Angélica Araya Arriagada
Diego Rojo Díaz
Claudia Gallardo Trujillo
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Iniciativa financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes FONDART REGIONAL, convocatoria 2013
Prologo
Roberto Candia
A menudo nos regimos por límites, límites geográficos, límites sociales, límites culturales, todo tipo de límites que casi siempre tienen como particular coincidencia la imposibilidad de dejar ver muchas cosas que la existencia nos plantea divisar a lo largo de nuestro camino. "Testimonio de Inocencia" es una invitación a la exploración personal, más allá de los límites que como excusa nos planteamos para no ver, es la reunión de tres miradas amantes de su tierra, entorno, gente, y es también un grito decidido a que nos detengamos un momento a descubrir a través de la vida de estos pequeños niños, las coincidencias o diferencias con nuestra niñez, y de toda aquella época donde el tiempo y los límites no existen. Inmersos en la periferia de Antofagasta y tomando caminos separados, Angélica Araya, Claudia Gallardo y Diego Rojo rescatan con lucidez la reflexión que nos convoca la vida de estos niños, que sin atender al modelo social y económico que nuestro tiempo nos impone, encuentran la felicidad en la sencillez y en la inocencia que su edad propone. Fuera de los estereotipos geográficos a los que nuestra mirada acostumbra observar, este viaje nos permite entrar en Michilla, Paposo, Campamento Mujeres Unidas, Campamento Victor Jara, Sierra Gorda y Baquedano, lugares quizás desconocidos para muchos antofagastinos y que cohabitan esta tierra maravillosa. La marginalidad no está presente como temática de estas fotografías, pues rápidamente se descubre que esta se emplaza justamente en nosotros mismos, en la obtusa condición de observantes de nuestro entorno y de todo aquello que constituye nuestra propia desintegración social. Los autores sin proponérselo han coincidido en sus miradas, logrando hacer de esta exploración un tránsito a lo invisible, reuniendo particulares características de documentalismo social articulado en el constructo artístico que propone a la fotografía como soporte y medio de expresión, transformando el registro de estos niños y su entorno en pieza fundamental del patrimonio inmaterial de sus familias, dejando testimonio de su propia existencia y aportando a la construcción del archivo familiar, artificio vital para la memoria. “Testimonio de Inocencia”, es la oportuna posibilidad de revisar nuestros límites, nuestras fronteras personales, convocando la reflexión acerca de nuestro tiempo pasado y presente, acerca de nosotros mismos y de nuestra marginalidad.
FOTÓGRAFA
Claudia Gallardo Trujillo
Durante el desarrollo de nuestro trabajo, aprendí que la fe de un niño es capaz de derribar cualquier obstáculo y aunque uno crea que ya lo sabía, no es lo mismo vivirlo y estar ahí. Contemplar a los niños a través de mi cámara, obtener registros de su intimidad, compartir con ellos y sus seres queridos, ha sido una gran lección sin duda y ellos han sabido retribuir esta búsqueda haciéndose cómplices del trabajo, participando con confianza y cariño, manifestando que se sienten validados con nuestra presencia y agradecen nuestra labor. En cada niño se gesta un adulto y en base a esto es que me siento afortunada de haber conocido a grandes ciudadanos del mañana.
FOTÓGRAFA
Angélica Araya Arriagada
La experiencia me permitió descubrir el valor de la familia, la belleza de entornos diversos, geografías y espacios donde los pequeños disfrutan la libertad de sus intuitivos juegos … La idea de ir a conocer a los niños y niñas a sus hogares lejanos de la urbe, nace del ejercicio compartido por mis colegas con David Castellano quienes descubrieron la valía de regalar un retrato fotográfico en la periferia. Así retomamos el ejercicio y fuimos en busca de replicar la experiencia inicial, en los poblados aledaños. La iniciativa me inspiro en reconocer en cada fotografía un espacio de nostalgia y pensamientos profundos, de mi niñez. La posibilidad de trabajar colectivamente me permitió adquirir nuevas herramientas, interactuar y retroalimentarme. Me brindó la oportunidad de observar el resultado como equipo de trabajo, brindándome la oportunidad de reconocerme en la obra y en la dinámica grupal.
FOTÓGRAFO
Diego Rojo Díaz
Testimonio de inocencia me traslado hacia el pasado, recordando mi infancia con las ansias de poder descubrir en aquellos niños que viven en los extremos de Antofagasta. Conocer su diario vivir, su sistema de estudios, el querer compartir el tiempo libre, conocer sus vidas, sus entorno entre otras cosas. Donde descubrí que aun existe inocencia de niños, aquellas miradas puras, libres, de felicidad por el lugar en que viven, que no lo cambian por nada, donde existen sueños y los construyen con recursos que están a su alcance. Ahora ud será un pasajero, yo soy un pasajero, todos somos pasajeros de este viaje en búsqueda de nuestra inocencia y recordar nuestra infancia.
Agradecimientos
EQUIPO DE TRABAJO
FINANCIA
INVITAN
FINANCIA: COLABORA
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