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EXPERTO EN POLIAMOR
El terapeuta en relaciones éticas no-monógamas más famoso de CDMX nos explica el qué, cómo y dónde
Detrás del famoso proyecto Gotitas de poliamor, un blog que aborda las relaciones poliamorosas/ no-monógamas de una manera fácil —peladito y a la boca—, está Jaime Gama, psicoterapeuta Gestalt que nos cuenta desde qué es hasta cómo se define el poliamor.
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Ya sea con un post en Instagram, un webinar, un taller, terapia personalizada o hasta en la TV —participando en programas como Venga la Alegría—, Jaime es un gran entusiasta de compartir. Para saber más sobre las relaciones poliamorosas y romper con los mitos que rodean estas nuevas estructuras, platicamos con él sobre ser no-monógamo.
En redes sociales ha cobrado relevancia tu trabajo sobre relaciones poliamorosas. Nos podrías contar un poco de cómo te involucraste en este tema.
Cuando estaba en la universidad, mucha de mi investigación y todo lo que tenía que hacer estuvo enfocado a la diversidad sexual; entrevisté a personas que estaban en relaciones abiertas y muchos años después comencé a abrir mi relación con Marco, mi pareja con la que tengo más tiempo hasta ahora. Marco se identificaba como poliamoroso, pero yo dije: “Así yo no le entro” y mira dónde estoy. Después conocí a alguien, comenzamos a salir, me enamoré y terminamos en una cuasi triada que fue un relajo, muy caótico. Cuando terminó me di cuenta que no había mucha información o lugares donde encontrar apoyo en México o en español. Los pocos grupos a los que entré fueron algo violentos: “Es que tengo celos. Es que eres un macho hegemónico opresor y estás mal, te falta deconstrucción” y pues no sabía cómo hacerlo. Entonces encontré una comunidad virtual en Estados Unidos y empecé a leer mucho. Me di cuenta que eran cosas que me gustaría que la gente pudiera encontrar. De ahí lo tomé como tema de tesis sobre explorar la masculinidad y la jerarquía en hombres homosexuales que se definen como poliamorosos en México. Así empezó.
¿Cómo nació Gotitas de poliamor?
Comencé con la idea de compartir este tipo de contenidos en español. Publicaba citas de libros, pero nadie me seguía ni nada. Recuerdo que me dijeron: “Por qué no compartes lo que piensas” y respondí: “porque a nadie le interesa”, pero me animaron a hacerlo y pues aquí estamos. A partir de eso, me di cuenta de las muchas herramientas de el poliamor / no-monogamia ética eran muy eficientes para la monogamia en general, entonces se me ocurrió el nombre de “Gotitas de poliamor para los dolores de la monogamia”, que es el nombre completo pero que no cabe en Instagram. A partir de eso comencé a crear un grupo de Facebook, a generar una comunidad, a escribir y construir talleres; di clases durante siete años, entonces el combinar mi parte pedagógica, con la psicología y esta investigación, comencé a generar este material. Fue creciendo, los lives temáticos, Tik Tok, todo gratuito, porque es importante que la gente que quiere relacionarse éticamente sepa de esto. Además, mensualmente hago un webinar de temas diferentes. En febrero será Herramientas de comunicación y en marzo sobre Los celos son sanos.
En los últimos años se han popularizado las relaciones que incluyen más de dos personas, y el término poliamor comenzó a resonar. Desde tu experiencia, ¿cómo defi nirías el poliamor?
El término de poliamor surgió en los noventa. La gente cree que ha existido todo el tiempo, pero no. Una cosa es poner el cuerno, tener un harem o la poligamia. Es difícil entenderlo. Si me dices que tienes una relación poliamorosa, esto no me dice nada; yo no sé cuántos vínculos tienes, cuál es la configuración. Prefiero hablar de personas poliamorosas. Para mí, desde donde yo lo concibo y estudio, es una persona que se considera capaz de tener más de un vínculo romántico simultáneo en el que todas las personas involucradas están enteradas y tienen su consentimiento. Eso es super importante, cuando empieza la no-monogamia en general, es como una navaja de dos filos: “Allá tú porque es tu responsabilidad lo que sientes” o “tengo muchas parejas y soy libre”, pero eso no entra en el poliamor ético o la no-monogamia ética, conceptos superrecientes. Hubo un par de comunas en Estados Unidos en el siglo XIX que tenían una anarquía con modelos diferentes de relaciones que no fueran la monogamia pero cuando comienza, se vuelve una reacción a la monogamia y se cree que es malvada, horrible, hegemónica, pero se volvió un lugar donde todos tenían que ser poliamorosos y eso los llevó a dar un giro de 360, llevándolos al mismo lugar donde comenzaron. Cuando los estudiosos se separan de esta idea de que la monogamia es malvada, puedo decir: “Yo, Jaime, puedo ser poliamoroso como identidad, idependientemente de cuántos vínculos tenga”.
Uno de los mitos es que las relaciones poliamorosas solo son triadas o es un “todos contra todos”. Como terapeuta que atiende a relaciones poliamorosas, ¿cómo describirías a las relaciones poliamorosas?
La parte de las triadas, en el que los tres elementos están relacionados entre sí, son menos comunes. Lo que yo llego a ver en triadas es que es más bien una pareja monógama que quiere ser monógamos con un jugador adicional. “Queremos tener la monogamia, pero queremos explorar de forma segura”, y lo más seguro es tener a alguien para los dos y así evitar celos y no hay problemas, pero no es cierto, el poliamor no es así. En una triada no hay una sola relación, hay muchas; es como A se relaciona con B y C; B con C y A, C con A y B; y luego como pareja, A con B, B con C y C con A, y luego la triada como una; es muy complicado y lo que menos se ve en el poliamor. Lo que atiendo son relaciones con aristas y vértices. Las relaciones pueden tener una forma de V en la que A se relaciona con B y C de manera separada, en la que no están vinculados entre sí y de ahí se hacen constelaciones. Me gusta hablar del poliamor cósmico, donde hay varias constelaciones con aristas y vértices. Pero sobre todo, no tiene que ser sexual. Antes, la definicion de poliamor estaba muy relacionada con el vínculo sexo-afectivo. Yo no lo considero así porque eso invisibiliza a las personas asexuales o románticas, y es más el vínculo que yo creo con una persona y solamente yo puedo decidir si es un vínculo ancla o no.
También se cree que las relaciones poliamorosas son exclusivas de la comunidad queer. ¿Qué podrías decir al respecto?
Yo veo de todo. Muchas parejas heterosexuales tienen relaciones poliamorosas. La gente cree que porque eres poliamoroso le entras a todo y no es cierto. El hecho de ser gay no es que le entres a todo, depende de la persona. Yo puedo ser una persona heterosexual y tener dos vínculos mujeres heterosexuales y ellas pueden tener un vínculo adicional con otra persona. La orientación sexual no importa. Sin embargo, lo que sí he visto, como persona queer, mi prerrogativa de vida es cuestionar quién soy porque no tengo un guión social que me diga cómo debo ser.
¿Cuál es la regla de oro o la fórmula para tener una relación no-monógama exitosa? Para mí, el elemento básico es la ética personal, y esto requiere conocerme y saber qué necesito yo para llegar a un punto de responsabilidad. Cada quién puede determinar sus valores principales. Para mí son cuatro pilares. La agencia (la capacidad de actuar); soy un agente independiente y libre, y eso me hace responsable. Yo no soy responsable de sentir lo que siento porque no puedo hacer nada al respecto, pero sí soy responsable de qué hago con lo que siento y es mi responsabilidad atender mis necesidades. No soy responsable de lo que sientes tú pero sí de cómo contribuyo a tu experiencia. Hay mucha gente que utiliza la responsabilidad afectiva como una manera de hacer lo que quieren y es súper irresponsable. El segundo pilar es la honestidad y como yo la concibo es compartir toda la información que nos afecta y me representa de la forma más auténtica. Otro pilar es el consentimiento, que sea libre, informado, entusiasta y sobre todo, reversible. Y el pilar más importante es la compasión; tener en cuenta que todas las personas involucradas estamos haciendo lo mejor que podemos con lo que tenemos.
Con mis relaciones pasadas cometí muchos errores porque no tenía mucha información. No tenía gestión de celos, comunicación, pero hice lo mejor que pude. La compasión es tener buena intención; no lo hago para hacerte daño, yo no estoy buscando hacerte daño. Siempre es el bienestar de todas las personas involucradas. Si yo tomo una decisión porque soy libre y te la comunico porque soy honesto, tú me das tu consentimiento ético, pero si te hace daño, yo debo tener conciencia de cómo te estoy afectando porque tu bienestar debe ser lo más importante. Un autor dice que las personas en la relación son más importantes que la relación en sí y estoy de acuerdo. Hay quienes nos aferramos a ser “novios” sacrificando quienes somos, y la integridad de las personas es más importante.
Si yo encuentro esto, puedo responsabilizarme de qué quiero yo porque en las relaciones en general, hay una tendencia a responsabilizar a todos, menos yo. En mi experiencia, con mi novio y mi esposo, creí que los dos necesitaban lo mismo y no es cierto. Uno necesitaba más sexo que el otro, el otro necesitaba más tiempo de calidad que el otro, entonces, el hecho de pensar que tenemos que amar a todos igual invisibiliza a la otra persona, y eso es de los principales problemas que veo en relaciones poliamorosas porque de ahí surgen inseguridades, conflictos y celos, y ya que la gente se responsabiliza de lo que quieren y necesitan, lo piden y lo negocian, comienza a cambiar la dinámica.
Gil Camargo
SIGUE A JAIME GAMA EN: àYT: @GotitasdePoliamor. IG: @gotitasdepoliamor.
FB: gotitasdepoliamor.
Mario es estudiante de doctorado, profesor en la ENAH y ciclista. Este es su testimonio y sus reflexiones en torno a las relaciones poliamorosas
“Yo, relaciones “monógamas” he tenido pocas, pero han sido medianamente largas. Usualmente prefiero tener relaciones más abiertas, pero vengo de una relación muy larga con una persona, de vivir juntos y todo eso… y después del proceso natural de muerte de una relación quedo como un lienzo en blanco. No es como que un día dijera ‘ahora quiero hacerle a eso del poliamor’, sino que empecé a conocer más gente, pero definitivamente no estaba dispuesto a repetir patrones que había vivido con relaciones monógamas. Me pareció un buen momento para aprender y ser más claro con las personas con las que salgo y plantear nuevas formas de relacionarme”, comenta.
Desde su relación anterior, Mario procuraba platicar y leer sobre amor romántico porque considera que sea cual sea la relación, siempre hay que preguntarse sobre las cosas que sentimos, “de dónde vienen esos sentimientos y por qué los sientes, entonces como que no fue tan difícil empezar a abrir ese panorama”.
“Así comencé a conocer gente y eventualmente a relacionarme con alguna más frecuentemente y luego con otra. Me he sentido chido porque las situaciones de estas personas son meramente parecidas a las mías, o sea, han tenido relaciones muy largas, y sabemos lo que es estar viviendo con tu pareja en una relación cerrada. Y aunque esa posibilidad quizá no se descarte, sabemos que hay otras formas”.
En cuanto a su experiencia, cree que uno nunca termina de estar preparado para ningún tipo de relación. “Ni con tu mamá, ni con tu familia o tus amigos, siempre hay que estar platicando de todo. Entonces, de repente, hay temas que si tú los plantearas en una relación tradicional serían muy polémicos; como que me viene el fantasma de la monogamia y me pongo nervioso. Por ejemplo, ayer salí con A y otro día vi a B, pero le quiero contar de mi vida, ¿menciono a la otra persona o no? Y al final, pues tienes que preguntar, no puedes leer la mente de las personas, así que hay que ver si siente alguna inquietud o incomodidad”.
Sobre los prejuicios, dice: “ya no es un tema inaccesible, hay muchos libros y podcast como Punk Relacional (Spotify) o la cuenta de @laboratorio_ afectivo. La no-monogamia siempre ha existido, desde la prehistoria hasta nuestros días, pero ahora es más fácil preguntar antes de prejuzgar”.