A mi abuela Rosa. A Midori y a Guillo
La tata y la flaca. Naimed Sayarba
Asa de alfarero perdida en plaza Allende, puntapié certero, traspié en vasija rota, señal del azar, pedazo de mi suerte, arcilla, barro, huérfano y terracota. Infinitas escaleras hasta el cielo, visito a mis vecinos y a sus fotografías, congelado collage, corazón de hielo, caretas de papel, humo, cervezas, quesadillas. Contemplo pezones y recortes de pájaros, en las montañas de Caro, hombres de papel, Touluse-Lautrec, la pipa y los marineros, tocata y fuga, no se me antoja más pastel. Finitas escaleras hasta el suelo, adiós a mis vecinos que hacen fotografías, una patada al bajar es mi consuelo, señales del relojero, que las hacen mías. Una Rosa Sevillana se ha marchitado en Mayo, una pequeña gran hada brotó su luz en Madrid, besándose en la boca, como la nube y el rayo, la vida y la muerte en tragicómico ardid. Guanajuato. Mayo 2012