Mhamid, el último Oasis del Draa
Paisaje y Patrimonio Cultural
Autores: Marta Colmenares, Oriol Domínguez, Alejandro García, Carmen Moreno, Raquel Peña Director de la edición: Mariano Vázquez Espí Coordinadores de la edición: Marta Colmenares, Carmen Moreno, Alejandro García Ilustraciones: Carmen Bueno Diseño y maquetación: Rebeca Gómez-Gordo Colaboradores: Susana Oses, Paula Nevado Traducción al francés: Anne-Claire Langlais Traducción al árabe: Mouna Aboussi Fotografías y textos: Asociación Terrachidia. Algunas de las fotografías seleccionadas han sido realizadas por los participantes de nuestros talleres en M’hamid, a quienes agradecemos su generosa aportación. Edición: Mairea Libros 2016 Escuela Técnica Superior de Arquitectura Avenida Juan de Herrera, 4. 28040 MADRID Correo electrónico: info@mairea-libros.com Dirección web: www.mairea-libros.com ISBN: 978-84-945209-1-4 Depósito Legal: M-6074-2016 Edición Publicada gracias a la subvención de la Universidad Politécnica de Madrid al proyecto de cooperación “Programa de turismo a través de la promoción de alternativas de desarrollo compatibles con la conservación del patrimonio arquitectónico y cultural en el oasis de Mhamid” La Asociación Terrachidia, creadora de esta guía, ha decidido acogerse a la licencia Creative Commons. Por ello, los textos, fotografías e ilustraciones están sujetos a la siguiente licencia Creative Commons: Attribution Non-Commercial Share Alike / Atribución- Non Comercial- Compartir Igual (CC BY-NC-SA) Por tanto, cualquier reproducción total o parcial de sus contenidos no podrá tener fines comerciales, deberá hacer referencia a sus autores y no podrá utilizar un tipo de licencia distinto a éste. Asociación Terrachidia Calle Monteleón, 24 28004 Madrid Correo electrónico: info@terrachidia.es Dirección web: www.terrachidia.es Impresión: Artia Comunicación
Financiación:
Agradecemos a los habitantes del oasis de Mhamid la calidez con la que siempre nos han acogido y la ayuda prestada en todos los trabajos que hemos llevado a cabo. Al caid de Mhamid Saïd EsSabiri a Khalifa Mharzi, Abdelláh Al Karoumi, Abdelkader Laarija y a la familia Sarhani. A Moha Ait Baha, Ismail Eljabari, Said Hamama, Adeslam Kouider, Hicham Alaoui, Omar Bourhim y a la familia Bakari. Al delegado de turismo de Zagora, Khalid Najib. Muchas gracias a Rebeca Gómez-Gordo por su tenacidad y paciencia en la elaboración y maquetación de la guía. A Susana Osés y a Paula Nevado. A Carmen Bueno por los bellos dibujos que ilustran la guía. A Aida Zouaoui. Gracias a Miguel, Manuela, Luca y Olivia. Muchas gracias a Roger Mimó por su paciencia, su precisión y sus aportaciones en la redacción y traducción de esta guía. Gracias a la Universidad Politécnica de Madrid y, en especial a Mariano Vázquez Espí, sin cuyo impulso no habríamos podido llevar a cabo este proyecto. Gracias a todos los participantes de los talleres por su ilusión, su esfuerzo y las aportaciones a este proyecto.
Índice Prefacio 1. Introducción: Objeto de la Guía 2. El oasis de Mhamid
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2.1 Paisaje, Historia y Sociedad
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2.2 El oasis de Mhamid en la actualidad
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2.3 Artesanía y Tradiciones Locales
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3. Arquitectura del oasis de Mhamid
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3.1 Oasis
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3.2 Ksur
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3.3 Kasba
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3.4 Dar
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3.5 Puertas
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3.6 Mezquitas
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3.7 Morabitos
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3.8 Pozos
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4. Patrimonio construido con Tierra 5. Los Ksur del Oasis 5.1 Ksar Mhamid El Ghozlane
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5.2 Ksar Ouled Youssuf
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5.3 Ksar Zaouïa El Henna
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5.4 Ksar Ouled Mhia
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5.5 Ksar Znaga
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5.6 Ksar de Aït Aïssa ou Brahim
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5.7 Ksar Talha
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5.8 Ksar Chorfa
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5.9 Ksar Bounou
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5.10 Ksar Rgabi
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5.11 Ksar Ouled Driss
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5.12 Mhamid Nuevo
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6. Paseando por el Oasis Paseo 1: de Ouled Youssuf a Mhamid El Ghozlane
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Paseo 2: de Aït Aïssa Ou Brahim a Znaga
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Paseo 3: de Talha Bni Mhammed a Chorfa
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Paseo 4: de Zaouïa el Henna a Ouled Mhia
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Paseo 5: de Bounou a El Alouj
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Paseo 6: de Rgabi a Ouled Driss
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Paseo 7: por Mhamid Nuevo
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Paseo 8: ruta Arqueológica
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Paseo 9: a las Dunas de Erg Chigaga
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Epílogo
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Glosario
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intRoducción
objeto de la guía
Introducción 10
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Objeto de la Guía El objeto de esta guía es acercar al viajero el oasis de Mhamid, facilitarle un acercamiento profundo y consciente a través de su historia, su territorio, su cultura y sus gentes. Se pretende abrir el Oasis a un turismo respetuoso, interesado en su patrimonio, en la cultura local y en las posibilidades que éstos ofrecen. Se busca que las actividades turísticas que se organicen tengan más presentes las peculiaridades y las
tradiciones de la región, y se comprometan en mayor medida con la preservación tanto de su patrimonio cultural como de su patrimonio natural, así como que sirvan de apoyo para la creación de empleo en la zona y contribuyan de forma más efectiva y equitativa a incrementar los ingresos económicos de sus habitantes y a atenuar la wmigración hacia las ciudades que, por falta de trabajo, tan duramente ha afectado al Oasis en los últimos años.
Esta publicación supone también una oportunidad para agradecer a la población del Oasis su inmensa hospitalidad, su generosidad y su disposición a compartir sus preciados saberes, siempre orgullosos de dar a conocer su hábitat y su forma de vida a través de sus ojos. Pero es igualmente una buena ocasión de mostrarles el gran valor que tiene su patrimonio material e inmaterial y el interés que despierta en quienes lo contemplan desde fuera, pu-
diendo de este modo contribuir a su mejor conservación futura. La Guía del Patrimonio del oasis de Mhamid es finalmente un medio para dar a conocer el Oasis también a quien no haya estado allí y probablemente no tenga la fortuna de poder hacerlo, pero tenga interés o sienta curiosidad por lo que esconde un rincón tan remoto.
El oasis dE MhaMid
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PaisajE, historia y sociEdad
El Oasis
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de Mhamid 2.1 Paisaje, Historia y Sociedad En las áridas planicies presaharianas regadas por el río Draa resalta hoy un rosario de reductos de verdor, frescura y vitalidad: los oasis. Una sucesión de inmensos palmerales se yergue frente al avance de las dunas, siendo el de Mhamid el último de ellos, pues poco después el río abandona la superficie y prosigue su curso hacia el Atlántico bajo tierra. En estos oasis se cobija buena parte de los habitantes de la región, al ser ya muy pocos los nómadas que habitan las ásperas tierras circundantes. Con inteligencia y pericia, quienes se aventuraron a roturar estos
Valle del Draa
parajes fueron tejiendo durante siglos una compleja red de acequias y pozos que fue insuflándoles nueva vida. Crearon así verdaderos mares de palmeras datileras bajo cuya sombra cultivar trigo, legumbres, verduras y forraje para sus ganados. La población se concentra en compactos pueblos amurallados, los ksur*, cuyo singular es ksar*, que parecen emerger como islotes de barro sobre el verde manto de los palmerales. Sombreadas calles y frescas viviendas generan hábilmente un mi-
croclima donde apenas pueden percibirse las temperaturas extremas y las tormentas de arena que asolan estos parajes. Sin embargo, los altos muros de estos pueblos no se levantaron únicamente para defender a sus habitantes de las inclemencias meteorológicas, la enorme riqueza generada por estos oasis hubo de protegerse de las incursiones de las diversas tribus nómadas que dominaron con frecuencia este territorio. Su carácter remoto y la proximidad del inmenso desierto hicieron que el control político de la zona fuera
Desierto Erg Chigaga
generalmente tenue e inestable. Pese a ello, no hubo nunca falta de interés por someterla. No sólo era atractiva su producción agrícola, con la exportación datilera a la cabeza, sino que controlar esta área suponía dominar la que fuera una de las más importantes rutas comerciales entre el África subsahariana y la cuenca mediterránea hasta que los avances de la navegación permitieron optar por alternativas menos arriesgadas. Esta estratégica ruta caravanera descendía por el valle del Draa hasta el oasis de Mhamid, la puerta del desierto, donde se pertrechaban las caravanas para una larga
El oasis dE MhaMid
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PatriMonio Construído Con tiErra
Patrimonio
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Construido con Tierra Tierra y arquitectura están ligadas desde el origen de la civilización. La abundancia del material junto con la simplicidad de construcción han facilitado su uso en la mayor parte del mundo habitado, en especial allí donde la madera y la piedra son materiales poco abundantes. Este es el caso de los palmerales en el sur de Marruecos, donde la arquitectura y el urbanismo se adaptan a la aridez del clima a la vez que modifican el paisaje natural, y estos factores en conjunto condicionan el modo de vida de sus habitantes. Como en toda arquitectura tradicional se logra así un equilibrio entre naturaleza, cultura y arquitectura, un equilibrio que podría entenderse como patrimonio en su sentido más amplio. Y en este equilibrio la tierra, el barro, es un elemento fundamental en Mhamid.
El conocimiento del material es, por tanto, imprescindible para comprender este patrimonio, ya que sus propiedades determinan las cualidades de la arquitectura. Esta dependencia puede explicarse, por ejemplo, con el comportamiento mecánico del material. En las construcciones en las que se usa como estructura, la baja resistencia de la tierra requiere de un incremento importante del tamaño de muros y pilares, lo que resulta en una arquitectura masiva. Como en otras formas de construcción homogénea, la tierra cumple también con otras funciones: aislamiento térmico y acústico, inercia térmica, etc. El espesor de la construcción debe dar cuenta de todas ellas a la vez. No obstante, existen otros muchos factores que condicionan el tipo arquitectónico, como son el uso de patios de luz, un urbanismo compacto o el propio palmeral. Pero en cualquier caso las propiedades físicas de los materiales condicionan cualquier solución arquitectónica, y por tanto su conocimiento permite explicar y comprender cómo, en un lugar tan extremo, la arquitectura es posible. Su comportamiento todavía no ha sido comprendido totalmente por la ciencia pese a la aparente simplicidad del material y su aplicación. Por su parte, la tradición conoce y aplica el material sabiamente desde hace miles de años. Esa es la realidad fascinante de la arquitectura de tierra.
Interior de la cúpula del morabito
Aun así, conviene hacer el esfuerzo de aproximarse al material. De un modo genérico, la
tierra puede definirse como todo aquel suelo mineral (sin presencia de materia orgánica) con una textura determinada (proporción de arcillas y arenas), que al añadir agua se puede moldear y usar en construcción una vez seco. Hay, por tanto, casi tantos tipos de tierra como tipos de suelo, pero tan solo unos pocos son adecuados para su utilización directa, y en la mayoría de casos es necesario corregir la mezcla (añadir finos o gruesos según el caso), o mejorar sus propiedades mediante aditivos. La variación de todos estos parámetros (proporción de agua, textura y tipo de aditivo) permite adaptar la mezcla a los requisitos propios de cada técnica constructiva según las condiciones locales como la sismología o climatología. Por esta razón cualquier intento de clasificación supone una excesiva simplificación, aunque se puede afirmar que las dos técnicas
los KSUR
ouled Youssuf
Ksar Ouled Youssuf Situación: O del oasis
habitado Estado: bien conservado
Superficie: 1.5 Ha Ocupación: 50%
Población: 223 personas
Reparto:
Etnias: Drauas (árabes)
24 familias en el ksar 9 familias palmeral
6 5 3 41
40
1 Puerta Sur del ksar
Cúpula
Ouled Youssuf se encuentra al noreste de Mhamid El Ghozlane. Parece que ambos ksur comparten un origen común que, posteriormente, dio lugar a los dos poblados.
hacia la calle principal del asentamiento. La puerta norte (3) se encuentra en mal estado de conservación.
La calle principal (1) discurre de norte a sur conectando las dos puertas de acceso al ksar. La puerta sur (2) fue restaurada en 2012, y conserva su trazado en codo
Junto a la puerta sur encontramos la antigua mezquita (4), una de las pocas mezquitas tradicionales del oasis que sigue en uso. Es una mezquita pequeña, modesta, construida completamente en tierra.
4 2
8
7
a1
Elementos de Interés 1. Calle principal 2. Puerta sur
3. 4.
Puerta norte Mezquita
5. 6.
Morabito Pozo
7. 8.
Mhamid El Ghozlane Carretera
s1
s1 a1
Planta, alzado y sección de la puerta
Planta de la mezquita
Es de planta cuadrada en la que un tercio de su superficie está ocupada por la mezquita de mujeres y una estancia auxiliar. La arquitectura es arquitrabada. La sala de oración consta de 4 naves de 5 intercolumnios: los pórticos son paralelos a la quibla*. El interior está encalado. En el centro de la quibla* se encuentra el mihrab, con una pequeña decoración de ladrillos en esquina. Delante del mihrab se interrumpe el forjado de ramas de tamarisco y
palmera que cubre toda la sala para dar lugar a una preciosa cúpula de ‘ochavos’ construida con troncos de palmera y adobe. Los baños se encuentran en la parte sur y actualmente siguen en uso. Constan de una sala para calentar el agua y una sala de abluciones longitudinal con cubículos para la higiene personal. Hacia el exterior, se observa la cúpula del mihrab parcialmente encalada.
Paseando Por el oasis
Ruta 2: de aït aïssa ou bRahiM a znaga
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Paseo 2 De Aït Aïssa Ou Brahim a Znaga Comenzamos el paseo por Aït Aïssa Ou Brahim, un poblado bereber situado en el centro de la zona sur del oasis. Su ksar está prácticamente abandonado, quedando solo en uso su antigua mezquita. Hasta hace pocos meses, aún podíamos ver su preciosa puerta construida en tierra: el muro de la quibla* se quebraba para dar lugar a la puerta de acceso al poblado. Ahora, los trabajos de construcción de la nueva mezquita la han demolido casi totalmente. Haciéndonos acompañar por algún vecino, quizás podamos ver la antigua mezquita, pequeña, blanca y tapizada de rojas alfombras. También es posible subir a la cubierta y divisar el palmeral desde lo alto.
eleMentos de inteRés en la visita
Ksur
Patrimonio
Como la gran parte de los habitantes de Aït Aïssa Ou Brahim se han trasladado al palmeral, lo mejor para conocer a sus gentes es dar un paseo por las huertas. Uno de los paseos más interesantes es yendo en dirección sureste, cruzando el antiguo cauce del río Draa y adentrándonos en las dunas que ya aquí comienzan a ganar terreno a los poblados. En este punto ya intuimos lo que es el desierto y la dureza de su clima, al quedar expuestos al sol, sin el cobijo de las palmeras o las casas. Al fondo divisamos dunas salpicadas de palmeras, nos encaminamos hacia allí. A medio camino entre el poblado y las dunas encontramos un pequeño bivouac, en medio de la nada, con apenas unos tamariscos que vigilan las cabañas de tierra.
arquitectónico
Pozo
Llegar hasta las dunas nos llevará una media hora. Merece la pena hacer una parada y disfrutar de la cálida arena y de las vistas que ofrece el lugar. El mejor momento para hacer este paseo es el atardecer, evitando el calor intenso. Tras subir y bajar dunas comienzan a abrirse paso las huertas: trigo, alfalfa y tierras en barbecho siempre cobijadas por palmeras. Es muy fácil encontrar a gentes trabajando los huertos, sobre todo mujeres. Es especialmente bello en primavera, cuando se hace la cosecha del trigo y los fardos de cereal se acumulan entre los surcos.
Huertas
Dunas
Dunas y palmeras en el paseo
Tras las huertas intuimos el ksar de Znaga, uno de los más pequeños de todo el oasis. Está rodeado de una de las zonas más ricas del palmeral. Si llegamos desde los huertos podremos ver un hammam*: nos daremos cuenta al ver un edificio cuadrado, pequeño, con un agujero en su parte inferior donde se hace el fuego que calienta el agua y la estancia. En la fachada se ve la mancha negra de hollín. Hoy en día se siguen usando como espacios de higiene de los poblados y suelen ser compartidos entre las familias.
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