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Rompiendo Límites: Buceo en Naufragios de las Islas Canarias
Por NATASHA MAKSYMENKO
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A menudo pensamos que conocemos todos los lugares que nos rodean a la perfección. Pero un simple rumor, comentario o hecho activa una de las tantas virtudes que definen al ser humano: la curiosidad. Somos curiosos por naturaleza, nos gusta investigar lo desconocido y muchas veces, aquellas cosas que nos encontramos por el camino nos sorprenden agradablemente.
En Rubicon Diving constantemente salimos en la búsqueda de nuevos y fascinantes lugares de buceo en la isla de Lanzarote, situada en el archipiélago canario (España). La localización de la isla era ideal para todo aquel pirata que surcaba los mares en busca de nuevos tesoros, pero también para todos los buques y navíos que decidían emprender viaje hacia América. Hoy en día sigue siendo una de las rutas preferidas de todo navegante rumbo al nuevo continente y, por lo tanto, un sinfín de embarcaciones hundidas yacen en las profundidades de la costa lanzaroteña. Solo debemos aprender a prestar atención a las pequeñas señales que podamos percibir, como pueden ser frases, acciones, códigos e incluso comportamientos de los isleños para descubrir los misterios que esconde el océano. Pescadores de Puerto Naos en Arrecife, capital de Lanzarote, hablaban sobre el hecho de que sus redes se enganchaban con grandes piedras a un par de millas de la costa. Esto nos llevó a pensar que, quizás, no serían solo unas piedras y comenzamos a rastrear con uno de nuestros barcos equipado con ecosonda tridimensional. Fueron muchas semanas y cientos de litros de combustible junto a una paciencia infinita, rastreando y marcando en las cartas marinas hasta dar con lo que buscábamos; varios barcos de pescadores se unieron a nosotros algunos días, guiándonos y llevándonos hacia los puntos donde se les enganchaban las redes.
Después de un par de meses, conseguimos dos marcas donde, supuestamente, podríamos encontrar algo interesante. Había anomalías en el fondo con unos relieves que no parecían naturales y una gran concentración de peces a media agua. ¡Hubo que ir a investigar!
Se montó un equipo de exploración de tres personas: Christian Massaad, Anthony Fichten y yo. Bajamos varias veces con scooters a rastrear el área; para ello, necesitábamos tener una logística clara y segura para así poder marcar directamente el sitio.