Transeúntes 4: Movilidad Urbana / Impulso a la Bicicleta

Page 1

[ 1 1 de Abril del 2012 ] N0. 4

abril 2012

Movilidad Urbana / Impulso a la Bicicleta


Dirección: Ana Lilia Reyes Diseño: Tania María E. Edición: Arturo Alanis Jonathan Vargas Jorge Jaramillo Rodrigo González Ilustracion: Praxedis Fierro

foto: Tania Maria

Fotografías por: Angélica Pérez César Olmos Chava Diana González Diana Mendoza Eneas Fernando García Barrón Jonas Karina Peñaloza Kharina Hernández Liliana Mariana Franco Melissa Lucero Omar Youalli Yasmin Duhart Escrito : Isaac Chavarría Cárcamo, Claudia Ivette Rojo Hernández Mayra Salinas, Emmanuel Romero Mariana Montiel Javier Rubio Vargas José Antonio Morales “Bax” Jéssica Campos Macías Raúl Mota Pedroza Joel Cirpés Monzalvo “Joas” Jesús Islas Eréndira García Vélez Adriana Hernández Nieto Jesús Omar García León Video: Memorias Video

Edición: Quincenal ABRIL Año 012, Número 4 Comentarios: http://www.facebook.com/MemoriasdetuCiudad


EDITORIAL Transporte, ¿medio o fin? El metro es usado todos los días por millones de usuarios, como un medio para desplazarse de un punto a otro. Pero cuando fue inaugurado, mucha gente lo usaba no para llegar a ninguna parte, sino sólo por usarlo, por curiosidad, por diversión. Entonces no sólo era un medio sino un fin en sí mismo. Lo mismo podemos ver con la bicicleta. Si la usas para desplazarte de tu casa a tu trabajo, a tu escuela, a la casa de tu amigo, debemos considerarla como un medio de transporte. Si la usas para dar vueltas en el parque, para manifestarte contra el aumento de emisiones contaminantes, o para ejercitarte, entonces la bicicleta no es un transporte, sino un fin, y ese fin puede ser recreativo, terapéutico o político. ¿Se les ocurre algo más? Los automóviles, ¿son un medio de transporte? Pensemos en las carreras de autos y los autos de exhibición. ¿Los patines y patinetas? ¿Qué tal los peatones? ¿Caminar es un medio de transporte? Caminamos para llegar, pero también caminamos para meditar, relajarnos, bajar la comida o manifestarnos. Revisaremos algunos de estos temas en el número actual de Transeúntes. ¡Feliz viaje!. Memorias de tu Ciudad


Ă?NDICE

1

Brigada: Impulso al uso de la bicicleta

2

Movilidad Urbana

3

Demasiado Largo el camino

4

FotovĂ­a

5

Historia de un minuto

6

Radio INJUVE



oir

www.radioinjuve.listen2myradio.com


http://vimeo.com/39987392


Foto: Cesar Olmos


Impulso al uso de la bicicleta Por: José Antonio Bax

Foto: Foto: Liliana

El objetivo principal de esta brigada del Instituto de la Juventud, como ya se intuye desde su nombre, es fomentar el uso de la bicicleta como medio para divertirse y trasladarse de un punto a otro.

entregan todas las bicicletas y las llevan de regreso al instituto.

Su día comienza por ir por las bicicletas al Instituto a las 7:30 am y de ahí los promotores de la brigada se reparten los distintos Ellos, los chicos de la brigada, se encuen- puntos de préstamo de bicicleta y se van tran ubicados en diversos puntos para pres- “rolando” los lugares cada 8 días, cada protar bicicletas a quienes deseen dar un paseo motor cuenta con 45 chavos que les ayudan por toda la avenida Reforma hasta la calle a prestar bicis, y que aun así es mucha la demanda de bicicletas, pero que hay gente de Guadalupe. que lleva la suya propia. En uno de los puntos, que es La Palma, en el Paseo de la Reforma, me encontré con Clau- Los sábados la brigada reparte bicicletas a dia Castañeda una promotora de esta briga- las caravanas culturales y también en punda, a quien le pregunté cuál era el propósito tos de la ciclovía, paseando por las colonias de ésta, qué día prestaban sus servicios y para recomendar el uso de este medio para cómo se llevaba a cabo el proceso de pedir trasladarse, o como entretenimiento, vehículo que además de no contaminar es un una prestada una bicicleta. forma divertida de hacer ejercicio Claudia me comentó que se les puede buscar los días sábados y domingos de 8 de la mañana a 2 ó 3 de la tarde, hasta que se .


Foto: Cortesía

Los domingos se cierran las avenidas, desde Chapultepec hasta Calzada de Guadalupe y Calzada de los Misterios, para seguridad de todas las personas que quieran ir a andar un rato en bici, una hora, a cambio de su credencial de elector, que después tienen que entregar en el mismo punto donde se las prestaron. Es una buena opción para ir con la familia o en pareja, con los amigos o incluso en solitario. Foto: Liliana

Foto: Cortesía

La brigada lleva a cabo una tarea muy importante y que ha dado muy buenos resultados, comentó Claudia, pues además de ser un medio de transporte particular, es un medio de convivencia con más personas, y sobre todo, andar en bicicleta es bueno para la salud (tanto por el ejercicio como por la reducción de emisiones contaminantes). Por lo tanto sigamos promoviendo el uso de la bicicleta.


Foto: Mariana


M o v ilidad U r bana

Foto: AngĂŠlica PĂŠrez


Los patines: un medio alternativo de movilidad y diversión Por: Chavarría Cárcamo Isaac

En ocasiones es difícil encontrar algún medio alternativo para transpórtanos dentro de esta gran urbe, esto dado por la intermitente dificultad de poder trasladarnos de nuestros hogares a la parada de algún medio de transporte el cual se torna aburrido, engentado, fastidioso, y con un servicio que nos obliga a tomar medidas alterna a cusa de su muy poca calidad. Es entonces cuando las dificultades las abordamos con un medio alternativo, sustentable y que además contribuye a mantener nuestro bienestar tanto físico como mental.

Las vicisitudes del medio de transportes nos llevan a tener en cuenta que en algún lugar de nuestros hogares se halla olvidada una bota con llantas que es menester ocupar. De esta manera nos adentramos a considerar los patines como medio de transporte alternativo, ya sea para a corta o mediana distancia (¿o larga?)

casa a la parada del camión). Por otra parte se puede recurrir a estos como un medio de diversión diferente al “BMX” y al “Skate” en donde las acrobacias no son de envidiar.

Es entonces donde el patinaje agresivo hace presencia, deporte que consiste en saltar, hacer trucos y esquivar obstáculos que reAdemás de ocuparlos como medio de gularmente se encuentran en el camino con transporte para recorrer esta gran selva de rumbo a nuestro destino. Para así lograr obasfalto, se puede recurrir a estos como apo- tener un rato de diversión en aquel camino yo para hacer un recorrido cotidiano y mo- que se nos torna aburrido y cotidiano. nótono en uno agradable y divertido (ir de la


“Transporte o mera amistad con los caballos ¿Qué utilidad tiene hoy en día este mamífero dentro de la urbe?” Por: Claudia Ivette Rojo Hernández

Fotos: Eneas


Los caballos son unos mamíferos hermosos a los que frecuentemente relacionamos con el medio rural, ya que su hábitat comúnmente está en el campo de nuestro país. Pero en esta ocasión me di a la tarea de investigar qué relación tienen hoy en día los equinos y la ciudad.

Juan Carlos Cabrera, jinete del lugar, me —No, sólo como hobby, ya no los podemos platicó más acerca del tema: sacar a las avenidas porque es muy peligroso, se ponen muy nerviosos con los carros. —¿El caballo que trae es suyo? Por eso nada más andamos por aquí cerca, —No, lo rento con un muchacho. y en esta temporada sí los podemos bajar —Y ¿dónde tienen a los caballos que usted hacia Ermita para lo de la representación de renta? semana santa. —En su casa, del muchacho, hay como un —Y ¿qué nombre tienen estos caballos? —Se llaman Cebra y Lazada. Los caballos hoy en día ya no son parte establo donde tienen a los caballos. del transporte colectivo o individual del ser —¿Desde cuándo practica o tiene el gusto —Y ¿sólo los sacan a pasear o los utilizan para otra cosa? humano, son un hobby, una mascota o el por estos animales? medio para obtener un poco de dinero. Yo —Pues yo tengo nueve años saliendo en la —Sí, sólo los sacamos aquí al cerro a que encontré a algunos jinetes en la delegación representación de la semana santa en Iz- anden, hubo un tiempo que éramos charros, Iztapalapa, en el Cerro de la Estrella, dón- tapalapa, por eso lo rento en estas fechas, pero ya no, ahora sólo los tenemos por hode actualmente se suele observar a muchas pero siempre me han gustado los caballos. bby y en esta época se rentan para la semana santa. personas con sus caballos dando vuelta en —Y ¿lo utiliza como medio de transporte? las calles cercanas al cerro.


Foto: YAS

Gracias a la experiencia del jinete y de los que practican este pasatiempo en este lugar me di cuenta que el caballo hoy en día tiene la función única de pasatiempo, por lo menos en la ciudad, ya que la gran urbe se ha expandido tanto que los pocos que aún conservan este gusto por los equinos tiene

que recurrir a las partes de la ciudad con cerros o lugares donde puedan sacar a sus caballos aunque sea en un tramo pequeño. Y aunque no sean muy visibles en el centro de la ciudad, hay muchas partes donde las personas aún tienen estos hermosos animales, en Xochimilco, Tláhuac, Iztapalapa

y otras partes que cuentan área despejada para que anden los caballos. Así que sí te gustan los caballos, ya sabes dónde puedes buscar un lugar en la ciudad donde puedas andar con este gran y bello animal.


Trenes y tranvías Por: Iraís Eréndira García Vélez

Hoy en día el metro, el tren ligero y los trolebuses forman parte de los transportes más comunes de la Ciudad de México. Diariamente los abordamos para transportarnos y parece casi inconcebible imaginar la capital sin alguna de estas opciones para llegar a nuestras escuelas, trabajo o lugares de recreación. Sin embargo, hace unas cuantas décadas, la transportación de pasajeros en la ciudad se realizaba a través de ancestros de los transportes modernos antes mencionados: el tren y posteriormente el tranvía. El ferrocarril llega a la ciudad. La primera vez que un tren circuló por la ciudad de México fue el 4 de Julio de 1857. El recorrido se llevó a cabo con la locomotora “Guadalupe”, partiendo de Tlatelolco en dirección a La Villa; viaje que tardaba aproximadamente 10 minutos en realizarse. Este acontecimiento fue muy celebrado. El entonces presidente Ignacio Comonfort inauguró la vía del ferrocarril con una gran ceremonia donde hubo declamaciones y música (Luis Hahn compuso “Villa de Guadalupe Galop del Ferrocarril” para celebrar el histórico acontecimiento).

Foto: BIMG

Foto: Mariana


Fue el inicio de una nueva era comercial y turística, en la que México se puso a la vanguardia en transporte. Con el paso del tiempo y hacia finales del siglo XIX en el mandato de Porfirio Díaz el sistema ferroviario de la ciudad tuvo un acelerado crecimiento, por lo cual en el Distrito Federal había muchas estaciones de tren: San Lázaro, Buenavista, La Villa (lo que hoy se ha convertido en el Museo de los Ferrocarrileros), Colonia, Julia (célebre por el tigre se Santa Julia), San Pedro de los Pinos, etc., las cuales ofrecían viajes a provincia o a regiones cercanas dentro de la ciudad, había rutas de ferrocarril de vapor a Mixcoac, Tlalpan y Tacubaya. Viajar en ferrocarril era una experiencia emocionante: el viaje era rápido y no era muy costoso, por ejemplo de La Villa a Peralvillo podías viajar con treinta centavos. Las locomotoras que jalaban los trenes, fueran de carga o de pasajeros, eran llamadas “las reinas del camino”, por el poderío y el ruido que impresionaban a usuarios y habitantes, es por ellos que las bautizaban nombre de mujer como “Guadalupe” (esperemos que sea por el poderío). Las estaciones, mención aparte, eran durante mucho tiempo quizá, el único vínculo con el exterior, con la provincia, quizá el único contacto con el mundo para muchas personas que vivían en las estaciones. Algunas, más vistosas, tenían el estilo del país de origen de los concesionarios, otras de aspecto más sencillo, pero todas ofrecían varios servicios: comedor, taquilla, sala de espera, despacho, telégrafos, etc. Los alrededores se convirtieron en los lugares preferidos para habitar ya que daban seguridad

Foto: BIMG

a los habitantes por contar con la vigilancia permanente de gendarmes y porque eran puntos de reunión y esparcimiento. Adultos y niños festejaban al escuchar y presenciar la llegada del tren. Sin embargo para los años cincuenta, el priorizar la creación de infraestructura urbana, otorgar concesiones a nuevos medios de transporte, entre otros factores, hizo que el servicio a pasajeros poco a poco fuera disminuyendo hasta desaparecer de la ciudad hacia los años ochenta, sobreviviendo el servicio solamente en algunos estados del país. En la actualidad, los trenes que vemos

cumplen servicios exclusivos de carga para empresas privadas. Los pequeños primos de los trenes: los tranvías. La primera red de tranvías que existió en la capital del país, era una red de tranvías jalados por mulitas, cuya terminal se encontraba en el Zócalo y su servicio se limitaba a zonas colindantes. Estos tranvías rivalizaban con los carruajes y los caballos, para junto con el ferrocarril de vapor, constituir las opciones de transporte de aquella época. Para el año 1900 se inaugura la primera línea de tranvías eléctricos que iba de la Pla-


Foto: Mariana

za de Armas hasta Tacubaya. Iniciando así la construcción de nuevas vías y redes eléctricas. Los primeros vehículos tenían una capacidad para 25 y 36 personas sentadas. Se ingresaba por la parte de atrás y el dinero se depositaba en unas alcancías. Si no traías cambio, el cobrador podía cambiarte el billete (el costo del pasaje era de aproximadamente 25 centavos de aquel entonces). El conductor iba en la parte de adelante, y aunque había esquinas específicas para el ascenso y descenso del pasajero, era necesario hacerle la parada al conductor con la

misma señal que hoy en día seguimos haciendo a los camiones (a diferencia de los trenes cuyos puntos de llegada eran las estaciones). Los tranvías pronto se convirtieron en un transporte muy popular. Para los años veinte y hasta los años cincuenta por toda la ciudad se constituyeron varias rutas de tranvías; surgieron nuevos modelos de vehículos, por ejemplo las góndolas, que eran unos tranvías sin techo que daban servicio a tianguistas y personas con bultos o animales. Aparte mencionar que los tranvías no hacían ruido como los camiones (llegados a México

en 1917), no contaminaban por ser eléctricos, el viaje era ameno, seguro y cómodo. Los pasajeros viajaban sentados, el conductor siempre cerraba las puertas y manejaba a buena velocidad. Tenían carriles exclusivos por lo que los camiones y los coches particulares no se les atravesaban, había inspectores en todas las rutas que fueron adecuadamente trazadas. Sin embargo, el acelerado crecimiento de la población después de los años cincuenta, y la transformación de la infraestructura, provocaron que los automóviles y otros vehículos particulares fueran ganando terreno en la caótica ciudad: dejaron de respetarse los corredores de los tranvías, muchas veces les cerraban el paso o camiones llenos de pasajeros iban haciendo carreras. Los choques de tranvías con otros transportes o entre ellos mismos eran cada vez más frecuentes. Además, hubo fallas que hacían que los trenes estuvieran cada vez más parados, habiendo incluso filas enteras esperando el tuno para avanzar, lo que provocó que la población perdiera su predilección hacia los tranvías que cada vez eran más lentos y viejos. Despareciendo definitivamente en los años ochenta. Como pudimos enterarnos en esta ocasión, el transporte en la capital del país ha evolucionado para adaptarse al nuevo paisaje y a las demandas de movilidad de los habitantes. La manera de moverse en nuestra entidad cambia y con ello, la experiencia de viajar, de divertirnos y hasta de relacionarnos. Regresemos pues a nuestro devenir cotidiano en donde nuevos trenes nos esperan.


El Trolebús Por: Jéssica Campos Macías

El trolebús es un transporte ecológico que tiene 10 rutas que recorren la ciudad. La Red del Servicio cuenta con una longitud de operación 258.79 Kilómetros, incluye la línea “E” Eje 8 Sur con origen - destino Metro Pantitlán - Santa Cruz Meyehualco iniciando su servicio el día 7 de Noviembre del 2010. Las líneas “D” Eje 7 - 7A Sur y “T1” Metro Constitución de 1917 - UACM dejaron de operar provisionalmente el 28 de Marzo del 2009 y 23 de enero del 2010, respectivamente debido al proceso constructivo de la línea 12 del STC (Metro), así como la línea “K1” que recortó su recorrido desde el pasado 23 de enero de 2010. Es un medio para transportarse seguro, ya que como prevención a la nueva modalidad de asaltos en los transportes se ha prohibido el ascenso a vendedores, gente que quiera mendingar y a músicos, así como también cuenta con todas las señales que se especifican en las normas establecidas por la Secretaría de Transportes y Vialidad del Distrito Federal. Otra de sus características, hablando de seguridad, es que los frenos instalados en el trolebús son del tipo dual, dando un mayor margen de seguridad al usuario, éstos a su vez están interconectados al sistema de apertura y cierre de las puertas de serviFotos: Diana Gonzalez


cio, logrando que el trolebús no se desplace cuando las puertas estén abiertas. Por otra parte su precio es muy accesible porque va desde los $2.00 a los $4.00 dependiendo del modelo de Trolebús, tarifa que debe de ser pagada en una máquina especial, ya que no está permitido que los conductores cobren el dinero para evitar corrupción. El Trolebús es amigable con el ambiente porque no usa combustible, en lugar de eso se halla conectado a cables de luz, por lo tanto funciona con energía eléctrica y cuenta con un pararrayos para evitar las descargas. También, se puede considerar un trasporte rápido, porque cuenta con un carril específico para él, aunque en realidad existen automóviles que no respetan eso (o que ni siquiera lo sabían), aparte de que hay muy pocos autobuses, lo que hace que su rapidez sea menor. Sus estaciones se diferencian porque tienen un letrero que las caracteriza muy bien, y se encuentran ubicadas en diferentes partes de la ciudad. Los letreros se pueden ver pegados en postes, paredes o en la propia estación, si ésta es más nueva, con techo y un lugar para sentarse a esperarlo.


El metro es cultura Por: Jesús Orozco

En algún momento de nuestras vidas en movimiento, nos hemos molestado por los inconvenientes que tiene el metro de la ciudad de México. Cuando llegamos a las estaciones de este sistema de trasporte se nos presenta un primer inconveniente, tenemos que esperar la larga fila para comprar el dichoso boleto o recargar la famosa tarjeta naranja. Luego pasamos hacia los andenes y tenemos que soportar los molestos empujones de la gente, esto, claro, si quieres llegar temprano a tu destino. Hasta ese momento parece que todo va bien, mientras que no lleguemos tarde, todo va bien. Pero al ver a las demás personas que se encuentran en el vagón, percibimos una expresión de estrés y hartazgo en el rostro de cada persona que se encuentra en medio de esta masa de cuerpos, sin la posibilidad de respirar como se debe, sin poder moverse. Esto sumado a los comerciantes de discos y productos de todo tipo, productos de “moda, de novedad”.

Las ventajas del metro son muchas, una de ellas es que podemos llegar a casi cualquier parte de la ciudad de forma rápida y a un costo muy barato. La importancia del metro es tan grande que si algún día no llegara a funcionar, esto provocaría una perdida de millones de pesos a la ciudad. Pero para mí es importante por muchas otras cosas. Ya que gracias al metro he podido hacer de mis trayectos una experiencia diferente. He visto baratijas de muchas formas, pelotas de un material parecido a la plastilina que se deshacen y se vuelven hacer. Helicópteros, “dibujos mágicos”, cuadernos de chistes, etc. No estoy a favor del ambulantaje dentro de los vagones del metro, hay ocasiones que en verdad son molestos, pero algunas veces me han sacado una sonrisa con cada cosa que anuncian.

Otra de las formas en las que he disfrutado el metro, es a través de la música. Existen muchos personajes dentro de los vagones del metro, muchos tocan rock, pero la diversidad se presenta en el metro con grupos que hacen batucadas, música tradicional mexicana y otros que tocan cumbia. También hay músicos que les gusta tocar de manera individual, hay algunos que tocan guitarra, flauta, saxofón, violín. Pero esto no sólo ocurre dentro de los vagones, también el propio sistema de transporte colectivo organiza tocadas en varias estaciones, por ejemplo en Sé que sonará de locos decir que aun así San Lázaro, Copilco, Pino Suarez, La Raza, hay personas que admiran el metro y lo por mencionar sólo algunas. aprecian.

Fotos: Chava

Además podemos encontrar diversos figuras prehispánicas, algunas son replicas, otras, las originales que se encontraron en el momento de la construcción de las estaciones. Alguna de estas figuras se encuentra en la estación Bellas Artes, otras en metro Tezozomoc. En la estación de Pino Suarez se encuentran los restos de un monumento dedicado a una diosa azteca. También podemos presenciar diferentes exposiciones científicas o artísticas en la estación Candelaria, Pino Suarez, La raza con el túnel de la ciencia, Auditorio.


Pero el metro ha abarcado varias curiosidades, en la línea 7 se presentaron algunas aprendices de baile en el tubo, en donde podías ver sus acrobacias desde tu lugar. También personajes como mimos y payasos, los cuales te transportan a un mundo alterno, dejando de lado la monotonía del trayecto. Es tan impredecible el metro, un día puedes ver cosas muy extravagantes, hombres y mujeres sin pantalones, un fósil de mamut, personas agradables, esto hace del metro todo un mundo de diversidad. Hay que darnos cuenta que el metro somos todos los que lo usamos y tú decides si seguir la misma actitud apática y agresiva o si cambiarla, recuerda que el metro es más que un medio de transporte, así que trata de hacer más agradable tu estancia en este lugar tan importante y disfrutemos todos de las cosas que nos pueden generar alguna sonrisa en el metro.


Transporte público: “las combis” Por: Bax

Todo mundo, o casi, que ha subido en su vida a una “combi” se ha dado cuenta que los lugares que lleva la combi ya están asignados para cierto número de personas, y que por ello hay que subirse desde la base para agarrar un lugar cómodo o que venga casi vacío. El número de asientos varía dependiendo del tamaño de la combi o vagoneta, ya que la primera es para once personas y la otra tiene una capacidad para catorce y que aun así nadie se explica a quiénes tomaron como medida estándar de cuerpo, porque no sólo hay personas delgadas, sino también altas, chaparras, y por supuesto, extra grandes, y estas personas ocupan hasta lugar y medio, pero esto no lo ven los choferes y cualquiera de los que usamos este transporte sabemos que es incómodo. Empujamos al de junto, o él a nosotros, a veces las personas no se sientan bien y van casi encima de uno.

Fotos: Liliana

do. ¿No preferirían ir parados en el micro? El otro problema no menos importante es el de los usuarios que van sentados en los asientos que están en la parte trasera del chofer, a quienes se les pide: “¿puede pasar un pasaje por favor?” y en seguida: “¿puede pasar otro?”, y ahí va el que está pasando el dinero con mucho gusto, y también va el que hasta pone su cara de molestia o finge que se ha dormido o que está leyendo o escuchando música, y aquí ves a una chiEsto no es agradable, porque unos hasta se ca que está escuchando música y se quita molestan de que los empujan con sus an- un audífono para escuchar lo que ya sabe: chas caderas y luego ni les importa si te em- “oye, ¿podrías pasar un pasaje por favor?” pujan o si te incomoda que te estén apretan-

No a cualquiera le da gusto pasar el pasaje, a lo mejor sí, una vez, o dos, o tres, pero ya más pues como que si te empiezan a fastidiar un poco, porque rara vez se varía, todos le piden lo mismo al mismo, pero pues así pasa con las personas que se sientan en esos lugares, es como asumir: “pues ya ni modo”. Es uno de los transportes más abundantes en las colonias donde se recorren distancias relativamente cortas, pero también las hay, pocas, donde el recorrido es más largo, pero si agarraste un buen lugar en este transporte


pues ya te vas a cómodo a donde quieras, pero si te tocan compañeros de asiento XL o XXL, pues ahí esta el inconveniente. Claro que si te toca junto a esa chica linda o ese galán, hasta deseas que te aprieten más. En fin, así es el viaje de las combis que muchos usamos para trasladarnos a la escuela o al trabajo, es una forma de relacionarnos con el mundo día a día, de acercarnos más los unos a los otros.


Foto: Omar Youalli


Próxima estación: Esperanza. Correspondencia

con línea B, Ciudad Dormitorio… tu-ru-ruuu Por: Mariana Montiel

Para no enfrentarse con el tráfico de la ciudad, el metro puede ser una gran alternativa.

Siempre y cuando se pueda subir, no llueva, ni se suicide nadie. Así de crudo, así de fácil y difícil es trasladarse en la Ciudad de México, que algunos, los menos, conservan anhelando un tren más vacío; ingenuos. 6:10. Diez minutos previamente se podía subir al metro Neza, pero ahora es imposible. Hombres y mujeres, desde las seis de la madrugada, separados para evitar toqueteos malintencionados e incomodidades, luchan por insertarse en el competido espacio del vagón. Mujeres formales, listas para la jornada en la oficina; estudiantes de mochila-caparazón; madres que acompañan a sus pequeños a la escuela; mujeres de colores que se arman de su bolsa para empujar a las ya de por sí apachurradas damas que subieron en las primeras estaciones de la línea. Hay quejas, calores, codazos y hasta gritos de dolor. Las puertas se cierran y la última en entrar se impulsa sosteniéndose del marco superior de la puerta, mientras un policía la empuja con esmero, haciéndose las quejas más sonoras. ¡Qué sadismo! Los pensamientos: “Si no me hubiera dormido los quince minutitos más no estaría pasando por este suplicio; si me hubiera vestido más aprisa; si no hubiera regresado por el celular, no estaría en medio de la risa y el llanto de ellas (porque hay quien, a pesar de todo, se ríe.)”

nos convertimos en los 8 millones 851 mil 80 que somos en la Capital? Pero es que no es sólo eso. La ciudad diariamente recibe gente del Estado de México, de Puebla y de Morelos, (sobre todo del primero). La línea B conecta con el Estado de México. Todos los días el metro viene atascado desde las primeras tres estaciones: Ciudad Azteca, Plaza Aragón y Olímpica, por la mañana y por las tardes-noches, el fenómeno inverso, desde Buenavista, Guerrero y Garibaldi.

¿No es acaso que viene mucha gente del Estado de México a trabajar a la ciudad? Porque a esas mismas 6:10, dirección Ciudad Azteca no hay casi nadie. Diez o doce personas por vagón que se dirigen a tierras mexiquenses. Si el metro está diseñado para beneficio de los capitalinos ¿por qué son ellos los que tienen que sufrir cada día para abordarlo?... No, no es elitismo, se llama justicia. ¿Pero no somos siempre los chilangos quienes vamos a causar estragos en los estados? Si tan horrendos somos, quédense en sus estados… Ah, ¡no hay trabajo!... ¿y nosotros tenemos la culpa? ¿Tienen que saturar todos los días nuestros transportes y vialidades?... Ah, porque si hay desempleo así como otros problemas en los estados, también se vienen a manifestar aquí y vienen a bloquear las calles de aquí. Tampoco ¿Pero es que siempre ha sido así? ¿Alguna somos culpables de la centralización de los vez se pudo viajar con tranquilidad y despe- poderes y las industrias; muy por el contrajadamente en la ciudad? ¿En qué momento rio los mexiquenses (y demás habitantes de


Foto: MelissaLucero

zonas conurbadas) si eligen y no exigen a sus gobernantes. Pero la culpa es del metro, ¿no? El servicio del metro es el que es malísimo ¿no? La culpa no es de la señora necia que se empuja asfixiando a las demás, ni de la falta de empleo local, ni de un gobierno que no lo sepa proveer, no. Es culpa del transporte..

El punto no está en pelearnos entre mexica- en ser conscientes de que nosotros lo pernos sino en la forma en que nos organiza- mitimos. mos para exigir bienestar social, trasportes de calidad, escuelas, hospitales, recreación y un largo etcétera que dejamos pasar conformándonos con saber que no hay empleo y que el metro está lleno en horas pico. Estos incidentes tienen una razón que empieza


RTP: Una travesía de enamoramiento Por: Isaac Chavarría Cárcamo

Por: Mayra Salinas y Emanuel Romero

Viajar de norte a sur de manera rápida, económica, trato amable y además vivir inimaginables experiencias es algo que tan sólo el RTP te puede ofrecer… La espera quizá me parece lo único molesto de dicho transporte, hoy con mayor premura, pues los minutos no le apuestan a mi favor, sin embargo, deja de ser eterna cuando mis ojos encuentran lo tan buscado… es ella, nuevamente ella, quien altera mis sentidos y hace estremecer mi cuerpo, hoy tal vez es la oportunidad de hablarle. Se ve venir, la aglutinación de personas para su abordaje no se hace esperar, al subir, la sensación no es la misma que cuando se viaja en trasporte privado, el cambio radica desde las conductas del chofer, siendo del RTP característico encontrarnos con señores que al manejar lo hacen con mayor cautela que cualquier otro joven que conduce un microbús, su tan coloquial vocabulario y las faltas de respeto a las tan bien ataviadas señoritas, son ajenas al transporte que te describo, al menos en mi experiencia.


Foto: dani

Sin necesidad de la molesta consigna de un “recórrase en doble fila”, me dispongo a encaminarme hacia la parte trasera, pues siempre he pensado que los asientos de este extremo, una especie de panóptico, me permiten observar gestos, actos, malabares, etc., reflejando el andar cotidiano de nuestra sociedad que despierta mi interés. Ella se encuentra a mi costado, escenario que si bien no es el ideal, si el preciso para dirigirle una mirada, al hacerlo la respuesta es más de lo esperado, claramente logro es-

cuchar un hola que me incita a extender el saludo y dar inicio a lo que auguro una buena charla. Los factores me son favorecedores, un silencio armonioso es el que me permite escuchar cada una de las palabras que enuncia, algo que indudablemente hubiese sido imposible si transitara en los asientos de un microbús que al resuene de un reggaetón o lo más sonado del 2012, lejos de desestresarte de las múltiples actividades del día convierte el trayecto en el momento más tedioso del mismo.

Por un momento me alejé del tiempo y quedé atrapado en su desenvoltura al platicarme un poco su vida, esa chica despertaba sensaciones en mí con tan sólo mirarla, esta vez me dejo más que impresionado al dar por sentado que volveríamos a vernos, comienzo a sentirme tranquilo al ser específicas y concisas las paradas del RTP, seguro no llegaré tarde como lo tenía previsto y no sólo ello, estaré preparado para un próximo abordaje y también para transitar por las aras del enamoramiento.


Transporte limpio Por: Jesús Omar García León

El transporte en una Ciudad como la nuestra, es una necesidad de primer orden, pero todo orden causa casi imperiosamente la contraparte, el desorden. La pregunta que nos debemos plantear ahora es: ¿qué tipo de transporte necesitamos ante el problema que tenemos del deterioro del medio ambiente? En definitiva mi planteamiento de movilidad en la ciudad pugna por una reducción de gases, de esas emisiones contaminantes que se ven reflejadas en los índices IMECAS, que no es otra cosa que la medida standard para saber qué tan contaminado está el ambiente, y con ello determinar si es posible la exposición de los habitantes del lugar, o si mejor se quedan en casa. En la Ciudad de México, estos estándares en muchas ocasiones no sólo han sido superados sino que se han vuelto intolerable, al grado de que las personas inconscientes de dicha situación siguen pensando que el uso del automóvil no sólo se debe de incentivar, sino que ven con malos ojos que al uso de la bicicleta y otros medios de transporte alterno se les promocione. Foto: dani


Foto: Bimg

Uno de los transportes más limpios y eficaces es el bicitaxi. ¿Por qué? Sencillo: es un transporte que no contamina, barato en comparación con los taxis convencionales, tiene mayor movilidad que un automóvil (por lo menos en el Centro Histórico), además de todas estas bonanzas proporciona empleo a una buena cantidad de personas que se ven forzadas por el contexto laboral del país.


¿Cómo me voy? Por: Adriana Hernández Nieto

¿Cuántas historias no se pueden contar con tan solo un recorrido de 10 minutos en el transporte público? Esperar al amigo debajo del reloj en una estación del metro, o rogarle al chofer del micro que acelere porque llevas prisa o implorarle que desacelere porque tienes familia, o bien quedarte dormido por el movimiento relativamente tranquilo que lleva siempre consigo el tren ligero, y ¿quién no ha tenido que esperar 2 ó 3 camiones del metrobús porque ni en el espacio pintado con amarillo entras? ¿Te has llegado a impresionar por el costo que marcó el taxímetro de una esquina a otra? Bien, ¿qué es lo que tenemos que saber acerca de estos transportes chilangos? Mejor me voy por las vías. (Metro) Suele pasar que en la hora pico de la ciudad tengas que elegir de dos sopas: o lo dejas pasar para que el siguiente venga más lleno y llegues tarde, o entras (aclaro, la última opción añadida es dependiendo de la fuerza que tengas para empujar). Muchos salen de sus hogares con 5 minutos adelantados en sus relojes, pero la verdad es que… ¿para qué sirven estos 5 minutos? Sólo para encontrarse con la misma bola de gente que estresada por la dificultad de llegar a su destino

Foto: Angélica Pérez

respectivo (me refiero: escuela, trabajo, otra casa con la familia secreta…) Y no importa que muchos vean a este transporte subterráneo como uno de los peores, la mayoría se siente tan cómodo en el vagón que es capaz de conciliar el sueño igual que en su misma cama (¡incluso estando de pie!) Pero hay algunos que aunque quisieran tomase todo el piso y dormir, no podrán conciliar el sueño por el tremendo griterío de los vendedores; te venden chicles, pañuelos desechables, música de todo género, accesorios para tu celular, libros de autoayuda e inclusive martillos. Y por si fuera poco al salir de los

vagones en la estación correcta para llegar al destino indicado, siempre encontraras a algunas personas esperando pacientemente (o desesperadamente) por el compañero de viaje retardado en su llegar. Y no importa que esperes 10, 20 minutos, ¡1 hora! Puedes esperar pacientemente, debajo del reloj con algún postre que encontraras en los locales que se encuentran en pleno transborde de líneas y con la compañía de algunos más; indecisos en dejar el lugar y conservar un poco de dignidad, pero que aun así esperaran 10 minutos más.


Consejero sobre ruedas (Taxi) Alzarás ese dedito índice (que, frecuentemente suele ser el de la mano derecha) al aire y posiblemente después de 3 alzadas, un coche (disfrazado con los colores guinda y oro) se detendrá ante ti y se abrirá la puerta como obra de magia para que puedas entrar. Por supuesto te sentarás y saludarás al chofer del singular transporte chilangopolitano; el te dirá: “Buenas mi joven, ¿a dónde lo llevo?”, y así es como empieza una plática que durará el resto de viaje, e incluso se queda en plena sesión terapéutica cuando llegas al lugar acordado. ¿Y qué mejores que las de un taxista de la Ciudad de México? Desde puestos de tacos, garnachas, tortas, incluso restaurantes, hasta cómo llegar a una dirección, sin olvidar las mejores rutas para evitar el tráfico (¡qué helicóptero mañanero ni qué nada!). Por supuesto hay algunos (dos que tres) que no saben ni a qué lugar recóndito de la ciudad los está llevando el pasajero (o hasta el lugar más popular de la ciudad) pero quien te puede decir cómo llegar a un lugar de la mejor forma, siempre será un taxista (la mayoría). ¡Claro! Este maravilloso transporte e información te costará (¡vaya que costará!); de una esquina a la otra, el taxímetro marcará ya más de tres pasajes del metro. Y no es que viajes en un lugar más cómodo que los demás, puedes encontrar lo mismo que en cualquier otro medio, algunos son adornados con peluches, fotos de la familia e inclusive colecciones de aromatizantes, y te puedes encontrar con choferes enjaulados (posiblemente porque se sentían como taxistas en peligro de extinción… o probablemente por los “peligros” del trabajo).

¡No traes burros! (Microbús) Llegar a la parada del micro, subir y darle tu pasaje al chofer; y eso si no va lleno; si tal fuera el caso subirás por el lado trasero y pedirás a una persona que lo pase hacia el chofer, de mano en mano la moneda llegará y tu cambio vendrá (a menos que se pierda a medio recorrido). Para colmo, los vendedores ambulantes son peores que los del metro, estos vendedores te meten pánico, te dicen que acaban de salir del reclusorio porque mataban o asaltaban, pero que ya no lo quieren volver a hacer y que pedir dinero es su única forma para poder sobrevivir, pero si te los encuentras en otro recorrido, te dirán que son ex-adictos (¿eso se puede?) o rehabilitados y que para poder sobrevivir tienen que vender las galletas que llevan cargando, o las pulseras que disque hacen en el centro de rehabilitación. Otra clásica: se murió un familiar, y hasta traen su acta de defunción y todo, como el difunto tomó el momento menos oportuno para morir, los familiares tienen que salir “con la pena” y pedir una moneda o lo que guste cooperar para que el difunto tenga un entierro cristiano como dios manda. Para terminar, mencionaré a los “artistas” sobre ruedas, cantan, actúan y hasta recitan hermosos poemas. Algunos pasajeros quedan deslumbrados por tremendo acto artístico y dan sus cambios y moneditas menudas para apoyar a estos artistas; pero también quedan tan asombrados del acto no sólo por la hermosa rola o por el chiste mal contado sino porque no se sujetan de ningún tubo y aguantan con la fuerza de las piernas los movimientos del transporte, ¡porque manejan con las patas!

Y no sólo es aguantar las maniobras del chofer, que va hablando con la novia(o) (en estos tiempos uno ya no sabe…), quien va a un costado o en el asiento detrás del suyo; aguantar su “educada” conversación y resistir estoicamente los movimientos del transporte sin salir volando por las puertas. Viaje Ligero (Tren Ligero) Definir al tren ligero es tan fácil como… como… ¡en fin! Para algunos es demasiado calmado y relajado pero para otros es estresante. Para definir a este transporte chilango tuve que preguntar por varias partes, algunos me dijeron que es una forma de viajar rápido y no tan estresado como es el metro, y otros


Foto: Yas

me dijeron lo contrario. Pero lo general del tren ligero es que si lo tomas en cualquier terminal (ya sea Xochimilco o Tasqueña) todos se pelean por un asiento del pequeño vagón del tren. ¿Ya? ¿Eso es todo? ¡Mira mis juanitos! (Caminar) Caminar es la mejor forma de transporte… ¡y también la peor! Empecemos con las buenas: No gastarás nada de dinero para ir de un lugar a otro. Mejora tu condición física. Despeja tu mente de los problemas que tengas (por lo menos en lo que caminas… eso suena a droga). (Ahora que las enlisto no parecen tantas). Las malas: Si caminas un largo recorrido, te salen ampollas, juanetes y hasta se te pueden enterrar las uñas (es por eso que debes utilizar un zapato adecuado). Te cansas y necesitas tomar agua, para hidratarte, sobre todo si hay sol. Te pueden asaltar (aunque esto no es exclusivo de este medio de transporte). Te puedes caer y romperte una pierna… o sólo caerte. Te puedes caer en una coladera destapada (lo he visto en vivo). Te puedes perder. Te pueden tirar cosas de los edificios en los que vas pasando. Te puede caer un helicóptero encima, o un avión de la fuera aérea norteamericana. En fin, no importa cuánto odies a estos medios de y transporte chilangos, a menos que seas un ermitaño los tiene que utilizar para tu vida cotidiana.



-DEMASIADO LARGO EL CAMINO --


Diario de una corcholata Por: Javier Rubio Vargas

Llevo once minutos conectada, agobiada, fumada y algo cansada; después de haber pasado 10 minutos en el Facebook, o tal vez fueron 30, o quizá sean más. La necesidad y necedad de sentir atado a mis manos algo, es casi inhumano por así decirlo, pues constantemente mi cuerpo hace una clase de movimientos impulsivos, los cuales me hacen dar de pataditas y además por si no fuera poco, mis dedos se mueven compulsivamente de atrás a adelante, mi ojo parece tener un pequeño clickeo, o mejor dicho un tic. Tras dos minutos, mis ansias desbordan el vaso de la paciencia, ¿que es?, No lo sé, pero me aturde. Más tarde salgo al colmado más lejano (obviamente, el que esta más lejos caminando) para entretenerme viendo lo deplorable de mi ciudad, lo impecable de mi ciudad, lo disfrutable de mi ciudad, lo cruel. Al llegar a la tienda, tomo un par de botellas y pienso: bote-ellas. Me hundo en un montón de pensamientos absurdos y segundos después recobro la noción de las cosas. Vuelvo a dejar mis bote-ellas, y pongo cara hosca como en señal de reprobación, pues prefiero comprar mis refrescos de cola en la tienda “Doña Juanita”, que ésta dos cuadras más adelante, en vez de

una cadena comercial. Doña Juanita es una señora muy vieja y muy conocida en este barrio, pues lleva más de 50 años al servicio de la comunidad con su tiendita “Doña Juanita”. Me dispongo a salir, y como siempre, el guardia me pide revisar mis cosas, pues dice que he tomado algo sin pagar, esta conversación es de lo más tediosa, “la odio” y por tanto, sin pensarlo demasiado, huyo. La carrera es larga, cansada, agobiante, pero sobre todo, divertida. Me gusta ver como don pablo trata de alcanzarme, y su pequeña gran barriga le hace perder velocidad a cada cuadra, y ver como rebota de arriba abajo sin un orden

específico, es de lo más gracioso, ¡pobre! Corro por la avenida principal, paso por la tienda “Doña Juanita”, y como si fuera una comedia de los años 30, el policía que me persigue agita su macana en señal de protesta y grita: “esta vez no te me escaparas, pagaras por ese refresco ¡cola!” Cómo desearía haber comprado mi refresco con Doña Juanita, pero es tarde, ahora debo correr como caballo de hipódromo, sin mirar atrás y tratando de llegar a la meta primero, pues todo en esta suciedad para que tenga valor tiene que ser competitivo y mejor, en pocas palabras, el número uno. Corro una cuadra más y en la si-


guiente doblo a la derecha, aquí en la esquina, está el puesto de carnitas de Don Román. Don Román es un señor devoto de la religión católica, pero esa historia no es parte de la mía, así que sin mucho esfuerzo, la desecho. Corro por esa misma calle y cuando me encuentro lejos de éste que corría ferozmente tras de mí, choco con Juan. Juan es un chico guapo con un montón de defectos físicos, es un joven emprendedor y muy simpático, moreno y chaparrito, pero ¿sabes?, este en especial me gusta. Sin decirnos nada, cruzamos miradas, pero no de aquellas que le darías a un chico para coquetear con él, sino una más bien única, encantadora y de alguna forma soñadora y sólo millonésimas de segundo después, ahí está de nuevo esa voz chillona, que dice: “¡Vuelve acá, no te me escaparas esta vez!” Tomo a Juan por las mejillas y le planto un gran beso, es el amor de mi vida, pero jamás me casaré con él. Recupero energías de mis dos únicos medios de transporte (¿cuáles? Explica) y me dispongo a toda velocidad al metro más cercano, bajo por las escaleras y salgo por las otras. Una vez más

Fotos: fernando garcía

mi corazón corre a un millón por hora. Sigo por la calle de Peten y llego a un edificio de azulejos azules, y cabe decirlo algo viejo, la humedad se ve que ha desgastado éste lugar. El portón está abierto, pero mira: he dejado de escuchar esa voz chillona que tanto me aturde. Entro al edificio y subo las escaleras que conducen a la azotea, eso sí, ahora me tomo mi tiempo como es debido, pues las piernas me duelen y estoy cansada de correr desenfrenadamente. En la azotea los rayos del sol iluminan mi rostro de una forma celestial, se siente como si estuviera a punto de recibir una medalla olímpica, o el premio Nobel a la mejor carrera en el barrio, creo que he batido mi propio récord. Me siento sobre un contenedor de agua, prendo un cigarrillo y contemplo la puesta de sol. La sed me está matando, así que de mi pequeño bolso, saco un reconfortante refresco de cola y lo bebo casi como si fuera agua, o mejor aún, cerveza. Contemplo el paisaje urbano, es deplorable, pero también es cierto: es mi jungla. Se termina el cigarrillo. Cae la noche sobre un cielo rosado. Y pienso que es hora de bajar al piso tres, pues mañana será mejor.


Videando Por: Javier Rubio Vargas

Siempre he pensado que mirar por la ventanilla de cualquier transporte es para los soñadores, no importa si es el colectivo o particular; se tiene una perspectiva distinta que al caminar y puedes perderte del todo. Cuando subo a un microbús, antes de pagar, ansioso busco un lugar del lado de la ventanilla, las personas recelosas miran y se acomodan en el lugar del pasillo; evitan de cualquier modo moverse y pedir permiso para su retirada ¡Qué más da! No me importa que las cosas duren poco ante mis ojos, y aunque suelo voltear hacia atrás siempre sigo mi camino porque sé que siempre vendrá algo nuevo que ver. Sucede que soy tan distraído que a veces me sigo de largo. Siempre trato de observar todo, pero lo que de verdad me atrapa son esas personas y escenarios que actúan o lucen de un modo extraño, casi de inmediato me imagino en circunstancias similares a las que observo. En una ocasión vi una pelea callejera entre dos chicos en una cancha de futbol rápido de esas que abundan debajo de los puentes vehiculares de la ciudad, era una buena pelea al estilo box, sin amarres ni patadas, y se podía ver la sangre escurriendo de la cara inflamada de uno de los peleadores, el espectáculo era tremendo, parecía que se daban un respiro, pero lo más atractivo de todo el asunto es que el chico que parecía

Fotos: Diana Gonzalez

vencedor tenía una sonrisa trabada: realmente lo estaba disfrutando. El camión avanzó y recordé que un viejo amigo de la prepa en una borrachera me contó que estaba molesto con su familia, con su chica, consigo mismo y con la vida, que no era bueno en nada, y a partir de que se sentía así, se había peleado en varias ocasiones, y en todas ellas había ganando, tomó de su cerveza y finalmente dijo que nunca me enfrente con un tipo que luzca verdaderamente molesto, sin importar si yo era más corpulento o musculoso que él. Ahora no puedo dejar de imaginarme lleno de sangre y asustado porque un tipo loco no sólo quie-

re darme una lección, sino que desea matarme… ¡Esperen! Su cuerpo es tan delgado, su cabello es negro, lacio y pesado, su piel es blanca y su ropa tan pequeña. Quisiera que me mirara y se diera cuenta que la miro, quisiera bajarme y pasar a su lado para apenas intercambiar una sonrisa y oler el rastro de su perfume, quisiera ser la canción que le eriza la piel y humedece sus ojos. Pego mi cabeza a la ventanilla un tanto derrotado y comienza una nueva historia en mi cabeza, soñando, soñando despierto, no conforme con lo que tengo y lo que soy, y siempre es así cuando voy en el asiento del lado de la ventanilla.


Algo que contar Por: Javier Rubio Vargas

Hay quien los cuenta, hay quienes no. En verdad, pocas personas veo que lo hagan, quizá no recuerden aquella tradición urbana: contar los numeritos del boleto del trolebús para sumar veintiuno, y así cambiar el trocito de papel por un inesperado y obligado beso. ¿No la sabías…? Sí, es un derecho que adquieres por tener la suerte de poseer un “veintiuno del trolebús”. Eran las siete. Maldito horario de verano. Con una mano sostenía una bolsa con libros y mi portafolio. Sobre el reverso del codo, en el mismo brazo izquierdo, mi chamarra azul; con la otra mano un helado de panditas que se escurría por mi mano la cual trataba de ser salvada con desesperación por mi lengua. La sensación me hacía enloquecer, ya quería sentarme y el trole de Hidalgo nada más no llegaba. Siempre he pensado que es un transporte para ancianos. No sé si porque es muy lento o muy viejo o porque el club del INCEN pasa gratis. Siempre lo he pensado pero también me gusta viajar en él. Me gusta ver Reforma, Tlate, Garibaldi, Misterios… comprar un paquete de galletas antes de subirme,

Fotos: Cesar Olmos

comerlas y escuchar unas canciones en el camino. Pero esa vez tardó demasiado y me dolía la mano por la bolsa. Miré detrás de mí para ver si no venía el RTP (es más caro pero ya estaba cansada) y nada, ni trole ni retepobre pero había un sujeto con un pantalón verde muy limón. Muy verde. El amigo limón me sonrió. No me di cuenta que la fila avanzaba. Él me hizo una seña que no comprendí y me limité a sonreír. ¡Claro! La seña significaba: “están avanzando” y soltó una risa y un gesto extraño. ¡Qué torpe me vi! Quería esconderme.

Tomé asiento hasta atrás para arrinconarme con mis bolsas y comerme mi barquillo pero el agraciado amigo verde se sentó a mi lado. Apenada miré por la ventana para huir mentalmente de la situación. El trole arrancó y supuse que mientras menos me acordara, menos importante sería, ¡a cualquiera le puede pasar…! Pero no podía. Desenrollé mi boletito del trole para contar los números y entretenerme. Veintiuno. Volví a contar. Veintiuno. Miré de reojo a mi derecha. Obtuve otra sonrisa como respuesta de unos ojos que lo sabían todo, todo lo que había que saber en ese momento. Yo los cuento. Vale la pena.



-foto_via --


Melissa Lucero

MIGUEL A. GEORGE Escribiendo realidades de instantes eternos, hablando con las manos, dรกndole ritmo a millones de personalidades, buscando igualdades. Nunca solo en mente y alma, siempre visiones de poca luz,contemplando el alma del barrio, larga sonrisa a realidad amarga, siempre volando con pies en tierra. Fuera del barrio el aire huele distinto, desconocidos los gritos de la gente de un mundo infinito.





Omar Youalli

Con la fotografĂ­a quiero ser ese ojo sobre los cuerpos y miradas de desconocidos, congelar esos momentos, para siempre poder los recordar, demostrar la realidad y al mismo tiempo reflejar lo que soy.





" bicicleta como estilo de vida "

HISTORIA DE UN MINUTO

http://vimeo.com/40120407


¿te has puesto a pensar como la bicicleta puede cambiar y mejorar tu vida ?...Alberto Perez, tutor del IJDF nos demuestra como a él lo ha venido cambiando este Fabuloso vehículo que no contamina y sobre todo, ayuda a una buena salud. ¿Que esperas? mejor cambiemos el automóvil por una bicicleta


Programación

www.radioinjuve.listen2myradio.com Horario

Lunes

Martes

Música 10:00 a Continua 11:00 Hrs. 11:00 a 12:00 Hrs. PATRAÑAS Música Luis Felipe 12:00 a Continua 13:00 Hrs. 13:00 a 14:00 Hrs. Música 14:00 a Continua 15:00 Hrs. ODELAY David y César 15:00 a 16:00 Hrs. ENTRE LO CRUDO COLASH 16:00 a Y LO COCIDO 17:00 Hrs. Jazmin y Luis Angel Maribel y Eric 17:00 a MOVIE RADIO SIMULACROS Raymundo Rubén y Eric 18:00 Hrs. RADIO DEMENTE EL BREVE ESPACIO 18:00 a Karina 19:00 Hrs. Daniel y Hugo

Memorias de Tu Ciudad radioinjuve@hotmail.com

Miércoles

Radio Injuve Jueves

Música Continua PATRAÑAS Luis Felipe

COMODIN Mayra y Erik

Música Continua

Música Continua

Música Continua LA ESCAMOCHA Xochilt y Abril

MOVIE RADIO Raymundo

MELOMANIA Miriam y Mayra

KIKE Y LUIS

KRONOS RADIO Maviel

TIEMPO RETORCIDO ECOS DE MI ONDA Lalo Julio César

BLACK ROYAL RADIO Maricruz

Viernes

CANTICOS NOCTURNOS Mariana, Karla y Gaby

Música Continua


www.radioinjuve.listen2myradio.com



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.