Cantabria guia total

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guĂ­a

TOTAL

Historia GastronomĂ­a Naturaleza Cultura


Fotografías: todas pertenecen a Valls, Remedios/Anaya, excepto: Archivo Anaya: 36-37, 90, 162, 173 (inf.); Cobreros, Jaime: 189; Hidalgo-Lopesino: 116; Hotel Palacio la Casona de la Peña: 190-191; Muñoz, J. C./Anaya: 164-165; Ortega, Ramón P.-Fototeca de España/Anaya: 173; Puga, Carlos/Anaya Touring Club: 177; Rivera Jove, Víctor/Anaya: 86-87; Ruiz, J. B./Anaya: 57, 94-95,173 (central); Sanguinetti, J. A.-Fototeca de España/ Anaya: 147; Zafra, J. C./Anaya: 92,92-93,158-159; 6*6 Producción Fotográfica/Anaya: 16-17, 28-29.

Impresión: Varoprinter, S.A.

Enero, 2011

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizacio­ nes por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comu­ nicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.

© Grupo Anaya, S. A., 2011 Juan Ignacio Luca de Tena, 15.28027 Madrid Depósito legal: M-49.778-2010 ISBN : 978-84-9776-974-7 Impreso en España -Printed in Spain

La información contenida en esta guía ha sido cuidadosamente comprobada antes de su publicación. No obstante, dada la naturaleza variable de algunos datos,como hora­ rios de visita o precios, recomendamos su verificación antes de salir de viaje. Los edi­ tores agradecen de antemano cualquier sugerencia u observación al respecto y decli­ nan cualquier responsabilidad por los daños o molestias que pudieran ocasionar a los usuarios de la guía. www.anayatouring.com La página web de Anaya Touring Club ofrece un com­

pleto catálogo de publicaciones de la editorial de interés para viajeros.


P R E S E N T A C IÓ N

Esta G UÍA TOTAL de Cantabria recoge tal cantidad de datos extraídos y comprobados in situ que la hace única en su género. Las profundas transformaciones que España ha experimentado en los últimos años -desde su red viaria hasta los grandes cambios urbanísticos que han afectado a muchas localidades, los nuevos museos, centros cul­ turales y de ocio-, todas esas necesidades sólo pueden ser equiparables a las nuevas sensibilidades que han ido calando entre los que habitamos este país. En unos y otros cambios, esta nueva guía ha querido encontrar su justificación. Esta obra es tanto una estimable ayuda para el viaje como un punto de referencia que refleja, de un modo tan selectivo como riguroso, la situación de nuestro patrimonio histórico-artístico y de la infraestructura turística en la actualidad. Un signo de su distinción lo constituye su cuidada presentación, puesta al día conforme a los gustos de los viajeros más exigentes de los primeros años de este siglo XXI, tanto en lo referido al diseño gráfico y de sus conte­ nidos como a su clara tipografía. E l trabajo de actualización de datos se ha realizado durante los meses inmediatamente anteriores a la publicación de esta edición. Aquellos cam­ bios producidos posteriormente formarán parte de las actualizaciones que habrán de añadirse en las próximas ediciones.

Los editores de Anaya Touring Club.


ÍN D IC E G E N E R A L

C Ó M O U S A R E ST A G U ÍA Antes de iniciar el v ia je

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________ ______

Se recomienda la lectura de la Introducción (de la pág. 16 a la 19) y El contexto (de la pág. 158 ala 189) como un buen modo de apro­ ximarse a la historia y el arte, la gastronomía y otros aspectos, como la arquitectura popular y la oferta cultural de Cantabria. Para planificar las rutas, consúltese el mapa de carreteras, escala 1:400.000, que aparece en las páginas 9-14 y los mapas parciales correspondientes a las excursiones por la Comunidad descritas en esta guía (en la pág. 23 están ubicadas sobre un mapa general de Cantabria). Si se desea reservar hotel o mesa en un restaurante, antes de ini­ ciar el viaje conviene utilizar los teléfonos que se adjuntan en las páginas de Informaciones prácticas, que aparecen en la sección del mismo nombre, al final de la guía.

Durante el viaje

_____________________ ___________

Mapa de carreteras

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_______ _

E n las páginas 9 a 14 Signos convencionales en los mapas de carreteras, 10 Cuadro de distancias kilométricas, 15

Introducción Cantabria, 16

Excursiones por Cantabria Signos convencionales de los mapas, 22 1. Los Picos de Europa, 24 2. Cabuémiga y Polaciones, 31 3. Julióbriga y el pantano del Ebro, 37 4. Valderredible, 41 5. Entre el Pas y el Miera, 45 6. Hacia el nacimiento del Asón y el Gándara, 52 7. La costa occidental, 57 8. La costa oriental, 62

En el apartado titulado Excursiones por Cantabria (de la pág. 21 a la 65) se describen ocho recorridos por esta Comunidad. Todos van acompañados de un mapa de la zona en el que se señala, con un grueso trazo azul sombreado, el itinerario descrito. Si el nombre de un lugar va seguido de la llamada [pág.] indica que en esa página del apartado Cantabria de la A a la Z hay una descripción más detallada de ese lugar. Las estrellas ( * y * * ) ayudarán al lector a seleccionar los lugares más interesantes del trayecto. E n la sección titulada Cantabria de la A a la Z (de la pág. 67 a la 157) se encuentran las localidades y lugares más significativos de la Comunidad. Los planos de las ciudades facilitarán el des­ plazamiento por éstas y ayudarán a localizar los monumentos más destacados. E n el capítulo Informaciones prácticas (de la pág. 191 a la 218) se pueden obtener las direcciones y los teléfonos de algunos hote­ les, restaurantes y otros servicios turísticos de la m ayoría de los lugares (en su correspondiente orden alfabético) citados en la guía. Por último, se recomienda consultar el índice de lugares que figura al final de la guía, para una rápida localización de las páginas donde está la información que se precisa.

Cantabria de la A a la Z Ampuero, 69; E l Astillero, 70; Bárcena Mayor, 72; Cabezón de la Sal, 74; Castañeda, 77; Castro Urdíales, 79; Cervatos (monaste­ rio de San Pedro), 83; Comillas, 84; Los Corrales de Buelna, 88; Cuevas de Altamira, 92; Fuente Dé (Picos de Europa), 94; Laredo, 96; Liencres, 101; Lim pias, 102; Noja, 104; Potes y Santo Toribio, 107; Puente Viesgo (cueva del Castillo), 111; Reinosa, 114; San Vicente de la Barquera, 118; Santa M aría de Lebeña, 122; Santander, 124; Santillana del Mar, 142; Santoña, 149; Suances,

152; Torrelavega, 153.

El contexto Naturaleza y paisaje, 160 La historia y el arte, 166 Arquitectura popular, 169 Gastronomía, 172 Oferta cultural, 176 Términos artísticos y de arquitectura popular, 179

Informaciones prácticas

_______________

Hoteles, restaurantes y otros servicios turísticos, 191

índices índice de lugares, 219 índice de mapas, planos y plantas, 224



Mapa de carreteras Escala 1:400.000


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Autovías, autopistas y carreteras en construcción

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Otras carreteras (caminos, pistas forestales...)

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Poblaciones con menos de 1.000 habitantes Camporredonc I9 p .d eAlba ;

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Ruinas históricas / Arqueología

Localidades de interés Lugares de interés

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Cantabria


INTRODUCCIÓN

■ C A N T A B R IA Dentro de un espacio geográfico reducido, que no llega a los 5.300 km2, la región cántabra alberga una serie de peculiari­ dades geográficas y culturales que la con­ vierten en un pequeño paraíso, perfecta­ mente dotado para satisfacer los gustos más dispares. Variedad es la clave. Variedad que comienza en el paisaje y que se muestra ya desde la franja costera, donde se pue­ den encontrar calas prácticamente vírge­ nes (Prellezo, Merón, Tagle...), rías y maris­ mas (Santoña, Ajo, San Vicente de la Barquera, las Tinas, Mogro...), acantila­ dos salvajes, bahías y arenales cosmopo­ litas al borde del casco urbano, como en las playas de Santander, Comillas o Laredo. Variedad que resulta todavía más evidente hacia el interior, en razón de las cadenas montañosas que discurren, perpendicu­ lares a la costa, formando comarcas geo­ gráficas estancas.

Entre estas alineaciones norte-sur se encajan las comarcas y valles del Nansa, Saja, Besaya, Pas, Pisueña, M ierayAsón, ríos todos ellos que desde siempre han condicionado la vida de los cántabros en tomo a sus cuencas. Al oeste queda La Liébana, espectacularmente distinta de las otras por obra de los impresionantes Picos de Europa y, finalmente, Campoo, con el pantano del Ebro y Valderredible, en el extremo sur, también diferente porque conjuga en un solo entorno los rasgos nor­ teños y los mesetarios. Si se habla de pueblos y costumbres, la variedad se convierte en diversidad. Mien­ tras la franja costera y su área de influen­ cia concentran los mayores núcleos de población, equipamientos y servicios, en los valles del interior subsisten, en condi­ ciones más duras, los pasiegos, cabuémigos, piariegos, trasmeranos y demás pobla­ dores que, a pesar del aislamiento, han

desarrollado una sabia cultura, muchas veces convertida en arte a través del fol­ clore, la gastronomía o simplemente la técnica para bajar un cargamento de hierba desde un prado de montaña, mediante las célebres bastías, ingenioso medio de transporte a base de un arma­ zón de madera que se desliza por las pen­ dientes como un trineo. E n cuanto a la historia, se viene cono­ ciendo desde las pinturas rupestres de Altamira, y nos ha dejado un extenso legado, más físico que documental, seleccionado por el paso de los siglos. Los pobladores de estas tierras difíciles y agrestes han plas­ mado una serie de peculiaridades como expresiones de sus propios modos de super­ vivencia, diversión y espiritualidad. De este modo han creado razas autóc­ tonas de ganado vacuno como la tudanca y la monchina, han patentado ancestra­ les sistemas de vida como los de las comar­ cas pasiegas, han defendido desde la época romana su carácter independiente, han encumbrado deportes vernáculos como el de los bolos, con sus diversas variantes; han creado rabeles, rústicos violines de una o dos cuerdas para poner fondo a las

ingeniosas y picaras coplillas rurales; han preservado manifestaciones folklóricas como La Vijanera de los valles de Iguña, las manas o los picayos, han exportado canteros y campaneros hacia las princi­ pales ciudades de España y han demos­ trado siempre un irrenunciable apego hacia su lugar de nacimiento, aunque las circunstancias les han empujado muchas veces más allá de las fronteras regionales y nacionales. Individualidades nacidas en estas tie­ rras han destacado a nivel m undial en muchos aspectos del quehacer humano, comenzando por el anónimo autor de los policromos de Altamira, pasando por gue­ rreros, navegantes, dignatarios, arquitec­ tos, inventores, intelectuales, pintores, escritores, deportistas y hasta financieros. Desde el veraneo cultural y refinado de la capital, hasta el silencio sonoro de los bosques y montañas del interior, Canta­ bria forma un todo inabarcable en una primera aproximación, que siempre incita a subir un puerto más para ver qué hay al otro lado, o para descubrir ese rincón que uno casi se resiste a compartir, ¿por dónde empezamos?



Excursiones por Cantabria


EXCURSIONES POR CANTABRIA Estas excursiones corresponden a una división en ocho etapas de las tra­ dicionales rutas por Cantabria, que se describe de acuerdo con la actual red de carreteras, destacando las localidades de interés y los monumen­ tos más importantes que encontrará el viajero en su recorrido. Después del nombre de cada excursión se ha señalado la totalidad de kilómetros, real o aproximada, para que el viajero pueda calcular, si lo desea, el tiempo que se tarda en efectuar el recorrido. Al final de cada excursión figura una selección de informaciones prác­ ticas (dónde alojarse, dónde comer, compras...) de los diferentes puntos de la ruta. Las estrellas ( * y * * ) que acompañan a los nombres de las localida­ des y lugares hacen referencia, respectivamente, a su importancia o espe­ cial interés. La referencia [pág.] significa que en dicha página se amplía la infor­ mación que corresponde a ese lugar. Asimismo, en el índice de lugares, al final de este volumen, se indican las páginas en las que se cita el lugar

1. Los Picos de Europa: Cangas de Onís - Covadonga Arenas de Cabrales - Potes Fuente Dé.

en las diferentes secciones:. Todas las excursiones van acompañadas de su correspondiente mapa, a fin de suministrarle al viajero toda la información precisa.

2. Cabuérniga y Polaciones: Valle de Cabuérniga - Carmona - Puentenansa - Cosío La Lastra - Puente Pumar - San Mamés - Salceda.

3. Juiióbriga y el pantano del Ebro: Reinosa - Arroyo - Las Rozas - Cilleruelo de Bezana - Corconte - La Costana - Requejo.

4.Valderredible:Orbaneja del Castillo - San Martín de Elines - Polientes - Campo de Ebro - Santa María de Valverde - Quintanilla de las Torres.

5. Entre el Pas y el Miera: Santa María de Cayón -Villacarriedo - Selaya -Vega de Pas San Roque de Riomiera - La Cárcoba - Liérganes - Pámanes - Solares. SIG N O S CONVENCIONALES EN L A S EXCURSIONES 6. Hacia el nacimiento del Asón y el Gándara: Santander - La Cavada - Arredondo Autopista

Socueva - La Gándara - Ramales de la Victoria.

Autovía ::::::::

Autopistas y autovías en construcción

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Aeropuerto

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Ciudades con más de 5.000 habitantes III

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Ciudades de 1.000 a 5.000 habitantes

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Ciudades con menos de 1.000 habitantes

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7. La costa occidental: Parque Natural de las Dunas de Liencres - Suances - Santillana del Mar- Comillas - San Vicente de la Barquera - Unquera - Panes.

8. La costa oriental: Somo - Loredo - Ajo - Arnuero - Isla - Noja - Santoña - Laredo Castro Urdíales.


Los Pico s

1. LOS PICOS DE EUROPA D E L M AR AL CIELO

(101 km)

A caballo entre Asturias, Cantabria y León, los Picos de Europa constituyen el macizo rocoso más espectacular de la Península. A tan sólo 14 km del mar en su saliente más avanzado hacia el norte, su punto más elevado,Torre de Cerredo (2.648 m) dista sola­ mente (en línea recta) 26 km de la playa de Portiello, en Cué,y sus cumbres pueden avistarse desde una distancia de 100 millas marinas. El conjunto (574,860 km2, de los que 345,420 corresponden a Asturias, 141,190 a San­ tander y 88,250 a León) está dividido por los cauces de los ríos Cares y Duje y limitado en sus extremos occidental y oriental por el Sella y el Deva respectivamente. Estación de alta montaña, es reserva integral de naturaleza y de caza, e incluye el Par­ que Nacional de los Picos de Europa. Cuenta con una gran riqueza faunística y vege­ tal (con un marcado escalonamiento de las formaciones: en la parte baja, el hayedo y el bosque mixto de robles, fresnos, castaños, abedules, serbales, que en otoño com­ ponen una increíble sinfonía de colores,y por encima de los 1.700 m, formaciones arbustivas de tojo, acebo, zarza, espino, arándano y retama, así como grandes man­ chas de brezo). La población de los Picos de Europa, especialmente en los pueblos de altura, sobre­ vive en condiciones durísimas, y se distingue por su generosa hospitalidad hacia los visitantes. Abandonados a su suerte por la sociedad moderna, su economía es fun­ damentalmente ganadera, complementada en la vertiente septentrional, asturiana, con la elaboración de quesos de oveja de excepcional calidad, algunos de ellos tan conocidos como el picón (Cabrales).

La ruta de los quesos

I Cangas de Onís -villa asturiana aco­ gedora y punto de confluencia en el que se dan cita excursionistas y amantes de la naturaleza- es el lugar ideal de par­ tida para un recorrido que nos perm i­ tirá ceñir el macizo de los Picos de Europa (primero bajando al hilo del río Cares, y luego, ya en Cantabria, remon­ tando hasta su fuente el Deva), a lo largo de 100 km que en su primer tramo (Cangas-Cabrales) transcurre por una carre­ tera (AS 114) bastante buena, aunque estrecha y sinuosa en muchos tramos, pero que en su parte final (Panes-PotesFuente Dé, por la N 621), en proporción directa con lo espectacular del paisaje, aumenta en dificultades: habrá que tenerlo en cuenta a la hora de progra­ mar el tiempo. ) Una primera incursión en los Picos de Europa puede hacerse por Covadonga*, y de ahí hasta los lagos, desde donde pueden hacerse excursiones a pie, Otra opción es lom ar la N 625 (en buen estado, pero con arcenes peli............. n.inni-ímlrtl ü

por el desfiladero de los Beyos (a 34 km), im presionante paso de montaña que com unica A sturias con León, y que viene a cerrar el mazico de los Picos en sus estribaciones occidentales (en los concejos de Amieva y de Ponga, atra­ vesados por estas rutas, hay urogallos, y se produce el queso Beyos, mezcla de oveja, cabra y vaca, de sabor fuerte y aroma agradable). I Si nos animamos a seguir hasta Soto de Sajambre (900 m, provincia de León. Hotel y hospederías), puede hacerse a pie (se recomienda pedir guía), la lla ­ mada “ Senda del Arcediano” , hasta Amieva (600 m), en la que se invierten unas siete horas de camino. Del siglo XVII, fue la principal vía de paso entre Sajambre y Asturias hasta que se •construyó la carretera por el desfiladero de los Beyos. Debe su nombre a Pedro Díaz de Oseja, sajambriego que fue arce­ diano de Villaviciosa, y que impulsó su creación. Partiendo de Soto de Sajam bre, sube hasta el puerto de Beza, desde donde el m inino se suaviza, tras baiar a la majada

paralela al curso del río Toneyo hasta la m ajada de Sabugo, al pie del Canto Cabronero (1.998 m), mole a cuya som­ bra puede descansarse, en la fuente de Cofría. Desde ahí la senda se aparta del río, siguiendo por la cuesta E l Galgue-

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ral, por E l Cantal, Cuenye Mojada (hay fuente en ambos puntos), la majada de Comundi, desde donde se baja en direc­ ción norte hasta Cueto Angón, donde se toma la pista de Saltos del Dobra hasta Amieva.


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Siguiendo por la AS 1 1 4 , hacia Arenas de Cabrales, tras dejar a la derecha la carretera de Covadonga sé pasa por Corao, donde se conserva la casa de Roberto Frasinelli, el “ alemán de Corao” , y dan sombra, en el campo de la feria, castaños centenarios.

ft Desde el castañedo de Corao, por un camino, puede llegarse hasta Amieva, cuya iglesia de Santa Eulalia fue fundada según la tradición por el rey Pelayo y su mujer, Gaudiosa. Esta edificación habría sido su primitivo sepulcro, antes de ser trasladados sus restos a Covadonga. Quien sí reposa aquí es Roberto Frasinelli, el restaurador de Covadonga, cerca de los tres magníficos tejos que rubrican la sacralidad del lugar. Lo que se conserva pertenece al siglo XIV, aunque de tradición románica (destaca la decoración escultórica, con la escena del Ju icio Fin al). Desde Corao puede subirse también, a pie, hasta los lagos, por la llamada Ruta del Alemán. 1

Unos pocos kilómetros más adelante por la AS 1 1 4 hacia Arenas, tras dejar a la derecha la carretera de Covadonga, está

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Destaca su iglesia de Santa Eulalia, prerrom ánica muy reform ada en el románico, y sus fiestas del Segador, el 28 de agosto, que todo lo llenan de gaitas y tambores. Destacan asim ismo sus hórreos y sus diversas casonas blasonadas, al igual que en Carreña, capital del concejo de Cabrales. >

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A 6 km, Arenas de Cabrales constituye el punto de partida de la vía más genuina de penetración en los Picos de Europa desde su vertiente asturiana y ofrece al viajero la posibilidad de elegir entre una serie de excursiones, Puede irse en coche hasta Camarmeña, desde cuyo mirador se tiene una magnífica vista al mítico Urriellu o Naranjo (o “Naranco” : la topografía, aquí como en toda Asturias, admite variaciones locales) de Bulnes. E n verano, numerosos excursionistas hacen a pie la ruta del Cares: se remonta el río desde Poncebos (donde el Cares se une con el Duje) por una estrecha senda, y se pasa por la llamada Garganta Divina del Cares, con entalladuras verticales que a veces alcanzan los 1 .000 m

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>A 13 km de Arenas, en Trescares, se conserva el puente de Lavidre, posi­ blemente romano.

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I Desde Arenas a Panes, la carretera sigue durante unos 20 km el curso del Cares (cotos salmoneros: períodos hábiles de pesca, del tercer domingo de marzo al 31 de julio, y para la trucha, durante los períodos generales).

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en los certámenes. Una de las pistas fores­ tales que aparecen poco antes de llegar a Sotres lleva al collado Pandévano; desde aquí se observa la impresionante silueta del Naranco o pico U rriellu y parte un camino que baja a Bulnes.

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paisajes más impresionantes de la Penín­ sula, aunque no recomendable para quie­ nes sufran de vértigo. E l objetivo es lle­ gar hasta Caín, ya en León, en una marcha que durará de dos a tres horas, según las piernas, a través de 11 km. Se Irata de una ruta de moda, por lo que hay que estar dispuesto a compartirla con innumerables montañeros, algunos improvisados...

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►Otra posibilidad es subir al pueblo de Ruines con sus dos barrios, E l Castillo y La Villa, al pie del Naranco. Antigua­ mente, y eso ha contribuido al aisla­ miento histórico de la localidad, el acceso sólo se podía llevar a cabo por el sen­ dero que parte del puente de la Jaya, a 1 km de Poncebos. Sin embargo, desde 2002 se puede subir a Bulnes en el moderno tren de cremallera que, aun­ que da prioridad a los habitantes de la zona, permite a los visitantes una ascen­ sión cómoda y rápida. Otra ruta intere­ sante arranca también de Poncebos, para seguir el curso del río Duje, hasta Solres, desde donde parten varias pislas para vehículos todoterreno. A medio camino está Tielve, cuyos quesos arte-

>Tras pasar por Mier, pueblecito en el que abundan las casas blasonadas, y desde donde se puede ir a visitar la cueva de Llonín (el mejor acceso es desde La Molinuca, en la AS 114, a 9 km de Panes), con pinturas y grabados parietales, lle­ gamos al punto en que el Cares vierte en el Deva (cotos salmoneros en todo su recorrido por el Principado), poco antes de Panes, capital del concejo de Peñamellera Baja (famoso asimismo por la calidad y la variedad de sus quesos: Peñamellera, Buelles, Cuñaba...). Para conocerlos, nada mejor que el Cer­ tamen del Queso y la Artesanía, durante la segunda quincena de julio. No per­ damos de vista la riqueza arquitectó­ nica. La arquitectura popular todavía se conserva bastante bien, la más humilde casa puede tener un hermoso escudo en su fachada, y abundan las casonas de indianos. A las ruinas rom ánicas de Ciriego, que componen con el paisaje una estampa de melancólica belleza, hay que añadir el palacio del Inquisidor, en Cuñaba, las ruinas de Cimiano y Cerébanes (palacios de piedra, con ins­ cripciones), y en el mismo Panes la capi­ lla de San Román, rom ánica, como referencias principales. I Desde Panes, a orillas del Deva, donde el paisaje se remansa en terrenos llanos y la vista descansa un poco después de tanta y tan colosal cumbre, pueden hacerse también numerosas excursio­ nes a pie. Y recuérdese, asimismo, que


Los Picos

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la desembocadura del Deva: es muy posi­ ble que, mientras nosotros avanzamos bajo una fina lluvia, o incluso entre la niebla, abajo, en la playa, estén bañán­ dose a pleno sol... ¡o viceversa!

I E l primer punto de interés es La Her­ mida, a 12 km de Panes (ya en tierras cántabras), que da nombre tanto al des­ filadero como al pueblo y al centro ter­

I Junto a Unquera, además, está Pimiango, con la célebre cueva del Pindal y sus pinturas, en las que, además de los cérvidos, bóvidos y equinos usuales, están representados un elefante y un pez. E l camino hasta ella es, por cierto, de gran belleza.

Por tierras cántabras

►Sale desde La Herm ida una carretera muy pintoresca hacia Puentenansa y Cabuémiga, al este (47 km, en el cora­ zón de Cantabria: no es cuestión de tomarla, si queremos seguir nuestra ruta). Al oeste hay una pista para vehículos todoterreno que lleva hasta Sotres, lo que permite cerrar un círculo, y regre­ sar desde ahí a Arenas (sólo en verano).

►Salimos de Asturias y entramos en Can­ tabria, al tiempo que cambiamos de río: es ahora el Deva el que va a marcar nues­ tro recorrido, llevándonos, mientras lo remontamos hasta su nacimiento, hacia la vertiente meridional de los picos, por la N 621. E l Deva tra nscurre (y nosotros con él) por una estrecha y sinuosa gar­ ganta excavada en roca calcárea.

• Aproximadamente a irnos 8 km de La Her­ mida, siempre en dirección hacia Potes, está la desviación que sube hasta Santa María de Lebeña** [pág. 122] (apenas 2 km), iglesia mozárabe construida en el siglo IX, cuya soledad y situación, al pie de un grandioso escarpado, podrían ser emblema de la vida ascética.

Poique Nacional de ios Píco'j de Europa.

mal (aguas a 49 °C).

►La carretera sigue por su recorrido sinuoso, sin grandes desniveles, hasta Potes* [pág. 107], capital de un valle, el de Liébana, de vocación esencialmente agrícola, y que goza de un clim a sole­ ado, al abrigo de las lluvias atlánticas. Antigua etapa de la ruta de Castilla, tiene tradición hospedera, y sus fogones gozan de merecida fama. Si llegamos en lunes, asistiremos a la celebración de su impor­ tante y colorido mercado rural, en la plaza del Ayuntamiento. Sus habitantes se enor­ gullecen también de la procesión "más larga de España” , la romería de la Santuca (del 2 al 4 de mayo). E l Ayuntamiento ocupa el torreón del Infantado, gótico, y se conservan otras construcciones inte­ resantes, como la casa del Orejón o la iglesia de San Vicente, gótica. ►A 3 km al suroeste está el monasterio de Santo Toribio de Liébana*, un sin­ gular conjunto de construcciones que abarcan desde la época prerrománica al siglo XIX. De la fábrica rom ánica de la iglesia queda poco (y nada de la anterior): la puerta de entrada y los cimientos de un ábside. La fábrica gótica subió a su vez importantes reformas, entre las cuales destaca la capilla del Lignum Crucis (siglo XVIII), que trajera Santo Toribio

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E uro pa

de Tierra Santa. Pero el conjunto se com­ pleta con una serie de ermitas disemi­ nadas por los alrededores: la ermita de Santa Catalina es del siglo XM; la Cueva Santa, excavada en parte en roca viva, es preiTománica, y se dice que en ella es donde Santo Toribio vivió retirado del mundo. Quedan minas de la ermita de San Miguel, del siglo X III, en un rellano con magníficas vistas; las de Nuestra Señora de los Angeles, las de la de San Pedro y, restaurada, la de San Juan. I En Liébana, en el año 776 escribió San Beato su célebre Comentario del Apoca­ lipsis, hoy famoso por las copias minia­ das mozárabes de los siglos IX-XI, y el Tratado Apologético, origen de una polé­ m ica que trascendió fronteras, y que contribuyó, al tiempo que combatía la herejía adopcionista, a reforzar el sen­ timiento de unidad cristiana, clave en el proceso de la Reconquista. I De Potes a Fuente Dé [pág. 94] hay 25 km que salvan un desnivel de casi 800 m. Es el final la ruta, y seguro que nadie quedará defraudado. Ante nuestros ojos se descubre un vasto anfiteatro, presidido por los acantila­ dos calcáreos de la peña de Remoña (2.247 m) y el Valdecoro (1.841 m), ris­ cos por cuyas alturas sólo se atreven a campar los rebecos. E l Parador de Turismo Río Deva (1.005 m) es frecuentado por esquiado­ res y alpinistas. Merece la pena tomar el teleférico (también abierto en verano, de 9 h a 20 h), que recorre 1.400 m en tres minutos y medio y nos deja unos 800 m más arriba, en la estación del Balcón, desde donde se divisa el valle hasta Potes. Desde el Balcón parten numerosas excursiones de montaña (reserva natural y de fauna). A dos horas de camino está el refugio del collado de Áliva (1.687 m), base de escalada situada en un desértico paisaje de simas (karst). ►Unos 4 km antes de llegar a Fuente Dé está Espinam a, de donde parte una pista reservada a vehículos todoterreno.. (se alquilan sólo a conductores con experiencia, y conocedores del lugar). Pueden contratarse excursiones orga-


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2.CABUÉRNIGAYPOLACIONES

IN FO RM AC IO N ES PRÁCTICAS Al final de la guía, en el apartado de Infor­ maciones prácticas, se ofrece amplia infor­ mación de hoteles, restaurantes y estableci­ mientos en los que se pueden realizar compras en las localidades de Fuente Dé y Potes.

QD Info Cangas de Onís Parque Nacional de ios Picos de Europa Avenida de Covadonga, 43. Telf. 98 584 86 14. www.picoseuropa.net

(H Dónde dormir Arenas de Cabrales Hotel Picos de Europa*** Mayor, s/n. Telf. 98 584 64 91. www.hotelpicosdeuropa.com A orillas del río Cares, con piscina. Habitación doble: 65-95 €.

Cangas de Onís Parador de Turism o***** Monasterio de San Pedro de Villanueva, a 2 km de Cangas de Onís. Telf. 98 584 94 02. www.parador.es Situado a orillas del río Sella, desde allí se pueden contemplar los Picos de Europa. Habitación doble: 148-160 €.

La Hermida Hotel Balneario La Hermida**** Ctra. La Hermida a Potes, s/n. La Hermida-Peñarrubia. Telf. 942 733 625. www.balneariolahermida.com Edificio del siglo XVII, rehabilitado en 2006, con 57 habitaciones perfectamente equipa­ das y unas instalaciones termales con aguas minero medicinales. Habitación doble (con desayuno): 85-100 €.

Por miento en casa de labranza o albergue, en un edificio restaurado de arquitectura tradicio­ nal. Organizan actividades de tiempo libre.

Peruyes Hotel Aultre Naray*** Telf. 98 584 08 08. www.aultrenaray.com Casona asturiana del siglo XIX, ubicada en un paraje encantador, junto a un robledal. Habitación doble: 75-105 €.

Hotel rural El Llagar** Casa 34. Telf. 98 584 0722. www.hotelmralelllagar.com Casa tradicional asturiana. Ambiente familiar. Habitación doble: 55-65 €.

Poncebos Hotel Arcea El Mirador de Cabrales** Telf. 98 584 6673. www.arceahoteles.com Pequeño hotel situado en Poncebos, la entrada natural a la garganta de Cares. Decoración sencilla, pero cuidada y agradable. Las vistas son impresionantes. Habitación doble: 75-120 €.

Dónde comer Arenas de Cabrales La Panera Telf. 98 584 68 10. Ambiente tranquilo. Setas al cabrales, fabada, carnes a la piedra... Precio medio: 30 €.

Cangas de Onís Los Arcos Pza. Jardines del Ayuntamiento, 3. Telf. 98 584 92 77. www.loslagos.as Conocido por sus magníficas propuestas culi­ narias basadas en la cocina tradicional. Precio medio: 40 €.

Posada La Cuadrona

Casa Morán

La Vega, 11. Telf. 942 733 565. Casona típica dela zona enclavada enla misma garganta del río Deva. A 10 km de Potes y a 20 km de la costa. Habitación doble: 55-65 €.

A 16km, en Benia de Onís. Plaza del Ayunta­

Casa Marisa y Albergue La Hermida Penarrubia. Telf. 942 733 520. www.alberguelahermida.com A 16km de Potes y a 20 km de San Vicente de la Barquera. Diferente posibilidad de aloja­

miento, s/n. Telf. 98 584 40 06. Apreciado por los conocedores de la zona. Cocina casera. Precio medio: 15 €. Dispone de habitaciones. Habitación doble: 38 €.

La Hermida Restaurante Paquín Telf. 942 733 520. Cocido montañés, cordero y postres caseros. Precio medio, 30 €.

la cu en ca d el n a n sa

(86 km)

Esta ruta pretende poner al alcance del visitante dos conjuntos de notable interés eco­ lógico y de peculiares tradiciones: el valle de Cabuérniga y la cuenca del río Nansa, hasta el valle de Polaciones. Los valles de la zona son escuetos, rodeados de pastiza­ les vallados que acogen a las oscuras vacas tudancas,cuya carne se debe tomar poco pasada y en gruesos chuletones, para apreciar el sabor recio y fresco que denota el forraje que las alimenta. Desde hace algunos años se realizan cruces de Tudanca con razas canadienses para aumentar la producción. La orografía es accidentada: al suroeste se alza Peña Sagra, al sur la sierra del Cordel y sus cuetos, al norte la sierra del Escudo de Cabuérniga y al este los puertos Collado de Carmona y Palombera. Durante el recorrido se realizará una ascensión progresiva desde Puentenansa, situada a 150 m hasta Polaciones, donde se alcanzan los 1.000 m. El valle de Cabuérniga ha quedado marcado por aquellos caornecanos que desde el siglo IX repoblaron Castilla y participaron en la reconquista, animados quizás por la facilidad de la ruta hacia la meseta. Los pobladores actuales son gentes emprendedoras, esforzados ganaderos y comer­ ciantes, y tienen gran facilidad para los oficios artesanales. Polaciones es otro mundo, más cerrado, más recóndito, pero con ingredientes paisa­ jísticos y culturales que denotan una fuerte personalidad y un profundo respeto por las costumbres ancestrales. El trabajo comunal adquiere gran importancia debido a la escasa población y mano de obra, los jóvenes se resisten a quedarse en estos núcleos aislados y buscan trabajo en las ciudades, aunque en ocasiones regresen para ayudar a sus padres o familiares en las labores más duras, como la recogida de la hierba.

El encanto del paisaje cabuérnigo I Esta rata es conocida también como Ruta de los Foramontanos, en honor a los cántabros que salieron de Cabezón para repoblar Castilla por decreto real. Une Cabezón de la Sal con localida­ des como Carrejo y U cieda, donde abundan las casonas y palacios monta­ ñeses. Enlaza con Rúente y Carmona, en un valle donde se diseminan valiosos conjuntos arquitectónicos. E l recorrido parte de Valle de Cabuérniga (a 12 km de Cabezón de la Sal, por la CA 180), donde destacan la casona de Rubín de Celis por su fachada y por la decoración interior, la fonda del barrio de abajo, exponente de arquitectura rural, y algu­ nas casonas solariegas como la torre de Augusto González de Linares y la de Ernesto Lozano, ambas del siglo XVin. Un la iglesia parroquial se guardan reta­ blos dieciochescos con las imágenes de San Pedro Sedente y San Bartolomé. Los cabnérnigos fueron repobladores de Castilla, indianos y hábiles artesanos

abarqueros- y garroteros. Aún hoy, en Barcenillas, a 2 km antes de Valle, por la misma carretera, se conserva el ofi­ cio con la presencia de tallistas de madera. ►Desde este punto se retorna hacia Valle para continuar por la sinuosa CA 182 durante 1 km y llegar al lugar llamado la Vueltuca, que ofrece una bella pano­ rámica del valle de Cabuérniga. > Unos 10 km más adelante, en el mira­ dor de la Asomada, situado en la cresta del puerto de la Collada de Carmona (611 m) es otro lugar excepcional para detenerse y captar una ilustrativa vista aérea sobre el pueblo de Carmona y el cercano barrio de San Pedro. IA 2 km se encuentra Carmona*. En esta localidad se pueden visitar, en el barrio del Sol, varias casonas del siglo XVII. E l palacio de los Mier, de estilo herreriano, detrás del cual se ubica, en la calle de la


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cuya comisa aparece la inscripción: “Yo soy Cossío, que pocos conmigo, adelante el de Mier, por más valer; por la fe de Calderón el m orir es blasón. Las de Terán, a muy pocos las dan...” . En Carmona se celebra la Vasa, o subida del ganado tudanco a los pastos altos, a finales de junio, y la bajada en septiem­ bre, festejándose con deportes autócto­ nos y premios a las reses más lucidas. E l recorrido por la misma carretera alcanza la localidad de Puentenansa en el centro de la cuenca del Nansa, al que se dirige la segunda parte de la rata.

Los atractivos de la cuenca del Nansa I En este caso la carretera sube desde la autovía A 8 Santander-Oviedo, con salida en la 269 Los Tánagos-Pesués-Puentenansa, tomando la CA 181. La primera parte interesante está en la nueva atrac­ ción de la cueva el Soplao, entre los municipios de Valdáliga, Herre­

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rías y Rionansa. Para llegar hay que rebasar Puente del Anudo, tomar la des­ viación a Rábago, y desde allí al com­ plejo turístico El Soplao, en un entorno natural de gran belleza. La cueva es cono­ cida desde finales del siglo XIX debido a la explotación de las minas de La Flo­ rida, pero en su interior guarda también un auténtico “paraíso” natural, con impresionantes formaciones de esta­ lactitas y estalagmitas excéntricas que provocan todo un juego de luces y som­ bras. La cueva tiene una longitud de unos 15 km aunque el recorrido turístico en el tren minero es de algo más de kiló­ metro y medio. I De vuelta a la carretera que remonta el Nansa, se llegará hasta el pueblo de Riclones, en el que se asienta la ermita de San Antonio, de cuya arquitectura des­ taca principalmente el humilladero de la entrada, considerado como uno de los mejores de los existentes en Cantabria.

Si se desea visitar las cuevas prehistó­ ricas de Chuflín y Micolón, es necesa­ rio preguntar por el guarda y guía de las mismas en Riclones, y él mismo acom­ pañará al visitante -cruzando en barca el embalse de Palombera- a observar las pinturas rupestres de estas cavernas.

*Puentenansa, núcleo urbano y comer­ cial del valle alto del Nansa, con algu­ nas casonas interesantes, dista unos 4 km de Carmona. Pero el mejor lugar para detenerse es, saliendo por la carretera CA 281, unos 2 km más adelante, en la ermita de la Virgen del Llano, con una imagen policromada de la Virgen y el Niño y una vista panorámica del valle de Lamasón. >Desde este lugar se va a continuar, en dirección oeste, por la CA 282, atrave­ sando las localidades de Rioseco y Pedreo, para, finalmente, llegar rápida­ mente hasta Obeso, pueblo célebre por

el torreón del mismo nombre. La cons­ trucción, de recia factura, perteneció al linaje de los Rubín de Celis, figurando ya en documentos que se remontan a mediados del siglo XV. Amenazado de m ina durante estos últimos años, final­ mente, y por fortuna, se han empren­ dido iniciativas institucionales para su restauración. I Volviendo a la ruta propuesta, se retoma a Puentenansa, para tomar la CA 281, en dirección sur. ►Remontando el curso del Nansa, a 3 km, se entra en Cosío. Destacan aquí la casa de la Picota, así llamada por el remate de sus aleros, la de La Llosa y la casona de la Torre, situada en la salida hacia la comarcal que conduce, recorriendo 7 km por la orilla del río Vendul, a San

Sebastián de Garabandal. E n este lugar dicen que se apareció la Virgen y el arcángel San Gabriel a tres


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E x c u r s io n e s p o r C a n ta b ria

mente a 10 km se encuentran las poblaciones de La Lastra y Tudanca, casi unidas en una sola por la geografía y por la historia. De La Lastra era natural Pas­ cual Fernández de Linares, que ocupó el cargo de Gobernador de Callao (Perú) e invirtió su for­ tuna en construirse un palacio en Tudanca, que pasaría, por matrimonio a manos de los Cossío, quienes lo cedieron al pue­ blo de Cantabria en el año 1975. La casona de Tudanca se con­ virtió en un importante foco cul­ tural en el que descansaron y escribieron Federico García Lorca, Gerardo Diego, Miguel de Unamuno o Rafael Alberti, con­ n e se rva gk N ácio iial de <3^=3; servándose en la misma algunos Caza de Saja Pto. de P alom berí de sus manuscritos, junto a colec­ 1260 « Alto Campoo iPiedrasluengas e s t a c ió n in v e r n a l ciones documentales, de más de ALTO CAMPOO ■ "*(T \ * X\_ 20.000 volúmenes, de dibujos itaY f J Tres Mar* s ( ñ ^ í i c e / ° 0rtie l p ? r™ a~ „ lianos del siglo XVII y grabados X T . 2.175 ' ProanoC ^ t a m a s o b r e s ñaLabr, ^ Abiada^ Villaiy| de la corte de Luis XV. Su capi­ 2.006 \ C" • ¡¿Espinilla^. s lia posee un retablo dedicado a 4 ! L^ L|az° s s t a . M 'd e R ed o n d o ^ Mazandrero Bar|-10 la Virgen de Cocharcas. Actual­ iaciot ¿ L '-5San Ju a n de Redondoi ^ ^ La roD Población 'Tremaya / • HqQiico ^ ^ ¿ a ¡j r g de Suso mente funciona como biblioteca ^ Sa n Salvador de V ald e ce b o lla s A Peña Rubia especializada para investigado­ ))h Canta muda 2.139 ^ = = ^ 19 2 9 A 1 8rañ a U & H ija r res, regentada por un directorVerdeña Oai^ori jj O / 3 Celada 9 Herreruela _ , conservador, con cargo a la Dipu­ \ Esta layaJJ ude Castillería Branosera S--tación Regional. Tudanca debe también su fama jóvenes, lo que dio lugar a la creación al escritor costumbrista montañés José de un santuario* que, desde el año 1961, M aría de Pereda, que la inmortalizó en es objeto de peregrinaciones. Estas se la célebre novela Peñas Arriba, cuyo pro­ han acrecentado desde que una de las tagonista, don Celso, la casona que regen­ jóvenes visionarias, residente en Esta­ taba y el pueblo en que se situaba, al que dos Unidos, extendió la fama milagrera Pereda llamó Tablanca en la ficción, esta­ de la Virgen de Garabandal. Aunque ban inspirados directamente en Tudanca. nunca ha sido admitido por la jerarquía Una de las fiestas más características católica el supuesto prodigio, el lugar de Tudanca es el sorteo y siega del Prao continúa siendo centro de atracción para Concejo, que se desarrolla coincidiendo numerosas personas que acuden desde con el día de San Agustín. E l ritual se I los lugares más remotos para recorrer in icia con el toque de campanas que I el Vía Crucis que lleva hasta el paraje convoca a todos los vecinos para que | donde se sitúan las apariciones. suban a la pradería con sus bueyes y I presencien el sorteo del prado comu- I I De vuelta a Cosío, se puede continuar el nal. E l regidor divide el prado en ocho I viaje en dirección a Rozadío, pequeño partes, de las que se hacen tantas suer- I y entrañable enclave al que se accede tes como vecinos: a las viudas, o solté- I por un puente del siglo XVII sobre el ras con hijos, se les concede media I Nansa. En su iglesia de la Virgen de la braña, a los matrimonios con hijos, una I Vega se conservan las joyas de plata braña... Las mujeres se colocan en las I limeña, regaladas por el indiano Franlindes de las suertes y ondean una I

que los segadores vean el punto inicial de la m ira. A la orden del regidor empieza la siega del prado comunal, que se realiza con el dalle o guadaña. Terminada ésta, se carga el verde en los carros y comienza la celebración. I En La Lastra es posible refrescarse en el pequeño embalse sobre el Nansa, ro­ deado de robledos y castaños, que sirve de prolongación, abarcando 9 km, al embalse de La Cohilla, en una hermosa ascensión que ofrece una visión impre­ sionante del encajado muro de conten­ ción del pantano, antes de abrirse al valle de Polaciones.

Polaciones: reducto de tradiciones >Por estos altos valles, donde no resulta infrecuente la visita de los lobos cada invierno, aún perviven oficios como el de rabelista, fabricante de rabeles, rústicos violines fabricados a mano con madera de castaño y cuerda o tripa, utilizados ori­ ginariamente por los pastores; con él se cantan maliciosas e irreverentes coplas-las rabeladas-, que en tono de humor hablan de amoríos de las mozas casaderas, infi­ delidades matrimoniales, líos de curas y sacristanes o disputas entre vecinos. I En La Laguna se toma una desviación que, tras 1 km, conduce hasta Puente

IN FO RM AC IO N ES PRÁCTICAS S ík i Dónde dormir y comer Carmona Posada La Vera Carmona, s/n. Telf. 942 728 072 y 661 617 210. www.posadalavera.com Bonita casa de sillería del siglo XVII de estilo cántabro. Totalmente rehabilitada. Muy acogedora. Habitación doble: 48-66 €.

Posada restaurante El Puente Barrio El Puente. Telf. 942 728 115. www.posadaelpuente.com Maciza casa de piedra cántabra en paraje de montaña. Habitación doble: 50-65 €.

Rúente Restaurante Los Molinos Telf. 942 709 181. Antiguo molino rehabili­ tado y acondicionado. Cocina regional. Precio medio: 25 €.

Posada La Fuentona Barrio la Nogaleda. Telf. 942 709 165. www.lafuentonademente.com Casona de piedra junto a la Fuentona de Rúente. Ambiente agradable. Habitación doble: 55-80 €.

Posada La Casona de Ucieda En Ucieda. Telf. 942 712 550. Bonita posada con 8habitaciones, algunas abuhardilladas. I labitación doble: 45-55 €.

San Sebastián de Garabandal Posada San Miguel Telf. 942 727113. www.sanmigueldegarabandal.com I'i isada rural, ubicada en este pequeño pueblo. I labitación doble: 45 €.

Selores de Cabuérniga Casa de las Indianas La Fuente. Telf. 942 706 360. Casa de 1860reformada en 1999, combinando el sabor de las viejas casonas con el equipa­ miento más actual. Apartamento (4 plazas): 80-118 €. Apartamento (2 plazas, con jardín): 65-118 €.

Casona Palacio Camino Real Barrio la Fuente. Telf. 942 702 171. www.caminorealdeselores.com Casona edificada en 1690y ampliada en 1730 que a lo largo de los siglos se ha conocido como Residencia del Mayorazgo de la Fuente o la Casa de la Viuda. Dispone de 25 habita­ ciones de diferente tamaño y equipamiento. Habitación doble: 78-128 €.

Valle de Cabuérniga Hotel Restaurante Reserva del Saja** Carretera General, s/n. En Renedo. Telf. 942 706 190. Exquisitos platos como venado con alubias estofadas y cordero. Habitación doble (con desayuno): 65-165 €.

Mesón el Urogallo Renedo de Cabuérniga. El Mentidero, 3. Telf. 942 706356. Alojamiento rural con 7 habitaciones en el corazón del Parque Nacional de la Resera del Saja. Habitación doble: 50-70 €.


EXCURSIONES POR CANTABRIA

Pumar. Aquí se puede admirar la labor de cantería de la casona de los Coro­ neles, el humilladero, situado en direc­ ción a Lombraña, y la casona del Obis­ pado. De aquí parten dos carreteras que ofrecen otras tantas alternativas: la pri­ mera, tras 2 km, conduce a Uznayo, conjunto rural de gran interés, que con­ serva, casi intactas, varias casonas de los siglos XVI y XVIII. I A 3 km, en el collado de Sejos, se localiza un yacimiento de la edad del bronce cons­ tituido por 5 menhires con ídolos gra­ bados tendidos en medio del pastizal. I La segunda carretera conduce hacia Lombraña. Aquí se encuentran la casona de Diez de Lombraña, de 1604, la de Rábago, Ram y Vélez, la casa de Robledo y el palacio del Ahorcado, construidos en sillería y madera.

t Desde Puente Pumar a Tresabuela hay 5 km. De esta localidad era el jesuíta Francisco de Rábago, confesor de Fer­ nando V II, sobre el que ejerció su influen­ cia para darle a Santander la sede epis­ copal y el título de ciudad. La iglesia parroquial conserva algunas ofrendas de este rey: un cáliz y una lámpara de plata torneada. I Retomando la ascensión del Nansa en La Laguna, el principal centro hoste­ lero de la zona, la CA 281 conduce hasta el lím ite entre Cantabria y Palencia, en las cercanías de peña Labra (2.018 m), el Cuchillón (2.222 m) y el pico Tres Mares (2.175 m), así llamado porque de su in terio r surgen las aguas de afluentes o ríos que desembocan en tres mares distintos: Cantábrico, Medi­ terráneo y el Océano Atlántico. En el camino hacia estas cumbres, que mar­ can además la divisoria regional, se llega fácilm ente por sendos desvíos a la derecha, hasta San Mames, patria de ilustres indianos como Antonio de Terán, y Belmonte. I Unos 6 km más adelante se encuentra Santa Eulalia, lugar en el que desta­ can las casonas de Toribio Fernández y Cosme de la Lastra, y todavía más

3. JULIÓBRIGA Y EL PANTANO DEL EBRO

la derecha se accede a Cotillos, cuya arquitectura rural resulta significativa debido probablemente al aislamiento del lugar respecto a las grandes vías de

D e s d e l a a n t ig u a c iu d a d r o m a n a , POR LAS ORILLAS DEL MAR INTERIOR

(90 km)

comunicación. >Siguiendo la misma carrertera, a 12 km, la ruta llega a su fin en Salceda. Su igle­ sia del siglo XVI guarda notables tallas policromadas y lienzos del siglo XVIII. E l núcleo rural, al igual que el de los otros pueblos del alto Nansa, se presenta como caserío denso, de planta irregular y calles estrechas, aprovechando para su asentamiento las fallas del terreno, con construcciones de poca altura y materiales pobres. I Sorprende en toda la ruta que de estas tierras salieran tantos indianos, dis­ puestos a encontrar en el Nuevo Mundo una riqueza que su patria no les ofrecía. Sobre todo por lo recóndito de estos lugares. Quizás a ello deben la fama de lucha­ dores e intrépidos estos viajeros que, a su vuelta a España, no olvidaron sus tie­ rras, a las que regresaron con la idea de mejorarlas y enriquecerlas, dejando al mismo tiempo su impronta personal de superación y orgullo de origen, como muestran las casonas e iglesias que sal­ pican el recorrido.

'

Su enorme extensión le aproxima a las dimensiones de un pequeño mar. Ocupa una superficie de 6.000 ha y tiene capacidad para almacenar hasta 550.000 millones de litros, por lo que está considerado el mayor recinto de agua dulce de España. La fun­ ción de este embalse es regular y almacenar los caudales que aportan los deshielos procedentes de Alto Campoo y sobre todo de los ríos Ebro, Híjar e Izarilla, en la parte cántabra, además del Vllga en la zona burgalesa, en la que se asienta el 30 por 100 del embalse, quedando el 70 por 100 restante en Cantabria. De este gigantesco remanso surge el aprovechamiento de caudales destinados al regadío de las tierras aragone­ sas y en menor medida cántabras (trasvase Ebro-Besaya) y para la producción de ener­ gía eléctrica (Central de Arroyo). Pero esta inmensa lengua de agua, de 20 km de largo por 4 km de ancho es más que un simple pantano. Sus características orográficas le han constituido en Reserva Nacio­ nal de aves acuáticas y punto de atracción para multitud de especies migratorias, inclu­ yendo cigüeñas, somormujos lavancos, patos colorados y otros tipos de anátidas.Tamblén abunda la pesca, especialmente truchas, barbos y black-bass, además de cangrejos. El embalse contiene en su interior la historia truncada de varios pueblos y aldeas, que ocupaban el valle más fértil de Campoo,anegados por el pantano, incluyendo la des­ afiante espadaña que sobresale de las aguas frente a Las Rozas o las ruinas fantas­ males que aparecen cuando el nivel de las aguas desciende. En la orilla del pantano persisten los que se encontraban en lugares más elevados o pudieron retroceder. En esta nueva configuración, Inaugurada en 1948, existen zonas de pinar, además de un conocido balneario (Corconte) y hasta unas peculiares playas (Arija), además de varios puentes, algún pequeño embarcadero y multitud de posibilidades en cuanto a la práctica de deportes acuáticos, aunque la infraestructura está todavía por crearse. La panorámica del embalse es distinta desde cada pueblo, acentuada por un microclima cambiante, entre misteriosas neblinas y reflejos azulados, que, cuando llegan las nevadas, recuerda el paisaje helado del Gran Norte.

Ciudad romana deJulióbriga.


E x c u r s io n e s p o r C a n ta b ria

La ciudad romana y la abadía medieval I Los accesos más lógicos al pantano vie­ nen desde las carreteras que enlazan con su perímetro norte, la de Reinosa por el oeste y la que atraviesa el puerto del escudo, por el este. Elegiremos en este caso la capital de Campoo como punto de partida, lo que perm ite tom ar un ramal hacia la derecha, antes de llegar a Requejo. Se trata de una estrecha carre­ tera que pasa por Bolmir, con su reco­ leta iglesia románica de San Cipriano (siglo X II) y asciende hasta Retortillo. En este lugar se halla otra interesante iglesia románica, la de Santa María, levantada en medio de los restos de Julióbriga, el más importante asentamiento romano que se conoce en Cantabria. Los historiadores consideran que ya exis­ tió previam ente a los romanos un poblado de origen céltico en el mismo lugar, desüuido durante las Guerras Cán­ tabras (29-19 a.C.). Entre los siglos I y III, la ciudad romana debió conocer su mejor época, llegando a ocupar unas 30 ha, mostrando una tipología próxima a los cánones del urbanismo helenísticopompeyano. Las excavaciones y hallaz­ gos documentados se iniciaron en 1768, con el historiador Enrique Flórez, y desde entonces expertos, nacionales y extran­ jeros, han investigado en esta área que todavía encierra grandes posibilidades arqueológicas.

J u l ió b r ig a y e l p a n t a n o d e l E b r o

A la vista del profano, la zona más atrac­ tiva de Julióbriga es la denominada La Llanuca, donde se levantan seis pilastras que debieron de pertenecer al pórtico de una vivienda noble, junto a los restos de una calle porticada. Otras zonas excava­ das se encuentran en las inmediaciones de la iglesia románica y sobre la vertiente sur de la carretera de acceso. Problemas presupuestarios afectan a la continuidad de las excavaciones, que sufren periódi­ cos estancamientos. Aun así, está abierto al público el Centro de Interpretación de Julióbriga, en el que se complementa la visita a la domus con un recorrido por el interior de un edificio con dos niveles, donde se representa la vida de una casona romana y se aportan datos e información sobre los asentamientos romanos en Can­ tabria. E l museo cuenta con un gran apal­ eamiento. Del otro lado, en torno al tem­ plo, se ha encontrado una necrópolis altomedieval con visibles tumbas de lajas. La parroquia es una buena muestra del románico meridional, donde confluye el estilo popular con el más elaborado, pro­ cedente de Palencia. Destacan en el tem­ plo los capiteles del arco triunfal con representaciones escultóricas de guerre­ ros montados. Desde lo alto de la espa­ daña se disfruta de una amplísima vista sobre la zona, abarcando Reinosa, Requejo, la cola del pantano y los cerros en los que se asentaron los primitivos castros prerromanos.

►Volviendo al encuentro del embalse, por la orilla sur, se deja atrás el ramal que enlaza con la península sobre la que se asienta Homa de Ebro para llegar a uno de los principales enclaves del pantano. Se trata de Arroyo, centro estratégico, administrativo y recreativo del embalse. En torno a este lugar se encuentran las instalaciones de la Confederación Hidro­ gráfica, la presa reguladora, la pequeña central hidroeléctrica y la placa en memoria del ingeniero Manuel Lorenzo, que diseñó el pantano. ►La ruta abandona momentáneamente el embalse por la carretera que baja hacia el sur, junto al Ebro, entre un paraje de hermosos bosques, y se dirige al monas­ terio de Montes Claros, conjunto de edificios que se aposenta sobre una loma, dominando la zona de Valdeprado. E l convento y la hospedería infunden sen­ sación de soledad, serenidad y armonía con la naturaleza. La Virgen que da nom­ bre al santuario fue descubierta en una cueva que dio origen al primitivo monas­ terio altomedieval. La iglesia actual data del siglo XVn. Los dominicos que regen­ tan el monasterio admiten estancias de particulares durante la época estival. I El foco de atención es otra vez el pantano, y hacia él se vuelve, por la carretera de Montes- Claros. Antes de llegar al embalse sepuede optar-también por seguir su cauce n'o abajo, atravesando localidades como Bárcena, Polientes, Cadalso o San M ar­ tín de Elines, que figuran en la Excursión 4 de Valderredible. De nuevo en Arroyo, tras cruzar el puente que da salida al Ebro, se llega al núcleo de Las Rozas, salpi­ cado de pequeñas viviendas. ►Un poco más adelante, Villanueva de Las Rozas se asienta frente a la célebre espadaña que sobresale de entre las aguas hasta en épocas de máximo caudal, con­ vertida en refugio de cuervos y empe­ llada en sobreponerse a la mina del pue­ blo anegado. I ,a desaparición de los tradicionales luga­ res de culto ha dejado un aire de nos­ talgia en esta orilla del embalse. Caso peculiar es la ermita de San Martín, bucólico edificio uue todavía mantiene

lamida por las aguas, en Renedo. Las imágenes fueron sustraídas por algún desaprensivo. I Un poco más adelante, en Llano, unos carteles reivindicativos denuncian la pérdida de otra ermita, la de El Ave­ llanal. En Bimón, último pueblo de la comunidad de Cantabria por este lado, subsiste una explotación de tierra refrac­ taria, que se extrae en la misma orilla. ►Cruzando un puente sobre una zona fre­ cuentada por aves acuáticas, se llega a Arija, donde hay amplios arenales y una reducida infraestructura que le da la categoría de playa del pantano. ►Desde Arija se puede tomar la carretera que sube hasta Santa Gadea de Alfoz para adentrarse en el monte Hijedo, uno de los mejores robledales del norte de España que se desparrama por Canta­ bria y Burgos. Especialmente bella en otoño, es una zona de más de 9.500 ha de árboles enigmáticos, hayas y longe­ vos robles, entre los que crece el acebo, los heléchos, el brezo y el tejo. E l bos­ que es rico también en fauna: aves como el azor, gavilán, águila real y el valioso y en peligro de extinción pito negro; espe­ cies como el corzo, jabalí, gato montés y lobo. (Para obtener más información del centro de interpretación del Monte Higedo, situado en una torre-fuerte res­ taurada de la localidad de Riopanero, ver rata 4 Valderredible, pág. 41-44).

Por la orilla norte ►Desde aquí, pasando por San Vicente de Villamezán y Herbosa, se alcanza Cilleruelo de Bezana, donde se gira en dirección norte, por la N 623, hasta el desvío de Corconte, en donde se ini­ cia el recorrido de la orilla norte. E l balneario, fundado en 1922, conserva el vetusto encanto y la renombrada cali­ dad de sus aguas, especialmente indi­ cadas para problemas de riñón. ►Volviendo a entrar en el territorio de Cantabria, la próxima parada es La Población. Posee sabrosos alicientes, como el pan de pueblo y el mesón El Car-


E x c u r s io n e s p o r C a n t a b r ia

bria, en busca del vino a granel y los pro­ ductos de matanza aunque, justo es pre­ cisarlo, en la comarca se consumen cali­ dades similares. I Algo más adelante se encuentra el desvío hacia Lanchares, donde, además de un amplio robledal, se puede apreciar una de las mejores panorámicas del embalse. > En La Costana merece la pena hacer un breve desvío hasta la torre de Bustamante, en la península más amplia del pantano, que conserva su espíritu medieval, arropada por la vecina ermita y el atractivo entorno. E n la misma península se halla Villasuso, donde se ha instalado la estación de bombeo para el transvase Ebro-Besaya.

i Por aquí se vuelve a la carretera princi­ pal, en Monegro. Al norte de esta loca-

lidad, 2 km más arriba, se encuentra la ermita de la Virgen de las Nieves, her­ moso paraje al que se llega a través de un peculiar V ía Crucis, en cuyas esta­ ciones están representados todos los pueblos que integran este municipio de Campoo de Yuso. I Retomando la carretera se llega a OrzaIes, con dos panaderías de fama en toda la comarca y una de las zonas de baños más frecuentadas del pantano, en las inmediaciones de un puente que enlaza con una península en la que se ha ins­ talado un centro de interpretación de la naturaleza y del ecosistema surgido por creación del pantano del Ebro.

►Requejo es el último pueblo en este iti­ nerario que conduce de vuelta a Reinosa, tras haber cubierto la mayor parte de los 90 km que rodean a este singular embalse.

IN FO RM AC IO N ES PRÁCTICAS i®) Visitas Centro de Interpretación de Julióbriga Telf. 626 325 927. Horario: de 10.30 ha 13.30h y de 16ha 19h. Cerrado lunes y martes.

51] (SÍ Dónde dormir y comer Abiada La Cotera

de 9 habitaciones dobles con baño. Se sirve cocina regional. Ambiente familiar. Habitación doble (con desayuno): 50-57 €.

Barrio La Casa de las Brujas**** En la comarca de Campoo. Callejón, 27. Telf. 942 779 741 y 659 099026. www.lacasadelasbrujas.com Casona-palacio de estilo montañés.

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Paseo de la Playa, 12. Telf. 942 773 066 y 942 773 316. Edificio de principios del siglo XX, que dis­ pone de habitaciones sencillas bien equipa­ das y de un restaurante cuya especialidad es la chuleta a la piedra y donde los sábados de invierno se prepara olla ferroviaria. Precio medio: 30 €. Habitación doble: 45-50 €.

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Campo de Yuso Mesón el Carioto La Población. Telf. 942 778 340. Mesón de carretera con excelentes embuti­

Paseo de Pereda, 36. Telf. 947 154 281. www.balneariodecorconte.es Abierto de marzo a diciembre. Habitación doble: 80-100 €.

Albergue Corconte Corconte, 29. Telf. 942 778 412. www.alberguecorconte.com Gran casona de piedra. Se pueden realizar numerosas aclividades de

4 . VALDERREDIBLE LA TIERRA DE LAS ERMITAS RU PESTRES

(1 7 0k m ap rox.)

En el extremo meridional de Cantabria, recostado al pie del inmenso páramo de Lora y atravesado por el Ebro, que da nombre al valle, se extiende el vasto municipio, de 300 km2, que comprende más de 50 localidades, muchas de ellas deshabitadas o con menos de 10 vecinos durante la mayor parte del año. La dispersa población de este territorio no supera en conjunto el número de 3.000 habitantes. A pesar de esta recesión demográfica, y seguramente a causa de ella, el valle mantiene una serie de atractivos que lo convierten en paraje sorprendente para los amantes de la naturaleza bien conservada, los Interesados en el patrimonio histó­ rico, los aficionados a husmear rincones casi mágicos de pueblos olvidados o a char­ lar con lugareños a quienes no importa el reloj, a redescubrir el sabor de los guisos de cordero con pan de pueblo y las excelentes patatas de la zona y a disfrutar, a la som­ bra de los chopos, del arrullo constante del alto Ebro, referencia obligada para todo aquello que se mueve en Valderredible. En medio de estas soledades, la comarca guarda un tesoro histórico en sus ermitas rupestres que surgen por doquier, y que fueron, a la vez, templo y refugio de aquellos eremitas que iniciaron la cristianización de Can­ tabrias partir del siglo vi, y que posiblemente acogieron ritos paganos en épocas ante­ riores. Las oquedades y cenobios que se hallan en lugares como Arroyuelos, Santa María de Valverde, Cadalso y muchos otros testimonian una espiritualidad a prueba de siglos. La naturaleza que envuelve estos parajes refleja la transición entre la cornisa cantábrica y la meseta castellana. Esta particularidad consigue reunir en el mismo entorno robledales magníficamente conservados, como el del monte Hlgedo, zonas de prados y cultivos cerealistas, alu­ viones, hoces y terrazas fluviales donde se encaja el Ebro frente a la tosca aridez mesetaria del páramo calizo, al que se accede fácilmente desde Pollentes y otros puntos. La variedad es también faunístlca, con presencia de jabalíes, corzos, aves rapaces y cigüeñas y, esporádicamente es posible ver lobos.

I I desfiladero de Orbaneja I E l viaje puede organizarse en tomo a la carretera que cruza la parte meridional del valle, de este a oeste, encajada entre las provincias de Burgos y Palencia. Se propone el acceso por el este, bajando por la N 623, Santander-Burgos, una vez rebasado el puerto del Escudo, hasta lle­ gar al cruce de Escalada, a unos 100 km de Santander, donde se abandona la general y se inicia el prim er tramo del recorrido, aún por tierras burgalesas. > l.a prim era parada es Orbaneja del Castillo, bellísimo pueblo enclavado en pleno desfiladero rocoso, donde existe una interesante cueva de la que nace un arroyo, transformado pronto en espec­ tacular cascada, que desciende por todo el pueblo. I as estrechas callejas del núcleo urbano n ii iservan todavía el ambiente de la jude­ ría que, según la tradición, habitó en el


VALDERREDIBLE E x c u r s io n e s p o r c a n t a b r ia

naturaleza se adueña de todo, al que también se accede tomando más ade­ lante el desvío de Ruijas, hasta La Sema, desde donde hay que continuar a pie para internarse en la gran arboleda. >A continuación se llega a P olien tes, capital del municipio y principal núcleo de población. E n esta localidad se ubican: el Ayunta­ miento, las sucursales bancarias, los hos­ tales, la gasolinera, además del Museo Etnográfico de Valderredible (telf. 942 776 146. Abierto de junio a septiembre mañana y tarde, y el resto del año sólo mañanas), con secciones dedicadas a la historia de la comarca, etnografía, reli­ gión y un interesante monográfico sobre la medicina natural.

Desde lo alto del pueblo se aprecia el meandro del Ebro, imitado por la carre­ tera, al pie del páramo vertical que adopta en la cumbre formas capricho­ sas, como de pétreos animales enfras­ cados en besos milenarios. Una visión de esas que permanecen largo tiempo en la retina. ►Continuando en dirección oeste, la carre­ tera se adentra en Cantabria y conduce al cruce de San Martín de Elines. No hay que dejar de visitar la colegiata románica, del siglo X II, que conserva en su claustro restos de una construc­ ción anterior, probablemente de origen mozárabe. Aunque posee en su interior sepulcros románicos y góticos, el claus­ tro no pertenece al románico original sino que fue reconstruido durante el siglo XVI. La Colegiata presenta un impo­ nente ábside en sem icírculo, crucero resaltado por cuatro grandes pilares y una sola nave, cubierta por armazón de madera. Sobresale del conjunto la her­ mosa torre cilindrica y son asimismo dignos de observación los canecillos, de excelente ejecución al igual que los capi­ teles historiados que sustentan la cúpula. Elines tiene además la particularidad de presentar, en el ábside, los únicos ves­

I Frente a San M artín de Elines, al otro lado de la carretera, se encuentra Arroy u e lo s y a llí, en lo alto del pueblo, sem iescondida entre unas ruinas, la erm ita rupestre, posiblem ente del siglo IX. Se trata de una roca excavada, con ábside circular, donde se aprovechó inge­ niosamente la redondez del peñasco para practicar la entrada, los eremito­ rios y el exiguo espacio interior. E n el exterior se pueden ver una serie de tum­ bas antropomorfas, así como los típi­ cos dujos, colmenas practicadas en tron­ cos ahuecados. I La arteria principal, siempre en direc­ ción oeste, prosigue hasta Cadalso, al borde mismo de la ruta. Es una hermosa y reducida ermita rupestre, todavía abierta al culto, donde la espadaña postiza y la extemporánea puerta de madera desvirtúan en cierto modo la sencilla cueva originaria. fe La próxima parada es Ruerrero, enclave de cierta actividad dentro del sosegado discurrir del valle. Una torre medieval en ruinas domina el pueblo sobre un altozano. Además se encuentra en este lugar un núcleo de almacenaje y enva­ sado de la excelente patata de la comarca,

par de mesones en los que se degustan los buenos productos de la matanza.

I Desde Polientes se puede hacer una excursión curiosa, pasando por Rocamundo, en dirección sur, hasta lo alto del páramo, referencia inmejorable para ver de cerca el contraste entre el valle y la meseta.

• Junto al puente de sillería, sube hacia el norte la carretera que lleva hacia El Eligedo, el frondoso bosque donde la

• Volviendo a la carretera principal se llega a Campo de Ebro.

IN FO RM AC IO N ES PRÁCTICAS Véase el apartado de Informaciones prác­ ticas, al final de la guía, para la zona próxima

Polientes Pensión Sanpatiel**

a Reinosa.

Ctra. Burgos-Reinosa. Telf. 942 776 053. wwuthostalsanpatiel.com Hostal de construcción moderna con vistas al Ebro. Cuenta con restaurante. Habitación doble: 52 €.

Comunicaciones El vehículo particular es el medio más apro­ piado aunque, en determinados puntos, se requiere estacionar el automóvil, ya que sólo se puede continuar a pie. Las carreteras indi­ cadas pertenecen a la red comarcal y en su trazado presentan abundantes y pronuncia­ das curvas.

© f f l Dónde dormir y comer Navamue! Albergue y casa rural La Ermita La Real, s/n. Telf. 942 776 127. Conjunto de albergue y casa rural con dife­ rentes opciones de alojamiento. El albergue funciona para grapos de más de 20 personas. Dispone de restaurante. Habitación doble: 50f Anal-lamento: 75 v 100€.

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E x c u r s io n e s p o r C a n t a b r ia

I La carretera cruza más adelante sobre el Ebro y se dirige hasta Villanueva de la Nía, de donde parte un V ía Crucis hasta la ermita del Monte. Ya estamos en Vaidelomar, nombre que acompaña a los pueblos de Castrillo, San Mar­ tín y San Andrés. Entre los dos primeros se halla Santa María de Valverde, la más visitada de estas iglesias rupestres y la mejor con­ servada, puesto que se encuentra abierta al culto. La presencia del templo origi­ nal se delata por la silueta de una soli­ taria espadaña, levantada sobre el prado que tapiza la parte superior de la cueva. La primitiva iglesia y su entorno han su­ frido, como Cadalso, reformas y urba­ nizaciones no demasiado afortunadas, que también han afectado al interior. La planta prim itiva era una nave rectan­ gular, separada por un arco del presbi­ terio (ahora en la misma nave), que a su vez comunicaba con la oscura sala del baptisterio. Actualmente se consérvala nave central y tres capillas, además de una talla de la Virgen y restos de pintu­ ras e inscripciones en los muros. Las tumbas antropomorfas tapizan el exte­ rior, como en tantos otros lugares del valle. I Todavía queda otra interesante cuevaermita en Cezura, casi al final de la ruta, con inquietantes tragaluces e ins­ cripciones grabadas en sus pétreos

Dos de las ermitas rupestres de ia comarca de Valderredible: Cezura (arriba) y San Martín de Vaidelomar (abajo). En este lugar se recomienda visitar la ermita rupestre que se asienta en lo alto del pueblo, formando un hermoso conjunto con la espadaña de la iglesia vecina y las casas del lugar. Al frente se extiende la planicie del valle, frenada al fondo por la barrera caliza del páramo. I Más adelante, en Báscones de Ebro, se puede tomar un nuevo ramal que lleva hacia el sur, para llegar hasta Olleros de Paredes Rubias, donde nos aguarda

muros. Para visitar todos estos lugares no ha sido necesario alejarse demasiado de la carretera-eje, pero existen muchas otras ermitas rupestres en esta zona, donde Palencia, Cantabria y Burgos confluyen en un todo geográfico, al margen de divi­ sorias artificiales. I En Quintanilla de las Torres se toma la carretera A 67 hacia el norte, en direc­ ción a Reinosa. I S i es hora de comer se puede buscar, unos 8 km más arriba, el desvío hacia Hormiguera, en cuya plaza existe un acogedor mesón especializado en pre­ parar jijas (chichas) con m orcilla. Un poco más arriba se puede tomar el des­ vío de Matamorosa hasta llegar a Rei-

5. ENTRE EL PAS Y EL MIERA T i e r r a de p a s t o r e s y d e le y e n d a s

n 23 km)

En el recorrido por los valles del Pas-PIsueña y el Miera se puede constatar una pecu­ liar forma de adaptación geográfica y unas costumbres que, posiblemente por el ais­ lamiento de estas tierras o quizás por el especial carácter de sus pobladores, todavía perviven. En el lenguaje pasiego se habla de mudanza o cabañeo para el acto de trasladar los útiles caseros de las cabañas de los pastos bajos a las de los altos; el cuébano o cuino es el cesto trenzado con varas de avellano que se utiliza para llevar a los bebés cuan­ do las mujeres van con el ganado, para cargar hierba o para bajar a la plaza en día de mercado a comprar o vender quesucos y sobaos; el palancu es una especie de pértiga que los pasiegos utilizan para vadear saltando los arroyos y torrentes y franquear los empinados valles, y el fiu una especie de préstamo monetario que sólo se realiza entre particulares, en el que no existen papeles firmados sino el valor de la palabra dada y la memoria colectiva, superior en este caso al de cualquier documento. Éstos y otros son los motivos que han originado estereotipos que califican a los habi­ tantes de la comarca como personas "cerradas, recelosas y remotas) aunque los antro­ pólogos prefieran llamarlo acervo cultural.

Los valles de Cayón y Carriedo I Se inicia el recorrido en Santa María de Cayón, por la carretera CA 142 que sale de la N 634 a la altura de la Penilla, donde está ubicada la fábrica de Nestlé y otros importantes centros industriales. La iglesia de Santa María destaca por su puerta abovedada y gran espadaña. Es del siglo XII al igual que la cercana de San Andrés de Argomilla, que se encuentra en una colina, alejada del pueblo. En las inmediaciones del tem­ plo se conserva una importante colec­ ción de 17 tapaderas de sarcófagos de piedra labrada y tipología románica, de los siglos XII y XIV. I A 3 km, tomando una carretera secun­ daria, se encuentra Lloreda con su igle­ sia rom ánica de San Vicente y una panorámica sobre el valle de Cayón. Por la misma carretera, a otros 3 km se sitúa

Esles. Entre otras interesantes muestras arqui­ tectónicas, conviene visitar la solitaria capilla de San Vicente (siglo XVI), levanlada en el mismo cerro que debió ocu­ par el antiguo monasterio dúplice lla ­ mado de Fistoles. Fundado en el año 811 y dirigido conjuntamente por la abadesa Gudvigia y el abad Sisnando, fue un cen­ Iro monástico de primer orden durante lodo el siglo IX, con amplias posesiones

airoso porche retejado en torno a la espa­ daña es el único vestigio de aquel anti­ guo apogeo. La iglesia parroquial y la ermita de Angel completan el p atri­ monio de arquitectura religiosa de esta localidad. >A continuación se puede in icia r el ascenso de la sierra de la Matanza y con­ tinuar cam ino hacia Llerana, Saro y Vega. I Retomada la CA 142 comienza el valle de Carriedo, célebre desde hace siglos por haber sido cuna de casi un centenar de Correos Reales, que desde la época de los Reyes Católicos fueron jinetes de confianza encargados de recibir y entre­ gar mensajes de capital importancia por todos los confines de Europa. I A unos 8 km se halla la capital, Villacarriedo, que tiene seña de identidad propia en el palacio de Soñanes*. E l palacio es una de las mejores obras del barroco civil, mandado construir por Antonio Díaz de Arce, em bajador de Felipe V en Roma, ciudad donde encargó al arquitecto Cossimo Fontanelli el edi­ ficio, levantado entre 1718 y 1722. Tomando como cuerpo central el origi­ nario torreón cuya cim a aún se eleva sobre el resto del edificio, se construye


E n t r e e l Pa s y e l m i e r a

E x c u r s io n e s p o r C a n ta b ria

tud de sus dimensiones y lo abigarrado de su decoración, parece encontrarse fuera de lugar entre la sobriedad arqui­ tectónica habitual en la región. I Desde esta villa continúa la carretera hacia Selaya, distante otros 2 km, donde es difícil sustraerse al atractivo de las espe­ cialidades lácteas de la zona, quesadas, quesucos y sobaos de excelente factura, que se distribuyen en diversos estableci­ mientos integrados en la Agrupación Turística y Cultural de la localidad. Selaya tiene otro centro de interés en el palacio de Donadío*. Al igual que el de Soñanes, este edificio se construye en derredor del prim itivo torreón que asoma en su centro. De menores dimen­ siones que el de Villacarriedo, este pala­ cio deriva hacia el estilo herreriano y presenta hermosas proporciones, ade­ más de una notable portada que da paso a la finca. Selaya es localidad abundante en bla­ sones que desde las fachadas proclaman el pasado esplendor de apellidos como Quero, Arce, Linares, etc.

que incluye competiciones de deportes autóctonos, como bolos y salto del pasiego, y bailes. Según la tradición, la Virgen se apareció a un pastor pidiendo que se levantara un santuario, dejando en el lugar indicado la huella de su pie y el brote de un manan­ tial. Aunque el cura de la época decidió edificar la iglesia en otro lugar, los mate­ riales acumulados durante el día viaja­ ban misteriosamente por la noche hasta el emplazamiento indicado por la V ir­ gen, cuya imagen es sedente, de redu­ cido tamaño, en madera policromada, con el Niño sentado sobre sus rodillas.

Las villas pasiegas I Al pasar Selaya comienza el ascenso -por la CA 262- al puerto de la Braguía, de 720 m de altitud, que es la divisoria de el Pas y el Pisueña. Sus revueltas, que se prolongan 15 km, cuentan con buenos lugares para ver el paisaje; pueblos como

La Gurueba, Candolías, Guzparras o Pandillo parecen belenes navideños colgados del valle, entre prados y cer­ cados de piedra.

t A la salida de esta villa se encuentra el camino que, tras 3 km, conduce al san­ tuario de Nuestra Señora de Valvanuz, patrona del valle de Carriedo.

I Es Vega de Pas la principal de las tres villas pasiegas. Punto de encuentro en día de mercado, reúne los servicios nece­ sarios para los pobladores de los valles

Esta Virgen cuenta con gran devoción entre todos los pasiegos, que la visitan el 15 de agosto en una romería popular

limítrofes. La iglesia de la Virgen de la Vega alza sobre la plaza empedrada su espadaña,

y en la lejanía se divisa el caserón del sanatorio del Doctor Madrazo, afa­ mado en otros tiempos como estableci­ miento de tratamiento contra la tuber­ culosis, ahora cerrado. Llama la atención el aspecto rústico de la villa y la arqui­ tectura pragmática de sus viviendas, pen­ sadas para soportar los rigores de meses de viento, lluvia y nieve, más que para alegrar la vista. Vega de Pas es otro de los lugares apro­ piados para adquirir los inevitables sobaos, quesadas y quesucos, así como para degustar buena comida casera en alguno de sus mesones. I Dirección hacia el puerto de la Magda­ lena, a 4 km se encuentra Candolías; desde aquí se toma una pequeña carre­ tera que, siguiendo el curso del río Barcelada, afluente del Pas, tras 9 km, con­ duce hasta otra de las villas pasiegas,

San Pedro del Romeral. También cuenta esta villa con la típica plaza y su iglesia, y con el escudo de los Revuelta, pero lo más destacable aquí es el propio entorno, comenzando por el paisaje que rodea a la carretera de acceso. Se trata de una zona especialmente indi­ cada para disfrutar de las cabañas pasie­ gas, diseminadas por todo el territorio, enclavadas en praderías de un verde inve­ rosímil, limitadas por muros a base de losas planas de piedra arenisca, sin arga­

masa que los sustente, cuya perfección e integración en el medio son la mejor prueba de la sabiduría y paciencia de los pasiegos. Se han escrito sesudas teo­ rías y amplios tratados sobre la forma de vida de los pasiegos, pero lo más reco­ mendable es subir hasta San Pedro y desde allí escoger un camino para obser­ var de cerca las famosas cabañas, con­ cebidas para alojar al ganado, a las per­ sonas, a los frutos del campo y la matanza, ajenas a las prisas y a la meca­ nización agraria que ya se practica a pocos kilómetros de estos valles y abso­ lutamente hermosas en su precariedad. No será difícil contemplar algún pasiego que, como cada día, transporta cruzando los prados las marmitas de leche hasta la carretera donde serán recogidas, o que cruza el horizonte a lomos de su caballería con rumbo ignorado. S i es época de “muda", la escena roza lo legen­ dario: la fam ilia entera, con todos sus enseres, caballerías y ganado vacuno se traslada hacia otra cabaña de su pro­ piedad donde los pastos son mejores. No se trata de mantener el tipismo ni escenificar las tradiciones. Los pasie­ gos realizan estos aparentes sacrificios con el fin de perpetuar un logro del que se muestran orgullosos, tener buenos pastos para que su ganado produzca la mejor leche y, en función de esta pre-


E n t r e e l Pa s y e l m i e r a

E x c u r s io n e s p o r c a n t a b r ia

misa, han organizado una forma de vida que parece desafiar a la sociedad pos­ tindustrial. ) Retomando a Vega de Pas, se continúa por la autonómica que remonta el cauce del río Pas hacia el puerto de Estacas de Tmeba, unos 17 km, casi hasta llegar a su nacimiento, en Castro Valnera, el pico más sobresaliente en esta zona oriental de la Cordillera Cantábrica que con sus 1.718 m de altitud es visible, en días des­ pejados, desde la bahía de Santander. Éste es un paisaje extraño, como apar­ tado del mundo, entre riscos y cimas sobrevoladas por las águilas. Por debajo transcurre el túnel de la Engaña, de 7 km de longitud, que recuerda la frus­ tración montañesa de comunicar ferro­ viariam ente Santander con el Medite­ rráneo. E l túnel fue construido pero nunca llegó a ser atravesado por el tren. Actualmente presenta un aspecto ru i­ noso y se halla inundado en muchos tramos. I E l recorrido prosigue otros 6 km hasta Salcedilla, ya en tierras burgalesas. I Cercana está Espinosa de los Monte­ ros, que cambiaba sus patatas por pas­ tos y leche a los pasiegos, intercambio comercial que supuso el mantenimiento de relaciones cordiales unas veces y de rivalidad histórica otras, como cuando, en la Edad Media, los monteros inten­ taron establecerse en el Pas, apoyados por los reyes castellanos. k De vuelta a Cantabria se recorren 14 km por la regional B U 572 hasta llegar al Portillo de Lunada, donde nace el río Miera a 1.318 m. E l paisaje es impresionante. Las morre­ nas y el valle con el característico perfil en U delatan la formación glaciar de la zona en épocas pasadas, alfom brada ahora por las verdes praderías y múlti­ ples cabañas que los pasiegos han venido creando a través de generaciones. I Continuando por la misma carretera, tras otros 10 km, se llega a San Roque de Riomiera, la tercera villa pasiega, donde en el siglo XVII los pasiegos con­

chos que sobre sus tierras y pastos tenían los vecinos castellanos de Espinosa de los Monteros. San Roque es un claro exponente de la vocación ganadera de las comarcas pasie­ gas. Aquí todavía se recuerdan los mer­ cados al trueque, festejados con un buen potaje de la tierra o un asado de cabrito que, afortunadam ente, siguen ofre­ ciéndose en los mesones de la villa.

Siguiendo la cuenca del Miera I Recorridos otros 2 km, antes de llegar a Ajanedo, se encuentra el desvío que conduce al mirador de Covalrruyo, donde la vista puede volver a recrearse con otra espectacular panorámica.

k Serpenteando ente pronunciados valles, castaños y cajigas, a 2 km, en Los Pumares, se toma el desvío que conduce a la cuesta de La Cárcoba. Destaca en la localidad la gótica igle­ sia de Santa María de Miera, con bóve­ das decoradas en blanco y rojo y un excelente retablo mayor, de notables proporciones y estilo barroco, en el que tiene cabida buena parte de la imagi­ nería renacentista. I E l recorrido queda salpicado por pare­ des rocosas horadadas de cuevas que sirvieron de refugio al hombre prim i­ tivo, como se ha comprobado en las del Salitre de Rascaño, en el pueblo de Mirones, que se encuentra a 1 km, reto­ mando la CA 260, y en la de Piélago. I A pie de carretera, tras recorrer 6 km, en Rubalcaba, se halla la famosa Cruz de Término, considerada símbolo de la montaña, adornada de rica heráldica. I Subiendo 2 km, se halla el palacio de Rañada*, o casa del indiano Juan de Cuesta, con capilla dedicada a la Virgo 11 de Guadalupe, que marca la entrada t u Liérganes denominación que abarca todo el municipio, aunque el lugar en el que nos encontramos también se iden tífica como Mercadillo. Se trata de un núcleo repleto de atrael i vos, con buen número de casonas y pala cios, con alguno de los últimos herren is que quedan en la región, trabajando en

moso puente, del siglo XVI, sobre el río M iera y una variada oferta gastronómica en la que destaca como especialidad local la confección de los sacristanes, o pas-

dillo, mantiene además dos balnearios de los tres que en otro tiempo hubo en la zona trasm erana. E l de Liérganes, situado en un romántico paraje y apo-


E n t r e e l P a s y e l M ie ra

E x c u r s io n e s p o r C a n ta b ria

serva el encanto de sus mejores tiempos, continúa siendo uno de los estableci­ mientos de aguas termales más visita­ dos de la región. Hay también en esta locahdad una jugosa leyenda, perpetuada incluso en el nombre de una calle, el paseo del Hombre Pez; recuerda la curiosa historia que según las crónicas llegó a merecer abundante bibliografía, incluso con intervención de especialis­ tas como el Padre Feijoo y el doctor Mara­ tón. E l núcleo de la misma, con diver­ sas variantes, se refiere a un individuo de grandes aptitudes natatorias que apa­ rece en 1669 en la bahía de Cádiz, con una piel que sugería la presencia de esca­ mas y que, llevado a tierra, sólo acierta a balbucear algo parecido a Liérganes. Se trataba de Francisco Vega, natural en efecto de este lugar, que había desapa­ recido años antes llevado por una inun­ dación, o cuando se bañaba en el río, depende de quien lo cuente. Fue trasla­ dado de vuelta al pueblo natal, para vol­ ver a desaparecer poco después, esta vez para siempre, dando pie a la leyenda del hombre pez, siendo admitido por diver­ sos autores su viaje a nado desde la costa cantábrica hasta la bahía de Cádiz. I Tomando el desvío hacia el este, en direc­ ción a La Cavada, se llega a Rucandio, acreedor de la visita por su inusual tem­ plo barroco con una única nave, cen­ tralizada, de tipo octogonal. La iglesia fue construida y dedicada a la advocación de la Magdalena en 1740 por encargo del arzobispo Tomás

Crespo y Agüero, natural de la locali­ dad. E l interior presenta gran lumino­ sidad, con estucos policromados y pin­ turas en los altares de las caras laterales, sobre fondo blanco, confluyendo hacia el excelente retablo mayor, que domina el conjunto. t Desde Rucandio se vuelve en dirección a Liérganes pasando por Bucarrero y 2 km más adelante se llega al cruce con la N 634, donde se encuentra La Herrán y Pámanes. Aquí es obligada la visita al palacio de Elsedo*, construido a mediados del siglo xvm por Francisco Antonio de Her­ mosa y Revilla. Este noble, que desem­ peñó cargos de confianza en Andalucía, acuñó una importante fortuna y obtuvo un buen número de títulos, como el de conde de Torre Hermosa, coincidente con la esbelta construcción abalconada, de cuatro plantas, que preside el pala­ cio y airea sus blasones. E l conjunto arquitectónico cuenta además con una proporcionada capilla gótica y una amplia finca en derredor. Tras numerosos avatares pasó en los años setenta a manos de la familia Santos Diez, poseedora de una completísima colec­ ción de arte contemporáneo que fue ins­ talando en el palacio, incluyendo unas cuantas dependencias exteriores. De esta forma, Elsedo se transforma en el prin­ cipal museo de arte moderno de la región, donde pueden admirarse escul­ turas de Eduardo C hillida, Jorge de Oteiza, Pablo Serrano, Miguel Berrocal,

IN FO RM ACION ES PRÁCTICAS IÍÍH Dónde dormir y comer Borieña deToranzo Hostal Borieña* Carretera N 623, km 118. Telf. 942 597 643. www.hoteldeborlena.com Establecimiento moderno, con capacidad para 20 personas y habitaciones bien equi­ padas. Habitación doble: 66-75 €.

Liérganes Gran Hotel Balneario*** Telf. 942 528 011. wwfw.balneariodelierganes.com Habitación doble: 86-112 €.

Hotel Casona El Arral*** Convento, 1. Telf. 942 528475. www.casonaelarral.com Ocupa un edificio de finales del XIX, junto a una capilla del siglo XVIII, con un agradable jardín. Habitación doble: 75-95 €.

Hostal La Posada Termal del Sauce*** José Antonio Primo de Rivera, s/n. Telf. 942 528 011. Antigua casa montañesa situada junto a un río y rodeada de árboles y prados. Forma parte del complejo termal de Liérga­ nes. Ofrece menús diarios de varios precios. Habitación doble: 80-100 €.

El Bodegón Mercadillo, s/n. Telf. 942 528 289. Cocina casera, pescados y homo de leña para asados. Precio medio: 35 €.

Puerta del Sol Camilo Alonso Vega, 10. Telf. 942 528 201. Es famoso por el bacalao y los pescados al horno. Precio medio: 35 €.

Vega de Pas Restaurante Casa Frutos

Hotel M iera***

Pl. del Doctor Madrazo, 15. Telf. 942 595 082. Casa con excelentes chuletones y platos de cordero. Raciones muy copiosas. Precio medio: 30 €.

Paseo de Velasco, s/n. Telf. 942 517 315. De tamaño medio, ofrece 26 habitaciones lim­ pias y bien equipadas. Habitación doble: 55-75 €.

Avda. de José Manuel Abascal, 10. Telf. 942 596 069. Especialidad en platos de cordero y quesadas pasiegas. Precio medio: 30 €.

Ramón M uriedas o José Ciará y una importante muestra de la pintura de nuesI ro siglo, entre la que se distinguen los valores más sobresalientes de la región: Pancho Cossío, Gutiérrez Solana, María Blanchard, Casim iro Sainz, Quirós y otros como Sunyer, Redondela o Zabalela. La Diputación Regional de CanIabría gestiona actualmente, mediante un acuerdo con la familia, el régimen de visitas a este interesante conjunto de palacio antiguo y museo moderno. >Antes de llegar a Solares por la carreli'ra nacional, a unos 2 km, en un des­ vio a la derecha, un punto de atención i s la casona de Torre-Anaz, con su des­ picada torre fortificada, que merece una visila. I,a iglesia parroquial de Anaz cuenta i mi una tabla hispano-flamenca, del irlo XVI. mulada al óleo, onerenresenla

Restaurante El México

La casa de los Cueto, en Sobremazas, presenta escudos de familia y balconada corrida. ►En Solares, recorrido 1km de la nacio­ nal, está el famoso manantial de Fuen-

caliente. Aunque el balneario que antaño también dio fama a la villa ya no se encuentra en funcionamiento, existe, no obstante, una empresa dedicada a comercializar el agua del manantial, que conserva sus benéfi­ cas propiedades. Solares, como toda la zona trasmerana, cuenta también con destacadas caso­ nas y palacios, como el de los Mar­ queses de Valbuena, con imponentes blasones labrados en piedra, rúbrica del trabajo de los canteros, artesanos y artis­ tas de la piedra que nacieron en esta comarca, entre los siglos XV y XVIII, deiando huella de su obra en loda la


H a c ia e l n a c im ie n t o d e l A s ó n y e l G á n d a r a

6 . HACIA EL NACIMIENTO DEL ASÓN YELGÁNDARA Entre

cu eva s, m o n tes y c a sc a d a s

os

km)

Probablemente sea uno de los parajes mejor conservados de Cantabria. A ello ha con­ tribuido su abrupta topografía, la escasa incidencia humana sobre el medio natural y la evolución geológica, que ha facilitado la conservación de valores vegetales como el encinar relicto. Son abundantes y sorprendentes los atractivos que estas comarcas ofrecen al visitante. Sin duda, el más evidente es el impacto visual del paisaje en torno a la cascada del Asón,que se despeña desde una altura de 50 m,en medio de un valle glaciar donde el monte, el bosque y hasta la carretera se hacen cómplices del viajero en la muda admiración del espectáculo natural. Tampoco es desdeñable la riqueza piscícola de estos cauces. El Asón es uno de los ríos más salmoneros de Cantabria, si no el que más, punto de encuentro para los busca­ dores de esta fascinante especie que, tras una migración marina de miles de kilóme­ tros, vuelve al río natal para desovar guiada por un instinto ancestral. Es preciso tener habilidad y suerte para capturar un salmón y no todos la poseen, pero, afortunada­ mente, sus parientes las truchas son más abundantes y fáciles de pescar y, con torrez­ nos de jamón, resultan exquisitas. Los aficionados a la espeleología también han hallado un auténtico paraíso en esta comarca; se estima que existen unas 2.500 cavidades en la cuenca alta del Asón.Todo un universo subterráneo, en el que se han recorrido sis­ temas de hasta 53 km (cueva del Valle) y profundidades de 800 m (Garma Ciega); aun­ que no es preciso internarse tanto para descubrir formaciones minerales, galerías y formaciones de gran belleza. Eso sí, nadie debe adentrarse en este mundo si no es en compañía de expertos, lo contrario resultaría muy peligroso. El hombre también ha dejado su huella histórica en estos parajes; en Ramales se encuentra la cueva de Covalanas, con un hermoso grupo de pinturas paleolíticas re­ presentando ciervas y otros animales, que se repiten en muchas grutas de la zona. De la Edad del Bronce se hallaron tres espadas en Cuevallusa (Ogarrio). Algún resto de firme recuerda la calzada romana que debió de unir Laredo con Espinosa de los Mon­ teros a través del Portillo de Lunada, cuando el Asón, según las crónicas, era conocido como Sanda. Incluso el primitivo cristianismo ha dejado aquí su huella, en la iglesia rupestre de San Juan de Socueva, en Arredondo. Las torres, iglesias, ermitas, casonas y palacios también abundan en la comarca como prueba de los numerosos avatares históricos que se desarrollaron entre estos montes.

El Real Sitio I Partiendo de Santander, se toma la A 8 en dirección a Bilbao. Antes de llegar a Solares, en H eras, hay un pequeño embalse y sobre él, la vivienda de José Quintana, a la que se accede por un estrecho camino que sale a la derecha de la carretera. Este particular ha con­ seguido atraer a varias parejas de cigüe­ ñas hasta su finca, preparándoles nidos en los que crían. La visita es interesante, pero hay que llam ar previamente por tratarse de una vivienda familiar no dedi­ cada al turismo. Ya en Solares, se toma el desvío de la derecha, en dirección a La Cavada y Arredondo.

Riotuerto y alcanzó gran renombre entre los siglos XVII y XIX, junto a la cercana población de Liérganes, porque en ambas se instalaron los Altos Hornos, dedica­ dos a la fundición de cañones, proyecti­ les y material de artillería, que alcanza­ ron su punto máximo en 1759, fabricando hasta 10.000 cañones para las plazas mili tares de España y sus colonias entre 1725­ 1750. Lo que había nacido como empresa familiar/pasó a propiedad estatal duranlc el remado de Carlos III. E l monumental arco de sillería que toda vía se puede ver fue levantado en 1784 y marcaba el acceso al Real Sitio. Junio con uno de los cañones salidos de es la

Nacimiento del Asón. entre otras cosas, produjo una gran defo­ restación pues se calcula que 10 m illo­ nes de árboles de la región fueron a parar a sus hornos. La Guerra de Independencia I rajo consigo el saqueo de esta industria, que ya no consiguió recuperarse, reali­ zando su última fundición en 1826. También es digna de visitarse en La i avada la iglesia de San Juan Bautista, que alberga un excelente retablo mayor, i le cinco calles, realizado en el siglo XVII.

E l panorama desde aquí es un buen pre­ ludio del paraje natural que llena todo el itinerario. En dirección oeste y sur se extienden las amplias formas de las mon­ tañas calizas, cubiertas de praderías, matorrales y encinas. Si el día está des­ pejado se puede apreciar, en dirección norte, una vista incomparable, con las vaguadas salpicadas por el caserío dis­ perso, lim itadas al fondo por la línea horizontal de la ciudad de Santander, encajada entre la bahía y el mar abierto.

Alisas y la capital del mundo > I>esde La Cavada, seguimos la carretera que serpentea hacia el sur, en dirección a Arredondo. La ruta nos lleva hasta el puerto de Alisas (674 m), límite natural

>Pasado Alisas, la carretera desciende sinuosa hasta Arredondo, una intere­ sante localidad asentada sobre un pro­ fundo valle, al pie de Peñas Rocias, que


HACIA EL NACIMIENTO DEL ASÓN Y EL GANDARA

E x c u r s io n e s p o r C a n ta b ria

P l. L a M antea P L Virgen del M ar P l. E l Cam ello _ P l. la Concha Parque p¡. del Suntinem Natural de n M o lim o s las Dunas P l Manileños

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sible, dado lo profundo del valle. E l Ayun­ tamiento se halla en una casona sola­ riega con el escudo de los Arredondo, que dieron nombre al lugar. E l pueblo man­ tiene un buen número de viviendas popu­ lares, con hermosas solanas y galerías acristaladas, ñuto de ese reflujo de capi­ tal propiciado por los indianos. k Otro punto de interés se encuentra en la ermita rupestre de San Juan en Socueva, a 3 km de Arredondo. Es conveniente informarse entre los esca­ sos vecinos del barrio de Socueva, gente noble y sociable, sobre el camino más adecuado para llegar a la ermita, semioculta entre la montaña, desde donde muere la carretera. E l viejo templo rupes­ tre se encuentra muy abandonado, ha sufrido el expolio de su pila bautismal y la imagen del santo tuvo que ser puesta a buen recaudo en la iglesia del barrio. Aun así el lugar conserva un misterioso encanto que nos remonta hasta su ori­ gen, hacia el siglo IX. Otro hermoso rin­ cón se mantiene en tomo al viejo puente sobre el río Bustablado, sobre el que pasaba la calzada romana hacia Laredo.

El salto del Asón y los torrentes del Gándara

de la torre junto a la iglesia, semejante a un faro de tierra adentro. De este lugar partieron, como de toda la región, muchos naturales hacia Amé­ rica en busca de fortuna. Parece ser que bastantes la hallaron y no pocos de ellos volvieron a su tierra natal, al menos de vacaciones, coincidiendo según se cuenta numerosos vehículos de exóticas matrí­ culas en el recóndito pueblo, lo que dio lnrr<ir

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nombre de Arredondo y que incluso figura grabado sobre una casa, a l;i entrada de la población. Uno de estos emigrantes o indianos, Anto nino Gutiérrez Solana, sufragó entre otitis obras la construcción de la iglesia parro»

quial (1860), neoclásica, con un llama tivo pórtico de cuatro columnas, en cu.va parte posterior se yergue, exenta, la torre cilindrica que fue pensada por su pi ii motor, según la leyenda, para llegar nvn

k En Arredondo el río Asón, que baja lan­ zado desde su nacimiento, gira casi 90 grados hacia el este, entre cotos de pesca, como el que llega hasta Riba, a 5 km. Este itin erario se dirige hacia el sur, remontando el Asón. Por el camino se contemplarán las torrenteras que des­ cienden al encuentro de este corto y pecu­ liar río, como la salida del sistema sublerráneo Cueto-Coventosa. No hay que dejar de ver el estrechamiento del valle y el hermoso bosque de hayedo, roble y el icina que coloniza las laderas, con ejem­ plares de gran porte. > Pronto nos hallamos frente a los colla­ dos del Asón, lugar en que la cascada surge de la pared caliza, tomando al final de su caída categoría de río, discreta en época de estiaje y espectacular con las lluvias y deshielos. Los diferentes pun­ ios de vista que ofrece la zigzagueante ' airetera y el mirador que la corona (689 mi), sobre el valle glaciar', logran que nadie

k Continuando hacia el sur, la carretera llevaría hasta la provincia de Burgos, a través del Portillo de la Sía (1.235 m), pero la rata propuesta gira hacia el este, pasando por La Gándara, donde aguarda otra sorpresa. Al pie de la carretera se encuentra el barrio o Casas de la Gándara, donde existen un par de establecimientos con buena comida casera, a base de verdu­ ras, potaje y carne. Detrás del Consul­ torio Rural se halla un hermoso parque, con añejos robles y mullido césped, en el que no faltan las ardillas. Al borde de este lugar, acercándose con precaución, puede verse la maravillosa surgencia del río Gándara, menos conocida que la del Asón, pero igualmente espectacular. E l Gándara no forma una sino múltiples cascadas y gargantas de belleza salvaje. Carretera abajo, en la zona de Villaverde, es posible acercarse campo a través hasta los rápidos, pero la panorámica sólo se obtiene desde arriba.

k Bajando por el valle de Soba se hallan numerosos lugares de interés alrededor del itinerario principal. Se pasa por Hazas, Veguilla y Regules para tomar, 2 km más adelante, el desvío a La Revilla, cuya parroquia de San Fausto (1699) es la mejor iglesia barroca del valle. k De vuelta a la carretera principal, acom­ pañando al Gándara, se llega a Rama­ les de la Victoria, al pie del pico San Vicente. En esta localidad se une el Gán­ dara con el Asón, juntos ya hasta la des­ embocadura en la bahía de Santoña. Ramales, importante núcleo comercial y hostelero, es célebre por haber sido escenario de dos batallas en sendas Gue­ rras Carlistas. En la de 1839 venció Espartero al mando del ejército isabelino, obteniendo el título de duque de la Victoria, que también adorna el nom­ bre de la villa. E l palacio de Revillagigedo, del siglo XVI con retoques poste­ riores, perteneció al virrey de México y es la mejor muestra de arquitectura civil. En Ramales se celebra cada año el Des­ censo Internacional del Asón, en pira­ gua, sim ilar al del asturiano Sella. Tam­ bién es típica la Verbena del Mantón, un festejo exótico, al más puro estilo del


E x c u r s io n e s p o r C a n ta b ria

7. LA COSTA OCCIDENTAL

IN FO RM AC IO N ES PRÁCTICAS

M a r is m

ÜU Info Centro de interpretación del Parque Natural de los Collados de Asón

La Gándara (Soba) Restaurante Rufaco

Telf. 635 369 535. La Gándara (Soba).

Telf. 942 677 306. Cocido montañés y lechazo. Setas.

Barrio de La Gándara, Finca Rufaco.

@ Comunicaciones

Precio medio: 20 €.

Para realizar este recorrido es obligado des­ plazarse en vehículo propio. Las diferentes ratas transitan por estrechas carreteras pro­ vinciales con buen firme pero con muchas

Asón Restaurante La Cascada

curvas.

Telf. 942 678 031. Cocina tradicional. Precio medio: 30 €.

l§ ) @ Dónde dormir y comer La Cavada Hostal Riotuerto*

Quintana Casona de Quintana

Avda. Alisas, 4. Telf. 942 539 305/696 805 913. www.hotelesencantabria.com Pequeño hotel de 16habitaciones bien equi­ padas y con vistas al río Miera. Habitación doble: 45-55 €. Precio medio: 60 €.

Sitio del Castillo, 1. Telf. 942 677 353. www.casonadequintana.com Casa montañesa del siglo XVIII, con antigüe­ dades y muebles provenzales. Habitación doble: 85-125 €.

I La últim a etapa del recorrido nos lleva también a las batallas carlistas, ya que hasta Rasines, solar de los Gil de Honal parecer en la confusión bélica apare­ tañón, histórica saga de arquitectos que ció un baúl lleno de mantones de Manila se inició en el siglo XV, con obras tan que fue aprovechado por los lugareños importantes en su haber como la catedral para improvisar el oportuno festejo que y el palacio de Monterrey, en Salamanca; se repite anualmente todos los prime­ la fachada de las Platerías en la catedral ros sábados de julio. Además, merece la de Santiago y la de la Universidad de pena visitar alguna de las cuevas* pre­ Alcalá. Tiene este lugar un interesante históricas en los alrededores, con impor­ coso taurino rectangular, uno de los tantes pinturas rupestres. La más espec­ más antiguos de España, un excelente tacular es la de Covalanas, situada a retablo del siglo XVH en la iglesia parro­ tres kilómetros de Ramales de la Victo­ quial y varias casonas interesantes, ria, con pinturas entre las que destacan como el palacio de los Villanueva Pico símbolos, ciervas, un toro y un caballo. (siglo XVl), en el barrio de La Edilla. E l máximo de visitas diarias es de 60 La cueva del Valle, al sureste desde el personas en grupos de seis, estando pro­ centro de la localidad, forma parte de hibida la entrada a los menores de 12 un sistema subterráneo de más de 50 años. Al margen de las cavidades con km, uno de los más largos de España, y pinturas, en el valle del Asón se encuen­ ha sido lugar de importantes hallazgos tran algunas de la cuevas más notables prehistóricos. De su interior mana el río de Europa, desde el punto de vista de la Silencio. Nadie debe aventurarse más espeleología. La Red de Cuevas del Alto allá de la entrada de este tipo de caví Asón propone una serie de visitas con dades, si no es junto a expertos y con diversos grados de dificultad y dureza, equipo adecuado. cuyos tramos más accesibles corres­ ponden a cuevas como Cueto-Coventosa I La carretera se dirige a Ampuero [pán o Cañuela. E l Centro de Iniciativas 69] y desde allí a Colindres, al encucn Asón Agüera, en Ramales de la Vic­ tro de la carretera y la autovía que como toria (telf. 942 646 504) se encarga de

(76km)

a s y a ren a les

Entre Santander y Unquera se prolonga un espectacular tramo de costa de gran valor ecológico, que se halla jalonado por localidades de notable valor monumental. No se trata sólo de pueblos como Santlllana, Comillas o San Vicente de la Barquera, puesto que las pequeñas aldeas y pueblos de la ruta ofrecen magníficos ejemplos de la arqui­ tectura popular montañesa, al tiempo que conservan todo el sabor del ambiente rural más tradicional. La orografía del recorrido es una sucesión de paisaje costero de suaves relieves que mueren en acantilados, con calas y playas de regular tamaño alternados con la des­ embocadura de rías en las que se concentran pueblos de pescadores y centros de veraneo. Dos parajes, las Dunas de Liencres y la Ría de la Rabia han merecido la cata­ logación de parque y reserva natural, mientras que las menos conocidas Tinas aún permiten perderse en un medio natural casi virgen. Un medio natural de contrastes con una notable densidad de población rural y mari­ nera, concentrada en localidades, dedicadas a la ganadería y a la pesca, que han evo­ lucionado en los últimos tiempos hacia un pujante sector servidos gracias a los indu­ dables atractivos turísticos de sus playas y centros de veraneo y al rico patrimonio artístico de sus núcleos más carismáticos. ,

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LA COSTA OCCIDENTAL

E x c u r s io n e s p o r C a n ta b ria

llegar hasta Mogro es necesario acceder a Boo de Piélagos, en cuyas proximida­ des se encuetran, en ambas orillas del

Hacia las dunas de Liencres

y Suances I E l inicio de esta rata se sitúa en uno de los puntos más emblemáticos de la costa cántabra, como es el faro de Cabo Mayor, en las afueras de Santander, para tomar en San Román de la Lianilla (donde se puede visitar el semi­ nario de Monte Corbán y su claustro de estilo plateresco) la carretera CA 231 que bordea la costa. Antes de llegar a Soto de la Marina, conviene desviarse hacia la ermita de la Virgen del Mar para saborear toda la fuerza del Cantá­ brico en un paraje que se adentra en el mar y que únicamente se halla unido a tierra por un pequeño puente. Un pre­ ludio de los acantilados y playas, algu­ nas muy poco urbanizadas, antes de lle­ gar al Parque Natural de las Dunas

Pas, Puente Arce y Oraña. I E l siguiente tramo de litoral es una zona de acantilados y playas con pequeñas poblaciones de gran interés por su patri­ monio artístico religioso (iglesias parro­ quiales de Mogro, Bárcena de Cudón y Cuchía) y civil (representado sobre todo en casonas cántabras y palacios como el de los Herrera). Bordeando la ría de San Martín de la Arena, poco antes llegar a Torrelavega, se accede a Suan­

ces [pág. 152]. Esta localidad tiene un núcleo urbano de rico patrimonio artístico en su parte alta, mientras que desde su puerto pes­ quero parte un paseo marítimo, frente a las playas de la Ribera y la Concha, que finaliza bajo la punta del Dichoso. En dicho promontorio, que permite con­ templar una soberbia panorámica, se encuentra el faro y un castillo recon­ vertido en hotel sobre la bravia playa de

de Liencres. E l Parque rodea la desembocadura del río Pas, en lo que es la ría de Mogro, for­ mando el sistema de dunas más impor­ tante del Cantábrico en contraste con formaciones rocosas donde anida una importante reserva de aves marinas. Para

los Locos.

De Suances a Comillas pasando por Santillana del M ar I Para seguir el recorrido por la costa es necesario tomar la carretera CA 351 en dirección a Tagle, donde conviene des­ viarse a la punta de la Ballota, con espec­ taculares acantilados y la magnífica playa del Sable, y a Ubiarco. En este punto, hacia el interior se encuentra la hermosa villa de Santillana del Mar** [pág.

142]. Sus orígenes se remontan a principios de la Edad Media, a partir de una pri­ mitiva ermita, más tarde convertida en monasterio, cuyo nombre, Sancta Juliana Venida del Mar, fue adoptado por el núcleo de población que fue creciendo en los alrededores, derivando finalmente a la denominación actual. Entre su rico patrimonio artístico des­ tacan la colegiata de Santa Juliana del Mar, obra cumbre del rom ánico cántabro, y especialmente el conjunto de casas solariegas y palacetes como la casa de los Abades, el palacio de Velarde o la casa de Leonor de la

Vega.

>Apenas a dos kilómetros de Santillana, se halla uno de los yacimientos prehis­ tóricos más importantes del mundo. Las cuevas de Altamira** reúnen un con­ junto de pinturas y grabados rupestres de más de 15.000 años de antigüedad. En la actualidad, para preservar las pin­ turas, la cueva original ya no puede visi­ tarse, pero se tiene una visión exacta de sus pinturas en la réplica del gran salón construida junto al museo didáctico. En las proximidades también se encuentra el pequeño zoo de Santillana, con espe­ cies animales, sobre todo primates, de todo el mundo. >Desde Santillana la carretera CA 131 continúa el recorrido por la costa pasando por O reña y los desvíos a Novales y Toñanes. Localidades con buenos ejemplos de palacios y casas solariegas y sorprendentes paisajes de costa, como los espectaculares acan­ tilados de El Bolau. Más adelante, Cóbreces es un conjunto diseminado de casas entre las que destacan los per­ files neogóticos del m onasterio de

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LA COSTA OCCIDENTAL EXCURSIONES POR CANTABRIA

dos de singular belleza y rica variedad de especies animales y vegetales. Antes de tomar la N 634 hay que acercarse al cabo de Oyambre para ver la enorme playa de Merón, mientras que al fondo se aprecia el conjunto urbano de San

Vicente de la Barquera* [pág. 118]. En esta localidad se aprecian dos zonas muy bien diferenciadas. En la parte alta se halla la zona vieja am urallada, en cuyo interior se encuentra el edificio renacentista del Ayuntamiento y la gótica iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. En la zona baja el puerto y la calle porticada conservan una atmós­ fera marinera que se puede seguir dis­ frutando al pasear por el malecón en un recorrido hasta la ermita de la Vir­

gen de la Barquera.

I Desde San Vicente de La Barquera la carretera N 634 atraviesa en primer lugar la ría de Tina Menor, junto a Pesués y Pechón, cuya desembocadura es otro de los parajes naturales poco explotados en los que conviene transitar sin prisas. Unquera es el último pueblo de Canta­ bria antes de Asturias. Se encuentra en la desembocadura del río Deva, que forma la ría de Tina Mayor, desde donde se puede acceder a Panes en busca de los Picos de Europa (ver Excursión 1). En Unquera, además del convento de San Felipe Neri, se pueden observar magníficas casas de indianos que tienen su mejor exponente en la vecina locali­ dad asturiana de Colombres, donde se encuentra el museo del Indiano.

IN FO RM AC IO N ES PRÁCTICAS Al final de la guía, en el apartado de Infor­ maciones prácticas, se ofrece amplia infor­ mación de hoteles, restaurantes y estableci­ mientos enlos que sepuedenrealizar compras en las localidades de Comillas, Suances, Santiliana del Mar y San Vicente de la

Barquera.

00 Dónde dormir Cóbreces Casona Palación deToñanes*** Toñanes (Alfoz de Lloredo). Telf. 942 725 128. www.cghoteles.com Magnífica casona-palacio de 1703 situada entre Comillas y Santiliana. Habitación doble: 70-100 €.

Parque Natura! de las Dunas de Liencres.

Santa María de Viaceli y de la iglesia de San Pedro Advíncula. t E l trayecto hasta Comillas [pág. 84] puede realizarse tanto por las carrete­ ras interiores, que pasan por pequeñas aldeas con notables muestras de arqui­ tectura religiosa, como por la costera, que bordea espectaculares acantilados. Comillas es una de las localidades más nobles y monumentales de Cantabria, con un legado artístico bastante ecléc­ tico y en el que destaca el neogótico n alu rin de Soh rellan o. el Capricho

Hostal El Refugio* o el cem enterio de San Cristóbal y su Ángel Exterminador. Un rico patrimonio arquitectónico que se puede completar mientras se hace un paseo detenido por las calles del casa > antiguo medieval de Comillas y por el pequeño puerto pesquero de la parle baja de la localidad.

Ctra. de la Playa, 1. Telf. 942 725 049. www.hotelrebigio.com Hotel tranquilo y acogedor próximo a una cala preciosa. El restaurante ofrece una carta de comida casera y quesucos de Cóbreces a buen precio. 1labitación doble: 45-65 €.

Posada Alfonso Una naturaleza de rías y prados hacia la costa asturiana » A pocos kilómetros de Comillas la rhi de la Rabia y la playa de Oyambre con forman un magnífico paraje natural pn >

I.a Yomba, 139. lelf. 942 725 328. www.posadaalfonso.com lisia agradable y acogedora posada cuenta con 15 habitaciones, todas con baño. Las

inmediaciones ofrecen múltiples posibilida­ des para actividades al aire libre. Habitación doble: 60-78 €.

Dónde comer Oruña de Piélagos Casa Setién Barrio del Puente, 5. Telf. 942 575 251. www.casasetien.com Situado a la orilla del río Pas. Cocina casera regional, carnes y, sobre todo, pescados. Precio medio, 45 €.

Paraíso del Pas Barrio de Socobio, 2. Telf. 942 575 001. www.paraisodelpas.com En el marco de un viejo molino del siglo XVIII, con un entorno natural muy atractivo. Cocido lebaniego todos los días. Carnes a la brasa y pescados de temporada. Precio medio, 40 €.

Puente Arce El Nuevo Molino Barrio Monseñor, 18. Telf. 942 575 055. www.elnuevomolino.es Al pie de la carretera y a orillas del Pas se encuentra este molino, restaurado y decorado con detalles de lujo. En un espléndido entorno natural. Cocina de temporada, innovadora y sorprendente. Precio medio, 45 €.


LA COSTA ORIENTA!

8 . LA COSTA ORIENTAL PO R PLAYAS Y VILLA S M ARIN ERAS

{60 km)

El tramo de litoral comprendido entre la bahía de Santander y Castro Urdiales dibuja un soberbio paisaje de acantilados, playas y rías de gran valor ecológico. Un medio natural que, a pesar del notable desarrollo urbanístico, mantiene una singular belleza en parajes como la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja y se comple­ menta con localidades de un rico patrimonio histórico y artístico. Un recorrido per­ fecto para el disfrute de los amantes de la naturaleza, los aficionados a la buena mesa o sencillamente para todo el público que busque descanso y sosiego en sus Innume­ rables playas. La primera parte del recorrido, desde Somo a Santoña, discurre en para­ lelo por la costa con el trayecto ¡nidal de la excursión 6, mientras que la segunda parte, siempre por el litoral en lo que se ha dado en llamar Costa Esmeralda, explora en pri­ mer lugar los rincones de Indudable belleza de la ría de Santoña para finalizar en Cas­ tro Urdiales, ya en el límite con el País Vasco.

Por la costa de la Trasmiera I E l recorrido se inicia, nada más pasar Pedreña, junto a la playa del Puntal, en la localidad de Somo, en la misma bahía de Santander, frente a la silueta de los edificios de la capital cántabra. Somo es una localidad m uy urbani­ zada cuyo principal atractivo reside en su m agnífica playa, en sus restauran­ tes y en una notable artesanía de cerá­ mica. Para seguir el recorrido es nece­

sario tom ar la carretera que discurre entre prados dedicados a la ganadería, siempre con el horizonte cantábrico a la vista. La primera parada obligada es el san­

tuario de Nuestra Señora de Latas, en Loredo, donde se puede admirar un notable retablo barroco. Desde este loca­ lidad, al igual que desde Langre y Galizano, cualquiera de los desvíos hacia la costa permite descubrir un buen surtido

de playas solitarias y de gran valor eco­ lógico debido a las colonias de aves mari­ nas que viven entre los roquedos que rodean los arenales. k Nada más superar Galizano, la carre­ tera asciende un pequeño portillo en cuya cima se descubren los barrios de Ajo, con su magnífica ría al fondo pre­ sidida por el perfil del cabo de Ajo, el más septentrional de esta costa, y su solemne faro. E l desvío a esta localidad es interesante para contemplar algunas notables casonas montañesas, su igle­ sia parroquial románica y, especialmente, la aproximación al faro, desde donde se puede contemplar un magnífico tramo de la abrupta costa cantábrica y la ría de Ajo desde su margen izquierda. I De vuelta a la carretera CA 141, un pequeño desvío acerca por una carre­ tera ascendente a Bareyo, donde se puede adm irar la iglesia de Santa María, también románica, con bellos capitales decorados. Nada más cruzar el puente de la ría, tomando un pequeño desvío a la derecha se puede acceder al molino de mareas de la Venera.

I En Amuero, donde se pueden reponer fuerzas en la hostería del mismo nom­ bre, conviene tom ar un desvío a la izquierda en dirección a Isla para reali­ zar una excelente aproximación a la ría de Ajo desde la playa de la Arena, én uno de cuyos laterales se puede practicar el nudismo, mientras que en marea baja se convierte en un amplio arenal de gran atractivo natural. I En el núcleo urbano de Isla destaca el palacio de los Condes de Isla y la igle­ sia parroquial de estilo barroco, mien­ tras que el barrio de Quejo es una zona muy urbanizada donde se pueden degus­ tar excelentes mariscos. k Más adelante, Noja [pág. 104] cuenta también con dos excelentes playas que, a pesar de su m asificación, en verano permiten una aproximación a lo que es la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja a través del hume­ dal de El Joyel, donde nidifica una impor­ tante colonia de aves migratorias. k Superado Noja y tomando el desvío a Argoños se accede a la playa de Berna,

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LA COSTA ORIENTAL

E x c u r s io n e s p o r C a n ta b ria

IN FO R M A C IO N ES P R Á C T IC A S 51 Dónde dormir Ajo-Arnuero Hostería de Arnuero***

Dónde comer Adal-Treto Mesón las Ruedas

B ° Palacio, 17. Telf. 942 677 121. Casona cántabrajunto a la carretera con habi­ taciones decoradas con gusto. Es también un estimable restaurante. Habitación doble: 70-90 €.

B ° La Maza, s/n. Telf. 942 674 422. Restaurante de carretera con propuestas de la cocina regional. Es también hotel. Precio medio: 35 €.

Langre La Posada de Langre La Portilla, 13. Telf. 942 505 236. www.posadadelangre.com Casa rural de piedra perfectamente rehabili­ tada. Spa y tratamientos naturales. Habitación doble: 48-68 €.

Liendo Posada La Bisabuela Martina B“ Villanueva, s/n. Playa de San Julián. Telf. 942 643 065. www.bisabuelamaitina.com Habitación doble: 48-80 €.

San Mamés de Meruelo Hotel La Casona de Meruelo*** Barrio La Iglesia, 40. Telf. 942 637 092. www.casonademeruelo.com Casa espectacular, rehabilitada con esmero. Habitación doble: 75-115 €.

desde donde ya se puede observar la imponente mole del monte Buciero, un promontorio con restos de fortificacio­ nes y vestigios prehistóricos muy ade­ cuado para practicar el senderismo y en cuyas laderas se encuentran dos faros, el del Caballo y el del Pescador, a los cuales se puede acceder en interesantes excursiones. ►La playa de Berna finaliza junto al penal del Dueso, cuya visita no es aconsejable por motivos obvios, en un recorrido que termina en el casco urbano de Santoña

[pág. 149]. Localidad vinculada al m ar desde que los romanos construyeran un primitivo puerto, Santoña ha sido cuna de insig­ nes navegantes como Juan de la Cosa y enclave muy disputado por su privile­

Argoños La Traína Barrio de Ancillo, 35. Telf. 942 626 157. Recomendable oferta de pescados y mariscos. Precio medio: 40 €.

Castro-Allendelagua El Ruso Barrio de Allendelagua, 2. Telf. 942 870 618. Mariscos y pescados de excelente calidad. Precio medio: 45 €.

Villaverde de Pontones El Cenador de Amos Plaza del Sol, s/n. Telf. 942 508 243. www.cenadordeamos.com Cocina moderna y creativa, unido a un ser­ vicio atento y a una bodega excelente. Precio medio: 50 €.

fortificaciones de las guerras napoleó­ nicas, mientras que en el caso urbano el monumento más importante es la igle­ sia de Santa María del Puerto. Además de las excursiones que permite realizar el monte Buciero, es muy aconsejable el transitar por el paseo marítimo, con la playa Laredo al fondo, para terminar en el puerto pesquero.

Por la Costa Esmeralda >Desde Santoña es necesario bordear las marismas de la ría para tomar la carretera.N 634. Una vez en ella se superan los barrios de Cicero y Treto en busca de Colindres, otra localidad de tracl i ción pesquera, donde se coincide con la Excursión 6, antes de tomar la N 629 rn dirección a Limpias y Ampuero. i mi iv nnra

los centros de veraneo más importantes del norte de España, considerada la capi­ tal de la Costa Esmeralda. Con tradición m arinera y numerosas vicisitudes históricas, Laredo subsistió hasta mediados del siglo XX gracias a su flota pesquera y a la industria conser­ vera. Curiosamente su despegue como centro de veraneo se debe al cine, ya que su imponente playa fue escogida como escenario para el rodaje de algunas super­ producciones, despertando el interés de turistas europeos sorprendidos por el atractivo del extenso arenal. No todo es playa en Laredo sin embargo, ya que la Puebla Vieja es un interesante conjunto histórico-artístico con restos de la anti­ gua muralla, algunas edificaciones reli­ giosas, hermosas casonas y animadas tabernas. > De vuelta a la N 634, el trayecto dis­ curre por el valle de Liendo en busca del m onte Candína, otra imponente mole rocosa que cae a pico sobre el mar y la ría de Oriñón. Este paraje es muy adecuado para practicar el senderismo, hay canñnos bien señalizados, con posi­ bilidad de ascender hasta los Ojos del Demonio, desde donde se observa una panorámica espectacular del litoral y

donde anida una de las pocas colonias de buitres de litoral.

I Oriñón debe su fama a la excelenteplaya que se extiende en una bella bahía en cuyos laterales se sitúan los barrios de Sonabia e Islares, también con bue ñas playas, aunque en estos casos más salvajes y por tanto menos concurridas. I La N 634, tras bordear la ría de Oriñón, discurre entre majestuosos montes y el mar, buscando el final del recorrido en

Castro Urdiales [pág. 79]. Fundada por los romanos como Castrum Vardulies, esta localidad es deu­ dora del mar en todo su devenir histó­ rico. En la antigüedad como importante centro de comunicaciones; más tarde por su flota pesquera, y en la actuali­ dad por su industria conservera y las bondades de sus playas, que han atra­ ído a una importante colonia de resi­ dentes vascos. A la belleza del puerto y su animado casco antiguo se une ade­ más un importante patrimonio monu­ mental en el que destaca la iglesia de Santa María, de estilo gótico, al borde del y junto al antiguo faro, configurando uno de los perfiles más bellos del lito­ ral cantábrico.


Cantabria translations.org


CANTABRIA DE LA A A L A Z

A M P U E R O _________

A continuación se describen, ordenadas alfabéticamente, las poblaciones y lugares de interés más relevantes de Cantabria. Los nombres de las localidades van acompañados de una referencia entre paréntesis que indica el cuadrante donde se halla dicho lugar en el mapa de carreteras que figura en las primeras páginas de este volumen. Por ejem­ plo, SANTANDER (3, A l) quiere decir que esta localidad se encuentra en el cuadrante formado por la fila A y la columna 1 de la página 3 del mapa de carreteras. Asimismo se señala su altura sobre el nivel del mar y el número de habitantes, teniendo en cuenta el último censo. Los nombres de los monumentos o lugares de interés de las localidades que tienen su plano en esta guía también van seguidos de una referencia entre paréntesis que señala su ubicación dentro del mismo. Por ejemplo, el palacio de la Magdalena (D6) se encuentra en la fila D, columna 6, del plano de la ciudad de Santander. La referencia (f.p.) significa que el monu­ mento o lugar está situado fuera del plano. Al igual que en la sección de itinerarios, las estrellas ( * y * * ) que acom­ pañan a los nombres de las localidades y lugares hacen referencia a su importancia monumental e histórica.

(3,B2; 11 m, 3.500 habitantes). Villa de sólida tradición histórica, situada en el curso bajo del río Asón, encrucijada en el antiguo Camino de Castilla, que desde hace siglos mantiene una personalidad dife­ renciada. En ella se celebran los encierros más famosos de la región.

Historia

brada en 1905 patrona de La Montaña, denominación que abarca lo que hoy se conoce como Cantabria.

Desde la época medieval, con la consoli­ dación de sus primeros concejos, aparece esta villa entre los asentamientos desta­ cados de Cantabria oriental.

Gastronomía

Ya en el Becerro de las Behetrías (1351) figura Ampuero con la categoría de villa, condición que fue definitivamente ratifi­ cada en 1731, durante el reinando de Felipe V.

Tiene fama en Ampuero la excelente cocina de sus establecimientos hosteleros, en los que se degustan especialidades como las angulas o el salmón, procedentes del cer­ cano río Asón.

Para entonces, ya tenía la localidad una sólida tradición de artesanos metalúrgi­ cos, herreros, fundidores y cerrajeros, here­ deros de los ferrones medievales, en coe­ xistencia con las ocupaciones agrarias y los molinos harineros.

En esta localidad se acostumbra cada año a adquirir el campana, o primer sal­ món que se captura una vez abierta la veda. En general, todos los restaurantes y meso­ nes de la villa preparan el pescado de forma excelente.

Según la tradición, aquí se construyó la nao, que bajo el nombre de La Pinta, habría de participar en el histórico viaje de Colón a América. Pero la fecha más importante en la historia local es 1605, cuando en el mes de septiembre se pro­ duce, según testimonios de la época, la aparición milagrosa de la Virgen ante unos pastores en la ermita de San Marcos, pro­ digio corroborado posteriorm ente por todos los vecinos de la villa. En torno a la imagen de la Virgen, que fue denominada La Bien Aparecida, se terminó de levantar un santuario en 1722, siendo nom­

Son así mismo especialidades de esta zona el jamón de bellota y las alubias, sin olvidar a los postres el delicioso queso de

Las Gannillas.

Fiestas y tradiciones La villa es célebre por sus concurridos encierros taurinos, tradición en la que es pionera en la región (7, 8 y 9 de septiem­ bre). Esta festividad, que se llam a La Vir­ gen Niña, se complementa con festejos de lidia y sueltas de vaquillas.

La Bien Aparecida (15 de septiembre) es otra fiesta con romería y peregrinación al santuario, donde se celebra otra romería el día de San Mateo (21 de septiembre). Plaza Mayor de Ampuero.

SIGN O S CON VENCIONALES EN LOS PLANOS___________

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Edificios de interés turístico

Vías rápidas

Parques y jardines

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Información turística

Zonas peatonales

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Aparcamientos


CANTABRIA DE LA

E l A s t il l e r o

A A LA Z

Vida urbana La calle de Melchor Torio, o Calle Princi­ pal, es el eje que articula tanto la activi­ dad comercial diurna como el bullicio noc­ turno de fines de semana y temporadas vacacionales, con alta concentración de mesones y bares musicales con variados ambientes.

I A LR ED ED O RES

■VISITA E l paseo por la plaza, calle principal y adyacentes da la oportunidad de apreciar el estilo de las viviendas tradicionales, aso­ madas sobre las exiguas calles, a través de balcones y miradores, junto a cons­ trucciones más recientes donde ha que­ dado plasmada la huella de los indianos, los que emigraron a las Américas y regre­ saron a su lugar de origen con fortuna. La torre palacio de Espina, en el barrio de La Bárcena, del siglo X V II, con una curiosa portalada, presidida por dos impo­ nentes maceras, es una hermética cons­ trucción de cuatro plantas sobre cuyo señor pesó la leyenda de hechicero y nigro­ mante, por la curiosidad científica que le empujaba a coleccionar todo tipo de artilugios y mecanismos. La iglesia parroquial, levantada en diversas fases (siglos XV-XVIl), posee una interesante fachada con elementos del pri­ mer barroco. En el interior destacan el reta­ blo del altar mayor y la cruz procesional

EL A S T IL L E R O

barroca, elaborada en plata. Ampliando la visita llegamos hasta el barrio de El Ras­ cón, antiguo solar de la fam ilia naviera Gómez Rascón, de quienes cuenta la tra­ dición que eran propietarios de La Pinta. Aquí se encuentra la ermita de San Pedro, con una Virgen sedente del siglo XVI.

A 7 km de la villa, en Hoz de Marrón, se encuentra el collado de Somahoz, lugar en el que se levanta el santuario de la Bien Aparecida, patraña de Cantabria. La significación religiosa del lugar arranca de un supuesto hecho sobrenatural o mila­ gro, acaecido en el lugar en 1605. E l paraje es perfecto para saborear la belleza natu­ ral de la comarca, cuajada de montes, bos­ ques y pastizales. E l templo, finalizado en 1722, y la hos­ pedería anexa son atendidos por la orden de los Trinitarios. La fábrica de la iglesia es sobria, con muros de mampostería y piedra de sillería. En el interior, el profuso retablo del altar mayor, de estilo barroco, en cuyo camerín central se halla la ima­ gen venerada, talla de reducidas dimen­ siones (21,60 cm) que representa una Vir­ gen con Niño. De origen desconocido, puede que sea la más pequeña de las patra­ ñas de España. Junto a la carretera de acceso al santuario hay un Vía Crucis en piedra de granito.

____ (3, A 1;20 m, 9.000 habitantes).

Localidad de tradición en la construcción naval, situada en el cono sur de la bahía de Santander, entre las rías de Boo y Solía, que mantiene un importante núcleo de actl vidad en torno a la construcción y reparación de buques.

Historia Encuadrado en una zona de abundantes yacimientos prehistóricos, el municipio que actualmente forman E l Astillero, Guarnizo y Boo, ya conoció una gran actividad durante la época romana, con la explota­ ción del m ineral de hierro en la cercana Peña Cabarga y su traslado por mar. Del siglo XVI arranca su inicio en la acti­ vidad que le da nombre, con la construc­ ción de nueve galeones que form arían An Ir» At-morlo TnLrpnriWp P l Rpíll

vado a mediados del siglo XVH, y de él salle ron 13 nuevos galeones por encargo del Conde-Duque de Olivares. La febril acti vidad prosiguió durante el siglo siguiente, construyéndose, entre 1720-1770, cercn de 80 buques,.51 de ellos para la Real Annada, entre los que estaba el Real l% ‘ Upe, el mejor de la época, con 3 puentes v 114 piezas de artillería. Con el siglo XIX llegaría la derrota di Trafalgar (1805), en la que se ven impll rarlns cuatro buoues construidos en Guia

capturado por los ingleses y muerto su comandante, Churruca. Este episodio marca el declinar del poderío naval espa­ ñol, pero no termina con los astilleros de Guarnizo, que inician una nueva etapa incorporando la construcción de barcos a vapor, hasta 1871, época final del anti­ guo astillero. La empresa Astander, formada en 1966, lia tomado en la actualidad el relevo de esta actividad. La esplendor en la minería se prolongó hasta bien entrado el siglo XX, llegando a contar-con un feiTocanil minero, 14 explotaciones, exportaciones a toda Europa y un cargadero de mineral sobre la ría, único vestigio que hoy queda de este sector.

Fiestas y tradiciones Las más destacadas son las de San José, ( 19 de marzo) con bullicioso despliegue callejero de charangas y chirigotas, así como numerosas actividades deportivas, también se celebran las de La Asunción, el 15 de agosto y San Pedro, el 29 de junio. En la zona de La Planchada, junto a la parroquia, tiene lugar cada año el Festi­ val de Verano. Son habituales las regatas tic vela y de traineras.

■VISITA I .i /.i>na más tradicional está en tomo a La

El Parque de la Naturaleza de Cabárceno acoge un centenar de especies de los cinco continentes en semilibertad. cando el Ayuntamiento, el Mercado, la zona comercial y la de los vinos. Al final de la calle San José encontramos la iglesia parro­ quial, de fábrica reciente, con algunas pie­ zas interesantes en su interior, como el Cristo Yacente, obra de Víctor de los Ríos. Desde el templo se desciende rápida­ mente hacia el parque de la Cantábrica, espacio público presidido por dos enormes chimeneas, “plantadas” sobre el césped, donde se armoniza la vocación marítima e industrial de la villa con las dotaciones deportivas y de esparcimiento. Frente al parque, el viaducto sobre la ría de Solía comunicaba con todo el arco sui' de la bahía santanderina, a través de Pedreña, Somo y Loredo. Este enlace vial se ha modificado por el paso de la autopista del Cantábrico. Paralelo al puente está el antiguo carga­ dero de mineral de Orconera, arqueolo­ gía industrial del apogeo minero. Cerca del centro se encuentra la igle­ sia de la Virgen de Musiera (siglo XV), con reformas posteriores. Su retablo con­ tiene la imagen gótica de la Virgen con el Niño, patraña del valle. Desde aquí hasta la ermita de los Remedios (siglo XVI), con un retablo salomónico en su interior.

<'Imrruca, antigua puebla cuyas casas conmi van el modelo de agrupamiento. La arte­ ria principal se llama, según el tramo, 18 tic lulio, Constitución y San José, y forma

I A LR ED ED O RES Saliendo desde E l Astillero hacia Bilbao, se llega al cruce de San Salvador, donde se


C a n t a b r ia d e l a a a l a Z

B á r c e n a M ayor más adelante lleva a Obregón. A llí se encuentra la entrada principal del Par­

que de la Naturaleza de Cabárceno, que se puede recorrer en vehículo, con zonas de estacionam iento junto a los amplios espacios destinados a los ani­ males. Se trata de un conjunto kárstico, que se extiende sobre 700 ha, de gran interés geológico y plasticidad casi surre­ alista en sus afiladas formaciones verti­ cales. Todo el parque ocupa la ladera sur

de Peña Cabarga, zona en la que ya se explotaban los yacimientos de m ineral de hierro hace 2.000 años. En esta amplia zona se alberga a diferentes especies faunísticas (osos, elefantes, hipopótamos...) a modo de zoo de grandes proporciones, que incluye una instalación para exhi­ bición de reptiles de todo el mundo. Tiene hasta dos lagos, uno de los cuales, el del Acebo, dispone de todo lo necesario para la pesca deportiva de la trucha.

niga, donde la leyenda le sitúa pasando una noche en blanco, asediado por las pul­ gas instaladas entre las pieles de oso y jabalí que tapizaban el aposento de su huésped. E l movimiento turístico de las últimas décadas es la única variación en el pulso vital de esta localidad, que mantiene los modos de vida tradicionales, basados en la ganadería y el aprovechamiento agrí­ cola y forestal.

■VISITA B A R C EN A M AYO R (2, B 1;240 m, 55 habitantes). Enclavado en plena Reserva Nacional del Saja, dentro de la comarca de Cabuérniga, este pequeño núcleo rural, considerado como el pueblo más antiguo de Cantabria, mantiene el encanto originario en la tipología de sus viviendas. Declarado conjunto histórico-artístico de interés nacional. A efectos legales Bárcena Mayor pertenece al municipio de Los Tojos que, con 424 habitantes, se distribuye en cinco núcleos de población: Bárcena Mayor, Correpoco, Saja, El Tojo y Los Tojos.

Historia

ria (Mazcuerras), enlazaba con la comarca

En los recoletos pueblos y aldeas instala­ dos junto a los cursos altos de los ríos Saja y Nansa, se conserva en buena parte el carácter medieval, origen de los actuales poblamientos en el lindero del bosque, habitados antiguamente por las tribus de los avarígenos y sálenos. Bárcena Mayor era ya en el siglo IX un hito importante en la llamada Ruta de los Foramontanos, que partiendo de Malaco-

de Campoo para llegar hasta la meseta. Ruta que atravesaron en el siglo I nativos de estas tierras con el fin de repoblar Cas­ tilla. Se sabe que en el siglo XII esta loca­ lidad y su hospital dependían del monas­ terio de Cardeña. La misma Ruta de los Foramontanos debió de realizar, según narran las cróni­ cas, Carlos I de España y V de Alemania, pernoctando en algún lugar de Cabuér-

A Bárcena Mayor se accede por la carre­ tera que parte de Cabezón de la Sal hacia Cabuérniga, en dirección sur. Después de pasar por Fresneda, a unos 23 km de Cabe­ zón, se toma un desvío a la izquierda que, Iras 10 km, nos lleva al corazón del pue­ blo. E l acceso y estacionamiento de auto­ móviles en el casco urbano está restrin­ gido, pero existe un aparcam iento a la entrada de la localidad. Callejeando por este arquetipo de con­ junto rural se descubre rápidamente que el núcleo está vertebrado por dos vías princ ipales. La Calleja, por el norte, prolon­ gación de la carretera de acceso, y la Calle I .arga por el sur, que escolta al río desde el hermoso puente con arco de medio punto del siglo XVI. E l resto son plazue­ las, como la del Mesón o la del Corral de las Ovejas, callejas perpaedkulares, con rincones soiprendentes, donde el tiempo parece haber quedado atrapado entre madera, piedras y tejados a dos aguas.

La mayoría de las construcciones están fechadas entre los siglos XVI y XVII. Son viviendas del tipo casa montañesa rural, con zaguán en la planta baja dando acceso al establo y a la vivienda, y solana o balcón corrido, en la planta superior. Los tejados son de alero volado sostenido por viguería. En las casas solariegas, el zaguán se acom­ paña de arcos de piedra que dan paso al inte­ rior, donde se acumulan leña, maíz y diver­ sos utensilios. Existe en este punto, y en toda la comarca de Cabuérniga, una sólida tra­ dición de artesanos de la madera, que, sin embargo, en estos tiempos, lleva una clara tendencia a la decadencia. A pesar de una rehabilitación bastante poco ortodoxa en algunos aspectos, el pueblo continúa con­ servando el tipismo y el entorno natural de bosque autóctono que han hecho de él uno de los lugares más visitados de toda la región.

I A LRED ED O RES Al fondo del pueblo nace una pista que lleva hasta una zona de acampada junto al río, en medio de imponentes robles. Desde aquí parte el sendero de Fuentes Claras (señalizado), que no presenta difi­ cultad y discurre junto al río Argoza, para cruzarlo más adelante, volviendo al punto de origen ñas mostramos diferentes aspec­ tos del bosque autóctono. ’

Típicas casonas montañesas en Bárcena Mayor (izquierda y centro) y Barceniiias(abajo).


Ca b e z ó n d e l a S a l

CANTABRIA DE LA A A LA Z

También se puede optar por el vehículo y volver a la ruta principal para dirigirse, tras rebasar la localidad de Saja, hacia el agreste puerto de Palombera (1.260 m), donde se obtienen espléndidas vistas desde la carretera, como las cascadas del recién nacido río Saja en el Pozo del Amo, o las extensiones de hayedo y robledal, sobre el territorio de corzos, jabalíes, zorros y aves rapaces desde el mirador de La Cardosa. La carretera desciende luego hasta Campoo, a través de Soto y Espinilla. Si por el contrario se opta por volver desde Bárcena Mayor hacia Cabezón de la Sal, el recorrido es igualmente atrac­ tivo. En Terán nos aguarda la parroquia de Santa Eulalia, la iglesia más caracte­ rística del valle (siglo X V II), junto a un notable conjunto de casonas solariegas del siglo XVIII, y La Castañera, destacado conjunto de esta especie arbórea, cuyos ejemplares más notables tienen sugerentes formas y nombres propios como El Cuatro Patas, La Olla y El Duende. Terán es escenario de un festival de folklore: "Música de los pueblos del norte". Más adelante está V alle, capital del municipio de Valle de Cabuérniga y encru­ cijada de la que parte un ramal hacia Carmona. E l Barrio de Abajo concentra los principales edificios, el Ayuntamiento, la iglesia y casas solariegas como la de Rubín

de Celis. Continuando la ruta se llega a Barcenillas y La Miña, claros ejemplos de arqui­

C ABEZÓ N DE LA SA L

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tectura civil y religiosa típica del valle. A 2 km de La M iña está la ermita de San Fructuoso, donde aún se conserva un sepulcro del antiguo monasterio que con el mismo nombre existió en el siglo IX. Luego, nos detendremos en Rúente, para contemplar el caudaloso manantial de La Fuentona y, sobre ella, el puente medieval de ocho ojos, por el que debió de discurrir la calzada que pasaba por Bárcena Mayor. De aquí sale una pista forestal hacia el bosque de robles y hayas del monte Aa, donde se encuentra el cajigo del Cubilón, roble singular y milenario cuya cepa mide 15 m de circunferencia. E l cubilón ha caído recientemente pero continúa siendo un hito en la comarca. E l próximo desvío conduce hasta Ucieda, camino del Río de los Vados, uno de los accesos más comunes para aden­ trarse en los bosques del Saja. En el pue­ blo se sirve un afamado cocido montañés, junto a la caza (jabalí, venado, corzo). En la campa de Ucieda el ayuntamiento orga­ niza el primer domingo de septiembre un cocido montañés para ser degustado en un paraje extraordinario. Ya en las proximidades de Cabezón de la Sal, en Carrejo se puede degustar un buen blanco de solera, frente al molino de río, y visitar el Museo Regional de la Naturaleza, ubicado en el restaurado palacio de Gómez Torre, también cono cido como Casa de Ygareda (ver referen cia al museo en la pág 76).

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(2, B 1; 128 m, 3.820 habitantes) Centro geográfico, social y económico de un amplio valle atravesado por el río Saja Su nombre obedece a los históricos pozos de sal, explotados desde la época romana hasta tiempos recientes, en los que se comprobó que esta actividad estaba debilitando el subsuelo, provocando el hundimiento progresivo de varias edificaciones.

H is to r ia La sal, elemento básico de subsistencia para los primeros asentamientos humanos, ori­ ginó el poblado de Kapezone. Ya los roma­ nos mencionaban en sus crónicas las sali­ nas de Treceño. Desde el siglo IX, Cabezón aprovecha esta fuente de riqueza para con­ vertirse en alfoz o distrito, categoría que ya •_________ U,*

™ n t n r l u 'n í l í W ' nO E

tos de partida de los célebres forarrmtu nos, cántabros que marchaban hacia la me seta para repoblar Castilla. Supeditada posteriormente a la jtii I* dicción de la abadía de Santillana, la villa se vio inmersa en las pugnas señoriales que asolaron la región a partir del tip.li i XIV, en el que se inició una lucha de p<niel míe terminó con el dominio de la lamilla

este momento Cabezón pasa a ser uno de los “nueve valles de las Asturias de Santi­ llana'’, que originaron la provincia de Can­ tabria en el XVIII. Las minas de Cabezón producían, en 1795, 32.000 fanegas de sal; sin embargo, la explotación se abandonó por el peligro de hundimiento que corría la población, dado que buena parte de las construccio­ nes se hallaban asentadas sobre las pro­ pias vetas saliníferas. Actualmente la actividad económica se halla diversificada entre la más im por­ tante industria textil de Cantabria, las pequeñas empresas dedicadas a la fabri­ cación de muebles y las explotaciones ganaderas, además de ser el principal cen­ tro administrativo, cultural y de servicios en toda la comarca. F ie s ta s El segundo domingo de agosto se celebra el Día de Cantabria, o Día de la Montaña, fiesta de gran tipismo en la que se desa­ rrollan concursos de arrastre de ganado vacuno, actuaciones de coros, danzas, ilibelistas ypiteros, competiciones de bolos, muestras de cerámica y degustación de platos regionales. Curioso es el ritual de la subida del ganado tudanco a los pastos altos (24 de junio) y su descenso (29 de septiembre), ya que las reses engalanadas son paseadas orgullosamente por el pue­ blo, como muestra de la importancia eco­ nómica, e incluso social, que la ganade­ ría tiene en toda la región.

Gastronom ía 11icxcusable probar los chuletones de vaca tudanca, poco pasados y de un grosor consiilerable. También lo es degustar-el cocido montañés -considerado el plato más populur de la región- que se elabora con alu­ bias, berzas, tocino, chorizo, oreja o eoslilla de cerdo, brazuelo, pique y hebra. Por la proximidad de la Reserva del Saja, es pi isible saborear exquisitos guisos de caza, Iruchas y salmones del Pas.

■VISITA Alrededor de la iglesia parroquial se agru­ pan casonas y palacios ricos en piedra de sillería o manipostería, entre ellos el pala­ cio de Bodega, del siglo XVIII, y la cono­ cida finca de los Condes de San Diego,

La cueva El Soplao posee impresionantes formaciones geológicas. rrez, prestigioso ginecólogo y erudito, que al veranear en Cabezón atraía a numero­ sas personalidades. La vivienda y su her­ mosa finca han sido reconvertidas como Casa de la Cultura. Exquisita arquitectura presentan también la casa de los Gutié­ rrez de Mier, uno de los linajes más sim­ bólicos de la región, y el palacio de los Escalante, que cuenta con una intere­ sante biblioteca reunida por los miembros


C a n t a b r ia d e l a a a l a Z

E n la carretera de Carrejo, en una casona dieciochesca, se encuentra insta­ lado el didáctico Centro de Estudios Rurales de Cantabria, en el que se recoge una muestra significativa de aperos de labranza y útiles de uso ganadero. Las publicaciones de este organismo abarcan estudios sobre etnografía, antropología, usos culturales y manifestaciones festivas del conjunto de la región. Cerca del centro de la villa, por un camino al que se accede desde la N 634, en dirección a San Vicente de la Barquera, se llega hasta el promontorio denominado p icu de la Torre, en el que se ha levantado una monumental escultura geométrica dedicada a los artistas cántabros, no exenta de cierta polémica.

I A LR ED ED O RES Guiados por el curso del Saja, a 2 km se encuentra Carrejo, que alberga en el pri­ morosamente rehabilitado palacio de Ygareda, del siglo XVIII, un Museo Regional de la Naturaleza, donde se muestran maquetas y paneles representativos de todos los ecosistemas de la región, así como ejemplares disecados de algunas de las especies más destacadas. (Horario: abierto mañana y tarde, excepto festivos y domingos sólo por la mañana. Lunes cerrado. Telf. 942 701 808). Un poco más adelante, cam ino del puente sobre el Saja, se encuentra Santa Lucía, que ofrece la posibilidad de sola­ zarse en el pequeño jardín de un antiguo bar-tienda, mientras se contemplan los restos del viejo molino harinero situado frente al establecimiento. En Santa Lucía, la orilla del Saja se ha transformado en una acogedora campa, acondicionada para el baño y el esparcim iento, incluido el campismo. E n las dos orillas se hallan establecimientos hosteleros ubicados en casonas de tipo tradicional. Junto al puente se puede ver el monu­ mento a los Foramontanos, aquellos pri­ mitivos cántabros repobladores de Casti­ lla por designio real, donde se ha grabado la conocida leyenda acuñada por Víctor de la Sema: “Aquí comienza esa cosa inmensa e indestructible que llamamos España..." Una vez cruzado el puente de Santa Lucía, la carretera se bifurca en dos rama­ les opuestos, de los que escogemos el de

Ca b ez ó n d e la Sa l

cuerras y Villanueva de la Peña. La direc­ ción opuesta nos llevaría hacia Cabuérniga, cuya comarca se describe en la Excur­ sión 2 [pág. 31]. Siguiendo esa misma carretera CA 182, se llega a Puentenansa y más adelante a la cueva El Soplao, entre los municipios de Valdáliga, Herrerías y Rionansa. La cavidad es conocida desde fines del siglo XIX debido a la explotación de las minas de La Florida, que no han afec­ tado a las impresionantes formaciones geo­ lógicas que hacen de la caverna una mara­ villa espeleológica a nivel internacional. Abierta al público en 2005, se pueden reco­ rrer 2 de los 15 km de galerías que com­ ponen una cueva con la que Cantabria refuerza su patrimonio subterráneo. De vuelta, en el curso del Saja, en las afueras de Cos, se levanta el pequeño ce­ menterio, presidido por un elevado y her­ moso panteón, que honra la memoria de Concha Espina (1877-1955), la conocida y prolífica escritora que llegó a obtener el Premio Nacional de Literatura y cuyos hijos, Josefina, Ramón y Víctor de La Sema, fue­ ron dignos continuadores de la saga. Pre­ cisamente en Mazcuerras, siguiendo nues­ tro camino, está ambientada una de las novelas más populares de Concha Espina, que tuvo casa en este pueblo aunque era natural de Santander. La narración fue titu­ lada La niña de Luzmela, nombre ficticio con el que se rebautizó el pueblo, aunque los cántabros siguen usando el anterior. Mazcuerras tiene una hermosa plaza en la que destaca el busto de la escritora, la esbelta tome de la iglesia y las bien con servadas casas de estilo montañés, además de un extenso vivero de árboles y plantas. Más adelante, en V illanueva de la Peña, tomando el ramal de la derecha se llega a Ibio, concejo formado por cual n > entidades de población del que procede la ancestral danza denominada Baila de Ibio, que se ejecuta siguiendo el gutural sonido de una caracola. En Ibio se encuentra también una pres tigiosa yeguada m ilitar, ubicada en iinii impresionante finca, con casona de pie dra y torre medieval incluida,-donde se crían excelentes ejemplares equinos. Retornando a la carretera N 634, en dirección hacia Torrelavega, se cru/n Casar de Periedo, donde también que dan buenas muestras de palacios y cuntí

vio lin ista nacido en Potes, Jesús de Monasterio, cuyos restos reposan en la iglesia parroquial del pueblo y de quien se dice era tan venerado que hasta el m aquinista del Tren Cantábrico pro­ curaba no hacer sonar el silbato para no turbarle. Siguiendo la carretera se deja a un lado

B arcenaciones para llegar a Quijas, donde los restos de una vieja torre seña­ lan la proximidad de excelentes estable­ cimientos de hostelería.

Algo más abajo, todavía en Quijas, un desvío conduce al espléndido conjunto de arquitectura y naturaleza que forma el Mayorazgo o palacio de Bustamante*. E l edificio principal, con seis arcos en la fachada y solana, fue construido durante el siglo XVII, adosado a la antigua torre medieval. La ferrería, molino, capilla y casa del guarda completan este especta­ cular conjunto, restaurado en los años sesenta, cuyo origen se debe al mayorazgo concedido por Enrique I I en 1369.

C ASTA Ñ ED A (2,B2;75m , 1.616 habitantes). Valle de gran protagonismo en la época medieval, que cuenta entre sus principales atractivos con la colegiata de Santa Cruz de Castañeda, una de las muestras más des­ tacadas del arte románico en Cantabria, monumento nacional desde 1930.

i HISTORIA Y VISITA Situado a 27 km de Santander y 10 km de Torrelavega, el m unicipio de Castañeda está integrado por las poblaciones de Pomaluengo, Socobio, La Cueva y Villabáñez. No se conserva documentación que lo corrobore, pero los estudiosos coinciden i'i i afirmar que el primer asentamiento hisIúrico fue un monasterio de repoblación, en tomo al cual se levantó posteriormente el pueblo. A comienzos del siglo X II ya era .ibadía, con un buen número de posesio­ nes, y se iniciaba la construcción de la igle­ sia románica, la misma época en que co­ menzaban a levantarse las de Santiliana, ( crvatos y San M artín de Elines, que for­

man con la que nos ocupa lo m ejor del románico en Cantabria. Durante todo el siglo XV la comarca se vio inmersa en las guerras y guerrillas entre los diversos señores y sus partidarios, lo que se ha dado en llam ar “pleito de los valles , provocado a su vez por la revoca­ ción de las behetrías, privilegios que per­ mitían a los súbditos escoger a su señor. E l condado de Castañeda fue escenario de sangrientos enfrentamientos en los que la reivindicación de las behetrías se mezclaba con las ambiciones expansivas señoriales. La oposición entre los Manrique y los Men­ doza llegó a requerir una expedición de castigo del rey Juan II, al frente de 1.000


C a n t a b r ia d e l a A a l a z

lanceros, derribando torres, embargando posesiones e imponiendo penas altamente severas. En 1438, el rey otorga definitiva­ mente el condado de Castañeda con todas sus posesiones a la familia Manrique. La abadía fue anexionada en 1541 por la cole­ giata de Santa María de Aguilar, perdiendo en 1851 la denominación de colegiata, que se cambió por la de iglesia parroquial de Castañeda, aunque la belleza y carácter monumental de su fábrica hacen que siga siendo conocida como la colegiata que fue en sus años de apogeo. Situada en el barrio de Socobio, en la vecindad del río Pisueña, junto a un paraje que antiguamente debió de estar poblado de castaños, la colegiata de Santa Cruz de Castañeda** llama la atención por su aspecto imponente y la armonía de sus pro­ porciones, aunque sucesivos añadidos y modificaciones a lo largo de los siglos han enmascarado la traza inicial del siglo XII, que era de planta en cruz latina, tres ábsi­ des, crucero y nave mayor. En el exterior destaca la portada abierta al oeste, senci­ lla y solemne, con ocho arquivoltas que se apoyan sobre capiteles iconográficos. La torre, anexionada al muro sur, supera los 17 m de altura y es de tipo prismático con dos partes claramente diferenciadas, la inferior, de construcción más simple y sobria, y la superior, que muestra un exce­ lente trabajo de cantería con ventanas gemi­ nadas en las cuatro fachadas y una serie de canecillos sustentando la comisa. Los canecillos de diversos motivos abundan en todo el perímetro exterior del templo, espe­ cialmente en el muro sur. En cuanto al interior, tiene especial atractivo la zona del ábside izquierdo como parte mejor conservada, así como la belleza del crucero, la solemne cúpula octogonal sobre trompas y el ábside prin­ cipal. E n la arquería del ábside se apre­ cian unos cuantos capiteles historiados, verdaderamente notables, que recogen todo el saber y la tradición de los cante­ ros de la época. En el siglo X III se añadie­ ron en el muro norte dos naves en forma de T, en cuya decoración intervinieron los mismos canteros que dejaron su impronta en Aguilar de Campoo y otros templos de la zona. Sin embargo, no es el románico el único estilo representado en este tem­ plo. E l ábside lateral derecho desapare-

capilla de Juan de Fróm esta, m ilitar nacido en el valle que desde las Indias envió generosas contribuciones para el sostenimiento de la iglesia. Se trata de una capilla barroca con un excelente retablo salomónico, armoniosa cúpula y bajo­ rrelieves de los evangelistas. En la capilla que está situada a la izquierda del crucero puede verse un hermoso retablo de madera policromada. También destacan en el tem­ plo dos Vírgenes góticas del siglo X III, el Calvario, gótico del siglo XIV, y el sepul­

cro del abad Munio González. A un kilómetro escaso de la colegiata se encuentra un interesantísimo recinto en el que destaca el llamado palacio de Alvear, conjunto de cuatro edificios inte­ grados en un bello parque, de los que dos han sido destinados a hostería. E l palacio en sí es una recia torre de tres plantas, del siglo XVI, con un añadido lateral que ini­ cialmente fue de manipostería y ahora es de piedra de sillería. Junto a él se halla la capilla de San Juan, cuyo retablo princi­ pal contiene dos buenas tallas de madera datadas del siglo X V III y dos interesantes lienzos de F. Bustamante en los laterales.

C A S T R O U R D IA L E S * (4, A 1; 10 m, 21.600 habitantes). Situada en el límite de la costa oriental cántabra, conserva un espectacular conjunto histórico-artístico, testimonio de la pasada grandeza, en el ámbito de las "Cuatro Villas” costeras fortificadas.Tuvo en otros tiempos gran poderío naval, comercial y minero. Actualmente, el turismo y la pesca son los principales motores de su desarrollo.

Historia En las cuevas de E l Cuco y La Lastrilla se han hallado restos que indican presencia humana, ya en el paleolítico superior, hace 12.000 años, en lo que hoyes Castro Urdía­ les. En la época prerromana existía, según las crónicas, el Puerto de los Sámanos, que en sucesivas denominaciones se co­ nocerá como Portus Amanum, Castrum Vardulies y Flaviobriga. Bajo este último nombre los romanos crearon, en el año 74, una activa colonia desde la que partía una calzada, como vía de penetración mili­ tar y comercial, hasta la actual Herrera de Pisuerga (Palencia). Posteriormente llegaron las invasiones y saqueos con los bárbaros del norte, héru-

los y normandos entre otros. A finales del siglo VI, bajo el mandato de Leovigildo, debió de iniciarse la reconstrucción de Flaviobriga, cuya población fue reforzada con visigodos de diversa procedencia, que llegaban desde el sur de la península huyendo de los moros. En 1163 el rey Alfonso V III de Castilla otorga el fuero, inspirado en el de Logroño, en el que se conceden una serie de privi­ legios que marcan el despegue marítimo y m ercantil de la villa, iniciándose a comienzos del siglo X III la construcción de la iglesia de Santa M aría y el castillo. Terminando ya el siglo, en 1296, Cas­ tro Urdíales obtiene la capitalidad de la célebre Hermandad de la M arina de CasPuerto de Castro Urdíales.


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C a s t r o U r d ía l e s

tilla con Vitoria, fusión de la Hermandad de las Cuatro V illas cántabras con los principales puertos vascos, que a su vez formaban la Hermandad de Las M aris­ mas. Fueron tiempos de apogeo comer­ cial y militar, y la flota de la Hermandad era respetada en toda la costa de Europa Occidental. La decadencia llegó con el siglo XV por la competencia político-comercial de los Consulados de Burgos (1494) y Bilbao (1511), los estragos de la peste y los repe­ tidos saqueos e incendios, que em­ pobrecieron la villa y dejaron en 900 habi­ tantes un núcleo que había llegado a tener 7.000. La crisis se prolongó hasta el siglo XIX, sufriendo Castro Urdiales un asedio de tres meses por parte de las tropas fran­ cesas durante la Guerra de Independen­ cia (1813). La villa finalmente capituló, pero no se libró de un cruel saqueo. Pronto llegó un nuevo despegue gracias a las explotaciones de mineral de hierro. Llegaron a existir un total de 18, coinci­ diendo con la elección de la villa como lugar predilecto para el veraneo de la bur­ guesía bilbaína, que transformó con sus residencias la estética del conjunto urbano. La m inería decayó a p artir de 1950, pasando a ser la industria conservera, la pesca y el turismo, las actividades pre­ dominantes en la ciudad.

Gastronom ía Pescados y mariscos frescos son lo más destacado de la cocina castreña, en cuya lonja son frecuentes la anchoa, la mer­ luza, la sardina, el congrio, la faneca y el chicharro, sin olvidarlos muergos o nava­ jas y los abrecantos o bogavantes. La buena mesa está unida a todas las fiestas y celebraciones, como la de San Andrés (30 de noviembre), en la que los caracoles y el besugo están presentes en todas las mesas. Los chipirones en su tinta, el bacalao y el marmitako, influencia de los vecinos vascos, son también manjares habituales en las excelentes cocinas de la villa.

Fiestas y tradiciones La Semana Grande, que comienza el 23 de junio, es la festividad local que incluye la programación más variada, pero tam­ bién destaca por su peculiaridad El Coso Blanco (primer viernes de julio), célebre desfile con gran participación de carro­ zas construidas por maestros carroceros de la villa, charangas y comparsas. La Pasión Viviente (Viernes Santo) aun­ que sólo tiene una década de tradición es ya un acto clásico en Cantabria, con una trabajada representación en la que parti­ cipan actores y figurantes aficionados en número superior a los 300, y que dura hasta cuatro horas.

C A S T R O U R D IA L E S

La iglesia de Santa María** (A3), es el plato fuerte por su carácter monumen­ tal y por las joyas artísticas que atesora. Considerada como la más importante igle­ sia gótica del norte de España, su cons­ trucción se inició en el siglo X III. Con el tiempo ha ido precisando algunos refuer­ zos, como los arcos en voladizo del inte­ rior o el juego de arbotantes que conforma su peculiar aspecto exterior, junto con las comisas. En el interior se aprecia un impre­ sionante juego de luces y volúmenes, espe­ cialmente en la nave central, cuya altura dobla a la de las laterales, y en el ábside. En una de las capillas radiales de la giróla se encuentra el retablo del Cristo de la Ago­ nía, lienzo de grandes proporciones atri­ buido a Francisco de Zurbarán, que cuenta con su propia leyenda de supuesta apari­ ción flotante tras aplacar un violento tem­ poral. En esta capilla apareció emparedada, en 1955, la imagen de Santa María con el Niño, magnífico ejemplo de escultura gótica del siglo xm, en piedra policromada. Junto a esta escultura aparecieron tres tallas de madera policromada (siglo XIV) que repre­ senta a los Reyes Magos, únicas en la región. Esculturas notables son el Cristo Yacente y el Ecce Homo, atribuidas al taller vallisole­ tano de Gregorio Fernández (siglo XVII).

Vida urbana E n la zona posterior al puerto pes­ quero, calles Santander, Javier Echeva­ rría, Hurtado de Mendoza, Ardigales, La Mar..., se concentra gran parte del pulso diario de la villa. Frente al puerto está la plaza del Ayuntamiento, y, a su alre­ dedor, los típicos bares y restaurantes del casco viejo, que también son núcleos del ambiente nocturno (La Rúa, A rdi­ gales). La villa se expande en torno al paseo marítimo, zona de cafeterías y tránsito hacia la playa de Brazomar, que repre­ senta la ciudad nueva, con su entramado de establecimientos y servicios. En el sen­ tido opuesto, en dirección a Santander, se ha creado una playa artificial en la ense­ nada de Ostende. En el paseo marítimo, los jardines de Amestoy son la zona más concurrida, auténtico escaparate de la vida social castreña.

VISITA Sobre el promontorio rocoso que domina i ! puerto se encuentra lo más destacado del conjunto histórico-artístico de la villa, visible desde cualquier punto de la bahía. 4

Punta d el Rebañal

Cementerio M unicipal de Ballena

También es clásica en el ámbito festivodeportivo la tradicional bandera de Cas­ tro, regata de traineras que se celebra en el mes de agosto.

Frente a la fachada sur se encueraran los restos de la iglesia de San Pedro (siglo xn), el edificio más antiguo de la villa donde hasta el siglo XVI se reunía el concejo. E l castillo (A3), del siglo X III, es otro de los elementos claves en este conjunto monumental. Ocupa el anti­ guo castro que dio origen a la pobla­ ción. Con sus fuertes y altos muros fue durante siglos el bastión defen­ sivo de la puebla y el puerto. Actual­ mente existe un faro para la navega­ ción en su interior, aprovechando su posición estratégica.

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Castillo Isla do los Conejos

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Punta Estebanot

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Desde la entrada del castillo se accede a la ermita de Santa Ana (A3), situada como avanzadilla sobre el mar, con hermosas vistas de la bahía y el recogido puerto, donde se encuentra el Ayuntamiento (A3), edificio del siglo XVIII. Distribuido en tres plan­ tas, presenta zaguán en la inferior, amplio balcón corrido en la primera y arquería en la superior, todo en pie­


C a s t r o U r d ía l e s

C a n t a b r i a de la A a l a Z

ARQUITECTOS, MÚSICOS Y PESCADORES La mar, omnipresente en la historia y la realidad de esta villa, ha marcado desde siempre los trajines del sustento diario y los más espirituales anhelos de la esfor­ zada población castreña.Y es que la mar, eterna vecina, tantas veces esquiva, cruel y traicionera, ha demostrado ser, al final, la más constante amiga de los cástrenos. Apenas quedan ya vestigios de aquellos colonizadores romanos que fundaron la orgullosa Flaviobriga. Sólo un sorpren­ dente conjunto histórico medieval (igle­ sia-castillo-ermita-puerto) ha sobrevi­ vido al borrador de los siglos, tal vez por el influjo protector de la mar que, oca­ sionalmente, fue ruta comercial y gue­ rrera, pero siempre despensa provee­ dora de sabrosos y frescos alimentos. Desde la antigua tradición ballenera, reflejada en el propio escudo de la villa, pasando por la histórica creación del "Noble Cabildo de Mareantes y Nave­ gantes de Santo Andrés” que organiza a los pescadores de la villa en la Edad Media, hasta la actualidad, en que el verdel, la anchoa, la merluza o la sardina sustituyen a las viejas ballenas, la mar no ha dejado de ofrecer,a quien sabe buscarlos,generosamente sus frutos. La misma mar,que es capaz de empujar al hombre a bucear en lo mejor de su espí­ ritu, debe haber inspirado la profunda tradición musical de Castro Urdíales, cuya parroquia disponía ya a comienzos del siglo xix de su pequeña . orquesta.ademásdelos : : y»*'

.'*.1- maestros organistas que vinieron sucediéndose desde el xvi. La Schola Cantorum, la Sociedad Coral, ei ochote Los Templarios y la Coral Santa María han for­ mado lo mejor

de la música coral, pero también han sur­ gido de estas orillas individualidades de renombre, como Arturo Dúo Vital, com­ positor encuadrado en la generación del 27, capaz de compaginar la investigación folklórica con las composiciones de van­ guardia. Sobre las olas despuntan toda­ vía las notas desgranadas por Ataúlfo Argenta,otro genial músico castreño que, además de gran pianista,fue uno de los mejores directores de orquesta españo­ les, interpretando al frente de la Orquesta Nacional páginas inolvidables,entre las que destacan las nueve sinfonías de Beethoven, en el marco del Festival Interna­ cional de Santander. Junto al mar desarrollaron buena parte de su obra creativa dos impor­ tantes arquitectos: Eladio Laredo y Leo­ nardo Rucabado. Al primero se debe la restauración de la iglesia de Santa María, el Mercado, la Plaza deToros y algunos panteones del cementerio de la Ballena, además del conjunto Ocharán, tal vez su obra más conocida, en el que des­ taca el palacioToki-Eder,en la línea de las villas renacentistas con profusión de elementos decorativos integrados al diseño arquitectónico, proyectando también el pabellón español para la Exposición Internacional de Roma y diri­ giendo la restauración de la Casa del Greco, en Toledo. Una de sus obras en pleno centro de la villa, el edificio Royal, está siendo transformado en Centro Cultural. Leonardo Rucabado, influido por los modernistas catalanes, plasma esta tendencia en diversas obras repar­ tidas por toda la región, como la Casa de los Chelines, en Castro Urdíales, el Museo de Bellas Artes en Santander o el asilo de Corrales de Buelna. Pesca dores y deportistas, arquitectos y músi eos, castreños y visitantes siguen encon trando en la mar cantábrica fuente inagotable de trabajo e inspiración.

partía la calzada romana y que aún con­ servan cierto carácter medieval. Se con­ servan también algunos lienzos de la vieja muralla medieval y en el atrio de Santa M aría puede verse el miliario romano, uno de los que señalizaba la calzada que enlazaba Herrera de Pisuerga con Flavióbriga. Otro de los edificios interesantes es el remodelado Mercado (A2), de planta rectangular, con tres naves a distinta altura. La villa fue en su día un importante cen­ tro de edificios modernistas, levantados a instancias de la burguesía vasca que ini­ ció el despegue turístico. Muchos de ellos han desaparecido, pero aún se conservan otros como el conjunto Ocharán (B4), diseñado por Eladio Laredo, en el que des­ taca el palacio llam ado Toki-Eder. Al mismo arquitecto se deben gran número de obras, como la plaza de toros, panteo­ nes en el cementerio de La Ballena, reha­ bilitación de la iglesia de Santa M aría, Edificio Royal y un largo etcétera. E l resto de la villa se despliega parale­ lamente a la costa, buscando el encuen­ tro de las playas, Brazomar, hacia el este, y Ostende, en dirección oeste.

I A LRED ED O RES Desde el barrio de Campijo, en la zona oeste de la villa, asciende un camino para­ lelo a la costa que llega hasta Allendelagua, donde quedan los restos de una for­ taleza que perteneció a los Templarios. La iglesia parroquial del pueblo data del siglo XVI. Continuando hacia el oeste por esta ruta pasamos por Cérdigo, a 3 km de Cas­ tro Urdiales, donde se conservan algunos edificios medievales. La carretera N 634 conduce a Islares, donde existe un cámping, una playa y un criadero de mariscos. Continuamos en esta dirección, cru­ zando la ría de Oriñón, para tomar, a la derecha, la carretera local que lleva hasta el pueblo del mismo nombre y termina en Sonabia, donde se encuentra una de las playas más hermosas de este litoral. A espaldas de este paraje está el monte Candína, donde se registra el único caso en España de una colonia de buitres asen­ tada frente al mar. Observarlas evolucio­ nes de estas aves en un marco tan insólito es siempre un espectáculo.

C ER V A T O S (M O N A S T E R IO D E S A N P E D R O * * ) (2,C2;899m , 119 habitantes). Situada a 5 km de Reinosa, la pequeña localidad de Cervatos merece una visita para conocer la magnífica colegiata románica que domina el pueblo, excelentemente con­ servada y con una impresionante serie de canecillos.

■HISTO RIA Y VISITA Los orígenes del monasterio de San Pedro de Cervatos son desconocidos, aunque el primer documento que lo nombra es un 11icro otorgado en el 999 por el conde casIcllano Sancho García y su esposa doña Urraca, en memoria de su primogénito, Pei nando, enterrado en la iglesia del monasterio. Durante el siglo X II se produce el cre­ cimiento de sus dominios, la consagra­ ción de la abadía en colegiata y su incorp<n ación al obispado de Burgos. Alcanza •ai mayor expansión en el siglo XV, llegando ii poseer solares, heredades y prados en más de 40 lugares de Campoo, Valdeolea r incluso en la cuenca del Besaya.


C o m il l a s CANTABRIA

D E LA

A A LA Z

La construcción de la colegiata se pro­ duce en varias etapas. L a iglesia, tal y como reza en los epígrafes de la puerta de entrada, fue levantada en 1129. Es de una sola nave, con ábside sem icircular y abovedamiento de crucería. La portada principal, de tipo abocinado, se abre al exterior por el muro meridional y cuenta con un vistoso tímpano a base de abiga­ rrados motivos vegetales, de aire musul­ mán, atravesado por un friso de leones

tallados por los canteros de Santa María la Real de Aguilar de Campoo. En el inte­ rio r del templo llam an la atención las arquerías ciegas del primer piso del ábside y el arco fajón, apoyado en capiteles con decoración de animales superpuestos, que

afrontados. Destacan las comisas del edificio, coro­ nadas, tanto en el ábside como en el cuerpo central, por una secuencia de canecillos representativos del románico erótico, esce­ nas de coito, mujeres impúdicas, pero tam­ bién figuras de monjes así como monos y vegetales. La temática obscena también cuenta con amplia representación en los

lo separa del presbiterio. Al parecer, los maestros canteros tra­ bajaban en un amplio ámbito entre las provincias de Santander y Palencia, dada la sim ilitud de los elementos decorativos de este románico norte en varias iglesias y monasterios de la zona.

■ A LR ED ED O RES

capiteles que adornan las ventanas en el exterior del ábside y los muros, hasta el punto de que se considera la secuencia más amplia del románico nacional en este apartado. La torre es una bella pieza pris­ mática, de finales del siglo XII, con tres cuerpos y arcadas entre el segundo y el tercero que se apoyan sobre capiteles corin­ tios con centauros y bichas que parecen

La carretera en dirección Palencia (carre­ tera A67/N 611) tiene unas buenas pano­ rámicas desde el alto del Pozazal desde donde se puede tomar una comarcal a mano izquierda para adentrarse en la comarca de Valderredible (ver Excursión 4 de esta guía). Una de las primeras aldeas que atra­ viesa la carretera es Arroyal, donde se ubica el pequeño museo-albergue del

Ferrocarril de La Robla. E n este museo se exponen diferentes paneles e información divulgativa sobre los aspectos históricos más relevantes del

(2, A l; 27 m, 3.000 habitantes). Partiendo de un humilde pasado, marinero y pescador, esta villa experimento un oran apogeo durante el siglo XIX, llegando a convertirse en sede veraniega de Alfonso XII y su corte. De aquella época se conserva un impresionante legado de arquitectura modernista y un particular encanto que atrae cada ano a miles de visitantes.

de la villa de Comillas está fechada en el año 1088. E l lugar de Comillas pasó a formar parte de las Asturias de Santiliana, e intervino en el célebre pleito de los valles, que marcó la fuerte oposición de los órganos locales frente al poder señorial. Esto ocurría allá por los siglos XVI y XVII. De 1660 se han hallado referencias que

el Capricho de Gaudí y el cemen­ terio de San Cris­ tóbal son las princi­ pales muestras de esta comente arquitectónica que, financiada por Anto nio López y marca definitivamente la fisonomía de la villa.

Hullero de La Robla.

C O M IL L A S *

H is to r ia Aunque existen indicios que apuntan a la existencia de un poblamiento prehistó­ rico, la prim era referencia documental

Emigró a Cuba, donde consiguió hacer fortuna, creó numerosas empresas, entre ellas la Compañía Transatlántica, y fue uno de los principales apoyos de Alfonso X II quien, además de otorgarle los títulos de Marqués de Comillas y Grande de España, trasladó todo el gobierno de la nación hasta la patria chica de Antonio López durante el verano de 1881. De aquel memorable veraneo data el inicio de la tenden­ cia modernista que colo­ niza las emblemáticas construcciones desarro­ lladas por técnicos y artis­ tas catalanes. E l pala­ cio de Sobrellano, el Seminario Pontificio,

duchos en la captura de besugos y baile ñas, a bordo de reducidas embarcaciones. De hecho fue éste el último de los pueril de Cantabria en mantener esa tradición ballenera. ( Conocida también como “V illa dé los Arzobispos” , cinco nativos de la loeali dad alcanzaron esta distinción eclesiír. tica entre los siglos XVII y XIX. E l apogn i de la v illa se debe, en gran parle, ni impulso de un comillano de nombre vul gar y origen prosaico; Antonio López v López, nacido de familia humilde en 1817, o» orvmrii-tíA en nnrad i ama del bombie

Villa Quijano, conocida iomo B Capricho, obra de Antonio Gaudí (1885).

G a s tr o n o m ía E l pescado y marisco frescos son los prin­ cipales atractivos culinarios de la villa. Destaca el zorropotún, versión local del marmitako vasco. La langosta capturada por los pescadores locales, que se sirve cocida o a la plancha, y las excelentes angu­ las que todavía se pescan en la cercana ría de la Rabia, son otros de los platos estre­ llas de Comillas. A r t e s a n ía Prácticamente todos los comercios de la villa ofrecen artículos típicos de la región durante el verano. En el barrio de Sierra se mantiene un interesante taller con exposición y venta de cerámica, y las monjas cla­ risas de la vecina localidad de Ruiloba realizan cuidadosas labores manuales y restauraciones de algu­ nos objetos antiguos. Fiestas E l Santo Cristo del Amparo, del 15 al 18 de julio, se celebra con las danzas de los Picayos y una masiva participación de vecinos y foráneos. La festividad de San Pedro, el 29 de junio, es otro festejo impor­ tante y se celebra con fuegos artificiales, concursos deportivos, verbenas...


C o m il l a s

C a n t a b r ia d e l a A a l a Z

■VISITA Conviene comenzar la visita a esta villa por el Capricho de Gaudí**, al que se accede entrando en Comillas por la carre­ tera que viene desde Cabezón de la Sal. Construido en 1885 y actualmente recon­ vertido en restaurante, es una de las tres únicas obras de Antonio Gaudí (con el Palacio Episcopal de Astorga y la Casa de los Botines en León) que se conservan fuera de la Comunidad de Cataluña. La fantasía del arquitecto ha quedado plas­ mada en los juegos de volúmenes, la ori­ ginalidad de la torre y el calor mediterrá­ neo de los mosaicos. A 100 m del Capricho se encuentra la

capilla panteón de los Marqueses de Comillas*, de estilo neogótico, con escul­ turas en mármol, obra de Llimona, en su interior. La capilla comparte un hermoso parque con el también neogótico palacio de Sobrellano**, proyectado por Martorell, actualmente propiedad de la Dipu­ tación Regional de Cantabria, con una espectacular fachada. Frente al palacio, dominando la costa, se yergue la impresionante mole de la Uni­ versidad Pontificia**, obra de los arqui­ tectos Martorell, Cascante y Domenech. La fachada, de inequívoca solemnidad reli­ giosa, alterna el ladrillo con la manipos­ tería y tiene una pieza fundamental en la puerta de las Virtudes, modelada por el escultor Eusebio Amau y fundida en bronce en Cataluña. Clausurada desde 1968, ocupa cerca de 2 hectáreas y constituye por sí sola una muestra completa del moder­ nismo catalán. E l conjunto es propiedad de Caja Cantabria desde 1993 y admite visitas guiadas durante el periodo estival. Volviendo desde la Pontificia hacia el Puerto, se bordea el cementerio de San Cristóbal*, erigido sobre las ruinas dé

una prim itiva iglesia y presidido por un inquietante Ángel Exterminador, obra también de Llimona. Una vez visitados estos enclaves fun­ damentales, es recomendable perderse por la Puebla Vieja, ascendiendo desde la hermosa Plaza Medieval del Ayunta­ miento, para dejai' que la villa desvele poco a poco el encanto que guarda en todos sus rincones. Callejeando hacia lo alto se puede lle­ gar hasta el monumento al Marqués de Comillas, obra de Domenech y Montaner, cerca de la casa de la Marquesa de La Puebla, o casa del Duque para los comillanos, altozanos privilegiados que domi­ nan tanto el pueblo y la playa como el casco urbano y que son ideales para obte­ ner una visión global de la villa.

I A LR ED ED O RES H acia el sur y el oeste de Com illas se extiende el Parque Natural de Oyambre, 5.000 ha que reúnen algunos de los pai­ sajes litorales más destacados de la cor­ nisa cantábrica; se trata de un excepcio­ nal museo y laboratorio viviente. Del casco urbano parte una carretera que, en un recorrido de apenas 3 km, llega hasta la playa de La Jerra, al pie del cabo de Oyambre, que da nombre a todo el par­ que. En el camino, dejando atrás el barrio de Rubárcena, la carretera cruza sobre la ría de la Rabia, en un interesante paraje donde el cauce se ensancha y reposa antes de abrirse en ensenada para su definitivo intercambio con el mar. Lugar apropiado para hacer una pausa, cuenta con un tipia > bar-restaurante, un pequeño embarcadero y un criadero de aves propiciado por el Gobierno Regional, con la intención de atraer la cíclica presencia de otras aves, de carácter migratorio.

Más allá de La Rabia, la carretera bor­ dea la ensenada y, tras cruzar otro puente, nos señala en un desvío a la derecha el acceso hasta \a playa de Oyambre, o Jerra, a 1 km de La Rabia. Merece la pena recorrer la zona a pie. Hacia el este, la playa discurre junto a un sistema dunar que lleva directamente hasta la desembocadura que vimos desde la carretera. Ría, marisma, dunas, playa y mar se funden en un excepcional paisaje. En dirección oeste, la playa se extiende hasta el cabo de Oyambre, que desciende en suave pendiente hasta proyectarse en acantilado. Un deteriorado m onolito recuerda, en este lugar, la gesta del pri­ mer vuelo transatlántico que tocó tierra española, en 1929. Desde la playa asciende una carretera local que ofrece interesan­ tes panorámicas y que puede recorrerse en coche, en bicicleta o incluso a pie. La primera parada nos situaría en lo alto del cabo Oyambre, sobre el barrio de Jerra, punto elevado con espléndidas vistas sobre las playas que se extienden a ambos lados, alcanzando, si el día está despejado, hasta la Universidad Pontificia que identifica a Comillas. Continuamos en dirección oeste por la estrecha carretera que nos lleva hasta la inmensa playa de Merón, uno de los are­ nales más salvajes, agrestes y mejor con­ servados de toda la costa de Cantabria y lan extenso que nunca hay peligro de no encontrar sitio. La misma carretera enlaza con San Vicente de la Barquera* [pág. 118], hasta cuya playa se puede acceder andando desde la de Merón, con posibi­ lidad de contemplar una de las puestas de sol más hermosas de Cantabria. Las marismas de Rombo y Rubín, ya en San Vicente, son también parte desta( ada del parque natural.

También es interesante la incursión hacia el sur, buscando la zona interior del parque. Se trata del monte Corona, cuyos principales accesos, de oeste a este, par­ ten desde Treceño, La Rabia y La Ayuela, ya en el municipio de Udías. Este último es el acceso más recomen­ dable, ya que se encuentra bien señali­ zado, a pesar de ser una pista, y nos lleva directamente hasta el conjunto formado por el observatorio y vivienda del guarda forestal, la ermita de San Esteban y el paraje de los Pintores Montañeses, todos ellos señalizados y perfectamente accesi­ bles, como la mayor parte de esta amplia masa forestal, en la que abundan los luga­ res de observación y esparcimiento sin romper la calidad m edioambiental del conjunto. Otros puntos destacados por su interés histórico-artístico son Cóbreces, a unos 9 km de Comillas, donde además de una buena playa se asienta el monasterio cisterciense de Santa María de Viaceli, de estño neogótico, fundado a comienzos del siglo XX, con ventanales ajimezados, y cimborrio octogonal culminado en pun­ tiagudo pináculo. En similar estño se cons­ truyó la iglesia parroquial, situada en las proximidades. E l visitante tiene la opor­ tunidad de comprar los sabrosos quesos fabricados por los monjes trapenses y, con un poco de suerte, escuchar sus cánticos religiosos. Cerca de Cóbreces, en C igüenza, municipio de Alfoz de Lloredo, se levanta una de las iglesias más espectaculares de la región, levantada en el siglo X V III por obra del indiano Antonio de Tagle. Pre­ senta estilo herreriano con dos esplén­ didas torres de sillería, coronadas por baranda y pináculos, que escoltan la soberbia portada.


Lo s C o r r a l e s d e B u e l n a

LOS C O R R A L E S D E B U E L N A (2, B2; 90 m, 7.474 habitantes). Pese a que sus actividades tradicionales eran la agricultura y la ganadería, Los Corra­ les se ha convertido, merced a la iniciativa privada, en un importante centro industrial que ha sabido al mismo tiempo conservar los solares, casonas y palacios evocadores de un pasado señorial.

H is to r ia La historia de Los Comales se remonta a la época prerromana, como prueban las este­ las gigantes localizadas en distintas zonas del valle de Buelna; dos de ellas en Lombera de Los Corrales y la tercera en el pue­ blo de Barros, junto a la ermita de la V ir­ gen de la Rueda. Los expertos las consideran vestigios de civilizaciones cántabras entron­ cadas con los ritos célticos que rendían culto al sol, datadas en tomo al siglo III a.C. Pero Niño, descendiente de la casa de la Vega y prestigioso almirante que armara en 1405 en Santander una potente flota para consolidar el poderío naval de Cas­ tilla en el Atlántico, fue el primer titular del condado de Buelna, que Juan II creó en 1431 para él y sus herederos. Poste­ riormente, el condado pasó a jurisdicción de los marqueses de Aguilar. Uno de los cambios más relevantes en la historia de la localidad se produce en 1873, cuando José María Quijano, nacido en Los Comales treinta años antes, trans­ formaba su pequeña empresa de fabrica­ ción de clavos en la Sociedad Altos Hor­ nos-Forjas de Buelna, que im pulsó el despegue económico e industrial de la comarca, actualmente orientado de forma preferente hacia la fabricación de com­ ponentes para la industria del automóvil.

■VISITA E n el centro del pueblo se conserva un importante núcleo de casas solariegas con sus bien cuidadas fincas, de propiedad pri­ vada algunas y destinadas a uso público las demás, pero todas en relativa proxi­ midad, formando una suerte de parque o urbanización señorial que es la seña de identidad de Los Comales. En este entorno se halla el palacio de los Condes de Mansilla, hermoso patio con jardín, fachada con solana e imponente escudo heráldico. Lindando con este palacio se encuentra el

la sede del Ayuntamiento corraliego. La

casa Pilatti, en la calle del Capitán Cor­ tés, representa el estilo neotradicional con su fachada de sillería. Muy cerca se levanta el edificio del Casino y la casa-solar de José María Quijano, con una capilla anexa y protegida por un elevado muro que per­ mite apreciar, sin embargo, parte del esplén­ dido artesonado de madera en la solana y bajo la cubierta. En uno de los extremos de este parque se halla la iglesia parroquial, construida en 1926 según proyecto del arquitecto castreño Leonardo Rucabado, en estilo neobarroco. En su interior alberga tres reta­ blos de la escuela palentina, entre los que destaca el mayor, de San Andrés de Arroyo, además de un interesante Cristo en bi on­ ce, obra de Victorio Macho. En el exterior destacan la esbeltez de líneas de la tome y el campanario, y la acertada disposición de pórticos y columnatas en el resto de edifi­ cios que integran el conjunto. Un poco ale­ jado hacia el sur se encuentra el santuario de la Virgen de la Cuesta, del siglo XVII, con una pila bautismal románica.

I A LR ED ED O RES Desde el centro de la localidad sale, en dirección este, una carretera local que atraviesa la zona señorial, un paso a nivel sobre el ferrocarril y buena parte de la zona industrial, hasta llegar al núcleo his tórico de San Felices de Buelna, el otn i m unicipio que se integra en este valle, enlazando finalmente con la N 623, certa de Puente Viesgo [pág. 111]. En San Felices, sobre un altozano se yergue lo que queda de la célebre torre de Pero Niño*, monumento nacional cuyi w muros soportan admirablemente el pcsi > de más de cinco siglos, primero como bas tión defensivo del condado de Buelna v actualmente como símbolo y recuerdo del alm irante de Castilla. La torre que hov vpmns se lim ita a las cuatro paredes exir

totalmente vacía en el interior, sin restos de estancias o pisos. Con las ventanas de la parte superior cegadas, la única puerta franqueada y la maleza adueñándose de todo, la vieja y austera fortaleza conserva sin embargo un innegable encanto. Tarriba, So villa, El Rivero (la capi­ tal) y Mata son localidades de San Feli­ ces en las que abundan las casonas sola­ riegas, como la casa-palacio de Tarriba, el palacio del Conde de las Bárcenas, en Mata, o la casona de los Campuzano, en E l Rivero. Volviendo a Los Corrales podemos tomar la antigua carretera general en direc­ ción a Torrelavega, muy modificada tras el desdoblamiento terminado a finales de 2002, para recorrer los dos kilómetros que nos separan de Las Caldas de Besaya, donde existe un balneario, construido en el siglo XIX, de aguas termales muy céle­ bres por los tratamientos contra los esta­ dos anémicos y afecciones reumáticas. Aun­ que lamentablemente los desvíos de las carreteras han impactado negativamente en el entorno, es muy aconsejable la visita a la hospedería, regentada por padres domi­ nicos, que se halla separada del balneario por un puente. La visita a este entorno se completa con el magnífico santuario de Nuestra Señora de Las Caldas. Se Irata de una monumental construcción del siglo XVII en cuyo interior se guardan los retablos más valiosos de Cantabria y una talla gótica de la Virgen, del siglo XIV. En la localidad de Barros, al borde mismo de la carretera se encuentra, junto a la ermita de la Virgen de la Rueda, la interesante estela de Barros* monumental piedra arenisca de aspecto discoidal, que semeja una moneda gigante, labrada por ambas caras con motivos geométricos y relacionada, según algunos expertos, con ritos celtas de adoración al sol, cronológii ámente situados en torno al siglo III a.C. En este mismo lugar se encontró, ya en época cristiana, una imagen de la Virgen que fue denominada “de la Rueda” , nom­ bre y origen de la ermita que se levanta junto a la estela, enlazando así dos reli­ giones. Otras estelas gigantes halladas en este valle, así como en los de Zurita y Ioíunzo, se encuentran en el Museo Regio­ nal de Prehistoria y Arqueología, en San­ tander, y son hasta la fecha las de mayor

En Barros se sitúa el magnífico solar de los Ceballos, presidido por una gran portalada flanqueada por cubos de piedra en los que sendos leones erguidos pre­ sentan las armas de la familia. No falta la capilla, la corralada ni la tradicional solana en el edificio principal. A 5 km por la carretera local que parte de Barros en dirección oeste, Coo ofrece en su ermita de la Virgen de los Reme­ dios un retablo barroco del siglo XVII, pro­ cedente de Escobedo de Camargo, y las casonas de Ceballos y Melchor. Si desde los Corrales se toma la A 67 en dirección Reinosa, el primer pueblo que aparece es Somahoz, donde también hay casonas montañesas con los blasones de las familias históricamente poderosas en el valle. Unos 4 km más arriba, existe un nuevo desvío cuyo destino es Cieza y Villasuso, donde se conservan las casonas de Fer­ nández de Cieza y de Terán, del siglo XVin, con escudos de armas y balcones voladi­ zos. En Villasuso, en el barrio de las Con­ chas, se alza el palacio de Díaz Quijano. De vuelta a la A 67, siempre en direc­ ción a Reinosa, llegamos a nuestra pró­ xima parada, 5 km más adelante. Desde la carretera llam a la atención la iglesia de San Jorge, en Las Fraguas, cons­ truida por los duques de Santo Mouro, a imitación neoclásica de un templo romano, con una plataforma de 40 columnas que destaca en el altozano por su grandiosidad. En el interior sorprende el descomunal perro que acompaña la talla de San Roque. A pocos metros se encuentra el palacio de Hornillos*, ejemplar de estilo pinto­ resco inglés, que algunos señalan como precedente del palacio de la Magdalena. E l conjunto de edificios, incluidas las caba­ llerizas, que forman este auténtico pala­ cio junto a la grandiosidad de la finca que los circunda resulta insólito en una comarca poblada de recias y austeras cons­ trucciones montañesas. Los Hornillos fue mandado edificar, en 1899, por Mariano Fernández de Henestrosa, natural de Las Fraguas, duque de Santo Mouro y mayor­ domo de palacio de Alfonso X III. E l pro­ yecto corrió a cargo del arquitecto inglés Seldom Wornom, quien se inspiró en las residencias campestres utilizadas por la aristocracia de su país. A partir de 1904, en


Los C o r r a le s de B u e ln a

C a n t a b r ia de l a A a l a Z

de nacimiento del ingeniero e inventor Leonardo Torres Quevedo, para llegar hasta Helguera, donde también quedan restos de otra antigua iglesia mozárabe, aunque en este caso sólo se conserva el ábside, con una bóveda de cañón y el con­ sabido arco de herradura, junto con modi­ llones lobulados similares a los de Moroso. E l resto ha sido transformado. Estamos ya en las inmediaciones de Molledo, que presenta interesantes ejemplos de arqui­ tectura religiosa y civil. Destaca en este último apartado la llamada casa de los Tiros, en la que se dice pernoctó Carlos I

Vista de Puente Viesgo. cia temporal de reyes, políticos y artistas que reposaron su espíritu entre los salones del palacio y las amplias veredas y estan­ ques que lo rodean. En la carretera de Las Fraguas a Los Llares puede verse el pala­ cete de Santo Mouro, de estilo neoclásico. Al otro lado de la carretera N 611, desde Arenas de Iguña, sale una desviación que llega hasta B ostronizo, desde donde merece la pena caminar -o conducir con mucha precaución- los 3 km que condu­ cen a la vaguada en la que se halla, rode­ ada de frondoso bosque, la ermita de San Román de Moroso*, uno de los pocos ejemplos de arquitectura mozárabe que se conserva en la región. La iglesia, del siglo X, ha sido restaurada. Destacan el

roca, y los modillones lobulados del alero, con motivos de origen celta. E l conjunto se completa con una espadaña gótica v los restos de una necrópolis altomedieval Retomando el camino de vuelta, se lleg; i hasta Arenas de Iguña, con su torre lortaleza de Núñez Bustamante. E l con sultorio médico está instalado en la poi talada de la Casa de Terán y Mesones. E11 el barrio de la Ojeda destacan dos caso ñas del siglo XVI; la torre de Quevedo y Castañeda y la de Bustamante, desde lu que se llega al barrio de la Magdalena. 1111 la iglesia gótica de Santa Lucía deslnru la talla hispano-flamenca de la Virgen, Desde Arenas de Iguña podemos con tinuar el recorrido por la carretera que rlicpiirrp naralrla a la seneral. deinndu

el 27 de junio de 1522, camino de Palen­ cia, con una compañía m ilitar en la que no faltaban numerosos cañones. Dos de estas piezas fueron regaladas a los anfi­ triones del monarca, la fam ilia AguayoQuijano, y desde entonces figuran empo­ trados en los muros esquinales de la casa y dan nombre al solar. E n la localidad abundan también construcciones de estilo inglés, como la denominada Los Picos. De este mismo estilo se conserva en Portolín, muy deteriorada, la casa de Doña limeña, que fuera residencia del gran cien­ tífico Torres Quevedo (1852-1936), dise­ ñador del transbordador sobre las catara­ tas del Niágara, el ajedrecista autómata, y el Telekino, entre otros muchos logros. Desde Molledo se accede por una carre­ tera local de menos de 2 km a Silió, loca­ lidad que merece la visita por su iglesia de los Santos Facundo y Primitivo, del siglo X II, un excelente ejemplo del romá­ nico cántabro, en el que destaca la solemne lactura del ábside, con capiteles historia­ dos. Silió es también famoso por sus an­ cestrales manifestaciones de la cultura y folklore populares, tales como La Vijanera (3 de enero), representación del carnaval 11iral en otros tiempos, extendida por varios valles de la región, en la que son clásicos personajes como el zarramaco, cubierto de pieles y con los campanos colgando del pecho y espalda; la madama, el mancebo, el oso y su dueño, etc. Otra de estas mani­ festaciones es la fiesta de Maya-árbol (25 (le julio), en la que los mozos talan un ejem­ plar de haya en el monte comunal, lo des­ bastan y erigen en el centro del pueblo, ilutado de sebo para servir de cucaña por la que los mozos treparán para recoger en su cumbre diversos trofeos, acompañados

De nuevo en la N 611, continuamos 7 km más en dirección a Reinosa y llegamos a Bárcena de Pie de Concha, donde se halla otra interesante iglesia románica del siglo XH, bajo la advocación de los San­ tos Cosme y Damián. En tre las cons­ trucciones civiles destacan la casona dise­ ñada por el arquitecto González Riancho para la fam ilia Collantes y la destacable vivienda de la familia Ortiz de la Torre. En Bárcena Pie de Concha finaliza el tramo mejor conservado de la calzada romana, que urna Herrera de Pisuerga con Portus Blendium (Suances), pasando por Julióbriga. Desde Somaconcha son 5 km bien conservados de un impresionante recorrido por la ladera del monte, bajo bos­ ques de hayas, robles y pinos, con tramos de la calzada en los que se puede observar la huella que las rodaduras de los carros dejaron en las piedras y las canalizaciones transversales que servían para evacuar las aguas. Una espectacular obra de comuni­ cación de la meseta con la costa que se uti­ lizó hasta el siglo XVIII. En la mitad del recorrido, M ediaconcha es una aldea semiabandonada cuyo acceso hasta hace unos años únicamente se podía efectuar por la carretera. Desde Somaconcha, en la parte alta de la calzada, una pista con­ duce a Pesquera, en las proximidades de la N 611, donde se puede visitar la iglesia de San Miguel, del siglo XI, y el Ecomuseo Forestal, situado en un bello espacio al aire libre que alberga veintidós especies de árboles autóctonos y un área de Inter­ pretación de la Naturaleza. A la entrada del Ecomuseo Forestal, hay un pequeño parque temático con información intere­ sante sobre la calzada romana. Precisamente, la carretera que une Bár­ cena Pie de Concha con Pesquera queda engullida entre las hoces del Besaya, ofre­ ciendo un paisaje calcáreo, aliviado por las manchas de arbolado, hasta llegar a Pesquera, en cuyas casas se lucen las rejas ornamentales que antaño se fabri­ caban en una ferrería cerrada hace casi doscientos años. En Rioseco, una pequeña ermita repre­ sentativa del románico montañés mues­ tra un ábside sencillo y de pequeñas dimen­ siones. A partir de este punto del camino se entra en la comarca de Campoo pro­ piamente dicha, que está descrita en los


C u e v a s d e A l t a m ir a

C U E V A S D E A L T A M IR A * * ................. .................................. (2,A2)

Llamada la "Capilla Sixtina del Arte Paleolítico) contiene una impresionante colec­ ción de pinturas, dibujos y grabados, realizados hace 15.000 años. La zona, conocida como “El Gran Techo" de las pinturas policromas, está considerada como la culmi­ nación del arte rupestre y el más hermoso repertorio de pintura prehistórica que se conoce hasta la fecha.Conjunto reconocido por la Unesco como patrimonio de ia humanidad, desde 1985.

Historia Quiso la fortuna que el perro de un luga­ reño, Modesto Cubillas, se introdujera en una cavidad del terreno, prim era refe­ rencia de la cueva, hasta entonces desco­ nocida. Cubillas era aparcero de Marce­ lino Sanz de Sautuola, abogado y erudito con gran afición por la arqueología y la naturaleza. Informado de la existencia de la cueva, Sautuola la visita por vez prime­ ra en 1875, y sólo descubre unos signos de color negro. No se conocían por aquel entonces pin­ turas prehistóricas y los estudiosos bus­ caban en las cuevas restos de huesos y utensilios, en ningún caso muestras de arte parietal. En 1879 Sautuola regresa a la cueva, acompañado de su hija María, de 9 años. La corta estatura de la niña le

Las pinturas del Gran Salón de las cuevas de Altamira se pueden apreciar en la réplica de las mismas abierta al público.

permite curiosear en una galería con techo de altura decreciente, de la que regresa contándole a su padre que ha visto bue­ yes pintados. Sautuola acude al lugar y contempla boquiabierto el espectáculo del Gran Panel policromo. Desde ese momento hasta su muerte, el gran defensor de Altam ira hubo de soportar estoicamente el rechazo, el desprecio y hasta la burla de los círculos científicos contemporáneos, junto a la frustración de saberse iniciado a un secreto milenario que nadie parecía querer compartir. La autenticidad de las pinturas de Altamira fue puesta en tela de juicio durante más de veinte años. E n 1880 Sautuola escribe Breves apuntes sobre algunos obje­

tos prehistóricos de la provincia de San­ tander, presentación oficial del hallazgo de Altam ira y desencadenante de toda suerte de críticas a nivel institucional, ali­ viadas tan sólo por algún apoyo personal como el del paleontólogo Juan Vilanova

o el profesor cántabro Augusto González de Linares. La corriente científica de la época no estaba preparada para recono­ cer Altamira. E l prestigioso Em ile Cartailhac escribe a Sautuola sugiriéndole que se dedique a otros asuntos. La Sociedad Antropológica de París envía a Edouard Harlé para reco­ nocer la cueva y éste concluye que se trata de pinturas modernas. E l excepcional nivel artístico del Gran Panel no encajaba con lo que hasta entonces se sabía del hombre prehistórico. Sautuola murió en 1888 y su amigo Vilanova cuatro años después, sin conseguir el reconocimiento de Altamira. La justicia llegará con los descubri­ mientos de las cuevas de Pair-non-Pair ( 1892), La Mouthe (1895) y Font de Gaume (1902), en el sur de Francia, que avalan la autenticidad de las pinturas de Altamira y entroncan con su técnica. Cartailhac escribe el célebre artículo: Las cavernas

adornadas con dibujos. La cueva de Altamira, España. Mea-culpa de un escéptico, trabajo que marca el punto de inflexión en la forma de abordar los estudios pre­ históricos. Desde este momento Altamira se convirtió en foco de atención para invesligadores de todo el mundo, que intuye­ ron en ella el reflejo de la evolución cul­ Iural -y por tanto biológica- de los autores de las pinturas. E l propio Cartailhac y el abate Breuil iniciaron la investigación total y realiza­

ron la primera copia de las pinturas, for­ mando parte de un libro publicado en 1906, con el mecenazgo del príncipe Alberto I de Monaco. E n 1936, Breuil publicó una segunda copia rectificada, gracias al mejor acon­ dicionamiento de la cueva, tras las exca­ vaciones de Obermaier. Todos estos estu­ dios han perm itido id entificar dos ocupaciones en Altamira durante el pale­ olítico superior: una perteneciente al magdaleniense inferior, y otra al solutrense final, ambas contiguas.

■VISITA La cueva de Altam ira se articula en tres tramos principales que enlazan el llamado gran salón de los policromos con la sala del pozo, que mediante un gran pasillo comunican con la últim a y mayor de las salas, conocida como la cola de caballo. La longitud total alcanza los 300 m, que albergan 150 representaciones. Las cuevas están cerradas al público desde 2002, después de que se apreciara una modificación en el microclima de su interior que hacía peligrar las pinturas. Sin embargo el visitante tiene la oportu­ nidad de obtener una idea exacta de lo que son las pinturas del Gran Salón en la lla­ mada Réplica que, junto al Museo Didác­ tico y la Cueva de las Estalactitas, ha sido creada con el doble objetivo de divulgar los modos de vida del cuaternario y res­ petar el entorno de la gruta original. La réplica de la cueva ofrece una visión absolutamente realista de cómo es el Gran Salón y sus magníficas pinturas que en el original se encuentran a unos 30 m de la entrada de la cueva. Mide 18 m de longi­ tud y 9 de anchura, y su altura, antes de la adaptación realizada para facilitar la visita, oscilaba entre 80 cm y 2 m. En este sector aparecen pinturas superpuestas y una secuencia relativa de técnicas, estilos y temas, que demuestran que el techo fue decorado en varias etapas. Es inevitable fijar la vista en el Gran Panel policromo, integrado por una veintena larga de bi­ sontes, rodeados por una gran cierva, varios jabalíes y m ultitud de signos. La concepción plástica de la obra refleja una observación precisa de los relieves roco­ sos, en los que el artista supo ver las for­


F u e n t e D é ( P ic o s d e E u r o p a )

C a n t a b r i a de l a a a l a Z

A nivel técnico sorprende imaginar la dificultad de ejecución sobre un techo bajo que no permitía erguirse ni obtener una visión de conjunto. E l autor, o autores, de estas pinturas sintetiza todas las técnicas de forma magistral. Graba con un buril el perfil y algunos detalles de los animales. Después añade a carbón un contorno inte­ rior paralelo al grabado, ultimando con trazo seguro, o con manchas oscuras según el caso, los toques que darán el máximo realismo a la figura; la jiba, las pezuñas, el movimiento de la cola, que consiguen transm itir la sensación de que el animal está vivo. Finalm ente combina pigmen­ tos naturales, de color rojizo y negro, con el volumen ocre de la roca, soporte para conseguir la textura definitiva y la sensa­ ción escultórica. Utiliza además las grie­

tas naturales del techo para m arcar las zonas de despiece de los animales. Todas las figuras son diferentes. Algu­ nos bisontes aparecen de lado y comple­ tos, otros sin cabeza, y de otros sólo que­ dan algunos trazos; el resultado es una espectacular manada en libertad, formi­ dable tanto en su conjunto como en el detalle de las principales figuras, caso del gran bisonte macho que representa la jerar­ quía del grupo o la gran cierva de más de 2 m que cierra el gran panel, considerada como una obra maestra. Completan el panel caballos, una cabeza de toro y gran variedad de signos escaleriformes, como manos, o señales antropomorfas, perso­ najes humanos con cabeza de animal, con un significado ritual, a veces indescifra­ ble, del lenguaje del hombre primitivo.

(1,B1; 1.094 m ,60 habitantes). Situado a 24 km de Potes, bajo un anfiteatro rocoso, este lugar cuenta con el Parador de Turismo y la estación del teleférico que, en tres minutos y medio de vertiginosa ascensión, sitúa al visitante en pleno Macizo Central del Parque Nacional de los Picos

E l origen del actual teleférico fue el cable tendido a principios del siglo XX por la Real Compañía Asturiana, para transportar el mineral que se extraía en las diversas explotaciones de blenda hoy abandona­ das. Tras un proyecto elaborado por Anto­ nio Odrio/.ola, en 1966 se pone en marcha

por vez primera el espectacular teleférico, ampliado recientemente hasta una capa­ cidad de 28 personas en cada viaje. En la Estación Superior, 756 m por encim a de Fuente Dé, quedan rem i­ niscencias de la antigua explotación, pues a llí se encuentra el m irador del Cable (1.834 m), punto de partida para realizar 1

sendero que parte desde La Vueltona, flan­ queando el cam ino hacia el m ítico Naranjo de Bulnes (2.519 m), ya en terri­ torio asturiano. Junto al Naranjo está el refugio de Vega de Urriellu y el de Collado Jermoso (2.072 m), base estratégica para las excursiones al macizo de Llambrión (2.642 m). La escalada pura, la media montaña, el senderismo, la ruta a caba­ llo, todo es posible en esta zona de los Picos de Europa. Debajo, a la vuelta, siempre aguarda

Fuente Dé, acunando el nacimiento del

fuente de Resalao, origen del río Duje, y la Horcadina de Covarrobles. E l refugio de Á liva es perfecto para lornarse un respiro y observar los puertos de Aliva, conjunto de praderías naturales en contraste con las moles montañosas. Otros refugios de montaña, aunque 111ucho más modestos, son Cabaña Veró­

Similares características ofrece el case­ río de Pido, que además tiene una indus­ tria quesera artesanal y un hórreo, cons­ trucción antaño frecuente en toda La Liébana, actualmente en trance de des­ aparición.

(1.731 m), construido como albergue al rey Alfonso X III en sus frecuentes cacerías por la zona, donde abundan los rebecos. Siempre bajo gigantes rocosos como

peña Vieja (2.613 m), o peña Olvidada (2.430 m), la pista transcurre junto a la

de Europa.

nica (2.325 m), en la proximidad de Hor­ cados R ojos, a donde se llega por un

río Deva, protegida por la muralla monta­ ñosa que forman Peña Remoña, Padioma, Celada, E l Hachero, E l Buitrón y Valdecoro. Los bosques de Caballahondi y Salvorón y los vestigios históricos, como las ruinas del convento del Naranco, com­ pletan este excepcional conjunto. Espinama, a 4 km de Fuente Dé, ofrece alojamiento y comida casera, y presenta un interesante núcleo urbano, con el sabor rural de la aldea montañesa, alternado con algunas casas de noble construcción, con escudos de piedra adornando apelli­ dos tradicionales en la comarca, como Cosgaya, Baldeón, Encinas o Noriega.

Desde aquí se puede llegar al mirador del Cable pasando cerca del Chalet Real

F U E N T E D É (P IC O S D E E U R O P A * * )

I VISITA Y A LR ED ED O RES

cualquier incursión hacia Los Picos, donde existe un refugio-cafetería. Desde el bal­ cón que cuelga sobre el vacío se contem­ pla una impresionante panorámica sobre el recorrido del teleférico, con Fuente Dé al fondo, en el valle, donde además de la Estación Inferior, se encuentra el para­ dor del Río Deva, junto a otros estable­ cimientos hosteleros, incluido un cámping, un lugar perfecto para planear el recorrido más adecuado entre las m últi­ ples posibilidades de los Picos. E l teleférico no es imprescindible para recorrer la zona, se puede dar un rodeo hacia Espinam a por la carretera que va a Potes y seguir a pie o en todoterreno la pista que comunica esta localidad con la asturiana de Sotres. De esta pista sale un ramal hasta el Hotel-Refugio de Áliva (1.666 m).


La red o

LARED O * (3,A2;250m, 13.810 habitantes). Villa de intenso pasado histórico, cuenta con un activo puerto pesquero, nexo de unión entre la Puebla Vieja y la enorme playa de La Salvé, que fuera célebre durante los años sesenta y setenta como imagen típica de la llamada Costa Esmeralda.

Historia Sin duda este asentamiento costero debió de conocer pobladores prehistóricos, como se ha comprobado que los tuvo la vecina Santoña, y posteriormente ser utilizado por los romanos, pero de ello apenas ha quedado constancia histórica. Desde el año 1038 se tienen noticias de la puebla surgida en torno al monasterio de San Martín, con la muralla defensiva y las seis rúas iniciales, cuyos habitantes se dedican a las pesquerías del bocarte, besugo y atún. En este mismo siglo debió de cre­ arse la Cofradía de Pescadores, conside­ rada la más antigua de España. Esta acti­ vidad se vería favorecida por el fuero concedido por Alfonso V III a la villa, en 1200, con el objeto de reforzar la política mercantil y la proyección marítima de Cas­ tilla. La repoblación originó el surgimiento de un nuevo asentamiento, en los alrede­ dores, y la ampliación de la muralla. Laredo adquirió gran importancia regio­ nal al establecerse en la villa la sede ordi­ naria del representante del rey, o corregi­ dor de las Cuatro Villas, pasando a ser la capital del Bastón de Laredo, en alusión al símbolo del poder del corregidor, que era también juez y máxima autoridad mili­ tar del territorio. E l puerto gozó de huéspedes de honor, como Isabel la Católica y sus hijas Juana de Castilla y Catalina de Aragón. Hay quien sitúa en este puerto la célebre intervención del emperador Carlos I camino de su retiro en Yuste: "Salve, Madre común de todos los mortales. A ti vuelvo desnudo y pobre del mismo modo que salí del vientre de mi madre...” . Felipe II, Alvaro de Bazán y el almirante Bertendona también utilizaron esta base para sus viajes marítimos. Los galeones de la Armada Invencible arribaron aquí en 1588, tras su estruen­ dosa derrota en las islas Británicas; tra­ jeron la peste, que asoló la ciudad, ya mal­ trecha por el incendio de 1581 que había destruido más de 700 casas del interior de

Laredo, ya para entonces, había sufrido un gran incendio en 1346, así como la terrible peste de 1348, epidemia que vol­ vió a padecer en 1563 y 1597. E l último desastre fue el saqueo de la ciudad por la flota corsaria del arzobispo de Burdeos en 1638, que respondía así a la histórica rivalidad en la mar con la flota pejina. Aun así las crónicas cuentan que a mediados del siglo XIX en Laredo estaban abiertas 12 fábricas de escabeches y una de toneles. En 1863 tuvo lugar la creación de la primera factoría de conservas de pes­ cado y en las postrimerías del mismo siglo se acomete el diseño y construcción del actual puerto. Ya en el siglo XX comienza a explotarse, a partir de los años treinta, el potencial turístico de la gran playa y su entorno. En 1960 Laredo fue escogido para fil­ mar los exteriores de la película El Colosa de Rodas, del entonces incipiente direc­ tor Sergio Leone. La réplica de la famosa estatua fue levantada en la entrada del puerto, y buena parte de los laredanos tra­ bajaron como figurantes en la película. Tal vez fuera casual pero fue a partir de ese verano cuando los turistas franceses encontraron en Laredo el lugar idóneo para pasar sus vacaciones, empezando a conocerse como la “ Costa Esm eralda" española, y se produjo el gran desarrolle i urbanístico y turístico de los sesenta, con el surgimiento de un núcleo residencial en las inmediaciones de la playa de la Salvé,

La Puebla Vieja de Laredo. tas en la playa de la Salvé; San Lorenzo ( 10 de agosto) y La Asunción (15 de agosto), con procesiones y verbenas populares.

Fiestas La fiesta más identificativa de Laredo ■ la batalla de las flores, que se celebra el último viernes de agosto. Para la oca sio11 se engalanan carrozas con flores y se pro cede a un grandioso desfile, cuyo.pl n e dente se desarrolló en el mar en 1908.1a batalla de las flores está declarada de inlv rés turístico, al igual que los camavttli i populares.

También tienen lugar fiestas en San

Gastronomía Las famosas pesquerías, aquí llamadas costeras, del bocarte, bonito y besugo ponen durante sus temporadas sobre la mesa estos manjares. El plato más conocido es la marmita de bonito, destacando también el congrio, que ya mencionara en sus escritos el ar­ cipreste de Hita, el arroz a la pejina, las excelentes sardinas asadas y la ventresca

Vida urbana La Puebla Vieja, declarada conjunto histórico-artístico, ofrece una gran variedad de bares y mesones de gran tipismo. En la plaza del Ayuntam iento se asienta, durante todo el año, una animada vida social, disputada durante los meses de verano por la zona playera de la Salvé con sus cafeterías, restaurantes, discotecas y zonas de diversión. Conviene también visi­ tar el puerto pesquero y otra zona muy turística, la de la playa del Regatón. La zona situada entre el Paseo Menéndez Pelayo y la plaza de Carlos V ofrece la


CANTABRIA DE LA A

A

LA Z

■VISITA E l mejor punto para iniciar la visita a la villa y además el monumento más valioso de Laredo es su iglesia de Santa María de la Asunción**. Situada en lo alto de la Puebla Vieja, ocupa el lugar de un antiguo templo dedicado a la Virgen de Belén. La iglesia actual es producto de varias fases realizadas en distintas épocas. Comenzó a construirse en el siglo X III con un plantea­ miento de tres naves de ábside poligonal, de influencia cisterciense. Sin terminar la obra se decidió ampliar a cuatro el número de naves. En la que iba a ser nave principal, después llamada de Belén, se aprecia toda­ vía la primitiva portada de arco apuntado. En el siglo siguiente se abrió una nueva portada en el lado sur que hoy es el acceso principal. En el siglo XVI se construyen las capillas laterales de la nave del Evangelio y la puerta del muro norte, destacando la capilla de los Escalante, a la que se accede por una espectacular verja de hierro for­ jado. La torre fue levantada en el XVII y la imponente sacristía con su cubierta gótica de crucería, en el XVIII. E n el in terior destaca sobre todo lo demás el m agnífico grupo escultórico conocido como retablo de Belén*, situado en el ábside de la nave del mismo nom­ bre. Aunque se encuentra encajado en una estructura barroca que data del siglo XVm, en el momento de su llegada a Laredo, probablemente en el siglo XVI, debió de estar dispuesto como tríptico. Consta de tres hornacinas, la central con la Virgen amamantando al Niño, y las laterales repre­ sentando la Anunciación y la Crucifixión, respectivamente. Cada hornacina se halla orlada por una serie de pequeños motivos escultóricos (40 cm) relacionados con el motivo central. Toda la escultura está rea­ lizada en madera policromada y dorada v fue traída directam ente de Flandes,

Laredo donde se relaciona su desconocida auto­ ría con la escuela del pintor Roger van der Weyden. Sin duda es una de las obras más destacadas que se conservan en España en cuanto a escultura flamenca. Ante este retablo juraban sus cargos los sucesivos titulares del Bastón de Laredo. E l retablo se completa con la imagen de los apósto­ les en la predela y la Coronación de la Vir­ gen en el ático. Entre las capillas se ha de destacar la de los Escalante, mandada construir por esta fam ilia en 1537, con un interesante tríptico al óleo, y en la gran SacristíaMuseo, una importante colección de obras de arte y objetos litúrgicos. Las seis calles en retícula que confor­ man la Puebla Vieja (Rúa Mayor, San M arcial, Santa M aría, San M artín, de Enm edio y Ruayusera) y el Arrabal*, núcleo posterior debido a un primer ensan­ che, a partir del siglo XIV, articulado en torno a la rúa de San Francisco, forman un representativo conjunto urbano, con edificios góticos y renacentistas. Aún se conservan restos de la muralla medieval y algunas de sus puertas, como el portillo de San Marcial, la de Santa María la Blanca* o el torreón de Bil­ bao*, con hornacina e imagen gótica de la Virgen con el Niño. Al inicio de la lúa de San Francisco des­ taca la casa de Zaráuz, del siglo XVIII, por su fachada blasonada, pórtico de cua­ tro arcos y balcón de forja. Siguiendo hacia la cuesta de la plaza del Cachupín se encuentra la casa de los Puntales, o del Clérigo Pelegrín, con tradición de ser lugar de piratas como atestiguan los pasadizos interiores que la recorren. En las inmediaciones de la Casa de los Puntales está el antiguo convento de la Magdalena, hoy casa de los Villotas, con un patio castellano que incluye un ur

namentado brocal. Junto a ella se encuen­ tra el convento de San Francisco, que posee un precioso patio herreriano. Actual­ mente el convento es residencia de las Ma­ dres Trinitarias. La iglesia es de una sola nave, con ocho capillas, destacando el reta­ blo mayor (siglo X V III), en madera poli­ cromada. La calle de San M artín se dis­ tingue por la iglesia románica de aparatosa espadaña (siglo X III) y las casonas de los Gutiérrez de Prada, de la Familia de la Fíoz, de Diego Cacho y de la Marquesa de Arcentales, que fue palacio del Gober­ nador, con un curioso escudo angular en un esquinal. Adosada a la muralla se erige la casa del Condestable, en cuyo escudo rigen las armas de Castilla. En la travesía del Espí­ ritu Santo está la iglesia del mismo nom­ bre, testigo del románico laredano, y la casa de Hernando de Alvarado. Los res­ tos del castillo del Pedregal, construido en el año 750 por orden de Alfonso I, sir­ ven ahora de base a un edificio dodecagonal de 14 plantas. La Casa Consistorial, en la plaza de la Villa, ocupa un edificio de 1562, repre­ sentativo de la arquitectura de corpora­ ciones, con una soportalada de ocho arcos rebajados en piedra, una segunda planta con corredor cubierto de tres arcos uni­ dos por una balaustrada de hierro foijado y dos balcones. Incluye un reloj de sol de 1705. Sobre la pequeña torre se eleva una veleta con motivos alusivos a la conquista de Sevilla, en la que participaron barcos laredanos. Frente al Ayuntamiento está la casa de la Familia Mar, con fachada de sillería, balcones de forja y gran escudo de armas, y en la rúa de San M arcial la casa-palacio en la que se hospedaron Isabel la Católica, su hija Juana y el emperador Carlos V, a su paso por Laredo.

E l núcleo situado en torno a la Puebla Vieja fue declarado conjunto históricoartístico en 1970. En verano, la playa de la Salvé, escoltada por uno de los paseos marítimos más largos de España, en tomo a sus 5 km de arenal, y la de El Regatón, en el márgen derecho de la ría de Treto, son lugares escogidos para el ocio. Ambas playas confluyen en la zona de El Pun­ tal, frente a Santoña. E n este lugar se encuentra el Club Náutico y el Puerto

Deportivo.

I A LR ED ED O RES Tomando la autovía o la carretera na­ cional en dirección este, hacia Castro Urdiales, se llega tras recorrer 6 km a Liendo, prototipo de valle incrustado entre montañas, inusualmente llano en relación al relieve dominante en esta zona, salpicado de villas y chalets de indianos que comparten con las tradicionales viviendas centradas en la actividad agro­ pecuaria la tranquilidad de estos parajes, turbada sólo por el paso de la carretera. Es recomendable visitar la iglesia parro­ quial, templo levantado en el siglo XVTI, en el que se aprecia la influencia herreriana con tres naves, bóvedas de abun­ dante nervadura y, en el exterior, la mag­ n ífica torre, considerada como la más representativa del barroco montañés. E l interior cuenta con varios retablos y mobi­ liario de valor artístico, destacando el magnífico retablo mayor, que ocupa toda la cabecera. Organizado en cinco calles, alterna las imágenes escultóricas con los bajorrelieves, obteniendo un gran efecto visual. Desde los altos de Candína y Cerredo se aprecia una buena vista de la ría de Oriñón, que desemboca en la extensa playa de Arenillas, dejando un poco más hacia el oeste la localidad de Sonabia, que pre-


LAREDI

C a n t a b r ia d e l a a a l a Z

en el barrio de Puerta, o la casona de Agüero, que, según la tradición cuenta,

MONTE CANDINA Entre Liendo y Oriñón se alza sobre la costa una mole calcárea en cuyos acan­ tilados se pueden observar ejemplares de la única colonia europea de buitres leonados de litoral. Una rareza de enorme interés ecológico que se refuerza con la presencia de uno de los pocos bosques de hayas que crecen en España junto al mar. El mejor acceso para iniciar el reco­ rrido se sitúa en el kilómetro 161 de la N 634, desde donde asciende un sen­ dero -monte Candína apenas supera los 500 metros- que atraviesa una enorme diversidad de paisajes. En una primera zona abundan encinares de pequeño porte que dan paso a un paraje karstico con las llamadas dolinas, pequeñas depresiones en forma de embudo ori­ ginadas por el derrumbamiento de las

cavidades subterráneas al disolverse las rocas calcáreas. A esta altura pueden observarse ruinas de antiguos poblados mineros que explotaron los filones de hierro y una calzada de piedra que ser­ vía para transportar el mineral y que ahora facilita la subida hasta la cumbre del monte. A la derecha de la cima se encuentran los Ojos del Diablo, dos oque­ dades al borde del acantilado donde nidifican los buitres leonados,que en época estival comparten la carroña de las reses muertas con los alimoches o buitres blancos. Mientras se observan las evoluciones de estas aves a escasos metros, se puede divisar desde la cum­ bre un magnífico paisaje sobre la playa de Sonabia, la llamada Ballena de Ori­ ñón y la costa de Islares.

cede a la pequeña península y a la playa del mismo nombre. Si continuamos por la carretera nacio­ nal, hacia Castro Urdiales, descendere­ mos por una estrecha y serpenteante carre­ tera que conduce hasta El Pontarrón, donde se puede tomar el desvío de la dere­ cha que parte hacia el sur hasta el valle de Guriezo, situado a unos 4 km. En este valle nos aguarda otro impresionante templo que está rodeado por un tupido encinar, la iglesia parroquial de San Vicente de la Maza* (siglos XVI-XVIl), que aúna ele­ mentos góticos, renacentistas y barrocos. Llam an la atención en este templo las monumentales proporciones exteriores, reproducidas también en las tres naves del interior, separadas por enormes pila­ res cilindricos de los que parten las ner­ vaduras que decoran tan acertadamente la bóveda con dibujos geométricos. E l retablo mayor también alcanza gran­ des proporciones. Consta de siete calles, predela, dos cuerpos y coronación y fue realizado por los canteros cántabros Gar­ cía de Arredondo y Diego de Lombera. En el exterior destaca el majestuoso pórtico situado sobre la puerta de entrada, con gran arco abovedado y amplio trabajo escultórico, obra de M artín de Arada.

como la casona-palacio de Marroquín, con una curiosa torre cilindrica. E n La ferrería de Yseca, recuperada para el deleite etnográfico, pueden con­ templarse los fuelles, el m artillo pilón y todos los útiles y herramientas propios de la tradicional manufactura del hierro. Para los interesados en la naturaleza, resultará muy gratificante visitar en este valle la localidad de La Magdalena, donde se encuentra la finca de La Yseca, entre cuyas especies arbóreas se encuentran algunos ejemplares destacados, como un monumental plátano que está conside­ rado como el mayor de Cantabria, un anti­ quísimo y hermoso tejo de 3 m de cuerda y una secular encina que alcanza los 30 m de diámetro en la copa, además de aca­ cias, tilos, hayas, robles y castaños. Si volvemos a tomar Laredo como punid de partida, siguiendo la dirección oeste, apenas 4 km nos separan de Colindre» v Adal-Treto, unidos por un puente de hierro diseñado por E iffe l que enlaza ambos lados de la ría. Antes era paso obl) gado de la carretera de Bilbao pero acti lal mente ha sido sustituido por otro pueiila paralelo por el que circula la autopista drl Cantábrico. Colindres cuenta con un buen númei ■i

fue habitada por la madre de Ju an de Austria. En Adal-Treto se halla la iglesia parro­ quial, del siglo XVII, con un excelente reta­ blo mayor barroco. Existe aquí igualmente una destacada construcción civil, el pala­ cio de los Alvarado (siglo X V III), que cuenta con una torre de sillería de cuatro

plantas, edificio anexo, caballerizas y capi­ lla de estilo herreriano, además de la corra­ lada, delimitada por el muro con su corres­ pondiente portalada de piedra. Desde aquí se puede tom ar el desvío para ver el santuario del Cristo de la Ago­ nía en Limpias [pág. 102] y, remontando el curso del Asón, alcanzar Ampuero [pág. 69], famosa por sus encierros tau­ rinos y por sus encantos gastronómicos.

L IE N C R E S (2,A2;20 m, 770 habitantes). Pequeña localidad costera de carácter turístico y rural, conocida por dar nombre al parque natural en el que se halla uno de los más importantes sistemas dunares del Cantábrico.

1 VISITA Y A LR ED ED O RES E l núcleo urbano no presenta rasgos de especial interés, salvo algunos estableci­ mientos hosteleros y los caminos que, cru­ zando praderías, se dirigen en rápida tran­ sición hacia el mar, comunicando con las calas de Somocuevas y Portio, donde la

acción erosiva del oleaje ha modelado caprichosas rocas verticales, como la Aguja de las Gaviotas. Pero lo más atractivo es ir por la carretera que cruza el pueblo hacia el oeste para llegar en unos minu­ tos al Parque Natural de las Dunas de

Liencres*.

Parque Natural de las Dunas de Liencres


C a n t a b r ia de l a A a l a Z

La ruta atraviesa un bosque de pinos y desemboca en un estacionamiento, frente al mar, con una playa a cada lado. Es el momento de escoger un itinerario y des­ cubrir este tesoro ecológico de 195 ha, encerrado entre el M ar Cantábrico y la desembocadura del río Pas en el último quiebro de su desembocadura. La zona más representativa está en la parte oeste, donde se puede distinguir una primera franja arenosa junto al mar que por acción del viento se ha ido replegando hacia el interior, formando dunas móviles, siem­ pre cambiantes, que comprenden la parte más notable de este paisaje. Si continua­ mos hacia el oeste encontraremos otro tipo de dunas, que ya han conseguido fijarse con la ayuda de especies vegetales, como el junco de arena o el cardo marino. Llegados hasta la desembocadura de la ría, frente a la zona conocida como Abra del Pas, donde se proyecta instalar un campo de golf, el campo dunar se deja caer casi en vertical sobre la orilla, frente a Mogro, sugiriendo la posibilidad de des­ lizarse por la pendiente arenosa, en una zona frecuentada por anátidas, limícolas y otros tipos de aves. E l resto del parque está ocupado por una plantación de pinos. Todo el conjunto fue declarado Parque Natural en 1986 y sólo se permite el trá­ fico rodado en las zonas asfaltadas, con

L im pia s prohibición de acampar, extraer arena, encender fuegos y portar armas de cual­ quier género. Volviendo a Santander, se puede tomar desde Liencres el desvío de la derecha para ganar la autovía, cruzando el valle de Mor­ iera, donde se halla la casa palacio de Medina Sidonia y de donde nace una pista que lleva hasta la cumbre conocida como La Picota, que proporciona gratificantes vistas sobre la desembocadura del Pas y las dunas de Liencres. Podemos continuar desde Moriera hasta P uente Arce, que debe su nombre al vetusto puente medieval que, salvando el Pas a considerable altura, comunica con Oruña. Ambos parajes destacan por su excelente oferta gastronómica centrada en un pequeño y selecto núcleo de meso­ nes y restaurantes, y en sus inmediacio­ nes existen algunos lugares donde es posi­ ble dedicarse a la pesca de angulas. Cerca se encuentra la carretera que comunica con el valle de Camargo, donde puede apre­ ciarse, la casa-torre de Velo, en el barrio del mismo nombre. Otra posibilidad consiste en apurar la ruta costera, acercándonos hasta las pla­ yas de San Juan de la Canal y Covachos, para llegar hasta la isla y playa de la Vir­ gen del Mar, patrona de Santander, que tiene aquí su ermita.

L IM P IA S (3,A2;29 m, 1.198 habitantes). Municipio cercano a Ampuero conocido por la devoción al Cristo de la Agonía, al que se atribuye el milagro de cobrar vida en 1919.

Historia Sus orígenes se remontan al medievo como villa patrimonial de los condestables de Castilla. En 1497 la visitó de Isabel la Cató­ lica y de su hija doña Juana, que se diri­ gían a Laredo para em barcar rumbo a Flandes, donde la princesa contraería matrimonio con Felipe de Austria. Lim ­ pias fue un importante enclave de talleres escultóricos, presentes en numerosos reta­ blos de la región. También fue puerto de mar, con su enclave en E l Rivero, desde el que se mantenía una línea regular de vapo­ res con el puerto de La Habana, a cuyo

durante el siglo XIX. Este antiguo embaí cadero es un lugar privilegiado para la pesca de la preciada angula del Asón.

Fiestas Celebra fiestas y romerías en la explanada de la ermita, el 29 de junio festejando a San Pedro y el 2 de agosto en honor a Sanio Isabel. Para esta ocasión tiene lugar una misa y una merienda campestre.

■VISITA E l prim er punto de referencia es la Iglú sia de San Pedro de Lim pias, santuario

El no Asón a su paso por Limpias. de gran realismo, atribuida a la escuela andaluza y traída desde Cádiz por un vecino. Cuenta la tradición que en 1919 se produjeron curiosas manifestaciones tic vida en el Cristo de la Agonía, derra­ mando lágrim as y sudor y adoptando una expresión de dolor y angustia. Este suceso fue el origen de las numerosas peregrinaciones que recibe el santuario. El templo data del siglo XVI, consta de I res naves, con bóveda de crucería y reúne varios interesantes retablos, buena muesI ib de la tradición artística local, así como una talla yacente, en alabastro, quereprexenta a don Fernando Palacio arrerlínnc

En el barrio de la Espina destaca la

ermita de la Piedad, con una colección de lienzos de los siglos xvm y XIX, y la ermita de San Roque; en el del Río están las casas de los Pereda, la casa de Palacio y el pala­ cio del Conde, de los siglos XVII y XVIII; todas ellas blasonadas.

I A LRED ED O RES Desde Limpias puede visitarse Laredo*

[pág. 96], Ampuero [pág. 69], Liendo y la propia ría de Limpias, en la desem­ bocadura del Asón, que se une a la de Rada en Adal-Treto, formando la ría de Treto r\ rio

1.

• .


No ja

N O JA (3, A2; 53 m, 2.080 habitan tes). Situada en el centro de la Costa de las Siete Villas, Noja une a sus atractivos monu­ mentales el hecho de poseer dos amplios humedales, las marismas del Joyel y Victo­ ria, declaradas reservas naturales, y las excelentes playas de Ris y Trengandín.

Historia

Gastronom ía

E l origen de la villa fue el monasterio de San Pedro de Noja, que pasó a depender del de Santa M aría del Puerto, en San­

Las variedades de marisco (nécora, abrecanto, langosta) y pescados como el bonito, cabracho y salmón, aquí se encuentran a precios razonables junto a las jugosas car­

toña, en el año 1048. En la época medieval su configuración es la de aldea, vinculada al abadengo de San Pedro de Nájera y Oña, y regida por un alcalde mayor nombrado anualmente en la villa. Formó junto a Santoña, Argoños y Esca­ lante Ayuntamiento constitucional en el año 1835.

Fiestas Las celebraciones principales son San Juan (durante la noche del día 23 se cele­ bra el solsticio de verano, encendiendo hogueras en las playas), San Pedro (29 de junio) y la Virgen del Carmen (16 de julio), con la tradicional procesión marinera. San Emeterio y San Celedonio, a fina­ les de agosto, tienen como festejo más característico el derby de caballos que se desarrolla en la playa del Ris.

nes de vacuno de la región.

■VISITA E l templo parroquial es una soberbia construcción del siglo XVII, con esbelta torre herreriana, e interesantes mauso­ leos fam iliares como el de los Velasco. Destaca la colección de platería. En cuanto a la arquitectura civil, en el barrio de Cabanzo se encuentra la casona de los Venero, con una llamativa fachada neobarroca. Son especialmente notables los palacios de Velasco y CastañedaQuintana; el primero de ellos con incon­ fundible torre, es el solar de Luis Vicente de Velasco, héroe que sucumbió dirigiendo la defensa de la fortaleza de E l Morro, en La Habana, tras soportar un asedio de dos meses por parte de la armada inglesa. La casa de Morales y la de Venero, además

de la de Gamica, son otros de los edifi­ cios interesantes que abundan en la villa. En Noja destacan sobre todo sus are­ nales, que suman casi 10 km, y las maris­ mas. La playa del Ris, en poniente, forma un arco a mar abierto salpicado de islo­ tes, como el de San Pedro, que conserva los restos de la ermita que fue el origen de la ciudad. Siguiendo la margen izquierda de la costa, se hallan las marismas del Joyel, que junto a las marismas de la Victoria están catalogadas como reserva natural, con el mismo grado de protección que las de Santoña. Además de la habitual pre­ sencia de aves migratorias, las marismas Victoria ofrecen el peculiar encanto del antiguo molino de marea, hoy abando­ nado, y el puente romano, que sirve de dique para su correcta inundación y la separa del arenal de Trengandín. La playa, una de las más hermosas de Cantabria, se extiende desde aquí en dirección este hasta topar con el monte de E l Brusco. Al otro lado se extiende el litoral de Santoña, enca­ bezado por la playa de Berna.

I A LR ED ED O RES rente a Noja está Quejo. A su rocosa ría v playa del Sable se accede por la comarcal que transcurre entre Palacio, el Arco y Soano. A unos 3 km está Isla , im portante enclave turístico, cuyo principal atractivo

monumental es la magnífica iglesia parro­ quial (siglo XVH), uno de los ejemplos más destacados del barroco montañés. Su ubi­ cación, sobre un altozano, resalta la monumentalidad de la fábrica, a base de mani­ postería y sillería, destacando en el exterior la esbelta portada, envuelta en arco de medio punto y coronada por dos nichos con estatuas de piedra, gran escudo e ima­ gen de la Virgen entre ángeles. En el inte­ rior destaca el grandioso retablo mayor, de madera policrom ada, que presenta cinco calles y dos cuerpos con ático y columnas salomónicas, destacando los relieves que hacen referencia a la vida de la Virgen. Otro interesante complejo arquitectó­ nico es el palacio de los Condes de Isla (siglos xvn-xvm), basado en la tradicio­ nal estructura casona-torre y protegido por recinto amurallado. Las torres medie­ vales de Cabrahigo y Jado completan el encanto arquitectónico de la localidad. Continuando hacia el sur se llega a Arnuero, que también cuenta con una excelente iglesia del siglo XVI, con her­ mosa portada gótico-flamígera e interior de una sola nave. Pero lo más sobresa­ liente es su retablo mayor plateresco, rea­ lizado en 1542 por el artista montañés Simón de Bueras, que por la composición de sus calles y cuerpos y por la calidad de sus relieves policromos representa la cum­ bre de este estilo en la región. Otro edifi­ cio de interés es el palacio de los Mar­ queses de Buelnes, reconvertido en hostería. A 6 km en dirección oeste se encuentra

Ajo, al pie de la ría del mismo nombre, uno de los estuarios más hermosos de Cantabria. Ajo fue tierra de canteros, y de ello ha quedado buena prueba en numerosas casonas y en su iglesia parro­ quial, de características similares a la de Isla. Destaca en su interior el retablo ma­ yor policromado, del siglo XVII, y la capi­ lla de Pedro Lavad Camino, con estatua orante bajo el arcosolio. Entre las caso­ nas destacan la de La Torre y la de Cubi­ llas. Otra interesante construcción es el convento de San Ildefonso, edificado en el siglo XVI. Cerca de Ajo se encuentra Bareyo, donde se levanta, dominando un extenso


C a n t a b r ia d e l a a a l a Z

P O T E S * Y S A N T O T O R IB IO * LAS MARISMAS DE LA VICTORIA Y DEL JOYEL A pesar del impacto que ha sufrido Noja por la enorme urbanización de su franja costera, el litoral contiene paisajes mari­ nos de gran atractivo con posibilidad de realizar una interesantes excursión desde la playa deTrengandín hasta la localidad de Isla. El recorrido permite recorrer las marismas de la Victoria y del Joyel, que forman parte de la Reserva Natural de Santoña. Con casi 4.000 hectáreas,está considerado uno de los humedales más importantes de la Península Ibérica como refugio para las aves migratorias del continente europeo. El paseo se puede iniciar en el cen­ tro de Noja, junto a la iglesia parroquial, por la calle Costa, para recorrer una franja de litoral salpicada de pequeños acantilados en dirección a la playa de Ris. El paisaje responde al tipo de las lla­ madas rasas, acantilados de superficie plana muy típicos de las costas cánta­ bra y asturiana, sobre las que antigua­ mente crecían encinas auque en épo­ cas más recientes han sido reforestadas con pinos marítimos y eucaliptos para fijar las arenas móviles que formaban dunas. El recorrido está perfectamente balizado,con alguna zona de descanso y miradores sobre el mar en la llamada

Punta de la Mesa,finalizando en la playa de Ris, en la que abundan los bajíos de rocas y escollos calcáreos, como el islote de San Pedro, donde aún se pueden observar las ruinas de una ermita. Al final de la playa, bordeando el camping del Joyel, empiezan a apreciarse las marismas en el lugar donde se mezclan en pleamar las aguas del mar con las de los diferentes arroyos que vierten su caudal en la ría. El amplio arenal puede disfrutarse con más intensidad en marea baja, permitiendo observar plantas adaptadas a este ecosistema, como las verdolagas marinas y los alma­ jos, llamadas también hierbas de los cris­ taleros porque antiguamente se emple­ aban en la fabricación del vidrio por su

el siglo X II. Destacan en su interior los capiteles, el fuste cariátide en los arcos de la parte alta, los bajorrelieves y sobre todo la excelente pila bautism al, profu­ samente decorada en su basamento y en el propio recipiente de piedra, con moti­ vos animalísticos y vegetales. Cerca de Bareyo se encuentra el molino de La Venera, el mejor conser­ vado de los muchos molinos de marea que existieron en esta comarca costera, de los que aún quedan ejemplos en luga­ res como Rodera, Llanosa y Solorza. Con­ tinuando hacia el este, en dirección a Santoña, nos encontramos en el valle de Meruelo, atravesado de parte a parte por el río Campiazo. En San Miguel, además de su intenIz» irrlacío norrí\nii!'.J \; Irte

riqueza en sales. Al igual que en las marismas de San­ toña y Ajo, también en El Joyel se usaba la energía maremotriz para mover las ruedas de un molino, en uso hasta la década de los setenta, donde se manu­ facturaba harina de maíz. El recorrido por las marismas puede llevarse a cabo por los distintos itinerarios marcados, desde los cuales se puede contemplar la presencia de gran cantidad de aves migratorias,especialmente garzas,gar­ cetas,fochas y cormoranes.

Vicente de Velasco, el héroe del casti­ llo del Morro. Otro pueblo del valle, San Mames, ade­ más de mostrar valiosos retablos en su igle­ sia parroquial, cuenta con la ermita de los Remedios, también con un excelente retablo del siglo X V III y con tradición de aparición mariana. En las antiguas escue las de la localidad se ubica el Museo de las Campanas, que rinde homenaje al oficio de los maestros campaneros trasmerafljs, muy renombrados en los siglos XVI y XV11 Desde San Mamés de Meruelo se llega a Beranga donde también se ubica un centro regional de exposiciones en [orina de Museo de los Bolos, dedicado a la hri toria y costumbres en torno a este dcpi)I Ir autóctono de Cantabria. En Beranga *9 accede a la carretera seneral v la autovía,

... (1,B1;291 m, 1.500 habitantes).

Es la capital histórica, geográfica y monumental de Liébana, donde confluyen los ríos Deva y Quiviesa, y los tres valles fundamentales, Camaleño, Vega de Liébana y Cabe­ zón. La proximidad de los Picos de Europa incrementa su valor patrimonial. Su casco urbano ha sido declarado monumento hlstórico-artístico.

Historia Geográficamente, este enclave estaba lla­ mado a ser el principal poblamiento de La Liébana, pues hacia él convergen de forma natural los cuatro subvalles: Valdebaró, Valdeprado, Cereceda y Cillorigo, que integran la comarca. La repoblación organizada por Alfonso I en el siglo VIII, con gentes de la meseta, favoreció admi­ nistrativamente a Potes. Ya en el siglo IX se conocen documen­ tos que mencionan la estrata publica que discurrit ad Pautes (año 847), es decir la vía pública que llegaba hasta el lugar. En el siglo X, desde aquí se administraba toda la comarca de Liébana. La iglesia y las ins­ tituciones monásticas tenían por enton­ ces una im portante parcela de poder y territorios (fundamentalmente, el monas­ terio de Santo Toribio). E l núcleo admi­ nistrativo favoreció el desarrollo comer­ cial y ya en el año 1291 encontramos un documento de Sancho IV en el que se men­ cionan los privilegios de la villa y las nor­ mas para asistir al mercado, que aún sub­ siste hoy.

A partir del siglo XIV la comarca se ve inmersa en las luchas feudales entre dos poderosas fam ilias, los Manrique y los Mendoza. A esta últim a estirpe pertene­ ció íñigo López de Mendoza, el célebre marqués de Santiliana, que en alguna de sus serranillas menciona diversos lugares de la comarca (Bores, Frama y Espinama). Los Mendoza se hicieron con el poder terri­ torial y para ellos se creó el título de duque del Infantado, cuyo símbolo fue la torre homónima, el edificio más representativo de Potes. E l aprovechamiento de los pastos, los cultivos vitivinícolas y forestales y el mer­ cado semanal aparecen nuevamente regu­ lados en 1415, fecha en la que la villa con­ taba medio m illar de habitantes. Desde finales del siglo XIX, Potes ha intensificado su vocación como centro administrativo y de servicios, como prin­ cipal núcleo de una comarca dispersa en reducidos pueblos y aldeas, disminuyendo la incidencia de la actividad agraria, en la que ya sólo se ocupa el 5 por 100 de la población.

Monasterio de Santo Toribio de Liébana.


P o t e s y S a n t o t o r ib io

C a n t a b r ia d e l a a a l a Z

tado en la excepcional calidad de la mate­ ria prim a. E l cocido lebaniego, variante del montañés, las truchas del Deva, el lechazo, el solomillo al queso de Tresviso, regados con el vino tostadillo y el apre­ ciado orujo lebaniego, junto con la variada tabla de quesos, repostería a base de lác­ teos y miel, y la fruta de la comarca, se bastan para poner a trabajar los palada­ res más exigentes. Si la digestión amenaza con ser pesada no hay como un té de los puertos, que, mezclado con la adecuada dosis de orujo, roza lo sublime.

Fiestas y tradiciones A nivel popular la más renombrada es la celebración de la Santísima Cruz, que tiene lugar el 14 de septiembre, con una tradi­ cional romería en tomo al cercano monas­ terio de Santo Toribio. A comienzos de mayo se celebra la que se considera la pro­ cesión más larga de España, en la que se transporta a la Virgen de la Luz, patrona de Liébana, conocida como La Santuca, desde la ermita de Aniezo, hasta el monas­ terio de Santo Toribio, 26 km de ida y vuelta, donde se celebra una romería antes de regresar con la imagen a su santuario. Las fiestas patronales, de San Vicente Mártir, se celebran el 22 de enero y la Vir­ gen de Valmayor, el 15 de agosto. E l his­ tórico mercado de los lunes no ha dejado de ser foro semanal para el intercambio de productos y novedades entre las más de 100 localidades lebaniegas, celebrán­ dose además en el ámbito ganadero seis ferias de año, entre las que destaca la de Los Santos (2 de noviembre).

Vida urbana

Puente de San Vicente (Potes).

Gastronomía Probablemente sea ésta una de las zonas más singulares de Cantabria, gastronó­ m icam ente hablando. Aquí se dan ex­ celentes productos que la tierra, protegida por la muralla natural de los Picos, ofrece generosamente. Potes, como principal mercado de la comarca, es la bolsa en la que se intercambian los mejores produc­ tos del campo y la ganadería lebaniegos. Refiriéndose a Potes escribió Pérez Gal“Pcip lucrar sp vanagloria de noseer

España. Sus viñedos dan un mosto mejor que el buen chacolí, fresco y puro como el de Burdeos. Sus olivares dan aceitunas como judías, y sus garbanzos, menudos como perdigones, son sabrosísimos sobl e toda ponderación... sus jamones, que si no llegan a los de Trevélez superan a los mejores de W estfalia e igualan al nobill simo de York... el queso lebaniego es semr jante en picor y horrible fragancia al mas celebrado Rochefort...". Así nos encontramos ante una cocina

La Plaza Aportalada de la villa articula, con la cercana plaza de Abastos y el Ayunlamiento, instalado en la torre del Infanlado, el principal flujo comercial y admi­ nistrativo. E l eje central de las calles Capitán Palacios-Doctor Encinas se extiende en días de feria a la plaza Jesús de Monasterio y barrio de La Sema. Aun­ que existen establecimientos hosteleros por toda la villa, la zona de vinos por exce­ lencia es la calle Cantabria y, a partir de la media noche, el álteme se traslada a los bajos del antiguo mercado, donde varios locales, parapetados tras los arcos, for­ man un bullicioso “claustro” , a base de

■VISITA La torre del Infantado es el punto de par­ tida ideal para iniciar el recorrido. Es una recia construcción del siglo XV, que sobre­ sale del conjunto urbano y que actualmente es sede del Ayuntamiento, tras haber repre­ sentado el poder señorial de los marque­ ses de Santillana, duques del Infantado. De la torre destaca la elevada escalinata de acceso, el balcón corrido, las pequeñas ven­ tanas ajimezadas, los modillones que sus­ tentan la comisa y las almenas de los ángu­ los, que apenas alivian el impresionante aspecto de esta fortificación emblemática. En la zona posterior a la torre se encuen­ tra un interesante conjunto, en el que sobre­ sale la antigua iglesia parroquial de San Vicente, o Iglesia Vieja, que ha perdido su función religiosa pasando a propiedad par­ ticular. La construcción del edificio debió de iniciarse en el siglo XIV, con añadidos que se prolongaron hasta el XVII. La plaza en la que está situada lleva el nombre de Jesús de Monasterio, violinista y com­ positor (1836-1903), cuyo monumento, realizado por R Estany, preside el lugar. Aquí también se ubica la iglesia nueva de San Vicente, carente de interés artístico, aunque conserva en su interior notables retablos barrocos del siglo XVIII. En dirección oeste se llega al barrio del Sol, donde se encuentran casonas sola­ riegas como la torre del Orejón de La Lama, exhibiendo en la fachada los escu­ dos con las armas de Bedoya y Celis. Otras construcciones civiles, en el mismo barrio, acreditan en sus piedras, balcones y escu­ dos el legado de siglos anteriores. Un ejem­ plo es la casona de la Canal, hoy Casa de Cultura, que acoge el interesante Museo

Cartográfico Juan de la Cosa. Más humilde, pero no menos hermoso, es el barrio de La Solana, de sencillas casas incrustadas en estrechas callejas, salpicadas de recoletas plazuelas, que con­ figuran una valiosa muestra de arquitec­ tura popular y ofrecen una buena visión de conjunto sobre la villa. Otros barrios como San Roque, con el convento de San Raimundo, El Tullo o La Fuente de la Riega conservan tam­ bién ese sabor de nobleza rural. Las ermi­ tas de San Cayetano, junto al puente del mismo nombre, Virgen del Camino y Valmayor poseen también algunas piezas y


C a n t a b r ia d e l.a A a l a Z

I A LRED ED O RES Partiendo desde Potes en cualquier direc­ ción, el viajero podrá adm irar pequeñas aldeas rodeadas de prados, o armónica­ mente integradas en el paisaje, bien de montaña, de bosques o valles. Antes de escoger un itinerario conviene acercarse hasta el monasterio de Santo Toribio de Liébana* situado en el monte de La Vioma, a 5 km de Potes. En su inte­ rior se guarda, según la tradición, el mayor trozo de la Cruz de Cristo, Lignum Cmcis, reliquia de la Vera Cruz, custodiada en una cruz de plata dorada del siglo XVI, que debió de ser traída desde Jerusalén por Santo Tori­ bio, obispo de Astorga, hacia el siglo V. E l monasterio fue fundado en el VI por otro monje de igual nombre, Santo Toribio de Palencia, encargado de cristianizar la zona lebaniega. E l santuario, que hasta el siglo X II estuvo dedicado a la advocación de San Martín de Turieno, recibió un fuerte impulso durante el siglo VIII, con los refu­ giados de la invasión árabe y la repoblación de Alfonso I, época en la que tuvo a su caigo importantes posesiones y diezmos en todo el territorio lebaniego. En él debió de escri­ bir durante este siglo el famoso Beato de Liébana sus admirados Comentarios al Apo­ calipsis (776), por lo que se cree que debió de existir en el lugar una de las mejores bibliotecas de su tiempo. En el siglo xn per­ dió su condición de abadía y pasó a prio­ rato, y en el X III se construyó el actual tem­ plo y un hospital al que acudían gran número de enfermos mentales (en aquella época "endemoniados”) que, en contacto simultáneo con la reliquia de la Cruz y una cadena que entonces se conservaba que, según la leyenda, se utilizó para sujetar a Cristo, experimentaban milagrosas cura­ ciones. En 1512 el santuario obtuvo, por concesión del papa Julio II, el Jubileo para los años en que la fiesta de Santo Toribio coincidiera en domingo. En el siglo XVII se inició la restauración del monasterio y la construcción del claustro, levantándose a principios del XVIII la actual capilla del Lig­ num Cmcis. Desde 1961 es administrado por la orden de los Franciscanos, concentrando en años jubilares a miles de peregrinos que atra­ viesan la puerta del Perdón y visitan la capi­ lla del Lignum Crucis, ambas abiertas sólo con este motivo. Tras sucesivas reformas,

de fábrica gótica, que aún conserva trazos románicos en las puertas meridionales. En el interior, una imagen policromada de Santo Toribio Yacente, del siglo XV, y el relicario del Lignum Cmcis, una cruz de plata rena­ centista que se guarda en una capilla barroca donada por el arzobispo de Santa Fe de Bogotá. Preside el núcleo central de la capi­ lla una hermosa linterna octogonal, con gran riqueza de labra en los relieves que decoran sus pechinas, zócalos y guirnaldas. Más reciente es el gmpo escultórico obra de Jesús Otero, en el que se representa al Beato de Liébana trabajando en sus Comen­

tarios al Apocalipsis. Por todo el monte La Viom a se hallan diseminadas una serie de ermitas, como la de Santa Catalina, la de San Miguel, con un magnífico mirador sobre el Macizo Central de los Picos, y la semirrupestre Cueva Santa, que la tíadición señala como habitáculo de Santo Toribio. E l conjunto de las ermitas y el monasterio hacen de La Vioma el “monte sagrado” de La Liébana. A unos 12 km de Potes, tomando la carretera que pasa por Frama y Cabezón de Liébana, se encuentra Santa María de Piasca**, que, junto con Lebeña y Santo Toribio, completa el triángulo monumental más destacado de la comarca. Aunque se le supone un origen más antiguo, se sabe que ya en el siglo X existía en el lugar un monasterio dúplice, regentado por la aba­ desa Aylo. La iglesia románica que se con­ serva fue levantada a partir del siglo XII, presidiendo un magnífico paisaje. E l mayor interés artístico de Piasca reside en que concentra lo mejor de la escultura románica de la región. Sobre la portada principal, en el lado oeste, se aprecia la belleza del gmpo escultórico con imáge­ nes de San Pedro, San Pablo y la Virgen en el centro, de época posterior. La propia por tada de esta fachada principal presenta una riqueza y variedad impresionante en sus cimacios y capiteles. No menos abigarra! I;i y artística es la escultura de la portada sur, o del Cuerno, así como los modillones de los ábsides y la cornisa, y la ventana del ábside mayor, con increíble precisión en la labra de sus capiteles y arquivolta. En ima ginería destacan dos grupos escultórico» en madera dorada y policromada, La Pie dad o Descendimiento y la Coronación de

la Virgen, ambos del siglo XV, pertenecien

P U E N T E V IE S G O (C U E V A D E L C A S T IL L O * ) (2,B2;71 m, 545 habitantes). Esta población con balneario y coto salmonera debe su fama al importante conjunto de cuevas paleolíticas, con pinturas y grabados parietales ubicadas en Monte Castillo.

Historia E n documentos del año 980 se cita este poblamiento bajomedieval y un puente construido sobre el río Pas para resistir sus avenidas. En el siglo XIV quedó vin­ culado a la Casa de Castañeda. En 1776 ya se conocían las cualidades de los baños de agua sulfu-rosa del pueblo de Puente Viesgo, en el que se construiría un balne­ ario que ha sido objeto de una importante reforma, transformándose en uno de los más modernos complejos hostelero-ter­ males de la región. Pero el valor verdaderamente notable de estas tierras se debe al descubrimiento, en 1903, por Herm ilio Alcalde del Río, de la cueva del Castillo, y los posteriores hallazgos de La Pasiega (1911), Las Mone­ das (1952), La Flecha, y Las Chimeneas (1953), que conforman el más significa­ tivo complejo de cavernas prehistóricas de la región. Alcalde del Río no sólo des­ cubrió, entre otras, la cueva del Castillo sino que tuvo además el acierto de con­ tactar con el príncipe Alberto I de Monaco, entusiasta de los estudios prehistóricos, quien sufragó una serie de investigacio­ nes en las principales cavernas de la región, con participación de los mejores especia­ listas del momento: Sien-a, Breuil, Oberm aiery Bouyssonic, entre otros. E l mece­ nas monegasco financió en 1911 la publicación de Les cavemes de la Región Cantabrique, obra fundamental para el conocimiento del arte parietal en la región.

■VISITA E l conjunto, datado entre el solutrense superior y el magdaleniense, está situado en la ladera del llamado pico del Castillo, que presenta un cómodo acceso mediante una serpenteante carretera que arranca desde un estacionamiento situado en el centro del pueblo, donde se ha erigido un monolito en memoria de Hermilio Alcalde del Río, a quien se debe el inicio de las inves­ tigaciones en el valiosísimo conjunto de «i levas que surcan el interior de la cónica

Para una primera información sobre las cuevas se puede llevar a cabo una visita al

Centro de Interpretación de la Cuevas de Monte Castillo (Monte del Castillo, s/n). E l recorrido se inicia en la cueva del Castillo*, en cuya entrada se ha locali­ zado un importante yacimiento en el que aparecen casi una treintena de niveles estratigráficos de todas las etapas del paleolí­ tico. Frente a la entrada de la cueva, un mirador ofrece la vista panorámica de la hermosa localidad, presidida por el Bal­ neario-Gran Hotel y atravesada por el río Pas, que compone aquí uno de sus tramos más hermosos. En esta gruta destaca el tótem, un bisonte representado volumé­ tricamente en una estalagmita retocada, con los rasgos destacados en pintura negra. Aparecen también representaciones poli­ cromas de caballos, ciervos y elefantes y unas curiosas manos en negativo, de mágico simbolismo. Las pinturas se hallan distribuidas en seis diferentes zonas o san­ tuarios y componen una muestra excep­ cional, habiéndose contabilizado, entre otras, 54 impresiones de manos, 62 cier­ vos, 24 caballos, etc. La cueva de La Pasiega* consta de una serie de galerías de trazado laberín­ tico a lo largo de 415 m de longitud, divi­ didas por la agrupación de sus pinturas en tres zonas, A,B y C, descritas por vez primera a partir de su descubrimiento en 1911, a cargo de Obermaier, W ernert y Alcalde del Río, respectivamente. Hasta la fecha han sido identificadas más de 700 muestras de arte parietal en el conjunto de La Pasiega, con un reper­ torio tan vallado como las del Castillo. En la galería A, la más espectacular, se encuen­ tran una serie de pinturas rojas con amplio muestrario de ciervos, caballos, bisontes, uros, cápridos y un reno. Presenta asi­ mismo una serie de signos de aspecto rec­ tangular y cónico. E n la galería B , de mayor variedad temática y estilística, des­ taca el conjunto de bóvidos, en tinta roja,


CANTABRIA DE LA A A LA Z

En la galería C también hay variedad y superposición de estilos, pintura roja y negra y grabados con sombreado, sobre­ saliendo una figura antropom orfa con cabeza y cuernos de bisonte, posible figu­ ración de tipo mítico-religioso. La cueva de Las Monedas fue descu­ bierta en 1952 por el ingeniero Alfredo G arcía Lorenzo. E l nombre se debe al hallazgo en su interior de un conjunto de monedas del siglo XVI, aunque también es conocida como cueva de los Osos, por los restos de varios ejemplares de oso ca­ vernario que también fueron descubiertos en ella. Al igual que las otras, está formada por una serie de galerías, con un desplie­ gue de 805 m. Contiene un total de 28 pin­ turas, en color negro, con figuras de caba­ llos, renos, cabras, un bisonte, un uro y un oso de las cavernas. Pertenecen al periodo avanzado del magdaleniense. Las Chimeneas ha sido hasta la fecha la última de las cuevas decoradas que se han descubierto en el conjunto de Monte Castillo. Su hallazgo se debe a las pros­ pecciones realizadas durante el año 1953 por J. Carbaüo y García Lorenzo. Presenta un desarrollo de 789 m y, además de un buen conjunto de grabados y pinturas, incluye una serie de formaciones naturales, estalagtitas y estalagmitas, de gran belleza. Entre los grabados, organizados en hile­ ras, destacan uros, ciervos y un rebeco. Las pinturas se concentran en una gale­ ría de reducidas dimensiones, están todas realizadas con trazo negro y presentan predominio de ciervos, además de una pequeña cabeza de caballo. Las extremi­ dades incompletas, la perspectiva torcida en las cornamentas y la falta de detalles indican su pertenencia al periodo solutrense. Los signos cuadrangulares ya des­ critos en el Castillo y La Pasiega también aparecen en esta cueva. La visita se realiza de forma controlada, limitándose actualmente a dos de las cue­ vas, el Castillo y Las Monedas. Dura 45 minutos para grupos que no pueden supe­ rar las 15 personas.

I A LR ED ED O RES De vuelta al centro de la localidad es reco­ mendable, además de visitar los excelen­ tes establecimientos hosteleros que dan fama a la noblación. realizar un neaueño

PUENTE VIESG O (CUEVA DEL CASTILLO )

a la orilla del río, que parte bajo el puente que comunica con el balneario. Éste es el núcleo del coto pesquero, que ofrece exce­ lentes vistas del Pas desde diferentes ángu­ los, incluyendo la posibilidad de observar, si es la época, los saltos de los salmones remontando la comente. Desde Puente Viesgo, siguiendo el cauce del Pas, en el cruce con la N 634 se encuen­ tra Vargas, con una destacada iglesia, aunque más conocida por su coto salmo­ nera situado en el lugar de Dos Ríos, donde se juntan el Pas y el Pisueña, y sus abun­ dantes restaurantes que transforman la pesca en un manjar. A 2 km está Castañeda [pág. 77] con su im presionante colegiata de Santa Cruz**, construida en el siglo XII, por tanto, coetánea de las de Santillana, Cer­ vatos y San M artín de Elines, aunque con un singular distintivo, su torre prismal. Ya fuera puede tomarse la N 623 hacia el puerto del Escudo, entrando así en el valle de Toranzo, apropiado para las excur­ siones por llano y montaña, y de generosa

oferta gastronómica. Para saborear mejor el encanto de este magnífico valle se puede tomar la carretera regional que discurre paralela a la nacional, junto al margen opuesto del río Pas. En Soto Iruz se alza el santuario de la Virgen del Soto, patraña del Valle, con una singular torre de dos cuerpos. E l infe­ rior, de factura clásica y planta cuadran­ g la r, es además la entrada del santuario, mientras que el superior, octogonal y de menor superficie, consta de dos esbeltos campaniles con amplios arcos al exterior. Una de las singularidades de esta torre es su escalera helicoidal con cuerpo cilin ­ drico y eje central, similar al utilizado por Antonio Gaudí en la Sagrada Fam ilia de Barcelona. La tradición atribuye el origen del san­ tuario a un hospital levantado a finales del siglo Vm, posterior monasterio del que se hicieron cargo los Padres Franciscanos en el siglo XVII. E l interior del templo con­ serva un excelente retablo del siglo XVII,

presidido por la imagen gótica de la Vir­ gen, patrona del valle y centro de devo­ ción m ariana en muchos lugares de la región y del orbe hispano, pues su advo­ cación se ha extendido hasta América. La talla, de bella factura, representa una V ir­ gen coronada y sedente en su trono, con el Niño en su regazo. Más adelante está VUlasevil, con igle­ sia rom ánica del siglo XII, en la que se celebraron los esponsales de la princesa Margarita y el infante don Juan, hijo de los Reyes Católicos. Nos hallamos en lo que se conoció como Camino de los Vinos, pues enlazaba Santander con Logroño y las comarcas del alto Duero. Más hacia el sur se sitúa San Vicente de Toranzo, donde ha sido hallada la última hasta la fecha de las célebres este­ las cántabras prerromanas. La de San Vi­ cente presenta decoración geométrica en una de sus caras y la representación en relieve de un jinete armado en la otra, ambas, se cree, con significado funerario. Barrio de Cuco (Puente Viesgo).


C a n t a b r ia d e l a a a l a Z

En este lugar se encuentra también la

torre de Agüero, así como un destacado conjunto de casonas, como la de Ceballos. La siguiente parada nos lleva hasta Vejorís, solar hidalgo del gran escritor Francisco de Quevedo y Villegas, quien, aunque no nació en Cantabria, tuvo en este valle el origen de sus dos célebres ape­ llidos, en Villasevil el de Villegas y en el barrio de Cereceda, en Vejorís, el de Que­ vedo. E l escritor debió de visitar en su juventud el solar familiar, encontrándolo arrumado, según se deduce de su romance

Responde a las socaliñas de unas pelonas: Es mi casa solariega más solariega que todas pues por no tener tejado le da el sol a todas horas... Llegamos ya a la altura de Ontaneda. E n su casco antiguo destacan algunas casonas, entre ellas una, recientemente restaurada, que acoge la colección, y úti­ les personales, del pintor montañés Agus­ tín Riancho, el genial paisajista nacido

R ein o sa en Entrambasmestas en 1871 y fallecido en Ontaneda en 1929. Ontaneda y Alceda forman práctica­ mente una misma localidad. Ambas man­ tuvieron en su día, al igual que Puente Viesgo, instalaciones balnearias gracias a sus aguas termales, aunque el de Onta­ neda ya dejó de funcionar. En este enclave, además de los típicos sobaos, quesadas y productos lácteos de la zona, encontramos edificaciones dig­ nas de reseña, como el magnífico pala­ cio del Marqués de Mercadal, en A l­ ceda, con típica portada presidida por un m onum ental escudo de arm as; la torre de los Ceballos o el solar de los

Calderón. Junto al balneario de Alceda, cuyas aguas sulfurosas están especialmente indi­ cadas para tratar las enfermedades de la piel, existe un hermoso parque, que cons­ tituye un modelo de equilibrio entre natu­ raleza e intervención humana, donde no faltan las veredas, los excelentes ejem­ plares arbóreos y los canales y estanques poblados por cisnes y anátidas.

R E IN O S A (2,C2;856m. 12.500habitantes). Surgida de un pasado abundante en testimonios históricos, es el principal centro urbano y núcleo de servicios para toda una extensa comarca, Campoo, que abarca más de 1.000 km2.

Historia Los primitivos pobladores de esta comarca se mostraron muy belicosos ante la inva­ sión romana, durante las llamadas Gue­ rras Cántabras (29-19 a.C.), especialmente en los enclaves de Vellica, Brigantia y Aracillum, que corresponden a las actuales Fombellida, Retortillo y Aradillos, y siem­ pre mantuvieron ciertas peculiaridades como se ha comprobado en la ciudad cántabro-romana de Julióbriga. Del siglo X II se conocen documentos que vinculan los molinos de Ranosa al monasterio de Aguilar de Campoo. En 1445 obtiene el Fuero Real, ratificado más tarde por los Reyes Católicos, cuyo hijo don Juan contrajo aquí matrimonio con Margarita de Austria, en 1497. También sitúa la tradición a Carlos I en Nestares, en 1517, reponiéndose de

la obra de Rodrigo de Reinosa, poeta encua­ drado en la Literatura de Cordel, de quien se conocen medio centenar de poemas sobre temas religiosos, satíricos y eróticos. La construcción de la carretera hasta Santander, en el siglo XVIII, hizo de Reí nosa un lugar próspero, gracias al trasiegc i de lanas y harinas entre Castilla y ultra mar, lo que dio origen entre otras cosas a un gremio de carreteros. A mediados del siglo XIX, la llegada del ferrocarril Alar del Rey-Santander hizo decaer esta actividad, sustituida por el auge industrial que vino a partir de 191H con la Sociedad Española de Construc­ ción Naval, seguida de otras empresas skle rúrgicas que originaron el mayor despc gue económico, demográfico y urbanfs!Ico de la historia de la villa. Tras la crisis iiultw

a m irar hacia la ganadería y el sector ter­ ciario, como único centro de equipa­ mientos y servicios para toda la extensa comarca y para todos los visitantes que llegan, atraídos sobre todo por las varia­ das posibilidades que ofrece el gran patri­ monio natural de Campoo.

Gastronomía Tiene fama esta comarca de servir una de las mejores carnes de vacuno y cordero de la región, libremente alimentada en sus pas­ tizales. Merecido renombre han obtenido igualmente las setas, las legumbres, las ancas de rana y paiticulamente la repostería, repre­ sentada por exclusivas locales, como las pantortillas de hojaldre, las roscas y las galle­ tas tostadas. En varios puntos de la comarca se fabrica el consistentepan de pueblo, inme­ jorable para acompañar a lasjijas o chichas, chorizo, jamón y demás productos de la matanza del chon, que aún se realiza en muchos pueblos y aldeas de Campoo.

Fiestas y tradiciones Las más importantes son las de San Mateo, el 21 y 22 de septiembre. E l último domingo de este mes, se celebra el tradicional Día de Campoo, en el que confluyen todas las costumbres y artesanías rurales, tan arrai­ gadas en esta zona. E l rabel, violín rústico, y las albarcas, panderetas, dulzainas y bai­ larines tienen en esta fecha su día grande. La histórica actividad de cría de ganado equino, animales muy fuertes y resistentes al duro clima, que abundan en los pasti­ zales de toda la comarca, está representada en las tradicionales ferias de año, como la de San Mateo, con cinco siglos de historia.

¡V IS IT A En torno al Ayuntamiento se conservan los restos de lo que fuera una plaza mayor de tipo castellano y junto a la calle princi­ pal, antigua carretera general, algunos de los edificios más antiguos, de los siglos XVI al XVm, y el puente sobre el Ebro, o de Car­ los III, que conecta las dos zonas de la villa, mientras que la arquitectura civil del XIX l ¡ene su representación en la Avenida de José Antonio. La iglesia de San Sebastián, construida

en el siglo XVI, con reformas del XVIII, es nionumentohistórico-artístico,conun con■ .ii i . ... , junto de retablos; destaca el Mavor. con I

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Ayuntamiento (fotografía superior), plaza ----


C a n t a b r ia d e l a A a l a Z R e in o s a

EL n a c im ie n t o d e l g r a n r ío "El Ebro nace en Fontibre, provincia de Santander'ÍCon este enunciado se des­ cribía en los libros de texto de los años sesenta la salida a la luz del cauce que da nombre a Iberia,y realiza un majes­ tuoso recorrido de 928 km, antes de rendir viaje en el espectacular delta donde se abre al Mediterráneo. Por el camino recibe pleitesía hidráulica de una cuenca que abarca más de 83.000 km, la sexta parte del territorio espa­ ñol. Los romanos conocían esta vieja lección de geografía, como se constata ya en el siglo II a.C.,cuando los cónsu­ les del Imperio recibían noticias sobre el nacimiento de este río,"en los cántabros'ÍFontibre (de Font-lber) responde etimológicamente al lugar donde surge el cauce, pero muchos afirman que las fuentes del Ebro son en realidad remanaciones del río F-líjar, que desciende desde Peña Labra,siendo éste quien merece la paternidad gracias a un aporte subterráneo que surge en la hon­ donada conocida como Fontibre. Tecnicismos aparte, el lugar desig­ nado por la tradición como nacimiento oficial merece los honores, por la belleza de su entorno, propicio a caminar junto a la orilla y refrescarse bajo la sombra de los fresnos que acompañan los pri­ meros metros de un recorrido que, 8 km después, acumula sus caudales en el gran embalse homónimo. Para enton-

tributo del Híjar, del Guares y del Izarilla,y ha cruzado por Reinosa, la capital de Campoo. Su "escapada" por el flanco meridio­ nal del embalse,junto a la localidad de Arroyo, le lleva en línea casi recta hacia el sur, a través de Las Rozas de Valdearroyo, Valdeprado del Río y Valderredible (Valíis-ripae-lberl), donde gira en dirección este, imprimiendo su perso­ nalidad al valle más extenso y meri­ dional de toda la región cántabra, zo­ na de franca transición hacia el paisaje y el clima de la meseta. Antes de aban­ donar el actual territorio de los cánta­ bros, con Vlllaescusa de Ebro como último hito,el gran río cede su nombre a los núcleos por los que pasa: Aldea, Bárcena, Cubillo, Campo, Rebollar, Are­ nillas y la propia Vlllaescusa compar­ ten el apellido "de Ebro" El viejo cauce del río Ebro, siempre renovado por sus fieles afluentes, cru­ zará todavía muchas tierras y aliviará grandes secanos antes de realizar un último alarde de fertilidad en el gran delta de su desembocadura,en el mar Mediterráneo. Posiblemente, al fundirse con el ancho Mediterráneo, las remansadas aguas añoran aquella bulliciosa y fluida surgencia en un acogedor lugar de Can­ tabria llamado Fontibre, mecido por las hojas de los árboles y la cercana com-

ble es La Casona, o Casa de la Niña de Oro, en la calle principal, recuperada para uso público como sede de exposiciones, confe­ rencias y actos culturales, incluidos los cur­ sos de verano que se centran en la protec­ ción del patrimonio histórico-aríístico. E n el extremo sur de la ciudad se encuentran los jardines de Casimiro Sainz, que los reinosanos llam an parque de Cupido, con la escultura del gran pintor paisajista, natural de Matamorosa, obra de Victorino Macho. Cerca del parque está la m ayor concentración de cafeterías, mesones y pubs de la ciudad.

I A LR ED ED O RES Uno de los elementos de mayor interés de la zona es el yacimiento arqueológico de Julióbriga y la ruta del Pantano del Ebro (como se detalla en la Excursión 3). Igual­ mente notable en la misma zona es Valdemedible y la ruta de las Iglesias Rupes­ tres, que se muestra en la Excursión 4. Desde Reinosa la carretera que parte directamente hacia Aguilar de Campoo y Palencia tiene una parada obligada a 6 km en Cervatos [pág. 77], Una posibilidad sugerente es tomar el camino de Mista Alegre, paseo pea­ tonal que enlaza con la localidad de tequejo, en dirección este, junto al Ebro. En dirección contraria parte la carretera que llega hasta la única estación invernal de Cantabria, la de Brañavieja o Alto Cam­ poo, a 30 km de Reinosa. En esta ruta exis­ ten muchos lugares de interés; el primero de ellos, a 4 km de Reinosa, es Fontibre, donde se da carta de oficialidad al naci­ miento del Ebro, en medio de un atrac­ tivo paraje natural. Unos 3 km más ade­ lante, una vez rebasado Paracuelles, parte un ramal hacia la derecha que conduce a / rgúeso, donde se conserva, parcialmente restaurado, el único castillo de la región que merece tal nombre. Data del siglo XV y se ubica en una zona en la que se han hallado indicios de castros prerromanos. Volviendo a la carretera de Brañavieja, en el cruce de Espinilla podemos retomar por una carretera menor hasta Villacanlid, donde se conserva una hermosa igle­ sia románica de tal calidad que la locali­ dad ha sido elegida como sede del Centro de Interpretación del Románico. Desde Espinilla es muy interesante subir hasta

por la carretera que desciende hacia Agui­ lar de Campoo, con paradas en interesan­ tes en localidades como Brañosera (pri­ mer municipio de España) y la población minera de Berruelo de Santullán. Desde el cruce de Espinilla, algo más adelante se toma un nuevo desvío a la dere­ cha, esta vez hacia Proaño, cuya vieja casa-torre del siglo Xin forma un hermoso conjunto, a punto de ceder ante la próxima nevada si nadie lo impide. En este solar habitó Ángel de los Ríos, emblemático per­ sonaje representativo de la intelectualidad rural, que Pereda inmortalizó en sus escri­ tos como “el sordo de Provedaño". Si coin­ cide la visita en fin de semana, merece la pena preguntar en el pueblo por la casa de Luis Ángel Moreno Landeras, quien ha montado con gran acierto el Museo-Estu­ dio El Pajar, amplia colección de utensi­ lios y aperos que ilustran un atractivo reco­ rrido etnográfico por la comarca. Retomamos la carretera hacia la esta­ ción invernal, dejando atrás Villar, para tomar un nuevo ramal esta vez a la izquierda, subiendo hasta Mazandrero, pueblo con tradición de artesanos albarqueros y de imponentes casonas solariegas, ubicado en el pórtico de la sierra de Híjar, con cum­ bres cercanas a los 2.000 m y bosques intrin­ cados, refugio habitual de los últimos gran­ des mamíferos en libertad, el oso y el lobo. Descendemos otra vez al itinerario prin­ cipal para cubrir la última etapa hasta la estación de esquí, dotada de 23 pistas, 13 remontes, 1 hotel, 4 albergues y todo lo necesario para la práctica de los depor­ tes invernales. E l pico Tres Mares domina este paraje. Su denominación refleja el di­ verso destino de las aguas que surgen en su entorno, origen de los ríos Nansa, Pisuerga y Ebro, que rendirán viaje res­ pectivamente en el Cantábrico, Atlántico y Mediterráneo. Aunque no sea tempo­ rada de esquí, es gratificante ascender hasta la cima para otear los horizontes, especialmente en época de deshielo. Cerca de Reinosa, en dirección Torrelavega por la A 67 la localidad de Pesquera da acceso a la interesante calzada romana que finaliza en Bárcena Pie de Concha. Ver Los Corrales de Buelna [pág. 88], Por último, en dirección Corconte y bordeando el pantano del Ebro se puede ¡levar a cabo


S an V ic e n t e También son célebres las fiestas de la

S A N V IC E N T E D E L A B A R Q U E R A * (2,A1; 15 m, 5.000 habitantes). Última gran villa de Cantabria antes de llegar a Asturias, reúne una serle de alicientes paisajísticos, monumentales, populares y gastronómicos que convierten la visita en Imprescindible.

Historia La mayor parte de los historiadores están de acuerdo en situar a la tribu cántabra de los orgenomescos en estos territorios que, más tarde, se convirtieron en el puerto romano de Verasueca. Sin embargo las incursiones bárbaras -de los hérulos con­ cretamente-, en el siglo V, obligaron a los romanos a abandonar este privilegiado enclave. Alfonso I, prim er rey astur-leonés, se encargaría entre los años 730 y 756 de repo­ blar y fortificar nuevamente la villa. A ello se unió el fuero de San Sebastián, otor­ gado por Alfonso Vm en 1210, que fomentó el comercio m arítim o al conceder una franja litoral exclusiva a los barcos de San Vicente. Así se incrementaron las captu­ ras de ballenas y besugos, y los astilleros, y por tanto la ciudad, alcanzaron gran apo­ geo: la participación de naves barquereñas fue decisiva en la toma de Sevilla, cerco de Jerez y Guerra de los Cien Años. La Cofradía de los Mareantes (1330), pone de relieve el peso específico de la población marinera, que imponía un férreo control sobre la vida municipal. San Vicente formó

paite del corregimiento de las Cuarto Villas de la Costa, en virtud del cual Carlos III creó, en 1779, la provincia de Cantabria. Hoy se conserva la explotación de la pesca de bajura, pero la flota de altura ha perdido el esplendor de otros tiempos. Las principales actividades de subsistencia son, junto a la pesca, la agricultura y gana­ dería, y las industrias conserveras y fri­ goríficas, junto con el sector servicios, orientado hacia el turismo.

Fiestas E l Domingo de Resurrección se celebra la Folia, declarada fiesta de interés turís­ tico. Se trata de una procesión marinera dedicada a la Virgen de la Barquera, que desde la iglesia parroquial es trasladada por el centro de la villa hasta el puerto viejo, en cuyas inmediaciones recibe los cánticos y picayos al son de las pandere­ tas. Posteriormente embarca en el pes­ quero designado, realiza una breve tra­ vesía escoltada por m ultitud de embarcaciones y desembarca en el mue­ lle nuevo desde donde la procesión rinde viaje hacia el santuario de la Barquera.

Barquera y el Mozucu, que tienen lugar durante los días 7,8 y 9 de septiembre. E l primer día, el 7 de septiembre, es el más solemne, con misa y procesión en la ermita. E l día 9, fiesta del Mozucu, se cocina un sorropotún para más de 5.000 personas en la Plaza Mayor, que es repartido gra­ tuitamente entre todos los asistentes, y se desarrolla la carrera de bateles y otros jue­ gos, como bolos y cucañas infantiles. E l Certamen de la Canción Marinera, a finales del mes de julio, reúne a masas corales y grupos polifónicos de toda España. E l 22 de enero se festeja al patrono de la villa, San Vicente. Para celebrarla Virgen del Carmen (16 de julio), los marineros salen a la mar en procesión llevando la imagen de la Virgen y encienden hogueras en la playa, donde se cocinan sardinadas y se celebran jue­ gos populares organizados por la Cofra­ día de Pescadores y Mareantes.

Gastronom ía E l sorropotún es el plato más caracterís­ tico, típica m arm ita de m arineros que tiene como principal ingrediente el bonito, guisado con cebolla, patatas, pimiento, tomate, pan, aceite, sal, guindilla y vino blanco. Pero en San Vicente, una buena sardiiada o un salpicón de marisco son fáciles de encontrar en cualquier restaurante.

d e la

Ba rq u era

De la cercana Unquera tienen fama las angulas y las corbatas, sabrosos dulces de hojaldre cuya celebridad se extiende por­ tada la región.

■VISITA Los puentes son una nota característica del paisaje de la villa, el de la Maza, que comenzó a construirse en el siglo XV, con 32 arcos, modificado después, atraviesa la marisma de Rubín en su largo trazado y es el primero que se encuentra llegando p orlactra. N634. Las nuevas edificaciones dan paso al poblado medieval. Justo al lado del peñón que aún conserva restos del castillo, del siglo XV, y de la puerta de Poniente se alza el edifico más antiguo: la iglesia gótica

de Santa María de los Ángeles**. Llam a la atención su estratégica situa­ ción, dominando la puebla y la marisma y culminando el mayor núcleo histórico de la villa. E l templo fue construido en su mayor parte durante el siglo XIII, aunque fue objeto de ampliaciones en el XVI. E l resultado es una de las obras más desta­ cadas del gótico montañés. En el exterior domina su imponente torre, incorporada en el XIX, y las dos puertas románicas, situadas en los lados oeste y sur. E l inte­ rior, organizado en tres naves de sim ilar altura, cuenta como piezas más destacadas con la estatuayacente

del inquisidor Antonio del


C a n t a b r ia d e l a A a l a Z

Corro, considerada como una de las mejo­ res obras de la escultura funeraria re­ nacentista en España, en la que el perso­ naje aparece tendido sobre su sepulcro leyendo plácidamente. Está realizada en mármol. En la misma capilla aparecen los bultos yacentes de los padres del inquisi­ dor. E l retablo mayor, barroco, es tam­ bién una obra interesante, aunque evi­ dencia la necesidad de una restauración. En los alrededores de la iglesia se con­ servan restos de la antigua muralla que protegía la vieja puebla y que permiten un agradable paseo dominando la marisma.

La muralla es parte del sistema defen­ sivo del castillo del Rey, cuyos primeros rastros son del siglo vm, aunque sus actua­ les muros corresponden al XIII, cuando se hizo necesaria una defensa inexpugnable contra normandos y vikingos. E l castillo se ha abierto al público como pequeño museo de historia local y centro cultural para exposiciones temporales. Del castillo se prolonga la muralla que rodeaba la antigua ciudadela, de la que se conservan las fachadas norte y oeste, junto a algunas puertas, que debían atravesar los peregrinos de la ruta costera del Camino de Santiago, como la puerta del Preboste, que comunica con la casa de la Familia Corro, hoy sede del Ayunta­ miento, de estilo renacentista, en cuya fachada destacan tres balcones adorna­ dos con pilastras y frontones. Un poco apartado de este conjunto, atra­ vesando el casco urbano, en dirección al puente de la Maza, se llega al convento de San Luis, ruinas de lo que fuera un monasterio franciscano construido en el siglo XV. La hermosa finca que lo rodea acentúa el aspecto entre m isterioso y rom ántico que presentan los restos del claustro gótico, el ábside y las bóvedas. Se dice que tuvo como huésped a Carlos V. Todo el casco viejo es conjunto histórico-artístico. Las calles que descienden del recinto am urallado -de interesante tipismo- conducen a la plaza y los sopor­ tales del antiguo Barrio Pesquero, lugar adecuado para comer en sus tabernas y mesones. Caminando por el paseo se llega al Puente Nuevo o del Parral, construido en 1799, y cruzándolo, en la zona de Tras de San Vicente, están la lonja de pescado y el muelle grande, donde al atardecer

S a n VICENTE DE LA BARQUERA En dirección al faro, por el malecón que guarda la bocana del puerto, está la

ermita de la Virgen de la Barquera* (siglo X III), a la que antes se accedía en barca. E l exterior se encuentra primoro­ samente ajardinado. Cuenta la tradición que aquí se apareció la Virgen, a bordo de una barca sin remos, aparejos ni tripu­ lantes, y a ello se debe la procesión y fiesta de la Folia. Al otro lado de la ría, en la zona este, se ubica la playa de San Vicente, que por su orientación sur y por estar protegida de los vientos se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en uno de los encla­ ves con mayor expansión urbanística. Mucho más agreste, extensa y hermosa es la playa de Merón, que se abre a conti­ nuación de la anterior, comunicando a través de 5 km de arenal con el cabo de Oyambre. S i la suerte depara un día despejado, observar San vicente desde este punto de vista, con los Picos de Europa al fondo, se convierte en un ejercicio realmente pla­ centero.

I A LR ED ED O RES Pasado San Vicente, continuando por la carretera N 634 en dirección a Asturias, tras el alto de Santullán, se llega a Pesués y la ría de Tina Menor, que forma la des­ embocadura del Nansa. Sobre el puente de Muñorrodero, que atraviesa el estua­ rio, están situadas la casa de la Barca y la fuente de Una Menor. En el pueblo hay que preguntar por el guía de las cavernas prehistóricas de Muñorrodero*, situadas a unos 700 m del pueblo. Con él puede accederse a la cueva y observar pinturas con represen taciones de caza. Desde Pesués puede tomarse una cari e tera local hacia Pechón, que disfruta de playa a mar abierto. Desde aquí se continúa en dirección oeste por la ruta costera, que ofrece una completa panorám ica de la ría de Tina Menor, que se forma por la desemboca dura del Deva y es el lím ite natural.entre las provincias de Cantabria y Asturias, Unquera es el último pueblo de Can tabria, tierra de indianos que han Invci tido los bienes conseguidos haciendo lir, Américas en armoniosas y cuidadas casi i

LOS MAREANTES DE SAN VICENTE La Importancia de San Vicente de la Bar­ quera como puerto pesquero desde la antigüedad viene reseñada por la apa­ rición de los mareantes como grupo corporativo reunido en una asociación gremial. Entre los años 1319 y 1331 apa­ recen Las primeras ordenanzas de la Cofradía de Pescadores y Mareantes del Señor San Vicente de la Mar, que se con­ virtió en una de las más poderosas de las Cuatro Villas de la Mar de Castilla. Merced al fuero otorgado por los Reyes Católicos en 1503, los miembros de esta cofradía confirmaron su privi­ legio exclusivo de poder faenar hasta cuatro leguas mar adentro. Esta dispo­ sición contó con la oposición de los con­ cejos de Comillas, Cóbreces, Ruiloba, Ruiseñada y Novales, que veían limi­ tado su espacio marítimo, motivo por el que la propia cofradía dictó una orde­ nanza prohibiendo a sus cofrades todo trato con los de Comillas.

completo mientras estuviese impedido para trabajar. También marcaba la propia cofradía la prohibición de salir a pescar los domingos y vísperas de fiesta, bajo pena de multa, y su mayordomo, los hono­ res que debían rendirse al patrono San Vicente por su festividad. Desde el reinado de Juan II los cofra­ des gozaban de la exención de prestar el servicio militar en tierra por consi­ derar más provechoso para los pesca­ dores los conocimientos de navega­ ción que pudieran obtener con este cumplimiento patriótico.

El mayordomo era la figura más representativa de los mareantes.Como juez único y gobernador del cabildo deliberaba sobre las demandas surgi­ das por desaparición o robo de apare­ jos y útiles de navegación. Sus orde­ nanzas señalaban los diez años como edad mínima para salir a faenar,el deber de socorrer a viudas, ancianos e hijos de pescadores muertos, y ser genero­ sos con ellos al entregarles la limosna fijada en el día de San Martín. Al cofrade enfermo se le llevaba a casa el quiñón

de San Felipe Neri, situado en un paraje de gran belleza, y la iglesia parroquial. Continuando por la N 621, merece la pena que nos adentremos unos kilóme­ tros en tierras asturianas hasta el desfila­ dero de la Hermida, una profunda gar­ ganta labrada en piedra por el Deva, que puede atravesarse en coche por una , sinuosa carretera, o realizando una excur­ sión a pie de río no exenta de dificultades. Otra posibilidad es tomar desde San Vicente la carretera que parte al sur y que, Iras pasar La Acebosa, se dirige hacia la localidad de Estrada, donde se alza la

siglos XII-XV, que aunque está parcial­ mente arruinada, conserva en la leyenda del escudo el orgullo su estirpe:

Yo soy la torre de Estrada erguida en este peñasco más antiguo que Velasco y al rey no le debo nada. Otra torre-fortaleza, la más antigua de esta comarca, es la de Cabanzón, locali­ dad situada más al sur, a la que se accede tras enlazar con la carretera CA 181, antes


S a n t a M a r ía d e L e b e ñ a

S A N T A M A R ÍA D E L E B E Ñ A * *

, (l,B 2;280 m , 140 habitantes).

Situada junto al desfiladero de la Hermida, a 8 km de Potes, la iglesia de Santa María es la mejor muestra de arquitectura mozárabe de Cantabria.

Fiestas En Lebeña se festeja a la Virgen del Rosa­ rio (7 de octubre), y el 15 de agosto se cele­ bra la fiesta grande de la Virgen, en el atrio de la iglesia. Además de la procesión mati­ nal, los habitantes de la zona se reúnen por la tarde para disfrutar de las danzas, competiciones de bolos y música de piteros. Algunos años la fiesta termina con la degustación de chorizos a la brasa.

Gastronomía E n toda la comarca es característico el

cocido lebaniego, que se diferencia del montañés por la legumbre utilizada, que en este caso es el garbanzo cultivado en La Liébana, más pequeño y suave, que se cocina con cecina de cabra, jamón, tocino, chorizo, berzas, patatas, m orcilla y cebo­ lla. Para la sopa se añade pan de hogaza al caldo del cocido. Aquí también se hace el relleno, una masa de huevos, miga de pan, sal y perejil que se fríe y después se añade al puchero para que cueza.

llones lobulados que soportan los aleros, los capiteles de excelente labra y los arcos de herradura definen su estilo mozárabe. Existen sim ilitudes constructivas entre esta iglesia y la asturiana de San Miguel de Lillo, levantada en el siglo IX. En el frontal del altar hay una gran losa de piedra decorada con motivos circula­ res: una gran esvástica en el centro y flo­ res de seis pétalos en los laterales, de la misma época, aunque probablemente de origen celta. Frente a la iglesia se alza un tejo mile­ nario. Al parecer, era costumbre cuando se terminaba una construcción, plantar este árbol considerado símbolo mágico de vida y muerte pues, según cuenta Plinio en sus crónicas, los cántabros u tili­ zaban la savia extraída del tejo para sui­ cidarse, cuando se veían acorraladas por el enemigo. E l pueblo, con su típico caserío diseminado por la ladera, también merece una visita y un sabroso acercamiento a sus afa­ mados quesucos.

■HISTORIA Y VISITA La iglesia de Santa M aría de Lebeña fue fundada en el año 925 por el conde Alfonso y su esposa Justa. Como en todo origen remoto, existe una leyenda según la cual el conde y su consorte se proponían tras­ ladar a este templo los restos de Santo Toribio, pero éste, que debía de preferir el reposo de su monasterio, cegó sus ojos hasta que renunciaron a ese objetivo y se conformaron con levantar esta pequeña joya arquitectónica, convertida hoy en uno de los lugares más visitados de la inagotable comarca lebaniega. La relevancia de este edificio del siglo X estriba en la utilización, por primera vez en la península, del pilar compuesto, una de las características defmitorias del romá­ nico en época posterior. La bella articu­ lación volumétrica del templo se debe a los cuatro pilares centrales que forman tres naves, con nueve tramos de diversa altura, llegando a alcanzar una elevación

I A LR ED ED O RES Ascendiendo por la N 621, en dirección a Potes, se entra en la comarca de La Lié­ bana. Uno de los subvalles, el de Cillórigo,

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se caracteriza por los bosques de tilos, hayas, robles y enebros, y por sus colla­ dos, muy frecuentados por los escalado­ res. En los pastos altos ha prevalecido la economía pastoril desde la época neolí­ tica, como lo prueban los restos dolmeníticos o tum ulares de Molín de los Moros, en Peña Ventosa. En Castro están las casonas de Otero y Eduardo García Llórente, y la ermita de San Francisco de Trasvega. En San Pedro de Bedoya pervive el viñedo tra­ dicional. Al otro lado de la carretera se divisa el macizo de Andara, que fue hasta hace poco objeto de explotaciones mineras. Como herencia quedan más de 50 km de sendas de herradura y caminos carrete­ ros propicios para el paseo y la leyenda ya que, debido a los desniveles, se produ­ cen desprendimientos que los lugareños achacan a los diablillos de Colio; precisa­ mente en 1902 el pueblo de Colio quedó arrasado por la avalancha del Canchorral de Hormas. Aun así el pueblo conserva la iglesia, románica del siglo XIII, y algunas casonas y portaladas. Desde Lebeña, no obstante, resulta más atractiva la ruta hacia el norte, centrada en el desfiladero de la Hermida*, impre­ sionante garganta de 15 km que tiene su origen en la erosión de las calizas carbo­ níferas por el cauce del Deva. E l recorrido resulta sobrecogedor. Conviene advertir que en época invernal y durante el des­ hielo se producen desprendimientos de rocas, por lo que se con precaución.

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Desde el pueblo de La Hermida, con casas solariegas interesantes, se puede subir hasta Bejes, que ofrece una impre­ sionante panorámica y donde destaca su iglesia paiToquial de Santa María, con troneras y campanas en la espadaña. También desde La Herm ida se sigue hacia Urdón, desde donde parte una angosta carretera hacia Tresviso (890 m), el pueblo de más difícil acceso de Canta­ bria, que en invierno suele quedar inco­ municado por las nevadas (sólo por medio de un helicóptero se puede evacuar a los enfermos). E l camino* que asciende hasta el pueblo desde Urdón es realmente impre­ sionante; a vista de pájaro parece una obra de arte de algún ilustrador. Para quienes sufren de vértigo, es pre­ ferible usar la carretera de reciente cons­ trucción que viene de Sotres, por el lado opuesto. A su atractivo paisajístico, poblado de recoletas cabañas, se une la fama de sus quesos picones artesanales que, elaborados con leche de cabra, cura­ dos durante unos tres meses en cuevas recubiertos de hojas de castaño o roble, compiten con los de Cabrales, de sim ilar factura. Tanto la vida como la arquitectura de esta zona es más austera, más recogida, pero al mismo tiempo tiene un sabor más entrañable.


Sa n ta n d er

SA N T A N D ER ** (3,A1;15 m, 200.000 habitantes). Capital de la provincia. La capital de Cantabria se asoma a una bella y amplia bahía. Posee una intensa vida urbana y cultural ligada a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Santander es moderna, cosmopolita y elegante, y está dotada de todos los servicios de una gran ciudad. El Paseo Marítimo, que se extiende desde Puerto Chico hasta Cabo Menor, es uno de los más hermosos del litoral español.

Historia Los primeros datos de sus pobladores se remontan al año 21 a.C., fecha en la que el emperador Augusto envió la armada de Agripa para someter a los cántabros, cen­ trando en la ensenada santanderina su base logística, a la que denominaron Por­ tas Victoriae por el triunfo romano sobre la organización tribal. E l término Santander es una evolución lingüística de Sancti Emeteri, nombre que recibió la puebla desde el siglo III d.C. a raíz de la llegada de las cabezas de los már­ tires Emeterio y Celedonio, que, según la tradición, arribaron en una barca de pie­ dra, tras atravesar lo que hoy se conoce como islote de La Horadada, proceden­ tes de Calahorra. La primera denominación documental del Puerto de San Emeterio aparece en el privilegio concedido por Sancho II, en el año 1068, al monasterio del mismo nom­ bre, fundado por Alfonso el Casto, a fina­ les del siglo VIII. Proclamada villa de aba­ dengo por Alfonso V III, colaboró en la reconquista de Sevilla, por lo que en el escudo de la ciudad, además de las cabe­ zas de los santos mártires, aparece la torre del Guadalquivir, de la que pende una

cadena rota, que cae al río, y un galeón. La ciudad alcanzó gran apogeo a raíz del privilegio de exportar las lanas castellanas a Flandes y Amberes, dado que Santander era una de las “Cuatro Villas del Mar” com­ prendidas en el Reino de Castilla. Tras el decaimiento producido por la peste del año 1597, que diezmó la pobla­ ción, el siglo XVIII experimentó un gran auge debido a la habilitación del puerto para comercial-con las islas de Barlovento y con los restantes puertos de América. Su consolidación definitiva se debió a la concesión, por Fernando V I, en 1755, del título de ciudad y a la posterior capi­ talidad de provincia en 1817. También en estos años se resolvió el contencioso his­ tórico entre Santillana y Santander por conseguir la cabeza del obispado; final­ mente, la bula de Benedicto XIV creó la diócesis de Santander y la hasta entonces colegiata recibió el rango de catedral. La liberación del comercio con Amé­ rica, en el siglo XIX, generará una impor­ tante estructura mercantil, el crecimiento de la población y la remodelación y amplia­ ción del puerto, el desarrollo de los asti­ lleros y un trasvase poblacional de india nos que embarcaban para las colonias.

Tanto la Guerra de la Independencia como la Guerra Civil Española, en la que San­ tander participó en el bando republicano, fueron un duro embate para la ciudad. Entre ambas contiendas tuvo lugar, en 1893, la explosión del carguero Cabo Machichaco, que causó más de 500 muer­ tos e importantes desperfectos. Finalmente, el tremendo incendio de 1941 arrasó la mayor parte de lo que que­ daba de la tradicional puebla vieja. La reconstrucción fue un empeño muy fructífero, aprovechado para realizar un importante ordenamiento urbanístico en estilo neoherreriano para los edificios públicos y racionalista en el resto. E l expan­ sionismo de los sesenta impulsó la cons­ trucción en vertical y la aparición de nume­ rosas bandadas populares, frente a las que el Sardinero se configuró como zona resi­ dencial y turística de alto nivel de vida. A pesar de todos los avatares históri­ cos, Santander se ha convertido hoy en una ciudad adm inistrativa, comercial y turística de primer orden y en uno de los centros de cultura y recreo más im por­ tantes de la cornisa cantábrica.

Gastronomía La tradición culinaria de Santander, al igual que la del resto de la región, se apoya en el privilegio de poseer productos de primerísima calidad procedentes tanto de la mar como de tierra. Pescados y mariscos, carnes y produclos hortofrutícolas se combinan en ela­ boraciones sencillas pero muy cuidadas. Los productos más característicos de Santander son las rabas (calamares fri­

tos) y los bocartes rebozados (boquerones grandes abiertos en filetes), el cachón, per­ cebes, nécoras o cigalas que se pueden encontrar en lugares de tapeo, restaurantes o en el barrio pesquero. No hay que olvi­ dar los pescados de río, como las truchas, los salmones o las angulas. Las carnes de vacuno, de excelente cali­ dad, se saborean por igual en guisos, a la plancha o a la parrilla. La repostería casera goza de gran pres­ tigio; destacan el arroz con leche, la leche frita o las natillas, aunque los dulces más emblemáticos de toda la región son las quesadas y los sobaos. Quesos de elaboración artesanal como los quesucos de Liébana, Tresviso, de nata y los curados, o semicurados, ocupan un lugar privilegiado en las cartas de los res­ taurantes.

Fiestas Las fiestas mayores de la ciudad, en honor a Santiago Apóstol (25 de julio) y a los patro­ nos de la ciudad San Emeterio y San Cele­ donio (29 de agosto), ofrecen una variopinta programación que incluye verbenas, feste­ jos taurinos, regatas por la bahía, sardinadas, competiciones de bolos y los fuegos ar­ tificiales en la segunda playa del Sardinero. Otras fiestas son las romerías de la Virgen del Mar o la subida al faro de Cabo Mayor, con almuerzo campestre incluido. E l ca­ lendario festivo tiene otras citas agradables con la Fiesta del Turista (6 de agosto) y el Día Infantil de Cantabria, que se celebra en junio en la península de la Magdalena, com­ binando sabiamente aspectos lúdicos y manifestaciones del folklore regional.


C a n t a b r ia d e l a A a l a 7

C r ó n ic a R e a l

de

Sa n ta n d er

El rey Alfonso XIII y su esposa, la reina Vic­ toria Eugenia, tuvieron gran protagonismo en el desarrollo social, cultural y arqui­ tectónico de la ciudad de Santander entre 1913 y 1930. Sus estancias veraniegas señalaron una cumbre en la historia de la región y contribuyeron al prestigio de la capital de la montaña. La afición de los monarcas españoles a las playas de Cantabria, a sus bondades climáticas y a sus atractivos monumen­ tales y paisajísticos se debieron, en buena parte, a las alabanzas de la reina Isabel II y el rey Alfonso XII. Ya en 1900, la reina regente María Cristina de Habsburgo había girado una visita a la ciudad acompañada de su hijo Alfonso XIII, que entonces tenía 14 años y que en 1902 se haría cargo de la corona. El monarca continuó acercán-

Palacio de la Magdalena.

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E l Festival Internacional de Santander (FIS) inició su andadura en 1952, con una

S a n tan d er

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Vida urbana Tres son los eventos culturales que han dado fama internacional a Santander: La Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, el Festival Internacional de San­ tander y el Concurso Internacional de Piano. La Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, creada en 1932 y llamada colo­ quialmente UIMP, organiza cursos de espe-

dose a Santander en veranos sucesivos, desde su lugar de veraneo habitual que por aquel entonces era San Sebastián, coyuntura que el Ayuntamiento de San­ tander consideró oportuna para regalar a Alfonso XIII la península de la Magdalena, en cuyo altozano se construiría una resi­ dencia regia encargada a los arquitectos Bringas y Riancho.EI palacio de verano de la Magdalena fue entregado a Alfonso XIII el 7 de septiembre de 1912. El 5 de agosto de 1913 llegaron los reyes desde Madrid para pasar los meses de calor en este mag­ nífico enclave. Fueron recibidos por miles de santanderinos encantados con la idea de ver su ciudad convertida en corte real. Con los reyes llegaron los nobles y aris­ tócratas de la corte, que vieron en San­ tander la ciudad idónea para el veraneo, y otras gentes que veían aconsejable "dejarse ver por Santander" La respuesta de los hosteleros y comer­ ciantes locales fue rápida e inteligente: ampliaron su oferta. Así, el Sardinero y el paseo Benito Pérez Galdós se convirtie­ ron en zonas residenciales de elite, pro­ digándose elegantes mansiones como Villa Piquío, Villa Rita o Villa Hope.Los potentados locales, que no querían ser menos, vieron en la avenida de la Reina Victoria la ubicación apropiada para su estatus.Tan distinguida concurrencia tenia gustos especiales que debían ser cubier tos por una ciudad con aspiraciones; por ello las obras de infraestructura y las ins talaciones dedicadas al ocio y la cultura se multiplicaron. En 1917 se inauguró el Hotel Real, en 1916 el remodelado Gran Casino del Sardinero;de la época son tam bién el Hipódromo de Bella Vista, el Tea tro Pereda, el Campo de Polo de la Maq

aunque su centro neurálgico y lectivo es el Palacio de la Magdalena, durante los mese, de junio a septiembre. Constituye un adi ■ cuado lugar de encuentro que propicia rl intercambio de saberes y experiencias enliv especialistas, expertos y profesionales m las más diversas materias, facilitando ai le más la presencia de profesores extrunjc ros, así como la relación y comunictu Ion

dalena, el Club Marítimo,el Campo de Golf de Pedreña e, incluso, las pistas de aeroplage de Comillas. En la bahía santanderina fondea­ ban yates, acostumbrados a recorrer todos los mares, que eran escenario nocturno de lujosos partys.La Marina Española también hizo acto de pre­ sencia con el Giralda, el Victoria Euge­ nia o el María Cristina. La activa vida cultural de la ciudad, lejos de decaer.se vio animada por la presencia real y su séquito; tampoco se olvidaron los actos benéficos,a cuya cita no faltaba la reina Victoria Euge­ nia. Corridas de toros, verbenas popu­ lares, meriendas campestres, audicio­ nes de música o representaciones de ópera se multiplicaron en cantidad y calidad. Una de las tareas cotidianas del rey •Ta despachar los asuntos de la corona; por este motivo, ministros, embaja­ dores y almirantes eran citados a palai io. Una de las visitas más recordadas de aquellos años fue la del presidente de la República Argentina, Marcelino Ivear.en 1922, con apoteósico reciIamiento en el puerto. Tanto esplendor, bullicio y creci­ miento asombraba a la ciudad que iu s o todo su empeño en no dejarse abrumar por ello y se esforzaba por <dar a la altura de las circunstancias. lio contribuyó el carisma de los ¡■■yes,la simpatía de los infantes y el unbientechicde la corte,que contai.iron a Santander de un aire cosi>opol¡ta y distinguido que hoy per­ úira e identifica a la ciudad como una la las más elegantes del país.

universidades españolas, para compartir el localismo y luchar contra el peor ene­ migo de toda tarea científica y cultural: el aislamiento. En definitiva, la Universidad es un moderno centro cultural universitai io que se ha convertido en un foro de dis11 isión y de debate, libre y plural, capaz de interesar a gran número de estudiantes y de responder, en sus programas, a las

extensa programación musical que abarca el campo sinfónico, el de cámara, el tea­ tro y la danza. Durante cuarenta años el festival se ha celebrado en la Plaza Porticada, un espacio urbano que, recubierto con una gran lona y habilitado a modo de teatro ha visto desfilar por sus gradas a artistas como, Ataúlfo Argenta, Jehudi Menuhin, Montserrat Caballé, José Catre­ ras, Plácido Domingo, Julio Bocea, Rudolf Nureyev o V ittorio Gassmman. Desde 1991, el F IS se celebra en el Palacio de Festivales, edificio de avanzada arqui­ tectura, obra del Premio Príncipe de Astu­ rias, el arquitecto navarro Javier Saenz de Oiza. Este nuevo marco escénico ha permitido al F IS dar cabida al mundo de la ópera, prácticamente abandonado a causa de los escasos recursos escénicos de la Plaza Porticada. E l Festival santanderino da comienzo en los últimos días de junio y se prolonga durante todo el mes de agosto.

El Concurso Internacional de Piano “Ciudad de Santander”, creado en 1972 por Paloma O’Shea, acoge a jóvenes vir­ tuosos de todo el mundo que a través de este certamen obtienen reconocimiento internacional y la posibilidad de conti­ nuar sus estudios mediante las becas otor­ gadas por la Fundación Isaac Albéniz, organizadora del evento. Aunque éstos son los tres agentes cul­ turales más destacados, Santander debe también su prestigio de ciudad volcada en la cultura a instituciones públicas y privadas que durante todo el año se pre­ ocupan por mantenerlo, destacando por su intensísima actividad la Obra Social y Cultural de Caja Cantabria, que patrocina una media de 1.500 actos a lo largo del año, incluidas exposiciones, recitales, actuaciones, publicaciones y cursos que se expanden por toda la región, aunque el lugar neurálgico de la actividad es el Centro Cultural Modesto Tapia, en la calle Tantín. La Fundación M arcelino Botín, con sede remodelada y vanguardista, orga­ niza también importantes exposiciones y eventos musicales, concede becas y patro­ cina restauraciones monumentales. La Junta del Puerto dispone del sensa­ cional Palacete del Embarcadero, donde


CANTABRIA DE LA A A LA Z

S a n ta n d er

nivel. También la Consejería de Cultura dispone de una sala de exposiciones y coor­ dina varios museos de la región. Otro evento digno de reseñar es Artesantander, una interesante feria de las artes plásticas, creada en 1992, en la que parti­ cipan las principales galerías de la región y que se celebra en agosto, con el patroci­ nio de Caja Cantabria, UIMP, Ayuntamiento de la ciudad y Diputación Regional. La Cámara de Comercio también contribuye con exposiciones y cursos que dinamizan el ambiente cultural de la ciudad. En cuanto a la actividad deportiva, San­ tander cuenta con una infraestructura notable: campo municipal del golf en Mataleñas y privado en Pedreña, escuela de vela en la isla de la Torre, surf, windsurf y todo tipo de deportes náuticos en el club de la Horadada, tenis y polo en la Magdalena, campo de tiro en San M artín y fútbol en el nuevo estadio de E l Sardinero. Sin con­ tar el squash o la equitación, que puede practicarse en E l Rostrío, Liencres, Bezana y Castanedol. Respecto al ambiente urbano, la ciu­ dad sorprende por su desbordante activi­ dad. Las zonas claves van unidas a un imperativo horario y a los gustos de cada visitante. De mañana, las calles aledañas a la Plaza del Ayuntamiento ofrecen una gran ani­ mación que proviene bien del Mercado de Abastos de la Esperanza, situado detrás, bien de las calles comerciales que parten de esta zona, o en ella convergen: Isabel II, Cádiz, Lealtad, la petonal San Fran­ cisco, Juan de Herrera, Rualasal, Jesús de Monasterio, Vargas, San Fernando, B u r­ gos, la travesía del Cubo, la del Medio, o Guevara. La calle del Arrabal, prolongación de Rualasal, es un lugar de amplia tradi­ ción comercial que cuenta con interesantes comercios de cerámica, ropa y comple­ mentos y tapicería. Para el aperitivo y tomar cañas son reco­ mendables las terrazas del paseo de Pereda, la plaza de Pombo, Peña Herbosa, Her­ nán Cortes, Bonifaz y San Lucia. En Puerto Chico son igualmente animadas las terra­ zas y bares de las calles Casimiro Díaz y Juan de la Cosa, así como la prolongación del paseo de Castelar. La oferta de res­ taurantes se reparte por toda la ciudad, con una alta concentración de locales en

Puerto Chico. y ambiente marinero, con posibilidad de degustar platos de pescados, parrilladas y paellas, en el barrio Pesquero. Ambiente más cosmopolita se aprecia en la zona del Sardinero o la playa de la Maruca con una oferta gastronómica más selecta. E l ambiente nocturno se concentra, a primeras horas de la noche, en la plaza de Cañadio, San Femando y en Puerto Chico, con posibilidad también de cenar de pico­ teo en Río de la Pila. E l Carmen, Perinés y Santa Lucía son calles con una alta con­ centración de bares con música para tomar copas, mientras que, en la zona del Sar­ dinero, las primeras horas de la noche se consumen en la zona de terrazas próxima al casino para acabar más tarde en la cal le Panamá.

I VISITA Del Barrio Pesquero a Puerto Chico Entrando en la ciudad por la zona marf tim a se accede a la calle Marqués de la Herm ida (F l); mediada ésta aparece la Lonja de Contratación, que indica la piv

(F l, f.p.) y la dársena de M aliaño (F2), zona repleta de bares y restaurantes en los que degustar los frutos de la mar y pre­ senciar la llegada y subasta del pescado en torno a la lonja. En la confluencia de Marqués de la Hermida con Antonio López se alzan los edificios de la Aduana, Comandancia de Marina y la Estación Marítima de Ferrys (F2), que mantiene una im por­ tante línea regular de pasajeros y mer­ cancías entre Santander y la ciudad inglesa de Plymouth. En este punto sorprende el conjunto que forman los jardines de Pereda (E2), de un lado, y la bahía de Santander, por el i>tro, acotada por la mole de Peña Cabarga, que parece vigilar la ciudad que se extiende frente a ella, avisándole de los temporales que llegan por el sur. Los cedros, magnolios y palmeras de los jardines de Pereda esconden algunos monumentos dedica­ dos a héroes e ilustres escritores de Canlabria. E l más solemne corresponde a Velarde, el héroe del Dos de Mavo. aue se

Alfonso X III (o de las Farolas), realizado en bronce por el escultor Elias Martín. Igualm ente em otivo es el conjunto escultórico dedicado al más conocido escritor cántabro, José M aría de Pereda, que se encuentra en el centro de los jar­ dines, con una escultura en bronce del novelista sobre una roca cubierta de vege­ tación, en cuya parte baja se observan relieves que representan escenas de las obras del escritor. Otra escritora de la región, Concha Espina, tiene también su recordatorio en una fuente, obra de Victorio Macho. En los jardines se encuen­ tra la oficina de información turística del Ayuntamiento de Santander. Junto a los jardines se prolonga el mue­ lle, orientado hacia la Bahía de Santan­ der, con una primera parada en el Pala­ cete del Embarcadero (E3), una sala de exposiciones, dependiente de la Junta del Puerto, en la que se pueden ver algunas de las muestras itinerantes más intere­ santes del país. A su lado la Grúa de Pie­ dra (E2) testimonia lo aue fue el antieuo


SA N T A N D ER

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M U SEO DE BELLAS ARTES DE SANTANDER

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1. Pintura flamenca (siglos XVI y XVII) 2. Pintura flamenca e italiana (siglos XVII y XVIII) 3. Pintura española del siglo XVII 4. Francisco de Goya y su época 5. Pintura española (siglos XVII y XVIII) 6. Pintura española (siglos XIX y XX)

14. Agustín Riancho (1841-1929) 15. Numismática, medallística y xilografía. Sala de vídeo

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7. Pintura cántabra (siglos XIX y XX) 8. Pintura costumbrista española del siglo XX 9. Escultura de los siglos XIX y XX 10. Pintura cántabra del siglo XX 11. Grabados de Francisco de Goya 12. Grabados de Rogelio de Egusquiza

17. María Blanchard (1881-1932) 18. Riancho y Campuzano (dibujos y grabados)

Planta 1. Siglo XX

tra el atracadero de las llamadas “regi­ nas” , pequeños barcos de pasajeros que atraviesan la bahía durante todo el año con destino a las playas limítrofes de El Puntal, Sonto y Pedreña o que realizan pequeñas excursiones hasta el Puntal y al río Cubas durante todo el año. En todos los casos, si el mar no está embravecido, el trayecto se agradece, porque ofrece una m agnífica visión global de lo que es la bahía de la capital cántabra, incluida la opción de hacer travesías nocturnas. Entre el palacete del Em barcadero y el Club Náutico se prolonga el llamado ¡muelle de Calderón (E3), en cuyo reco­ rrido se sitúa el grupo escultórico de los Raqueros, realizada por José Cobo. Las diferentes esculturas representan a un grupo de niños lanzándose al agua, según describía Pereda en su novela Sotileia, donde narraba la vida de los arrabales del Santander m arinero y pescador. E l recorrido por el muelle continúa supe­ rando el Real Club M arítim o y Puerto Chico, que en el pasado fue refugio de la Ilota pesquera y en la actualidad es puerto deportivo.

De Valdecilla al Parlam ento de Cantabria Otra ruta alternativa es la que desde la carretera N 634 o 611 indica el centro de la ciudad. Prim ero se encuentra el Hos­

pital Nacional Marqués de Valdecilla,

19. 20. 21. 22. 23. 24.

Pintura del siglo XX y actual (I) Pintura del siglo XX y actual (II) Pancho Cossío (1894-1970) Manuel G. Raba (1928-1983) Nuevas generaciones y pintura actual Iturrino, Solana y Quintanilla (dibujo y grabado)

Planta 0

centro sanitario puntero en investigación y de gran prestigio por los profesionales que en él desarrollan su trabajo. De Val­ decilla depende la Residencia Cantabria, especializada en ginecología, situada en la parte alta del Hospital y con entrada por la calle del General Dávila. Al final de la avenida de Valdecilla está la plaza de Cuatro Caminos, centro del que parten distintas calles en dirección a las playas del Sardinero y a la zona alta de la ciudad. 'E n sus inmediaciones, lindando con la I¡laza de Méjico, se alza la centenaria Plaza

de Toros. Siguiendo las calles de Vargas y San Fernando se abre otra de las zonas comerciales de la ciudad, en la que tam­ bién se encuentran algunos organismos ol iciales y el centro de especialidades de la Seguridad Social. Entre ambas calles discurre la alameda de Oviedo, repleta

Tiendas, restaurantes y cafeterías con­ forman las calles Burgos y Jesús de Monasterio (E l), la primera de ellas recon­ vertida en zona peatonal hasta su enlace con la plaza de Numancia. A la izquierda, en un destacado caserón de la calle Rubio, están ubicados el Museo Municipal de Bellas Artes* (E l), y la Biblioteca-Museo de Marcelino Menéndez Pelayo. E l museo de Bellas Artes se distribuye en tres plantas. La primera alberga mues­ tras temporales de arte contemporáneo. En la segunda se exhiben colecciones de destacados pintores cántabros como, Pan­ cho Cossío, Casimiro Sainz, M aría Blan­ chard, Manuel Salces y Agustín Riancho. En la tercera se encuentra la obra más destacada del museo, el retrato que Fran­ cisco de Goya realizó a Femando V II, cua­ dros de Valdés Leal, Zurbarán y Van Schoor, las interesantes colecciones de las escuelas italiana, flamenca y española de los siglos XV al XVIII, y las salas dedicadas a M aría Blanchard, Francisco Iturrino y José Gutiérrez Solana. La Biblioteca y Casa-Museo de Me­ néndez Pelayo* (E l) ha sido declarada conjunto histórico-artístico. La biblioteca, diseñada por Leonardo Rucabado en un peculiar estilo que algunos autores han definido como “neobarroco-regionalista”, representa el florecimiento intelectual que tuvo lugar en Santander en los años fina­ les del siglo XIX y los comienzos del XX. Alberga cerca de 42.000 volúmenes, entre ellos 563 manuscritos, 23 incunables y una copia de las Crónicas de Alfonso X el Sabio, de finales del siglo XIV; también destaca el manuscrito conocido como Cró­ nica Troyana (siglo X III y XIV), con valio­ sas ilustraciones policrom adas. E n la biblioteca se conserva el modesto despa­ cho del polígrafo, donde vio la luz la mayor parte de su obra, y la gran sala de lectura, prodigio de arte y equilibrio estético donde la luz natural, que traspasa la vidriera y lucera superior, acentúa la solemnidad de la cultura atesorada en los volúmenes dis­ puestos en hermosos armarios acristalados. Estos fondos fueron donados por Menéndez Pelayo al Ayuntamiento de San­ tander con la consigna de que sus volú­ menes permanecieran en la ciudad y sir­ vieran de ayuda a estudiosos y científicos. Cruzando el jardín, donde se encuentra


C a n t a b r ia de l a ñ a l a Z

Sa n ta n d er

LA LLUVIA Y DON MARCELINO La pluviosidad de Cantabria, común a toda la cornisa cantábrica, es bien cono­ cida por muchos visitantes habituales de la fachada cantábrica y está perfec­ tamente asumida por los habitantes de estas tierras,forzosamente habituados a desarrollar sus actividades diarias entre pertinaces aguaceros, a menudo acompañados de fuertes rachas de viento que vuelven los paraguas del revés y aderezados con repentinos cha­ parrones de granizo que hacen de la lluvia todo un fenómeno. Hubo sin embargo quien se empe­ cinaba en negar este hecho, como el respetado erudito Marcelino Menén­ dez Pelayo, quien, por alguna razón desconocida,defendía públicamente que en Santander no acostumbraba a llover, o si lo hacía era con mucha menos intensidad y frecuencia de lo que gene­ ralmente se creía. Frecuentaba el inte­ lectual la tertulia de un establecimiento comercial en la desaparecida calle de La Blanca, con asidua presencia de otros escritores e intelectuales santanderi-

Mariano Benlliure, se puede visitar la casa en la que vivió y murió el ilustre polígrafo montañés. Bajando la calle Miguel Artigas se llega a la plaza del Ayuntamiento (El); detrás se encuentra el popular mercado de la Esperanza (El-2) y en los alrededores, las comerciales del Cubo, Rualasal, San Fran­ cisco y el Arrabal, repleta de tiendas de cerámica y tapicerías y prendas de vestir. Frente a la Casa Consistorial aparece la calle de Isabel II, al final de la cual, gi­ rando a la derecha por la calle de Cádiz, se llega a la plaza de las Estaciones, que concentra la de Autobuses (Fl-2) (de la que parten líneas que comunican toda la región), la de Renfe y la de Feve (F l) (punto de partida de la ruta turística del Transcantábrico, que recorre la costa hasta A Coruña). Nuevamente en Isabel II, subiendo por Ruamayor, se enlaza con la calle Alta para llegar al edificio que alberga, desde 1987, el Parlamento de Cantabria (E l). Esta

nos. Las opiniones de Menéndez Pelayo eran escuchadas siempre con el máximo respeto y atención, salvo en esta cuestión de la lluvia, en la que nadie compartía su afán desmitificador,cosa que no afectaba en absoluto a sus convicciones. Un día de ésos en que la lluvia es par­ ticularmente densa y cae sin tregua, los contertulios iban dejándose caer por el lugar de reunión, a última hora de la mañana, con el comentario uná­ nime del mal tiempo y la tácita com­ plicidad de aguardar la llegada de don Marcelino, para comprobar si era capaz de mantener su conocido argumento, en una mañana como aquélla. No rehuyó el sabio su encuentro con la ter­ tulia. Llegó a la hora acostumbrada, se quitó el empapado impermeable y arrinconó el chorreante paraguas, mien­ tras alguien decía: - ¿Ha visto usted,don Marcelino,qué manera de llover? - Sí, sí...-respondió impertérrito-, ¡Cómo estarán en Bilbao!

1791, aunque originariamente acogía el hospital de San Rafael hasta la remode­ lación que la dotó del hemiciclo, salas de reuniones y despachos afines a su actual uso como sede del órgano legislativo regio­ nal. E l edificio, además de albergar la máxima representación del legislativo cán­ tabro, es una de las construcciones más sólidas y representativas de la ciudad. Construido en sólida piedra caliza de sille­ ría, procedente de Escobedo, es de planta rectangular, organizada en tomo a un patio central porticado que periódicamente al­ berga exposiciones de arte. Destaca su fachada principal, con nueve arcos de medio punto, sustentados por pilares culi drangulares que dan paso a los austeros soportales. La hornacina central, amplía cornisa y ocho ventanales con sus.anle pechos, completan el armónico conjunto de la fachada. E l pórtico del patio interii 11 presenta cinco arcos por lado y el óculo1> parte superior de un aljibe. E l salón de Sesiones se encuentra en el lado sur, oricn

Por la calle de Calvo Sotelo se llega a la emblemática Plaza Porticada (E2), ejem­ plo de la arquitectura neoherreriana que se llevó a cabo en la reconstrucción de la ciudad tras el incendio de 1941. En los edificos que la conforman están ubicados organismos oficiales, como la Delegación de Gobierno, la Comisaría de Policía, la Cámara de Comercio, la Oficina Central de Turismo y la Caja de Ahorros y Monte

de Piedad de Cantabria. Frente a la plaza, cruzando la calle, se encuentra la catedral* (E2) y la sede del Obispado. Originariamente erigida en un cerro costero, los posteriores rellenos de la bahía terminaron alejándola de la ori­ lla del mar. Aunque quedó muy afectada tras el incendio de 1941, aún se mantiene la cripta del Cristo*, de principios del siglo XIII, en un estilo gótico temprano muy sobrio. Es el monumento más anti­ guo que se conserva en la ciudad. Bajo el suelo y protegidos por una mampara de cristal, se observan los restos romanos que dieron origen a la ciudad y al prim itivo templo de San Emeterio y San Celedonio. La capilla es de reducidas dimensiones y lorm a rectangular, organizada en tres naves. En el ábside mayor se guarda un hermoso crucifijo de madera policromada, de traza castellana, y en el derecho una Piedad, en piedra también policromada. Sobre esta recoleta iglesia, accediendo por el claustro, se entra en la catedral, que comenzó a edificarse en el siglo XIV bajo esquema de cuatro naves y torre. Su estilo es gótico, aunque por su solidez y sobrie­ dad de fábrica parece la arquitectura de una fortaleza. En su interior, que ha cono­ cido diversas reformas y ampliaciones en siglos posteriores, destaca una p ila de agua árabe, al parecer traída de Sevilla

por los navegantes que participaron en la reconquista de la capital hispalense, y el

sepulcro de Marcelino Menéndez Pelayo, obra de Victorio Macho, en el que aparece la figura yacente del polígrafo sobre el sar­ cófago que guarda sus restos. En la misma zona se encuentra una Piedad, realizada en bronce por el mismo escultor. Pueden verse además otras muestras destacadas de escultura funeraria, como la estatua yacente de don Pedro Camus (1599), en la capilla de la Puebla, o la estatua orante del obispo Vicente Sánchez de Castro, del escultor Daniel Alegre, en la capilla del Rosario. En cuanto a retablos, destaca el mayor, de estilo barroco-churrigueresco, procedente de Palencia, en el que se inclu­ yen las figuras de los patronos, San Em e­ terio y San Celedonio. Son también nota­ bles el de Santa M aría de Bareyo y el de la Bien Aparecida. Al lado de la catedral destaca la iglesia de la Compañía y los edificios del Banco de España y de Correos y Telégrafos (E2). En la margen derecha, frente a los jardi­ nes de Pereda, se alza el destacado edificio del Banco de Santander, con arco incluido, diseñado por el arquitecto González Rian­ cho, que incluye esculturas de Blanes y que, desde su construcción en la década de 1940, forma una de las imágenes emblemáticas de Santander. E n las inm ediaciones se encuentran también los edificios de Banesto y la Fundación Botín (E2). Agradable es el paseo por la plaza de Pombo (E3). Santander se m ira y se identifica a sí misma con el paseo de Pereda (E2-3), paso obligado entre la zona playera y la comercial. Su estética característica son los miradores y las mansardas, especie de buhardillas ideadas por el arquitecto fran­ cés Mansard, para ganar altura a los edifi­


Sa n ta n d er

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sula de la Magdalena (E-F5-6) por el campo de polo o por la playa. Otra opción es recorrer la avenida de la Reina Vic­ toria (D-E5-6) que se inicia al final de Castelar. Esta avenida está cuajada de man­ siones y es un estupendo mirador sobre la bahía, que la bordea en su parte alta hasta llegar a la Magdalena. E l pueblo de Santander regaló este paraje al rey Alfonso X III. Los arquitectos locales Javier González Riancho y Gonzalo Bringas fueron los encargados de construir el palacio de la Magdalena* (E-F6) (las 700.000 pesetas de su presupuesto total fue­ ron pagadas por suscripción popular). Ar­ quitectónicamente, el palacio presenta un estilo ecléctico, entre el gusto inglés de la reina Victoria Eugenia, que lo habitó ini­ cialmente en sus estancias veraniegas, y las influencias francesas que se decantan en

i m -

Santander cuenta con numerosos edificios señoriales; de izquierda a derecha, el Ayuntamiento, e! Gran Casino del Sardinero y e! Hotel Real. cios esquivando las normas urbanísticas. Reconocido como monumento históricoartístico, une a su valor patrimonial el ser un termómetro vivo del pulso de la ciudad, una especie de pequeña “city” en la que se desarrolla una paite importante de la acti­ vidad económica de la región, siempre con la baba al frente haciendo de contrapunto. E l paseo de Pereda concluye en Puerto Chico (E4), antes puerto pesquero y ahora atracadero de embarcaciones deportivas, presidido por el Club Marítimo (E3) ins­ talado en la misma dársena de Molnedo. Se trata de una suerte de palacete de color blanco, que se alza sobre las aguas de la baba. Fundado en 1928, es uno de los más prestigiosos de España, y tuvo como pri­ mer socio de honor al propio Alfonso X III. Desde la plaza de Matías Montero, frente a Puerto Chico, parte la calle de Casimiro Sainz (comunicada, mediante un túnel, con la avenida de los Castros y el Sardi­ nero), en la que se halla el edificio del Gobierno de Cantabria (E3). En la parte baja del edificio se halla ins­ talado el Museo de Prehistoria y Arqueo­ logía**, creado en 1925 a partir de una extensa colección donada ñor el maroués

procedentes de yacimientos como Altamira y Puente Viesgo. Posee una completa muestra fotográfica y de calcos directos de las pinturas rupestres y colecciones de estelas y lápidas funerarias. Piezas desta­ cadas son el bastón de mando, de la cueva de E l Pendo, las estelas gigantes, de Zurita y Lombera, o la colección de objetos pro­ cedentes del asentamiento romano en Julióbriga. E l museo sigue a la espera de encontrar una sede más adecuada para la muestra de sus valiosas piezas y la inves­ tigación de otros fondo.

De Puerto Chico a Cabo Mayor De la glorieta de Puerto Chico parte el

paseo de Castelar (E3-4) con algunos edi­ ficios representativos de la arquitectura burguesa. En el final del paseo se alza el palacio de Festivales* (E4 ), que se ha convertido en el símbolo arquitectónico y cultural del Santander del siglo XXI, con unas salas y auditorio preparadas para acoger todo tipo de artes escénicas. Obra de Sáenz de Oiza culminada en 1990, el palacio acoge al Festival Internacional (Ir Santander (F IS ), cuya sede desde 1950 venía siendo la Plaza Porticada como una medida provisional. Junto al palacio se encuentra la Escuela de la Marina Mei cante y en su zona baja, el Centro de Vela de Alto Rendimiento y una verdadci a iova de la aroueoloeía naval, el diciuc de

ribera, que se conserva como recuerdo de los antiguos astilleros de San Martín. También en Puerto Chico, en el extremo oeste de la Escuela Superior de la Marina, está el Planetario (E4) de Santander, cen­ Iro divulgativo, con un proyector que mues­ tra con gran precisión el movimiento de los astros sobre una pantalla que repre­ senta la esfera celeste tal y como se vería en cualquier lugar y a cualquier hora de observación en la Tierra. Muy interesante es el cercano conjunto formado por la Escuela Náutico-Pesquera, el Instituto Oceanográfico y el Museo Marítimo del Cantábrico* (E5), distribuido en cuatro secciones: barcos I radicionales, historia m arítim a, biolo­ gía m arina y etnografía pesquera. Des­ laca un esqueleto de ballena de más de 24 m de largo y otros pertenecientes a ejemplares de delfines, cachalotes y oreas; también pueden contemplarse varios acua­ rios con especies vivas de pequeños tibui <mes, tortugas y pulpos, y algunas maqueIas de barcos que reconstruyen la historia de la navegación. A partir de aquí surgen las primeras l>layas: los Peligros (D6), el Promontorio, la Magdalena (D6/F5) y los Bikinis (F6), así llamada por ser el primer lugar de la ' 11idad donde se exhibía la atrevida prenda. I >esdé este lugar se divisan las islas de la Horadada y de la Torre (centro de la

las escalinatas y terminaciones exteriores. Las caballerizas, construidas más tarde, diez años después que el palacio, se ubican en la zona baja de la península y tienen inte­ resantes dependencias de estilo georgiano. E l palacio y la península se convirtieron en el centro, entre 1913 y 1930, de la vida vera­ niega de la realeza y corte de España. En 1932 el gobierno republicano, que se había incautado del edificio, decretó que éste fúese utilizado como sede de la Universidad Inter­ nacional de Verano. Finalizada la guerra civil, la fam ilia real cedió el palacio para que en él continuasen los cursos de la UIMP. En 1977, don Juan de Borbón vendió, por la simbólica cantidad de 150 millones de pesetas, la península y todas sus instala­ ciones al Ayuntamiento de Santander. En este enclave se puede visitar un minizoológico (E-F5), que aprovecha los acan­ tilados, en el que se han instalado piscinas de agua marina para los animales, princi­ palmente osos polares, pingüinos, focas y leones marinos. En los jardines también se puede observar la presencia de los gale­ ones y balsas con las que el marinero cán­ tabro Vital Alsar cruzó el Atlántico y el Pací­ fico, o tomar el tren llamado “magdaleno” para disfrutar de una magnífica panorá­ mica de la isla de Mouro y el Sardinero y de la bahía, el Puntal y Santander. E l recorrido continúa jalonado de pla­ yas: el Camello (C6/E5), la Concha (C6) y la primera (C5) y segunda del Sardinero (B5), enmarcadas en paseos y jardines como


San ta n d er

C a n t a b r ia d e l a A a l a Z

Playas

Playa dei Camello. llaman la atención: en lo alto, el Hotel Real (D5) y, en la parte baja, el Casino del Sar­ dinero (C5), situado en la plaza de Italia, segundo centro urbano de la ciudad, sobre todo en verano. E l Hotel Real data de 1917. Es visible desde cualquier parte del litoral santanderino y con su cuidado color blanco, edificio de cinco plantas y hermosa terraza orientada hacia la bahía representa una de las obras más conocidas del arquitecto Riancho, así como la mejor instalación hotelera de Cantabria. E l Gran Casino está arquitectónicamente emparentado con el Hotel Real, data de 1916 y tiene un cueipo central de dos pisos con monumental esca­ lera y terraza, escoltado en los laterales por sendas torres octogonales. Bordeando las playas por la avenida de Castañeda (B-C4-5), se converge en la ave­ nida de los Castros, la arteria más larga de la ciudad, a la que recorre de este a oeste, por la zona septentrional. E n los Castros se halla el Campus de la Uni­ versidad de Cantabria (C2-3), así como el Paraninfo de Las Llamas, dependiente de la UIM P, escenario de los conocidos cursos de español para extranjeros. Desde los Castros al itinerario principal, por la

parque de González Mesones, en cuyas inmediaciones se halla el Nuevo Estadio del Sardinero (B4), cuyo nombre oficial es el de Campos de Sport del Sardinero. Frente a él se localiza el Palacio de Exposiciones de Santander (B4), obra de los arquitectos Gabriel Gallegos y Juan Carlos Sanz, que cuenta con una superfi­ cie de cerca de 6.500 metros dedicada a exposiciones, eventos y ferias. Exteriormente la fachada del edificio es de gran vistosidad con ladrillo cara vista y chapas de cobre. De diseño igualmente vanguardista es otro nuevo edificio, situado en esta zona, que se está convirtiendo en la imagen del nuevo Santander. Se trata del Palacio tic

Deportes de la Ciudad de Santander (B3), obra de los arquitectos Julián Frant i > y José Manuel Palao. E l edificio tiene una capacidad para albergar a 10.000 per,so ñas en grandes eventos, principalm cnlr deportivos, aunque también se llevan a cabo conciertos y otras actividades y cele braciones. Esta obra arquitectónica tiene una cubierta metálica de 400 láminas di acero inoxidable de diferente tamaño, con un tercio de los graderíos retráctiles fl

deportivos más destacados de la ciudad de Santander junto con el complejo depor­ tivo de la Albericia, el Centro de Alto Ren­ dimiento de Vela Príncipe Felipe, el puerto deportivo de Puerto Chico, el campo de golf de Mataleñas y la Real Sociedad de Tenis de La Magdalena. Junto al palacio y con una estética igual­ mente vanguardista se sitúa el Parque Atlántico de las Llamas, abierto al público en mayo de 2007. Desde los Campos de Sport del Sardi­ nero parte también la carretera que lleva al faro de Cabo Mayor (A5, f.p.), aun­ que antes de llegar, en el promontorio del Cabo Menor, está instalado el Campo M unicipal de Golf. Bajando por un camino que lo rodea se llega a la cala de Mataleñas (A5), tallada en los acantila­ dos. Cámpings y chiringuitos ofrecen sus servicios. Desde el faro de Cabo M ayor la panorám ica es m agnífica, y más en días de mar brava. No se puede visitar la lorre del faro, pero sí el edificio anexo que alberga el Centro de Arte Cabo Mayor, donde se exhiben obras pertenei ientes a la colección particular del pinlor cántabro Eduardo Sanz y donde se programan exposiciones temporales rela-

Son innumerables los arenales, a ambos lados de la bahía de Santander, en los que se puede tomar el sol o bañarse. Desde el centro hacia el Sardinero, las primeras pla­ yas son la de los Peligros (D6), tranquila a pesar del nombre, y la de la Magdalena (D6/F5), enmarcada en el centro de la bahía y que llega hasta los bajos del palacio del mismo nombre con un tramo de playa lla­ mada de los Bikinis (F6) por ser la primera de la capital cántabra donde se pudo ver dicha prenda. El Camello (C6), con un pro­ montorio que recuerda la chepa de este animal, es la prim era con mar abierto, mientras que La Concha (C6) es una de las preferidas por las familias santanderinas con muchos niños. La Primera (C5) y la Segunda (B5), separadas por la punta de Piquio en marea alta, son las playas de E l Sardinero por excelencia. Con la marea baja quedan unidas en un total de dos kiló­ metros y medio de longitud en mar abierto. Junto al faro de Cabo Mayor y el parque de Mataleñas se encuentra la playa de Mataleñas (A5), la más alejada del centro y la más tranquila, con el único inconve­ niente de sus incómodas escaleras de acceso. La playa del Puntal es un sober­ bio saliente de arena con dunas en medio de la bahía a la que sólo se puede acceder en lancha. También desde Santander se puede cruzar la bahía en lancha para lle­ gar a la magnífica y enorme playa deSomo.

I A LR ED ED O RES Subiendo la carretera del faro, 1km antes de llegar arriba, ésta se bifurca; cogiendo la desviación de la izquierda, en direc­ ción a Monte y a Cueto se llega al Semi­ nario Mayor de Monte Corbán, a unos 3 km de la capital. E l edificio originario fue levantado en el siglo XV por la orden de los Jerónimos. Lo más notable que con­ serva es el llamado patio pequeño, her­ moso claustro renacentista de dos pisos y seis arcos en cada lado, con armonio­ sos juegos de basas, fustes, capiteles y arquivoltas. E l seminario tiene además otro claustro grande, de estilo barroco, que data del siglo XVIII y cuenta con cua­ tro pisos. Siguiendo la carretera aparecen las pla­ yas de la Maruca, base de pescadores y lugar de restaurantes que ofertan pesca-


C a n t a b r ia d e l a A a l a Z Sa n tan d er

pirones. En la playa de la Virgen del Mar destaca la isla y el santuario mariano que domina toda la zona y se enclava en una ladera sobre una isleta separada por un brazo de mar. E l templo, de una sola nave, contiene en su retablo m ayor la actual imagen de la Virgen, patrona de Santan­ der. Cuenta la tradición que la peste asoló la ciudad en 1597, ofreciendo sus habi­ tantes un voto peipetuo de acudir en pro­ cesión a la ermita, una vez al año. La igle­ sia, del siglo XVII, ha sido remozada y recuperada su fiesta, que se celebra el lunes de Pentecostés. Siguiendo la carretera, en San Juan de la Canal, Covachos, Portio y la Arnía se encuentra toda la belleza del Cantábrico, siempre inquieto. Tierra adentro se halla Santa Cruz de Bezana, Peña Castillo y Muriedas, con la Casa de Velarde, sede del Museo Etno­ gráfico de Cantabria*. Instalado en la casa fam iliar de Pedro Velarde, el héroe del levantam iento del Dos de M ayo en Madrid. E l museo ofrece un doble interés: la casona solariega que lo alberga, acerta­ damente restaurada, y la excelente colec­ ción de aperos, herramientas de oficios tradicionales, utensilios domésticos y lúdicos que reproducen formas de vida hoy difíciles de encontrar, aunque constituyen el pasado cercano del hábitat popular. En la finca exterior al museo se erige un hórreo, transplantado desde Pido, en Liébana, prácticamente la única comarca que mantiene alguna de estas construcciones que, en su día, existieron en toda la región. A 6 km de la capital, en las proximida­ des de Maliaño, está el aeropuerto de Parayas, que ofrece vuelos regulares con Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga, Valen­ cia, Sevilla, Palma de Mallorca y Las Pal­ mas de Gran Canaria. También mantiene vuelos con importantes ciudades extran­ jeras como Londres, Roma y Frankfúrt. En

el alto de Parayas se alza una sencilla igle­ sia que guarda los restos de Juan de Herrera, el célebre arquitecto al que se debe el diseño de E l Escorial y el origen de toda una escuela. En el cercano polígono industrial de Raos está enclavado el segundo puerto deportivo de Santander, conocido como

Marina del Cantábrico. Rodeando la bahía, tras pasar E l Asti­ llero, en la recta de Heras, se encuentra el acceso a peña Cabarga, una subida de 7 km, con un desnivel de cerca de 500 m al final del cual se halla el monumento al Indiano, inaugurado en 1968, según pro­ yecto del arquitecto Angel Hernández Mo­ rales. E l lugar tiene un gran atractivo pai­ sajístico, especialmente cuando sopla el viento sur, sus inmensas vistas panorámi­ cas sobre la bahía de Santander, por un lado, y prácticamente media región por el opuesto. Desde Heras, con la interesante torre de los Alvarado, se puede tomar la carre­ tera CA 141 que conduce a Pedreña, famosa por Severiano Ballesteros y por el Campo de Golf, creado en 1928 y consi­ derado uno de los más bellos de España. Cruzando el puente sobre el río Miera, tam­ bién llamado Cubas, se llega a Somo y su playa del Puntal, un brazo de arena que cierra la entrada de la bahía frente a la Magdalena, repleta de bañistas durante el verano. Continuando por la CA 141 se llega a Loredo, con una playa escenario del famoso derby en agosto. Cerca de Loredo está el santuario de Nuestra Señora de Latas, uno de los centros devocionales de la comarca, iglesia restaurada que con­ serva un interesante retablo barroco con imagen gótica de la Virgen. Cierra el are­ nal la zona conocida como las Quebran­ tas, acantilados y fondos rocosos temidos

por los marineros, dado que aquí han nau­ fragado muchos barcos al enfilar la entrada de la bahía. Entre Loredo y Langre (también con playa abierta al mar) se encuentra la isla de Santa Marina, reserva natural al igual que la de Mouro, por las especies m ari­ nas que viven en las profundidades de sus cavidades rocosas. Es una zona idónea para degustar marisco y otras especies apreciadas por los pescadores, lubinas, jargos y doradas entre otras. Finalmente la ría y playa de Galizano, aunque menos turísticas, son excelente lugar para descansar. Cerca de Galizano se encuentra, hundido, el acorazado España, convertido asimismo en ecosis­ tema propicio a la colonización de las espe­ cies marinas. S i en lugar de tom ar en A stillero la carretera de Pedreña se sigue la A8, en dirección a Bilbao, el prim er punto de interés es Valdecilla, pintoresco pueblo con casas solariegas del XVIII y una exce­ lente iglesia parroquial, iniciada a fina­ les del XV, en la que destacan la portada y la sepultura yacente de un caballero no identificado, que se halla en su interior, así como el humilladero de piedra situado en el exterior. A 3 km aparece S olares, localidad lamosa por su balneario, ahora recon­ vertido en un lujoso centro hostelero. Ade­ más cuenta con importantes muestras de arquitectura civil, como el palacio de Val­ í»uena, clásico conjunto con portalada y capilla acompañando a la casona, hoy reconvertido en centro hostelero, o la cer­ ina casa de los Rubalcaba. Desde aquí hacia M arina de Cudeyo, a ’ km, se encuentra Agüero, con un inte­ nsante castillo gótico del siglo XIV. Retomada la autovía, en Hoznayo, adein.is de una surtida oferta hostelera, des­

taca la portalada de Carasa-Arredondo y el palacio de los Acebedos.

Entram basaguas ofrece un intere­ sante conjunto de casonas -de la Pezuela, de Cagigal, de los Velasco- y los palacios de Villar y Hoyas. Del otro lado de la nacional, a 4 km, Villaverde de Ponto­ n es es solar de los M azarrasa, con su casona y palacio. Unos 5 km más adelante aparecen Añero y Hoz de Añero, donde destacan la igle­ sia parroquial y el palacio de los Cagi­ gal de la Vega. E l solar conocido como Desierto de Rigada era en su origen una casona, también de los Cagigal, pero actual­ mente es un convento de Carmelitas, rode­ ado de una hermosa finca con praderías y árboles frutales. Fue declarado monumento histórico artístico en el añol977. Entre la parroquia y el Ayuntamiento se conservan los restos de la monumental encina, hoy ya sin vida, bajo cuya sombra se reunían las Juntas de Trasmiera, institución fun­ damental en la historia de la región. En el paraje del término municipal, llamado “de los Nuevos Ricos” coloquialmente, resulta curiosa la reunión de castilletes y palacios de nueva planta en piedra de sillería. Siguiendo la carretera, pasado Preves, en Beranga, se pueden ver las ruinas de la interesante casona de Gómez del Corro y hacer un alto para comer en Hazas del Cesto, que tiene fama merecida por sus cocidos y carnes de ternera. Tras la comida, Solórzano, Quintana, Regolfo o el Portillo ofrecen amenos pai­ sajes y bellos monumentos, como el san­

tuario gótico de la Virgen del Fresnedo, en las proximidades del puerto de Fuente las Varas, de 447 m de altitud. Desde Santander se pueden visitar tam­ bién Santillan a del Mar [pág. 142], Comillas [pág. 84] o cualquier otro punto de la región.


S a n t illa n a d e l M a r

S A N T IL L A N A D E L M A R * *

.......................................... ...... (2, A2; 62 m, 4.180 habitantes).

Esta villa medieval es, junto a la capital, uno de los lugares más conocidos de Canta­ bria. El conjunto de sus casonas y calles empedradas hacen del lugar"una verdadera reliquia en la vida del hombre';como dijo de ella Jean Paul Sartre.

Artesanía Otro de los atractivos de la villa es su variada oferta en objetos en cobre, bronce, cerámica o piel que pueden encontrarse en tiendas o en casas de antigüedades.

Fiestas Santa Juliana, el 28 de junio, y San Roque, el 16 de agosto. En la noche del 5 de enero se representa el auto sacramental de la Epifanía en la plaza de la Colegiata, con la participación de los vecinos como acto­ res. En verano se convierte en subsede del Festival Internacional de Santander; por ello en la Colegiata de Santa Juliana pue­ den escucharse grupos de cámara de todo el mundo.

Gastronomía Santillana es la mejor embajadora de los

sobaos y las quesadas pasiegas, que se usan como postre en la mayoría de los restau­ rantes y en las múltiples tiendas de la villa. Es imprescindible probar la tableta, exqui­ sito bizcocho casero, y la gran variedad de quesos que se ofertan en sus tiendas y res­ taurantes. Cocido montañés, carnes de va­ cuno a la parrilla y fresquísimos pescados

■VISITA E l diseño urbanístico que presenta San­ tillana, prácticamente inalterado desde el siglo XVI, obedece a un esquema lineal, en forma de Y griega, cuyo brazo izquierdo o calle de Juan Infante, desemboca en la plaza del Mercado, o de Ramón Pelayo, núcleo económico-admistrativo, con des­ tacadas muestras de arquitectura civil. E l otro brazo de la Y nos conduce por una hermosa bajada hasta la Colegiata. Con­ viene empezar aquí la visita y dejar lo demás para el camino de regreso, dado que nos encontramos ante el edificio más representativo de la villa, la colegiata de Santa Juliana** (A3). Es una espléndida iglesia románica, cuyo núcleo más antiguo fue levantado a lo largo del siglo XII, aunque ha sufrido numerosos añadidos y modificaciones en las seis centurias siguientes, sin llegar a desvirtuar su espíritu medieval. Antes de explorar el recinto merece la pena dete­ nerse en el exterior. Los escalones de pie­ dra nos sitúan ante la fachada sur, donde se halla la portada principal con cuatro arquivoltas coronadas por una serie de relieves escultóricos. En el centro de esta serie se observa un pantocrátor cuya orla es sostenida por cuatro ángeles. E l fron­ tón triangular que corona la portada, pre sidido por la escultura de Santa Juliana, fue añadido en el siglo XVII. Todavía se conserva, a la derecha de la portada, la oí i ginaria tone cilindrica que debió de albei gar el primer campanario del edificio. E l interior está organizado en tres naves entre las que destaca la nave central, sepa rada de las laterales por pilares crucilt>i mes que sustentan arcos de medio punli i, y abundantes capiteles en las columnas

brería en el que destaca la cruz relicario del siglo XVI. Junto a la sacristía está el sarcófago de doña Fronilde, con inscrip­ ción latina, y en el crucero, el sepulcro de santa Juliana, de 1453. E l claustro*, levantado en el siglo XIII, junto a la fachada norte, es de visita impres­ cindible. Los magníficos capiteles histo­ riados que coronan las columnas en las galerías oeste y sur, junto con los de moti­ vos vegetales en la norte, forman un asom­ broso repertorio escultórico en permanente combinación con las luces y sombras que llegan hasta ellos a través del geométrico recinto. Para visitar el claustro y la Cole­ giata se adquiere una entrada, que sirve también para acceder al Museo Diocesano. Saliendo de la Colegiata, a mano izquierda, en lo que fueran las caballeri­ zas de los abades, el Ayuntamiento ha ins­ talado un museo dedicado a la obra escul-

S A N T IL L A N A D E L M AR Cámping a Camplengo

Historia Los hallazgos arqueológicos de térra sigilata, perm iten datar un asentamiento humano en el siglo I d.C. E l monasterio de Santa Juliana, origen del poblamiento medieval, se crea en el año 870. En 1196 se establece el cabildo, lo que indica que el monasterio ha pasado al rango de cole­ giata, prevaleciendo sobre Santander, lo que dio origen a una importante pugna entre ambas ciudades. Los siglos XIV y XV están marcados por el decaimiento de la ciudad debido a la permanente lucha entre nobles, canónigos y merinos, que sólo será superada con la intervención capitalista de los indianos. La construcción del con­ vento dominico Regina Coeli convirtió a Santillana en un importante foco cultu­ ral. Merced a la declaración de la villa de monumento histórico-artístico, en 1889, el casco antiguo recibe una importante protección. E l descubrimiento de las cue­ vas de Altam ira supondrá un hito en la trayectoria de la ciudad.

eos, contiene un valioso conjunto artís­ tico distribuido en tres calles y tres cuer­ pos, con cuatros excelentes tallas en la predela, representando a los evangelistas. Destaca en el centro la escultura de Santa Juliana, de taller barroco, y las reducidas tallas de los doce apóstoles, colocadas entre las calles. Las dos laterales se com­ ponen de tablas pictóricas, las cuatro infe­ riores con escenas del martirio de la santa, que según la tradición sufrió torturas por parte de su esposo, el juez Eulogio, por no querer renunciar a la fe de Cristo. Los relieves de los cuatro apóstoles, situados al pie del altar, debieron formar parte de la originaria portada principal del templo, y se fechan en torno al año 1200. En la zona posterior se encuentra la gran pila bautismal rom ánica con el relieve de Daniel y los leones. La sacris­ tía guarda un importante tesoro de orfe­

Casa de l<i Archiduques deAustrtá Casa de los / Cossío y Quevedp

Ayuntamiento Casonas de..,,.f, El Águila I y La Parra Parador de Turismo

Palacio del Benem íiís.

Parada de : Autobuses Casona dé' losTagle

n

r Convento de San Ildefonso


SANTILLANA DEL MAR, LA VILLA DE LOS BLASONES

4

Casa de los Villa

Se conoce también como de los Hombrones por los guerreros que protegen su escudo. Esta villa, una de las más bellas de España, nació alrededor del monasterio fundado a fina­ les del siglo IX por unos monjes venidos de Asia Menor con las reliquias de Santa Juliana, una cristiana martirizada durante las persecuciones del emperador Diocleciano. Hasta el siglo XIV, la pujanza de Santillana fue tal que prevaleció sobre Santander, la otra gran ciu­ dad cántabra durante la Edad Media. Caída en decadencia por las constantes luchas entre los nobles y canónigos locales, es a partir del siglo XIX cuando vuelve a brillar con luz propia al ser elegida por la burguesía madrileña y los indianos enriquecidos como centro de veraneo, restaurando sus casonas y cuidando su entorno hasta lograr que en 1889 sea declarada Conjunto Histórico-Artístico.

5 Ayuntam iento y casas del Águila y de la Parra Las casas del Águila y de la Parra son cen­ tros culturales y salas de exposición en la actualidad.

11 Casa de Leonor de la Vega Esta dama fue la madre del primer marqués de Santillana.

12 Casa de los Abades También conocida como de la archiduquesa de Austria. Posee un bello patio.

6 Am pliación del Parador Es un anexo al Parador de Turismo.

1 Colegiata de Santa Juliana Románica, del siglo XII. Su claustro es de gran belleza.

2 Museo Jesú s Otero Antiguas cabellerizas de la abadía, alberga

13 Casas de Cossío y Velasco Bellas fachadas coronadas por blasones de gran factura.

7 Palacio de los Barreda Actual Parador de Turismo con el nombre de Parador Gil Blas.

8 Casona de los B ustam ante

14 Casa-torre d e los Velarde Típica construcción medieval mitad casa señorial m itad torre defensiva, pensada para protegerse, sobre todo, de los enemi­ gos locales.

Su escudo de armas es de una gran riqueza

ornamental. 8 Torre de Don Borja

Estacasa, mitad torre mitad palacio, es en la actualidad, junto con los edificios anexos, sede de la Fundación Santillana, el corazón culturalde la villa y uno de los más activos de España.

ni Torre del Merino

3 Palacio de los Velarde De origen renacentista pero muy reformad* i Coronado por pináculos,

Máximo símbolo del poder señorial, ya que fue sede del Merino Mayor de las Asturias de Santillana a partir del siglo XIV, cuando al poder edesial comenzó a decaer. E l Merino ejercía la autoridad civil y recaudaba los Imnuestos reales.

15 Palacio P ered o ycasa de los Villa Ambas casonas abren el camino al interior de la villa. E l palacio Peredo también se conoce como del marqués de Benamejís.

16 Convento Regina Coeli Ocupado desde 1835 por monjas clarisas. E l Museo Diocesano ocupa parte de sus dependencias, mostrando arte sacro proce­ dente de parroquias e iglesias cántabras. Interesante su archivo documental.

17 Convento de San Ildefonso Fundado en el siglo XVII. Posee un cristo de m arfil hispano-filipino de finales del siglo XVI de aran valor artístico.


S a n t i l l a n a d e l M ai C a n t a b r ia d e l a A a l a Z

tóxica de Jesús Otero, artista contempo­ ráneo que ha donado gran paite de su tra­ bajo al municipio que le vio nacer y cuyas labras de piedra se reparten entre el edi­ ficio y el recinto exterior. De frente está la antigua casa de los Abades, llam ada también de la Archi­ duquesa de Austria (A3), con bello patio reconvertido en tienda de antigüedades. Rodeando la Colegiata por el lado de los ábsides se llega a la plaza de las Are­ nas, presidida por el palacio de los Velarde (A3), coronado por pináculos, que ha sufrido grandes reformas pero man­ tiene cierto aire renacentista y un hermoso jardín. Regresamos a la plaza de la Colegiata y nos detenemos junto al lavadero y abre­ vadero para observarlas magníficas facha­ das blasonadas de las contiguas casas de Cossío y Quevedo (A3), antes de ascen­ der por la calle del Río, antigua rúa del Rey, buscando la plaza del Meixado. E l trayecto es más corto girando a la dere­ cha por la calle del Racial, pero resulta más interesante continuar remontando

esta calle que, a lo largo del recorrido, toma los nombres del Cantón y de la Carrera. Enseguida aparece la casa de los Villa o de los Hombrones (A3), así deno­ minada por los dos imponentes guerreros que parecen vigilar a los paseantes a la vez que protegen el escudo de la familia. Unos pasos más arriba aparece la casa de Leonor de la Vega, madre del prim er Marqués de Santiliana. Todavía aguardan en la cuesta, entre otras, la vieja casa-torre de los Velarde (B2), la de los Bustamante (B2 ), con escudo de armas y las de Barreda y Peredo, pero es el momento de girar a la derecha, por el callejón de las Lindas, pai'a desembocar en la plaza de aspecto triangular donde se concentra lo más representativo de la ai'quitectura civil. A la dei'echa, la torre de Don Borja (B2), a la que se adosan otros dos edificios, for­ mando la sede de la Fundación Santillana, uno de los más prestigiosos cen­ tros culturales de la villa. E n el lado izquierdo se yergue la torre del Merino* (B2), símbolo del poder señorial, que fue imponiéndose sobre el eclesiástico a par-

COLEGIATA DE SANT1LLAIMA DEL MAR

Retablo Mayor

Lauda sepulcral de Santa Juliana

SANTILLANA: LA VILLA DE LOS BLASONES "La heráldica no es vana ciencia, sino taquigrafía de la historia','dicen los que a ella dedican su estudio.Ortega y Gasset rindió homenaje a los hidalgos loca­ les en Notas del vago estío, con algu­ nas líneas, entre irónicas y afectuosas, alusivas a este mudo lenguaje de pie­ dra que preside la arquitectura de San­ tillana del Mar. Hijos ilustres de esta villa tomaron parte en empresas históricas y, al vol­ ver al solar de su origen, estamparon con orgullo en la fachada de sus casas los antiguos escudos en cuyo honor y a cuya sombra se fraguaron aquellas hazañas. Por este motivo la Santillana real está marcada por estos aconteceres que no pueden pasar desaper­ cibidos. Cada escudo posee su leyenda, que cuenta la historia en letra minúscula. En el de los Barreda-Bracho,actual Para­ dor Gil-Blas, se lee:"Bracho fuerte que a Italia dio terror,y a Sforcia muerte'ÍEI del Palacio de Velarde reza:"el que la sierpe mató,con la Infanta se casó'!En la Casa deTagle-Bustamante,el blasón destaca que:"Los bustamantes de Qui­ las, con reyes casan sus hijas" La Casa de los Quirós utilizó la grandilocuencia para su lema:“Antes que Dios fuera Dios, y los peñascos, peñascos; los Quirós fue­ ron Quirós, y los Vélaseos, Vélaseos','texto

Iii' del siglo XIV, y que encamaba el Merino Mayor de las Asturias de Santillana, desig­ nado para ejercer la autoiidad civil y recau­ da r los impuestos ennombi'e del rey. Al otro lado de la plaza, el palacio Muni­ cipal. Cerca, las casas del Aguila y de la Parra (B2), también reconvertidas en cenlm cultural. Frente a ellas, el palacio de los Barreda, sede del Parador Gil Blas, II implcta el perímetro de esta plaza. De camino a la salida del casco anti...., el palacio de Peredo, o del mar­ qués de Benamejís (B2 ), m uestra su Indiada clasicista. Cruzando la carretera de acceso a la vil la, el Museo Diocesano*, instalado en el convento Regina Coeli (C2), que desde

que marca también la competencia sus­ citada entre las distintas estirpes nobles que habitaban la ciudad. Buscando en el Interior de cada casona, tras franquear portaladas y adentrarnos en la vida narrada por los blasones, estas haciendas encierran bibliotecas con formidables coleccio­ nes, muebles románticos o neogóticos y retratos de familia que pertenecen a la historia de España y de Europa. Jar­ dines poblados de especies proceden­ tes de los cinco continentes y todo tipo de refinamientos cortesanos. Pero los hidalgos mantuvieron, pese a su alcurnia, un estrecho contacto con el pueblo, que se erigió en el mejor defensor del importante legado patri monial de la villa y contribuyó a crear el ambiente que, desde hace siglos, confiere a Santillana una Identidad peculiar.

insólita colección de 800 piezas, en su mayoría de arte popular, procedentes de parroquias y templos que se encontraban fuera de culto. E l edificio alberga además un archivo documental con las actas de todas las parroquias de la diócesis y un taller de restauración artística atendido por las Clarisas. No demasiado lejos, pero en las afue­ ras de la villa, se encuentra el convento de San Ildefonso (C2), fundado en 1667, que tiene un cristo de m arfil hispano-filipino, de finales del siglo XVI. Junto a la calle de Velasco, al pie de la casona de los Tagle, que pi’esenta otro monumen­ tal escudo de armas, se extiende el Campo de Revolgo, un apacible parque poblado


C a n t a b r ia de la A a la 2

I A LRED ED O RES

Cueva, declarada monumento histórico

A 2 km están las cuevas de Altamira** [pág. 92], y muy cerca el Zoo de Santi­ llana, uno de los pocos privados en España, que, por su magnífica gestión, es

artístico en 1981. E n el pueblo de Viveda destaca la

(3,A2; lOm, 10.000 habitantes).

casona-torre de los Calderón de la Barca, monumento histórico artístico, en

La villa posee el puerto pesquero más activo en la región, la reserva de aves acuáticas más importante de la Cornisa Cantábrica y un paisaje irrepetible.

toda una escuela de la naturaleza. Hacia Barreda, a 4 km, se llega a Queveda, con su torre de Don Beltrán de la

la que, según la leyenda, se alojó San Fran­ cisco de Asís cuando realizaba el camino

Colegiata de Santillana y Museo Jesús Otero.

de Santiago.

SANTO ÑA*

Historia En el monte Buciero se han encontrado yacimientos arqueológicos como el abrigo de la Cueva del Perro, que muestran indi­ cios de presencia humana en lo que hoy es la bahía de Santoña 11.000 años atrás. Entre los siglos I y IV, los romanos cons­ I luyeron aquí un puerto, desde el que ya se practicaba la pesca. Pero esta villa, como lantas otras, debe su origen a la repobla­ ción ordenada por Alfonso I en el siglo VHI. E l monasterio de Santa María del Puerto, que debió de fundarse en el siglo IX, aca­ paró el dominio religioso, político y eco­ nómico sobre este puerto y un amplio tenilorio. Sometido a partir del siglo XII a la abadía de Nájera, el monasterio cayó en una paulatina decadencia, hasta que en el siglo X III se inició la construcción del lemplo que hay en la actualidad. En 1579, la villa se independiza de Nájera, incorporándose a las Juntas de Trasmiera. En el inicio de ese siglo, el sanI*més Juan de la Cosa terminaba su famoso II lapamundi, tras haber participado como propietario y tripulante de la nao Santa Muría (en principio llamada Marigalante) en el viaje del Descubrimiento. En 1639 la villa fue saqueada por la armada que envió el arzobispo de B u r­ deos. A partir de aquí se in icia la cons­ I rucción de los fuertes de San M artín y '..ni Carlos, terminada a final de este siglo. Sin embargo, la zona de Berria, al norte, i piedaba desprotegida y por allí volvieron ■i ¡Macarlos franceses en 1719. A ellos se debe el levantamiento de dos nuevas forlíl icaciones, el Fuerte Imperial, cuyo lugar ocupa ahora el Penal del Dueso, y E l Mazo, que hicieron de la villa un bastión fran. es durante la Guerra de Independencia (1808-1814). A finales del siglo XIX se consli uve el actual puerto, inicialm ente con Unes comerciales y hoy exclusivamente dedicado a la pesca, de la que se nutre la Importante industria conservera santoflesa, habiendo llegado a batir, en lacamI mi ia de 1960, el récord mundial de entrada

abril) con arte de cerco. Nada menos que 1.544.644 kg de anchoa fueron llevados a puerto en esa fecha.

Gastronomía Especializada en capturar y preparar- los frutos del mar, esta cocina destaca por la frescura de su materia prima, así como por ciertas particularidades en su elaboración. Santoña es la cuna de las anchoas en aceite, pues en esta villa se ideó la forma de elaboración tal como hoy se conoce. Sus marcas son mundialmente famosas por lo que son las más exportadas. Cuando son frescas, llamadas en la región bocar­ tes, se pueden preparan de varias mane­ ras. Otras especialidades de la zona son el marmite de bonito, los jibiones de guadañana encebollados, de la bahía, las sar­ dinas asadas, los mariscos y los caracoles

a la santoñesa. Fiestas y tradiciones La más arraigada, con participación uná­ nime de todo el pueblo, es el Carnaval Marinero, fiesta de interés turístico, muy popular en todo el norte de España, que cuenta como acto culminate con el Entie­

rro del Besugo. Las fiestas patronales de la Virgen del Puerto se celebran durante la prim era quincena de septiembre destacando la pro­ cesión marítima, donde la imagen embar­ cada es acompañada por toda la flota pes­ quera engalanada. Son populares, asimismo, las corridas de toros y las rega­ tas de traineras.

I VISITA Y A LR ED ED O RES Todo es digno de verse en esta villa pero, si hay que escoger un punto de partida, la iglesia de Santa María del Puerto, en la avenida del mismo nombre, al pie del monte Buciero, representa el mejor com­ pendio histórico-artístico. Levantada en el siglo x m y reformada en el XVI, aún con­ serva las tres naves del primitivo edificio. Las bóvedas son de crucero, con eran cali-


San to ñ a C A N T A B R IA

DE LA A A LA Z

tran escenas bíblicas y episodios de caza. La ampliación del ábside y el crucero, del siglo XVI, representa la cumbre del gótico flamígero en la región, con imágenes de personajes ilustres en los medallones. Des­ taca asimismo la pila bautismal, romá­ nica, y las imágenes de la Virgen del Puerto (siglo XIV) y La Inmaculada, así como la excelente factura de las seis tablas que com­ ponen el retablo de San Bartolomé*, de la escuela flamenca. Las pinturas, realizadas entorno a 1.500 porPetri Nicolai Moiauli, en su taller de Brujas, representan a San Jerónimo, San Sebastián, Santa Ana, San­ tiago, Santa Catalina y Santa María Mag­ dalena, con sus respectivos símbolos. E l exquisito tratamiento de las figuras y la gra­ duación del paisaje hacen de estas pintu­ ras las más destacadas de las que en Can­ tabria se conservan procedentes de Flandes. Se puede in iciar una visita al monte Buciero, el monte de Santoña, que tiene numerosos puntos de interés, y está habi­ litado para efectuar recorridos sin difi­ cultad. M uy cerca de la iglesia de Santa

M aría del Puerto arranca una carretera ascendente, cuya prim era escala es el fuerte de San Martín, con dos pisos esca­ lonados, recia piedra de sillería y forma de V, además de vistas panorámica de toda la bahía, los pueblos ribereños, la playa del Puntal, la de San M artín y el paseo m arítim o de E l Pasaje. Se puede conti­ nuar a pie en dirección este, hasta llegar al fuerte de San Carlos, también dise­ ñado en dos cuerpos, avanzadilla defen­ siva ante los ataques por mar. Retomando el sendero que recorre la cara este del Buciero, se bordea la punta del Fraile, para llegar hasta el cruce de Cuatro Caminos que, en dirección este, por una larga escalinata lleva hasta el impresionante faro del Caballo, en un

norte, se llega a otro faro, el del Pescador. Si se prefiere el automóvil, el camino asfal­ tado enlaza, en dirección noroeste, el fuer­ te de San M artín con los restos del fuerte del Mazo, o de Napoleón, con panorámica

EL CARNAVAL MARINERO: TRADICIÓN POPULAR En Santoña, el divertido y transgresor reinado de don Carnal,antes de sucum­ bir a los rigores de doña Cuaresma, tiene un particular reflejo que, nacido del ámbito marinero, se las ha arreglado para capear circunstancias adversas, llegando a nuestros días modificado por los años pero con un poder de con­ vocatoria que lo convierte en uno de los más conocidos en el norte de España. El acto más original y celebrado es el Juicio en el Fondo del Mar, un pro­ ceso ante el dios Neptuno, en el que, con la excusa de castigar a un besugo que ha raptado a una sirena (y que ter­ mina haciendo honor al sentido des­ pectivo de su nombre), comparecen todas las especies piscícolas de las aguas próximas a la bahía, reflejando de paso los problemas, críticas y frustraciones de los hombres y mujeres de la mar. Todos los actores se expresan en una serle de versos. El creador de este juicio fue un fun­ cionario municipal, Emilio González

Puerto pesquero de Santoña.

lugar inverosímil. Si desde el cruce se coge la dirección

hasta donde llega la memoria de los mayores, los componentes de una escandalosa y regocijante murga lla­ mada Los Parrandistas, que recitaron por última vez las célebres coplas en 1934. Recuperado el Juicio en el Fondo del Mar en los años 80, se convierte en centro de los carnavales santoñeses, precedido por el Paseo del Reo, que encarna el espíritu de la fiesta,y culmi­ nado por el entierro del mismo, que acabará estallando en fuegos de artifi­ cio mientras la corriente lo arrastra hacia la bocana del puerto. Así, la versión actualizada del Juicio se convierte a un tiempo en motivo de regocijo y fondo de reflexión, Incluso de conocimiento sobre los problemas que preocupan a ios pescadores en general y a los de Santoña en particular."Traed a ese besugo Insensato/ que ha raptado a mi sirena./ Como me llamo Neptuno,/ dios de la mar serena,/ que le haré pagar el mal rato/ que pasé con su faena...'!Con estas palabras comienza cada año el

sobre E l Dueso, las marismas, la playa de Kcrria y el casco urbano de Santoña. Desde Berna parte otra carretera que ■iiraviesa el perímetro norte del Buciero Iinsta el faro del Pescador, entre hermosos acantilados. E l monte cuenta con una de las mejores manchas de encinar costero de la región. Para los aficionados a la omitoli igía, es obligado acercarse a las marismas. Se puede escoger un itinerario a pie o busi ai' plaza en alguna embarcación. Será fácil uvislar garzas y garcetas, cormoranes, anáI klas e incluso espátulas. Las marismas de Santoña y Noja están protegidas desde 1992 bajo la figura de Reserva Natural. Actualnirnte la junta rectora trabaja en el diseño i Ir 11inerarios medioambientales. E l casco urbano reúne edificios modernos y caso­ nas señoriales. Resulta muy agradable un paseo por E l Pasaje, desde la playa de San Martín hasta el Puerto Pesquero, al enri iri itro de la lonja más activa de Cantabria. In r i casco urbano se hallan sendos monu­ mentos dedicados a la memoria de Juan dría Cosa y del almirante Carrero Blanco, timbos en el hermoso paseo marítimo de I I l isaje, y el arco del Hermanamiento, en la Alameda. Entre las construcciones i It iles, destaca el palacio de Chiloeches, el tlr los Duques de Santoña y el Instituto IU.ui/.anedo, edificio ecléctico del siglo XIX, en el parque del mismo nombre. Desde el puerto arranca una carretera hiti ia el suroeste que cruza la ría y atrai n mi la m arism a, hasta M ontehano,

ría, que ha sido paralizada con la Ley de Reserva Natural. Frente a la cantera se halla el convento de Montehano, regentado por los capu­ chinos desde el siglo XVI, en cuya iglesia, en una de las capillas laterales, se halla la tumba de doña Bárbara de Blom berg, madre de Juan de Austria. Por la carretera que rodea la falda de Montehano, dejando a la izquierda otra zona de m arism a, llegamos hasta E s­ calante, donde se encuentra la ermita de San Román, una joya del románico montañés, de exterior hum ilde y gran riqueza escultórica en su interior, desta­ cando los fustes y capiteles del arco triun­ fal y las dos columnas cariátides del pres­ biterio, que representan a una Virgen sedente con Niño y al abad San Román. También aquí, el convento de Santa Clara, construido en el siglo XVII, donde se guarda la Virgen de la Cama, o de la Donnición, imagen de gran veneración en la comarca. Desde Escalante, en dirección norte, se sitúa el barrio de El Ancillo, en cuyas inmediaciones están las m inas del anti­ guo molino de marea de Jado, del que aún quedan las piedras circulares y algu­ nas compuertas. Pasado Argoños, se vuelve hacia Santoña, esta vez por la playa de Berria, limitada por el monte del Brasco, al oeste, y la punta del Aguila, al este, y considerada como una de las mejores de Cantabria, con pequeñas formaciones


S u a n ces

SUAN CES

_

_ (2,A2; 98 m, 6.000 habitantes).

Villa situada en la margen izquierda de la ría de San Martín de La Arena, en la desem­ bocadura de los ríos Saja y Besaya, con dos bellas playas y un pequeño puerto pes­ quero. Desde fines del siglo XIX es un destacado enclave turístico.

Historia Los romanos bautizaron a este lugar con el nombre de Portus Blendium, debido a su prim itiva ocupación por la tribu de los blendios, y llevaron hasta allí la impor­ tante calzada que enlazaba Pisorica (Herrera de Pisuerga) con el Cantábrico, paralela al río Besaya.

En el siglo X III se cita el puerto y a sus pescadores en dependencia de la pode­ rosa abadía de Santillana. La Casa de La Vega tomó posesión del conflictivo puerto en el siglo XV, levan­ tando junto a él una torre defensiva, hoy desaparecida, para hacer valer sus de­ rechos frente a las aspiraciones de San­ tander sobre la pesca y tráfico de mer­ cancías, motivo de largos pleitos. Hasta el siglo XVII mantuvo un activo tráfico marítimo que, según algunos his­ toriadores, incluía el comercio de esclavos. En el siglo XIX comenzó dependiendo administrativamente de Santillana y des­ pués de Ongayo, hasta que asumió, en el año 1891, la capitalidad del municipio al que da nombre. E l vial de enlace con la carretera Santander-Torrelavega (N 611), terminado en 1897, in icia un tráfico ininterrum pido desde entonces entre la capital del Besaya y la villa marinera, que ya en el año 1864 disponía de reputadas Casas de Baños junto a la playa.

Gastronomía Pescados y frutos del mar componen, como es lógico, lo más sobresaliente de la oferta culinaria, gozando de gran aceptación los mariscos y los percebes. Las sardinadas y marmitadas populares, que se celebran cada verano, se han convertido en una sabrosa tradición.

Fiestas y tradiciones La de Nuestra Señora del Carmen, del 15 id 18 de julio, refleja la histórica vocación /-lo l o s ríllo r n n p l r i t u a l

por toda la flota pesquera del reducido puerto. En octubre tiene lugar el Día de la

Bicicleta.

I VISITA Y A LRED ED O RES E n Barreda se encuentra el puente de La Barquera, que inicia la carretera, de 6 km, en direccuón a Suances. E n el camino dejaremos Viveda, donde se conserva la casa-torre medieval en el solar del que se dice era oriundo el dramaturgo Calderón de la Barca, aunque su nacimiento tuvo lugar en M adrid, en 1600, H inojedo y Cortiguera, recostada bajo un cerro con forma de masera invertida, y, a la dere­ cha, la am plia ría de San Martín de la Arena, que conduce las aguas de los ríos Saja y Besaya, unidos desde Torrelavega, hacia su desembocadura. E l mirador de la carretera permite una visión panorá­ mica de buena parte de la ría, con la loca­ lidad y el puerto fluvial de Requejada al otro lado. Ya en Suances, el núcleo urbano de la villa o pueblo de arriba se agrupa en tomo a la plaza de Viares, donde está el Ayun­ tamiento, interesante edificio ecléctico del siglo XIX, junto con la mayor parte de los servicios y viviendas. La casa de los Polanco, con su porta­ lada de piedra coronada por el escudo familiar, completa el conjunto. Desde aquí se puede descender, pasando junto al principal núcleo turístico en la zona de La Ribera y la playa de la Concha y seguir hasta donde muere la carretera, junto al faro, situado ante los acantilados de la punta del Dichoso. Muy cerca, en la punta del Torco, se hallan los restos de un antiguo fortín defensivo. Desde esta zona las vistas son inmejorables. Al oeste se halla la playa de los Locos, aguas de calidad frecuentadas por suriis tas que con marea alta hacen desapare­ cer el arenal, bajo el acantilado, presidid* * por el castillo, construido en 1904 y aclual mente ominado ñor un establecimiento

de la ría con la playa de Cuchía en el extremo más alejado, al otro lado de la peligrosa barra, y la de La Concha, a nues­ tros pies. Ambas, al igual que la de La Ribera, junto al puerto, con sus aguas toca­ das por los vertidos urbanos e industria­ les de los municipios ribereños. Tras La Concha pueden verse el Paseo Marítimo y la mayor parte de segundas residencias, alojamientos y restaurantes que forman el núcleo estival. Al final del paseo, en La Ribera se hallan la Cofradía de Pescado­ res, el pequeño puerto y la ría. Remontando la carretera hacia el pue­ blo y antes de llegar a la plaza, se puede lom ar el desvío en dirección a Tagle y llbiarco, pasando junto a la parroquia.

En Tagle una pista sin asfaltar conduce hasta la hermosa y salvajep/aya del Sable, donde el baño exige precaución. Al pie de la playa nace un sendero en dirección oeste que llega hasta un solita­ rio muro de piedra, m ina de una antigua construcción que marca el lím ite con la playa de llbiarco, en la que se encuentra, inemstada en una gran roca, la ermita de

Santa Justa. Entre Suances y Liencres se encuen­ tran las playas de Cuchía, Usgo y Mogro. Para llegar hasta ellas desde Suances, es preciso volver hasta Barreda y tomar la dirección de Santander, hasta el desvío de Cudón que comunica con las citadas playas.

TO RRELA VEG A (2,A-B2;25 m, 60.000 habitantes). Situada en un amplio valle, donde confluyen los ríos Saja y Besaya, es la segunda pobla­ ción más importante de Cantabria y su principal mercado ganadero, con un destacado tejido industrial y una amplia oferta comercial y de servicios.

H isto ria I .a actual ciudad se asienta en el centro ile un extenso territorio, donde se localiiii multitud de cuevas que sirvieron de n i ligio al hombre prehistórico. En varias tle ellas se han localizado muestras de arte rupestre, como en La Busta, La Clotilde (O ílijas), Cuchía, E l Castillo y La Pasiega (Puente Viesgo), Hornos de la Peña (San Felices de Buelna) y, muy especialmente, en Altamira (Santillana del M ar), a sólo 8 km de Torrelavega. Los antiguos pobla*I*ires se establecieron después en castros i*|icqueñas aldeas amuralladas, de las que se lian hallado restos en el monte Dobra, que domina el valle. De la colonización romana poco ha quedado, salvo la voca* i*ni estratégica del lugar, que debió de ser * 11ice entre la calzada de penetración hacia H sur y la que discuma paralela a la costa. I .i romanización no fue profunda, a juzi'.u por el ara votiva al dios indígena Eruilmo (399 d.C.), hallada tam bién en el llinnle Dobra, cuya inscripción es cánta­ bro romana. A partir del siglo VIII, este solar es una ile lanías aldeas supeditadas al poder ecleiltisl ico, representado por el monasterio

Juliana (Santillana). De la Vega, como ya se conocía al lugar, tomó el nombre la familia de los Garcilasos, considerándose a Garcilaso de la Vega I como fundador de la villa, siendo Leonor de la Vega (madre del marqués de Santillana, fñigo López de Mendoza) quien mandó levan­ tar la hoy desaparecida torre, desde la que administraba los impuestos, privile­ gios y posesiones de su territorio. Extin­ guido con Leonor el linaje de la Vega, el solar pasa a los duques del Infantado, concentrando desde el siglo XV la admi­ nistración de justicia e impuestos. Durante toda esta época, la villa se mantiene en una economía de subsistencia, con escaso desarrollo, hasta el punto de llegar al año de 1753 con sólo 89 vecinos. Esa misma fecha marca la inflexión ascendente, con la apertura del Camino de las Lanas, entre Reinosa y Santander. En 1799 se consolida el mercado sema­ nal, autorizado treinta y dos años antes por Carlos III. Para entonces Torrelavega es ya lugar de paso obligado hacia el puerto de Santander, y desde él, que comercia activamente con ultramar. En esos años se crea la Plaza Mayor, núcleo originario


C a n t a b r i a de l a A a l a Z To r r e l a v e g a

La carretera Santander-Asturias (1800) atraviesa también la población, dando ori­ gen al cruce de Cuatro Caminos, ineludi­ ble hasta la reciente construcción de las Rondas de Circunvalación. E n 1844 se celebra el primer mercado ganadero en el recinto de La Llama. E l paso del ferroca­ rril Alar del Rey-Santander y posterior­ mente el Santander-Oviedo terminan de convertirla en un im portante núcleo comercial. E l despegue industrial había comenzado tímidamente en 1799 con la Fábrica de Hilaturas del Infantado, que desapareció con la Guerra de Indepen­ dencia. Pero a partir de 1857, con la explo­ tación minera de Reocín y el aprovecha­

miento de salmuera en Polanco (1867), previo a la im plantación de la empresa Solvay, comienza la época de mayor bonanza económica. En 1895, la regente M aría Cristina le concede el título de ciudad, “por el aumento de su población (triplicada en cuarenta años) y progreso de su indus­ tria” . La época de máximo esplendor es el periodo comprendido entre 1900 y 1936, en el que se levanta la iglesia de la Asun­ ción, se dota a la ciudad de infraestruc­ turas, se crea el Banco de Torrelavega (1921) y se construyen una serie de caso­ nas y palacetes, en medio de una gran efer­ vescencia cultural.

T O R R E L A V EG A

Entre 1873 y 1925, nacieron en la ciu­ dad nada menos que 27 publicaciones periódicas. La Escuela de Artes y Oficios (1892) fue otro hito cultural de la época. A partir de 1941 se inicia la construc­ ción de la industria papelera Sniace, que marca el inicio de un desafortunado y especulativo crecimiento urbano, modiI icando por otra parte la fisonomía de la comarca y parte de la región con las planIaciones masivas de eucaliptos, que uti­ liza como materia prima. Actualmente la ciudad va recuperando la calidad de vida a la que aspiraba a prin­ cipios de siglo XX, con un planeamiento más ordenado, en el que abundan insta­

Santan<lw|

Besayu Piscir Munici

Feria de Muestras y Laboratorio del Medio Ambiente

laciones deportivas, zonas verdes y espa­ cios de uso común.

Fiestas y tradiciones Las fiestas patronales o de la Virgen Grande (15 de Agosto) tienen como acto culm i­ nante la Gala Floral, de interés turístico, con un vistoso desfile-concurso de carro­ zas, charangas y comparsas, que circundan la avenida de España. Numerosas atrac­ ciones musicales, cine al aire libre, com­ peticiones deportivas y actos gastronó­ micos completan el programa. Aunque se celebra en el vecino muni­ cipio de Caries, toda la comarca de Torre­ lavega se vuelca también en la fiesta de San Cipriano (16 de septiembre), con una muy concurrida romería que llega a reu­ n ir hasta 20.000 personas en torno a la ermita del santo, en el lugar de Cohicillos. Desde hace varios años se ha instaurado en la ciudad el Festival de Invierno, con representaciones del mejor teatro a nivel nacional.

Pistas da-' .T e n is

Vida urbana Desde el cruce de Cuatro Caminos, el cen­ tro de la ciudad se extiende entre las calles principales de José M aría Pereda y Julián Ceballos, con gran abundancia de comer­ cios y servicios.

j Estadio ¡ : El Malecón .

Recintó Deportivo Circuló de Recreo /

« go. El Rivera

Ciudad

Vergel

Exposición---Mercado Nacional de Ganados

Si es miércoles, habrá que acercarse hasta el Mercado Nacional de Ganados, cruzando la avenida de España, y el par­ que Manuel Barquín, con buena repre­ sentación botánica. La Cuadrona, como aquí se conoce a este gran recinto, here­ dero de la antigua feria ganadera al aire libre, es una nave gigantesca, levantada en 1973, que ocupa 140.000 m2y que sema­ nalmente congrega a varios cientos de tra­ tantes y ganaderos de media España, ulti­ mando en tomo a 4.000 cabezas de ganado, laboriosas transacciones, rubricadas con un apretón de manos. Los jueves se celebra, en la explanada exterior del recinto ganadero, el mercadillo de los ambulantes, también muy con­ currido. Las principales plazas, Baldomero Igle­ sias, La Llama, Plaza Mayor y avenida de España, concentran las cafeterías. La zona de alterne a la hora del aperi­ tivo va desde el Bar Chema hasta El Escudo, olían


TORRELAVEGA C A N T A B R IA D E

LA A A LA Z

La marcha nocturna se despliega a par­ tir de la plaza de San Bartolomé, por las calles Confianza, San José Goya y Limbo, con alta densidad de pubs. Páralos golo­ sos, las pastelerías de la calle Consolación ofrecen unas exquisitas polkas, almen­

drados y tartas de hojaldre. La Feria de Muestras, en la avenida de Rochefort, celebra varios certámenes monográficos al año.

■V ISITA

E n el exterior se pueden ver las gran­ des esculturas del Sagrado Corazón y la Virgen con Niño, de la fachada oeste, y el grupo escultórico de la portada sur, realizado por Jesús Otero. Entre la arquitectura civil destaca el palacio de D em etrio Herrero, sede actual del Ayuntamiento, situado en el boulevard Luciano Dem etrio Herrero. Fue diseñado por el arquitecto laredado Joaquín Rucoba y construido en 1888. De su monumental fachada destaca el

Torrelavega cuenta con un casco anti­ guo sometido a una profunda rehabili­ tación, que ha perm itido peatonalizar calles y plazas que facilitan la visita. Entre su patrimonio histórico-artístico hay que destacar la iglesia de la Asun­ ción (1901), conocida en la localidad como iglesia Vieja, excelente m uestia del estilo neogótico con airosa torre y rosetón exteriores y destacadas piezas en su interior, especialmente el Cristo, de madera policromada, que se atribuye al granadino Alonso Cano, además de varios lienzos de los siglos XVIII y XIX, la escultura de la Virgen y los objetos de platería. Desde la iglesia, una vez superada la plaza San Bartolomé, se puede llegar a la plaza de la Llama, que, profundamente remodelada en el año 2005, fue hasta 1973 el lugar donde se celebraban las ferias de ganado. Desde esta plaza se puede acce­ der a la zona peatonal del casco antiguo, donde se pueden apreciar casas solarie­ gas con bellas fachadas. Su centro neu­ rálgico es la plaza Baldom ero Iglesias, conocida popularmente como plaza del Grano, ya que fue escenario de los mer­ cados semanales, que está rodeada de casonas con soportales del siglo XIX. En esta área destaca la iglesia de la Virgen Grande (1964), conocida popularmente como la iglesia Nueva, levantada sobre el solar en el que se erigió durante siglos la histórica tone de la Vega. Se trata de una peculiar construcción clasicista de planta elíptica, con atrevi­ dos elementos de hormigón y una gran­

cuerpo central, que presenta un pórtico formado por tres arcos y cuatro colum­ nas dóricas, sobre el que se sitúa el bal­ cón, coronado por frontones curvos. La fachada esta rematada por una pequeña torre, donde se sitúa el reloj. De su inte­ rior destaca su escalinata de mánnol con la gran vidriera y el salón de actos, deco­ rado con pinturas de Ramón Fraxene. Igualmente notable es el conjunto del barrio com ercial Concha Espina y sus calles M ártires y Consolación, Ceferino Calderón, General Cevallos, Conde de Torreanaz, Revuelta y calle Ancha. El conjunto está jalonado de tiendas y loca­ les com erciales con algunos edificios notables, como la casona Calderón, conocida popularmente como la casona Montañesa; y especialmente el palacio de los Condes de Torreanaz, en la calle Mártires. Se trata de un palacete levan­ tado a principios del siglo XX, que ha sido rehabilitado con motivo de la ubi­ cación de la Biblioteca Municipal en este

diosa cúpula estrellada. E n el interior se guarda la talla gótica de la Virgen Grande (siglo XV), la Piedad, de Lapayese, en la cripta, y el entramado

edificio.

■A L R E D E D O R E S Tomando desde el centro de la ciudad la avenida de Fernando Arce, se as­ ciende en un largo paseo, hacia el barrio de Taños, hasta llegar a V iérnoles, n 3,5 km del centro de Torrelavega, donde se conserva una buena muestra de antlj guas construcciones montañesas, des tacando la casa Gótica, en el barrio de E l Rodanil, considerada como una di las más antiguas muestras de vivienda rural popular en la región, y las casonas y palacios en otros barrios conocidos como Herrera, La Iglesia, Radillo, l’ai a menes y Hoz. C ontin u an d o desde V iérnoles hacia t'l c,ir «p llpcfíi c ru z a n d o el Oliente soblv e|

dan casonas solariegas de los siglos XVII y XVIII, alineadas en tomo a la calle prin­ cipal, especialm ente la de los Alonso Caballero, con un extraordinario escudo en la fachada (detrás de la plaza), y la casona de Velarde, también con labra del blasón familiar. Desde aquí conviene retroceder un poco hacia el norte, dando un paseo, junto al margen izquierdo del río Besaya, hasta llegar a Cartes, villa de interés hislórico-artístico y prototipo arquitectó­ nico de poblamiento agrupado en torno a una calle única (antiguo cam ino de C astilla). Sin duda el torreón de los Manrique*, que fue a la vez vivienda del adm inistrador señorial y fortaleza con derecho de portazgo, es el edificio señero que todavía guarda entre sus arcos apuntados el esplendor del siglo XV. Volvem os a R iocorvo y al llegar al nuce tomamos el desvío hasta la igle­ sia de Yermo*, situada en lo alto del pueblo del mismo nombre. E l templo, de estilo románico arcaizante, con ele­ mentos de gótico rural y espadaña aña­ dida posteriormente, fue levantado en 1203 sobre el lugar que ocupaba el anti­ guo monasterio, que ya existía en el siglo IX, con gran poder territorial en la región. En la iglesia destacan los canecillos, algu­ nos de ellos con tem ática obscena, así 0 uno los capiteles y el tímpano de la porInda (exterior e interior), con un bajonvlieve de un caballero enfrentándose ,i un dragón, simbolizando la lucha entre el bien y el mal. La misma carretera de Yermo llega hasta el alto de San Cipriano, una vez rebasados los barrios de Corral y San M ignel, que forman la localidad de Cohi1i líos. A llí se encuentra la ermita del Nimio, solitaria todo el año, salvo el 16 de septiembre, en que es centro de mulllludinaria romería. La iglesia es del siglo XVII, con un pórtico a base de vigas de madera, que sustenta la cubierta a dos liguas. I ,a carretera cruza más adelante la sielia de Ibio para llegar hasta Villanueva di la Peña, muy cerca ya de Cabezón de

iglesia contiene el conjunto de retablos (siglos XVII y XVIII) más interesante de la región. En el templo se guarda la im a­ gen gótica de la Virgen (siglo XV), con tradición m ilagrera, que es una de las más veneradas en Cantabria. M uy cerca del santuario está el balneario de las Caldas*, con aguas term ales de pro­ piedades curativas. Los Padres Dom ini­ cos regentan desde el siglo XVII este enclave religioso que cuenta también con una hospedería y una Casa de Ejercicios, al otro lado del río. La ruta hacia el sur tiene numerosos puntos de interés. Una de las p osibili­ dades es proseguir la ruta del románico iniciada en Yermo que lleva, sin alejarse excesivamente del eje de la carretera N 611, a visitar los templos de Moroso (prerrománico), Raicedo, Cotillo, La Sem a, Silió, Molledo, San M artín de Quevedo, Bárcena y Rioseco hasta enlazar con los de la comarca campurriana. Destaca aquí el tram o de calzada romana mejor conservado de la región, entre Pie de Concha y Pesquera, pasando por el semidespoblado de M edia Con­ cha, entre un impresionante paisaje de bosque autóctono. O tra posibilidad poco conocida es tomar desde Torrelavega la misma carre­ tera, actualm ente in frau tilizad a por efecto de la autovía, en dirección a San­ tander y acercarse al m unicipio de Polanco, también con hermosos paisa­ jes y bellas casonas en sus barrios de Rinconeda, Posadillo y Rumoroso. Justo en el centro, además de la iglesia parro­ quial y la sede del Ayuntamiento, se encuentra una portalada que da paso a un hermoso patio y a la vivienda, con espléndida solana, lugar donde vivió y trabajó José María de Pereda (1833­ 1905), el autor que más popularizó la imagen de la Montaña, aunque según la corriente imperante en cada momento pueda ser encumbrado o despreciado, frecuentemente con excesivo ahínco en una postura u otra. E l solar que perteneciera al autor de

lit Sal. Retornando a la carretera nacional que dejamos en Riocorvo, en dirección a Reinosa llegamos al santuario de las

serva en este lugar, es a la vez vivienda y museo, donde habitan sus descen­ dientes al tiempo que conservan libros, objetos y recuerdos que pertenecieron

Peñas Arriba, cuyo m anuscrito se con­



El contexto http://uz-translations


NATURALEZA V PAISAJE

■ N ATU R A L E Z A Y P A IS A JE Entre la costa del golfo de Bizkaia y la meseta castellana, Cantabria alberga un repertorio completo de paisajes y hábitats diferentes. Tal diversidad se comprueba en los siete Parques Naturales reglamentados que exis­ ten en el territorio de Cantabria: Parque Nacional de los Picos de Europa, Reserva N atural de las Marism as de Santoña y Noja, Parque Natural de Oyambre, Par­ que Natural de los collados del Asón, Par­ que Natural Saja-Besaya, Parque Natural del M acizo de Peña Cabarga y Parque Natural de las Dunas de Liencres. Igual­ mente son espacios naturales de interés: la Península de la Lastra, Monte Hijedo; Parque de Cabárceno, Bahía de Santan­ der y Rías de Tina Mayor y Tina Menor. E l relieve montañoso de Cantabria, pro­ vocado por los esfuerzos orogénicos de la corteza terrestre, sirve de frontera a los dos grandes ámbitos biogeográticos euro­ peos, el eurosiberiano y el mediterráneo. Concurren aquí comunidades de seres vivos propias de uno y otro, aumentando su riqueza natural. Varias alineaciones montañosas discurren paralelas a la costa y delim itan tres grandes áreas geográfi­ cas. Por la fachada meridional de la Cor­ dillera Cantábrica se extiende la Depresión de Campoo y la cabecera del valle del Ebro, bordeada al sur por los mesetarios pára­ mos de la Lora.

En la vertiente septentrional de la Cor­ dillera, los ríos se abren paso en paralelo a través de las montañas. Desde el Deva al Asón, sus cabeceras fueron modeladas por los glaciares, excavando laderas ver­ ticales y fondos planos, mientras aguas abajo presentan un típico perfil fluvial. La sierra del Escudo de Cabuérniga marca el lím ite entre los encajados valles de la Montaña y las tierras llanas coste­ ras de la Marina. Al acercarse a la costa, los ríos se remansan, describen meandros y mezclan sus aguas con el mar, formando amplios estuarios. E l clima general de Cantabria es de tipo atlántico, húmedo y templado, con una marcada continentalidad en el extremo m eridional. Las masas de aire húmedo que atraviesan el océano se estancan en las montañas, donde descargan precipi­ taciones que superan en determinados puntos los 2.0001/m3 al año.

La Marina A diferencia de las provincias vecinas, el paisaje cántabro cuenta con un vasto terri­ torio de perfiles suaves que separa la costa y su plataform a sumergida de las estri­ baciones de la cordillera. La carencia de elevaciones destacadas permite a las masas de aire oceánicas pasar de largo sobre la Marina. Las precipitaciones son menos cuantiosas que en el interior. Así por ejem-

pío, en los alrededores de la capital no superan los 1.2001/m3 al año. Esta pecu­ liaridad, unida a la estabilidad térmica proporcionada por la inmediatez del mar, dota a la zona de un microclima de matiz atlántico. La costa es una sucesión de acantila­ dos y playas de fina arena acumulada por el oleaje. E l viento y el salitre imponen duras condiciones de vida. Tan sólo algu­ nas plantas especialm ente adaptadas logran sobrevivir cerca de la rompiente. Los acantilados alcanzan decenas de me¡ ros de desnivel en los cabos de Ajo y Mayor. La isla del Castro en Liencres o la de la Virgen del Mar, en San Román de la lanilla, son típicos tómbolos costeros, unidos en bajam ar a tierra firm e por la nena de sus playas aledañas. En el centro y occidente de la Marina son características las rasas o planicies ntaño sumergidas, hoy elevadas unos metros sobre la línea de marea. Es el caso de la costa de Santander y Soto de la Marina, o la de Loredo y Langre, en Riba¡ontán al Mar. E l paisaje escarpado del litoral se inteumpé en numerosos puntos donde se abren bahías y estuarios. Los más grani les de la provincia, en San Vicente de la arquera, Santander y Santoña, tienen origen diapírico. Es decir, los materiales Iilásticos subyacentes, tales como arcillas del Triásico (175 a 215 millones de años),

se abrieron paso hasta la superficie res­ quebrajando los esfratos más rígidos situa­ dos encima, por ejemplo las calizas del Cretácico (60 a 125 millones de años), que posteriormente sufrieron el avance de la erosión. Otros estuarios que diversifican el pai­ saje costero cántabro son los formados por las rías de Oriñón, Miengo, Suances, la Rabia, Tina M enor y Tina Mayor. En todos ellos, los ríos y la marea mezclan sus aguas y depositan sus sedimentos, con­ formando las marismas, hábitats de gran trascendencia ecológica. Los fondos de lim o y arena de las m arism as quedan cubiertos por el agua salobre a intervalos de seis horas. En el borde superior de la zona de marea crecen bandas de plantas resistentes a la acción del oleaje y la inmer­ sión prolongada como las zosteras y otras propias de ambientes salinos como el sali­ cor. Proliferan microorganismos, algas, moluscos, gusanos y crustáceos que abas­ tecen a las aves migratorias e invernan­ tes. En las playas que cierran la bocana de las bahías se forman cordones dunares, algunos de cierta entidad, como los inclui­ dos en los Parques Naturales de Oyambre y Liencres. Este último conserva en activo un extenso campo de dunas vivas con pequeños marjales interiores. Ambos espa­ cios protegidos albergan delicadas comu­ nidades de seres vivos exclusivas de los

.

Parque Natural de las Dunas de Liencres.


EL CONTEXTO

arenales atlánticos, entre los cuales la fija­ ción del terreno corre a cargo de plantas como el barrón o el nardo marino. Integradas en la Resen/a Natural de Santoña, las lagunas Victoria y Joyel, en Noja y Arnuero, son delicados humeda­ les costeros en los que crecen extensos carrizales y juncales. Estas comunidades palustres, enrarecidas en el lito­ ral cantábrico por la deseca­ ción v contaminación de

N a t u r a le z a y p a is a h

sus escasos enclaves, albergan aquí una alta diversidad faunística de la que resulta destacable la nidificación de aves acuáti­ cas poco comunes en la comisa, tales como la garza imperial y la cigüeñuela. En el paisaje de la Marina, la verde cam­ piña cantábrica se extiende hasta la rom­ piente. Se trata de un mosaico de prade­ ras, pequeñas huertas, setos de robles, avellanos y zarzas, bosquetes de encinas sobre los afloramientos rocosos y caso­ nas y pequeños núcleos rurales esparci­ dos en el conjunto. E l origen de este diseño .: paisajístico se encuentra en la gana­ dería y la agricultura de uutoabastecimiento, oue aún

mantienen su vigencia. Hasta fechas i ecientes predominó la producción lechera y cárnica de vacuno, desarrollada en pejueñas granjas familiares. Hoy día, la deca­ dencia del sector propicia la conversión de los pradeños en parcelas urbanizables, specialmente en áreas anejas a playas y estuarios. Alrededor de las principales vías de comunicación han proliferado naves industriales, talleres y viviendas de esti­ los variopintos, en general desacordes con ■ I paisaje de la zona. Sobre las laderas de las montañas costeras han proliferado en ias últimas décadas los cultivos de eucaIipto, de gran impacto sobre la ecología leí territorio. En la costa oriental afloran roquedos alizos de gran desarrollo vertical, auténi icos arrecifes fósiles del Cretácico Infe­ rior (110 millones de años). Estos roque­ dos calizos alojan retazos de encinar, un I>osque relíctico verde, oriundo del ámbito mediterráneo, que colonizó la región en épocas de clima más cálido. En las repisas del monte Candína (472 m), junto a Oriñón, nidifica una colonia i le buitre leonado. Entre las encinas, lauicíes, madroños y zarzaparrillas del monte Iíuciero en Santoña o el de Cerredo, cerca de Castro Urdíales, viven la gineta, el águila en lebrera y el jabalí. En los más de 200 km de costa de Canie d a están contabilizadas más de 70 pla' , de las cuales 14 han contado en los n unos años con la bandera azul de la i nnunidad Europea. Se trata de los are­ ne les de Ostende en Castro Urdiales; la •Salvé de Laredo; Berria en Santoña: Ris en Noja; La Arena en Arnuero; La Mag‘I Una, el Camello, Sardinero y Mataleil i s en Santander; San Juan de la Canal en Santa Cruz de Bezana, la de Comillas; i iña en Alfoz de Lloredo y el Sable de ' Vicente de la Barquera.

i Montaña i los extremos oriental y occidental de la irovincia, los macizos calcáreos cons­ ol uve n grandes karsts en los que la diso­ l . o de la roca por el agua ha excavado M in a s y galerías subterráneas, labrando superficie lapiaces y dolinas que conl man m i paisaje peculiar. En las jóve• calizas de las montañas orientales,

en las mucho más viejas de Picos de Europa, las cavidades alcanzan desarro­ llos espectaculares. Conforman un hábi­ tat aislado desde hace miles de años que alberga una fauna de invertebrados exclu­ siva de ellas. En los tramos medios de los valles mon­ tañeses, por debajo de los 600 m, la vege­ tación característica son los robledales de roble pedunculado, como los que cubren los montes de Ucieda, en el valle de Cabuér­ niga. En vaguadas umbrías, sobre suelos profundos crecen fresnedas y bosques mix­ tos. La extracción de madera para abaste­ cer a las ferrarías y a la industria naval de Santoña y Astillero incidió negativamente sobre la extensión de la cubierta arbórea en las áreas más accesibles de la Montaña, proliferando los m atorrales de brezos, heléchos y argomas. La quema de éstos abrió el paso a pastizales de diente, que al decaer la ganadería tradicional a media­ dos del siglo XX fueron progresivamente reemplazados por cultivos de pino de Mon­ terrey. Estabilizando los cauces fluviales cre­ cen bosques de alisos que cobijan a la rica fauna fluvial cantábrica, entre la que resul­ tan comunes en los tramos de aguas lim ­ pias el m irlo acuático y el desmán pire­ naico. La nutria habita las riberas del Nansa, mientras el salmón está presente en otros ríos de gran calidad ecológica, como el Pas y el Asón. En las cabeceras y tramos altos de los valles cantábricos se conservan múltiples vestigios paisajísticos del modelado que los glaciares ejercieron en diversos perí­ odos, el últim o de ellos hace aproxima­ damente 10.000 años. E l circo glaciar de Fuente Dé y las morrenas de Áliva, en los Picos de Europa; la sierra de Peñalabra, los puertos de Estacas de Trueba y de Lunada, en las montañas pasiegas, y el nacimiento del Asón y el Gándara, en el valle de Soba, son algunos de los lugares con morfología glaciar evidente. En el extremo occidental de la provin­ cia, la comarca de La Liébana goza de condiciones geográficas y climáticas ex­ cepcionalmente benignas, al abrigo de los Picos de Europa. La estabilidad tér­ mica y la m arcada sequía estival leba


N a t u r a l e z a y p a is a je

El c o n texto

tras crecen de forma espontánea peque­ ños alcornocales y extensos carrascales sobre suelos silíceos. Por encima de los 600 m, el haya pasa a dominar el paisaje vegetal de las mon­ tañas orientales. Sin embargo, en las del occidente comparte su territorio con el roble albar y cede las zonas más altas del dominio forestal al abedul. Aunque el pastoreo y la extracción de madera han afectado a estos bosques, Can­ tabria conserva excelentes hayedos y abe­ dulares como los del Parque Natural de Saja-Besaya o los del puerto de Piedrasluengas. En ellos habitan los últimos osos pardos del territorio cántabro, así como grupos dispersos de urogallos y otros ver­ tebrados típicos de bosques maduros, tales como el pito negro, el azor, el pico mediano, el corzo y la marta. En los pior­ nales y prados altim ontanos campean varias fam ilias de lobos que ocasional­ mente hacen incursiones en las sierras aledañas. Sobre las cumbres rocosas de la cor­ dillera, por encima de los 1.700 m, Canta­ bria cuenta con pequeños enclaves de ambiente subalpino, caracterizado por el intenso frío y la innivación persistente. Afe­ rrados con sus raíces a las rocas desnudas crecen matorrales de enebro rastrero y gayuba, y se forman praderas de cervuno, frecuentadas por grupos de rebecos, ungulado característico de las altas cumbres cantábricas. En las repisas más remotas nidifican varias parejas de águila real. E l poblamiento humano montañés se restringe a pequeñas aldeas de casas api­ ñadas, dispersas por los fondos de valle y a lo largo de las principales vías de comu­ nicación entre la costa y la meseta. E l uso de pequeñas cabañas para guarecer al ganado en el fondo de los vahes, durante el invierno, y el ascenso a los pastos y caba­ ñas de altura, cuando las nieves desapa­ recen, son formas tradicionales de la gana­ dería aún en vigor en la Montaña cántabra. En los valles de la zona central se cría una variedad autóctona de ganado vacuno, la raza tudanca, cuyo acervo genético ha demostrado su adecuación a la vida en la montaña en condiciones semisalvajes y la rentabilidad de su producción de carne. Los valles del Miera y el Pas, capitali/ - 1,11 vs n n r Víj r a dp P:m San Rooue do Rio-

Hayedo en el Parque Natural de Saja-Besaya. nen vigente una trashumancia peculiar. Familias completas de pasiegos trasladan sus enseres y ganado a las cabañas de monte en primavera y descienden a las tic valle al llegar el invierno. Garantizan así durante todo el año el abastecimiento tic sus vacas frisonas, especializadas en la producción de leche, componente prinei pal de su alimentación.

La Cantabria meridional Al sur de la cordillera el territorio cania bro abarca la depresión de Campoo, donde destacan Reinosa y el embalse del Ebro, el de mayor capacidad hídrica de España, Declarado Refugio Nacional de Caza, en sus riberas nidifican aves como el sonni: mujo lavanco, la focha y diversas anal i das. Durante las épocas de migración c invernada acoge grandes concenlracio nes de aves acuáticas. I .os glaciares modelaron el relieve del

del Cordel, a la sombra del pico Tres Mares, en el que como su nombre indica, concun en las cuencas Cantábrica, del Duero y del Ebro. Al sur se extienden los m unici­ pios meridionales de Cantabria. Valdei ido del Río y Valderredible están ubii ai los en la cuenca del Ebro y Valdeolea es I ributario del Duero a través del río i .nnesa. !' a Cantabria meridional es en esencia lin lerritorio llano, situado en su mayor i1 e por encima de los 800 m, sometido B un clima riguroso de fríos inviernos. Deslar.in en su paisaje los cultivos cerealisl:r los páramos premesetarios. Se con■ri ,m extensos robledales de rebollo y i|u ligo. Son extensos asimismo los culti>■ le pino albar. E l lobo campea por las di 11 as de alrededor y realiza incursiones u los valles. ii las liberas meridionales de la pro­

ticos son las choperas y olmedas, como las que bordean al Ebro aguas abajo del embalse. Este río ha excavado profundas hoces en las calizas de Villaescusa de Ebro, de gran interés paisajístico y eco­ lógico. Las comunidades rupícolas en­ cuentran aquí, como en las montañas orientales y los Picos de Europa, un enclave habitable. La densidad de población en la Canta­ bria meridional ha disminuido en las últi­ mas décadas. Se han abandonado en gran medida la ganadería tradicional campurriana y la dedicación agrícola cerealista de las tierras meridionales. Los polígonos industriales construidos alrededor de Rei­ nosa y el crecim iento de la ciudad han absorbido una parte de la emigración de la comarca, llegando a constituir un impor­ tante núcleo urbano a medio camino en­ tre los centros productivos de la costa v


L a h is t o r ia y e l a r t e

■ L A H IS T O R IA Y E L A R T E Altamira y el arte prehistórico Considerada como una región austera en sus manifestaciones artísticas, Cantabria conserva sin embargo algunas muestras sorprendentes de la capacidad creativa plasmada por un pueblo que, enfrascado desde sus orígenes en la caza, el combate y la recolección como primitivos medios de supervivencia, supo escuchar ya desde entonces la llam ada de lo intangible y transformarla en arte. Nos referimos, claro está, a las mun­ dialmente célebres pinturas de la cueva de Altamira, cuyo Gran Techo ha sido cali­ ficado como la “Capilla Sixtina del Arte Paleolítico” . Teniendo en cuenta que el Gran Panel de los Policrom os fue reali­ zado hace 14.000 años y que su visión ha maravillado por igual a los amantes del arte y de la historia, no es de extrañar que este conjunto haya eclipsado a otros lega­ dos artísticos de gran valor datados asi­ mismo en épocas remotas. Porque Altam ira, aunque es el más impresionante conjunto de arte parietal prehistórico, no es el único ni el más anti­ guo que aquí se conoce. En la cueva lla­ mada Fuente del Salín (Muñorrodero) hay una colección de manos impresas en nega­ tivo, 8.400 años más antiguas que los bison­ tes del Gran Techo. Las cuevas de E l Cas­ tillo, Las Chimeneas y La Pasiega (Puente Viesgo), Hornos de la Peña (San Felices de Buelna), Covalanas y La Haza (Ram a­ les de la Victoria) son algunos de los nume­ rosos enclaves donde los primitivos pobla­ dores decoraron sus cuevas con inquietantes símbolos cuyo significado todavía hoy se nos escapa. La arqueología no ha sido capaz hasta la fecha de desentrañar el largo parénte­ sis de más de 10 milenios, del cual, a pesar de constatar la presencia de poblamiento humano en zonas próximas a la costa y los ríos, no han llegado hasta nosotros manifestaciones artísticas. E l Neolítico llega a estas tierras en el IV milenio a.C. con sus cambios productivos que inclu­ yen los inicios de la agricultura y el pas­ toreo, además de interesantes piezas de interés histórico-artístico, los megalitos. Destaca entre estos monumentos, eri-

en el puerto de Sejos, lugar de m ítica belleza y estratégica situación. Se trata de un grupo de cinco menhires, dos de los cuales llevan grabados motivos que se han relacionado con la representación de un ídolo y un puñal o espada. Para encontrar nuevas piezas de interés hay que dar un salto hasta la Edad del Bronce Final, de la que procede el caldero de Cabárceno (Museo de Prehistoria), cuya técnica delata ya la existencia de relaciones con otros pueblos del arco atlántico.

Arte visigótico Desde aquí hasta la colonización romana, lo más notable que se conserva son las estelas gigantes circulares, en piedra, con posible cronología en el siglo III a.C., aun­ que hay quien las sitúa en fecha más tar­ día. Tampoco la romanización ha sido, que se sepa, excesivamente pródiga en legados artísticos para Cantabria. Obras destacadas son la Pátera de Otañes (Cas­ tro Urdíales), fuente de plata con repre­ sentaciones sobre el uso de las aguas medi­ cinales, o la estatuilla en bronce de Neptuno. Las excavaciones en el asenta­ miento romano de Julióbriga han desen­ terrado otros objetos, en su mayor parte sencillas piezas de orfebrería y de cerá­ mica decorada. Tampoco los visigodos han dejado su huella artística en la agreste Cantabria, lo que nos lleva hasta la confluencia de fac­ tores que han dado en señalarse como el arte prerrománico.

Arte prerrománico Antes hay que referirse a una de esas sin­ gularidades que, como Altamira, han hechi > universal el nombre del que proceden. Beato de Liébana vivió en lo que hoy es el m onasterio de Santo Toribio, donde redactó, en el tercio final del siglo VIII. 1<>s celebérrimos Comentarios al Apocalipsis, obra que, además de su contenido ideo­ lógico, presenta unas cuidadísimas ilus traciones que han influido expresamente en toda la estética del románico póstera ti; Surgen en las zonas del interior las ermi tas rupestres excavadas en piedra, a la ve/, refugio y lugar de culto, fechadas en lomo al siglo X. En Cambarco (Liébana), Anv

servan los ejemplos más destacados, siendo Arroyuelos, Cadalso y Santa María de Valverde las más conocidas. De la misma época datan los monu­ mentos del arte mozárabe en la región, - 1íya joya es la iglesia de Santa M aría de l.ebeña (Liébana), donde se detecta por ! H'imera vez la utilización del pilar comltuesto. E l monasterio de San Román de Moroso (Bostronizo) y la iglesia de I Icluera (M olledo), en la ruta del Besaya, unpletan este repertorio artístico que 11luyó en diversos motivos del posterior arte románico, movimiento que llega desde 1astilla a finales del siglo XI y alcanza su a pogeo en el XII. E l relativo aislamiento i especio a las corrientes imperantes en I atropa motiva el retraso cronológico y I s peculiaridades que tienden a regionaI zar esta expresión artística.

¡i románico I is colegiatas, evolución de los primitivos i masterios, reúnen lo más notorio que 4 1arte románico se conserva en la región. I --caca especialmente la de Santillana del Mar, cuyo claustro es todo un compendio tic escultura románica, pero son también magníficas las de San M artín de Elines (V tlderredible), San Pedro de Cervatos (cerca de Reinosa) y Santa Cruz de Cas­ I; teda. Además toda la cuenca del Besaya I -vsenta excelentes ejemplos de este arte cu sus iglesias. Yermo, Retortillo y Piasca n -iiservan en sus templos buenas muesII as de la escultura románica.

i

ótico

U.l arte gótico se desarrolla en Cantabria ili Ie finales del siglo XII hasta el XVI, muy lir -lo al apogeo de las villas costeras, y 11-ne su máxima expresión en la iglesia tli -anta María, de Castro Urdíales, con un ;istema de arbotantes y contrafuertes axil llores único en Cantabria. I a iglesia de la Asunción en Laredo, la i li anta María del Puerto en Santoña, la di cinta M aría de los Ángeles en San Vi - 111e de la Barquera y parte de la Cate-11 de Santander completan la ruta de lo i andes templos góticos, entre los que ( ' luye el monasterio de Santo Toribio, (n i iébana.

Existen muchas otras iglesias que res­ ponden a este estilo, con características diferenciales según se encuentren en la costa o en el interior. De este amplio legado arquitectónico sobresalen las portadas fla­ mígeras realizadas por los famosos can­ teros de Trasmiera, que tallaron piedras en las principales catedrales castellanas y dejaron en Cantabria templos singula­ res, como el de Santa Marina, en Udalla, o el de Ampuero, precursor del gótico arcaizante. E l retablo de Nuestra Señora de Belén, en la iglesia parroquial de Laredo, realizado en Flandes en el siglo XV, es la mejor obra de la escultura gótica que se conserva en la región. También de tradi­ ción flamenca son los principales logros pictóricos del gótico en estas tierras: el retablo de la iglesia de Santoña, uno de los mejores de España, obra de Petrus Nicolai M orauli, y el hispano-flamenco de Santillana del Mar, de autor descono­ cido.

Renacim iento y barroco Apenas tuvo incidencia el arte renacen­ tista en Cantabria, que continuó funda­ mentándose en los cánones del gótico tra­ dicional durante el siglo XVI. S í cuajó el posterior barroco, a través de los maes­ tros castellanos y de la comente popular que proporcionó gran cantidad de imagi­ nería de tipo artesanal. En arquitectura religiosa la tendencia más espectacular es la de construir amplias iglesias columnarias, todavía entroncadas con el gótico, entre las que destacan las de Ajo, Isla, Noja y Guriezo.


L a h is t o r ia v e l a r t e

E l co n texto

ii 1970 poseedor de un estilo personal que para muchos críticos llega a la cima de la pintura española del siglo XX. Otros dos pintores marcan el inicio de i na época prolífica en creadores que toda­ vía prosigue. Eduardo Pisano y Antonio Quirós, ambos emigrados a Francia, el pri­ mero con su dominio de rojos y negros, el itro con su inquietante mundo surrealista, lueron los adelantados de unos intensos años cincuenta, en los que también apa­ recen los hermanos Calderón, Femando . Ramón, Eduardo Sanz y otros muchos, t orno Julio de Pablo, hoy el decano de los linteres cántabros. Son muchos los pinlores que han descollado desde entonces los que se han ido sumando en genera­ ciones posteriores, caso de Juan Uslé y I duardo Gruber, que han alcanzado recolucimiento internacional.

En ei edificio y en el retín to exterior de la colegiata de Santiliano de! Mar se expone la obra escultórica de Jesús Otero, artista contemporáneo nacido en esta villa. En arquitectura civil, es uno de los mo­ mentos más espléndidos. Las fachadas se cuidan, realzan y ennoblecen, como signo distintivo de la vivienda montañesa. En las casas de abolengo no falta la piedra de sillería, escudo de armas labrado en pie­ dra y portalada, a modo de arco triunfal de acceso. Existe gran número de estos denominados palacios, destacando el de Elsedo (Pámanes), el de Hoznayo (Entrambasaguas) y especialmente el de Soñanes, en Villacarriedo, el más barroco de los edi­ ficios cántabros.

Arte m oderno y contemporáneo Capítulo aparte en esta relación de arte monumental merece la villa de Comillas, lugar costero que por circunstancias his­ tóricas se ha convertido en el principal enclave de la arquitectura modernista en Cantabria. E l excepcional palacete cono­ cido como E l Capricho, diseñado por el genial Gaudí; el palacio de Sobrellano y la capilla, ambos en estilo neogótico; la gigan­ tesca Universidad Pontificia, el ángel exterm inador que preside el cementerio, el monumento al Marqués de Comillas, todos levantados a partir de 1880, acreditan so­ bradamente el trabajo de los modernistas l\/[o iH w r o l l

P o CV'-,vn f A r V v m P n P r l l

De los siglos XIX y XX proceden tam­ bién las principales individualidades del arte pictórico en Cantabria. José de Madrazo (1781-1859) abre esta cronolo­ gía y crea para la posteridad La muerte de Viriato, lienzo de gran formato que se con­ serva en el Casón del Retiro (Madrid). El campurriano Casimiro Sainz (1853-1898) fue un gran paisajista, en cierto modo pre­ cursor de movimientos posteriores. Rogelio de Egusquiza (1845-1915), gran dibujante, grabador y admirador de Wagner, plasmó un impresionante Tristán e Isolda, que se conserva en el Museo de Bellas Artes de Santander. Agustín Riancho (1841-1929) fue probablemente uno de los más grandes paisajistas de su tiempo, capaz de coincidir, sin saberlo, desde lo recóndito de sus montes, en los últimos años de su obra, con el más osado vanguardismo europeo, siempre partiendo del paisaje, explosión de color y senli mientos desde el fondo del lienzo. María Gutiérrez Blanchard (1881-1930), tal vez la mejor de las pintoras españolas, nació en Santander y murió en París, donde no fue ajena al movimiento cubista, con obras inspiradas como El almuerzo, que se exhibe en el museo santanderino; lúe una gran ar- tista. José Gutiérrez Solana, el genial tenebrista, nació y m urió en Madrid, aunque fue de estirpe montañés» y aquí inspiró algunas de sus obras como Los marineros de Castro Urdiales. l i an risco GuliárrezCossío. más conocido coi un

Menos pro lija resulta la nóm ina de escultores contemporáneos, no tan nutrida como la de los maestros canteros de antaño. Junto a artistas ya desaparecidos como Manuel Raba, Jesús Avecilla o Mauro Muriedas, destaca el clásico Jesús Otero, que ha donado buena parte de su exce­ lente obra al Ayuntamiento de Santillana, y nuevos artistas como González de la Vega, dotados de savia renovadora. Un último recordatorio nos devuelve al arte arquitectónico, que alumbró en Can­ tabria talentos históricos como el de Juan de Herrera o la saga de los Gil de Hontañón, además de nombres más cercanos en el tiempo, caso de los Rucabado, Riancho, Bringas y Ricardo Lorenzo, aunque el último gran proyecto arquitectónico en la región, el Palacio de Festivales, lleva la firm a de otro gran talento navarro, Sáinz de Oiza.

A R Q U IT E C T U R A P O P U L A R evas, invernales y chozas

i ibido es que la situación geográfica con11iciona los materiales de construcción utili zados en la casa o vivienda, cuyo coni pío es complejo y cambiante a través del i ii inpo: guarida o refugio, bastión defen­ sivo, símbolo de poder o de ostentación, 1111idad social por excelencia y en todo caso reflejo cultural de sus habitantes y de la si ni edad en la que se desenvuelven. I territorio de lo que hoy es Cantabria i silla horadado por multitud de cuevas, ¡ilii igos, cavernas, galerías y sistemas subIIt i úneos. Muchos de ellos fueron conoiiilos y habitados por el hombre prehish'i ico hace miles de años y en ellos ha quedado huella de sus objetos cotidianos v i le su concepción simbólica, plasmada en el arte parietal. i i>n el pastoreo y la incipiente agriculI II i, los primitivos cántabros comienzan tu :i par las zonas interiores y desarro­ lle suscastros. Por lo que de ellos se sabe, ci n poblados cuyas viviendas se levani > n a base de adobe y entramados de va. Generalmente eran de planta ciri ul.ir o elíptica, diámetro no superior a 6 lu Mielo de tierra apisonada. E l adobe lu uslituido paulatinamente por la pieili local. Guando los peligros acechaban, i’M > ■ >conjuntos de cabañas se convertían

taludes y parapeto, y situados en lugares elevados con amplias vistas y varias alter­ nativas de fuga, como se ha comprobado en excavaciones realizadas en Argüeso y otras zonas de Campóo. E l im perio romano tuvo serias d i­ ficultades para reducir a los belicosos cán­ tabros y cuando al fin lo consiguió, a juz­ gar por los restos hallados, no llegó a colonizarlos culturalmente, a pesar de fun­ dar asentamientos costeros y de interior como el de Julióbriga, auténtica ciudad cuyo modelo de vivienda, basado en la domus romana, no parece haber influido en construcciones posteriores. E l tipo de asentamiento cambia radi­ calmente con el movimiento repoblador que procede del sur, cuya influencia cul­ tural termina con el modelo tribal, intro­ duce las comunidades monásticas y los prim itivos habitáculos rupestres en las oquedades de los montes. Dejando a un lado la arquitectura reli­ giosa, la choza, cabaña, sel e invernal son los más arcaicos tipos de construcción que han llegado hasta nuestros días. La cabaña y el chozo pertenecen a la aldea y se hallan en terrenos comunales; suelen responder a un esquema de planta triangular con cu­ bierta vegetal y rudimentaria construcción en piedra. Los invernales se cuentan por


A r q u it e c t u r a

e l co n texto

po pu lar

Santillana del Mar, y todas las integradas en el casco urbano y alrededores de las principales villas costeras. Las torres de Cantabria tienen interés como patrimonio histórico y como base de una evolución constructiva que se ha ramificado en múltiples direcciones. Una de ellas es la construcción de casonas, palacios y barrios, en torno a una torre medieval. E l ejemplo clásico es la torre rom ánica a la que se adosa un cuerpo gótico de una planta, se añade un poste­ rior edificio renacentista en otro de sus ángulos y se transforma poco a poco el conjunto, añadiendo alturas, soportales, muros y portalada.

Casonas y palacios E l conjunto más numeroso del patrimo­ nio arquitectónico civil de Cantabria es el de las casonas y palacios barrocos cons­ truidos durante los siglos XVII y XVIII.

Arquitectura tradicional en Santillana del Mar (izquierda) y Carmena (derecha) sidad en las zonas de Cabuérniga, Polaciones y Lamasón. De mayor tamaño que las cabañas, se crean para alojar al ganado y su alimento en los pastizales de altura. Las paredes son también de maniposte­ ría, aunque en los esquinales y marcos de las ventanas aparece ya la piedra de sille­ ría. La cubierta es a dos aguas, sustentada por vigas de roble y coronada por teja árabe.

Las casas rurales No ha sido, desde luego, el único modelo evolutivo pero está comprobado que muchos invernales fueron transformados posteriormente en viviendas, acondicio­ nando para este uso la parte alta o pajar y manteniendo al ganado en la inferior. Como en muchos otros lugares del norte pe­ ninsular, la compleja interacción de fac­ tores históricos y estilísticos desemboca en un arquetipo de lo que se considera casa rural popular, que resulta de la combina­ ción de la vivienda, el corral y la huerta, conjunto que, repetido, dará lugar a nume­ rosas aldeas. Todavía se conservan en zonas de Liébana, Cabuérniga, Valdáliga y Lama­ són viviendas arcaicas, de una sola habi­ tación en planta rectangular, donde con­ vive toda la familia y las cocinas parecen aún más oscuras v antiguas por la gruesa

La cabaña pasiega y el hórreo Hablando de arquitectura popular es obli­ gado referirse a la cabaña pasiega, cons­ trucción característica que sigue u tili­ zándose en la actualidad y que, además de definir un estilo de vida, identifica y embellece de forma singular el paisaje de estas comarcas. Construidas enteramente en piedra, con la cubierta de oscuras losas de piedra arenisca, rodeadas de cuidadas praderías cercadas por bajos muros de piedra sin argamasa, son una de las imá­ genes más populares del mundo rural cán­ tabro. En realidad representan, con diver­ sas variantes, la evolución antes citada del invernal a la vivienda de dos plantas. En la zona pasiega es frecuente prolongar la cubierta en la zona de la entrada y cons­ truir debajo un armazón de madera que realizará las funciones de solana o balcón, zaguán-fresquera y acceso escalonado, que en otras muchas es de piedra, a la planta superior. Menos conocidos en Cantabria son los hóixeos que, distintos a los gallegos y con ligeras variantes de los asturianos, exis tieron en diversos puntos de la región aun que hoy día son tan escasos que han que dado reducidos a reliquias etnográficas, La mayor parte de los que se conservan se encuentran en la zona de Liébana, cspe randouna intervención institucional que

I I otro modelo arquitectónico que más lia influido, y todavía lo hace, en los dise1)1is constructivos de la vivienda cántabra es la torre. Todavía se conservan restos de i 11ichas de ellas, las más antiguas procetlei ites del siglo XIII, aunque muchos auto­ res consideran que este tipo de construcelón ya se daba en el siglo VIII, y que di óieron de existir en forma más rudim ntaria en la época romana. En todo caso, la m ayor parte de las que hoy se en uentran en Cantabria proceden de la é| m>ca medieval y renacentista. A ellas se II ' sumado otras muchas levantadas en 11 ’>icas más recientes como expresión del li oricismo montañés. \unque la mayor paite de las torres hislórii as ha sufrido graves deterioros, toda­ ' ia quedan excelentes ejemplos de estas viejas y sobrias fortalezas que fueron priiiiiii) instrumentos de control sobre cami­ nos, ríos y costas y después símbolo de i" ero abolengo. Si hubiera que desta1 las pocas, entre ellas podrían citarse 1- I Infantado (siglo XV), actual sede del V utam iento de Potes, y la de Mogrovejo (*iir lo XV), ambas en Liébana; la de Cabanen Herrerías, rodeada de un muro saeteras; la de Obeso (Rionansa), las ili 'm añoyBustam ante(LaCostana),en 1 upoo; las de Quijas, en Reocín; el lo

oh de Caries, en el camino del Besaya;

Resulta muy complejo diferenciar casona y palacio en Cantabria; muchas veces un mismo edificio recibe ambas denomina­ ciones y lo cierto es que existen escasos palacios en el sentido que habitualmente se considera en otras regiones. La mayor parte son en realidad casonas, más o menos grandiosas y solariegas, cuya arqui­ tectura suele presentar un mestizaje entre lo autóctono y lo clásico. E l palacio de Santibáñez (Cabezón de la Sal) es ejem­ plo de esta p articu lar integración ar­ quitectónica: solana corrida y soportal representativo de la vivienda rural cánta­ bra en la fachada sur y acceso principal con arcos a base de piedra de sillería en el lado este. Construcciones de esta índole existen prácticamente en todos los municipios de Cantabria y no será difícil para el viajero interesado identificarlos puesto que, den­ tro de las innumerables variantes, todas presentan una fachada principal en pie­ dra de sillería bien labrada, escudo de armas también en piedra, pilastras con basas y capiteles moldurados, y en muchos casos con capilla adosada y amplia finca en derredor. Si no se dispone de tiempo suficiente para deambular por la región en busca de todo este disperso patrimonio, siempre queda la oportunidad de visitar dos núcleos que reúnen buena narte de las tinolosías


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entre otras muchas cosas, un amplio mues­ trario de casas, casonas y palacios, mien­ tras que Bárcena Mayor, en el corazón de Cabuérniga, tiene fama de conservar el mejor conjunto de viviendas populares, o casas montañesas rurales, de la región.

Alojam iento rural Una posibilidad para admirar muchas de las casonas cántabras, y de paso disponer de un alojamiento asequible y tranquilo, es recurrir a la excelente red de estableciemientos incluidos en el listado de alo­ jamientos rurales tutelados por el Gobierno de Cantabria. La oferta está divida en cua­ tro categorías de las cuales dos, “Casonas y Palacios de Cantabria" y “Posadas de Cantabria” , permiten disfrutar como un inquilino más de unas construcciones incluidas dentro de los inventarios ofi­ ciales del patrimonio por su valor arqui­ tectónico. La primera categoría, Casonas y Palacios, se sitúan como mínimo en la

G a s t r o n o m ía categoría de hotel de tres estrellas en cuanto a su equipamiento y servicio, mien­ tras que tanto su estructura exterior como la decoración y el m obiliario responden a la estética reseñada en el apartado de Casonas y Palacios. La categoría de Posa­ das de Cantabria engloba alojamientos ubicados en inmuebles según el tipo de construcción que respete la estructura, mobiliario y decoración de las diferentes comarcas cántabras. Ofrecen servicio de alojamiento y desayuno en un mínimo de tres habitaciones. Existen otras dos cate­ gorías de turismo rural, “Viviendas rura­ les de Cantabria” y “Casas de labranza de Cantabria”, en las que respectivamente se exige que respondan a una tipología de construcción rural o que mantengan en activo las explotaciones agr opecuarias. En todos los casos prestan al cliente como mínimo, servicio de alojamiento y des­ ayuno y han de reunir unos requisitos míni­ mos de infraestructuras y dotaciones.

nuergos (navajas). Tanto las almejas como is navajas son una especialidad en Pedreña Argoños -a la marinera las primeras v a i plancha o guisadas con arroz o patatas I.ts segundas-; en Comillas lo son los erizos le mar, en crudo o graduados, mientras ■¡tic los municipios de Miengo y Piélagos, ubicados en la desembocadura del río Pas, ■Iestacan por sus angulas. Más accesible es I cachón (sepia), que en Maliañov El Asti■lero se guisa en su tinta y con cebolla o . ¡latas. La influencia de la cocina vasca se ■ ja sentiren los fogones de Castro Urdias, que en las fiestas de San Andrés recuI «era dos platos típicos: el besugofl la preve i.usado y regado con un sofrito de ajos, guin1lilla y vinagre) y los caracoles a la vizcaína. 'i si la economía lo permite, conviene pro1 irlas langostas de Isla; si no, suspimien1 s de piquillo, con los que se confecciona una exquisita ensalada que incluye ven1icsca de bonito \ anchoas.

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saje gastronómico

Iras la densa oferta marina, los valles v n mtañas del interior ofrecen alimentos v

■ G A S T R O N O M ÍA

I I tos tan diversos como su orografía. Quizá Las especies del mar invaden la mesa Lubinas, merluzas, cigalas, rapes, almejas, bogavantes, calamares, boquerones, boni­ tos, ostras, besugos, sardinas, doradas, cen­ tollos, nécoras... las capturas que arriban a los puertos de Castro Urdiales, Laredo, San­ toña, Santander o San Vicente de la Bar­ quera, entre otros, provocan lágrimas de emoción a cualquier viajero medianamente interesado por la gastronomía. La cocina tradicional de Cantabria, “presidida por el principio de exaltación del pescado”, según Néstor Luján, quizá no se distinga por un vasto recetario, pero sí por la fe ciega en la calidad del producto, ya sea del mar, del río o de la montaña. La costa occidental, entre San Vicente de la Barquera y Suances, y la oriental, de Pedreña a Castro Urdiales, así como la bahía de Santander, basan su oferta gastronómica en los pescados y mariscos capturados por sus flotas de bajura o altura, o criados en bahías y rías, como las almejas de Santoña y Santander o las ostras de San Vicente, cuya tradición se remonta a 1885, cuando se crearon los primeros parques de ostri­ cultura. Asados, horneados o en salsa, la

chote) o el pez de San Pedro (sanmartín) rivalizan en calidad con los otrora humil­ des boquerones y el popular bonito del norte. Estos últimos sostienen una potente indus­ tria conservera, inquieta por el cada vez más escaso boquerón (bocarte), y protago­ nizan guisos marineros de gran tradición como el sorropotún de San Vicente de la Barquera (bonito, patatas y cebollas) o la marmita de la costa oriental, con los mis­ mos ingredientes, a los que se añaden toma­ tes y pimientos. En Laredo, el bonito del norte se convierte en “pollo marino” cuandi i el pescado, cortado en filetes y frito, se baña en salsa de verduras. Al parecer, elocurrenlc nombre se debe a un pescador que, harto de no catar la carne, obró el milagro de coci­ nar el bonito para que pareciera pollo. Tani bién son típicos de Laredo losjibiones (cala mares o chipirones), que se pescan de fon ila artesanal con anzuelos (guadañeta) y se cocinan en su tinta o encebollados. En San tander se denominan maganos y son un ape­ ritivo habitual las rabas (tiras de calamar rebozadas y hitas). Otras exquisiteces de la costa son las amayuelas (almejas), los inoi dejones (mejillones de roca), los vengúelos (berberechos), el verde!o pdicato (caballa),

I omarca con la gastronomía más difei <-iiciada sea Liébana, a los pies de los Picos (le Europa. Dejando aparte los quesos, que I ■ratan más adelante, destacan sus cha■mas, como los jamones o el borona (va­ nante de la morcilla), los embutidos de caza (vi nado o jabalí) y las carnes de ternera, 0 a clero y cabrito. Gracias a un microclima mas propio del Mediterráneo, la comarca t i i bién produce verduras y legumbres, n uno las cebollas de Bedoya o los pequefios garbanzos que son esenciales en el i (1 ido lebaniego, acompañados de choii > , tocino, ternera y repollo. 1 I lebaniego se suma a pucheros clási-

II in de Cantabria como el cocido montam la olla ferroviaria, el potaje de legum1*i v las alubias rojas estofadas. E l cocido m- nIañés, propio de la comarca de SajaN.msa, se distingue por la presencia de alubias blancas y mucho cerdo (costilla, 1 1'■■rizo, rabo, oreja, morcilla, tocino...), un 11tras que la olla ferroviaria (Campoo) ' labora con carne de ternera, patatas, •i alionas, puerros, cebollas y pimien!"'■ Id plato fue ideado popios empleados di lien hullero que unía Campoo con La í 1 da (l.eón), y hasta inventaron una olla

Con los pescados del Cantábrico se elaboran magníficas conservas. Las alubias rojas, llamadas cancos en la Cantabria oriental, se guisan con verduras o productos del cerdo, principalmente en Meruelo y Guriezo, mientras que el potaje de legumbres (lentejas, alubias o garban­ zos) es característico de Polanco. Otros alimentos de la tierra son las pata­ tas de Valderredible, amparadas por una mención de calidad de rango autonómico, al igual que los tomates (de Isla, por ejem­ plo); las cerezas de Caries; los respigos (hojas tiernas de nabo) de Laredo; la coliflor de Escalante; los berros de Miera, o las hor­ talizas de Sudor/ano. con las que se elabora el pisto (calabacines, pimientos verdes y tomates) con huevos. Además de salmones y truchas pescados en los ríos Asón o Nansa, la despensa mon­ tañesa cuenta con carnes de alto valor. Las de vacuno están amparadas por una indi­ cación eeovráfira nmlpmrLi «m t™


GASTRONOMÍA

E l co n texto

principalmente en la zona de Saja-Nansa, aunque también cabe mencionar la men­ ción Carne de Vacuno Liébana, procedente de reses alimentadas con los pastos natu­ rales de la comarca. En el valle de Campoo es muy popular el lechazo y en diversas comarcas abunda la caza, principalmente jabalí, venado, corzo y cabra montés, car­ nes que se suelen estofar con verduras o castañas y acompañar con setas, abun­ dantes y variadas en los valles de Asón y Soba y los montes de Mazxuerras. La tradición ganadera cántabra, que se remonta al año 3000 a.C., también se mani­ fiesta en leche y mantequilla de primerísima calidad. Si a ello sumamos los frutos secos (avellanas, nueces...) y la miel (de brezo, flores o eucalipto y con mención de calidad), no resulta sorprendente la vasta repostería de la región: toribiucas (rosqui­ llas) y frisuelos (crepes) en Liébana; palucos (coco, miel y huevos) de Cabezón de la Sal; hojaldres, como las corbatas de Unquera, las pantorrillas de Reinosa y las pol­ kas de Torrelavega; estelucas (masa rellena de praliné) en Buelna; quesadas y sobaos pasiegos (estos últimos avalados con una indicación geográfica protegida); bizcocho del valle de Toranzo; sacristanes (mante­ quilla y azúcar) de Liérganes, o torrijas con miel en Riotuerto y Soba. Para acompañar semejante atracón, nada mejor que el tos­ tadillo de Liébana, un vino dulce y oloroso de larga solera, o el orujo de Potes, que ali­ gera digestiones si se acompaña con una infusión de té del puerto, hierba silvestre que crece en los puertos de Áliva. Los pala­ dares menos lamineros encontrarán una excelente alternativa en los muchos quesos que se elaboran en la región.

D oce q u e so s cántabros E l queso picón de Bejes-Tresviso es proba­ blemente el más singular de todos los que­ sos cántabros. Forma parte del selecto club de quesos azules y se distingue por su envol­ torio de hojas de plágano (arce). E l queso picón se elabora con una mezcla de leches crudas de vaca, oveja y cabra, y del método de elaboración ancestral conserva la madu­ ración en cuevas naturales de caliza (dos meses como mínimo). E l sabor, levemente picante, es más intenso cuanto mayor es la proporción de leche de oveja o cabra en la mA'/rl'-i Arlprn-k Hí »mnsumirlo como ane-

ces), el picón se puede emplear como ingre­ diente en numerosos platos, al igual que otros quesos azules; por ejemplo, se puede hacer una salsa con queso, mantequilla y crema de leche que acompañe un solomi­ llo o entrecot de ternera, todos ellos pro­ ductos tradicionales de Liébana. La zona de producción del queso Picón coincide con la denominación de origen protegida Quesucos de Liébana, que agrupa un catálogo heterogéneo de quesos de leche de vaca, oveja o cabra, o mezcla de las tres; todos tienen en común su pequeño tamaño, entre 8y 12 centímetros de diámetro, y una maduración mínima de 60 días, que puede ser inferior si se elaboran con leche pasteurizada. A partir de estas premisas, hay tantos quesucos como productores, pero algunos son especialmente conocidos, como los de Áliva, Brez y Lomeña, ahumados con madera de enebro. Son también quesucos los curados de Peñarrubia, los frescos de Pido y Espinama -donde también se cono­ cían variedades hoy desaparecidas, como los quesos de odre o de asadero- y los del valle de Guriezo, cerca de la costa oriental. La zona de producción de la denomina­ ción de origen protegida Queso Nata de Cantabria abarca toda la región, excepto Tresviso y Bejes. E l queso nata, elaborado exclusivamente con leche de vaca frisona y sometido a una maduración mínima de siete días, es de color blanquecino y pre­ senta una textura cremosa y un caracterís­ tico aroma a mantequilla. Al ser un queso poco curado, se puede acompañar con miel; también se emplea en sopas y potajes, ya que se funde con facilidad al calentarlo. Con cerca de 350.000 vacas pastando en sus verdes valles, se comprende que la varie­ dad quesera de Cantabria vaya más allá de las menciones de calidad. E l ya citado qucsi > nata se conocía antiguamente comopasiegi > prensado, pues era en el valle del Pas donde se elaboraba. Actualmente, en la coman ti se siguen elaborando quesos de vaca Ires eos sin prensar, principalmente en Onln neda y Luena. La excepción es Villa tu 11v, donde se ha recuperado un tradicional queso de oveja. Junto con el queso, quesadas y sobaos completan la trinidad de los derivadi>s lác teos pasiegos. Los sobaos, protegidi>s cimi unal.G.P., son una deliciosa masa de harina de trigo, mantequilla, huevos y azúcar, en

Ileva la quesada, a la que se incorpora leche cuajada o queso fresco antes de cocerla en •I homo. Al este de los valles pasiegos, en el muniipio de Ampuero, se localiza la zona de !traducción del queso de Las Garmillas, de leche de vaca. E l queso fresco -blanco y de iatura cremosa- no difiere mucho de otros quesos frescos de Cantabria, pero el semiarado (de 15 a 20 días), ligeramente ácido, ecuerda al afamado Camembert. En Campoo, la producción quesera arte­ sanal (vaca, oveja, cabra o mezclas) se con­ centra en Pesquera, que desde 1995 cele¡>ra a mediados de agosto una feria en la que concurren maestros queseros de toda España, Francia y Portugal. Por último, el queso de Cóbreces, en la i <ista occidental, es el único que se elabora i rea del mar. Su historia es como mínimo <¡iriosa: a finales del siglo XIX, Antonio y Manuel Bernaldo de Quirós, últimos miemI os de una ilustre fam ilia cántabra, dis­ i isieron que sus propiedades en Cóbreces I I eran entregadas a una comunidad de i irnjes trapenses para que fundaran un i cnobio que albergaría una escuela agrai i. Nació así el queso Trapa, que se pre­ cita en dos formatos: cilindrico o en barra. Si i sabor suave recuerda al queso nata de ( antabria, pero el de Cóbreces tiene algo especial: madura en una bodega situada I ijo el altar mayor de la iglesia.

( nservas y sa la zo n es d e p esca d o I i ierre, por ahora indefinido, de la pesq11( ría de anchoa en el golfo de Vizcaya conI I 11ia que esta delicia gastronómica come el riesgo de desaparecer. Lejos quedan las rain pañas que sumaban capturas superio■ a las 20.000 toneladas, con un máximo histórico de 85.000 toneladas en 1965; en J005 no.se pescó casi nada y en 2006 la cosIn a fue raquítica: 750 toneladas. La ame­ na i de colapso de los caladeros-causada

tanto por la sobrepesca como por factores medioambientales (el régimen de vientos, por ejemplo, influye sobre la mortalidad de las larvas)- no se refleja, sin embargo, en los mercados, donde sigue abundando la anchoa, ya sea fresca o en conserva. Ello se debe a que el boquerón o bocarte europeo (Engraulis encrasicolus) no es exclusivo del Cantábrico. Según datos de la FAO, las cap­ turas mundiales de esta especie rondan las 600.000 toneladas y es práctica habitual del sector conservero buscar materia prima en el exterior para suplir carencias. Asimismo, en las conservas de más bajo precio es fre­ cuente utilizar anchoas de otras especies y calidad inferior, procedentes de Argentina, Perú o Chile, entre otros países. Lo que determina la calidad de la anchoa del Cantábrico es el proceso de salazón, una actividad desamollada en la región por familias italianas que emigraron a los puer­ tos cántabros a finales del siglo XIX, preci­ samente cuando la pesca comenzó a esca­ sear en sus aguas. En Castro Urdíales, Laredo o Santoña, los pescados de dife­ rentes especies se salaban, secaban o esca­ bechaban de manera artesanal. E l mérito de los salatori italianos fue la introducción de procedimientos industriales y la dedi­ cación prácticamente exclusiva al boqerón, una especie hasta entonces secunda­ ria, pues los ejemplares eran pequeños, frágiles y con menos grasa que la sardina; además, aportaron como innovación fun­ damental la conserva en aceite, invento atribuido a Giovanni Vella Scaliota, quien llegó a Santoña en 1880 como represen­ tante de una firma napolitana. E l proceso íue rápidamente imitado por otras empre­ sas y marcó el desarrollo de la industria conservera cántabra, que llegó a dominar el 90% del mercado nacional de filete de anchoa, a pesar de los contratiempos, como las campañas irregulares o la escasez de hojalata y aceite durante la posguerra.


E L CONTEXTO

Poco ha cambiado la elaboración de la anchoa desde los tiempos de Scaliota. E l resultado es un bocado delicioso que com­ pensa su precio, más elevado cuanta mayor sea la calidad del producto, determinada en gran parte por el periodo de maduración de la anchoa, que puede alcanzar los doce meses en las latas más selectas, Más asequible es el bonito del norte, el otro gran pescado en conserva del Cantá­ brico, pero también está afectado por la dis­ minución en las capturas, entre otras razo­ nes porque uno de sus alimentos es el bocarte. Asimismo, las cofradías de pesca­ dores se quejan de la presencia en los mer­ cados de bonito que viene de otros mares y se pesca con artes ilegales. Conviene recor­ dar que el bonito del norte o atún blanco o albacora (Thunrius ahdunga), cuya costera se prolonga de junio a octubre, se pesca en el Cantábrico con sistemas que aseguran su sostenibilidad -con caña y anzuelo-, y debe comercializarse etiquetado como tal, men­ cionando la zona de captura Cantábrico. E l sistema de elaboración de las con­ servas es más sencillo que el de la anchoa: tras descabezarlo, eviscerarlo, desangrarlo

O ferta c u lt u r a l

y lavarlo, el bonito se cuece en salmuera. A continuación, se enfría, se seca, se retiran piel y espinas, y se corta para el envasado en latas o botes de cristal, que se rellenan con aceite vegetal o de oliva. La parte del atún que se emplee para la conserva deter­ mina su calidad y precio; la más suave y apreciada es la ventresca, por su mayor con­ tenido en grasa, seguida por los lomos, de carne firme y sabrosa. En España, las con­ servas de bonito o del más modesto atún claro (Thunnus abocares) más que comerse se devoran, pues consumimos cerca de 160.000 toneladas al año. De hecho, somos el segundo productor m undial de con­ servas de atún, por detrás de Tailandia. Por otra parte, en Cantabria se siguen elaborando conservas artesanales cuya tra­ dición es anterior a la revolución de la anchoa en aceite. Son los escabeches, tanto de bonito como de verdel (caballa) o chi­ charro (jurel). Con cualquiera de estas con­ servas se puede confeccionar una larga lista de platos saludables y apetitosos, pero quizá sea cuando se acompañan de verduras, asa­ das o en ensalada, cuando muestran todas sus cualidades gastronómicas.

■ O FERTA C ULTU RA L Acontecim ientos culturales E l verano santanderino es mundialmente conocido por los tres eventos que acapa­ ran la actividad cultural de mayor renom­ bre. La Universidad Internacional Menén­ dez y Pelayo desarrolla una media de 60 cursos cada verano, con elevado nivel cien­ tífico y participación de grandes especia­ listas, patrocinando además actuaciones, exposiciones y actividades culturales para­ lelas. E l Festival Internacional de Música y Danza de Santander es uno de los más im portantes de Europa y reúne cada verano grandes representaciones de tea­ tro, ballet y sobre todo m úsica clásica. Conseguir una entrada se convierte a veces en una odisea. E l otro vértice de este triángulo es el Con­

curso Internacional de Piano Paloma O’Shea, verdadero trampolín que asegura el prestigio y la formación de sus ganadores. Si a esto sumamos los recitales organiza­ dos por el Ayuntamiento, las múltiples expo­ siciones v i > ¡ros eventos cíclicos como Arte-

densidad que obliga a planificarse. Las posi­ bilidades resultan ser todavía mucho más amplias y se centran además en una serie de instituciones que, aunque siempre están presentes, parecen aflorar con las mareas de finales de septiembre, cuando la mayo­ ría de los visitantes se dispersa y los que lle­ gan tratan de buscar una estancia más repi > sada y acorde con el pulso habitual de la región. Tal vez sea el momento apropiad) > para visitar los muy interesantes museos de la capital, comenzando por el de Ptv historia y Arqueología, con importantes pie­ zas de arte mueble prehistórico, como el bastón de mando, hallado en la cueva del Pendo. Este museo ofrece un atractivo rw i rrido didáctico por la Prehistoria, desuní bocando-, a través de los hallazgos en el poblado de Celada-Maiiantes y elposterii > i asentamiento romano de Julióbriga, en la Edad Media, sin olvidar las impresioi 1:111 tes estelas gigantes de Zurita y Lombeiti, La Biblioteca Menéndez Pelayo y el Museo M unicipal de Bellas Artes emú

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Museo de Bellas Artes de Santander. y conservan en sus auténticas joyas, la

im era procedente del legado que el isigne polígrafo donara a Santander, más e 40.000 volúmenes, y el museo con una mplia pinacoteca en la que se expone, de forma permanente, obra de los más ■¡estacados artistas montañeses. E l Museo Marítim o del Cantábrico presenta una 1 ipie vertiente -biología m arina y acua1ios, etnografía pesquera e historia marí1una- y realiza una m eritoria labor de investigación, instituciones como la Obra Social y CulI u ral de Caja Cantabria, la Fundación Botín o la Junta de Obras del Puerto, ade­ mas de la Universidad de Cantabria y la <1msejería de Cultura, cuentan con sus sixles culturales en Santander, realizando ,11undantes exposiciones en las que comIIi n con las galerías privadas.

IV seos de Cantabria <1 ilquier zona de Cantabria cuenta con .11; 11n lugar apropiado para empaparse de la ultura, la historia o las peculiaridades regionales. -antillana del Mar, la pequeña y céle­ la villa románica que en su tiempo fue el ntro de la región, conocida entonces Como las “Asturias'' de Santillana, ofrece 111 increíble concentración de atractivi culturales, comenzando por el proIa 1tasco urbano, una obra de arte en el mi r, amplio de los sentidos. Además de vi uar la Colegiata y el resto de edificios, 1 muy recomendable adm irar la colec■1 mi donada por el escultor Jesús Otero

cercana al templo. Subiendo hacia el cen­ tro podemos visitar la torre de Don Borja, sede de la Fundación Santillana, que rea­ liza documentadísimas y variadas expo­ siciones con aporte de valiosos materia­ les. En la misma plaza se encuentran las casonas del Aguila y de la Paira, que alter­ nan muestras etnográficas con exposi­ ciones itinerantes. Saliendo de la villa encontramos el Museo Diocesano Regina Coeli, que reúne en torno a su claustro renacentista una muy abundante colec­ ción de imaginería religiosa, en muchos casos rescatada de templos abandonados o en decadencia, en distintos lugares de la región. Cuenta también con taller de restauración y archivo diocesano a cargo de las monjas clarisas, cuya comunidad ocupa parte del edificio. Finalmente, si no hemos tenido la precaución de solici­ tar por escrito la visita a la cueva de Altamira, podemos consolarnos visitando el Museo y Centro de Investigación, que ofrece un am plio recorrido por la Pre­ historia. Otro centro de peregrinación cultural se halla en el remoto pueblo de Tudanca, perteneciente a la Cantabria montañosa del interior, visitada por los lobos en invierno, origen y salvaguarda de ances­ trales tradiciones. La casona de Tudanca fue residencia de José M aría de Cossío, gran erudito que recibió aquí a célebres escritores e intelectuales como Unamuno, García Lorca, Gerardo Diego y un largo etcétera. La casona es hoy BibliotecaMuseo ülje. entre un nmnlísimn fondo


e l c o n texto

colección de manuscritos donados por autores de la generación del 27 y con­ temporáneos, incluido el Pascual Duarte de Camilo José Cela. Para los interesados en la etnografía hay varias posibilidades; la más conocida está en Muriedas cuyo museo, instalado en una restaurada casona montañesa, con­ serva una importante colección de uten­ silios y objetos cotidianos del hábitat rural de antaño (instrumentos para hilar, para la cocina o para el ajuar). Otros centros de estudio y divulgación etnográfica se hallan en Castro Ciliorigo (Liébana), Vega de Pas y Proaño (Campoo de Suso), pre­ sentando cada uno las peculiaridades de sus respectivas comarcas. Los amantes del arte contemporáneo tienen, además del Museo de Bellas Artes de la capital, Santander, la cita obligada del palacio de Elsedo en Pámanes (siglo XVTH), que no sólo es un gran monumento en sí mismo sino que además ofrece, repar­ tida entre sus 10 salas y patio, una gran muestra de escultura con obras de Chillida, Oteiza, Berrocal y otros artistas pun­ teros, además de pinturas firmadas por los mejores autores contemporáneos y actuales, Vázquez Díaz, Gutiérrez Solana, Celis, etc. Quedan todavía otros centros menos divulgados pero igualmente atractivos, tanto por lo que albergan como por el valor patrimonial de los propios edificios, caso del torreón medieval de Caries, el Museo de la Naturaleza en Carrejo o la casona de Reinosa. Las posibilidades son práctica­ mente ilimitadas: se puede emprender la ruta del románico remontando el curso del río Besaya, de las iglesias rupestres en Valderredible, de los santuarios en la zona oriental, o buscar los solares familiares de Lope de Vega, Calderón de la Barca y Quevedo en Vega de Carriedo, Viveda y Vejorís (Toranzo), respectivamente. Cual­ quier camino es bueno para comprobar que, en Cantabria, arte, cultura, historia y naturaleza están desde siempre íntima­ mente ligados.

Fiestas tradicionales Aunque se han perdido muchas de las tra­ diciones ancestrales relacionadas con los ritos festivos y manifestaciones folklóri­ cas, Cantabria mantiene valiosas repre­

das en el ámbito rural, que perviven gra­ cias al esfuerzo de las jóvenes generacio­ nes. En las zonas más próximas a la costa, la expansión demográfica contribuye a difuminar estas viejas señas de identidad, pero se han buscado nuevas convocato­ rias para canalizar las necesidades lúdicas. Algunas de ellas, como el carnaval de Santoña, recuperado en los años ochen­ ta, son ya citas clásicas para los amantes del colorido y la diversión. Hay otras cons­ tantes en las que coinciden la práctica totalidad de municipios de la región. Las romerías, que incluyen misa, bailes acom­ pañados por el pito y el tamboril o el bígaro y el pandero, y donde no falta la comida campestre, abundan por toda la geogra­ fía regional y presentan el aliciente aña­ dido de realizarse en parajes de gran belleza natural. Las ferias de ganado, lla­ madas "de año” , son puntos de reunión para los diseminados habitantes de los valles interiores, que aprovechan estas ocasiones para intercambiar noticias, dis­ frutar de los placeres gastronómicos y admirar los mejores ejemplares de la raza tudanca. Finalmente, las boleras son otro de los puntos de reunión imprescindibles. No hay pueblo que carezca de la suya, por lo que no sólo es un deporte, con su pro­ pia federación y competiciones regladas, sino una práctica social que convierte los “corros” , como se denomina a las boleras, en foros de tertulia y diversión para los cántabros.

Festivales y certámenes

Tanned Tin Festival Internacional que en noviembre reúne en el Centro Cultural Tantín de Santander a artistas y grupos relevantes de la música y la cultura indie( www.tannedtin.com). Festival de Invierno de Torrelavega. Entre enero y abril se cele bra un festival en el que participan com pañías teatrales de todo tipo, junto a grn pos de jazz, folk y conjuntos de música clásica (www. festivales.com/torrei avega invierno). Festival Intercéltico de Orejo (Marina de Cudeyo) está centrado en la gaita comí>¡ h s truniento que atrae a los mejores expolíenles del panorama folk internacional. Se cele bra en septiembre. Magosta Folk tiene lu¡;;11 en julio, en la localidad de Villabáñez (Cas tañeda) y combina grupos folk de Cania

M T É R M IN O S A R T ÍS T IC O S Y D E A R Q U IT E C T U R A P O P U L A R «baco. Pieza plana de forma cuadrada o rectangular que corona el capitel y sobre la cual descansa el arquitrabe. jocinado. Se denomina así al vano (venlana o puerta) cuyas partes laterales son convergentes; •side. Parte sobresaliente de la cabecera le un templo, por lo común abovedada y de forma cuadrangular (en el arte prerománico y renacentista), sem icircular ;románico) o poligonal (gótico). Pueden •star formados por un cuerpo central y «tros secundarios (absidiolos). abe. Material constructivo formado por ima masa de barro y paja con forma de idrillo y secado al sol.

los numerosos tipos de arcos, los más habi­ tuales son los siguientes:

adilentalado: cuando las dovelas (los distintos elementos unitarios del arco) se disponen horizontalmente, en forma de dintel. apuntado: el compuesto por dos seg­ mentos circulares que forman ángulo en la clave (o dovela central). carpanel: el formado por tres arcos de circunferencia, uno en la parte central y otros dos en los extremos. ciego o cegado: el que tiene tapiada su luz (o zona de abertura). conopial: el formado por cuatro arcos de circunferencia, dos de ellos curvados arcos fajones

tija. Elemento arquitectónico de forma I iramidal o cónica que remata las torres • algunos templos, especialmente góti­ cos. También se llama flecha. nez. Ventana con una columna central que la divide en dos. En su empleo se basa el arte denominado ajimezado. a mena. Elem ento, generalmente prisII lático, que remata los muros de las forlalezas. a shadillado. Modo de disponer los matei iales de construcción (o aparejo) consisi•nte en un revestimento exterior de piedra :1 1>ase de pequeños sillares que sobresalen 111ios de otros a modo de “almohadillas".

contrafuertes

bóveda de cañón

•i rrelieve. Relieve en el que las figuras sol desalen considerablemnete del plano (11lás de la mitad de su bulto).

a otantes. Contrafuertes. •i ida. Serie continua de arcos apoyados ' •'bre columnas o pilastras. ■i o. Estructura arquitectónica, por lo •(uiiin de forma curvilínea, que cubre la i u le superior de un ventana, una puerta o de cualquier otro vano, v aue descarga

arquivoltas

jambas


EL CONTEXTO

hacia arriba (parte superior) y los otros dos curvados hacia abajo (parte inferior); su forma recuerda al "conopio” , o corti­ nillas con las que se cubre el sagrario. de herradura: se trata del arco que pro­ longa su curva más de media circunfe­

T é r m in o s A r t ís t ic o s

balaustrada. Barandilla o antepecho for­

bóveda estrellada: variante de la ante­ rior en la que el cruce de arcos y nervios : iene forma de estrella.bulto redondo. Se aplica a la escultura exenta, en contrapo­ sición a la esculpida en relieve.

mado por pequeñas columnas de fuste modelado llamadas balaústres.

baldaquino. Tablero fijo situado encima

de medio punto: el que tiene la forma

barroco. Estilo artístico que se desarrolló

de media circunferencia. escarzano: aquel cuya curva es inferior a media circunferencia; también se deno­ mina rebajado. fajón: el que sirve de apoyo a la bóveda y separa los diversos tramos de una nave; cuando se sitúa paralelamente al eje lon­ gitudinal del templo, se denomina formero; ambos términos se utilizan especialmente en el arte románico, mientras que en el gótico se suele emplear el nombre de arco

entre los siglos XVII y XVin y caracterizado por la com plejidad de las formas y la extraordinaria importancia concedida a

perpiaño. lobulado: el formado por una sucesión de semicírculos (lóbulos) o por valias (polilobulado). mixtitíneo: el que presenta una com­

bestiario. Colección de relatos medieva­ les de contenido fantástico protagoniza­ dos por animales. Fueron una fuente de inspiración habitual para los escultores y

raña. En algunas zonas del norte penin­ sular, especialmente en Asturias, pobla­ dos rurales formados por diversas pallozas y utilizados por pastores.

gado en sus extremos por dos porciones

sobre la cual se apoya el fuste. Según los distintos estilos, está formada por diver­ sas paites o molduras con frecuencia deco­ radas.

pintores románicos y góticos.

bodegón. Pintura que representa un con­ junto de objetos y en especial flores, frutos y piezas de caza (“naturalezas muertas”).

toral: cada uno de los cuatro arcos que

borda. Construcción rural, a modo de

sostienen una cúpula. triunfal: el que da paso aúna zona de especial importancia, principalmente el

choza, dedicada a las tareas de pastoreo. En algunos casos, incluye una estancia para los pastores, y corrales y otras depen­

presbiterio.

dencias para el ganado.

arquitabre. Elemento arquitéctonico hori­

bóveda. Techumbre de superficies curvas que cubre el espacio entre dos muros n sobre varios pilares. Por su configuración puede ser:

arquivolta. Cada uno de los arcos forma­ dos por molduras, generalmente decora­ das, cuyo trazado se suporpone de forma decreciente en las portadas, ventanales u otro tipo de vanos.

artesonado. Techo decorado con los denomiandos artesones o casetones, piezas cóncavas de madera de forma cuadrada

bóveda de cañón: semicilíndrica y pro­ yectada de forma rectilínea en el espacio. bóveda de arista: formada por la Ínter sección de dos bóvedas de cañón que con figuran cuatro aristas curvas. bóveda de media naranja: semiesférii a y apoyada sobre base circular; también se llama cúpula; cuando descansa sobre cna tro puntos verticales se denomina bóveda

o poligonal.

vaída. ■ bóveda de cascarón: la que cubre sólo

aureola. Fondo luminoso, en forma de halo

un cuarto de esfera y se apoya sobre base semicircular. bóveda de crucería: está formada pin arcos que se cruzan dando lugar a cnn tro segmentos triangulares y reforzad#

o nimbo, que rodea la cabeza de Cristo, la Virgen o los Santos.

baiorrelieve. Relieve en el que las fisuras

capitel. Parte superior de una columna, pilar o pilastra.

ibaña pasiega. Construcción rural caracarística de las comarcas cántabras. Evoicionadas en muchos casos a partir de l<>sinvernales, son construcciones de dos I> Santas, de piedra y con cubiertas con losas (le arenisca oscurecida.

caserío. Construcción rural prototípica del País Vasco, Navarra y otras comarcas lim í­ trofes. Está conformado por una gran casa central de piedra, con cubiertas fuerte­ mente inclinadas, y diversas construc­ ciones anejas.

ibecera. Parte principal de un templo en la que se sitúa el presbiterio y el altar II layor.

castro. Restos de un poblado prerromano, especialmente de la cultura celta, formado por viviendas de forma circular y fortifi­ caciones.

basa. Parte inferior de una columna o pilar,

rectas.

zontal que se apoya sobre soportes verti­ cales, por lo común columnas.

ulto redondo. Se aplica a la escultura exenta, en contraposición a la esculpida n relieve.

la decoración.

binación sim étrica de líneas curvas y

peraltado: el de medio punto prolon­

de las estancias o salas provistas de un altar y dedicadas a una advocación reli­ giosa particular. La capilla mayor, situada en el presbiterio, es la que acoge el altar mayor y suele estar consagrada a la advo­ cación titular del templo; capilla real o regia es toda aquella que goza o gozó de patronato regio; capillas radiales son las que se disponen en sem icírculo, por lo general en la giróla.

del altar.

rencia.

rectas.

capilla. En una iglesia o catedral, cada una

< inarín. Espacio abierto en la parte cen11 il de un retablo donde se expone la ima­ gen titular del templo o de una capilla con­ creta.

catedral. Iglesia principal de una diócesis en la que se encuentra la sede de un obispo.

celosía. Pieza de piedra o madera traba­ jada con calados, a modo de enrejado, que cien-a algunos vanos, especialmente ven­ tanas.

< npaniforme. Tipo de cerámica del NeoI ico, muy abudante en la Península Ibéi ;a, y caracterizada por la forma de caml ina invertida de su vasija prototípica.

chapitel. Remate alargado, de forma cónica o piramidal, de una torre. Es frecuente en los templos góticos.

i tcíIIos. Piezas salientes, por lo general csi ulpidas, sobre las que se apoya la cor­ nisa o alero de un tejado; también reciben I

nombres de canes y modillones.

churrigueresco. Estilo arquitectónico barroco impulsado por José Benito de Chu-

(

aria. Oficio y arte de trabajar la piedra

niguera (1665-1735) caracterizado por la multiplicación de elementos decorativos.

II ra adecuarla a los usos constructivos.

litel dórico

capiteljónico

capitel corintio


E l c o n texto

T é r m in o s A r t ís t ic o s

clave. Dovela central de un arco o dintel. En las bóvedas, pieza colgante situada en la intersección de los nervios.

colegiata. Iglesia regida por un deán o abad (no por un obispo) y que, sin tener categoría de catedral, suele tener una importancia arquitectónica similar.

columbario. Entre los romanos, galería con varios nichos utilizadas para deposi­ tar las urnas con las cenizas de los difun­ tos. Su form a recuerda a un palom ar (columbatium ).

concatedral. Iglesia que comparte con otra el mismo rango de catedral y un mismo cabildo.

contrafuertes y arbotantes. Elem entos constructivos empotrados en los muros cuya función es la de descargar el empuje de las bóvedas. Son componentes característicos del arte gótico y su empleo permite abrir amplios vanos.

rujia. Espacio comprendido entre dos muros de carga. úpula. Bóveda semiesférica que se emplea para cubrir tanto espacios circulares o dípticos como cuadrados, si bien en este últim o caso, para pasar de la base cuaIrangülar a la circular, se emplea un sislema de trompas o pechinas, especie de casquetes cóncavos de forma triangular. ntre ellos y la base de la cúpula propia­ mente dicha muchas veces se intercala i¡na construcción cilindrica con ventana­ les llamada tambor. La parte superior de la cúpula suele ilum inarse mediante un cuerpo, también de forma cilin d rica o poliédrica, que recibe el nombre de linlema.

cimacio. M oldura de piedra que corona una cornisa, capitel, etc.

cripta. Capilla destinada generalmente a

cimborrio. Cuerpo saliente exterior, por lo

enterram ientos y situada bajo el pavimiento de una iglesia, por lo común en la zona del presbiterio.

común de forma cóncava, que se levanta sobre el crucero de un templo con el fin de ilum inar el interior.

cisterciense. Tendencia artística de reac­ ción frente a los “excesos” del arte romá­ nico que se extendió a raíz de la reforma del Císter impulsada por San Bernardo de Claraval a principios del siglo X II. Es un arte básicam ente constructivo que marca la transición entre el románico y el gótico.

claustro. Patio interior porticado de un edificio eclesiático, especialmente de los monasterios. Su disposición y decoración varía notablemente según los distintos

o una parte de la misma dispuesta de forma perpendicular u oblicua al plano en el que se muestra. Se emplea en pin­ tura y en escultura.

esgrafiado. Decoración m ural en dos o más tonos diferentes que se obtiene al ras­ par con un punzón o grafio una superfi­ cie enlucida sobre un fondo de estuco oscuro. espadaña. Construcción mural de un solo cuerpo y rematada de forma triangular que corona las fachadas de algunas igle­ sias y en la cual se sitúan las campanas. fachada. Parte de un edificio opuesta a la cabecera.

stodia. Objeto litúrgico empleado para guardar y exponer la hostia consagrada, principalmente en las ceremonias proce­ sionales del Coi-pus Christi. Realizadas con materiales nobles (oro, plata, piedras preciosas), m uchas de ellas son obras de ofebrería de gran valor artístico.

coro. Parte del templo reservada al rezo del oficio divino y a los cantos litúrgicos. Su ubicación ha ido cambiando con el tiempo, pero por lo general se sitúa en el presbiterio, o bien en el centro o a los pies de la nave central. No es infrecuente que se encuentre en alto.

escorzo. Modo de representar una figura

fresco. Pintura mural cuya técnica con­ siste en disolver los colores en una mez­ cla de agua y cola para que penetren y que­ den fijados en el muro.

frontón. Elemento constructivo, triangu­ la r o curvo, que rem ata y decora una fachada puerta o ventana.

• ambulatorio, giróla. fuste. Cuerpo central de una columna que mtes de sierra. Procedimiento decora­

se alza sobre la basa y sostiene el capitel.

livo, muy utilizado en la arquitectura romá­ nico mudéjar, en el que los ladrillos se dis­

gablete. En la arquitectura gótica, remate

ponen de forma angular im itando los dientes de una sien-a.

a modo de frontón con ápice agudo.

< ¡tel. Cierre superior de un vano en forma i octangular.

galería. Corredor o estancia alargada con grandes vanos abiertos entre pilares o columnas y que sirve de tránsito entre dis­ tintas dependencias de un edificio.

el tico. Objeto artístico (pintura o bajocrismón. Anagrama formado por las dos primeras letras del nombre de Cristo en griego y que constituye uno de los sím bolos más antiguos y más empleados del cristianismo.

cromlech. Monumentos megalítico com­ puesto por varios menhires dispuestos en círculo.

crucero. Zona de intersección de la nave central y la transversal, en las iglesias de planta cruciform e. En las de planta de cruz patriarcal, donde son dos las naves tranversales que cortan a la principal, hay

i lieve) formado por dos piezas unidas que se pueden cenar a modo de libro.

< men. Monumento megalítico de carác11 funerario formado por grandes piedi as verticales sobre las que apoya una o varias dispuestas en posición horizontal.

il vela. Piedra tallada en forma de curia i (>nla que se construyen los arcos o bóve­ das. 11 futa. Espacio de forma triangular que queda ambos lados de un arco, entre su >i uva y los elementos horizontales aue ln

gallones. En algunas bóvedas, cada uno de los segmentos cóncavos que la integran y que tienen una disposición semejante a la de los gajos de una naranja.

giróla. Espacio de form a circu lar o poligonal que rodea por detrás el presbi­ terio o la capilla mayor. También se deno­ mina deambulatorio. gótico. Estilo artístico medieval que en España se desarrolló entre finales del siglo XII y el siglo XVI. .................................


E l co n texto

siosos, tales como follajes, frutos, cestillos, guirnaldas, caras, animales, etcéteta. Éste fue frecuentemente utilizado durante el periodo renacentista.

hastial. M uro situado a los pies de una iglesia y que muchas veces constituye su fachada principal. También recibe el nom­ bre de imafronte.

T é r m in o s A r t ís t ic o s

lauda. Tapa o cubierta de un sepulcro o sarcófago, en ocasiones con la efigie escul­ pida del difunto.

linterna. Parte superior de una cúpula de planta circular o poligonal y, por lo común, rematada a su vez por una cupulilla pro­ porcional a la mayor. logia. Estructura arquitectónia en forma

herreriano. Estilo renacentista español cuyo edifico emblemático es el Monaste­ rio del Escorial, obra de Juan de Herrera.

historiado. Se aplica a los capiteles u otros elementos constructivos decorados con escenas humanas. A veces, también se em­ plea la expresión iconográfico.

hórreo. Construcción popular del norte de España formada por un cuerpo alargado o rectangular levantado sobre columnas o pilares y que se emplea para guardar distintos productos agrícolas. E l gallego, de configuración alargada, suele ser de piedra, mientras que el asturiano es cua­ drado y de madera, excepto las cuatro patas o pegollos sobre los que apoya. Este modelo también se puede encontrar en algunas zonas de León, Cantabria y en Navarra.

de galería porticada que tiene abierto al exterior al menos uno de sus lados.

luz. Anchura máxima de un arco. Y, de forma general, cualquier abertura o vano abierto en un muro. manipostería. Labor de construcción de muros basado en el empleo de piedras sin labrar (mampuestos) dispuestas irregu­ larmente y según diversos procedimien­ tos: a seco (sin mortero), a cal y canto (con mortero de argamasa), careada (procu­ rando igualar la superficie exterior), etc. mandorla. Aureola ovalada que enmarca la representación del Pantocrátor o ima­ gen de Cristo Creador y, en ocasiones, de la Virgen y los santos. Es propia del arte rom ánico y se conoce también como “almendra mística” .

imposta. Comisa o moldura saliente sobre la que se apoya el arranque de un arco o de una bóveda. También se llam a así a la franja ornamental sobresaliente que divide las distintas zonas de construcción de un muro, una fachada, etc.

manierismo. Tendencia artística basada en la im itación de modelos de un deter­ minado estilo y caracterizada por la acen­ tuación de los elementos figurativos.

intradós. Parte cóncava, interior, de un arco o una bóveda.

matacán. Parapeto defensivo, muchas veces

mansarda. Buhardilla.

almenado, que sobresale en los muros ele un castillo o fortificación.

erlón. Cada uno de los salientes verti­ cales dispuestos a intervalos regulares que coronan los muros perimetrales de mura­ llas, castillos, torres defensivas, etc. Los espacios abiertos que se encuentran entre los merlones se denominan cañoneras. ezquita. Edificio religioso islámico. En I >uena parte del centro y, sobre todo, en el sur peninsular muchas fueron transfor: íadas en templos cristianos.

dernismo. Estilo arquitectónico y deco­ i ativo, basado en el empleo de líneas cur­ vas y una gran riqueza ornam ental. Se desarrolló a partir del finales del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX. En I spaña tuvo sus principal foco en Cata­ luña y algunas manifestaciones interevi ntes en Cantabria (Comillas).

Invernal. Cabañas de cierto tamaño que

jamba. Cada una de los soportes laterales

medallón. Forma ornamental arquitectó­ nica de disposición ovalada elaborada con estuco y que sirve para decorar paredes i > pilares. En ocasiones, enmarca relieves escultóricos o pinturas. Fue muy utilizada en el Renacimiento.

i saico. Obra realizada con pequeñas pie/.is, llam adas teselas, que se incrustan si >bre un muro o pavimento.

que enmarcan una puerta, ventana u otro tipo de vano y sostienen el arco o dintel.

megalito. Construcción prehistórica fot

i1 izárabe. Estilo artístico de los cristia-

mada por enormes bloques de piedra sin labrar.

iii is que en la España medieval vivían bajo el régimen islámico.

ménsula. Soporte saliente empollado en

i idéjar. Estilo arquitectónico de los siglos

se emplean en las altas zonas montaño­ sas de Cantabria y otras comunidades del norte peninsular para dar cobijo a la gana­ dería y sus alimentos.

lacería. Tipo de decoración a base de ban­ das entrelazadas que forman dibujos geo­ métricos. Propia de la arquitectura de ins-

ii olisco. Se aplica al arte construido por II msulmanes convertidos al cristianismo.

Esculturas de las jambas de la portada de la iglesia de Puente Viesgo. tructivas del románico o del gótico, se basó en el empleo del ladrillo y la decoración al estilo árabe. En su desarrollo fue deci­ siva la particpación de alarifes o albañi­ les musulmanes sometidos como vasallos en los territorios cristianos.

nártex. En las basílicas paleocristianas, espacio que precede a las naves y que era el dedicado a los catecúmenos o aspiran­ tes al bautismo. nave. Cada uno de los espacios interiores cubiertos separados por columnas, pilas­ tras o muros en una iglesia o catedral. La nave central ocupa el eje longitudinal del templo, entre los pies y el crucero o pres­ biterio, y suele ser de mayor anchura y altura que las laterales. necrópolis. Lugar de antiguos enterra­ mientos ("ciudad de los muertos”) o con­ junto de sepulturas de una determinada época. neoclasicismo. Estilo artístico inspirado en los modelos clásicos grecorromanos y su adecuación renecentista que se des­ arrolló a partir de la segunda mitad del


T é r m in o s A r t ís t ic o s

El. CONTEXTO

neogótico. Estilo arquitectónico basado

Pantocrátor. Representación de Cristo

en el gótico medieval, también influido por las corrientes del romanticismo nacio­ nalista, que se inició en el siglo XVIII y flo­ reció un siglo después.

Todopoderoso en postura sedente, con un libro abierto en la mano izquierda y en actitud de bendecir y rodeado por una aureola o mandorla. Es propia del arte románico y suele ir acompañado del tetramorfos.

nervadura. Moldura saliente en un ángulo o arista. Arco que sirve para form ar la estructura de una bóveda gótica.

parteluz. Columna que divide en dos una puerta, una ventana u otro tipo de vano.

nicho. Cavidad u hornacina abierta en un muro para albergar una estatua, un busto o un elemento decorativo. A veces va enmarcado entre columnas que sostienen

pastel. Técnica pictórica que consiste en

gonal de ocho lados.

aplicar los colores sobre una superficie rugosa, a veces previamente encolada, me­ diante banitas compuestas de materia co­ lorante y goma arábiga, y cuyos trazos se extienden con los dedos o con un utensi­ lio adecuado, para después barnizarlos.

ojival. Arte basado en el empleo del arco

pechina. Cada uno de los casquetes esfé­

apuntado o de ojiva. Impropiamente, se suele utilizar como sinónimo de gótico.

ricos de forma triangular y curvilínea que permiten el paso de la planta cuadrada de un edificio a la planta circular o poligo­

óleo. Técnica pictórica en la que se emplea

nal de la cúpula.

un frotón.

ochavada. Estructura arquitectónica poli­

aceite como aglutinante de los colores.

oratorio. Pequeña capilla independiente destinada al culto privado y, por lo gene­ ral, situada junto a una iglesia o un monas­ terio, asi como en palacios o edificios nobles.

panteón. Espacio de carácter funerario destinado a acoger varias sepulturas, pol­ lo general de los miembros de una fami­ lia o comunidad.

pilar. Elemento arquitectónico sustentante que, a diferencia de la columna, no tiene forma cilindrica ni está sometido a las normas de un orden artístico concreto. Puede ser compuesto, es decir, llevar mol­ duras adosadas al fuste. Cuando está ado­ sado a un muro u a otro pilar se denomina pilastra.

planta. Disposición horizontal de un edi­ ficio que suele representarse mediante un

dibujo a escala o un esquema. La planta de cruz, dado el poder simbólico del objeto en que murió Cristo, es habitual en los templos cristianos, y puede ser de cruz latina (con brazos de longitud desigual), cruz griega (brazos iguales) y cruz patriar­ cal (la de cruz latina pero con un segundo brazo tranversal a la mitad del principal).

plateresco. Estilo artístico propio del Rena­ cimiento español durante el prim er ter­ cio del siglo XVI y caracterizado por la riqueza decorativa, que a veces recuerda las filigranas de los plateros y orfebres. políptico. Objeto formado por varias tablas u hojas. Suele aplicarse a los retablos. portada. Fachada de un edificio y adorno arquitectónico. pórtico. Estancia por lo general cubierta que precede a un edificio y sustentada en al menos uno de sus lados por columnas o pilares. irerrománico. Estilo anterior a la apari­ ción del románico en la Península Ibérica, cuyos monumentos se fechan entre los siglos V al X. presbiterio. Zona elevada del templo en íorno al altar en la que sitúan los sitiales 0 escaños destinados a los presbíteros o sacerdotes.

úlpito. Tribuna elevada dispuesta en los templos a uno o a ambos lados del altar 1íayor y destinada originalmente a la pre­ dicación.

lectorio. Comedor de los monasterios. Suelen disponer de una tribuna elevada ) púlpito para la lectura. lieve. Tipo de escultura en el que las figui as están adosadas al soporte del que sobre­ den en un volumen mayor (altorrelieve) menor (bajorrelieve).

en los ideales estéticos de la antigüedad grecorromana.

retablo. Obra artística realizada con dis­ tintos materiales y con una disposición arquitectónica que suele reunir elemen­ tos escultóricos y pictóricos referidos a la vida de Cristo, la Virgen o los santos. Suele estar situado detrás del altar mayor (retrotabulam), en el ábside central del templo, o sobre el altar de las capillas. Sus partes principales son la predela, o zona inferior a veces levemente alzada sobre un sota­ banco; los diferentes cueipos que suelen ir separados por molduras llamadas cham­ branas y están organizados verticalmente en calles o tablas, divididas a su vez en casas o historias; finalmente, el ático o cumbrera, que corona la calle central. Todo el conjunto suele ir circundado por una moldura a modo de marco llamada guardapolvo. ripio. Piedras irregulares de pequeño tamaño utilizadas para cubrir los huecos que dejan otras piezas en los muros. rococó. Variante del barroco tardío fran­ cés basada en el empleo de una orna­ mentación muy recargada. roleo. Motivo de decoración arquitectó­ nica consistente en una voluta a modo de tallo enrollado sobre sí mismo. románico. Estilo artístico medieval que se desarrolla entre los siglos XI y XIII. roseta. Motivo ornamental que representa la forma de una rosa con los pétalos dis­ puestos radialmente. rosetón. Vano o ventana circular que los maestros del arte cisterciense abrieron en la parte superior del muro principal del templo para ilum inar el interior. Con fre­ cuencia van adornados con tracerías cala­ das y cubiertos por vidrieras.

ios al concluirlos.

rotonda. Edificio o estancia de planta cir­ cular generalmente cubierto por una cúpula.

■nacimiento. Tendencias artísticas que se lieron en los siglos XVI y XVII y que, a tra­

rupestre. Se aplica a toda manifestación artística (pintura, grabado, relieve) cuyo

•mate. Adorno que se pone en los edifi-


El co n texto

abrigo natural. Se suele denominar tam­ bién arte parietal (de “pared” ).

sacristía. Dependencia del templo o aneja a él, situada por lo común próxima al coro y en ocasiones con acceso directo desde el exterior. Es el lugar donde los sacerdotes y sus auxiliares se revisten para la celebración del culto y en ella se guardan los objetos, ornamentos y ves­ tiduras litúrgicas.

TÉRM IN O S A ftriY >nc:05

es el lugar ocupado por el oficiante. Las más importantes sinagogas conservadas en España poseen una muy elaborada decoración mudéjar.

taracea. Técnica decorativa consistente en incrustar sobre un soporte de madera previamente horadada materiales diver­ sos (madera, marfil, nácar, carey) de dis­ tintos colores y texturas.

temple. Técnica pictórica utilizada en la saetera. En castillos y otros edificios de uso militar, tipo de abertura pequeña, alar­ gada y muy estrecha dispuesta de modo tal que perm itía disparar sin peligro. Cuando está destinada a armas de fuego se denomina aspillera.

salmer. Cada una de las dos dovelas situa­ das en los extremos de un arco y que, por tanto, reciben su peso.

pintura mural y basada en el empleo de colores disueltos en agua templada y mez­ clados con cola, clara de huevo u otras sustancias gelatinosas.

tenebrismo. Tendencia pictórica de los siglos XVI y XVII que se basa fundamen­ talmente en el violento contraste entre luz y sombra. termas. Casas de baño de la época romana

sarcófago. Tumba monumental, por lo general de bronce, piedra, mármol u otros materiales nobles, que suele ocupar un lugar destacado en una cripta o panteón. E n muchas ocasiones incluye una repre­ sentación o efigie escultórica del difunto en la tapa y los laterales adornados con relieves.

con instalaciones provistas de agua caliente. Solían estar formadas por una gran sala central en torno a la que se dis­ ponían numerosos espacios secundarios. Las principales estancias eran el frigidarium, o piscina de agua fría; el tepidarium, una sala caldeada mediante un sistema difusor de aire caliente, y el caldarium o piscina de agua caliente.

sillar. Piedra labrada en forma de parale­ lepípedo rectangular que se emplea en la construcción de un muro.

terracota. A rcilla modelada y cocida al

sillarejo. Piedra más pequeña que el sillar y de labra menos cuidada, excepto en las caras que quedan visibles en el muro.

testero. Cabecera o parte principal de im

fuego.

sillería de coro. Conjunto de sitiales y asien­ tos que componen el coro o lugar desti­ nado a la oración colectiva y a la reuinón de la comunidad. Van unidos entre sí y suelen estar traba­ jados en un mismo estilo, muchas veces con gran riqueza decorativa.

escultórica de los cuatro evangelistas mediante los símbolos que le atribuye a cada uno el Apocalipsis: águila (San Juan), ángel (San Mateo), león (San Marcos) v toro (San Lucas). Generalmente, acom paña a la imagen de Cristo Pantocrálor rodeado por la mandorla mística, o a veces también a la Virgen.

tímpano. Superficie interio.r de un fron sinagoga. Lugar destinado al culto en la religión judía. Entre sus elementos prin­ cipales detacan el tabernáculo o aron situado en la cabecera, donde se guardan los rollos de la ley o Torah, y el altar o

laceria. Decoración arquitectónica, en ocasiones calada, basada en la combina­ ción de diversas figuras geométricas.

tón que suele ir decorada con elementos en relieve. En las portadas délas iglesias románicas y góticas también recibe este nombre el espacio semicircular situado entre el din

tronera. Abertura existentes en el muro de un edificio defensivo (castillo, torre) que permite el disparo de cañones y otras pie­ zas de artillería.

ansepto. Nave transversa) del templo que corta a la nave principal. También es el espacio en el que ambas se cruzan. Es •quivalente a crucero.

vano. Todo hueco (puerta, ventana, óculo)

ascoro. En las iglesias y catedrales góti­

voladizo. Elem ento sobresaliente de un muro o una pared. Alero.

cas, es el espacio que está situado detrás iíel coro. Se denomina trascoro mayor al <|ue se encuentra situado detrás del altar mayor, mientras que el trascoro menor es el que está emplazado detrás de las pare­ des del coro.

templo.

tetramorfos. Representación pictórica o sillería. Obra hecha con sillares.

Tímpano de la iglesia de Retortüh.

1 isdós. Superficie extema (parte convexa) de un arco o una bóveda.

abierto en un muro.

voluta. Motivo ornamental en espiral que es un elemento característico del capitel jónico. Casi inexistentes en la arquietctura medieval, fueron rescatadas del arte clásico por los arquitectos y escultores renacentistas y ya en el barroco adquirieon una gran importancia.

yesería. Labor decorativa en yeso que se t 'torio. Galería elevada de una iglesia disl testa sobre las naves laterales y con vent nales abiertos hacia la central.

utilizaba con bastante frecuencia en la arquitectura de inspiración árabe.

zócalo. Basamento levemente sobresa­ i t i i

itico. Objeto artístico pictórico o esculrico, o con una mezcla de ambos, comtesto por un cuerpo central y dos lateles que pueden cerrarse sobre él.

liente en una pared, pilar o columna. Tam­ bién es el friso o franja que se pinta o de­ cora de una forma especial en la parte inferior de un muro.


Informaciones prรกcticas


INFORMACIONES PRÁCTICAS En esta sección se presenta una selección de hoteles, clasificados por categorías, así como otros tipos de alojamiento, de restaurantes.de bares de tapas y copas, pubs y discotecas, y de diversos productos que se pueden comprar en las distin­ tas localidades, ordenadas alfabéticamente La categoría de los hoteles se indica mediante el número de estrellas que le corresponde según la clasificación oficial.También aparecen los precios -en tem­ porada baja y alta- de una habitación doble con baño (IVA Incluido), que han sido facilitados por los propios establecimientos.Si sólo aparece un precio,debe enten­ derse que éste es el inferior (temporada baja). En cuanto a los restaurantes, o casas de comida, van acompañados, en su mayo­ ría, de un breve comentario relativo a lo más característico del local: a saber, sus especialidades culinarias, ambiente, servicio, etc. El precio medio corresponde a dos platos, postre y bebida (vinos excluidos). Los hoteles y restaurantes van seguidos de una referencia entre paréntesis que indica su ubicación dentro del plano correspondiente,y un número (□ para los hoteles y O para los restaurantes) con el fin de facilitar su localización. La refe­ rencia (f.p.) significa que el establecimiento se encuentra fuera del plano. Los precios de los alojamientos y restaurantes tiene carácter orientativo y son los que han facilitado los establecimientos para este año. Es aconsejable llamar por teléfono para confirmarlos y hacer su reserva. Las compras abarcan una amplia variedad de productos, sobre todo los gas­ tronómicos o los relacionados con la artesanía. Asimismo,en las localidades más importantes figuran otros datos informati­ vos de interés, tales como dirección o teléfono del Ayuntamiento u oficina de información turística,transportes,etc.

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Ctra. N 634. Telf. 942 702 219. Moderno edificio construido recientemente cuya categoría V calidad de servicio no se corresponde con el número de estrellas. Sus habitaciones son coquetas y alegres. 1labitación doble: 38-60 €.

Turismo rural I CABROJO_______________

La Franca, s/n. Telf. 942 706067. Casona con amplias y conloi tables habitaciones. Habitación doble: 47-65 €. También dispone de restan rante en el que se ofrece coi i do, alubias, caza y carnes. La especialidad de la casa c» el venado estofado. Precio medio: 30 €.

I CARREJO______________

(a 5km)

Posada Cabrojo Telf. 942 708 534 y 942 708448. www.posadadecabrojo.com Casatradicional en un entorno rural agradable. Trato familiar. I labitación doble: 40-60 €.

B j El tapeo Es en la avenida del Genera­ lísimo y calles adyacentes donde se concentra el mayor número de bares de tapas de la localidad. En el Avenida destacan, entre sus muchas raciones, los champiñones al ajiilo y la asadurilla. Está delicioso cualquier pin­ cho de origen cántabro en El

Paraíso. Al final de la avenida (frente a la estación), sirven unas exce­ lentes croquetas y choricitos caseros en el Saja.

; Restaurantes Posada Cabrojo Cabrojo, s/n. Telf. 942 708 534. Cocina creativa sobre platos del recetario tradicional; con caza en temporada. Precio medio: 40 €.

Mesón Paraíso Avda. del Generalísimo, 1. Telf. 942 700079. Cocido montañés, chuletón de ternera y venado con alu­ bias. Precio medio: 20 €.

8 TRECENO _____________

La Villa

(a 6km)

La Barrada, 6. Telf. 942 701 704. www.restaurantelavilla cabezon.com En el centro de la población. Cocido montañés, carnes y pescados. Dispone de acceso para discapacitados. Trato cordial. Precio medio: 25 €.

Hotel La Casona de la Salceda*** Barrio La Plaza, 16. Telf. 942 705 075. www.periplo.com/salceda Incluida en el Inventario General del Patrimonio Cul­ tural de Cantabria como Casona palacio montañesa, es del siglo XVII. Pertenece también al Club de Calidad de Cantabria. Habitación doble: 64-85 €.

Casa Lucas

(a I km)

Palacio de Guevara

Cerrepoco, Los Tojos. Telf. 942 706 092,-

Hotel El Jardín de Carrejo***

www.casalucas.com Cocina de puchero que guinda la herencia de la cocina tnull cional montañesa con peque ños toques de originalidad

Telf. 942 701 516. www.eljardindecarrejo.com Esta magnífica casona de pie­ dra, cuya construcción se re­ monta a 1881, posee todo el

Barrio La Plaza, 22. Telf. 942 703 330. www.palacioguevara.com Palacio barroco montañés del siglo xvm. Moderno y confor­ table, bien restaurado, resulta muy acogedor.

» c o s /M a z c u e r r a s _____

Venta Santa Lucía Santa Lucía, s/n (a 2 km). Telf. 942 701 061. Cierra martes, salvo en agosto. Antigua parada de postas re­ convertida en restaurante. Cocina tradicional, especiali­ dad en cocido montañés y venado estofado, y moderna, como ensalada templada de marisco. Postres caseros.


INFORMACIONES PRÁCTICAS

La noche Cabezón concentra la vida nocturna más animada del occidente de Cantabria con dos zonas bien diferenciadas: la Aveniday la Zona. En el pri­ mercaso se trata dela avenida del Generalísimo hasta el par­ que, con una sucesión de bares donde se imponen eda­ des por debajo de los 25 años, en locales con buena música. La Zona hace referencia a la zona del Parque, donde ade­ más debuenos bares de copas como el Politena, se encuen­ tra la mejor discoteca de la comarca: el KU.

Compras En la pequeña confitería Yomi (avda. del Generalísimo, 17) elaboran galletas caseras, tortas de almendras y empa­ nadas, entre otras cosas. Frente a ésta se encuentra La Gallofa, donde venden los famosos patucos de Cabezón y tortas cocidas en horno de leña.

I CASTAÑEDA Info Ayuntamiento Pomaluengo. Telf. 942 592076.

Restaurantes Hostería de Castañeda Barrio San Juan Villabáñez. Telf. 942 598 113. www.jeaf.com/castaneda Casona montañesa con capi­ lla del siglo XVI y zona ajardi­ nada. Cocina regional senci­ lla, bien elaborada. Precio medio: 35 €.

La Venta de Castañeda Carretera general. Pomaluengo. Telf. 942 592 140. Cocina de mercado sobre pro­ ductos de temporada. Restau­ rante incluido en el Club de

C a s t r o u r d ía l e s

I CASTRO URDIALES Info Ayuntamiento

que ofrecen mayor tranquili­ dad. Todas son elegantes y confortables. Habitación doble: 45-55 €.

Plaza del Ayuntamiento, 1. Telf. 942 859000. www.castro-urdiales.net

11SLARES______________ _

Oficina de Turismo

Telf. 942 870900. Habitación doble: 55-80 €.

Avda. de la Constitución, 1. Telf. 942 871 512.

(a 7km).

Hostal Arenillas**

El tapeo © Alojamientos Hotel Las Rocas**** (B5) D . Avda. de la Playa, s/n. Telf. 942 860400. www.lasrocashotel.com Situado frente a la playa de Brazomar. Habitación doble: 78-140 €. Hotel Miramar*** (B4) B Avda. de la Playa, 1. Telf. 942 860204. www.miramardecastro.com Moderno hotel ubicado fren­ te a la playa de Brazomar. Habitación doble: 75-100 €.

Hotel Vista A leg re*** (f.p.) Ctra. Santander-Bilbao, s/n. Telf. 942 860 150. Acogedor y confortable, si­ tuado cerca de la playa. Habitación doble: 48-74 €.

Hotel Catamarán** (B2) B . Victoria Gaínza, 2. Telf. 942 870066. Hotel céntrico y cuidado. Sus habitaciones, a pesar deno ser muy amplias, están muy bien aprovechadas. Habitación doble: 46-70 €.

Hotel Rincón de Castro** (f.p.). Ctra. Mioño-Lusa. Telf. 942 879495. www.hotelrincondecastro. com Moderno, con restaurante. Habitación doble: 80-115 €. Hotel La Ronda* (B3) □ La Ronda, 18 bis. Telf. 942 864 040. Se ubica en una delas arterias principales de la ciudad. Aun­ que las habitaciones exterio­ resson mucho más luminosas,

En Correría y la plaza del Ayuntamiento se encuentran La Correría,donde preparan las anchoas devarias formas; La Cierbanata, famosa por el bacalao, y el Mero y Los Chelines, especialistas en rabas. Todo tipo de cazuelitas pueden degustarse en La Gaviota y La Goleta. Desde el puerto a la iglesia, habrá que detenerse para probar los ahumados, patés, quesos y embutidos ibéricos de Don Jabugo. En la intersección de las calles La Mar y Bilbao se encuentra un corrillo de bares y tabernas con sabor más montañés que marinero,

Restaurantes Mesón Marinero (A3) O La Correría, 23. Telf. 942 860005. www.mesonmarinero.com Sabor marinero de un local situado en el puerto. Ampl ísi ma carta con especialidades marineras muy cuidadas, sin olvidar la carne. Gran bodepi. Precio medio: 45 €.

Mesón El Segoviano

(A2)0 La Correría, 19. Telf. 942 861 859. Local de amplias dimensin nes cuya fama le viene por Iíi calidad de sus pescados v mariscos. Cocina marincm tradicional y nueva cocina cántabra con incursiones en cocina castellana. Organiza jornadas gastronómicas de caza mayor en octubre.

Sidrería Marcelo (A3) O Ardigales, 12. Telf: 942 867 058. En la calle peatonal más animada de Cas­ tro nos ofrece la posibilidad de degustarun menú de sidre­ ría (tortilla de bacalao, baca­ lao frito, chuletón y queso con membrillo y nueces) y una caita con buenos asados. Precio medio: 30 €.

1

COMILLAS

Info Ayuntamiento Plaza Mayor, 1. Telf. 942 720033. www.comillas.es

-Campings Comillas 2a categoría. Ctra. BarredaSantillana-San Vicente, km23. Telf. 942 720074. Cerca de la playa y a unos pocos minutos de la villa.

Oficina de Turismo Aldea, 6 (abierta sólo en tem­ porada). Telf. 942 720 768.

©Turism o rural Posada Torre de Milano

Mioño. Bando de la Estación s/n (a 4 km de Castro). Tef.942 879201.

© Alojamientos Hotel Golf Rovacías****

www.asadortunel.com Especialidad en carnes y pes­ cados a la parrilla. Precio medio: 45 €.

Urb. Rovacías, s/n. Telf. 942 720 470. www.hotelesgolfrovacias.com Alojamiento que cuenta con un centro de salud y belleza. Habitación doble: 75-150 €.

Ruiseñada. Telf. 942 722244. www.torredelmilano.com En lo alto deuna colina a cuyos pies seencuentrala Ruiseñada, a las afueras de Comillas, esta lujosísima posada es el lugar ideal para quienes buscan el descanso en un entorno rural. Cuenta con un centro Spa. Habitación doble: 85-120 €.

Hotel Comillas****

Casa Luisa

Paseo Solatorre, 1. Telf. 942 722 300. Hotel moderno con habitacio­ nes amplias y bien equipadas. Cerrado de noviembre a marzo. Habitación doble: 60-120 €.

ElPerujo, 1. Telf. 942 720231. Habitaciones dobles y aparta­ mentos con cocina y comedor. Apartamento: 55-85 €.

Asador el Túnel

I ISLARES________________

Restaurante Lantarón B° Islares, 59. Playa de Areni­ llas. Telf. 942 862212. El restaurante posee sus pro­ pios viveros de langosta habiIilados en las rocas próximas. Precio medio: 45 €. Es también un centro de talasoterapia dehabitaciones con­ fortables.

La noche l.a noche en Castro Urdiales comienza bebiendo vinos y “kinitos" y haciendo la ronda de pinchos en el casco anti­ guo, para continuar en los innumerables locales de La Rúa, Ardigales o Santa María. Es esta última calle la que reúne al público más joven desde primeras horas de la noche. En los últimos años y para un público más adulto se estánimponiendo las terrazas del barrio de Ostende, frente •ila playa del mismo nombre, con bares como Ainhoa, La Catedral o Capitán Haddock. Las discotecas y discopubs se encuentran en el extremo del la calle Ardigales más próximas a la iglesia donde se mantienen como referencias obligadas Safari

Hotel Marina deCampíos*** General Piélago, 14. Telf. 942 722 754. www.marinadecampios.com Habitación doble: 65-95 €.

Hotel El Tejo de Comillas*** Paseo de Solatorre, 3. Telf. 942 720451. www.shotenor.com De estilo montañés. Habitación doble: 70-110 €.

Hostal Esmeralda** Antonio López, 7. Telf. 942 720097 y 942 720982. www.hostalesmeralda.com Hostal de tamaño medio con habitaciones modernas y bien equipadas. Habitación doble: 50-80 €.

I L amadrid _____________ (a 8km)

Posada La Charola La Charola, 37. Telf. 942 741 104

Hotel Josein**

y 608 483 490. www.lacharola.com Casa de labranza ubicada en la falda del monte Corona. La finca se extiende a lo largo de 65.000 m2 en un terreno ajardinado y boscoso y junto a un río. Habitación doble: 45-115 €.

Manuel Noriega, 27. Playa. Telf. 942 720225. www.hoteljosein.com Hotel moderno con acceso di­ recto a la playa.

Es en la zona antigua donde se desarrolla la buena costum­ bre de irse de vinos y pinchos.

Hotel Dunas de Oyambre** Barrio La Cotera-Trasvía, s/n. A 2 km de Comillas. Telf. 942 722 400. www.dunasdeoyambre.com Habitación doble: 64-85 €.

@ El tapeo


L o s C o r r a le s de B u e l n a

INFORMACIONES PRÁCTICAS

y los fines de semana al me­ diodía. Sobresalen lugares como el archiconocido Samovy, siempre lleno hasta la bandera de un público de lo más variopinto (desde el “po­ pulacho” hasta la familia real a su paso por Comillas); La Gravalosa,abierta siempre y donde sirven raciones de lo más variado. En el puerto, el ambiente marinero se mate­ rializa enlocales como el Can­ tábrico, auténticos especia­ listas en la marmita; y el Lorenzo, el bar más emble­ mático del puerto y donde se sirven las mejores rabas de todo Comillas.

Restaurantes Josein Manuel Noriega, 27. Telf. 942 720 225. El restau­ rante del hotel del mismo nom­ bre se ha consolidado como una delas mejores ofertas gas­ tronómicas dela comarca, con platos de la cocina cántabra repletos de sabor marinero. Precio medio: 40 €.

Adolfo Las Infantas, 10. Telf. 942 722 014. Cierra martes (excepto en ve­ rano). Especialidad en pesca­ dos al homo y cachopoAdolfo. Cuando el tiempo lo permite se puede comer en la terraza. Precio medio: 35 €.

Casa La Aldea Barrio La Aldea, s/n. Telf. 942 720300. Casona rústica situada en la zona antigua de Comillas. Ambiente familiar. Cocina regional clásica y pescados de la zona muy bien tratados. Postres caseros. Precio medio: 30 €.

Gravalosa El Cornos s/n. Telf. 942 720126 y 942 720998. Forma también parte esencial

zas pero es igualmente un excelente restaurante de pes­ cado y cocina montañesa. Precio medio: 30 €.

El Capricho de Gaudí Barrio de Sobrellano, s/n. Telf. 942 720365. Cierna lunes (excepto verano). Situado en el edificio diseñado por Gaudí en su época joven. Cada comedor tiene su estilo diferenciado. Cocina tradicio­ nal, en línea vasco-francesa, con toques de novedad: pimientos rellenos de lan­ gosta, lomos de merluza con setas y almejas. Precio medio: 40 €.

La Rabia Barrio de La Rabia, 8. Telf: 942 720 275. Cocina casera con buenos pes­ cados de la zona. Precio medio: 24 €. i RüILOBA_______________

un edificio de sabor rústico con un ambiente agradable y tranquilo para charlar y escu­ char música. Como broche final y para los más marchosos está la disco­ teca Pamara (paseo de Es­ trada), cierra a las 6 h y sor­ prendentemente las copas no son más caras que enlos pubs.

La noche La noche tiene su centro en la calle Victoriano Pérez de la Riva, donde se encuentran los pubs con más ambiente. Don Porfirio, decorado en estilo mexicano, es uno de los más concurridos y antiguos. Tam­ bién, el pequeño Chinín, pre­ cario en la estética pero todo un clásico. En el BJ se escu­ cha la música más comercial del momento y se puede bai­ lar en su pequeña pista de baile. En verano, el auténtico protagonista es El Chozu, un gran corral al aire Hbre donde se puede echar una partida a los bolos. Conocido por todos los comillanos es el Mr. Klwi,

Posada Estela de Barros Corral, 86. Barros. Telf. 942 831 929. Gran casona de piedra con 10 habitaciones bien equipadas, limpias y confortables. Habitación doble: 40-60 €.

!§ Compras En la coqueta plaza medieval se encuentra Tinita, una tiendecita deproductos cántabros, como sobaos, quesadas, cho­ rizos y quesos de la región y caprichitos (dulce típico de almendras). En Sabores Cántabros (Antonio López, 4) ofrecen una gran variedad de patés, orujo, anchoas, etc. 1

Mesón LaCigoña Barrio La Iglesia, s/n. Telf. 942 721075. Cocina regional enla que des­ taca el cocido montañés. Toques caseros: merluza al horno, pastel de cabracho, carne... Precio medio: 45 €.

la posibilidad de alquilar bici­ cletas de montaña y hacer muchas cosas más. Habitación doble: 75-100 €.

LOS CORRALES DE BUELISIA

l i J Info Ayuntamiento Avda. de Cantabria, 3. Telf, 942 830 091.

!

Alojamientos

I BARROS_______________

Posada La Montañesa E l Corral, 60. Telf. 942 841 967. www.cantabriaturistica.com Casa de sillería del siglo XV11. La piedra es el elemento fun­ damental en esta casa. Tiene un jardín de 1.000 m2y cafe­ tería para los desayunos. Habitación doble: 60-80 €. I L a s F ra g u a s

Albergue Casón déla Marquesa Telf. 942 826001. www.casondelamarquesa.com Instalado en una casa palaíii > , este albergue tieneuna capa cidad de 140 plazas y esia abierto todo el año. Cuenta con piscina y servicio de cocina, también organi/n talleres medioambientales,

Restaurantes Restaurante El Manjón

bre aproximadamente, depen­ diendo de la climatología. Se accede por el teleférico o en todo terreno desde el núcleo de Espinama. Es un hotel de montaña de estilo rural. Habitación doble: 55 €. Con restaurante especializado en cocina de la zona. Precio medio: 20 €.

Hotel El Rebeco** Ctra. Fuente Dé, s/n. Telf. 942 736 601. wwwdiebanaypicósde

Autovía, salida 32. Telf. 942 831 655. Casa antigua de piedra con dos comedores. Especialidad en carnes a la brasa. Tiene parrilla donde se preparan lechazos, chuletas, costillas... También ofrece fabada astu­ riana y cocido montañés. Precio medio: 35 €.

europa.com Coqueto hotel de montaña situado junto al teleférico. La decoración es de estilo rústico montañés. Organiza activida­ des de tiempo libre. Habitación doble: 55-70 €.

La Becada de Buelna

GE)Info

Avda. de Cantabria, 99. Telf: 942 830287. Cocina casera con posibilidad de menú del día. Precio medio: 30 €.

Oficina deTurismo

I FUENTE DÉ (Ver en Potes las referencias a Cosgaya).

Alojamientos y restaurantes Parador de Turismo Río Deva*** A3kmdeEspinama. Telf. 942 736651. www.parador.es Junto al teleférico, ofrece cómodas instalaciones y un privilegiado entorno. Habitación doble: 127 €. En su restaurante el cocido lebaniego y las truchas. Precio medio: 30 €.

Hotel Refugio de Á liva **** Puertos de Áliva. Telf. 942 730 999. Abierto desde mediados de

I ISLA

Avda. Juan Hormaechea, s/n. En Quejo. Telf. 942 679720. Sólo en temporada de verano. E l núcleo urbano de Isla se encuentra en el interior, a pocos kilómetros de las pla­ yas. Quejo es el barrio más turístico y donde se encuen­ tran los principales hoteles y restaurantes. La soberbia playa de la Arena y sus esta­ blecimientos también corres­ ponden a este municipio.

Alojamientos Hotel Estrella de! N orte**** Avda. Juan Hormaechea, s/n. Telf. 942 659 970. www.hotelestrelladelnorte. com Moderno y agradable hotel a 200 m de la playa. Habitación doble: 90-115 €.

Hotel Olim po**** Finca los Cuarezos, s/n. Telf. 942 679 332. Moderno, junto a las playas.

Hotel Astuy*** Avda. Juan Hormaechea, 1. Telf. 942 679 540. www.hotel-astuy.es Habitación doble: 55-95 €.

Hotel Alfar** Barrio de Quejo. Telf. 942 679 360. www.alfarhotel.com Complejo hotelero con apar­ tamentos, restaurante, etc. Habitación doble: 60-110 €.

Hotel Pelayo** Avda. Juan Hormaechea, 22. Telf. 942 679 601. Moderno y funcional. Habitación doble: 71-75 €.

Hostal de la Hoz** Avda. Juan Hormaechea, 7. Telf. 942 679 456. www.hostaldelahoz.com Situado muy cerca dela playa. Habitación doble: 55-64 €.

- Campings Punta Marina Iacategoría. Playa de la Arena. Telf. 942 679349. www.campingpuntamarina. com Abierto de marzo a agosto.

Playa de Isla 2acategoría. Cabo de Quejo. Telf. 942 679 361. www.playadeisla.com Abierto de abril a septiembre. Junto al mar, buenas instala­ ciones y servicio atento.

Playa la Arena 2acategoría. Playa Arena, 5. Telf. 942 679359. www.campinglaarena.com En la misma playa. Abierto del 1de abril al 30 de septiembre.

Restaurantes Astuy Avda. Juan Hormaechea, 1. Telf. 942 679 540. Restaurante del hotel del mismo nombre, que pertenece al Club de Cali­ dad-Cantabria Infinita. Prepa­ ran con maestría el marisco, especialmente el bogavante.


INFORMACIONES PRÁCTICAS

Lared o

Campomar

Hotel Cosmopol***

Playa la Arena, 4, Telf. 942 679432.

Avenida de la Victoria, 27. Telf. 942 605 400.

www.hotelcampomar.com Guisos marineros, langosti­ nos, centollos. Precio medio: 35 €.

www.hotelcosmopol.es Hotel funcional, moderno, frente a la playa la Salvé. Habitación doble: 70-100 €.

Gabino

Hotel Miramar***

Avda. Juan Hormaechea, 27. Telf. 942 679 522. Restaurante del hostal homónimo. Paella de marisco y parrilladas. Precio medio: 38 €.

Alto de Laredo. La Arenosa. Telf. 942 610 367. www.hmiramarlaredo.com Con bellas panorámicas del mar y de la montaña. Habitación doble: 60-89 €.

Olimpo Finca Los Cuarezos, s/n. Telf. 942 679 332. Pescados y mariscos, especia­ lidad en cocina regional. Precio medio: 38 €.

Pelayo Avda. Juan Hormaechea, 22. Telf. 942 679 601. www.hotelespelayo.com Abierto desde Semana Santa. Salpicón de marisco, boga­ vante, nécoras y gambas.

Las Rocas Paseo del Sable, 7. Telf. 942 679474. www.hotellasrocas.com Comedor presidido por un gran vivero. Sus especialida­ des, algunas de ellas muy cre­ ativas, tienen como base el pescado y los mariscos. Precio medio: 45 €. 8

LAREDO

Hotel Risco*** La Arenosa, 2 (Alto de Laredo). Telf. 942 605 030. www.hotelrisco.com Ofrece unas impresionantes vistas de la playa y el puerto. Habitación doble: 80-120 €.

Hotel Cortijo* González Gallego, 3. Telf. 942 605 600. Hotel familiar, de aire anda­ luz, junto a la playa. Habitación doble: 55-75 €.

Hotel Ramona* Avda. de España, 4. Telf. 942 607 189. Habitación doble: 60-70 €.

Hostal Rosi** Marqués de Valdecilla, 3. Telf. 942 605 098. Tranquilo y situado a 50 m de la playa. Habitación doble: 50-60 €.

Hostal El Carro*

Pza. de la Constitución, 1. Telf. 942 605 100.

Alto de Laredo. La Arenosa. Telf. 942 606 175. Pequeño hotel de 12 habita­ ciones. Posee buenas vistas. Habitación doble: 47-57 €.

Oficina Municipal deTurismo

Menéndez Pelayo, 11.

Info Ayuntamiento

Alameda de Miramar, s/n. Telf. 942611096.

! Alojamientos Hotel El Ancla*** González Gallego, 10. Telf. 942 605 500. www.hotelelancla.com Decoración de inspiración marinera. Tranquilo y támiliar.

Hostal Salomón* Telf. 942 605 081. Ubicado en una casona cántabra. Dispone de buen restaurante. Habitación doble: 42-55 €.

Campings Carlos V 2acategoría. Avda. Derechos Humanos, 15. Telf. 942 605 593.

Laredo 2acategoría. Filipinas, 2. Telf. 942 605 035. Abierto en verano y Semana Santa. Situado a 400 m de las marismas de Santoña, ofrece servicios renovados. Piscina.

Playa del Regatón 2acategoría. Telf. 942 606995. Abierto de abril a septiembre. Situado en la reserva natural de las marismas de Santoña, está equipado con todas las comodidades.

El tapeo La Puebla Vieja es el paraíso del picoteo, con infinidad de mesones y bares que mues­ tran sus coloridos mostrado­ res repletos de pinchos. En Rúa Mayor está el Guti, donde sirven los mejores champiñones a la plancha de todo Laredo. Desviándonos por la rúa de Enmedio llegamos a La Bodeguilla, antigua bodega de piedravista con deliciosos pn)■ ductos ibéricos, y el Chano, con variedad de pinchos, Subiendo por Santa María se hallan Casa Isidroy La Car pia, antigua casa del siglo XVI con mucho encanto.

m Restaurantes Camarote

Apartamentos Squash

Avda. Reina Victoria, s/n. Telf. 942 606707. Su ubicación cerca de la playa de Salvé y su decoración mar! ñera introducen en un resüui rante en el que los pescados

Avda. Reina Victoria, 53. Telf. 942 606 733. Apartamento (2 plazas): 45­ 115€. Apartamento (6 plazas):

y mariscos son tratados de muy buena forma y, ademas, con gran imaginación. Viven i propio.

Casa Felipe

Somera

Pensión la Picota**

travesía Comandante Villar, 5. Telf. 942 603212. En estelocal destacan sus deli­ ciosas ensaladas de anchoas 0 de salmón. Otras recomen­ daciones a tener en cuenta son sus pescados y carnes frescos, embutidos ibéricos y sus pos­ tres caseros. Precio medio: 39 €.

Mayor, 17-19. Telf. 942 605 448. Platos marineros, alubias con almejas, chipirones, rabas, pa­ rrilladas de marisco. Precio medio: 35 €.

Barrio Salas, 9a. Telf. 942 579743. Habitación doble: 45-55 €.

Casa Ruiloba López Seña, 26. Telf. 942 605 116. A15m de la playa. Cocina tra­ dicional. Pescados, carnes, 1narmita de bonito y bocartes (los dos últimos sólo en tem­ porada). Precio medio: 35 €.

Mesón La Abadía Rúa Mayor, 18. Telf. 942 611 489. lili la parte alta de la locali­ dad, con una carta que con­ dene una buena muestra de cocina marinera a buenos precios. Varias opciones de menús del día y especiales. Precio medio: 35 €.

El Capricho Santa María, 4. Telf. 942 603 568. (bcina tradicional bien actuaIizada sobre una materia prima bien seleccionada tanto de carnes como pescados. Precio medio: 35 €.

El Pescador Avda. de la Victoria, 2. Telf. 942 606 638. Cierra del 15 de octubre al 15 de marzo. Cocina tradicional, en especial pescados y ma­ riscos, que están en un gran vivero a la vista del público y cslán muy bien elaborados. Precio medio: 45 €.

Restaurante Plaza Comandante Villar, 7. Telf: 942611942. Prestan gran atención a los pescados y mariscos. Precio medio: 50 €.

La noche En la Puebla Vieja se agolpan los mesones, bares y bodegas, aperitivo de lo que será la noche en los numerosos loca­ les de Rúa Mayor, San Marcial, Enmedio y Santa María, prin­ cipalmente, La zona baja dela localidad es más tranquila con algunos bares y terrazas muy agradables en verano junto al atranque de la playa. Las dis­ cotecas de la localidad, Saín Tropez y Playamar se en­ cuentra en el paseo que reco­ rre la playa hasta el Puntal.

V Compras En Abedul, enla calle Pereda, frente a la iglesia de los Trini­ tarios, seencontrará cerámica, cestería y piezas de bronce. Conservas de las factorías locales en los comercios de comestibles. Pescaderías, car­ nicerías y charcuterías en el

Turismo rural 1 BARCENA DE CUPÓN (a 13 km)

Posada Lunada Barrio Alto de Pedroa. Miengo.N61 l,km 193. Telf. 942 576674. Encantadora casa de campo rodeada de prados. Dispone de 9habitaciones acogedoras y pulcras. Todas gozan de bonitas vistas. Habitación doble: 45-60 €.

I LIMPIAS Info Las Oficinas de Turismo más próximas son las de Laredo, Ramales de la Victoria y la de Liendo. Bajos del Ayuntamiento. B ° Hazas, 53. Telf. 636 997016.

Mercado Municipal. 9

LIENCRES

Info Oficina de Información

Alojamientos Parador deTurismo Palacio de Egulleor****

Alojamientos Hotel María José**

Fuente del Amor s/n. Telf. 942 628 900. www.parador.es Magnífica casona restaurada con mobiliario bien seleccio­ nadoy habitaciones modernas y perfectamente equipadas. Habitación doble: 130 €.

Cria. Santander-Liencres, 10. Telf. 942 579 595. Con restaurante.

Plaza de San Pedro, 3. Telf. 942 613 209. Alojamiento

Barrio de la Iglesia, 19. Telf. 942 579878/076909. www.pielago.es

Squash Playa Avda. de la Victoria, 72. Telf. 942 612 203. Parrilladas de marisco, sardinndas, bocartes, rabas, gam­ bas a la plancha.

Posada La Morena Playa San Juan de la Canal. Soto de la Marina (Santa Cruz deBezana). Telf. 942 588041. www.posadalamorena.com Local acogedory con encanto situado sobre la playa de San Juan de la Canal, con 8 habi­ taciones todas exteriores. Habitación doble: 55-85 €.

Posada de Seña


NOJA

I n f o r m a c io n e s p r á c t ic a s

la dispersa localidad. Buen trato y habitaciones cuidadas. Habitación doble: 60-75 €.

Posada Casa de Valle Calle Puerta, 15. Telf. 942 650 877. www.casadevalle.com Habitación doble: 70-90 €.

Restaurantes Palacio de Eguileor Fuente del Amor s/n. Telf. 942 628 900. Elegante restaurante del Para­ dor donde seofrece una cocina cuidada en la que se actuali­ zan las recetas regionales. Precio medio: 40 €. 1

NOJA

Info Ayuntamiento Pza. déla Villa, 1. Telf. 942 631 516.

Hotel Montemar** Del Arenal, 21. Telf. 942 630320. www.hotelmontemar.com Funcional y acogedor. Habitación doble: 50-80 €.

Hotel Apartamentos Las Olas** Playa de Trengandín. Telf. 942 630 035. Moderno y con bonitas vistas al mar. Habitación doble: 50-60 €.

Apartamentos Costa Noja Arco, 12. Telf. 942630 573, www.costanoja.com 14apartamentos funcionales y confortables. Habitación doble: 50-108 €.

Hotel LosTamarises** Playa de Trengandín, 17. Telf. 942 630 032. En un bello entorno y a escasos metros de la playa de Trengadín. Habitación doble: 50-90 €.

Oficina deTurismo Avenida Ris, 79-81. Telf. 942 631 516. En verano hay una segunda oñcina en la plaza de la Villa.

Campings Playa Joyel

Museo de los Bolos

I acategoría. Playa de Ris. Telf. 942 630 081. www.playajoel.com Abierto de marzo a septiem­ bre. Con amplias zonas ver­ des y junto a la playa.

Telf. 942 635 031. Abierto de 16 h a 20 h sólo entre junio y octubre.

2acategoría. La Ría. Telf. 942 630426.

S

Visitas

I B E R A N G A __________________

I S a n M a m e s ______________

Museo de las Campanas Telf. 669 161 862 y 942 637 003. Horario: de 10 h a 14hde 15 h a 21 h.

lí l¡ Alojamientos Hotel La Encina*** Avda. de Ris, 75. Telf.942 630 141. Hotelmodemo y muy confortable. Jar­ dín, terraza y aparcamiento. Habitación doble: 50-85 €.

Los Molinos

www.campinglosmolinos.com Abierto en julio y agosto. Al lado de la marisma de Joyel.

Suaces 2acategoría. Ceballos, 79. Playa de Ris. Telf. 942 810 280. www.campingsuances.com Permanece abierto de marzo a septiembre. En primera línea de playa.

Hotel Las Dunas**

Turismo rural Posada Las Viñas

Playa de Ris. Paseo Marítimo, 4. Telf. 942 630123. www.hotellasdunasnoja.com Ambiente familiar.

Las Viñas, 55. Telf. 942 628 890 y 659 502030. www.hosterialasvinas.com

La imaginación y el color son las notas que predominan en este establecimiento, donde está asegurado el confort. Habitación doble: 60-75 €.

Posada la Robleda Barrio Palacio, 72-B. Amuero. Telf. 942 658 510. www.posadalarobleda.com Alojamiento abierto en 2005, de construcción reciente, que remite a las casas solariegas cántabras. Habitaciones con todas las comodidades y equi­ pamiento moderno. Habitación doble: 85-105 €.

Restaurantes La Encina Avda. de Ris, 75. En el hotel La Encina. Telf. 942 630 141. Lubina al horno, parrilladas de marisco, percebes, boga­ vantes, nécoras. Menú fin de semana: 30 €.

Las Olas Playa del Trengandín.

En el hotel Las Olas. Telf. 942 630 035. Junto a la playa. Cocina cántabra de pes­ cados, a la plancha y al hor­ no, y mariscos. El rodaballo a lo pobre, uno de los platos con más gancho de la casa. Precio medio: 30 €.

Arredondo Hazas de Cesto (a 12 km de Noja tras llegar a Beranga). B ° de la Iglesia. Telf. 942 635 180. Cocina tradicional cántabra con buenas raciones de cociili > montañés y lechazo. Impres cindible reservar en veranei v fines de semana. Precio medio: 35 €.

Los Gallos Ramón y Cajal, 3. Escalante (a 8 km de Noja), Telf. 942 677 668. Cocina casera en ambiente iIr mesón. Cocidos y potajes ela horados según la tradición cántabra.

San Román de Escalante Carretera Escalante-Castillo. Telf. 942 677 728. Comedores en las antiguas caballerizas del suntuoso hotel. Alta cocina sobre pro­ ductos de la región de impe­ cable cabdad. Precio medio: 50 €.

La Yaya Barrio la Iglesia, 25. San Mamés de Meruelo. Telf. 942 637078. Cierra los martes de septiem­ bre a julio y el mes de febrero. Incorporado en 2008 al Club de Calidad de Cantabria. Res­ taurante en caserón de piedra, decorado con piezas de anti­ cuario. Cocina de mercado. Imaginativa sobre productos de excelente calidad. Precio medio: 40 €.

Monasterio de Santo Toribio

I Camaleño ____________

Telf. 942 730 550.

Hostal El Caserío**

Museo Cartográfico Juan de la Cosa

Ctra. Potes-Fuente Dé, km 8. Telf. 942 733 048. Ofrece 20 agradables habita­ ciones en una casa mral res­ taurada con cuidado, que mereció la Medalla al Mérito

Horario: de 12 h a 14 h y de 18 h a 21 h.

ílJ Alojamientos Hotel La Cabaña** La Molina, s/n. Telf. 942 730 050. Hotel de montaña conforta­ ble y con bonitas vistas. Orga­ niza actividades. Habitación doble: 60-70 €.

Hotel Picos deValdecoro** Roscabado, 5. Telf. 942 730025. www.hotelvaldecoropotes.com Agradable y familiar. Habitación doble: 60-75 €.

Hotel Rubio* I PO T ES

Info Ayuntamiento

San Roque, 31. Telf. 942 730 015. Céntrico, con modernas instalaciones. Habitación doble: 60-65 €.

(a 6 km)

Turístico en el año 1988. Habitación doble: 47-57 €. I C O S G A Y A ___________________

(a 14km)

Hotel del O so*** Ctra. Potes-Fuente Dé, km 14. Telf. 942 733 018. www.hoteldeloso.com Decoración rástica pero con las comodidades modernas en un marco natural difícil de superar. Habitación doble: 70-80 €.

Apartamentos Río Cubo Telf. 942 733 206 y 630 134038. www.riocubo.com Rodeados deun agradablejar­ dín de más de 600 m2 por donde pasa el río Deba. Apartamentos/ día: 50-80 €.

Independencia, 12. Telf. 942 730006.

©Turism o rural

Oficina deTurismo

I A r g ü é b a n e s ____________

Casona de Cosgaya

Plaza La Sema, s/n. Telf. 942 730 787.

(a 4 km)

Oficina deTurismo deCamaleño

Telf. 639 610 519. Los aparta­ mentos ocupan una de las casas rurales de este pueblo tan característico de la zona de Liébana. Todos disponen de chimenea y cocina, y están perfectamente equipados. Apartamento/día: 50-95 €.

B ° Areños, s/n. Telf. 942 733 077. www.casonadecosgaya.com

Carretera general, s/n (junto al Ayuntamiento). Telf. 942 730020.

Información albergue de peregrinos Telf. 902 999222. www.centrodeestudios lebaniegos.com

La Yosa de Argüébanes

Antigua posada del siglo XV rehabilitada con 14habitacio­ nes cada una con el nombre de un animal que habita en los Picos de Europa. Excelente res­ taurantey buenacarta devinos. Habitación doble: 80-150 €.

B CABARIEZO____________

8 O j e p o _____________________

(a 3 km)

(a 1km)

El Barrio

Hotel Infantado*** Carretera de Fuente Dé, s/n.

Edif. La Molina, B" Mieses. Camaleño. Telf. 942 730 555. www.mma.es/parques/lared/

Telf. 942 744 006. Finca rural con unjardín arbo­ lado de 7.000 m2. Dispone de varias casas con cocina y todo lo necesario. Espectacularesvistas. Casa/día: 70-130 €.

picos

Hotel Casona Malvasía

Centro de Interpretación de Los Picos de Europa

Telf. 942 735 148. www.hotelcasonamalvasia.com Hotel de lujo, con zona ajar­ dinada y piscina.

i6, ¡Visitas Oficina del Parque Nacio­ nal de Picos de Europa

Carretera general, s/n. Tama. Cillorigo de Liébana.

Cercano al teleférico. Telf. 942 730 939. Habitación doble: 65-75 €.

La Posada de Cucayo Cucayo, Dobres (a 12 km de Potes). Telf. 942 736 246. www.laposadadecucayo.com Casona situada a la entrada de la aldea de Cucayo que resulta un magnífico ejemplo


INFORMACIONES PRÁCTICAS

dra en los muros y madera en vigas, ventanas, porches y corredores. Habitación doble: 50-60 €.

Apartamentos Alquitara Telf. 616 125 806 y 620 410 000. www.apartamentos alquitara.com Coquetosy encantadores estu­ dios y apartamentos empla­ zados en un bello entorno natural. Posee barbacoa, pista de padel y piscina. Apartamento/ día: 50-100 €. 0 El tapeo La zona depinchos selocaliza en el barrio de La Solana y más concretamente en la calle Cántabra. Empezaríamos en El Ferial (Eduardo García de Enterria), donde los entreme­ ses, los quesucos y el borono (parecido a la morcilla) son los protagonistas, y en la ten aza La Serna (pza. Sema), con sabrosos chorizos. Ya en la calle Cántabra se encuen­ tran el Llórente, donde des­ tacan las albóndigas y los pimientos rellenos; La Cán­ tabra, famosa por sus chori­ zos dejabalí, la cecina aliñada y la sidra natural, y Casa Cayo, con todo tipo de pro­ ductos de la región. Bajando por San Cayetano se halla el

Mesón de San Cayetano, conocido por sus empanadi­ llas caseras y, un poco más arriba, Los Camachos (Los Llanos), bar de gran tipismo donde se degustan quesos artesanos, embutidos y, por supuesto, orujo y vino.

Restaurantes Casa Cayo Cántabra, 6. Telf. 942 730150. www.casacayo.com Platos de la comarca con co­ cido lebaniego diario, lechazo, truchas y postres típicos. Es también un pequeño hotel.

P u e n t e V ie s g o

El Bodegón

Camacho"Los Camachos'/

Posada La Anjana

San Roque, 4. Telf. 942 730247.

(Valmeo; Vegade Liébana; telf. 942 732 008 y 942 731 073), Orujo Diosanjana (carre­ tera Nueva, s/n; Potes; telf. 942 730 522), Orujo Sierra del Oso (Ojedo; Cillorigo de Lié­ bana; telf. 942 730 150).

Corrobarceno, s/n. Telf. 942 598 526. Posada situada en plena natu­ raleza, próxima a los princi­ pales atractivos de Puente Viesgo. Habitaciones ampbas y cuidadas, algunas con bañera de hidromasaje. Habitación doble: 50-85 €.

Cocina casera con los inevita­ bles platos de la comarca: cocido lebaniego, pote, fabada y solomillo de Liébana. Precio medio: 30 €.

PacoWences Roscabado, s/n. Telf. 942 730025. Situado en el hotel Picos de Valdecoro. Cocina casera: cocido lebaniego, lechazo y canónigo. Precio medio: 35 €.

El Fogón de Cus Capitán Palacios, 2. Telf. 942 730 060. Cocina tradicional engrandes comedores, con excelente me­ nú del día. Precio medio: 30 €. g COSGAYA_______________

(a 14km)

Mesón del Oso Ctra. Potes-Fuente Dé, km 14. Telf. 942 733 018. Cierra del 7 de enero al 15 de febrero. Preciosa ubicación sobre el río y con vistas a los Picos de Europa. Cocina de corte ca­ sero, con productos de las huertas, y pescados de la zona de San Vicente dela Barquera. Precio medio: 35 €.

1• Compras Quesos y orujo son los pro­ ductos estrella, con posibili­ dad de adquirirlos en los mis­ mos lugares de producción. E l famoso queso de BejesTresviso se vende en las mis­ mas queserías de la aldea de Bejes, mientras que los que­ sos de Liébana se venden en queserías como Las Brañas

de Liébana (Pendes-Cillorigo de Liébana; telf. 942 744 412), Quesería Andara (Camaleño; telf. 942 733 035) y Quesería de Baró (BaróCamaleño; telf. 942 733 055). Orujo se puede comprar en

En el casco urbano de Potes abundan las tiendas de venta de productos gastronómicos, recuerdos y de artesanía turís­ tica especialmente en la calle Cántabra y bajo los arcos de Capitán Palacios.

Hotel Restaurante La Terraza

La Casona Azul de Corvera*** General Díaz de Villegas, 5 (Corvera de Toranzo). Telf. 942 596400 y 630 702 391. www.casonazul.com En pleno valle de Toranzo se sitúa esta bonita casa indiana, de principios del sigloXIX, res­ taurada y catalogada como Casa Palacio. Nueve habita­ ciones logran crear una atmós­ fera acogedora y familiar. Los espacios amplios, las piezas de arte y anticuario... todo está dispuesto con sumo cuidado. Habitación doble: 75-100 €.

m Visitas Centro de Interpretación de la Cuevas de Monte Castillo. Monte del Castillo,

Carretera general, 18. Telf. 942598 102. www.laterrazadepuente viesgo.es Es el hotel más antiguo de Puente Viesgo, con habitacio­ nesconvenientemente moder­ nizadas. El restaurante ofrece platos tradicionales de la gas­ tronomía cántabra, mientras que enla barra del barse puede picotear o degustarla tradición de su chocolate con churros. Habitación doble: 66-77 €. Precio medio: 30 €.

s/n. Telf, 942 598 425.

■A LC ED A

Cuevas del Castillo y Las Monedas

(a 12 km)

Mesón Casa Augusto

Mesón el Cazador

Telf. 942 598 425. Visita de 45 minutos en gru­ pos de 15 personas máximo, Horario: del 1de mayo al 30 de septiembre, todos los días de 9.30 ha 14.30 hy de 16 lia 20 h. Resto del año, de miér­ coles a domingo, de 9.30 b a 13.45 hyde 14.45 h a 17h.

Ctra. General, s/n. Telf. 942 594029. Alubias a la torancesa, asados. Precio medio: 30 €. Dispone de habitaciones.

Cría. General, s/n. Telf. 942 594250. Guiso de venado, estofado de jabalí, liebre o perdiz. Precio medio: 30 €.

« S a n V ice n te PETORAN ZO_____________

1 S ela ya

(a 12km)

Posada La Casona de Linares

8 PUENTE VIESGO Info Ayuntamiento Martínez Mazo, 2. Telf. 942 598 105.

Alojamientos y restaurantes Gran Hotel Balneario Puente Viesgo**** Manuel Pérez Mazo, s/n. Telf. 942 598 061. www.balneariopuente viesgo.com Habitación doble: 130-161-u Su restaurante El Jardín elu bora cocina regional e intn nacional creativa, que va tomando carta de naturaleza Pescados en salsa y al .... Hojaldres de pescadoy luir

___________

Posada los Lienzos Barrio El Acebal, s/n. Vargas. Puente Viesgo. Telf. 942 598 180 V667 066 758. www.posadaloslienzos.com 7habitaciones en una casa de indianos. Estancias limpias y acogedoras, con trato cordial. I labitación doble: 60-80 €.

Hotel Posada del Pas** Carretera General. Telf. 942 594411. www.posadadelpas.com Edificio del siglo XVIII a ori­ llas del río Pas. Es famoso su restaurante.

Palacio barroco del sigloxvm. E l interior ha sido decorado cuidadosamente, jugando con la luz y con los colores. Habitación doble: 110-190 €. El restaurante Iniro ofrece co­ cina de autor muy elaborada. Precio medio: 40 €. 8 REINOSA L iJ Info Oficina deTurismo La Casona. Avda. Puente de Carlos III, 23. Telf. 942 755 215.

m Visitas

Casona LaTorrona de Toranzo

» P roaño _______________

Telf. 942 594581. www.latorronadetoranzo.net Casona del siglo XVI cons­ truida en piedra de sillería, a orillas del rio Pas. Habitacio­ nes amplias y decoradas al más puro estilo rústico. Agra­ dable y extenso jardín. Habitación doble: 75-105 €.

Telf. 942 753 012.

___________

(a 20 km)

Linares, 4. Telf. 942 590435. www.posadadelinares.com Casa tradicional montañesade finales del siglo XVII. Residen­ cia de nobles en otro tiempo, todavía mantiene eseaire seño­ rial. Dispone de 11habitacio­ nes dobles, una de ellas espe­ cial y un apartamento. Habitación doble: 45-60 €. I VILLACARRIEDO .....

(a 18 km)

Palacio Soñanes**** Barrio del Quintanal, 1. Telf. 942 590600. www.palaciodevillacarriedo.

Museo-Estudio El Pajar i Vlí.LACANTID

........

Centro de interpretación del Románico Telf. 620 520 209. 3 £ Alojamientos

Hotel Vejo*** Avda. de Cantabria, 83. Telf. 942 751 700. www.hotelestrebol.com Cercano al pantano del Ebro y a la estación invernal de Brañavieja. Dispone de un buen restaurante especializado en cocina regional. Habitación doble: 55-75 €.

Hotel San Roque * * * Avenida Cantabria, 3. Telf. 942 754 788. Céntrico y moderno, con habi­ taciones bien equipadas. Habitación doble: 50-70 €.

Posada Villa Rosa Héroes de la Guardia Civil, 4. Telf. 942 754 747. www.villarosa.com Edificio modernista de prin­ cipios del siglo XX, se ha res­ taurado manteniendo el sabor de la época en que fue alzado y dotándolo detodas las como­ didades. Cada habitación ha sido personalizada y tratada con sumo cuidado.


I n f o r m a c io n e s p r á c t ic a s I B r a ñ a v ie j a ___________

(a 24 km)

Hotel La Corza Blanca*** Ctra, Reinosa-Tres Mares, km 24. En la estación de esquí de Alto Campoo. Telf. 942 779250. Piscina, restaurante y habita­ ciones con un moderno equi­ pamiento. Habitación doble: 60-95 €. I F o n t ib r e ______________

(a 3 km)

Posada rural Fontibre El Molino, 23. Telf. 942 779 655 y 619 710 710. www.posadafontibre.com Casona montañesa construida en 1870yacondicionadacomo posada. Las habitaciones son encan­ tadoras, cada una con su per­ sonalidad y su color. Habitación doble: 55-85 €. I N a v e d a _______________

(a 9 km)

La Casona de Naveda Plaza del Medio Lugar, 37. Telf. 942 779515. www.casonadenaveda.com Casona de 1690, restaurada, en una gan finca. Decorada con mobiliario antiguo. Habitación doble: 80-100 €.

R e in o s a

El tapeo La plaza de la Constitución y aledaños es la zona donde se concentra mayor número de mesones y bares de la dudad. En la misma plaza se sitúan el Chiringuito, uno de los más frecuentados y famoso por sus cazuelas y bocadillos de pollo caliente, y la Plaza, especialista en mollejas y pimientos rellenos. En el Dama (Emilio Valle, 8), aparte de sandwiches, boca­ dillos y platos combinados, podemos disfrutar de las cazuelas de pulpo a la gallega y revueltos variados. Pero sin duda, el lugar más concurrido a la hora del ape­ ritivo es el bar Las Nieves, donde los fines de semana hay que entrar a empujones.

Restaurantes Asador el Molino Deltebre, 2. Telf. 942 771 077. Cocina con raíces cántabras y especial atención a la cali­ dad de las carnes. Precio medio: 30 €.

Tres Mares

(a l km)

Avenida de Cantabria, 4. Telf. 942 755 355. Exquisito solomillo al Tresviso y entrecot. Menú: 12 €. Precio medio: 30 €,

La Casona**

Vejo

Ctra. Reinosa-Cabezón de la Sal, s/n. Telf. 942 751 788. Casona antigua cerca de la estación de esquí de Braña­ vieja. Dispone de restaurante. Habitación doble: 55-85 €. (a 17 km)

Avenida de Cantabria, 83. Telf. 942 751 700. Situado en el hotel del mismo nombre. Cocina regional e in­ ternacional, con toques crea­ tivos. Merece destacar la cali­ dad de sus carnes. Precio medio: 40 €.

Hostal Chamberí*

Las Lanzas

La Constitución, 15. Telf. 942 770169. Lugar perfecto para los senderistas y amantes de la mon­ taña. Ambiente tranquilo. Cuenta con restaurante.

Matamorosa. Real, 85. (a 2 km del centro urbano de Reinosa en dirección Palencia). Telf: 942 751 957. Excelentes carnes de la co­ marca campurriana.

I NESTARES_____________

I m ata po rq u era

San Roque Avenida Cantabria, 3. Telf. 942 754788. Cocina regional con potajes y platos de carne de vacuno campurriano. Precio medio: 30 €.

de productos gastronómicos, la ferretería Los Pedros (Mayor, 13) es de las que sólo se ven en medios rurales con todos los suministros y herra­ mientas para las labores agrí­ cola-ganaderas.

Sidrería Avenida Avda. Puente de Carlos 111,21. Telf. 942 751 934. A pesar de su nombre no limita la oferta a los menús de sidrería. Cocina sencilla sobre materias primas excelentes. Precio medio: 30 €.

B

La noche

La mayor parte de los bares de copas de Reinosa se loca­ lizan en la plaza de la Consti­ tución y sus aledaños. A pri­ mera hora todo el mundo suele quedar en alguno de los numerosos mesones y bares, para echar una partida al par­ chís, las cartas o algún otro juego de mesa. A primeras horas de la ma­ drugada el ambiente noc­ turno se concentra alrededor del Latino y la discoteca Broker, cuyo horario de cie­ rre se remonta a las 5 de la madrugada.

@ Compras Numerosos son los estableci­ mientos donde se pueden en­ contrar productos típicos de la comarca, destacando las confiterías. En La Negra (Mayor, 1) ofrecen gran can tidad de productos de elabo radón propia, como chocola­ tes, caramelos, mermeladas, miel de brezo, repostería, eli. Las pantortillas, las rosquillas del Ebro y los hojaldres seplle den adquirir en las magnil i cas confiterías Copo d« Nieve (Mayo, 2), La Cons tanda (plaza Díaz Vicario, 11 y, especialmente en CasaVejo (Mayor, 32) donde se dispone de todo el surtido de la repi >s

■SAN VICENTE DELA BARQUERA

í ) Info

Hotel Azul de Galimar** Camino de las Calzadas, s/n. Telf. 942 715 020. www.hotelazauldegalimar.es Moderno. Habitación doble: 65-98 €.

Hotel Don Ramón* Playa Merón, s/n. Telf. 942 712 420. Habitación doble: 55-75 €.

Hotel Pájaro Amarillo*

Alta, 10. Telf. 942 710 012.

Los Liaos, 26. Telf. 942 720 917. Habitación doble: 50-60 €.

Ofidna deTurismo

Hostal Orion**

Avenida Generalísimo, 20. Telf. 942 710 797. (Abierta en temporada.)

La Revilla. Telf. 942 711 583. www.hostalorion.com En una zona bonita y tran­ quila. Habitación doble: 55-75 €.

Ayuntamiento

Asodación de turismo ru­ ral. AEDYP Saja-Nansa

Horario: de martes a domin­ go, de 10.30 ha 13.30 h y de 16 h a 18 h.

Campings Playa de Oyambre

Alojamientos Hotel Miramar***

1acategoría. Finca Peñagerra, barrio Los Llanos. Telf. 942711461. www.oyambre.com Abierto de abril a septiembre.

Paseo de la Barquera, 20. Telf. 942 710 075. www.hotelesmiramar.com I lotel de modernas instalacio­ nes con vistas sobre la bahía y los Picos de Europa. I labitación doble: 65-80 €.

2acategoría. Ctra. SantanderOviedo, km 63. Telf. 942 710 165. www.campingelrosal. com Abierto de mayo a octubre. Junto a la playa.

Hotel Villa deSanVicente*** Fuentenueva, 1. Telf. 942 712 138. www.hotelvsvicente.com Decoración acogedora y nue­ vas instalaciones. I labitación doble: 75-118 €.

Hotel Boga Boga** Plaza José Antonio, 9. Telf. 942 710 135. I labitaciones amplias y trato familiar. I labitación doble: 55-75 €.

Hotel Luzón** Avda. Miramar, 1. Telf. 942 710 050. I lotel pequeñito y acogedor en una de las zonas más tran­ quilas de la villa de Reinosa.

ElCerraodel Barcenal Telf. 942 746 270 y 608 784245. Inaugurado en 2001, estas cuatro casas, con capacidad para cuatro personas cada una, son una ampliación del Molino de Bonaco. Casa/día (4 plazas): 100-120C. II BORIA

(a 1,5 km)

Telf. 942 217 000.

Castillo del Rey

cuidado todos los detalles. Habitaciones amplias y con­ fortables. Casa/día: 80-105 €.

El Rosal

Posada Punta Liñera Boria, 12. Telf. 942 712 225. www.puntalinera.com Casa emplazada en un bonito paraje junto a una pequeña y tranquila cala. Habitación doble: 35-50 €. I m o l l e d a ________________

(a 12 km)

Casona de Molleda Barrio La Fuente, 7. Telf. 942 719 567. Esta casona se sitúa en Molleda, a las puer­ tas de la comarca de Liébana. Acogedora y alegre, dispone de todas las comodidades. Habitación doble: 55-75 €, I CINQUERA_____________

(a 11km)

Villa José Luis © Turismo rural Hotel rural Gerra Mayor Gerra. Telf. 942 711401 y 609 096 630. Habitaciones con vistas al mar perfecta­ mente equipadas. Zonas comunes con salón con chi­ menea, barbacoa, jardín y aparcamiento propio en un bello entorno natural. Habitación doble: 47-67 €.

I ELBARCENAL

____

El Molino de Bonaco Telf. 942 746270 y 608 784245. Conjunto de tres casas rura­ les con capacidad para 2 64 personas cada una, asentadas en mía finca de 30.000m2.Ins-

San Felipe Neri, 11. Telf. 985 332 791. Casa rural completa. Casa/día: 150-180 €.

@ El tapeo La zona del tapeo se sitúa entre las avenidas del Genera­ lísimo y Miramar, donde se suceden numerosos bares y restaurantes. Todos tienen una gran variedad de tapas y racio­ nes, y la mayoría de ellos, vivero de mariscos. En este tramo de calle destacan esta­ blecimientos como Barque-

reño. La Tahona, El Mari­ nero, Los Arcos y el Folia, el más popular merced a sus


I n f o r m a c io n e s p r á c t ic a s

En la conjunción de las dos avenidas seabre la granterraza de El Manantial, donde aparte de servir tapas y racio­ nes, esunlugar estupendopara desayunar o merendar.

Restaurantes Boga Boga Plaza de José Antonio, 9. En el hotel del mismo nombre. Telf. 942 710 135. Su base es la cocina marinera, enuna oferta imaginativa para preparar toda clase de platos de pescado, com maestría y originalidad. Precio medio: 45 €.

Sa n tan d er

[O La noche

I MURIEDAS_____________

San Vicente dela Barquera no es famoso por su ambiente nocturno, que se reduce a los sábados y los meses deverano. Aun así, un gran número de pubs se concentran en la calle Padre Angel. Hay que desta­ car que en la zona es Unquera la localidad que más marcha nocturna ofrece con bares y discotecas de horario flexible de cierre y posibilidad de actuaciones en directo: Dis­ coteca Lis y Sala Devatur.

Museo Etnográfico de Cantabria

I SANTANDER

GDInfo

Avenida del Generalísimo, s/n. Telf. 942 710 077. Agradable y confortable local en el que predominan las recetas marineras a base de pescado. Singulares creaciones mo­ dernas e imaginativas. Precio medio: 40 €.

Oficinas municipales deTurismo

Paseo de la Barquera, 20. Telf. 942 710 075. Goza de situación geográfica envidiable: frente al mar y con los Picos de Europa al fondo. Destacan los productos del mar: el sorropotún (marmita de bonito y patatas) o las an­ choas a la barquereña son algunos de sus platos estrella. Precio medio: 40 €.

RestauranteTa raya n Los Llanos-Gerra. Telf. 942 746081. Platos tradicionales en una auténtica casa de comidas, donde destaca la calidad de sus carnes y pescados salva­ jes. Buen menú a precio imbatible. Precio medio: 30 €.

La Brasa Cuesta Don Paco, 9. Telf. 942 712 590. Tradicional casa de comidas con platos caseros como sopa de pesca­ dos o cocido montañés.

Transportes Renfe Pza. de las Estaciones, s/n. Telf. 902 240 202. www.renfe.es

Feve

Maruja

Miramar

Horario: en verano, de martes a sábado, de 10 h a 13.30 h y de 16 h a 19.30 h (en invierno hasta las 18 h); domingo y festivo de 11 h a 14 h, Lunes cerrado.

Jardines de Pereda, s/n. Telf. 942 203 000. Playa del Sardinero. Telf. 942 203 001. www.ayto-santander.es

Oficina de Turismo del Gobierno de Cantabria Hernán Cortés, 4 (mercado del Este). Telf. 942 310 708.

Ayuntamiento Pza. del Ayuntamiento, s/n. Telf. 942 200 600. www.ayto-santander.es www.turismo.cantabria.org

Asociación deTurismo Rural de Cantabria Pasaje de Puntida, 2. Telf. 942 217 073. www.turismoruralcantabria. com

Visitas Museo de Prehistoria y Arqueología Horario: de martes a sábado, de 10 h a 13 h; domingo y festivos, de 11 h a 14 h. Cie­ rra lunes.

Museo Marítimo del Cantábrico Horario: del 2 de mayo al 30 de septiembre, de martes a domingo, de 10 h a 19.30 h; del 1de octubre al 30 de abril,

Pza. de las Estaciones, s/n. Telf. 902 100 818. www.feve.es

Aeropuerto de Parayas Ctra. de Santander a Bilbao, a 7km. Telf. 942 202 100. www.aena.es

Estación de Autobuses Pza. de las Estaciones, s/n. Telf. 942211 995.

Britanny Ferrys Estación Marítima. Telf. 942 360 611.

Lanchas Reginas Embarcadero. Telf. 942 216 753.

Alojamientos Hotel R e a l**** * (D5)D Paseo Pérez Galdós, 28. Telf. 942 272 550. www.hotelreal.es Situado en la parte alta de la dudad con magníficas vistas. Combina tradición y lujo, Entre sus servicios ha añadid i un mo- demo centro de talasoterapia en el pabellón que antiguamente albergaba las cocheras. Habitación doble: 120-2401

Hotel Hoyuela**** (C 5 )H Avda. de los Hoteles, 7. , Telf. 942 282 628. www.gruposardinero.com Dispone de lujosos salones, modernas instalaciones, lodo en un ambiente acogedor.

Hotel Palacio del M a r* *** (A4) 11 Avda. Cantabria, 5. Telf. 942 392 400. www.hotel-palaciodelmar.com Moderno y funcional. Habitación doble: 65-200 €.

Silken Río Santander**** (C5) D Avda. Reina Victoria, 153. Telf. 942 274 300. www.hoteles-silken.com Frente a la playa de El Sardi­ nero, hermosas vistas. Habitación doble: 70-140 €.

Hotel Vincci Puertochico**** (E4) B Castelar, 25. Telf. 942 225 200. www.vinccihoteles.com Edificio de nueva construc­ ción que dispone de 44 moder­ nas habitaciones e instalacio­ nes de Spa y talasoterapia. Habitación doble: 70-160 €.

Hotel Santemar**** (C5) Q . Joaquín Costa, 28. Telf. 942 272 900. www.h-santos.es Junto al Gran Casino y a la playa de El Sardinero. Habitación doble: 65-160 €. Hotel Central*** (E3) U General Mola, 5. Telf. 942 222400. Céntrico, junto a la bahía. Am­ biente cálido y personal. Habitación doble: 78-130 €. Hotel Chiqui*** (A5) □ Avda. Manuel García Lago, 9. Telf. 942 282 700. www.hotelchiqui.com Ofrece unas instalaciones inmejorables en el más bello rincón de la playa de El Sar­ dinero. Habitación doble: 70-140 €.

Hotel NH Ciudad de Santander*** (D4) B Menéndez Pelayo, 13-15. Telf. 942 319 900. www.nh-hoteles.com Moderno y funcional. En el centro comercial y de servicios.

Hotel Santander*** (E2) KO Calderón de la Barca, 3. Telf. 942 212 450. www.abbahoteles.com En el centro de la ciudad. Habitación doble: 68-160 €.

Hotel Piñamar*** (F l) EH. Ruiz de Alda, 15. Telf. 942 361 866. Cercano a las estaciones de Renfe y de autobuses. Moderno y funcional. Habitación doble: 64-120 €.

Hotel Sardinero*** (C5)EE. Plaza de Italia, 1. Telf. 942 271100. www.gruposardinero.com Situado en el incomparable núcleo turístico de El Sardi­ nero, junto a las playas. Habitación doble: 60-140 €. Hotel Alisas** (F l) EB Nicolás Salmerón, 3. Telf. 942 222750. www.celuisma.com Habitación doble: 60-110 €.

Hotel San Glorio** (Fl)EE . Federico Vial, 3. Telf. 942 221 666. www.hotel-sanglorio.com Cercano a la estación de ferro­ carril. Habitación doble: 65-90 €.

Hotel Las Brisas* (B5 )¡E La Braña, 14-Bis chalé. Telf. 942 275 011. www.hotellasbrisas.net Habitación doble: 60-115 €.

Hostal San Glorio** (Fl)EB Ruiz Zorrilla, 18. Telf. 942 312 962. www.sanglorio.com Confortable y céntrico. Habitación doble: 58-80 €.

El tapeo En las calles que discurren paralelas al paseo de Pereda, la concentración de bodegas, mesones y bares es mayor. En Daoíz y Velarde se en­ cuentra una de las bodegas con más tipismo de la ciudad: La Cigaleña, cuyo interior parece el museo del vino. En Peña Herbosa debemos probarlas fabulosas cazuelitas de jabalí, venado o liebre de Casa Albo y las rabas de Villa Herbosa. Siguiendo por Bonifaz, el mesón Valdeola prepara las mejores croque­ tas caseras de todo Santander; tablas de quesos e ibéricos en JaviQuintanilla (uno de los mesones con mayor solera). Con más de 80clases devinos, gran variedad de raciones y pinchos se halla El Picón y a unos metros, la sidrería Regino, famosa por sus chori­ zos a la sidra. Bajando por Gómez Oreña se encuentran Replay, con pre­ cios bastante asequibles, y el antiguo almacén de vinos La Conveniente, donde sirven enormes tablas de fritos.

Restaurantes (Los restaurantes Cañadio,

Chiqui, La Bombl, El Pun­ tal, La Cúpula, El Serbal, Hoyuela, La Mulata, La Posada del Mar,Sixtina, Bahía, Fausto y Zacarías

2acategoría. San Román de la Llanilla, s/n. Barrio Corbán. Telf. 942 342425.

están adscritos al grupo Club de Calidad-Cantabria Infinita.) Bahía (E2) O Avenida Alfonso XIII, 6. Telf. 942 205 000. www.gruposardinero.com Pertenece al hotel del mismo nombre. Platos tradicionales y menús que se actualizan constantemente. Precio medio: 50 €. Bodega Cigaleña (E3) © Daoiz y Velarde, 19.

Situado a 350 m de la playa.

Telf. 942 213 062. Típico me-

Campings Virgen del Mar


I n f o r m a c io n e s p r á c t ic a s

vino muy interesante y bien surtido. Posibilidad de tapeo en la barra; en el comedor cocina atractiva y sabrosa. Precio medio: 45 €. Bar del Puerto (E3)© Hernán Cortés, 63. Telf. 942 213 001. www.restaurantedel puerto.com Tradicional en la capital cán­ tabra por su gran oferta de mariscos, muy bien tratados. Una de las especialidades de siempre, que mantiene, son los maganos (calamares pe­ queños) encebollados. Los pescados tienen carta de naturaleza. Precio medio: 50 €.

Bodega del Riojano (D2) O . Río de la Pila, 5. Telf. 942 216 750. Es historia de la hostelería santanderina. Su "Museo Redondo" de barricas decora­ das por primeras figuras dela pintura, le añade un gran inte­ rés a este restaurante que ofrece barra y comedor, en el que se sirve una cocina atrac­ tiva, tanto riojana como san­ tanderina. Precio medio: 40 €. La Bombi (E3) © Casimiro Sáinz, 15. Telf. 942 213 028. Situado en Puerto Chico. Ha logrado un lugar entre las ofertas de la ciudad. Cocina casera con interesantes ofertas de pesca­ dos, mariscos y carnes. Precio medio: 45 €.

Cañadio(E2)© Gómez Oreña, 15. Telf. 942 314 149. www.restaurantecanadio.com Carta segura y atractiva en la que destaca el tratamiento de los pescados. Cada día de la semana un guiso diferente. Precio medio: 45 €. Chiqu¡(A5)© Avda. Manuel García Lago, 9. Telf. 942 282 700. Ubicado en

S a n ta n d er

playa de El Sardinero. Cocina internacional con incorpora­ ciones regionales. Precio medio: 50 €. La Cúpula (C5) © Avd. Reina Victoria, 153. Telf. 942 274 300. Cocina sofisticada sobre la base de la cocina tradicional cántabra en una carta que cambia por temporada. Agra­ dable comedor con impresio­ nantes vistas al mar. Precio medio: 55 €. La Flor de Tetuán (D4) O Tetuán, 25. Telf. 942 218 353. Gran variedad de marisco con la posibilidad de escoger las piezas. Bar y pequeño come­ dor. Precio medio: 38 €.

De Luz(D5)© RamónyCajal, 18. Telf. 942 290 606. En la zona del Sardinero, con enormes comedores. Cocina de fusión con especial aten­ ción a los pescados salvajes del Cantábrico. Precio medio: 45 €. Fausto ( E l)® Fernández de la Isla, 15. Telf. 942 236690. www.restaurantefausto.es Cocina de fusión basada en los productos de temporada, con una presentación creativa. Precio medio: 40 €. Sixtina (D3)© Del Sol, 47. Telf. 942 219 595. Cocina creativa con respeto a las recetas clásicas y pura­ mente regionales. Precio medio: 50 €. Posada del Mar (E3) © Juan de la Cosa, 3. Telf. 942 213 023. En Puerto Chico, en zona marinera y típica. Carnes, gui­ sos caseros y pescados,con especialidad en preparación de la merluza. Cierra el domingo y la primera quin­ cena de octubre.

El Puntal (D5)© Pérez Galdós, 28. Telf. 942 272 550. En el hotel Real, que está cui­ dando mucho lo referente a la cocina. Incluso elabora un menú diario a un precio inte­ resante. Precio medio: 40 €.

El Limonar deSoano(El)© Rubio, 4. Telf. 942373 111. Ofrecen un menú original. Precio medio: 45 €.

El Serbal (D3)© Andrés del Río, 7. Telf. 942 222 515. www.elserbal.com Cerca del Puerto Chico. La cocina combina tradición e innovación. E l resultado es atractivo. Precio medio: 65 €. La Mulata (D4) © Tetuán, s/n. Telf. 942 363 785. www.lamulata.net Cocina defusión siemprecrea­ tiva y original. Precio medio: 40 €.

Zacarías (E3) © Hernán Cortés, 38. Telf. 942 212 333. www.restaurantezacarias.coni En la zona de Puerto Chico, Cocina totalmente cántabra, del mar y de la montaña. Su cocina presenta experiencia e imaginación. Cambio fre­ cuente de ofertas; resulta muy interesante la amplia gama de los magníficos quesos cánla bros. Precio medio: 50 €. Hoyuela (C5) © Avda. de los Hoteles, 7. Telf. 942 282 628. Restaúrame del hotel del mismo nomine en plena playa del Sardinero, Recetas de la cocina cántabra bien actualizadas, Precio medio: 45 €. , I MARINA DE CUDEYOPEDREÑA

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(a 17 km)

Asador la Trainera Avda. de Severiano Ballesle

Restaurante con todaslas espe­ cialidades del cantábrico: arroz con bogavante, almejas de Pe­ dreña o bonito con tomate. Precio medio: 35 €.

La noche La noche en Santander co­ mienza bebiendo vinos y pico­ teando en la zona de la plaza de Cañadío. Si se quiere pasar una velada relajada, lo mejor sonlos cafés de la calle Cisneros, que sue­ len cerrar a las 2 h. Su música jazz, blues y soul son propicias para la tertulia y las copas tranquilas. Si lo que realmente apetece es mar­ cha, habrá que pasarse por la plaza de Cañadío y Río de la Pila, y más tarde por las dis­ cotecas de Puerto Chico, la calle Panamá o ya en el exte­ rior las discotecas de Santa Cruz de Bezana,

Compras En Santander se puede com­ prar ropa, regalos, cerámica y artesanía en los talleres y tiendas de la calle Arrabal y del Medio. Telas, ropa, calzado y productos de la tierra en el

mercadillo de la Espe­ ranza, en la plaza del mismo nombre. Joyerías de lujo como Presmanes y Galán, se pue­ den encontrar en los paseos de Pereda y Calvo Sotelo; mientras que en Lucio Herrezuelo, en Calvo Sotelo, 23, se venden zapatos, pieles y cue­ ros de alta calidad. Para calle­ jear y ver escaparates, en la calle San Francisco y adyacen­ tes; especialmente de la Plaza Porticada al Ayuntamiento, se concentran en pleno centro todo tipo de comercios. En Antigüedades Camus, en la calle Isabel la Católica, sue­ len tener piezas interesantes, yen El Duende, en la calle Martillo, pueden encontrarse

Los amantes de los mercados no pueden dejar de visitar el

mercado de pescado de la Esperanza, en cuyos sótanos se pueden ver unos puestos y vendedores que constituyen un espectáculo único.

8 SANTILLANA Info Ayuntamiento Pza. Ramón Pelayo, 1, Telf. 942 818 075^

Oficina de turismo Jesús Otero, 20. Telf. 942 818 251.

Visitas Cuevas de Altamira Centro de Investigación. Telf. 942 818 005. El conjunto de museo y réplica se puede visitar de martes a sábado de 9.30 h a 19.30 h y domingo de 9.30 h a 17 h con posibilidad de adquisición de entrada anticipada en el telf. 942 840 157 o en la web del Banco de Santander.

Casona de los Tagle Abierta al público en Semana Santa, jubo, agosto y septiem­ bre, de 10,30 h a 13.30 h y de 16.30 h a 20.30 h; lunes ce­ rrado; la visita se realiza con un guía.

Hotel Colegiata*** (A 1 )H Los Hornos, 20. Telf. 942 840 137. Ubicado en una casona mon­ tañesa ofrece un ambiente de sobriedad y confort. Habitación doble: 45-70 €.

Hotel Los Infantes*** (C2) D . Avda. Le Dorat, 1-13. Telf. 942 818 100. www.hotel-santillana.com Dos edificios separados. El antiguo es una bonita casa montañesa de piedra. Habitación doble: 67-113 €.

Hotel Santillana*** (B1) 0 Santo Domingo, 1. Telf. 942 818 011. Habitación doble: 70-115 €.

Hotel Siglo X V III*** (C3) 0. Barrio Revolgo, s/n. Telf. 942 840210. Casona de piedra y muebles rústicos. Confortable. Habitación doble: 50-80 €.

Hotel Cuevas** (C1)H Avda. Antonio Sandí, 4. Telf. 942 818 384. Moderno y acogedor. Habitación doble: 52-74 €.

Hotel Los Hidalgos** (C 1 )0

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Alojamientos Parador de Santillana***

Parque del Revolgo, 24. Telf. 942 818 101, De nueva construcción, actual y con estancias cómodas. También dispone de apartamentos. Habitación doble: 50-75 €.

(B2) D. Pza. Ramón Pelayo, 8, Telf. 942 818 000. www.parador.es En el centro de la villa. Cuenta con dos edificios, el Palacio de los Barreda y un anexo de nueva construcción, Habitación doble: 143-155 €.

(C 2 )H Avda. Marcelino Sanz de Sau­ tuola, 3. Telf. 942 840 180. De moderna construcción, familiar y confortable, refor­ mado recientemente. Habitación doble: 40-70 €,

Hotel Salldemar**

Hotel Altamira*** (B 2 )0 . Cantón, 1. Telf, 942 818 025. www.hotelaltamira.com En el palacio delos Valdivieso, levantado enel sigloXVI. Deco­ ración de época.

Campings Santillana I acategoría. Ctra, de Comillas. Telf. 942 818 250, Excelentes instalaciones, está


S a n ta n d er

INFORMACIONES PRÁCTICAS

Cóbreces 2acategoría. Playa de Cóbreces. Telf. 942 725 120. Abierto dejunio a septiembre.

©Turism o rural La Casa del Marqués***** (B2) EE. Cantón, 24. Telf. 942 818 888. Aunque es un hotel, esta casona del siglo XV, que per­ teneció al primer marques de Santillana, no tiene que ver conloquese entiende por un hotel al uso. Cada habitación tiene su personalidad, y en todas ellas se ha cuidado cada detalle. Alojarse aquí es trans­ portarse a otros tiempos, dar un paseo por la historia. Habitación doble: 123-195 €.

Apartamentos Capriccio (C2)SD Avda. Antonio Sandi, 7. Telf. 942 840223. www.apartamentos capriccio.com Apartamentos de 2 a 5plazas perfectamente equipados con cocina, menaje completo de cocina, televisión, teléfono, calefacción, etc. Espacios amplios y luminosos. Estudios/ día: 55-75 €.

Apartamentos Las Arenas (A3)EB .Pza.de las Arenas, 3. Telf. 620409020. Seis apartamentos de 2a 4pla­ zas, ubicados en una casona medieval, restaurada en 2001, junto a la colegiata de Santi­ llana. Cada uno cuenta con dormitorio, salón comedor, cocina y baño completo. Admiten mascotas. Apartamentos/ día: 50-95 €. La Casa de Güela (A2) EB Hornos, 9. Telf. 942 818 250. www.periplo.com Posada incluida dentro del Club de Calidad Cantabria Gran Reserva, de espacios am­ plios, luminosos y decorados

con piscina y ofrece múltiples posibilidades de ocio. Acceso por el camping Santillana. Habitación doble: 63-127 €.

La Casa del Organista (A2) EB. Los Hornos, 4. Telf. 942 840 352. www.casadelorganista.com Casona montañesa del siglo XVIII, restaurada, que en otro tiempo fue la casa del orga­ nista de la colegiata de Santi­ llana. El equipamientoy el ser­ vicio son muy completos. Resulta muy luminosa, agra­ dable y confortable. Habitación doble: 65-94 €. La Casa Solariega (f.p.) Antonio Sandi, 25. Telf. 942 818 209. www.lacasasolariega.com Apartamentos para 2 a 4 per­ sonas, Cada uno con dormi­ torio, salón, cocina y baño. Apartamento/ día: 45-85 €.

La Casona de los Giielitos (f.p.). Barrio Vispieres, 8. Telf. 942 821 915. www.periplo.com Casona montañesa del siglo XVHrestaurada. Moderna, ele­ gante, colorista, muy acoge­ dora y confortable. Habitación doble: 60-90 €.

Casona Palacio Los Caballeros (f.p.). Barrio Vispieres. Telf. 942 821 074/820 976. www.periplo.com Casona Palacio montañesa del siglo XVII, reedificada en el XVIII. Pertenece al Club de Calidad de Cantabria. Mobi­ liario rústico, amplitud de espacios, luminosidad...

Hospedería Santillana (A2) EE. Los Hornos, 14. Telf. 942 818 250. Agradable posada rural de estancias amplias y lumino­ sas. Cuenta con numerosas posibilidades de ocio. Habitación doble: 50-85 €. Posada Abadía (B1) EE Revolgo, 23. Telf. 942 840304. www.posadadelabadia.com Casa rural montañesa del si­ glo XIX situada en el Campo de Revolgo. Bien equipada y con jardín privado. Habitación doble: 45-65 €. Posada Araceli (B l)E E La Robleda, 20. Telf. 942 840 194. www.posadaaraceli.com Casona solariega construida en piedra de sillería y made­ ras nobles. Las estancias están decoradas en estilo castellano. La casa cuenta con un agra­ dable jardín. Habitación doble: 45-65 €.

Posada Los Calderones (A2)EB Los Hornos, 16. Telf. 942 818 803. www.cantabria.com/complejo santillana.com Agradable posada con vistas a la colegiata, en un entorno tranquilo. Habitación doble: 45-75 €.

Posada El Cantón

(B2) EB. Santo Domingo, 5. Telf. 942 818 387. www.solardehidalgos.com Antiguo palacio delos Peredo y los Barreda, edificado en el sigloXVI, queconservael sabor

(B2)sa Carrera, 2. Telf. 942 840 274. www.periplo.com Casa rústica situada en el casco histórico de Santillana, Las habitaciones son amplias y confortables. Habitación doble: 45-85i. Posada Herrén (f.p.) Barrio Herrán, 32. Telf. 942 818 112. ' Casa típica montañesa situada a las afueras de Santillana v n apenas 500 m de las cuevas de

de otros tiempos.

Altamira. Jardín y barbacim

Habitación doble: 65-114 €.

Hotel Solar de Hidalgos***

I PREÑ A__________________ (a 2km)

Los Cautivos Barrio Caborredondo, 68. Telf. 942 716 070. www.loscautivos.com En esta encantadora casona montañesa del siglo XVm todo ha sido dispuesto con un gusto exquisito. Cuenta con un bonito jardín y con piscina. Ilabitación doble: 80-140 €.

Puerto Calderón** Barrio Viallán, s/n. Telf. 942 716111. Dispone de 14 habitaciones enun ambiente rural muy pró­ ximo a Santillana. I labitación doble: 65-80 €.

Posada Caborredondo Barrio Caborredondo, 81. Telf. 942 716 181. www.posadacabo iredondondo.com Esta casona edificada en pie­ dra se asienta en un espacio de unos 2.500 m2 de bonito jardín. I labitación doble: 55-85 €.

Posada San Pedro Barrio San Roque, 79. Telf. 942 716 135. www.posadasanpedro.com Casona típica montañesa, rehabilitada, asentada en una Iinca de 6.000 m2poblada de árboles frutales. Dispone de 8 habitaciones dobles equipa­ dascon baño, televisión y cale­ facción. La casa informa de múltiples actividades que se pueden realizar por la zona. Habitación doble: 60-70 €.

Vivienda Rural El Sauce Barrio Caborredondo, 75A. Telf. 942 716143. www.viviendaelsauce.com De nueva construcción, pero conservando el carácter rural de la zona, rodeada de un terreno con jardín y árboles frutales de 5.000 m2.Además de la vivienda, con terraza, cocina, salón y capacidad para 5personas.

El Sitio del Valle B ° Perelada. Telf. 942 716 204. www.periplo.com Casona de piedra situada en un espacio natural de gran belleza. Ideal para descansar y pasear. Habitación doble: 60-90 €.

8 Q u ija s ______________ (a 6km)

pimientos rellenos del Aitamira.Cerca de la colegiata, la Taberna de Chus es famosa por los calamares encebolla­ dos y El Cossío por sus costi­ llas y el chorizo a la parrilla. En la taberna El Picaporte (Escultor Jesús Otero) tienen una tenaza donde sirventablas de queso de La Liébana y em­ butidos de jabalí y ciervo.

Casona Torre de Quijas B“ Vinueva, 76. Telf. 942 820 645. www.casonatonedequijas.com Casona solariega rodeada de verdes praderas, decorada con muy buen gusto. Dispone de un bello y extenso jardín. Notable decoración del come­ dor. Cierra quince días en Navidad. Habitación doble: 60-80 €. Dispone también de restau­ rante. Precio medio: 40 €.

Posada Andariveles Barrio Vinueva, 181. Telf. 942 820924. xvww.casonaandariveles.com Posada incluida dentro del Club de Calidad Cantabria Gran Reserva. Casona mon­ tañesa del siglo XVIII restau­ rada. El interior y las habita­ ciones están dispuestas con todo cuidado en esta preciosa posada rural. Habitación doble: 45-60 €.

El tapeo En la V que forman las calles de Juan Infante y la Carrera, y sus prolongaciones, se en­ cuentran la mayoría de los bares y mesones de Santillana. Aquí no existe una gran tradi­ ción de tapeo, pero lo que sí es recomendable es comer de raciones, que por cierto enesta villa son excelentes. Subiendo por la calle de la Carrera nos encontramos con Los Blaso­ nes, que ofrece x'ariadas tapas y comida rápida. También des­ tacan las tablas de quesosy los

Restaurantes Altamira (B2) O Cantón, 1. Telf. 942 818 025. Varía la carta según la esta­ ción del año. Potencia los gui­ sos. Horno de leña y carbón para asar carne. Precio medio: 40 €. Casa Cossío (A3) © Pl. Abad Francisco Navarro, 12. Telf. 942 818 355. Situado en la casona de Cos­ sío y Quevedo, al lado de la colegiata. Cocina tradicional en la que destaca su parrilla donde se preparan pescados, mariscos y carnes de gran calidad. Precio medio: 30 €. Castillo (B2 )G Pza. Mayor, 6. Telf. 942 818 377. Carnes ala parrilla, de lechazo y de ter­ nera, tarta de queso casera. Precio medio: 35 €. L a J o r a c a ( A l)©

Hornos, 20. Telf. 942 840 137. Situado en áhotel Colegiata, a las afueras de la monumental Santillana, que se divisa desde el local. Cocina imaginativa. Menú degustación que varia cada semana. Pescados de la zona. Carnes de Fresneda. Precio medio: 50 €. Santillana (B l) © Santo Domingo, 1. Telf. 942 818 011. Restaurante del hotel Santillana. Cocina tradicional. Los postres case­ ros son deliciosos, entre ellos las quesadas.


I n f o r m a c io n e s p r á c t ic a s

I Pu en te

oe

S a n M ig u e l

Hostería Calvo Carretera Oviedo, 182. Telf. 942 820 056. Cocina tradicional cántabra en casona típica. Precio medio: 35 €.

Santo ña

Abierto sólo en verano. Ubi­ cado en la primera línea de la semisalvaje playa de Be­ rna, lugar ideal para quienes aman la calma, el descanso y la naturaleza. Habitación doble: 55-70 €.

Hostal El Parque** t í Compras En la plaza de las Aireñas tie­ nen sus exposiciones los arte­ sanos ebanistas Agustín Fer­ nández González y Octavio González y en Jesús Otero, el artista Juan Cobo. En la Casa dela Archiduquesa Isabel de Habsburgo, Anto­ nio Cabrero posee una buena colección de antigüe­ dades. Las tiendas de cerá­ mica son típicas de Santillana. Destaca Cantón de Otero, en Cantón, 6. Nadie puede pasar por Santillana del Mar sin probar sus exquisitos que­ sos y quesadas. Se recomien­ da la Casa del Queso Arte­ sano, con establecimientos en el Cantón, la Plaza Mayor y la calle del Río.

General Sagardía, 15. Telf, 942 662 196. Céntrico y moderno, pequeño y familiar. Muy buen trato al cliente. Habitación doble: 40-50 €.

Posada Las Garzas Primera Avenida, 37. Barrio de Berria. Telf. 942 663484. www.posadalasgarzas.com Posada situada muy cerca de la playa de Berria. La Calan­ dria, la Avoceta, la Abubilla o la Alondra son, además de algunas de las aves que sepue­ den encontrar por el entorno de las marismas de Santoña, los nombres de algunas de las habitaciones, cada una con su personalidad. Habitación doble: 45-76 €. 8 E s c a l a n t e ____________

(a 4 km)

ISANTOÑA

Hotel San Román de Escalante****

] Info Ayuntamiento

Ctra. de Escalante a Castillo, km 2. Telf. 942 677 745. www.sanromande escalante.com Casona edificada en el siglo XVIII, convertida en hotel de altonivel (pertenece ala cadena Reíais- Chateaux), decorada con obras de arte y antigüeda­ des. Rodeada deun amplísimo y verde jardín con ermita del sigloxm. El restaurante ofrece una cocina atractiva, de corte moderno, conproductosdeprimerísima calidad y buena ela­ boración. Habitación doble: 115-165 €.

Manzanedo, s/n. Telf. 942 660241.

Oficina deTurismo Santander, 5. Telf. 942 660066. Abierta sólo en temporada.

Alojamientos Hotel Juan déla Cosa**** Playa de Berna, 14. Telf. 942 661 238. www.hoteljuandelacosa.com De construcción moderna, si­ tuado junto a la playa y bien equipado. Habitación doble: 80-105 €.

septiembre. Situado en la misma playa, a unos 2 km de Santoña.

0

El tapeo

Santoña es una de las pocas localidades de Cantabria que ha adoptado la buena costum­ bre de ofrecer una tapa gratis al pedir la consumición. Es en la plaza de M. Andújar y alre­ dedores donde se concentra el mayor número de mesones y bares, algunos tan famosos como El Tejo. Subiendo por Marqués de Robrero llegamos a la Ta­ berna de Chuchi, bonita bodega donde se pueden de­ gustar gran variedad de vinos, quesos y otros productos ibé­ ricos. Estupendas albóndigas y cro­ quetas caseras sirven en el Mesón Chechu (SanFehpe) y en La Tasca (Rentería Re­ yes), gran variedad de tapas y raciones de mar y matanza. En la plaza de San Antonio se abren varias terrazas en las que se sirven estupendas raciones.

Restaurantes Juan de la Cosa Playa de Berria, 14. Telf. 942 661238. En el hotel del mismo nom bre. Vivero de marisco. Pes­ cados a la plancha y guisos marineros. Junto a la playa. Precio medio: 45 €.

Jauja Manzanedo, 12. Telf. 942 661 236. Dirección obligada en un cIa sico de la localidad marinera donde los pescados y maris eos son de primera calidad. Precio medio: 45 €.

Casa Emilia

Hostal Berria**

Campings Playa de Berria

Nueva Berria. Telf. 942 660 847,

2acategoría. Playa de Berria. Telf. 942 662 248. Abierto en

Avda. Carrero Blanco, 2. Telf. 942 671 396. Asador de cocina tradicional con especialidades marineras

La Bodeguilla de la Tasca

Hotel El Encinar*

Sema Occina con Marqués de Robredo. Telf. 942 681 050. Cocina cántabra muy actua­ lizada, con platos como baca­ lao encebollado con almejas, gambas y manzana confitada o crepes de verduritas con anchoas. Precio medio: 40 €.

Los Beatos, 20. Telf, 942 504033, Confortable y acogedor, ro­ deado de un bosque de enci­ nas. Dispone también de apartamentos y de piscina climatizada. Habitación doble: 55-70 €,

Compras Están protagonizadas por la conserva de la anchoa y el bonito, que se puede adquirir por todas paites. El Consor­

cio Español Conservero (Eguilar, 1) es la gran fábrica conservera de Santoña, que además tiene venta directa. Charfruit ofrece todo tipo de alimentos cántabros, así como nacionales de primera cabdad. Pero si lo que se desea es sólo un pequeño botecito de an­ choas o bonito elaborado de manera artesanal, hay quediri­ girse a Obrador Ancho Norte (La Verde, 10), Juanjo (ODonell, 5), Ana María (Ren­ tería Reyes, 26) o a Emilia (Almirante Carrero Blanco, 21); en este último hay gran número de productos como el púdingde bonito ola ventosea.

ISO M O Alojamientos y restaurantes Hotel Torres deSom o**** Barrio Ama. Telf. 942510052, www.hoteltorresdesomo.com Elegante hotel con encanto, en primera línea de playa. Habitación doble: 75-140 €.

Hotei Las Dunas** Avda. Quebrantas, 5. Barrio de las Ventas. Telf. 942 510 040. www.hotelesdesomo.com Moderno y funcional, Perma­ nece abierto desde el mes de junio hasta el de octubre.

Restaurante La Alberuca B. Llosa Sierra, 6, Telf. 942 510 540. Junto a la bolera, en la salida de Somo. Especializado en cocina cántabra actualizada, con platos como ensalada gratinada, foie a la plancha y solo­ millo de la tierruca. Precio medio: 40 €. I S OLARES______________

(a 11km)

Hotel Palacio Marqueses deValbuena*** General Mola, 6. Telf. 942 522 866. www.marquesesde valbuena.com Ubicado en un antiguo pala­ cio del siglo XVI. Habitación doble: 65-100 €. Tiene restaurante. Precio medio: 40 €.

Hostal Restaurante Casa Enrique** Paseo de la Estación, 20. Telf. 942 520073. Cierra domingo noche. Cocina tradicional y de temporada en un restaurante con todo el ambiente de una casa de comi­ das. Habitación doble: 45-65 €. Precio medio: 60 €.

Hotel Balneario de Solares**** Avda. Calvo Sotelo, s/n. Telf. 942521 313. www.hotelbalneariode solares.es Dispone de las instalaciones hidrotermales más modernas del sector. Habitación doble: 78-95 €. E l restaurante es de ineludi­ ble visita.

©Turism o rural El Cuadrante B°Jorganes, 103. Telf. 942 510 051. www.posadaelcuadrante. com Casatípica montañesa del siglo xvm, restaurada manteniendo su carácter, pero incorporando todas las comodidades nece­ sarias para una estancia agra­ dable. La casa dispone de un bonito y extenso jardín. Habitación doble: 55-75 €,

Posada La Llosa Jorganes, 3. Telf. 942 510 602, www.posadalallosa.com Casa típica montañesa, res­ taurada, en la que se han con­ servado la piedra en las pare­ des, la viguería original y los suelos de barro. Cuenta, ade­ más, con tres apartamentos. Habitación doble: 58-78 €.

Mies de la Villa Barrio Jorganes, 14. Telf. 942 510 073. www.posadaensomo miesdevilla.com Antigua casa de labranza res­ taurada en la que se ha bus­ cado el gusto por lo rústico sin olvidar el confort. Los desayu­ nos se sirven en el acogedor salón en invierno y en la terraza con jardín y con mag­ níficas vistas, en verano. Habitación doble: 65-85 €.

Posada Casa Aurelio B ° Ama, 37. Telf. 942510251. www.posadacasaaurelio.com Piedra y madera son los mate­ riales dominantes en esta anti­ gua casa de labranza de 1850, restaurada y enclavada en un bonito entorno. Habitación doble: 60-68 €.

Posada Río Cubas Homa, 12. Telf. 942 508241. www.posadariocubas.com Casa típica montañesa, em­ plazada en medio de una pra­ dera, con árboles frutales y laureles. Habitaciones amplias y luminosas, cómodas, deco­ radas al estilo tradicional.


I n f o r m a c io n e s p r á c t ic a s

SUANCES

Posada Villa María

Hotel Suances***

Monte, 94. B ° de Latas. Telf. 942 510 659. www.posadavillamatia.com A menos de 1km de la playa, bonita casa rural de reciente construcción, con habitacio­ nes amplias, acogedoras y con buenas vistas. Además de las 6habitaciones, dispone de un apartamento. Diversas activi­ dades deportivas y de tiempo libre. Habitación doble: 55-75 €.

Ceballos, 45. Telf. 942 844222.

I LOREDO

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El Rincón de Lavalle Barrio El Cagigal, 10. Telf. 942 509 184 y 649 413 351. www.rincondelavalle.com Antiguas caballerizas del pala­ cio de los Cospedal reconver­ tidas en una soberbia posada decorada con buen gusto. La rodea un agradable jardín. Lashabitaciones son amplias y luminosas. Habitación doble: 50-75 €.

ISU A N C ES

GD Info Ayuntamiento

Moderno y con excelentes vistas. Habitación doble: 60-96 €.

Habitaciones dobles con baño completo, decoradas en estilo castellano. Salón de televi­ sión, calefacción, patio y zona ajardinada. Habitación doble: 55-70 €.

Hotel El Caserío***

I T a g l e _______________ J

El Faro, 1. Telf. 942 810 575. www.caserio.com De construcción moderna, cuenta con hotel, apartamen­ tos y restaurante. Habitación doble: 60-80 €.

(a 5 km)

Hotel Vivero II* * * Ceballos, 75-A. Telf. 942 811 302. www.hotelvivero.com Edificio nuevo y céntrico. Habitación doble: 60-90 €.

Hotel Azul***

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La mayoría de los bares y cocederos se sitúan paralelos a la costa, y en ellos, aparte del típico picoteo, se suelen ser­ vir excelentes raciones, pes­ cados y mariscos frescos. Empezando en dirección este nos encontramos con El Bal neario, famoso por sus tablas de tierra y mar; el asador ilr sardinas Casa Sidoro, con gran aceptación en los meses de verano, y la magnífica terraza de La Cabaña. La Bodega es uno de los mis populares por surelación cali dad/precio en productos del mar;juntoaéI, Sydney tiene una innumerable lista de radones. En la calle Torrelavega son dignos de probar los calaina res en su tinta y los chi pii o

Apartamentos Acacio Cita. Subida al Faro. Telf. 942 810 383. Habitación doble: 64-80 €.

Hotel Castillo deSuances*

Ceballos, 12. Telf. 942 810 924. Abierta sólo en temporada.

Alojamientos Hotel Soraya***

Turismo rural Posada Marina

El Muelle, 27. Telf. 942 844050. www.hotelsoroya.com En primera línea de playa. Modernas instalaciones. Habitación doble: 60-108 €.

Plaza de la Cuba, 15. Telf. 942 811 474. Casa tradicional rehabilitada. Habitaciones sencillas pero muy acogedoras. Habitación doble: 60-70 €.

Hotel Albatros***

IHINOJEDO

Madrid, 20. Telf. 942 844 140. www.hotelalbatrossuances.com Precioso hotel situado en una zona tranquila.

(a 3km)

Oficina deTurismo

La Sota, 5. Telf. 942 844507. www.posadapuntaballota, com Con magníficas vistas al acan­ tilado de Punta Ballota y al mar. Las habitaciones son am­ plias y luminosas. Habitación doble: 60-80 €.

Telf. 942 811511. www.hotelazul.com Con restaurante y terraza. Habitación doble: 70-130 €.

Avda. Acacio Gutiérrez, 142. Telf. 942 810 383. En un castillo del siglo XIX se encuentra este pequeño hotel desde el que se contemplan vistas maravillosas, Habitación doble: 90-120 €.

Plaza del Ayuntamiento, 1. Telf. 942 810 021.

Posada Punta Ballota

El tapeo

nes rellenos de Casa Tomás, las almejas de Camarote, \ las gambas y quisquillas de

Ría de San Martín.

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Posada La Paz Parador, 9. Barrio de San Pedro. Telf. 942 843 289. www.posadaIapaz.com

Restaurantes El Mirador deSuso Sobremar, s/n. Telf. 942 811511. Especialidad en arroz.

El Caserío Avda. Acacio Gutiérrez, 159. Telf. 942 810 575. Especialidades regionales, de pescados, mariscos y carnes. Está situado enuna península, rodeado de mar y sobre la playa. Cierra martes en invierno. Precio medio: 40 €.

«TO RRELAV EG A I. Info Ayuntamiento Bulevar Demetrio Herrero, s/n. Telf. 942 812 100.

Oficina de turismo Juan José Ruano, 9. Telf. 942 892 982. Abierta durante todo el año.

dosy el parque deManuel Bar­ quín, este confortable hotel está decorado en línea clásica. Trato amable y familiar. Habitación doble: 40-50 €.

Pensión La Gloria** (B 3 )0 Alcalde del Río, 4. Telf. 942 802 082. Habitación doble: 40-50 €.

La Dársena del Pescador Muelle, 23. Telf. 942 844489. Cocina tradicional sobre pro­ ductos del mar. Es una de las mejores marisquerías que encontramos en la zona. Precio medio: 40 €.

Ría San Martín Torrelavega, 7. Telf. 942 810 709. Patés y mariscos. Precio medio: 30 €.

Casa Gerardo Quintana, 121, Telf. 942 810 038. Cocina tradicional con espe­ cialidad en cocido montañés, solomillo a la salsa de Tresviso y tarta de queso y arándanos. Precio medio: 35 €.

El Muelle deSuances Muelle, 2. Telf. 942 810 090. Restaurante del hotel del mismo nombre con especia­ lidad en platos de pescados y mariscos. Arroz con bogavante y pescados a la plancha. Precio medio: 40 €.

La noche Suances tiene una agitada vida nocturna. Cientos dejóvenes, los miércoles, viernes y sába­ dos, inundan la veintena de terrazas, pubs y discotecas de “La Plaza”, entre Acacio Gutié­ rrez y el paseo de la Marina. I,a localidad dispone de bue­ nos ejemplos de pubs noctur­ nos que cuando cierran, sobre las 3 o 4 de la madrugada, obligan alos más animados a recurrir a las discotecas de la localidad: La Concha y el

Alojamientos Hotel Spa Torresport H u sa**** (f.p.) Sierrapando, 694. Telf. 942 303 100.

Turismo rural I HELGUERA DE REOCÍN (a 3km)

Posada La Cotia Barrio La Fuentona, 2. Telf. 942 838 341.

www.hoteltoiTesport.com Situado enuna zonatranquila, a pocos minutos del centro comercial dela ciudad. Cuenta conun centro deportivo anexo, piscinas incluidas, y un Spa. Habitación doble: 90-120 €.

www.posadalacotia.com Todo un equilibrio entre la modernidad y el respeto pol­ la estructra de la casa tradi­ cional montañesa. Habitación doble: 55-80 €.

Hotel Torrelavega****

i R e o c ín d e lo s M o lin o s

(B 2 )D

Julio Hauzeur, 12. Telf. 942 803 120. www.celuisma.com Situado en el centro urbano, en un moderno centro co­ mercial, el hotel ofrece unas modernas instalaciones en un ambiente acogedor. Habitación doble: 80-110 €.

(a 5 km)

Casas Pin Casan021. Telf. 659 578 605. www.casaspin.com Casa tradicional cántabra, edi­ ficada en piedra y madera. En un bello paraje natural. CasaI fin desemana (con 8pla­ zas): 390 €.

Hotel Marqués de Santillana*** (C3) E l

I VllLAPRESENTE________

Marqués de Santillana, 8. Telf. 942 892 934. Situado en una zona residen­ cial en pleno centro urbano. Habitación doble: 80-90 €. Hotel Saja*** (B3) I I Alcalde del Río, 22. Telf. 942 892 750. Situación céntrica. Habitación doble: 65-85 €. Hotel Besaya* (B3) D Alcalde del Río, 32. Telf. 942 804 244. Céntrico y confortable. Habitación doble: 50-65 €. Hostal El Curro** (C3) I I Cantabria, 2. Telf. 942 891 212. Ambiente acogedor. Frente al

Casa Trinidad

(a 5 km) Telf. 942 820415 y 677 578 502. Encantadora casa rodeada de jardín. Habitaciones amplias y luminosas. Casa/día: 130-250 €.

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El tapeo

Gran parte de los mesones y bares de tapeo se encuentran en “La Zona”, limitada entre las calles Augusto G. Linares y Julián Ceballos.

Restaurantes Sejos (f.p.) Sierrapando, 694. Telf. 942 303 100.


INFORMACIONES PRÁCTICAS

port. Combina la cocina tra­ dicional con las últimas ten­ dencias de la cocina de autor, Precio medio: 40 €. Mesón Martino (C2) O Avda. del Besaya, 29, Telf. 942 080580. Cocina tradicional en un am­ biente desenfadado y posibi­ lidad de comer de cazuelas y de picoteo. Precio medio: 25 €. Los Girasoles (B4) © Conde Torreanaz, 20. Telf. 942 885 048. Cocina cántabra. Precio medio: 35 €.

La Villa de Santillana (C4) © Julián Ceballos, 11. Telf. 942 883 073. Cocina regional y nacional. Pescados y carnes. Precio medio: 40 €.

Cocina tradicional con un chuletón de novilla a la parri­ lla que goza de gran reputa­ ción en la comarca. Precio medio: 40 €. El Curro (C3)© Avda. del Cantábrico, 2. Telf: 942 891 212. Casa de comidas junto al mercado de ganado con una carta tradicional y menús variados. Precio medio: 30 €,

B TAÑOS_________________ (a 2 km)

Los Avellanos Avda. Fernández Vallejo, 122, Telf. 942 881 225. www.losavellanos.com Cocina de autor con propues­ tas imaginativas y modernas a partir de la cocina tradicio­ nal cántabra. Precio medio: 60 €.

El Rincón de la Coral

Palacio

(B3) O . Joaquín Hoyos, 10. Telf. 942 882 598. ' Cocina tradicional, pescados y mariscos. Carnes a la brasa. Precio medio: 35 €. Ferbus (B2) © Paseo del Niño, 37. Telf: 942 882809.

Avda. Fernández Vallejo, 192. Telf. 942 801 161. Encantador chalé rodeado de un agradablejardín, con cua­ tro comedores de distinto am­ biente y uno exterior, cubierto con carpa veneciana, para el buen tiempo. Cocina moderna que aprovecha los mejores

productos de su tierra y del mar. Buena bodega. Precio medio: 40 €.

m La noche Tres son las zonas y los ambientes de marcha de la ciudad: San José, Baldomero yArgumosa. El barrio de San José es la zona de vinos, tapeo y copas, “La Zona” por antonomasia. La plaza de Baldomero ofrece un ambiente más relajado con agradables terrazas dispues­ tas bajo los soportales, donde se congrega un público más maduro con ganas de tertu­ lias y conversación. Por último se halla Argumosa donde proliferan los locales alternativos con salas pre­ paradas para actuaciones en directo y pubs donde se tira bien la cerveza y suena rock duro. Los dos locales conmás aceptación de cara al baile y actuaciones en directo son el Croker, toda una leyenda en Cantabria, y el Mundo Para­ lelo que sigue siendo lo más indie de Torrelavega con exce­ lente ambientacion dehoUse, reagee y rock clásico.

ÍNDICE DE LUGARES A Aa, monte, 74 Abiada, 40 Abra del Pas, 102 Adal-Treto, 64,100,103 Agüero, 141 Ajanedo, 48 Ajo, 63,64,105,193 Ajo, ría de, 63 Alceda, 114,205 Alisas, puerto de, 53 Áliva, collado de, 29 Áliva, puertos de, 95 Allendelagua, 83 Altamira, cuevas de, 59,92,148 Amieva, 26 Ampuero, 56,64,69,101,103,193 Anaz, 51 Andara, macizo de, 123 Añero, 141 Arena, playa de la, 63 Arenas de Cabrales, 26,30 Arenas de Iguña, 90 Arenillas, playa de, 99 Argoños, 64 Argüébanes, 203 Argüeso, 117 Arija, 39,40 Arnuero, 63,64,105 Arredondo, 53 Arroyal, 84 Arroyo, 39,40 Arroyuelos, 42 Asomada, mirador de la, 31 Asón, 56 Asón, collados del, 55 Asón, nacimiento del, 52 Asón, valle del, 56 Astillero, El, 70,194 B Ballota, punta de la, 59 Bárcena de Cudón, 58,201 Bárcena de Pie de Concha, 91 Bárcena Mayor, 72,194 Barcenaciones, 77 Barcenal, El, 207 Barcenillas, 31,74 Bareyo, 63,105 Barrio, 40 Barros, 89,198 Bejes, 123 Benia, 26

Berria, playa de, 63,105,151 Berruelo de Santullán, 117 Besaya, hoces del, 91 Beyos, desfiladero de los, 24 Beza, puerto de, 24 Bien Aparecida, santuario de la, 70 Bimón, 39 Bolau, acantilados de El, 59 Bolmir, 38 Boria, 207 Borleña de Toranzo, 51 Bostronizo, 90 Brañavieja, 206 Brañosera, 117 Brazomar, playa de, 83 Buciero, monte, 64 Bulnes, 27

C Cabanzón,121 Cabárceno, Parque de la Naturaleza de, 72 Cabarga, peña, 140 Cabariezo, 203 Cabezón de la Sal, 31,74,195 Cable, mirador de, 94 Cabrojo, 195 Cabuérniga, 28 Cabuérniga, valle de, 31 Cadalso, 42 Caín, 27 Caldas de Besaya, Las, 89 Camaleño, 203 Camarmeña, 26 Camijanes, 121 Campo de Ebro, 43 Campo de Yuso, 40 Candina, monte, 65,83,100 Candolías, 46,47 Cangas de Onís, 24,30 Canto Cabronero, 25 Cañuela, cueva, 56 Cárcoba, La, 48 Cardosa, mirador de La, 73 Cares, ruta del, 26 Carmona, 31,35 Carrejo, 31,74,76,195 Carreña, 26 Carriedo, valle de, 45 Caries, 157 Casar de Periedo, 76 Castañeda, 77,112,196 Castillo, cueva del, 111 Castrillo de Valdelomar. 44


I n d ic e d e L u g a r e s

Castro Valnera, pico, 48 Castro, 123 Castro-Allendelagua, 64 Cavada, La, 52,56 Cérdigo, 83 Cerébanes, 27 Cervatos, 83,117 Cezura, 44 Chimeneas, cueva de Las, 112 Chuflín, cueva de, 33 Cieza, 89 Cigüenza, 87 Cilleruelo de Bezana, 39 Cillórigo, valle de, 122 Cimiano, 27 Ciriego, 27 Cóbreces, 59,61,87 Colindres, 56,64,100 Colombres, 61 Comillas, 60,84,141,197 Concha, playa de la, 153 Coo, 89 Corao, 26 Corconte, 39,40 Corona, monte, 87 Corrales de Buelna, Los, 88,117,198 Cortiguera, 152 Cos, 76,195 Cosgaya, 203,204 Cosío, 33 Costa Esmeralda, 64 Costana, La, 40 Cotillos, 36 Covachos, playa de, 102 Covadonga, 24 Covalanas, cueva de, 56 Covalrruyo, mirador de, 48 Cuchía, 58 Cuchía, playa de, 153 Cuchillón, pico, 36 Cueto-Coventosa, cueva de, 56 Cuevas de Altamira, 59,92,148 Cuñaba, 27

D Dichoso, punta del, 58,152 Dos Ríos, 112 Dunas de Liencres, Parque Natural délas, 58,101

E Ebro, nacimiento del, 116,117 Ebro, pantano del, 37,117 Entrambasaguas, 141 Escalante, 151,214

ín d ic e d e

Espinama, 29,95 Espinilla, 117 Espinosa de los Monteros, 48 Estrada, 121

F Fontibre, 117,206 Foramontanos, ruta de los, 31 Fraguas, Las, 89,198 Fraile, punta del, 150 Fuencaliente, manantial de, 51 Fuente Dé, 29,30,94,95,199 Fuentes Claras, sendero de, 73 Fuentona, La, 74

G Galizano, 62,193 Galizano, playa de, 141 Galizano, ría de, 141 Gándara, La, 55,56 Gándara, nacimiento del, 52 Guriezo, valle de, 100 Gurueba, La, 46 Guzparras, 46

H Hazas del Cesto, 141 Helecha, La, 90 Helguera, 91 Helguera de Reocín, 217 Heras, 52,140 Herbosa, 39 Hermida, desfiladero de la, 121,123 Hermida, La, 28,30,123 Herrerías, 32 Higedo, bosque del, 43 Híjar, sierra de, 117 Hijedo, monte, 39 Hinojedo, 152,216 Horcadina de Covarrobles, 95 Horcados Rojos, 95 Hormiguera, 44 Hoz de Añero, 141 Hoz de Marrón, 70 Hoznayo, 141 I Ibio, 76 Isla, 63,105,199 Islares, 65,83,196,197

J Jerra, playa de, 87 Joyel, marismas del, 63,105,106

L Labra, peña, 36 Laguna, La, 35 Lamadrid, 197 Lanchares, 40 Langre, 62,64,141 Laredo, 64,96,103,200 Lastra, La, 34 Liébana, 29 Liébana, comarca de la, 122 Liencres, 101,201 Liendo, 64,99,103 Liendo, valle de, 65 Liérganes, 48,51 Limpias, 64,101,102,201 Llambrión, macizo de, 95 Llano, 39 Llonín, cueva de, 27 Lloreda, 45 Locos, playa de los, 58,152 Lombraña, 36 Loredo, 62,140,216 M Magdalena, La, 100 Maliaño, 140 Marina de Cudeyo-Pedreña, 210 Marismas de Santoña y Noja, Reserva Natural dé las, 63 Maruca, playas de la, 139 Mata, 89 Matanza, sierra de la, 45 Mataporquera, 206 Mazandrero, 117 Mazcuerras, 76,195 Mediaconcha, 91 Mercadillo, 48 Merón, playa de, 61,87,120 Meruelo, valle de, 106 Micolón, cueva de, 33 Mier, 27 Miera, valle del, 45 Miña, La, 74 Mogro, 58 Mogro, playa de, 153 Molleda, 207 Molledo, 91 Monedas, cueva de Las, 112 Monegro, 40 Montehano, 151 Montes Claros, monasterio de, 39 Moriera, valle de, 102 Muñorrodero, cavernas prehistóricas de, 120

Lu g a r e s

N Nansa, cuenca del, 32 Naranjo (o Naranco de Bulnes), 26,95 Navamuel, 43 Naveda, 206 Nestares, 206 Noja, 104,202 Novales, 59 Nuestra Señora de Valvanuz, santuario de, 46 O Obeso, 33 Obregón, 72 Ojedo, 203 Ojos del Demonio, 65 Ojos del Diablo, 100 Olleros de Paredes Rubias, 44 Olvidada, peña, 95 Ontaneda, 114 Ontoria, 195 Orbaneja del Castillo, 41 Orbaneja, desfiladero de, 41 Oreña, 59,213 Oriñón, 65 Oriñón, ría de, 83,99 Oruña de Piélagos, 61 Oruña, 102 Orzales, 40 Ostende, playa de, 83 Oyambre, cabo de, 87 Oyambre, Parque Natural de, 86 Oyambre, playa de, 60,87

P Palombera, puerto de, 73 Pámanes, 50 Pandévano, collado, 27 Pandillo, 46 Panes, 27,61 Parque de la Naturaleza de Cabárceno, 72 Pasiega, cueva de La, 111 Pas-Pisueña, valle del, 45 Pechón,120 Pedreña, 140 Peruyes, 30 Pesquera, 91,117 Pesués, 120 Picos de Europa, Parque Nacional de los, 24,94 Picota, cumbre de la, 102 Pido,95 Piélago, cueva de, 48 Pimiango, 28 Pindal, cueva del, 28 Población, La, 39


I n d ic e d e l u g a r e s

Polientes, 43 Pombo y Rubín, marismas de, 87 Poncebos, 27,30 Pontarrón, El, 100 Portillo de la Sía, 55 Portillo de Lunada, 48 Portio, cala de, 101 Portolín, 91 Potes, 29,30,107,203 Pozazal, alto del, 84 Pozo del Amo, 73 Proaño, 117,205 Puente Arce, 61,102 Puente de San Miguel, 214 Puente Pumar,35-36 Puente Viesgo, 88,111,204 Puentenansa, 28,33,76 Puntal, El, 99 Puntal, playa del, 62,140 Q Quejo, 63,105 Queveda, 148 Quijas, 77,213 Quintana, 56 Quintanilla de las Torres, 44

R Rabia, ría de la, 60,86 Ramales de la Victoria, 55 Rasines, 56 Regatón, playa del, 99 Reinosa, 91,114,205 Remoña, peña de, 29 Renedo, 39 Reocín de los Molinos, 217 Requejo, 40,117 Resalao, fuente de, 95 Retortillo, 38 Revilla, La, 55 Riba, 55 Ribera, playa de la, 153 Riclones, 32 Río de los Vados, 74 Riocorvo, 156 Rionansa, 32 Rioseco, 91 Ris, playa del, 105 Rivera, El, 89 Rozadío, 34 Rozas, Las, 39 Rubalcaba, 48 Rucandio, 50 Rúente, 35,74 Ruerrero, 42

Í n d ic e d e L u g a r e s

S Sable, playa del, 59,105,153 Saja, 73 Salceda, 36 Salcedilla, 48 Salitre de Rascaño, cueva del, 48 Salvé, playa de la, 99 San Andrés de Valdelomar, 44 San Cipriano, alto de San, 157 San Felices de Buelna, 88 San Juan de la Canal, playa de, 102 San Mamés de Meruelo, 64 San Mamés, 36,106,202 San Martín de Elines, 42 San Martín de la Arena, ría de, 58,152 San Martín de Valdelomar, 44 San Miguel, 106 San Pedro de Bedoya, 123 San Pedro del Romeral, 47 San Pedro, playa de, 105 San Román de la Llanilla, 58 San Roque de Riomiera, 48 San Sebastián de Garabandal, 33,35 San Vicente de la Barquera, 61,87,118,207 San Vicente de Toranzo, 113,205 San Vicente de Villamezán, 39 San Vicente, pico, 55 San Vicente, playa de, 120 Santa Cruz, 90 Santa Eulalia, 36 Santa Lucía, 76 Santa María de Cayón, 45 Santa María de Lebeña, iglesia de, 28,122 Santa María de Piasca, iglesia de, 110 Santa Marina, isla de, 141 Santander, 124,208 Aduana, 129 Alameda de Oviedo, 133 Avenida de la Reina Victoria, 137 Avenida de los Castros, 138 Banco de España, 135 Banco de Santander, 135 Barrio Pesquero, 128 Biblioteca y Casa-Museo de Menéndez Pelayo,133 Cabo Mayor, 136 Cabo Menor, 139 Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cantabria, 135 Cala de Mataleñas, 139 .. Calle Burgos, 133 Calle de San Fernando, 133 Calle de Vargas, 133 Calle Jesús de Monasterio, 133 Cámara de Comercio, 135

Campus de la Universidad de Cantabria, 138 Casino del Sardinero, 138 Catedral, 135 Centro de Arte Cabo Mayor, 139 Centro de Vela de Alto Rendimiento, 136 Club Marítimo, 136 Comandancia de Malina, 129 Comisaría de Policía, 135 Correos y Telégrafos, 135 Delegación de Gobierno, 135 Dique de Gamazo, 136 Escuela de la Marina Mercante, 136 Escuela Náutico-Pesquera, 137 Estación Marítima de Ferrys, 129 Faro de Cabo Mayor, 139 Fundación Botín, 135 Gobierno de Cantabria, 136 Grúa de Piedra, 129 Hospital Nacional Marqués de Valdecilla, 133 Hotel Real, 138 Iglesia de la Compañía, 135 Instituto Oceanógrafico, 137 IsladeMouro, 137 Jardines de Pereda, 129 Mercado de la Esperanza, 134 Mini-zoológico, 137 Muelle de Calderón, 133 Museo de Prehistoria y Arqueología, 136 Museo Marítimo del Cantábrico, 137 Museo Municipal de Bellas Artes, 133 Nuevo Estadio del Sardinero, 138 Oficina Central de Turismo, 135 Palacete del Embarcadero, 129 Palacio de Deportes de la Ciudad de Santander, 138 Palacio de Exposiciones de Santander, 138 Palacio de Festivales, 136 Palacio de la Magdalena, 137 Paraninfo de Las Llamas, 138 Parlamento de Cantabria, 134 Parque Atlántico de las Llamas, 139 Paseo de Castelar, 136 Paseo de Pereda, 135 Península de la Magdalena, 137 Planetario, 137 Playa de la Concha, 137,139 Playa de la Magdalena, 137,139 Playa de los Bikinis, 137,139 Playa de los Peligros, 137,139 Playa de Mataleñas, 139 Playa de Somo, 139 Playa del Camello, 137,139 Playa del Promontorio, 137 Playa del Puntal, 139

Playa segunda del Sardinero, 137,139 Plaza de Cuatro Caminos, 133 Plaza de las Estaciones, 134 Plaza de Toros, 133 Plaza del Ayuntamiento, 134 Plaza Porticada, 135 Puerto Chico, 128,136 Puerto Pesquero, 128 Raqueros (grupo escultórico), 133 Residencia Cantabria, 133 Seminario Mayor de Monte Corbán, 139 Santillana del Mar, 59,141,142,211 Santo Toribio de Liébana, monasterio de, 29,107,110 Santoña, 64,149,214 Sejos, collado de, 36 Selaya, 46,205 Selores de Cabuérniga, 35 Silió, 91 Soba, valle de, 55 Sobremazas, 51 Socueva, 55 Solares, 51,141,215 Somaconcha, 91 Somahoz, 89 Somahoz, collado de, 70 Somo, 62,140,215 Somocuevas, cala de, 101 Sonabia, 65,83,99 Soplao, cueva el, 32,76 Soto de la Marina, 58 Soto de Sajambre, 24 Sotolruz, 113 Sotres, 28,95,123 Sovilla, 89 Suances, 58,152,216

T Tagle, 153,216 Taños, 218 Tarriba, 89 Terán, 73 Tielve, 27 Tina Mayor, ría de, 61 Tina Menor, ría de, 61,120 Tojo, El, 194 Tojos, Los, 194 Toñanes, 59 Toranzo, valle de, 112 Torco, punta del, 152 Torre, picu de la, 76 Torrelavega, 153,217 Treceño, 195 Trengandín, playa de, 105


I n d ic e d e L u g a r e s

Trescares, 27 Tresviso, 123 Tudanca, 34 U Ubiarco, 153 Ubiarco, playa de, 153 Ucieda, 31,74 Udías, 87 Unquera, 27,61,120,207 Urdón, 123 UrrieUu, ver Naranjo de Bulnes Usgo, playa de, 153 Uznayo, 36

V Valdáliga, 32 Valdecilla, 141 Valdecoro, pico, 29 Valderredible, 41,117 Valle de Cabuérniga, 31,35 Valle, 74,193 Valle, cueva del, 56 Vargas, 112

Vega de Pas, 46,51 Vejorís, 114 Victoria, marismas de la, 105,106 Vieja, peña, 95 Viérnoles, 156 Villacantid, 117,205 Villacarriedo, 45,205 Villanueva de la Peña, 76 Villanueva de Las Rozas, 39 Villapresente, 217 Villasevil, 113 Villasuso, 89 Villaverde de Pontones, 64,141 Villaverde, 55 Virgen del Mar, isla de, 102 Virgen del Mar, playa de la, 102,140 Viveda, 148,152 Vueltuca, 31

Y Yermo, 157

Z Zoo de Santillana, 148

ÍNDICE DE MAPAS, PLANOS Y PLANTAS MAPAS Mapa de carreteras de Cantabria, 9-14 Los Picos de Europa, 26 Cabuérniga y Polaciones, 34 Julióbriga y el pantano del Ebro, 38 Valderredible, 42-43 Entre el Pas y el Miera, 49 Hacia el nacimiento del Asón y el Gándara, 54 La costa occidental, 58-59 La costa oriental, 62-63

PLANOS Castro Urdiales, 80-81 Santander, 130-131 Santillana del Mar, 143 Torrelavega, 154-155

PLANTAS Museo de Bellas Artes de Santander, 132 Colegiata de Santillana del Mar, 146

P la n o T u rístico Incluye plano de Santander, información turística, índice de calles y de monumentos y mapa de accesos a la ciudad


guía

TOTAL


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