10-A General
Expediente
Historia
Después de varios diagnósticos errados, la mamá de ‘Fernando’ llegó con un profesionista que logró detectar lo que el niño padecía, pero en el camino tuvo que pasar por varias dificultades
del padecimiento
“F
ernando” tiene 18 años de edad, es originario y residente de Tijuana. Vive con la madre y tiene un hermano de menor edad. La enfermedad que padece es de nacimiento, pero los primeros síntomas empezaron a manifestarse a los 3 años de edad; en este tiempo algunas personas le decían a la madre que su hijo tenía algo “raro”, pues lo veían distraído y parecía no entender ciertas indicaciones. Ella no le dio importancia, estaba más centrada en los conflictos que tenía con su esposo, del cual más tarde se divorció. A los 4 años y medio de edad, el pequeño “Fernando” seguía usando pañal, también tenía dificultades para hablar y era solitario. Por este motivo, la madre decidió llevarlo con una sicóloga para que lo evaluara. Sólo asistieron algunas veces porque no tenía suficiente dinero para las consultas y porque nunca se le dio un diagnóstico. A los 5 años de edad ingresó a preescolar, ahí las maestras le decían a la mamá que “Fernando” era bastante distraído y que durante las clases estaba volteando hacia otros lados, aunque cuando le preguntaban sobre el tema, curiosamente siempre sabía las respuestas. Nuevamente lo refrieron a sicología para evaluarlo; le hicieron un test y le comentaron a la mamá que tenía “un pequeño retraso mental de un año”. Después, un médico le hizo un estudio de electroencefalograma y reportó “inmadurez neuronal”. Siguió cursando la escuela primaria y su comportamiento destacaba entre los demás niños: Era distraído, se le dificultaba hablar o expresarse y tenía pocos amigos. Su rendimiento escolar era deficiente, pero nunca reprobó el grado. A los 8 años de edad lo llevó a unidad especializada en niños y adolescentes, ahí, otra sicóloga le dio terapia de aprendizaje, lo que le ayudó a mantenerse en la escuela. Más tarde fue valorado por una doctora, de quien a decir de la madre, su apreciación clínica le pareció incorrecta: “Ella nomás lo vio una vez, ni leyó bien el expediente y me dijo: ¿Sabe qué, señora?, ¡usted tiene un niño tonto y tonto va a ser toda la vida!”. Estas palabras le sonaron lacerantes, lastimosas y mermaron la esperanza de que su hijo se desarrollara normalmente. Ese día, la sicóloga que le daba terapia de aprendizaje estaba enfrente, escuchó todo y conmovida por el momento, le dijo: “Tu niño no es tonto, tu niño es muy inteligente y te va a terminar la primaria, la secundaria, la prepa, incluso la universidad, pero depende de ti y de que siga con sus terapias”. “Fernando” siguió con la escuela, y su madre nunca dejó de apoyarle. Tuvo bastantes di-
Sábado 11 de agosto del 2012
‘Tengo el síndrome de ASPERGER’
ficultades por su peculiar manera de comportarse, y frecuentemente era objeto de bromas o burlas de sus compañeros: “Mongolo, ovni, patito ruco o icarly”, eran sobrenombres que solían decirle. A pesar de que durante muchos años sufrió de acoso escolar o bullying, nunca pensó en abandonar la escuela; el coraje y la constante motivación de la madre lo mantuvieron activo. “Fernando” tiene otros síntomas, por ejemplo suele ser serio, le resulta difícil explicar sus ideas y se le complica interactuar con los demás. No es muy expresivo y con frecuencia no entiende los “dobles sentidos” o cuando alguien está siendo sarcástico. Se obsesiona con algunas actividades o temas y suele ser muy perseverante. De pequeño nunca entraba a los baños públicos, y no tanto por la suciedad, sino porque sabía que el piso podía tener mosaico y evitaba el contacto con la forma “cuadrada” del mismo. Algunas de estas obsesiones han des-
aparecido, pero persisten otras. Por ejemplo, todas las noches se acuesta exactamente a las 8:30 de la noche y siempre usa la misma cobija. Le gusta dibujar, principalmente pequeñas figuras que cuentan una historia; antes lo hacía en cuadernos, ahora en la computadora. Hasta los 13 años edad la madre no tenía un diagnóstico claro, aunque había mantenido la idea de que “Fernando” tenía un retraso mental. Fue en esta edad que conoció a la Dra. Diana Pazos, paidosiquiatra del Hospital de Salud Mental de Tijuana, quien al entrevistarlo y darle seguimiento, pudo saber cuál era su enfermedad: “Señora, su hijo no tiene retraso mental, su hijo tiene el Síndrome de Asperger”, le dijo la profesionista. Le explicó que se trataba de una enfermedad poco frecuente, ya que solamente dos de cada 10 mil personas la padecen; que fue descrita en 1944 por Hans Asperger, un siquiatra-pediatra de origen austriaco, y de la cual aún
no se conocía la causa, pero que probablemente se debía a una anomalía del cerebro. También le comentó que los pacientes con el Síndrome de Asperger realmente no deseaban estar solos, como las personas con retraso mental o autismo, contrariamente, buscaban la convivencia, pero por sus limitaciones del lenguaje y de interacción, muchos terminaban aislados; que al igual que “Fernando”, estos pacientes hablan en un mismo tono y no
reaccionan a los comentarios o emociones de otras personas; que con frecuencia tienen un nivel de inteligencia por encima del promedio y que pueden destacar en áreas como la programación de computadoras, ciencia o en el arte; que suelen ser concentrarse demasiado u obsesionarse con un solo objeto o tema, entre otras explicaciones que le proporcionó y que le quedaron bastante claras a la familiar. Con el asesoramiento de la doctora y la sicóloga Jeaneth Hernández, “Fernando” pudo seguir con sus estudios y mejorar su autoestima. Actualmente cursa el quinto semestre de preparatoria y se está preparando para ingresar a la universidad. Se interesa por el diseño gráfico y tiene planes de estudiar esta carrera, o bien, diseño de interiores. Está aprendiendo a manejar programas de computación como Photoshop o Illustrator, y estudia el idioma japonés. La música no falta en su rutina; le gusta el pop, balada, smoothjazz y en especial de violín; la guitarra acústica y el oboe también le apasionan. Indudablemente, es un joven talentoso y su futuro es prometedor. Cabe agregar que muchos personajes famosos o destacados tienen o han tenido el síndrome de Asperger, y la mayoría de ellos, en su momento, fueron catalogados como “tontos o inadaptados”. Por citar algunos: Isaac Newton y Albert Einstein lo padecieron. El creador de la franquicia Pokemon, Satoshi Tajiri, también sufre de dicho desorden. En el ámbito musical, el pianista Glenn Gould, lo padeció, y en lo deportivo, Rafer Alston, jugador de la NBA, tiene la enfermedad. Igualmente, se dice que el creador de Windows, Bill Gates, tiene este síndrome. Y durante una entrevista, Helena Bonham Carter, afirmó que su compañero Tim Burton mostraba signos del Síndrome de Asperger, lo cual, dijo, explicaba su imaginación obsesiva por lo elegante y a la vez, fantasioso mundo de pesadilla que caracterizan sus películas, entre otras celebridades. Algunos investigadores cuestionan si realmente es una “enfermedad” o simplemente es una manera de ser. ¿Usted qué opina? Dudas o comentarios: info@hospitalmentaltijuana.com Derechos reservados HSMT
Dr. Jorge Octavio Maldonado Nodal Médico Siquiatra del Hospital de Salud Mental de Tijuana Éste es un espacio compartido con el Hospital de Salud Mental de Tijuana Tel: (664) 607 9090 www.hospitalmentaltijuana.com