PAÍS: España
FRECUENCIA: Diario
PÁGINAS: 8
O.J.D.: 17274
TARIFA: 3160 €
E.G.M.: 97000
ÁREA: 885 CM² - 80%
SECCIÓN: LUGO
8 4 Enero, Lugo2015
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lugo exporta talentos
arsenio coto
perfil El que podría ser un defecto, «estoy muy encerrado en mi vida investigadora», según reconoce, se ha convertido en su principal virtud, «mi capacidad de dedicación a algo que vivo con pasión». Este facultativo anima a los universitarios a que tengan «la inquietud de entrar en contacto con la investigación, para saber si les interesa o no». Y hace ese llamamiento porque «hay verdaderos talentos que se pierden, que quizás nunca han tenido la oportunidad de que alguien les anime». El facultativo vilalbés David Filgueiras, en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid. ep
david filgueiras rama ▶ este cardiólogo, formado en el Mount Sinai neoyorkino y en la Universidad de Michigan, entre otros, dirige un equipo en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares que intenta explicar los mecanismos de taquicardias complejas.
En el corazón de la investigación le abrió los ojos su estancia de cuatro meses en el hospital Mount Sinai de Nueva York, becado por la Sociedad Española de Cardiología. Reorientó su vocación profesional. Se dio cuenta entonces —corría el año 2008— de que quería aplicar sus conocimientos no solo a la asistencia clínica, sino también a la investigación, de la que habla apasionadamente. «La investigación es un estilo de vida. Si no te gusta, la vas a abandonar con el tiempo, antes o después», afirma David Filgueiras (Vilalba, 1977), que añade que reactiva «esa chispa de necesidad de conocimiento» y que supone «un reto continuo, que cuando vas consiguiendo metas es muy satisfactorio». Descubrió esa faceta investigadora en el salto de Madrid a Nueva York, tras realizar los cinco años
de especialidad en La Paz, que es uno de los hospitales de referencia en cardiología en España. Atiende a una población de más de 600.000 habitantes —casi dos veces la de la provincia de Lugo—. «Durante la residencia la actividad investigadora es muy limitada. Nos forman para ser médicos asistenciales, no para ser investigadores», advierte este facultativo, que en su tierra natal estudió en el colegio Mato Vizoso y en el instituto Basanta Silva. David Filgueiras corroboró esa reconducida vocación cuando los dos años siguientes, becado por la Fundación Barrié, colaboró con uno de los grupos de investigación de arritmias más reputados del mundo, el de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), en donde estuvo a las órdenes del doctor José Jalife, quien «represen-
empresa
Este centro reúne a lo mejor de la investigación cardiovascular en España. Se financia con fondos públicos y privados de la Fundación ProCNIC, integrada por BBVA, La Caixa, Endesa, Gas Natural Fenosa, Inditex, Repsol o Telefónica, entre otros.
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ta uno de los máximos referentes en el campo de la investigación en arritmias cardíacas». «En Michigan son grandes expertos. Llevan más de 20 años estudiando la fibrilacion auricular, que es una arritmia muy prevalente, afecta al 1% de la población», precisa el cardiólogo lucense, que recuerda que «fueron dos años tremendamente valiosos y muy productivos». Tras su experiencia americana, en 2011 regresó al Hospital La Paz, en donde durante dos años formó parte como facultativo de la unidad de arritmias y de la robotizada, que, según recuerda, contaba con un avanzado sistema que «no solo era el único de España, sino del mundo». en el laboratorio. Desde hace 14 meses David Filgueiras compagina, en Madrid, su labor como facultativo en el Hospital Clínico San Carlos con la de ser el jefe de uno de los grupos de investigación del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC). Este centro es, a su juicio, «de lo mejor del mundo en medios humanos, materiales y producción científica gracias a su directiva y a las 14 grandes empresas que conforman la Fundación ProCNIC». Es un oasis en el campo de la investigación en España, tan zarandeada en los últimos años por los recortes. El grupo que dirige David Filgueiras centra su trabajo en el laboratorio en las taquicardias
Objetivo
Una operación de 4 o 5 horas duraría media o una hora, lo que reduciría los riesgos intrínsecos al procedimiento» CNIC
Es, a nivel mundial, de los mejores centros de investigación en medios humanos, materiales y producción científica» ventriculares y en la fibrilación auricular. Sobre esta última arritmia explica que «intentamos entender los mecanismos que la mantienen en el tiempo con el objetivo de controlarlos en el futuro». En el caso de la primera, sus esfuerzos se encaminan a tratar de desarrollar «modelos virtuales por ordenador, con altas capacidades de computación, que nos permitan localizar los circuitos de la taquicardia antes de realizar un procedimiento». Si dan con la fórmula, supondría que una intervención que dura cuatro o cinco horas se realizaría en solo 30 minutos o una hora, con lo que «podría reducir los riesgos intrínsecos al procedimiento». Este equipo, en el que cuenta con la colaboración de su exjefe en Michigan, el especialista mexicano José Jalife, fue, a juicio del cardiólogo vilalbés, «una apuesta muy ambiciosa por parte del doctor Valentín Fuster para darle fortaleza a la investigacion en arritmias en España». Aunque existen otras iniciativas en el mismo campo, David Filgueiras asegura que «al nivel y con la dotación humana y de tecnología» que tiene la del CNIC «no hay nada en España». referentes mundiales. Desde que hace 11 años se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela —antes se diplomó en la de Vigo en Fisioterapia—, David Filgueiras ha sido discípulo de especialistas de prestigio internacional. En Nueva York ya coincidió con su actual jefe, Valentín Fuster, que compagina sus funciones como director general del CNIC con las de director del Instituto Cardiovascular del Mount Sinai. Fuster ha sido nombrado doctor honoris causa de 33 prestigiosas universidades del mundo y es el único médico que ha recibido los máximos galardones de investigación de las cuatro principales organizaciones internacionales de cardiología. En la Gran Manzana colaboró con el también facultativo barcelonés Juan Badimón, que dirige el Laboratorio de Investigaciones Cardiovasculares y Biológicas del hospital neoyorkino.