DOCUMENTOS DE TRABAJO EN ECONOMÍA, CONTABILIDAD Y FINANZAS DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA, CONTABILIDAD Y FINANZAS FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI DIRECTOR JORGE OLAYA DECANO COORDINADOR CARLOS FAJARDO COMITÉ EDITORIAL
PARMENIDES OCAMPO, CONTADURÍA JORGE REBOLLEDO, ECONOMIA ANDRES CENDALES, ECONOMÍA FELIPE CANO, ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS ALVARO URIBE, ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS LUÍS C ARLOS AYALA, CONTADURÍA RAÚL TABARQUINO, ECONOMIA GUSTAVO MOSQUERA, ECONOMÍA LUIS FERNANDO ORDOÑEZ, ADMINISTRACION
CARLOS FAJARDO, FILOSOFÍA JULIAN DURÁN, ECONOMÍA JUAN PORTOCARRERO
UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE C ALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE C ALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE C ALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD S ANTIAGO DE C ALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE CALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE C ALI, COLOMBIA UNIVERSIDAD SANTIAGO DE C ALI, COLOMBIA
Editorial Universidad Santiago de Cali Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Todos los derechos reservados Primera edición: noviembre de 2010 Impresión digital: Daniella Rivera-Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales-Universidad Santiago de Cali. Corrección de ortografía y estilo: Carlos Fajardo
Editorial Documentos de Trabajo nace como una sentida necesidad de expresión investigativa de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (FCEE), en la medida en que se asumen desde este portal diversos retos y desafíos de orden interno y externo. Internamente, la FCEE organiza sus principales elementos estudiosos para colocarse a tono con las metas de una universidad científica e humanística, - por ende investigativa -, de tal manera que nos encontremos a tono con el trabajo mancomunado que se requiere para alcanzar dicho objetivo. Externamente, la FCEE con sus Documentos de Trabajo abre una ventana para mostrar sus movimientos de investigación al gran público del mundo académico nacional, y si se quiere, también internacional, además de suplir varios niveles de labor en cuanto a los procesos de Certificación y Acreditación. Lo hace, no solamente para continuar integrándose paulatinamente al mundo académico nacional, sino más importante aún, para comenzar a promover desde adentro aquellas prácticas de investigación con las cuales se habrá de jugar su identidad investigativa en un mundo académico pluralista, diverso y cada vez más competido y arduo. Bajo los anteriores enfoques, este primer número de la revista Documentos de Trabajo pretende mostrar algunos de los juegos de lenguaje que son practicados por los investigadores de la FCEE de la Universidad Santiago de Cali. Se trata de ciertos juegos de lenguaje que pretenden ofrecer determinados ejercicios analíticos a problemas varios en el campo de las Ciencias Económicas y Empresariales. Es así como en este Primer Número nos complace presentar los siguientes artículos: Recomposición de la Estructura Productiva y Generación de Empleo en la Economía Colombiana 1990-2007 (Julián Duran) Reflejando algunos destellos afines a otras publicaciones económicas inmersas en la presente edición, el artículo enfoca gran parte de lo desarrollado en la investigación original titulada “Transformaciones Productivas y Estrategias de Desarrollo para la Economía Colombiana”. Aporta numerosas cifras de reciente actualidad y análisis ajustados al interés presente y futuro de la economía nacional. Economía Regional. Desarrollo Industrial del Valle del Cauca. Análisis Descriptivo de su Evolución y su Desarrollo Exportador (Duvan Peña). Se trata de un documento compilativo y analítico de notable interés al enfocarse en la economía vallecaucana, específicamente en la evolución de los subsectores industriales en cada periodo 1970 hasta los primeros años del nuevo milenio. A este nivel se torna en un referente de importancia para las incursiones estudiosas que puntualicen sobre la dinámica productiva departamental.
Historia de la Tecnología Agropecuaria y su Desarrollo para los Frutales en el Valle del Cauca (Ronald García) Bajo el enfoque de un estado de la cuestión, el artículo hace un amplio recorrido histórico sobre la tecnología agropecuaria, abundando en la referenciación por autores en diversos periodos de interés. El prisma utilizado abre nuevas oportunidades de conocimiento cuando la temática central, en su levantamiento histórico, se traslada al ámbito agropecuario del Valle del Cauca. El Servicio Público de Telecomunicaciones en Colombia: Problemas y Asimetrías en el Modelo de Regulación (Raúl Tabarquino) Asociado directamente con la Tesis de Magíster del autor y sobre esta misma temática, el artículo incursiona detalladamente en el servicio público de las telecomunicaciones en Colombia, acopiando numerosos elementos de diagnóstico y análisis de la situación. Importa, dada su naturaleza, la referenciación bibliográfica aportada, a manera de posible guía para la profundización el tema. Principales Paradigmas en la Evolución de las Teorías Administrativas (Bianney Arias) El documento condensa mediante una destaca apropiación personal, los principales paradigmas sobre la Administración, representando interés documental y analítico. En las respectivas Conclusiones se sustentan reflexiones de específica importancia para el campo y el desempeño administrativo. Mejoramiento de la Competitividad en las Pymes a través de Modelos de Direccionamiento Estratégico (Alexander Zúñiga) Habiendo sido material de exposición para ponencias nacionales e internacionales, el artículo desarrolla las concepciones más recientes y actuales sobre los modelos de alternativas estratégicas, pasando en su plano investigativo a explicar el ejercicio de campo llevado a cabo con estudiantes del curso Planeación y Estrategia en la FCEE. Tendencias en la Gestión de Inventarios (Diego Franco) Este documento orbita sobre la gestión de inventarios y su estrecha utilidad dentro de la logística empresarial, fundamentando varios aspectos teóricos y conceptuales de notable actualidad. En dicho sentido, y abriéndose a las correspondientes implementaciones, aborda varios modelos bajo la contrastación de sus principales ventajas y desventajas. Igual sucede cuando aborda las nuevas tendencias para el control de inventarios.
Estrategias Pedagógicas para Favorecer la Teoría y la Práctica en la Enseñanza de la Administración Financiera (Darío Loango) Interesa de manera central al autor, recuperar gran parte de su experiencia y trayectoria como docente del curso en referencia, explorando entonces diversos tópicos de reflexión tanto en la problemática abordada, como en las posibles alternativas de solución. Así, es un buen punto de partida para docentes y estudiantes involucrados en el área de la Administración Financiera. Análisis de la Investigación en la FCEE (Michel Tissot) Presenta la primera parte del estudio realizado en 2009 denominado “Plan Prospectivo y Estratégica de Investigación FCEE 2010-2015”, atendiendo de esta manera la indagación interna o análisis estructural. El artículo avanza bajo el registro de las matrices de impacto cruzado, allegando también la parte inicial de la respectiva propuesta estratégica. Proyecto de Consultorio Empresarial de la USC (Carlos Duque) Compilando los principales elementos del proyecto radicado ante la Dirección General de Investigaciones, el artículo presenta los respectivos antecedentes en la localidad, incluyendo el trabajo de campo realizado bajo la intención de conocer la percepción presente en el mercado sobre un posible Consultorio Empresarial de la USC. Destacando también el interés para la FCEE en cuanto a la función sustantiva de Extensión. Origen y Definición de Marketing (José María Burbano Cerón) El autor hace un significativo recorrido en búsqueda del rastro conceptual y significante del Marketing, aportando visiones de sumo interés para quienes se desempeñan en esta importante actividad empresarial y de negocios. Lo anterior se complementa con herramientas sintéticas de la evolución conceptual del Marketing, además de aportar las principales orientaciones bajo las cuales ha operado y se ha transformado. Deserción y Estrategias de Retención en el Programa de Administración de Empresas en la USC (José Rufino Cruces) Derivándose de numerosos estudios institucionales y puntuales en el caso de referentes desarrollados dentro del contexto investigativo de la FCEE, el escritor incursiona sobre los principales aspectos del fenómeno de la deserción. Bajo un proceso estadístico acentuado se logra llegar a un primer nivel de conclusiones, pasando posteriormente a la formulación de algunas estrategias según la óptica del autor.
De mi Proveniencia y mi Presente en el Formarme en la Educación y en la Vida Misma, en el Ser de mí Mismo a la Luz de lo Histórico y su Temporalidad (William Hurtado) Rescatando el estilo humanista fundamentado en el devenir del ser, el autor adelanta una particular relación de su experiencia como sujeto de educación e investigación. Dado el interés sobre ‘lo pedagógico’ del individuo y una amplia mirada holista, el artículo hace parte constitutiva del presente número publicado.
Recomposición de la estructura productiva y generación de empleo en la economía colombiana 1990-2007 JULIAN DÚRAN PERALTA Universidad Santiago de Cali, Cali, COLOMBIA
RESUMEN. Se analizan para la economía colombiana los cambios en la estructura productiva y la generación de empleo, durante los años 1990-2007. Para ello se desagrega la economía en sus principales sectores, y se estudia la evolución de las tasas de crecimiento de la producción y del empleo, así como también su composición. Y como un ejercicio complementario, se estima una función de demanda laboral. Los resultados muestran que la economía nacional experimenta en la década de los noventa del siglo pasado un período de auge (1990-1995) y un período de crisis (1996-2000), que lleva a una recomposición de la estructura de la producción y el empleo a favor del sector de los servicios, y en detrimento de sectores como el agropecuario, la construcción y la industria manufacturera. Áreas como el transporte y comunicaciones, actividad financiera y servicios inmobiliarios y servicios generales, terminan liderando la expansión del producto y del empleo en el país.
PALABRAS CLAVES: Cambio estructural, empleo, demanda laboral, economía colombiana.
1. INTRODUCCIÓN Desde principios de la década de los noventa del siglo pasado se aplicaron en Colombia una serie de políticas y cambios en el manejo macroeconómico, siguiendo la corriente de lo que se llamó las políticas del ajuste estructural o consenso de Washington. Por ejemplo, se desarrolló una apertura comercial y financiera, un manejo monetario y cambiario del Banco de la República con una marcada tendencia antiinflacionista, la reducción del tamaño del Estado, y del papel que este venía cumpliendo como promotor y regulador de las actividades económicas. Así mismo, en el año 2002 se lleva a cabo una política de mayor flexibilización del mercado laboral, y en esta última década bajo el gobierno de Álvaro Uribe se aplica una estrategia de crecimiento económico basada en la recuperación de la seguridad y la promoción de la inversión extranjera. La economía colombiana vivió en el primer lustro de los noventa un crecimiento económico importante fruto de la demanda agregada a través del aumento en el consumo, la inversión y el gasto público, que generaron en principio, la apertura financiera y la puesta en marcha de la nueva constitución política. Posteriormente, en el segundo lustro de los noventa la economía entra en un período de crisis, donde se tuvieron elevadas tasas de interés y una crecimiento explosivo de las importaciones, lo que se refleja en la caída del crecimiento del producto, y en el aumento de la tasa de desempleo, la cual llega a su nivel más crítico en el año 1999, obteniendo incluso un crecimiento negativo del 4% y una tasa de desempleo del 16.3%. Dicha crisis se prolonga hasta principios de la nueva década, y a partir del año 2002 comienza una lenta recuperación de la economía. Fruto de este período de crisis se percibe un aumento de la informalidad como forma de empleo, y en general, una precarización de la calidad de los empleos. Así mismo, al analizar el comportamiento actual de la economía respecto a su trayectoria de largo plazo, se observa una caída en la tasa de crecimiento del producto respecto a las décadas anteriores, y se evidencia un proceso de desindustrialización y terciarización de la economía, además de una reducción de la estructura productiva para generar empleo, y sobre todo buenos empleos. Lo anterior sucede con sus posibles consecuencias sobre la distribución del ingreso.
2. ANTECEDENTES A nivel de Latinoamérica, el estudio de la reformas económicas de los noventa y los cambios en la estructura productiva y en los mercados laborales de los países, han sido abordado por diversos autores. Por ejemplo: SAPRIN (2002), para este organismo la apertura económica en los países subdesarrollados, entre ellos Latinoamérica, trajo consigo el deterioro de la balanza comercial, la destrucción de empleos nacionales y la informalidad, además de la caída en el crecimiento del producto, entre otras consecuencias. Taylor y Vos (2001), basados en estudios de la CEPAL para diecisiete países de Latinoamérica, concluyen que las reformas liberales efectuadas en los ochenta y noventa en este lado del continente, no han tenido los resultados esperados, pues no han conducido a las economías a sendas de crecimiento sostenido, ni a una dinámica óptima de generación empleo, además, de haber originado una mayor concentración del ingreso. La generación de empleo ha estado liderada principalmente por el sector terciario. Y con una visión diametralmente opuesta, se tiene al Banco Interamericano de Desarrollo BID (2003), el cual sostiene que si bien los resultados de las reformas estructurales en América Latina no fueron los esperados, los impactos de estas en los mercados laborales no han sido tan severos, y que no existe una evidencia empírica que demuestre, por ejemplo, que la apertura económica sea la causa de los cambios en las tasas de desempleo, de empleo y de informalidad. En Colombia se encuentra el trabajo de Ocampo, Sánchez y Tovar (2000). En esta investigación se analizan las reformas económicas aplicadas en el país a principios de los noventa, y el desempeño económico y del mercado laboral durante la misma década. Se halla que la economía colombiana sufre un cambio importante en su estructura productiva, pues experimenta un proceso de desindustrialización y terciarización. A su vez, la generación de empleo sigue esta misma dinámica, por lo tanto, la industria pierde capacidad para crear nuevos empleos, mientras que los servicios se convierten en el sector que absorbe los nuevos empleos. Y otro análisis para Colombia es el de la OIT (1999). Allí se evalúa el comportamiento macroeconómico y su impacto en el mercado laboral. Se muestra que Colombia experimenta en el primer lustro de los noventa una expansión del producto, y el segundo lustro una grave crisis, fruto de las políticas macroeconómicas aplicadas, las cuales repercutieron en el mercado laboral. Al finalizar los noventa, se llega a un alto nivel de desempleo, de informalidad y poco dinamismo en la generación de empleo.
En general, entre las investigaciones que han analizado el problema del cambio en la estructura productiva y la generación de empleo de las economías latinoamericanas, incluida Colombia, se han hallado las siguientes pautas de cambio en el mercado laboral: - Las economías han perdido en la actualidad capacidad en la generación de empleo, y sobre todo de empleo de buena calidad. - El sector dinámico en la generación de empleo es el sector de servicios, mientras que el sector industrial y el agropecuario crean cada vez menos empleo. - La nueva distribución del empleo de acuerdo a los sectores económicos, parecer estar determinada por la recomposición de la estructura productiva. De cierta manera, las reformas liberales de los ochenta y noventa fomentaron un cambio en la estructura productiva en las economías, que favoreció la expansión del sector terciario y el detrimento del sector primario y secundario. Por lo tanto, el empleo se concentra cada vez más en el sector terciario. El presente trabajo pretende analizar el cambio en la estructura productiva y la generación de empleo en la economía colombiana, tomando como referencia el período 1990-2007. De esta manera, se desea comprobar sí las anteriores pautas de cambio también están presentes es este país, además de detectar otras particularidades de este proceso de cambio estructural que caractericen a la economía nacional. 3. DINÁMICA DE LA ECONOMÍA COLOMBIANA Y CAMBIO ESTRUCTURAL Durante los primeros años de la apertura de los noventa la economía experimenta una dinámica de crecimiento, sin embargo, a partir del año 1996 entra en un proceso de desaceleración que desemboca en una fuerte recesión en el año 1999, donde el crecimiento fue de -4%. Posteriormente, ya en el nuevo milenio, la economía comienza una lenta recuperación y alcanza en los años 2006 y 2007 tasas de crecimiento alrededor del 6%. Ver gráfico 1.
Gráfico 1. Crecimiento de la economía colombiana. 0.08
%
PIB
0.06 0.04 0.02 2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
-0.02
1991
0.00
año
-0.04 -0.06
Fuente: DANE-cuentas nacionales. Al desagregar la economía en los tres principales sectores y observar sus tasas de crecimiento, ver gráfico 2, se tiene que el sector secundario es el que menos creció durante el inicio de la apertura, y el que más decrece durante la crisis de 1999, posteriormente se recupera. Mientras que el sector primario tiene un crecimiento menos variable, pero también menos dinámico. Por su parte el sector terciario experimenta un crecimiento positivo en todo el período, con excepción del año 1999. Gráfico 2. Crecimiento de los sectores de la economía colombiana. S1
%
S2 S3
2007
2006
2005
2004
2003
2002
2001
2000
1999
1998
1997
1996
1995
1994
1993
1992
año 1991
0.14 0.12 0.10 0.08 0.06 0.04 0.02 0.00 -0.02 -0.04 -0.06 -0.08 -0.10
Fuente: DANE-cuentas nacionales. En cuanto al desempeño del mercado laboral se tiene que la tasa de desempleo crece durante los años noventa hasta alcanzar en el año 2000 el 16.7%, según metodología de la Encuesta Nacional de Hogares. A partir del año 2001 los indicadores laborales se construyen sobre la información de la Encuesta Continua de Hogares, y los datos del DANE indican que la tasa de desempleo inicia una dinámica decreciente hasta el año 2007, donde llega al 10.7%. (Ver Gráfico 3)
Gráfico 3. Tasas de desempleo, Total nacional. 18.0
Tasa de Desempleo
%
16.0 14.0 12.0 10.0 8.0 6.0 4.0 2.0 0.0 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 año
Fuente: DANE, 1996-2000 ENH, 2001-2007 ECH. Mientras que el crecimiento del empleo muestra un comportamiento cíclico durante este período. Por ejemplo, durante los años 1997-2000 el empleo decrece, y se recupera en el 2000 con un crecimiento del 6%. Luego, tomando la información de la Encuesta Continua de Hogares, se tiene que el empleo experimenta un crecimiento negativo en el 2002 del -1.6%, y se reactiva en el 2003 con una tasa del 5.2%, ver gráfico 4. Por consiguiente, se observa que el ritmo al que se ha creado empleo en Colombia durante estos años ha sido volátil, no se percibe una dinámica sostenible de creación de los nuevos empleos. Gráfico 4. Tasas de crecimiento del empleo, total nacional. 8.0
%
6.0 4.0 2.0 0.0 -2.0 -4.0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
año
-6.0 -8.0 -10.0
Fuente: DANE, 1996-2000 ENH, 2001-2007 ECH. En la tabla 1 se exponen las tasas de crecimiento anual promedio del PIB y del empleo por sectores económicos en el período de análisis. Los datos indican que en el primer lustro de la década de los noventa, fueron los sectores de
construcción, actividad financiera y servicios generales los que presentaron las mayores tasas de crecimiento del PIB; recuérdese que es en este período cuando se ponen en marcha las políticas de apertura económica. Mientras que en el segundo lustro de los noventa, que es la etapa donde se presenta una importante recesión (año 1999), son los sectores de minas y servicios generales; los de mayor crecimiento en el PIB, mientras que el mayor crecimiento en el empleo se tiene en los sectores de suministro de electricidad-gas-agua y servicios generales, además, es de resaltar la contracción que experimenta el sector de construcción tanto en el PIB como en la generación de empleo. Sin embargo, en el período 2001-2007 el sector de la construcción es el de mayor reactivación con una tasa de crecimiento anual promedio del 9.8% en el PIB, y del 4.5% en el empleo. En este último período emerge un nuevo sector económico como impulsador del PIB y del empleo, y es el de transporte y comunicaciones, precisamente jalonado por el subsector de las comunicaciones. También se resalta el desempeño del sector actividad financiera y servicios inmobiliarios principalmente como generador de empleo, y la reactivación de la industria manufacturera en la creación del PIB. Al analizar el desempeño de los sectores durante todo el período 1990-2007, se obtiene lo siguiente: - El sector agropecuario, y por consiguiente el sector primario de la economía, presenta un comportamiento muy deficiente pues su tasa de crecimiento anual promedio del PIB es de 1.7%, y del empleo es de 0.0%, lo que indica que en este sector no se ha generado empleo en estas últimas dos décadas. - La industria manufacturera aunque mejora su dinámica productiva en la última década, tiene un comportamiento mediocre en todo el período, pues su PIB crece al 2.4% anual y el empleo al 1.49%. Por lo tanto, disminuye la capacidad de este sector para generar nuevos empleos. - La generación del producto y de nuevos empleos es liderada por ramas económicas del sector terciario, como son: transporte y comunicaciones, actividad financiera y servicios inmobiliarios y servicios generales. Esta dinámica muestra que la economía colombiana se está terciarizando. En el total de la economía se observa que el producto crece en todo el período al 3.7% anual y el empleo crece tan sólo al 1.8% anual. Y en la etapa 2001-2007 el producto creció al 4.3% anual y el empleo al 1.6%. Lo anterior, indica que con las tasas de crecimiento del producto que ha tenido Colombia en los últimos años no es suficiente para generar mayores empleos e impactar los indicadores sociales. Es necesario que la economía doble sus tasas de crecimiento del PIB.
Tabla 1. Tasas de crecimiento del PIB y el empleo en Colombia. SECTOR Crecimiento del PIB (%) Agropecuario Minas-Canteras Ind-Manufacturera Construcción Electricidad-Gas-Agua Comercio, Hoteles y Restaurantes Transporte y comunicaciones Activ. Financiera y serv. Inmobiliar. Servicios Generales y Sociales Total Primario Secundario1 Terciario
1990-1995
1996-2000
2001-2007
1990-2007
2.54 3.87 0.93 9.07 2.65 3.48 4.48 6.52 7.43 4.56 2.54 3.13 5.30
0.65 6.95 0.31 -9.78 0.87 -1.66 2.35 0.58 10.92 0.96 0.65 -2.54 2.61
1.94 2.53 4.95 9.89 3.11 5.51 6.43 4.75 1.07 4.35 1.94 6.13 4.12
1.74 4.23 2.40 3.86 2.31 2.80 4.66 4.04 5.83 3.41 1.74 2.70 4.02
N.D. N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D
1.50 -4.42 2.05 -3.03 8.35 3.21 1.76 0.36 5.87 2.64 1.30 0.69 3.96
-0.86 10.47 1.38 4.50 -1.36 3.76 8.37 9.16 -1.35 1.63 -0.61 2.13 2.33
0.00 4.64 1.49 1.62 1.99 3.26 5.47 5.47 1.17 1.83 0.07 1.47 2.68
Crecimiento del empleo (%) Agropecuario Minas-Canteras Ind-Manufacturera Construcción Electricidad-Gas-Agua Comercio, Hoteles y Restaurantes Transporte y Comunicaciones Activ. Financiera y Serv. Inmobiliar Servicios Generales y Sociales Total Primario Secundario Terciario
Fuente: Elaboración propia con base en Cuentas nacionales, ENH, ECH del DANE. En la tabla 2 se expone la composición del PIB y del empleo entre los sectores. Las cifras muestran que el sector agropecuario representaba en el año 1990 el 13.6% del PIB total, y pasa a representar en el 2007 el 10.7%. Así mismo, la industria manufacturera pasa del 19.1% al 16.1%, lo que indica que tanto el sector primario como el sector secundario pierden importancia en la generación del producto, mientras crece la del sector terciario o sector servicios que alcanza en el año 2007 una participación del 61.1%. Los sectores de transporte y comunicaciones, actividad financiera y servicios inmobiliarios y servicios generales aumentan su participación en el PIB a lo largo de estos años. En cuanto a la estructura del empleo para el año 2007, se tiene por ejemplo, que el sector agropecuario genera el 18.9%, la industria manufacturera el 13.2%, comercio, hoteles y restaurantes el 24.9%, transporte y comunicaciones el 8%, 1
El sector secundario se compone de la industria manufacturera y construcción.
servicios generales el 21.6%. Por lo tanto, también es el sector terciario quien más participación tiene el empleo con el 62%. Tabla 2. Distribución % del PIB y el empleo total entre los sectores Colombia. SECTOR Participación en el PIB (%) Agropecuario Minas-Canteras Ind-Manufacturera Construcción Electricidad-Gas-Agua Comercio, Hoteles y Restaurantes Transporte y comunicaciones Activ. Financiera y serv. Inmobiliar. Servicios Generales y Sociales Total Primario Secundario Terciario
1990
1995
2000
2007
13.67 5.64 19.15 4.40 6.74 14.77 7.32 18.65 9.66 100.00 19.31 25.88 54.81
12.56 5.46 16.20 4.03 8.38 14.18 7.37 20.68 11.13 100.00 18.02 24.95 57.39
12.17 6.99 15.28 3.93 4.55 12.03 7.76 19.87 17.42 100.00 19.16 19.82 61.01
10.73 5.53 16.15 3.71 6.42 12.94 9.06 20.33 15.13 100.00 16.26 22.56 61.17
N.D.
23.86 0.82 13.95 0.59 5.22 21.56 5.41 4.72 23.88
22.73 0.58 13.48 0.55 4.13 22.00 5.23 4.30 27.00
18.95 0.85 13.23 0.42 5.01 24.95 8.03 6.92 21.63
100.00 24.68 19.17 56.15
100.00 23.31 17.61 59.07
100.00 19.80 18.20 62.0
Participación en el empleo Agropecuario Minas-Canteras Ind-Manufacturera Construcción Electricidad-Gas-Agua Comercio, Hoteles y Restaurantes Transporte y comunicaciones Activ. Financiera y serv. Inmobiliar. Servicios Generales y Sociales Total Primario Secundario Terciario
N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D N.D
Fuente: Elaboración propia con base en Cuentas nacionales, ENH, ECH del DANE.
4. ESTIMACIÓN DE UNA FUNCIÓN DE DEMANDA LABORAL PARA LA COLOMBIA 4.1 FORMULACIÓN DEL MODELO Una de las maneras más comunes de analizar la relación entre el empleo y la producción es a través de la estimación de las funciones de demanda laboral. Así, por ejemplo, para Colombia, existen estimaciones de estas funciones en trabajos como: Mesa y Gutiérrez (1996) Ocampo et. al., (2000), Vivas et. al., (1998), Cárdenas et. al., (1997) y Arango y Rojas (2003). Y para la ciudad de Cali se tiene el estudio de Castillo (2006), en donde se analiza la industria. El estudio de la relación entre en la estructura productiva y el empleo en el presente documento, se desea complementar mediante la estimación de una función de demanda laboral para Colombia. Para ello, se hará uso de los modelos de datos panel, y se tomará como categorías los nueve sectores económicos abordados, y el período de tiempo va del tercer semestre del año 2001 hasta el primer trimestre del 2008. Por consiguiente, para formalizar el modelo econométrico a estimar, se parte de la relación funcional propuesta por la teoría keynesiana, en la que el nivel de empleo de la economía depende del nivel de producción o de demanda efectiva. N = f (Y)
(1)
Donde: N = es el nivel de empleo Y = es el nivel de producción. Así, para la estimación econométrica, podemos plantear la función demanda2 en términos logarítmicos como: lnNit = Ci + β1lnYit + Uit,,
β1>0.
(2)
Donde: Nit = ocupados en el sector i en el período t. Yit= PIB del sector i en el período t. 2
Se excluye en esta función los salarios reales o costos salariales como factor determinante del nivel de empleo, por dos razones. Primero, en la teoría keynesiana el stock de empleo es determinado por la demanda efectiva en un momento dado, mientras que los salarios no son relevantes. Segundo, como se usará la información de la ECH para los niveles de empleo, en dicha encuesta la información sobre ingresos salariales no es la más adecuada para representar el costo salarial ya que esta variable tiende a dar no significativa y con un bajo valor de la elasticidad empleo-ingreso salarial, según trabajos previos, ver Ocampo et al. (2000).
Uit = Error idiosincrásico. β1 = Elasticidad producto-empleo. Ci = Efecto no observado. Para estimar el modelo se utilizará la información trimestral sobre niveles los de empleo por sectores económicos a partir de la ECH. La información del PIB proviene de las Cuentas Nacionales del DANE. 4.2 RESULTADOS Se estimó el modelo tanto por efectos fijos como por efectos aleatorios, ver tabla 3. Sin embargo, pruebas econométricas arrojan presencia de autocorrelación de orden uno, y de heterocedasticidad, ver anexo 1. Por lo tanto, se acudió al método de los mínimos cuadrado generalizados factibles (MCGF) como método de estimación corrigiendo el modelo por los anteriores problemas. Tabla 3. Estimación de la función de demanda laboral. Variable dependiente: Log (Empleo) Variable Independiente
Efectos Fijos
Efectos Aleatorios
MCGF
Constante
2.5388***
2.4283 ***
2.3670**
Log(PIB)
0.4983 ***
0.5107 ***
0.5687***
0.4470
0.4471
0.4470
243 9
243 9
243 9
R2 Nº de observaciones Nº de grupos
(0.000)
(0.000)
(0.001)
(0.000)
(0.030)
(0.000)
Nota: *** Significativa al 1% ** Significativa al 5% * Significativa al 10% p-valor entre paréntesis.
Los resultados del modelo estimado por MCGF muestran que la elasticidad producto-empleo es de 0.5687, y es significativa. Estas cifras indican que ante un aumento del 1% en el PIB del sector, el empleo aumenta en un 0.56%. De los anteriores resultados, se puede tener una mayor evidencia del impacto que tiene la producción sobre el empleo en la economía colombiana. El comportamiento del empleo habría respondido a los cambios en la producción. En cuento a esto último, también se podría plantear que el empleo no se ve afectado de manera negativa por los incrementos en el salario real.
5. CONCLUSIONES Se pueden concluir aspectos como los siguientes: - La economía colombiana experimentó durante la década de los noventa del siglo pasado, un período de auge que sería entre los años 1990-1995. Y un período de desaceleración y crisis, 1996-1999. Durante el período de auge, la economía vivió altas tasas de crecimiento del producto y una dinámica relativamente estable en el mercado laboral. Durante el período de crisis, se dieron tasas decrecientes del producto, y un deterioro del mercado laboral, pues se dispara la tasa de desempleo. A partir del año 2000 la economía comienza una etapa de recuperación y experimenta tasas de crecimiento positivas del PIB que alcanzan el 6.9% en el año 2007. - A nivel sectorial, se observa que el sector agropecuario ha presentado un bajo crecimiento en las últimas dos décadas, pues apenas ha crecido a una tasa anual del 1.7% en el PIB y del 0.0% en el empleo, dinámica que se ve reflejada en el sector primario. Lo anterior lleva a que este importante sector de la economía haya perdido importancia en la generación del producto y del empleo, situación que resulta paradójica, dada la abundancia en tierras y recursos naturales que posee el país. - Por su parte la industria-manufacturera refleja una comportamiento mediocre, pues si bien crece muy poco en la década de los noventa debido a factores como la apertura comercial (que disparó las importaciones de bienes industriales) y la crisis de 1999; y en la última década mejora su dinámica en el PIB creciendo al 4.1%, termina perdiendo participación en la composición del producto. Y en todo el período apenas crece al 2.4% anual en el PIB y al 1.4% en el empleo. Resulta lamentable la pérdida de participación de este sector en el PIB total, pues desde varios enfoques del desarrollo económico, como son la teoría de los encadenamientos productivos y el crecimiento desequilibrado, Hirschman (1958) y el “gran empuje” de Rosenstein-Rodan (1943), se plantea a este sector como el propicio para adelantar una estrategia de desarrollo en un país como Colombia. - El sector de la construcción vivió una importante contracción en el segundo lustro de los noventa, y perdió importancia como generador de PIB y de empleo en el país, reflejando de esta manera una posible salida de los flujos del narcotráfico, y las elevadas tasas de interés y la crisis del UPAC, que desincentivó las actividades de la construcción y la compra de vivienda financiada por parte de los hogares. No obstante, a partir del año 2001 inicia una etapa de reactivación. - En la nueva estructura productiva colombiana es el sector terciario o sector de servicios el que lidera la generación del producto y del empleo. Este sector crece al 4% anual en el PIB y al 2.6% en el empleo, en todo el período de análisis. Así mismo, su participación en el PIB pasa del 54.8% en el año 1990 al 61.1% en el
2007. Dentro del sector terciario se destacan todos los subsectores tomados en cuenta, con excepción del subsector electricidad-gas-agua que es el menos dinámico. La generación del producto y de nuevos empleos es liderada por ramas económicas del sector terciario, como son: transporte y comunicaciones, actividad financiera y servicios inmobiliarios y servicios generales. Lo anterior indica una economía que se está terciarizando. - De otro lado, la estimación de una función de demanda laboral para Colombia, mediante un modelo de datos de panel en el período 2001-2008, arroja que la elasticidad empleo-producto, es de 0.56; por lo tanto, sí el PIB crece en un 10%, el empleo crece en un 5.6%. Estas cifras indican que los cambios en los niveles en el empleo han obedecido en cierto grado a los cambios en los niveles de la producción. Sin embargo no es suficiente, se requiere por lo tanto que la economía duplique sus tasas de crecimiento, para poder impactar el empleo de forma importante en términos absolutos, y mejorar los indicadores sociales. - La economía nacional experimenta en la década de los noventa algunas de las tendencias observadas en las economías latinoamericanas, como es la pérdida de capacidad de generación de empleo. El sector dinámico en la generación de empleo es el sector de servicios, mientras que el sector industrial, la construcción y el agropecuario, pierden capacidad en la creación de nuevos puestos de trabajo. Y aunque en la última década, por lo menos hasta el año 2007 se han experimentado tasas de crecimiento positivas en la producción, éste desempeño no ha sido suficiente para impulsar una mayor generación de empleo, y sobre todo de empleos de buena calidad. - Lo anterior hace necesario planear una nueva estrategia de desarrollo para Colombia, que en lo teórico debe considerar varios aspectos como son: las instituciones que ofrecen los enfoques de la alta teoría del desarrollo que le permitió a muchos países aplicar con éxito sus políticas de desarrollo durante los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado, a partir de procesos de industrialización. Las nuevas teorías del crecimiento endógeno y el papel del capital humano y la innovación tecnológica. Los nuevos patrones de consumo y el papel del sector servicios. - Por consiguiente, dicha estrategia debe componerse de una política para reactivar la producción agropecuaria, dada la riqueza en recursos naturales y la elevada sub-utilización de las tierras aptas para la agricultura. Además de una política para profundizar la industrialización del país y devolverle a este sector la capacidad de impulsar toda la economía, como lo hizo en décadas pasadas. En cuanto al sector servicios deben aprovecharse aquellos sectores que están experimentando un crecimiento mundial y tienen un alto potencial en Colombia.
REFERENCIAS Arango, C. y A. Rojas (2003). “Demanda Laboral en el Sector Manufacturero Colombiano: 1977-1999”. Borradores de economía, No 247. Banco de la República de Colombia. Santa Fe de Bogotá. Banco Interamericano de Desarrollo BID (2003). Se Buscan Buenos Empleos: Los Mercados Laborales en América Latina. Banco Interamericano de Desarrollo, Alfaomega. Washington D.C. Cárdenas, M., Gutiérrez, C. y J. Robinson (1997). Demanda de Trabajo Impuestos a la Nómina y Desempleo en Colombia. Mimeo. Castillo, Maribel (2006). Demanda Laboral Industrial en el Área Metropolitana de Cali: Un análisis entre 1995 y 2001. Universidad del Valle, Cidse, Documento de Trabajo Nº 89. Echavarría, Famboin, Zuleta (2003). Economías Regionales en Crisis: El Caso del Valle del Cauca. Cuadernos Fedesarrollo. García-Huidobro, Guillermo (1999). La Capacidad Generadora de Empleo en la Economía Chilena. CEPAL, Serie Reformas Económicas No. 31. Hirschman, Albert (1958) (1961). La estrategia del desarrollo económico. Fondo de Cultura Económica. Núñez, J. y R. Bernal (1997). “El Desempleo en Colombia: Tasa Natural, Desempleo Cíclico y Estructural y la Duración del Desempleo 1976-1998”. Ensayos Sobre Política Económica, No 32. Banco de la República de Colombia. Santa Fe de Bogotá. Ocampo, J., F. Sánchez y C. Tovar (2000). “Cambio Estructural y Deterioro Laboral: Colombia en la Década de los Noventa”. Coyuntura económica, Vol. 30, No 4. Organización Internacional del Trabajo OIT (1999). Empleo: un desafío para Colombia. OIT, Lima. Rosenstein-Rodan, Paul (1943).“Problems of Industrialization of Eastern and South-Eastern Europe”. Economic Journal. Structural Adjustment Participatory Review Internacional Networks SAPRIN (2002). Las políticas de ajuste estructural en las raíces de la crisis económica y de la pobreza. SAPRIN. Washington D.C.
Taylor, Lance y Rob Vos (2001). Liberalización de la Balanza de Pagos en América Latina: Efectos Sobre el Crecimiento, la Distribución y la Pobreza, en: liberalización, Desigualdad y Pobreza: América Latina y el Cribe en los 90. EUDEBA, PNUD, CEPAL. Buenos Aires. ANEXO 1 Pruebas de Heterocedasticidad y autocorrelación de orden uno. PRUEBA Test de Wald Modificado para Heterocedasticidad (valor chi2) Test de Wooldridge (valor F)
*** Significativa al 1% ** Significativa al 5% * Significativa al 10%
3136.73*** 13.468***
Economía regional. Desarrollo industrial del Valle del Cauca. Análisis descriptivo de su evolución y su desarrollo exportador
DUVAN PEÑA Universidad Santiago de Cali, Cali, COLOMBIA RESUMEN. Este documento presenta la evolución de los principales subsectores industriales en el Valle del Cauca, en un análisis de largo plazo que corresponde desde la década del 70 hasta los primeros años del nuevo milenio. En general el PIB industrial del Valle se caracteriza por presentar una tasa de crecimiento de largo plazo del 4% promedio anual, siendo la década de los 70 y de los 80 los períodos de consolidación en los procesos de valor, de capital y posicionamiento empresarial. En términos de composición el sector se concentra en 10 subsectores; en donde se destacan el sector de los alimentos, el sector azucarero y los inmediatamente conectados al mismo, sectores como confitería, chocolates, gaseosas,
e
industrias como la panificación, papel, cartón y la sucroquímica, en resumen, el denominado clúster del azúcar. Finalmente, el sector muestra una industria con una importante plataforma exportadora, especialmente de materias primas y bienes finales con una destacada producción de valor agregado. En cuanto al mercado externo, hay concentración en los destinos, el mayor comprador con cerca del 60% es la comunidad andina de naciones, en donde Venezuela es el mayor comprador, seguido por Ecuador y Perú respectivamente. Relegando por esa vía en términos de participación al mercado de los EUA que fue el más importante en la década del 70 y 80.
PALABRAS C LAVES: Dinámica regional, industria regional y crecimiento regional.
1. INTRODUCCIÓN El PIB del Valle del Cauca representa cerca del 15% del PIB nacional y se constituye en una de las tres regiones económicas más importantes del país. Entre los factores que han logrado la importancia del Valle del Cauca en la economía nacional, está el desarrollo de su sector industrial, el cual se ha constituido en una importante plataforma de desarrollo regional a través de ir logrando una importante red económica con sectores como el agroindustrial y el de los servicios, especialmente en los últimos 30 años. La importancia de la industria se denota en que no solo representa cerca del 20% de la producción industrial nacional y del PIB regional, sino también que ha logrado ser un sector dinamizador de procesos de cambio, de competitividad y de transformación mental empresarial en la región. En efecto, la economía regional dejó de ser la región de producción agrícola de los años 50 y 60, transformándose en una economía industrial en los años 70 y 80, períodos en donde gracias a las políticas proteccionistas logró consolidar una plataforma industrial de transformación no solo para las necesidades del mercado interno sino también para la consolidación de las exportaciones de valor agregado industrial. Este paper describe el crecimiento de la industria en el Valle del Cauca desde la década del 70 hasta los primeros años del nuevo milenio. El mismo se desarrolla en cuatro capítulos; el primero de ellos hace una síntesis de la historia de la industria, la segunda parte hace el desarrollo descriptivo de la evolución por sectores económicos, haciendo un énfasis especial al desarrollo del cluster del azúcar, posteriormente se hace un análisis general de las exportaciones industriales del sector industria en la región, y finalmente se muestra un ejercicio de prospectiva a través de un modelo VEC. 2.
HISTORIA ECONOMICA DEL VALLE DEL CAUCA3: ASPECTOS GENERALES
El proceso de industrialización del Valle del Cauca no se puede entender como proceso aislado de las presiones migratorias de las áreas rurales hacia las urbes en procura o respuesta al despegue industrial, especialmente en la agroindustria que comenzó a desarrollarse a principios del siglo XX. Efectivamente, al inaugurarse el primero de enero del año 1900 “las modernas” instalaciones del Ingenio Manuelita, la región establece el punto de partida de una transformación en la industria y en la economía, que encaminó el desarrollo de lo que se denominó la agroindustria del azúcar. Proceso que a su vez repercutió en la formación de las bases de una agricultura moderna y de una industria que se aglomeró a través de esta, lo que sumado a la integración de los centros urbanos 3
La presente sección se encuentra basada en Rojas, José María. (1983) Empresarios en el Valle del Cauca. Universidad del Valle.
a lo largo del valle geográfico del río Cauca, constituyeron el advenimiento de la industria moderna de la región del Valle del Cauca. Inicialmente, los ingenios produjeron los denominados panes de azúcar4, cuyo destino fue el mercado nacional. De igual forma la conquista del mercado exterior la inicia el sector azucarero con la producción encabezada por el ingenio Manuelita. El proceso de la agroindustria continúo en un vertiginoso crecimiento durante los primeros 20 años del siglo, para 1920 existían dos ingenios más: Ingenio Providencia e Ingenio Río Paila. (Ver cuadro1). Cuadro 1. Aparición Histórica de los Ingenios siglo XX. Periodos Ingenios Observaciones 1900-1920 La Manuelita, Providencia y Providencia, Riopaila Riopaila, producían azúcar con base en centrifugado 1930-1940 Bengala, Mayagüez, María Luisa y la Industria. 1940-1950 Pichichí, Oriente, Balsilla, San Carlos, Papayal, Castilla y el Porvenir 1950-1960 La Carmelita, San Fernando, Tumaco, La Cabaña, Meléndez 1960-1970 Naranjo y Cauca 1970-1980 Ingenio Risaralda Fuente: Elaboración propia con base en Rojas (1983). El cuadro 1 muestra la evolución histórica en la constitución de cada uno de los ingenios en la región; como bien puede observarse el proceso abarca los primeros 80 años del siglo XX, siendo el período de 1930 a 1960 el más dinámico en la constitución y consolidación del emporio industrial azucarero. Se destaca que casi todos los ingenios, excepto los ingenios del Cauca y el de Risaralda, se constituyeron como empresas familiares, evidenciando la trasformación del terrateniente5 en empresario y el tipo de gestión empresarial que esta transformación comporta. 4
Los ingenios utilizaban un procedimiento rudimentario para separar los cristales de las mieles el cual consistía en vaciar las meladuras al interior de una vasija en forma de cono a las cuales, en la parte superior se les ponía una capa de barro fresco; el agua del barro al entrar en contacto con la meladura ayudaba a extraer las mieles, dejando un pan compacto de azúcar. 5 Se resalta la importancia del propietario terrateniente en la formación de empresas (ingenios).
En general, a partir de la década de los veinte se presentan diferentes aspectos estratégicos que contribuyeron a la configuración económica de la región. En ese orden, se tiene el desarrollo del transporte por ferrocarril entre el puerto de Buenaventura y Cali (1915). De igual forma, contribuyó al proceso la indemnización de Colombia por parte de EUA por la separación de Panamá, y finalmente, los procesos de inversión en infraestructura que el Estado colombiano logró canalizar a través de obras como el desarrollo de una red vial nacional carreteable y al fortalecimiento del ferrocarril del Pacífico. En ese escenario, el de la década de los 30, al presentarse un desplazamiento de la fuerza productiva de las tierras agrícolas hacia labores de construcción, se da como resultado un aumento en el costo de vida debido a la escasez de productos alimentarios6. Lo que a la larga fue capitalizado positivamente dando a inicio a procesos de industrialización a partir del desarrollo de la agroindustria que permitieran desarrollar economías de escala. Efectivamente, en la década de los años 40 se inicia un proceso de diversificación de la producción agrícola, con miras a satisfacer la demanda de consumo industrial, así como nuevas oportunidades en el marco del mercado internacional. Uno de los resultados fue que de manera simultanea se amplia la producción de fríjol y maíz sobre bases técnicas y sociales nuevas, es decir, sobre la mecanización agrícola y la utilización de trabajo libre asalariado. Cuadro 2. CULTIVOS
Maíz(1) Soya(1 ) Sorgo(1) Algodón(1) Fríjol(1) Arroz(1) Caña de Azucar(2)
Área Sembrada y Producción de Cultivos Temporales y Permanentes. 1 958 1962 19 66 Área Cultivada Producción Área Cultivada Producción Área Cultivad a Producción Has % Ton. Ton/Hect Has % Ton. Ton/Hect Has % Ton. Ton/Hect 7 ,8 7,6 18,3 2,34 47 22,2 114,7 2,44 62,4 25,9 215,6 3,46 6 ,2 6 6,9 1,11 16,3 7,7 21,8 1,34 36,2 15 69,4 1,92 0 0 0 0 11,7 5,5 32,6 2,79 12 5 39,6 3,3 4 ,4 4,3 7,9 1,8 35,9 16,9 58,2 1,62 8,1 3,4 18,5 2,28 20,74 20,1 10,9 0,53 7,5 3,5 6,1 0,81 2,7 1,1 3,6 1,33 14 13,6 40,2 2,87 13,5 6,4 36,2 2,68 14,4 6 53 3,68 50 48,4 3601,4 7 2,01 80,1 37,8 412 9 51,5 104,9 43,6 5383 51,3
Nota: Base = 1964; (1) Cultivos Temporales, (2) Cultivos Permanentes. Fuente: Elaboración propia con base en Rojas (1983).
6
En 1926 el gobierno decreto la ley de emergencia económica el cual otorgo facultades para reducir las tasas arancelarias sobre productos importados, principalmente alimentos. Debido a esto se tiene como hipótesis que a partir de este año se empiezan a desarrollar esfuerzos para producir más a menores costos (economías de escala).
Cuadro 2.
Área Sembrada y Producción de Cultivos Temporales y Permanentes. (Continuación).
CULTIVOS
Maíz(1) Soya(1 ) Sorgo(1) Algodón(1) Fríjol(1) Arroz(1) Caña de Azucar(2)
1979 Área Cultivada Has % 66 23,1 66,4 23,3 27,8 9,7 11,6 4,1 6,5 2,3 6,9 2,4 110,1 35,1
Producción Ton. Ton/Hect 211,6 3,21 123,9 1,87 77,8 2,8 26,8 2,31 5,5 0,85 28,8 4,15 6325 6 3,19
1975 Área Cultivada Producción Has % Ton. Ton/Hect 36,2 12,1 106,8 2,95 54,8 18,2 70,5 1,29 54,7 18,2 158,4 2,9 9,2 3,1 14,8 1,61 11,4 3,8 13,4 1,18 12,5 4,1 52,4 4,19 121,6 40,5 8886 73,8
Nota: Base = 1964; (1) Cultivos Temporales, (2) Cultivos Permanentes. Fuente: Elaboración propia con base en Rojas (1983). El cuadro 2, muestra la importancia creciente de los cultivos modernizados para el período comprendido entre 1958 – 75. Entre los cultivos se destaca el caso del maíz, el cual pasó de tener el 7.6% del total del área cultivada en 1958, al 12.1% en 1975. Aunque el maíz aumentó en área de cultivo, no así en productividad, ya que aquella solo pasó de 2.34 ton/ha en 1958, a una productividad de 2.95 ton/ha en 1975. De igual forma, se tiene el caso de la soya, la cual aumentó el área cultivada al representar el 6% del área cultivable en el año 58 al 12.8%7 en el 75, aumentando la productividad por tonelada cosechada de 1.1 toneladas/ha en el 58 a 1.3 ton/ha en el año 75. Uno de los casos representativos es el sorgo, que el año de 1958 no se cultivaba, y pasó a representar el 18.2% de la tierra cultivable en el año 75. De igual forma se observan casos como el del fríjol, el cual redujo su participación en el área cultivable, al pasar de representar el 20.1% de la tierra en el 58, a tener solo el 1.18% en el año 75. Caso similar al del arroz el cual paso del 13.6% de la tierra cultivable a tener el 4.1% para el mismo período de análisis. En general, es importante señalar que el área cultivada se triplicó y el área dedicada a un cultivo permanente, como el de la caña de azúcar, logró duplicarse. Otro aspecto a resaltar es que las áreas destinadas tanto a los cultivos temporales, como a la caña de azúcar, aumentaron. Reflejando un proceso de sustitución entre tierras dedicadas a la ganadería a tierras para la agricultura. “Debido a que éste, no puede ser un proceso de naturaleza puramente económica, sino que también conlleva un cambio social,….se deduce con un cierto grado de certeza cada vez mayor, que se trata de una transformación en los terratenientes en empresas agrícolas”, Rojas8 (1983, Pág. 26). La evolución sustitutiva de la ganadería extensiva tradicional por cultivos productivos, cuyos 7 8
El cultivo de algodón tuvo su auge en 1962 y desde entonces el crecimiento ha sido continúo. Rojas, (1983) Ibíd. nota 1 P ág. 26.
productos tienen como destino la elaboración industrial de nuevos productos, ha estado acompañada históricamente de un proceso de concertación de la propiedad territorial que ha implicado el desplazamiento de los pequeños y medianos propietarios. Así, entre 1952-1953 existían 22 ingenios azucareros en el Valle del Cauca, de los cuales tres tenían en propiedad más de 4.000 plazas, 4 tenían entre 2.000 y 4.000 plazas y el resto tenía menos de 2.000 plazas9. En total, los ingenios controlaban en propiedad alrededor de 65.173 plazas, de las cuales un poco más de 41.000 estaban destinadas a la siembra de caña, esto es aproximadamente el 63% del área, mientras que el resto de la tierra apta para la siembra (37%), fue dedicado para la ganadería. En términos de urbanización y su impacto sobre la industria, se resalta que la región mostró un proceso de poblamiento urbano, el cual se dio a partir de mediados de la década del 40, impulsado precisamente cuando se empezaron a consolidar las obras de infraestructura productiva y civil, como las carreteras y el ferrocarril. Cuadro 3. Distribución de la Población del Valle del Cauca. Años 1938 1951 1964 1973 1976
P ob. Urban a 268.788 43,90% 544.599 50,10% 1.236.440 71,30% 1.703.626 77,30% 1.904.300 79,70%
Pob. Rural 344.442 56,10% 552.328 49,90% 496.613 28,70% 501.095 22,70% 484.300 20,30%
Fuente: Copete, Martha. “Algunos aspectos de la evolución económica y de la Población del Valle del Cauca”. En criterio económico N° 30, 1989. En efecto, el cuadro 3 muestra que la población urbana pasó de representar el 43.9% en el año 38, a representar en el año 76, el 79.7% del total de la población del departamento. Evidentemente, lo que se observa es también un proceso de industrialización y de transformación económica y social. La misma se enclavó en los centros urbanos gracias, entre otras, al desarrollo de la industria azucarera a lo largo del valle geográfico del río Cauca, así mismo al despegue de la industria manufacturera que se estableció en la ciudad de Cali y Yumbo especialmente, y finalmente, a las políticas de expansión de la industria de la construcción de vivienda en la década de los años 70. Una idea del fenómeno de urbanización en la región se describe en el cuadro No 4, el cual muestra el crecimiento de la población desde el censo de 1938 hasta el de 1973 en las cinco ciudades más importantes del departamento.
9
Mancini, S. (1954): “Tenencia y uso de a tierra por la industria azucarera del Valle del Cauca”, Vol. 4.
Cuadro 4. Población y Distribución Poblacional por Ciudades en el Valle del Cauca. CIUDADES Cali Palmira Buga Tulua Cartago Subtotal Total V alle
1938 Pob 101.883 44.788 29.049 31.626 21.926 229.272 613.230
% 16,61% 7,30% 4,74% 5,16% 3,58% 37,39% 100,00%
1951 Pob 284.186 80.957 50.615 68.524 41.273 525.555 1 .106.927
% 25 ,67% 7 ,31% 4 ,57% 6 ,19% 3 ,73% 47 ,48% 100 ,00%
1973 Pob 927.075 180.801 84.057 109.437 77.890 1.379.260 2.129.350
% 43,54% 8,49% 3,95% 5,14% 3,66% 64,77% 1 00,00%
Fuente: Rojas (1983). Obsérvese que Cali pasó de tener el 16.6% de la población total en el año 38, a tener el 44% en el 73, es decir concentra aproximadamente el 50% de la población de la región. De igual forma las ciudades intermedias como Palmira, Buga, Tulúa y Cartago, asentadas en el margen derecho del río Cauca, en donde se consolidó la agroindustria del azúcar, lograron mantener en términos relativos su población en relación con Cali. En general, es lógico establecer que la agroindustria del azúcar ha permitido que los flujos migratorios de su población hacia Cali sean relativamente mínimos, explicando que los flujos migratorios que se establecieron en Cali son provenientes de otras regiones del departamento y del país. El proceso de industrialización rigurosamente considerado tiene su origen en la década de los treinta con el desarrollo de la agroindustria azucarera, pero es a finales de los 40 cuando se inicia el montaje de las industrias tanto de consumo final como de consumo intermedio. Muchos factores han influenciado en el desarrollo industrial de la región. Uno de ellos, la cercanía al puerto marítimo de Buenaventura, de igual forma, la extensa red de vías de comunicación, y en especial, el desarrollo energético a mediados de la década de los 50. Logrando establecer a la zona industrial de Cali-Yumbo como el complejo industrial más grandes e importante del país. Para mediados de los 70, en el área de Cali – Yumbo se concentró el 76.8% del total del empleo industrial del Valle del Cauca, el 74.2% de la producción bruta y el 77% del valor agregado del sector industrial10. La generación de empleo pasó de 57.402 personas ocupadas en el año 71 a 71.844 en el 74. En ese período, en relación al valor de la producción bruta, ésta pasó de 12.3 a 15 mil millones11. Para 1974 la contribución de la industria manufacturera a la generación del PIB regional era casi del 30%, mientras que el sector agropecuario solo alcanzaba el 15.5%. 10
Fundación para el desarrollo industrial, FDI. “La estructura fabril en el Valle del Cauca.”, 1974. En Rojas (1983), Pág. 37. 11 Pesos de 1975.
Cuadro 5. Participación porcentual por ramas de actividad industrial. 1974. C.I.I.U.
AGRUPACION INDUSTRIAL
311-312 313 314 321 322 323 324 331 332 341 342 351 352 353 354 355 356 361 362 369 371 372 381 382 383 384 385 390
ALIMENTOS BEBIDAS TABACO TEXTILES PRENDAS DE VESTIR CUERO CALZADO MADERA MUEBLES PAPEL IMPRENTA QUIMICOS INDUSTRIALES OTROS QUIMICOS PETROLEO DERIVADOS DEL PETROLEO CAUCHO PLASTICO OBJETOS DE BARROS Y PORCALENA PTOS DE VIDRIOS MINERALES HIERRO Y ACERO METALES NO FERROSOS PTOS METALICOS MAQUINARIA NO ELECTRICA MAQUINARIA EQUIPO Y MATERIAL DE TRANSPORTE MATERIAL PROFESIONAL Y CIENTIFICO OTRAS INDUSTRIAS
PERSONAL SUELDOS Y PRODUCCION CONSUMO VALOR INVERSION OCUPADO SALARIOS BRUTA INTERMEDIO AGREGADO BRUTA/neta 5.843 1.266 329 5.292 4.813 946 762 740 224 4.426 4.246 1.372 6.080 0 8 2.472 1.534 305 785 1.783 804 666 3.646 1.503 2.219 1.762 145 1.456
172.589 49.787 17.013 115.474 72.204 22.819 11.781 16.823 3.201 227.312 171.880 74.029 314.369 0 348 126.969 61.305 6.866 11.303 60.514 42.047 23.599 113.749 30.097 93.452 52.516 5.258 32.506
3.296.920 1.105.282 110.407 771.121 565.827 249.004 78.947 104.841 16.141 4.297.941 1.177.406 1.251.760 3.482.844 0 5.603 1.494.055 354.191 31.180 48.106 645.861 397.472 516.414 819.259 228.079 1.497.947 411.909 33.631 221.140
2.341.541 301.144 49.659 360.674 348.571 163.767 55.111 51.773 8.208 2.881.146 841.796 656.922 1.908.094 0 1.270 900.116 388.742 7.319 24.470 330.153 149.126 343.391 432.542 133.471 847.004 227.710 18.808 123.243
955.379 804.138 60.748 410.447 217.256 85.237 27.836 53.068 7.933 1.416.795 335.610 594.838 1.574.750 0 4.333 593.939 465.449 23.861 23.636 315.708 248.346 173.023 386.717 94.608 650.943 184.199 14.823 97.897
0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
Fuente: Anuario Estadístico del Valle 1974. En términos de control accionario, aunque los datos no son suficientes para una mejor descripción, se establece en general que la economía regional presenta una particularidad de control casi absoluto de la producción agropecuaria por parte de capitales y empresarios nacionales, mientras que en lo fundamental el sector de la gran industria diferente a la azucarera para esa época se hallaba controlado por el capital extranjero12. 3.
ANÁLISIS DEL SECTOR INDUSTRIAL DEL VALLE DEL CAUCA.
En el período comprendido entre 1970 – 2002, la evolución de la industria de la región muestra características significativas. Las mismas se enmarcan en dos periodos; el primero entre 1970 – 1990, y el segundo, entre la década de los 90 y lo corrido de la presente década. La primera corresponde a la fase final del modelo proteccionista, expresado en la consolidación de la producción industrial de base exportadora, y la segunda, al modelo de la apertura económica y a los retos que aquella ha implicado en los procesos de transformación organizacional, de mercados, de tecnología, y en general, de desarrollo de procesos de competitividad que la industria y la economía de la región han enfrentado.
12
Industrias como Propal, Cartón de Colombia, Goodyear, Uniroyal, Celanese, Oats, Squibb entre otras eran empresas controladas en cu mayor parte por capital foráneo.
En general, el sector industrial del Valle del Cauca representa entre un 15 a 18% de la industria nacional. Hacia la década del 70 la industria de la región era el 13% de la nacional, y en esa proporción se mantuvo durante toda la década de los 70. En las décadas siguientes la participación de la industria de la región mejoró su participación relativa hasta llegar a representar un 18% hacia el inicio de la presente década. (Ver Gráfica 1) 3.1
LAS EXPORTACIONES INDUSTRIALES DEL VALLE DEL CAUCA Y SU PARTICIPACIÓN EN LAS EXPORTACIONES INDUSTRIALES NACIONALES.
Las exportaciones industriales de la región equivalen para el 2005 al 17% de las exportaciones industriales del país y, aunque este resultado a primera vista se observa alto, hay que tener en cuenta que la trayectoria de largo plazo refleja que las exportaciones industriales del Valle del Cauca han perdido participación relativa en el total de las exportaciones del país: en los 80 este porcentaje que se ubicaba en un promedio de 25%, se redujo en los 90 a un 20% y, continua aminorándose en el siglo XXI (ver Gráfica 1). Gráfica 1. Participación % de las exportaciones industriales del Valle del Cauca en las exportaciones industriales de Colombia. 1980 – 2005. Expo Valle/Expo Colombia 30,00% 25,00% 20,00% 15,00% 10,00% 5,00%
20 02
20 00
19 98
19 96
19 94
19 92
19 90
19 88
19 86
19 84
19 82
19 80
0,00%
Fuente: Elaboración propia con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República. No obstante, ese comportamiento no puede entenderse como la disminución de la dinámica exportadora industrial. Respecto a Colombia, las ventas externas de
esta clase de bienes se han ido consolidando a través de los años y, actualmente equivalen a un 60% de las exportaciones totales del país, mientras que en los años 70 y 80 participaban con menos del 40%; sin lugar a dudas, parte de este avance es debido a la plataforma de exportaciones menores industriales que se estableció en Colombia después de la época de sustitución de exportaciones, y ahora con los nuevos derroteros aperturistas. Por su parte, en la Gráfica 2 muestra la evolución sectorial de las exportaciones del Valle del Cauca en el período 1980 – 2004, a través del cual se observa la “consolidación” de la industria en el proceso exportador de la región. En efecto, mientras en los años 80 las exportaciones agrícolas representaban alrededor del 20%, éstas se redujeron sustancialmente a solo 0.45% al cierre del 2005, en tanto que las exportaciones industriales, que en los años 80 tenían un peso relativo alto de orden del 87%, hoy continúan aumentando al punto de resultar casi en 100% (99% en 2005). En ese mismo escenario, las exportaciones de servicios representan poco menos del 1%, a pesar de que las mismas han ganado terreno en los últimos 15 años pasando de representar el 0% (1990) a un 0.7% en año 2005. Gráfica 2.
Evolución de la participación sectorial de las exportaciones del Valle del Cauca (Dólares FOB)
25,00%
120,00%
Industria
22% 20,00%
100,00%
80,00%
99%
10,00%
60,00%
Agrícola
-5,00%
20 04
20 02
20 00
19 98
19 96
19 94
19 92
19 90
19 88
20,00%
19 86
0,00%
19 84
40,00%
19 82
5,00%
19 80
participación %
15,00%
0,00% Primario
Terciario
Secundario
Fuente: Cálculos de los autores con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República.
En valores, el desempeño exportador del Valle del Cuaca indica que las mercancías procedentes de la industria dejan a la balanza comercial alrededor de U$ 1600 millones (2005), mientras que este rubro fue de U$ 264 millones en 1980. Esta evolución se desarrolla con un crecimiento de largo plazo de 7.5 % anual. Gráfica 3.
Comportamiento de las exportaciones industriales del Valle del Cauca 1980-2005.Millones de US.
Exportaciones Industriales 1.800 1.607
1.600 1.400
7.5
1.200 1.000 800 600 400 264
200
04 2. 0
02 2. 0
00 2. 0
98 1. 9
96 1. 9
94 1. 9
92 1. 9
90 1. 9
88 1. 9
86 1. 9
84 1. 9
82 1. 9
1. 9
80
0
Fuente: Cálculos de los autores con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República. En términos del crecimiento exportador industrial bien vale la pena enfatizar (como se planteó en párrafos anteriores) que se vivencia un proceso cíclico en su comportamiento. Así, en el quinquenio 1980-1985 las exportaciones industriales crecieron a una tasa negativa de 15.6%, en el periodo siguiente (85-90) ésta fue sustancialmente positiva con 29%; en el lapso 90-95 de nuevo desaceleraron su ritmo con una tasa de 14.73%, característica que se mantuvo al cierre de la década con un crecimiento muy leve del orden de 0.73% y, para lo corrido del presente milenio (2000 - 2005) hay un repunte de 14% promedio anual. Estos vaivenes tienden a responder, por una parte, a los procesos de cambio de la macroeconomía colombiana, con sus esquemas de desarrollo y la aplicación de políticas, entre otros, y de otra vía a, a las características inherentes de la oferta
exportable (como producción y clima empresarial). En la época reciente de apertura y globalización, por ejemplo, el crecimiento exportador de la región ha sido positivo pero con tendencia ligeramente declinante, tal como lo fue también en general para las exportaciones nacionales, y entre otros aspectos, algunos retrocesos sufridos en el tipo de cambio tienen incidencia en esta valoración descendente, en tanto que otros como las políticas de integración han coadyuvado a sostener al sector industrial exportador. Un contraste en términos de kilos exportados refleja también variabilidad, expresada en ciclos no muy pronunciados con una tendencia de largo plazo positiva. En 1980 se exportaron 535 millones de kilos netos, los cuales se elevaron a 1.808 millones de kilos netos en 2005, para un crecimiento de largo plazo de 4.9% promedio anual. (Ver Gráfica 4). Gráfica 4.
Evolución de las exportaciones industriales del Valle del Cauca expresadas en Kilos. 1980 – 2005.
2.000 1.808 1.800 1.600
4,9%
1.400 1.200 1.013 1.000 800 600 535
400 200 1980
1985
1990
1995
2000
2005
Fuente: Cálculos de los autores con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República. Evolución de las exportaciones por ramas de actividad. La composición de las exportaciones por ramas de actividad refleja particularidades interesantes. En el período 1980 – 1985 tan solo nueve ramas industriales (CIIU Rev. 2 a 4 dígitos) conformaban el 80% del total exportado. Posterior a ese lapso, se presenta una aumento paulatino en la diversificación y/o desconcentración de los bienes exportados que conforman la canasta del 80% de las ventas externas del Valle del Cauca al mundo: 20 hasta principios de los años 90, 26 hasta la segunda mitad de esa década, dos más para un total de 28 al cierre del siglo XX, y para 2000 - 2005
se tienen 30 ramas de actividad industrial o subsectores de la industria (Ver Gráfica 5). Gráfica 5. Número de subsectores equivalente al 80% del total de las exportaciones industriales del Valle del Cauca 1980-2005. 35 30
26
28
30
25 20
20 15 10
9
5 0 80-85
85-90
90-95
95-00
00-05
Fuente: Cálculos de los autores con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República. En detalle, el proceso de diversificación en las exportaciones industriales que se deja vislumbrar para el Valle del Cauca se expresa en las siguientes ramas de actividad: mientras que en los 80 la industria del azúcar (CIIU 3118), los productos de confitería (CIIU 3119), imprentas y editoriales (CIIU 3420), prendas de vestir (CIIU 3220), productos químicos (CIIU 3511) y producción y procesamiento de productos marinos (CIIU: 3114) dominaban el universo exportador de la región, en las postrimerías se cuenta además con construcción de equipos especializados (CIUU 3829-3839), la industria de las llantas (CIIU: 3551) y la industria de los cosméticos (CIIU: 3523). De este modo, obviando los altibajos del mercado internacional del azúcar, bien puede intuirse una incidencia del fenómeno de diversificación exportadora en la reducción de la participación de esta rama industrial en el total de las exportaciones regionales del sector (ver Gráfica 6).
Gráfica 6.
Participación del azúcar en las exportaciones industriales del Valle del Cauca. 1980-2005.
50,00% 45,00%
44,16%
40,00% 35,00% 30,00% 23,98%
25,00%
23,22% 20,95%
20,00%
16,45%
15,00% 10,00% 5,00% 0,00% 1980-1985
1985-1990
1990-1995
1995-2000
2000-2005
Fuente: Cálculos de los autores con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República. La Gráfica 6 refleja que a principios del inicio de la trayectoria del período de estudio, la rama industrial del azúcar era la responsable del 44.16% de las exportaciones industriales de la región, porcentaje que se redujo considerablemente, al punto que en lo corrido del 2000 este peso relativo descendió considerablemente hasta ubicarse en 16.45% (casi tres veces menos en relación con lo marcado en los 80). Este desempeño, ha significado, a su vez, reducción en la tasa de crecimiento del subsector, que deja para el largo plazo (1980 – 2005) una dinámica de solo 0.63%, pese a que durante el siglo XXI ha mejorado su desempeño con un crecimiento promedio anual del quinquenio de 9.96% respecto a los años anteriores (en la década del 80 las exportaciones azucareras crecían a una tasa de 2.41% promedio anual y en la década de los 90 ese ritmo fue de 0.8% promedio anual). (Ver Gráfica 7)
Gráfica 7.
Comportamiento de las exportaciones de azúcar 1980 – 2004. Millones de dólares.
250
0,8%
2,41%
200
9,96%
150 100 50
0,63% anual. Largo plazo 80-05
04 20
02 20
00 20
98 19
96 19
94 19
92 19
90 19
88 19
86 19
84 19
82 19
19
80
0
Fuente: Cálculos de los autores con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República. En términos de valores, las exportaciones de azúcar registraron un valor de 165 millones de dólares FOB en 1980, pasando a 227 millones de dólares FOB en el 2005, monto que se corresponde con 486. 9 y 1.014 millones de kilogramos netos respectivamente, cuyos crecimientos correspondientes son 0.63% y 2.98% en promedio anual; la diferencia en los ritmos de crecimiento de valor y volumen tiende a ser explicada por las variaciones del precio internacional del producto en el mercado mundial (mientras en 1980 se pagaba en promedio por un kilo de azúcar exportado 0.33 dólares, en el 2005 este mismo kilo exportado tiene un valor de 0.22 dólares). No obstante, la pérdida del ritmo del subsector azucarero en las exportaciones del departamento del Valle del Cauca, debe tenerse en cuenta que varios procesos de exportación en la región tienen precisamente su origen en aquel, tal como sucede con los ítems asociados a la confitería, la industria de la cual hace parte la rama de chocolates. Esta última ha venido aumentando su participación, al pasar de 0.24% en los años 80 a 4% durante los últimos años. Además del azúcar y sus productos derivados más inmediatos, otras ramas de actividad que merecen especial atención en la ampliación de la oferta exportable del Valle del Cauca son las industrias de conservación y envasado de frutas y legumbres, alimentos concentrados, vinos y sucroquímica. Bien interesante en este contexto resulta el acomodamiento que experimentan las diversas actividades de la industria que ofrecen productos a los mercados externos, dentro de los
cuales algunas industrias sobresalen por la ganancia de peso relativo y otras por el hecho contrario. El cuadro 6 genera una síntesis de este comportamiento para aquellas de mayor importancia dentro del período de estudio, dejando notar que pese a la movilidad que puede sucederse, como regla general se tiene que las exportaciones industriales totales del departamento traen consigo una tendencia creciente. Cuadro 6. Pérdida y ganancia de participación (%) en el total de las exportaciones industriales del Valle del Cauca de las principales ramas de actividad 1980 – 2005. 1980 - 1985 - 1990 - 1995 – 2000 Sectores CIIU 85 90 95 00 05 3118 (azúcar) 44.16 23.98 23.22 20.95 16.45 3220 (Prendas de 8.16 8.27 6.91 4.13 1.20 vestir) 3420 (Imprentas 6.89 14.04 9.47 5.53 4.36 editoriales) 3114 (Pescado , 4.24 5.48 7.57 3.72 2.61 crustáceos) 3213 (Tejidos de punto) 3.11 1.82 1.76 1.89 0.69 3511 (Sustancias 1.76 1.72 3.90 5.61 6.40 químicas) 3113(Envasado y 5.60 4.29 4.60 8.87 9.42 conserv. de legumbres) 3551 (Llantas) 2.44 1.20 1.64 2.31 4.13 3832 (Construcción de 1.12 0.86 1.36 3.02 5.56 equipo de radio y TV) 3116 (Productos de 0.53 1.94 2.69 5.68 6.29 molinería) 3233 (Derivados del 0.31 1.37 2.40 2.64 2.59 cuero) 3119 ( Cacao – Chocolates) 0.24 2.03 5.91 4.56 3.06 Subtotal 78.56 67.00 71.43 68.91 62.76 Fuente: Cálculos de los autores con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República. Según el cuadro 6, los subsectores que han perdido participación desde el 80, además del azucarero, son: prendas de vestir, pescado y crustáceos, imprentas, y tejidos de punto. En particular, se resaltan prendas de vestir e imprentas por la magnitud y secuencia en la reducción del porcentaje de participación entre el comienzo de la serie y el final de la misma. Prendas de vestir pasó de 8.16% a 1.20%, en tanto que imprentas comenzó en 6.89% y terminó en 4.36. Del mismo modo, los subsectores que ganaron participación durante el período de análisis
son los siguientes: sustancias químicas que pasó de 1.76% a 6.40%, chocolate que aumentó de 0.24% a 3.06 %, productos de molinería que muestra un empuje considerable de 0.53% al principio de la trayectoria para alcanzar 6.30% al cierre de ésta. En esta línea también se destacan: construcción de equipos de radio y TV (1.12% y 5.56% respectivamente), llantas (2.44% y 4.13%), y envasado y conservación de legumbres (5.6% y 9.42%). Evolución de las exportaciones según destino. Según destino, las exportaciones industriales de la región también tienden a mostrar un ligero proceso de diversificación, a la vez que se observa recomposición de los mercados. En los años 80 los destinos de preferencia se concentraban en un 70% en dos grandes bloques de mercado, a saber: Estados Unidos (47.2%) y los países andinos, hoy conocidos como CAN (21.0%). En el presente siglo, si bien estos mercados continúan teniendo una alta importancia, no solo intercambiaron sus pesos relativos, sino que se disminuyó este conjunto, al dar vía a otros mercados: Estados Unidos ahora tiene un 15% y la CAN percibe un 45% (Ver Gráfica 8). Gráfica 8. Destino de las exportaciones industriales del Valle del Cauca por principales mercados. 1980 - 2005 60,00%
50,00%
48,0%
49,7%
47,2%
44,3% 40,00% CAN MERCOSUR
31,0% 29,3%
30,00% 20,2% 20,00%
UE
24,0%
3,4%
21,4%
CHINA_JAPON
19,8%
17,6%
EEUU
RESTO DEL MUNDO 16,8%
15,8%
10,00% 0,5%
0,00% 80-85
85-90
90-95
95-00
00-05
Fuente: Cálculos de los autores con base en Estadísticas de Comercio Exterior DANE y Banco de la República. Vale anotar que aunque Estados Unidos ha perdido peso relativo como mercado de compra para los productos industriales del Valle del Cauca, ha mantenido una
dinámica positiva de crecimiento (3.04% promedio anual). En 1980 se exportaba a esta economía US$ 25 millones y para el 2005 este valor se incrementó a US$ 257 millones (16.4%). Respecto a la CAN, éste ha sido siempre un mercado promisorio para el Departamento del Valle del Cauca, dentro del cual se destaca la participación de Venezuela con 22% de las compras industriales de la región. Por su parte, el resto de mercados que paulatinamente se han ido abriendo no tienen una importancia destacable y/o han desmejorado su crecimiento; tal es el caso de las economías orientales de la Cuenca del Pacífico (Filipinas, Japón, Corea y China) que tienen un escaso 0.5% de participación y/o la Comunidad Económica Europea, con 3%. En este panorama, de concentración de mercados más que de sólida diversificación, se resalta la participación relativamente sostenida (del orden del 5%) de los países del Cono Sur de América Latina. Gráfica 9.
Participación de la Industria del Valle del Cauca en el PIB Industrial de Colombia. 1972 – 2002.
PIB Ind Valle / PIB Ind Colombia 25,0% 21,6%
20,0% 17,0%
16,3%
15,0%
12,9%
17,5%
14,3%
10,0% 5,0%
2000
1990
1980
1972
0,0%
Fuente: Elaborado con base en información del DANE y Banco de la República. En términos de crecimiento, la industria de la región muestra una tasa de largo plazo medida entre 1972-2002, del 3.8% medio anual, tasa que comparada con el crecimiento de la industria a nivel nacional es significativa, dado que en el país la industria decreció en ese período -2.8% medio anual. De igual forma, el cuadro 7 deja observar que el período más dinámico fue el comprendido entre 1980 -1990, con tasas de crecimiento del 7.8% anual, y el más flojo fue durante el despegue de la apertura económica y el inicio de la crisis del final de los noventa, en donde la industria apenas creció a una tasa del 0.43% anual.
Cuadro 7. Crecimiento Promedio Anual de la Industria del Valle del Cauca. Período Valle Colombia 72 -75 14,6% 6,0% 75-80 1,9% 4,6% 80-85 4,9% 3,1% 85-90 1,8% 2,5% 90-95 1,1% 0,8% 95-00 0,6% 0,8% 72-02 3,8% -2,8% 72-80 3,7% 5,1% 80-90 7,8% 2,9% 90-00 0,43% 0,94% Fuente: Cálculos propios, a partir de información DANE y Banco de la Republica El cuadro 8 permite de igual forma observar la evolución del PIB de la industria de la región; en cifras se pasó de un PIB de $ 638.70513 millones en el año de 1972, a un PIB de $ 1.956.714 en el 2002. Cuadro 8. PIB Industrial del Valle del Cauca. 72 – 02. Millones de Pesos de 1994. Año PIB Año PIB Año PIB 1972 638.705 1982 1.130.536 1992 1.906.815 1973 654.753 1983 1.148.858 1993 1.819.134 1974 727.049 1984 1.255.543 1994 1.953.289 1975 961.836 1985 1.388.529 1995 2.182.847 1976 963.481 1986 1.792.527 1996 2.033.511 1977 1.034.002 1987 1.645.563 1997 1.929.640 1978 1.085.832 1988 1.780.583 1998 1.956.386 1979 1.217.910 1989 1.874.878 1999 1.789.311 1980 1.056.145 1990 1.816.588 2000 1.897.162 1981 1.224.397 1991 1.852.062 2001 1.979.262 2002 1.956.741 Fuente: DANE – OCDE La Gráfica 10, complementa el cuadro anterior y muestra la evolución que ha presentado el PIB industrial de la región; en general deja observar una tendencia de crecimiento positiva, 3.8% (70-02). De igual forma la gráfica deja ver las caídas en el período 75-80, en donde se decreció a una tasa del -2.3% anual, y la “estabilización” en el crecimiento en la década de los 90, en donde en la primera parte 90-95, se creció a una modesta tasa del 1.1% anual, e igualmente en la segunda parte de la década 95-00, en donde prácticamente hubo estancamiento industrial; con una tasa de crecimiento del 0.6% anual. 13
Cifras en Millones de pesos de 1994
Gráfica 10. Evolución del PIB Industrial del Valle 1972 – 2002.
Fuente: Cálculos de autor en base el cuadro 7. En relación con el PIB regional, la industria participa en promedio con el 22%. En la década de los 70, representó el 23% del PIB regional, en los 80 el 25%, y en los 90 la industria pasó a representar el 23%. En general, como complemento del PIB, se tiene que en promedio el sector primario representa el 10% del PIB total y el terciario el 65%. (Ver Gráfica 11). En Colombia ocho regiones concentran el 87% del PIB industrial, lideradas por Bogotá, con un aporte del 24.2%, Antioquia con el 19.5% y Valle del Cauca con el 17%. Con el resto de la industria se encuentran Santander 7.4%, Bolívar 6.8%, Cundinamarca 6.9% y Atlántico 6.4%.
Gráfica 11. Participación de PIB Industrial / PIB Regional. Valle del Cauca. 72 – 02.
Fuente: Cálculos con base en estadísticas del Banco de la Republica - DANE 4. CONCLUSIONES A manera de conclusiones se puede decir que el sector industrial del Valle del Cauca muestra una significativa dinámica en términos de producción, de valor agregado y de desarrollo en las últimas tres décadas. En efecto, creció a tasas del 4% promedio anual, con picos altos en la década de los 70, en donde se logró alcanzar tasas del 6.5% y crecimientos apenas de subsistencia en la década de los 90, un modesto 0.6% promedio anual. El sector logró sortear con éxito la transición de un modelo proteccionista a uno de apertura económica, de donde salió fortalecido en términos de su competitividad, vista aquella a través de una producción con suficiente valor agregado que le permitió consolidar una importante plataforma exportadora, especialmente de materias primas y bienes industriales finales. Por sectores se destaca que alrededor de 10 subsectores concentran el 80% del PIB de la industria, en donde los más importantes son los subsectores de los alimentos, que representan el 40% del PIB industrial en esta región, seguidos por subsectores como el de papel, imprentas, químicos y bebidas. En general, es notorio que la industria muestra concentración en sectores con alto nivel de capital, como lo es la industria del azúcar, química, papel, cartón y bebidas gaseosas. De igual forma es notoria la importancia del sector azucarero como el “jalonador” industrial en la región. A partir del mismo se ha logrado desarrollar un cluster que involucra desde sectores primarios como el cultivo, hasta los sectores de servicios, como el transporte, el comercio y la banca misma.
Fenómenos como el TLC, APTDEA y los acuerdos comerciales en general, muestran notoria importancia en el sector exportador industrial; de hecho dichos procesos son responsables de la presencia de los productos del Valle del Cauca en los mercados de la CAN y del mercado de los EUA. El dinamismo del sector exportador se refleja en el desarrollo de industrias como los alimentos; entre ellos la confitería, el azúcar, el envasado de pescado y de crustáceos, y de otras industrias como las confecciones, el calzado, la sucroquímica y la química y sectores como el papel, cartón y las imprentas e editoriales como los sectores más importantes en términos de exportaciones. Quizá una de los elementos que se destaca a manera de preocupación es la dependencia que muestra el sector, en términos de su producción, de la demanda de los mercados de los países vecinos; en ellos se concentra el 60% de la demanda, cuando sectores de demanda tan importantes como el de China, Japón y sudeste asiático en general, son despreciables para la oferta exportable regional. Este trabajo logra por lo tanto mostrar la dinámica subsectorial en términos de la dinámica de su crecimiento, muestra elementos importantes en elementos como los cuantitativos; tales como tasas de crecimiento, participaciones y demás datos macroeconómicos que permiten ubicar el sector industrial dentro de la complejidad del crecimiento regional en el caso del Valle del Cauca. REFERENCIAS ANUARIO ESTADISTICO DEL VALLE 1972-2002 ALONSO, J. C. y PATIÑO, C. I. (2005): “Exportar para Crecer o Crecer para Exportar”. Disponible en: Universidad Icesi, http://www.icesi.edu.co/~jcalonso/Contact/ELGH.pdf ARIZE, A., T OSANG AND D. SLOTTJE (1999): “Exchange-Rate Volatility in Latin America and its Impact on Foreign Trade”, Mimeo, College of Business and Technology Texas A&M and Department of Economics Southern Methodist University. Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia, ASOCAÑA, Aspectos Generales Del Sector Azucarero 2006-2007. CARRILLO L, Y PEÑA D. (2007) El comercio exterior del sector industrial del Valle del Cauca: Flujos y prospectiva. Universidad Autónoma: Vicerrectoría de Investigaciones. CEPAL (2002): “El conglomerado del azúcar del Valle del Cauca, Colombia”. Centro Nacional de Productividad. Santiago de Chile, diciembre.
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Historia de la tecnología agropecuaria y su desarrollo para los frutales en el Valle del Cauca14 RONALD GARCIA-NEGRETTE15 RESUMEN. El presente escrito tiene como objetivo realizar un estado de la cuestión sobre la tecnología, utilizándose la revisión documental a la cual se pudo tener un primer acceso. Se siguió la siguiente estructura: en una primera parte se da una breve reseña de la relación historia-tecnología, para continuar en la parte dos con un énfasis en la tecnología agropecuaria. En el tercer aparte se hace un recorrido histórico de lo que ha sido la tecnología agropecuaria en el Valle del Cauca, con énfasis en el siglo XX, destacándose quienes han sido los principales gestores del proceso y los acontecimientos históricos que marcaron este devenir, para finalmente terminar haciendo énfasis en los frutales, y dentro de ellos, el guayabo y el guanábano que son parte del paisaje de la zona plana del Valle del Cauca y su piedemonte principalmente. Con este escrito no se intenta agotar un tema tan interesante y su estado de la cuestión, en especial para la economía agrícola y la historia entre otras disciplinas. PALABRAS CLAVES: Tecnología, conocimiento, tradición oral, investigación, desarrollo.
ABSTRACT. This letter is intended to make a state of affairs on the technology, using a documentary review which could have a first access. It was followed the following structure: in the first part gives a brief overview of the historytechnology relationship, to continue in part two with an emphasis on agricultural technology. In the third section provides an historical overview of what has been the agricultural technology in the Valle del Cauca, with emphasis on the twentieth century who have been highlighting the main managers of the process and the historical events that have marked this evolution, to finally end emphasizing the fruit and within the guava and soursop are part of the flat landscape of Valle del Cauca and piedmont mainly. This letter is not intended to exhaust a subject so interesting and state of the question, especially for the agricultural economy and history among other disciplines. KEYWORDS: Technology, knowledge, oral tradition, research and development.
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Informe fruto del proyecto de investigación: Identidad y tecnología en la agricultura del Valle del Cauca durante el siglo XX. Ver: http://gideei-universidadsantiagodecali.blogspot.com/ 15 Coordinador del GIDEEI
1. HISTORIA Y TECNOLOGIA Para iniciar el estado de la cuestión sobre la historia de la tecnología, es necesario en cierta forma partir de Bacón, puesto que su claridad sobre el poder económico y político que reside en ella y que detentan aquellos que son sus propietarios, se aúna con el hecho de su característica de precursor de la filosofía de la ciencia, que permitió que aún más allá de la revolución newtoniana, su clasificación de las ciencias basadas en las facultades de la memoria (conocimiento histórico), la fantasía (conocimiento poético) y la razón (conocimiento filosófico) fuera adoptada por los enciclopedistas (Bacón, 1984). En este sentido el conocimiento histórico basado en la memoria sirve como precedente de iniciación de los orígenes de la cuestión tecnológica en la historia. Una claridad sobre la historia de la tecnología teniendo a Bacón como referencia es el trabajo de Cardwel (1996) que tiene como propósito destacar el reconocimiento de la función central de la tecnología en los asuntos humanos, proyectando alguna luz sobre la naturaleza de la tecnología y las circunstancias en que se produce el progreso tecnológico, pero con un sesgo claro hacia lo que el llama “tecnologías físicas”, sin tocar las “tecnologías biológicas”. Así, Cardwell intenta identificar los principales puntos críticos o las encrucijadas de la historia de la tecnología y resaltar los principios que intervinieron en ellos, centrándose sobre todo en la evolución de la técnica desde los comienzos de la Edad Media europea. A su vez, Basalla (1988) presenta en su obra una teoría de la evolución tecnológica basada en los trabajos académicos recientes para su época de la historia de la tecnología y el material relevante tomado de la historia económica y de la antropología. La estructura de su obra está determinada por la naturaleza de la analogía evolutiva y no por la necesidad de proporcionar una presentación cronológica de los acontecimientos de la historia de la tecnología, por eso su obra es principalmente histórica y no un ejercicio de filosofía o sociología de la tecnología. La obra de Boserup (1984) parte de la premisa que la historia de la humanidad puede verse como una larga serie de cambios tecnológicos, en donde algunos de estos descubrimientos fueron fruto de la casualidad, otros se lograron tras siglos de especulación y de experimentos dirigidos a la resolución de problemas concretos. En términos de cronología considera que exceptuando los desarrollo tecnológicos que datan de siglos recientes, las circunstancias que rodearon el hallazgo raramente son conocidas; a menudo no sabemos siquiera la fecha aproximada del descubrimiento, ni la parte del mundo en que se llevó a cabo. La historia del cambio tecnológico en el contexto de la historia cultural tiene un papel importante en la medida que se trate el cómo se origina, adopta, difunde e impacta la cotidianidad dicho cambio en términos de la liberación de tiempo de trabajo especialmente, lo que lleva a pensar en su contextualización en un espacio
temporal y geográfico del mismo. En el trabajo de Burke (2000) esto se encuentra y formaliza en el campo de la historia de las mentalidades, siendo su aporte el considerar a dicho tratamiento histórico con respecto a tres rasgos distintivos (Burke; 2000: 207): “En primer lugar, hace hincapié en las actitudes colectivas más que en las individuales y presta atención tanto a la gente común como a las élites educadas formalmente. En segundo lugar, no le interesan tanto las ideas conscientes o las teorías elaboradas como supuestos implícitos o inconcientes, la percepción, las formas de “pensamiento cotidiano” o “razón practica”. Y por ultimo, le interesa la “estructura” de las creencias, además de su contenido; en otras palabras, las categorías, metáforas y símbolos, como piensa la gente, además de que piensa. En suma, afirmar la existencia de diferencias en las mentalidades de dos grupos es mucho mas que señalar diferencias en las actitudes”. Al tocarse la tradición oral como parte de la memoria colectiva y en este caso en la transmisión de prácticas técnicas aplicadas a actividades agropecuarias implica tener una definición, para lo cual es válida la de Vansina (Vansina; 1968: 33): “Las tradiciones orales son todos los testimonios orales, narrados, concernientes al pasado. Esta definición implica que no solo las tradiciones orales, es decir, los testimonios hablados y cantados, pueden ser tenidas en cuenta. Esto no es pues suficiente para distinguirlos de los testimonios escritos, pero si de todos los objetos materiales que pueden ser empleados como fuentes para el conocimiento del pasado”. Ya en el campo del impacto de la tecnología sobre la mentalidad colectiva y los comportamientos humanos, la obra de Marcuse (1984) hace énfasis en cómo los bienes y servicios fruto de la aplicación de la misma en los diferentes procesos productivos, pone en conflicto los principios del placer frente al principio de realidad imperante, situación que se da a través de los esquemas de consumo de dichos productos resultantes de la tecnología y su evolución progresiva. Galbraith (1984) en su obra hace énfasis en los efectos de la intensificación del uso de la tecnología, la cual define como una aplicación sistemática del conocimiento científico (u otro conocimiento organizado) a tareas prácticas, siendo su consecuencia más importante en el campo económico la división y subdivisión de cada una de esas tareas en partes o fases componentes, lo que a la postre lleva al surgimiento y fortalecimiento de una tecnocracia. En esta misma línea la obra de Toffler (1974: 40) considera que la tecnología se alimenta a si misma, “puesto que la tecnología hace posible una mayor cantidad de tecnología, como podemos ver si observamos un momento el proceso de innovación tecnológica. La innovación tecnológica se componen de tres fases, enlazadas en un circulo que se refuerza a si mismo. Ante todo, esta la idea
creadora y factible. En segundo lugar, su aplicación practica. En tercer término, su difusión en la sociedad” En lo antropológico y desde la cultura, Malinowski (1984) considera que a medida que esta progresa, las varias y específicas tareas funcionales se diferencian gradualmente y se incorporan a una institución determinada. En este contexto la educación juega un papel determinante pues esta (Malinowski, 1984: 79-80) “debe existir aún entre los más primitivos; en rigor, debió haber estado presente desde los orígenes mismos de la humanidad, como transmisión tradicional de técnicas, ideas y valores. De la misma manera, el verdadero conocimiento y hasta la ciencia están presentes en las más tempranas etapas de la cultura, pero la investigación organizada se institucionaliza solo en los altos niveles de su desenvolvimiento”. 2. LA TECNOLOGIA AGROPECUARIA Para un estado de la cuestión de forma más específica, se ha tomado literalmente el trabajo de Toro, J. y García, R. (2009), en el cual se realiza un amplio recurrido cronológico de la tecnología agrícola principalmente. Antes de la era cristiana, la historia de Grecia entre los años 800 y 20 A.C., abunda en escritos sobre las diferentes prácticas de conservación de la fertilidad del suelo. Heródoto, historiador griego en el año 500 A.C. relató los rendimientos altos obtenidos en la Mesopotamia, zona ubicada entre los ríos Tigris y Eufrates en lo que hoy es Irak; le atribuyó las buenas cosechas a la fertilidad del suelo y al riego. Jenofonte (434-355 A.C.), también griego, observó que el Estado se estaba arruinando porque nadie conocía los beneficios que el estiércol le proporcionaba al suelo. De acuerdo con Aristóteles (384-322 A.C), este filósofo griego dijo que los alimentos que las plantas toman del suelo eran sustancias complejas que las plantas absorbían sin cambio alguno. Supuso que la nutrición de las plantas estaba controlada por su propia alma lo cual le permitía a cada especie de planta absorber solo el tipo de alimento apropiado para su crecimiento. La teoría de Aristóteles sobre la nutrición de las plantas fue aceptada hasta el siglo XVIII. Teofrasto (372-287 A.C.) en el año 300 A.C. se refirió en sus escritos a la riqueza de los aluviones del río Tigris y recomendó que se mantuviera el agua el mayor tiempo posible para que depositara la mayor cantidad de limo. En esa misma época, los campesinos se dieron cuenta que el suelo perdía capacidad de producción cuando se cosechaba continuamente. Esto dio origen a la práctica de agregarle al suelo residuos de animales y plantas para restaurar la
fertilidad. Los jardines, viñedos y olivares alrededor de Atenas se enriquecían con aguas de las alcantarillas de la ciudad. Teofrasto clasificó el estiércol de acuerdo con su valor nutricional en cerdo, cabra, vaca, oveja, buey y caballo. El valor de los abonos verdes también fue conocido por este historiador cuando mencionó que algunos agricultores de Tesalia y Macedonia abonaban sus campos con la incorporación de leguminosas al suelo. Muchos romanos escribieron extensamente sobre agricultura. Cato (234-149 A.C.) sugirió que a las tierras pobres cultivadas en viñedos se le sembrara en forma intercalada una cosecha de leguminosa y que no se le permitiera semillar antes de ser incorporada al suelo. Anotó además que las mejores leguminosas para enriquecer el suelo eran el fríjol, el lupino y la veza. Además de Cato merecen mencionarse Plinio, Columela y Virgilio quienes en sus escritos también aconsejaron la siembra de leguminosas para mejorar la fertilidad del suelo. En la era cristiana hasta 1750 se buscó el principio de la vegetación. Alrededor del año 1240, la literatura agrícola romana fue recogida y ordenada en un volumen por el senador de Bolonia Pietro de Crescenzi. La obra recibió el nombre de “Opus ruralium Commodorum” que constituyó por ese entonces uno de los tratados de agricultura más populares. Francis Bacon (1561-1624), filósofo ingles, en 1627 estableció la teoría de que el agua era el principal alimento de las plantas. Sin embargo, también creyó que cada planta extraía un “jugo particular” del suelo el cual se podía agotar por una planta en particular. En 1573 Palisy escribió un libro sobre agricultura y se le atribuyó además la observación de que el contenido de ceniza de las plantas representaba el material que había sido removido del suelo, pues al quemar el tamo de trigo en el campo, este servía como abono porque le devolvía al suelo las sustancias que le habían sido extraídas. Jan Baptiste Van Helmont (1577-1644) un físico y químico flamenco que condujo el clásico experimento en Bruselas con un árbol de sauce cuyas ramas crecen cerca del agua en climas templados, concluyó que el agua es el único nutriente de las plantas. Robert Boyle (1627-1691) Químico ingles que repitió el trabajo de van Helmont usando una cucurbitacea y de acuerdo con el análisis químico de las plantas concluyó que contenían sales, alcoholes, tierra y aceite todos los cuales eran formados a partir del agua.
J.R. Glaubert (1604-1668) químico alemán sugirió que el nitrato de potasio y no el agua era el principio de la vegetación. Concluyó que el nitro era el principio esencial de la vegetación y la fertilidad del suelo, y el valor de los abonos orgánicos eran enteramente debidos al nitro. John Mayow (1643-1679) químico ingles apoyó a Glaubert y estimó las cantidades de nitrato en el suelo durante varias épocas del año. Encontró que la mayor concentración se presentaba en primavera y la menor al final de la cosecha. John Woodward condujo un estudio que fue publicado en Inglaterra en 1700. Woodward profesor de medicina en Londres, sin conocer los trabajos de Glaubert y Mayow estableció un cultivo de hierbabuena con agua de diferentes orígenes, agua de lluvia, agua del río Támesis, agua de alcantarilla y agua de alcantarilla con tierra de jardín. Registró cuidadosamente la cantidad de agua transpirada por las plantas y midió el peso de las plantas al comienzo y al final del experimento y encontró que el grado de desarrollo aumentaba con la impureza del agua. Los vegetales, concluyó Woodward, no se forman a partir del agua, sino de cierta sustancia térrea peculiar. Jethro Tull (1674-1741) un agricultor caballero inglés, en 1731 dijo que no eran los “jugos” de la tierra los que contenían el alimento de las plantas sino las partículas del suelo diminutamente separadas por la acción de la humedad. En 1730 inventó la sembradora mecanizada. Tull concluyo en sus propias palabras que: “se está de acuerdo que los siguientes materiales contribuyen de alguna manera al desarrollo de las plantas, aunque se discute cual de ellos verdaderamente las alimenta o desarrolla: nitro, agua, aire, fuego y tierra”. M. Tillet, maestro de la menta en Troyes y agricultor pequeño en Francia, estableció un ingenioso experimento con 120 parcelas en forma de plato. Los tratamientos incluían cinco diferentes tratamientos de materia orgánica, cuatro de semillas de trigo y seis épocas de siembra. Su experimento dio valiosa información y la técnica de su diseño de campo se consideró como una contribución grande. Arthur Young (1741-1820), agricultor inglés, condujo muchos experimentos en materas en las cuales quiso encontrar las sustancias que mejoraran el rendimiento de las cosechas. Uso carbón vegetal, aceite de tren, gallinaza, licor de vino, nitrato, pólvora y cáscara de ostra. En su volumen 46 de Anales de la Agricultura ejerció una influencia considerable sobre la agricultura inglesa. Walerius, profesor de química en Upsala, concluyó en 1761 después de analizar plantas que el humus era la fuente de su alimento mientras que los otros constituyentes del suelo elaboran la mezcla adecuada de alimento, lo disuelven y atenúan hasta que pueda penetrar en la raíz de la planta. De este modo, la cal y
probablemente las sales ayudan a solver la potasa y evitar que sea lavada por la lluvia; la arena mantiene el suelo suelto y permeable al aire y al agua. El Conde Dudonald en 1795, añadió los fosfatos alcalinos a la lista de sales nutritivas pero le concedió importancia primordial al humus como alimento vegetal. Francis Home, inglés, alrededor de 1775 dijo que no había un solo principio de vegetación sino muchos. Entre los que incluyó estaban el aire, el agua, la tierra, el aceite, el fuego y las sales de diferentes clases. Entre 1700 y 1770 se hicieron muchos trabajos para conocer los efectos de la vegetación sobre el aire, los cuales condujeron a revolucionar las ideas acerca del papel de las plantas en la purificación del mismo. Joseph Priestly (1733-1804) clérigo y químico inglés alrededor de 1775 observó que los retoños y ramitas de la menta purificaban el aire, lo cual le sugirió que las plantas reversaban el efecto de nuestra respiración. Fue el que realizó la primera etapa para la clasificar el proceso de fotosintesis. Jan Ingenhouse (1730-1799) demostró que la purificación del aire se producía solamente por las plantas verdes en la presencia de la luz y que el aire no se purificaba en la oscuridad. Jean Senebier (1742-1809), clérigo suizo, librero y científico fue el primer investigador en tener un punto de vista razonable sobre la fotosíntesis, encontró que la cantidad de oxigeno expelido por hojas verdes mantenidas en agua era proporcional a la concentración de oxido de carbono disuelto en la misma. Como sus predecesores, Senebier no utilizo los términos oxigeno y dióxido de carbono. Theodore de Saussure demostró en Ginebra alrededor de 1804 que las plantas absorbían oxigeno y liberaban anhídrido carbónico o CO2, tema central de la respiración. Mostró además que las plantas absorberían CO2 con la liberación de oxigeno en presencia de la luz y que si las plantas se mantenían en una atmósfera libre de CO2 morirían. Concluyó que el suelo suministraba solamente una pequeña fracción de los nutrientes requeridos por las plantas y que el carbón que estas contenían provenía del aire y que el sol suministraba tanto potasio como nitrógeno a las plantas. Sir Humprey Davy (1778-1829) en su publicación elementos de química agrícola en 1813, aseguró que mientras algunas plantas podrían recibir el carbono del aire, la mayor porción de este elemento las tomaban a través de las raíces. J.B. Boussingault empezó una serie de experimentos de fertilización en Alsacia usando los métodos cuantitativos de Saussure. Su trabajo cubrió un amplio rango de agricultura y trató sobre la composición de los cultivos en diferentes estados de
crecimiento. Se le reconoce mundialmente como el padre de los experimentos de campo. Justus Von Liebig (1803-1873) químico alemán y padre de la química agrícola explotó efectivamente el mito del humus. Aseguró que: a. La mayor parte del carbón en las plantas proviene del CO2 de la atmósfera. b. El hidrogeno y el oxigeno vienen del agua c. Los metales alcalinos se necesitaban para neutralizar los ácidos orgánicos en las plantas d. Las plantas absorben cualquier cosa indiscriminadamente del suelo pero excretan a través de sus raíces aquellos materiales que no le son esenciales. Liebig es ampliamente conocido por su famosa “ley del mínimo” y por la primera fabricación de fertilizante. Gilbert y Lawes establecieron la estación experimental agrícola Rothamsted Agricultural Experiment Station en 1843. Vale la pena mencionar que este centro experimental todavía funciona. Thomas Way, inglés que en 1852 demostró el fenómeno del intercambio catiónico cuando redujo la perdida de amonio del estiércol con la adición de suelo. Theodore Schloessing y Alfred Muntz, dos bacteriólogos alemanes, purificaron en 1878 el agua del residuo de establo y concluyeron que la nitrificación era el resultado de la acción bacterial. Robert Warrington de Inglaterra un poco después demostró que la nitrificación de los suelos era un fenómeno de dos fases de amonio a nitritos y luego a nitratos. Más adelante demostró que el proceso se podía detener por bisulfato de carbono o cloroformo y que podía empezar nuevamente con la adición de una pequeña cantidad de suelos sin esterilizar. S. Winogradsky 1890 fue el primero en aislar los organismos responsables de la nitrificación y concluyó que eran bacterias. Hellriegel y Wilfarth, dos alemanes que en 1886 concluyeron que las bacterias tenían que estar presentes en los nódulos de las raíces de las leguminosas y que estos organismos asimilaban el nitrógeno gaseoso de la atmósfera. M. W. Beijerinck fue el primero en aislar la bacteria simbiótica conocida hoy como Rhizobium. V.V. Dokuchaev, un geólogo ruso que fue empleado en 1882 por su gobierno para hacerse cargo de su programa de clasificación de suelos, concluyó que el
concepto de suelo como un cuerpo independiente natural tenía un grado de organización interna expresado en el perfil y sus horizontes. Esta fue la mayor contribución de este científico a la escuela de la Pedología. E. W. Hilgard (1833-1916), trabajó en la Universidad de California e investigó el análisis del suelo. Invocó el uso del HCL con una gravedad específica de 1.115 para mejorar los resultados en el análisis de suelos. Milton Whitney (1860-1927) jefe de la Oficina de Suelos de los Estados Unidos concluyó que el suministro total de nutrientes en el suelo era inextinguible y que el factor más importante desde el punto de vista en la nutrición de las plantas era la tasa a la cual estos elementos entraban en la solución del suelo. C.G. Hopkings de la Universidad de Illinois estuvo en completo desacuerdo con Whitney y argumentaba que el cultivo continuo agotaba los nutrientes esenciales en el suelo. Recomendó el uso de cal y fósforo en los suelos de Illinois. En 1913 apareció el primer Journal of Ecology en el cual se empezaban a mostrar los problemas del planeta. Albert Howard en 1920 introduce el concepto de agricultura orgánica después de trabajar muchos años en la India y haber observado cuidadosamente las practicas agrícolas de los agricultores. Prescribió la importancia del mantenimiento de la vida biológica en el suelo. En el contexto americano y en especial para el neotrópico el referente obligado es Víctor Manuel Patiño (Mejía, 1998), el cual realiza un esbozo del panorama de los recursos naturales en Colombia, que consulta entre otros los factores que el llama geo-socio-políticos (Patiño, 1980), haciendo un recuento histórico del proceso del uso o dilapidación de las riquezas extractivas atendiendo a la realidad histórica del mayor espacio geográfico y cultura que abarcó Colombia en el pasado. En los aspectos tecnológicos de la cultura material Patiño (1992) en el campo de la tecnología, la define como la aplicación intencional de conocimientos y acciones por parte del hombre, para producir objetos o resultados prácticos, a partir de recursos naturales o de situaciones preexistentes, considerando cuatro elementos involucrados en la misma (Patiño, 1992a: 15): “a) la presencia inmediata de seres o cosas sobre los cuales se puede actuar para modificarlos y convertirlos en presas, objetos o resultados útiles para el hombre; b)El conocimiento que este tenga en una etapa dada, acerca de los fenómenos naturales, esto es, su herencia o bagaje cultural; c) la intención y decisión de aprovechar los recursos conocidos; d) la inventiva, recursividad y habilidad manual del hombre para sacar el mejor partido de los medios u objetos disponibles, o para procurar los que no tiene. El primer elemento constituye el recurso; los otros tres
son aspectos de la cultura humana que obran sobre el primero, apropiándolo, modificándolo o transformándolo”. Un elemento complementario dado por Patiño es su análisis sobre la mentalidad indígena y su aplicación al comercio (Patiño, 1992b) en la medida que es esta actividad en donde se realiza la producción fruto de las aplicaciones tecnológicas. Patiño reconoce la carencia de información al respecto y como entre la mayoría de los autores hay un consenso de la no existencia de tendencias equiparables al mercantilismo y mucho menos al capitalismo europeo. En su último trabajo (Patiño, 2007) en la parte segunda titulada tecnología, hace un análisis histórico tras una exhaustiva consulta de documentos sobre la tecnología entre las épocas prehispánicas y colonial dividiéndola en: a) Agricultura de temporal, en la cual considera los sistemas de preparación del sustrato, la siembra, plante, cuidados, defensa, cosecha, almacenamiento y preservación de productos. b) La arboricultura, fruticetocultura y subfruticetocultura, en donde trabaja el cultivo de especies perennes, frutales y otros. c) La zoonomía, zootecnia y zoocría en la cual presenta la zoonomía y zootecnia indígenas y la zoocría. Saliéndose del análisis de los períodos de la conquista y colonia, es importante reseñar su trabajo histórico sobre el sector agropecuario en el período republicano en Colombia (Patiño, 2002 a), en el cual trabaja el conocimiento y su aplicación, en especial sobre el quehacer agropecuario haciendo un recorrido por los aspectos químicos, biológicos y de utensilios referidos a la tecnología agropecuaria disponible y existente durante el período analizado. 3. LA TECNOLOGIA AGROPECUARIA EN EL VALLE DEL CAUCA Según Toro y García (2009), en Colombia de acuerdo con lo que se ha podido recopilar desde Alexandre Von Humbolt, A. Bonpland y el sabio Francisco José de Caldas, a partir de 1801 promovieron el uso de abonos orgánicos, cosa que realmente no era ninguna novedad puesto que los fertilizantes sintéticos se iniciaron a partir del año 1827 con la fabricación de la urea. También es notable la labor de Tulio Ospina, Jorge Tadeo Lozano, Ciro Molina Garcés, José Manuel Restrepo, Juan María Céspedes, Salvador Camacho Roldan y Víctor Manuel Patiño. Sobre la educación y el desarrollo agropecuario en el Valle del Cauca la obra de de valencia Llano (2007) hace un recorrido cronológico sobre este tópico, el cual es válido citar:
En la década de 1920 se inició el proceso de modernización de la agricultura y de la vida rural en el departamento del Valle del Cauca. El Gobernador Manuel Antonio Carvajal con el apoyo del Diputado Carlos Holguín Llórela creó mediante la ordenanza 21 de 1926 la Secretaría de Industrias del departamento (hoy Secretaría de Agricultura y Pesca del Departamento) el primer Secretario fue Ciro Molina Garcés (18 de octubre de 1926). La experiencia observada en los países con mayor avance agrícola estimuló la creación de granjas experimentales por lo que fue promulgada la Ley 74 de 1926, que en su artículo I afirmó: “El Gobierno procederá a fundar una granja experimental en cada uno de los departamentos (…). En las granjas se establecerán estaciones de reproducción de ganado vacuno, ovino, equino y porcino, que funcionará de acuerdo con los decretos reglamentarios (…). En las citadas granjas habrá también viveros y una sección avícola para la propagación de aves de raza de alto valor industrial”. En 1926, Carlos Holguín Lloreda miembro de la Cámara de Representantes, logró aprobar la Ley 41 sobre la creación de la Granja Algodonera del Valle. Gracias a la visita de la Misión Algodonera Inglesa, de Manchester, dirigida por Arnord Pearse, quien en un informe señaló al Valle del Cauca como centro agrícola de primera magnitud, destacando las ventajas como emporio algodonero. También Valencia Llano (2007) hace un recuento cronológico del proceso de divulgación Agropecuaria: Buscando fortalecer la educación agrícola en pro del desarrollo, en 1927 se publican numerosos boletines y artículos sobre baldíos, carbón bacteridiano, café, tabaco, defensa pecuaria, almanaques rurales, métodos de cultivo, posibilidades económicas del Valle etc, relacionados con el desarrollo rural. En la administración del Gobernador Carlos Holguín Lloreda se compró una imprenta para el departamento en 1927, luego se editaron diversas publicaciones: El cultivo racional del cafeto, El cultivo racional del Tabaco, El cultivo racional del cacao, Análisis de tierra, Erradicación de garrapatas, etc. lo que inició diversas publicaciones, entre otras las relacionadas con la educación y el desarrollo agropecuario por ejemplo: Asuntos agrarios y económicos (1930); Plan de estudios y programas para las escuelas urbanas (1932); ABC del campesino (1935); Revista de agricultura y ganadería (1942); Peces de agua dulce (1943); Manual de química agrícola (1944); Cartilla sobre viveros forestales (1945); Oleaginosas vallecaucanas (1952), entre otras. Para formar un capital humano necesario para el desarrollo agropecuario que se buscaba impulsar en el departamento, Valencia Llanos anota:
Esto se dio gracias al apoyo de diversas fundaciones: la Fundación Rockefeller, la Fundación Guggenheim etc., en el departamento del Valle del Cauca se otorgaron becas para agrónomos, veterinarios y otros vallecaucanos, para realizar estudios de especialización en el exterior en áreas como Fitopatología, Virología, Entomología Económica, Arroz, Frutas Tropicales y Problemas Forestales, Cultivo de Cacao, Viticultura y Enología, Industria Azucarera, Genética, Tabaco, Economía Rural, Pedología, Hidráulica y Administración Rural. Ciro Molina en 1927 envió a Carlos Duran Castro al exterior a estudiar las instituciones agrícolas de investigación más adelantadas, y adquirir los mejores elementos y equipos con que establecer los laboratorios de química y suelos. En 1928 el gobierno departamental del Valle del Cauca en asocio con el Ministerio de Industrias, adquiere en Palmira los terrenos (417 plazas) para crear una Granja Agrícola del Departamento, denominada Estación agrícola experimental del Valle, cuyo primer director fue Carlos Duran Castro. Para dicha época se promulgó la llamada “Ley de Emergencia”, por lo cual se abrieron las aduanas a productos foráneos. Las industrias agropecuarias habían llegado a la postración. Durán propuso que se trajera una misión de expertos en problemas agrícolas económicos y sociales, de algún país tropical y se escogió a Puerto Rico. En 1929 la Misión Agrícola de Puerto Rico, presidida por Carlos E. Chardón, realizó el estudio titulado: Reconocimiento Agropecuario del Valle del Cauca. La granja experimental se inició con la siembra de caña de azúcar. La Secretaría de Industrias, introdujo razas de ganado bovino (Holstein, Shorthorn y Charollaise); organizó el servicio veterinario; propuso mejorar el café vallecaucano; importó instrumental científico, semillas, vacunas, insecticidas, fungicidas; contrató estudios geológicos; se distribuyeron variedades mejoradas de plantas de caña, arroz, fríjoles, soya, pasto de corte, tabaco, frutales injertados; patrocinó la llegada de la colonia japonesa que contribuyó al mejoramiento de la agricultura. En 1929 participó en la inauguración de la Sociedad de Agricultores del Valle, donde se organizaron los agricultores con visión empresarial. Continuando con la formación agrícola a nivel superior se realizaron varias acciones (Valencia, 2007): En 1930 fue suprimida la Secretaría de Industrias y sus funciones por disposición del Gobernador Salvador Iglesias, pasaron a depender de la Secretaría de Gobierno. Luego se volvió a crear en 1931, desapareciendo definitivamente dos años después. En 1934 es restablecida como Secretaría de Agricultura y Comercio (Ordenanza 3 y 11 de 1934), bajo gestión del Gobernador Demetrio García Vásquez, quien fundó la Escuela de Agricultura Tropical, matriz de la Facultad de Agronomía del Valle, el mismo gobernador tramitó el traspaso de la Granja de Palmira a la Nación.
El 20 de agosto de 1934 el Gobernador Luís Felipe Rosales mediante el decreto 226, creó la Escuela Superior de Agricultura Tropical (ESAT) en la ciudad de Cali, que luego es trasladada a la ciudad de Palmira con la contribución de misiones norteamericanas de las Universidades de Michigan y Nebraska y con el apoyo financiero de las fundaciones Rockefeller y Kellog buscando transformar la agricultura con el apoyo de las ciencias y técnicas experimentales. Con la Ley 132 de 1931, el gobierno nacional buscó fortalecer el desarrollo agrícola en el departamento, en su artículo 10 afirma “La enseñanza superior de agricultura, se llevará a cabo en la escuela de agricultura de Medellín que está funcionando actualmente y en las escuelas de agricultura que se abrirán en las Estaciones agrícolas de Palmira y la Picota (…)” y en el artículo 18: “La reunión en un mismo centro, de una estación o granja agrícola y al servicio de divulgación correspondiente, se denominará Instituto Agrícola. El Gobierno procederá a completar a la mayor brevedad, los institutos agrícolas de Bogotá, Medellín y Palmira”. Gracias a la voluntad del Gobierno al expedir la Ley 132 de 1931, se compró un lote de 26 plazas anexo a la estación agrícola experimental de Palmira, para construir la Escuela Superior de Agricultura Tropical (ESAT). Lo anterior indicó una visión que buscó promover la investigación en las granjas experimentales; llevar el conocimiento científico generado a las aulas de clase, promoviendo la educación agrícola a un nivel superior y mediante publicaciones difundir el conocimiento generado por los investigadores a los agricultores. Con el espíritu reformador expresado en el Decreto 1283 de 1935 durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo, el Congreso promulgó la Ley 68, conocida como Ley Orgánica de la Universidad Nacional. Se impulsó la autonomía universitaria, la educación laica, la libertad de cátedra, las libertades académicas y se reconoció la participación de los profesores y alumnos en la dirección del claustro. La reforma del 35 significó la apertura de la Universidad hacia nuevas corrientes del pensamiento y de la ciencia, con lo anterior el gobierno buscó la actualización de los estudios superiores con el nivel de las ciencias y doctrinas de los países desarrollados para apuntalar su proyecto de sociedad capitalista desarrollada. En 1942 la Gobernación del departamento del Valle del Cauca contrató al geobotánico español José Cuatrecasas para fundar la Comisión Botánica del Valle y organizar el herbario departamental. El concepto de cadena agroindustrial empezó a materializarse en el Valle del Cauca con la construcción en el municipio de Bugalagrande de la empresa Nestlé después de 1945 para que estableciera la fábrica de leche en polvo, y Nescafé en beneficio de la producción de café y leche; gracias a la vocación de la zona de
ladera para producir café y la zona plana para producir leche de ganado bovino, la fábrica posibilitaría la transformación de la producción primaria, con miras a satisfacer las demandas del mercado nacional e internacional, lo que permitiría su comercialización. Duran Castro expuso la necesidad de educar a los futuros agricultores, sin pretender formarlos como profesionales agrícolas, sino preparar al niño para ser un agricultor, adelantado en su localidad donde los programas de estudio se basan en los cultivos y en la industria animal propios de la región o en los que pueda introducirse a ella con ventaja económica; por tal razón se crearon varias instituciones educativas como: la Granja Escuela Vocacional de Roldadillo; la Escuela Normal Vocacional Agrícola de Buga y en el municipio de Bugalagrande se creó un internado a cargo de la comunidad salesiana. Con una educación técnica los futuros agricultores seleccionarían los cultivos más comerciales y podrían incrementar la productividad por área. Molina en 1944, como secretario de industrias planteó la necesidad de crear algunos servicios oficiales para intensificar la producción agrícola en el Valle del Cauca, teniendo en cuenta la calidad de los suelos, diversidad de los climas etc. Expuso que esta es la zona ideal para producir entre otras especies: bananos, palmas oleaginosas, especias, nueces comestibles, fibras duras, plantas insecticidas, bebidas, plantas aromáticas y esenciales, gomas, maderas, orquídeas, cacao, tabaco, caña, yuca, plátano, oleaginosas (ajonjolí, maní, girasol, higuerilla), fibras, frutas tropicales, café, trigo y papa. Molina en 1946, afirmó que con el objetivo de educar y formar al personal llamado a realizar los proyectos del futuro desarrollo agrícola de las zonas cálidas del país, la Facultad de Agronomía en Palmira, ofrecería campo propicio como una de las de mayor importancia en la Universidad Nacional, a la cual quedó definitivamente incorporada. Durante estos 73 años la ESAT fue trasladada del departamento del Valle del Cauca a la Nación; de la Secretaría de Agricultura Departamental al Ministerio de Agricultura, y luego su integración a la Universidad Nacional de Colombia, lo que la señala en los nombres sucesivos: Escuela Superior de Agricultura Tropical (ESAT) (Decreto 226 del 20 de agosto de 1934); la Facultad de Agronomía del Valle (ordenanza 63 del 23 de Junio de 1944); la Facultad de Agronomía del Valle de la Universidad Nacional (1945) y la denominación a partir de 1970, Facultad de Ciencias Agropecuarias, de allí surgieron carreras como Ingeniería Agronómica, Ingeniería Agrícola, Zootecnia y profundización en programas de Ciencias Agrarias a nivel maestría y doctorados. En la década de 1990, la Facultad de Ciencias Agropecuarias se transforma en Sede de la Universidad Nacional de Colombia y surgen tres nuevas carreras: Ingeniería Agroindustrial, Diseño Industrial y Administración de Empresas.
Con la visión futurista de los gobiernos locales y el Secretario de Industrias Ciro Molina Garcés, se plasmó la visión de futuro para el desarrollo agrícola del departamento del Valle del Cauca, con enfoque de cadena agroindustrial. Paralelamente (Toro y García, 2009) en 1950 nació la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca CVC, cuando fue evidente la necesidad de integrar los estudios de proyectos eléctricos, irrigación, drenaje, rectificación de carreteras y mejoramiento de los suelos. Esto se hizo gracias a la gestión de Ciro Molina Garcés, Harold Eder, Manuel Carvajal y José María Guerrero ante el Banco Mundial a través de John McCloy. A partir de allí se hicieron varios estudios entre los cuales se destaca el de David Lillienthal, presidente en ese entonces de la autoridad del Valle de Tenessee. A partir de 1970 y particularmente en el Valle del Cauca han tenido una preponderancia especial las publicaciones, seminarios y todo tipo de divulgación de Jairo Restrepo, Oscar Hurtado Chujfy, gestor y primer director de ASPROME Asociación de Producción y Mercadeo - que nació en 1985; Gustavo Ramírez Castaño, Antonio Rosas Roa, Elsa Nivia, Jairo Gómez, Orlando Zúñiga, Mario Mejía Gutiérrez, Marina Sánchez de Praguer, Luz Dary Ruiz, Jades Jiménez Velásquez, Rodrigo Vergara y María Elena Collazos quienes han liderado y promovido debates sobre la importancia de una fruticultura limpia. 4. LA TECNOLOGIA EN FRUTALES En el campo específico de los frutales existen varios trabajos unos de corte histórico y otros de tipo agronómico, por lo cual se inicia con los primeros. En este sentido la obra de Víctor Manuel Patiño (2002b) trabaja con los nombres indígenas más pertinentes y advierte la limitante de trabajarlos en el vocabulario de las lenguas indígenas, porque muchas ya se han extinguido. Mientras que en un caso opuesto están los vocablos vernáculos del chontaduro, para el cual se hizo una recolección de nombres durante 50 años que a la postre arrojo más de 300 nombres, siendo esta especie el modelo central sobre la que se trabaja y estructura de forma significativa la obra, esto no impidió que se presenten a lo largo del libro más de 1.300 nombres vernáculos. Las restricciones de documentos llevó a que el tratamiento de las especies en términos de extensión sea disímil, pues para el caso de los frutales que son objeto de investigación, para la guanábana se encuentran cuatro páginas (Patiño, 2002b: 71-74) y la guayaba se trata con mayor extensión en 9 páginas (Patiño, 2009b: 190 - 198). El tratamiento para la estructura del libro que consta de tres partes y un apéndice, se inicia con unas generalidades sobre los frutales, en donde se trata en el capítulo uno la visión de los europeos sobre las frutas, para formularse en el
segundo capítulo una visión de conjunto de los frutales americanos. Estructurándose este primer capítulo desde la visión de los europeos sobre las frutas, más que la visión del indio sobre las mismas, lo cual puede ser explicable por la disponibilidad de documentos escritos, los cuales por obvias razones fueron generados por los europeos en gran proporción, se puede hablar de una visión histórica unilateral de los frutales. En el capítulo dos que llama frutales americanos: visión de conjunto, después de una primera conceptualización, la visión se puede decir que es más geográfica que desde los sujetos (europeo e indio), pues se empieza a realizar el análisis fragmentándolo por zonas geográficas, lo cual en cierta forma rompe con el capítulo uno que posee un componente de subjetividad en el análisis histórico que se puede enmarcar de algún modo en la historia de las mentalidades. Realizado esta primera parte el libro, la parte gruesa se estructura sobre dos grandes ejes, los cuales tienen como elemento de segmentación entre ellos o clasificación, la forma de consumo de los frutales, lo cual es interesante, puesto que no recurrió a la tradicional clasificación botánica de grupos, división y clases, sino que por el contrario partió de cómo el sujeto (principalmente el indio y en segundo lugar el europeo) consumía el frutal apara satisfacer esa primera necesidad elemental como es la alimentación. Así, la segunda parte la titula frutos y semillas que se consumen sin preparación previa, lo que hoy conocemos como frutales que se consumen en fresco. Pero, es allí al interior de esta parte donde si hace una clasificación taxonómica basada en grupos, división y clases, la cual es engañosa en el sentido que el tratamiento que hace no es en ningún momento de un botánico, con la excepción de su nombre científico, sino que por el contrario apoyado en documentos analiza principalmente su ubicación geográfica, que es la base del objetivo principal de la obra, los elementos históricos que explican la dispersión geográfica de los frutales. Con estos mismos antecedentes se trabajan los 23 capítulos de la tercera parte que titula frutos que requieren procesos culinarios; se puede considerar que esta parte es una aproximación histórica de los procesos agroindustriales desde su génesis artesanal tanto en los pueblos indígenas como entre los europeos. La obra de Olaya (1991) está organizada en catorce secciones siguiendo el canon botánico, dedicadas respectivamente a frutos como el aguacate, las frutas de la pasión (curubas, badea, granadillas y gulupas), la papaya, las anonas (chirimoyas, anones y guanábanas), la piña, las guayabas, el cacao, las tunas y pitahayas, los frutos comestibles de las solanáceas (lulo, uchuvas y tomate de árbol), las sapotáceas (zapote, níspero y mamey colorado), el marañón, el chontaduro, otras frutas americanas menos populares (como el mamoncillo, el hobo, el zapote negro, el madroño y la guama) a las cuales se unen unas pocas especies
introducidas como la naranja, el tamarindo, las uvas, el coco, el melón, el banano y el mango, que están debidamente arraigadas en suelo americano y que corresponden a cultivos importantes desde el punto de vista de la economía. En la obra de Olaya se encuentra información abundante, debidamente apoyada en una copiosa bibliografía, en la que abundan las citas de los cronistas de las Indias, quienes no encontraban palabras para definir frutos desconocidos y debían darles nombres comparativos con los ya conocidos en otras regiones. Gracias a los viajeros y naturalistas de los siglos XVIII y XIX muchos frutos que hacían parte de la dieta habitual de los americanos fueron conocidos y clasificados por los botánicos y se integraron a la vida habitual de los europeos, incorporándose a la culinaria merced a sus propiedades, aromas, sabores y colores y a las bellas artes y la literatura a través de imágenes y relatos que aumentaron su popularidad. Los detalles de este tránsito cultural que permitió el paso de algunos frutales de las selvas americanas a las mesas europeas, hasta convertirse en cultivos industriales de amplia demanda, constituyen el tema central de este libro. En el campo de lo económico y tecnológico en términos agronómicos (Reyes, García y Muños, 2007) se encuentra que la mayor parte de la producción actual proviene de árboles dispersos en patios ó huertos caseros explotados artesanalmente. En estos huertos se encuentra una mezcla de varias especies, donde generalmente predomina el frutal de la región. Los árboles han sido sembrados con semilla sexual y sin ningún criterio comercial. Este tipo de propagación trae como consecuencia una mezcla de prototipos ó variedades que no permiten hacer un mercado organizado. Además, los árboles obtenidos por semilla sexual empiezan a producir frutos a los 5 ó 6 años, cuando los provenientes de injertos ó multiplicación vegetativa in vitro inician producción al año y medio. Según datos del ICA en el Plan Nacional de Transferencia de Tecnología para el año 1984, indican que el 92.4% de las explotaciones frutículas está en manos de fruticultores pequeños que usan poca tecnología; el 5.3% corresponde a aquellos que usan algo de tecnología y solamente el 2.3% son productores ó empresarios con cultivos tecnificados. En la actualidad esta distribución sigue con muy poca modificación 22 años después. Este tipo de producción atomizada por todo el país plantea un problema adicional para la transferencia de tecnología que es incapaz de llegarle a un sector amplio de pequeños productores. Se estima que un 70% de la producción de frutas proviene de pequeños y medianos productores. Esta producción que es amplia, diversa y dispersa representa igualmente a productores heterogéneos en todo sentido incluyendo lo económico, el grado de desarrollo tecnológico, empresarial, comercial y la
escolaridad, todo lo cual influye también en la diferente capacidad o disposición para adoptar tecnología. De la misma manera, la fruta que producen es de calidad variable, no utilizan el empaque que recomienda la norma técnica, lo cual genera un mercado desorganizado y caprichoso con la correspondiente fluctuación de precios. Lo anterior sucede porque tanto el pequeño como el mediano productor no tienen un acceso fácil a la tecnología que los acomode a sistemas comerciales de producción. También se debe considerar que aún con la tecnología disponible es difícil mejorar significativamente la productividad de los huertos caseros, ya que no fueron sembrados con base en una economía comercial y el uso de algunas prácticas agronómicas aumentaría la producción en un porcentaje relativamente bajo comparado con el uso de las mismas prácticas en huertos comerciales. En relación con la producción de fruta, el volumen es pequeño y tan disperso que estimula la presencia de intermediarios, todo lo cual repercute en el aumento de precios al consumidor. Adicionalmente, la producción es heterogénea tanto en rendimiento como en calidad. Uno de los limitantes socioeconómicos que más ha demorado el desarrollo frutícola en Colombia es la existencia de un sector tradicional y uno moderno que origina un dualismo sectorial. Este dualismo caracteriza la estructura del sector frutícola, el cual a su vez es el resultado de la tenencia de la tierra en el sector agropecuario del país. También se puede decir que el pequeño productor es una consecuencia de la distribución de la propiedad rural en Colombia, pues el 9% de la tierra pertenece al 78% de los propietarios. En el campo específico del desarrollo tecnológico de variedades (Toro y Otros, 2002) anotan para el caso de la guayaba lo siguiente: GUAYABA PALMIRA ICA – I Es una variedad colombiana desarrollada en el ICA Palmira por el doctor Danilo Ríos Castaño. El material original proviene de Baranoa, Departamento del Atlántico de un prototipo regional denominado Extranjero, Trinidad o Pera, sobresaliente por productividad y calidad. Se introdujo a Palmira en 1958 y después de 28 de selección se entregó al productor en Septiembre de 1986.
GUAYABA ROJA ICA – 2 Esta variedad se originó de una introducción que hizo el doctor Dalmo Giacometti del ICA, de Homestead, Florida EE UU como Red 0441 en 1.963 y después de 23 años de selección se entregó al productor colombiano como una variedad estable. Los árboles injertados alcanzan una altura de 7 metros en las condiciones de Palmira a los 12 años de edad. Como la variedad anterior, desarrolla un diámetro de copa de 9 metros, lo cual indica que se debe sembrar en una densidad de por lo menos 100 árboles por hectárea en condiciones similares a las de Palmira Valle. Durante el siglo XX, el único desarrollo tecnológico en guanábano se realizó durante la década de los ochenta y principios de los noventa con la variedad “ELITA” en el vivero Profrutales fundado en 1982, por el científico Danilo Ríos que había formado parte del Staff investigativo del extinto Instituto de Investigaciones Agropecuarias, ICA, hoy Corpoica. Los últimos desarrollos tecnológicos en guanábana y referentes a la reproducción clonal y marcadores moleculares lo ha realizado la Corporación Biotec en el pasado reciente (García, 2004b) REFERENCIAS 1. Bacon, Francis. 1984. Novum organum. Madrid. Editorial Sarpe S.A. 300p. 2. Basalla, George. 1991. La evolución de la tecnología. Barcelona. Editorial Crítica. 292p. 3. Bishop, C.E y Toussaint, W. D. 1986. Introducción al análisis de economía agrícola. México, editorial Limusa. 262p. 4. Boserup, Ester. 1984. Población y cambio tecnológico. Barcelona. Editorial Crítica. 357p. 5. Burke, Peter. 2000. Formas de historia cultural. Editorial Alianza. Madrid. 306p. 6. Caicedo, Hernando. 1965. Ensayos económicos y sociales. Cali. Editorial Norma. 500p. 7. Cardwell, Donald. 1996. Historia de la tecnología. Madrid. Editorial Alianza Universidad. 531p. 8. Córdoba, Jaime y Delgado, Rómulo (editores). 1984. El Valle del Cauca tierras y gentes. Cali. Editorial Feriva-Sociedad de Agricultores y Ganaderos. 175p.
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El servicio público de telecomunicaciones en Colombia: problemas y asimetrías en el modelo de regulación RAÚL TABARQUINO ∗∗ Universidad Santiago de Cali, Cali, COLOMBIA
RESUMEN. En este artículo se analiza el desarrollo del modelo de regulación en la prestación del servicio público de telecomunicaciones en Colombia, a partir de la liberalización de los servicios públicos domiciliarios (SPD) establecida en el marco normativo de la Constitución Política de Colombia de 1991 y la Ley 142 de 1994. Basado en la revisión de la literatura existente sobre la teoría y modelos de regulación en la prestación de SPD, las diferentes resoluciones emitidas por la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones (CRT), los datos arrojados por estudios alternos de organizaciones como la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD), Centro de Estudios sobre Desarrollo Económico de la Universidad de los Andes (CEDE), Asociación Nacional de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (ACODAL) y la Contraloría General de la República, se plantea que el servicio público de telecomunicaciones para el caso colombiano, se encuentra articulado a una política pública que responde al recetario neoliberal, generando problemas y asimetrías de información en el modelo de regulación.
PALABRAS CLAVES: Modelo de regulación económica, telecomunicaciones en Colombia, servicios públicos domiciliarios, políticas públicas. CLASIFICACIÓN JEL: L51, L96, K23.
∗∗
Economista y Magíster en Políticas Públicas de la Universidad del Valle, Cali, Colombia; Director Encargado del Programa de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Santiago de Cali, Cali, Colombia; e integrante del Grupo de Investigación “Gestión y Políticas Públicas” (Categoría A de Colciencias) de la Universidad del Valle, Cali, Colombia. Dirección postal: Calle 25 No. 24B–15, Cali, Colombia. Teléfono: (57 2) 3251727. Correo electrónico: raul.tabarquino00@usc.edu.co.
1. INTRODUCCIÓN En América Latina, durante los años 1980 y 1990, se adelantó un proceso de transformación en las modalidades de prestación de los SPD, cuyo fin era el de introducir la dinámica del mercado en las relaciones sectoriales y reorientar la gestión de las empresas bajo criterios mercantiles. Un ejemplo de esto son los procesos de privatización que se han venido generando desde principios del año 1980 en México y Chile, donde pasaron más de 700 empresas del sector público al privado; y en Inglaterra, cuyo Estado es el de menor participación en el sector productivo; en Argentina, en los años 90, con la privatización del sector de los SPD y el sector financiero; y en la Unión Europea, que tomó la decisión comunitaria de privatizar los servicios de telecomunicaciones a partir de 1996. En este sentido, tal como lo plantea Corrales (2004, p. 3): La nueva modalidad de prestación de los servicios se propone como respuesta a los problemas crónicos que venía presentando el sector en buena parte de la Región, originados por el intervencionismo político y la confusión de roles del Estado en las diferentes funciones asociadas a dicha prestación. De acuerdo con el diagnóstico realizado para la época, ambos elementos generaron prácticas de gestión ineficientes en las operadoras (mayoritariamente de naturaleza pública), subsidios generalizados a la demanda que consolidaron una cultura de no pago y comportamientos ineficientes en los usuarios, y niveles de tarifas bajos que no garantizaban la sostenibilidad económico financiera de los servicios.
En Colombia, durante la administración presidencial del período 1990–1994, César Gaviria Trujillo potenció la acumulación de capital, minimizando el riesgo en el mercado interior y a su vez creó políticas orientadas a reducir la presencia del Estado en sectores como la prestación de servicios públicos, y a generar una mayor competencia a través de la eliminación de barreras arancelarias en sectores de agricultura, industria y servicios. Al respecto, Álvarez (2004, p. 2) argumenta que: La reforma consistió en cambiar el sistema de planeación indicativa, por un “sistema de mercado”, en el cuál las responsabilidades de inversión y producción las tomen agentes privados (y algunos públicos). El papel del Estado central, tal y como la filosofía liberal lo concibe, se reduce a la introducción de un marco normativo en el cuál se adelante la “competencia” y en la introducción de agentes públicos que efectúen las labores de vigilancia (superintendencias) y regulación (comisiones) de la competencia. No obstante, el Estado queda como agente de última instancia para “garantizar” la prestación de los servicios públicos.
La transversalidad de la liberalización de la prestación los SPD en América Latina, especialmente el caso colombiano para telecomunicaciones, se aglomera en tres ejes fuertemente interrelacionados, tal como lo expresa Corrales (2004, p. 3): En primer lugar, la construcción de un arreglo institucional sustentado en un nuevo marco legal, que pauta la adecuada separación de los roles de rectoría, regulación, operación y comercialización y que define claramente los derechos y obligaciones de los diversos agentes sectoriales. En segundo lugar, la implantación de una política y estructura de tarifas que garantice la sostenibilidad económico/financiera a largo plazo y con independencia de la
política social. Y en tercer lugar, en una actividad prácticamente ejercida hasta hace poco por operadores de naturaleza pública, se ha abierto el espacio para la incorporación de operadores privados con el fin de mejorar la eficiencia y calidad de los servicios prestados. Un elemento central del arreglo institucional, lo constituye la creación de organizaciones de regulación especializadas y el desarrollo de prácticas y procedimientos que garanticen la provisión de servicios de calidad al menor precio posible.
En tal sentido, la primera parte del artículo se refiere a los antecedentes del servicio de telecomunicaciones, construido a partir de una mirada histórica; la segunda parte está encaminada al nuevo contexto y normatividad del servicio de telecomunicaciones; la tercera parte se refiere al modelo actual de prestación del servicio; y el cuarto punto describe los problemas del servicio en cuanto su norma y aplicación. 2. ANTECEDENTES DEL SERVICIO PÚBLICO DE TELECOMUNICACIONES EN COLOMBIA El servicio más antiguo en el sector de telecomunicaciones es el de la prestación de telefonía básica que corresponde a la transmisión de llamadas al interior de un municipio, o entre municipios, utilizando una red fija compuesta por centrales de conmutación, entre otros componentes. Arenas (1992, p. 5), anota sobre los orígenes de la prestación de este servicio: (…) se remonta a finales del siglo XIX, época en la cual, como resultado de la iniciativa privada, se crearon empresas telefónicas en algunos municipios como Bogotá, Barranquilla y Cúcuta. En 1891, el departamento de Antioquia creó la primera empresa pública de telefonía del país, destinada a prestar el servicio en el municipio de Medellín. En 1912, existían 12 prestadoras del nivel municipal, la mayoría de ellas de carácter privado.
El crecimiento de la demanda, hacia mediados del siglo XX, supera la capacidad del sector privado, lo cual justifica y afianza la importancia del Estado en cuanto a responsabilidad e inversión pública. Es por tal razón que la mayoría de las empresas privadas fueron municipalizadas para poder enfrentar las crecientes necesidades de capital. Un ejemplo histórico de este proceso se presentó en el año de 1940, cuando la Empresa Telefónica de Bogotá pasó a ser propiedad del municipio. Otro hecho histórico a destacar es que la directriz de municipalización del servicio telefónico estuvo acompañada de la vinculación de colosales proveedoras internacionales, tales como Sony Ericsson y Siemens, donde su papel clave fue la venta a las empresas de telecomunicaciones municipales de los equipos necesarios para la expansión y modernización de las redes (CEDE, 2005, p. 7). La primera manifestación de la prestación del servicio de larga distancia o servicio interurbano en Colombia se da en 1916 con la fundación de la Empresa de Teléfonos de Santander, con cubrimiento regional en seis Municipios del Departamento. De este modo, tal como se expresa en el estudio realizado por
CEDE (2005, p. 7), “ese servicio, cuyo monopolio había sido reclamado por el Estado en la Ley 98 de 1892, fue descentralizado en 1921 mediante la Ley 41 que facultó a los departamentos la construcción y operación de las redes de larga distancia en sus respectivas jurisdicciones. En 1929, se conformó la primera empresa interdepartamental del país, la Compañía Telefónica Central, propiedad de inversionistas norteamericanos”. La Ley 6 de 1943 nacionalizó las telecomunicaciones, autorizando al gobierno a comprar empresas existentes y a crear una empresa que unificara los servicios bajo el control estatal. Por tal razón, en 1947, se crea la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (TELECOM) con autonomía administrativa y patrimonio propio, a partir de la compra de los activos de la Compañía Telefónica Central. Esta empresa de naturaleza estatal integró los servicios de larga distancia tanto telegráficos como telefónicos y también asumió con el paso de los años, en ciertas regiones del territorio colombiano, la prestación del servicio de telefonía local y rural. En tal sentido, Arenas (1992, p.12) rescata el impacto positivo que tuvo esta empresa en el mercado de las telecomunicaciones del país: Cabe resaltar que la presencia de TELECOM como prestadora de servicios de telefonía local, además de dinamizar el sector, posibilitó aumentos importantes en cobertura. Para 1992, esta empresa había constituido 11 sociedades regionales de telecomunicaciones, conocidas como empresas teleasociadas, que operaban 182 mil líneas. De igual manera, operaba directamente el servicio en 428 cabeceras municipales, con 394 mil líneas.
No obstante, a pesar del importante crecimiento de TELECOM por el esquema monopólico estatal de telecomunicaciones, el sector mostraba problemas que se constituían en un rezago importante de cobertura. Para 1990, existían 2.8 millones de líneas instaladas en el país (Gráfica 1), con una densidad telefónica de apenas 8 líneas por cada 100 habitantes (Gráfica 2), lo cual reflejaba el déficit existente en el acceso a la prestación del servicio en varias regiones del país, como lo demuestra el Departamento Nacional de Planeación (DNP, 1997)
Gráfica 1. Número de líneas instaladas en Colombia (1960–1994)
Fuente: Tomado de DNP–CEDE (2005, p.9)
Gráfica 2. Densidad telefónica en Colombia en número de líneas por cada 100 habitantes (1960–1994)
Fuente: Tomado de DNP–CEDE (2005, p.9)
Por otra parte, las bases para la participación privada y la eliminación de los monopolios se instituyen en el artículo 4 del Decreto 1900 de 1990 que estableció que “Las telecomunicaciones son un servicio público a cargo del Estado, que lo
prestará por conducto de entidades públicas de los órdenes nacional y territorial en forma directa, o de manera indirecta mediante concesión”. De tal modo, este decreto clasificó los servicios de telecomunicaciones de la manera como se muestra en el Cuadro 1: Cuadro 1. Clasificación de los Servicios de Telecomunicaciones Categoría Servicios Básicos
Servicios de Difusión Servicios Telemáticos
Servicios de Valor Agregado Servicios Auxiliares Servicios Especiales
Servicio Telefonía Fija Telefonía Móvil Telefonía Móvil – celular Telegrafía y Telex Televisión Radio Telefax Videotex Datafax Correo Electrónico Transferencia Electrónica de Fondos Meteorología Navegación Aérea o Marítima Radioaficionados Investigación
Fuente: Tomado del Decreto 1900 de 1990. Por su parte, la Constitución de 1991 en su artículo 365 establece que “los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado. Es deber del Estado asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional”. En tal sentido, los servicios públicos están sometidos al régimen jurídico que fije la ley, y pueden ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por comunidades organizadas, o por particulares. En todo caso, el Estado debe mantener la regulación, el control y la vigilancia de dichos servicios. Si por razones de soberanía o de interés social, el Estado – mediante ley aprobada por la mayoría de los miembros de una y otra cámara – por iniciativa del Gobierno, decide reservarse determinadas actividades estratégicas o servicios públicos, deberá indemnizar previa y plenamente a las personas que en virtud de dicha ley queden privadas del ejercicio de una actividad lícita. Posteriormente, el Decreto 2122 de 1992 le asignó nuevas funciones al Ministerio de Comunicaciones creando nuevas dependencias entre las cuales se encontraba la CRT como Unidad Administrativa Especial. Así mismo, la Ley 37 de 1993 que reglamentó la prestación del servicio de Telefonía Móvil Celular, también incluyó la figura de los contratos de asociación Joint Venture, mediante los cuales una entidad estatal se puede asociar con agentes privados para la prestación de los servicios, compartiendo los ingresos y riesgos propios del negocio. Con esta figura, se abrió la posibilidad de que los particulares entraran a prestar, en asocio con empresas estatales, servicios de telecomunicaciones (CEDE, 2005, p. 14).
Lo que se puede notar, desde los primeros años de la década del 90, es la tendencia de crecimiento acelerada, reflejada principalmente en el aumento de la capacidad instalada de nuevas líneas, que de 2.8 millones de líneas en planta interna en 1990 se pasó a 3,5 millones en 1994, a 7.7 millones en 1998 y a 9 millones en el 2001, para una tasa de crecimiento promedio anual de 10.4%, (1990–1998) y 9.7% (1998–2001), lo que llevó a que el país prácticamente triplicara su capacidad instalada en 10 años. Tal dinámica de crecimiento se puede apreciar en el Cuadro 2. Cuadro 2. Líneas en servicio e instaladas en Colombia, 1990–2001 Año
Líneas Instaladas
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
2.851.021 3.071.628 3.371.188 3.839.545 4.281.027 4.904.746 5.696.480 6.523.043 7.691.633 8.397.393 8.725.386 9.026.070
Tasa de crecimiento Líneas Instaladas 7.7% 9.8% 13.9% 11.5% 14.6% 16.1% 14.5% 17.9% 9.8% 3.9% 3.4%
Líneas en Servicio
2.407.789 2.633.418 2.881.764 3.051.797 3.509.129 3.972.845 4.645.453 5.372.127 6.340.882 6.771.858 7.027.467 7.371.545
Crecimiento Anual Líneas en Servicio
Población
Densidad Telefónica
Tasa de Densidad
9.3% 9.4% 8.9% 15.0% 13.2% 16.9% 15.6% 18.0% 7.6% 5.1% 2.8%
35.434.566 36.092.470 36.762.586 37.664.711 38.132.974 38.558.195 39.281.340 40.018.837 40.772.994 41.539.011 42.299.301 43.070.703
6,8 7,3 7,8 8,3 9,2 10,3 11,8 13,6 15,9 16,2 16,9 17,1
7.4% 7.4% 6.4% 10.6% 11.7% 14.9% 14.8% 17.1% 1.9% 4.3% 5.6%
Fuente: CEDE (2005, p. 9). En lo concerniente a la regulación, se puede decir que con la expedición del Decreto Ley 3069 de 1968, se dio el primer intento para ordenar de manera general las tarifas de servicios públicos, creándose para ello la Junta Nacional de Tarifas de Servicios Públicos, adscrita al DNP, con el fin de regular, vigilar y controlar la prestación y cobro de los servicios públicos por parte de las empresas municipales, regionales y departamentales. La fijación de las tarifas se ordenó de acuerdo a las capacidades económicas de los diferentes sectores sociales, donde el método elegido para señalar esas diferencias económicas fue el avalúo catastral que se regía por el valor de las viviendas, asumiendo que éste reflejaba de forma adecuada el nivel de ingreso de las familias. De este modo: El avalúo catastral, no obstante, se mantuvo en la estructura tarifaría durante quince años, pues fue sólo hasta 1983 cuando la Ley 14 de ese año (Artículo 24) prohibió fijar las tarifas con base en éste. Se adoptó entonces un método diferente para señalar las distintas capacidades de ingreso, al cual se ligarían las tarifas: la Estratificación Socioeconómica de las viviendas – realizada con base en los materiales utilizados en la construcción, los acabados, la ubicación dentro de la ciudad, sus vías de acceso y su disponibilidad de servicios públicos –. Sin embargo, en un principio sólo el servicio de energía eléctrica fijó sus tarifas bajo este criterio (CINARA, 1994, p.13).
Sin embargo, este método no tardó en acarrear problemas, especialmente ligados a los procesos de comercialización de las viviendas como única fuente de actualización del sistema, pues mientras más recientemente se hubiese realizado una transacción del inmueble, más se actualizaba y se incrementaba su valor. Esto conllevó a la generación de profundas desigualdades ligadas a la presencia de tarifas bajas en viviendas de familias con alta capacidad de pago, pero sin transacción reciente; y tarifas altas en viviendas de familias pobres transadas recientemente. Como finalidad se puede observar, que la información de los antecedentes del servicio de telecomunicaciones en Colombia se encuentran referenciados de manera clara, a pesar de los diferentes cambios estructurales que ha tenido el servicio, demostrando que si es una finalidad de rentabilidad y desarrollo estratégico para cualquier región. 3. UN NUEVO CONTEXTO DE PRESTACIÓN DEL SERVICIO PÚBLICO DE TELECOMUNICACIONES 3.1 Estado, política pública y regulación Con el fin de dilucidar y analizar el nuevo contexto en cuanto a la prestación del SPD de telecomunicaciones en Colombia, es importante hacer una breve reseña de la teoría de política pública y de regulación; a continuación se hará referencia al trabajo de dos autores muy conocidos por el estudio de aquellas: a) El profesor André-Nöel Roth Deube (2004, pag.23), según el cual “una política pública parte de la existencia de un conjunto conformado por uno o varios objetivos colectivos considerados necesarios o deseables y por medios y acciones que son tratados, por lo menos parcialmente, por una institución u organización gubernamental con la finalidad de orientar el comportamiento de actores individuales o colectivos para modificar una situación percibida como insatisfactoria o problemática". En tal sentido, el análisis de las políticas públicas corresponde a “una disciplina que permite adquirir conocimiento sobre el Estado mismo a partir del análisis de sus actuaciones concretas”. Lo anterior, dado que tiene como objeto de estudio el conjunto de dispositivos conformado por las siguientes variables: i) los objetivos colectivos que el Estado considera como deseables o necesarios, incluyendo el proceso de definición y formación de éstos. ii) Los medios y acciones procesadas, total o parcialmente, por una institución u organización gubernamental. iii) Los resultados de estas acciones, incluyendo tanto las consecuencias deseadas como las imprevistas. b) Por su parte, el profesor Eugenio Rivera Urrutia (2004), cita tres puntos de vista del concepto tradicional de la regulación, a saber:
1. A. E. Kahn en su libro The Economics of Regulation: Principles and Institutions (1993) señala que ‘la esencia de la regulación es el reemplazo explícito de la competencia por las órdenes gubernamentales como el mecanismo principal que asegura un buen desempeño’. Kahn define la regulación de las empresas de utilidad pública por la acción de los reguladores señalando ‘la prescripción gubernamental directa de los principales aspectos de su estructura y desempeño económico [...] control de la entrada, fijación de precios, prescripción de la calidad y condiciones de servicio y la imposición de la obligación de servicio en condiciones razonables’. El objetivo de tales regulaciones era, explícitamente, mejorar la eficiencia en la asignación de los recursos, dadas las significativas economías de escala y la eficiencia productiva en el contexto de la ausencia de presiones competitivas y prevenir la ‘competencia excesiva’, que llevaba a menudo a guerras de precios, y asegurar el acceso universal a los subsidios (Spulber, 1989). 2. La ‘Era de la regulación’, que Chang (1995) ubica entre 1945 y 1970, se caracterizó por un crecimiento acelerado y alta prosperidad en los países desarrollados. Durante buena parte del período, el sistema regulatorio trabajó bastante bien en Estados Unidos y la propiedad pública sobre importantes industrias en Europa generó también resultados positivos. La situación empezó a cambiar desde fines de la década de 1960, cuando los países industrializados enfrentaron importantes crisis. El fortalecimiento de la capacidad de negociación de los trabajadores en un contexto de pleno empleo, el deterioro del desempeño económico global y los problemas fiscales llevaron al colapso de los arreglos corporativistas establecidos luego de la guerra. El cambio en el clima político se expresó en el fin del gobierno socialdemócrata sueco en 1976, luego de 50 años de gobierno ininterrumpido, el inicio de un proceso desregulador masivo en el gobierno de Carter en Estados Unidos y en la política de privatizaciones de la administración Thatcher en Gran Bretaña (Chang, 1995). 3. En el caso de los países subdesarrollados, según el Banco Mundial, dos razones principales pusieron en cuestión este modelo: i) El crecimiento de una clase empresarial, la ampliación de los mercados y la reducción de los costos de transacción, resultados todos de la propia política pública, disminuyeron la necesidad de un involucramiento productivo directo e indirecto por parte del Estado. ii) El rápido progreso tecnológico, la globalización de la economía y el aumento del valor de la información implicaron que la situación competitiva de las firmas y países empezara a estar determinada por su habilidad para responder con rapidez a las tendencias tecnológicas y de los mercados.
En este sentido, a comienzos del decenio de 1990, ocurrió algo en Colombia que para la mayoría de los ciudadanos pasó desapercibido: el Estado dejó de realizar algunas funciones que desde hacía ya más de cuatro décadas venía ejecutando. Tal es el caso de la provisión monopólica de los SPD (acueducto, alcantarillado, electricidad y telecomunicaciones, entre otros) que antes eran suministrados exclusivamente por el Estado y que ahora pasaron a ser funciones también de la empresa privada. El Estado se convirtió esencialmente en agente planificador, regulador, vigilante y controlador de las acciones del sector privado (Sánchez y Villegas, 2001). Por ello, el análisis del nuevo contexto de prestación del SPD de telecomunicaciones, implica la apropiación teórica de la política pública en cuanto a regulación se refiere. Además, según lo plantea Tabarquino (2008, p. 26) en su trabajo de investigación:
(…) se debe estudiar el origen y la relación del término de regulación con las políticas públicas, lo cual comprende y exige la correlación vital de los conceptos de regulación política y regulación económica o economía de la regulación, donde la primera desarrolla y referencia conceptos como economía política, Estado, mercado, institución; y la segunda, referencia conceptos de precio o tarifas, modelos, instrumentos de control, consumidores, inversiones, economía de escala.
3.2. El marco legal Siguiendo los preceptos marcados por la Constitución de 1991 que confieren al Estado la dirección general de la economía y para su operancia le entrega instrumentos de intervención en la esfera privada y facultades de reglamentación, regulación e inspección, se busca la claridad y transparencia del sistema tarifario de los servicios públicos. Para tal fin, en 1994, con la aprobación de la ley 142 de 1994, se inicia el camino para el establecimiento e implementación de la política pública de regulación y los diferentes modelos tarifarios para cada uno de los SPD. Para tal efecto, Varela, 1999. Pág. 4. plantea que: Para retomar el tópico de las políticas públicas en materia de servicios públicos domiciliarios, mencionaré brevemente los ejes centrales de la Ley 142 que fijó los aspectos más importantes que deberían tomar en cuenta los prestadores directos. En esta dirección, cabe destacar cómo la Ley 142 de 1994 parte de una formulación expresa para afirmar el principio de libertad de empresa (Artículo 10) y luego define la función social que posee la propiedad en las empresas prestadoras de servicios públicos (Artículo 11). La ley igualmente pretende restringir el posible abuso de la posición dominante por parte de las empresas prestatarias. Adicionalmente, define qué espacio corresponde al de los servicios públicos domiciliarios, enumerándose los de acueducto, alcantarillado, aseo, energía eléctrica, distribución de gas combustible, telefonía fija pública básica conmutada, telefonía local móvil en el sector rural
La Ley 142 de 1994 de SPD, en su artículo 88, define de manera muy precisa los esquemas generales de regulación a los cuales se pueden someter las empresas de servicios públicos y el papel de las comisiones de regulación en dicha prestación que se ratifica y se concreta en las resoluciones emitidas por las comisiones para cada servicio publico: Art. 88. Regulación y Libertad de tarifas. Al fijar sus tarifas, las empresas de servicios públicos se someterán al régimen de regulación, el cual podrá incluir las modalidades de libertad regulada y libertad vigilada, o un régimen de libertad, de acuerdo a las siguientes reglas: 88.1. Las empresas deberán ceñirse a las fórmulas que defina periódicamente la respectiva comisión para fijar sus tarifas, salvo en los casos excepcionales que se enumeran adelante. De acuerdo con los estudios de costos, la comisión reguladora podrá establecer topes máximos y mínimos tarifarios de obligatorio cumplimiento por parte de las empresas; igualmente, podrá definir las metodologías para la determinación de tarifas si conviene en aplicar el régimen de libertad regulada o vigilada. 88.2. Las empresas tendrán libertad para fijar tarifas cuando no tengan una posición dominante en su mercado, según análisis que hará la comisión respectiva, con base en los criterios y definiciones de esta Ley.
88.3 Las empresas tendrán libertad para fijar tarifas, cuando exista competencia entre proveedores. Corresponde a las comisiones de regulación, periódicamente, determinar cuándo se dan estas condiciones, con base en los criterios y definiciones de esta Ley.
El artículo 88, además menciona e incluye las siguientes modalidades de regulación para las empresas de servicios públicos (ESP): Régimen de Libertad. Régimen de tarifas mediante el cual los operadores determinan libremente las tarifas a sus suscriptores y/o usuarios. Régimen de Libertad Vigilada. Régimen de tarifas mediante el cual los operadores determinan libremente las tarifas a sus suscriptores y/o usuarios. Las tarifas sometidas a este régimen deberán ser registradas en las Comisiones, sin perjuicio de otros registros establecidos en la ley. Régimen de Libertad Regulada. Régimen de tarifas mediante el cual la comisión fija los criterios y metodologías con arreglo a los cuales los operadores determinan o modifican los precios máximos para los servicios ofrecidos a sus suscriptores y/o usuarios. Las tarifas sometidas a este régimen deberán ser registradas en la comisión, sin perjuicio de otros registros establecidos en la ley.
Por otra parte, el artículo 126 de la Ley 142 de 1994, establece que las fórmulas tarifarias tendrán una vigencia de cinco años y que, vencido dicho período, continuarán rigiendo mientras la comisión no fije unas nuevas. Dado lo anterior, a continuación se observa un cuadro que contiene las diferentes resoluciones emitidas por las comisiones para el sector de telecomunicaciones en materia de regulación que tienen como finalidad la conformación de un marco normativo o regulatorio donde prevalecen criterios de prestación del servicio, metodología y fórmulas tarifarias, y los criterios y características, indicadores y modelos de carácter obligatorio que permitan evaluar la gestión y resultados de las empresas determinados por la misma comisión reguladora de telecomunicaciones (Tabarquino, 2008, p. 173–174).
Cuadro 3. SPD de telecomunicaciones después de la ley 142 de 1994 Comisión de regulación
Servicio Público
TPBCL – Telefonía pública básica conmutada local TPBCLE – Telefonía pública básica conmutada local extendida TPBCLD – Telefonía pública TPBC – básica conmutada de larga CRT – Telefonía distancia Comisión TPBCLDN - Telefonía pública pública Reguladora de básica conmutada de larga básica Telecomunicac conmuta distancia nacional iones TPBCLDI – Telefonía pública da básica conmutada de larga distancia internacional TMR – Telefonía local móvil en el sector rural
Resoluciones Marco regulatorio
Régimen de regulación
Resolución 087 de 1997 “Por medio de la cual se regula en forma integral los servicios de Telefonía Pública Básica Conmutada (TPBC) en Colombia”. Resolución 575 de 2002 “Por la cual se modifica la Régimen de numeración de la Resolución CRT Libertad 087 de 1997 “se actualizan sus Vigilada modificaciones en un solo cuerpo resolutivo” Resolución CRT 1250 de 2005 Por la cual se modifica el Título V de la Resolución CRT 087 de 1997 y se dictan otras disposiciones”
Fuente: Tabarquino (2008, p. 183). Notas: •
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Red Telefónica Pública Conmutada “RTPC”: Es el conjunto de elementos que hacen posible la transmisión conmutada de voz, con acceso generalizado al público, tanto en Colombia como en el exterior. Incluye las redes de los operadores de TPBCL, TPBCLE, TMR y TPBCLD. Servicio de Telefonía Pública Básica Conmutada “TPBC”. Este concepto se abordará en el acápite siguiente. Servicio de Telefonía Pública Básica Conmutada de Larga Distancia “TPBCLD”: Es el servicio de TPBC que proporciona en sí mismo capacidad completa de comunicación telefónica entre usuarios de distintas redes de TPBCL, TPBCLE y TMR del País, o entre un usuario de la RTPC en Colombia y un usuario situado en un país extranjero. Este servicio comprende los servicios de TPBCLDN y TPBCLDI. Servicio de Telefonía Básica Pública Conmutada de Larga Distancia Nacional o Servicio de Telefonía Pública Básica Conmutada de Larga Distancia Nacional “TPBCLDN”: Es el servicio de TPBC que proporciona en sí mismo capacidad completa de comunicación telefónica entre usuarios de distintas redes de TPBC local y/o local extendida del país. Servicio de Telefonía Pública Básica Conmutada de Larga Distancia Internacional “TPBCLDI”: Es el servicio de TPBC que proporciona en sí mismo capacidad completa de comunicación telefónica entre un usuario de la RTPC en Colombia y un usuario situado en un país extranjero. Servicio de Telefonía pública Básica Conmutada Local “TPBCL”: Es el servicio de TPBC uno de cuyos objetos es la transmisión conmutada de voz a través de la Red Telefónica Conmutada con acceso generalizado al público, en un mismo municipio. Servicio de Telefonía Básica Pública Conmutada Local Extendida o Servicio de Telefonía Pública Básica Conmutada Local Extendida “TPBCLE”: Es el servicio de TPBC prestado por un mismo operador a usuarios de un área geográfica continua conformada por municipios adyacentes, siempre y cuando ésta no supere el ámbito de un mismo Departamento. Servicio de Telefonía Pública Básica Conmutada Local Móvil Rural (TMR): Es la actividad complementaria del servicio de TPBCL que permite la comunicación a usuarios ubicados fuera de la cabecera municipal, o en un municipio con población total menor a 7,000 habitantes de acuerdo con el censo realizado en 1993, o en un corregimiento departamental, con cualquier usuario ubicado dentro del mismo municipio.
El nuevo contexto del servicio público de telecomunicaciones en Colombia, sustentado en la Constitución Política, la Ley 142 de 1994 y las diferentes
resoluciones expedidas por la comisión de regulación, tiene como objetivo específico generar e implementar eficiencia para obtener una mayor viabilidad económica de las empresas, así como también la consecución de niveles más elevados de bienestar social, los cuales son reflejados en la cobertura y calidad del SPD. 4. EL ACTUAL MODELO DE REGULACIÓN DE TELECOMUNICACIONES EN COLOMBIA 4.1. El servicio de Telefonía Pública Básica Conmutada (TPBC) – “Régimen de Libertad Vigilada” La resolución 087 de 1997 (título V, capítulo II, artículo 5.2.1), la 575 de 2002 (título V, capítulo II, artículo 5.2.1) y la 1250 de 2005 (título V, capítulo II, artículo 5.2.1) emitidas por la CRT, establecen que “Las tarifas de los servicios de TPBC estarán sometidas al régimen vigilado de tarifas a menos que la CRT establezca lo contrario”. En tal sentido, para efectos del presente artículo, se entenderá por servicio de TPBC aquel “servicio básico de telecomunicaciones cuyo objeto es la transmisión conmutada de voz o a través de la red telefónica pública conmutada con acceso generalizado al público”. Así mismo, cabe señalar que el servicio de TPBC incluye además los de de Telefonía Pública Básica Conmutada Local (TPBCL), Local Extendida (TPBCLE), Telefonía Móvil Rural (TMR) y Telefonía Pública Conmutada de Larga Distancia (TPBCLD). Por otra parte, el régimen de libertad vigilada se define como aquel “Régimen de tarifas mediante el cual las empresas de servicios públicos domiciliarios pueden determinar libremente las tarifas de venta a medianos y pequeños consumidores, con la obligación de informar por escrito a las comisiones de regulación sobre las decisiones tomadas sobre esta materia” (Ley 142 de 1994, art. 14). Este modelo se establece cuando existe un clima de competencia adecuada, en donde los usuarios gozan de una amplia oferta del servicio. Para el caso específico del sector de las telecomunicaciones, las resoluciones 087 de 1997 y 575 de 2002 (título V, capítulo II, artículo 5.2.3), emitidas por la CRT se plantea que: Los operadores que tengan una participación igual o superior al 60% en el respectivo mercado relevante o cuando, a juicio de la CRT, no exista suficiente competencia en dicho mercado, deberán ofrecer un plan tarifario básico que estará sometido al régimen regulado de tarifas. Los operadores de los servicios de TPBCL que tengan una participación igual o superior al 60% del respectivo servicio en el mercado relevante podrán demostrar que existe suficiente competencia en dicho mercado, caso en el cual la CRT, luego del análisis respectivo, podrá excluir su plan tarifario básico del régimen de libertad regulada de tarifas. La modificación del régimen vigilado de tarifas al que se refiere el presente artículo sólo procederá en aquellos casos en los cuales los operadores antes mencionados hayan incorporado y ofrecido de manera efectiva los siguientes planes tarifarios:
a.
Un plan con cargo básico igual a cero para los usuarios de los estratos socioeconómicos I y II. b. Un plan tarifario que contemple un cargo básico con minutos incluidos para todos los estratos socioeconómicos. c. Otros planes adicionales (Resolución 087 de 1997, título V, capítulo II, artículo 5.2.3).
En tal sentido, los puntos anteriormente mencionados corroboran lo ocurrido en Noviembre de 2005 en Cali, cuando en las Empresas Municipales de Cali se toma la decisión estratégica de prestar el servicio de telecomunicaciones por medio de un plan tarifario que contempla un cargo básico con minutos incluidos para todos los estratos socioeconómicos. 4.2. El servicio público de telefonía celular – “Régimen especial” Al respecto, las resoluciones 087 de 1997 (título V, capítulo VIII, artículos 5.8.1– 5.8.3), la 575 de 2002 (título V, capítulo VIII, artículos 5.8.1–5.8.3) y la 1250 de 2005 (título V, capítulo VIII, artículo 5.8.1 – 5.8.3) emitidas por la CRT, establecen que “Los servicios de telefonía móvil (…) estarán sometidos al régimen vigilado de tarifas”. Por lo anterior, la resolución CRT–1296 de 2005 modifica el capítulo VIII, del título V, de la resolución CRT–087 de 1997, estableciendo el tope tarifario para llamadas de fijo a móvil. Así, “De conformidad con lo dispuesto en el artículo 4º de la resolución 1296 de 2005, y el artículo 1º de la resolución 1330 de 2005, la disminución en la tarifa del artículo 5.8.2 se hará de la siguiente manera: desde el primero (1º) de febrero de 2006 la tarifa máxima será de $464 por minuto y desde el primero (1º) de noviembre de 2006 la tarifa máxima será de $392 por minuto”. 4.3. La fijación de tarifas mediante la regulación de precios máximos El servicio público de Telecomunicaciones en Colombia aplica la regulación basada en los precios máximos (Tabarquino, 2008, p. 182). Este concepto de precio máximo se traduce como la fijación de un precio en un mercado que no permitirá a una empresa cobrar más que éste y, en consecuencia, la cantidad demandada superará a la ofrecida, dado que los ingresos y las utilidades de la empresa están sujetas a un criterio y metodología por parte de las comisiones: Esta forma de regulación basada en los precios máximos, es un método que se centra directamente en los precios de los propios servicios, es decir, que mediante un control directo de los precios, que incluye la introducción de ajustes para tener en cuenta el efecto inflación, la autoridad reguladora puede garantizar unos precios razonables a los usuarios del servicio, con independencia de los factores que se empleen para conseguirlo (Mochón, 1995, pág. 149).
Las resoluciones de la CRT N° 087 del 5 de septiembre de 1997 y N° 575 del 9 de diciembre de 2002, establecen las tarifas del servicio público domiciliario de Telecomunicaciones en Colombia (Tabarquino, 2008, pp. 184–186):
a) Tarifas Máximas en Estratos I, II y III: Las empresas calcularán las tarifas aplicables a los usuarios de los estratos I, II y III, según las reglas previstas en el Artículo 99 de la Ley 142 de 1994, conforme con la fórmula siguiente: Ti= Tref * ( 1 - Fs Fsi) Donde:
Ti Tref Fsi I
: Tarifa aplicada al estrato i. : Tarifa calculada para el estrato IV. : Factor de subsidio con cargo al estrato i. : Corresponde a los estratos I, II y III.
b) Determinación de Tarifas – Estrato IV: El Cálculo y ajuste del Costo Máximo (CM); la empresa deberá tomar su correspondiente costo máximo, para ajustar o establecer el CM de cada año. CM t =CM t-1 ( 1 + IPC – X)
Donde: CM IPC X t
: Costo Máximo permitido por la CRT para el plan tarifario básico. : Meta del incremento anual del índice precios al consumidor proyectado por el Banco de la República para el año t. : Factor de productividad, correspondiente al dos por ciento (2%), : Corresponde al año de aplicación
c) Costo Medio de Referencia (CMREF): Valor de costo obtenido para cada empresa después de afectar su costo máximo con los factores de ajuste por calidad (Q), índice de precios al consumidor (IPC) y productividad (X), que constituye la base sobre la cual se calculan los diferentes cargos tarifarios del plan básico del servicio de TPBCL. El CMREF máximo que los operadores pueden aplicar para determinar las tarifas, en ningún caso podrá ser superior a los valores máximos del CM establecidos para cada empresa operadora. CMREF t = CMt * Q
Donde: CMREF Q t
: Costo obtenido para el año t, después de afectar el valor de su costo máximo (CM) con el índice de precios al consumidor (IPC) y el factor de productividad (X). : Factor de ajuste por calidad del servicio : Corresponde al año de aplicación
d). Cálculo del factor de ajuste por calidad (q), a partir del año 2001: Q= = ∑ p k* ik 0.25 k=1
Donde: Q (Pk) (Ik)
: Factor Q de ajuste por calidad del servicio. : Ponderador del indicador ik : Última medición debidamente auditada del Indicador k, normalizado.
Para el cálculo del factor de ajuste por calidad del servicio (Q), se utilizarán los siguientes indicadores de gestión con la siguiente ponderación: Indicador de Calidad
Ponderación(Pk)
Nivel de Satisfacción del Usuario
25.0
Tiempo Medio de Reparación de Daños
25.0
Tiempo Medio de Instalación de Nuevas Líneas
25.0
Número de Daños por cada 100 Líneas en Servicio
25.0 0.0
Grado de Servicio Total
100
Fuente: CRT (2002, p.25)
e) Acceso a Internet por Medio de la Red de Telefonía Pública Básica Conmutada Local (TPBCL) Tt = Tt-1 (1 + IPC - X)*Q Donde:
T: Tarifas para las llamadas de TPBCL cuando se accede a Internet. IPC: Meta del incremento anual del Índice Precios al Consumidor proyectada por el Banco de la República para el año t. X: Factor de productividad, correspondiente al dos por ciento (2%), t : Corresponde al año de aplicación Q: Factor de calidad
El sistema de regulación del servicio público de Telecomunicaciones en Colombia se encuentra dentro de la modalidad de la regulación de la conducta y el comportamiento, la cual tiene como objetivo primordial regular simultáneamente todos los aspectos pertinentes de la conducta de una empresa, tales como:
precios de lo productos, precio de acceso, comportamiento anticompetitivo, la calidad de los servicios y los productos, inversión, y entorno ambiental. 5. PROBLEMAS Y ASIMETRÍAS DE INFORMACIÓN EN EL MODELO DE REGULACIÓN DE TELECOMUNICACIONES EN COLOMBIA Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, en esta parte del artículo se intenta dilucidar los siguientes puntos con el fin de identificar y responder a las inquietudes relacionadas con los problemas del modelo de regulación del sector de Telecomunicaciones en Colombia. a. El esquema de regulación tarifaria diseñado por la CRT para promover un ambiente de competencia, el cual establece que todos los operadores de telefonía local se encuentran sometidos al régimen de libertad vigilada, excepto aquellos que tengan una participación en el mercado mayor o igual al 60%, en cuyo caso entran al régimen de libertad regulada. Los operadores regulados tienen la obligación de cumplir los criterios y fórmulas tarifarias determinadas por la CRT en una metodología de costos incrementales en la que se fijan los costos promedios de largo plazo, que involucran los relativos a conmutación, transmisión y planta externa, más una utilidad razonable. b. La norma aplica un criterio de eficiencia en la prestación del SPD de telecomunicaciones, el cual se encuentra enmarcado en el artículo 4.1.1 de la resolución CRT 489 de 2002, estableciendo un ámbito de aplicación de Régimen Unificado de Interconexión (RUDI), el cual se aplica a todos los operadores de redes y servicios de telecomunicaciones, con excepción de aquellos que presten solamente servicios de radiodifusión sonora y televisión. En tal sentido, la pregunta que surge es ¿por qué se produce la disparidad de tarifas entre las diferentes modalidades de prestación del servicio público de telecomunicaciones, si se encuentran sujetas a un RUDI y al régimen de libertad vigilada de tarifas?. La respuesta al anterior interrogante es que en el modelo de regulación de telecomunicaciones en Colombia, las empresas deben responder a una sola finalidad: la de promover la competencia, teniendo en cuenta dos representaciones de estructuras de mercado, como lo son el monopolio natural del TPBC y el cartel u oligopolio de las empresas prestadoras del servicio de telefonía móvil celular (COMCEL, MOVISTAR, TIGO). En la primera estructura de mercado existe una mezcla incoherente de los modelos de regulación en el servicio de TPBC, lo cual se observa en el esquema tarifario de telecomunicaciones en donde se cobra un costo medio de referencia (CMREF) y, a su vez, se actualiza con el índice de precios al consumidor. En otras palabras, en el caso del sector de las telecomunicaciones, el monopolio natural del TPBC es la mezcla del modelo de regulación por tasa de retorno y el modelo de regulación por RPI-X, donde el primero corresponde al valor del costo obtenido
para cada empresa después de afectar su costo máximo con los factores de ajuste por calidad (Q); mientras que el segundo es el método propuesto para regular las actividades de British Telecom en el Reino Unido, el cual se ha ido extendiendo a otras actividades en el mismo país y en los Estados Unidos, donde RPI es la sigla que identifica el Retail Price Index o IPC, X es el factor de ajuste que se le realiza al índice de inflación y que, a su vez, constituye la base sobre la cual se calculan los diferentes cargos tarifarios del plan básico del servicio de TPBCL. Por otra parte, en la segunda estructura de mercado, la norma expresada en el artículo 5.8.1 de la resolución CRT 1256 de 2005, señala que “las tarifas aplicadas a los usuarios de telecomunicaciones cuando originen llamadas en la Red Telefónica Pública Conmutada (RTPBC)16 con destino a las redes móviles, entendidas éstas como llamadas de fijo a móvil, estarán sometidas al régimen regulado de tarifas”. El régimen regulado de tarifas se encuentra definido en el artículo 14 del numeral 10 de la Ley 142 de 1994 como: Régimen de tarifas mediante el cual la comisión fija los criterios y metodologías con arreglo a los cuales los operadores determinan o modifican los precios máximos para los servicios ofrecidos a sus suscriptores y/o usuarios. Las tarifas sometidas a este régimen deberán ser registradas en la comisión, sin perjuicio de otros registros establecidos en la ley.
5. CONCLUSIONES El principio de transparencia del régimen tarifario de la política pública de regulación no se cumple, debido a las restricciones de información que imponen las empresas cuando se les indaga acerca de la forma como fijan las tarifas y los costos incluidos en ellas. Por lo anterior, el organismo regulador de estas empresas desconoce información indispensable para establecer los precios que resultarían más eficientes. En cuanto al principio de integralidad, debería esperarse que un cambio negativo en la calidad del servicio se traduzca en una disminución de la tarifa. Sin embargo, esto no sucede, teniendo en cuenta los resultados de los estudios realizados por el consultor Pablo Roda, el economista Raúl Andrés Tabarquino Muñoz (2008) y la CRT. A pesar que el servicio de telecomunicaciones está bajo un régimen de libertad vigilada, los elementos de las tarifas como el Costo Máximo permitido por la CRT para el plan tarifario básico y el acceso a Internet por medio del sistema de telefonía pública básica conmutada, se rigen por el sistema RPI-X. 16
Como se recordará, la RTPC es el conjunto de elementos que hacen posible la transmisión conmutada de voz, con acceso generalizado al público, tanto en Colombia como en el exterior. Incluye las redes de los operadores de TPBCL, TPBCLE, TMR y TPBCLD.
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CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA DE 1991 CRT (Comisión de Regulación de Telecomunicaciones). • • • • • • •
Resolución 575 de 2002 Resolución 087 de 1997 Resolución 1250 de 2005 Resolución 1256 de 2005 Resolución 489 de 2002 Resolución 1330 de 2005 Resolución 1296 de 2005
Decreto 1900 de 1990. “Por el cual se reforman las normas y estatutos que regulan las actividades y servicios de telecomunicaciones y afines”. Decreto 2122 de 1992. “Por el cual se reestructura el Ministerio de Comunicaciones.” Decreto 3069 de 1968. “Por el cual se crea la Junta Nacional de Tarifas de Servicios Públicos, se establecen los criterios básicos para la aprobación de las mismas, y se dictan otras disposiciones” LEY 142 DE JULIO 11 DE 1994. “Régimen de servicios públicos domiciliarios”. LEY 286 JULIO 3 DE 1996. “Modificación parcial de las Leyes 142 y 143 de 1994”.
LEY 37 DE 1993. “Por la cual se regula la prestación del servicio de telefonía móvil celular, la celebración de contratos de sociedad y de asociación en el ámbito de las telecomunicaciones y se dictan otras disposiciones” SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PÚBLICOS. “Régimen de Servicios Públicos Domiciliarios”. Presidencia de la República: Tercera Edición, (1997). Referencias bibliográficas ÁLVAREZ H., Carlos Guillermo, (2004). Las reformas liberales de los servicios públicos. El caso de la reforma eléctrica colombiana. Observatorio de la Economía Latinoamericana, No. 29. ARENAS, L., (1992). Las Telecomunicaciones en Colombia. CAT Editores. CINARA, (1994). Cronología del sector de Agua Potable y Saneamiento Básico. Cali: Universidad del Valle. CORRALES, María Elena. “Desafíos de la regulación de los servicios de Agua y saneamiento en América Latina”. Asociación mundial del agua SAMTAC- Comité Técnico Asesor Sudamérica. La Campiña. Caracas: CEPAL, (2004). DNP, (1997). Documento CONPES 2925. “Plan de Telefonía Social 1997–2000”. FERNÁNDEZ, M. y CABEZA, O. (2002). “Los Servicios Públicos Domiciliarios en la Constitución de 1991”. Fundesarrollo. LÓPEZ, Andrea; FELDER, Ruth; CENZON, Edgardo; GALPERIN, Carlos; MILEI, Javier; ROZENWURCEL, Guillermo. (2001). “Regulación de Las Telecomunicaciones en Argentina”. Instituto Nacional de la Administración Pública. Buenos Aires – Argentina, MOCHON, Francisco. (1995). “Principios de Economía”. Madrid: Mc Graw Hill. REPÚBLICA DE COLOMBIA. “Constitución Política de Colombia”. (1991). ---------------------------------------. “Ley 142 sobre los servicios públicos domiciliarios”. (1994). RIVERA URRUTIA, Eugenio. 2004 “Las Teorías de La Regulación en las Perspectivas de las Políticas Públicas”. En: Revista Gestión y Política Pública, volumen XIII. Número 2. II semestre de 2004. RODA, Pablo. (2004). “El Impacto Sectorial de los Diez Años de la Legislación Marco de Servicios Públicos Domiciliarios en Colombia”. Económica de Consultores. Superintendencia de Servicios Públicos.
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Estrategias pedagógicas para favorecer la teoría y la práctica en la enseñanza de la administración financiera DARÍO LOANGO SAA Universidad Santiago de Cali, Cali, COLOMBIA
RESUMEN. La administración financiera constituye uno de los pilares de la formación de los profesionales del área económica, contable y financiera, de cualquier Universidad de Colombia, y su desarrollo en el ámbito empresarial mundial. Es por eso que la enseñanza y el aprendizaje de esta disciplina requieren del planteamiento de estrategias pedagógicas especiales que favorezcan la aplicación de los conocimientos teóricos en forma práctica e idónea, en el ámbito empresarial y profesional.
PALABRAS CLAVES: Administración Financiera, Enseñanza-Aprendizaje, Estrategias pedagógicas, Problemas financieros reales, metodologías, investigación.
1. INTRODUCCION El presente escrito trata de desarrollar estrategias pedagógicas que favorezcan la relación directa entre la teoría y la práctica en la enseñanza de la Administración Financiera. El problema se sistematiza en los siguientes aspectos pedagógicos: En primer lugar, el aprendizaje de la administración financiera no es posible sin la incorporación en el pénsum de contenidos con problemas financieros de la vida real de las empresas. El segundo aspecto es el reduccionismo en el contenido de los programas académicos del área de Administración Financiera, así como la implementación de metodologías rígidas y deshumanizadas, que impiden la formación de un profesional ético y de calidad. Y tercero, se debe fomentar la investigación universitaria en el área de la administración financiera, para fortalecer la actividad empresarial de los futuros egresados, sobretodo cuando dentro de los objetivos que se deben abordar, se intentan resolver problemas aún no resueltos. 2. INCORPORACION DE PROBLEMAS FINANCIEROS REALES Entre el proceso de enseñanza - aprendizaje de la administración financiera y la puesta en práctica de dichos conocimientos existe un divorcio manifiesto. Los conocimientos financieros transmitidos a nuestros alumnos, a nivel de pregrado y aún de post-grado, se hayan muy lejos de lo que se aplica en la práctica en las empresas o la vida profesional. Lo que se adquiere en las investigaciones y trabajos de estudio o de grado se desdibuja cuando salimos a la calle a practicarlas. Actualmente, en la mayoría de los planes docentes de la educación financiera, se aplican programas de curriculum rígidos y agregados que no permiten flexibilizar los temas y plantear casos reales o concretos, precisamente porque se anquilosan en el espacio de la teoría. Según ciertos estudios realizados por Lawrence J. Gitman (1992), se encontró que en la realidad profesional el administrador financiero dedica el 60% de su tiempo a operaciones que involucran transacciones de corto plazo (Capital de trabajo) y el restante 40% a actividades de largo plazo (Presupuesto de capital, Financiación, Políticas de dividendos). Lo contrario sucede en la cátedra, donde el alumno le dedica mucho más tiempo al manejo de partidas del balance general que agrupan rubros del largo plazo. Es aquí donde acaso resida gran parte de la problemática, y en consecuencia, sea preciso profundizar en el aspecto de la enseñanza de
teorías que enfaticen en el manejo del corto plazo, con casos concretos que constituyan la cotidianidad del administrador financiero. Sin embargo, no basta con que estemos de acuerdo sobre la necesidad de enfatizar en la enseñanza de teorías “corto - placistas” para hacer viable el propósito de corporizar o aplicar el conocimiento en casos prácticos. Es preciso, en primer lugar, crear e implementar estrategias pedagógicas para comprender, discutir e ilustrar estas a la luz de contextos definidos, de empresas determinadas, de coyunturas y situaciones especificas ; en segunda instancia, es preciso también introducir en el currículo y el pénsum espacios y asignaturas como lógica formal y no - formal o enfatizar en las de metodología o investigación en razón de que el estudiante y el docente puedan construir su propio pensamiento o desarrollen habilidades para favorecer los pensamientos crítico y creativo. Estos últimos sirven el propósito de aprehender estas teorías y de avanzar la posibilidad de construir nuevas hipótesis, acaso nuevas teorías. Por otro lado, con una preparación orientada a los aspectos más prácticos, el egresado estaría en mejores condiciones para desempeñar diversas funciones en el área financiera - administrativa de cualquier compañía. Es claro, según lo afirmado arriba, que al estudiante le falta una mayor destreza y una visión más gerencial, elementos que se adquieren esencialmente con la experiencia; se deben crear, por ejemplo, casos prácticos en forma de laboratorio que permitan solucionar problemas financieros reales, a fin de poder tomar decisiones razonables y brindar una asesoría eficiente. Algo que constituye un óbice al respecto, es lo que caracteriza Gitman (199217) como el proceso de asimilación, o “ciclo de vida”, de las nuevas ideas financieras, y las cuales son de lenta digestión. Una de las causas de la lenta aceptación de nuevas ideas financieras es que, en la mayoría de las organizaciones, resulta difícil llevarlas a la práctica hasta que son entendidas por los ejecutivos del más alto nivel. Según Gitman (1992), impera allí una especie de inercia que impide la aplicación inmediata de ideas financieras e innovadoras, y cierta intransigencia por parte de los gerentes financieros, quienes “nunca pondrán en práctica ideas que no entienden”. Se precisa en consecuencia que la institución educativa que prepara a éstos, contribuya a acelerar el tránsito del nuevo conocimiento financiero (producto de la actividad investigativa) del laboratorio del investigador a la gerencia de finanzas. 3. CONTENIDOS PROGRAMATICOS Un segundo aspecto es el generado por el énfasis excesivo de las técnicas cuantitativas en la composición de los programas. Además muchas de éstas no
son llevadas a la práctica en las empresas debido a que algunos de los supuestos no son tan exactos a la hora de aplicarlos. Veamos: Es propio de las Ciencias Sociales, el uso de las técnicas cuantitativas. Se cree erróneamente que son más importantes que las técnicas de análisis cualitativo. La realidad es otra. Ambas son imprescindibles a la hora de resolver problemas del sector empresarial y del mercado. Ninguna es más relevante que la otra. Las cifras se convierten, con frecuencia, en un impase en virtud de los cambios frecuentes en el comportamiento del mercado y la industria. Existen con regularidad contingencias, situaciones imprevisibles e inesperadas que contradicen cualquier determinismo cuantitativo. Cuando ello es así, al análisis cualitativo abandera los estudios prospectivos, la toma inmediata de decisiones y en general los proyectos relacionados con el área. No obstante, las técnicas y aplicaciones cuantitativas no son menos importantes en situaciones específicas que requieran de mediciones. Pero independientemente de la pertinencia de uno y otro análisis y técnicas, no se concibe que las técnicas cuantitativas que se enseñan en las situaciones educativas no las sepan aplicar los egresados en circunstancias que lo ameritan. Para corregir de algún modo este desfase, se hace necesaria la operación de éstas por parte del estudiante en diversas e innumerables situaciones. Igualmente se procederá con los análisis cualitativos: muchos eventos merecen ser abordados, en el aula o fuera de ella, de modo cualitativo. Por otro lado, y a fin de combatir reduccionismos y falsas creencias en el área, se propone que el programa de administración financiera a nivel de pregrado gire en torno a los siguientes contenidos temáticos: • Los objetivos y el entorno de las empresas. • Conceptos básicos sobre valor del dinero en el tiempo, valuación, riesgo y rendimiento. • Planeación financiera. • Decisiones financieras a corto plazo. • Presupuestación de capital. • Costos de capital, apalancamiento y estructura de capital. • Financiamiento a largo plazo. • Funciones y aspectos internacionales. • Humanización de la gerencia administrativa. 4. ESTRATEGIAS PEDAGOGICAS No basta, empero, con tasar el currículo en cuanto a contenidos para humanizar el programa académico de Administración Financiera. La metodología de enseñanza
y de evaluación merece una atención especial por cuanto constituyen la clave para el “aprendizaje” de dichos contenidos, como lo manifiesta Julio César Arboleda (1996): una metodología de evaluación que privilegie la aplicación del conocimiento corre parejas con la concepción educativa del “aprendizaje significativo” que hoy se requiere. Zubiria (1996) plantea que una metodología del aprendizaje que privilegie la lectura conceptual garantiza la comprensión de los contenidos temáticos. Una metodología, en fin, que permita la escritura del estudiante, la suficiente contextualización y corporización de contenidos es, como insiste Arboleda (1996), garantía del aprehendizaje, del almacenamiento semántico de contenidos y de la utilidad inmediata y a posterior del conocimiento. Un primer factor, que se debe tener en cuenta para mejorar la enseñanza y el aprendizaje de la administración financiera, es el relacionado con el nivel de comunicación. La realidad evidencia la baja capacidad de comunicación de los egresados, quienes no manejan un discurso que permita transmitir o aplicar, si se quiere, los conocimientos aprendidos en el aula a los medios profesionales donde se desenvuelven. El egresado debería comunicarse con suficiente claridad tanto con los clientes como con los miembros de la empresa y clientes en general. Es necesario que entienda, entre muchos aspectos, que la administración financiera no es una ciencia sino un arte, y que cada decisión que él tome, además de cuantificarse, se puede calificar bajo la perspectiva de aspectos conductuales y subjetivos. 5. LINEAS DE INVESTIGACION La investigación en la administración financiera representa, en consecuencia, un aspecto enriquecedor. Según el investigador estadounidense Lawrence Gitman (1992), actualmente los principales temas sobre los cuales se investiga en administración financiera son: Control empresarial, Intercambio electrónico de datos, Mercado de futuros, Fusiones y adquisiciones y Mercadeo internacional. Pero esta investigación, cimiento del programa, debería avanzar en la búsqueda de formas de aplicación del conocimiento en casos reales. Para ello se busca el aporte decidido tanto del docente como del estudiante, en razón de que este último actúe y piense de acuerdo con su propia experiencia y su propio conocimiento. A continuación basándome en dos celebres autores como son Richard A. Brealey y Stewart C. Myers (1998), hago mención de algunos problemas no resueltos en la administración financiera, que considero deben ser analizados y tenerse presentes durante el desarrollo de la enseñanza de la misma, concretamente para que sean objeto de consulta y de investigación en la institución educativa:
1. ¿Cómo se toman las decisiones financieras más importantes? Sabemos como se toman las decisiones financieras en las primeras etapas, como en el caso de la Presupuestación de los capitales; sin embargo, no es clara la manera como se toman las decisiones en sentido contrario, ó sea, de arriba hacia abajo. 2. ¿Por qué algunos activos son riesgosos y otros relativamente seguros? 3. Fuera del riesgo o del rendimiento, ¿no importa nada más? En este sentido, ¿qué papel desempeñan los gustos o las preferencias en nuestra ecuación de valoración? Lo cierto es que no sabemos cuáles son esas variables, y ni siquiera si existen. 4. ¿Existen excepciones para la teoría del mercado eficiente? Aunque esta teoría permite gran utilidad, también tiene imperfecciones ya que encontramos casos como “fin de semana”, “empresa pequeña”, “efectos de Enero”. Es algo que realmente desconcierta. 5. ¿Por qué algunas empresas presentan valuaciones de mercado por debajo de sus valores de liquidación? 6. ¿Cómo explicar el éxito, al igual que el fracaso, de ciertas innovaciones en los mercados? 7. ¿Cómo podemos explicar la estructura de capital? Este es un aspecto que se ha intentado dilucidar desde 1955. El problema es que no se conoce una teoría totalmente acertada no obstante existen muchas.. 8. ¿Qué es mejor, utilidad o liquidez? Las empresas que presentan gran efectivo o activos líquidos deben creer que sus utilidades compensan el interés perdido por contar con dichos fondos; sin embargo, no hay datos concluyentes sobre este tema. Los anteriores interrogantes sobre el área de la Administración Financiera intentan despertar algún interés entre los investigadores, docentes y empresas. Acaso valga la pena que sean abordados. Sabemos que las empresas operan en un entorno incierto donde se requiere preparar egresados con criterio general, para que tomen eficientemente decisiones financiero - administrativas. En esta misma línea, y aunque el conocimiento en la administración financiera requiere de un largo proceso de asimilación para llevarlo a la práctica, se debe
pensar en egresados competitivos a la luz de las nuevas ideas que van surgiendo en la toma de decisiones.18 6. CONCLUSION A modo de conclusión, el aprehendizaje de los conceptos y contenidos temáticos del área de la Administración Financiera no es posible sin una pedagogía activa que privilegie la comprensión de los conceptos relevantes, el uso de una instrumentación que favorezca el desarrollo de habilidades requeridas para la administración ; la aplicación de técnicas cualitativas y cuantitativas en estudios de caso y en investigaciones e indagaciones sobre aspectos puntuales y diversos del sector empresarial y de mercado ; currículos adecuados a las necesidades de la empresa, la sociedad y el hombre. Así mismo, es preciso humanizar el acto pedagógico creando una conciencia actuante entre los futuros egresados, de modo tal que su desempeño en la vida empresarial y cotidiana tenga como norte la convivencialidad, las decisiones menos nocivas para el hombre y más adecuadas para la empresa. Por último, considero que para hacer de la enseñanza y el aprendizaje de la administración financiera un quehacer más útil, aplicable a la realidad, se debería profundizar, además, en el análisis de típicos como el institucional y el gremial, los cuales, a mi modo de ver, entrañan gran importancia para efectos de continuar en la búsqueda de un mejor futuro empresarial. No obstante resulta difícil predecir lo que traerá dicho futuro, lo cierto es que de lo que hagamos en las aulas hoy dependerá, en gran medida, el futuro de la práctica de la administración financiera. REFERENCIAS ARBOLEDA, Julio César. “Instrumentos de Pedagogía”. Editorial Lecto - escritura e Investigación, Colombia, 1996, páginas 55 y 58. BREALEY - MYERS, “Príncipes of corporate finance”, Edit Mc Graw Hill, 1998. GITMAN, Lawrence J. “la enseñanza de la Administración Financiera y su futuro”, Editorial Harla, 1992, páginas 17y 36. ZUBIRIA, Miguel. “Teoría de las seis lecturas”. Fundación Alberto Merani, Santa Fe de Bogotá, 1996, pág. 129.
De mi proveniencia y mi presente en el forjarme en la educación y en la vida misma, en el ser en mi mismo a la luz de lo histórico y su temporalidad W ILLIAM HURTADO Universidad Santiago de Cali, Cali, COLOMBIA
RESUMEN. El presente escrito es una reflexión de tipo personal sobre mi origen y mi desarrollo, tanto en lo personal como en lo académico, es decir en la perspectiva integral. Inicio el hilado discursivo del artículo, preguntándome por si me conozco “en mí mismo”, para luego abordar la concepción de temporalidad y mis apetencias investigativas. Reflexión que es resultado en el forjarme en mí mismo al tenor de la educación.
PALABRAS
CLAVES:
Temporalidad,
Perspectiva
Crítica,
Globalidad,
Apetencias
Investigativas, Lo Complejo, Lo Sistémico, Educación Planetaria, La Nueva Concepción de la Vida.
Imagen 1. Alegoría a la Felicidad: Punto en el que Deben Converger Todos Nuestros Esfuerzos y la Superación Personal “Al afirmar que la pregunta por el ser del humano y por su especificad en el despliegue de su vida personal y en el plano de la colectividad de la vida humana ha sido cifrada en el oráculo y en el mito como sus ámbitos originarios, he querido decir que es allí donde la educación encuentra el fundamento de su hacer y de su búsqueda. Porque el mito posee el germen de aquello que posteriormente se desarrolla como vivencia, pensamiento y conocimiento, porque este ha sido el revelarse primigenio de lo humano en su relación con la naturaleza, las imágenes míticas nos permiten acercarnos a las coordenadas por las cuales, desfila nuestra vida, nos donan las claves o griales de nuestro porvenir y nos posibilitan los camino a partir de los cuales podemos transformar la cultura y el profundo sentimiento que la conciencia deja tras la intensa estampida de sí misma para no ver en las muecas de dolor el fracaso de su proyecto” 19
19
Antonio, Arellano Duque (Coord.). La Educación en Tiempos Débiles e Inciertos. Editorial Anthropos, 2005.
1. INTRODUCCIÓN De dónde provengo, mi presente y mi temporalidad, es decir cuál es mi historia: corresponde a una reflexión en cierta manera crítica de mi incesante búsqueda del ser “en mí mismo”, como individuo social con incidencia en la globalidad. Ser “en mí mismo” caracterizado por instancias académicas, personales, laborales e investigativas, circunscritas a un desarrollo humano, con notorias facetas autopoiéticas20 complejas, en las que tienen incidencia la 20
La autopoiesis o autopoyesis (del griego αυτο-, auto, ‘sí mismo’, y ποιησις, poiesis, ‘creación’ o ‘producción’), es un neologismo propuesto en 1971 por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela para designar la organización de los sistemas vivos. Una descripción breve sería decir que la autopoiesis es la condición de existencia de los seres vivos en la continua producción de sí mismos. Este término nace de la biología, pero más tarde es adoptado por otras ciencias y otros autores, como por ejemplo por el sociólogo alemán Niklas Luhmann. Además es necesario analizar la autopoiesis desde el punto de vista de los siguientes autores: 1 Maturana y Varela; 2 Niklas Luhmann. Maturana y Varela. Según Maturana y Varela son autopoiéticos los sistemas que presentan una red de procesos u operaciones (que lo define como tal y lo hace distinguible de los demás sistemas), y que pueden crear o destruir elementos del mismo sistema, como respuesta a las perturbaciones del medio. Aunque el sistema cambie estructuralmente, dicha red permanece invariante durante toda su existencia, manteniendo la identidad de este. Los seres vivos son en particular sistemas autopoiéticos moleculares, y que están vivos sólo mientras están en autopoiesis. (biología del fenómeno social p5) Los seres vivos son redes de producciones moleculares en las que las moléculas producidas generan con sus interacciones la misma red que las produce. Maturana: Transformación en la convivencia. Esta propiedad de los sistemas de producirse a sí mismos es la autopoiesis y define el «acoplamiento» de un sistema a su entorno. Para Maturana, la autopoiesis es la propiedad básica de los seres vivos puesto que son sistemas determinados en su estructura, es decir, son sistemas tales que cuando algo externo incide sobre ellos, los efectos dependen de ellos mismos, de su estructura en ese instante, y no de lo externo. Los seres vivos son autónomos, en los que su autonomía se da en su autorreferencia y son sistemas cerrados en su dinámica de constitución como sistemas en continua producción de sí mismos. Aunque un sistema autopoiético se mantiene en desequilibrio puede este conservar una permanencia estructural absorbiendo la energía de su medio permanentemente. Al igual que la célula y los seres vivos, los sistemas autopoiéticos tienen la capacidad de conservar la unión de sus partes e interactuar entre ellas. Los sistemas autopoiéticos son autónomos lo que los hace un sistema cerrado autorregulándose continuamente. Otros ejemplos de autopoiesis son la conciencia, un organismo, etc. Estos se constituyen de una red de procesos que logran transformar componentes pero en los que el mismo sistema maneja su identidad con relación al entorno. La autopoiesis designa la manera en que los sistemas mantienen su identidad gracias a procesos internos en que autorreproducen sus propios componentes. Estos sistemas están abiertos a su medio porque intercambian materia y energía pero simultáneamente se mantienen cerrados operacionalmente, pues sus operaciones son las que lo distingue del entorno. No obstante, son autónomos en sus operaciones debido a la capacidad que tiene el sistema de reaccionar a los estímulos del medio que lo rodea. La muerte de un ser vivo por ejemplo puede ser considerada como la disrupción de la autopoiesis ya que la muerte puede resultar de mecanismos de la dinámica interna o mecanismos interruptores de origen externo. En cualquiera de los dos casos, el sistema autopoiético no puede compensar más los efectos de esos mecanismos; lo apropiado es que sí los pueda compensar. Este enfoque de Maturana es sistémico, pues explica los sistemas vivos en términos de relaciones y no de propiedades de sus componentes.
sumatoria y la simbiosis de concepciones del complexus y la nueva concepción de la vida.
Nuestro enfoque será mecanicista: no se aducirán fuerzas ni principios que no se encuentren en el universo físico. No obstante, nuestro problema es la organización de lo vivo y, por ende, lo que nos interesa no son las propiedades de sus componentes, sino los procesos y relaciones entre procesos realizados por medio de componentes. Maturana: De máquinas y seres vivos, autopoiesis de la organización de lo vivo. Niklas Luhmann. Luhmann ha utilizado la autopoiesis para presentar un nuevo paradigma teórico: el de los sistemas autopoiéticos, como producto de una reflexión interdisciplinaria sobre los exitosos desarrollos de otras disciplinas. La aplicación del concepto de autopoiesis a los sistemas sociales implica que el carácter autorreferencial de estos sistemas no se restringe al plano de sus estructuras sino que incluyen sus elementos y sus componentes es decir, que él mismo construye los elementos de los que consiste. La intención de Luhmann es buscar equivalentes funcionales a la integración normativa para dar solución al problema que afecta la autoorganización y la autoproducción de las sociedades en contextos de contingencia y riesgo. En ese aspecto introduce el nuevo paradigma autopoiético constituido en torno a la distinción entre sistema y entorno como condición de posibilidad para el sostenimiento del límite, el cual permite las operaciones autorreferenciales. Sin embargo, desde el punto de vista de la teoría de los sistemas, la aplicación del concepto de autopoiesis a los fenómenos sociales ha dado lugar a una importante disputa entre Maturana, Varela y Luhmann. Si lo que hace a un ser vivo ser vivo es ser un sistema autopoiético molecular, lo que hace al sistema social, no puede de ninguna manera ser lo mismo, en tanto el sistema social surge como sistema distinto del sistema vivo al surgir en la distinción como sistema social, aun cuando su realización implique el vivir de los seres vivos que le dan origen. ( Maturana: De Máquinas y seres vivos, autopoiesis de la organización de lo vivo). No obstante, autores como José Maria García, también muestran lo que a su juicio, constituyen los principales aportes del paradigma autopoiético a la teoría sociológica. Con el devenir de la teoría autopoiética desde que fue formulada, la relación entre Humberto Maturana y Francisco Varela (que fue alumno suyo), se fue mermando poco a poco. Francisco Varela no estuvo de acuerdo con las proyecciones de la teoría autopoiética más allá del ámbito de lo estrictamente biológico, con las que cada vez más Humberto Maturana fue colaborando y apoyando realizando trabajos interdisciplinarios tal y como se refleja en toda su obra. No en vano, se recalca en uno de los últimos prólogos de su primera obra "De máquinas y seres vivos, autopoiesis y la organización de lo vivo", que esta proyección siempre será fructífera si está relacionada con el operar del sistema nervioso y de los fundamentos de la comunicación humana: ... después de todos estos años mi conclusión es que una extensión a niveles «superiores» no es fructífera y que debe ser dejada de lado, aún para caracterizar un organismo multicelular. Por el contrario, el ligar la autopoiesis como una opción epistemológica más allá de la vida celular, al operar del sistema nervioso y de los fundamentos de la comunicación humana, es claramente fructífero. (Maturana: De máquinas y seres vivos, autopoiesis de la organización de lo vivo). Su libro de referencia más importante para entender el camino que después tomaría la teoría autopoiética es "El árbol del conocimiento", y es donde se plantea la autopoiesis de los sistemas sociales, los cuales Maturana define como seres vivos de tercer Orden.
Imagen 2. Humberto Maturana y Francisco Varela, Gestores del Concepto de Autopoiesis 2. LA PERSPECTIVA CRÍTICA ¿Pero cuál es el por qué de la perspectiva crítica?. En este sentido, detengámonos a reflexionar un poco sobre la función de la crítica: La función de la crítica es contribuir a la apertura del razonamiento mediante la construcción de la relación de conocimiento en que se genera la apropiación gnoseológica de la realidad. 21
Sin duda, a la función explicitada en el párrafo anterior, se le debe articular lo ontológico, el ser, el que en esta acepción instrumental de la crítica exige su presencia. Pues cabe preguntarnos: ¿conocimiento de mi realidad en un por qué y en un para qué?. El tener un conocimiento de mí mismo, de mi proveniencia, de mi realidad y de mi discurrir-trasegar-devenir como individuo y como parte de un tejido social, son elementos vitales para comprenderme en un mí mismo. ¿Pero en verdad me conozco en mí mismo? Cuestionamiento de suma dificultad a responderme. Diría que empiezo a conocerme, - algo aparentemente paradójico, pero real -, y a develar en mis distintos momentos, diversos intereses académicos, laborales, personales e investigativos en diferentes momentos de mi temporalidad. Lo que en términos de Kosik es explicitado al enunciar que: […] el hombre elige el presente en función del futuro… [que] forma su propio presente y futuro sobre la base algo que todavía no existe 22. 21
Zemelman, Hugo. Los Horizontes de la Razón. Uso Crítico de la Teoría. Editorial Anthropos.
3. DE LA TEMPORALIDAD
Imagen 3. El Tiempo: Eterno Testigo de Nuestros Éxitos y Fracasos Temporalidad que visiono para esta corta reflexión, en dos categorías: la mía, en mis momentos de mi decurrir de vida, y la temporalidad en momentos coyunturales del acaecer de lo social y de la ciencia. De mi temporalidad y mis momentos, comienzo haciendo alusión a mi procedencia, siendo ella orgullosamente afrodescendiente, por parte de mis padres oriundos del litoral de la costa pacífica colombiana. Matizados mis orígenes ancestrales de una gran riqueza cultural, en la concepción de la cultura como una 22
Concepción citada, por Zemelman en su texto arriba citado. Además nos plantea que “el momento equivale a la coyuntura, mientras que la secuencia de momentos corresponde al periodo, aunque deba hacerse la siguiente precisión: el periodo debe entenderse como un ciclo de desarrollo ya completo mientras que la secuencia de momentos alude al movimiento estructurador que opera a través de momentos.”.
gran totalidad de cuestiones que involucran el complexus de la vida como una totalidad de interacciones de lo biológico, lo sociológico, lo antropológico, en síntesis, en lo ecológico. La ubicación de mi familia en la zona del Valle del Cauca como la de otras afrodescendientes gracias a la búsqueda de oportunidades laborales, me sitúa en la municipalidad de Florida Valle. En ella vivo mis momentos de infancia y mis primeros pasos de mi formación académica, con posteriores intereses laborales y deseos investigativos en la educación terciaria, la cual debería haber hecho presencia por lo menos en la secundaria o antes. Mis apetencias hacia los idiomas como formación académica y la docencia en lo laboral afloran en los últimos grados de mi bachillerato. Lo anterior me induce a iniciar y posteriormente culminar la Licenciatura en idiomas. Momento de un proceso que en términos de Zemelman, pueden ser concebidos de manera epistémica como el: “[…] hablar de secuencias de coyunturas [las que] significa entender la historia como constituida de momentos de estructuración de lo posible, ya sea que se trate de modalidades objetivas de concreción (que se contienen como potencialidad), o bien como modalidad de desenvolvimiento impuesta por una praxis social”
Momentos de un proceso, en los que gran parte de mis expectativas en los campos inicialmente mencionados, no fueron satisfechas; exigencias por cierto que se van cualificando, en ese forjar del ser “en mi mismo”. Esto conlleva a iniciar estudios de cualificación al nivel de posgrado. Siendo este momento de la temporalidad histórica en mi vida, un despertar en la academia, para ella, y la investigación. Se depuran mis apetencias investigativas, gracias a un mejor nivel de formación, me consolido como persona, me entiendo y empiezo a comprenderme como la parte activa de y para un complexus, y a su vez el revierte en mí sus condicionamientos y sus consecuencias. En suma comienzo a comprenderme y entenderme en mí mismo desde lo individual-social y viceversa; soy pues y debo serlo un homos-ecológico protagónico del cosmos y de una gran totalidad con exigencias autopoieticas.23
23
Surge aquí la concepción y la necesidad de ser protagónico en lo sistémico, en lo complejo y lo autopoiético, es decir, ser de una totalidad, de red de redes y de autocreación continua. Todo ello en la perspectiva teórica de Capra, Morin y Maturana. En síntesis, al decir de Morin, Planetario muy planetario.
Imagen 4. La Temporalidad Actual 4. INVESTIGACIÓN Y DOCENCIA: MI TEMPORALIDAD ACTUAL Ya aquí emerge en este apartado del presente escrito, la segunda categoría de temporalidad, contemplada para con este corto ejercicio discursivo: la temporalidad como evento coyuntural en el acaecer de lo social y de la ciencia. Pienso que el comprenderme y el entenderme del ser “en mí mismo”, y gracias al acercamiento a diversas posiciones teóricas del desarrollo humano y sus múltiples variables, me sitúa y me emplaza en lo concerniente a la necesidad de trascender más allá de una aprehensión de las mismas. No basta mi memoria histórica, diría mejor historiográfica como forma de autopoiesis de construcción crítica de mí mismo, para ser agente protagónico en mi quehacer educativo para mi compromiso ético y moral con la educación planetaria. Debo ser sin duda alguna en esta temporalidad, mal llamada globalización, coherente con el discurso que logro aprehender y mi accionar en lo moral, en lo laboral, y en lo ético.
Cabe pues propender cómo desde mi proveniencia y desde mi espectro histórico, mi temporalidad de vida -, en concordancia con la temporalidad de lo social y de la ciencia, lograr momentos en la concepción de Zemelman, que den cuentas de las exigencias epistémicas y prácticas de la nueva concepción de la vida. 5. CONCLUSIÓN A manera de conclusión me es posible afirmar que el llegar parcialmente o totalmente a la comprensión de los momentos que conforman y han estructurado mi historia de vida, me conlleva a mayores exigencias en mi proyecto de vida, ya enriquecido y depurado en lo que a las apetencias académicas, laborales e investigativas concierne. Lo anterior exige un propio empoderamiento del ser en mí mismo para de esta manera trascender en lo glocal y lo global. He aquí cómo el lograr el ser humano, el “en mí mismo” a la luz de la historia de la vida individual de una persona, - la mía en este caso -, plantea la necesidad de trascender en el complexus, el que a su vez retribuye a esa individualidad en un contexto global24 y planetario. Recordemos entonces a Nietzsche y parafraseándole digamos ¡que somos humanos muy humanos! 24
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales. Este proceso originado en la Civilización Occidental y que se ha expandido alrededor del mundo en la últimas décadas de la Edad Contemporánea (segunda mitad del siglo XX) recibe su mayor impulso con la caída del comunismo y el fin de la Guerra Fría, y continúa en el siglo XXI. Se caracteriza en la economía por la integración de las economías locales a una economía de mercado mundial donde los modos de producción y los movimientos de capital se configuran a escala planetaria (Nueva Economía) cobrando mayor importancia el rol de las empresas multinacionales y la libre circulación de capitales junto con la implantación definitiva de la sociedad de consumo. El ordenamiento jurídico también siente los efectos de la globalización y se ve en la necesidad de uniformizar y simplificar procedimientos y regulaciones nacionales e internacionales con el fin de mejorar las condiciones de competitividad y seguridad jurídica, además de universalizar el reconocimiento de los derechos fundamentales de ciudadanía. En la cultura se caracteriza por un proceso que interrelaciona las sociedades y culturas locales en una cultura global (Aldea global), al respecto existe divergencia de criterios sobre si se trata de un fenómeno de asimilación occidental o de fusión multicultural. En lo tecnológico la globalización depende de los avances en la conectividad humana (transporte y telecomunicaciones) facilitando la libre circulación de personas y la masificación de las TICs y el Internet. En el plano ideológico los credos y valores colectivistas y tradicionalistas causan desinterés generalizado y van perdiendo terreno ante el individualismo y el cosmopolitismo de la sociedad abierta. Mientras tanto en la política los gobiernos van perdiendo atribuciones ante lo que se ha denominado sociedad red, el activismo cada vez más gira en torno a las redes sociales, se ha extendido la transición a la democracia contra los regímenes despóticos, y en políticas públicas destacan los esfuerzos para la transición al capitalismo en algunas de las antiguas economías dirigidas y en economías subdesarrolladas de
algunos paĂses aunque con distintos grados de ĂŠxito. GeopolĂticamente el mundo se debate entre la unipolaridad de la superpotencia estadounidense y el surgimiento de nuevas potencias regionales, y en relaciones internacionales el multilateralismo y el poder blando se vuelven los mecanismos mĂĄs aceptados por la comunidad internacional.
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