¿Qué aprendiste de esta visita? Aprendí que es necesario que nosotros que pertenecemos a una sociedad aprendamos a apoyar a las personas que no cuentan con los recursos necesarios para poder ayudar a sus hijos, para que nosotros con los poco o mucho que Dios nos dio tendamos la mano a nuestros compañeros de vida, pues el ser humano es indigente ósea que no es autosuficiente, siempre va a necesitar de los demás para poder completar un fin u objetivo. Aunque dedicar el tiempo es algo que estas personas realmente necesitan para sentirse apoyadas, para darle apoyo a los pequeños, hacerlos reír, olvidar un poco de lo que tienen que sufrir es bueno saber que no es lo único que podemos hacer, si no mas bien apoyar con dinero, que muchas veces es lo que mas escasea y se necesita, apoyo de ropa, despensas, zapatos, cuentos para los pequeños. Que también es necesario que creemos conciencia de que es necesario aterrizar aquello que nos toco el corazón y no solamente dejarlo en las expectativas de que hoy me llego al alma y mañana ya se me olvido, es necesario que tengamos esa conciencia social de apoyo e interés hacia nuestro prójimo, pues no sabemos cuando sea el día en que nosotros lleguemos a necesitar. Por otra parte sería una buena opción crear grupos que tal vez cada fin de semana visiten a los pequeños, tal vez vestidos de payasos o llevarles actividades que los pequeños puedan realizar para que puedan olvidar un poco de lo tanto que sufren y de esta manera tal vez mejorar un poco su calidad de vida, para que no pierdan su inocencia. Otra opción sería crear pequeños grupos para jóvenes de entre trece y diecisiete años, pues ellos no son niños, pero también necesitan que alguien platique con ellos, les de ánimos, que sientan que pese a sus enfermedades existen personas quienes se preocupan por ellos y quieren compartir su felicidad, cariño tristezas, que sepan que no son tratados como raros por sus condiciones de vida.