blancos. Yo les muestro mis dibujos y pinturas y ella se limitaba a decirme: -¡Qué lindo!- Yo le pregunto acerca de la ciudad de Concepción donde ella vivía, como era sus gentes, su cultura y ella se limitaba a responderme: -Concepción es una ciudad grande- y no dejaba de sonreír. Yo le pregunto a Carla donde vivía y ella me dice: -Estoy buscando una casa pues quiero vivir sola, hace poco me separé de mi novio de forma definitiva y me siento triste-. Ella me miraba con sus ojos azules profundos y con una sonrisa de pura inocencia. Carla comienza a acariciarme los brazos y los hombros pero yo me mantuve inmóvil y ella al ver que yo no reaccionaba o tomaba alguna iniciativa, pues no la conocía y mis decisiones nunca fueron prematuras, aunque ella me gustaba mucho y estaba enamorado, más bien yo tendía a espiritualizar la belleza, quizás era el don que tenía como artista de canalizar las energías eróticas hacia una conciencia más elevada donde el tiempo queda

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detenido, para disfrutar de una verdadera atracción, uno debe ser metafísico. La sabiduría de disfrutar el eterno presente. Entonces ella al darse cuenta de que estaba perdido por su belleza, yo estaba hipnotizado. Carla deja de tocarme, me apunta su número telefónico de su trabajo y se marcha pues me dice que tiene muchas cosas que hacer y haciendo un guiño con el ojo: -Espero tu llamada. Pero transcurridos unos días después. Salí a caminar y disfrutar de la medianoche tranquila. Pensaba en Carla Genta a cada minuto y me sentía enamorado. Planeaba ir a verla y regarle una pintura y un CD de música titulado “Eternamente Neruda” donde estaban sus poemas cargados de romanticismo, compuesto por el músico chileno Patricio Frías. Pero casualmente veo a ella paseando desde lejos con un gorrito de lana de color azul claro en su cabeza acompañada con dos hombres de elevada estatura que les tocaban sus nalgas, sus senos y les lamían su cara. Carla se deleitaba riéndose con una mirada nada ingenua y totalmente provocativa. En este momento sentí una punzada profunda en mi corazón, me sentí muy vulnerable y totalmente perdido. Llegué a mi casa y le serví comida a mi gato, pues Picasso había crecido y me senté en la silla desplomado. Me invadía la soledad. La decepción que tuve de Carla fue grande pues luego supe que ella le gustaba mucho a los extranjeros que venía al sur de Chile y frecuentaba con ellos en los bares nocturnos y discotecas. En efecto días después veía a ella frecuentar en los Cybercafés donde tenía obsesión de chatear durante largo rato, recuerdo siempre como se deleitaba escribiendo delante de la pantalla del computador. Entré en una depresión que significaba otro rito de paso del amor iniciatico, la travesía de la crisis es considerada como parte del crecimiento espiritual en vez de de un estancamiento o destrucción. El rito era muy similar al viaje chamanico, curiosamente después de atravesar mi abismo, mis sentimientos se transformaban en un proceso alquímico interior de convertir la imagen de Carla en una imagen arquetípica, en un viaje como todos los alquimistas que buscaban convertir el mercurio en oro y el elixir de la juventud eterna. De adsorber toda su energía repitiendo su nombre en un mantra hasta llegar a su esencia donde encontraba la fuente de energía del inconsciente universal. 105/140


Varias veces Carla Genta me seguía por todas partes y no me dejaba tranquilo. En un correo electrónico me escribía que tomara alguna decisión y estaba desesperada. Pero yo no le hacía caso pues ella buscaba una aventura sexual nada más. Yo buscaba en la lejana y solitaria Patagonia una amiga, una compañera estable con quien compartir. Pero mi apatía la puso de mal humor y no saludarme nunca más. En los días que pasaba yo solía caminar mucho para evitar la monotonía y descubro que casi en cada esquina había un local nocturno para una ciudad tan pequeña como Puerto Natales pero también en otros lugares cercanos en la fría región. Ya conocía la Patagonia chilena, había visitado además Punta Arenas y otra ciudad muy pequeña llamada Porvenir fundada por inmigrantes croatas en busca del Oro y se viaja a través de un pequeño ferry que cruza el estrecho. Ya llevaba más de un año de estancia, así pude conocer a fondo las características humanas de esta zona austral del planeta y llegué a la siguiente conclusión de su naturaleza. Se respira un sentimiento de lejanía y distancia unos con los otros. Por ejemplo la ciudad de Punta Arenas, siendo más grande y capital del comercio de la Patagonia, me llamó la atención que las relaciones humanas, sea entre vecinos, nuevos conocidos, amigos prácticamente no existe, puedes sufrir la más terrible soledad y privación en tu propia carne. Suelen pasar días, meses, años y nadie toca a la puerta de la casa, excepto el cartero. Se vive en una especie “de autismo” social y de un aislamiento humano tan abismal como si fuera una pesadilla que nunca cambia. Un amigo poeta de la zona Juan Pablo me comentaba: “Este lugar está hecho para seres solitarios”. Llegué a sospechar si los habitantes de la zona de la región de Magallanes en Chile, eran seres mutantes y no humanos, debido a que su conducta era muy similar a una película donde actúa el conocido actor Donald Shuterland. Cuando una espora extraterrestre invade a los humanos mientras duermen y se van convirtiendo en seres sin expresiones humanas, egoístas, autistas de la realidad y perseguían a los que eran humanos, los que sentían, lloraban y deseaban tener amigos. En efecto la propia conocida poetisa Gabriela Mistral cuando vivió en este mundo desolado y de lejanía, sufrió terriblemente y escribió su gran obra de poesías titulado “Desolación”. Ella misma pidió la renuncia en el colegio donde trabajaba para partir hacia 106/140


otro lugar. Otro factor que ayuda a deprimir la vida de este lugar, es la prensa de la zona. Los diarios son muy sensacionalistas y fatalistas explota nada más que las desgracias humanas, sucesos trágicos tan comunes como los accidentes, el alcoholismo, peleas, suicidios, puñaladas tan frecuentes en las horas de la madrugada pero en cambio dedica muy poco espacio a la cultura y al desarrollo humano. Me contaban los abuelos acerca de la tradición de la pequeña ciudad de Puerto Natales. Ellos iban a trabajar en las minas de carbón de la cercana ciudad argentina del Río Turbio y la mayoría regresaban con mucho dinero pero debido a su conformismo, despilfarraban dinero en borracheras, excesos de comidas y en frecuentar en los prostíbulos. Hoy en día los abuelos lamentan mucho el despilfarro, ver su cuidad deteriorada y en estado de abandono. En la actualidad se está convirtiendo en una cuidad muy turística debido a su enigmática belleza de la naturaleza virgen y sus parques nacionales tan atractivo para muchos visitantes de toda la orbe. Me entró la curiosidad de conocer como era prostíbulo en el fin del mundo. Existía uno ubicado en la calle Balmaceda y recuerdo que se llamaba “Cariño” veo que el local era casi oscuro iluminados con bombillas de luz pintadas con colores rojos y verdes, con sofás y mesas poco higiénicas, las paredes estaban pintadas de color negro y había un fuerte olor a humedad rancia. Las prostitutas no estaban desnudas sino vestidas y escotadas a la antigua con muchos maquillajes usando botas de cuero. La mayoría tendían hacia a la obesidad. Se escuchaba música popular a todo volumen como “Rancheras”, “Cumbias” etc. Me senté en la mesa, pedí una cerveza y tomando un papel del bolsillo comencé a dibujar el local. Las prostitutas se acercan y me hacen preguntas sobre el dibujo y por supuesto querían que yo le pagara el trago de Pisco y la cama. Pero yo les dije que no tenía dinero A estos locales les llaman como “Quilombos.” Cuando salgo del local y cierran el enorme portón de acero que solamente llevaba una mirilla de cristal oscuro. Me ataca rápidamente un hombre con los ojos enrojecidos y vestido de aspecto rural. Él llevaba un pañuelo rojo en el cuello, una boina negra, una chaqueta de cuero negro y camisa blanca, pantalones anchos ajustadas con botas negras de cuero lustrados y en la punta tenía chapas de metal. Él saca su cuchillo presionándome el cuello y me pide dinero. No me quedó otra alternativa que sacar mi billetera y el hombre 107/140


al revisarlo grita furioso con un sonido agudo casi gutural: -¡Es muy poco dinero!- tira la billetera al piso y al mover su brazo para clavarme el puñal, yo inmediatamente desvié el puño que era una técnica de Kárate que me había enseñado mi padre cuando era pequeño, saber desviar los golpes y el cuchillo clavó la pared de madera del prostíbulo. En defensa propia le atesto un golpe por el costado del abdomen y me voy corriendo sin parar. Llegué a mi casa con una tensión nerviosa que me desplomé y me preguntaba a cada rato en que lugar me había metido. Hice ejercicios de relajación y puse la música profunda “Enigma” del famoso compositor Michael Cretu en el equipo subiendo al máximo el volumen del audio sin importar si era tarde, pues estaba harto de tanto silencio. Me afectaba la soledad y la incomunicación humana de este mundo. Al escuchar la música comienzo a recordar mi adolescencia cuando estudiaba en la Academia de Bellas Artes, pensando en ELLA en que me había enamorado perdidamente, solo escuchar su nombre me transportaba a un mundo mágico, recordaba su mirada lánguida de otoño y el comienzo de la primavera. Ella caminaba con encanto y sin prisa. Medito profundamente en ella y recorro su infancia, adolescencia, juventud. Comienzo a sentir una comunión total en su piel, en sus poros, en su rostro, cejas, labios rosados y tímidos. El pasado, el presente y el futuro se fundían en uno solo. Había tocado el secreto de lo eterno. Había pedido una entrevista con el alcalde y traté de convencerle la idea de hacer un centro cultural para mejorar la calidad de vida, creatividad y recreo más sano en los habitantes de la pequeña ciudad de Puerto Natales en vez de haber tantos locales nocturnos. El centro cultural se podría crear con el financiamiento de proyectos públicos, con la ayuda de las embajadas de otros países y desarrollar el intercambio artístico con otras partes del mundo para menguar el aislamiento cultural que padece la Patagonia chilena, pero el alcalde se limitaba con una sonrisa y decir solamente:-Sí, veremos que hacer, te avisaremos en la próxima semana-. Transcurría el tiempo y no sucedía nada. Me sentí desilusionado con la promesa del Edil. Era la propuesta de un artista soñador que todavía no veía bien la realidad cotidiana en aquella época de este lugar recóndito en el mapa. Una de mis alumnas que asistía a mis clases de pintura, solía visitarme e hicimos una gran amistad. Ella era de baja estatura y algo obesa. Se llamaba Daniela y con ella 108/140


frecuentábamos en los cafés, se ofrecía a llevarme al campo fuera de la ciudad para que disfrutara la naturaleza de la Patagonia, pues ya entraba la estación de verano en que florecían los tulipanes de todos los colores en los jardines de las casas. Daniela se enorgullecía de ser bisnieta según me contaba ella, de Florence Dixie quién fue unas de las primeras mujeres aventureras nacidas en Escocia en el siglo 19, que llegó a la patagonia y emprendió la hazaña pionera en las expediciones más remotas en aquel tiempo. Ella y varios hombres recorrieron parte de la vertiente noreste en la zona llegando hasta el actual parque nacional silvestre “Torres del Paine”. Según cuenta la historia, fue un viaje sin precedentes en que tuvieron que cazar para alimentarse y sobrevivir a bajas temperaturas al dormir a cada noche al raso. Una vez cuando estuve enfermo con una fuerte bronquitis y sinusitis por los cambios bruscos de tiempo que había en el sur de Chile. Ella se encargó de comprar medicina y cuidarme. Yo estaba en cama. Daniela me ayudaba hacer la comida, cuidar a mi gato y de vez en cuando me traía de regalo unos cangrejos gigantes de color rojo vino, las ricas Centollas extraídas por los pescadores artesanales cerca del estrecho de Magallanes. Las Centollas al combinarla con cilantro, limón y mayonesa daba un sabor muy placentero. Pero al pasar cierto tiempo creyendo en su amistad y cariño ocurre que buen día en mi casa, Daniela comienza acariciarme las manos, los brazos y me besa con fuerza en la boca. Yo la detengo y le pregunto: -¿Qué pasa Daniela?, Yo soy tu amigo-. Ella me mira fijamente haciendo una mueca pintoresca que deformaba su rostro y sin decirme nada se marcha. Ella no asiste más al curso de pintura. Yo trataba de llamarla a ver que pasaba, de ir a su casa pero no me recibía. Luego me contaron que Daniela brindaba la amistad como medio para obtener su amor sexual y aprovechaba la situación de jóvenes que se encontraban en situaciones de debilidad. Me sentí muy desilusionado de la actitud de Daniela, para olvidar un poco decidí caminar por la costanera de la cuidad, ver el mar tranquilo, silencioso y las cordilleras imponentes que rodeaban la zona. Veía los cisnes de cuello negro que nadaban en contra de la corriente y para asombro había flamencos rosados, pues siempre creía que los flamencos eran del Caribe y del estrecho de la Florida y me preguntaba como inmigraban hasta un lugar tan lejano y que realmente buscaban. También sentía el graznido melancólico de las gaviotas. 109/140


Durante el curso, un alumno me invita a su casa se llama Patricio. En su casa de dos plantas sale al encuentro su mamá, su rostro emanaba toda una dulzura. Me invitó a comer y después con el tiempo esta linda familia me invitaba a comer una variedad de comidas y mariscos que daba el gusto al paladar como un gran regalo. La madre de Patricio, una mujer obesa, de pelo oscuro que ronda casi los 60 años, fue trabajadora en una pesquera cerca de la costanera de Puerto Natales. Ella se dedicaba a quitar las valvas lisas y duras del Huepo, un tipo de molusco de forma alargado y exquisito al paladar conocido también como “Navaja del mar” que abunda en esta zona y viven enterrados en la arena gruesa. Ella me contaba que el trabajo era muy duro desde muy temprano había que lavar, cargar las cajas con mucha rapidez, quitar las valvas de los Huepos que eran miles hasta terminar muy tarde en la noche. En la comida pude probar unas empanadas de Huepos con queso derretido y vino tinto que Patricio y su mamá prepararon. Después de comer las ricas empanadas, él me invitó a su habitación en la segunda planta y me sorprendió ver instrumentos musicales, amplificadores, ecualizadores y sintetizadores, el local parecía un estudio de música electrónica con tanta tecnología en un lugar tan lejano y pequeño donde yo radicaba. En realidad Patricio era músico y le gustaba componer música electrónica, además tenía colecciones de música como Vangelis, Kitaro, Jean-Michel Jarré, Isao Tomita, todos ellos eran figuras internacionales de la tendencia electrónica. Fue una suerte haber conocido a este amigo que era simpático, abierto y culto, quién me animaba a salir adelante, me invitaba a pasear con su auto que era un modelo de la década de los sesentas a una laguna conocida como Figueroa y por sus lagos que son de una profundidad tan grande que muchos creen que no tienen fin. Es un lugar cargado de misticismo y cierta prehistoria, rodeadas por montañas, vegetaciones típicas de la estepa patagonica. Allí abundaban rocas volcánicas, fósiles y nuevamente sentí una sensación de estar allí para siempre y fundirme con este lugar. Patricio me enseñó a ver la naturaleza de una forma distinta a diferencia de los aventureros de turismo que acampan, hacen caminatas, cabalgatas, en fin una aventura ecológica. La diferencia consistía en la contemplación profunda de estos paisajes que hagan vibrar el alma, una experiencia similar a la que yo había sentido en el glaciar. Patricio opinaba que los turistas

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“mochileros” que llegaban eran torpes, carentes de profundidad, poca veneración con la naturaleza y veían el entorno como una aventura superficial. Con el tiempo yo visitaba con frecuencia la casa de Patricio quién me ayudaba mucho a pasar mejor el tiempo hablando de todos los temas, de película. Música, libros, leyendas locales como la famosa piedra bruja que cambiaba de lugar misteriosamente, una roca gigantesca con rasgos de bruja. Patricio me comentó que dirige el Centro de Investigaciones de OVNIS de Natales, donde él y grupo de estudiosos llevan años investigando informaciones sobre avistamientos de OVNIS y encuentros ocurridos en esta zona, me asombró la cantidad de informes y testimonios que tenía recolectados en apuntes, fotografías, cintas de videos, algunos eran públicos y otros eran secretos en proceso de investigación que contenían símbolos y dibujos gráficos muy desconocidos para mí. Patricio me decía que Puerto Natales por su lejanía, aislamiento era ideal el contacto que hacían los OVNIS con los humanos, cosa que me llamó la atención, pues este lugar se respira cierta atmósfera cargada de misterios, símbolos en las conductas humanas poco conocidas. Además me contó que están investigando un suceso que ocurrió recientemente en la madrugada donde muchos sintieron un estruendo y vieron un resplandor color naranjo y rosa que se movía en forma espiral. Tanto como el centro meteorológico y la aeronáutica descartaban que fuera un meteorito o un avión. Más tarde se supo que aterrizó en el campo lejos de la ciudad, dejando una huella en forma de triangulo y quemando todo el pastizal alrededor qué fue avistado por varios campesinos ovejeros que viven cerca. También pude conocer un poeta Sergio Paredes que participaba en mi taller de arte. Él me invitó un día a su casa donde había una reunión alrededor de 25 personas. Ellos bebían té y conversaban en voz baja. En el fondo de la pared de la sala había una bandera pintada de color azul celeste con seis estrellas, más abajo decía “República de Beatriz” No comprendía nada de lo que pasaba. Sergio me lleva a la cocina donde estaban sus dos hermanas cocinando y me dice: -Siéntate Pedro para que puedas beber un chocolate caliente, pues hace mucho frío-. Después de un largo silencio, Sergio Paredes me cuenta: -Hay una islita situada al sur de la isla Wellington próxima a la Bahía Salvación que no tenía propiedad ni título de dominio, pues hace años atrás mi hermano quién trabajaba en una institución de Bienes Nacionales descubrió este detalle geográfico accidentalmente realizando un catastro de bienes raíces, así que decidimos ir al notario e inscribimos a la 111/140


islita como propiedad nuestra. Hace muy poco decidimos fundar junto con otros poetas y artistas de Chile en la isla como “La República de Beatriz” Él me pregunta:-¿te gustaría ser ciudadano?-Yo lo veía como algo inverosímil pero acepté. Sergio Paredes va hacia una pequeña habitación e imprime un certificado, lo timbra y lo firma. Me concedía el certificado de la nacionalidad. Él era el presidente de la república y me dijo: -Allá tú serás muy bien acogido, pues en la Republica Beatriz, los poetas y artistas son muy privilegiados-. Yo pregunté:-¿Allá existe alguna ciudad, casas, calles o algo?-. Él se echó a reír: -Je, je, bueno por ahora solo contamos con un muelle y una pequeña casa de madera, pero estamos recolectando fondos-. Sergio se levantó de su silla y fue hacia una habitación contigua, trajo un pedazo de tela rectangular. Era la bandera de la Republica de Beatriz y me dijo: -El color azul celeste representa la inmensidad y la unión, las cuatros estrellas blancas, una de color naranja y otra de color roja, ambas son estrellas gigantes que representa la constelación Mosca Austral, que es visible en la Patagonia y en el mes de Mayo. Es una pequeña constelación localizada más al sur de la constelación Cruz del Sur. Me quedé asombrado, solo creía que existía la constelación Cruz de Sur. Sergio me explica que la constelación Mosca Austral fue descubierta y creada por el astrónomo holandés Petrus Plancius quién pidió al navegante holandés Pieter Keyser viajar en la expedición hacia al sur y llevar a cabo observaciones astronómicas, con el propósito de crear varias constelaciones que llenaran los espacios hasta entonces vacíos en el área del hemisferio y polo sur celeste a fines del siglo XVI. Años más tarde fue bautizada en latín como Musca Australis, por la ubicación de las estrellas asemeja a una pequeña mosca situada debajo de la constelación Cruz del Sur. Yo pregunté: -¿Que dirán las gentes de esta bandera?- El poeta gritó: -¡Nosotros tenemos un espíritu mucho más arraigado y profundo de nuestro sur que todos ellos, somos los verdaderos!- Tanto es así que el escudo de la Republica Beatriz ostentaba la constelación Mosca Austral en el interior de un corazón dibujado al estilo medieval. Esto me parecía estar dentro de una leyenda patagónica que me inspiró escribir cartas a mis amigos contándoles esta experiencia tan pintoresca y única.

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Finaliza el curso con éxito con una exposición de obras de los alumnos y se notaba el cambio de estilo que era más libre, más abierto y creativo que ellos antes no conocían la libertad de crear y dejarse llevar por la imaginación. Muchos años más tarde supe que mis ex-alumnos lograron fundar el Centro Cultural de la ciudad que antiguamente ocupaba la municipalidad. Una vieja y enorme casona restaurada al estilo inglés. Estaba sin trabajo y con ánimo comencé a buscar empleo o proyectos de arte en los colegios, en la municipalidad, en algunas fundaciones y otras instituciones. También trataba de impartir clases como profesor particular, pero no ocurría nada porque no había ningún interés en mis propuestas que presentaba cierta innovación. Pasaba el tiempo y se me agotaba el dinero y estaba desesperado. Comencé entonces a pedir trabajo en los supermercados, ferreterías, hostales pero tampoco sucedía nada. Eran negocios pequeños y familiares muy cerrados al contratar a alguien que provenía de otra parte. Se me cerraron las puertas y la suerte también. Pues mi gato “Picasso” quien me acompañaba en mis alegrías y en mis penas había tenido un accidente y vino cojeando a mi casa, no quería comer nada, solo maullaba. No tenía dinero para pagar algún veterinario y al segundo día murió con sus ojitos hundidos. Me salieron muchas lágrimas en los ojos, se me había ido mi mejor amigo. Por primera vez me encontraba en la calle con mis maletas. Unas de mis alumnas hace contacto con la directora de una institución de acogida llamado “Hogar de Cristo”. En los meses siguientes vivía como indigente donde tenía que convivir con alcohólicos y ancianos abandonados. Yo mentía a mis padres por teléfono y le decía que todo estaba bien y tenía trabajo para que ellos no se preocuparan. Trataba de localizar a Mario, enviaba cartas a Roberto Núñez, al Partido Verde Cubano pidiendo ayuda pero no había respuesta, aunque mi afán de quedarme seguía en pie y no dar un paso atrás de retornar a la isla. En los meses más calurosos de verano comencé a pintar pequeñas postales para turistas y así vendía algo, pues había varias pinturas mías en lienzo en algunas tiendas de artesanía pero ningún turista compraba trabajos artísticos solamente reproducciones artesanales. Su interés residía en visitar el parque nacional que estaba cerca de la ciudad.

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La hermana que era directora de la institución “Hogar de Cristo” me pone en contacto con el director del Colegio Salesiano que es una escuela católica. El padre Nelson, para impartir un taller de escenografía para niños pero solamente duraba dos semanas. Conocí a una joven francesa llamada Julieta que trabajaba como profesora de idiomas en el Colegio Salesiano. Ella era muy católica y relucía en su pecho un crucifijo dorado. Con Julieta pude entablar una amistad, pues veía en ella una actitud tranquila y hablaba fluido el español además era muy comunicativa. Al pasar varias semanas ella comienza a escribirme con frecuencia por correo electrónico, pues ya había terminado mi taller en el colegio. Julieta siempre me escribía firmando “toda tuya” eso me hacía sentir que no estaba solo y tenía a alguien. Una vez paseando en una linda noche, casualmente yo pasaba cerca de una fundación de niños huérfanos. Me sorprende ver a Julieta en el patio trasero de la institución haciendo el amor en la oscuridad con un cura joven de la ciudad a quién las gentes les llamaban “el padrecito Luís”. Julieta me mira de reojo y sonríe con malicia disfrutando del sexo recostada en la pared con sus piernas abiertas. Hacían el amor con tal frenesí que parecía una explosión precoz. Era la primera vez que sentí una angustia enorme como la sensación de estar aplastado como un insecto. Sentí mareos y zumbidos en los oídos. El director del colegio salesiano conocía mi seriedad como profesor en el taller que había impartido. Le pedí una entrevista para ver la posibilidad de que me contrataran como profesor de arte, pues no existían clases de arte en el colegio. El director del colegio, el padre Nelson me dice: -Sí, sí ya tiene su trabajo, venga dentro de quince días que lo contrataremos-. Mi corazón latía de alegría pronto iba a tener un trabajo estable. El padre Nelson me dio unas palmadas en el hombro muy sonriente. Pasado los quince días voy al colegio salesiano preparado para impartir clases, pero el director no deseaba atenderme y me recibe su secretaria. Ella me pregunta que buscaba y yo le respondo que venía a dar clases de arte. La secretaria me mira con cara de perplejidad y me dice: -Ya tenemos un profesor de arte- Yo digo: -Pero no entiendo, me dijeron que no había profesor de arte en este colegio-. Ella me contesta: -El profesor de arte recién llegó de Santiago de Chile, pues el padre Nelson lo contrató-. Comencé a sentir 114/140


impotencia, rabia pero tuve que contenerme mientras la secretaria sonreía con altanería. Salí muy destrozado emocionalmente del colegio. El director no había cumplido con su palabra. Intentaba nuevamente localizar a Mario, a Roberto Núñez pero no había noticias y por mi cabeza pasaba que me habían engañado con la promoción de mis trabajos artísticos. Estuve varios días sin salir de la institución de acogida, solamente me dedicaba a leer y a dormir mucho en la habitación. Hasta que recuperé mis fuerzas y decidí fundar una asociación cultural pero esta vez funcionó gracias al apoyo de otro joven que se llamaba Joaquín. Era escultor y provenía de una ciudad llamado Valparaíso donde vivió mucho tiempo el poeta Neruda y varios artistas importantes. Joaquín vino a vivir a Puerto Natales pues se había enamorado y se había casado de una joven que conoció en la pequeña ciudad. Joaquín me invitaba a comer en su casa y conversábamos de arte como dos artistas bohemios, era una rica sensación estar de nuevo conectado con el arte. En un café Joaquín me comentaba una historia interesante acerca de dos marinos. Se trata de Juan Sebastián Elcano oriundo de Guipúzcoa y a Rodrigo de Triana quién fue el primer europeo que avistó América desde su puesto de vigía en la carabela La Pinta en el primer viaje de Cristóbal Colón gritando -¡tierra!-. En el año 1526 navegaba el navío Santi Spiritu, quienes tripulaban Juan Sebastián y Rodrigo de Triana, atravesando el estrecho de Magallanes pero el fuerte viento y las mareas arrastraron a la nave hasta encallar en la costa y el navío se deshizo contra las rocas. Los tripulantes quedaron como náufragos sintiendo el azote del hambre, frío y el viento. Por suerte fueron rescatados en la expedición de García Jofré de Loaiza que hacia la travesía para conquistar las islas del pacífico. No se sabe si el famoso marino Rodrigo de Triana murió en la expedición durante la travesía del estrecho de Magallanes o acabó sus días en el norte de África. Joaquín miraba con cierta melancolía hacia la ventana de cristal del Café, donde veíamos pasar las gentes muy abrigadas bajo el efecto de la llovizna y del viento que formaba remolinos en las pequeñas hojas amarillas y naranja de otoño. Sacó un cigarro de su cajetilla y comenzó a fumar. Él seguía contándome:-Sabes, Pedro, hace dos siglos atrás se creía que existía una supuesta ciudad del oro y plata que movilizó a los navegantes y 115/140


exploradores. Los orígenes de esta leyenda se remontan a la expedición de Juan Solís hacia el sur de Chile. En el estrecho de Magallanes, Juan Solís y otros tripulantes fueron desaparecidos por los nativos del lugar y el resto de la tripulación huyó a las costas de Brasil. En esa época los marinos difundieron historias acerca de una ciudad rica en oro y plata, rodeado de murallas fortificadas que existía en la Patagonia. Los edificios estaban cubiertos de plata maciza. Los muebles de las casas eran de oro puro y a partir de estas versiones se fue configurando la misteriosa “Ciudad de los Césares” tal como los llamaban. La leyenda de los españoles perdidos en la Patagonia viviendo en la lujosa “Ciudad de los Césares” era tan atrayente que se organizaron numerosas expediciones. Unas de las más costosa era la tripulación al mando de Jerónimo Cabrera y los gastos fueron solventados por la corona española. Finalmente después de un largo viaje y búsqueda. La misión fracasó, no encontraron nada y se vieron obligados a regresar, se cuenta que había una fuerte depresión en la tripulación que muchos enfermaron y se volvieron hipocondríacos.

Joaquín tenía libros interesantes, colecciones de músicas clásica, electrónica y películas DVD, al ver unas de ella me resultaba muy familiar y me llama la atención el título de la carátula del DVD “Naqoyqatsi”, yo le pregunto a Joaquín de se trataba y me doy cuenta de que era el mismísimo director Godfrey Reggio quién hizo la película que había visto en la Habana y en Santiago de Chile. Joaquín me invita a verlo. El genial director completa su trilogía inspirada en las tres profecías de los indios Hopi. En “Naqoyqatsi” que significa vida en guerra, nos propone, como en las dos películas anteriores, “Koyaanisqatsi” que significa en lengua Hopi vida desequilibrada y “Powaqqatsi” que significa vida en transformación. Una experiencia fílmica más allá de las palabras, en la cuál la imagen y la música nos introducen en “Naqoyqatsi” un mundo de guerra. Un mundo en el cuál la tecnología está alterando todo: los medios, el arte, los sentimientos, el deporte, la política, la medicina, la guerra, la ética, la naturaleza y la misma cara del futuro humano. El ordenador hace el mundo a su imagen y semejanza, irrefutable, sagrado y avasallante. Los sentimientos humanos están perpetuados a la ficción de una ciencia que ni la mayoría llega a comprender.

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La guerra que narra el film va más allá de las bombas de los conflictos bélicos. La violencia es el aliento de la religión. Una guerra que no es solo destrucción arquitectónica y paisajística sino una guerra para destruir la cultura, la lengua y la vida. La música de Philip Glass y el conocido músico violoncelo de Yo-Yo Ma nos despierta en nuestros oídos acostumbrados a no escuchar para no tener que razonar en nuestra cómoda cotidianidad. Sin duda la película “Naqoyqatsi” es una obra de arte, una técnica de transformación de píxel por parte de los ordenadores. La película fue realizada con pura tecnología digital. Joaquín y yo convocamos una reunión a todos los que estaban interesados en la cultura y así logramos inscribir y fundar la Asociación Amigos del Arte de la Patagonia y comenzamos a hacer gestiones para crear un centro cultural pero los esfuerzos eran vanos y había muy poco apoyo de las instituciones e incluso de las gentes de la ciudad. Comenzamos a hacer eventos culturales como exposiciones de pinturas, pintar una larga tela de 17 metros de largo en la plaza de la ciudad donde participaban casi todos los pintores aficionados de Puerto Natales, pasaban turistas que tiraban fotografías y la plaza se llenó de gentes y el evento comenzó a ser animado. Así demostrábamos que la cultura atraía el turismo. Pintamos la superficie de una escultura que imitaba a una mano humana que estaba construida de cemento situada en la costanera a la entrada de Puerto Natales. La idea de pintarla se le ocurrió a un joven llamado Darío que era profesor de Yoga que impartía talleres en su local y pertenecía a nuestra asociación. Darío era oriundo de la cuidad de Chillán donde nacieron los Parra, los artistas más importantes de Chile. La mano tenía una altura más de tres metros, pero su tono era gris y frío. Era una replica de la mano del desierto muy cerca de la ciudad de Antofagasta, situado al norte de Chile. La pieza fue creada por el escultor Mario Irarrázabal. Pintamos los dedos con mucho colorido con pintura acrílica, pero el trabajo fue interrumpido por la oposición de los concejales de la municipalidad por considerarla una decisión que para ellos era una “estupidez” por parte de los artistas. Paradójicamente la mano pintada con más de tres metros de altura aunque incompleta, resultó ser un atractivo turístico que luego se transformaron en postales turísticas. Pero por orden del alcalde se volvió a pintar la mano de gris. 117/140


Transcurrió el tiempo y aún carecíamos de apoyo. Joaquín se sintió desilusionado y se dedicó a elaborar artesanalmente con su suegro pan con chicharrones y venderlos a domicilio, pero los panes de Joaquín tenían mucha grasa y las gentes que lo comían se iban en diarreas. Sus ventas disminuyeron y se dedicó a trabajar en el turismo, cuidando y distribuyendo en un almacén los equipos de montaña y camping aunque no dejó de crear buenas obras escultóricas con cerámica y bronce. Joaquín me había regalado una pieza de cerámica hecha por él mismo ornamentado con colores rojo y verde; se trataba de un Úroboros, un símbolo ancestral que mostraba una serpiente engullendo su propia cola, devorándose continuamente a sí misma. En realidad, según me explicaba Joaquín, expresa la unidad de todas las cosas, las materiales y espirituales que nunca desaparecen sino que cambian de forma perpetua en un ciclo eterno de destrucción y nueva creación, también refleja la naturaleza cíclica de las cosas y une los opuestos: lo consciente y lo inconsciente, Siendo igual un símbolo de purificación, de la representación del universo, el círculo perfecto y eterno de lo que ya está hecho, de la infinitud y de los ciclos eternos de la transformación; nacimiento y muerte de la vida. En realidad pensé es como “una firma” del universo. El Úroboros es la concepción de la historia de la humanidad y de la existencia. De mi parte todavía estaba indigente y deambulaba por las calles con mis botas gastadas y con agujeros en la suela aún buscando trabajo y me cerraban las puertas. Un día estando tan abatido de tantas emociones negativas, estallé y comencé a llorar desde hacía tiempo no sucedía esto, solamente cuando era niño. Me senté en un banquillo de plaza. Mi postura estaba muy inclinada y con el rostro contraído. Se acerca un hombre de tez muy oscura, se sienta a mi lado y me dice con alegría: -Hola soy Mota de Sudáfrica-Yo igual lo saludo esbozando una sonrisa mecánica y triste. Mota me anima a hablar acerca del lugar y me contagia su alegría. Me cuenta de la filosofía Ubuntu cuya palabra tiene su origen en las lenguas Zulú y Xhosa. La filosofía Ubuntu proviene del sur de África enfoca en la lealtad de las personas y las relaciones entre éstas. Sus principios son: Humanidad hacia otros. Soy porque nosotros somos. Una persona se hace humana a través de las otras personas. Una persona es persona en razón de las otras personas. El pensamiento Ubuntu consiste en la creencia 118/140


como un enlace universal de compartir la conexión con toda la humanidad. Una persona con Ubuntu es abierto y está disponible para los demás y respalda a los demás. Existe un dicho popular del Zulú en Sudáfrica según me contaba Mota “Umuntu, nigumuntu, nagamuntu” que significa “Una persona es una persona a causa de los demás”. Le agradecí enormemente a Mota este lindo mensaje del pensamiento Ubuntu. Mota me abrazó y me insistió seguir adelante. Me dejó como recuerdo un llavero de artesanía Zulú. Yo meditaba y dije en voz baja: -Aquí donde estoy predomina la filosofía del aislamiento, la filosofía de la incomunicación humana, que aún me cuesta comprender-. Era de noche y estaba comiendo un plato de sopa caliente con pan en el comedor de la casa de acogida en una mesa colectiva, donde había ancianos, indigentes y alcohólicos sin remedio. La cocinera era tan gorda pero emanaba un enorme cariño maternal a todos lo que entraba en la casa de acogida. Había un TV a color colgado en la pared y ponen una película que me dio fuerza, como si el universo o Dios hablara conmigo sobre la soledad humana en el fin del mundo. Los demás se fueron a dormir y me permitieron ver la película, de producción noruega se titula “Den Brysomme Mannen” que significa “El inadaptado” .La cosa es más o menos así: Andreas, llega a una extraña ciudad sin recordar cómo. Allí, es recibido con un departamento confortable y trabajo en una oficina “libre de stress” donde hace amigos. Conocerá a Anne, una hermosa diseñadora y se mudará a vivir con ella, pero su vida parece estar dominada por la inexpresividad del entorno e incluso de su pareja. Pronto, Andreas comienza a notar que algo está mal y no se siente capaz de soportar una vida sin emociones. Intenta escapar de la ciudad, pero descubre que no hay forma de lograrlo. Se enamora de otra persona para comprobar que tampoco hay demasiadas emociones humanas allí y al invitarla cuando confiesa que se siente enamorado por ella, recibe una fría respuesta que le gusta casi a todos sus vecinos. Luego conoce a Hugo quien vive en un sótano y ha encontrado un agujero en la pared desde donde sale una música hermosa (¿angelical?, ¿infernal?) donde trata por todos los medios de abrir un túnel y encontrar esa luz donde salía la música familiar. Tal vez ese agujero pueda conducir hacia “el otro lado”, parece el único lugar que late, donde hay colores, hay vida, aunque quien sabe. ¿Pero las cosas suceden?: Andreas en su trabajo se corta un dedo para luego, días después, se da cuenta que le ha vuelto a crecer. Una escena surrealista es cuando intenta suicidarse en varias ocasiones en el subterráneo al ver una pareja besándose y penetrando con fuerza 119/140


sus lenguas llegando al morbo sin trasmitir sentimientos de sensibilidad humana. Andreas siente repulsión por la frialdad aberrante del beso percibiendo la profunda incomunicación humana y decide lanzarse a los rieles del metro, por más que es atropellado, arrastrado y casi destrozado, no muere y vuelve al mundo, siempre llevado y resucitado por dos misteriosos hombres en un auto gris, quienes lo reinsertan a la vida misma. ¿Andreas es quien él piensa o es igual a los demás? El director Jens Lien tira pistas, aunque se encarga de dejar en claro que esa ciudad puede no ser ni el cielo ni es el infierno; libre interpretación entonces; como debe ser. “Esta película es para mí un retrato de una sociedad que ha perdido algo. Un lugar en el que todo funciona, pero las emociones están ausentes, olvidadas completamente. Andreas llega a este nuevo mundo. Todo parece perfecto pero él no encaja. Sueña, se enamora, tiene deseos, pero esto resulta extraño y molesto para los demás”. “Lo que hace especial a El inadaptado es la forma como expresa la idea de una sociedad desprovista de emoción. La ausencia de una fuerza opuesta crea un sentimiento incómodo que gradualmente crece en intensidad. Andreas no tiene a quién culpar más que a sí mismo, ya que todos son amigables con él. Esta necesidad de resistencia termina por apartarlo gradualmente. El está vivo en un mundo muerto”, concluye el director durante la entrevista después de la película. Misterio, drama y humor. 'El Inadaptado' o una fábula surrealista; el vacío de la vida moderna en una parábola del consumismo y la obsesión por las apariencias. Ese vacío: ¿podrá ser llenado? Ya comenzaba de nuevo el largo invierno, la enorme soledad, las largas noches que silenciaban las almas y la vida en los prostíbulos comenzaba a hacerse animada con las luces fluorescentes de Neón. Me dediqué a reflexionar con serenidad y a meditar en el Tribar profundamente, e hice varias pinturas acerca del Tribar de Penrose y pensaba en sus formas y en su fuerza arquetipal. Me estaba transportando a otra dimensión. Pintar el Tribar me daba mucha paz y una fe casi inexplicable de sentir. En la noche no podía dormir bien, sentía el cambio brusco de temperatura típico en la zona, cuando comencé a soñar una pesadilla, se trataba de la visión futurista de la 120/140


Patagonia en el año 2100 y veía las imágenes donde había obsesión con la figura, la perfección física, el rejuvenecimiento, la mercantilización del cuerpo como consumo. Comenzaba a trivializarse la existencia humana con las manipulaciones de la biotecnología genética en un intento de superar las limitaciones como la vejez, la mortalidad, las limitaciones e imperfecciones físicas, en la obsesión de mejorarse y cambiar sustancialmente la imagen física conllevó a convertir la sociedad en una pesadilla, se eliminaba las barreras y la existencia humana como tal, dejada de tener sentido para dar paso a un mundo ambiguo, artificial, sin sufrimiento, deshumanizante y se convirtieron en esclavos de la apariencias. Una imagen de un sueño desolador donde amenazaba la supervivencia del ser humano natural como especie donde no importaba las relaciones humanas, sino el placer inmediato. En la mañana me llaman por teléfono de la oficina de correos pues tenía que ir buscar una carta. Me vestí y fui al correo sin ganas y soportando el frío de la neblina que penetraba en mi cuerpo con intensidad. Para sorpresa era una carta de Mario, yo la abro ansiosamente. Dentro había una carta oficial de la Fundación Moebius de Holanda en que se me concebía una beca por dos años con todos los gastos pagados incluyendo el pasaje, además contenía un cheque de miles de Euro por las ventas de mis pinturas que había pintado en el glaciar Balmaceda y los trabajos estaban exhibidos en una galería de arte muy importante en Ámsterdam donde pude ver un catalogo muy hermoso. Incluía una carta de Mario y Roberto Núñez que decía: -No te fallamos querido Pedro, solamente había que tener un poco de paciencia, el proyecto “Theta” ha sido una novedad. Te deseamos toda la suerte del mundo con tu arte en Europa y éxitos en lo que emprendas allá. Abrazos de siempre Mario, Roberto Núñez y todos los amigos del Partido Verde Cubano quienes te deseamos lo mejor. Casualmente en la tarde voy a un Cybercafé y abro mi correo electrónico para saber alguna noticia de mi amigo Javier o de mis padres. Pero me escribe alguien desde Francia y no era una dirección electrónica familiar. Para asombro me escribía ELLA, la bella joven quien me enamoré en mi adolescencia cuando estudiaba en la Academia de Bellas Artes y decía:

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“No me he ido, sólo que he esperado la plenitud del tiempo Hay una continuidad en nuestras almas que no se rompe ¿Por qué tendría que estar fuera de tu pensamiento solo porque estoy fuera de tu vista? Te espero en un lugar cercano, justo a la vuelta de la esquina”. A la semana siguiente recogí mis cosas y las ordené en una maleta que me había regalado la directora del “Hogar de Cristo” y fui hacia una pequeña estación de buses. Donde compro un pasaje hacia Santiago de Chile para luego tomar el aeropuerto internacional rumbo a Ámsterdam. En el camino de la pampa patagónica en que recorría el bus hacia el norte medito tranquilamente acerca de las experiencias en el lejano sur. Me transformó hacia una belleza espiritual interior y una sabiduría profunda de la vida. El Tribar me enseñó que el sentido de la vida está dentro de cada unos de nosotros. Desde la ventana contemplaba el fuerte color ocre de la pampa desértica mientras el bus comenzaba a oscilarse con fuerza por las ráfagas del viento, el conductor trataba de mantener el máximo control. Es normal que los vientos sean huracanados y aparecen de repente. Al lado iba sentado un señor obeso, de pelo abundante y largo. El señor leía un libro titulado “El código PHI” yo miraba la portada del libro y no pude contener la curiosidad y dije: -Muy interesante el título-. El señor me miró y siguió leyendo. Pasado unos minutos se quitó las gafas que tenía puesta y me dijo: -Me llamo Pauli Bambini provengo de Italia, de la cuidad de Padua, se rió y me enseño en el pecho una medalla de San Antonio de Padua y me dijo:-El santo de los objetos extraviados, el santo casamentero o el busca novio, allá hay una hermosa basílica-. Yo me presenté y entablamos una agradable conversación. El señor Pauli trabajaba como panadero en su cuidad, donde me cuenta que vende los mejores panes integrales elaborado con Sésamo. A pesar de ser italiano hablaba un español muy fluido y es que su abuela era chilena. Él se encontraba nervioso por la constante oscilación del bus e incómodo por el fuerte ruido del viento, comienza a contarme acerca del libro que leía:-“El código PHI”, es muy interesante porque desvela ciertos secretos del universo. El código PHI es el 1.618, un número algebraico considerado como el patrón y proporción preferido de las cosas vivientes del 122/140


Universo. Por lo que es también un código universal para el orden de las cosas. Esta proporción se encuentra en los espirales de las moléculas del ADN, caracoles, hojas, en los cristales, árboles como el pino, en los ovarios, semillas, galaxias. Es también considerado el número perfecto en el mundo estético o en la belleza, sea humana, natural o artística que curiosamente se le asociaba en la antigüedad con la divinidad femenina, la Diosa, la gran madre de la fertilidad como se adoraba antiguamente en la Creta minoica, en Katal-Huyuk en Turquía, la Gaia en Grecia, la Diosa Isis en Egipto, las estatuillas de Venus, etc.-. Pauli gesticulaba mucho con sus manos mientras me explicaba: -Actualmente nuestro planeta está saqueado por un industrialismo desaforado, por la seducción tecnológica, el desastre ecológico y la supresión de los valores femeninos necesarios para sanar nuestra ruptura con el medio y con la convivencia. Nuestra cultura actual está desequilibrada donde privilegia el conocimiento racional sobre la sabiduría intuitiva, la conquista de la naturaleza sobre la conciencia de la ecología y la convivencia humana, la competencia sobre la cooperación. Los valores masculinos sobre los valores femeninos. El hemisferio izquierdo de la razón del cerebro humano predomina sobre el hemisferio derecho donde está albergada los valores, la intuición, la imaginación por lo que siempre está generando el estado Beta, un estado que mantiene al cerebro siempre en condiciones primitivas, generando hormonas muy activas que motivan a los impulsos. En cambio cuando se encuentra en estado Alfa, el cerebro se relaja, se sensibiliza y genera un tipo de proteína conocida como endorfinas dando una sensación de bienestar personal y entra el contacto con el hemisferio derecho donde se encuentran los valores femeninos-. Mientras Pauli explicaba, hubo un movimiento brusco del bus y se le cayó las gafas al suelo, inmediatamente lo recogió y se lo puso, luego de una sonrisa de pequeño susto que había pasado. Pauli continuaba hablándome sobre el interesante tema:-Hoy en día debemos readmitir en nuestras vidas los valores femeninos exiliados y desarrollar las ideas interiores antes que vivir como copias de la existencia. Muchas mujeres contemporáneas han imitado el viaje heroico masculino, al adaptarse a las pautas masculinas de conductas y han sacrificado su salud, sueños, intuición y la relación profunda de su naturaleza femenina, lo que hay una confusión en cuanto a la búsqueda heroica no es la del poder o la dominación sobre el otro, sino que el papel de la mujer heroína actual es acercarnos a la sabiduría de la cooperación, hacia la interconexión de todas las especies, a enseñarnos a 123/140


vivir en comunidad recuperando las cualidades afectivas e intuitivas. Por eso en la actualidad hay una crisis de identidad de ambos sexos, una soledad humana canalizada hacia el escape tecnológico. La mujer actual está confundida, aún no han podido rescatar la sabiduría de la Diosa que ayude a guiar al hombre a integrar los valores comunitarios y el equilibrio afectivo-. Hubo una pausa y Pauli quedó pensativo mirando el horizonte infinito… EPÍLOGO Recientemente me llegó un boletín por correo del Partido Verde Cubano y leo la noticia de la inauguración del primer congreso de los ecologistas cubanos que se realizó en el barrio del pueblo de Wajay que está a once Km de la ciudad de la Habana, en una amplia casabohío construidas con tablas y guano del árbol de la palma real del Caribe. Los delegados definieron las bases filosóficas del Partido Verde Cubano. Entre las corrientes del pensamiento ecologista cubano destaca la educación de la filosofía sublime hacia los cubanos, una forma de trascender su visión hacia una mente más universal y más sensible. El término sublime designa lo excelso, eminente o de gran elevación que proviene del latín sublimis, que designa lo que está en el aire, en lo alto, situado en la altura, grandioso. La voz sublimis se acerca, finalmente, también a un sentido moral: se convierte en equivalente de la expresión “noble”. Los románticos exploraron lo sublime en el siglo 19 y en sus obras son la representación ante nuestros ojos, el sentimiento de expresión, arrobamiento y de insignificancia humana ante la inmensidad, grandiosidad y lo sublime de la naturaleza. Hay que conocer la belleza trascendental de los parques nacionales del mundo y sus rocas enormes como el cerro Fitz Roy o Torres del Paine de la Patagonia o las rocas altas de Ulamertossuaq del sur de Groenlandia, las gigantes rocas pálidas de Yosemite de Norteamérica o las montañas lejanas de Lofoten de Noruega. Las abruptas rocas de Triglav de Europa central. Las irregulares y seductoras montañas de granito rodeado de glaciares polares de Auyuittuq del Parque Nacional de Nunavut. El filosofo Kant escribe que lo sublime se funda en la razón y rebasa toda apelación al entendimiento y a la imaginación; apunta a lo absoluto, a la totalidad, a lo indeterminado, 124/140


a lo inefable, a lo no material que produce asombro y temor; implica una emoción profunda y poco común que se detiene momentáneamente para desencadenar luego toda una fuerza vital. El filosofo romántico Friedrich Schiller dice “Llamamos sublime a un objeto ante cuya representación nuestra naturaleza sensible siente sus propios limites; nuestra naturaleza racional, empero, su superioridad, su exención de limite; objeto, al que no podemos resistir, pues, físicamente, pero sobre el cual nos elevamos moralmente, es decir, por medio de ideas”. El pensamiento de Schiller sobre lo sublime es extremadamente crucial en el pensamiento de los ecologistas cubanos, que en la cuestión de cómo lograrlo, de cómo elevarse uno mismo desde el nivel de lo bestial, la baja existencia, hasta el nivel de la realeza. Él describe en sus escritos sobre lo sublime, que el hombre debe aprender a no encontrar su existencia en su ser físico, sino que debe aprender a casi desechar su ser físico. Schiller dice que las personas deben aprender a tratar su existencia física como un elemento extraño, como algo que no les pertenece, y a ubicar su identidad en aquellas ideas universales que conectan a la civilización humana en tanto una especie humana. Schiller afirma que sólo entonces, si uno llega al nivel de lo sublime, es el hombre verdaderamente libre, pero esa libertad sólo puede ser una libertad moral, no física, y esa es la diferencia decisiva. Según Schiller uno tiene que educar sus emociones humanas hasta que estén al nivel de la razón. La mayoría de las gentes cree que la razón puede educarse, pero de alguna manera desatiende a sus emociones. Longino, filosofo griego escribe acerca de lo sublime y dice: “La naturaleza ha inspirado en nuestras almas, un amor insaciable por todo lo que es más grande y más divino que nosotros mismos. Por eso, el mundo resulta insuficiente para el pensamiento y la contemplación; con frecuencia la imaginación sobrepasa los limites del espacio…y la grandeza y la belleza de cuanto nos rodea nos hace percibir de inmediato el fin para el que hemos sido creados”. La educación de la filosofía sublime en los cubanos se trata más bien de elevar y educar su inteligencia emocional. De saber escuchar, de trascender su ego y ponerse en el lugar de los demás, en respetar las ideas del otro y en amar a personas diferentes. De asimilar, aprender y compartir culturas de otros lugares como aprendizaje humano. Saber aceptar la realidad misma y del mundo, aprender a expandirse más allá de sus horizontes. Sentir paz con uno mismo y con los demás. 125/140


Entre otros pensadores destacaron a Gregory Bateson conocido biólogo y antropólogo. Bateson escribió dos obras suyas muy importantes “Pasos hacia una ecología de la mente”, “Espíritu y naturaleza”. Desarrolló una visión totalizadora o holística de las ciencias humanas y la filosofía ecológica del hombre. Bateson define: “El ser de un individuo no sólo por su cuerpo físico, sino a través de las informaciones que un individuo recibe de su entorno a través de ello y se conforma de hombre y entorno, según la conciencia, cambian las fronteras del individuo, se deriva un nuevo concepto de espíritu: Así obtenemos una imagen según la cuál este tiene la misma función que un sistema cibernético es decir, que actúa como unidad total relevante que asimila la información atravesando las fases de intento y error. Y nosotros sabemos que dentro del espíritu, en el sentido más amplio, se encuentra una jerarquía de subsistemas, cada uno de los cuáles podríamos definir individualmente como espíritu…algo que yo describo como “espíritu” lo en marco dentro de un gran sistema ecológico, el ecosistema o cuando desplazo los límites del sistema a otro nivel, el espíritu de toda estructura evolutiva se encuentra inmanente”. Bateson aboga por la superación del pensamiento egocéntrico y por la identificación con el medio ambiente en el que vivimos. Requiere de un camino en el pensar, que debe identificarse con el entorno o bien integrar el medio ambiente en la propia conciencia, Esa conciencia es denominada como el ser ecológico. También destacaron a otro pensador contemporáneo. El filosofo francés Edgar Morin y su conocida obra “Los sietes saberes para la educación del futuro” Morin desarrolló la teoría del pensamiento complejo, en la cuál, argumenta que todavía estamos en un nivel prehistórico con respecto al espíritu humano y solo la complejidad puede civilizar el conocimiento. En ello se puede adentrar en el desarrollo de la naturaleza humana multidimensional, la lógica generativa, dialéctica y arborescente, de cuál cuando el universo es una mezcla de caos y orden. A partir del concepto y práctica de la auto-ecoorganización, el sujeto y el objeto son inseparables de la relación autorganizadorecosistema. Morin desarrolló el nuevo paradigma de transdisciplinariedad. Concierne, como lo indica el prefijo “trans” a lo que simultáneamente es entre las disciplinas a través de las disciplinas y más allá de toda disciplina. Su finalidad es la comprensión del mundo 126/140


presente, uno de cuyos objetivos imperativos es la unidad del conocimiento. Edgar Morin en su obra “Los sietes saberes para la educación del futuro” plantea: “es preciso civilizar la Tierra-patria como casa, y común de la humanidad. Avanzar en la noción Tierra-patria y desarrollar la conciencia antropológica, ecológica, cívica, terrenal y espiritual. Los estados deben abandonar su soberanía e integrar un mundo policéntrico y acéntrico, no solo en el ámbito político y económico, sino ante todo cultural. Oriente y occidente, norte y sur deben religar su disyunción a favor de la sabiduría de vivir unidos. Se impone salvar la unidad humana y salvar la diversidad humana, civilizar y solidarizar la Tierra, aprender una ética de la comprensión planetaria. Morin destaca el ciudadano multicultural donde el pluralismo es un principio donde no solo acepta la diversidad y riqueza cultural, sino también su igualdad en derecho y valor cultural. Es decir supone una actitud no sólo de respeto y tolerancia hacia el otro, que es diferente a mí, sino aceptar que este otro, puede tener razón. Durante el congreso de los ecologistas cubanos. Los delegados valoraron la creación de centros de desarrollo transpersonal en cada comuna de la ciudad y provincias del país, para educar a trascender el ego de las personas y destacaron la importancia del pensamiento de Abraham Maslow, padre de la psicología transpersonal, quién desarrolló el concepto de “autorrealización” y lo ligó directamente con otro de sus objetos de estudios, el de “Las experiencias cumbres” que explica: “son experiencias que sentimos y tal vez sabemos cuando alcanzamos una auténtica cuota como seres humanos. Una experiencia cumbre es como una extensión infinita de la subjetividad, es individualidad libre de aislamiento. Una experiencia que se basa en la trascendencia. Maslow dice: En la experiencia cumbres, el conocimiento del Ser puede ser denominado también conocimiento no comparativo o conocimiento no-valorativo. Las personas tienen más posibilidades de contemplar el mundo como algo independiente, no sólo de ellas sino de los seres humanos en general. En las experiencias-cumbre la percepción puede relativamente trascender el ego, ignorar sus propios intereses y ser altruista. Puede ser inmotivada, impersonal, carente de deseos, prejuicios y no basadas en la necesidad independiente.

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La trilogía tradicional de lo verdadero, lo bueno, lo bello se encuentra fusionado en estas experiencias de arrobamiento, de manera que en la práctica puede decirse que forman una unidad y también que el “es” y el “debería ser” se confunden, es decir, que en el conocimiento del ser se perciben también los valores del ser. Las personas en las experiencias-cumbres se sienten más integradas como unificadas, un todo global de una sola pieza o un solo punto. Se encuentran más libres de obstáculos, de inhibiciones, recelos, temores, dudas, controles, reservas, autocríticas. La reacción emocional en la experiencia cumbre posee un sabor especial de admiración, pasmo, reverencia, humildad y rendimiento ante algo grande y sublime. El poeta español Juan Ramón Jiménez quién ha escrito numerosos poemas que describen maravillosas experiencias de unidad. Como veamos el poema “Eternidades” “Yo no soy yo Soy este Uno Que va a mi lado sin yo verlo, Que a veces voy a ver Y que a veces olvido. El que calla sereno cuando hablo El que perdona dulce cuando odio El que pasea por donde no estoy El que quedará en pié cuando yo muera”

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ACERCA DEL AUTOR

Pedro Villanueva González. Artista chileno nacido en la Ciudad de la Habana, (Cuba) en el año 1974. Se graduó en la Academia de Bellas Artes “San Alejandro”, estudió economía internacional y mercados financieros en el Instituto de Comercio Exterior. Su arte de temática costumbrista habanera de la vida cotidiana de los`90 plasmada al lienzo y al óleo, lo llevó a exponer en Europa, USA, Canadá, Chile, Argentina, etc. Actualmente radica en el sur de Chile, en la ciudad de Punta Arenas, durante los años de su estancia ha trabajado como coordinador cultural y formación artística en la lejana Patagonia. Ha logrado servir un gran aporte al desarrollo de la cultura en la zona más austral y fría del planeta. Recién ha escrito una investigación intensa y considerada como el nuevo pensamiento en el siglo XXI. Su libro titulado “La evolución noúmenica de la especie humana y Neogénesis del arquetipo femenino”.

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ANEXO

El triángulo de Penrose, es un objeto imposible que fue creado en 1934 por el artista sueco Oscar Reutersvärd. Posteriormente fue redescubierto de forma independiente por el físico Roger Penrose, en la década de 1950, quien lo hizo popular, describiéndolo como "imposibilidad en su más pura forma". Aparece de forma destacada en las obras del artista M. C. Escher, hasta el punto que fue parcialmente inspirado por sus primeras imágenes de objetos imposibles. El término puede referirse tanto al objeto imposible como a su representación bidimensional. Este objeto imposible aparenta ser un objeto sólido, formado por tres tramos rectos de sección cuadrada, que se encuentran unidos formando ángulos rectos en los extremos del triángulo que conforman. Esta combinación de propiedades no puede ser satisfecha por ninguna figura tridimensional en un espacio euclídeo ordinario. En cambio, en ciertas 3-variedades sí que pueden existir. Si se traza una línea en torno al triángulo de Penrose, se forma una banda de Möbius de 3 vueltas

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Obra de Pedro Villanueva pintada en la Patagonia. Año 2005. De manera muy sorprendente el Tribar del círculo de las cosechas en Waden Hill, (Reino Unido) coincide con su aparición en la fecha de 16 a 18 de Julio del año del 2005, en que la carta astral menciona el arquetipo femenino. El mismo tema de mis pinturas con relación al Tribar y casi en la misma época que había pintado en distancias geográficas diferentes. (En la patagonia chilena) He aquí el resumen de la interpretación de la carta astral con relación a este círculo de cosecha de Janis Page (ha sido una práctica de Astrología, maestra y consejera espiritual de más de 30 años, con una licenciatura en Psicología y Master en Asesoría) En general, esto indica que los patrones profundamente arraigados y arraigado de ser, donde la energía fluye con facilidad tienen el potencial de ser derribado para dar lugar a una nueva forma de ser y con una percepción integrada de la realidad fundamentalmente menos vinculado a conceptualizaciones dualistas y los modos de acción. Esto equivale a la decapitación - la muerte de una forma de pensar, y por lo tanto del Ser, y la transfiguración en una realidad unificada e integrada. Se hace especial hincapié en la transformación de las actitudes hacia el aspecto femenino e intuitivo de nuestro ser. Es notable por su integración y complejos patrones de niveles múltiples aspecto

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dinámico. Por todo ello, hay varios motivos esenciales que surgen: el personal contra lo transpersonal, cuestiones de la libertad frente a la seguridad. La convocatoria y los medios para la transformación e integración que supera las dualidades aparentes. La Luna en Sagitario y Plutón Rx en ascenso, tanto en la aplicación de uno hacia el otro es el punto de giro para el gráfico como el vértice de las cometas, Yod, y gran trino doble. El ascendente está en conjunción con el potente Gran Atractor. La Luna y Plutón están en conjunción con estrellas fijas en la constelación de Ofiuco, que a menudo aparecen en las cartas de aquellos en el camino chamánico. La Luna rige la casa 8, que las normas de Plutón en una rueda naturales, y donde el sol se encuentra en esta tabla - este fuerte impulso escorpiana casa 8 insta a profundizar y transformación. Sin embargo, con el ascendente, la Luna y Plutón en el signo de Sagitario, regente natural de la casa de la 9 ª y con su gobernante de Júpiter en la casa de la 9, la llamada es para la profundización y transformación, sino a través de la libertad, la mente superior y la espiritualidad, más allá de acondicionamiento y limitaciones. La Luna tiene que ver con nuestro ser interior, nuestro ser instintivo y habitual, nuestro ser emocional, y también se refiere a la madre. Plutón se entiende que se refieren al poder y el abuso de ella, y sin embargo lo único que realmente funciona en la presente intenso y poderoso arquetipo que es entrega - la entrega en el sentido de renunciar, pero la entrega en el sentido de dejar ir de la resistencia, la entrega al Espíritu. El planeta Plutón además de una deidad masculina, es también una expresión femenina. El rostro femenino de Plutón es el arquetipo de la Virgen Negro. Es negro, por haber pasado por los incendios de los submundos del infierno y haber sido transformado por los incendios en un ser de pura compasión, con una total ausencia de necesidad, y nada que perder. También representa el arquetipo que puede traer el patriarcado a sus rodillas. Así que aquí tenemos la más personal de la madre de la Luna en conjunción con la madre más profunda, de la Virgen Negro de Plutón, así como en el signo que pide por la libertad. ¿Prestaremos atención a la caída de hábitos del “Yo” del condicionamiento social, familiar y cultural, para movernos a un lugar central de la pureza y la autenticidad? Esta llamada a ser esencial y de la autenticidad se ve reforzada por el Hades transneptunianos ser la celebración de una oposición de contrapeso a Plutón y la Luna. Hades es sobre el núcleo, la autenticidad de hueso nivel, antiguo y profundo, dentro y fuera del espacio y el tiempo como los

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conocemos, y exigente, y quitando cualquier pretensión. Hades trae consigo la desintegración que es la liberación final definitivo de todas las cosas.

Gödel, Escher, Bach: un Eterno y Grácil Bucle (Gödel, Escher, Bach: an Eternal Golden Braid - comúnmente GEB) es un libro ganador del Premio Pulitzer de Douglas Hofstadter, publicado en 1979 por Basic Books. El título de la primera edición en español fue Gödel, Escher, Bach: una eterna trenza dorada que fue susituido por el actual para respetar el juego de iniciales propuesto por el autor: GEB: EGB. Un nuevo prefacio de Hofstadter acompañó a la edición en inglés por el vigésimo aniversario que no tiene más cambios A cierto nivel, es un libro acerca de cómo los logros creativos del lógico Kurt Gödel, el artista M. C. Escher y el compositor Johann Sebastian Bach interactúan. Como el autor indica: "me di cuenta de que Gödel, Escher y Bach eran solamente sombras dirigidas en diversas direcciones de cierta esencia sólida central. Intenté reconstruir el objeto central, y llegué con este libro." El tema central del libro es más abstracto. Hofstadter se pregunta: "¿Siguen las palabras y las ideas reglas formales, o no?" En el prefacio de la edición del vigésimo aniversario, Hofstadter lamenta que su libro haya sido malinterpretado como una mezcolanza de cosas ingeniosas sin un tema central. Indicó: "GEB es una tentativa muy personal de decir cómo es que los seres animados pueden salir de la materia inanimada. ¿Qué es un "uno mismo", y cómo puede un "uno mismo" salir de cosas tan faltas de ser como una piedra o un charco?" El libro hace referencia acerca del bucle extraño, un término acuñado por Hofstadter para describir las cosas que hablan sobre o se refieren nuevamente a sí mismos, tales como la litografía de Escher de dos manos que se dibujan. Un bucle extraño se produce cuando, al moverse hacia arriba o hacia abajo a través de un sistema jerárquico, uno se encuentra de nuevo donde comenzó. Los bucles extraños pueden implicar autorreferencia y paradoja. El concepto de bucle

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extraño se propuso y se discutió ampliamente por Douglas Hofstadter en Gödel, Escher, Bach, y con más detalle en el libro de Hofstadter Soy un bucle extraño, que apareció en 2007.Un bucle extraño es una jerarquía de niveles, cada uno de los cuales puede consistir en objetos, procesos, o prácticamente cualquier otra cosa (ésa es la noción general). Cada nivel está vinculado a otro al menos por algún tipo de relación. Un bucle extraño jerárquico, sin embargo, está "enredado" (Hofstadter se refiere a él como una "heterarquía"), en el que no hay bien definidos un nivel más alto o más bajo. Los niveles están organizados de tal forma que desplazándose a través de ellos, finalmente uno vuelve al punto de partida, es decir, al nivel original. Ejemplos de bucles extraños que ofrece Hofstadter incluyen muchas de las obras de M.C. Escher, el flujo de información entre la red de ADN y enzimas a través de la síntesis de proteínas y la replicación del ADN, y declaraciones "Gödelianas" autorreferentes en los sistemas formales.

En la imposibilidad, John D. Barrow - uno de nuestros escritores de ciencia más elegante y logra - argumenta convincentemente que hay límites a los descubrimientos humanos, que hay cosas que son en última instancia incognoscible, puede deshacer, o fuera de cobertura. Barrow examina en primer lugar los límites de la mente humana: nuestro cerebro evolucionado para satisfacer las demandas de nuestro entorno inmediato, y mucho de lo que está fuera de este pequeño círculo también pueden quedar fuera de nuestra comprensión. Investiga imposibilidades prácticas, como las impuestas por la complejidad, o el carácter finito de tiempo, espacio y recursos. ¿Es el universo finito o infinito? ¿Puede transmitirse la información más rápido que la velocidad de la luz? El libro también examina las restricciones teóricas más profundas de nuestra capacidad de saber, incluyendo el teorema de Gödel, que demostró que había cosas que no se pudo probar. Finalmente, después de haber explorado los límites que nos imponen desde fuera, Barrow considera si existen límites que deben imponer sobre nosotros mismos. Tejiendo juntos este tapiz intrigante,

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Barrow ilumina algunas de las preguntas más profundas de la ciencia, de la posibilidad de viajar en el tiempo a la estructura misma del universo.

Sólo en el siglo 19 se matemáticos primero demostrar la imposibilidad de ciertas construcciones geométricas, como la trisección de un ángulo. Desde entonces una sucesión de imposibilidad resulta sorprendente se han ocupado de satisfacción propia científicos, filósofos y políticos una andanada de bofetadas vertiginoso en la cabeza. Casi todo el mundo sabe que Einstein postuló que la señal no puede moverse más rápido que la luz. Y ese principio de Heisenberg, de indeterminación se ha demostrado que en una sola medición no es posible determinar la posición y el impulso de cualquier partícula. Pero no muchos han oído hablar del teorema de Gödel. En su libro inquietante, Imposibilidad: los límites de la Ciencia y la Ciencia de Límites, cosmólogo británico John D. Barrow establece mapas detallados de éstos y muchos otros obstáculos a nuestro dominio del universo. Aunque un científico físico sí mismo, Barrow es demasiado sutil para caer en el error de los reduccionistas ingenuo, que aprecian la superstición de que todo lerdos reduce a la física. Para refutar los reduccionistas que compara las estrategias científicas de los físicos con los de los biólogos. Desde los físicos sólo afecten a los organismos más simples, tales como electrones, son partidarios de encontrar explicaciones a la luz de, brillante simetrías matemáticas claro. Los biólogos, por otra parte, la lucha con los organismos complejos, tales como ratones, por lo que buscan explicaciones en los procesos desordenados de un accidente histórico y la selección natural. No podemos saber de antemano que el ámbito propio de cada estrategia de la mentira. Barrow dice que tenemos que considerar "si los límites impuestos por nuestra humanidad restringir nuestro conocimiento del universo de manera significativa." Hemos evolucionado cerebro y la mente capaz de negociar a través de nuestras etapas recolectores-cazadores y hasta nuestro nivel actual de la civilización. ¿Pero son estas habilidades suficientes para asegurar nuestro progreso futuro? Hay tantas incertidumbres. ¿Cómo comenzó el universo? ¿Puede contraer o expandir para siempre? El límite de velocidad de la luz, da por cierto que nunca estará seguro. ¿Puede haber una teoría del todo? Barrow ha tratado esto en un libro anterior. Ahora él cree que nuestra única esperanza de seguridad cuelga de la cadena de teoría no probada aún, que puede mostrar que sólo hay un posible conjunto de leyes de la física. "Pero incluso si ese fuera el caso, no sería capaz de demostrarlo", dice Barrow. Un mar oscuro de misterio creador nos baña por todas partes. Tanto se encuentra más allá del alcance de la ciencia. Barrow bocetos de los progresos plausibles de civilizaciones por una escalera que comienza con nuestras capacidades actuales. "Estamos cerca de un nivel bajo Tipo II civilización", dice. Eso significa que son casi capaces de reestructuración de los sistemas solares, entre otras cosas. Compleja secuencia de Barrow de civilizaciones corre todo el camino hasta el final de la civilización de tipo Omega "que pueden distorsionar el universo entero (e incluso otros universos)." Sin embargo, incluso los Omegas sería incapaz de superar los límites a los conocimientos fundamentales impuestas por la capacidad del teoremas de Gödel.

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En 1931 este matemático conmocionó al mundo filosófico, demostrando que los sistemas de lógica la mayoría no pueden llegar a ser completa y coherente. Él utilizó un ingenioso método para probar diabólicamente una declaración válida en la aritmética que dice: "Yo no soy demostrable." Debido a que estudió un sistema modelo no más complejo que la aritmética ordinaria, sus resultados serían para inyectar pandemonio en cualquier clase superior de pensamiento, como la filosofía.

A través de la vida de una pareja observada por narradores diferentes, estas ocho historias interconectadas explorar la noción de que la vida nunca puede ser realizada, salvo en el reconocimiento de la imposibilidad de alcanzarlo El objeto de la vida es imposible, una corta fabricación y crea la realidad. Un espejo se lleva a cabo en la parte posterior de la cabeza y una mano tiene que mover el sentido contrario de lo que se pretendía." En estas últimas líneas de objeto imposible, uno ha encarnado Nicholas Mosley sujetos tanto del amor y la imaginación, así como su estilo lírico inigualable. En ocho historias con un cuidado que están unidas por interludios introspectivo sobre temas relacionados, el autor lleva a cabo la idea, a través de la vida de una pareja vista por diferentes narradores, que "aquellos que gustan de los extremos infeliz puede tener, y los que no se tiene que mirar por ellos ". El objeto imposible del título, "el triángulo que puede existir en dos dimensiones, pero no en tres," es un símbolo de controlar por la imposibilidad de realizar la buena vida a menos que se reconoce la imposibilidad de llegar a ella: sólo entonces puede ser posible darse cuenta de que, a través de una especie de renuncia, sobre todo en "un sofisticado mundo corrupto y caótico." Ese tema provocativo, cómica o trágica por turno, fue recibido por los críticos en 1968 como brillante, penetrante, intenso, y en movimiento, pero sobre todo original.

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Cuento “El triangulo de Penrose” del conocido escritor mexicano Arturo Juárez Muñoz. La imagen del instituto reflejada en el retrovisor del auto, fue la mejor señal de haber abandonado el suplicio de todos los días. Sólo deseaba fervientemente que el dolor de cabeza desapareciera llegada la noche. No niego que una desazón terrible me invadía por entero, sin embargo, justo al pasar por el cruce de las calles 27 y 98, una visión me atrapó y me sumió en una vorágine inesperada. Cómo pude, desafiando el doble sentido de la calle en que circulaba no sin recibir el reclamo airado de los que tuvieron que frenar intempestivamente, so pena de impactarse de manera violenta contra mi auto, es que me pude detener para admirar tan elocuente señal. Cual adolescente que trepa un peñasco, me agazape por la estructura metálica de los andamios que daban fe del arreglo de uno de los muros de contención del puente principal. Durante el ascenso, las ráfagas de viento ponían a prueba mis habilidades aún vigentes, pues asido con fuerza de los gruesos tubos, logré llegar lo más alto posible. Una vez trepado en el segundo puente, una ventisca repentina estuvo a punto de derribarme, pues a más de soplar vientos helados de alta velocidad, me hacían tiritar víctima de un enfriamiento súbito de los huesos de mis manos. Tenía que cerrar la boca, pues trozos delgados de aguanieve se proyectaban contra mi rostro, cegándome por instantes y haciéndome perder el equilibrio. Estoy seguro de haber permanecido así por el lapso de dos horas, tiempo suficiente para solazarme con el espectáculo crepuscular de la 137/140


gran ciudad, pues millones de luces derramadas desde el firmamento, se dibujaban por todas partes cubriendo de un matiz multicolor los monumentos y edificios que se avistaban con claridad desde mi puesto de observación. De pronto, como si una señal divina ordenara al viento detenerse, una calma arrobadora y dulce envolvió el maravilloso momento: el sol se ocultaba tras los rascacielos que amenazaban perforar la biosfera que los admiraba desde lo alto. Aunque no era la primera vez que la obra divina me dejaba sin aliento, pude constatar el perfecto orden que el Demiurgo concedía para tan mágico momento. La luz opalescente de los últimos rayos solares se derramaban cuales olas doradas que se expandían hasta los últimos rincones, para en un instante fugaz como la vida misma, se trastocaran en florecientes tonos grises y abigarrados dibujándose en las losas, arcadas y baldosas de la plaza que lucía esplendorosamente bella. Y allí, justo en ese instante, se proyectó la perfecta conjunción del triángulo de Penrose, de su ecléctica composición de materia y antimateria, de ser y no ser, de sueño y realidad. Un llanto convulso me atrapó y me sacudió de forma inexorable. Había buscado esa señal por meses, incluso años. Anhelaba tanto cruzarme con tan divina certidumbre. Me llevé ambas manos a la cara; resultaba inevitable no rendirme ante la obra maestra de quien todo lo hizo porque todo lo puede. La búsqueda había terminado. Mi mente anonadada contemplaba la perfecta

geometría

de

aquella

revelación.

Por

un

instante

sentí

una

agobiante necesidad de morir seducido por tan notable maravilla. Los tres brazos del triángulo de Penrose parecían sustraídos de aquel mundo imposible, 138/140


inalcanzable, pues el hombre se niega a creerlo por tantos y tantos prejuicios que lo ciegan. Hubiese querido también que el tiempo se detuviera. Parar las manecillas del reloj del tiempo mío, no el de Dios, no el de aquella realidad posible. Zafarme de las ataduras que me imponen las verdades develadas por unos cuantos hombres para la sociedad. Anhelaba ser, si fuere factible, ese nuevo hombre, esa nueva forma de hacer posible lo imposible. Amé por un instante la coyuntura de alargar la eternidad de un nuevo razonamiento, y no el sentirme un instante entre dos eternidades. Cuánta verdad había, y sin embargo, cuánta ignorancia vertida por doquier sobre la tierra. Cerré los ojos entonces para no mirar que el nuevo mundo se desdibujaba ante mi atónita mirada. Los últimos visos dorados que el crepúsculo ofrecía, se fueron diluyendo y me llevaron justo al borde liminar de mi inconsciencia. Cruzar la línea de regreso era como renunciar a la perfección que Dios me permitió conocer por un instante. Entonces, de ser perfecto pasé a oruga, a gusano colgado de las argamasas metálicas que el hombre inventa para reducir sus bajas estaturas. Temía bajar la mirada y descubrir el espectáculo de siempre. Una multitud de seres impensantes estaría intentando poder admirar, lo que para ese momento, era mi gran privilegio. Lo peor es que nadie intentó siquiera seguirme en el intento. Prefirieron quedarse asidos a sus cadenas que los atan al piso que adoran como imperio.

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Ya veo sus rostros apagados por sólo seguir lo que les han impuesto como reglas. Me mirarán, callarán, y en silencio respetuoso más a ellos que a mi osadía, me verán entrar al calabozo al que nadie quiere entrar, al que les han construido como fase final de sus afrentas. Intentarán encontrar en mi mirada la luz que fuera sólo para mí, el elegido. Y luego de contemplar cómo me visten de casaca blanca, me veré impedido de decirles que yo sí creí en el Triángulo de Penrose, por eso tuve la dicha de haber visto los ojos de Dios, en una tarde cualquiera.

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