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Rincón de la Poesía
Me Sub Al Tren De La Vida
Me subí al tren de la vida yo recuerdo la estación, sé que fue en Pozo Cañada y yo era el tercer varón. Con vaivenes en la vida así llegué a esta estación, que se llamaba la infancia sin sentido ni importancia vivía las cosas yo. Y me faltaba de todo de nada yo disfrutaba, yo lo pasaba a mi modo pero yo nunca lloraba. Y con prisa por llegar alcancé aquella estación, en la que di el corazón que era lo propio a esa edad. Se llamaba juventud la estación de esa parada, y sin arriesgar yo nada busqué mi princesa azul. Y a mí me quiso de veras me dio más que yo le di, no sé si en verdad fue así o puede que así lo crea. Y en el andar de ese tren
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C/ Orihuela, 34-Bajo · torreguia@gmail.com la juventud se pasaba, y a los veintiocho llegaba entre vaivén y vaivén. Fui feliz en mi matrimonio y prueba en mi testimonio, que aunque está desaparecida jamás pensé rehacer mi vida. Y aquí sigo montado esperando el resultado, donde quiera el corazón apearse en la estación. Mientras sigo haciendo el viaje me desprendo de ilusiones, porque voy hacia estaciones donde sobra el equipaje. Y mientras llegue el final me voy haciendo más justo, yo de nada ya me asusto ni nada quiero juzgar. Y voy viviendo ilusión de aquel beso dado a tiempo, de tener lo que yo tengo y de tener corazón. De tener dos hijos sabios gracias a su sacrificio, son felices en su oficio como buenos funcionarios. De admirar lo que han logrado lo que nunca logré yo, de dar lo que nadie dio si no lo había pagado. De ser feliz con alma abierta de tener la niña y niño, y al lograr aquel cariño pensé de cerrar la puerta. Los paseé de la mano con ilusión y alegría, que es normal todos los días a quien casi todo damos. Por ser feliz sin grandezas por acostumbrarnos a todo, por vivir bien a mi modo sin ambicionar riquezas. Y a la estación que ahora vamos los que vamos en el tren, casi nada hicimos bien y casi nada logramos. Ya pita el tren el final pero nadie se prepara, que a la estación de llegada nadie se quiere bajar. Pero… el tren en su final a todos nos va dejando, y lento se va alejando porque tiene que ir por más.
José González.
Bendición de animales y Día del Cerdo
Con motivo del Día de San Antón, el 17 de enero se celebraron sendas bendiciones de animales a las puertas de la Iglesia de la Inmaculada -a cargo del vicario Mikel Uribe-, de la Parroquia del Sagrado Corazón -por el párroco Aurelio Ferrándiz- y por primera vez en el albergue de animales -a cargo del párroco Pedro Payá-. El 21 de enero se hizo lo propio en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de La Mata y posteriormente se celebró el Día Internacional del Producto Ibérico, con la asistencia de miles de personas.
Diana Navarro protagonizó el musical
Eduard Oganov expone sus pinturas en el centro cultural Virgen del Carmen
Hasta el 19 de febrero se puede visitar la exposición de pintura del artista armenio Eduard Oganov en el centro cultural. También expone 8 obras en la planta superior del Real Club NWáutico. El acto inaugural estuvo amenizado por un recital de piano a cuatro manos de Olkhodzhatullina y Karin Krause, del “Conjunto Crecendo”. El pintor profundiza en la plástica espacial de las figuras, la interacción de las formas y las líneas, mostrando y acentuando sus divergencias y la tensión interna de la composición.
El Teatro Municipal se llenó con la representación del musical “En tierra extraña”, protagonizado por Diana Navarro, Alejandro Vera y Avelino Piedad, acompañados por un piano de pared. La malagueña Diana Navarro, que encarnó a Concha Piquer, deslumbró poniendo voz a temas de copla española como “Tatuaje”, “Mari Cruz”, “Ojos verdes” y “Francisco Alegre”. Los tres actores lograron poner al público en pie.
Concierto extraordinario de música clásica del “Conjunto Crescendo” en el Club Náutico
“Conjunto Crescendo” ofreció un concierto extraordinario de música clásica en el salón del Real Club Náutico. El programa fue interpretado por K. Krause y O. Khodzhatullina, piano a cuatro manos; Francisco Garres con el clarinete; la soprano Olga Shtreys; el violinista Stanslav Tkach; los tenores Manuel Monserrate, Boris Gladkoy y Eduard Besedín; Pavel Mostovoy con el vibráfono; y la soprano Lucía España.