ROEDOR ES

Page 1







Hoy mientras desayunaba



me percaté de muchas cosas que no había visto antes, unas criaturas que muchos llaman “plaga”. Nunca había sentido su presencia habitando conmigo.



Tal vez por mi ausencia. Al parecer ya habĂ­an formado una vida, una rutina, un afecto y una gran relaciĂłn mientras yo no estaba, recorriendo iban hacia los espacios vacĂ­os ignorando mi figura humana.





Para de demostrarles que ya no serĂ­a lo mismo, pues ahora yo me encontraba ahĂ­, hacĂ­a todo tipo de ruidos y maniobras frente a ellos intentando intimidarlos, pero simplemente no se inmutaban


Así que sólo


me limitĂŠ a observar





Las criaturas siguen recorriendo todas las habitaciones rรกpidamente, el hecho de que no tengan destino alguno no es impedimento para la velocidad que llevan.



Hacen demasiado ruido, como si para poder comunicarse debieran estar del otro extremo de la casa. Escucho ese bullicio, un pequeĂąo bullicio debido a sus tamaĂąos.



Todo habitan,



todo marcan,



y todo lo consumen:



restos del fregador, retazos de papel, pedazos de mi hogar.


Hรกbito en donde ellos habitan




Cada día que pasa descubro otras cosas de las que no me había dado cuenta.



El deterioro del hogar, telaraĂąas en los rincones, objetos que arreglar,



espacios que limpiar, aquello que descuide en un momento se fue perdiendo.





El mundo de afuera estรก en crisis. El hogar es nuestro confinamiento



Donde suceden luchas personales y con los que nos acompaĂąan,



estos son espacios compartidos.



Yo los observo pelear, crecer, reproducirse, alimentarse, enfermar, recuperarse, e incluso hasta morir.



Los espacios que habito son también el hogar de ellos, sin decisión ni elección alguna, fueron formando parte de mí.





ProseguĂ­ a realizar una limpieza, una limpieza exhaustiva



IntentĂŠ acabar con esos inquilinos



Creí que limpiar a profundidad los ahuyentaría, que entenderían que mi hogar no les pertenece, que se resignarían a irse,



que tal vez se apropiarĂ­an de otro lugar, pero no sucediĂł absolutamente nada.


Los nidos que habĂ­a quitado,


las marcas que habĂ­a borrado, los restos que habĂ­a tirado,


regresaron paulatinamente. Y ellos no se han ido.






Seguramente si alguien estuviera en mi situaciĂłn, todo esto ya se habrĂ­a tornado en una masacre. Yo todavĂ­a tengo la duda:


¿Qué derecho tengo sobre ellos? ¿Ellos tienen un derecho sobre el mío?


¿Si destruyeran lo mío, sería de manera consciente o inconsciente? ¿Podríamos coexistir?

¿Si destruyeran lo mío, sería de manera consciente o inconsciente? ¿Podríamos coexistir?





No ha sido posible volver a ver a las personas para recordarme quién soy, para saber que aún existe alguien semejante a mí.



Sin embargo, pronto irĂŠ por provisiones.



miraré a la gente (sin importar que no los conozca) para saber que aún existe alguien semejante a mí





ComprĂŠ demasiados suministros porque no creo que pueda salir nuevamente, al menos no muy pronto.





Venenos y trampas.



Fue bueno poder ver a mรกs personas,



No fue exactamente como lo recuerdo, ha cambiado,



sutilmente, pero ha cambiado



por ello me mantuvo lejos de cada uno, eso recomiendan pero con otro nombre



La televisiรณn me parece aburrida,



e incluso me frustra y asusta mirar que a ellos les atrae.


Tengo miedo al contacto


por ello me mantuvo lejos de cada uno, eso recomiendan pero con otro nombre,


otro menos exagerado. La desesperaciĂłn me comĂ­a




Tener control es como detener la lluvia: imposible.







Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.