Tengen. El origen con/Sagrado

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Tengen. El origen con/sagrado. Por: GooG

“El mantra Ohm reverbera en el sonido de las piedras chocando en el tablero. Ante nuestros ojos, los linderos de la vida y de la muerte se hacen visibles. El patrón del Nirvana mismo. El blanco y el negro de las piezas son los colores del día y la noche. Los puntos estrella son las nueve luces del cielo. Y las trescientas sesenta y un intersecciones son los días del año.” Extraído de la revista Opción No. 149. En “El jugador de Go (segunda parte).”

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I.A modo de introducción. La exquisitez que se juega en las trescientas sesenta y un intersecciones de las que se hace el goban(tablero de Go) para matizar cada partida que auspicia en su superficie no tiene limites. El juego, con todos sus elementos, es un cachito del infinito, pues las posibilidades que entraña en el tejido de su desarrollo, jamás han visto una replica idéntica a la anterior de la anterior de la anterior y así desde su origen hasta que nuestro Sol desaparezca y más allá: “Consideremos esto: hay 361 posibilidades de realizar la primera jugada; 361x360 para la segunda (129.960 en total); 361x360x359 para la tercera (es decir 46.655.640), para la cuarta jugada existe la nada despreciable cantidad de casi 6 billones de posibilidades. Como siempre hay gente dedicada a resolver estos intrincados cálculos, ahora sabemos que las posibilidades para una partida de Go superan en tres veces la cantidad total de átomos en nuestra galaxia.”De: Go: el juego de la vida.

A pesar de que sus reglas sean unas muy simples, la complejidad que se descubre al adentrarse en su conocimiento, necesariamente implica la expansión de la consciencia de quien se aventura en los laberintos que se forman en sus diecinueve por diecinueve líneas, piedra por piedra. Entre sus misterios, ha llamado profundamente mi atención las nueve denominadas estrellas (hoshi), que decoran con un brillo oscuro representado en un punto negro, igual numero de intersecciones sobre el tablero. De estas nueve, la que ha cautivado mi curiosidad es la central llamada Tengen, “centro u origen del cielo”, debido a que, desempolvando los posibles orígenes del juego, existe la creencia(y quizás la certeza primero), de que éste (el Baduk), tiene relación con cuestiones cósmicas que se entremezclan con los reinos espirituales de las tradiciones antiguas que lo vieron nacer y en ese sentido, con la mente nativa de la humanidad. Sera motivo de este somero estudio, ahondar en los orígenes del juego y tratar de hilvanar, para empezar y como eje rector, a lahoshi central conocida como Tengen, con otro elemental conocido como Tengri“el Dios del cielo”para Turcos y Mongoles (tengeri, de los Buriatas, tängere, de los Tártaros del Volga, tingir, de los Beltiras, tangara, de los Yakutas y, como se vera más adelante, T’ien, para los Chinos). Así a través de la indagación en las fuentes al respecto procurare establecer una relación entre este “origen del cielo” con este otro, quizás el mismo, “dios del cielo”. Cabe resaltar que el presente estudio no pretende ser una fuente irrefutable de conocimiento respecto a las disertaciones y conclusiones que en el mismo se realicen. Siendo así, puede ser que el lector asiduo y experto en los temas que trataremos no 2


encuentre en ésta investigación la rigurosidad que quizás se esperaría. Sin embargo la finalidad del presente escrito es más lúdica, como el jue-Go, que académica. Así tratare de adentrarme como quien asalta la esquina en el san-san (punto 3-3) buscando tejer en el rincón ya ocupado, una estructura solida capaz de vivir coherentemente a través de sus dos ojos, antes de que me neutralice miantagonista que ya defendía esa esquina.

II. Los orígenes del Weiqi. Los orígenes de este juego se desconocen con profunda certeza, a pesar de que existen diversas teorías sobre su nacimiento. Papineau, en: “El juego del Go: Una manera china de ver el mundo” aborda dos hipótesis: la primera se refiere a la concepción del juego por los estrategas militares de los periodos de Primavera y Otoño (Chunqiu, 770-476 a.C.)y de los reinos Guerreros(Zhanguo, 475-221 A.C.). La segunda hipótesis sobre sus orígenes, que comenta mucho mas difundida por la tradición y la literatura, versa sobre la historia de la invención del juego por el emperador Yao(2300 A.C.)para refinar las cualidades intelectuales y morales de su hijo Danzhu. Por su parte, Horacio Pernia en “El juego del Go: Historia del desarrollo táctico y estratégico.”, expone que el juego aparece mencionado en las leyendas e historias de los chinos, mongoles y tibetanos coincidiendo con Papineau en que las escrituras más concretas sobre el inicio del Go datan del año 2300 a.c, por el emperador Yao y transcribe una antigua leyenda sobre sus orígenes que versa así: […] el Emperador Yao (2357-2255 AC) tenía el hábito de recorrer su reino en compañía de su administrador y observar las necesidades de su pueblo. Un día, visitó la zona aledaña a la Montaña de Xuan Yuan y estaba cansado, por lo que Yao se quedó dormido. Soñó que el Emperador Huang Di jugaba al Weiqi contra el hada YongCheng. Yao nunca antes había visto este juego. En el sueño Huang Di le explicó que él inventó este juego a manera de preparación para una batalla contra el feroz líder tribal, Chi You. Las piedras negras y blancas representaban a los soldados de ambos lados. Con la experiencia que tenía acerca de la estrategia del juego, Huang Di derrotó Chi You. Yao le pidió a Huang Di que le enseñara el juego. Después de despertarse, Yao reconstruyó las reglas basándose en lo retenido en su memoria.”

Sin embargo, también comenta que probablemente el juego haya sido creado mucho antes por un grupo de astrólogos, quienes se dedicaron a dibujar estrellas con coordenadas celestiales sobre la tierra(o en una tabla), en la que colocaron piedras para alinear dichos astros, estableciendo un rudimentario mapa celeste para diversos fines como predecir el futuro, el devenir de las estaciones y aconsejar al gobernante. Siguiendo con la indagación sobre los albores del juego, Diego Albuija Ortiz, en “Go el juego de la vida”, al referirse al nacimiento del juego también coincide conPapineau y 3


Pernia al rastrear su origen ligado al emperador Yao(siglo 23 a.C.), quien creó este juego para, entre otras cosas, desarrollar la inteligencia y fomentar la estrategia en su hijo DanZhu, que, al parecer como comenta este autor, tenia “problemas mentales”. Complementa la información denotando la coincidencia de la naturaleza del juego como su filosofía con las tradiciones del Tao, Ying y Yang y el i-Ching: “[…] Por esa razón muchos consideran que en un principio fue una forma de oráculo donde se representaban el cielo y la tierra, los días del año y las estaciones. […]”

La “Guide of KoreanBaduk”, para complementar y dar por terminada la revisión de las diversas teorías sobre el origen del juego, se empalma con Papineau, Pernia y Albuija al desarrollar la teoría de Yao, aunque hace hincapié en la poca evidencia histórica que existe al respecto, sin embargo coincide con los autores ya citados en que el juego fue desarrollado por el emperador Yao para enseñar a su hijo Danju y Sang-gyun, ambos, al parecer, “débiles mentales”. Por otro lado, también complementa esta teoría con la astronómica, en donde se expone la importancia, para las antiguas sociedades agrícolas, de observar el cielo y los movimientos de las estrellas y así, predecir el futuro y desarrollar un calendario. Según esta “guía”, otra teoría que ha cobrado popularidad recientemente, sugiere que en sus inicios el Baduk fue usado para “monitorear” los movimientos de las estrellas, debido a que un método para rastrear el devenir de las estaciones era imperante para una sociedad que dependía de este tipo de aconteceres cósmicos; y por ultimo cita la combinación que ha realizado WuQingyua' s (conocido como GoSeigeny considerado el padre del Go moderno), la cual considera que Yao ideo y enseño un método para el rastreo del movimiento de las estrellas, necesario para la vida civil de su pueblo y la filosofía asiática. Por su parte, el emperador Yao es considerado uno de los cinco emperadores quienes, junto a los tres augustos, cimentaron los pilares de la civilización china e inventaron las instituciones sociales, culturales y económicas, entre tantas otras cuestiones. En “El héroe de las mil caras” Campbell versa sobre los augustos tres como héroes culturales, civilizadores, constituyendo una aristocracia espiritual y social, además de ser considerados, por otros autores, como “los padres del genero humano”. En la misma referencia citada, describe a los augustos tres como seres mitológicos que poseían características muy particulares, a saber, el primero de los augustos: Fu Hsi, “el emperador celeste”, según describe el autor, “[tenia] cuerpo […] de serpiente, con brazos humanos y cabeza de buey.” Esté enseño a sus tribus a pescar con redes, cazar y criar animales domésticos; dividió a la gente en clanes, e instituyo el matrimonio. Además de 4


que dedujo, de una tablilla sobrenatural que le fue confiada por un monstruo en forma de caballo salido de las aguas del rio Meng, los Ocho Diagramas que permanecen hasta nuestros días como los símbolos fundamentales del pensamiento chino tradicional. El siguiente de los augustos tres, ShenNung, “el emperador terrestre”, es descrito con ocho pies y siete pulgadas de alto, con cuerpo humano pero con cabeza de toro. A pesar de haber sido abandonado a su suerte cuando nació, fue protegido por bestias salvajes quienes lo alimentaron. Posteriormente, se dice que descubrió en un solo día sesenta plantas venenosas y sus antídotos, pudiendo observar la digestión que realizaba su organismo a través de una cubierta de cristal sobre su estomago. Fue el inventor del arado y es considerado “el divino granjero” pues transmitió a su pueblo la practica de la agricultura. Campbell escribe que estos reyes serpientes y minotauros fueron portadores de una especial fuerza creadora y sostenedora del mundo mucho mayor que la representada en la psique humana normal, atendiendo a la descomunal tarea de aquellos tiempos sobre el establecimiento grandioso de los fundamentos de nuestra civilización humana, sin embargo, con el avance del ciclo, vino una época en que el trabajo por hacer ya no era ni protohumano ni sobrehumano sino una labor específicamente humana: dominio de las pasiones, cultivo de las artes: “Ya no se requiere la encarnación del Toro de la Luna, ni la sabiduría de la Serpiente de los Ocho Diagramas del Destino, sino un espíritu humano perfecto, alerta a las necesidades y esperanzas del corazón.” J. Campbell, “El Héroe de las mil caras”, p. 284. Por tanto, el ciclo cosmogónico genera un emperador en forma humana;Huang Ti, “el emperador amarillo”, es el tercero de los augustos tres;se dice que tenia por “don” particular la facultad para soñar: dormido podía visitar las regiones mas remotas y tener trato con los inmortales en el reino de lo sobrenatural. En este sentido,MirceaEliade comenta en “El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis”,a la hora de versar sobre los símbolos y las técnicas chamánicas en china, y en referencia a la ascensión celeste como elemento central del chamanismo, que: “Huang-ti, el Soberano Amarillo, fue llevado a la región celestial por un dragón barbudo, con sus mujeres y sus consejeros, que sumaban setenta personas…” Eliade, “El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis”, p.346. A través de ensoñaciones larguísimas tanto como durante tres meses de sueño, aprendió el dominio del corazón, y durante otraestadía en el ensueño de similar duración, regreso con el conocimiento para instruir a sus súbditos en el dominio de las fuerzas de la naturaleza dentro de sus propios corazones. Además, compuso un calendario con ayuda

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de seis ministros, estableció los cálculos matemáticos y enseño a hacer utensilios de madera, barro y metal, entre otras hazañas. Siendo el mundo onírico la dimensión de la existencia en la que el “emperador amarillo” se desenvolvía como medio natural, es curioso que según la leyenda sea en sueños que comunique a su sucesor Yao el magnifico juego. A los augustos tres les siguen los cinco emperadores, de los cuales, el cuarto de ellos es Yao. Descrito como de carácter benevolente quien,además de atribuírsele la invención del Go, también concibió un calendario que permitiría ajustar las actividades humanas al ritmo de las estaciones, al Sol, a la Luna y a los astros. Yao también aparece mencionado en la leyenda de los diez soles, cuando le pide al padre de estos: Di Jun, que hiciera aparecer a sus hijos uno a la vez cuando deciden aparecer todos juntos al mismo tiempo; ante la negativa de estos, Di jun le pide al arquero Yi que “asuste” a los soles, Yi derribo uno a uno hasta contar nueve soles y solo permaneció en el cielo, el que alumbra nuestra tierra actualmente. Habiendo revisado algunas fuentes bibliográficas en torno a los albores del juego y recopilado cierta información sobre los antecedentes de quienes le concibieron, entremos en detalle respecto al simbolismo celeste.

III. Los orígenes del cielo. Desde que leí la tesis central de Kobumatzu sobre Tengen, me parece que esa hoshi entraña algo más que solo un punto original en el centro del tablero, pero no fue sino hasta que estaba viendo la película de SergéiBodrov, “Mongol” que me asalto la duda sobre si pudiera tener algo que ver el denominado dios del cielo Tengri, con la estrella central del goban, Tengen, el origen del cielo. El gobanha sufrido modificaciones desde su creación o al menos así lo registran los anales de la historia del juego en las distintas zonas telúricas que lo vieron nacer; la característica que lo acompaña es que representa un cachito del infinito, en la medida en que alberga entre sus lindes, un numero determinado de líneas que se entrecruzan formando la matriz que conocemos, a veces de 9 x 9, de 13 x 13 o de 19 x 19. Siendo este último el referente obligado en múltiples instancias. Sin embargo, se puede jugar sobre una cuadricula de mayores dimensiones con todo lo que esto representa. Se cree que en sus orígenes el tablero tibetano de baduk era una matriz de 17 x 17 líneas; orígenes estrechamente ligados a momentos históricos de la humanidad en que las 6


cosmogonías aun conservaban su brillo casi nítido, siendo así, los Tartaros creían que diecisiete divinidades gobernaban el universo, teniendo entre sus filas a Tengri como el “dios supremo” del universo. En sus creencias, dice la fuente, todo lo existente en la tierra era debido a Tengri, la encarnación del comienzo celestial (¿el origen del cielo?), el creador del universo, el espíritu del cielo. “Fue Tengri el primero en aparecer como un dios supremo localizado en la zona celestial del Universo, gobernando el destino de los pueblos enteros y de sus reyes, los Khagans, Khans, etc.”

Para Turcos y Mongoles, la palabra “Tengri” y “Cielo” eran sinónimos;ambos aludían eventualmente a la cualidad inmanente que compartían. A la religión tradicional que tenía por dios celeste a Tengri se le llama “Tengrianismo”. Esta “religión” se basa primordialmente en el culto a Tengri, y a la madre Tierra. Se cree que una de sus cualidades se centraba en mantener la armonía con el entorno circundante considerando los recursos de la Tierra, y la existencia entera, como elementos imbuidos todos de sacralidad e interconectados entre si en una gran matriz cósmica. Por otro lado, encontramos una divinidad urania entre los chinos, quienes conocían al dios del cielo por dos nombres(a decir del autor ya citado), T’ien (“cielo” y “dios del cielo”) y Chang-ti (“señor alteza”, “soberano de arriba”). Aquella cultura que vio nacer al Go, le atribuía a esta deidad la regulación del orden cósmico, y le concebían como un soberano supremo que habita en la cúspide de las nueve regiones celestes. De la misma manera, para esta cultura, el emperador “es” el hijo del cielo, T’ientseu, esel representante del dios celeste en la tierra. “El cielo”, los dioses uranios, los ritos y los simbolismos celestes se pueden identificar en múltiples culturas que comparten concepciones harto similares rayando en la indiferencia entre estas, respecto a las dimensiones referentes al orden sagrado. Algunos creen que es posible que la oración mas antigua se haya dirigido a un mismo padre celeste, según un testimonio africano de la tribu de los Ewe: “Allí donde esta el cielo, allí esta también Dios.”Eliade, “Tratado de historia de las religiones”, p. 57. Según la fuente consultada, lo que esta fuera de duda es la casi universalidad de las creencias en un ser divino celeste, creador del universo y garantizador de la fecundidad de la tierra (gracias a la lluvia que vierte). Tales seres están dotados de una presencia y de una sabiduría infinitas, entre tantos atributos. Sin recurrir siquiera a la fabulación mítica, el cielo revela directamente su trascendencia, su fuerza, su sacralidad. La simple contemplación de la bóveda celeste provoca en la consciencia “primitiva” (arcaica), una experiencia religiosa. El cielo se revela tal como es 7


en realidad: infinito, trascendente. La bóveda celeste es por excelencia algo “totalmente diferente” de lo poco que representa el hombre y su espacio vital, el simbolismo de su trascendencia se deduce, diríamos, del simple percatarse de su altura infinita. “El altísimo” se convierte, del modo mas natural, en un atributo de la divinidad. Las zonas siderales adquieren los prestigios divinos de lo trascendente, de la realidad absoluta, de la perennidad; ¿una estructura con dos ojos, por mas pequeña que sea, es susceptible de ser comida? Por norma general no. Si las jugadas se multiplicaran por el infinito sobre una matriz de las mismas dimensiones, aquella elemental sería perenne en tanto durara el jueGo. Lo “alto” en el pensamiento humano arcaico, origen de nuestras raíces, pertenece por derecho a las fuerzas y los seres sobrehumanos; el cielo “simboliza” la trascendencia, la fuerza, la inmutabilidad por su simple existencia. De esta manera, “el altísimo”, “el brillante”, “el cielo”, son nociones que han existido más o menos manifiestamente en los términos arcaicos por medio de los cuales los pueblos civilizados expresaban la idea de divinidad. Ciertamente tanto Turco-tartaros como la cultura china, comparten raíces chamanicas en sus orígenes, lo cual no debe tomarse a la ligera pues la mente nativa de la humanidad esta estrechamente ligada al chamanismo. Entre las cualidades de esta tradición ancestral podemos destacar a las tres zonas cósmicas (cielo, tierra e inframundo), el trato con los espíritus de las fuerzas elementales que convergen con y en el ser humano, y la importancia de los números 7, 9 y 13 (entre otros), como referentes de los escalones de ascensión celeste o descenso al inframundo, además del lugar tan vital que ocupa la Luz, el fuego y las estrellas como referentes del “altísimo”. Eliade escribe como existía antaño la creencia en el imaginario colectivo de ciertas culturas madres, de que el Cielo es como una “tienda”; la vía láctea es la “costura”, las estrellas los “agujeros” para la luz. Los Yakutes consideraban a las estrellas como “ventanas del mundo”, esto es aberturas practicadas para la ventilación de las distintas esferas del Cielo, que por lo común son nueve, justo como el número de hoshis sobre el tablero. Considerando que la matriz del goban puede verse multiplicada por “N” numero de líneas entrecruzadas, las hoshis se podrían multiplicar al infinito casi como las jugadas en aquellas cuadriculas, y en todo caso, la idea de que quien así lo concibió, relacionara estrechamente la palabra estrella a ese punto sobre la superficie del goban, incluso eventualmente me remite a la cosmogonía que permea este significado.

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Las estrellas por excelencia son misterios cósmicos, fuentes de vida, orígenes de nuestros orígenes, referentes de la luz perpetua. El fuego, elemento fundamental en una estrella, es cultivado en el imaginario colectivo de la humanidad como fuente de creación y elemento clave en la generación de la vida como la conocemos, deviniendo en la relación mutua con la Tierra, como Padre, y también abuelo como ancestro de todos los fuegos. Las estrellas habitan el cielo, lo pueblan. Vecindarios cósmicos se entretejen unos a otros y con otros suburbios y ciudades siderales girando en torno a masivos hoyos negros, nebulosas de gas, materia oscura y energía de la misma opacidad, y demás misterios, todos en la danza cósmica ahí van. Se van meneando luminosas galaxias llenas de misterios y destellos siderales, rocas fértiles como la que habitamos, organismos vivos flotantes como burbujas, giran en torno a un luminoso, un güero Tonatiuh, una estrella. La vida como la conocemos, con todas estas bellas artes como el jueGo, etc, se la agradecemos también a ese Sol que intento la existencia. Para entrar en detalle sobre la hoshi central denominada Tengen, y en comparación con Tengri, podemos reconocer que una de las raíces que componen la palabra es la misma en ambos casos: la primera (Ten-), que alude a la cualidad celestial del tercer reino cósmico, y que se refiere al cielo en ambos casos, luego la segunda (-gri, -gen) distinguiendo en cada palabra dios y origen, posiblemente refiriéndose a lo mismo. En algún momento lo uno es lo otro, el origen lo comparten dios y eso denominado propiamente origen, del origen son las acciones ejemplares porque están reveladas por un “instrumento divino” en la inocencia del inicio, como arquetipos se repiten debido a la clave que representan encarnados en los rituales para restablecer la presencia de quien experimenta aquello in illo tempore, aquel tiempo mítico y paradisiaco, que en el origen, era sitio de dioses y hombres por igual, por decirlo de alguna manera: Reactualizándolo, es el cotidiano con-sagrado. En el principio fue el verbo y del origen vino la luz, y de la luz la vida y la muerte, sente y gote, a través de ellas, en todo, el gran misterio. Es decir, el origen esta estrechamente ligado, desde una perspectiva cosmogónica, íntimamente con dios. Estas aproximaciones a establecer una liga entre ambas “palabras” son meras elucubraciones resultantes de una intelección somera. La relación que encuentro se basa en principio en el tiempo en que compartieron y en la cosmogonía de las civilizaciones que les concibieron.

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Para plantear la posible relación que ambas palabras pudieran tener, he de recurrir al fenómeno religioso de las civilizaciones antiguas y los modos que estas tenían de concebir y de relacionarse con aquello que las rodeaba.

IV. Complejidad del fenómeno primitivo y funcionalidad de los mitos, los símbolos y los rituales. Atendiendo a lo escrito por el historiador de las religiones MirceaEliade, podemos considerar el fenómeno religioso de las culturas primordiales (a las que él se refiere como “primitivas”, y entre las que encontramos los orígenes de civilizaciones como la China) algo harto complejo. Según este autor, antaño se observaba en el ser humano, una tendencia normal, casi natural, a transformar los actos fisiológicos en ritual, esmerándose por “onticizar”, por intermedio de las hierofanias,los actos mas triviales e insignificantes en su búsqueda por insertarse en el tiempo mítico arquetípico, aquel en el que in illo tempore hombres y dioses no se hallaban separados: “la experiencia mística de los “primitivos” es un retorno a los orígenes, un retroceso al tiempo místico del paraíso perdido […] Sin embargo no debemos pensar el “tiempo mítico” simplemente como un tiempo pasado, sino como presente también y futuro: como un estado a la vez que como un periodo”.Eliade,“Tratado de historia de las religiones”, p. 352.

En esta tendencia podemos considerar, según escribe el autor citado, que cada documento –rito, mito, cosmogonía, Dios [o JueGo]- constituye una hierofania, esto es, una manifestación de lo sagrado en el universo mental de quienes lo recibieron. Inclusive es seguro que todo lo que el ser humano ha manejado, sentido, encontrado o amado, ha podido convertirse en hierofania. Más interesante para el presente estudio es lo que asevera dicho autor sobre el conjunto de danzas, gestos, juegos de niños, juguetes, etc, que se sabe, tienen un origen sagrado en las civilizaciones en las que se concibieron. “…todos los oficios, artes, industrias, técnicas, tienen un origen sagrado y se han revestido, en el transcurso de los tiempos, de valores culturales.” Ibidem, p. 35

Llegado a este punto, me parecería muy ligero considerar al Tengen del goban, como algo excluido de lo divino, así como todo el complejo conjunto de elementos que conforman al Weiqi. La anterior revisión de los orígenes del simbolismo y la trascendencia celestes, basta para considerar la posibilidad de que en sus orígenes el juego haya estado estrechamente ligado a las nociones cosmogónicas de la cultura que lo concibió, y en esa medida imbuido de sacralidad, de tal modo que al Dios del cielo, al soberano de arriba, se le atribuye un lugar y un nombre en el complejo juego: la estrella central, el origen del cielo, aquí está.

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Por otro lado, se dice que el chino representa a través del Weiqi el acto primordial y vital del ser humano parasu supervivencia, que consiste en la ocupación de un lugar para afianzar su subsistencia y sureproducción. La función de “repetir” (volver a presentar) un acto primordial, arquetípico, involucra, desde Eliade, la trascendencia del tiempo y el espacio profanos, de tal manera que a través de ésta repetición de los mitos y los rituales ceremoniales, el ser humano es arrancado al devenir profano y recobra el gran tiempo. Así comprendemos como son los mitos revelaciones, pues revelan las fuentes del misterio como vuelven a velar la consciencia cósmica, ya que cualquiera que sea su naturaleza, enuncian un acontecimiento cosmogónico ejemplar para todas las acciones y situaciones que mas tarde repitan estos acontecimientos. Siendo los referentes de las primeras acciones y situaciones cósmicas, enmarcadas en un tiempo mítico, a través de la ceremonia (como en lo que se puede convertir jugar una partida de Go), constituyen el acto mismo por el cual el espíritu trasciende un cosmos condicionado, polar y fragmentario, para recobrar (aunque fuese solo por el momento que dura una partida) la unidad fundamental de antes de la creación. A través de los mitos y las ceremonias, mañas ambas del espíritu, el ser humano descubre la apertura hacia la consciencia cósmica, y si está atento puede por ésta hendidura fugarse al devenir eterno del flujo de la existencia tejido entre las estrellas que como luciérnagas alumbran el vacío, destellando sus colores a través del infinito y destilando su luminosidad entre las sombras. Al plantear la relación que pudiera tener el Weiqi como arte ritual, con la función de los mitos y los símbolos, trato de acercarlo a la esfera de lo sagrado (si de por si a esta altura se pudiera concebir lo contrario), intentando así establecer una liga intima entre sus elementos y aquellos cosmogónicos que se entremezclan con los religiosos, pues en el origen, ninguno de estos estaban separados. Si bien carezco de elementos para establecer una liga directa entre ambas palabras (Tengri y Tengen) pues una gran dificultad en ésta investigación ha sido la imposibilidad de esclarecer con datos concretos en que momento se le atribuye este nombre al punto sobre el goban y cuales causas influyeron en este nombramiento; atendiendo al fenómeno religioso de las culturas antiguas y las estrechas relaciones que guardan en la concepción universal que ostentan, puedo atreverme a considerar al Weiqi como imbuido originalmente de sacralidad, y en ese sentido siendo referente de lo mismo. De tal manera, podemos decir que la coincidencia de múltiples culturas antiguas sobre un referente celeste ocupa un lugar preponderante (transluciéndose a través de los mitos, los rituales y toda obra humana con matices alusivos al orden sagrado: la trinidad labrada sobre el arco de algún portón, una cruz tejida en el estandarte, el sutil ênso dibujado en una hoja o un punto negro al centro de una matriz de 19x19 líneas, y todo un complejo juego con todo y una apertura cósmica), un orden sideral que tiene su permanencia en la 11


tierra no solo a través de las fuerzas que despliega, sino del soberano que refleja aquel reinado astralsobre la superficie telúrica, en caso idéntico. La esfera celeste es región de dioses y fuerzas elementales íntimamente ligadas al destino de la raza humana como ya hemos visto. A este punto me parece que el origen del cielo y el dios del cielo pueden considerarse como equivalentes con las reservas pertinentes o sin ellas. Tengen no “es” el cielo, es el origen del cielo, el centro del cielo; es también aquello absoluto, inmutable y permanente, casi como Krishna le describiera a Arjuna el espíritu universal que no muere ni puede ser muerto.

V. El origen consagrado. Si como diría el viejo proverbio chino acerca delGo, el cual versa sobre que, si lo único que alcanzas a ver en este maravilloso juego es una matriz cuadriculada de diferentes proporciones y piedras blancas y negras, entonces no conoces el Go; puede considerarse algo distinto de si mismo por la dialéctica de las hierofanias, la cual supone que un objeto se hace sagrado en cuanto incorpora (es decir revela) otra cosa que no es él mismo, adquiriendo así la dimensión de sacralidad. En el caso del Weiqi, representando en toda su complejidad, la complejidad del universo entero, ubicando al origen del “altísimo” en el centro del goban, entretejido a su alrededor por la gran matriz cósmica, rodeado de otras ocho esferas estelares. ¿Alguna vez el lector ha contemplado la bóveda celeste una madrugada con el firmamento despejado, lejos de la luminosidad artificial que emanan las grandes ciudades? Con razón nuestros antepasados tenían tan claro de donde veníamos, por decirlo de alguna manera. Considerando el hecho de que el cielo trascendiera en la experiencia cotidiana de la raza humana que fundo los pilares de la mitología universal (de la cual deviene tanta riqueza incluso hasta en la actualidad), como un elemento tan misterioso como sagrado; y de que existe la posibilidad de que todo rito, mito, documento o juego de niños, juguetes etc., originalmente estuvieran concebidos en el ceno de aquella percepción atenta a la “sacralidad” siendo referentes de aquello; sobre el asunto de que se trasluzca un origen común, una referencia idéntica, una alusión inmediata, es decir una hierofania, expresado entre las palabras Tengen y Tengri[…]podemos quizás tejerlas con aguja de axis mundi, con punto de estrella e hilo matriz jugada a jugada en cada partida por simple que sea.

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Bibliografía y fuentes consultadas:   o     

Campbell, Joseph, El héroe de las mil caras: Psicoanálisis del mito. Fondo de Cultura Económica, D.F., México, 2006. Eliade, Mircea, El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis, Fondo de Cultura Económica, D.F., México, 1976. ____________, Mitos, sueños y misterios, 2ª edición, Editorial Kairos, Barcelona, España, 2001. ____________, Tratado de historia de las religiones, Biblioteca Era, D.F., México, 1979.

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http://es.scribd.com/doc/49693650/Go-Igo-Baduk-Weiqi-A-Chinese-Way-to-See-the-world http://es.scribd.com/doc/97607345/Go-Igo-Baduk-Weiqi-Esp-Pernia-Horacio-a-El-Qijing-An http://es.scribd.com/doc/2310965/Go-Igo-Baduk-Weiqi-Esp-Pernia-Horacio-A-Historias-de-Go http://es.scribd.com/doc/2310952/Go-Igo-Baduk-Weiqi-Esp-Pernia-Horacio-A-Historia-deldesarrollo-del-Go http://es.scribd.com/doc/2317562/Go-Igo-Baduk-Weiqi-Esp-Pernia-Horacio-A-El-Go-en-laMaquina-del-tiempo http://es.scribd.com/doc/2310990/Go-Igo-Baduk-Weiqi-Esp-Pernia-Horacio-A-El-Go http://new.ickt.org/doc/Goeljuegodelavida.pdf

        

http://diariodejuanjo.wordpress.com/2007/02/10/los-origenes-de-china-2/ http://www.biografiasyvidas.com/biografia/y/yao.htm http://es.wikipedia.org/wiki/I_Ching http://es.wikipedia.org/wiki/Cosmolog%C3%ADa_china http://es.wikipedia.org/wiki/Tengri http://es.wikipedia.org/wiki/Tengrianismo http://es.wikipedia.org/wiki/Religi%C3%B3n_tradicional_china http://www.elcercado.org/ http://es.scribd.com/search?query=go+baduk

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