Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Page 1

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista Manual básico para el personal de atención de salud y formuladores de políticas Segunda Edición: : Julio 2014

Elaborado por: l Treating l ESPA l

Autism

Research

Autism Treatment Plus

Este documento fue traducido al español gracias a Autism Research Institute www.autism.com


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Resumen ejecutivo Treating Autism, una organización benéfica administrada en su totalidad por voluntarios, le ofrece información y apoyo a familias e individuos afectados por el autismo con el fin de superarles la calidad de vida a estos individuos. Organización benéfica registrada: www.treatingautism.co.uk No. 1113628, Sociedad de responsabilidad limitada registrada en Inglaterra: No. 5594787.

El trastorno del espectro autista (ASD, por sus siglas en inglés y TEA, por sus siglas en español) es una condición compleja y altamente heterogénea del neurodessarollo. Aunque TEA en la actualidad se diagnostica según la presencia y gravedad de las

ESPA Research es una subsidiaria sin fines de lucro de ESPA (Education and Services for People with Autism) [Educación y Servicios para Individuos con Autismo] que se dedica a practicar investigaciones de alta calidad referentes al autismo y condiciones relacionadas a esta condición exclusivamente para el beneficio público. www.espa-research.org.uk ESPA Research Ltd. Registro de la compañía: 6862992. ESPA Organización Benéfica Registrada No. 1037868 | Compañía No. 2909953

Autism Treatment Plus, se dedica a ayudar a los individuos con autismo lograr un nivel óptimo de salud y aprendizaje y les proporciona acceso a servicios diagnósticos, médicos y conductuales. www.autismtreatment.org.uk. Sociedad de responsabilidad limitada registrada en Inglaterra: No. 08623707.

anomalías intrínsecas en la comunicación social y comportamientos repetitivos, hoy en día se sabe que

que en la población general. La mortalidad

Una versión pdf de esta publicación está disponible en el sitio web de Treating Autism www.treatingautism.co.uk. Para obtener copias impresas adicionales de esta publicación, favor de solicitarlas por correo electrónico a: mail@treatingautism.co.uk Con el fin de proteger la privacidad de los individuos en los ejemplos de los casos prácticos a continuación, se han cambiado todo los nombres.

Introducción

prematura también se observa más pronunciadamente entre individuos con TEA. Aun

Muchos niños y adultos diagnosticados con TEA

así, según informes extensos y estudios publicados

sufren problemas comórbidos de salud. Estudios

de casos prácticos, se han presentado muchos

recientes a gran escala, incluyendo una evaluación

casos de síntomas de condiciones médicas, a veces

detallada que condujo el Centro de Control y

graves, que se atribuyen sin investigarse a

Prevención de Enfermedades Estadounidense (CDC,

‘comportamientos’, ‘cuestiones de salud mental’ o

por sus siglas en inglés) han confirmado que varias

sencillamente al propio TEA.

ISBN: 978-0-9575787-4-6

Isaksen y otros, 2012. ‘Los niños con trastornos del espectro autista: La importancia de las investigaciones médicas.’

muchas condiciones médicas comunes se manifiestan más notablemente en individuos con TEA

© Publicaciones de Treating Autism, 2014 Segunda edición, publicada en julio del 2014. (Primera edición publicada en marzo del 2013). Todos los derechos reservados. La reproducción de este informe, mediante fotocopia o medios electrónicos y en su totalidad e inalterado, se permite únicamente con fines no comerciales; de lo contrario, ninguna parte de este informe podrá reproducirse, adaptarse, almacenarse en un sistema de recuperación de datos ni transmitirse por ningún medio, sea éste electrónico, mecánico, fotocopia o cualquier otro, sin previa autorización por escrito de Treating Autism Publications.

“Se deberá anticipar comorbilidad en los trastornos del espectro autista — directa o indirectamente. Las condiciones comórbidas podrían ser marcadores de la patofisiología subyacente y exigir un método de tratamiento más variado.”

condiciones médicas se encuentran pronunciadamente sobrerrepresentadas en individuos

Las dificultades de comunicación pueden representar

con TEA en comparación con la población en general

un obstáculo significativo al acceso de una atención

y otros cálculos de prevalencia de condiciones del

apropiada de salud para personas con TEA. Estos

desarrollo. Los individuos con TEA presentan índices

problemas se agudizan si un padre o cuidador no

mucho más altos de los previstos en una serie de

supiera que los síntomas deberán reportarse ser

condiciones médicas estudiadas: incluyendo

importantes, especialmente si se ha hecho caso

infecciones respiratorias y del oído, alergias a

omiso de éstos en un pasado. A todo profesional de

alimentos, rinitis alérgica, dermatitis atópica, diabetes

atención de salud y a todo otro profesional que

tipo I, asma, trastornos gastrointestinales (GI, por sus

colabore con los padres y cuidadores le incumbe

siglas en inglés), trastornos del sueño, esquizofrenia,

reconocer y responder a estos retos para poderles

dolores de cabeza, migrañas, convulsiones y distrofia

prestar el tratamiento adecuado a individuos con

muscular (Chen, 2013; Gurney, 2006; Kohane y otros,

TEA.

2012; Isaksen y otros, 2012; Mazurek y otros, 2012; Schieve y otros, 2012).

Este documento hace un resumen de la rápidamente

This document is also available in English (www.treatingautism.co.uk)

Ce document est aussi disponible en français (www.autismcanada.org)

cambiante literatura de investigación con el fin de

Un estudio reciente a gran escala que examinó los

apoyar a toda parte responsable entender los

registros de salud de 2.5 millones de individuos

posibles mecanismos, sintomatología,

encontró índices pronunciadamente más altos de lo

comportamientos y otras posibles consecuencias de

normal de casi todo trastorno médico y psiquiátrico

las comorbilidades médicas en TEA, por

de importancia en adultos con TEA que incluyeron

consiguiente, haciendo posible la superación de la

trastornos gastrointestinales, epilepsia, dislipidemia,

atención al paciente, realce en la calidad de vida de

deficiencias de la vista y audición, hipertensión,

individuos con TEA, menos dependencia y reducción

condiciones autoinmunológicas, asma, alergias y

de costos a largo plazo. RENUNCIA DE RESPONSABILIDAD: Ninguna información en este documento deberá interpretarse como consulta médica. Los autores de los artículos, las organizaciones benéficas asociadas y los contribuidores individuales no se responsabilizan ni se comprometen por una decisión que se tome como resultado de la información en el presente informe.

otros, extendiéndose a lo largo de todo grupo etario (Croen y otros, 2014). Este estudio confirma los descubrimientos de estudios anteriores que observaron que, sin intervención, existe un riesgo pronunciadamente mayor de que adultos con TEA 3


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

desarrollen muchas condiciones médicas (Tyler y

y desembolsan más por costos y hacen más uso de

aproximadamente el 40% de la población con

otros, 2011). Los adultos con discapacidades del

servicios atención de salud, sino además

dificultades serias de comunicación o discapacidad

sintomatología, especialmente si en cualquier

desarrollo también se exponen a un riesgo mucho

consistentemente confrontan obstáculos que les

intelectual – frecuentemente se manifiestan de forma

momento se les ha informado que los

mayor de desarrollar osteoporosis y presentan un

impiden acceso a la atención médica

atípica y, por lo, tanto con frecuencia se descartan

comportamientos son ‘sencillamente autismo’. Por lo

nivel extremadamente alto de desmineralización ósea

correspondiente (Barrett y otros, 2012; Gurney, 2006;

erróneamente como problemas conductuales o de

tanto, sostenemos que los proveedores de atención

(Jaffe y otros, 2001; Jaffe y Timell, 2003). Los

Liptak y otros, 2006; Tregnago, 2012). Sumado a las

salud mental. Además de los reportes de

de salud han de asegurar que los padres y

resultados de estos estudios indican que la

manifestaciones conductuales de TEA y dificultades

cuidadores, los estudios publicados de casos

cuidadores entiendan que los comportamientos en el

composición biológica de los individuos con TEA

de comunicación, estas condiciones médicas

prácticos ofrecen ejemplos de dichos

autismo pueden ser de origen físico y pueden

contribuye a algunas de las enfermedades. En

provocan desafíos para el especialista clínico al tratar

‘enmascaramientos diagnósticos’ e ilustran con qué

identificarse mediante investigaciones minuciosas y

una población con TEA de edad cada vez más

de reconocer, evaluar y controlar la enfermedad

facilidad estas inusuales manifestaciones las pueden

apropiadas, y que además se les puede prestar

avanzada, el impacto de otras comorbilidades de

(Olivie, 2012; Venkat y otros, 2012). Un estudio

pasar por alto los proveedores de atención de salud

tratamiento y controlar mediante la atención

salud relacionadas con la edad en la calidad de vida

encontró que casi un tercio de los adultos con un

por desconocimiento (Goldson y Bauman, 2007;

correspondiente de salud.

y riesgo de mortalidad temprana aún está por verse

cuadro clínico de autismo de alto funcionamiento

Jones y otros, 2008; Lea y otros, 2012; Smith y otros,

(Perkins y otros, 2012).

“El tratamiento de condiciones médicas comórbidas podría resultar en mejoras considerables de la calidad de vida, tanto para el niño como sus padres. Las investigaciones que se deberán implementar podrían variar tanto dentro del espectro autista como en el individuo.” Isaksen y otros, 2012 ‘Los niños con trastornos del espectro autista: La importancia de las investigaciones médicas.’

reportó no haber recibido la atención médica

2012). Podría alegarse que descartar

Las deficiencias en la comunicación e interacción

apropiada para contrarrestar problemas físicos de

manifestaciones atípicas de dolor y cuestiones físicas

social son por definición síntomas claves de TEA y

salud (Nicolaidis y otros, 2013). Se teme que en

como comportamientos autistas ‘representa una

desempeñan un papel en los desafíos que los

aquellos gravemente afectados por el autismo y a

discriminación total del paciente, donde a ‘una

especialistas clínicos enfrentan al diagnosticar

quienes les fuera menos posible comunicarse con

persona se le trate menos favorablemente que a otra

comorbilidades médicas; no obstante, el cambiante

especialistas clínicos y cuidadores, una atención

y el tratamiento fuese por una razón relacionada con

campo de investigación indica que algunos de los

la característica protegida de la persona,’ p.ej:

síntomas y comportamientos que frecuentemente se

incapacidad (Ley de Igualdad 2010).

desarrollan en el autismo se han erróneamente

condujo Treating Autism en el 2014, sólo el 22% de

“El componente más desafiante de la

clasificados de manera inconcreta ser un problema

médica subóptima sea aún más probable. En una encuesta de familias con TEA (n=304) que

supuesto ser el resultado del propio autismo o

los participantes reportó que “el médico de NHS le

coordinación se trata de la evaluación e

de salud mental; éstos incluyen la ansiedad,

prestó una minuciosa investigación a los síntomas de

interpretación de la sintomatología del cuadro

agresión, agitación, irritabilidad, impulsividad, falta de

la persona con TEA.” Cuando se les preguntó qué

clínico y considerar condiciones médicas entre las

concentración, perturbación del sueño, autolesión,

tipo de síntomas los profesionales de NHS dieron por

posibles causas subyacentes." (Smith y otros,

comportamientos autoestimulantes, falta de

pronunciadamente en individuos con TEA; los

alto como resultado de TEA, las respuestas

2012)

índices de mortalidad son de tres a diez veces más

incluyeron vómitos frecuentes, estreñimiento grave,

La mortalidad temprana aumenta

coordinación e hipersensiblidad visual, táctil y auditiva. Estos supuestos ‘comportamientos

altos que los de la población general (Bilder y otros,

hiperactividad, diarrea, gritos, autolesión, dormir

A este respecto, no existen pruebas que atribuyan

autistas’ conllevan un considerable impacto negativo,

2013; Woolfenden y otros, 2012). Las muertes suelen

pocas horas en la noche, comportamientos

comportamientos como darse cabezazos,

no solamente para el individuo con TEA, sino también

ser el resultado de complicaciones por las

convulsivos, arrebatos agresivos, no crecer,

despertarse en la noche, agresión y adoptar posturas

para las familias y sociedad en general (Cheely y

condiciones médicas, como epilepsia, al igual que

contorsiones/adaptar posturas, beber cantidades

directamente a la patofisiología del autismo; de

otros, 2012; Geluk y otros, 2011; Quek y otros, 2012;

trastornos gastrointestinales y respiratorios (Gillberg y

excesivas de agua, caminar en puntillas,

hecho, existen pruebas contundentes de lo contrario,

Sukhodolsky y otros, 2008). Los comportamientos

otros, 2010; Pickett y otros, 2011; Shavelle y otros,

mascar/comer artículos no comestibles, tics y

según lo refleja un informe de consenso publicado en

desafiantes en particular son frecuentes y debilitantes

2001) y también causas accidentales de muerte

tirones. Únicamente el 10% de los participantes se

la revista American Academy of Pediatrics (AAP, por

en individuos con TEA; un estudio reciente encontró

como resultado de comportamientos arriesgados y

encontraba “muy satisfecho” con las experiencias de

sus siglas en inglés), que expresa que: “Los

un índice más alto del anticipado de

los pediatras y médicos generales de NHS, mientras

proveedores de atención deberán estar

que el 51% y 46% respectivamente “no se

conscientes de que los problemas conductuales

"Los adultos con TEA sobrellevan una carga

encontraban satisfechos”; el 80% de los

en pacientes con TEA podrían ser el síntoma

considerable de condiciones serias psiquiátricas y

participantes acudió a instalaciones médicas

principal o único de la condición médica

médicas. Las deficiencias subyacentes de

particulares para la atención de sus hijos con TEA

subyacente, incluso algunos trastornos

comunicación social e intensificación de

(Encuesta de Treating Austism, 2014).

gastrointestinales.” (Buie y otros, 2010a).

Con fines de asegurar que los pacientes con TEA no

AAP, en su muy difundida publicación Autism

peligrosos.

sensibilidades sensoriales en estos individuos con toda probabilidad impiden poder prestarles

4

están conscientes de las posibles implicaciones de la

atención preventiva de salud. Será necesario

queden privados de derechos del sistema de

A.L.A.R.M. (2004), les aconseja a los especialistas

superar estrategias para prestarle una atención

atención de salud es de suma importancia que los

clínicos escuchar a los padres ya que ellos

de salud más apropiada y eficaz a esta creciente

profesionales de salud no hagan caso omiso de

“generalmente sí prestan información precisa y de

población." (Croen y otros, 2014)

síntomas inusuales y de una afección médica

calidad;” no obstante, también es importante

clasificándolos ser conductuales o ‘parte del

reconocer que los padres y cuidadores podrían

Las personas con TEA no sólo sufren índices más

autismo.’ El dolor y los problemas físicos que sufren

enfrentarse a obstáculos de comunicación ante el

altos de comorbilidad médica y mortalidad temprana,

los individuos con TEA – especialmente en

niño con TEA y que este problema se agudiza si no

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 1

Munair es un niño de 5 años con autismo regresivo. El chico evolucionaba razonablemente bien cuando desarrolló lo que semejaban comportamientos autolesivos. Munair con frecuencia se pegaba con fuerza en la mandíbula, siempre dirigiéndose al occipucio, lo que resultaba en un ruido sordo. A la misma vez desarrolló la tendencia de saltar desde alturas cada vez más altas. El reconocimiento del niño reveló que sufría efusiones purulentas bilaterales en el oído. A pesar de un buen consumo de alimentos, Munair pesaba menos de lo indicado y se encontraba desnutrido. La administración de amoxicilina no tuvo éxito. Azitromicina ayudó pronunciadamente, pero una vez suspendido el fármaco hubo recurrencia. Un ciclo de azitromicina de 5 días seguido de dosificación en días alternos no resultó en un mejoramiento pronunciado y sostenible. Se estima que los golpes a la mandíbula eran un intento de destupir los oídos.

5


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

comportamientos agresivos donde los padres

neurología, hoy en día se está reconociendo cada vez

2013; Creten y otros, 2011; Gonzalez-Toro y otros,

reportaron que el 68% de sus hijos con TEA

más ser un trastorno del cuerpo entero. Los déficits

2013; Scott y otros, 2013). Otras circunstancias

demostraron agresión hacia un cuidador y 49% hacia

intrínsecos de comunicación, interacción social,

incluyen encefalopatía de origen viral. Aunque las

un individuo que no fuera cuidador (Kanne y

comportamientos restrictivos/estereotípicos y otros

enfermedades agudas ocasionadas por un virus

Mazurek, 2011). Los costos, tantos humanos

comportamientos que se observan corrientemente en

herpes, especialmente el citomegalovirus, son las

(Hodgetts y otros 2013) como monetarios (Buescher

TEA se pueden razonablemente explicar ser

que se reportan con mayor frecuencia (DeLong y

y otros 2014; Cidav y otros, 2012; Lavelle y otros,

manifestaciones superficiales de una variedad de

otros, 1981; Ghaziuddin y otros, 2002; Gillberg, 1986;

2014) que reflejan estos datos estadísticos son

procesos biológicos sistémicos y complejos.

Libbey y otros, 2005; Stubbs, 1978), también se han documentado casos de regresión autista a razón

incalculables, especialmente dado los cada vez más crecientes índices de autismo (Centro para el Control

Las crecientes pruebas científicas desafían las

de encefalitis por enterovirus que incluyeron la

y Prevención de Enfermedades, 2012; 2014;

suposiciones previas de que el autismo es una

pérdida de hitos ya adquiridos de lenguaje y

Ouellette-Kuntz y otros, 2014; Zahorodny y otros,

condición congénita inalterable, ya que numerosos

desarrollo en un niño pequeño previamente saludable

2012).

estudios ahora confirman que los chicos con un

(Marques y otros, 2014), al igual que reportes de

desarrollo normal pueden repentinamente perder los

regresiones autistas, incluyendo algunas de

“Este reciente y rápido aumento de la prevalencia

hitos del desarrollo, de habilidades sociales y de

desarrollo tardío, tras contraer malaria y

de TEA enfatiza la importancia de continuar la

lenguaje previamente adquiridos y revertir al autismo;

meningoencefalitis neumocócica (Baldaçara y otros,

vigilancia con el fin de monitorear tendencias en

las razones no son ampliamente conocidas ya que

2011; Mankoski y otros, 2006). Otro ejemplo de este

“Es sumamente importante que los profesionales de atención de salud reconozcan que las condiciones médicas comórbidas, como alteraciones gastrointestinales, trastornos del sueño y la epilepsia son problemas verdaderos que afectan a los niños con trastornos del espectro autista.” Lajonchere y otros, 2012 ‘Liderazgo en la atención de salud, investigación y superación de calidad para niños y adolescentes con trastornos del espectro autista: Austims Treatment Network [Red de Tratamiento del Autismo] y Autism Intervention Research Network on Physical Health [Red de investigación sobre la intervención del autismo en la salud física]’

compartidas en la presentación conductual, TEA

la población y la necesidad de continuar

desafortunadamente las regresiones son raramente el

fenómeno es la encefalitis infantil por el VIH, donde

podría referirse más acertadamente como ‘los

ampliando las investigaciones referentes a los

tema de investigaciones clínicas detalladas como las

los síntomas y comportamientos autistas que se

autismos’ (Whitehouse y otros, 2013), probablemente

factores de riesgo, etiología e intervenciones

que se presentarán a continuación. Los chicos que

desarrollan no se distinguen del autismo idiopático y

con distintas subestructuras biológicas. Esta

eficaces.” (Centro para el Control y Prevención de

pierden habilidades previamente adquiridas y

pueden en muchos casos revertir o mejorar tras el

variabilidad de mecanismos patológicos subyacentes

Enfermedades, 2014)

revierten al autismo comprenden más del 30% de

uso de terapia antirretroviral (Brouwers y otros, 2004;

y la existencia de distintos subtipos en el autismo es

todos los casos autistas, y parece existir un nexo

Moss y otros, 1994; Tepper y otros, 1998).

un factor crucial que deberá tomarse en

Reportes preliminares de una mejora a largo plazo en

biomédicos en el autismo: es muy probable que

definitivo entre la regresión y los resultados

Estado actual de conocimientos

funcionales negativos a largo plazo (Barger y otros,

consideración al interpretar ensayos de tratamientos

2012; Goin-Kochel y otros, 2014). Además de lo

niños con autismo idiopático tras el uso prolongado

muchos de estos ensayos no logren significación

anterior, se ha reportado un número creciente de

de terapia esteroidea dan crédito a las teorías que

estadística sencillamente por no distinguir los

Las investigaciones neurológicas, inmunológicas,

patrones inusuales de regresión – incluyendo

proponen que los procesos inflamatorios e/o

subtipos biológicos o no identificar los mejores

metabólicas, endocrinas y epidemiológicas actuales

regresiones repetidas, regresiones que incluyeron

inmunológicos desempeñan un papel causativo en la

respondedores.

se encuentran a la vanguardia de un cambio

pérdida de habilidades de motricidad gruesa y/o

regresión autista (Duffy y otros, 2014).

paradigmático en nuestro entendimiento de TEA. Los

regresiones después de los tres años de edad

Lamentablemente para los pacientes y sus familias,

estudios publicados en el entorno de revisión por

(Weismann y otros, 2008).

paritarios durante los últimos años reconfirman

Aunque ya se encuentran en marcha estudios

en la gran mayoría de los casos, las circunstancias

adicionales para esclarecer las razones exactas por

de la regresión autista, como la pérdida del habla y

las que algunos chicos típicos podrían desarrollar

muchos de los descubrimientos anteriores referentes

En algunos casos existen circunstancias muy

regresión conductual repentinas, generalmente no

autismo o por qué otros chicos pierden su autismo

a la presencia de extensas anomalías biomédicas

definidas – esclarecidas por detalladas

provocan investigaciones médicas.

tras intervención, ya está sólidamente establecido

en casos de autismo. Aunque TEA se ha

investigaciones clínicas – referentes a las razones de

comúnmente supuesto ser un trastorno del

dicha regresión. Estos casos incluyen el desarrollo

que existe un vínculo entre los problemas médicos Algunos niños en el espectro autista presentan

específicos y la gravedad de la condición. Si estas

neurodesarrollo y conductual que únicamente afecta

de encefalitis del receptor anti-NMDA y recuperación

síntomas decrecientes o hasta una recuperación

comorbilidades se abordaran exitosamente, el

las funciones cerebrales, y se ha mantenido dentro

de síntomas autistas y deficiencias neurológicas tras

completa de TEA tras intervenciones intensivas de

resultado podría corresponder a una superación

de los lindes disciplinarios de la psiquiatría y

el tratamiento correspondiente (Armangue y otros,

varios tipos (Anderson y otros, 2013; Barger y otros,

considerable del funcionamiento general en el

2012; Ekinci y otros 2012; Eriksson y otros, 2012;

paciente.

Fein y otros, 2013; Mukaddes y otros, 2014; Orinstein

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 2

Edward es un chico de 14 años con historial de autismo regresivo serio. Su cuadro clínico integraba un historial de 18 meses de alteraciones del comportamiento, un inicio subagudo de autolesión, agitación, despertarse con frecuencia en la noche y, más recientemente, agresión hacia los demás. Aunque por lo general mantenía su apetito, éste era variable. Las heces se reportaron ser normales en el contexto de estreñimiento prolongado. El doctor de cabecera le prestó referido a un pediatra quien lo remitió a un gastroenterólogo pediátrico quien a su vez lo refirió a un neurólogo. Al chico se le comenzó la administración de carbamazepina para estabilizar su estado de ánimo. Durante la consulta, el chico se encontraba agitado, prefería sentarse pero frecuentemente se ponía de pie, paseándose de un lado a otro; al padre del niño le fue necesario prestarle una constante supervisión individual. Se le observó pegarle a su padre en dos ocasiones. El niño presentaba carencia de habla. No fue posible continuar el reconocimiento y se le volvió a referir a gastroenterología, de ahí se remitió a un cirujano general y se sometió a una fundoplicación semiurgente. El comportamiento agresivo ha vuelto a surgir.

6

y otros, 2014; Pellicano, 2012). En particular, el

"Varias líneas de investigación alientan la idea de

estudio que condujo Deborah Fein y colegas desafía

que los tratamientos biomédicos podrían algún

la suposición de que TEA es estático y de toda una

día superar el pronóstico para la gran mayoría de

vida, ofreciendo contundentes “pruebas que indican

niños diagnosticados con TEA." (Helt y otros,

que la recuperación del autismo es definitivamente

2008).

posible y ofrece la posibilidad de mejoría, aún sin una normalización óptima.” (Ozonoff, 2013). Dicha

Algunas de las anomalías biomédicas que se han

investigación también favorece la sugerencia de que

encontrado hasta la fecha en TEA incluyen, aunque

el autismo es una condición plural y altamente

no se limitan a: neuroinflamación y desregulación

heterogénea. A pesar de algunas características

inmunológica, flora intestinal irregular, disfunción 7


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

“El riesgo elevado de mortalidad relacionado con los trastornos del espectro autista en los cohortes del estudio parece estar vinculado a la presencia de condiciones médicas comórbidas y la discapacidad intelectual y no a los trastornos del espectro autista en sí, sugiriendo la importancia de coordinar la atención médica para esta subpoblación de individuos de alto riesgo con trastornos del espectro autista.” Bilder y otros, 2012 ‘Índices excesivos de mortalidad y causas de muerte en los trastornos del espectro autista’

ofrecer una considerable explicación referente a los

por ejemplo, esclerosis múltiple o disfunción

mecanismos de lesión de varios posibles factores

neurológica por el VIH.

comportamientos como la ansiedad, hiperactividad e irritabilidad que comúnmente se atribuyen a ‘ser

ambientales en el autismo ya que se sabe que la microglía reacciona a cambios ambientales e influye

“La disfunción inmunológica desempeña un

autista’ o tener problemas ‘de salud mental’ (Mostafa

el desarrollo cerebral y su plasticidad sináptica

importante papel en la patofisiología de TEA.”

y otros, 2008; Shibata y otros, 2013).

mediante mecanismos epigenéticos.

(Abdallah y otros, 2014) “En nuestro estudio, que integra el mayor número

Estos descubrimientos de activación neuroinmune

Si se abordaran con éxito las diferencias

de casos reportados hasta la fecha, los resultados

crónica en el cerebro y sistema nervioso central los

inmunológicas en TEA, esto podría aliviar algunos de

respaldan la relación significativa entre TEA y las enfermedades alérgicas.” (Chen y otros, 2013)

acompañan hallazgos séricos, todos los cuales

los síntomas intrínsecos en por lo menos un

señalan una desregulación crónica y extensa de

subgrupo de los individuos afectados (Boris y otros,

mecanismos inmunológicos. Los individuos con

2007; Chen y otros, 2014; Chez y Guido-Estrada,

Se ha demostrado que un reto con alérgenos

TEA presentan respuestas excesivas y distorsionadas

2010; Chez y otros, 2012; Duffy y otros, 2014; Gupta

respiratorios resulta en un aumento de síntomas

de citoquinas, reactividad irregular de células T,

y otros, 1996; Kraneveld y otros, 2014; Lv y otros,

autistas en más de la mitad de los niños que se

función modificada de NK, activación irregular de

2013; Matarazzo, 2002; Ramirez y otros, 2013;

estudiaron (Boris y Goldblatt, 2004) mientras que el

autónoma, estrés oxidativo y disfunción mitocondrial.

células dendríticas mieloides y mastocitos (favor de

Sandler y otros, 2000; Sharma y otros, 2012; Stubbs

tratamiento de las alergias con frecuencia resulta en

Todas estas irregularidades pueden tener

consultar: ‘Trastornos alérgicos en TEA’),

y otros, 1980). Un ejemplo es el tratamiento con

una mejoría de los comportamientos negativos y

consecuencias patológicas al igual que un impacto

irregularidades de glóbulos blancos y mayor

inmunoglobulina intravenosa (IVIG, por sus siglas en

desafiantes, al igual que una superación del

claramente negativo en el comportamiento y

producción de autoanticuerpos (Abdallah y otros,

inglés), lo cual resulta en una recuperación

funcionamiento en general (Chen y otros, 2013;

funcionamiento neurológico, tanto del niño como del

2012; Afaf El-Ansary y Al-Ayadhi, 2012; Breece y

provisional aunque casi completa de los síntomas

Jyonouchi, 2010; Schieve y otros, 2012).

adulto.

otros, 2013; Enstrom y otros, 2009; Ginsberg y otros,

autistas en un pequeño subgrupo de individuos

2012; Hsiao, 2013b -repaso; Kameno y otros, 2013;

(Gupta, 2000; Plioplys, 1998). Las investigaciones

Aunque comúnmente se presume que la

Masi y otros, 2014; Molloy y otros, 2006; Naik y otros,

futuras deberían tener como objetivo poder distinguir

incomodidad y dolores relacionados con las

Neuroinflamación y desregulación inmunológica en TEA

2011; Rodrigues y otros, 2014; Suzuki y otros, 2011). Un posible nexo causal entre la deficiencia de la

a dichos individuos para predecir con mayor

enfermedades alérgicas sencillamente empeoran los

precisión los posibles respondedores a dichos

síntomas conductuales, hay motivos para sospechar,

tratamientos.

Una gran proporción de individuos con TEA muestran

mitocondrial en TEA ha recientemente salido a relucir

señales de nueroinflamación persistente, alteración

(Napoli y otros, 2014) (favor de además consultar la

de las respuestas inflamatorias, al igual que

sección titulada ‘Irregularidades metabólicas,

irregularidades inmunológicas. Hoy en día abundan

disfunción mitocondrial adquirida y estrés oxidativo

pruebas que sugieren que la función inmune irregular

en TEA’). Además de lo anterior, se ha encontrado

es una de las características claves en como mínimo

una correlación entre los niveles de disfunción

como se ha discutido anteriormente, que la relación entre el autismo y las enfermedades alérgicas se

respuesta inmunológica y la disfunción metabólica y

debe a mecanismos patológicos compartidos

Trastornos alérgicos en TEA: Efectos de las alergias en los comportamientos y el neurodesarrollo

(Angelidou y otros, 2011; Mostafa y Al-ayadhi, 2013; Theoharides, 2013; Tsai y otros, 2014). Estudios experimentales sobre animales ofrecen pruebas adicionales de que en algunos casos la activación neuroinmunológica alérgica tal vez subyazca a los

un subgrupo autista, lo que podría desempeñar un

inmunológica — en particular los niveles de células T

Las enfermedades alérgicas suelen ser

síntomas intrínsecos autistas e irregularidades

papel en la patogénesis del trastorno. Ambos, los

citotóxicas circulantes — y la conectividad neuronal

pronunciadamente más habituales en individuos con

conductuales (de Theije y otros, 2013; Tonelli y otros, 2009).

estudios de base poblacional al igual que las

irregular y disfunción cognitiva y ejecutiva en TEA

TEA y parecen influir el desarrollo o gravedad de los

investigaciones experimentales sobre animales,

(Al-Ayadhi y Mostafa, 2013; Ashwood y otros, 2011;

síntomas y comportamientos problemáticos en por lo

señalan el papel directo que desempeñan las vías

Han, 2013). Semejantemente, los niveles del factor

menos un subgrupo de los individuos afectados.

inmunológicas en el desarrollo y manifestaciones de

inhibidor de la migración de macrófogos (MIF, por sus

Varias manifestaciones alérgicas, incluyendo el asma,

los síntomas de TEA (favor de consultar la sección

siglas en inglés), una citoquina implicada en la

alergias nasales, enfermedades atópicas (mediadas

titulada ‘Sistema inmunológico en TEA: Investigación

patogenia de la sepsis y enfermedades inflamatorias

por IgE), al igual que intolerancias alimentarias en la

traslacional y pruebas clínicas’). Las investigaciones postmortem e in vivo han

y autoinmunológicas, también aumentan en TEA y

actualidad se conocen ser comunes en TEA y

coinciden con la gravedad de los síntomas

extenderse a lo largo de todo grupo etario (Chen y

(Grigorenko y otros, 2008).

otros, 2013; Croen y otros, 2014; Kohane y otros, 2012; Schieve y otros, 2012). Además de lo anterior,

encontrado procesos inflamatorios crónicos, como

8

estereotípicos de comportamientos — al igual que a

la activación microglial, en varias regiones del

Estas observaciones semejan hallazgos en otros

parece existir una asociación positiva entre la

cerebro y del sistema nervioso central (CNS, por sus

estados de enfermedades inflamatorias e

frecuencia y gravedad de las manifestaciones

siglas en inglés) (Chez y otros, 2007; Edmonson y

inmunomediadas en los que niveles elevados de

alérgicas y la gravedad del autismo, donde las

otros, 2014; Li y otros, 2009; Morgan y otros, 2012;

citoquinas o anticuerpos a tejidos ‘propios’ están

enfermedades alérgicas se han observado estar

Suzuki y otros, 2013; Tetreault y otros, 2012; Vargas y

vinculados a la patogenia de la neuroinflamación,

vinculadas a ambos los síntomas intrínsecos del

otros, 2005; Wei y otros, 2011; Young y otros, 2011).

neurotoxicidad y lesión neuronal, al igual que

autismo — deficiencias en la comunicación e

Las deficiencias de la función microglial podrían

deficiencias conductuales y cognitivas subsiguientes,

interacción social y patrones repetitivos y

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 3 Steven es un niño de 5 años con autismo pronunciadamente regresivo. El chico sufría de perturbaciones del sueño, restricciones alimentarias autoseleccionadas e hiperactividad pronunciada. No podía seguir instrucciones. Sólo consumía alimentos secos y ricos en almidón. A los padres les fue necesario ponerle un protector de plástico a la pantalla del televisor a razón de que Steven continuamente le daba bofetadas. El reconocimiento del chico descubrió amígdalas hipertróficas con eritema pronunciado y linfadenopatía reactiva de la cadena cervical anterior. Los análisis de sangre detectaron marcadores inflamatorios levemente elevados y niveles elevados de eosinófilos. Se le comenzó la administración de un ciclo prolongado de co-amoxiclav para contrarrestar faringitis estreptocócica. Dentro de tres semanas el chico se había calmado, parecía más feliz y amplió su dieta; además comenzó a obedecer una o dos instrucciones programadas. Los padres redujeron posibles alérgenos en su dormitorio y el niño comenzó a dormir sin interrupción. 9


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

“A las condiciones alérgicas se les puede prestar tratamiento con facilidad; no obstante, los niños con trastornos del espectro autista se les podrían subdiagnosticar y/o subtratar enfermedades alérgicas y otras condiciones comunes en la niñez en parte a razón del deterioro de las habilidades de comunicación. Los médicos practicantes deberán estar al tanto del posible impacto de las enfermedades alérgicas en los síntomas conductuales y actividad cognitiva de los niños con trastornos del espectro autista.” Jyonouchi y otros, 2010 ‘Los trastornos del espectro autista y las alergias: Observación de una clínica de alergias e inmunología pediátrica’

estudio de base poblacional recientemente encontró

pueda concentrarse, presente hiperactividad y

exploratorios que detectan condiciones relacionadas

notables disminuciones de ansiedad,

fatiga diurna, deberá considerarse la posible

con el gluten, como la enfermedad celíaca, en casos

comportamientos y humor aberrantes en adultos que

existencia de condiciones alérgicas e

de autismo (Barcia y otros, 2008); reportes de casos

recibieron tratamiento para contrarrestar alergias en

hipersensibles no por IgE. Contrarrestar las

prácticos han observado una reducción de los

comparación con los que no se les prestó

alergias podría resultar en una mejora de los

síntomas autistas donde se implementaron dietas

tratamiento (Goodwin y otros, 2012).

comportamientos desafiantes y negativos, al igual

libres de gluten y/o caseína en casos de diagnóstico

que una superación del funcionamiento en

dual de autismo y enfermedad celíaca (Genuis y

Según el informe del Comité de Neuroalergias de

general.

otros, 2010; Herbert y Buckley 2013; Whiteley y otros, 2014). Se ha observado deficiencia de

American College of Allergy:

ciertas enzimas digestivas en TEA, como la lactasa “El síndrome de irritabilidad alérgica es una manera concisa y cuantificable de definir la

Sensibilidad no celíaca al gluten en TEA

debilitación de concentración, ataques de

y disacaridasas, lo que podría ser la causa de no poder digerir y/o absorber algunos alimentos, al igual que de respuestas positivas a dietas excluyentes

irritabilidad y berrinches que de vez en cuando se

Las intervenciones que integran el uso de dietas que

reportadas en algunos individuos (Horvath y otros,

desarrollan como efecto secundario de la rinitis

carezcan gluten (proteína que se encuentra en el trigo

1999; Kushak y otros, 2011; Williams y otros, 2012).

alérgica.” (Klein y otros, 1985).

y otros granos y cereales) y/o caseína (proteína que

En una encuesta de 2014 que condujo Treating

se encuentra en la leche de mamíferos y fuentes

Autism de familias con TEA (n=304) casi el 90% de

Las enfermedades alérgicas como la dermatitis

lácteas) ya tienen historial de investigación autista

los participantes reportó haber intentado cambios

Un creciente número de pruebas señala una

atópica y rinitis alérgica se caracterizan por el

(Whiteley y otros, 2013). El examen sistemático más

alimentarios para sus hijos con TEA, el 94% de éstos

conexión entre la presencia de enfermedades

desequilibrio del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal

reciente de Cochrane, publicado en el 2008, referente

reportó mejoras como resultado y menos del 1%

alérgicas, incluyendo alergias a alimentos, y el

(HPA, por sus siglas en inglés) y eje simpático que a

a las dietas libres de gluten y caseína (GFCF, por sus

reportó empeoramiento de síntomas o

desarrollo conductual y neurológico (Chang y otros,

su vez pueden influir el comportamiento y la

siglas en inglés) para uso en TEA, recomienda la

comportamientos. De aquellos que reportaron

2013; Khandaker y otros, 2013; Meldrum y otros,

cognición. Estos efectos con toda probabilidad son

necesidad de practicar aún más ensayos controlados

mejoras, el 30% las caracterizó “haberles transformado la vida” (Treating Autism, 2014).

2012). Tanto las reacciones alérgicas mediadas por

mediados por los efectos de la histamina en la

aleatorios de alta calidad y amplia escala. De las

IgE como las no mediadas por IgE se reconocen ser

liberación de adrenalina, aunque también mediante la

pruebas procedentes de los ensayos disponibles a

factores causales de ansiedad y trastornos del

activación directa del eje hipotalámico-hipofisario-

esa hora se concluyó que “la dieta no presenta

"Los descubrimientos indican que la respuesta

estado de ánimo. Dichas reacciones alérgicas

adrenal por moléculas proinflamatorias liberadas por

desventajas ni daños” e identificó efectos positivos

inmunológica de los anticuerpos antigliadina que

contribuyen a la dificultad para concentrarse,

mastocitos que por mucho tiempo se han implicado

de la dieta con respecto a la superación de

se observó en pacientes con autismo es probable

irritabilidad, tics, hiperactividad, fatiga diurna, y

en las respuestas inmunológicas provocadas por el

características generales autistas, aislamiento social

que incluya un mecanismo distinto al de la

trastornos del sueño en ambos niños y adultos (Dahl

estrés (Kalogeromitros y otros, 2007; Liezmann y

y poderse comunicar e interactuar en general

enfermedad celíaca” (Lau y otros, 2013)

y otros, 1995; Shyu y otros, 2012). Los niños con

otros, 2011; Scaccianoce y otros, 2000).

(Millward y otros, 2008). Las investigaciones en este

alergias que sufren discapacidades de aprendizaje, hiperactividad, fatiga, falta de coordinación e

Dado el alto índice de enfermedades alérgicas y

campo continúan (Buie, 2013; Whiteley y otros, 2010)

Estudios doble ciegos recientes a gran escala han

con un enfoque particular en la identificación de los

confirmado la existencia de la sensibilidad no

irritabilidad demuestran una superación pronunciada

reacciones de hipersensibilidad no mediadas por IgE

mejores posibles respondedores y no respondedores

celíaca al gluten (NCGS, por sus siglas en inglés)

de aprendizaje y al practicar pruebas de inteligencia,

y la sobreactivación de mastocitos en TEA, al igual

a dicha intervención alimentaria (Pedersen y otros,

como una nueva entidad clínica y se ha originado

al igual que disminución de hiperactividad y falta de

que la sobreactivación simpática confirmada del eje

2013; Whiteley y otros, 2014).

coordinación, tras prestarles tratamiento para las

hipotalámico-hipofisario-adrenal (favor de consultar

una clasificación para identificar las sensibilidades alimentarias no celíacas relacionadas con el gluten,

alergias (Chen y otros, 2012; Millman y otros, 1976;

la sección titulada ‘Disfunción del sistema nervioso

El debate además continúa referente al efecto del

aunque aún hay preguntas referentes al índice y

Price y otros, 1990). Semejantemente, un amplio

autónomo y eje hipotalámico-hipofisario-adrenal en

gluten en algunas de las presentaciones

manifestaciones clínicas de sensibilidad no celíaca al

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 4 Joseph es un agradable chico de 10 años con autismo regresivo. Su aprendizaje visual estaba mejorando pronunciadamente, aunque las habilidades del habla y de audición se encontraban desproporcionadamente retrasadas. El niño tenía un largo historial de infecciones del oído y en dos previas ocasiones se le introdujo un tubo de timpanostomía. Un examen otolaringológico adicional reveló el fracaso de los tubos, al igual que de la reinserción de tubos de timpanostomía de titanio que también fallaron. Joseph no respondió al control de alergias, a un ensayo de antifúngicos ni a un ciclo prolongado de azitromicina. Se le remitió a un inmunólogo y subsiguientemente se le encontró sufrir deficiencia de proteínas de unión a manosa. El chico ha evolucionado favorablemente bajo la toma de antibióticos profilácticos a largo plazo.

TEA’), parece ser probable que muchos

conductuales del autismo, al igual que su modo

gluten. Se deberá indicar que se están tomando

comportamientos aberrantes que con frecuencia se

particular de acción. Se han recomendado análisis

pasos para establecer una caracterización debida,

caracterizan ser ‘autismo,’ y posiblemente algunos de los síntomas intrínsecos de TEA en un subgrupo de individuos, son ocasionados o los empeoran reacciones alérgicas prevenibles y a las que se les puede prestar tratamiento. Los profesionales de salud han de estar conscientes de que cuando un niño o adulto con autismo presente ‘irritabilidad autista’ o aumento de agresividad, demuestra ansiedad, no pueda

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 5 Sally es una chica de 11años con autismo regresivo tardío. El cuadro clínico de Sally incluye un historial de seis meses de autolesión, cabezazos, obsesiones y agresiones episódicas que empeoran cada vez más. En un pasado, Sally era una chica apacible con comportamientos obsesivos episódicos. Durante el reconocimiento, Sally se sujetaba la cabeza con frecuencia y no le gustaban las luces fuertes. Cuando le preguntaron adónde le dolía, Sally localizó la parte superior de la cabeza. Aparte de una ligera sensibilidad en la fosa ilíaca derecha no se encontró mucho más. Los análisis de sangre indicaron una ASOT de 800 (vn >200), ESR de 12 y niveles de plaquetas de 350. El factor reumatoide se encontraba pronunciadamente elevado a 104 (vn >14). A la chica se le inició la administración de co-amoxiclav y prednisolona, y se le remitió a neurología pediátrica y reumatología. Dentro de tres días sus síntomas disminuyeron considerablemente, las autolesiones y agresiones cesaron y Sally regresó a su manera apacible habitual. El habla mejoró pronunciadamente y a la chica le fue posible expresar que sufría dolor generalizado en las articulaciones.

conciliar el sueño o permanecer dormido, no 10

11


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

“El desarrollo de tratamientos eficaces y la superación de atención para individuos con trastornos del espectro autista a lo largo de la vida del individuo continúan siendo prioridades urgentes.” James M. Perrin, MD, Harvard Medical School [Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard], Presidente Electo de American Academy of Pediatrics [Academia Americana de Pediatría]

pronunciadamente más bajo en niños que siguieron

celíaca en algunos casos de epilepsia y cómo pueda

adultas con TEA que en los controles (Croen y otros,

una dieta libre de gluten (Ashwood y otros, 2003;

ser pertinente al autismo se discuten a continuación.

2014). Además de lo anterior, los anticuerpos de

Chen y otros, 2010).

(favor de consultar la sección titulada ‘Trastornos

reactividad cerebral aumentan en las madres de niños

convulsivos en TEA’).

con TEA. Se ha sugerido que el autismo relacionado

“La deficiencia de lactasa no relacionada a la

con anticuerpos maternos (MAR, por sus siglas en

inflamación o lesión intestinal es común entre

“En niños con manifestaciones neurológicas no

inglés) podría representar más del 20% del autismo

niños autistas y podría contribuir a la

evidentes con una probable etiología autoinmune,

idiopático (Brimberg y otros, 2013; Xu y otros, 2013).

incomodidad abdominal, dolor y comportamientos

los títulos de autoanticuerpos anti-TG2 deberán

aberrantes observados" (Kushak y otros, 2011).

determinarse considerando la posibilidad de

Se ha encontrado una correlación entre los niveles de

sensibilidad al gluten. La dieta libre de gluten

anticuerpos maternos y la gravedad de deficiencia en

Excepto aquellos casos que cumplieran con los

sigue siendo el único tratamiento eficaz reportado

la comunicación y funcionamiento adaptivo (Piras y

incluyendo los marcadores clínicos de la condición.

criterios diagnósticos serológicos al igual que

hasta la fecha y, por lo tanto, deberá recomendarse

otros, 2014). Dichas conexiones se explican más a

El diagnóstico de sensibilidad no celíaca al gluten

histológicos de enfermedad celíaca, existen pruebas

a todo paciente con sensibilidad al gluten

fondo en un estudio experimental en el que los

actualmente se fundamenta en criterios de exclusión

emergentes de una variante presente en algunos

independientemente del tipo de manifestación”

anticuerpos IgG relacionados con el autismo

y una dieta de eliminación de alimentos que

individuos con TEA. Ludvigsson y otros (2013)

(Jorge y otros, 2014)

procedentes de madres con hijos autistas alteraron el

contengan gluten seguido de un desafío abierto que

reportaron la presencia de serología positiva para

invita a evaluar si la salud del paciente mejora tras la

enfermedad celíaca aunque con una mucosa intestinal

En este contexto es importante señalar que varios

en primates (Bauman y otros, 2014). Los

eliminación o reducción del gluten en la dieta (Dodou

normal en casos de TEA. Otros grupos han reportado

tipos de disfunciones neurológicas son

autoanticuerpos maternos vinculados al autismo

y otros, 2014; Sapone y otros, 2012).

descubrimientos semejantes con relación a la

manifestaciones muy conocidas de sensibilidad al

podrían impactar el desarrollo cerebral ocasionando un ensanchamiento irregular (Nordahl y otros, 2013).

desarrollo normal del cerebro y comportamiento social

inmunoreactividad del gluten en TEA (Lau y otros,

gluten en humanos y podrían desarrollarse aun en la

Los pacientes con historial de alergias y

2013; de Magistris y otros, 2013). Dichos resultados

ausencia de trastorno intestinal. Los profesionales

enfermedades atópicas se exponen a mayor

también coinciden con otros datos que sugieren

de salud deberán estar conscientes de la posible

En vista de los informes publicados de regresión al

probabilidad de sufrir sensibilidad alimentaria no

deterioro de la barrera intestinal (hiperpermeabilidad

presencia de la sensibilidad no celíaca al gluten en

autismo en niños con encefalitis NMDA adquirida,

celíaca (Carroccio y otros, 2012; Massari y otros,

intestinal) en algunos casos (de Magistris y otros,

algunos pacientes con TEA, especialmente

como se ha discutido anteriormente, deberá

2011). Ya que los niños con TEA cuentan con mayor

2010). De particular importancia al autismo podrían

aquellos que sufran enfermedades atópicas,

prestársele consideración a la posibilidad de que los

probabilidad de sufrir atopías y alergias, se deberá

ser los descubrimientos de Caio y colegas quienes

migrañas y trastornos de ansiedad y del estado de

autoanticuerpos relacionados con el lupus y otros

considerar la posibilidad de sensibilidad no

observaron la normalización de los niveles de esos

ánimo. A los especialistas clínicos se les aconseja

semejantes desempeñen un papel causativo en

celíaca al gluten o sensibilidad al trigo en esos

mismos anticuerpos y reactividad de mastocitos en

familiarizarse con las presentaciones neurológicas

algunos casos de autismo idiopático (Vinet y otros

niños, especialmente cuando se encuentren

pacientes con sensibilidad no celíaca al gluten que

comunes, como los trastornos convulsivos, ataxia,

2014). A los autoanticuerpos de los receptores de

presentes síntomas del síndrome del intestino

siguieron una dieta libre de gluten por seis meses:

neuropatía, migrañas y trastornos de ansiedad y del

glutamato y canales de calcio se les deberá prestar

irritable. Deberá observarse que Carrocio y colegas

“Los anticuerpos antigliadina [AGA, por sus siglas en

estado de ánimo, al igual que las maneras de

una atención particular ya que el glutamato es un

(2013) encontraron que la característica histológica

inglés] de la clase IgG desaparecen en los pacientes

diagnosticar esta enfermedad (Hadjivassiliou, 2014;

neurotransmisor principal en el cerebro involucrado en

principal de sensibilidad no celíaca al trigo fue

con sensibilidad al gluten no celíaca reflejando un

Peters y otros, 2014).

la plasticidad sináptica y respuestas emocionales. La

infiltración eosinofílica de la mucosa. Se han

estricto cumplimiento a la dieta libre de gluten y una

acción neurotóxica de estas citoquinas y anticuerpos

observado descubrimientos histológicos de una

buena respuesta clínica a la suspensión del gluten”

maternos ha demostrado ocasionar comportamientos

apreciable infiltración eosinofílica en un alto

(Ciao y otros, 2014). Además de lo anterior, la posible

porcentaje de niños con autismo, algo que parece ser

relación entre la sensibilidad al gluten y la serología

La autoinmunidad en TEA

y desarrollo cerebral irregulares en las crías de animales experimentales (Faust y otros,. 2010; Lee y

El nexo entre los trastornos autoinmunológicos en las

otros, 2009; Meszaros y otros, 2012).

madres y TEA en sus hijos se está estableciendo; un

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 6

Jameel es un chico de 5 años quien se desarrollaba normalmente hasta los 15 meses de edad cuando sufrió 3 semanas de una fiebre continua. Su comunicación, socialización y comportamientos quedaron afectados a partir de ese punto; el niño perdió todo el habla y contacto visual, y el cuadro clínico presentaba alteraciones pronunciadas del sueño y una dieta autorestringida. Se desarrollaron síntomas gastrointestinales desde un principio que incluyeron distensión abdominal, diarrea alternante y estreñimiento, al igual que un pronunciado mal olor. Desarrolló tendencia a infecciones del oído, desarrolló dermatitis crónica, se daba cabezazos cada 2 horas, tenía los labios agrietados y presentaba ojeras alérgicas. A Jameel le diagnosticaron autismo a los 2 años y 7 meses de edad. En el reconocimiento inicial el chico pesaba por debajo de lo normal, se encontraba angustiado, poco cooperativo e infeliz. Se practicaron varios análisis de laboratorio que identificaron una serie de irregularidades: un recuento total elevado de IgE y eosinófilos (se identificaron alergias alimentarias y a inhalantes), recuento bajo de linfocitos agresores naturales, títulos ASLO (AELO) pronunciadamente elevados, deficiencias de hierro, vitamina D, Omega 3, en conjunto con niveles elevados de ácido propriónico, ácido hipúrico y ácido 4-hidroxifenilacético. El tratamiento exitoso consistió de exclusión de ciertos alimentos en la dieta, una buena higiene ambiental, corrección de deficiencias y la combinación de antimicrobianos para el sobrecrecimiento de bacterias intestinales. A lo largo de tres meses se normalizó el sueño, la vocalización, el contacto visual y mejoró el entendimiento; además de lo anterior, cesaron los cabezazos y los malestares intestinales también mejoraron.

número de estudios ha demostrado un alto índice de

“Los anticuerpos anti-cerebro desempeñan un

historial familiar de condiciones autoinmunológicas en

importante papel patoplástico en el autismo. La

comparación con la población general. Las condiciones en la madre, como la diabetes, artritis reumatoide, lupus, psoriasis, enfermedad celíaca, síndrome antifosfolípido y enfermedad autoinmunológica de la tiroides, están vinculadas a un riesgo considerablemente mayor de que los hijos desarrollen TEA (Abisror y otros, 2013; Atladóttir y otros, 2009; McDougle y Carlezon, 2013; Mostafa y otros, 2014; Sweeten y otros, 2003) y un estudio reciente a gran escala reportó un índice de 20%-30%

“Perpetuar el mito de que el autismo es principalmente un trastorno genético es una injusticia para aquellos que puedan beneficiarse de tratamientos y desvía la atención de las causas no genéticas." Profesor Richard Deth, Northeastern University, Boston [Universidad Northeastern de Boston]

más alto de trastornos autoinmunológicos en mujeres 12

13


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

exposición prenatal y/o posnatal a estos

estudios en marcha que tienen como fin esclarecer

comportamientos repetitivos y deficiencia en la

anticuerpos realza la gravedad del autismo

más a fondo los mecanismos patológicos

comunicación e interacciones sociales; el

dañando los procesos cognitivos y el

autoinmunitarios en el autismo con la intención de

desarrollo de estas alteraciones conductuales

funcionamiento adaptivo, reforzando estereotipias

desarrollar pruebas y tratamientos con dicho enfoque

coincide con la manifestación de síntomas autistas

motoras, alterando el ciclo de sueño/vigilia,

en específico. Los profesionales de salud,

en niños pequeños (Bauman y otros, 2013; Martin y

retrasando o suspendiendo el neurodesarrollo,

particularmente los inmunólogos, neurólogos y

otros, 2008).

especialmente referente al lenguaje verbal y no

otros que reciban referidos deberán estar

verbal. Nuestros resultados, en conjunto con

conscientes del posible papel patológico que

“La ejemplificación de la asociación

estudios anteriores practicados en muestras

puedan desempeñar los anticuerpos en algunos

epidemiológica entre el desafío inmunológico

independientes, respaldan el posible uso de

pacientes con TEA, especialmente aquellos con

prenatal y las alteraciones en el desarrollo

anticuerpos anti-cerebro como biomarcadores

historial familiar de enfermedad autoinmunológica

conductual y cerebral en sistemas de roedores

para predecir la gravedad del autismo y

o trastornos convulsivos.

ha producido un número increíble de datos experimentales que apoyan el papel que

características clínicas de TEA, posiblemente ofreciendo nuevas vías de estrategias de terapia y

“A los niños autistas seropositivos a anticuerpos

desempeñan las anomalías inmunomediadas del

prevención.” (Piras y otros, 2014)

sistémicos con títulos elevados se les deberá

neurodesarrollo en las enfermedades

prestar seguimiento clínico a intervalos regulares

psiquiátricas graves.” (Meyer, 2014)

“Si el trastorno gastrointestinal se reconociera y el tratamiento médico fuera eficaz, los comportamientos problemáticos podrían disminuir. Cuando el dolor o la incomodidad abdominal fueran un evento desencadenante, es probable que los medicamentos psicotrópicos no sean eficaces y hasta podrían empeorar el problema si ocasionan efectos nocivos gastrointestinales.” Buie y otros, 2010 ‘Evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos gastrointestinales en individuos con trastornos del espectro autista: Un informe de consenso.’.’

que sufren enfermedades crónicas inflamatorias,

Finalmente, se ha repetidamente observado una

para detectar el posible desarrollo de señales y

asociación entre los niveles de distintos

síntomas de enfermedades autoinmunes

Corregir las anomalías inmunológicas de los

encuentren bajo terapia con citoquinas, demuestra

autoanticuerpos en individuos con TEA y la

sistémicas.” (Mostafa y otros, 2014)

animales tras exposición haciendo uso de

que la desregulación inmunológica puede impactar

infecciosas o autoinmunológicas, o que se

gravedad de los síntomas autistas de estos

tratamientos inmunomoduladores resulta en la

el comportamiento, estado de ánimo, personalidad

individuos (Chen y otros, 2013; Frye y otros, 2012;

normalización de la función inmunitaria del animal y,

y función cognitiva en humanos. El tratamiento de

Mostafa y Al-Ayadhi, 2012). Un estudio reciente encontró que los niños con TEA que tuviesen un historial familiar de autoinmunidad presentaban un

Sistema inmunológico en TEA: Investigación traslacional y pruebas clínicas

índice pronunciadamente mayor de anticuerpos

de mayor importancia, superación de la función

las infecciones periféricas o del sistema nervioso

cognitiva y reversión de los síntomas y

central, por ejemplo, del sistema gastrointestinal o

comportamientos relacionados con el autismo

senos nasales, al igual que calmar las reacciones

(Kipnis y otros, 2004; Hsiao y otros, 2012; Naviaux y

inmunológicas o suspender tratamientos con

sistémicos antinucleares en el suero cuyo potencial

Un número creciente de pruebas sugiere que el

otros, 2014).

agentes que ocasionen inflamación con frecuencia

de contribuir a daño tisular mediante una serie de

entorno prenatal, particularmente el entorno

Se conoce que la activación del sistema

resulta en la reversión y normalización de

mecanismos, incluyendo la neurotoxicidad, está

inmunológico materno, desempeña un papel crítico

inmunológico ocasiona cambios estructurales y

comportamientos y restauración de la función

ampliamente documentado (Mostafa y otros, 2014).

en algunos casos de TEA. Además de los

funcionales, tanto en el sistema nervioso autónomo

normal cerebral (Dantzer y Kelley, 2007; Kraneveld

Tal como se discutió anteriormente, los reportes

anticuerpos maternos, como se discutió

como en el central, y que además impacta el

y otros, 2014; Myint y otros, 2009; Siegel y

preliminares referentes a los logros positivos a largo

anteriormente, los síntomas intrínsecos autistas y

comportamiento. La inflamación periférica

Zalcman, 2008; Wolters y otros, 1994).

plazo de la terapia esteroidea en niños con autismo

las patologías neuroinmunológicas también los

prolongada, aun cuando fuese subclínica, ocasiona

regresivo acreditan aún más las teorías que señalan

pueden provocar la exposición de la madre del niño

‘comportamientos de enfermedad’

que los procesos autoinmunes podrían desempeñar

a infección, mediadores inmunológicos

caracterizados por un grado menor de afecto y

ejemplifican más a fondo el nexo entre la disfunción

un papel patológico en algunas formas del autismo

inflamatorios y tipos específicos de medicamentos.

motivación social, comportamientos repetitivos,

inmunológica y TEA; estos análisis han descubierto

idiopático (Duffy y otros, 2014).

Los estudios de análisis de múltiples genomas

Estos resultados se han deducido de historiales

evitación de situaciones desconocidas, niveles más

vínculos entre los genes implicados en las

clínicos de madres y además se han observado en

altos de ansiedad, menos exploración, restricciones

señalizaciones inflamatorias que predisponen al

Estos descubrimientos han ocasionado que muchos

experimentos de animales. Numerosos estudios en

alimentarias voluntarias y muchos otros síntomas

individuo a respuestas inmunitarias aberrantes a

investigadores y especialistas clínicos sugieran que

roedores indican que la exposición a agentes

que estrechamente reflejan los observados en TEA

infecciones y al riesgo de desarrollar autismo (Al-

los mecanismos autoinmunes podrían ser un factor

inflamatorios ocasiona alteraciones neurológicas

(Kohman y otros, 2009; Patterson, 2012; Yee y

Hakbany y otros, 2014; Herbert y otros, 2006;

causativo o contribuyente en como mínimo un

conductuales y cognitivas específicas al género, al

Prendergast, 2011).

Grigorenko y otros, 2008; Saxena y otros, 2012;

Así mismo, la presentación clínica de los pacientes

asociaciones genómicas entre TEA y algunas

subgrupo de individuos con TEA; hay una serie de

igual que irregularidades inmunológicas a largo plazo entre animales jóvenes (Dada y otros, 2014;

Ziats y Rennert, 2011). Se han descubierto

Elmer y otros, 2014; Foley y otros, 2014; Gibney y

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 7

David es un hombre de 34 años de edad con autismo de leve a moderado. Su cuadro clínico presentaba un historial de dos meses de arrebatos agresivos inexplicables. A pesar de contar con habilidades razonables de comunicación, no podía explicar sus arrebatos de ira. El reconocimiento no reveló nada fuera de lo ordinario. Investigaciones rutinarias revelaron H.Pylori. Sus episodios de ira se resolvieron después de administrarse terapia de erradicación y un mes bajo un inhibidor de la bomba de protones.

Drexhage, 2013; Onore y otros, 2014), al igual que alteraciones en la composición de la microbiota y niveles de serotonina y otros neurotransmisores en el sistema gastrointestinal de los animales (de Theije y otros, 2014). La activación inmunológica materna en modelos de autismo en primates produce síntomas que coinciden con los dominios de diagnósticos intrínsecos de TEA, que incluyen

14

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 8

Luke es un chico de 5 años de edad con autismo regresivo quien ha evolucionado debidamente tras intervención intensiva, aunque aún persiste una ansiedad pronunciada en situaciones sociales. Los padres se quejaban de que el niño sufría terrores descontrolados con sólo acercarse a un parque de recreo activo. Sus padres habían recurrido a llevar al niño muy temprano en la mañana. El día del reconocimiento tenía un pulso de 100 BPM, con aún más aumentos al hacerle preguntas/retarlo. Al chico se le comenzó la administración de 20mgs de propranolol por la mañana y 10mgs por la tarde, lo que resultó en una resolución inmediata de la ansiedad social. Dentro de una semana Luke estaba jugando por 30 minutos en un parque activo y desde entonces ha avanzado aún más en su desarrollo.

15


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

“Los trastornos gastrointestinales no detectados,

fecha han encontrado que “la susceptibilidad a TEA

"Aunque los factores genéticos también desempeñan un papel importante, éstos son de una magnitud pronunciadamente menor que la que señalan las estimaciones de estudios pasados del autismo practicados en gemelos… Nuestro estudio ofrece pruebas que indican que el índice de concordancia en gemelos dicigóticos podría haberse subestimado seriamente en estudios anteriores, sobreestimando la influencia de los factores genéticos en la susceptibilidad de desarrollar autismo." Hallmayer y otros, 2011 'La heredabilidad genética y los factores ambientales compartidos entre parejas de gemelos con autismo'

integra una moderada heredabilidad genética y un considerable componente ambiental compartido por los gemelos” y “aunque los factores genéticos

especialmente la esofagitis por reflujo y la absorción inadecuada de disacáridos, podrían contribuir a los problemas conductuales de pacientes autistas no verbales.” (Horvath y otros,

también desempeñan un papel importante, éstos son de una magnitud considerablemente menor que

Los problemas gastrointestinales se encuentran

los cálculos procedentes de estudios anteriores

pronunciadamente sobrerrepresentados en TEA y con

sobre el autismo practicados en gemelos

frecuencia suelen estar vinculados a comportamientos

La estrecha correlación entre los síntomas

(Hallmayer y otros, 2011; Sandin y otros, 2014).

problemáticos, hiperresponsividad sensorial,

gastrointestinales y la gravedad del autismo

1999)

desregulación del sueño, comportamientos rígidos-

señala que los niños más gravemente afectados

La variabilidad genética probablemente predispone

compulsivos, agresión, ansiedad e irritabilidad

por el autismo con toda probabilidad sufrirán

al individuo a una mayor susceptibilidad a retos

(Chaidez y otros, 2013; Chandler y otros, 2013;

síntomas gastrointestinales graves (Adams y otros,

ambientales como lo sugieren pruebas actuales,

Mazefski y otros, 2013; Mazurek y otros, 2012; Peters

2011; Gorrindo y otros, 2012; Wang y otros, 2011).

aunque limitadas, que indican que el riesgo

y otros, 2013; Schurman y otros, 2012). El

Las investigaciones recientes además confirman que,

genético de desarrollar TEA yace principalmente en

metaanálisis más amplio publicado hasta la fecha es el

contrario a las opiniones que comúnmente se

los genes relacionados con la inmunidad (véase

de la edición de abril de 2014 de la revista Pediatrics,

sustentan, la presencia de disfunción gastrointestinal

información anterior). La importancia de los

el cual confirmó un fuerte vínculo entre los trastornos

en niños autistas no está vinculada a ciertas

factores ambientales en el riesgo de desarrollar

gastrointestinales y el autismo (McElhanon y otros,

costumbres alimenticias o estado de la

enfermedades autoinmunológicas como la

autismo lo ilustran más a fondo los hallazgos de

2014), y los resultados de un estudio poblacional a

medicación, y los informes de los padres sobre la

esclerosis múltiple (Jung y otros, 2011), y varios

deterioro de la metilación y desregulación

gran escala que condujo el Centro de Control de

disfunción gastrointestinal de sus hijos concuerda

estudios que integraron un extenso número de

epigenética de los genes relacionados con el

Enfermedades Estadounidense (US CDC, por sus

estrechamente con los diagnósticos clínicos

cohortes nacidos en Europa han encontrado

autismo (Wong y otros, 2014; Zhu y otros, 2014).

siglas en inglés) indicaron que los niños con TEA,

futuros del niño referentes a dicha disfunción

alteraciones en las respuestas inmunitarias y

Además de lo anterior, en ninguno de los estudios

además de no cumplírseles muchas otras necesidades

(Gorrindo y otros, 2012).

biomarcadores proinflamatorios en madres y recién

más extensos de asociación del genoma completo

de salud, padecen muchísimos más problemas

nacidos a quienes más tarde les diagnosticaron

practicados en más de un total de 5000 individuos

gastrointestinales que los niños con otros retrasos del

TEA (Abdallah y otros, 2012; 2014; Brown y otros,

se ha detectado consistencia alguna de una

desarrollo, los que sufrieran discapacidad de

American Academy of Pediatrics recomienda que a

2013; Zerbo y otros, 2013). Además de lo anterior,

asociación genética específica. (Anney y otros,

aprendizaje o los controles típicos (Schieve y otros,

los proveedores de atención de salud se les alerte

se han repetidamente observado vínculos causales

2012; Liu y otros, 2013; Pinto y otros, 2010; Wang y

2012). Los trastornos gastrointestinales también se

referente a las manifestaciones conductuales de

entre la rubéola prenatal (Chess, 1971) y las

otros, 2009; Weiss y otros, 2009). Estos estudios

desarrollan con mucho más frecuencia de lo normal en

trastornos gastrointestinales en pacientes con TEA

Un documento de consenso publicado en la revista

infecciones por citomegalovirus (Ivarsson y otros,

identificaron un pequeño número de individuos con

adultos con TEA, según lo confirma el estudio más

“ya que éstos pueden ser atípicos y evidentes

1990; Markowitz, 1983; Sakamoto y otros, 2014;

TEA que presentan nuevos cambios genéticos

amplio de este tipo en el que se examinaron los

únicamente como cambios de comportamiento y, por

Stubbs y otros, 1980; Sweeten y otros, 2014).

llamados variación en el número de copias (CNV,

registros médicos de más de 2.5 millones de adultos

lo tanto, presentar un desafío significativo para los

Existen indicaciones de que la función placentaria

por sus siglas en inglés); no obstante, los efectos

(Croen y otros, 2014).

padres al igual que para los proveedores de atención

es uno de los factores que determina resultados

de los variantes genéticos en el riesgo de TEA “son

negativos del neurodesarrollo en infecciones

modestos” y, como Pinto y otros 2010 indican, “el

En años recientes se ha venido reconociendo cada vez

congénitas (Kitajima y otros, 2012; Walker y otros,

riesgo atribuible poblacional… se calcula ser el

más la presencia de comorbilidades gastrointestinales

atípicos podrían indicar la presencia de estreñimiento

2013b).

3.3%”. Esto sugiere que el 96.7% de TEA no

– tanto los problemas de la función intestinal como

y que, en dichos casos, lo indicado sería practicar

puede atribuirse a estos cambios genéticos.

de salud.” (Furuta y otros, 2012). Este documento identificó que, en niños con TEA, síntomas sutiles o

hallazgos patológicos – entre individuos con

análisis exploratorios, al igual que identificar y

En este contexto se deberá mencionar que los

autismo, incluyendo empeoramientos de la

prestarle tratamiento con un enfoque deliberado para

estudios poblacionales del autismo más amplios y

permeabilidad intestinal, diarrea, estreñimiento, reflujo

determinar las causas subyacentes del estreñimiento.

minuciosos sobre gemelos practicados hasta la

gastroesofágico, deficiencia de las enzimas digestivas

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 9 Maryam es una niña de 4 años de edad con autismo regresivo. El reconocimiento inicial reveló que sufría de desvelos, ya que se despertaba frecuentemente por la noche, al igual que de angustia episódica; al hacerle preguntas directas adoptó posturas irregulares. Las heces de la niña tenían mal olor, variaban de consistencia y podrían ocasionarle un poco de incomodidad. En términos de desarrollo, Maryam decía pocas palabras y evolucionaba lentamente. La mamá estimaba que la evolución lenta era razón de que la niña sufría algún tipo de dolor y no podía dormir bien. Durante el reconocimiento parecía no sentirse cómoda, estaba pálida y tenía la piel seca. Se observó una leve sensibilidad de la fosa iliaca derecha. Los análisis de sangre revelaron una ESR de 45 y anemia por deficiencia de hierro. La chica se remitió a un gastroenterólogo de atención terciaria quien recomendó una dieta libre de gluten, caseína y soya. Los síntomas mejoraron pronunciadamente. Maryam ha comenzado a dormir toda la noche, ha tenido evacuaciones normales y luce más animada. El habla y el desarrollo general ambos mejoraron. La ESR bajó a 25 después de 2 meses, a 19 después de 4 meses y logró llegar a 9 después de un año. 16

Comoborbilidades gastrointestinales y flora bacteriana irregular en TEA

y disbacteriosis (de Magistris y otros, 2010; 2013;

En individuos con autismo, las presentaciones

Horvath y otros, 1999; Kushak y otros, 2011; Ming y

atípicas de problemas gastrointestinales comunes

otros, 2012; Persico y Napolioni, 2012; Wang y otros,

podrían incluir el desarrollo o intensificación de

2012; Williams y otros, 2011). Las endoscopias de

comportamientos ‘autistas’ aparentemente no

niños con TEA revelan altos índices de hiperplasia

relacionados, como la autolesión irritabilidad,

linfoide nodular, esofagitis, gastritis, duodenitis y

agresión, posturas o movimientos extraños (Buie y

colitis; además, las pruebas preliminares sugieren que

otros, 2010).

algunas características podrían ser singulares a la inflamación gastrointestinal específica al autismo

“La disfunción gastrointestinal crónica fue

(Horvath y otros, 1999; Torrente y otros, 2004; Walker y

prevalente… en este cohorte. Los síntomas de

otros, 2013).

disfunción gastrointestinal se vincularon a 17


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

trastornos del sueño e intolerancia alimentaria;

“Nuestros resultados sugieren que los

Los patógenos o mediadores derivados del sistema

por lo tanto, es importante considerar dicho

especialistas clínicos deberán practicar análisis

inmunológico interactúan con las vías neuronales

vínculo al evaluar y prestarle tratamiento a estas

exploratorios que detecten estreñimiento y

periféricas y endocrinas, como el sistema nervioso

condiciones.” (Kang y otros, 2014)

diarrea o síntomas de calzones ensuciados en

entérico intestinal y el sistema nervioso autónomo,

niños con TEA que presenten síntomas rígidos-

consecuentemente afectando la función cerebral

compulsivos.” (Peters y otros, 2013)

(Cryan y Dinan, 2012; Goehler y otros, 2005;

En otro artículo publicado en Pediatrics la necesidad de practicar las investigaciones apropiados se

Goehler y Gaykema, 2009; Sharkey y Kroese, 2000).

recalcó de forma semejante: “A pesar de la gran

Los cambios metabólicos/bioquímicos que se han

En modelos de autismo en animales, los animales

importancia de estas dificultades, los posibles

encontrado en la orina de individuos con TEA

expuestos a toxinas bacterianas a una edad

problemas gastrointestinales no suelen

adicionalmente confirman las irregularidades de la

temprana desarrollan características autistas

rutinariamente tomarse en consideración al

microbiota intestinal reveladas por investigaciones

(Baharnoori y otros, 2012; de Theije y otros, 2013a;

practicarse evaluaciones TEA. Esto con toda

de heces y tejido ileal (Ming y otros, 2012; Yap y

MacFabe y otros, 2011; Willette y otros, 2011), las

probabilidad refleja varios factores, incluyendo la

otros, 2010). Se ha observado endotoxemia en

que pueden en gran parte revertirse cambiando la

naturaleza cambiante de los índices de trastornos

pacientes con TEA, y los niveles de toxinas

composición de la flora bacteriana intestinal (Hsiao y

gastrointestinales reportados, las controversias

bacterianas en la sangre se han encontrado

otros, 2013; Kim y otros, 2013).

referentes a la relación entre los síntomas

coincidir con la gravedad de los síntomas autistas

gastrointestinales y las presuntas causas del

(Emanuele y otros, 2010). Se estima que esto es el

autismo, la capacidad verbal limitada de muchos

resultado de ambos, niveles elevados de bacterias

intestino-cerebro sugiere que la modulación de

o movimientos extraños, trastornos del sueño,

pacientes con TEA y el desconocimiento de los

patógenas y la intensificación de permeabilidad

la microbiota intestinal podría ser una estrategia

intolerancias alimentarias y comportamientos

especialistas clínicos de que ciertas

intestinal observada en TEA. Un pequeño ensayo

tratable para el desarrollo de nuevas terapias

autolesivos o agresivos.

manifestaciones conductuales en niños con TEA

de tratamiento con vancomicina oral observó una

innovadoras destinadas a contrarrestar los

son indicadores de problemas gastrointestinales

disminución de los comportamientos relacionados

complejos trastornos del sistema nervioso

(por ejemplo, dolor, incomodidad o náuseas).

con el autismo tras administrarse un ciclo del

central.” (Cryan, 2012)

Aún queda por determinarse si las afecciones

antibiótico (Sandler y otros, 2000). Esta

gastrointestinales en esta población están

observación que desde entonces la confirman

Las infecciones gastrointestinales subclínicas, como

directamente vinculadas a la patofisiología del

informes clínicos, estudios de casos prácticos y

el sobrecrecimiento de bacterias en el intestino

autismo o si son estrictamente una condición

experimentos controlados de animales, además

delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) se conocen

comórbida de TEA, pero la práctica clínica y las

señala una posible correlación entre los niveles de

afectar el desarrollo y funcionamiento cerebral

Hoy en día existen pruebas sólidas de que las

investigaciones hasta la fecha indican el importante

bacterias patógenas y la gravedad de los síntomas

normal, y provocar ansiedad y comportamientos

deficiencias en el metabolismo energético y la

papel que desempeñan las condiciones

autistas (Hsiao y otros, 2013; Ramirez y otros, 2013).

aberrantes. Estos efectos son mediados

disfunción mitocondrial, incluyendo el metabolismo

principalmente por la desregulación del eje

energético cerebral, perturbación del azufre y

gastrointestinales en TEA y su impacto en los niños

Lajonchere y otros, 2012 ‘Liderazgo en la atención de salud, investigación y superación de calidad para niños y adolescentes con trastornos del espectro autista: Austims Treatment Network [Red de Tratamiento del Autismo] y Autism Intervention Research Network on Physical Health [Red de investigación sobre la intervención del autismo en la salud física]’

“El concepto emergente del eje microbiota-

Irregularidades metabólicas, disfunción mitocondrial adquirida y estrés oxidativo en TEA

al igual que sus padres y especialistas clínicos.”

“Durante visitas subsiguientes al consultorio, el

hipotalámico-hipofisario-adrenal, el sistema

metabolismo de los aminoácidos, niveles altos de

(Coury y otros, 2012).

paciente comunicó un profundo deseo de

nervioso autónomo/nervio vago y la señalización de

estrés oxidativo y deterioro de los procesos de

continuar el tratamiento a razón de las mejoras a

serotonina, ninguno de los cuales es normal en el

metilación son más comunes en personas afectadas

Los análisis de la composición de la flora bacteriana

su salud y calidad de vida. Para este paciente, el

autismo (Diaz Heijtz y otros, 2011; Foster y McVey

por el autismo que en otros grupos, y esto podría

de individuos con TEA han frecuentemente revelado

tratamiento repetido con antibióticos superó

Neufeld, 2013) (Favor de también consultar la

desempeñar un importante papel patológico en como

la presencia de bacterias irregulares ausentes en los

pronunciadamente la función gastrointestinal,

sección referente a la ‘Disfunción autónoma en el

mínimo un subgrupo del trastorno (Goh y otros, 2014;

controles saludables, al igual que la traslocación de

disminuyó el dolor intestinal reportado y redujo

autismo’).

especies bacterianas a regiones del sistema

los comportamientos agresivos y autolesivos.”

gastrointestinal que no fueran huéspedes de estas

(Ramirez y otros, 2013)

bacterias en individuos saludables (De Angelis y

18

“Dado la extrema heterogeneidad de los trastornos del espectro autista y otros trastornos del neurodesarrollo, los tratamientos eficaces para individuos con trastornos del espectro autista con toda probabilidad se beneficiarían de un enfoque en la medicina personalizada que tome en cuenta las diferencias individuales características etiológicas y fenotípicas.”

Weissman y otros, 2008). A pesar de que el autismo deteriora la producción de energía celular en el

Los profesionales de salud deberán considerar la

cerebro, se han encontrado niveles elevados de

posibilidad de encontrar disfunción

estrés oxidativo, al igual que niveles

otros, 2013; Ekiel y otros, 2010; Finegold y otros,

Como se indicó anteriormente, el dolor y la

gastrointestinal presente en pacientes con TEA,

pronunciadamente bajos de glutatión y otros

2002; 2010; Parracho y otros, 2005; Williams y

enfermedad influyen profundamente el estado de

sobre todo en aquellos que manifiesten posturas

antioxidantes celulares en muchas otras regiones del

otros, 2012). Los documentos de repaso

ánimo, la cognición y comportamientos, incluyendo

sistemático por Cao y colegas (2013) y por Hsiao

la sociabilidad y comunicación. De la misma

(2014) ofrecen excelentes perspectivas generales de

manera, la inflamación crónica e infecciones del

los hallazgos de investigación recopilados en este

tracto gastrointestinal están vinculadas a niveles

campo hasta octubre de 2013 y marzo de 2014

elevados de citoquinas proinflamatorias en el

respectivamente, aunque no incluyen varios

torrente circulatorio con un efecto directo en los

estudios replicativos importantes, incluyendo el de

comportamientos, incluyendo ansiedad, motivación,

Wang y otros (2013) referentes a la presencia de la

socialización, evitación de situaciones desconocidas

especie Sutterella en casos de TEA.

y persistencia en las rutinas y acciones repetitivas.

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 10

Christopher es un hombre de 20 años de edad con autismo de leve a serio con un cuadro clínico que incluía un inicio súbito de autolesión y comportamientos destructivos. Durante tres años se le puso a prueba la administración de varios neurolépticos resultando en efectos mínimos. Las infecciones torácicas empeoraron progresivamente a lo largo de los tres años. Un reconocimiento del tórax sugirió consolidación derecha inferior. Un CT del tórax reveló consolidación pulmonar y sólo se logró resolución parcial tras el uso de antibióticos. Una broncoscopia reveló una ramificación nerviosa de 15mm, elemento clave de la consolidación. Su extracción, la administración de prednisolona y un ciclo prolongado de azitromicina resolvieron la consolidación; los comportamientos autolesivos y destructivos también se resolvieron. Christopher no había localizado la fuente del dolor ni desarrollado pirexia.

19


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

cuerpo, incluso en células inmunológicas como

de purinas, las características autistas podrían ser la

estresores exteriores (Corrigan y otros, 2013; Tang

leucocitos (Chauhan y otros, 2012; Ghezzo y otros,

característica clínica principal o quizás la única

y otros, 2013); por lo tanto, se ha sugerido que las

2013; Gu y otros, 2013; Legido y otros, 2013;

característica visible de la enfermedad subyacente

irregularidades mitocondriales y metabólicas

Muratore y otros, 2013; Napoli y otros, 2014; Rose y

(Mayatepek, 2010). La síntesis irregular del

puedan ocurrir en TEA como consecuencia de la

otros, 2012; 2014).

colesterol también podría incluir al autismo como

disfunción inmunológica (Palmieri y Persico, 2010;

estrés oxidativo y disfunción mitocondrial se

característica en el cuadro clínico y en algunos

Rose y otros, 2014; Rossignol y Frye, 2011; 2014) o

correlacionaron estrechamente con la gravedad del

casos se observan mejoras en los síntomas

de un microbioma irregular o dañino (Ming y otros,

autismo sugiriendo mayor susceptibilidad al estrés

conductuales tras la normalización del metabolismo

2012; Persico y Napolioni, 2013; Wang y otros,

oxidativo entre individuos con deficiencias más

del colesterol (Calvo y otros, 2014; Diaz-Stransky y

2012).

graves (Essa at al., 2013). La correlación entre la

otros, 2012).

En un estudio, los niveles de

gravedad del deterioro social y cognitivo, y los

Una producción insuficiente de energía mitocondrial

mecanismos deficientes de detoxificación en TEA la

Además de lo anterior, en un estudio reciente en el

podría ser el resultado de y contribuir al estrés

ilustran más a fondo los descubrimientos preliminares

que examinaron a 187 niños con TEA se

oxidativo celular e inflamación crónica en TEA. Las

de aumento en los niveles de varios metales tóxicos

descubrieron biomarcadores metabólicos en el 7%

especies reactivas de oxígeno dañan las células y

y otros agentes tóxicos en el ambiente, al igual que

de los participantes y en estos 13 pacientes el

órganos, y los niveles elevados de estrés oxidativo

una menor actividad de glutatión-S-transferasa y

tratamiento de suplementación con biotina o el

han sido implicados en enfermedades

concentraciones más bajas de vitamina E en niños

establecimiento de una dieta ketogénica resultó en

autoinmunológicas, inflamatorias, cardiovasculares

con TEA en comparación con controles típicos

mejoras clínicas de leves a pronunciadas de

y neurodegenerativas, al igual que el cáncer. De

(Adams, y otros, 2013; Alabdali y otros, 2014;

características autistas (Spilioti y otros, 2013).

también probable relevancia al autismo es el

Rossignol y otros, 2014b; Yorbik y otros, 2010).

Además de lo anterior, la deficiencia de folato

descubrimiento del complejo papel de la inflamación

función mitocondrial como avenidas de tratamiento

cerebral, así como los autoanticuerpos contra los

crónica en los trastornos metabólicos con

para abordar los desequilibrios biomédicos en TEA y

“Nuestros hallazgos… sugieren que los individuos

receptores de folato, se sospechan desempeñar un

consecuencias en la cognición y comportamientos

ayudar a disminuir los comportamientos negativos,

con TEA deberán someterse a una evaluación que

papel patológico en algunos casos de autismo

(Lasselin y otros, 2014).

como la hiperactividad (Ghezzo y otros, 2013).

detecte la disfunción mitocondrial ya que

idiopático a razón de sus efectos negativos en el

innovadores y prometedores tratamientos para

metabolismo del folato cerebral y el conocido papel

En este contexto, los hallazgos más notables fueron

ubiquinol (CoQ10), carnosina y N-acetilcisteína

contrarrestar los trastornos mitocondriales se

que desempeñan en otros síndromes del

recientemente divulgados por Naviaux y colegas

(NAC, por sus siglas en inglés), agentes

encuentran en fase de desarrollo.” (Goh y otros,

neurodessarollo. Ambas condiciones con

(2014) cuyo estudio experimental de la activación

mitocondriales como la carnitina y precursores

2014)

frecuencia responden a terapia con ácido folínico

del sistema inmunitario materno se utilizó para

metabólicos como metilcobalamina y ácido polínico

(Frye y otros, 2012; Hyland y otros, 2010; Moretti y

impulsar un modelo animal para el autismo. En

han demostrado resultados preliminares

Un considerable porcentaje de pacientes con TEA

otros, 2005; Rameakers y Quadros, 2010;

animales afectados, las irregularidades

prometedores (Bertoglio y otros, 2010; Chez y otros,

presenta marcadores de un metabolismo energético

Ramaekers y otros, 2012) (además, favor de

conductuales las acompañaban disfunciones

2002; Fahmy y otros, 2013; Ghanizadeh y

mitocondrial irregular, como niveles elevados de

consultar la sección titulada ‘La autoinmunidad en

mitocondriales e inmunológicas, al igual que

Derakhshan, 2012; Gvozdjáková y otros, 2014;

lactato, piruvato y alanina en la sangre, orina y/o

TEA’). Los reportes positivos referentes al uso de

anomalías motoras, reflejando las deficiencias que

James y otros, 2009; Rossignol y Frye, 2011). NAC

líquido cerebroespinal, al igual que deficiencia de

dietas excluyentes en el autismo, como se ha

se encuentran en individuos con TEA. Tras esto, los

en particular parece ser una avenida prometedora

carnitina sérica (Filipek y otros, 2004; Frye y otros,

razonado en capítulos anteriores, plantean la

investigadores se concentraron en las mitoquinas

para reducir la irritabilidad (Hardan y otros, 2012;

2013a; Oliveira y otros, 2005). En la mayoría de los

posibilidad de que en algunos casos las dietas libres

ATP, un sistema de señalización en el cuerpo

Ghanizadeh y Moghimi-Sarani, 2013) o los

casos, esta irregularidad del metabolismo

de lácteos puedan disminuir los niveles de

compuesto de mitocondrias deterioradas el cual es

comportamientos autolesivos (Marler y otros, 2014)

energético no puede vincularse a causas

autoanticuerpos de folato (Ramaekers y otros,

imprescindible para la inmunidad innata. La

en algunos individuos con TEA. La

genéticas (Hadjixenofontos y otros, 2013) u otro

2008).

administración semanal del agente antipurinergic

tetrahidrobiopterina (BH4) también ha logrado

error innato primario del metabolismo; no obstante,

Isaksen y otros, 2012 ‘Los niños con trastornos del espectro autista: La importancia de las investigaciones médicas.’

Pequeños ensayos clínicos de antioxidantes como

suramina corrigió 16 anomalías multisistémicas en

resultados muy alentadores; se han observado

se conoce que en muchos casos de enfermedades

Los cambios químicos y metabólicos observados en

los animales, incluyendo disfunción mitocrondrial y

resultados estadísticamente significativos en

metabólicas, tales como los trastornos del ciclo de

el cerebro de individuos con TEA sugieren un

otras de índole metabólico, pérdida neuronal,

distintos dominios, como mejoras en la sensibilidad

la urea, errores innatos de biopterina o metabolismo

proceso dinámico de la enfermedad secundario a

alteración de la estructura y señalización de la

social, gestos autistas, hiperactividad y lenguaje

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 11 Max es un chico de 13 años con autismo de alto funcionamiento. Su cuadro clínico presenta un historial de 2-3 años de labilidad cada vez más frecuente del estado de ánimo, al igual que obstinación y una leve deficiencia cognitiva. Los comportamientos y el desempeño habían comenzado a afectar su nivel escolar. Sus exámenes médicos revelaron amígdalas extremadamente eritematosas. Los análisis de sangre revelaron una ASOT de 800 (vn > 200), niveles ligeramente elevados de plaquetas de 420 (vn > 400) y una ESR levemente elevada de 11 (vn > 10). Los resultados permanecieron irregulares con sólo respuesta parcial a los antibióticos. A Max se le remitió a otolaringología y subsiguientemente se sometió a una amigdalectomía; dentro de dos semanas mejoró su estado de ánimo, la obstinación cesó y sus calificaciones escolares regresaron a sus niveles normales.

20

“Este estudio revela que los trastornos o manifestaciones médicas son sumamente prevalentes entre niños y adolescentes diagnosticados con trastornos del espectro autista. Se descubrieron frecuentes irregularidades neurológicas clínicas y además encontramos un alto índice de patología como resultado de investigaciones médicas adicionales… Esto significa que es imprescindible practicar una minuciosa evaluación médica correspondiente en cada caso.”

sinapsis cerebral, tras lo cual se normalizaron los

inapropiado (Klaiman y otros, 2013; Frye y otros,

comportamientos sociales y la coordinación

2013b). Además de superar algunos de los

motora (Naviaux y otros, 2014). Ensayos de

comportamientos aberrantes en el autismo, los

suramina en participantes humanos se encuentran

tratamientos como l-carnitina cuentan con el

actualmente en marcha.

potencial de abordar con éxito las anomalías físicas, como la debilidad muscular o el deterioro motriz,

Se ha propuesto elevar los niveles de antioxidantes

que han demostrado estar relacionadas con la

y/o precursores metabólicos con nutracéuticos

gravedad del autismo (Kern y otros, 2013;

como ácidos grasos y otras maneras de apoyar la

Macdonald y otros, 2014). 21


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

línea basal sugiriendo menos modulación vagal en

“El cuidado de los jóvenes con trastornos del espectro autista puede ser abrumador para algunos médicos de atención primaria a razón de las múltiples condiciones comórbidas que con frecuencia acompañan los trastornos del espectro autista… Pero el tratamiento de estas condiciones relacionadas de salud con frecuencia ayudan a los niños con trastornos del espectro autista poder sentirse mejor y superar los comportamientos y el rendimiento escolar.” Dr. James Perrin, Profesor de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, Presidente Electo de la Academia Americana de Pediatría

Los profesionales de salud deberán estar

niños con TEA (Bal y otros, 2010).

autistas puede prevenirse bloqueando a los

promedio de epilepsia en niños con autismo es

mediadores inflamatorios principales (Sankar y otros,

aproximadamente 12%, incrementando a 26% en la

2014).

También se han observado irregularidades generales

adolescencia y adultez (Parmeggiani y otros, 2010;

en el funcionamiento del eje hipotalámico-pituitario-

Viscidi y otros, 2013). Además de lo anterior, se ha

“La epilepsia y la enfermedad autoinmunológica

adrenal (HPA), otro sistema estrechamente

encontrado actividad epileptiforme subclínica en la

con frecuencia se desarrollan de forma

involucrado en respuestas al estrés. Se han

mayoría de individuos con TEA, aun en ausencia de

simultánea; los pacientes con una de estas

encontrado niveles irregulares de hormonas de la

trastornos convulsivos clínicos (Isaksen y otros, 2012;

condiciones deberán someterse a vigilancia para

hipófisis anterior, hormonas adrenocorticotrópicas y

Lewine y otros, 1999; Muñoz-Yunta y otros, 2008).

detectar la otra. Al posible papel de la autoinmunidad en la epilepsia se le deberá

niveles pronunciadamente elevados de cortisol tras La epilepsia es un factor contribuyente principal al

prestar la debida consideración para evitar pasar

recuperación prolongada de secreción de cortisol en

alto riesgo de mortalidad que se observa en TEA,

por alto una causa a la que se le puede prestar

individuos con TEA en comparación con controles

haciendo la detección y tratamiento de esta

tratamiento.” (Ong y otros, 2014)

acondicionamiento del estrés, incluyendo

(Corbett y otros, 2010; Curin y otros, 2003; Iwata y

comorbilidad médica de suma importancia

otros, 2011; Spratt y otros, 2012).

(Mouridsen y otros, 2011, Woolfenden y otros, 2012). Cuando se encontrara presente actividad

ketogénica, la cual se ha empleado amplia y

Factores inmunológicos, como la inflamación crónica

epileptiforme, la implementación de estrategias

exitosamente para controlar o mejorar un amplio

Algunas pruebas preliminares indican que la dieta

y la exacerbación de reactividad alérgica, o factores

terapéuticas destinadas a su control a veces puede

espectro de tipos de convulsiones, también cuenta

relacionados con la disbiosis gastrointestinal y

resultar en considerables mejoras en el lenguaje y

con el potencial de mejorar los síntomas del autismo

conscientes de la posible presencia de la

traslocación microbiana en TEA, como se ha

comportamientos autistas además de reducir la

en algunos pacientes (Evangeliou y otros, 2003;

disfunción metabólica o mitocondrial y su

discutido anteriormente, ofrecen posibles

actividad convulsiva (García-Peñas, 2005; Lewine y

Herbert y Buckley, 2013; Spilioti y otros, 2013).

contribución a la etiología autista en algunos

explicaciones biológicas referentes a la desregulación

otros, 1999; Muñoz-Yunta y otros, 2008).

pacientes con TEA, aun en la ausencia de errores

observada del HPA.

Con respecto a estas pruebas, los estudios han “A razón de la frecuencia de los trastornos

demostrado un vínculo entre la enfermedad celíaca

mitocondrial.

La disfunción autónoma y del HPA son factores

convulsivos en la población (TEA), deberá

(CD, por sus siglas en inglés) — incluso en ausencia

neurobiológicos adicionales capaces de influir los

mantenerse un alto nivel de sospecha clínica para

de síntomas gastrointestinales — y la epilepsia y

Disfunción del sistema nervioso autónomo y eje hipotalámicopituitario-adrenal (HPA) en TEA

síntomas conductuales de TEA. Dado de que las

detectar síntomas sutiles de convulsiones.”

calcificaciones cerebrales, al igual que respuestas

señales autónomas son esenciales para el

(Kagan-Kushnir y otros, 2005).

procesamiento emocional, se ha sugerido que las anomalías autónomas observadas en TEA podrían

Observando los datos de un punto ligeramente

ha encontrado una serología celíaca positiva en

La disfunción del sistema nervioso autónomo (ANS,

contribuir a los déficits socioemocionales (Eilam-

distinto, el índice de TEA y otras anomalías

muchos pacientes con TEA que presentan una

por sus siglas en inglés) en el autismo ha sido en

Stock y otros, 2014).

innatos primarios del metabolismo o enfermedad

años recientes el objeto de creciente atención. En

positivas a cambios alimentarios en estos pacientes (Hijaz y otros, 213; Johnson y otros, 2013). Ya que se

neuroconductuales es pronunciadamente mayor en

mucosa intestinal normal (favor de consultar la

pacientes con epilepsia que en la población general,

sección titulada ‘Sensibilidad no celíaca al gluten en

niños y adultos con TEA, independientemente de

Por lo tanto, un enfoque en la disfunción

sugiriendo mecanismos patofisiológicos compartidos

TEA’), las investigaciones referentes a la

presentar los síntomas o señales externas más

autónoma podría ofrecer una posible vía de

(Helmstaedter y otros, 2014; Lin, 2013), como un

enfermedad celíaca, sensibilidad no celíaca al

obvios de irregularidades autónomas, con frecuencia

tratamiento para algunos de los síntomas

mecanismo inflamatorio autoinmunológico o cerebral,

gluten y epilepsia — aun en ausencia de síntomas

se han observado elevación de la actividad

debilitantes que frecuentemente se encuentran

ambos implicados en la patología del autismo (Choi y

gastrointestinales típicos o convulsiones francas

simpática y disminución de la actividad

presentes en TEA, como la intensificación de

Koh, 2008; Ong y otros, 2014; Suleiman y otros,

— posiblemente podrían rendirles buenos

parasimpática; varios estudios reportan alteraciones

ansiedad y falta de regulación emocional – como

2013; Vincent y otros, 2010). Particularmente en la

resultados al paciente con TEA.

de la frecuencia cardíaca y variabilidad de la

la impulsividad, agresión e irritabilidad – al igual

infección materna del modelo animal para el autismo,

frecuencia cardiaca, presión sanguínea diastólica y

que superar el funcionamiento cognitivo y verbal

la manifestación de ambos la epilepsia y síntomas

arterial medias, reflejo pupilar atípico a la luz

(Beversdorf y otros, 2011; Bodner y otros, 2012;

(Anderson y otros, 2013b; Cheshire, 2012; Daluwatte

Haspel, 1995; Ming y otros, 2008; Murphy, 2000;

y otros, 2013; Ming y otros, 2005; Patriquin y otros,

Narayanan y otros, 2010; Ratey y otros, 1987;

2011) y respuesta autónoma atípica a la ansiedad

Zamzow y otros, 2014).

(Kushki y otros, 2013). También se han encontrado niveles elevados de noradrenalina en plasma, indicativo de un estado crónico de hiperactividad del

Trastornos convulsivos en TEA

sistema nervioso simpático (Lake y otros., 1997).

22

Las cifras más recientes reportan que el índice

Además de lo anterior, se han reportado hallazgos de

El índice de trastornos convulsivos es

arritmia sinusal respiratoria a un nivel inferior al de

pronunciadamente mayor en individuos con TEA.

EJEMPLO DEL CASO PRÁCTICO 12 Iván es un chico de 5 años de edad con autismo regresivo quien se desarrolló normalmente como bebé, incluso desarrollando un habla normal (bilingüe). El niño comenzó a manifestar comportamientos inusuales a los 18 meses, que incluyeron caminar en puntillas, batir las manos y estereotipias motoras; además de lo anterior, perdió el habla previamente adquirida. El diagnóstico de autismo se recibió al año y 9 meses. Los problemas gastrointestinales de Iván comenzaron aproximadamente a los 24 meses de edad. Las heces empezaron a desarrollar mal olor, color claro y consistencia blanda. Iván sufría de una infección recurrente de herpes en las manos que ocasionó cicatrices permanentes. Iván ha recientemente presentado irritabilidad aguda, hiperactividad, perturbaciones del sueño e incontinencia esporádica. Sus comportamientos obsesivos fueron pronunciados. Un asesor reumatólogo lo examinó y además tomó muestras de sangre que rindieron resultados positivos de ASOT y antiDNasa B. Se le comenzó debidamente la administración de co-amoxiclav y sus nuevos síntomas se resolvieron rápidamente. El habla de Iván mejoró y comenzó a participar más en entornos sociales. Actualmente se encuentra bajo atención reumatológica por PANDAS y se ha reportado estar evolucionando debidamente. 23


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Al abordar la comorbilidad en el paciente con TEA: Consideraciones Médicas Investigar, identificar y prestarle tratamiento a una de las muchas condiciones que un paciente con TEA pueda sufrir conlleva una multitud

éstos y otros síntomas y comportamientos no deberán ser

de retos. Comunicar el dolor y todo otro síntoma que pueda procesarse

automáticamente atribuidos a la salud mental o problemas

de forma atípica, el nivel de valores iniciales de agitación, la falta de un

conductuales, ni tampoco ser inherentes a TEA u otra faceta

historial coherente, la complejidad de los procesos de la enfermedad que

preconcebida de dicho diagnóstico. Existen considerables pruebas de

puedan ser subclínicos y otros factores todos pueden contribuir a una

que estos comportamientos pueden ser de origen físico y deberán

evaluación desafiante. Con toda probabilidad, bajo dichas dificultades

buscarse explicaciones orgánicas para prevenir desviar el diagnóstico.

yacen como mínimo algunos de los considerables índices de mortalidad

l Los padres y cuidadores generalmente ofrecen información buena y

y morbilidad en TEA reportados consistentemente; los especialistas

precisa referente a los síntomas o cambios conductuales; no obstante,

clínicos necesitarán tomar los pasos necesarios para abordar estos

los padres y cuidadores podrían no estar conscientes de las posibles

retos. El creciente número de informes clínicos y estudios de casos

implicaciones de la sintomatología, especialmente si en algún momento

prácticos que señalan resultados positivos tras las investigaciones y

se las ha indicado que los comportamientos son ‘sencillamente autismo.’

tratamientos apropiados ofrecen aún más motivos para superar estas

l Los individuos con TEA que sufran dolor o incomodidad podrían no

dificultades.

poder identificar el sitio físico de dicho dolor/incomodidad en el cuerpo.

Los siguientes puntos deberán tomarse en consideración para poder efectuar un diagnóstico preciso:

Conclusión

Como lo reflejan las investigaciones actuales y la experiencia clínica,

l Los individuos con TEA podrían no responder de forma típica a las

Las comorbilidades médicas son mucho más prevalentes entre individuos con TEA que entre integrantes de la población general. Estas comorbilidades además podrían ser más difíciles de reconocer. Las condiciones médicas no se identifican en parte a razón de deficiencias en la comunicación y a veces por presentarse una sintomatología ambigua, pero numerosos subdiagnósticos y obstáculos al acceso de una atención apropiada de salud para personas con TEA también son el resultado de opiniones que comúnmente sustentan que los comportamientos y síntomas aberrantes son

enfermedades comunes.

sencillamente ‘parte del autismo.’ No prestarle tratamiento a estas

síntoma principal o único de una condición médica subyacente, la cual

Una atribución prematura de los problemas de salud física al fenotipo

patologías claramente resulta en desigualdad en la atención de salud y

podría ser aguda o crónica, en evolución o estable.

autista y las consecuencias de tal, exige que todo aquel con un interés

l Características, como comportamientos autolesivos, agresión,

particular en la salud del individuo con TEA — profesionales, padres y

despertarse en la noche, cambios de apetito, muecas y posturas

cuidadores — entiendan la siguiente lista, cuyo fin es avanzar el

extrañas no son parte de los criterios de diagnóstico para el autismo.

reconocimiento de los problemas comunes de salud en TEA:

l Un comportamiento problemático en el paciente con TEA podría ser el

Comportamientos que podrían indicar una enfermedad, dolor o incomodidad subyacentes incluyen: l Pérdida de habilidades previamente adquiridas

l Cambio de apetito o

l Cambio súbito de

l Intensificación de

comportamiento

ansiedad y/o comportamientos de evitación

l Irritabilidad y desánimo

preferencias alimentarias

l Posturas o buscar presionar una región específica

l Caminar en puntillas

con frecuencia l Comer/beber/tragar constantemente (comportamiento de ‘picoteo’)

l Comportamientos vinculados a la evacuación

l Muecas o arrugar la l Berrinches y comportamientos oposicionistas

l Mecerse de manera

repetitiva u otro movimiento repetitivo nuevo

l Agresión: inicio de, o alza, de comportamientos agresivos

l Despertarse con

frecuencia en la noche o perturbaciones generales del sueño

l Hiperresponsividad

sensorial: hiperacusis, defensibidad táctil, sensibilidad a la luz

l Cubrirse las orejas con

las manos

l Rechinar los dientes

l Carraspear, deglutir

l Comportamiento autolesivo: morder, pegar/cachetear la cara, darse cabezazos, alza inexplicable de autolesión

frente, gestos de dolor, tics

l Expresiones vocales:

exponen los individuos diagnosticados con TEA de sufrir desregulaciones

gemir, gruñir, suspirar, gimotear

un lado al otro, dar un salto tras otro

súbitos, dar vueltas y vueltas, y mirada fija

l Reflujo

l Dolor

de oído

l Oesofagitis

l Dolor

de muela

l Gastritis

l Estreñimiento

con heces blandas o duras (la causa subyacente será pertinente)

de garganta

l Colitis

o enfermedad musculoesquelética

l Trastorno l Sobrecrecimiento

l Dolor

l Lesión

bacterias en el intestino delgado

de

convulsivo (incluyendo crisis subclínica)

inmunológicas, alergias, sensibilidades alimenticias, una gama de trastornos gastrointestinales, estrés oxidativo excesivo, disfunción metabólica y mitocondrial, perturbaciones autónomas, actividad convulsiva subclínica y epilepsia franca. Las investigaciones además demuestran que una intensidad de muchas de estas condiciones coincide con una intensidad de

Las condiciones médicas comunes que se conocen ocasionar síntomas conductuales en TEA, incluyen aunque no se limitan a: de cabeza

intrínsecos al igual que para las condiciones médicas concurrentes. Un gran número de investigaciones actuales recalcan el riesgo mayor al que se

Las condiciones médicas subyacentes al dolor e incomodidad podrían ser agudas o crónicas, en evolución o estables.

l Dolor

de especialistas, tanto para el tratamiento de sus déficits funcionales

razón’

l Parpadeo, gritos l Comportamientos de repiqueteo: repiqueteo con los dedos en la garganta

Los niños y adultos con TEA necesitarán servicios adicionales pediátricos y/o

l Sollozos ‘sin ninguna

l Agitación: caminar de l Comportamientos bucales: mordisquear la ropa

constituye una gran injusticia contra el individuo.

l Trastorno

alérgico (incluyendo trastornos no mediados por IgE e intolerancias alimentarias)

los síntomas de TEA. Dado la creciente evidencia neurológica, inmunológica, metabólica y endocrina de que TEA es, por lo menos para un subgrupo de individuos, un trastorno de cuerpo entero; lo que actualmente se considera ser un diagnóstico conductual completo deberá representar el comienzo de la investigación y evaluación médica, no su fin.

(Breau y otros, 2002; 2009; Buie y otros, 2010; Goldson y Bauman, 2007; Jones y otros, 2007; Lea y otros, 2012; Munoz-Yunta y otros, 2008; Nader y otros, 2004; Smith y otros, 2012; Tracy y Wallace, 2001; Tudor y otros, 2014; Venkat y otros, 2012)

24

25


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Referencia

Bodner, K.E., Beversdorf, D.Q., Saklayen, S.S., et al. (2012) Noradrenergic moderation of working memory impairments in adults with autism spectrum disorder. J Int Neuropsychol Soc. 18:(3):556.

Abdallah, M., Mortensen, E., Greaves-Lord, K., et al. (2012) Neonatal levels of neurotrophic factors and risk of autism spectrum disorders. Acta Psychiatr Scand. 252:(1-2):75-82.

Boris, M. and Goldblatt, A. (2004) Pollen exposure as a cause for the deterioration of neurobehavioral function in children with autism and attention deficit hyperactive disorder: nasal pollen challenge. Journal of Nutritional and Environmental Medicine. 14:(1):47-54.

Abdallah, M.W., Michel, T. and Kohidai, L. (2014) Autism Spectrum Disorders and Circulating Chemokines. In: Patel, V. et al. eds. Comprehensive Guide to Autism. New York: Springer. Abisror, N., Mekinian, A., Lachassinne, E., et al. (2013) Autism spectrum disorders in babies born to mothers with antiphospholipid syndrome. Semin Arthritis Rheum. Dec;43(3):348-51. Adams, J.B., Johansen, L.J., Powell, L.D., et al. (2011) Gastrointestinal flora and gastrointestinal status in children with autism--comparisons to typical children and correlation with autism severity. BMC Gastroenterol. 11:(1):22. Adams, J.B., Audhya, T., McDonough-Means, S., et al. (2013) Toxicological status of children with autism vs. neurotypical children and the association with autism severity. Biol Trace Elem Res. Feb;151(2):171-80. Alabdali, A., Al-Ayadhi, L. and El-Ansary, A. (2014) A key role for an impaired detoxification mechanism in the etiology and severity of autism spectrum disorders. Behav Brain Funct. 10:14 Al-Ayadhi, L.Y. and Mostafa, G.A. (2013) Elevated serum levels of macrophage-derived chemokine and thymus and activation-regulated chemokine in autistic children. J Neuroinflammation. Jun 19;10:72. Al-Hakbany, M., Awadallah S. and Al-Ayadhi, L. (2014) The Relationship of HLA Class I and II Alleles and Haplotypes with Autism: A Case Control Study. Autism Res Treat. 242048. Anderson, D.K., Liang, J.W. and Lord, C. (2013a) Predicting young adult outcome among more and less cognitively able individuals with autism spectrum disorders. J Child Psychol Psychiatry. Dec 9. Anderson, C.J., Colombo, J., Unruh, K.E., et al. (2013b) Pupil and salivary indicators of autonomic dysfunction in autism spectrum disorder. Dev Psychobiol. Jul;55(5):46582. Angelidou, A., Alysandratos, K.-D., Asadi, S., et al. (2011) Brief Report: “Allergic Symptoms” in Children with Autism Spectrum Disorders. More than Meets the Eye?. J Autism Dev Disord. 41:(11):1579-1585. Anney, R., Klei, L., Pinto, D., et al. (2012) Individual common variants exert weak effects on the risk for autism spectrum disorderspi. Hum Mol Genet. Nov 1;21(21):478192. Armangue, T., Titulaer, M.J., Málaga, I., et al. (2013) Spanish Anti-N-methyl-DAspartate Receptor (NMDAR) Encephalitis Work Group. Pediatric anti-N-methyl-D-aspartate receptor encephalitis-clinical analysis and novel findings in a series of 20 patients. J Pediatr. Apr;162(4):850-856.e2. Ashwood, P., Anthony, A., Pellicer, A.A., et al. (2003) Intestinal lymphocyte populations in children with regressive autism: evidence for extensive mucosal immunopathology. J Clin Immunol. 23:(6): 504-517. Ashwood, P., Krakowiak, P., Hertz-Picciotto, I., et al. (2011) Elevated plasma cytokines in autism spectrum disorders provide evidence of immune dysfunction and are associated with impaired behavioral outcome. Brain Behav Immun. 25:(1):40-45. Atladóttir, H.O., Pedersen, M.G., Thorsen, P., et al. (2009) Association of family history of autoimmune diseases and autism spectrum disorders. Pediatrics. Aug;124(2):687-94. Baharnoori, M., Bhardwaj, S.K. and Srivastava, L.K. (2012) Neonatal behavioral changes in rats with gestational exposure to lipopolysaccharide: a prenatal infection model for developmental neuropsychiatric disorders. Schizophr Bull. 38:(3):444-456. Bal, E., Harden, E., Lamb, D., et al. (2010) Emotion recognition in children with autism spectrum disorders: relations to eye gaze and autonomic state. J Autism Dev Disord. Mar;40(3):358-70. Baldaçara, L., Diniz, T., Parreira, B., et al. (2011) Organic mental disorder after pneumococcal meningoencephalitis with autism-like symptoms. Rev Bras Psiquiatr. Dec;33(4):410-1. Barcia, G., Posar, A., Santucci, M., et al. (2008) Autism and coeliac disease. J Autism Dev Disord. 38(2):407-8. Barger, B.D., Campbell, J.M. and McDonough, J.D. (2012) Prevalence and Onset of Regression within Autism Spectrum Disorders: A Meta-analytic Review. J Autism Dev Disord. 1-12. Barrett B., Byford S., Sharac J., et al. (2012) Service and wider societal costs of very young children with autism in the UK. J Autism Dev Disord. May;42(5):797-804. Bauman, M.D., Iosif, A.M., Smith, S.E., et al. (2014) Activation of the maternal immune system during pregnancy alters behavioral development of rhesus monkey offspring. Biol Psychiatry. Feb 15;75(4):332-41. Bertoglio, K., James, J.S., Deprey, L., et al. (2010) Pilot study of the effect of methyl B12 treatment on behavioral and biomarker measures in children with autism. J Altern Complement Med. May;16(5):555-60. Beversdorf, D.Q., Saklayen, S., Higgins, K.F., et al. (2011) Effect of Propranolol on Word Fluency in Autism. Cogn Behav Neurol. 24:(1):11. Bilder, D., Botts, E.L., Smith, K.R., et al. (2013) Excess Mortality and Causes of Death in Autism Spectrum Disorders: A Follow up of the 1980s Utah/UCLA Autism Epidemiologic Study. J Autism Dev Disord, May;43(5):1196-204.

26

Boris, M., Kaiser, C.C., Goldblatt, A., et al. (2007) Effect of pioglitazone treatment on behavioral symptoms in autistic children. J Neuroinflammation. 4:(3). Breau, L.M., McGrath, P.J., Camfield, C.S., et al. (2002) Psychometric properties of the non-communicating children's pain checklist-revised. Pain. Sep;99(1-2):349-57. Breau, L. M. and Burkitt, C. (2009) Assessing pain in children with intellectual disabilities. Pain Res Manag. Mar-Apr; 14(2): 116–120. Breece, E., Paciotti, B., Nordahl, C.W., et al. (2013) Myeloid dendritic cells frequencies are increased in children with autism spectrum disorder and associated with amygdala volume and repetitive behaviors. Brain Behav Immun. Jul;31:69-75. Brimberg, L., Sadiq, A., Gregersen, P.K., et al. (2013) Brain-reactive IgG correlates with autoimmunity in mothers of a child with an autism spectrum disorder. Mol Psychiatry. 18(11):1171-7. Brouwers, P., Belman, A.L. and Epstein, L. (2004) Central nervous system involvement: manifestations, evaluation, and pathogenesis. In: Pizzo P.A. et al. eds, Pediatric AIDS: the challenge of HIV infection in infants, children, and adolescents, 2nd ed. Baltimore: Williams and Wilkins. Brown, A., Sourander, A., Hinkka-Yli-Salomäki, S., et al. (2013) Elevated maternal Creactive protein and autism in a national birth cohort. Mol Psychiatry. Jan 22. Buescher, A.V., Cidav, Z., Knapp, M., et al. (2014) Costs of Autism Spectrum Disorders in the United Kingdom and the United States. JAMA Pediatr. Jun 9. Buie, T., Campbell, D.B., Fuchs, G.J., et al. (2010a) Evaluation, diagnosis, and treatment of gastrointestinal disorders in individuals with ASDs: a consensus report. Pediatrics. 125: Suppl 1: S1-S18. Buie, T., Fuchs, G.J., Furuta, G.T., et al. (2010b) Recommendations for evaluation and treatment of common gastrointestinal problems in children with ASDs. Pediatrics. 125 Suppl 1: S19-S29. Buie, T. (2013) The relationship of autism and gluten. Clin Ther. 35(5):578-83. Caio, G., Volta, U., Tovoli, F., et al. (2014) Effect of gluten free diet on immune response to gliadin in patients with non-celiac gluten sensitivity. BMC Gastroenterol. Feb 13;14(1):26. Calvo P.L., Brunati, A., Spada, M., et al. (2014) Liver Transplantation in Defects of Cholesterol Biosynthesis: The Case of Lathosterolosis. Am J Transplant. Mar 12. Cao, X., Lin, P., Jiang, P., et al. (2013) Characteristics of the gastrointestinal microbiome in children with autism spectrum disorder: a systematic review. Shanghai Arch Psych. 25: 342-353. Carroccio, A., Mansueto, P., Iacono, G., et al. (2012) Non-Celiac Wheat Sensitivity Diagnosed by Double-Blind Placebo-Controlled Challenge: Exploring a New Clinical Entity. Am J Gastroenterol. 107(12):1898-906. Centers for Disease Control and Prevention CDC (2012) Prevalence of autism spectrum disorders--Autism and Developmental Disabilities Monitoring Network. MMWR Surveill Summ, 61:(3):1-19. http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/ss6103a1.htm Centers for Disease Control and Prevention CDC (2014) Prevalence of Autism Spectrum Disorder Among Children Aged 8 Years - Autism and Developmental Disabilities Monitoring Network, 11 Sites, United States, 2010. March 28, 2014 / 63(SS02);1-21 http://www.cdc.gov/mmwr/preview/mmwrhtml/ss6302a1.htm?s_cid=ss6302a1_w Chaidez, V., Hansen, R.L. and Hertz-Picciotto, I. (2013) Gastrointestinal Problems in Children with Autism, Developmental Delays or Typical Development. J Autism Dev Disord. Nov 6. Chandler, S., Carcani-Rathwell, I., Charman, T., et al. (2013) Parent-Reported Gastrointestinal Symptoms in Children with Autism Spectrum Disorders. J Autism Dev Disord. Feb 1. Chang, H.Y., Seo, J.H., Kim, H.Y., et al. (2013) Allergic diseases in preschoolers are associated with psychological and behavioral problems. Allergy Asthma Immunol Res. Sep;5(5):315-21. Chauhan, A., Audhya, T. and Chauhan, V. (2012) Brain region-specific glutathione redox imbalance in autism. Neurochem Res. 1-9. Cheely, C.A., Carpenter, L.A., Letourneau, E.J., et al. (2012) The Prevalence of Youth with Autism Spectrum Disorders in the Criminal Justice System. J Autism Dev Disord. 17. Chen, B., Girgis, S. and El-Matary, W. (2010) Childhood autism and eosinophilic colitis. Digestion. 81:(2):127-129. Chen, M.H., Su, T.P., Chen, Y.S., et al. (2012) Attention deficit hyperactivity disorder, tic disorder, and allergy: Is there a link? A nationwide population‐based study. J Child Psychol Psychiatry. Nov 12. Chen, M.-H., Su, T.-P., Chen, Y.-S., et al. (2013) Comorbidity of allergic and autoimmune diseases in patients with autism spectrum disorder: A nationwide population-based study. Res Autism Spect Dis. 7:(2):205-212.

Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Chen, J., Alberts, I. and Li, X. (2014) Dysregulation of the IGF-I/PI3K/AKT/mTOR signaling pathway in autism spectrum disorders. Int J Dev Neurosci. Mar 21;35C:35-41.

Edmonson, C., Ziats, M.N. and Rennert, O.M. (2014) Altered glial marker expression in autistic post-mortem prefrontal cortex and cerebellum. Mol Autism. Jan 10;5(1):3.

Cheshire, W.P. (2012) Highlights in clinical autonomic neuroscience: New insights into autonomic dysfunction in autism. Autonomic Neuroscienc. 171(1-2):4-7.

Eilam-Stock, T., Xu, P., Cao, M., et al. (2014) Abnormal autonomic and associated brain activities during rest in autism spectrum disorder. Brain. Jan;137(Pt1):153-71.

Chess, S. (1971) Autism in children with congenital rubella. J Autism Child Schizophr. Jan-Mar;1(1):33-47.

Ekiel, A., Aptekorz, M., Kazek, B., et al. (2010) Intestinal microflora of autistic children. Med Dosw Mikrobiol. 2010;62(3):237-43.

Chez, M.G., Buchanan, C.P., Aimonovitch, M.C., et al. (2002) Double-blind, placebocontrolled study of L-carnosine supplementation in children with autistic spectrum disorders. J Child Neurol. 17:(11):833-837.

Ekinci, O., Arman, A.R., Melek, I., et al. (2012) The phenomenology of autistic regression: subtypes and associated factors. Eur Child Adolesc Psychiatry. 1-7.

Chez, M.G., Dowling, T., Patel, P.B., et al. (2007) Elevation of tumor necrosis factoralpha in cerebrospinal fluid of autistic children. Pediatric neurology. 36:(6):361-365. Chez, M.G. and Guido-Estrada, N. (2010) Immune Therapy in Autism: Historical Experience and Future Directions with Immunomodulatory Therapy. Neurotherapeutic. Volume 7, Issue 3, July, Pages 293-301. Chez, M., Low, R., Parise, C., et al. (2012) Safety and observations in a pilot study of lenalidomide for treatment in autism. Autism Res Treat. 2012:291601. Epub 2012 Sep 11. Choi, J. and Koh, S. (2008) Role of brain inflammation in epileptogenesis. Yonsei Med J. Feb 29;49(1):1-18. Review. Cidav, Z., Marcus, S.C., Mandell, D.S., et al. (2012) Implications of childhood autism for parental employment and earnings. Pediatrics. Apr;129(4):617-23. Corbett, B.A., Schupp, C.W., Simon, D., et al. (2010) Elevated cortisol during play is associated with age and social engagement in children with autism. Mol Autism. Sep 27;1(1):13. Corrigan, N.M., Shaw, D.W., Estes, A.M., et al. (2013) Atypical developmental patterns of brain chemistry in children with autism spectrum disorder. JAMA Psychiatry. Sep;70(9):964-74. Coury, D.L., Ashwood, P., Fasano, A., et al. (2012) Gastrointestinal conditions in children with autism spectrum disorder: developing a research agenda. Pediatrics. 130: (Supplement 2): S160-S168 Creten, C., van der Zwaan, S., Blankespoor, R.J., et al. (2011) Late onset autism and anti-NMDA-receptor encephalitis. Lancet. Jul 2;378(9785):98.

El-Ansary, A. and Al-Ayadhi, L. (2012) Neuroinflammation in autism spectrum disorders. J Neuroinflammation. 9: (1): 265. Elmer, B.M., Estes, M.L., Barrow, S.L., et al. (2013) MHCI Requires MEF2 Transcription Factors to Negatively Regulate Synapse Density during Development and in Disease. J. Neurosci. 33:13791-13804. Emanuele, E., Orsi, P., Boso, M., et al. (2010) Low-grade endotoxemia in patients with severe autism. Neurosci Lett. 471:(3):162-165. Enstrom, A., Krakowiak, P., Onore, C., et al. (2009) Increased IgG4 levels in children with autism disorder. Brain Behav Immun. 23:(3):389-395. Equality Act 2010. London: HMSO Eriksson, M.A., Westerlund, J., Hedvall, Å., et al. (2012) Medical conditions affect the outcome of early intervention in preschool children with autism spectrum disorders. Eur Child Adolesc Psychiatry. 1-11. Essa, M.M., Braidy, N., Waly, M.I., et al. (2013) Impaired antioxidant status and reduced energy metabolism in autistic children. Res Autism Spect Dis. Vol 7;5.May.557– 565. Evangeliou, A., Vlachonikolis, I., Mihailidou, H., et al. (2003) Application of a ketogenic diet in children with autistic behavior: pilot study. J Child Neurol. Feb;18(2):113-8. Faust, T.W., Chang, E.H., Kowal, C., et al. (2010) Neurotoxic lupus autoantibodies alter brain function through two distinct mechanisms. Proc Natl Acad Sci U S A. Oct 26;107(43):18569-74. Fein, D., Barton, M., Eigsti, I.M., et al. (2013) Optimal outcome in individuals with a history of autism. J Child Psychol Psychiatry. 54:(2):195-205.

Croen, L.A., Zerbo, O., Qian, Y., et al. (2014) Psychiatric and Medical Conditions Among Adults with ASD. IMFAR paper presentation [ACCESSED 15 May 2014] https://imfar.confex.com/imfar/2014/webprogram/Paper17783.html

Filipek, P.A., Juranek, J., Nguyen, M.T., et al. (2004) Relative carnitine deficiency in autism. J Autism Dev Disord. 34:(6):615-623.

Cryan, J.F. and Dinan, T.G. (2010) Mind-altering microorganisms: the impact of the gut microbiota on brain and behaviour. Nat Rev Neurosci. Oct;13(10):701-12.

Finegold, S.M., Molitoris, D., Song, Y., et al. (2002) Gastrointestinal microflora studies in late-onset autism. Clin Infect Dis. 35:(Suppl 1):S6-S16.

Curin, J.M., Terzić, J., Petković, Z.B., et al. (2003) Lower cortisol and higher ACTH levels in individuals with autism. J Autism Dev Disord. Aug;33(4):443-8.

Finegold, S.M., Dowd, S.E., Gontcharova, V., et al. (2010) Pyrosequencing study of fecal microflora of autistic and control children. Anaerobe.16:(4):444-453.

Dada, T., Rosenzweig, J.M., Al Shammary, M., et al. (2014) Mouse model of intrauterine inflammation: Sex-specific differences in long-term neurologic and immune sequelae. Brain Behav Immun. Jan 31.

Foley, K.A., Ossenkopp, K.P., Kavaliers, M., et al. (2014) Pre- and neonatal exposure to lipopolysaccharide or the enteric metabolite, propionic Acid, alters development and behavior in adolescent rats in a sexually dimorphic manner. PLoS One. Jan 22;9(1):e87072.

Dahl, R.E., Bernhisel-Broadbent, J., Scanlon-Holdford, S., et al. (1995) Sleep disturbances in children with atopic dermatitis. Arch Pediatr Adolesc Med. 149:(8):856. Daluwatte, C., Miles, J.H., Christ, S.E., et al. (2013) Atypical pupillary light reflex and heart rate variability in children with autism spectrum disorder. J Autism Dev Disord. Aug;43(8):1910-25. Dantzer, R. and Kelley, K.W. (2007) Twenty years of research on cytokine-induced sickness behavior. Brain Behav Immun. Feb;21(2):153-60. De Angelis, M., Piccolo, M., Vannini, L., et al. (2013) Fecal microbiota and metabolome of children with autism and pervasive developmental disorder not otherwise specified. PLoS One. 2013 Oct 9;8(10):e76993. DeLong, G.R., Bean, S.C. and Brown, F.R. (1981) Acquired reversible autistic syndrome in acute encephalopathic illness in children. Arch Neurol. Mar;38(3):191-4. de Magistris, L., Familiari, V., Pascotto, A., et al. (2010) Alterations of the intestinal barrier in patients with autism spectrum disorders and in their first-degree relatives. J Pediatr Gastroenterol Nutr. 51:(4):418 de Magistris, L., Picardi, A., Siniscalco, D., et al. (2013) Antibodies against food antigens in patients with autistic spectrum disorders. Biomed Res Int. 2013:729349. de Theije, C.G., Wu, J., Koelink, P.J., et al. (2013) Autistic-like behavioral and neurochemical changes in a mouse model of food allergy. Behav Brain Res. December, ISSN 0166-4328.

Foster, J.A. and McVey Neufeld, K.A. (2013) Gut-brain axis: how the microbiome influences anxiety and depression. Trends Neurosci. May;36(5):305-12. Frye, R., Sequeira, J., Quadros, E., et al. (2012) Cerebral folate receptor autoantibodies in autism spectrum disorder. Molecular Psychiatr. Jan 10. Frye, R.E., Melnyk, S. and MacFabe, D.F. (2013a) Unique acyl-carnitine profiles are potential biomarkers for acquired mitochondrial disease in autism spectrum disorder. Transl Psychiatry. 3:(1):e220. Frye, R.E., DeLatorre, R., Taylor, H.B., et al. (2013b) Metabolic effects of sapropterin treatment in autism spectrum disorder: a preliminary study. Transl Psychiatry. Mar 5;3:e237. Furuta, G.T., Williams, K., Kooros, K., et al. (2012) Management of Constipation in Children and Adolescents With Autism Spectrum Disorders. Pediatrics. 130: (Supplement 2): S98-S105. Garcia-Penas, J. (2005) Antiepileptic drugs in the treatment of autistic regression syndromes. Revista de neurologia. 40:S173. Geluk, C.A., Jansen, L., Vermeiren, R., et al. (2011) Autistic symptoms in childhood arrestees: longitudinal association with delinquent behavior. J Child Psychol Psychiatry. 53:(2):160-167. Genuis, S.J. and Bouchard, T.P. (2010) Celiac disease presenting as autism. J Child Neurol. 25(1):114-9.

de Theije, C.G., Wopereis, H., Ramadan, M., et al. (2014) Altered gut microbiota and activity in a murine model of autism spectrum disorders. Brain Behav Immun. Mar;37:197-206.

Ghanizadeh, A. and Derakhshan, N. (2012) N-acetylcysteine for treatment of autism, a case report. J Res Med Sci. Oct;17(10):985-7.

Diaz Heijtz, R., Wang, S., Anuar, F., et al. (2011) Normal gut microbiota modulates brain development and behavior. Proc Natl Acad Sci U S A. February 15;108(7):3047– 3052.

Ghanizadeh, A. and Moghimi-Sarani, E. (2013) A randomized double blind placebo controlled clinical trial of N-Acetylcysteine added to risperidone for treating autistic disorders. BMC Psychiatry. Jul 25;13:196.

Diaz-Stransky, A. and Tierney, E. (2012) Cognitive and behavioral aspects of SmithLemli-Opitz syndrome. Am J Med Genet C Semin Med Genet. Nov 15;160C(4):295-300.

Ghaziuddin, M., Al-Khouri, I. and Ghaziuddin, N. (2002) Autistic symptoms following herpes encephalitis. Eur Child Adolesc Psychiatry. Jun;11(3):142-6.

Dodou, K. and Whiteley, P. (2014) Non-coeliac gluten sensitivity — a look at the evidence behind the headlines. Pharmaceut J. 292:25-27.

Ghezzo, A., Visconti, P., Abruzzo, P.M., et al. (2013) Oxidative Stress and Erythrocyte Membrane Alterations in Children with Autism: Correlation with Clinical Features. PLoS One. Jun19;8(6):e66418.

Duffy, F.H., Shankardass, A., McAnulty, G.B., et al. (2014) Corticosteroid therapy in regressive autism: a retrospective study of effects on the Frequency Modulated Auditory Evoked Response (FMAER), language, and behavior. BMC Neurol. May 15;14(1):70.

Gibney, S.M. and Drexhage, H.A. (2013) Evidence for a dysregulated immune system in the etiology of psychiatric disorders. J Neuroimmune Pharmacol. Sep;8(4):900-20.

27


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Medical Comorbidities in Autism Spectrum Disorders

Gillberg, C. (1986) Onset at age 14 of a typical autistic syndrome. A case report of a girl with herpes simplex encephalitis. J Autism Dev Disord. Sep;16(3):369-75.

Horvath, K., Papadimitriou, J.C., Rabsztyn, A., et al. (1999) Gastrointestinal abnormalities in children with autistic disorder. J Pediatr. 135:(5):559-563.

Gillberg, C., Billstedt, E., Sundh, V., et al. (2010) Mortality in autism: a prospective longitudinal community-based study. J Autism Dev Disord. 40:(3):352-357.

Hsiao, E.Y., McBride, S.W., Chow, J., et al. (2012) Modeling an autism risk factor in mice leads to permanent immune dysregulation. Proc Natl Acad Sci U S A. 109:(31):12776-12781.

Ginsberg, M.R., Rubin, R.A., Falcone, T., et al. (2012) Brain transcriptional and epigenetic associations with autism. PLoS One. 7(9):e44736. Goehler, L.E., Gaykema, R., Opitz, N., et al. (2005) Activation in vagal afferents and central autonomic pathways: Early responses to intestinal infection with Campylobacter jejuni. Brain Behav Immun. 19:(4):334-344. Goehler, L.E. and Gaykema, R.P. (2009) Neural pathways mediating behavioral changes associated with immunological challenge. In: Siegel, A. and Zalcman, S. eds. The Neuroimmunological Basis of Behavior and Mental Disorders. 35-58. Goh, S., Dong, Z., Zhang, Y., et al. (2014) Mitochondrial Dysfunction as a Neurobiological Subtype of Autism Spectrum Disorder: Evidence From Brain Imaging. JAMA Psychiatry. Apr 9. Goin-Kochel R., Esler, A.N., Kanne, S., et al. (2014) Developmental regression among children with autism spectrum disorder: Onset, duration, and effects on functional outcomes. Res Autism Spec Disord. 8:890-898. Goldson, E., & Bauman, M. (2007) Medical health assessment and treatment issues in autism. In R. L. Gabriels & D. E. Hill (Eds.), Growing up with autism: Working with school aged children. New York, NY: Guilford. Gonzalez-Toro, M.C., Jadraque-Rodriguez, R., Sempere-Perez, A., et al. (2013) AntiNMDA receptor encephalitis: two paediatric cases. Rev Neurol. Dec 1;57(11):504-8. Spanish. Goodwin, R.D., Galea, S., Perzanowski, M., et al. (2012) Impact of allergy treatment on the association between allergies and mood and anxiety in a population sample. Clin Exp Allergy. 42(12):1765-71. Gorrindo, P., Williams, K.C., Lee, E.B., et al. (2012) Gastrointestinal dysfunction in autism: parental report, clinical evaluation, and associated factors. Autism Res. 5(2):101-8. Grigorenko, E.L., Han, S.S., Yrigollen, C.M., et al. (2008) Macrophage migration inhibitory factor and autism spectrum disorders. Pediatrics. Aug;122(2):e438-45. Gu F., Chauhan, V., Kaur, K., et al. (2013) Alterations in mitochondrial DNA copy number and the activities of electron transport chain complexes and pyruvate dehydrogenase in the frontal cortex from subjects with autism. Transl Psychiatry. 3.e299. Gupta, S. (2000) Immunological treatments for autism. J Autism Dev Disord. Oct;30(5):475-9. Gupta, S., Rimland, B. and Shilling, P.D. (1996) Pentoxifylline: brief review and rationale for its possible use in the treatment of autism. J Child Neurol. Nov;11(6):501-4. Review. Gurney, J.G., McPheeters, M.L. and Davis, M.M. (2006) Parental report of health conditions and health care use among children with and without autism: National Survey of Children's Health. Arch Pediatr Adolesc Med. Aug;160(8):825-30. Gvozdjáková, A., Kucharská, J., Ostatníková, D., et al. (2014) Ubiquinol improves symptoms in children with autism. Oxid Med Cell Longev. 2014:798957. Hadjivassiliou, M., Duker, A.P. and Sanders, D.S. (2014) Gluten-related neurologic dysfunction. Handb Clin Neurol. 120:607-19. Hadjixenofontos, A., Schmidt, M.A., Whitehead, P.L., et al. (2013) Evaluating mitochondrial DNA variation in autism spectrum disorders. Ann Hum Genet. Jan;77(1):921. Hallmayer, J., Cleveland, S., Torres, A., et al. (2011) Genetic heritability and shared environmental factors among twin pairs with autism. Arch of Gen Psych., 68:(11):1095. Han, Y.M, Chan, A.S., Sze, S.L., et al. (2013) Altered immune function associated with disordered neural connectivity and executive dysfunctions: A neurophysiological study on children with autism spectrum disorders. Res Autism Spec Disor. Vol 7;6.June;662– 674. Hardan, A.Y., Fung, L.K., Libove, R.A., et al. (2012) A Randomized Controlled Pilot Trial of Oral N-Acetylcysteine in Children with Autism. Biol Psychiatry. 71(11):956-61. Haspel, T. (1995) Beta-blockers and the treatment of aggression. Har Rev Psychiatry. 2:(5):274-281. Helmstaedter, C., Aldenkamp, A.P., Baker, G.A., et al. (2014) Disentangling the relationship between epilepsy and its behavioral comorbidities - the need for prospective studies in new-onset epilepsies. Epilepsy Behav. Feb;31:43-7. Helt, M., Kelley, E., Kinsbourne, M., et al. (2008) Can children with autism recover? If so, how? Neuropsychol Rev. 18:(4):339-366. Herbert, M.R., Russo, J.P., Yang, S., et al. (2006) Autism and environmental genomics. Neurotoxicology. Sep;27(5):671-84. Herbert, M.R. and Buckley, J.A. (2013) Autism and dietary therapy: case report and review of the literature. J Child Neurol. Aug;28(8):975-82. Hijaz, N.M., Bracken, J.M. and Chandratre, S.R. (2013) Celiac crisis presenting with status epilepticus and encephalopathy. Eur J Pediatr. Jul 31. Hodgetts, S., Nicholas, D. and Zwaigenbaum, L. (2013) Home Sweet Home? Families’ Experiences With Aggression in Children With Autism Spectrum Disorders. Focus Autism Other Dev Disabl. Jan 18.

28

Hsiao, E.Y., McBride, S.W., Hsien, S., et al. (2013a) Microbiota modulate behavioral and physiological abnormalities associated with neurodevelopmental disorders. Cell. 155(7):1451-63. Hsiao, E.Y. (2013b) Immune dysregulation in autism spectrum disorder. Int Rev Neurobiol. Neurobiology of Autism. 113:269-302. Hsiao, E.Y. (2014) Gastrointestinal issues in autism spectrum disorder. Harv Rev Psychiatry. Mar-Apr;22(2):104-11. Hyland, K., Shoffner, J. and Heales, S.J. (2010) Cerebral folate deficiency. J Inherit Metab Dis. 33:(5):563-570. Isaksen, J., Bryn, V., Diseth, T.H., et al. (2012) Children with autism spectrum disorders–The importance of medical investigations. Eur J Paediatr Neurol. 17:(1):68-76. Ivarsson, S.A., Bjerre, I., Vegfors, P., et al. (1990) Autism as one of several disabilities in two children with congenital cytomegalovirus infection. Neuropediatrics. 1990 May;21(2):102-3. Iwata, K., Matsuzaki, H., Miyachi, T., et al. (2011) Investigation of the serum levels of anterior pituitary hormones in male children with autism. Mol Autism. Oct 19;2:16. Jaffe, J.S. and Timell, A.M. (2003) Prevalence of low bone density in institutionalized men with developmental disabilities. J Clin Densitom. 6:(2):143-147. Jaffe, J.S., Timell, A.M. and Gulanski, B.I. (2001) Prevalence of low bone density in women with developmental disabilities. J Clin Densitom. 4:(1):25-29. James, S.J., Melnyk, S., Fuchs, G., et al. (2009) Efficacy of methylcobalamin and folinic acid treatment on glutathione redox status in children with autism. Am J Clin Nutr. 89:(1):425-430.

Kohman, R.A., Hash-Converse, J.M. and Kusnecov, A.W. (2009) Effect of Systemic Challenge with Bacterial Toxins on Behaviors Relevant to Mood, Anxiety and Cognition. In Siegel, A. and Zalcman S, eds.: The Neuroimmunological Basis of Behavior and Mental Disorders. 183-208. Kraneveld, A.D., de Theije, C.G., van Heesch, F., et al. (2014) The neuro-immune axis: prospect for novel treatments for mental disorders. Basic Clin Pharmacol Toxicol. Jan;114(1):128-36. Kushak, R.I., Lauwers, G.Y., Winter, H.S., et al. (2011) Intestinal disaccharidase activity in patients with autism. Effect of age, gender, and intestinal inflammation. Autism. 15:(3):285-294. Kushki, A., Drumm, E., Pla Mobarak, M., et al. (2013) Investigating the autonomic nervous system response to anxiety in children with autism spectrum disorders. PLoS One. 8(4):e59730. Lajonchere, C., Jones, N., Coury, D.L., et al. (2012) ‘Leadership in Health Care, Research, and Quality Improvement for Children and Adolescents With Autism Spectrum Disorders: Autism Treatment Network and Autism Intervention Research Network on Physical Health’. Pediatrics. Vol. 130 No. Supplement 2. November 1. Lake, C.R., Ziegler, M.G. and Murphy, D.L. (1977) Increased norepinephrine levels and decreased dopamine-beta-hydroxylase activity in primary autism. Arch Gen Psychiatry. May;34(5):553-6. Lasselin, J. & Capuron, L. (2014) Chronic low-grade inflammation in metabolic disorders: relevance for behavioral symptoms. Neuroimmunomod. 21(2-3):95-101. Lau, N.M., Green, P.H., Taylor, A.K., et al. (2013) Markers of Celiac Disease and Gluten Sensitivity in Children with Autism. PLoS One. 8(6):e66155. Lavelle, T.A., Weinstein, M.C., Newhouse, J.P., et al. (2104) Economic Burden of Childhood Autism Spectrum Disorder. Pediatrics.2013-0763. Lea, C.L., Sauven, N. and Thorpe, M.P.B. (2012) Explaining the Unexplained: How Far to Investigate Symptoms in Learning Disabled Patients?. Arch Dis Child. 97. A137. Lee, J.Y., Huerta, P.T., Zhang, J., et al. (2009) Neurotoxic autoantibodies mediate congenital cortical impairment of offspring in maternal lupus. Nat Med. Jan;15(1):91-6.

Marques, F., Joao Brito, M., Conde, M., et al. (2014) Autism Spectrum Disorder Secondary to Enterovirus Encephalitis. J Child Neurol. May 2014 vol. 29;5.708-714. Martin, L.A., Ashwood, P., Braunschweig, D., et al. (2008) Stereotypies and hyperactivity in rhesus monkeys exposed to IgG from mothers of children with autism. Brain Behav Immun. Aug;22(6):806-16. Masi, A., Quintana, D.S., Glozier, N., et al. (2014) Cytokine aberrations in autism spectrum disorder: a systematic review and meta-analysis. Mol Psych. 17 June. Massari, S., Liso, M., De Santis, L., et al. (2011) Occurrence of nonceliac gluten sensitivity in patients with allergic disease. Int Arch Allergy Immunol. 155:(4):389-394. Matarazzo, E.B. (2002) Treatment of late onset autism as a consequence of probable autommune processes related to chronic bacterial infection. World J Biol.Psychiatry. 3:(3):162-166. Mayatepek, E. (2010) Inherited Metabolic Diseases. In: Hoffmann G. et al. eds. Psychiatric Disease. Springer Berlin Heidelberg. Mazefsky, C.A., Schreiber, D.R., Olino, T.M., et al. (2013) The association between emotional and behavioral problems and gastrointestinal symptoms among children with high-functioning autism. Autism. Oct 8. Mazurek, M.O., Vasa, R.A., Kalb, L.G., et al. (2012) Anxiety, Sensory OverResponsivity, and Gastrointestinal Problems in Children with Autism Spectrum Disorders. J Abn Child Psych. Aug 1:1-12. Meldrum, S.J., D'Vaz, N., Dunstan, J.A., et al. (2012) Allergic disease in the first year of life is associated with differences in subsequent neurodevelopment and behavior. Early Hum Dev. Jul;88(7):567-73. Meszaros, Z.S., Perl, A. and Faraone, S.V. (2012) Psychiatric symptoms in systemic lupus erythematosus: a systematic review. J Clin Psychiatry. Jul;73(7):993-1001. Meyer, U. (2014) Prenatal poly(i:C) exposure and other developmental immune activation models in rodent systems. Biol Psychiatry. Feb 15;75(4):307-15. Millman, M., Campbell, M., Wright, K., et al. (1976) Allergy and learning disabilities in children. Ann Allerg. 36: 149-160.

Johnson, A.M., Dale, R.C., Wienholt, L., et al. (2013) Coeliac disease, epilepsy, and cerebral calcifications: association with TG6 autoantibodies. Dev Med Child Neurol. Jan;55(1):90-3.

Legido, A., Jethva, R. and Goldenthal, M.J. (2013) Mitochondrial dysfunction in autism. Semin Pediatr Neurol. 20(3):163-75.

Jones, S., Howard, L., Thornicroft, G. (2008) 'Diagnostic overshadowing': worse physical health care for people with mental illness. Acta Psychiatr Scand. Sep;118(3):169-71.

Lewine, J.D., Andrews, R., Chez, M., et al. (1999) Magnetoencephalographic patterns of epileptiform activity in children with regressive autism spectrum disorders. Pediatrics. 104:(3):405-418.

Ming, X., Julu, P.O., Brimacombe, M., et al. (2005) Reduced cardiac parasympathetic activity in children with autism. Brain Dev. 27:(7):509-516.

Jorge, R., Aguiar, C., Espinheira, C., et al. (2014) A pediatric case of gluten sensitivity with severe neurological presentation. Eur J Pediatr. May 13.

Li, X., Chauhan, A., Sheikh, A.M., et al. (2009) Elevated immune response in the brain of autistic patients. J Neuroimmunol. 207:(1):111-116.

Ming, X., Gordon, E., Kang, N., et al. (2008) Use of clonidine in children with autism spectrum disorders. Brain Dev. Aug;30(7):454-60.

Jung, J. Y., Kohane I. S. and Wall, P. D. (2011) Identification of autoimmune gene signatures in autism. Transl Psychiatry. Dec 13;1:e63.

Libbey, J.E., Sweeten, T.L., McMahon, W.M., et al. (2005) Autistic disorder and viral infections. J Neurovirol. 11:1-10.

Ming, X., Stein, T.P., Barnes, V., et al. (2012) Metabolic perturbance in autism spectrum disorders: A metabolomics study. J Proteome Res. 11:(12):5856-5862.

Jyonouchi, H. (2010) Autism spectrum disorders and allergy: observation from a pediatric allergy/immunology clinic. Expert Rev Clin Immunol. 6: (3): 397-411.

Liezmann, C., Klapp, B. and Peters, E. (2011) Stress, atopy and allergy: A reevaluation from a psychoneuroimmunologic persepective. Dermato-endocrinol. 3:(1):37-40.

Molloy, C.A., Morrow, A.L., Meinzen-Derr, J., et al. (2006) Elevated cytokine levels in children with autism spectrum disorder. J Neuroimmunol. 172:(1):198-205.

Kagan-Kushnir, T., Roberts, S.W. and Snead, O.C. (2005) Screening electroencephalograms in autism spectrum disorders: evidence-based guideline. J Child Neurol. 20:(3):197-206. Kalogeromitros, D., Syrigou, E., Makris, M., et al. (2007) Nasal provocation of patients with allergic rhinitis and the hypothalamic-pituitary-adrenal axis. Ann Allergy Asthma Immunol. 98:(3):269-273. Kameno, Y., Iwata, K., Matsuzaki, H., et al. (2013) Serum levels of soluble platelet endothelial cell adhesion molecule-1 and vascular cell adhesion molecule-1 are decreased in subjects with autism spectrum disorder. Mol Autism. Jun 17;4(1):19. Kang, V., Wagner, G.C. and Ming, X. (2014) Gastrointestinal Dysfunction in Children With Autism Spectrum Disorders. Autism Res. Apr 21. Kanne, S.M. and Mazurek, M.O. (2011) Aggression in children and adolescents with ASD: Prevalence and risk factors. J Autism Dev Disord. 41:(7):926-937.

Lin, J.J., Siddarth, P., Riley, J.D., et al. (2013) Neurobehavioral comorbidities of pediatric epilepsies are linked to thalamic structural abnormalities. Epilepsia. Dec;54(12):2116-24. Liptak, G.S., Stuart, T. and Auinger, P. (2006) Health care utilization and expenditures for children with autism: data from U.S. national samples. J Autism Dev Disord. Oct;36(7):871-9. Liu, L., Sabo, A., Neale, B.M. (2013) Analysis of rare, exonic variation amongst subjects with autism spectrum disorders and population controls. PLoS Genet. Apr;9(4):e1003443. Ludvigsson, J.F., Reichenberg, A., Hultman, C.M., et al. (2013) A nationwide study of the association between celiac disease and the risk of autistic spectrum disorders. JAMA Psychiatry. 70(11):1224-30.

Kern, J.K., Geier, D.A., Adams, J.B., et al. (2013) Autism severity and muscle strength: A correlation analysis. Res Autism Spec Disor. Jul–Sept;1011–1015.

Lv, Y.T., Zhang, Y., Liu, M., et al. (2013) Transplantation of human cord blood mononuclear cells and umbilical cord-derived mesenchymal stem cells in autism. J Translat Med. 11:196

Khandaker, G.M., Zammit, S., Lewis, G., et al. (2014) A population-based study of atopic disorders and inflammatory markers in childhood before psychotic experiences in adolescence. Schizophr Res. 152(1):139-45.

Macdonald, M., Lord, C. and Ulrich, D.A. (2014) Motor skills and calibrated autism severity in young children with autism spectrum disorder. Adapt Phys Activ Q. Apr;31(2):95-105.

Kim, J.W., Choi, C.S., Kim, K.C., et al. (2013) Gastrointestinal tract abnormalities induced by prenatal valproic acid exposure in rat offspring. Toxicol Res. 29(3):173-9.

McDougle, C.J. and Carlezon, W.A. (2013) Neuroinflammation and Autism: Toward Mechanisms and Treatments. Neuropsychopharm. 38:(1):241-242.

Kipnis, J., Cohen, H., Cardon, M., et al. (2004) T cell deficiency leads to cognitive dysfunction: implications for therapeutic vaccination for schizophrenia and other psychiatric conditions. Proc Natl Acad Sci U S A. 101:(21):8180-8185.

McElhanon, B.O., McCracken, C., Karpen, S., et al. (2014) Gastrointestinal Symptoms in Autism Spectrum Disorder: A Meta-analysis. Pediatrics. Apr 28.

Kitajima, J., Inoue, H., Ohga, S., et al. (2012) Differential transmission and postnatal outcomes in triplets with intrauterine cytomegalovirus infection. Pediatr Dev Pathol. MarApr;15(2):151-5. Klaiman, C., Huffman, L., Masaki, L., et al. (2013) Tetrahydrobiopterin as a treatment for autism spectrum disorders: a double-blind, placebo-controlled trial. J Child Adolesc Psychopharmacol. Jun;23(5):320-8. Klein, G.L., Ziering, R.W., Girsh, L.S., et al. (1985) The allergic irritability syndrome: four case reports and a position statement from the Neuroallergy Committee of the American College of Allergy. Ann Allerg. 55:(1):22. Kohane, I.S., McMurry, A., Weber, G., et al. (2012) The Co-Morbidity Burden of Children and Young Adults with Autism Spectrum Disorders. PloS One. 7:(4):e33224.

MacFabe, D.F., Cain, N.E., Boon, F., et al. (2011) Effects of the enteric bacterial metabolic product propionic acid on object-directed behavior, social behavior, cognition, and neuroinflammation in adolescent rats: Relevance to autism spectrum disorder. Behav Brain Res. 217:(1):47-54. Mankoski, R.E., Collins, M., Ndosi, N.K., et al. (2006) Etiologies of autism in a caseseries from Tanzania. J Autism Dev Disord. Nov;36(8):1039-51. Markowitz, P.I. (1983) Autism in a child with congenital cytomegalovirus infection. J Autism Dev Disord. Sep;13(3):249-53. Marler, S., Sanders, K.B. and Veenstra-Vanderweele J. (2014) N-Acetylcysteine as Treatment for Self-Injurious Behavior in a Child with Autism. J Child Adolesc Psychopharmacol. May 9.

Millward, C., Ferriter, M., Calver, S.J., et al. (2008) Gluten‐and casein‐free diets for autistic spectrum disorder. Coch Lib. 6;(2):CD003498.

Moretti, M.D., Sahoo, T. and Hyland, K. (2005) Cerebral folate deficiency with developmental delay, autism, and response to folinic acid. Neurology. March 22,vol.64.no.6.1088-1090 Morgan, J.T., Chana, G., Abramson, I., et al. (2012) Abnormal microglial-neuronal spatial organization in the dorsolateral prefrontal cortex in autism. Brain Res. May 25;1456:72-81. Moss, H.A., Brouwers, P., Walters, P. L., et al. (1994). The development of a Q-sort behavioral rating procedure for pediatric HIV patients. J Ped Psych. Feb.Vol 19,1:27-46 Mostafa, G.A., Hamza, R.T. and El-Shahawi, H.H. (2008) Allergic manifestations in autistic children: Relation to disease severity. J of Ped Neurol. 6, pp. 115–123. Mostafa, G.A. and Al-Ayadhi, L.Y. (2012) The relationship between the increased frequency of serum antineuronal antibodies and the severity of autism in children. Eur J Paed Neurology. 16(5):464-8. Mostafa, G.A. and Al-Ayadhi, L.Y. (2013) The possible relationship between allergic manifestations and elevated serum levels of brain specific auto-antibodies in autistic children. J Neuroimmunol. Aug 15;261(1-2):77-81. Mostafa, G.A., El-Sherif, D.F and Al-Ayadhi, L.Y. (2014) Systemic auto-antibodies in children with autism. J Neuroimmunol. Apr 26. Mouridsen, S.E., Rich, B. and Isager, T. (2011) A longitudinal study of epilepsy and other central nervous system diseases in individuals with and without a history of infantile autism. Brain Dev. 33: (5): 361-366. Mukaddes, N.M., Tutkunkardaş, M.D., Sari, T.O., et al. (2014) Characteristics of children who lost the diagnosis of autism: A sample from Istanbul, Turkey. Aut Res Treat. Article ID 472120. Munoz-Yunta, J., Ortiz, T., Palau-Baduell, M., et al. (2008) Magnetoencephalographic pattern of epileptiform activity in children with early-onset autism spectrum disorders. Clin Neurophysiol. 119: (3):626-634. Muratore, C.R., Hodgson, N.W., Trivedi, M.S., et al. (2013) Age-dependent decrease and alternative splicing of methionine synthase mRNA in human cerebral cortex and an accelerated decrease in autism. PLoS One. 8(2):e56927. Murphy, J.V., Wheless, J.W. and Schmoll, C.M. (2000) Left vagal nerve stimulation in six patients with hypothalamic hamartomas. Pediatr Neurol. Aug;23(2):167-8. Myint, A.M., Schwarz, M.J., Steinbusch, H.W., et al. (2009) Neuropsychiatric disorders related to interferon and interleukins treatment. Metab Brain Disease. 24:(1):55-68.

29


Comorbilidades médicas en los trastornos del espectro autista

Medical Comorbidities in Autism Spectrum Disorders People With Asperger's Syndrome. J Clin Psych. 68(10):1142-8.

mental disorders. Springer. ISBN-10: 0387848509.

Nader, R., Oberlander, T.F., Chambers, C.T., et al. (2004) Expression of pain in children with autism. Clin J Pain. Mar-Apr;20(2):88-97.

Ouellette-Kuntz, H., Coo, H., Lam, M., et al. (2014) The changing prevalence of autism in three regions of Canada. J Autism Dev Disord. Jan;44(1):120-36.

Smith, M.D., Graveline, P.J. and Smith, J.B. (2012) Autism and Obstacles to Medical Diagnosis and Treatment. Focus Autism Other Dev Disabl. 27:189-195.

Naik, U.S., Gangadharan, C., Abbagani, K., et al. (2011) A study of nuclear transcription factor-kappa B in childhood autism. PloS One. 6:(5):e19488.

Ramaekers, V.T., Sequeira, J.M., Blau, N., et al. (2008) A milk-free diet downregulates folate receptor autoimmunity in cerebral folate deficiency syndrome. Dev Med Child Neurol. May;50(5):346-52.

Spilioti, M., Evangeliou, A., Tramma, D. et al. (2013) Evidence for Treatable Inborn Errors of Metabolism in a Cohort of 187 Greek Patients with Autism Spectrum Disorder (ASD). Frontiers in Human Neuroscience. Vol. 7.

Rameakers, V.T. and Quadros, E.V. (2010) Folate receptor autoimmunity in cerebral folate deficiency. In: Dale, R.C. and Vincent, A. eds. Inflammatory and Autoimmune Disorders of the Nervous System in Children. Mac Keith Press.

Spratt, E.G., Nicholas, J.S., Brady, K.T., et al. (2012) Enhanced cortisol response to stress in children in autism. J Autism Dev Disord. Jan;42(1):75-81.

Napoli, E., Wong, S., Hertz-Picciotto, E., et al. (2014) Deficits in Bioenergetics and Impaired Immune Response in Granulocytes From Children With Autism. Pediatrics. 133(5):e1405. Narayanan, A., White, C.A., Saklayen, S., et al. (2010) Effect of Propranolol on Functional Connectivity in Autism Spectrum Disorder—A Pilot Study. Brain Imaging Behav. 4:(2):189-197.

Ramaekers, V., Sequeira, J.M. and Quadros, E.V. (2012) Clinical recognition and aspects of the cerebral folate deficiency syndromes. Clin Chem Lab Med. Dec 20:1-15.

Naviaux, J.C., Schuchbauer, M.A., Li, K., et al. (2014) Reversal of autism-like behaviors and metabolism in adult mice with single-dose antipurinergic therapy. Transl Psychiatry. Jun

Ramirez, P.L., Barnhill, K., Gutierrez, A., et al. (2013) Case Report: Improvements in Behavioral Symptoms following Antibiotic Therapy in a 14-Year-Old Male with Autism. Case Reports in Psychiatry. Vol 2013, Article ID 239034.

Nicolaidis, C., Raymaker, D., McDonald, K., et al. (2013) Comparison of Healthcare Experiences in Autistic and Non-Autistic Adults: A Cross-Sectional Online Survey Facilitated by an Academic-Community Partnership. J Gen Intern Med. Jun;28(6):761-9.

Ratey, J.J., Bemporad, J., Sorgi, P., et al. (1987) Brief report: open trial effects of betablockers on speech and social behaviors in 8 autistic adults. J Autism Dev Disord. 17: (3): 439-446.

Suleiman, J., Brilot, F., Lang, B., et al. (2013) Autoimmune epilepsy in children: case series and proposed guidelines for identification. Epilepsia. Jun;54(6):1036-45.

Nordahl, C.W., Braunschweig, D., Iosif, A.M., et al. (2013) Maternal autoantibodies are associated with abnormal brain enlargement in a subgroup of children with autism spectrum disorder. Brain Behav Immun. May;30:61-5.

Rodrigues, D.H., Rocha, N.P., Sousa, L.F., et al. (2014) Changes in adipokine levels in autism spectrum disorders. Neuropsychobiology. 69(1):6-10.

Suzuki, K., Matsuzaki, H., Iwata, K., et al. (2011) Plasma cytokine profiles in subjects with high-functioning autism spectrum disorders. PloS one. 6:(5):e20470.

Rose, S., Melnyk, S., Pavliv, O., et al. (2012) Evidence of oxidative damage and inflammation associated with low glutathione redox status in the autism brain. Transl Psychiatry. 2:(7):e134.

Suzuki, K., Sugihara, G., Ouchi, Y., et al. (2013) Microglial activation in young adults with autism spectrum disorder. JAMA Psychiatry. Jan;70(1):49-58.

Oliveira, G., Diogo, L., Grazina, M., et al. (2005) Mitochondrial dysfunction in autism spectrum disorders: a population‐based study. Dev Med Child Neurol. 47:(3):185-189. Olivié H. (2012) The medical care of children with autism. Eur J Pediatr. May;171(5):7419. Ong, M.S., Kohane, I.S., Cai, T., et al. (2014) Population-Level Evidence for an Autoimmune Etiology of Epilepsy. JAMA Neurol. Mar 31. Onore, C.E., Schwartzer, J.J., Careaga, M., et al. (2014) Maternal Immune Activation Leads to Activated Inflammatory Macrophages in Offspring. Brain Behav Immun. Feb 21. Orinstein, A.J., Helt, M., Troyb, E., et al. (2014) Intervention for optimal outcome in children and adolescents with a history of autism. J Dev Behav Pediatr. 2014 May;35(4):247-56. Ozonoff, S. (2013) Editorial: Recovery from autism spectrum disorder (ASD) and the science of hope. J Child Psychol Psychiatry. 54:(2). Palmieri, L. and Persico, A.M. (2010) Mitochondrial dysfunction in autism spectrum disorders: Cause or effect? Biochimica et Biophysica Acta (BBA)-Bioenergetics. 1797:(6):1130-1137.

Rose, S., Frye, R.E., Slattery, J., et al. (2014) Oxidative stress induces mitochondrial dysfunction in a subset of autism lymphoblastoid cell lines in a well-matched case control cohort. PLoS One. 9(1):e85436. Rossignol, D.A. and Frye, R. (2011) Mitochondrial dysfunction in autism spectrum disorders: a systematic review and meta-analysis. Mol Psychiatry. 17:(3): 90-314. Rossignol, D.A. and Frye, R.E. (2014) Evidence linking oxidative stress, mitochondrial dysfunction, and inflammation in the brain of individuals with autism. Front Physiol. 22 April. Rossignol, D.A., Genuis, S.J. and Frye, R.E. (2014b) Environmental toxicants and autism spectrum disorders: a systematic review. Transl Psychiatry. Feb 11;4:e360. Sakamoto, A., Moriuchi, H., Matsuzaki, J., et al. (2014) Retrospective diagnosis of congenital cytomegalovirus infection in children with autism spectrum disorder but no other major neurologic deficit. Brain Dev. Apr 22. Sandin, S., Lichtenstein, P., Kuja-Halkola, R., et al. (2014) The Familial Risk of Autism. JAMA. 311(17):1770-1777.

Stubbs, E.G., Budden, S.S., Burger, D.R., et al. (1980) Transfer factor immunotherapy of an autistic child with congenital cytomegalovirus. J Autism Dev Disord. 1980 Dec;10(4):451-8. Sukhodolsky, D.G., Scahill, L., Gadow, K.D., et al. (2008) Parent-rated anxiety symptoms in children with pervasive developmental disorders: Frequency and association with core autism symptoms and cognitive functioning. J Abnorm Child Psychol. 36:(1):117-128.

Sweeten, T.L., Bowyer, S.L., Posey, D.J., et al. (2003) Increased prevalence of familial autoimmunity in probands with pervasive developmental disorders. Pediatrics. 112:(5):e420. Sweeten, T.L., Posey, D.J. and McDougle, C.J. (2014) Brief report: autistic disorder in three children with cytomegalovirus infection. J Autism Dev Disord. Oct;34(5):583-6. Tang, G., Gutierrez Rios, P., Kuo, S.H., et al. (2013) Mitochondrial abnormalities in temporal lobe of autistic brain. Neurobiol Dis. Jun;54:349-61. Tepper, V.J., Farley, J.J., Rothman, I.I., et al. (1998). Neurodevelopmental/neuroradiologic recovery of a child infected with HIV after treatment with combination antiretroviral therapy using the HIV-specific protease inhibitor ritonavir. Pediatrics. 101(3):E7. Tetreault, N.A., Hakeem, A.Y., Jiang, S., et al. (2012) Microglia in the cerebral cortex in autism. J Autism Dev Disord. Dec;42(12):2569-84. Theoharides, T.C. (2013) Is a subtype of autism an allergy of the brain? Clin Ther. 35(5):584-91.

Walker, C.K., Anderson, K.W., Milano, K.M., et al. (2013b) Trophoblast inclusions are significantly increased in the placentas of children in families at risk for autism. Biol Psychiatry. Aug 1;74(3):204-11. Wang, K., Zhang, H., Ma, D., et al. (2009) Common genetic variants on 5p14.1 associate with autism spectrum disorders. Nature. 459:(7246):528-533. Wang, L.W., Tancredi, D.J. and Thomas, D.W. (2011) The prevalence of gastrointestinal problems in children across the United States with autism spectrum disorders from families with multiple affected members. J Develop Behav Ped. 32:(5):351-360. Wang, L., Christophersen, C.T., Sorich, M.J., et al. (2012) Elevated fecal short chain fatty acid and ammonia concentrations in children with autism spectrum disorder. Dig Dis Sci. Aug;57(8):2096-102. Wang, L., Christophersen, C.T., Sorich, M.J., et al. (2013) Increased abundance of Sutterella spp. and Ruminococcus torques in feces of children with autism spectrum disorder. Mol Autism. 4(1):42. Wei, H., Zou, H., Sheikh, A.M., et al. (2011) IL-6 is increased in the cerebellum of autistic brain and alters neural cell adhesion, migration and synaptic formation. J Neuroinflammation. 8:(1):52. Weiss, L.A., Arking, D.E., Daly, M.J., et al. (2009) A genome-wide linkage and association scan reveals novel loci for autism. Nature, 461:(7265):802-808. Weissman, J.R., Kelley, R.I., Bauman, M.L., et al. (2008) Mitochondrial disease in autism spectrum disorder patients: a cohort analysis. PLoS One. 3(11):e3815. Whitehouse, A.J. and Stanley, F.J. (2013) Is autism one or multiple disorders? Med J Aust. 198(6):302-3. Whiteley, P., Haracopos, D., Knivsberg, A.M., et al. (2010) The ScanBrit randomised, controlled, single-blind study of a gluten- and casein-free dietary intervention for children with autism spectrum disorders. Nutr Neurosci. 13(2):87-100. Whiteley, P., Shattock, P., Knivsberg, A.-M., et al. (2013) Gluten-and casein-free dietary intervention for autism spectrum conditions. Front Hum Neurosci. Jan 4;6:344. Whiteley, P., Earden, M. and Robinson, E. (2014) Autism: Exploring the Benefits of a Gluten- and Casein-Free Diet: A practical guide for families and professionals. Routledge, Oxford UK. Willette, A.A., Lubach, G.R., Knickmeyer, R.C., et al. (2011) Brain enlargement and increased behavioral and cytokine reactivity in infant monkeys following acute prenatal endotoxemia. Behav Brain Res. 219:(1):108-115. Williams, B.L., Hornig, M., Buie, T., et al. (2011) Impaired carbohydrate digestion and transport and mucosal dysbiosis in the intestines of children with autism and gastrointestinal disturbances. PloS One. 6:(9):e24585.

Parmeggiani, A., Barcia, G., Posar, A., et al. (2010) Epilepsy and EEG paroxysmal abnormalities in autism spectrum disorders. Brain Dev. Oct;32(9):783-9.

Sandler, R.H., Finegold, S.M., Bolte, E.R., et al. (2000) Short-term benefit from oral vancomycin treatment of regressive-onset autism. J Child Neurol. 15:(7):429-435.

Tonelli, L.H., Katz, M., Kovacsics, C.E., et al. (2009) Allergic rhinitis induces anxietylike behavior and altered social interaction in rodents. Brain Behav Immun. Aug;23(6):784-93.

Parracho, H.M., Bingham, M.O., Gibson, G.R., et al. (2005) Differences between the gut microflora of children with autistic spectrum disorders and that of healthy children. J Med Microbiol. Oct;54(Pt 10):987-91.

Sankar, R., Mazarati, A., Washington, J., et al. (2014) Viral Infections During Pregnancy: A Risk Factor for the Development of Concurrent Autism and Epilepsy in the Offspring. Neurology. April 8, vol. 82. 10.Supplement S60.004.

Torrente, F., Anthony, A., Heuschkel, R.B. et al. (2004) Focal-enhanced gastritis in regressive autism with features distinct from Crohn's and Helicobacter pylori gastritis. Am J Gastroenterol.;99 :598– 605.

Williams, B.L., Hornig, M., Parekh, T., et al. (2012) Application of novel PCR-based methods for detection, quantitation, and phylogenetic characterization of Sutterella species in intestinal biopsy samples from children with autism and gastrointestinal disturbances. MBio. 3:(1).

Patriquin, M.A., Scarpa, A., Friedman, B.H., et al. (2011) Respiratory sinus arrhythmia: A marker for positive social functioning and receptive language skills in children with autism spectrum disorders. Dev Psychobiol. 55(2):101-12.

Sapone, A., Bai, J.C., Ciacci, C., et al. (2012) Spectrum of gluten-related disorders: consensus on new nomenclature and classification. BMC Med. Feb 7;10:13.

Tracy, J.M. and Wallace, R. (2001) Presentations of physical illness in people with developmental disability: the example of gastro-oesophageal reflux. Med J Aust. Jul 16;175(2):109-11.

Wolters, P.L., Brouwers, P., Moss, H.A., et al. (1994) Adaptive behavior of children with symptomatic HIV infection before and after zidovudine therapy. J Pediatr Psychol. Feb;19(1):47-61. Wong, C.C., Meaburn, E.L., Ronald, A., et al. (2014) Methylomic analysis of monozygotic twins discordant for autism spectrum disorder and related behavioral traits. Mol Psychiatry. Apr;19(4):495-503.

Patterson, P. (2012) Infectious Behavior: Brain-immune Connections in Autism, Schizophrenia, and Depression. MIT Press.

Saxena, V., Ramdas, S., Ochoa, C.R., et al. (2012) Structural, Genetic, and Functional Signatures of Disordered Neuro-Immunological Development in Autism Spectrum Disorder. PloS one. 7:(12):e48835.

Treating Autism Survey (2014) Treating Autism. Available through mail@treatingautism.co.uk

Pedersen, L., Parlar, S., Kvist, K., et al. (2013) Data mining the ScanBrit study of a gluten- and casein-free dietary intervention for children with autism spectrum disorders: Behavioral and psychometric measures of dietary response. Nutr Neurosci. Sep 7.

Scaccianoce, S., Lombardo, K., Nicolai, R., et al. (2000) Studies on the involvement of histamine in the hypothalamic-pituitary-adrenal axis activation induced by nerve growth factor. Life Sci. 67:(26):3143-3152.

Tregnago, M.K. and Cheak-Zamora N.C. (2012) Systematic review of disparities in health care for individuals with autism spectrum disorders in the United States. Res Autism Spectrum Dis. Vol 6;3.July–Sept,1023–1031.

Pellicano, E. (2012) Do autistic symptoms persist across time? Evidence of substantial change in symptomatology over a 3-year period in cognitively able children with autism. Am J Intellect Dev Disabil. 117:(2):156-166.

Schieve, L.A., Gonzalez, V., Boulet, S.L., et al. (2012) Concurrent medical conditions and health care use and needs among children with learning and behavioral developmental disabilities, National Health Interview Survey, 2006–2010. Res Dev Dis. 33:(2):467-476.

Tsai, P.H., Chen, M.H., Su, T.P., et al. (2014) Increased risk of autism spectrum disorder among early life asthma patients: An 8-year nationwide population-based prospective study. Res Autism Spectrum Dis. 8:4;381–386.

Perkins, E.A. and Berkman, K.A. (2012) Into the unknown: aging with autism spectrum disorders. Am J Intellect Dev Disabil. 117(6):478-96. Persico, A.M. and Napolioni, V. (2013) Urinary p-cresol in autism spectrum disorder. Neurotoxicol Teratol. Mar-Apr;36:82-90.

Schurman, J.V., Friesen, C.A., Dai, H., et al. (2012) Sleep problems and functional disability in children with functional gastrointestinal disorders: An examination of the potential mediating effects of physical and emotional symptoms. BMC gastroenterology. 12:(1):142.

Peters, B., Williams, K.C., Gorrindo, P., et al. (2013) Rigid-Compulsive Behaviors are Associated with Mixed Bowel Symptoms in Autism Spectrum Disorder. J Autism Dev Disord. Nov 29.

Scott, O., Richer, L., Forbes, K., et al. (2013) Anti-N-Methyl-D-Aspartate (NMDA) Receptor Encephalitis: An Unusual Cause of Autistic Regression in a Toddler. J Child Neurol. Oct 3.

Peters, S.L., Biesiekierski, J.R., Yelland, G.W., et al. (2014) Randomised clinical trial: gluten may cause depression in subjects with non-coeliac gluten sensitivity - an exploratory randomised clinical study. Aliment Pharmacol Ther. Apr 1.

Sharkey, K.A. and Kroese, A. (2000) Consequences of intestinal inflammation on the enteric nervous system: neuronal activation induced by inflammatory mediators. The Anatomical Record. 262:(1):79-90.

Pickett, J., Xiu, E., Tuchman, R., et al. (2011) Mortality in individuals with autism, with and without epilepsy. J Child Neurol. 26(8):932-9 Pinto, D., Pagnamenta, A.T., Klei, L., et al. (2010) Functional impact of global rare copy number variation in autism spectrum disorders. Nature. 466:(7304):368-372. Piras, I.S., Haapanen, L., Napolioni, V., et al. (2014) Anti-brain antibodies are associated with more severe cognitive and behavioral profiles in Italian children with Autism Spectrum Disorder. Brain Behav Immun. May;38:91-9. Plioplys, A.V. (1998) Intravenous immunoglobulin treatment of children with autism. J Child Neurol. Feb;13(2):79-82.

Sharma, A., Gokulchandran, N., Chopra, G., et al. (2012) Administration of autologous bone marrow-derived mononuclear cells in children with incurable neurological disorders and injury is safe and improves their quality of life. Cell transplantation. 21:(Supplement 1):S79-S90. Shavelle, R.M., Strauss, D.J. and Pickett, J. (2001) Causes of death in autism. J Autism Dev Disord. 31:(6):569-576. Shibata, A., Hitomia, Y., Kambayashia, Y., et al. (2013) Epidemiological study on the involvements of environmental factors and allergy in child mental health using the Autism Screening Questionnaire. Res Autism Spec Disord. Vol.7;1,Jan;132–140.

Price, C.E., Rona, R.J. and Chinn, S. (1990) Associations of excessive irritability with common illnesses and food intolerance. Paed Perinat Epidem. 4:(2):156-160.

Shyu, C.-S., Lin, H.-K., Lin, C.-H., et al. (2012) Prevalence of attentiondeficit/hyperactivity disorder in patients with pediatric allergic disorders: A nationwide, population-based study. J Microbiol Immunol Infect. 43:(3):237-242.

Quek, L.H., Sofronoff, K., Sheffield, J., et al. (2012) Co‐Occurring Anger in Young

Siegel, A. and Zalcman, S.S. (2008) The neuroimmunological basis of behavior and

30

Tudor, M.E., Walsh, C.E., Mulder, E.C., et al. (2014) Pain as a predictor of sleep problems in youth with autism spectrum disorders. Autism. Feb 4. Tyler, C.V., Schramm, S.C., Karafa, M., et al. (2011) Chronic disease risks in young adults with autism spectrum disorder: forewarned is forearmed. Am J Intellect Dev, 116:(5):371-380. Vargas, D.L., Nascimbene, C., Krishnan, C., et al. (2005) Neuroglial activation and neuroinflammation in the brain of patients with autism. Ann.Neurol. 57:(1):67-81. Venkat, A., Jauch, E., Russell, W.S., et al. (2012) Care of the patient with an autism spectrum disorder by the general physician. Postgrad Med J. Aug;88(1042):472-81. Vincent, A., Irani, S.R. and Lang, B. (2010) The growing recognition of immunotherapyresponsive seizure disorders with autoantibodies to specific neuronal proteins. Curr Opin Neurol. Apr;23(2):144-50. Vinet, E., Scott, S. and Pineau, C.A. (2013) Increased Risk Of Autism Spectrum Disorders In Children Born To Women With SLE: Preliminary Data From The O S L E R Cohort. ACR Annual Meeting. Abstract Number: 2831. Viscidi, E.W., Triche, E.W., Pescosolido, M.F., et al. (2013) Clinical characteristics of children with autism spectrum disorder and co-occurring epilepsy. PLoS One. Jul 4;8(7):e67797. Walker, S.J., Fortunato, J., Gonzalez, L.G. et al. (2013) Identification of unique gene expression profile in children with regressive autism spectrum disorder (ASD) and ileocolitis. PLoS One. 2013;8(3):e58058.

Woolfenden, S., Sarkozy, V., Ridley, G., et al. (2012) A systematic review of two outcomes in autism spectrum disorder–epilepsy and mortality. Dev Med Child Neurol. 54:(4):306-312 Xu, G., Jing, J., Bowers, K. et al. (2013) Maternal Diabetes and the Risk of Autism Spectrum Disorders in the Offspring: A Systematic Review and Meta-Analysis. J Autism Dev Disord. Sep 22. Yap, I.K., Angley, M., Veselkov, K.A., et al. (2010) Urinary metabolic phenotyping differentiates children with autism from their unaffected siblings and age-matched controls. J Proteome Res. 9:(6):2996-3004. Yee, J.R. and Prendergast, B.J. (2011) Endotoxin elicits ambivalent social behaviors. Psychoneuroendocrinology. 37(7):1101-5. Yorbik, O., Kurt, I., Haşimi, A., et al. (2010) Chromium, cadmium, and lead levels in urine of children with autism and typically developing controls. Biol Trace Elem Res. Jun;135(1-3):10-5. Young, A.M., Campbell, E., Lynch, S., et al. (2011) Aberrant NF-kappaB expression in autism spectrum condition: a mechanism for neuroinflammation. Frontier Psych. 2:27. Zahorodny, W., Shenouda, J., Howell, S., et al. (2012) Increasing autism prevalence in metropolitan New Jersey. Autism. Dec 17. Zamzow, R.M., Christ, S.E., Saklayen, S.S., et al. (2014) Effect of propranolol on facial scanning in autism spectrum disorder: A preliminary investigation. J Clin Exp Neuropsychol. May;36(4):431-45. Zerbo, O., Qian, Y. and Yoshida, C. (2013) Maternal Infection During Pregnancy and Autism Spectrum Disorders. J Autism Dev Disord. Dec 24. Zhu, L., Wang, X., Li, X.L., et al. (2014) Epigenetic dysregulation of SHANK3 in brain tissues from individuals with autism spectrum disorders. Hum Mol Genet. Mar 15;23(6):1563-78. Ziats, M.N. and Rennert, O.M. (2011) Expression profiling of autism candidate genes during human brain development implicates central immune signaling pathways. PLoS One. 6(9):e24691.

31


“Los proveedores de atención han de estar conscientes de que los comportamientos problemáticos de los pacientes con trastornos del espectro autista podrían ser el síntoma principal o único de la condición médica subyacente.” Buie y otros, 2010 ‘Evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos gastrointestinales en individuos con trastornos del espectro autista: Un informe de consenso.’

“Muchos individuos con trastornos del espectro autista presentan síntomas vinculados a condiciones médicas subyacentes que incluyen convulsiones, problemas del sueño, trastornos gastrointestinales, condiciones psiquiátricas, deficiencias nutricionales y condiciones metabólicas a las que si no se les prestara tratamiento podrían no solamente comprometer la salud general del individuo sino además ocasionar claros efectos en el comportamiento, desarrollo y resultados educativos de aquellos con trastornos del Espectro Autista.” Lajonchere y otros, 2012 ‘Liderazgo en la atención de salud, investigación y superación de calidad para niños y adolescentes con trastornos del espectro autista: Austims Treatment Network [Red de Tratamiento del Autismo] y Autism Intervention Research Network on Physical Health [Red de investigación sobre la intervención del autismo en la salud física]’

“Será necesario que facultemos a los médicos de atención primaria para que estén conscientes de que ya cuentan con el conjunto de habilidades necesarias para prestarle tratamiento a los niños con autismo…. Los doctores pueden abordar estos comportamientos concurrentes decididamente para marcar una diferencia positiva.” Darryn M. Sikora, PhD. Psicólogo Pediatra, Providence Child Center [Centro Infantil Providence]

“El autismo es lo que llamamos una enfermedad mosaica ya que cuenta con muchas facetas… un examen de su literatura revelará que el autismo no es única y exclusivamente un tipo de trastorno neuropsiquiátrico, conductual y social… sino una enfermedad sistémica, aunque los efectos más obvios son el social y el conductual; por lo tanto, la tendencia es asociarlo a éstos… A esta hora, poniendo a uso nuestra tecnología moderna, debemos tomar una pausa que nos permita observar el problema en su totalidad como un problema sistémico y averiguar cómo todas las interacciones irregulares que se desarrollen en los distintos sistemas orgánicos en el cuerpo puedan impactar el desarrollo cerebral para ofrecernos los síntomas del autismo, los que son cada vez más frecuentes.” Profesor Jeremy Nicholson, Cátedra de Química Biológica, Presidente del Departamento de Cirugía y Cáncer, Imperial College Londres

“Un cambio conductual súbito e inexplicable puede ser un signo característico de dolor o incomodidad subyacentes. El tratamiento conductual podría iniciarse cuando la posible enfermedad médica concurrente se investigue, diagnostique (o excluya) y se le preste tratamiento, pero el tratamiento conductual no deberá substituir una investigación médica.” Buie y otros, 2010 ‘Evaluación, diagnóstico y tratamiento de los trastornos gastrointestinales en individuos con trastornos del espectro autista: Un informe de consenso.’ 978-0-9575787-4-6


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.