Laseguridaden veranoenLaMoraleja

La seguridad depende de muchos factores, entre ellos la coordinación de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad y la colaboración de los residentes.

La urbanización forma parte de una “cadena de seguridad” en la que cuenta, además de la efectividad y presencia de Policía Nacional y Policía Local, con el Servicio de Vigilancia de El Soto de la Moraleja. El buen tiempo y la llegada del verano aumenta la facilidad de los delincuentes para pasar desapercibidos. Por esta razón hay que tener en cuenta una serie de consejos y recomendaciones básicas:

■ Cierre con llave las puertas que dan al exterior de su vivienda o comunidad.

■ Los vehículos de “alta gama” son un atractivo para los ladrones, vigile que las puertas están cerradas, que las llaves no son accesibles y, si es posible, impida de alguna forma que el vehículo se pueda desplazar ni conducir sin su consentimiento.

■ Tenga conocimiento y control de las personas que acceden a su vivienda o comunidad, en especial si se están realizando obras en ella o en las inmediaciones.

■ Si dispone de alarma, lo cual es muy conveniente, conéctela aunque se ausente de su domicilio unos minutos, no solo al salir de vacaciones.

Lectura Para El Verano

"Unsolpartiular"

de Alcobendas (AICA).

vecinos, entidades de conservación, representantes de las empresas y la Asociación de Empresarios

La zona ORA se implantará en casi una treintena de calles del distrito Urbanizaciones: en El Soto de la Moraleja -en vías como Begonia, Azalea, Hiedra, Caléndula, Camino Nuevo, Kerria, Margarita, Cuesta del Cerro-, en toda la urbanización de Fuente Hito, en la zona de Arroyo de la Vega -en la Avenida de la Vega y las calles Francisca Delgado y Anabel Segura-, en la zona de El Juncal -en las calles Rafael Nadal, Teresa Perales, Iker Casillas y Francisco Fernández Ochoa-.

Vecina de La Moraleja Susana Martín Gadea, nos ofrece un libro que transcurre en el verano de 2010, cuando el protagonista regresa a Madrid después de cinco años en México, adonde huyó para recomponerse tras la pérdida de su gran amor. Y vuelve dispuesto a recuperar la alegría de vivir. Conoce a un grupo de amigos, rondando los cuarenta años, que le ayudarán en su propósito. Entre ellos, dos seres magnéticos por motivos muy distintos: Carlos y Estela. De cada uno aprenderá lo que está buscando entre emociones contrapuestas, música y drogas. Con el riesgo de caer en un vacío casi irresistible, Héctor y sus nuevos amigos experimentan una evolución personal que los lleva a plantearse el futuro y si madurar empieza por quererse a uno mismo.