3 minute read
Los Wandjinas El tiempo sueño
Una de las leyendas más intrigantes y desconcertantes de los aborígenes australianos es el de los Wandjinas, los seres espirituales supremos y creadores de la Tierra y las personas. Quizás lo más interesante de su arte figurativo pintado en rocas y en las cuevas es la forma en la que han representado a los Wandjinas – rostros blancos, carentes de una boca, ojos grandes y negros, y una cabeza rodeada de un halo o algún tipo de casco. ¿Son estas pinturas rupestres representando a los Wandjinas la evidencia de visitantes de otros mundos interactuando con los humanos primitivos?
En 1938, el Dr. Andreas Lommel, miembro del Instituto Frobenius, vivió durante varios meses en la parte noroeste de Australia, en la región de Kimberly, con una tribu aborigen llamada Unambal, una cultura que ha existido, según la historia oficial, por lo menos unos 60.000 años. Durante este período, Lommel observo y fotografio la vida cotidiana de estos cazadores-recolectores aún en la
Advertisement
edad de piedra, sin embargo lo que más capturo la atención del investigador fue el descubrimiento de una cueva considerado sagrada por los aborígenes, en el que estaban representados los enigmáticos “Wandjina”, pinturas rupestres de seres mitológicos asociados con la creación del mundo. Kimberly es el único lu -
gar del mundo donde se representan a estos extraños seres. Según los investigadores, estas pinturas rupestres son muy antiguas, tanto como la cultura aborigen que los creo. Las pinturas han recibido todo tipo de interpretación: representación estilizada de seres humanos, e incluso búhos, hasta llegar a la teoría de los Antiguos Astronautas, según la cual los Wandjina podrían ser antiguos viajeros no terrestres que desendieron sobre la Tierra en las brumas del tiempo. Muchas personas creen que los extraterrestres han tenido un papel directo en la creación del mundo y las leyendas aborígenes hablan de acontecimientos verdaderamente extraordinarios. Lo que parece ser más interesante es el estilo utilizado por los aborígenes para representar a estos seres divinos.
La leyenda de los wandjinas
El Tiempo del Sueño
En la mitología de los aborígenes australianos, El Sueño o Altjeringa (también llamado Tiempo del Sueño) es un ‘erase una vez’ sagrado; un tiempo más allá del tiempo en el cual los Seres Totémicos Espirituales ancestrales formaron La Creación. Los Aborígenes creen en dos formas del tiempo; dos corrientes paralelas de actividad. Una es la actividad diaria objetiva, la otra es un ciclo infinito espiritual llamado el “tiempo de sueño”, más real que la realidad misma. Lo que sea que pase en el tiempo de sueño establece los valores, símbolos, y las leyes de la sociedad aborigen. Se creía que algunas gentes de poderes espirituales inusuales tenían contacto con el tiempo de sueño. “El soñar” es también usado a menudo para referirse al conjunto de creencias o espiritualidad de un individuo o de un grupo. Por ejemplo, un indígena australiano podría decir que ellos tienen “Soñar de canguro”, o “Soñar de tiburón”, o “Soñar de hormiga de miel”, o cualquier combinación de soñar pertinente a su “país”. Sin embargo, muchos indígenas australianos también se refieren al tiempo de creación como “El soñar”. El tiempo de sueño expone los patrones de vida para la gente aborigen. “El soñar” fue el tiempo de creación. Los pueblos indígenas australianos tradicionales acogen todos los fenómenos y vida como parte de un vasto y complejo sistema reticular de interrelaciones cuyas huellas se pueden seguir hacia el pasado hasta los seres espírituales ancestrales totémicos de El Soñar. Esta estructura de relaciones, que incluyen alimentos tabúes, fue importante para el mantenimiento de la biodiversidad biológica del medio ambiente indígena y puede haber contribuido a la prevención de la sobrecacería de especies en particular. El soñar establece la estructura de las reglas de sociedad para el comportamiento social y las ceremonias realizadas para asegurar la continuidad de la vida y la tierra. El soñar gobierna las leyes de la comunidad, las tradiciones culturales y como se requiere que se comporte la gente en sus comunidades. La condición que establece El Soñar se logra cuando la gente vive de acuerdo a la ley, y vive la tradición: perpetuando las iniciaciones y transmisiones o linajes del Soñar, canto de las canciones, relato de los cuentos, el ilustrado de las letras de canciones y los Sueños.