Manual para la valoración y conservación del patrimonio arquitectónico de Arequipa ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL MANTENIMIENTO DE LA ARQUITECTURA DOMÉSTICA Gonzalo Ríos Vizcarra
Manual para la valoración y conservación del patrimonio arquitectónico de Arequipa ORIENTACIONES BÁSICAS PARA EL MANTENIMIENTO DE LA ARQUITECTURA DOMÉSTICA
Asociación de Defensa y Protección del Centro Histórico de Arequipa, ASDEPROA Centro de Investigación y Proyectos de la Facultad de Arquitectura e Ingenierías Civil y del Ambiente Universidad Católica de Santa María, CEDIP
Concepto general, investigación y textos: Gonzalo Ríos Vizcarra Asesoría y revisión técnica: Equipo del CEDIP Fotografías: Carlos Rodríguez Quiroz, Gonzalo Ríos Vizcarra
Ser propietario de un bien patrimonial inmueble, como una casona en el centro histórico es un privilegio y una gran responsabilidad por el compromiso que implica con la historia de Arequipa. Su conservación y mantenimiento, mientras no esté en manos de especialistas, está en riesgo. Esta es la razón por la que todo propietario debe tener plena conciencia de su valor histórico y patrimonial, así como su función para mejorar la calidad de vida de un centro histórico revitalizado. Lo dicho ha motivado que el arquitecto Gonzalo Ríos, distinguido vocal de nuestra asociación, prepare este manual y que con el trabajo conjunto de la Universidad Católica de Santa María vea finalmente la luz, con el objetivo de que, al conocerlo, todo propietario sepa cómo mantener conservado y en valor un pedazo de nuestra historia, aprovechando con inteligencia su capacidad como bien generador de bienestar económico e integrándolo a la sociedad civil que habita un Patrimonio de la Humanidad.
Corrección de textos: Eduardo Ugarte y Chocano
Aurora Bellido de Hövelborn
Diseño gráfico: Katiuska Zeballos Velarde
Presidenta de ASDEPROA
En efecto, como alude metafóricamente doña Aurora Bellido de Hövelborn, cada pedazo de historia testimonia el espíritu y la identidad que todo pueblo logra hilvanar y fundir a lo largo de un proceso dinámico, dialéctico y por cierto complejo, convirtiéndose así en el rastro o huella que habrán de descubrir, identificar y seguramente proseguir las nuevas generaciones, luego de una justa valoración. Y cada casa o casona, en este caso ubicada en nuestro centro histórico monumental, traduce con mayor razón el perfil inconfundible de una ciudad hecha de piedra volcánica, con la belleza y el pulso de quienes en su momento la supieron idear y construir, con imaginación, sentimiento y fe. Por eso nuestra universidad, fiel a su irrenunciable vocación de contribuir en el propósito común de conservar lo que Arequipa es también en sus señoriales casonas, ha querido colaborar para que este manual, tan bien concebido y desarrollado por el equipo liderado con solvencia por Gonzalo Ríos Vizcarra, aparezca como una especie de catecismo arquitectónico, gracias al cual se pueda recitar con acierto oraciones propedéuticas, que han de garantizar que nuestra ciudad, patrimonio cultural de la humanidad, siga siendo precisamente eso y para siempre
Más allá de lo que indica el título, que es proveernos de una herramienta para enseñarnos a valorar y conservar nuestro primer valor histórico y cultural, como se define a nuestro patrimonio arquitectónico, esta publicación se convierte en una indispensable referencia organizada para la elaboración de normas que orienten y sancionen el adecuado o mal trato que se dé a este legado histórico. Lo que la vuelve un llamado a autoridades y propietarios hacia el cumplimiento de una responsabilidad en su regulación, conservación y uso. Por otro lado, su autor, el arquitecto Gonzalo Ríos Vizcarra, con esta obra cumple una labor académica que trasciende el aula con el carácter universal de la función universitaria, apoyada por el estudio científico y técnico del CEDIP, de la facultad de Arquitectura e Ingenierías Civil y del Ambiente de la Universidad Católica de Santa María. Asimismo, da paso importantísimo, como ciudadano arequipeño y miembro de la Junta Directiva de ASDEPROA, en el camino que nos lleva a conservar a nuestra ciudad y sus valores naturales y culturales insertándola en la contemporaneidad.
Dr. Abel Tapia Fernández
Eduardo Ugarte y Chocano
Rector de la Universidad Católica de Santa María
Director del Museo de Arte Contemporáneo Arequipa
Índice
Generalidades
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Objetivos del manual Limitaciones y advertencias ¿Qué es el patrimonio cultural? Los valores de nuestro patrimonio
Nuestra ciudad y nuestro patrimonio
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La ciudad del siglo XVI La ciudad del siglo XVII La ciudad del siglo XVIII La ciudad del siglo XIX La ciudad en la primera mitad del siglo XX El sillar
Principales causas de deterioro en los edificios históricos
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Sismos y erupciones Factores climáticos Contaminación atmosférica
Ignorancia, indolencia y vandalismo Por ideas mal entendidas de progreso y modernidad
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Problemas frecuentes y recomendaciones básicas para la conservación de inmuebles con valor patrimonial
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Clasificación Elementos enterrados Cimientos Elementos verticales Muros de carga Tabiques Columnas, pilastras y arcos Elementos horizontales Bóveda de cañón corrido Bóveda de arista Techo de rieles Techo de calamina Elementos ornamentales Molduras, tallados, anagramas Pinturas murales Obras de arte asociadas al edificio
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Espacios abiertos y mobiliario urbano
Recomendaciones generales Mobiliario urbano Árboles y vegetación Pistas y veredas Postes y cableado aéreo
Bibliografía básica
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Introducción El cuidado de un bien patrimonial depende en gran medida del grado de valoración que se le otorgue, y esta valoración es consecuencia directa del conocimiento e identificación que los ciudadanos tengan con él. Si bien es de dominio general que la ciudad de Arequipa es poseedora de un rico patrimonio edificado y que ello le ha valido incluso reconocimientos internacionales es sorprendente la escasa conciencia que los habitantes de esta ciudad tienen de su valor. Es por ello que este texto es básicamente para los arequipeños, o para los que sin serlo habitan esta ciudad y a los que la monotonía de los actos cotidianos impide apreciar el espectacular marco en el cual desarrollan su día a día. Este manual nace por la preocupación de un grupo de gente interesada en el patrimonio de la ciudad reunida en la Asociación de Defensa y Protección del Centro Histórico de Arequipa (ASDEPROA) y cuenta con el apoyo científico y técnico de la Universidad Católica de Santa María a través del Centro de Investigación y Proyectos (CEDIP) de la facultad de Arquitectura e Ingenierías Civil y del Ambiente. El texto se divide en cuatro partes. La primera habla de los conceptos básicos del patrimonio y los criterios para su valoración, la segunda es un breve relato de la evolución arquitectónica de las edificaciones arequipeñas, haciendo notar qué parte de ese patrimonio se conserva todavía y a qué época pertenece. Una tercera parte del texto pone en evidencia las principales causas de deterioro de los monumentos y, la última, que es el grueso del manual, quiere brindar a los encargados de custodiar un bien patrimonial las recomendaciones básicas para su conservación, intentando así, mediante periódicos trabajos de mantenimiento, evitar la pérdida de nuestro patrimonio o intervenciones dramáticas que pongan en peligro sus valores excepcionales. El autor
Generalidades
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Objetivos del manual
Limitaciones y advertencias
Este texto que tiene entre sus manos tiene dos objetivos básicos:
Este documento no pretender ser un texto de restauración del patrimonio inmueble, ni tampoco suplir la opinión de especialistas en el tema sobre problemas específicos, queriendo más bien dar un marco general para valorar el patrimonio y recomendaciones prácticas para el correcto mantenimiento periódico del mismo que eviten trabajos de restauración posteriores. Consideramos como deber también advertir que cualquier tipo de intervención que extralimite los parámetros de los simples trabajos de mantenimiento, debe contar con la participación de personal especializado y con la autorización expresa de las entidades competentes, como es el Instituto Nacional de Cultura (INC), Oficina del Centro His-
UNO. Generar, en los encargados de
DOS. Dar a conocer un conjunto de
la custodia de los bienes patrimoniales inmuebles existentes en la ciudad de Arequipa, una conciencia que tienda a valorar estas significativas edificaciones como partes integrantes de un importante conjunto histórico, pero también como entidades individuales privilegiadas con una serie de cualidades físicas y espaciales que pueden ser aprovechadas y disfrutadas en la actualidad.
pautas mínimas y de carácter general que todo propietario o encargado de un inmueble patrimonial debe saber para el adecuado mantenimiento del mismo y así poder conservar los valores históricos y contemporáneos que posee, sin tener que recurrir a trabajos de mayor envergadura.
tórico y municipalidades en la que pudiera estar circunscrito el bien. Siendo también necesario recalcar que cualquier tipo de obras ejecutadas por el propietario o el encargado del inmueble
que no cuente con las autorizaciones de las instituciones antes mencionadas, serán sancionadas según la legislación vigente en el Perú sobre protección del patrimonio cultural. 13
Generalidades
¿Qué es el patrimonio cultural?
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A lo largo de la historia, el hombre ha ido dejando huellas de su presencia en casi todos los confines del planeta, desde imperceptibles modificaciones de la naturaleza, hasta complejas organizaciones urbanas. Es así que reuniendo e interpretando estos signos de la presencia humana se podría reconstruir la cultura generada por un grupo de personas en un espacio y en un tiempo determinados. Esta forma particular, que tiene cada grupo humano de hacer las cosas, va formando rasgos característicos que identifican a cada poblador en particular con un grupo humano en general, compartiendo diferentes aspectos como lengua, relaciones sociales, ritos, ceremonias o comportamientos colectivos,
creando un sistema de valores y creencias. En este sentido los “monumentos históricos” son los condensadores de toda esta serie de valores históricos y contemporáneos, materializados en objetos físicamente concretos con un elevado valor simbólico, siendo así que muros, coberturas y demás elementos
constitutivos del inmueble, además de cumplir con su rol de dar cobijo para la realización de actividades, están cargados de una serie de significados y cualidades mayores al de cualquier edificación, siendo uno de los objetivos esenciales del presente documento generar conciencia para la valoración de este patrimonio edificado de nuestra ciudad.
Los valores de nuestro patrimonio Siguiendo el esquema de un libro ya clásico para el estudio del patrimonio titulado El culto moderno a los monumentos y aplicado el patrimonio existente en nuestra ciudad, podemos clasificar los valores atribuibles a un bien inmueble en dos grandes grupos: los rememorativos y los contemporáneos.
a) Los valores rememorativos El primer caso se refiere a todos los valores del monumento que surgen del reconocimiento de su pasado histórico. En este sentido los valores que un bien inmueble puede tener son:
1. Los valores de antigüedad. Que es el reconocimiento y aprecio de los signos impresos que el tiempo
va dejando en la edificación. “El tiempo también tiene su pincel” decía un conocido pintor, y estas huellas atestiguan que la ciudad de Arequipa se forjó durante largos procesos históricos, en los cuales, así no los conozcamos a
cabalidad, vemos cómo los años van aportando también a la estética de la edificación. Es así que, sea cual fuera la intervención que se haga en una edificación, jamás se debe pretender borrarle estos signos del pasado para dejarla como recién construida, caso bastante común en nuestros edificios mayormente de “sillar”, que son constantemente “raspados”, con una finalidad de estética falaz, haciendo desaparecer las huellas, que a través de los años, el tiempo dejó impresas.
2. Los valores históricos. Tienen también que ver con el reconocimiento del monumento como parte del pasado, pero no solo en su apariencia superficial, si no en sus contenidos más profundos, que lo convierten en un
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documento revelador de nuestro pasado, no debiendo importarnos el privilegiar una determinada época, pues finalmente nosotros somos producto de un proceso histórico único, que debemos saber valorar.
En este sentido este manual en sus siguientes páginas pretende esbozar algunas mínimas referencias para poder relacionar diferentes tipos o elementos edificatorios de nuestra ciudad con épocas históricas determinadas, considerando a la ciudad como un libro abierto que narra nuestra historia. Por eso es necesario valorar a las edificaciones en su sentido documental y evitar alterar sus elementos por conceptos mal entendidos de estética o por afanes de unificar un estilo que nos parece más digno de preservar, ya que el verdadero valor histórico de una edificación reside precisamente en ser la depositaria de un conjunto variado de testimonios que nos “cuentan” su proceso histórico. Es muy común entre nosotros reconocer como patrimonio solo a los elementos que según nuestro
imaginario son de época colonial, como el aprecio por los techos abovedados y el no reconocimiento como tal de las coberturas planas de “rieles”, sin darnos cuenta que ambas soluciones son igualmente valiosas como reflejo del ingenio de los arequipeños de distintas épocas de solucionar problemas con los elementos que en ese momento se tenía a la mano.
b) Los valores contemporáneos Los valores de contemporaneidad son aquellos que reconocemos en un inmueble, con independencia de su pertenencia al pasado y reconociendo más bien valores que pueden ser comprendidos y disfrutados desde el presente. En este sentido podemos reconocer dos tipos de valores:
1. El valor instrumental. Este valor es aquel que reconoce en el inmueble las capacidades y cualidades para satisfacer necesidades actuales, por lo cual su utilización en el presente resulta absolutamente pertinente. Es el caso de la mayor parte de inmuebles históricos de nuestra ciudad, que como nos consta, dadas sus cualidades espaciales y topológicas, han tenido la capacidad de adaptarse a usos para los cuales no habían sido diseñados. Es así que vemos casonas transformadas en bancos, locales comerciales, restaurantes, centros culturales y educativos, etc. Sin embargo, debemos tener el cuidado de otorgar un uso decoroso al monumento que respete y dignifique su condición, y no realizar modificaciones ni definitivas ni provisionales que aten-
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Generalidades ten los principios conceptuales e históricos básicos del bien. En este punto debemos también hacer mención sobre lo beneficioso que resulta para un centro histórico el mantenimiento del uso original de sus monumentos, sobre todo en lo referente a la vivienda, debiendo ser totalmente permisible la adaptación del inmueble a las exigencias de vida contemporáneas a favor del uso residencial, gozando seguramente los habitantes de cualidades espaciales y ambientales que ningún inmueble contemporáneo es capaz de brindar.
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El centro histórico de la ciudad de Arequipa tiene la capacidad de adaptarse a las necesidades actuales de la ciudad, debiendo procurarse tener un equilibrio de actividades en su interior y otorgar un uso decoroso a sus inmuebles e infraestructuras de valor patrimonial.
2. El valor artístico. Dentro de los valores contemporáneos que un inmueble histórico puede tener están los referidos a lo artístico, lo que es un valor subjetivo dependien-
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te de la época y de la persona o grupo humano que puede reconocer o no este tipo de valores, siendo común en estos tiempos el considerar en los monumentos valores accesibles a la sensibilidad moderna, como es el caso del tan estimado “arte barroco”, despreciado por los “ilustrados” arequipeños del siglo XIX. Es por ello, que hay que tener siempre cuidado al menospreciar algún tipo de manifestaciones que a nuestro juicio no cumplen con ciertos cánones estéti-
cos ya que tarde o temprano estas pueden ser ampliamente reconocidas. En el caso de nuestras edificaciones hay que reconocer como obra artística no solo a la construcción propiamente dicha, sino a todo los elementos que acompañan esa “caja muraria”, como pinturas, esculturas, mobiliario original, etc. ya que todo ello forma parte integral del monumento.
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Nuestra ciudad y nuestro patrimonio Pretendemos ahora plantear un breve y parcial recorrido por las diferentes épocas históricas de nuestra ciudad que dieron origen al legado patrimonial urbano y arquitectónico que hoy en día tenemos.
La ciudad del siglo XVI 22
Luego de un frustrado intento de consolidar una Villa Hermosa en el valle de Camaná, los conquistadores españoles deciden trasladarse al valle del Chili, fundando en 1540 la Villa Hermosa de Arequipa. Para el trazado urbano de la ciudad se utilizó el sistema de cuadrícula regular, el cual si bien todavía no estaba normado, había sido experimentado con anterioridad en ciudades como Lima y Trujillo. Una vez repartidos los solares (generalmente consistentes en un cuarto
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Las primigenias edificaciones del siglo XVI utilizaron la técnica constructiva más elemental y los materiales que más a la mano tenían, no previendo la dinámica telúrica del suelo que echaría abajo estas construcciones de las cuales hoy no queda nada.
Plano de Arequipa en donde puede verse el trazado español en cuadrícula, así como el consolidado en base a agrupaciones prehispánicas.
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de manzana para cada fundador) las ordenanzas del cabildo van a ser tajantes para lograr la consolidación de la ciudad mediante la construcción de edificaciones. En estos primeros años la tecnología constructiva es incipiente y todavía experimental, tratando de aprovechar los recursos materiales que se tenía más a la mano. Es así que se comienza a construir las viviendas con piedras de río, barro, troncos, paja, etc. Muy pronto estos nuevos pobladores se darían cuenta que se necesitaba mucho más que esto para poder hacer frente a los continuos sismos que la ciudad soportaba periódicamente y se comienza a experimentar nuevas técnicas y materiales, principalmente en la arquitectura religiosa, haciendo los primeros intentos de utilizar “una piedra blanca” muy
abundante en la región, sobre todo para las portadas, esquinas de los muros y, excepcionalmente, para ensayar algún tipo de cobertura.
¿Qué existe del patrimonio del siglo XVI? De esta arquitectura, incipiente y experimental del siglo XVI no queda nada, salvo algunos cimientos sobre los cuales se levantarían nuevas edificaciones, pues el terremoto de 1582, la erupción del volcán Huaynaputina en 1600, y el siguiente terremoto que padeció la ciudad en 1604 destruyeron todo lo hasta ese momento edificado. Pero hay algo que sí se mantiene hasta el día de hoy y que percibimos dentro de nuestro centro histórico: la Traza Fundacional. Ese damero original de 49 manzanas de 111.5 m de lado cada
La rectitud de las calles del damero fundacional así como la sección y trazado orgánico de algunas calles del barrio de San Lázaro es herencia del siglo XVI sobre la que se empieza a consolidar la ciudad.
una de ellas es lo que hasta ahora se conserva, así como la disposición del barrio de San Lázaro, que no fue concebido a priori como de ciudad hispana, sino que fue fruto de un progresivo crecimiento aditivo de las edificaciones, en el que el curso de las acequias y andenes prehispánicos marcaba el irregular derrotero para la consolidación edilicia.
La ciudad del siglo XVII A lo largo del siglo XVII la ciudad de Arequipa se comienza a consolidar, pues factores económicos y sociales
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van a convergir para convertirla en protagonista dentro del panorama político del virreinato del Perú. En esta coyuntura la arquitectura empieza también a jugar un rol preponderante, dándose oportunidad a la mano de obra autóctona no solo para participar en los procesos constructivos, sino también en la propia formulación de estructuras
El siglo XVII es el de la consolidación de las edificaciones religiosas, en las cuales se experimenta técnicas constructivas cada vez más audaces para hacer frente a los sismos, utilizando siempre ese material blanco y abundante de la zona, al que se le empezó a llamar por su nombre genérico, “sillar”.
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y programas iconográficos de las más importantes edificaciones civiles y, principalmente, religiosas. Se puede decir que este es el siglo de las edificaciones religiosas, pues Arequipa ya contaba con seis conventos de religiosos y uno de monjas, en los cuales se experimentaba y aplicaba las mejores técnicas constructivas y se daba lugar a los más variados programas iconográficos en las portadas, todo dentro del marco del proyecto barroco que propiciaba la participación de todos los componentes de la sociedad colonial. Algo más rezagada, la arquitectura civil se va nutriendo de los logros de la arquitectura religiosa y va consolidando tipologías a las que los ciudadanos se acostumbran y empiezan a habitar, como la de organizar habitaciones alre-
dedor de patios a los cuales se prolonga la vida familiar. El uso de “la piedra blanca”, que como hemos mencionado, en el siglo XVI era puntual, se generaliza hasta convertirse casi en el material exclusivo para la construcción, salvo para las cubiertas en donde todavía se sigue utilizando la técnica del “par y nudillo”, la paja o las tejas.
¿Qué existe del patrimonio del siglo XVII? Dijimos que este puede ser considerado el siglo de las edificaciones religiosas, pues es en él que se consolidan los conventos y sus iglesias, como los de Santo Domingo, San Francisco, San Agustín, La Merced, La Compañía de Jesús y el monasterio femenino de Santa Catalina, pese a que la mayoría ya se había fundado en el siglo XVI.
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Iglesias, conventos y demás edificaciones religiosas testifican el auge de las construcciones cristianas en el siglo XVII, las cuales se irán adaptando y transformándose a lo largo de los años.
Es importante tener en consideración que no todo lo que hoy existe de estas edificaciones pertenece a este siglo, pues nuevos terremotos traerían abajo gran parte de estos monumentos, teniendo que ser reconstruidos sucesivamente en tiempos posteriores. Pese a ello, podemos asegurar la existencia de partes importantísimas de estas edificaciones religiosas pertenecientes al siglo XVII, como en
El Monasterio de Santa Catalina es un claro ejemplo de cómo un solo conjunto edificado puede contener estructuras de diferentes períodos históricos, todos ellos amalgamados por la unidad que otorga la coherencia.
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algunos casos lo corroboran inscripciones que datan la época de su construcción. En cuanto a edificaciones residenciales hemos mencionado ya que se van arraigando ciertas formas de hacer y de habitar, por lo que no es extraño que ciertas organizaciones espaciales, e incluso partes de algunas edificaciones, provengan de esta época, aunque como ya dijimos, los terremotos se encargarían de privarnos de una mayor parte de edificaciones civiles de este siglo.
La ciudad del siglo XVIII Durante el siglo XVIII, la ciudad de Arequipa no solo va a ocupar plenamente su traza fundacional, sino que va a empezar a expandirse a sus alrededores inmediatos, respetando ini-
El tema de la vivienda será el protagónico durante el siglo XVIII, consolidando la actividad residencial en base a tipologías y sistemas constructivos de eficacia comprobada.
cialmente el crecimiento de la retícula neutra de su fundación. Los monasterios de Santa Teresa y Santa Rosa, el Hospital de los Agonizantes de la Buena Muerte y la Tercera Orden Franciscana, son algunas de las edificaciones religiosas que van a fundarse a lo largo de este siglo. Pero así como hemos denominado al siglo anterior como el de las edificaciones religiosas, a este se le suele llamar el de las casonas, pues ya experimentada la tecnología constructiva y comprobada su relativa eficacia en las construcciones religiosas, esta se traslada a la arquitectura civil, primero a las casonas de familias acaudaladas y luego, popularizándose el sistema y aumentando sustancialmente la mano de obra, al resto de viviendas de la ciudad. La utilización de bóvedas también tiende a expandirse en sustitución del
par y nudillo, y la iconografía concentrada en zonas puntuales de las casonas, como portadas, y demás vanos, recoge el lenguaje utilizado antes en las iglesias, con un alto contenido religioso pero también con una amigable convivencia de motivos andinos prehispánicos con los provenientes de la península, convirtiéndose la arquitectura de la ciudad en centro de irradiación del denominado “estilo mestizo”, que pronto se expandiría a todo el territorio collavino.
¿Qué existe del patrimonio del siglo XVIII? Nuevamente los terremotos se van a encargar de hacer desaparecer gran parte de las edificaciones del XVIII, siendo los más recordados por los inmensos daños causados el de 1784 y el de
1868, a los que no pocas edificaciones les van a hacer buen frente, sobre todo las de una fábrica más prolija, como es el caso de las edificaciones religiosas, que tuvieron que reconstruir en mayor o menor grado algunas de las zonas destruidas, aunque existe también casos excepcionales en los que los daños fueron tales que la ciudad se tuvo que resignar a pérdidas casi totales. En cuanto a la arquitectura civil, esta corrió peor suerte que la religiosa, quedando poco más de una decena de casonas de esta época en casi completo estado, de las cuales podemos mencionar: la casa Tristán del Pozo, la de la Moneda, la del Moral, etc. Sin embargo, muchos elementos constructivos de este siglo se mantienen coexistiendo con estructuras posteriores como muros, portadas, elementos decorativos y hasta la
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misma traza y distribución original de las casonas de patios y huertas que se mantendría como tipología arquitectónica durante un siglo más. Es en este medio en donde se van a realizar edificaciones religiosas tan representativas como la reestructuración de la propia catedral destruida años atrás, la capilla del nuevo cementerio de La Apacheta, etc. Pero el aporte más significativo, al menos en cuanto a volumen, lo representa la arquitectura civil que va a adoptar en ingentes cantidades este nuevo estilo de pilastras, capiteles, frisos y cornisas, sobre todo en su aspecto epidérmico, pues la organización interna de las viviendas alrededor de patios, se va a mantener con muy pocas variaciones.
La Ciudad del siglo XIX
Proporcionados espacios, recias formas y una riquísima iconografía son fragmentos de esa ciudad del XVIII que los continuos sismos no pudieron terminar de borrar.
El siglo XIX va a encontrar a una ciudad de economía estable, con un importante auge en las exportaciones y en la industria textil, motivo por el cual se van a producir importantes olas migratorias de vecinas ciudades del sur, generando un uso más densificado de las áreas y un nuevo ensanchamiento de la trama. Por otro lado, la situación política es inestable, pues Arequipa se debate entre el apoyo realista y el republicano. Ya en la primera mitad del XIX la fisonomía de las edificaciones van a cambiar de las fachadas barrocas a las hoy conocidas como neoclásicas, pues es el sello distintivo del pensamiento ilustrado, que en un primer momento van a ser los propios españoles los que la van a impulsar, pues el cambio dinás-
Bases, tímpanos, entablamentos, etc. Son los nuevos componentes del lenguaje arquitectónico de la Arequipa del XIX, elaborados bajo la misma técnica y con el mismo material que las construcciones de la época colonial.
tico en la península de los Austrias a los Borbones va a traer consigo una nueva forma de ver y entender la arquitectura, motivo por el que personajes venidos de España, entre los que se encuentra incluso a religiosos, van a enarbolar este nuevo arte y despreciar el que anteriormente se hacía. Años más tarde, una vez consolidada la independencia, será una variante de este estilo neoclásico el que va a utilizarse para representar los ideales de la república, diferenciándolo del barroco al que se califica como el “arte colonial”.
¿Qué existe del patrimonio del siglo XIX? De todo el patrimonio edificado que hoy en día tenemos los arequipeños y por el cual nos sentimos tan orgullosos, gran parte pertenece a esta etapa,
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pues como ya hemos visto los sismos fueron minando la ciudad colonial, de la cual tenemos hoy en día una visión solo parcial. El terremoto de 1868 se encargó de marcar una etapa histórica, perdiéndose totalmente edificaciones tan importantes como el Hospital de los Agonizantes de la Buena Muerte de San Camilo, o parcialmente como las bóvedas de la iglesia de San Agustín. A pesar de ello, podemos mencionar una importantísima cantidad de patrimonio edificado perteneciente a esta época que se restauró o reconstruyó bajo el mismo estilo “neoclásico”, tal es el caso de nuestra catedral, que a decir de muchos expertos representa el edificio más importante del Perú edificado en esta época. Mención aparte, como ya hemos dicho, merecen las casonas que sin nin-
guna dificultad van a cambiar su aspecto externo barroco por el neoclásico, intensificándose también la utilización del color en los muros como manera de resaltar en un fondo las ornamentaciones clásicas.
La ciudad en la primera mitad del siglo XX
Si bien la arquitectura arequipeña es reconocida por su época colonial, quizá el grueso de sus edificaciones patrimoniales son ya del siglo XIX, con destacados ejemplos como el de su catedral, uno de los mejores edificios neoclásicos del país.
Pese a que el patrimonio es un concepto dinámico, por lo que debemos considerar que hasta el día de hoy sigue evolucionando la cultura y por ende el patrimonio urbano y arquitectónico, hemos tomado como límite para este documento la primera mitad del siglo XX. En estos primeros cincuenta años del siglo XX, la ciudad de Arequipa ya se ha recuperado de los desastres finiseculares como terremotos y, principalmen-
Una nueva forma de “hacer arquitectura” se verá en las nacientes arterias periféricas al damero fundacional, recurriéndose a un “eclecticismo internacional” que congregaba, en una misma calle, referentes de épocas y lugares diferentes, por lo general ajenos a una realidad local. te, de la guerra con Chile, poniendo sus esperanzas en el ferrocarril como nueva dinámica para el desarrollo. En este contexto de apertura cultural y económica al exterior se va a generar una arquitectura ecléctica e historicista ensayando estilos de lugares y época que la ciudad no había vivido pero que cumplían su objetivo de particularizar
viviendas de una emergente clase social que traslada su residencia a la periferia, principalmente a avenidas que unían la ciudad con polos urbanos nacidos del germen reduccional. Ya casi al finalizar los primeros cincuenta años, Arequipa va a vivir otro momento muy importante e influyente para su desarrollo urbano, las acciones emprendidas para la celebración del cuarto centenario de la ciudad en 1940 y el concilio eucarístico con sede en Arequipa. En esta etapa se van a realizar importantísimas obras urbanas y arquitectónicas creando y renovando el equipamiento público y privado de la ciudad. Todo ello en un marco ideológico de búsqueda de identidad, en el cual el estilo denominado “neocolonial” va a ser de uso privilegiado.
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¿Qué existe del patrimonio de la primera mitad del siglo XX? La mayor parte de edificaciones con valor patrimonial de esta época se mantienen todavía en pie, aunque en algunos casos con serias alteraciones al no ser reconocidas plenamente como parte de nuestro patrimonio edificado. Dentro de este patrimonio debemos mencionar las casas de estilo eclécticohistoricista, las cuales están ubicadas en su mayor parte fuera de los límites del denominado “centro histórico” en avenidas como Ejército y Boulevard Parra. Igualmente, las edificaciones de estilo Art Deco y Buque, van a introducir una visión más geométrica y desornamentada de la arquitectura, siendo antecedentes directos de la “modernidad” en Arequipa. Es necesario aclarar que
pero en el marco del cuarto centenario de la ciudad, como el Teatro Municipal, el Hotel de Turistas, el Ateneo, el Barrio Obrero, el Banco de Crédito, etc.
La época de los “nacionalismos“ en América la vivirá tardíamente Arequipa bajo la forma del Neocolonial, recurriendo, principalmente, a tomar como referencia al rico repertorio barroco de sus edificaciones más señeras.
pese a los valores de índole histórica y contemporánea que podemos reconocer a estas edificaciones, en su mayoría no se encuentran expresamente declaradas ni reconocidas legalmente como confor-
El Art Deco y el estilo Buque impondrán una visión geométrica y abstracta de la arquitectura, adelantándose varios años a la aparición de la primera “modernidad” arequipeña.
tantes de nuestro patrimonio regional, por lo tanto sujetas a un mayor peligro de desaparición. Finalmente, el grupo más importante lo constituyen las edificaciones que fueron construidas, ya sea de manera pública o privada,
El sillar Mención especial dentro de este texto merece el caso del sillar. Esa “piedra blanca” con la que alarifes del siglo XVI, como Toribio de Alcaraz, empezaron a experimentar construyendo portadas y demás vanos, y que poco a poco se convertiría en el material exclusivo de la ciudad de Arequipa hasta los primeros años del siglo XX.
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En ninguna parte del mundo existe un conjunto urbano tan grande construido exclusivamente con toba volcánica.
Comenzaremos hablando de su origen. No es cierta la versión difundida que este material es “lava solidificada”, sino más bien es una toba o tufo volcánico originado por la erupción de los volcanes de la zona. Esta toba o tufo está principalmente compuesta por la deposición de cenizas y lapilli que por efectos de la presión y de los abruptos cambios de temperatura se diversifican y sueldan. En cuanto al color, la gama que más se utiliza de esta toba para la construcción, es la de los blancos y grises, existiendo también puntuales ejemplos en los tonos rosados o salmones. Existen otros lugares en el mundo en donde también se ha utilizado toba volcánica para realizar edificaciones, pero no hay lugar en donde su utilización haya sido tan masiva y tan excluyente
con respecto a cualquier otro material. En cuanto al nombre “sillar” resulta de una generalización que proviene de nombrar así a la unidad de una construcción de sillería, dándose el caso que, como en Arequipa todas las piezas de sillería eran de esta toba, se empezó a nominar así al material en general. Como respeto a esta ancestral tradición arequipeña y con el objeto de ser entendidos, también nosotros utilizaremos este término, aunque reconozcamos su imprecisión.
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Principales causas de deterioro en los edificios hist贸ricos
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Principales causas de deterioro en los edificios hist贸ricos
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Principales causas de deterioro en los edificios históricos Sismos y erupciones
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La actividad sísmica es una constante en la historia de Arequipa, siendo, además de un factor destructivo, una determinante en cuanto a la definición formal y constructiva de nuestra arquitectura. Solo basta recordar que el material del cual están hechos casi la totalidad de edificios patrimoniales, proviene precisamente de esa condición telúrica que constantemente nos recuerdan los volcanes que enmarcan nuestro paisaje. Esta condición sísmica, que ha sido gravitante para la formación de una Cuadros de la época testifican lo medular que resultó la actividad sísmica en la historia de la ciudad, así como el germen bajo el cual florecería toda una cultura.
arquitectura singular y factor en el que concurren gran parte de los valores patrimoniales de reconocimiento mundial, es hoy en día uno de los principales peligros para nuestras edificaciones patrimoniales, sobre todo si
consideramos que el sistema productivo mayormente artesanal bajo el cual fueron construidos estos edificios casi ha desaparecido, y las renovaciones o sustituciones de los edificios dañados o perdidos se hacen ahora bajo sistemas de producción muchas veces antagónicos con el original, perdiéndose valores individuales y de conjunto de nuestro patrimonio. Al referirnos a las erupciones volcánicas, el tema nos resultará seguramente mucho más lejano que el de los sismos, pues ni nuestra generación ni varias anteriores han vivido alguna que afecte directamente a la ciudad. Sin embrago, el hecho que vivamos en una zona con actividad volcánica latente y la propia historia, nos recuerdan que es un fenómeno que bien podría volverse a presentar. Las crónicas refieren que
durante el gobierno del inca Yupanqui, el Misti erupcionó provocando la casi extinción de la étnia Yarabaya (nativa originales del valle del Chili), aunque más descrita y documentada es la erupción que en el año 1600 produjo el volcán Huaynaputina, el que, pese a estar ubicado en Moquegua, afectó a la ciudad con ingentes cantidades de cenizas volcánicas que se depositaban en los techos y, junto a los movimientos sísmicos que generalmente acompañan a estos fenómenos y las lluvias propias del mes de febrero, hicieron colapsar las incipientes construcciones de la primigenia ciudad colonial. Si bien nos resulta imposible controlar o incluso prever la actividad sísmica en nuestra ciudad, sabemos que es un fenómeno con el cual tenemos que convivir. La arquitectura patrimonial
Guamán Poma relata también la erupción del Huaynaputina, la cual cubrió a la ciudad con un espeso manto de cenizas que, aunado a los movimientos sísmicos, hizo colapsar gran parte de las construcciones de la ciudad.
arequipeña es el resultado de un largo proceso formativo, en donde además de cumplir con el fin básico de proveer hábitat, debía hacer frente a estos constantes sismos. Por lo tanto podemos asegurar que mediante sistemáticos procesos de ensayo error y corrección se fueron decantando técnicas para lograr soluciones lo más “antisísmicas” posibles. Sin embargo, para el correcto comportamiento de estas estructuras hace falta su adecuado mantenimiento. La propia existencia de estas estructuras es la mejor demostración de su relativa eficacia, pues sabemos que ni las estructuras más vanguardistas y contemporáneas nos pueden asegurar una total invulnerabilidad. Por eso, parte pues de este manual es brindar las recomendaciones mínimas para generar mantenimientos periódicos que
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Principales causas de deterioro en los edificios históricos
La catedral sin sus torres, imagen recurrente para los arequipeños en diversas épocas. En esta foto el edificio luego del terremoto de 1868. 42
garanticen mejores comportamientos de la edificación en eventuales actividades telúricas.
Factores climáticos Todos los materiales, sin excepción alguna, se degradan con el paso del tiempo, variando con ello sus propiedades químicas y físicas originales. Esta degradación, que puede ser considerada como “natural” e inherente de todos los materiales, puede acelerarse
exponencialmente por diferentes factores como los climáticos propios de cada región. En el caso de Arequipa tenemos un clima regularmente estable a lo largo del año sin vientos demasiado fuertes que actúen como abrasivos para los materiales, y sin demasiadas variaciones de temperatura en los diferentes períodos estacionales, que son también perjudiciales en la composición interna de los materiales. Pese a ello, el agua
El cambio climático que vive el mundo, y que se acentúa en ciertas zonas como nuestra ciudad, genera nuevas condiciones para los materiales de los monumentos que valdría la pena empezar a estudiar.
constituye el más importante agente de alteración de nuestros monumentos. El porcentaje de humedad relativa de nuestra ciudad es de 46%, con una máxima de 70% en la estación de verano y una mínima de 27% durante las estaciones de otoño, invierno y primavera. Esto nos permite concluir que la condensación del agua de la atmósfera en nuestros materiales porosos, como el sillar, no es demasiada, pero la absorción que se da regularmente durante los meses de diciembre a marzo por efecto de las lluvias, sí puede ser de consideración, más aún si tomamos en cuenta la falta de mantenimiento de los sistemas de evacuación pluvial que impide un adecuado discurrir del agua, dejando que pase la humedad a través de las bóvedas y los muros de carga.
Esta humedad en nuestros edificios produce una serie de daños tanto en el material pétreo que los compone, el sillar, como en el mortero que une las piezas (cal y arena), debiendo evitarla como primerísima medida de precaución. En cuanto a la fuerte radiación solar que soporta permanentemente nuestra ciudad, esta es más perjudicial para unos materiales que para otros como, por ejemplo, la madera que es mucho más vulnerable a la radiación solar que los bloque de sillar. Razón para considerar el nuevo panorama climático que vive el mundo y que se acentúa en ciertas regiones como en nuestra ciudad, debiendo propiciarse la elaboración de estudios que determinen los daños que puede causar al patrimonio material esta nueva situación climática.
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Nuevas formas de habitar la ciudad generan modificaciones en el ambiente que alberga a los monumentos.
Principales causas de deterioro en los edificios históricos Contaminación atmosférica
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Según últimos estudios, los contaminantes atmosféricos presentes en la ciudad de Arequipa provienen de tres fuentes: del parque automotor en un 76%, del sector industrial en un 19% y de emisiones comerciales en un 5%. Para nuestros intereses nos centraremos en la primera, por ser cuantitativamente más importante, y por ser la que más afecta a nuestros monumen-
tos creando un problema que aumenta exponencialmente sin que se proponga ningún tipo de solución realmente efectiva. Los contaminantes atmosféricos, tanto sólidos, como líquidos y gaseosos, reaccionan con los componentes de la piedra, dando lugar a diversas formas de alteración y a la degradación del material. En la cuenca atmosférica de Arequipa los contaminantes identificaEl parque automotor y la ausencia de un sistema de transporte público eficiente es la principal fuente de contaminación del aire en la ciudad, generando un importante daño a los monumentos.
dos fueron: monóxido de carbono (CO) 43%, dióxido de azufre (SO2) 21%, óxidos de nitrógeno (NOx) 13%, partículas totales en suspensión (PTS9) 15% y compuestos orgánicos volátiles (COV) 8% (plan A Limpiar el Aire – Arequipa). Estos contaminantes, al impregnarse en nuestros sillares y, peor aún, al entrar en contacto con el agua, producen una serie de patologías, tanto en el sillar como en los morteros que requieren un tratamiento especial. Entre los principales daños que pueden sufrir nuestros monumentos a causa de la contaminación atmosférica podemos citar los siguientes: • Pérdida de la superficie original de los monumentos. • Destrucción de elementos de sillar.
• Cambio en la coloración de los monumentos. • Acumulación irreversible de materiales nocivos en las superficies, etc.
Ignorancia, indolencia y vandalismo Otro factor sumamente perjudicial y causante directo de daños al patrimonio es la ignorancia o indolencia, tanto
de usuarios como profesionales, técnicos, autoridades y público en general en el tratamiento del patrimonio, pues no reconocer los valores que una edificación histórica pueda tener, o desconocer técnicas y procedimientos para su tratamiento y conservación, pueden causar daños irreversibles en el patrimonio edificado. Mención especial merece el tema de vandalismo que atenta flagrantemente contra las edificaciones patrimoniales, pues en este caso se es consciente del daño directo y alevoso que se hace al patrimonio, el cual se convierte en un bien codiciable para la agresión por la repercusión que este acto pudiera tener dejando
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Nefasta práctica de pintar edificios patrimoniales con spray, testimoniando la falta de valor que ciertos grupos de la sociedad arequipeña le dan a sus monumentos. marcada su “protesta” en una sociedad en la cual no se sienten aceptados. En este sentido es recurrente en nuestra ciudad la aparición de pintas en los muros de las edificaciones históricas reali-
Principales causas de deterioro en los edificios históricos
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zadas con pintura en spray por personas que en forma individual o colectiva quieren manifestar su protesta contra una sociedad con un orden y valores que no comparten. Debemos también mencionar que, además del daño que se perpetra en la edificación por la pinta en sí, es también perjudicial la manera en que comúnmente los propietarios proceden a retirarla, utilizando métodos generalmente abrasivos que causan un perjuicio aún mayor al monumento. La Ignorancia sobre el patrimonio en muchas ocasiones viene de nuestras autoridades, que debieran ser las encargadas de sentar las normas para su protección, existiendo una cantidad considerable de ejemplos en nuestro centro histórico en que las actuaciones gubernamentales, en la mayoría de los casos por afanes protagónicos
inmediatistas, atentan contra nuestro patrimonio edificado.
Por ideas mal entendidas de “progreso” y “modernidad”
Placa “conmemorativa” puesta por una gestión municipal seccionando el fuste de una pilastra neoclásica.
En un medio como el nuestro, en donde no se tiene todavía claras las metas y objetivos que queremos como ciudad, y en donde los modelos a los que se pretende aspirar provienen de una sociedad de consumo en que la imagen occidental es el paradigma, resulta difícil poder conciliar el patrimonio con la “modernidad” a la que se desea alcanzar. Es por ello que muchas veces se ve al patrimonio edificado o a las trazas urbanas históricas como obstáculos o impedimentos del progreso. Estas falsas ideas de modernidad provienen de sectores de la población no identificados con el patrimonio, y de las mismas autoridades que han tenido una actitud poco conciliadora con nues-
tras edificaciones históricas y no han sabido adaptarlas a una idea de ciudad contemporánea, pero sustentada en los altos valores patrimoniales que una urbe como Arequipa posee.
Demoliciones sistemáticas de edificios con valor patrimonial. Una constante práctica de personas o grupos con mezquinos intereses individuales de índole comercial.
En este sentido, vemos cómo sistemáticamente inmuebles con valor patrimonial son furtivamente demolidos por considerarlos incompatibles con los intereses comerciales y altamente rentables por la ubicación estratégica que posee dentro de la ciudad de Arequipa y, por otro lado, a algunas autoridades les cuesta entender que los valores de una ciudad patrimonial no deben medirse en términos estrictamente económicos.
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Problemas frecuentes y recomendaciones bรกsicas
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Problemas frecuentes y recomendaciones bรกsicas para la conservaciรณn de inmuebles con valor patrimonial
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Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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En esta parte deseamos brindar un panorama global de los diferentes componentes de una edificación patrimonial arequipeña, clasificándolos por su posición dentro del conjunto arquitectónico y por su función en la estructura de la edificación. Como hemos mencionado anteriormente, todos estos componentes pueden sufrir alteraciones, por diferentes causas, que aumentan sustancialmente su proceso de deterioro, siendo la intención de este manual el poder brindar recomendaciones básicas para evitar la aceleración de estos procesos o para detener los ya iniciados. Esta clasificación será la pauta que utilizaremos para desarrollar este tema, debiendo aclarar que no se pretende abordar toda la temática ni profundizar en ella, ya que esto excedería las posi-
bilidades de un documento como este y terminaría convirtiendo el manual en un texto para especialistas y no para POSICIÓN DE LOS COMPONENTES
un público sin mayores conocimientos pero deseoso de salvaguardar su patrimonio.
TIPOS
MATERIALES
Elementos Enterrados
Cimientos corridos hasta el XIX Cimientos contemporáneos
Bolones de piedra, cal y arena Concreto armado
Elementos Verticales
Muros de carga Tabiques Columnas y arcos Pilares y vigas Puertas y ventanas
Sillar, cal, arena, ripio Sillar, cal, arena, ladrillo, cemento, quincha Sillar, cal, arena, ripio, ladrillo Madera, concreto armado Madera
Bóvedas de cañón corrido Bóvedas de arista Techos planos Techos inclinados
Sillar, cal, arena, ladrillo Sillar, cal, arena, ladrillo Rieles, sillares, aligerado, concreto armado Rieles, sillares, aligerado, concreto armado
Cornisamentos y molduras Pintura mural Empapelados Revestimientos y revocos Obras de arte asociadas al edificio
Sillar, cal, arena, yeso Pintura al temple Papel estampado, cola Cal, arena, yeso Varios
Elementos Horizontales
Elementos Ornamentales
(Posición Variable)
(Corridos o aislados)
1. Elementos enterrados Cimientos Los cimientos son los elementos de una edificación que se encuentran en la base de la misma, generalmente enterrados, y que sostienen a todo el
resto de la construcción. Los cimientos de nuestras edificaciones patrimoniales, hasta finales del siglo XIX, están constituidos por una argamasa de piedras grandes o “bolones”, arena y cal, variando la profundidad de su ubicación según casos particulares. A partir del siglo XX, y con la introducción de nuevas técnicas constructivas, principalmente el concreto, el tipo de cimentación va a variar, utilizándose el denominado “concreto ciclópeo” con cemento arena y piedras de regular tamaño, y el concreto armado en donde se introduce el fierro en la composición. Pudiendo ser estos puntuales o corridos.
Principales problemas Asentamientos: Los asentamientos son disloques, generalmente puntuales y asimétricos de los elementos de cimentación que pueden poner en riesgo la estabilidad del sistema estructural. Entre las princi51
Edificación histórica en donde se ha asentado el nivel original del suelo, pudiendo verse las características de la cimentación original.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas pales causas que generan este problema podemos mencionarla inestabilidad del terreno sobre el cual se apoya el cimiento, el sobrepeso de edificación por nuevas construcciones no previstas, dimensiones incorrectas de los elementos de apoyo, etc. 52
Humedades: El problema de las humedades va a estar presente en la mayor parte de elementos constructivos que conforman todo el sistema de una edificación patrimonial. Los cimientos se ven continuamente afectados por esta causa ya que en nuestro medio, por los continuos desastres naturales que obligaban a una constante renovación de la ciudad sobre los cimientos de las edificaciones destruidas, el nivel de estos elementos ha quedado más profundo
que lo originalmente planeado, lo que dificulta su adecuado drenaje. A ello se agrega la impermeabilización del suelo circundante con el cemento de las veredas o el asfalto de las pistas que impide la evaporación del agua existente en el subsuelo. Acciones para su conservación Realizar trabajos directamente en los cimientos, para tratar de solucionar
alguno de los problemas anteriormente descritos, es tarea sumamente compleja que requiere trabajos de especialistas y contar con la autorización de las entidades competentes. Aún así, sí es posible realizar algún tipo de tareas que tiendan a evitar daños mayores. Dentro de estas actividades podemos mencionar: • Monitoreo del asentamiento para verificar si este se ha estabilizado o se encuentra en aumento. • Evitar impermeabilizar zonas aledañas a los cimientos, principalmente con materiales contemporáneos como concreto, asfalto, etc. • Evitar la construcción de edificacio-
nes nuevas sobre las históricas sin el suficiente estudio, dado que la cimentación y el resto de los elementos estructurales no estuvieron previstas para ellas. • En la medida de las posibilidades, tratar de recuperar el nivel de piso original o, en todo caso, evitar seguir subiéndolo de nivel. • Evitar la realización de excavaciones aledañas a los elementos de cimentación, ya que estas pueden debilitar el sistema.
2. Elementos verticales Muros de carga Los muros de carga son aquellos capaces de soportar cargas verticales además de la de su propio peso, por lo que, aparte de tener una función de cerramiento, cumplen una función estructural. En el caso de nuestras edificaciones patrimoniales, son los que soportan el peso de las bóvedas, los techos de rieles o de cualquier otro tipo además de sus empujes. Es por ello que presentan anchos considerables ya que adoptan la tipología del denominado “muro cajón”, es decir, tienen un doble paramento de sillares que encierran en
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su interior una argamasa de cal arena y diversos materiales de relleno conocido como “ripio”.
Principales problemas Grietas y fisuras: Las grietas son rajaduras o hendiduras que se presentan en una o más uni-
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dades constructivas, en nuestro caso sillares, estableciéndose la diferencia entre grieta o fisura por la profundidad y ancho de las mismas. Es así que podemos establecer: • Fisura microscópica: medible en micras. • Microfisura: ancho menor a 0.2 mm. • Fisuras normales: Ancho de 0.2 mm a 2 mm. • Grietas: ancho mayor a los 2 mm. Estas lesiones se pueden presentar por sobrecarga en las estructuras, es decir, construcciones adicionales no previstas que superan la capacidad portante del muro, y problemas en el suelo o en la cobertura, defectos constructivos, utilización de técnicas en forma inadecuada o movimientos telúricos inesperados.
Acciones para su control La aparición de grietas y fisuras en una edificación puede ser el síntoma de problemas estructurales mayores, por lo cual resulta vital la participación de profesionales y autoridades competentes. Mientras tanto, lo que se puede hacer es monitorear si estas grietas se encuentran en estado estable, o se encuentran “vivas”, es decir, si aumentan progresivamente, teniendo en este caso que tomarse medidas urgentes. Entre los diferentes métodos de medición y monitoreo para grietas y fisuras se pueden aplicar los siguientes: Visibles grietas en un edificio patrimonial con los consecuentes problemas para la estabilidad de la estructura.
quince días y comprobar si la arcilla se mantiene intacta o si se ha quebrado. De darse lo último deberá recurrirse a las entidades competentes y a un profesional capacitado. Monitoreo a través de mediciones periódicas:
Monitoreo a través de arcilla o yeso:
Típica grieta en diagonal en un muro de “sillar”, en la que se ve la actividad de la misma en constante avance.
El monitoreo, utilizando arcilla o yeso, permite comprobar si la grieta o fisura se está abriendo más. El procedimiento consiste en limpiar bien la zona afecta-
da y colocar sobre la grieta una pequeña porción de pasta de arcilla o yeso y dejar secar, debiendo monitorear a los
Este procedimiento consiste en marcar con un lápiz el inicio y el fin visible de la grieta o fisura y revisar en períodos de quince días si es que esta ha aumentado. El monitoreo debe ser constante, ya que si se observa un aumento debe recurrirse inmediatamente a las entidades competentes y a profesionales capacitados.
Pérdida o descomposición de morteros: Entendemos como mortero al conglomerado o masa compuesta generalmente con arena y cal utilizado para unir las unidades de sillería (sillares). Su descomposición es un problema serio ya que hace que se pierda el meca-
Pérdida morterodelquesistema une sillares y nismodeunitario estructural. dovelas, restando con ello la capacidad Esta pérdida o descomposición se de debe comportamiento unitario del muro.
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nismo unitario del sistema estructural. Esta pérdida o descomposición se debe a diversas causas, siendo la principal la humedad, tanto la ascendente, es decir la que tiene como fuente el agua yacente en el suelo o subsuelo y que por efecto de la capilaridad del sillar asciende hasta determinada altura, o la humedad descendente, que por efecto de la gravedad tiende a bajar por los muros desde las cubiertas en donde se deposita el agua proveniente de fuentes como las lluvias. Acciones para su preservación Como primera medida, y antes de reparar el daño, deberá ubicarse la fuente que lo produce. En el caso de humedades estas deberán ser controladas, verificando si son ocasionadas por capilaridad, debiendo efectuarse
una revisión general de las aguas que pudieran estar siendo emanadas del suelo o subsuelo, o por gravedad, para lo cual debe revisarse todo el sistema de evacuación de lluvias en las cubiertas, verificando si es que hay “empozamientos” de agua en los techos y si los ductos y/o chorreras se encuentran en buen funcionamiento. Luego, con las autorizaciones del caso, deberá procederse a la restitución de los morteros afectados, debiendo retirarse todo el material visiblemente inservible, para luego proceder a inyectarse una solución de mortero que, en la medida de las posibilidades, debe contemplarse la utilización de los componentes originales, es decir en base a la cal, para lo cual se puede proceder inyectando esta solución por gravedad, es decir desde la cubierta o desde un
punto superior del muro, o por presión utilizando maquinaria especializada que permita la introducción de esta solución en zonas puntuales del muro. En los últimos años, en nuestra ciudad también se está contemplando la utilización de morteros en base a cemento y aditivos epóxicos, lo que ofrece resultados inmediatos satisfactorios, pero no está comprobada su eficacia en largos períodos de tiempo, que es a lo que un trabajo de restauración debe apuntar. Deformaciones y pérdida de verticalidad: Las deformaciones y pérdidas de plomo en las edificaciones patrimoniales, son problemas que se presentan frecuentemente debido a factores como la desigualdad de los materiales
veniente mencionar que muchas veces estas deformaciones son producto del “acomodo” de los elementos a lo largo del tiempo y como respuesta a nuevas situaciones geológicas, medio ambientales o, incluso, nuevos usos del edificio, habiéndose vuelto a encontrar su estabilidad, por lo cual esta deformación no representaría problemas serios. El verdadero problema es cuando estas deformaciones y/o pérdida de verticalidad van en progreso continuo. La progresiva deformación y pérdida de la verticalidad de muros puede generar el colapso total o parcial de los mismos. constructivos, sobrecargas y a la falta de un adecuado “amarre” entre los componentes de la edificación. Es con-
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Acciones para su control Apuntalamiento del edificio El apuntalamiento es la medida mediante la cual se procede a dar estabilidad a una edificación utilizando un sistema estructural alterno al que posee el propio edificio, siendo este externo
Torre derecha de la catedral luego del sismo de 2001 en donde se tuvo que recurrir al apuntalamiento como medida provisional para el posterior trabajo de restauración.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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y provisional hasta que la construcción recupere su estabilidad. Esta medida a ser tomada en forma excepcional debe ser realizada bajo la supervisión de personal especializado y bajo las mayores medidas de seguridad que no pongan en riesgo al edificio pero principalmente a las vidas humanas que en todos los casos siempre es lo más importante. Al igual que el monitoreo practicado para las grietas, es necesario poder comprobar la estabilidad de los muros, para ello puede ser utilizado el siguiente procedimiento: Método de la plomada Utilizando una plomada manual, y sosteniéndola desde una cota superior del muro, dejarla caer hasta el piso y medir la distancia horizontal que hay entre la marca de la plomada y la base
del muro. Apuntando este dato, se debe repetir la operación a los quince días y comprobar si este factor ha variado. En el caso de haberse producido alguna modificación, significará que el muro no se encuentra estable y que hay que tomar medidas urgentes, como dar parte a las entidades competentes para que, mediante un primer proceso de apuntalamiento, se impida el colapso de la estructura.
mos supone necesariamente un daño a la piedra, pues a veces la alteración es simplemente estética. Entre los agentes bióticos de mayor incidencia destacan: bacterias, hongos, algas, líquenes, briofitas, plantas superiores y animales, los cuales también en la mayoría de los casos están vinculados con la humedad.
Aparición de manchas húmedas y sales:
Acciones para su preservación
Aparición de musgo, líquenes y otros tipos de plantas La aparición de ciertos organismos vivos, en los diferentes componentes de una edificación patrimonial, puede ocasionar también daños de no ser estos controlados a tiempo. A este tipo de daño se le conoce como biodeterioro. No siempre la presencia de organis-
hay raíces que han penetrado entre las juntas. Terminar la limpieza utilizando un cepillo de cerdas plásticas humedecido con una solución de agua al 95% y ácido muriático al 5%.
Biodeterioro en el muro de un edifico patrimonial arequipeño, producido por la humedad y el deficiente sistema de desagüe de la vivienda.
Para prevenir la aparición del llamado biodeterioro, hay que evitar la generación del caldo de cultivo que lo estimule, razón por la que hay que evitar la humedad en muros y cubiertas, así como el contacto directo con los agentes bióticos antes mencionados. En el caso de los ambientes interiores estos deben estar permanentemente ventilados. Una vez detectado el biodeterioro,
Foto microscópica de los organismos alojados en un muro afectado por el biodeterioro. el método de limpieza aconsejado puede ser el siguiente: Retirar en seco las plantas con la mano o con la ayuda de una carda, teniendo cuidado de no dañar ni los sillares ni el mortero, sobre todo si es que
Las manchas puntuales que aparecen en los muros, son por lo general ocasionadas por efectos de la humedad. Si estas nacen desde el nivel inferior del muro y conforme van ascendiendo desaparecen, estamos hablando de la humedad por capilaridad. Si esta nace en la parte superior del muro es humedad por gravedad, la cual desciende desde la zona de cubiertas. Es frecuente que estas manchas vayan acompañadas con la aparición de sales solubles, las cuales provienen de fuentes externas como
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Problemas frecuentes y recomendaciones básicas más idóneo. Para los efectos del presente manual debemos recomendar básicamente la detección de la fuente que produce la humedad (sea esta por capilaridad o por gravedad) y la consecuente aparición de sales.
suelos, morteros, metabolismo de organismos, etc. O son propias de la piedra y materiales aglomerantes. El principal problema de las sales es que no solo pueden ser un problema de estética exterior del muro, sino que pueden ocasionar daños físicos y químicos en el sillar cuando se cristalizan en el interior o en la superficie. Sin embargo, su grado de nocividad es variable y depende no solo de las características de la sal sino también de las condiciones ambientales.
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Pérdida o descomposición de mortero externo o “emboquillado”
Acciones para su preservación Pieza de sillar afectada por la aparición de sales, en donde puede percibirse las alteraciones físicas del sillar que hacen perder la geometría original que tenía la unidad.
Existen diversos métodos para desalinizar un muro o una pieza ornamental pétrea, los que se deben aplicar según los daños y el valor de las mismas, siempre por expertos en estos temas que sepan escoger el procedimiento
Pérdida del “emboquillado” del muro de sillar, notándose las piezas aisladas y no esa unidad muraria característica de los paramentos patrimoniales de la ciudad.
La aparición de sales es una constante en las edificaciones patrimoniales arequipeñas, expuestas por lo general a una fuente de humedad.
En nuestro medio llamamos emboquillado al mortero saliente entre las piezas de sillar, el cual, al quedar al exterior del paramento y ser visible, cumple además de la estructural una función estética. Esto ocurre sobre todo luego de la difusión, con aliento municipal en los años 40 y 50 del denominado estilo “sillar caravista”, en donde muros y cubiertas son entendidos como masas de piedra, por lo que sillares y morteros deben mimetizarse.
No es de extrañar, que al estar el emboquillado directamente expuesto a agentes externos, sufra primero las alteraciones que todavía no se han presentado al interior del muro, lo que una vez comprobado, supondría un trabajo puntual de ciertas zonas.
Acciones para su preservación Como ya hemos señalado anteriormente, la primera mediada para dar solución a un problema es detectar la fuente que lo origina. Para el caso de la pérdida o deterioro de los emboquillados debe revisarse las humedades ascendentes y descendentes, la exposición directa de los materiales a agentes
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Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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exógenos degradantes, como humos, excremento de palomas, orina humana, etc., o el procedimiento y materiales utilizados en intervenciones recientes. Luego de haber enfrentado esta primera problemática, deberá precisarse si la pérdida o deterioro del mortero es superficial o supone un daño mayor, debiendo en este caso tomar contacto con especialistas y con entidades competentes. De ser un daño superficial que no denota compromisos estructurales puede seguirse el siguiente procedimiento: • Definir la composición del mortero existente (emboquillado), siendo lo común la presencia de arena y cal. • Retirar cuidadosamente el emboquillado suelto o visiblemente degradado. • Limpiar la superficie a trabajar con
agua potable y con escobilla de cerdas plásticas. • Preparar el mortero en base a la composición original, pudiendo agregarse como componente adicional polvo de sillar, tratando así de alcanzar un color similar al de las unidades de mampostería. • Debe también ser estudiada por el especialista encargado, la posibilidad de utilizar algún aditivo en la mezcla con la finalidad de garantizar la adherencia de la nueva mezcla con las partes existentes. • Humedecer el lugar de trabajo y aplicar la mezcla buscando que penetre de la mejor manera por las juntas. Color y pintado de los muros. Desde que la preocupación por la valoración del patrimonio edificado cobra
importancia en nuestro medio, el tema del color en la arquitectura arequipeña ha resultado siempre controversial, pues pese a existir las evidencias que nos permiten confirmar el uso del color en muros y ornamentos de la gran mayoría de edificaciones patrimoniales, el potencial estético de un muro en sillar “caravista”, se ha convertido hasta en un factor de “identidad regional”. Sin intentar entrar en debates y solo haciendo referencia a temas prácticos, lo cierto es que la aplicación de pintura a la cal en los muros ayuda a la protección de los sillares y revocos y, por lo tanto, a la conservación del monumento. Debemos aclarar que para el caso de los monumentos en sillar (es decir, la gran mayoría de los que la ciudad posee) la técnica pictórica recomenda-
ble es en base a la cal, pues posee los siguientes beneficios: • Permeabilidad. Permite la “respiración” de las paredes evitando la condensación de la humedad. • Salubridad. Dificulta la aparición de moho u otros agentes de biodeterioro. • Originalidad. Al aplicar una técnica ancestral en base a los estratos pictóricos que pudieran ser encontrados en el muro, limitando la paleta de colores a unos cuantos que otorguen continuidad y unidad a un conjunto urbano. • Compatibilidad. Ya que siempre es recomendable la utilización de materiales compatibles con las estructuras existentes de valor patrimonial, y la utilización de la cal es una constante en la construcción de
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El Monasterio de Santa Catalina es uno de los pocos conjuntos patrimoniales que ha sabido mantener la gama cromática y la técnica pictórica ancestral utilizada históricamente en las edificaciones de la ciudad.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas estos edificios. • Protección. Evita el contacto directo de las unidades de sillar con el medio ambiente, protegiéndololas de los elementos nocivos que este pudiera contener. 64
La pintura en base a cal otorga una serie de beneficios al monumento, además de potencializar los valores formales de las edificaciones.
Criterios para el pintado de edificaciones con valor patrimonial Podemos mencionar algunos de los criterios que deben ser tomados en cuenta para el pintado de una edificación con valor patrimonial: • Para el caso de edificaciones con valor patrimonial construidas con sillar, debe aplicarse la técnica de la pintura a la cal, debiendo estudiarse el caso específico de las edificaciones de otros materiales como el cemento, en donde el mercado ofrece una gran cantidad de alternati-
vas, siempre y cuando se respeten los criterios de originalidad y unidad con el contexto en el que se encuentre. • En el caso de nuestros monumentos, la mayoría de ellos tiene en sus muros capas pictóricas o pequeñas evidencias que muestran los antecedentes de los colores utilizados, estas deben ser estudiadas para elegir dentro de estas alternativas la de mayor valor, debiendo también dejar “ventanas” que muestren puntualmente los diversos colores anteriormente utilizados. • Cuando se trata de un inmueble con valor patrimonial, este debe ser considerado como una unidad, al margen de la pertenencia legal que puede haber fraccionado su propiedad, por lo tanto en el momento de
pintarlo o intervenir en él, deberá ser considerado como una entidad única, evitando pinturas o tratamientos diferentes que marquen la nueva propiedad. • Además del tema del color, debe tenerse en consideración el estilo arquitectónico y la época a la que pertenece el inmueble, pues cada una de ellas tiene sus propias reglas Construcción de un segundo piso realizada con tabiquería de sillar, notándose que la falta de rigidez y amarre entre las piezas es también un factor de deterioro.
para destacar ciertos elementos, para ello deberá consultarse con las entidades encargadas o con un especialista.
Tabiques Los tabiques son aquellos muros que no soportan ningún tipo de carga más allá de la de su propio peso, y tienen como finalidad la de cerrar ambientes
o dividir habitaciones. En el caso de las edificaciones patrimoniales de Arequipa, estos tabiques suelen ser también del material predominante, es decir de sillar, pudiéndolos distinguir de los muros de carga por tener un espesor menor y por su libre disposición con respecto a la bóveda o cubierta, aunque no se niega la presencia de tabiques de otros materiales, como madera, quincha, ladrillo, etc. Principales problemas Tabiques que no son de sillar Si bien es cierto que la mayoría de tabiques de nuestros edificios patrimoniales son del mismo material que el de los muros de carga, es decir de “sillares”, podemos también excepcionalmente encontrar tabiques de algún otro ma-
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Problemas frecuentes y recomendaciones básicas terial y construidos bajo técnicas que también tienen valor patrimonial, y por ello, son susceptibles de preservar. Tal es el caso de la “quincha”, entramado de caña recubierto con barro, la cual si bien es cierto fue utilizada más en las regiones costeras del Perú, tam-
bién hay algunos ejemplos en nuestra ciudad, aunque lamentablemente cada vez menos, pues al no ser apreciado su valor patrimonial y al desconocerse técnicas y procedimientos para su restauración, se le suele retirar y reemplazar por materiales contemporáneos.
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Tabique de quincha en uno de los tambos de nuestra ciudad. El poco valor que se da a estos elementos y la falta de conocimiento de técnicas de restauración para estos tipos constructivos hace que se prescinda de ellos incluso en procesos “restaurativos”.
Acciones para su preservación Resultaría complicado y extralimitaría los objetivos y páginas de este manual el proponer prácticas de cuidado y mantenimiento de todas las demás técnicas y materiales que puntualmente pueden ser parte también de nuestro patrimonio, como es el caso de la tabiquería antes mencionada. Como recomendación general podemos decir que en la medida de las posibilidades, se debe tratar de mantener y recuperar no solo los elementos arquitectónicos edificados en base a “sillares”, sino también toda la demás gama de variantes constructivas que seguramente enriquecen al bien patrimonial. Para ello, debe recurrirse a los conocimientos de expertos en el tema y a las entidades competentes, velando por nuestro patrimonio
antes de realizar cualquier acción sobre elementos edificatorios de los que desconocemos su valor patrimonial.
Estructura interna de un tabique de quincha. Elemento poco valorado en la actualidad.
Principales problemas Falta de un adecuado “amarre” o trabado con el resto del sistema estructural. Resulta común que la tabiquería, al no formar parte del sistema estructural de la edificación y teniendo básicamente una finalidad zonificadora dentro de los grandes ambientes patrimoniales, tenga un trabado deficiente o en algunos casos inexistente, sobre todo en la parte superior de unión entre el tabique y la bóveda o el techo plano, haciendo que estos elementos tengan un comportamiento aislado y no formen parte de un sistema monolítico con los demás componentes del edificio. Con el paso del tiempo y con los continuos movimientos sísmicos de la ciudad, el tabique tiende a desprenderse y a pre-
sentar rajaduras, comprometiendo su estabilidad y la seguridad de las personas que habitan el inmueble.
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Resulta común que los tabiques de los edificios patrimoniales tiendan a desprenderse de los muros de carga por un deficiente amarre durante su proceso constructivo.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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Construcciones con tabiquería suelen aparecer también en tiempos posteriores al de la estructura original, debiendo ser reconocidos como parte del proceso histórico de la edificación.
Acciones para su conservación Como acción básica preventiva deberá realizarse monitoreos para poder determinar la estabilidad del tabique y su adecuado anclaje con respecto a los paramentos laterales y horizontales,
motivo por el cual deberán aplicarse las recomendaciones de monitoreo descritas anteriormente: para el caso de fisuras y grietas, el método de la arcilla o yeso y las mediciones periódicas, y para el caso de deformaciones y pérdida de verticalidad, el método de la plomada. Una vez comprobado que el tabique se encuentra en un estado de inestabilidad, deberá tomarse medidas establecidas por personal especializado, apuntalando primero el tabique para luego proceder a devolverle su estabilidad y trabarlo nuevamente al resto de la construcción.
Columnas, pilastras y arcos Las columnas y las pilastras son elementos constructivos verticales cuyo alto es mucho mayor a su sección transversal. Se suele diferenciar el tér-
encuentran en los claustros de los conventos, y en el caso de la arquitectura doméstica en los segundos patios, dando origen al denominado cenador o comedor de verano.
mino columna de pilastra al tener la primera una sección circular y la segunda una sección cuadrada o rectangular. En el caso de la arquitectura patrimonial de la ciudad de Arequipa, las pilastras se encuentran unidas a arcos de medo punto formando galerías o pandas en lugares puntuales de la edificación. En el caso de edificaciones religiosas se
Principales problemas Las pilastras y los arcos que podemos apreciar en nuestro patrimonio forman parte de un sistema estructural mayor en donde intervienen, en la mayoría de los casos, las llamadas bóvedas de arista, de las cuales hablaremos posteriormente. Los problemas que suelen presentarse son similares a los ya descritos en el tema de muros
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Dadas las características aisladas y de esbeltez de las pilastras suelen ser elementos a los que les afecta de manera particular problemas de índole estructural.
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de carga, siendo quizá más recurrente el tema de deformación y pérdida de verticalidad, pues dependiendo de la adecuada aplicación del sistema constructivo y materiales, y del grado de esbeltez empleado, estos elementos tienden a la deformación, debiendo para ello aplicarse las medidas preventivas y de monitoreo antes descritas.
3. Elementos horizontales Bóveda de cañón corrido La bóveda de cañón corrido es aquella cobertura semicilíndrica que cubre el espacio comprendido entre dos muros
Antiguo dibujo del viajero Paul Marcoy en donde da cuenta de la utilización de los espacios abovedados de una casona arequipeña.
de carga. Se le puede entender también como la prolongación de un arco de medio punto a lo largo de un eje longitudinal. Estructuralmente ejerce presiones verticales y laterales sobre los muros que la sostienen, motivo por el cual los muros de carga de nuestros edificios patrimoniales tienen que ser tan gruesos, e incluso en algunos casos necesitar contrafuertes para contrarrestar estos empujes. La utilización de este tipo de bóvedas en nuestra ciudad tuvo origen en la arquitectura religiosa, por la necesidad de cubrir grandes espacios que pudieran alojar a una gran cantidad de fieles. Con escasez de buena madera en el valle del Chili, se tuvo que recurrir a sistemas
Arequipa debe ser una de las ciudades en donde con mayor recurrencia y éxito se utilizó el sistema abovedado para cubrir edificaciones de toda índole.
ancestralmente utilizados en occidente pero aún no practicados en esta naciente ciudad colonial, resurgiendo así la bóveda de cañón. Luego de los buenos resultados obtenidos utilizando ladrillos y posteriormente sillares, la técnica se va popularizando y aplicando también para la arquitectura civil y doméstica, reemplazando a sistemas de cobertura anteriores como al denominado “par y nudillo”. Es por ello que en pocos años se va a llegar a edificar uno de los conjuntos urbanos abovedados más grandes del continente. La bóveda de sillares está compuesta
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por unidades de sillería llamadas dovelas, las cuales son talladas con ángulos específicos para conseguir el arco deseado. La dovela ubicada en el eje central de la bóveda se le denomina clave o llave. A la superficie interior de la bóveda se le llama intradós y a la exterior extradós
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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Principales problemas En la mayoría de los casos las bóvedas están en contacto directo con el medio ambiente (el extradós), por lo tanto expuestas a todos los factores de deterioro que el intemperismo puede traer consigo. Es por ello que es uno de los elementos componentes del sistema estructural con el cual hay que tener un Típica sobrecarga en las bóvedas, sobre todo en edificaciones patrimoniales que han vivido procesos de tugurización y han crecido verticalmente sin considerar las características estructurales del monumento.
mayor cuidado en su mantenimiento. A continuación detallaremos algunos de sus principales problemas: Exceso de carga Por lo general las bóvedas de nuestra ciudad fueron creadas como elemento de cierre final de una edificación y no como un entrepiso preparado
para recibir peso adicional, motivo por el que puede resultar perjudicial la construcción de nuevas edificaciones sobre ellas, sobre todo si es que no se ha realizado un estudio estructural previo. Pero, además de las eventuales construcciones que pudieran haber sido efectuadas, existe una “carga” o relleno que normalmente se le colocaba en la parte superior o extradós con la finalidad de lograr un mejor trabajo a compresión, y con el fin también de nivelar la curvatura y poder utilizarlas como terraza. En algunos casos esta carga también puede haber resultado excesiva y perjudicial para el bien patrimonial.
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Acciones para su conservación Como acción básica preventiva, para evitar la sobrecarga de las bóvedas,
Restauración de tambo en el que se ha liberado de sobrecarga a las bóvedas del primer piso.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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deberá evitarse la utilización de estas cubiertas para fines no previstos, principalmente los que tiendan a aumentar pesos excesivos sobre la bóveda, debiendo también recordarse que, si existe la duda de una sobrecarga por material constructivo excedente, se debe consultar con personal especializado sobre la pertinencia de su retiro, pues como hemos mencionado, en algunos casos esta carga actúa como colaborante para un mejor trabajo a compresión de la estructura. Grietas y fisuras Ya hemos explicado que la diferencia entre grieta y fisura está dada principalmente por el ancho de las mismas, y su principal problema suele darse por la estabilidad o crecimiento de las mismas. Al igual que en los muros, las grietas en
el desprendimiento de alguna dovela o, peor aún, el colapso de la estructura para las personas que habitan el inmueble. Es por ello que cuando se presenta este tipo de lesiones es aconsejable el dejar de habitar el ambiente hasta que sea evaluado por un experto o se tomen las medidas correctivas.
Típica grieta en bóveda de cañón corrido, presente en el primer tercio de la cobertura.
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Permeabilidad ante la humedad las bóvedas pueden presentarse por diferentes factores como: sobrecargas, problemas de suelos, asentamiento de pisos, incompatibilidad entre los sistemas constructivos, movimientos telúricos, etc. Acciones para su preservación Las medidas para dar solución a problemas de grietas y fisuras en bóvedas
de sillar resultan complejas y escapan a los trabajos de mantenimiento y conservación que el usuario del inmueble patrimonial podría realizar. Sin embargo, se pueden aplicar las acciones de monitoreo (con yeso o con mediciones periódicas) antes explicadas para el seguimiento de esta problemática, más aún si tenemos en cuenta que dada la posición de las bóvedas resultaría fatal
El desprendimiento de dovelas de las bóvedas puede resultar fatal para las personas que habitan el bien patrimonial por lo cual debe tomarse las medidas del caso para la salvaguarda de las personas que habitan en él y luego la restauración del mismo.
Como ya hemos explicado, la humedad es uno de los factores que más puede alterar a un inmueble de valor patrimonial. Si tenemos en consideración que las bóvedas, por su posición dentro de la edificación, tienen un contacto directo con la intemperie, concluiremos que es un elemento especialmente afectado por este factor. Sobre el extradós de las dovelas se colocaba una carga que, como tenemos dicho,
Bóveda con grietas en el extradós expuesto al intemperismo y a la humedad principalmente en la temporada de lluvias. poseía una tarea funcional, estructural y también impermeabilizante. Pero podemos apreciar que con el paso de los años esta capa de protección tiende a perder sus propiedades físicas y quí-
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas micas, así como también su capacidad aisladora de humedad. Esto hace que en las épocas de lluvia el agua se filtre directamente a las dovelas y de allí a los muros de sillar ocasionando la llamada humedad por gravedad.
Bóvedas cubiertas con ladrillo pastelero, eficaz sistema para evitar la penetración de humedades externas y el cierre hermético de la estructura.
Acciones para su preservación 76
Como acción básica de prevención, para evitar la humedad por gravedad, está el mantener las características de impermeabilidad de la cubierta, considerando que esta impermeabilización no se puede realizar con cualquier método contemporáneo, como por ejemplo el frecuentemente utilizado de colocar una capa de concreto con algún aditivo impermeabilizador, ya que no debemos olvidar que el sillar es un material altamente poroso que tiende a absorber la humedad del medio am-
finalidad es la de unir las diferentes piezas, en este caso dovelas, y hacer trabajar el sistema de manera integral. Ese es el principal problema por el que una bóveda tiende a deformarse y a no poder responder adecuadamente ante los continuos movimientos telúricos que vive nuestra ciudad. Al igual que en el caso de los muros, los morteros de las bóvedas están generalmente compuestos de una mezcla de arena y cal con la inserción de algunos otros elementos que pueden servir de cuña para el mejor ajuste del sistema abovedado.
biente y necesita posteriormente desprenderse de ella, lo que comúnmente se conoce como “la respiración” del material, no debiendo taparle las vías por donde lo hace. Para estos efectos es conveniente seguir manteniendo las técnicas tradicionales, e incluso, se puede recomendar la utilización de ladrillo pastelero, al ser este un material que
permite estos ciclos de transpiración. Desprendimiento de morteros entre dovelas Como consecuencia directa de la humedad anteriormente descrita y de otros factores de menor incidencia, está la pérdida de las propiedades físicas y químicas de los morteros cuya
La bóveda es un sistema de transmisión de empujes entre las dovelas. Al no estar unidas por la pérdida de los morteros, el sistema empieza a fallar y su respuesta ya no será la misma ante eventuales sismos.
Acciones para su preservación Habiendo concluido que una de las principales causas para la pérdida y descomposición de morteros es la presencia de humedad, la primera medida a tomar deberá ser eliminar la fuente
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Dovelas de bóveda expuestas al medio exterior y a las humedades, dando inicio a problemas mayores como la descomposición y posterior pérdida de los morteros. que la produce. Para el caso de las bóvedas lo más probable es que se deba a humedad por gravedad, es decir aquella que desciende por el agua
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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acumulada de las lluvias. Debe pues tenerse en cuenta las recomendaciones que damos en los siguientes puntos en cuanto al mal funcionamiento del sistema de evacuación pluvial. Por otro lado, se tendrá que recuperar nuevamente los morteros perdidos, bajo la supervisión de personal especializado, buscando en la medida de las posibilidades mantener los componentes originales del mortero o aplicando otros de comprobada eficacia para bienes patrimoniales. Función deficiente del sistema de evacuación pluvial El sistema de evacuación pluvial es aquel que permite descargar el agua de lluvia depositada en las cubiertas hasta las cotas más bajas del piso. Para el caso de la mayoría de casonas are-
Tubo metálico oxidado y roto, empotrado en un muro de sillar, ocasionando serios problemas de humedad al interior de la estructura patrimonial.
quipeñas, este sistema se encuentra compuesto por las pendientes de los techos y por los elementos de desagüe llamados chorreras o gárgolas. El mal funcionamiento del sistema produce empozamientos de agua y los consecuentes problemas de humedad antes descritos. La principal causa de su deficiente funcionamiento se debe a la falta de mantenimiento que debiera darse al sistema. Es así que, basura, hojas de árboles, polvo, etc. “taponan” la salida de agua e impiden su evacuación, siendo también parte del problema las pendientes modificadas por el tiempo que pudieran resultar insuficientes. Acciones para su mantenimiento Como recomendación básica para este tipo de problema está el periódico mantenimiento que debe procurársele
al sistema, limpiando sistemáticamente los canales y puntos de evacuación, sobre todo en la proximidad del período estival que es en el cual se producen las lluvias en nuestra ciudad. Si el problema no queda solucionado, habría que revisar el sistema de pendientes de la cobertura, debiendo tomarse las medidas del caso con personal especializado, para que puedan recuperar su funcionalidad.
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Deformación del arco o desprendimiento de dovelas
Antiguas canaletas de sillar al interior de los patios, las cuales formaban parte del eficiente sistema hídrico de la ciudad.
Existen diferentes motivos por los cuales una bóveda se puede deforma. Entre los principales tenemos: fallas en el suelo y elementos de cimentación, exceso de carga sobre la bóveda, sismos que actúan sobre dovelas que han perdido su cohesión o adherencia en-
Bóveda de cañón corrido deformada y con pérdida de morteros de unión entre las dovelas.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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tre ellas, etc. Debemos aclarar que los edificios en sillería casi siempre están sujetos a procesos de “acomodo” de sus elementos ante diversas circunstancias ambientales, produciéndose así algún tipo de deformación pero que en muchos casos no compromete la estabilidad del edificio patrimonial.
laterales de las iglesias y alrededor de los claustros o patios monacales. En la arquitectura civil y doméstica es común su utilización en los denominados cenadores o comedores de verano, los cuales para relacionarse con el exterior utilizan solo pilastras para sustentar la bóveda.
Bóveda de arista La bóveda de arista es aquella cobertura utilizada generalmente para cubrir espacios cuadrangulares, resultando de la intersección perpendicular de dos bóvedas de cañón corrido. Esta técnica permite la distribución de los esfuerzos, ya no a lo largo de los muros de carga, sino solamente en puntos específicos que pueden ser columnas o pilastras. Es por ello que en nuestra arquitectura religiosa es muy utilizada en las naves
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Acciones para su mantenimiento
Bóvedas de arista que rodean un claustro monástico, sistema típico para estos espacios necesitados de una apertura lateral.
Pese a las marcadas diferencias formales y funcionales entre las bóvedas de arista y las de cañón corrido, los problemas frecuentes que se presentan para su cuidado y mantenimiento son bastante similares. Por lo tanto, podemos asumir las recomendaciones para el caso de las bóvedas de cañón corrido como parte también de las bóvedas de arista.
Grietas en la parte central de un conjunto de bóvedas de arista. Se nota la aplicación de tensores como una interesante y reversible solución de refuerzo.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas Techo de rieles
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El techo de rieles es un tipo de cobertura sumamente innovadora que se dio en la ciudad de Arequipa al finalizar el siglo XIX y hasta las primeras décadas del XX. El sistema consiste en una ingeniosa combinación entre rieles, que hacen las veces de viguetas y piezas de sillar que cubren las luces entre los rieles a manera de plementería. Este tipo de cubierta, usada posteriormente al terremoto de 1868, y coincidente con la llegada del ferrocarril, reemplazó a muchas bóvedas caídas por los sismos, otorgando las ventaConstrucción patrimonial con entrepiso de rieles, permitiendo el crecimiento vertical de la edificación.
jas adicionales que los techos planos ofrecen, como la posibilidad inmediata de utilizar el piso superior. En la actua-
lidad hay la tendencia a no valorar este tipo de cobertura en la medida que se merece, tendiendo a reemplazarlo
apenas se encuentra un daño, es por ello que nos permitimos brindar las siguientes recomendaciones: Oxidación o deterioro de los rieles Como consecuencia de la humedad generada por diferentes fuentes los rieles suelen sufrir un proceso de oxidación, que si no es controlado a tiempo, puede ir debilitando y haciendo reducir la sección original que estos elementos metálicos tenían y, como consecuencia, también su capacidad de resistencia, pudiendo en casos extremos debilitarse tanto, que ceden al peso que tienen que soportar.
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Rieles con proceso de oxidación y piezas de sillar desalineadas. Sin embargo, la sobredimensión estructural de los elementos metálicos hace posible seguir utilizándolos previo proceso de restauración.
En casos normales, si el sistema de rieles no está expuesto a la intemperie, la oxidación del riel es solamente superficial actuando como una reacción de protección con el medio. Pero, en el caso que este haya estado en condiciones que haya afectado algunos milímetros de su sección original, deberá
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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Ingeniosa solución hacia finales del siglo XIX e Inicios del XX, en la que se combina el material predominante de la zona, el sillar, con unos nuevos elementos llegados con el ferrocarril, los rieles.
consultarse con un experto estructural sobre su capacidad de resistencia. Lo que hay que tener siempre en cuenta es que este elemento tiene una sobredimensión estructural original, por lo tanto, el hecho de que haya perdido una mínima parte de su sección original no es motivo para tomar radicales medidas de sustitución, ya que puede perfectamente guardar la capacidad portante necesaria para los requerimientos. Para evitar estos casos es conveniente aplicar antioxidantes que son de fácil acceso en el mercado.
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Techo de calamina Aunque no sea ha valorado en toda la dimensión que merece, el techo de calamina es también parte integrante de nuestras edificaciones patrimoniales, basta mencionar el caso de la cobertura de la Iglesia de San Agustín para percatarnos de ello.
El templo de San Agustín es un destacado ejemplo del virtuosismo en la utilización de placas de zinc corrugadas, conocidas en el medio como “calaminas”, las cuales recrean el mismo espacio abovedado que otrora lo hicieran las dovelas de sillar.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
4. Elementos ornamentales
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Esta técnica, en apariencia dada para soluciones efímeras llega, en ciertos casos, a tal grado de maestría que podemos reconocerle valores de sobra para incluirla dentro de los elementos conformantes de una edificación patrimonial susceptibles de preservar.
Como este manual pretende abarcar solamente el caso de los bienes patrimoniales inmuebles, trataremos solamente los elementos ornamentales que se encuentran estrictamente vinculados con la edificación y que prescindiendo de ellos se perdería gran parte del va-
lor del inmueble. Dado que para el tratamiento de estos elementos se requiere la participación de expertos, nos limitaremos solo a mencionarlos para que puedan estos ser reconocidos como partes integrantes de los edificios de valor patrimonial.
Cualquier elemento ornamental que sea retirado del contexto para el cual fue concebido perderá gran parte de su valor artístico y patrimonial.
Molduras, tallados, anagramas Para el caso de la arquitectura arequipeña surgida en la época colonial resulta de sumo valor los tallados y anagramas que se ubican especialmente en el frontón principal y en la parte superior del resto de los vanos, dando como origen, tanto por su temática como por su ejecución, al denominado “estilo mestizo”.
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Molduras y tallados tanto al exterior como al interior de los espacios arquitectónicos son parte de un rico programa iconográfico que tiene todavía mucho que contarnos sobre la historia de nuestra ciudad.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas personal altamente especializado que conozca y domine las técnicas pictóricas de restauración.
Sanctus Deus Sanctus Fortis, Sanctus Inmortalis Mikserere Nobis, frase recurrentemente tallada en la arquitectura religiosa y civil de la época colonial en Arequipa (dibujo extraído del trabajo de investigación de la Arq. Tatiana Medina Sánchez). 88
Árbol genealógico de Jesús por el lado materno, presente en el tallado de la portada de la casona Tristán del Pozo (dibujo extraído del trabajo de investigación de la Arq. Tatiana Medina Sánchez). Todos estos elementos forman parte del programa iconográfico de los inmuebles, por lo tanto es de vital importancia su conservación, debiendo evitarse limpiezas que puedan dañarlos
o manipulaciones que atenten contra su morfología. En caso de presentarse algún daño en estas piezas deberá recurrirse a personal calificado para su restauración.
Pinturas murales Llama poderosamente la atención cómo en la ciudad de Arequipa se ha valorado tan poco el tema de la pintura en general y de las pinturas murales en particular. El mito de “la ciudad blanca” propició que gran parte de las
edificaciones fueran despintadas para dejar expuesta la piedra volcánica, perdiéndose un elemento consustancial a la arquitectura tanto colonial como republicana como lo es el color. Pese a ello, puede todavía encontrarse pintura mural en un gran número de inmuebles patrimoniales, hallándose inclusive diversas capas pictóricas de cronologías diferentes. Se debe hacer cualquier esfuerzo en recuperar esta rica policromía subyacente en los muros de nuestros edificios, debiendo asumir esta tarea
Obras de arte asociadas al edificio Dentro del rico patrimonio mueble que posee la ciudad de Arequipa, existen obras de arte, que si bien pertenecen a este grupo, se encuentran tan asociadas a la fábrica constructiva que el hecho de moverlas haría que se pierda gran parte del valor que ostentan, tal es el caso de pinturas de caballete, esculturas, medallones, manijas de
Pinturas murales con rica policromía ubicadas en diferentes zonas de los inmuebles arequipeños.
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puertas, etc. Si bien, como ya hemos hecho mención, el tema del patrimonio mueble merecería otro trabajo, la recomendación que podríamos hacer sobre estas piezas es el de evitar moverlas de su
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
5. Espacios abiertos y mobiliario urbano
Existe una gran cantidad de obras artísticas muebles realizadas específicamente para un lugar de la edificación. Debe hacerse todos los esfuerzos por mantenerlas en su lugar original, de otra forma se perdería gran parte de su valor.
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posición original, ya que estas poseen un valor mucho mayor al encontrase en el sitio pare el cual fueron concebidas. El texto en el que se reconoce a nuestra ciudad como patrimonio de la humanidad, hace referencia explícita al medio natural “excepcional” en el cual se ha desarrollado este patrimonio, por lo tanto, pese a que este documento aborda el tema del patrimonio edificado,
resulta indispensable establecer algunas pautas para la protección de estos espacios rurales y urbanos:
Calles, plazas, parques, son los espacios públicos que estructuran la masa edificada, debe por lo tanto su tratamiento estar acorde con los valores patrimoniales que ostenta la ciudad.
Tan importantes como los edificios de valor patrimonial resultan los espacios que los contienen, pues los ordenan y nos permiten apreciar sus valores tanto individuales como de conjunto. Los espacios abiertos están constituidos por las calles, las plazas, los atrios de las iglesias, los parques, los cauces de los ríos y torrenteras, los terrenos de cultivo, etc. Sin los cuales los conjuntos urbanos no podrían ser entendidos ni valorados en su verdadera
condición patrimonial y artística. Las calles rectas de nuestra ciudad nos hablan de la traza fundacional hispana, planteada como modelo organizador en el siglo XVI. La plaza de armas o plaza mayor representa el espacio civil y religioso por excelencia de Arequipa, escenario a través de los siglos de manifestaciones públicas, celebraciones religiosas y lugar de convivencia y encuentro de las diferentes clases sociales de nuestra historia. El resto de plazas y atrios de la ciudad nos recuerdan la importancia de las órdenes religiosas que conforman verdaderos equipamientos urbanos de la colonia, encargados no solo de cumplir
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Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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con actividades religiosas sino también públicas. El río Chili es testimonio de la ubicación estratégica de la ciudad, en donde la provisión del agua debía hacerse de forma natural y directa. Finalmente las zonas de cultivo que rodean a nuestra ciudad son todavía, aunque cada vez menos, componentes de ese armonioso diálogo entre ciudad y campiña que aseguraba el sustento de la sociedad colonial y republicana.
Recomendaciones generales Si bien no es competencia de la población civil las tareas de conservación de los espacios urbanos, es necesario que conozcamos los valores que estos poseen y algunos criterios para su preservación, ya que como ciudadanos tenemos todo el derecho de exigir a
La peculiar forma que tiene la gente de apropiarse de sus espacios públicos es también parte del patrimonio de una ciudad.
nuestras autoridades la adopción de las medidas necesarias para su preservación. En este sentido podemos mencionar los siguientes puntos: • El elemento tangible más antiguo que la ciudad posee es su traza fundacional, la cual debe ser conservada y respetada no permitiéndose ni retiros ni volados, y normando una renovación edilicia acorde con la altura, escalas, y demás componentes morfológicos de las edificaciones patrimoniales. • Las plazas y patios arequipeños nunca se han caracterizado por la abundancia de elementos vegetales en su composición, sin embargo, los pocos que existen deben ser preservados, como por ejemplo los árboles que representan no solo valores naturales sino también culturales.
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El diálogo entre la arquitectura y el medio natural que la rodea ha sido una característica esencial de la ciudad de Arequipa. Este debe ser conservado manteniendo la campiña y recuperando al río Chili.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas • Debe tenerse en cuenta que la “campiña arequipeña” es parte integrante del patrimonio de la ciudad, por lo tanto debe tomarse todas las medidas necesarias para su pre-
servación. • El río Chili es el componente natural más importante del casco histórico, el cual se encuentra hoy en día con altos grados de contaminación y
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pa podemos encontrar: bancas, papeleras, buzones, maceteros, paradas de autobús, informaciones turísticas, señalizaciones de tránsito, puestos de venta de periódicos y revistas, módulos de limpieza de calzado, cabinas telefónicas, etc. Todo ello sin ningún criterio de uniformidad ni de toma en cuenta de las características básicas del centro histórico.
descuidado en su tratamiento. Debe impulsarse políticas para su adecuado manejo tomando en consideración su valor dentro del contexto patrimonial. • Un espacio urbano no puede ser apreciado en su total magnitud si es que este está afectado por agentes contaminantes, tanto atmosféricos como sonoros o visuales. Debe tomarse las medidas necesarias para descontaminar los principales espacios abiertos de valor patrimonial.
Acciones para su implementación
Mobiliario urbano
El texto en el que se reconoce a Arequipa como patrimonio de la humanidad se hace hincapié en el medio natural “excepcional” en el que se desarrolla la ciudad.
Se conoce como mobiliario urbano al conjunto de objetos y piezas de equipamiento instaladas en vías o espacios públicos de la ciudad, los cuales sirven para prestar algún tipo de servicio a los transeúntes. En el caso de Arequi-
El necesario mobiliario urbano de la ciudad debería ser lo suficientemente meditado y diseñado para armonizar con los espacios y edificaciones existentes, así como buscar también la unidad entre los diferentes componentes.
Como recomendación general para el caso del mobiliario urbano está la implementación de un manual que fije los criterios generales de diseño, así como los materiales que los diferentes componentes del mobiliario urbano deben tener, de tal forma que las entidades, sean públicas o privadas, que deseen obtener autorización para la colocación
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Problemas frecuentes y recomendaciones básicas de algún tipo de mobiliario en el casco histórico de la ciudad, tengan necesariamente que regirse a estas pautas generales.
rior de los inmuebles o algún sistema de vegetación en plazas y parques que es necesario mantener y conservar.
Árboles y vegetación 96
Diferentes elementos conformantes del mobiliario urbano de la ciudad, pudiéndose notar la falta de unidad entre ellos y la escasa toma en cuenta del entorno patrimonial en el cual se encuentran.
El centro histórico de la ciudad de Arequipa no se caracteriza por poseer una vegetación abundante. Calles, plazas y patios son por lo general de características “secas” en donde predomina mucho más el piso duro sobre el vegetal. A pesar de ello, se puede reconocer algunos elementos y espacios que poseen estas características naturales, que por su permanencia en el tiempo y por sus peculiaridades, forman ya parte de la imagen patrimonial de la ciudad. Podemos mencionar entre ellos algún tipo de árboles, como palmeras en patios de casonas, huertas al inte-
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Las altas palmeras presentes en algunos de los patios de antiguas casonas se convierten en hitos referenciales, dada su marcada presencia en la imagen de la ciudad.
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas Acciones para su mantenimiento
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Aunque no muy abundante, la vegetación presente en los inmuebles y espacios públicos del centro de la ciudad adquiere un valor cultural adicional a sus atributos naturales.
Mención aparte merece el tema de la nueva vegetación que se implante en el centro histórico, debiédose tomar en cuenta recomendaciones básicas que daremos a continuación.
En cuanto a la vegetación existente en el perímetro del centro histórico de Arequipa hay que hacer primero un reconocimiento de aquella que, además de tener un intrínseco valor natural, posee también el cultural que la hace susceptible de conservación. Luego de este reconocimiento se debe realizar paródicas tareas de mantenimiento, y evaluar con especial cuidado las acciones a tomarse
para su conservación. Recomendaciones para su implementación Las actuales condiciones ambientales que se viven en la ciudad de Are-
quipa, y en especial en el Centro Histórico de la ciudad, hacen necesario el aumento de áreas verdes y elementos naturales, teniéndose en cuenta ciertas recomendaciones para su implantación: • No plantar árboles de copas demasiado grandes colindantes con monumentos edificados, ya que estas pueden generar humedad que termina siendo caldo de cultivo de hongos, moho, musgo, etc. • Evitar que estos nuevos elementos vegetales se conviertan en barreras visuales para la percepción de los inmuebles y espacios de valor patrimonial. • Tener en cuenta que las hojas que caen de los árboles sobre las coberturas pueden interrumpir el normal funcionamiento del sistema de eva-
cuación pluvial. • Las raíces de algunas especies de árboles pueden ser perjudiciales por su capacidad para levantar pisos o, inclusive, alterar el sistema de cimentación de algunas edificaciones. • Recordar que el necesario regado de plantas y jardines próximos a edificaciones patrimoniales puede generar humedad por capilaridad, pudiendo ser la fuente de futuras patologías en muros y cubiertas.
Pistas y veredas Las veredas y las pistas que componen la retícula del centro histórico de Arequipa tienen características particulares, sobre todo estas últimas, que en un buen número están compuestas por un peculiar sistema conocido como “adoquinado”, que consiste en un empedra-
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Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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Continuos trabajos en las calles del centro de la ciudad generan remociones permanentes de los adoquines, sin tener en cuenta, en la mayoría de los casos, el valor patrimonial de los mismos.
do de pequeñas unidades prismáticas. Si bien el sistema no es tan antiguo como se piensa, forma ya parte del imaginario de la ciudad y dialoga bastante bien con las características arquitectónicas de los inmuebles patrimoniales, construidos la mayoría de ellos en sillar.
Trabajos que tienen que ver con el sistema de desagüe o de redes subterráneas hace que estos adoquines sean continuamente removidos, no teniéndose el debido cuidado en su reposición, recurriéndose inclusive a “parchados” con materiales ajenos como el asfalto o el concreto. Recomendaciones para su implementación Para solucionar este problema, las autoridades competentes deben exigir a las empresas públicas o privadas, que por razones ineludibles tienen
Un buen número de “parches” de concreto y asfalto aparecen entre el tradicional adoquinado, producto de las deficientes intervenciones en las calles que no tomaron en consideración el valor patrimonial de las mismas. que realizar trabajos que supongan la remoción del adoquinado de las calles del centro histórico, la participación de personal especializado para su retiro y posterior colocación, teniendo que estar contemplado necesariamente en el proceso, el relevamiento de piezas a retirar y la prohibición expresa de utilizar materiales ajenos para la reposi-
ción, como concreto o asfalto. En el caso que existan piezas que por el paso del tiempo se hayan dañado, estas deberán ser sustituidas por otras del mismo tipo, debiendo también preverse periódicos trabajos de mantenimiento a fin de retirar cualquier elemento que pudiera resultar perjudicial o abrasivo para los adoquines.
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El denso cableado aéreo en el centro histórico de nuestra ciudad genera una contaminación visual que afecta seriamente la percepción de nuestras edificaciones patrimoniales.
Postes y cableado aéreo Las necesidades propias de cualquier inmueble, en la actualidad hacen necesario que esté provisto de una se-
Problemas frecuentes y recomendaciones básicas
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rie de redes (eléctricas, telefónicas, de cable, cómputo, etc.) que por lo general no ha sido previstas con anterioridad y que son fruto de los requerimientos que cada inmueble va teniendo en tiempos disímiles. Este carácter espontáneo e informal genera problemas de diversa índole. Por un lado la sobrecarga de redes que en cualquier momento puede ocasionar un corto circuito o un incendio y, por otro, la contaminación visual que impide tener una imagen limpia de los inmuebles y espacios, la mayoría de ellos con valor patrimonial. Recomendaciones para su implementación La recomendación básica para solucionar este problema es la consolidación en todo el centro histórico del cableado
subterráneo, proyecto que fue iniciado en una anterior gestión municipal y que lamentablemente no se ha continuado. Este sistema permite la implementación de nuevas redes de una manera segura, además de proporcionar una imagen más limpia de nuestras edificaciones y espacios, tal como lo fueron originalmente. Otro tema importante es el de los postes dentro del centro histórico. Estos deben tener un diseño unitario y propicio para conjugar con las características propias que se tiene dentro del perímetro patrimonial que son diferentes a las del resto de la ciudad.
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Resulta indispensable que las entidades competentes continúen con el plan de cableado subterráneo de tal suerte que se limpie la imagen de edificaciones y espacios. Además proponer un sistema de postes y semáforos adecuado a las características patrimoniales de nuestro centro histórico.
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ASDEPROA
Asociación de Defensa y Protección del Centro Histórico de Arequipa
CEDIP Centro de Investigación y Proyectos de la Facultad de Arquitectura e Ingenierías Civil y del Ambiente Universidad Católica de Santa María