El Arco de Santa Catalina Para el año de 1609, se estableció el Convento de Santa Catalina Mártir, con una visión de reclusión, debido a los votos de las monjas que lo habitaban, ellas no tenían autorizado transitar por las calles, por lo que, en el año 1693, se les permitió hacer un puente, mismo que fue realizado en forma de arco, con un estrecho pasaje que permitiera a las monjas transitar sin ser vistas por el voto de reclusión. Pero para el terremoto de 1773, la reconstrucción del mismo fue aprovechada para hacerle mejoras y fue cuando se le agregó una torrecilla y un reloj Lamy Amp Lacroix de origen francés (www.aprende.guatemala.com). Antes convento, hoy un hotel colonial y lleno de tiendas y restaurantes, el Arco de Santa Catalina es el marco más reflejado en las fotografías de turismo del país, con la visión del volcán de Agua al fondo, una perfecta postal del recuerdo.
Antigua Guatemala
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