31 de octubre de 2012. Iglesia Bautista Bíblica El Roble.
Estado de Guerra: La tentación. Introducción La tentación es la seducción a usar mal un deseo. Siempre se disfraza: se ve muy atractiva y promete satisfacer nuestros deseos e impulsos. Da la oportunidad de hacer lo correcto Presenta la oportunidad de hacer lo incorrecto. A medida que el creyente va desarrollándose y madurando en su santificación, es decir, el proceso de crecimiento espiritual, éste verá que la lucha se intensifica, pues el objetivo de la tentación es hacernos pecar. Stg 5.17
I. Estado de guerra Ahora bien, debemos tomar conciencia del estado de guerra en que vivimos. Si usted piensa que no es así, debe observar que la Biblia utiliza conceptos y vocabulario de guerra en repetidas ocasiones: guerra (272), batalla (122), enemigo (19), soldado (37) 2 Ti 2.3-4, adversario (23) 1 Pe 5.8, victoria (18) Prov 21.31. Jehová de los ejércitos (259). Sal 46.7; 84.12 El señor comanda sus ejércitos. Joel 2.11 Nos ordena que luchemos. 1 Ti 6.12 Las armas de nuestra milicia. 2 Co 10.4 Nos prepara para la batalla. Sal 24.8 Contra quién luchamos. Ef 6.12
II. ¿Cuál es el origen de la tentación? •
No proviene de Dios. Stg 1.13
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Proviene del corazón del hombre. Stg 1.14
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Proviene del mundo. 1 Jn 2.16
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Proviene del tentador. 1 Tes 3.5 Página | 1
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III. ¿Cuál es el objetivo de la tentación? El resultado al dejarnos vencer por la tentación es la muerte, es decir, el pecado, que para el hombre común se traduce en muerte espiritual, alejado completamente de Dios, y para el creyente, es una comunión fría y vacía impidiéndole tener con su Señor una relación real, personal y continua.
IV. El plan de batalla Ante esta situación, el creyente debe tener un plan para la batalla: 1. Debe perseverar en el estudio de la palabra y en aplicarla en su vida. Stg 1.25 2. Debe estar alerta. Ef 6.11, Mt 26.41 3. No puede ceder terreno. Ef 4.27 4. Debe resistir. Stg 4.7 5. No debe ignorar las maquinaciones y engaños del enemigo. El efecto avestruz. 2 Co 2.11 6. Debe tener confianza en que Dios le ayudará a resistir, pues así lo prometió. 1 Co 10.13 7. Debe permanecer con la mirada puesta en la eternidad. Stg 1.12
Conclusión Como conclusión, hermanos, debemos cobrar conciencia del estado de guerra en que vivimos. Nuestra lucha se desarrolla en tres frentes: nuestros deseos, el mundo y el tentador, y por último, debemos esforzarnos por alcanzar la victoria sometiéndonos a los mandatos de Dios por medio de la obediencia. Al final, si somos hallados fieles, recibiremos la corona de la vida, que es la recompensa que Dios ha prometido a quienes resulten vencedores.
… llévanos con bien a nuestros hogares. Dispuestos a salir de este lugar, queremos pedirte que el amor tuyo, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo y que la comunión con tu Santo Espíritu sean con cada uno de nosotros. Amén.
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