- TOMO VII - Compilación de Cuentos Cortos - 3° BGU "A"

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s o t n Cue s o t r co

I I V o Tom U G B ° 3 "A" Compilación historias

de

escritas

estudiantes

por


PRESENTACIÓN Y AGRADECIMIENTO El área de Lengua y Literatura de la Unidad Educativa Particular “Oviedo” se complace en presentar la compilación de Cuentos Cortos escritos por los estudiantes de cada uno de los cursos de los subniveles Básica Superior y Bachillerato, durante el año lectivo 2021-2022. Estos cuentos son el reflejo de un arduo proceso de escritura en el que los estudiantes han expresado su capacidad creativa y narrativa, y como muestra de esto, a través de cada una de sus páginas cuentan una historia de su autoría, donde han logrado crear personajes, escenarios, conflictos y desenlaces que los cautivarán. Cada cuento es distinto, su temática y estilo están determinados por la personalidad y visión de los alumnos, por lo que leer cada uno de estos será una experiencia distinta pero gratificante. Este proyecto no podía haberse llevado a cabo sin la participación y entusiasmo de las estudiantes, a quienes agradecemos y felicitamos por todo el esfuerzo puesto en cada grafía que aquí se recopila. Es importante, además, resaltar la predisposición de la Institución por impulsar este sueño que ha tenido el área de Lengua y Literatura, de formar escritores y escritoras dentro de cada aula de clase. Esperamos que se deleiten en cada una de estas páginas y que este proyecto sea solo el inicio de un largo y próspero camino de escritura creativa en sus vidas


Blue Autora: María Paz Alarcón


Es la historia de un par de chicos que vencen todas las dificultades y circunstancias para demostrar su amor y estar juntos cumpliendo sueños y metas. Gaby es una chica divertida que casi no tiene problemas en casa, bueno lo que si se puede decir es que es una chica muy consentida por sus padres. Es hija única a quien ellos le han dado todo. En vacaciones suelen salir todos a conocer diferentes países, Gaby siempre ha disfrutado de todas las comodidades que sus padres le han brindado, así como de una buena educación. Estudia en un colegio prestigioso en el pueblo de Sevilla, al que solo acuden chicos de una buena situación económica, tiene muchos amigos y amigas y con ellos suele salir en las noches a compartir momentos de esparcimiento y a mirar la ciudad desde un mirador llamado Blue, desde donde se puede apreciar todo el pueblo, en las noches tiene una vista increíble. Logan es un chico de barrio, de niño su padre falleció y desde ahí ha tenido una vida difícil, su madre tuvo una nueva relación con un hombre irresponsable que maltrataba todos en casa, la vida ha sido difícil para Logan quien ha querido dar una mejor vida a su madre y hermanos. Tuvo que dejar de estudiar para buscar un trabajo y poder ayudar con los gastos de la casa. Lamentablemente no ha encontrado trabajo y la situación cada vez se torna más complicada, él junto a su madre sufren y se desesperan porque no tienen como subsistir en este mundo complicado. Desesperado por esta situación, Logan ha recurrido a sus amigos a buscar ayuda, pero en el barrio hay muchos chicos que se dedican a robar o a cometer actos indebidos para sobrevivir. Logan y algunos de su barrio, han conformado una pandilla que se dedican a cometer atracos a la gente adinerada de su pueblo, ya que tienen que buscar la forma de cómo mantener a sus familias. Son una pandilla muy conocida en el barrio por atracar a los jóvenes de los colegios que estudian por los alrededores, así como también de ingresar por las noches a las viviendas de los vecinos y robar las cosas de valor. La gente del barrio está cansada de tanto atraco que han sufrido en los últimos tiempos, pero contra ellos no pueden enfrentarse, es una banda peligrosa que tiene armas y no les da temor lastimar a las personas. Desde hace un tiempo habían visto llegar al mirador que hay por el sector a un grupo de jóvenes que casi todas las tardes van a divertirse en el lugar, 1


escuchar música, pasar un momento ameno con sus amigos sin divisar los peligros que corrían al frecuentar este lugar. Esta pandilla había mirado como estos muchachos van con mucha frecuencia a este lugar, son chicos ce una buena situación económica, tienen celulares de alta gama, lo que les había despertado el interés, Logan junto a sus amigos habían planeado un atraco para poder robar los celulares y venderlos y así obtener un buen dinero para todos. Una noche fría de invierno Gaby y sus amigos fueron al mirador, mientras hacían una fogata para abrigarse, sintió la presencia de un extraño quien sin temor se le acercó para robarle el celular, en ese momento sus miradas se entrecruzaron y sintieron una emoción indescriptible. Él le tapó la boca para que Gaby no gritase y ella sintió un escalofrío que le recorrió todo el cuerpo, era el miedo que sentía, pero también la emoción de verse en unos ojos tan profundos, el chico también quedó profundamente impactado por la belleza de Gaby, que no fue capaz de quitarle su celular. Se puso nervios y ordenó a sus amigos abandonar el lugar. Logan no entendía como no pudo realizar el robo que tanto habían estado esperando, sabía que esa noche iban a cometer un delito espectacular lo que habían planeado hace mucho tiempo, pero se sintió incapaz de hacerlo al encontrarse con la chica más linda que él había visto, se quedó flechado por la belleza inexplicable de la muchacha que no pudo cometer el robo e impidió que sus amigos también lo hagan, esto generó molestia en el grupo, ya que todos se quedaron frustrados al no poder cometer el atraco. Gaby en cambio, impidió que sus amigos pongan una denuncia en contra de Logan y su pandilla, no quería que el chico que tanto le había gustado estuviese detenido en una cárcel, además de que les decía a sus amigos después de todo salimos ilesos, no nos robaron ni nos hicieron daño, así que mejor dejemos ahí las cosas. Desde ese día Gaby no dejaba de pensar en el chico que le había mirado de una manera tan misteriosa, que le había cautivado tanto, no sabía su nombre, ni cómo encontrarlo, su imagen no se le borraba y cada día anhelaba encontrarse con él. Lo mismo le sucedía a Logan, quería volver a Gaby, perderse en su mirada que tanta emoción le había causado, a diferencia de ella, él si sabía donde encontrarla, sabía en que colegio estudiaba, sin embargo, sentía mucho temor y vergüenza de volver a encontrarse con ella, pensaba que lo rechazaría o peor aún podría denunciarlo. 2


Logan pasó algunos días ausente, no se encontraba con sus amigos de la pandilla, y ellos empezaron a molestarse tanto a tal punto de llegar a amenazarlo sino continuaba con ellos, entonces tuvo que regresar a la pandilla a cometer delitos, pero esto cada vez le resultaba muy molestoso. Un día cansado de esperar por la chica de sus sueños, no soportó más y fue en busca de Gaby, caminó hasta el colegio donde ella estudiaba, aunque estaba muy temeroso, se acercó a ella con mucho recelo, la miró y ella comprendió que era el chico que había conocido esa noche en un lugar mágico llamado Blue. Desde ese día Gaby y Logan se encontraban todos los días en aquel mirador tan hermoso llamado Blue. Su amor crecía cada vez más, no podían pasar mucho tiempo sin verse porque se extrañaban demasiado. Gaby estaba influenciando en el cambio de vida de Logan con su amor y cariño trataba de que él cada vez se aleje de este mundo perverso y de a poco lo iba consiguiendo pese a que los chicos de la pandilla molestaban tanto a Logan. Los padres de Gaby se habían enterado que su hija tenía una relación con un chico de malos antecedentes, formaba parte de una pandilla de gente desadaptada, que cometía atracos en los alrededores. Su familia impediría a toda costa esta relación no querían que su hija esté con un chico al que todo el mundo conocía por sus fechorías. Trataban de todas las maneras posibles de impedir que Gaby se viera con este muchacho, le pusieron un guardaespaldas para evitar que ella se encontrase con Logan, que le acompañe y esté con ella en todo momento, evitando que se encuentre con él, esa era su misión. Los amigos de Logan tampoco estaban de acuerdo con esta relación, ya que él cada vez se apartaba de su pandilla, ya no le parecía divertido robar y hacer daño a otras personas. Su pandilla incluso le había amenazado con hacer daño a Gaby si continuaba con ella. La situación se tornó tan difícil para los dos, no podían encontrarse, aunque Logan iba todos los días al mirador en busca de su amada con la esperanza de que en algún momento se encontraría con ella. Gaby no tenía oportunidad de ahuyentar a su guardaespaldas, por lo que no podía ver a Logan, lo que le ponía muy triste. Los días pasaban, Gaby y Logan no encontraban la manera de encontrarse, añoraban cada momento vivido y se sumían cada vez en la tristeza. Gaby ya no salía de su casa, no comía, solo pasaba llorando. Mientras que él no perdía la esperanza de que ella fuera algún momento al mirador. 3


El momento de verse había llegado, cierto día Gaby engañó al guardaespaldas y pudo escaparse para encontrarse con Logan en aquel maravilloso lugar llamado Blue, Gaby había encontrado la manera de escabullirse de aquel hombre fortachón y todos los días buscaba la manera para encontrarse con su amado Logan. Eran momentos cortos los que compartían, pero llenos de amor, el uno era para el otro su refugio y su paz. Se querían tanto que estaban dispuestos a enfrentar los obstáculos que la vida les haga enfrentar. Los amigos de Logan se habían enterado de estos encuentros amorosos y tramaron algo malo para deshacerse de Gaby. Armaron una emboscada, cuando la pareja se encuentre en el mirador, ellos atacarán a Gaby para deshacerse de ella, y así sucedió, Gaby fue apuñalada por los amigos de Logan, mientras ella se desvanecía le pedía a Logan que de una vez se aleje de esas malas amistades. Es en este momento que Logan jurón cambiar de vida para siempre, hacer lo que más le gustaba jugar fútbol para convertirse un excelente jugador y hacerlo todo por el amor que siempre le tendría a Gaby. Llegó la ambulancia y se llevaron a Gaby, Logan nunca supo si la chica murió o qué pasó con ella, no le volvió a ver más. Desesperado le buscó por mucho tiempo en el colegio donde estudiaba, la buscaba donde sus amigas, pero nadie le dio información alguna sobre Gaby. Logan se sumergió en la tristeza y depresión que estuvo a punto de quitarse la vida, pero fue su madre quien le ayudó y le hizo acuerdo de la promesa que le había hecho a su amada Gaby, de cambiar su vida y hacer lo que siempre le había gustado, para ser una mejor persona cada día. Desde ese día Logan empezó a entrenar fútbol, le ponía mucho empeño y entusiasmo, practicaba con mucha tenacidad, que cada día se iba convirtiendo en el mejor de su equipo. Así fue que Logan dejó ese mundo tenebroso y empezó a practicar el deporte que le apasionaba y sobre todo porque cada día recordaba el amor que sintió por Gaby y la promesa que le había hecho. Pasó el tiempo y Logan cumplió su sueño, llegar a ser parte de un famoso equipo de su país, consolidando sus logros y metas. Pero nunca olvidó sus raíces, estuvo siempre pendiente de ayudar a los chicos de su pueblo, que por problemas económicos cometen actos indebidos. Creó una fundación de ayuda social, para de esta manera estar siempre pendiente de los muchachos de su barrio, su madre era quien dirigía esta fundación y junto con su hijo velaban siempre por el bienestar de la gente 4


de su pueblo. Logan había dejado de ser aquel chico temido por los moradores de su pueblo, ahora era el hombre más querido por todos, respetado y considerado por todo lo que había pasado en su vida. Es un ejemplo para las futuras generaciones, los niños le querían mucho, y cada vez que él llegaba a su pueblo era recibido con bombos y platillos. Realmente este muchacho era un ejemplo a seguir dejó su vida anterior, que no era nada buena, para convertirse en un hombre generoso, responsable y capaz de cumplir sus sueños y metas. Claro que todo esto fue gracias al amor de una chica que le había enseñado a vivir de una mejor manera. El amor todo lo puede, y aquí se puede ver el cambio de vida que experimentó Logan, siendo un gran ejemplo para todos los niños y jóvenes. Lo que uno se propone es capaz de cumplirlo con esfuerzo, dedicación y sobre todo si se cuenta con un apoyo idóneo y una gran motivación para vencer las dificultades. A pesar de todo esto Logan no había vuelto a entregar su corazón a otra persona, él vivía con el recuerdo de su amada Gaby y la incertidumbre de que nunca supo lo que pasó con ella, a pesar de que todos le decían que había muerto y que era mejor que él empiece una nueva relación, Logan se negaba a aceptar que Gaby había muerto, más bien tenía la esperanza de volver a verla en algún momento y en algún lugar. Logan y su equipo de fútbol tenían un encuentro deportivo en Francia, él había llegado con mucha ilusión como siempre lo hacía de jugar su mejor partido de fútbol, de poner su mayor esfuerzo y lograr la victoria. Lo que no se imaginaba es que ese día la vida le tenía una sorpresa muy especial. Su amada Gaby no había muerto, sus padres le habían llevado a vivir a Francia, para alejarla definitivamente de Logan, al igual que él, Gaby no había perdido las esperanzas de volver a ver algún día a su amado Logan. Guardaba en su corazón la esperanza de que ese día llegaría y que volvería a reencontrarse con el amor de su vida. Gaby había seguido paso a paso los logros y progresos que había tenido Logan de todo lo que había hecho por la gente de su pueblo, que sabía que en todo lo que hacía su recuerdo estaba presente, sentía que este amor no podía morir pese al tiempo, a la distancia y a las circunstancias. El día tan esperado para Gaby había llegado, el equipo de Logan iba a jugar un partido de fútbol en Francia, lugar donde ella vivía desde hace mucho tiempo. Estaba tan emocionada porque ella buscaría la manera de encontrarse con él, de decirle que su amor nunca había desaparecido, y que cada día recordaba Blue, el lugar donde se conocieron. Ese día Gaby se 5


alistó para ir al encuentro futbolístico con sus amigas, quienes conocían la historia de amor que había entre ellos, organizaron todo para que al final del partido Gaby pueda encontrarse con su amado. Gaby desbordaba de felicidad, al fin podía estar cerca de Logan, lo que tanto había esperado, disfrutó cada segundo del partido, mirando todas las cosas increíbles que su futbolista favorito hacía, y como de costumbre el equipo de Logan fue el ganador, habiendo él metido unos tantos goles, fue el futbolista más aclamado en el estadio. Entonces llegó el momento, las amigas de Gaby habían organizado todo para que a la salida a los camerinos, Logan y su amada se encontrasen frente a frente. Y así fue Gaby no podía más con la emoción, sentía que su corazón se iba a salir, latía aceleradamente, estaba tan nerviosa e ilusionada con este reencuentro. Camino al camerino Logan escuchó la voz de una mujer que le llamaba por su nombre, no podía creer era la misma voz que había añorado escuchar cada día. Nuevamente escuchó su nombre, no podía creer que estaba escuchando la voz de su amada Gaby, con temor e incertidumbre volteó a ver, y se encontró con una mujer muy linda, que estaba al otro lado esperándole con los brazos abiertos. Era Gaby su amada, no había muerto, estaba a unos metros de él, tan linda como siempre, con su alegría característica y con todas las ganas de abrazar a su amado. Su corazón empezó a desbordarse del pecho, corrió de inmediato al encuentro con su amada, se dieron un fuerte abrazo, mientras él le acariciaba con ternura y emoción, al fin podían volver a encontrarse, a decirse lo mucho que se amaban y la falta que se hacían cada uno. Fue un momento magnífico, que quienes estuvieron cerca se inundaron de emoción. Logan nunca había perdido la esperanza de volver a encontrarse con su eterna enamorada, él sentía en su corazón que ella no había muerto aquel día trágico para los dos. Gaby le contó todo lo que había sucedido después del atraco que le hicieron los chicos de la pandilla, sus padres decidieron llevarla a otro país, donde pueda empezar una nueva vida lejos de Logan y sus recuerdos. Lo que sus padres no se esperaron era que Gaby jamás había podido olvidar a su amado Logan, cada día añoraba volver a verse en ese mirador maravilloso con el chico que le había robado su corazón. Es así que poco a poco fue siguiendo los triunfos de Logan, conocía toda su historia futbolística, su amiga del pueblo le había contado todo sobre lo que él hacía y como cada vez se convertía en un futbolista famoso. 6


Gaby se sentía tan contenta por ver el cambio que había dado la vida de Logan, se había alejado de ese mundo turbio para ser un gran futbolista, lo que él siempre había soñado. Sabía que en algún momento se volverían a encontrar, ella aguardaba ese día con tanta ilusión y esperanza, y ese día llegó al fin estaban juntos sumergidos en un gran abrazo, que nunca más nadie les iba a separar. Al fin el amor había triunfado, venció las dificultades y barreras que se les había presentado, al fin la pareja estaba junta manifestando y demostrando su amor. Hoy no tenían que esconderse para poder estar juntos. Su amor había logrado el mejor de los cambios, Logan se había convertido en un hombre de bien que ayudaba a su prójimo, Gaby era una empresaria que ayudaría en todo lo que Logan necesite para hacer que su fundación crezca y se expanda a otros lugares, tratando de ayudar a quienes lo necesiten. Desde este momento nunca más se volvieron a separar, quisieron aprovechar cada momento juntos, ella lo acompañaba a todos sus partidos, siempre estaba a su lado, apoyándole en cada situación. Se amaban tanto, que un día decidieron regresar a ese lugar maravilloso que les había unido para siempre, volvieron a Blue, el mirador mágico donde un día se conocieron y surgió aquel amor que nunca acabaría, pese a tantas dificultades. Hoy se encontraban en aquel mirador, observando su ciudad, tomados de la mano y jurándose un amor que será eterno hasta el último día. El tiempo pasó y ahora son más felices, pues están esperando a su primer hijo, su amor se consolidaba cada vez más, ahora con la llegada de la pequeña Blue, nombre que le pusieron en honor al lugar mágico donde se conocieron sus padres. Esta niña significaba el triunfo del amor y les recordaba lo importante de ser perseverantes y constantes para alcanzar sus sueños y metas. El amor el más bello y sublime de los sentimientos que merece ser demostrado. Manifiesta tu amor en todo momento, nunca dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, dale un abrazo a quien quieres, dale una sonrisa, una mirada amable, siempre da lo mejor de ti a las personas que tienes cerca. “El amor es como el viento no se puede ver, pero si se puede sentir” Nicholas Sparks. Fin. 7


Scar Autora: Sarahí Amuy


Capítulo 1: Cora, mis días desde ahora —Te juro que tengo la sensación de que moriré en cualquier momento. —Jules, no morirás. Oh, sí lo hará. Este es mi trabajo ahora, Cora. Y lo admito, hasta para mí es sencillo. Como todo ángel de la muerte, me encargo del apartado de meter en la cabeza de las personas ideas sobre su muerte. Y cada vez que alguien se vuelve paranoico con morir, pues ahí estoy yo para ocasionarlo. Mis métodos son prácticos. Igual que otros ángeles, como cupido, por ejemplo. Uso arco y flechas que tienen la punta con picas de calaveras, Cora. Eso no puede faltar nunca, de ahí el resto es fácil. Disparo y acierto, algo bueno de este trabajo es que yo puedo elegir siempre el lugar. El efecto de las flechas que lanzo es como un germen mental. Ya sea insertar alguna idea rara en su cabeza, o susurrarle de repente que ‘‘te vas a morir en segundos’’. Cosas como esas. El tercer encargo que tuve fue... sencillo, admito. El chico se lo tenía merecido. Ese día estaba tan cansada que no usé el arco; directamente avancé y claro clavé una flecha en su cabeza. Nunca me quedo a ver las finales. No solo por lo deprimente del tema, ni siquiera es necesario. Mis poderes nunca fallan, y trabajo día a día en esto. ¿Qué puedo contarte? Soy bastante profesional. Sí, sí, sí. Claro que quiero tener el otro puesto. Ya sabes, el ángel Cupido que hace que la gente se enamore y escupa arcoíris de colores y confeti por cualquier agujero que se te ocurra. Pero no fue así. Si arriba lo que quisieron de esa forma... supongo que eso es lo que soy. No sirve negarlo. Suspirando, tomo mis cosas y vuelvo a casa. Bah, casa. No creo que un humano la llamaría así. ¡Pero me valen los humanos en este momento, estoy cansada! Después hablamos, Cora. Esta es mi vida ahora. Vida. Besos – Scar

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Capítulo 2: Cora, extraño los vicios ¡Ah, es insoportable! Como entidad divina que soy, no puedo dejarme llevar por los placeres mortales. Pero es difícil, es un dolor de espalda para no decir algo peor. A veces ya ni reconozco quien soy. Esto es lo que pasa viviendo al lado de humanos, aunque bueno, no vivo al lado. Si aún te cuesta imaginarlo, piensa por un momento que vives en una dimensión (casi igual a la de los humanos), pero en la que ellos no te ven y no pueden sentirte. Eres invisible, por lo menos ahí. Extraño hablar con alguien que no sea este diario, Cora, los demás ángeles de la muerte son unos amargados o unos poetas creídos y pretenciosos. ¡Ah, pero no quería contarte las penas de mi vida! Bueno, sí, un poquito. Pero tengo toda una primicia hoy, te lo aseguro: ¡Conocí alguien nuevo! Estuve…muy cerca, en serio. Fue cuando volví loco a alguien dándole la fecha exactamente de su muerte e incluso tal vez la causa. Lo sé, no debí hacerlo, solo debí darle una pequeña idea, pero se lo merecía. El tipo le fue infiel a su mujer y me enojé, cómo hace eso con 25 años de casados. Bueno, él se terminó yendo porque sintió que por la infidelidad recibió su sentencia de muerte. Y claro que se lo dijo a su mujer y ella se quedó llorando en la casa. Usé mi arco esta vez, no me gusta acercarme cuando ocurren estas cosas (por el Involucrum, tú sabes cómo es), pero había pasado dos minutos y la mujer no se calmaba. Pensé que se suicidaría. Así que me quedé, por un rato. Sé que no me incumbe, y no es mi trabajo, pero lo hice, Cora. La mujer se calmó, al cabo de un rato. Moví de lugar las cosas, coloqué el teléfono cerca de ella. Me hubiese gustado influenciarla para que llamar a su madre, u otro familiar cercano, pero ya sabes cómo son con el libre albedrío arriba. Así que esperé. La mujer descolgó a la quinta llamada. Era el marido, bueno exmarido. —Hannah… Hannah, Hannah… No paraba de darle con el nombre ese. Me sorprendí de que también hubiera rastros de llanto en su voz, pensaba que solo a Marta le dolía la ruptura. ¡Y cómo me equivoque, Cora! Después de un tiempo, ambos empezaron a hablar. Era como si volvieran a conocerse, de lo más raro. Yo esperé, esta vez por pura curiosidad (no 10


disfruto de entretenimientos mejores, lo admito). Es como te cuento, conocí alguien nuevo. Aunque no me conoció a mí. Los mejores besos– Scar Fin.

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El fin de la travesía Autora: Joselyn Andrango Tito


Todo inicio en las vacaciones de verano. Pero para su fortuna este verano tuvo una gran nevada, cuando la familia Parker decide mudarse a Stowe un pequeño pueblo en Vermont, siendo la primera vez que se alejan de la ciudad. La llegada de la familia Parker no fue una de las situaciones más emocionantes del mundo, pero si la historia detrás de esta casa a la cual se mudaron, cualquiera pensaría que es una casa común y corriente como todas las demás, sin embargo, esta casa esa perteneciente de los abuelos de las chicas, que hace un año habían fallecido. Bueno, pera para entender la peculiaridad de esta casa y lo que conlleva esto empecemos hablando sobre la familia Parker, núcleo formado por el Sr. Parker, pintor y nada carismático, la Sra. Parker, amable y amorosa. Sus hijas, Meredith la mayor de 17 años, la principal influyente de la mudanza por problemas en su anterior colegio y la adorable Aitana la menor de 9 años que le encantaba el ballet. Al frente de esta casa se encontraba una familia muy reservada, que tenía un solo hijo llamado Andrés, el extrovertido, guapo de la su escuela, pero, así como tenía su belleza se equilibraba con su torpeza e inseguridad que no lo hacía notar frente a otros y menos ante sus padres. El mismo día de la mudanza, por la noche, Meredith empieza a recorrer las habitaciones de la casa, encontrándose con una puerta tapada con un tapiz, tanto era su intriga que decide entrar por aquella puerta llevándole hasta el sótano de la casa. Estando ahí encontró cajas llenas de polvo y ella las empiezo a limpiar y a ver qué podría encontrar en aquellas cajas, al desempacar una de ellas encontró varios objetos como lámparas viejas, libros, cartas antiguas, pero lo que no pensaba encontrar era unos anillos deslumbrantes que seguían intactos a pesar de estar guardados y polvorientos, llevándolos a su habitación junto con las cartas para leerlas. Las vacaciones habían acabado y Meredith tenía que iniciar su nueva vida, si es que se puede decir así. Superando la primera prueba de una adolescente ir a un colegio nuevo y hacer amigos. Al llegar al colegio su temor de fracasar no le ayudo, llevándole a qué no entrará al pasillo del colegio y desviándose del aquel, entro en una puerta que la llevo a la biblioteca, ella decidió explorar por un momento y se distrajo, que no vio que al frente de ella se encontraba Andrés causando un choque entre ellos. Ahora se preguntarán con término Andrés en la biblioteca, recapitulemos en 13


la mañana Andrés salió temprano de su casa por lo cual no pudo conocer a Meredith la chica que se mudó al frente de su casa, porque él debía pasar por su novia Jessica, iniciando el año escolar como la pareja perfecta del colegio. Al llegar al colegio Jessica iba ir por un libro que necesitaba a la biblioteca, pero Andrés se ofrece en ir a traerlo, al estar en la biblioteca en busca del libro su concentración era tan profunda que su amor hacia los libros lo hizo distraerse y así chocar con Meredith. Tras el choque de ellos… Meredith le dijo: - ¡Uy! Lo siento me encontraba distraída. - Andrés: No te preocupes el distraído era yo. Eres nueva aquí verdad. - Sí, acabo de llegar al pueblo hace unas semanas. Luego de ese corte intercambio de palabras Andrés decide invitarle a una fiesta en la casa de su amigo, que se realizaba por el inicio de año. Llego la noche, Meredith no se sentía cómodo para ir a la fiesta, pero pensó que sería buena idea para hacer amigos, y no solo eso ella decidió llevar algunas cartas para seguir leyéndolas por si el ambiente se ponía aburrido. Llego a la casa del amigo de Andrés era un relajo total, su música era buena, tenían bocadillos entre otras cosas más, hasta que pasado las 12:00 eso se descontrolo, porque Meredith había decidido ir a la sala, y en eso Andrés la jalonea la mochila haciendo que las cartas salgan disparadas. Todos terminaron burlándose de ella porque en una de esas cartas hablaba de cosas extrañas e incoherentes que no podían suceder haciendo que Meredith se vaya de la fiesta. En el regreso a su casa ella decide que no le sucederá lo mismo que su anterior colegio y que esta vez sí se vengaría de Andrés. De regreso a su casa Meredith, se sentía frustrada y enojada, porque las cartas de su abuela habían sido rotas por Andrés y sus amigos; pero lo que ella no sabía era que todo ese espectáculo fue gracias a Jessica. Porque después del choque en la biblioteca Andrés le contó a Jessica que había conocido a una chica nueva que le pareció linda e interesante, haciendo que esta situación la pusiera un poco celosa. Entonces Jessica al enterarse de que sería probable que ella vaya a la fiesta andaba pensando en cómo molestarla una por ser la nueva y otra por pensar que ella le traería problemas en su relación con Andrés, cosa que así fue, pero esto lo contaremos más adelante. Llego la hora de fiesta y Jessica no se despegaba de él; llego Meredith y 14


Andrés iba ir a saludarla, pero Jessica no le dejo porque le decía que ella no tenía nada que ver con el grupo espectacular de sus amigos y que no debería darle tanta importancia. Faltaba media hora antes de las 12:00 y el grupo de amigos de Andrés empezó a realizar algunos retos, y en uno de ellos le tocó Andrés que era el de molestar a Meredith por ser la nueva. Andrés insistía en que no lo haría, pero Jessica sabía cuál sería el punto débil de Andrés y como también quería deshacerse de ella, retó a Andrés, diciéndole que era un cobarde por no hacerlo y él por demostrar lo contrario fue a molestar a Meredith causando que todo el colegio la viera y creyeran que era la rarita que fácilmente se podría molestar y sacar provecho de ella. Meredith al llegar a su casa decidió empezar arreglar las cartas con cinta, para poder empezar a leerlas y saber de qué tanto podía haber escrito su abuela. Empezando por la primera carta. Que contaba que para llegar al lugar que nunca acabó de conocer empezó por un libro que no tenía nada de peculiar que era un simple libro de recetas de cocina, y los anillos que siempre tuvieron un gran esplendor, sin imaginarse que esos dos objetos unidos tendrían un gran poder… Meredith no le dio tanta importancia a esta carta, ella sabía que hablaba de los mismos objetos que había encontrado en la caja del sótano, pero pensó que esto sería solo un delirio de su abuela, cabe recalcar que su abuela pasó sus últimos años en un asilo, entonces pensó que las escribió para no aburrirse ahí. Pero para tranquilidad de ella decide hacer lo de la carta unir solos dos objetos, pero no sucedió nada. Entonces Meredith pensó que solo fue un cuento de su abuela y se fue a dormir. Amaneció, pero como era un fin de semana Meredith tenía la presentación de su hermana Aitana, entonces sus padres andaban agitados por los detalles de la obra. Entonces ella no quería estar en casa, saliendo a dar una vuelta por el pueblo en su bicicleta y sus audífonos. Solo necesitaba desconectarse del mundo y olvidar todo lo qué pasó esa noche en la fiesta. No tenía un rumbo fijo al cual llegar solo sentía el viento que recorría por su cara y cuerpo como si solo volara. Pero lo que no estaba en sus planes fue encontrarse con Andrés que había salió a dar una vuelta en su coche, Meredith estaba tan distraída en solo pensar que ella existía. Andrés se encontraba concentrado manejando, pero en el cruce de unas 15


vías el semáforo cambió a verde y él aceleró mientras que en el otro lado Meredith no se fijó, cruzando y causando que ellos chocaran de nuevo, pero su choque fue leve sin que ninguno terminara herido o algo peor. - ¡Ey! Idiota fíjate por dónde vas. - Andrés: pero si fuiste tú la que se cruzó en mi camino. Alzando la cabeza Meredith se fijó que con el que había chocado era Andrés, la persona menos indicada con la que querría encontrarse. Andrés preocupado por Meredith le insistía que fuera mejor que la llevara a revisar un médico, pero ella insistía que se encontraba bien que solo eras unas raspaduras en sus rodillas y nada preocupante; además a Meredith le recalcó que porque se preocuparía él de ella si ni siquiera le importo hacerla pasar un mal momento en la fiesta. Andrés intentaba explicarle que esa nunca fue su intención y que todo era un tonto juego de sus amigos, pero Meredith resentida y con su gran ego no dejaría que baje la guardia, tomó su bicicleta y lo dejó ahí parado sin decirle ni una sola palabra. Toda esa situación le hizo pensar a Meredith que, así como para Andrés le pareció un juego lo sucedido en la fiesta, para ella gastarle una simple broma seria lo justo. Así que Meredith decidida a que se podría desquitar, lo primero que haría es acercarse Andrés, pero no sabría como, porque ella era la que lo alejo y aparte de eso le dejó claro que no quería ni verlo en pinturas. Lo que estaba a favor de Meredith es que tenía algunas clases juntas con Andrés entonces eran los momentos perfectos para poder acercarse a él. Cabe recalcar que Meredith era muy introvertida y el hecho de que se acercarse a alguien era difícil para ella. Inicia la segunda clase del día que era calculó y para suerte de Meredith el profesor decide realiza un proyecto para la clase y este se realizaría en parejas, entonces como era de esperarse Jessica se unió con Andrés, pero lo que no se esperaba era que las parejas serían al azar y así es como Andrés terminó haciendo pareja con Meredith. Para realizar este trabajo decidieron reunirse cada viernes en la casa de Meredith. Hasta eso ella iría pensando como vengarse. Se acabó la clase de cálculo y todos salieron al descanso, Meredith paso por la cafetería y en una ducha conversación escucho que a Andrés lo espantaba los roedores, siendo está la clave para que ella realizara este pequeño susto para Andrés. Llego el viernes, terminando las clases ellos se dirigirían a la casa de 16


Meredith para hacer el trabajo. Al llegar se encontraba la madre de Meredith y antes de ponerse a realizar el trabajo les ofreció unas cuantas botanas para que descansaron un momento. Después de eso empezaron con la investigación para buscar un tema para el desarrollo de dicho trabajo. Pasó una hora y le entra una llamada a Andrés, siendo en definitiva Jessica para que salieran a dar una vuelta, Meredith esperaba que Andrés le respondiera que no iba a poder, pero, no fue así él recogió sus cosas y con una tonta excusa de que su madre lo necesitaba se fue. A Meredith eso le hizo sentir triste o es más decepcionada, pensando que necesidad tenía él de haberle mentido… Pasaron semanas reuniéndose y cada hora lo valía hasta al punto de que ellos se volvieron más cercanos, tanto que Meredith pudo conocer como en realidad era Andrés; pero su desconfianza la invadía que no dejaría de lado su orgullo y seguiría con el plan del inicio, porque ningunas risas o momentos le harían olvidar el momento vergonzoso qué pasó. Una mañana en el colegio se escuchaba susurros por los pasillos, tal vez era un chisme de mal gusto que la gente inventó, hasta que iba llegando al salón donde tenía su primera clase y ve salir a Andrés todo enojado y adentro se encontraba Jessica gritando que terminaban. Esto sorprendió a Meredith que prefirió seguir a Andrés y ver cómo se encontraba, aparentemente todo esto había sucedido porque Andrés pasaba mucho tiempo en la casa de Meredith y la discusión fue una tontería, pero al parecer Andrés ya quería terminar con Jessica mucho antes. Esa misma tarde para alegrar el día de Andrés, Meredith decide invitarlo a su casa, pero no para realizar trabajos o algo parecido, era para poder acabar con su ego y así molestar Andrés, de hecho, pensó que sería una buena idea en esos momentos que ahorita se encontraba vulnerable. Decidieron perderse las últimas clases y salieron hacia la casa de Meredith, estando ahí pasaron conversando y en eso Meredith le comenta que deseaba enseñarle algunas cosas que serían interesantes para él, pero que estás se encontraban abajo en el sótano. Estando ahí abajo todo seguía oscuro y con cajas vacías apiladas, así que Meredith comenzó a molestar a Andrés con sonidos de ratas y encerrándolo en el sótano; él ya no quería seguir ahí, pero Meredith del otro lado de la puerta le dijo: - Esto es para que aprendas a no meterte conmigo. Así que Andrés le pido disculpas que nunca volvería a molestarle y mucho 17


menos por culpa de sus amigos, contándoles que ellos fueron los que le retaron hacerlo. Meredith abre la puerta y le pregunta porque debía hacer lo que ellos le dijeron, Andrés todo enojado por la broma y susto que había pasado, iba a retirarse de ahí, pero recordó que en su casa se encontraban sus padres y que mejor era quedarse ahí que ir a su casa. Andrés soltó su mochila y se sentó en el sillón, contándole a Meredith que lo qué pasó en la fiesta lo hizo porque nadie lo retaba, además de que nunca sus amigos deberían verlo como alguien cobarde, aparte de que tampoco salió por aquella puerta porque no quería ver a sus padres y recibir toda la presión de que debe ser alguien ejemplar siendo el gran orgullo de la familia. Siendo esta una de las veces que Meredith pudo ver como en realidad se sentía Andrés, y que no era el chico que ella se había imaginado. Como Andrés no estaba decidido a ir a su casa, Meredith le dijo que no habría problema en quedarse así que se dirigieron a la habitación y como él pudo ser sincero, ella se armó de valor y le contó sobre lo de las cartas de su abuela, y empezaron a leerlas juntos, como era de esperarse Andrés le dijo que nada de eso tenía sentid, preguntando si Meredith hizo caso a la carta lo de juntar los anillos y el libro. Ella contestó inmediatamente que sí, pero que no había sucedió nada. Entonces Andrés por su curiosidad decide intentarlo, y ahora al juntarlos estos se unieron en uno solo haciendo salir una luz radiante azul de la habitación, quedando ellos anonadados. Segundo después esta luz se apagó y ellos reaccionan sin saber lo que ocurrió, recordando solo la luz azul, los dos decidieron no hablar de lo sucedido, Andrés se tuvo que ir porque el tiempo había pasado demasiado rápido y ya había anochecido. Al estar cada uno en su casa, solo se acostaron y pensaban en lo sucedido hasta quedar dormidos. Por la mañana Meredith se levanta y todo parecía normal, se encontraba con su familia para el desayuno, realizando todo lo que hacía por las mañanas. Salió y se encontró con Andrés que estaba preocupado porque sus padres debían haberse encontrado en casa, y anoche al llegar no se fijó si estaban ahí porque solo subió a su habitación y se encerró. Meredith para tranquilizarlo le dijo qué tal vez al regresar del colegio ya se encontrarían ahí. Así que se dirigieron al colegio. Llegaron y al abrir la puerta del pasillo, se aparece Jessica lanzándose 18


abrazar a Andrés y llenándolo de besos, esto se les hizo extraño para los dos, pensando que Jessica se había olvidado que habían terminado. Andrés alejándose de Jessica le recalca que habían terminado, Jessica riendo a carcajadas le dice: - Como que terminar, estas enfermo Andrés o que te pasa, no pareces tú. Y dime quien es tu nueva amiga. Esto los dejo aún más confundidos porque al parecer nadie sabía quién era Meredith. Y Andrés no había terminado con Jessica. Creyeron que lo sucedido era una broma de mal gusto, pero pasaron las horas y todo seguía igual nadie reconocía a Meredith y Jessica no se despegaba de Andrés. Hasta la hora de la salida, que los dos se encontraron para regresar, como no sabían que pasaba decidieron ir a casa de Meredith nuevamente, para saber qué pasó esa noche. Estando en la casa, después de tanto pensar se le vino a la mente de Meredith que la carta que leyó era una de todas las que tenía, entonces las fue a buscar y las siguió leyendo junto con Andrés, hasta que llegó a una situación similar a la que había vivido con él, que era lo de la luz azul tan deslumbrante de la habitación. Su abuela no andaba especulando cosas incoherentes en aquellas cartas, si no que se trataba de lo que ella había vivido. En las cartas mencionaba que, tras esa luz, al levantarse se encontró con un mundo paralelo al de ella, donde a todo parecía igual físicamente, pero las situaciones que se acontecían ahí eran diferentes. Los dos espantados de lo sucedido decidieron creer sobre lo de los mundos paralelos, pero siguieron leyendo las cartas para saber si había una forma de salir y regresar a su mundo, hasta que llegaron a la quinta carta que describía sobre seres que cuidaban el equilibrio de aquellos mundos. - Son seres, que no tienen forma humana como la nuestra, solo se puede observar su mirada que deslumbraba el color azul intenso, pero detrás de aquella mirada, será que se esconde la oscuridad llena de amargura e intolerancia. Los había llamado espectros, y que aquellos aparecían al momento de que algo en el espacio tiempo de aquel mundo se ha desequilibrado por consecuencias innecesarias que no debía de suceder en dicho mundo. Pasaron días y por no decir algunas semanas, ellos lo pasaban como días normales, hasta que una mañana en el colegio Andrés decide preguntarle a Jessica por sus padres, ella confundida le dice si es que enserio quiere 19


hablar de eso. Andrés le respondió que sí, enterándose que ellos habían fallecido, él decidió no creerle, hasta que llegó a sus amigos haciendo la misma pregunta, y teniendo la misma respuesta. Fue tanta la sorpresa de esa noticia que se desmayó, terminando en la enfermería del colegio. Meredith enterada de lo sucedido fue a verlo para que juntos regresaran a casa. Al abrir la puerta, se encuentra con él mismo, siendo está una de las situaciones que hiciera que los espectros despertaran, pero mientras tanto frente a los ojos de Andrés se esfumo su otro yo. Confundido y aterrorizado de lo que pudo haber cometido en ese mundo fue a buscar a Meredith a su casa, para contarle lo que vio. Tras hablar de lo indicios, ella va a buscar las cartas al sótano, pero ahí ya no se encontraba nada, es más pareciera que nunca hubo huella de haberse mudado a dicha casa. Meredith puso de cabeza su casa hasta que encontró las cartas, pero nunca tuvo respuesta de cómo podían salir de ahí y evitar a los espectros, solo mencionaba al libro y los números de algunas páginas. Al amanecer Meredith dispuesta a regresar, va a buscar a Andrés para poder descifrar porque solo había números específicos de las páginas del libro. Que por suerte Meredith lo había llevado con ella. Tanto fue la cercanía de ellos al estar en esta situación que Meredith tras toda esta tragedia pudo volver a confiar en Andrés y no solo eso, si no que el tiempo allí fue un gran aliado para que Meredith abriera los ojos y se dé cuenta que el odio que le tenía Andrés terminaría convirtiéndose en amor. Pero lo del romance lo dejo para después de salir de esto, hasta que se dieron cuenta que los espectros los andaban buscando, así que no perdieron más tiempo y fueron a la casa de Andrés para seguir escondidos, mientras descubrían cómo funcionaba el libro. Andrés al ver que nada tenía sentido en aquel libro, le da una idea a Meredith de que arrancará las hojas de los libros y las quemará, Meredith hizo lo que dijo haciendo que estas hojas al quemarse formaron una especie de humo formando un reflejo de su mundo. Felices por ver qué podían salir, uno de los espectros los encuentra y agarra a Andrés, Meredith sin darse cuenta de lo que sucedía atrás de ella cruza por aquel reflejo, apareciendo fuera de su casa y sin recordar nada de lo que sucedió, miro la casa del frente de la suya sin reconocerla.

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El deseo del sol Autora: Dayana Ayala


El sol tocará el violín es una hermosa historia de emociones adolescentes, una historia de frustración y deseo. Quien no siente el deseo ardiente quien no siente el dolor de la frustración. El sol quiere tocar el violín, el sol es el antepasado a cargo de la naturaleza, ¿cómo podría tocar el violín? En esta historia, lo conoceremos. Un día cualquiera, un amanecer cualquiera, lo observaba desde una posición privilegiada, en ocasi ones rodeado de nubes aturdidas, emocionado de nuevo al pensar en el inmenso cuadro que pintó debajo de pie. Lo hizo, y hoy lo volvió a cambiar. Con un simple movimiento de caderas, tiñó de naranja los techos del pueblo perdido en las montañas. Sí, había mucho más otoño, por lo que el pensamiento lo hizo reír y, por supuesto, la sombra del techo que estaba mirando también había cambiado sin saberlo, ahora un poco más dorado. Entonces notó que aparecían pequeñas flores en el verde de su bosque favorito. Sí, lo adivinaste, sus ojos brillaban con tonos violetas que tocaron a la pareja que caminaba en la soledad de la madrugada en ese momento. Luego otra travesura y las monedas huérfanas de esa calle brillan para el destino de un niño con los ojos fijos en el suelo que está dispuesto a comprar mucho pan. Todo es tan hermoso pero no es perfecto, ¡falta algo! Sol triste al descubrir sus deseos incumplidos. Cada día se sentía vacío hasta que trato de escuchar los sonidos de la vida intentaba intentaba pero no escuchaba. El sol por sus rayos de luz hacia que el agua de los ríos corrieran los peces bailaran y los pájaros cantaban. Al medio día exactamente a las 12 era la hora que las carreteras se llenaban de vehículos escuchaba el sonido de los carros por sus rayos de luz pero eran muy ruidosos, le encantaba disfrutar la belleza que lo rodeaba. Siempre se preguntaba si los humanos lo miraban también como el los observaba le encantaba ser el sol pero se sentía vacío muy en el fondo Un día decidió intentar hacer unos amigos de su mismo ciclo social así que encontré unas nubes muy lindas se vean muy divertidas y se acercó les dijo con gran ternura si Talvez quería ser sus amigas, las nubes groseras se rieron y le dijieron que no. El sol triste se marchó pero no se rindió en busca de su compañero día tras día buscaba y buscaba. El sol con suerte se encontró un grupo de estrellas que cantaba y reían y les dijo muy respetuoso,amigas estrellas puedo ser su amigo me siento muy solo las estrellas al verlo grande y les provocaba mucho calor huyeron sin decir nada. El sol día tras noche lloraba, se rindió en la busca de un amigo. 22


Un Día común el sol desanimado pero brillaba y brillaba desde el cielo podía ver todo y escuchar con sus rayos de luz, de cerca vio una escuelita humilde donde salía un Niño llamado Martín con un instrumento, el sol se preguntó pero qué será ese aparato. Martín cargador su instrumento se sentó con la soledad cerca de un río y empezó a tocar con una simpleza pero a la vez con amor. El sol sorprendido de esa melodía se quedó horas escuchando a Martín a tocar su misterioso instrumento. Martín un niño de tan solo 12 años que tocaba un violín trataba de tocar unas notas agudas que no le salían y toda las tardes cerca del Río se sentaba a repasar con su violín. Martín intentaba tocar el violín lo más perfecto que podía porque quería ser escuchado por su madre que trabaja tantas horas. Martín repetía siempre que quisiera ser escuchado por alguien, aunque jamás supo que el sol siempre estuvo acompañándolo con atardeceres y escuchando emocionado por su violín, Martín se sentía mejor y más feliz. El sol descubrió que con el sonido que transmitía Martín ya no se sentía tan vacío, pero la pregunta de él era, Pero como el sol podría hacerse amigo de un humano?. Se preguntaba todos los días. El sol decidió hablar con su padre para que lo ayude con este deseo de poder tocar el violín. El padre le dijo porque sol tú eres un rey porque quieres tocar un simple instrumento, el sol le contesto que cada día como rey sol le encanta su trabajo ama a los humanos ama la vida la naturaleza pero él se sentía vacío hasta que apareció este Niño con su raro instrumento el violín. El padre enfurecido le respondió, No tú eres el rey sol no puedes tocar el violín, el sol muy triste no dijo nada, algo en él se rompió los sueños? Si pues solo necesitaba el apoyo de sus padres la Luna y la Tierra. Cada mañana El sol ya no brillaba como antes, los Ríos ya no corrían los peces no bailaban los pájaros no cantaban, todo era nublado como si ya no le importaría ser el sol.Martin no había ido 4 días a tocar con su instrumento a tocar cerca del Río y en ese día nublado llegó Martin con su violín a tocar con sus delicadas manos las cuerdas del violín el sol se animó se sintió un poco mejor y le dijo a Martin que lindas melodías todas las tarde estuve escuchando todo el ritmo de ese instrumento me hace sentir lleno de amor, Martín sorprendido le dijo al sol tú hablas?el sol no habla, el sol le respondió si, yo hablo me presento soy el sol. no lo podía creer y sorprendido le dijo hola sol soy Martin y me alegra saber en este momento que fui escuchado por ti. Es sol apestar de que hizo su primero amigo seguía desanimado triste no tenía el apoyo de nadie así que le contó todo 23


esto a su nuevo amigo Martín , aunque Martín tenía la solución dijo que lo iba ayudar a conseguir el apoyo de sus papas el sol contento brillo brillo y con sus rayos de luz intentó abrazar a su nuevo amigo Martín. La idea de Martín era enseñarle a tocar al sol el violín y así sus papas pudieran escuchar al talentoso sol. Así qué cada día Martín le ayudo a sol a practicar en su violín. Día tras Día preparándose pero el sol aprende súper rápido. Un día Martín le dijo al sol que van a tocar juntos el sol y Martín empezaron a tocar los papas del sol felices escuchaban y a la vez sorprendidos por el famoso sonido del violín. Los papas del Sol lo apoyaron y dejaron que toque el violín, el sol muy contento tocaba el violín cada mañana y en su atardecer cuando toca el violín el cielo se pone de un color diferente ya que escuchar tocar el violín al sol pone felices a su alrededor. Fin.

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Consecuencias de un beso Autora: Joy Benavides


Olivia, una chica “a la moda” con depresión, trastornos alimenticios, intentando unirse a una sociedad llena de inseguridad, ya que estamos en una sociedad llena de estereotipos difíciles de encajar, nombrando cosas perfectas a cosas absurdas Un viernes, último día de clases, día de salidas con amigas y amigos, fuimos a una fiesta como de costumbre. la verdad es muy difícil que mis papás me dejen salir, pero equis, me escapé porque estoy harta que me sobre protejan, fuimos a la casa de mi mejor amiga, Lucrecia, de cariño le decimos Lu, nos arreglamos, maquillamos y pedimos un taxi de camino a la fiesta que era en Valencia, fue un camino súper largo, ya que vivo en Madrid, pero al fin llegamos, había mucho alcohol, aún no había mucha gente, no había ambiente ya que eran las 10:00 de la noche, mis amigas y yo no nos importo que no hayan muchas personas igual estábamos disfrutando, eran las 11:00pm empezó a llegar demasiadas personas, llego Nicolás, mi ex, la verdad no lo había visto, hasta que se unió a mi grupo, me quedé paralizada, ya que no habíamos terminado muy bien, y aún me importaba, pero tenía que entender que el ya no era para mi, y sobre pensar en él dañaba mi salud mental, fui al baño con Lu y me encuentro con mi hermana Sophia, ella es una chica popular, bonita, le buscan full chicos, hasta chicas, siempre he tratado de encajar a la sociedad por mi hermana, siempre me baja el autoestima. Me vio llorando en el baño por mi ex, me aconsejó. - Olivia, no le des importancia, no hagas notar que aún te importa, salúdalo como que no le tienes rencor, disfruta de la fiesta y además se coqueta con cualquier chico pero a la vez odiosa. Es la primera vez que un consejo de ella me ha ayudado, y aunque me ha dolido tenía que aceptar que el y yo no podíamos estar. Salí del baño regresé con Lu y Sophia. - Olivia – respire lento y suave - Hola Nicolás, cómo vas? - Hola Olivia, - se noto que le di igual. Respire y seguí disfrutando de la fiesta con mis amigos y amigas, eran las 12:00 y llego un grupo de chicos súper guapos, uno se llamaba Julián, otro Mathias, y 5 más que eran, Jonael, Alvaro, Lukas, Matt y Valentino, los más guapos eran Mathias y Julián, llegaron, entraron en ambiente, tomaron alcohol, Lu me había dicho que Jonael le parecía guapo, nos apegamos donde ellos disimuladamente y le regamos un shot de tequila a propósito a Mathias, Mathias súper lindo, amable. - Mathias- tranquilas, cómo se llaman? Quieren estar con nosotros? Solo 26


estamos hombres jaja - Olivia- Jaja hola en serio perdón, y si, claro, nos quedamos con ustedes. Fuimos por nuestras amigas, Are, Sophia y Peiton, regresamos donde los chicos, bailamos, nos divertimos mucho con ellos, ya que son muy chistosos, Lucrecia se quería besar con Jonael, hasta que jugamos un juego que se trata de bajar todos la cabeza, contamos 1,2,3 y alzamos la cabeza y quién tenga contacto visual con otra persona se besa y adivinen qué? Lucrecia y Jonael fueron los primeros en besarse, seguimos jugando hasta que tuve contacto visual con Julián, la verdad me gustó mucho el beso, ¿quién diría que me iba a ilusionar con un beso? Y qué se vendría lo que realmente es el “amor de secundaria” lleno de problemas. Días después llega un mensaje inesperado. - Julián- Hola Olivia. - Hasta que pude encontrar tu número de celular, no te imaginas todo lo que hice por escribirte. - Olivia- Hola Julián. Wow, pensé que nunca volvería a saber algo de ti. Hablamos mucho, hasta que me dijo si podíamos salir un día e ir al cine, y a comer alitas, la verdad estaba muy nerviosa y le dije que estaría bien si íbamos a comer en una semana, ya que es muy difícil que me den permiso y aparte estaba castigada por escaparme. La semana pasada no había dejado de pensar en él, en el beso, aparte que es muy guapo, aún no creía que me había escrito. No sabía si contarle a mi hermana que el me había escrito ya que desde ese día la relación con mi hermana mejoró. Fui a su cuarto y le conté, se emocionó porque según ella estaba dejando de ser la típica chica antisocial, me dijo sal, yo te ayudo, yo les digo a mis papás, no podía creer, fue el mejor día de mi vida, sin duda. Hablábamos todos los días, sin parar, la verdad ya estaba ilusionada, estaba como desesperada porque llegara el día viernes de la otra semana. Hasta que al fin llegó el día, el día que mi vida cambiaría por completo. Viernes en la mañana, sonó la alarma de clases, me desperté sin pereza por primera vez, me bañé, me puse el uniforme, y baje rápido a desayunar. Me llegó un mensaje - Julián- Buenos días princesa, hoy nos vemos, suerte en tus clases. No lo podía creer era primera vez que él me decía princesa, primera vez que alguien me trataba lindo. Llegó la tarde, llegué del colegio y me empecé a alistar, me alisé el cabello, la verdad me sentía hermosa, ya quería verlo, estaba feliz por verlo y estaba ansiosa para que llegue la hora de poder estar junto a él. 27


Cuando de repente me llegó un mensaje, era él me dijo que a las 4 de la tarde pasaría por mi para salir y hacer el plan en el que habíamos quedado, se me hizo eterna la espera pero finalmente llegó la hora. - Julián- Puedes salir? Estoy afuera esperándote. - Olivia- Claro, enseguida salgo. Estaba súper nerviosa me temblaba todo el cuerpo, no podía creer lo que me estaba pasando al fin a alguien le importaba. Fui corriendo a avisarle a mis padres de que ya iba a salir a lo que ellos me respondieron suerte hija llega a la hora que acordamos. Enseguida salí de mi casa y ahí estaba el no lo podía creer, el estaba tan caballeroso me espero afuera del auto, estaba súper nerviosa, a lo que él me dijo -Julian- Hola, que linda estás -Olivia- Me sonrojé y me quedé callada. Enseguida puso sus manos en mi cintura y me dio un beso, no sabía qué hacer me quedé en shock de la emoción era la primera vez que me estaba sintiendo tan querida por alguien, me abrió la puerta de su auto y me invitó a sentarme, me subí al carro y de camino a la plaza íbamos conversado de cómo estuvo nuestro día, la verdad conectabamos tan bien que podíamos conversar de cualquier cosa durante horas sin aburrirnos era algo único. Llegamos a la plaza y nos bajamos del auto mientras caminabamos el me agarró de la mano me sentí segura con el, sentía que mi mano encajaba con la de él. Llegamos al local de alitas nos sentamos y pedimos la orden y que coincidencia el mismo sabor de alitas era nuestro favorito, mientras esperábamos la orden de comida no parábamos de hablar, hablamos de todo y nos reíamos juntos de los mismos chistes, llegó la comida y empezamos a comer, por primera vez me sentía segura con una persona que hasta no me daba vergüenza comer enfrente de el, cómo es de costumbre yo no avancé a comer por completo mis alas, a lo que le ofrecí si esque queria algunas de mi plato, él me dijo que si y se las comió todas, una vez que ya acabamos de comer fuimos por la cuenta, estaba justo por sacar dinero de mi cartera -Julian- Yo pago, no te preocupes. -Olivia- Que vergüenza, déjame pagar. -Julián – Tranquila. Y dio su tarjeta a la cajera Sentía que estaba con el mejor hombre del mundo. Salimos de eso y me invitó a tomar un helado a lo que yo le respondí que ya no avanzaba así que mejor fuimos a dar un paseo por la plaza. 28


Llegamos a la sección de juegos a lo que él me propuso jugar unos cuantos juegos para bajar la comida, pasamos un montón de tiempo metidos ahí, jugamos de todo me divertí mucho con el, realmente me hacía feliz. De camino a casa seguíamos hablando de todo lo bien que lo pasamos, recordábamos cada detalle cada cosa y no parábamos de reír y conversar, llegamos a casa a la hora acordada con mis padres, nos quedamos viendo fijamente y nos volvimos a dar otro beso, no podía creer, tenía mucho miedo ilusionarme por completo, ya que él es casi experto en el amor, es guapo, es mayor de edad y tiene muchas chicas atrás suyo y yo soy una chica antisocial, que solo he tenido un novio que para mi fue lo peor del mundo, pero ya que, aprendí algo no? Llegó lunes y le conté a mi mejor amiga todo lo que había pasado, la verdad no sabía quién estaba más emocionada si ella o yo, es la mejor amiga del universo, me aconsejó y a la final me dijo que ella igual había salido con Jonael, no lo podía creer, me lo ocultó, me dio sus razones, las cuales fueron que Lucrecia le había pasado mi número a Jonael para que Julián me hablara, seguimos hablando y se nos ocurrió hacer una salida en parejas, estaría genial, la pasaríamos súper bien. Ya tenía más confianza con Julián y le conté mis problemas familiares, la verdad fue lo peor, pero equis, en ese momento fue súper lindo, siempre que me sentía mal llegaba de la nada a mi casa, me mandaba comida, llegaba con flores. Era algo único no me había sentido así en mucho tiempo y poco a poco me iba enamorando de él, pasamos muchos momentos juntos vivimos un montón de experiencias. Pero siempre tenía una duda ya que él no hablaba mucho de su vida ni de sus cosas, obvio me contaba algo, pero no todo y eso en parte me hacía sentir un poco mal ya que pensaba que él no me tenía confianza para contarme eso. Pasaron los meses y finalmente ya estaba enamorada de él, sentía que era él único hombre en mi vida y que sin él no podía vivir, realmente era la única persona que me hacía feliz. Hasta que toda la relación bonita y perfecta que habíamos construido empezó a desmoronarse. Llegó un momento en el que estabanos en su carro exactamente en la gasolinera el se bajó un momento al baño y de casualidad yo abrí la guantera, no espere lo que me podía encontrar ahí ya que yo me imaginaba que él era un hombre perfecto, único. 29


Al abrir la guantera encontré fundas de éxtasis, cocaína, lsd y marihuana no podía creer lo que estaba viendo con mis ojos me quedé sin palabras y a diferencia del resto simplemente me quedé callada y no dije nada. Se subió al carro y me fue a dejar a mi casa, por dentro me estaba muriendo de ganas de contarle todo lo que vi y más que nada ¿por qué no habria de contarme eso? ¿No confiaba en mi? ¿Por qué me ocultaba algo tan grande ? Eran miles las preguntas que pasaban por mi cabeza pero simplemente me quedé callada y no dije nada, llegamos a mi casa, me baje nos despedimos normal como si nada, hasta que llegue a mi habitación y me desmorone llore tanto que se me acabaron las lágrimas, sentía que otra vez algo malo estaba por pasar y eso me ponía peor. Y lo más grave era que no podia decirle nada de momento, simplemente porque no quería escucharle y me tocó cerrar la boca, actuar como si todo estuviera bien y aguantarme mis sentimientos. Hasta que pasaron los días ya no podía aguantarme más, tenía que decirle todo lo que vi y contarme cómo me sentía por dentro. Era un día normal como cualquier otro pero yo por dentro estaba lista para decirle todo lo que vi y como me sentía, le invite a mi casa, llegó a la hora que acordamos, estábamos en el salón y empecé a decirle todo lo que sentía. Olivia- Julián tengo que decirte algo que créeme que ya no aguanto, me está consumiendo por dentro y siento que si no te digo me voy a seguir sintiendo mal. Julian- Claro Olivia dime, sabes que puedes confiar en mí. Olivia- Está bien Julián, mira el anterior día que estábamos en la gasolinera sin querer abrí la guantera de tu carro y vi que tenías bolsas de bastantes drogas y créeme que desde ese día me eh estado sintiendo mal y eh estado cogiendo fuerzas para poder decirte esto por qué créeme que me cuesta mucho pensar que no me tienes confianza para contarme cosas así cuando tú sabes que yo a ti te cuento prácticamente todo y realmente me siento mal por qué no sé de qué Julián verdaderamente estoy enamorada. Julián- ¿Que? ¿Como pudiste hacer eso Olivia ? ¿Por qué revisas mis cosas sin mi consentimiento, yo acaso hago eso contigo ? ¿ Me meto a tu cuarto a rebuscar en tus cosas ? No verdad ? Olivia- Pero Julián… Julian- No Olivia, es mejor no hablar. Salio de mi casa sin decirme nada y sin voltear a verme, me quede helada, jamás había conocido a Julián en ese estado no podía creer que no le 30


importo como yo me sentía, solo penso en el y contrarío a la respuesta que yo pensaba que me iba a decir, simplemente huyó y eso me dolió más por qué de la persona que tanto me había enamorado le estaba importando un comino como yo me sentía. Me encerré en mi cuarto y nuevamente empecé a llorar como una alma desconsolada, me sentía súper mal, sentía que nuevamente mi corazón estaba roto, no comía y no dormía para nada, solo pendiente al teléfono y esperando un mensaje de él o una llamada suya, pero nada. Al día siguiente tuve que ir al colegio, fui destrozada sin ganas de nada súper desanimada y eso se hacía notar pero mis padres nunca me dijieron como estás ? O un te sientes bien hija ? Simplemente pasaron de mi cómo es de costumbre. Llegue al colegio y mi amiga más cercana me vio y me preguntó que me pasaba, por qué estaba así ? Dentro de mi quería contarle todo pero no podía, eran cosas de él que ni siquiera me había contado a mi, me inventé otra cosa y no deje que me ayudará. Se acabaron las clases llegue a mi casa, revise el teléfono y nada ningún mensaje o llamada de el. Pase dormida toda la tarde no tenía ganas de nada, solo lloraba y me preguntaba por qué a mí ?. Llegó la noche y no aguantaba las ganas de llamarle por mi mente pasaban todos los momentos que vivimos juntos y todas las veces que fui feliz a su lado, así que deje a un lado mi orgullo y le llamé Julian- Si ? Olivia- Hola Julián, perdón por molestarte pero realmente me siento mal y quiero hablar contigo Julian- Yo también me siento mal Olivia, me duele mucho que nos hayamos distanciado y sabiendo todo el cariño que te tengo. Realmente no le creí nada de lo que me dijo y poco a poco iba desconociendo a esa persona de la cual me habia enamorado. Olivia- Entonces te parece si hacemos un borrón y cuenta nueva ? Julian- Si me parece bien por qué quiero estar bien contigo Después de esa llamada no sabía si realmente había echo bien en hablar con el, sentí que todo lo que habíamos vivido era envano y poco a poco se iba acabando nuestro amor, por qué apesar de que ya estábamos bien supuestamente yo me seguía sintiendo con ese vacío y esas dudas que él no me pudo aclarar. 31


Los días pasaron y nosotros seguíamos hablando y saliendo pero sentía que ya nada era igual, sentía que no podía confiar en el y que no lo conocía verdaderamente. Poco a poco dejaba de sentir cosas por el y por más que tratábamos de forzar nuestro amor y hacer que vuelva a funcionar no se podía por el simple echo de que yo no confiaba en el. Pasaron las semanas y en el transcurso de eso peleábamos demasiado, había ful toxicidad de parte de él y de parte mía, ya no habían flores en mi puerta ya no habían los buenos días mi amor, todo eso se fue acabando. Y poco a poco nos íbamos alejando, aveces no nos respondiamos, aveces el salía de fiesta y no me contaba nada y lo peor de todo esque mis amigas me contaban que le vieron a él con otra en la fiesta, pero yo simplemente no le decía nada, por el simple echo de que me empezó a dar igual todo, me volví una persona apagada. Llego un día en el que no le respondí por casi un día y a el simplemente le dio igual no me busco ni nada. Hasta que simplemente decidí soltarlo y alejarme de el completamente, no me busco ni hizo nada por mi, simplemente le dio igual. Y ahí estaba yo nuevamente sola, nuevamente con el corazón roto, nuevamente con un millón de inseguridades y mis padres ni caso, nunca me preguntaron como estaba y ni mucho menos me dieron un consejo. Me preguntaba por qué todo me pasa a mi ? Por qué todo lo que me hace feliz no me dura?. Sentia que no tenía ningún propósito en este mundo, sentía que solo vivía por vivir, ya nada me llenaba ya nada me hacía feliz, me sentía sola y llego un momento en el que no aguanté más y quise ponerle fin a toda esta de vida mierda, cogí un frasco de pastillas para dormir que utiliza mi padre, y me tomé toda las pastillas de golpe provocándome una muerte instantánea y poniendo fin a todo esto. Fin.

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The true story Autora: Zaleth Espinoza A.


Introducción Todo comienza en lo que solía ser una ciudad poblada y ahora se había convertido en un pueblo a causa de la guerra, en esta habitaba un chico de nombre Jace, el cual tenía tez trigueña, 170 cm de alto y una gran habilidad para el ejercicio. Jace, había pasado diecinueve años de su vida practicando deportes como: básquetbol, natación y su favorito, gimnasia. Aunque le fascinaba su faceta deportiva también se destacaba en la música, amaba con su vida cantar, aunque esto nunca lo había contado a nadie. Julio y Abril, sus padres, nunca le habían prohibido nada porque conocían a su hijo y sabían que era un gran chico en el que podían confiar plenamente y este jamás los iba a defraudar. Jace amaba mucho a sus padres a pesar que siempre sintió que estos ocultaban algo, no obstante, nunca intentó averiguarlo porque tenía el pensamiento de: “Cuando ellos estén listos me contarán” o quizá solo estaba sacando teorías que, muy probablemente, no eran ciertas, de todos modos, sus padres nunca le habían ocultado algo. Pensamientos sobre cómo era la ciudad en la que vivía antes que se convierta en un pueblo, hasta información secreta que tenían sus padres, era lo que rondaba en su mente cada noche antes de dormir, y en esta ocasión no era la excepción. Eso fue lo último que pensó hasta que abrió los ojos despertando en otro día, en ese momento supo que el sueño le había vencido otra vez, este suceso ya no le sorprendía porque esto le estaba ocurriendo hace ya algún tiempo. Su madre había salido de casa porque su trabajo quedaba en la ciudad cercana, Lepzik. Ella era dueña de una gran y muy exitosa empresa. Su padre no era la excepción, no se encontraba en casa porque también se dirigió a su trabajo, este al contrario de su madre, era enfermero, pero él sí trabajaba en el pueblo que, por cierto, se llama Baviera. Entonces, Jace, quien sus padres le decían "Muscu" debido a sus grandes músculos, se dirigió a la cocina para preparar su desayuno que consistía en unas tostadas con mermelada y agua mineral porque no le gustaba las bebidas azucaradas. Una vez que había disfrutado de su desayuno, se dirigió a una de las habitaciones de su casa para empezar a practicar su canto con la que últimamente era de sus canciones favoritas: <<Zodiaco – Moderatto>>. Se hallaba tan concentrado en su repaso, pero algo hizo que regrese a la 34


realidad y es que, desde el rabillo de su ojo, vio una sombra que parecía provenir desde las gradas y pasó en dirección al baño que se encontraba al lado de la habitación, el muchacho fue a ver qué era, pero cuando llegó no había nada, sin embargo, se escuchaba una especie de murmullos como de dos personas hablando, pero no logró ver nada. Las semanas siguientes no sucedió nada interesante porque se limitó a seguir con su rutina. Al llegar el segundo sábado de agosto, decidió que iría de visita a la casa de su amiga, Litzy, para eso tendría que cruzar dos parques y caminar cerca de un callejón que solía ser peligroso o eso decían los rumores en el pueblo. Se vistió con un pantalón negro y una camisa rosada que resaltaba su color de piel, una vez que ya estaba listo salió de casa. Cruzó los dos parques mientras saludaba con varios conocidos que eran sus vecinos. Justo una cuadra antes de llegar a aquel callejón vio que varios pájaros aleteaban alrededor de algo, pero al llegar a aquel lugar solo logró percibir un olor a putrefacción, lo cual hizo que este temiera por su vida y salga corriendo para llegar rápido donde Litzy. Al estar frente a la casa de su amiga, no dudó en tocar el timbre. Litzy, abrió rápidamente la puerta y miró que Jace se encontraba bastante agitado, por ende, le preguntó sobre qué le sucedió como para que haya llegado en ese estado. Jace, sin decir nada, sujetó el antebrazo de la chica y empezó a correr para dirigirse a aquel callejón. Mientras tanto, Litzy le interrogaba para saber qué había pasado y a dónde le llevaba. A unas pocas casas el chico se detuvo y le contó acerca de aquel olor que había notado en el callejón, le pidió que le acompañe a ver el origen de este y su amiga aceptó. Entonces, cuando ya estuvieron en el sitio, la cara de Jace se tornó pálida y su boca se abrió debido al gran asombro que este sintió. Litzy estaba hablándole, pero este no lograba reaccionar hasta que cayó al suelo desmayado y lo último que escuchó fue un grito de desesperación por parte de la chica. Rápidamente, Litzy, con un alarido pidió ayuda a uno de los vecinos que se asomó a la ventana por el grito que había emitido. El vecino llamó al 911 y la ambulancia no demoró en llegar al lugar donde yacía Jace desmayado; comenzaron a interpelar a la chica para saber qué había pasado, pero esta tampoco sabía con exactitud lo qué pasó. Los paramédicos notaron que Jace no respondía a los estímulos que le realizaban por lo que decidieron llevarle al hospital. 35


Capítulo 1 Jace pasó unos días en coma, y cuando despierta lo primero que escucha es la plática que mantenían, entre bisbiseos, sus padres. No podemos decirle nada, aún no está listo – mencionó Julio. Ya cumplió la edad suficiente y sabes lo que ocurrirá a partir de ahora, si es que ya no está ocurriendo – espetó su madre. Mamá, papá, ¿qué sucede? Fueron las primeras palabras que Jace logró pronunciar. Nada, cariño. No te preocupes, ¿cómo te sientes? Estuviste tres días en coma – dijo su padre. Estoy bien - respondió él. Muscu quería insistir para que le cuenten sobre aquello de lo que sus padres estaban conversando, pero tal era su cansancio que por ese momento prefirió evadirlo, aunque en su mente había conectado todas las pistas que logró captar de la plática. Papá. Fue una de las palabras que había captado vagamente. ¿Acaso aquello que no le contaban tenía que ver con su padre? ¿era adoptado? ¿su madre le fue infiel a su padre con otro hombre? Eran algunas de las ideas que invadían su mente. Sus padres habían abandonado la habitación ya que, quisieron bajar a cenar algo porque debido a la preocupación respecto al estado de su hijo, no comieron bien todos los días que Muscu estuvo en el hospital. El chico estaba a punto de quedarse dormido, sin embargo, miró algo en el suelo que llamó su atención; como pudo, se bajó de la cama para acercarse a analizar lo que era y vio que se trataba de una imagen de un pentagrama de color rojo y fondo negro que en el centro tenía la imagen de alguien de apariencia humana y animal. Dejó la foto bajo la almohada para analizarla después; eran las once de la noche así que decidió ir a dormir. Tenía esperanza de descansar mientras dormía, pero no fue así, su mente, mediante sueños, revivió aquel día. Sangre, personas, ojos, corazones, pentagrama. Esto último hizo que se sobresalte e inmediatamente despierte. El pentagrama que vio ese día era igual al de la imagen. El resto de la madrugada no pudo dormir por lo cual, se limitó a estar con sus ojos cerrados mientras escuchaba como enfermeras y doctores corrían a una emergencia que surgió en una habitación cercana a la que él se encontraba. En la mañana del día siguiente, sus padres se hallaban firmando unos papeles para que le den el alta a Jace y poder llevárselo a la casa. El chico que todavía se encontraba en la habitación, escuchó que algo se estrelló en 36


la ventana este se asustó un poco, pero no eran más que pequeñas ofuscaciones por no haber descansado lo suficiente. Litzy iba todos los días en la mañana y en esta ocasión no fue la excepción, su sorpresa fue cuando entró a la habitación y vio que Jace despertó del coma en la noche, sin pensarlo rodeó con sus brazos, en forma de abrazo, al muchacho que ya se encontraba listo para salir. Abril y Julio, ya tenían todos los papeles listos para el alta de Muscu así que, regresaron a la habitación y con ayuda de la chica alistaron las cosas para salir. Una vez que ya estaban en la casa, los padres de Jace tenían que salir un momento, por lo tanto, dejaron a los chicos en la casa. Jace apenas escuchó la puerta cerrarse se levantó rápidamente, a pesar que este acababa de despertarse de un coma y no haber dormido nada, extrañamente se encontraba bastante bien. Litzy le insistió para que vuelva a acostarse para descansar, pero tanta era la adrenalina que sentía por descubrir el secreto de sus padres que la ignoró y empezó a buscar. Él supo en donde comenzar, y era en la habitación de sus padres. Se dirigió a buscar bajo el colchón, pero no logró alzarlo, optó por pedirle ayuda a Litzy quien estaba en otra habitación buscando pistas, aunque no sabía específicamente sobre qué La chica se negó a ayudarle a levantar el colchón hasta que le cuente al menos el porqué se veía tan sospechoso desde el día en el que se desmayó. Capítulo 2 ¿Recuerdas el día que todo empezó en aquel callejón?, lo que vi fue a varias personas que habían sido asesinadas, creo que pasó minutos antes que llegáramos, había cráneos, ojos, extremidades tanto superiores como inferiores troceadas y votadas por todas partes, sangre goteando por las paredes y un pentagrama en una de las paredes - Dijo Jace. Mientras el chico se encontraba contándole todo esto, sin querer, tocó un espejo. Fue ahí que notó que había alguien atrapado dentro del espejo. Este ser tenía apariencia escalofriante. Cuencas negras y vacías en vez de ojos, piel pálida, dientes pequeños, pero bastante filosos. En esta ocasión, Litzy también lo vio. Sintieron un leve escalofrío recorriendo por su cuerpo, debido al miedo que este ser les producía. El asombro del muchacho fue tanto que quitó la mano y la criatura desapareció. Litzy, notó que el “Espíritu”, como ellos lo llamaron, quería comunicarse y por eso volvió a poner su mano en el espejo para saber qué es lo que la 37


criatura tenía para decir. Al inicio el ente solo hacía una especie de señas con sus cadavéricas manos, pero no parecía funcionar. El ente acercó su boca al espejo, sopló para producir una especie de vapor sobre este y poder escribir con su dedo: “Hijo, ayúdame”. Esas fueron las palabras que desconcertaron al muchacho e hizo que quiera comunicarse de la misma manera, pero no tuvo éxito por más que lo intentó. Sus padres llamaron para decir que se demorarían en llegar. Jace supo que era el momento perfecto para llevar a cabo el plan que había ideado la noche que no podía dormir en el hospital; se dirigió al velador ubicado en el cuarto de sus padres y sacó unas cuantas velas, luego bajó a la cocina por sal y un cuchillo. Le había dicho a Litzy que le colabore navegando por internet para encontrar información sobre cómo empezar un ritual porque este conocía los instrumentos que se usaban, mas no el proceso. Litzy, supo lo que su amigo quería hacer y como ella era creyente en los temas relacionados con el ocultismo y magia, aceptó. Cuando supo que ya tenía todo listo para lo que iba a hacer, con ayuda de su amiga, empezó con el ritual de invocación mediante el uso del pentagrama. Agarrando un incienso de romero, se puso de pie en medio de la habitación de sus padres y empezó pasando el humo que desprendía el incienso, desde su cabeza hasta sus pies, de la misma manera limpió sus instrumentos con el humo del incienso; también para eliminar las malas energías que probablemente hayan estado con él, le pasó a Litzy otro incienso para que repita el proceso que él realizó a pesar que esta no se vería involucrada en el ritual. Se posicionó en medio de la habitación, y tomando la sal con sus dedos la empezó a colocar, alrededor suyo, en el suelo en dirección a las manecillas del reloj, esto para evitar que otro ente no deseado acuda a ese espacio energético que se estaba generando. A pocos centímetros para culminar de cerrar el círculo, salió de este puesto que, ahí tendría que proyectarse el espíritu que invocaría. Repitió este paso para hacer un círculo de protección para él. A medida que iba colocando la sal iba visualizando un aro de luz que le protegería en todo momento durante la invocación. Dentro del primer círculo sal tenía que hacer una estrella de cinco puntas para que tome la forma de un pentagrama, para esto debía empezar a trazar desde la esquina inferior izquierda y luego subir para darle forma a lo que sería la punta de la estrella, de ahí debía bajar de manera diagonal a la 38


esquina inferior derecha, volver a subir de manera inclinada a la esquina superior izquierda, casi para terminar, debía formar una línea horizontal a la derecha superior y esta última conectar con la esquina inferior izquierda. Acto seguido, en cada punta del pentagrama, colocó una vela. Este pentagrama lo rodeaba; Litzy quien también se había realizado la limpieza con el incienso, estaba presente, pero le brindaría ayuda dándole los instrumentos que él necesitase porque una vez que entre al círculo no podría salir de este porque a pesar que este es energético no se puede abandonar, esto se debe a que hay energía poderosa fluyendo en el entorno y no puede ser interrumpida. Le pidió a su compañera que le pase el cuchillo para cortar un poco de su brazo y así dejar caer la sangre dentro del círculo con la finalidad de potenciar la invocación, y posteriormente, usar el cuchillo como un athame (cuchillo usado como herramienta mágica en la Wicca). Siendo guiado por Litzy, señaló al techo con el athame, y con voz clara y prominente dijo: “Aquel ser que apareció en el espejo de esta habitación hace unos minutos, preséntese aquí y ahora”. No obtuvo respuesta así que, repitió eso un par de veces, aunque, omitiendo la parte del corte porque su brazo aún sangraba y ya no necesitaría más sangre, estaba ya por rendirse hasta que notaron que la temperatura de la habitación empezaba a disminuir cada vez más. Finalmente, el espíritu hizo su aparición. Era un ser de aproximadamente 190 cm, pero esta vez no lucía tan escalofriante como en el espejo, al parecer esa dimensión estaba agotando su existencia. De lo que sí se percataron fue del gran olor a putrefacción que emanaba de su cuerpo. de su cuerpo. Capítulo 3 Jace sentía pavor, pero a su vez tenía duda del porqué la criatura le había llamado: “Hijo”. El chico con gran prepotencia empezó a interrogarle para conocer la verdad porque extrañamente estaba seguro que el ser sabía lo que sus padres le ocultaban. El espíritu con un gran clamor interrumpió el cuestionamiento emitido por el joven para decir: - Hijo mío, ¿acaso no te piensas presentar? -Yo no soy tu hijo y quiero que me dejes de llamar como si lo fuese, por cierto, ¿quién o qué eres? Respondió el muchacho de manera exaltada. -Te atreves a negarme, HIJO -respondió el espíritu haciendo énfasis en la última palabra. Está bien, te responderé. Mi nombre es Caesar y en cuánto 39


a quién soy te lo diré luego. -Bien, Caesar. -Querido, por lo que puedo notar, parece que no sabes quién soy, tus padres te han mentido y es fácil darse cuenta de ello. -Mis padres no me ocultarían nada – alegó Jace, mientras fingía que no buscaba obtener información. -Sé que mientes, y si me invocaste fue porque sabes que yo conozco lo que tus padres han evadido decirte durante años. -Dime lo que conoces, por favor. Dijo el joven con voz suplicante. -No quería ser yo quien tenga que contarte la verdad, pero ya que insistes te lo diré. Todo empieza hace varios años cuando tu madre tenía 28 años y yo aproximadamente 371, sí se podría decir que mi envejecimiento es muy tardío, se diría que siglos. Abril poseía una gran afinidad hacia la brujería, un día estaba intentando un ritual que había leído, pero algo salió mal y terminé apareciendo frente a ella, en ese entonces yo era muy guapo y sexi, sin embargo, ella no podía verme. Entonces, yo le cuidé durante días y noches mientras ella seguía avanzando en sus conocimientos, hasta que sucedió lo que se supone no debía ocurrir. Me enamoré de esos ojos marrones, mirada perdida y dulce como solo ella la tiene. De manera indirecta le mandaba señales para que sepa alguien le cuidaba, pero sin asustarle, por ejemplo: movía sus cartas del tarot, aparecía mediante numerología, así estuve en varias ocasiones, hasta que una vez me presenté mediante uno de sus sueños. Al otro día, después del sueño, Abril me pensó durante cada una de las actividades que realizaba, pero cómo evitarlo si soy irresistiblemente guapo - dijo egocéntricamente - bueno el punto aquí no es hablar de mi belleza. Puedo leer el pensamiento de las personas – pensó en decir Caesar, pero decidió que lo mejor era omitir esa parte en la historia. Continuemos… En ese momento supe que dejé una huella de curiosidad en ella hacia mí, por ende, podría manifestarme físicamente, y así lo hice. Estuvimos viéndonos mediante sus prácticas de rituales o sueños. Meses después, ella también se sentía atraída hacia mí y me amaba con la misma intensidad que yo a ella. La conexión que sentíamos era tan grande que en una ocasión decidí aparecer mientras ella dormía, al inicio me limité a verla dormir desde lejos, pero no sé en qué momento me escabullí entre sus sábanas y me acosté a su lado. Todo empezó y las cosas se subieron de tono; terminó de decir Caesar, 40


antes que la puerta de la habitación se abra llamando su atención, giró en dirección a esta, y vio a una mujer que claramente conocía quién era, su piel trigueña, cabello marrón, complexión delgada, y en especial su mirada; aquella mirada que no olvidaría, aunque pase una eternidad. Capítulo 4 Habían pasado varias horas de lo que empezó el ritual, ya era de noche, Julio y Abril se encontraban en casa. Preocupados porque ni su hijo ni Litzy habían contestado las llamadas, tomaron la decisión de regresar a su hogar para ver si todo estaba bien. Lo que encontraron los dejó absortos, en especial a Abril, quien vio que su amado Caesar estaba con su hijo. Todo parecía una escena de película. Aunque Caesar no tenía la misma belleza de hace años, Abril lo recordó con amor y melancolía, hasta que rememoró él porqué este había salido de su vida. Jace, al igual que Litzy no podían creer nada de lo que estaba pasando así que no emitieron palabra alguna. Julio quien conocía perfectamente a Caesar no se dejó dominar por la situación y dirigió la palabra hacia Caesar para decir lo siguiente: - Idiota, ¿qué carajo le dijiste a mi hijo? - ¡Ja, Ja! Exclamó con sarcasmo, querrás decir mi hijo, ¿acaso no te contaron la historia completa? Espetó el espíritu. - Claro que sé la verdadera historia, por eso quiero saber qué le dijiste a Jace. - No te preocupes, querido. Iba a llegar a la mejor parte de la historia hasta que mi hermosa Abril abrió la puerta y me interrumpió. Pero ya que te preocupa tanto esa parte de la historia, la contaré. Jace quien ya había procesado todo lo que estaba sucediendo, se mantuvo atento junto con Litzy para escuchar lo que Caesar tenía por decir. Antes que el espíritu pueda emitir una palabra, una bofetada estrelló en lo que un día fue la bella cara de Caesar; el padre quien estaba furibundo fue el que dio el golpe. Esto molestó a Caesar, así que, lleno de cólera y sin pensarlo continuó con su historia. Abril se limitó a escuchar y a su vez, detenía a Julio para que no interrumpa nada de lo que la criatura diría. -Bueno, aquella noche que me escabullí entre las sábanas de tu madre, empezamos con palabras cursis y caricias sensuales, hasta que notamos la poca ropa que traíamos puestos hasta ese punto, en ningún momento pensamos en detenernos porque estábamos lo suficientemente excitados para llevarlo todo a otro punto, tuvimos sexo y sí, no nos protegimos 41


porque creímos que no podría embarazarse puesto que ella es humana y yo un maldito… Demonio. Completó de decir Julio. Por ende, tú eres hijo mío y de Abril, eres híbrido. Te enteraste de esto hasta ahora porque ahora ya tienes la edad suficiente para conocer la verdad; esto no es todo, lo demás te lo contarán Abril y Julio. Ahora que ya sabes casi todo, tengo que irme, sin antes decir que volveré. Por ti. Mi amor, Abril o por Litzy querida. Y Caesar desapareció entre las sombras. Capítulo 5 Jace quería saber la verdadera historia, pero no esperaba esta verdad. No podía creer que era un híbrido y que su padre era un demonio incubo; sin embargo, ¿a qué se refería Caesar al momento que mencionó que sus padres debían contarle el resto de la verdad? El muchacho regresó a ver a sus padres quienes lucían preocupados por la reacción que podía tener su hijo. Díganme todo lo que saben - dijo Jace fríamente. En ese instante, Abril, que se sentía lista para contarle todo a su hijo, tomó la palabra. Todo lo que te dijo Caesar es cierto; solo que él omitió contarte algunas partes para que yo lo pueda hacer así que eso te lo diré en este momento – mencionó Abril para posteriormente continuar hablando. Tu padre Caesar, se fue de mi vida el día que supo que estaba embarazada de ti porque no es bien visto que una persona tenga relaciones tanto románticas como sexuales con un demonio y sé que él no quería hacerme daño. Tiempo después conocí a Julio al que también llegué a amar, pero no de la misma manera que a Caesar, nos enamoramos y le conté lo que había pasado con el demonio, sin embargo, Julio no me juzgó y te aceptó como su hijo. Cuando tú cumpliste tres años, enfermaste de manera repentina y tan grave que los médicos no entendían qué te sucedió. Comprendimos lo que ocurrió, esa enfermedad surgió porque eres híbrido; no sabíamos que hacer entonces contactamos a tu verdadero padre para que nos ayude. Caesar aceptó ayudarnos, te daría un poco de su esencia demoníaca para que puedas vivir completamente normal, y a cambio nosotros tendríamos que sacrificar personas, mediante rituales, en su nombre. Los sacrificios eran porque si no lo hacíamos, cada vez que te daba de su esencia se agotaba su vida, por eso cuando apareció lucía tan demacrado, y si él moría, tú también. Otra de las condiciones era que, él vendría cuando tú estés cerca a cumplir veinte años y te contaría todo, y lo cumplió. A pesar de todo esto, nosotros aceptamos su ayuda. 42


Jace aclaró su voz para preguntar algo, ¿todo lo que vi y me sucedió fue porque él se estaba manifestando conmigo? -Así es, contestó su madre. Tanto lo que viste en el callejón, como en el espejo, fue parte de su plan para contactarse contigo. El muchacho no les había dicho nada sobre lo que pasó en el callejón, comprendió que ellos sabían esa información, alguien les contó y no sabía quién, ¿qué hay del pentagrama del callejón? Volvió a preguntar el chico. -Sobre eso, hijo. Fuimos nosotros, ese día no habíamos ido al trabajo porque nos encontrábamos haciendo el ritual, por eso viste tanta sangre, personas muertas, amputadas y decapitadas, no sabíamos que pasarías por ese lugar y sin querer lo viste – comentó Julio. Jace no podía creer que lo que vio fue cierto, pero lo que no entendía es porqué su amiga no pudo verlo, así que preguntó: ¿por qué Litzy no logró ver nada? No pudo apreciar nada porque ella, al contrario de ti, es humana. Tu madre y yo también somos humanos, pero como nosotros llevábamos a cabo el ritual sí lográbamos ver todo. Litzy, que no había hablado en ningún momento interrumpió para decir: ¿por qué vi todo lo que sucedió hoy? -Litzy, lograste ver todo porque el poder demoníaco de Jace es más fuerte en este momento que ya sabe la verdad así que, cualquier persona que ahorita hubiese estado con mi hijo lograría ver lo que ocurrió. - Expresó Abril. Antes que Caesar sea invocado por ustedes, se encontraba con nosotros por eso sabíamos lo del callejón y el espejo, él nos contó. Supimos que algo estaba mal cuando se perdía la conexión energética que manteníamos. Esta vez teníamos más cuidado para que no nos veas, por eso demoramos tanto en llegar, estábamos en un pueblo un poco lejano de aquí y no dudamos en venir a ver lo que ocurría. Al llegar lo vimos aquí, cabe mencionar que en todos los rituales que tuvimos durante años nunca se dejó ver completamente, hasta hoy. Ahora entiendo el porqué, se veía tan demacrado - verbalizó la madre. El chico, mientras escuchaba lo que decía su madre, apagó las velas y quitó la sal en dirección contraria a las manecillas del reloj para dar por terminado el ritual. Litzy también estaba ayudando a recoger las herramientas usadas en la invocación. Lo último que escucharon los presentes fue a Julio, quien aclaró su voz, que esta vez sonaba distinta y dijo: 43


Queridas, volví. Fin.

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No te dejaré hasta que me sueltes Autora: Hefziba Gómez


Capítulo 1 ZAC

Hace frío Se siente un pesado halo de soledad a mi alrededor. Escucho los ligeros latidos de mi corazón…son pacíficos. Mi mente está en blanco y en completo silencio Me siento tranquilo como muy pocas veces Pareciera que durmieron mis nervios Pero eso no me preocupa en lo absoluto. Abro mis ojos lentamente, están pesados por el cansancio y pareciera que he dormido un buen rato. No me invade ninguna luz como suelo acostumbrar, solo rayos tenues en una sola dirección, rápidamente puedo darme cuenta del por qué… no estoy en mi recamara. De hecho, no estoy ni en mi casa, tampoco en algún lugar conocido. Me encuentro en una habitación peculiar, es completamente gris y no tiene nada de acabados, el piso es de cemento y no hay ventanas a la vista. He aquí el porqué de no recibir ninguna luz. - Vaya cosa, ¿dónde carajos estoy metido? Este lugar es un desastre, no hay casi nada más que la camilla donde estoy y algunas puertas a mi alrededor, se siente incómodo estar aquí, por cierto… ¿por qué estoy en una camilla.? ¿por qué desperté? Retiro las estúpidas sábanas que me tapaban hace poco y me levanto de ese méndigo colchón. Camino hacia una de las puertas que tiene esta habitación, la que queda más cerca de mi posición. Cuando abro la puerta veo que es un baño descolorido pero patético, igual a la habitación de donde vine. Mis pies están descalzos sobre la baldosa azul oscuro que este tiene, el frío invade mi cuerpo y rápidamente siento como se eriza mi piel. Hay un espejo de cuerpo entero a lado mío y puedo apreciar mi desnudez. - ¿Porque estoy desnudo? Como sabré donde he guardado mi ropa si ni si quiera sé por qué motivo me encuentro en esta pocilga. Salgo del cuarto de baño muy irritado e intento buscar que vestir, digo, debería haber en algún lado. No me hago a las esperanzas porque de donde vine no había más que la camilla y una planta esponjosa en la esquina, sé que “ella” estará riéndose de mi por cómo me encuentro y es razonable, no entiendo que mierda está pasando, pero parece que estoy completamente solo. 46


Sigo caminando porque no pienso quedarme aquí por tanto tiempo así que buscaré una salida. Hay una puerta frente al baño, que digo… hay cinco puertas en este maldito lugar y me decido recorrer al recto de la puerta de baño. Decía N1 en el marco de aquella puerta antigua, decido abrirla y detrás de ella; encuentro una bodega muy empolvada. El olor ha guardado invadió mis fosas nasales, lo cual, me hizo rechazar seguir ahí metido, sentía como si han pasado décadas sin abrirse las ventanas ni puerta de este cuarto. No había mucho que hacer y mientras esperaba a la enfermera, continue inspeccionando el lugar. No había focos, pero se podía apreciar lo que estaba dentro gracias a la luz de las ventanas…un tanto desordenado por allí hay que admitirlo, pero en su mayoría cargaba ambiente de pulcritud y familiaridad. - ¿De quién es esto? La verdad no me importa, pero antes de salir sentí que encontraría una mudada para mí. Comencé a buscar entre unas cajas que estaban en la entrada; había juguetes de Niño y unas cuantas postales y fotos de esa familia, pero al menos tenían unos 50 años de antigüedad. - ¿quién guardaría este tipo de juguetes por tanto tiempo? Todo lo que miro está lleno de polvo y telarañas, lo curioso es que aquí parecen estar almacenadas todas las cosas innecesarias de un hogar. No encuentro mudadas completas. Humildemente llegué a un pantalón negro que estaba dentro de un armario al fondo de la habitación. Bueno para algo me ha de servir; a suerte mía si es de comodidad y a mi talla. Es un tanto elegante y está perfectamente planchado por alguna razón desconocida. Ahora que encontré lo que quería, iré a por otro rumbo. Al salir de allí el aroma era mucho mejor, sentía el oxígeno por mis fosas nasales y menos mal que este pantalón resalta y moldea muy bien mis nalgas y piernas. Ya voy listo para continuar. … La segunda puerta estaba llena de espejos, joder que extraño lugar, me acerqué un poco para verificar si había algo más allá de esto, pero solo encontraba los espejos en diferentes tamaños y formas, nada más a su alrededor. Lo extraño es que todos estaban alineados y enfocaban un punto en específico. En el centro de la habitación se encontraba una silleta, se veía como si fuera un lugar de meditación, un poco acusadora la verdad. Caminé hasta que deje caer mis nalgas a la silla, creí que sentiría algo, pero me equivoqué, quizás este lugar sea para encontrar la salida de algo que sientes 47


culpabilidad. Literalmente quien se siente ahí no podría hacer otra cosa que verse a sí mismo. - Excelente el minimalismo aquí No sé qué signifique hacer un cuarto como este, pero comienzo a pensar que estoy en algún consultorio psicológico. Comienzo a pensar que me internaron en un psiquiátrico por un tiempo sin consultar conmigo. Claramente me alejo de allí porque no tenía nada que hacer y tampoco quería acusarme de algo que hice mal, ya habrá momento para eso cuando esté en casa. Salgo de allí para buscar algo bueno que me dé la respuesta clara de donde estoy. No se cuanto tiempo ha pasado porque no hay relojes en ningún lado. Parece que solo tengo dos puertas mas así que debe ser una de estas la salida. Al abrir la siguiente puerta, que por cierto parecía amohecida. Le salieron pequeñas hojas mientras acercaba mi mano, cuando por fin la toque para girar la manija, estas hojitas me enredaron por completo la muñeca, las vi por un momento y pude arrancarlas con facilidad. Vaya cosa extraña de laboratorio. Cuando di tres pasos al frente, me abrumó el olor a tierra y vegetación. Alcé mi rostro después de sentir unos aleteos y pude mirar algunas aves que parecían tener un color muy apagado, lo asimilé como si de un grupo de cuervos se tratara. Al mismo tiempo pude darme cuenta de lo alto que es el techo de este lugar, al menos tenía unos cuatro pisos de altura, se podían ver las edificaciones que sostenían el techo y las varias luces que se encontraban por toda la extensión. Me llamó la atención y quise seguir caminando, me mataba la intriga de saber que más había por ahí, había una estructura gigante que me tapaba toda la vista. Me asomé por una entrada que tenía aquel muro, pero me llevé la sorpresa de que había otro igual de grande y el acceso a este daba al otro lado de donde yo estaba. Decidí caminar y comprobar si hay otro más como estas que acabo de cruzar, y efectivamente había un muro idéntico pero su entrada estaba muy cerca de donde estaba. Cuando atravesé la tercera entrada de murales. Vi como paredes grises se extendían por todo el lugar. - Maldita sea cuando se terminan estas estúpidas paredes. No era lógico este lugar, pero no me quedaba otra opción que tomar a esta habitación como un laberinto de murales con altas extensiones y entradas estrechas. - Al menos ocupa una hectárea de terreno. Yo me pregunto en que hospital despilfarrarían el dinero en 48


establecimientos tan grandes e innecesarios como este. De hecho, esta puerta me ha hecho dudar de si es un hospital o alguien me ha secuestrado en un espacio absurdo para perder la cordura. Ya no me queda más que la última puerta y comienzo a sentir dos cosas al mismo tiempo. libertad y asfixia, cualquiera de las dos cosas puede resultar ser correctas, tengo 50% de probabilidad de salir de aquí y otro 50% de encontrar un lugar tan extraño y absurdo como todas las anteriores. - Va pa' esa. La última puerta cierra el círculo de la habitación, la camilla estuvo siempre en medio de todas ellas incluidas el baño. Un pequeño escalofrío invade mi cuerpo al ver que esta última puerta esta extremadamente bien cuidada, es más grande que las demás y tiene acabados maderatos de aluminio, pulidos y lacados, muy definidos en esquinas y claramente especiales, la manija de la puerta es color plata brillosa con un diseño alargado y bastante grande pero finalmente elegante. Abro la puerta y solo alcanzo a ver una pequeña luz viniendo de una ventana en el tejado. - otra habitación sin luz mientras avanzo por el hall de recibimiento, me topo con una alfombra que acurrucaba mis desnudos pies por su delicada textura. Parecía que entraba en una casa millonaria, el piso era de mármol y parecía tener paredes de piedra, pero por la oscuridad no logré identificar las decoraciones ni lámparas. Tenía un buen aroma y parecía ser limpiado constantemente. Unos cinco metros de camino me encontré con un árbol muy verde y cuidado, colocado debajo de la única luz natural que tenía a la vista, estaba rodeado de vidrio por todo su alrededor a manera de protección. De este comenzaron a salir mariposas que parecían tener un solo color opaco, pero al mover sus alas, tenían una gama de color muy lindo como el arcoíris y cada una emanaba su propio brillo, - wow Es hermoso contemplar su belleza, pareciera que son de otro planeta, creo que nunca más volvería a verlas en mi vida. Me quedé admirándolas por un buen tiempo, aunque no me gusten tanto las mariposas, estas me brindaban paz y seguridad. El árbol también emanaba algo muy bonito que me daba confort y estabilidad. Parecía un encanto que me envolvía en algo que hace muchos años no había sentido. Desde aquella vez donde había recibido a cristo en mi corazón. 49


- Zac, Zac Una voz masculina y muy profunda me llama desde la oscuridad de la habitación. - Te he estado esperando… Capítulo2 ALICE Hay sangre color carmesí a mi alrededor, estoy comenzando a marearme por la desesperación y el fuerte dolor que tengo en todo el cuerpo. No sé qué hacer, mi corazón no deja de latir como un pesado martillo en mi pecho, casi no puedo respirar… me duele el cuerpo y se vuelve muy difícil intentar moverme, abro los ojos ligeramente y miro a mi hermano, pero él no se ha movido. ¡¡Dios!! No, no, no, no, intento acercarme a él con movimientos delicados, estoy atrapada en el coche pues, no hay mucho que pueda hacer, pero aun así lo acaricio en la espalda porque quiero encontrar en mi un alivio, no hay muchas probabilidades de que él esté bien. Mis lagrimas invaden mis ojos y caen pesadas en mi regazo, cierro mis párpados un momento e intento conectarme con Dios, no hay algo mejor que pueda hacer que orar por su vida y su salud. - Padre celestial mírame ahora, mira mi condición… soy débil y vulnerable en este momento, no tengo el derecho de pedirte nada por mi comportamiento, pero si pido por mi hermanito, por él sí doy mi vida ahora y quiero entregarte su espíritu y su salud. Abro mis ojos y me miro a través del espejo que hay encima del parabrisas. - No puedo quedarme en un momento melancólico. Limpio mis lágrimas y me alejo por un momento de Zac, agarro torpemente mi celular que está en el bolsillo de la chaqueta que llevaba puesta, consigo sacarlo de allí aún con señal y batería, agradezco al cielo por eso; marco al 911. Inmediatamente doy la referencia nuestra ubicación y comenté qué hay una persona en estado emergente, espero que no se demoren en traer una ambulancia. Seguido de eso le llamo a mi madre y le digo que nos espere con papá en el hospital porque sufrimos un accidente. Ahora sí; apago mi celular y me acerco a él para comprobar que esté respirando, lo muevo un poco e intento no causarle lesiones en su cuerpo. No fue nada fácil encontrar una posición que no me involucre dolores en mis piernas, pero al menos sentí que seguía respirando. Así tengo señales de vida y esperanza en él. Quisiera hacer más, pero prefiero dejar en manos del Padre y de aquellos 50


expertos que vienen en camino porque yo podría agravar sus heridas si intento ayudarlo. Lo miro minuciosamente y respiro profundo... - Zac, yo estoy contigo todo va a estar bien, estás respirando y eso me pone feliz. Logro acariciar su rostro, él no ha perdido su calor corporal ni tampoco su aroma. Me recuesto sobre el espaldar de mi asiento .... debo aguantar estar despierta hasta que llegue la ambulancia, pero no puedo estar satisfecha porque todo lo que acaba de acontecer fue mi culpa, no debí discutir con él mientras conducía. Eso nunca es bueno. - Por favor, perdóname hermanito, yo pagaré todos los daños causados y te prometo un trato mejor de ahora en adelante. Creo que fue imposible para mí no llorar de nuevo ante la presente situación. No hay nada más feo que estar en la posición de culpable, de herrado, de alguien que no puede ser perdonado por lo que causó. - Espero puedas entenderme Zac. Llegó la ayuda muy poco después. Les dije que lo vean a Zac y lo saquen con mucho cuidado del carro, luego que me saquen a mí. Ellos aceptaron y nos subieron en la ambulancia con ligera intranquilidad. Ya no soporté más el dolor en mis piernas y mientras el enfermero me levantaban para un chequeo ... me desmayé... Ya en el hospital, mi madre me dijo que llevaba esperando unos 10 minutos, quiero suponer que avanzamos rápido porque no se hacían solo 10 minutos desde la ubicación que nos encontrábamos. Mientras ingresaba en una camilla, mi madre me acompañó hasta la habitación. Allí me inyectaron e informaron que era necesario permanecer allí por unos días mientras ingresaba a terapias de rehabilitación. + Mamita fue mi culpa, lo … lo siento tanto. Si tan solo me hubiera callado en el camino a casa, no sé porque se me ocurrió reclamarle las cosas mientras conducía. Espero puedan perdonarme, pero si no lo hacen, entendería perfectamente el por qué. No había manera de perdonarme a mí misma por lo que hice, emanaba de mi mucha desesperación e intranquilidad, la vida de mi hermano menor dependía exclusivamente de mí. Si el muere, cargaré un dolor infinito y no merecería nunca la salvación. + Basta Alice fue solo un accidente, ve tranquila y no te preocupes tanto por lo que pasó, luego hablamos de eso. Ahora solo importa que estes bien. - Si, estoy bien dentro de lo posible, pero me tranquilizare por ti. 51


Después del accidente siento que salí premiada con los pocos daños que recibí. No merecía tanta bondad. Pero si intento tranquilizarme será por mi madre. + Gracias hija, yo estaré aquí para los dos ¿sí.? Tu padre está por llegar. Esperaré a mi padre, también quiero verlo y pedirle disculpas por todo esto. + Si, claro cariño, ve y descansa un poco. Yo estaré cerca tuyo y orare por los dos. Dios va a ayudarnos y todo saldrá bien. Solo ten un poco de fe y las cosas van a mejorar Alice. - Así haré, gracias por estar aquí mamá, gracias por tus oraciones. Gracias por todo. Mi madre me da un beso fortificante que me sacudió todo el cuerpo, luego me sonrió con tanto amor que dejó en mí una paz inmensurable que llenó mi corazón y mis esperanzas. Salió de la habitación con pasos tranquilos y suaves, sus tacones dejaban marcando compás en el camino y ligeramente cerró la puerta de la habitación. Creo que por más grandes que seamos, nunca cambiará el dulce amor que la madre puede dar a sus hijos, Yo siempre encuentro protección en su presencia, ella es mi salvación en esta tierra, aquel ángel que cayó del cielo para cuidarme y un pedacito de todo el amor que Dios nos da. No hay mejor bendición que ella para mi vida, eso lo aseguro. Acomodo un poco mis sábanas blancas y me aseguro de que cubra bien mis pies y piernas porque hace mucho frío y no hay mucho que hacer aquí más que esperar por atención médica. Me pregunto cómo estará mi pequeña Alaya, ojalá no la traigan a este espantoso lugar, quizás no sepa cómo reaccionar, y conociéndola entraría en un sufrimiento muy grande, es la única apegada a Zac como nadie en la familia. Zac, por favor quédate con nosotros... no dejes a Alaya sola, salgamos juntos de esto. Fue en ese momento donde pude sentir tranquilidad y pude dormir un momento. Capítulo 3 ZAC Un extraño sentimiento de miedo invadió mi cuerpo después de escuchar aquella voz, no era conocida, pero se escuchaba muy tranquila y segura de sí misma. Porque encentra una persona en la última puerta y en todo lo demás no había ni una sola alma. 52


- ¿Qué? Intento dar unos cuantos pasos hacia el vacío donde provenía la voz, pero mientras más me acercaba, más inseguridad me traía seguir ahí. - Doctor, ¿es usted? ¿Podría decirme cuál es la salida de este lugar? Nadie respondió mi pregunta por un instante que parecía eterno. Una risa incomoda surgió del mismo lugar, digo incomoda por lo extraño e insignificante que me sentí en ese momento. De inmediato algo me dijo dentro de mi que no estaba haciendo bien. + No Zac, yo no soy el doctor. Por favor acércate más a mí. Quiero verte… Me provocó mucha inseguridad continuar caminando así que quise cerciorarme de que no estaba en una ilusión. - Dhamira, ¿acaso eres tú? Es complicado explicar la estrecha y extraña relación que tengo con Dhamira, es aquella que todo lo ve y todo lo sabe de mí. Desde lo más pequeño e insignificante que hago cada día, hasta lo más recóndito de mi corazón y pensamiento. “ella” habla en mi mente constantemente de que debo o no hacer. + Escucha Zac, “ella” no puede estar contigo en este momento, aquí mando yo y solo estamos los dos. Por eso no encontraste a nadie en las demás habitaciones. - Como que aquí mandas tú, en donde estamos. La verdad es que comienzo a preocuparme porque aquella voz menciona que no hay nadie más en este lugar y tampoco sé cómo me ha visto entrar en todas las puertas anteriores. Seguramente hay cámaras en cada sección y él pudo observarme todo este tiempo. + Tranquilo hijo, no te preocupes yo no te haré daño. Acércate a mí. - Primero dime como te llamas y que es este lugar. Quiero ponerme a la defensiva porque no tengo ninguna otra forma de descubrir lo que pasa, por el momento me limito a preguntar. Si esta persona me ha secuestrado debo ponerme firme y si es de entrarnos a puñetes, yo como sea me las arreglo. + Gezag, ese es mi nombre. Ahhh y si, estas en mi casa. Bienvenido espero que la decoración sea de tu agrado Para que te sientas más a gusto te diré que nadie en el mundo es tan bienvenido a pasar por aquí que tú. Empuño mis manos de manera intranquila, esto no me gusta nada. ¿Como es eso de que nadie es más bienvenido que yo en este lugar? - Lo dice de manera muy exclusiva ¿quién más ha entrado a este lugar? + Nadie más Zac, este lugar es solo para ti. No has entendido lo que te dije, 53


te he estado esperando y este ha sido el día de recibir tu hermosa presencia. Doy un paso más al frente y se prendieron automáticamente unas luces cálidas alrededor, todas ellas eran como antorchas modernas que reflejaban la luz haciendo notar el terciopelo rojo que cubría todas las paredes. Era impresionante el detalle que existía en este lugar, cada cierto centímetro, unos pequeños círculos que emanaban un brillo especial, muy parecido a un diamante. Decoraba en zigzag trazando cuadrados diagonales en toda la superficie. … Había una hermosa lámpara colgante que giraba y dejaba balancear cuerdas llenas de círculos que emitían luz por cuenta propia. Finalmente pude ver que se encontraba una mesa de sala con dos sillones lujosos color carmesí y en uno de ellos. Un hombre de trajes elegantes que mantenía sus piernas perfectamente cruzadas y una de sus manos sobre la mesa sosteniendo una ficha de ajedrez. + Ha llegado el momento de que me conozcas. - Vaya, veo que es muy modesto con los tapices y decoraciones de su casa. + Por supuesto que si mi querido Zac. Por favor toma asiento. Le obedezco porque no tengo ninguna otra alternativa, cuando por fin lo veo frente a mí. Reconozco sus perfectas y detalladas facciones, su tez es pálida y su mirada es profunda, tiene ojos verdes que, gracias a su potencial color, puedo verlos claramente. - Vale, ahora si dígame que estoy haciendo aquí, usted es el dueño del hospital ¿verdad? + No quisiera ser deño de un hospital, yo quemaría el lugar si me llego a aburrir del trabajo. Suelta una pequeña risa de cortesía. + Mira hacia aquí por favor, ¿qué es esto … conoces de que se trata? El me señala con su mano aquel juego de mesa que reposa a nuestro costado, está ya manipulado y empezado desde hace mucho tiempo. Me pregunto con quién lo estaba jugando porque no veo que haya nadie más aquí. - Si, si ... claro que lo conozco, algunas veces lo he jugado por internet. + Excelente, has sido bueno para este tipo de juegos, ¿sabes? Siempre te he observado desde que eras pequeño. ¿Siempre? ¿Acaso es algún amigo de mis padres o un vecino que me conozca desde que era pequeño? Casi nadie me ha visto jugar ajedrez, de hecho, las únicas veces que lo jugaba era con mi hermana Alice cuando 54


costado, está ya manipulado y empezado desde hace mucho tiempo. Me pregunto con quién lo estaba jugando porque no veo que haya nadie más aquí. - Si, si ... claro que lo conozco, algunas veces lo he jugado por internet. + Excelente, has sido bueno para este tipo de juegos, ¿sabes? Siempre te he observado desde que eras pequeño. ¿Siempre? ¿Acaso es algún amigo de mis padres o un vecino que me conozca desde que era pequeño? Casi nadie me ha visto jugar ajedrez, de hecho, las únicas veces que lo jugaba era con mi hermana Alice cuando éramos pequeños. No entiendo como este señor sepa esto. + Quizás estes un poco confundido, pero eso es normal. Yo te conocí desde que naciste, fui parte de tu vida y ahora me has dado la oportunidad de ser feliz en este asombroso y lujoso lugar. Todo lo que vez y lo que tengo es gracias a ti Zac. - Yo no tengo mucho dinero, en realidad no sería capaz de hacer ni la mitad del dinero que se invirtió para arreglar esto. + Lo sé, eso es verdad. Estos últimos años no has hecho gran cosa con tu vida y tampoco aportas mucho dinero en tu casa. Tampoco te has dedicado a estudiar la universidad como todos tus amigos lo están haciendo y tampoco has llevado una buena relación con tu familia…. ¿Como sabe todo esto? La verdad es que si se trata de una broma ya se está saliendo de mis estándares de cordura. Todo lo que este señor dice está haciéndome perder la cabeza… no es alguien directo, endulza mis preguntas dejándolas sin una respuesta definitiva - ¿Oye como demonios sabes todo eso? - Tu eres joven hijo, yo soy viejo en esto. Mi trabajo se basa en inspeccionar tu vida a detalle, mis hobbies favoritos van de la mano entre tus acciones y tus decisiones. Creo que con estas palabras pude identificar lo que estaba haciendo en este lugar. - ¿Hay algo que no me deja tranquilo, donde está la salida? Una risa un poco imprudente se escapa de su boca y saca un tabaco de su chaqueta, lo enciende lentamente y mira hacia al frente. - Tú no puedes salir de aquí pequeño, tú eres mío - Cómo que no puedo salir de aquí, ¡¡ dime quién maldita sea eres!! Mi desesperación sale a la luz, necesito ver a mi hermanita Alaya, pero este absurdo espacio me tiene hasta los cojones y para colmo me encuentro con un señor que no deja de decir que soy suyo y que todo lo que nos rodea le 55


pertenece, pero es gracias a mí. Dios por favor sácame de aquí. - Esto es nada más y nada menos, el espacio tiempo en donde se divide el cuerpo y el espíritu mi querido Zac. - Y cómo es eso, que quieres decir… - Tu … estás muerto. Mi corazón comienza a descontrolarse y mi cuerpo solo puede pensar en salir corriendo de ese lugar, pero cuando intento buscar la manija de la puerta, me doy cuenta que solo se podía entrar, pero no salir…. - Sabía que te ibas a desesperar y por eso le puse seguro a la puerta desde que sentí tu presencia. No creas que va a ser tan fácil liberarte de esto. Agradece que tengo buenos gustos y te tengo mucha paciencia. - ¿Y si no me tuvieras tanta paciencia que pasaría ah? - Mira Zac, yo nunca me cansaré de esperarte, los años para ti seguirán pasando y por muchas cosas buenas que llegues a hacer, siempre me aseguraré de que lo arruines en algún punto. No, no, no, yo muerto no estoy y si así lo fuera, este lugar no tiene sentido, si me morí debería de ya haber descansado y sentido la tanta paz que supuestamente se tiene al morir. Trago grueso y eso lo siento claramente descender por mi garganta, mis manos tiemblan y en mi cara toda fase de amabilidad desapareció. - Entonces tú…. - Recuerda que tus dudas son el mejor antídoto para prestar atención e interés en ti. - ¿Tú eres un demonio? - Si Zac, todo lo que está en este lugar lo has ido mejorando con el tiempo, ¿cada centímetro cuadrado que veas ya está cubierto por mis gustos y sabes que significa eso? Eso quiere decir que no le has dado ni una mínima porción de interés en Dios estos últimos años. El ya no pertenece aquí, es un total desconocido y dudo mucho que sea bienvenido. Ahora si no entiendes el porque te voy a proyectar algo para que te des cuenta. El proyectó una de las tantas vivencias que pasaste. El da un clic y rápidamente estamos en la casa de un amigo. Supuestamente haciendo tareas… pero en realidad solo nos fuimos a la chuma y le mentí a mi mamá. - Tu tiempo y espacio lo dedicaste en cosas vanas de la vida, uy y ni se diga de los miedos. Todas las inseguridades que tienes ahora son fruto de tu apertura conmigo a este lugar. Nadie más que tú, me ha recibido con los brazos abiertos y me ha dado la oportunidad de reinar en ti, y sobre todo… 56


en tu mente. Si no lo notaste, todas las anteriores puertas representaban uno de tus miedos. Representaba todas tus dudas y trabas para ser mejor. - ¿Pero ¿qué has hecho conmigo? - Yo solo entré a donde me invitaron, no puedo perderme invitaciones de este tipo. Estoy tan agradecido contigo que podría besarte de la emoción. En esta mesa donde estábamos hace un momento no era una mesa especial, ni tampoco el juego era uno normal, ese ajedrez está jugándosela por tu vida y salvación. Faltan cinco minutos para que mueva mi siguiente ficha y tus mueras al fin… después de 23 años tu podrás ser completamente mío. Parecía que ya no tenía nada que hacer, quería mejorar mi vida, pero la verdad es que me di cuenta de que muy poco tiempo me quedaba para arreglarlo. Me giré hacia el árbol y pude notar como se desgastaban sus bellas hojas y estas caían deliberadamente sobre el suelo volviéndose marrones oscuros. - No te preocupes tanto Zac, además de que ya estás muerto y no hay nada que puedas hacer. Tampoco volverás a ver a tu familia y lo mejor de todo es que ya no tendrás oportunidad de ser salvo. Una méndiga risa malévola se presenta en todo el espacio marcando victoria. - Hasta aquí llegaste mi Zac preciado. Nos vemos en el infierno. Fin.

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Anhelando completar la apuesta Autora: Leslie Guanochanga


Año 1892, Londres, entre la calle Baker Street y Crawford Street se encontraba la casa de, Aveline Brown, una mujer que había enviudado hace poco y se había llevado la fortuna de su difunto esposo, no tenía hijos y sus padres vivían lejos, por lo que se había quedado completamente sola, afortunadamente su exmarido le había dejado el control de sus negocios junto a un contador de confianza, cediéndole absolutamente toda su fortuna hasta ese punto. La mujer era una sensación en su época, a sus 27 años tenía un carácter fuerte y era muy bella, tenía una mirada fuerte y profunda, su piel era blanca, con una figura espectacular y el pelo color negro azabache y corto, muchos hombres por esta razón intentaron cortejarla sin ningún resultado positivo, la mujer se centró de lleno a los negocios que ahora tenía, era una aficionada a whist e iba y era parte de un club en James Street bastante exclusivo llamado, White’s Club, contra todo pronóstico logró tener un grupo de juego constante y bastante numeroso con el que se reunía a jugar casi todas las noches. Podía darse ese lujo pues tenía un sirviente demasiado competente en su casa desde hace un año y medio, el hombre se llamaba, Jack Davies, sin duda uno de los mejores sirvientes de la época, el hombre era como una agenda humana, increíble recordando fechas y eventos importantes, adaptaba fácilmente el horario de su ama si algo se presentaba, sabiendo también hacer actividades varias que había adquirido de anteriores trabajos, de apariencias era bastante agradable a la vista, alto, fornido, de cabello corto oscuro al igual que sus ojos, un poco menos serio que su ama, pero juntos trabajaban muy bien pues ambos eran bastante metódicos. Un día como cualquier otro Aveline o Ava, como solían llamarle la gente que la conocía de forma más cercana, se preparaba para ir a su club favorito después de una larga jornada de trabajo, se encaminó hacia el lugar en carruaje y media hora después llegó a su destino, al entrar los empleados la recibieron como siempre, se sentó y le entregaron el periódico Times, donde se enteró de que recientemente se había producido el robo al banco de Londres, nadie había visto ni oído nada concreto, mucha gente decía que la persona había sido alguien de quien no se sospecharía y que iba seguido pues tal vez conocía las horas donde el lugar se encontraba más lleno y había aprovechado esta situación pues el banco tenía a la vista de todos el dinero y los diferentes bienes que se usaban como medio de empeño, sin duda una historia sin ningún sospechoso claro y bastante trágico para las personas que fueron robadas. 59


Cuando acabó de leer el periódico se dispuso a comer para hacer tiempo mientras esperaba a sus colegas para jugar, al cabo de un tiempo empezaron a llegar sus colegas entre ellos, un banquero, dos ingenieros, un fabricante de cerveza y dos arrendatarios, se pusieron a conversar sobre el tema del robo del banco y algunos empezaron a decir que atraparían al ladrón pues con la tecnología de la época se podría recorrer el mundo en 3 meses, pero Ava contestó que incluso se podría hacer en 80 días, todos los presentes le dijeron que no estaba teniendo en cuenta los muchos problemas que podrían surgir en el viaje como inundaciones, descarrilamientos, viajes con retraso por el clima y muchos factores que ella no podría controlar, uno de los hombres llamado Sir Oliver Connors, un antiguo conocido, soltó una pequeña risa nasal, se levantó de la mesa y le dijo: - Querida Ava, todos los presentes aquí en la mesa estamos fascinados con lo que has logrado sabiendo que ya no tienes un marido para ayudarte, pero lo que nos estás diciendo es imposible, no porque el periódico haya publicado que es posible significa que sea una realidad, nadie lo ha intentado. Ava, que notó el pequeño tono de burla, respondió: - Con todo respeto señor Connors, a mi parecer la ruta que publicó el periódico Times es muy factible, incluso yo me atrevería a hacer el viaje para comprobar y demostrar que se le puede dar la vuelta al mundo en solo 80 días. - No me diga que cree usted que puede hacer semejante viaje, sería demasiado para una mujer, tal vez alguien más pueda demostrar la teoría, pero personalmente dudo que funcione. - Pues se lo voy a demostrar, hoy mismo empezaré la travesía de recorrer todo el mundo en esa cantidad de tiempo. - Si eso es lo que desea, hagamos una pequeña apuesta, todos los que estamos aquí le entregaremos 23.000 libras esterlinas si usted lo logra, pero si pierde como soy un hombre benevolente, le pediré que nos entregue 20.000 libras esterlinas. - Acepto el trato Sir Oliver, si los demás caballeros desean participar, hagamos un acuerdo inmediatamente. Todos estuvieron de acuerdo con la apuesta, se hizo firmar a las 7 personas involucradas el acuerdo y Ava regresó a su casa después de terminar la partida de whist que había dejado pendiente por la discusión. En la casa de Ava, Jack se encontraba terminando de realizar sus tareas, ya 60


eran las 10 de la noche, él sabía que su ama no regresaría hasta dentro de una hora y media más, pero grande fue su sorpresa al verla traspasar el umbral de la casa, corriendo directo hacia las escaleras, Jack estaba en shock incluso creía que lo que había visto era una ilusión, su ama nunca se salía de su horario y rutinas predeterminadas, pero al oír que lo llamaban desde el piso de arriba corrió aún sin saber que sucedía - Si señora Brown, ¿Qué se le ofrece? - Nos vamos de viaje Jack, mira que la casa quede bien asegurada y nada quede fuera de lugar, compraremos cosas en el camino, por ahora solo llevaremos lo necesario. - Claro, como usted ordene Jack se retiró mientras pensaba el porqué de la decisión de la súbita salida y más aún, por el motivo por el cual decía su ama que iba a salir. Jack seguía estupefacto, después de todos los trabajos que había tenido creyó que con Ava había encontrado una rutina tranquila y estable, pero al parecer se había equivocado. Prepararon todo, solo se llevaron una bolsa de viaje, dentro de ella únicamente se encontraba parte del dinero de Ava junto a dos mudas de ropa para cada uno. El dinero que estaba llevando era el mismo que apostó Ava con sus colegas, unas 21.000 libras esterlinas para ser exactos, salieron de la casa, tomaron un cabriolé, llegaron a la estación y cogieron los billetes. Estaban allí para despedirla sus colegas del White’s Club, en especial él, sir Oliver, el cual estaba ansioso de ver fracasar a Ava en su intento, que según él, resultaría bastante mediocre. Dijo que volvería dentro de 80 días, el sábado 21 de Diciembre a las ocho y cuarenta y cinco minutos de la noche. El tren se puso en marcha y Ava estaba lista para encarar lo que sea que se le pusiera en el camino. La noticia de la apuesta de Aveline Brown, de que podía dar la vuelta al mundo en 80 días, se extendió primero en el White’s Club, luego a los periódicos y al final al público. Todos los periódicos decían que lo que quería hacer era una hazaña imposible de lograr y, teniendo en cuenta que era una mujer la que intentaba lograr este cometido, la gente confiaba mucho menos. Los colegas de Ava intentaron tener un perfil bastante bajo con respecto a la noticia, a excepción de sir Oliver, desde que Ava se había ido el hombre se había dedicado a buscar cada entrevista que se le presentaba para que la noticia no perdiera el furor con el que había comenzado. Mucha gente después de esto empezó a apostar también sobre la noticia, la 61


cual fue sensación durante casi una semana y media, pero un día, a la policía metropolitana le llegó un telegrama diciendo que perseguían a la persona que creían era la ladrona de bancos, las sospechas apuntaban a Ava y se pedía que enviasen ese mensaje a Bombay en India para su búsqueda y captura. Mientras tanto en Suez, antes de que se entregara el telegrama, en el muelle había alguien esperando, el hombre se encontraba un poco nervioso, podías ver desesperación en sus ojos, al hombre se lo conocía como inspector Davies, estaba a cargo de buscar al ladrón del banco de Inglaterra y con las pocas pistas que se tenían debía estar muy atento. Este estaba impaciente porque quería que llegase el paquebote Mongolia al puerto, debía vigilar a los pasajeros que llegasen para capturar al ladrón, que según investigaciones debería ir en ese paquebote, se especulaba que el ladrón tomaría el medio de transporte más rápido y que más lejos lo dejara del lugar del robo. La gente había empezado a bajar y entre tanto tumulto un hombre se le acercó pidiendo indicaciones para llegar a la oficina del cónsul y hacer visar el pasaporte que tenía entre manos, cuando el oficial recibió el pasaporte se sorprendió al ver el nombre de una mujer en el mismo, así que decidió indagar más a fondo con unas simples preguntas: - Es este pasaporte de usted caballero - ¡Oh! No, se trata del pasaporte de mi ama - ¿Acaso viaja sola? O porque solamente lleva a visar el pasaporte de la mujer - Sí, mi ama se encuentra viajando solo conmigo Al inspector esto le pareció raro, una mujer, viajando solo con un sirviente, en un viaje tan largo sin supervisión de su esposo es algo que él nunca había escuchado, así que curioso preguntó - Y ¿Por qué el esposo de la señora no se encuentra con ella? - Disculpe inspector, pero mi ama no se encuentra casada, actualmente mi ama se encuentra muy ocupada con su trabajo en varios negocios como para centrarse en el compromiso Si lo primero que había escuchado el inspector le sorprendió esto lo había matado, una mujer trabajando, con el dinero suficiente como para darse el lujo de viajar en un medio de transporte tan caro como lo era el paquebote de Mongolia y sin compromiso, pero no podía seguir divagando, así que decidió decirle lo que el sirviente quería saber en primer lugar. - Perdone por haber preguntado demás, la oficina de visado es aquella 62


caseta de color azul de allá - Si bueno…Muchas gracias Y sin más Jack partió a la oficina de visado, pero el inspector no se iba a quedar de brazos cruzados, aquella mujer y su criado habían levantado sus sospechas por lo que decidió envió enviar un telegrama con el nombre que había visto en el pasaporte con la afirmación de que Ava era la ladrona del banco de Inglaterra, mientras tanto él seguiría a Ava a donde sea que ella fuera. Dentro del buque, Ava se encontraba en su camarote a bordo del Mongolia y en su agenda se encontraba anotando el recorrido que tendría que hacer. En total llevaba seis días y medio de viaje. Al día siguiente Jack vio a Davies en el Mongolia, pensaba alejarse, pero el inspector se acercó a él, empezaron a hablar y el inspector terminó por disculparse con Jack, por lo que pasó cuando se conocieron, Jack no era rencoroso por lo que aceptó sus disculpas y se sentaron a hablar durante un par de horas. Empezaron a verse más seguido en el Mongolia y Davies había logrado sacar el tema de Ava en algunas ocasiones, ninguna cosa relevante hasta el momento, pero el inspector seguiría intentando incriminar a Ava de alguna manera, ya para el final del viaje no consiguió que Jack dijera nada fuera de lugar, así que lo archivo como supuesto cómplice de Ava y tenía sentido, pues para tal hazaña se hubiera necesitado más de una persona para la planeación y ejecución del robo, aparte Jack era un hombre que media muy bien sus palabras al hablar de la mujer a la que servía, nunca decía nada fuera de lugar sobre ella y en general no le gustaba hablar de ella si no estaba en su presencia. La señorita Ava y su criado desembarcaron del Mongolia. Ava le pidió a Jack que realizara unas compras. Poco después, el detective Davies salió del Mongolia y le contó todo al director de policía de Bombay, le preguntó si había venido una orden de detención para Aveline Brown, pero no recibió ninguna. Mientras Jack hacía las compras vio muchas cosas interesantes, estaba realmente absorto por todos los sitios turísticos que estaban a su paso. Tuvo la idea de entrar en el Malebar- Hill. No sabía que si era cristiano no podía entrar allí y además tenía que entrar descalzo. Entró con zapatos y unos sacerdotes fueron hacía él y le quitaron los zapatos y calcetines y luego gritaban y le pegaban muy enfadados. Consiguió salir y fue a la estación sin las compras que hizo, Ava le dijo que no ocurriese más, lo reprendió y luego entraron al vagón. Davies había escuchado todo lo que 63


pasó con Jack y se le ocurrió una idea para retenerlos durante un poco de tiempo, así que decidió dejar de seguir a Ava por un tiempo, mientras Ava y Jack se subían al tren y llegaban a su siguiente destino sin ningún contratiempo. Llegaron a Calcuta, cuando se dirigían hacia el paquebote hacia Hong Kong, se pararon en la estación, un policía les paró y les dijo que debían seguirlo sin mayor explicación. Los metió en la prisión y el policía solo mencionó que esperasen la hora de su juicio. Realmente en ese momento ambos se miraron muy confundidos, pues no recordaban haber hecho algo tan malo como para llegar a juicio, hasta que recordaron lo que pasó en Malebar- Hill, pero era imposible, pues las personas que habían atacado a Jack no sabían ni su nombre y mucho menos a donde se dirigían, nada más les quedaba esperar a la hora de su juicio y ver qué era lo que había pasado. El barco hacia Hong Kong zarpaba al mediodía y tenían el tiempo justo. Por fin había llegado la hora de su juicio, los llevaron a una sala y al entrar vieron que las personas que los habían denunciado eran tres sacerdotes. Se empezaron a presentar los cargos en contra de Jack, por ser el que cometió el crimen y a Ava por ser la dueña de Jack por lo que también debía pagar por los actos de su sirviente, no podían negar el crimen pues como muestra los sacerdotes enseñaron los zapatos y Davies estaba alegre de que estuvieran ante el juez, al final admitieron los hechos e iban a estar unos días en prisión, Ava paró el juicio y pidió que se le diera una multa pues era urgente que salieran cuanto antes, el juez dijo que saldría siempre y cuando pagara 2.000 libras esterlinas, Ava aceptó y sacó de la maleta un manojo del fajo de billetes que traía con ella, pero justo en ese momento el inspector Davies saltó, en sus manos tenía la orden que había estado buscando desde que mandó el comunicado y dijo: - Disculpe su señoría, pero la dama aquí presente no podrá irse, porque es la principal sospechosa del robo al Banco de Inglaterra, dentro de la maleta tiene el dinero que se ha robado y este caso se trasladará a un juzgado mayor ahora que he visto la cantidad absurda de dinero que guarda ahí Todos en la sala quedaron estupefactos, estaban al tanto del robo, pero no esperaban tal acusación, Ava al menos, ni siquiera conocía la cara del hombre que la había acusado de tal barbaridad, volteó la mirada hacía su sirviente el cual tenía una expresión bastante inusual en él, se veía… ¿Dolido? ¿Confundido?, realmente ella no sabía interpretar como se sentía su sirviente en ese momento, Jack miraba al hombre que acababa de acusarlos, de repente se levantó y aún con esa mirada de resentimiento en 64


su cara miró a quien lo acusaba y dijo: - Detective Davies, yo confié en usted, que le hizo creer que mi ama y yo cometimos tal atrocidad, no creo haberle dado señales para que sospechara de mí, yo en serio creí que nos estábamos volviendo buenos amigos, pero veo que solo se acercó a mí con segundas intenciones, si lo que quiere es que entremos a un juicio por su absurda acusación estoy totalmente dispuesto a aceptar, sé perfectamente que yo no lo hice Con eso se sentó, aun con una expresión de dolor en su rostro, el silencio de la sala fue interrumpido nuevamente ahora por el juez a cargo - Bien, teniendo en cuenta que la multa del primer caso ha sido pagada, los acusados quedan libres de la primera acusación, sin embargo, serán llevados de vuelta a Londres para seguir con la investigación por el robo del Banco de Londres, le sedo su custodia al detective Davies, se cierra la sesión Y sin más los sacerdotes y el juez empezaron a retirarse del lugar, el oficial Davies esposó a Ava y Jack y en menos de lo que esperaban ya estaban en un barco de regreso a Londres, fue un viaje de 9 días de regreso, pero finalmente llegaron, ese día ya era muy tarde por lo que simplemente fueron encarcelados en una celda en una comisaria cercana a donde sería el juicio, no se les dijo nada más, la maleta en la que llevaban el dinero y las pocas pertenencias que tenían también habían sido confiscadas. Ya era de mañana, ambos fueron trasladados a los Reales Tribunales de Justicia, al llegar tomaron asiento y empezó el juicio. Apareció ante ellos el que sería el juez y por la puerta entraron los que serían parte del jurado, así como también, el detective Davies junto al que parecía ser un superior junto con las pruebas y al final alguien que no esperaban sir Oliver Connors entró a la sala de manera muy tranquila y se sentó cerca de los oficiales. Para Ava todo era muy confuso en este momento, no entendía por qué el señor Connors estaba ahí, tal vez sabía más del caso del robo de lo que aparentaba, pero Ava no pudo seguir especulando pues la voz del juez la sacó de sus pensamientos. Empezaron la introducción al caso y después de comprobar que se había estado haciendo una investigación de campo y ver que la señorita Ava era la única sospechosa en todo este tiempo se procedió al debate, el detective Davies y el Comisionado Scotland Yard, así averiguaron que se llamaba al empezar el juicio, tenían la maleta con el dinero de Ava y supuestamente un testigo, a Ava y Jack se le asignó un abogado, el hombre no conocía el caso pues fue llamado la noche anterior y poco sabía que tendría que defender a 65


la supuesta ladrona del Banco de Inglaterra, por lo que no tenía mucho para decir. Todo estaba yendo muy mal para Ava y Jack, se les estaban acabando las opciones y no sabían cómo defenderse, de repente el abogado del Comisionado Scotland llamó al estrado a sir Oliver Connors, le empezaron a hacer varias preguntas y en cada una de ellas hacía sonar a Ava como la culpable, decía que ella había sacado sola el tema de la apuesta y que incluso lo había hecho firmar un acuerdo de confidencialidad antes de irse, Ava explotó - ¡Por qué me calumnia de esa manera sir Oliver!, todo lo que usted está diciendo son mentiras, sabe que el tema del viaje ni siquiera lo saqué a relucir yo y mucho menos mandé a que ustedes como colegas firmaran un acuerdo de confidencialidad, el acuerdo era sobre la apuesta - Yo no digo nada que sea mentira Aveline, ¿Cómo explicas que nuestros otros colegas no estén aquí?, Además no soy yo quien está siendo acusado ni mucho menos salí de Londres, tú, por otro lado, saliste apenas firmamos el acuerdo El juez pidió silencio, ninguno de los dos tenía permitido gritar en la sala de esa manera, Ava ni siquiera tenía el acuerdo con ella, se había quedado junto con sus colegas en el White’s Club, pero lo que no entendía era por qué sir Oliver hacía todo esto, él y su difunto esposo incluso trabajaron juntos, los últimos años de vida de su exmarido incluso fue su mano derecha y un apoyo más, no comprendía el cambio tan radical que había tenido ni su motivación. El juicio estaba por finalizar, Ava no tenía ninguna prueba contundente aún, incluso cuando dijo que el dinero provenía de los negocios de su marido, no se molestaron en comprobar si eso era cierto, pues no habían traído nada que lo probara y con todo lo que mostraron anteriormente incluso el jurado ya tenía claro cómo será su deliberación y al final el juicio se dio por terminado. Al cabo de 30 minutos, ya tenían el veredicto final, no fue una sorpresa que Ava fuera condenado junto a Jack, aun si conservaban un poco de esperanza, la realidad es que era difícil que los dejaran en libertad. Ya en la cárcel y en menos de lo que esperaba alguien pidió poder visitarla, la llevaron a un cuarto separado y la dejaron allí, al ver entrar a sir Oliver la sangre le hirvió a Ava, quería abalanzarse sobre él, pero sir Oliver empezó a hablar - Ava, sabes que hubo un tiempo en el que nosotros nos acercamos, me 66


hubiera encantado que todo siguiera así, pero él, decidió dártelo todo ¡No obtuve nada! ¡Después de todo lo que me esforcé para que me notara! Creí que, si lo mataba, obtendría algo, pero, incluso si le serví mucho más que todos con los que trabajó, tú obtuviste todo sin esfuerzo Ava estaba estupefacta, había dicho que él fue quien mato a su esposo o lo estaba imaginando, así que decidió seguir con la conversación - Cuando dices matar te refieres a ¿Alexander? No había dicho su nombre en mucho tiempo, aún le dolía mencionar al que alguna vez fue la persona que estuvo a su lado - A quien más me referiría Ava, Alexander era una persona muy buena, demasiado para su propio bien, aceptó rápidamente mi ayuda y al convertirme en su mano derecha pensé que por fin podría tener acceso a todo lo que poseía, pero me equivoqué, terminé llenándote a ti los bolsillos de dinero en vez de a mí - ¡¿Y por eso haces esto?! ¿Es tu venganza por no haberte quedado con el dinero? - Eso no es todo querida Ava, aún quiero la fortuna de Alexander, contigo aquí, mover las piezas será pan comido, si pude sobornar a nuestros colegas para que no hablaran será fácil convencer a los otros para que me consideren el nuevo director - ¡Así que por eso no vinieron a testificar! - Exactamente, muy bien, que lista eres, lástima que es muy tarde para darte cuenta, espero disfrutes tu vida aquí porque si es que logras salir, haré tu vida miserable, nada de lo que conozcas volverá a ser igual, nos vemos Y sin más él salió por la puerta, minutos después, los guardias ingresaron y llevaron a Ava a su habitación de vuelta, se derrumbó, toda su determinación se había ido, poco a poco aceptaba su nuevo destino y simplemente se hundió en una amarga tristeza. Fin.

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Solo bastó un segundo para cambiarlo todo Autora: Victoria Juma


Cuando el amor de dos personas resplandece y las personas se dan cuenta de lo felices que son, la envidia renace. El matrimonio es lo que la mayoría de las chicas desean y más aún si es con la persona que se ama, y el hombre que amo se llama Ares Hilton, un chico de 26 años, de pelo castaño, y unos hermosos ojos verdes que me enamoraron desde el primer día que le vi, es el amor de mi vida. Para resumir detalles, somos novios desde los 15 años, aunque en ese entonces se nos complicaron las cosas, pudimos salir adelante juntos. Mi nombre es Raquel James vivo con mi familia: Roberta y Roberto (mis padres) en la ciudad de Madrid-España desde que tengo 10 años, pero soy de laosiana- Estados Unidos, tengo 24 años. Y Admito que no es la edad indicada para casarme, pero tal vez el problema no caiga en la edad, sino en encontrar el amor y la felicidad mutua. Y lo esencial es que estoy completamente segura de mi decisión. Además, hace poco me gradué de la universidad, ahora soy una gran doctora general. La medicina es una carrera algo difícil y complicada, no les voy a mentir, pero cuando te apasiona lo que estudias, las cosas solo fluyen a buen ritmo. Hoy es dos de marzo del dos mil veintidós, mi último día soltera, los nervios me están consumiendo lentamente, solo falta un día para unir mi vida al hombre que amo. Mi cuerpo es víctima de un sinfín de emociones que se puede sentir e imaginar; pero la que más se destaca es: felicidad. Desde niña he tenido el don de presentir si va a suceder algo malo. Mi madre y yo tenemos muchas cosas en común y una de ellas es que: somos demasiados suspicaces. Desde la mañana he tenido un presentimiento que me agobia, ya que es algo dificultoso de explicar y cada segundo, minuto o hora que pasa; esa sensación se hace más poderosa y se penetra en lo más profundo de mi ser. Pero con toda mi alma espero que solo sean ideas mías y que nada malo ocurra. Tengo miedo por las cosas que pueden pasar a último momento, ya que tienen el poder de cambiar totalmente las vidas de las personas en un solo segundo. Me veo en el espejo, el vestido que escogí para esta noche es muy llamativo, ya que es de color azul eléctrico, que hace una buena combinación con mis ojos azules y ni hablar de mis zapatillas de taco de color negro intenso o mi cabello rizado de color rubio, en pocas palabras estoy perfecta para esta noche. Mis amigas me organizaron una fiesta de despedida en un restaurante cerca de la playa, y conociéndolas, imagino como acabare esta noche. 69


Bajo con cuidado las escaleras de mi casa, para encontrarme con Ares en la sala viendo una película si no estoy mal su nombre es: Annabelle, acaso ¿no piensa salir esta noche?, si por mi fuera me quedaría toda la noche con él, pero no puedo fallarles a mis amigas, se esmeraron para hacerme esa pequeña fiesta. -Amor… ¿Ya te vas? -me preguntó algo curioso. -Sí, ya tengo que irme, y tú ¿no vas a salir? -pregunto. Tengo entendido que al igual que a mí, sus amigos le organizaron una fiesta de despedida; por ese motivo se me hace extraño que siga en casa. -Sí amor, pero más de noche. Según mis amigos aún les falta algunas cosas para la fiesta. Los mejores amigos de Ares, son los hermanos Hidalgo (Nicolás, Iam y Mateo). Con el que más se lleva es: Nicolás, ya que se hicieron amigos, desde los 5 años. Nicolás, es el mayor de sus hermanos y digamos el más maduro de los tres. Él tiene 27 años y sus hermanos 23. Se les puede describir en solo tres palabras: engreídos, millonarios y guapos. O bueno así es como les describen algunas chicas que conozco, incluidas mis amigas, pero a mí la verdad, no me llaman la atención. -Está bien amor, cuídate mucho por favor. Tengo que irme, Sophie me está esperando afuera en su auto. -Tú también, cualquier cosa que pase me dices y voy a buscarte enseguida. Al momento que estaba por tocar el picaporte, le miré por un segundo, y para mi sorpresa él también me estaba viendo. Mi corazón estaba algo acelerado, lo amaba demasiado y no quería que nada malo pase; por más que quería ignorar este mal presentimiento que me invadía, no podía. No pude aguantar las ganas y corrí desesperadamente para abrazarlo con todas mis fuerzas, al principio le noté algo extrañado por mi repentina acción, pero rápidamente me devolvió el abrazo, sin pensarlo derramé algunas lágrimas en su hombro y me susurró cosas bonitas para tranquilizarme. Lo sentía preocupado, pero no me cuestionó nada, finalmente lo dejé de abrazar y le miré con mis ojos lleno de lágrimas. -Te amo- finalmente le dije, dándole un diminuto beso antes de separarme de sus brazos. -Yo también te amo- me dijo algo alegre, pero a la vez triste. Estaba vez no me detuve, y abrí la puerta para irme. Afuera de mi casa estaba Sophie en su ostentoso auto. Ella es mi mejor amiga desde los 11 años, prácticamente somos inseparables. Sophie es una chica extrovertida, alegre; ella ha estado en los momentos más difíciles 70


de mi vida y por consecuente, le aprecio a ella y a su amistad, cabe recalcar que es muy guapa y trasmite una elegancia natural envidiable. -Hola corazón, ¿estás lista para disfrutar tu última noche de soltera? - me dijo alegre. -Hola Soph, claro que sí, pero por favor no me dejes sola en la fiesta, no quisiera pasar lo de la anterior vez- le pido algo preocupada. En la anterior fiesta que fuimos un desconocido intentó abusar de mí, pero por suerte Ares llegó a tiempo y no pasó nada lamentable. El abuso sexual, es un tema delicado de tratar. Muchas personas han sufrido por desgracia un abuso sexual en sus vidas y no solo hablo de mujeres, sino también de los hombres, ningún género tiene escapatoria para este problema. La sociedad juzga y crítica situaciones como estas y la mayoría de veces culpan a la víctima e intentan justificar el abuso con argumentos detestables y sin valor, que lo único que hacen es herir más emocionalmente a la víctima. -Tranquila corazón, te cuidaré- me prometió afablemente. -Vamos, entonces…. Llegamos al restaurant, el lugar era muy sofisticado, colorido, acogedor y extremadamente decorado por flores de cristal que colgaban en cada esquina del lugar. En las mesas se encontraban mis amigas y algunas conocidas de la universidad. Saludé a todas educadamente con abrazos y besos en la mejilla, ellas me felicitaron por mi matrimonio y me prometieron que me iba a divertir mucho en toda la noche. Mi fiesta de soltera se resumió en música, alcohol y algunos strippers que la verdad la mayoría de veces me hacían sentir incomoda, pero no dije nada. Llamé algunas veces a Ares para preguntarle de su fiesta y como la está pasando, pero ninguna llamada me contestó, muy extraño viniendo él. Ya eran las cuatro de la mañana, todos estaban mal por motivo del alcohol y no encontraba a Soph para poder irnos, en este momento lo único que quiero es estar con Ares en casa, pero como no me contesta las llamadas, no sé si ya está en ella o no. Pasó media hora y no había señales de Sophie, hasta que aparezca, mejor tome la decisión de salir a tomar aire fresco. La brisa del mar era relajante y me trasmitía mucha paz. Me quité mis tacos para dejarlos a un lado y corrí hasta la orilla del mar para poder tocar el agua con mis pies, me sentía feliz ya que hoy era el día más esperado de mi vida. Empecé a caminar por la playa y sin darme cuenta ya estaba lejos del 71


restaurant, para evitarme cualquier peligro es mejor que regresé a buscar a Soph, e irnos. Cuando iba de regreso, escuché de cerca unas risas masculinas. Por curiosidad volteé y me encontré con los amigos de Ares; estaban algo embriagados, lo busqué y busqué, y mi esperanza de encontrarlo desaparecieron, quizá volvió a casa y en este momento, me gustaría hacer lo mismo. Al momento que me enfoqué en ellos, todas sus miradas estaban puestas en mi y mentiría si dijera que no siento miedo, una vez mal maldije por alejarme tanto. -Raquel-me llamaron en un tono bromista. Mi madre siempre me decía que nunca debía hacerle caso a una persona embriagada, porque ellos no están en sus cinco sentidos y pueden llegar hacer peligrosos. No les contesté, y cuando traté de caminar para volver al restaurant uno de ellos me detuvo por el brazo, hasta este punto ya estaba demasiado asustada para razonar coherentemente y lo único que deseaba hacer era irme y llegar a casa, sana y salva. - ¿Qué haces aquí hermosa? - ¿Te perdiste? - me pregunto Iam con un destello de burla. Por el dolor emocional y el miedo que sentía, las ganas de llorar se hacían más fuerte. -Suéltala Iam-exigió Nicolás, en su voz pude sentir lo enfadado que estaba. - ¿Por qué hermano? - Sabes perfectamente las ganas que le tengo- ¡Oh no!, permíteme corregir. Tenemos. Nicolás, me miró por un segundo y vi cómo su mirada me repasaba todo mi cuerpo. -Vamos hermano, acaso vas a desperdiciar esta oportunidad que tenemos para hacer las cosas que tanto hemos deseado. Todo se derrumbó, cuando su mirada se transformó totalmente, pude notar su sonrisa maliciosa y como sus ojos lentamente se volvían más obscuros, mi paciencia acabó, y por el miedo que sentía empecé a gritar fuertemente. Pero no puede gritar tanto, porque sentí un golpe justo en mi mejilla derecha que provenía de Iam y me tiró de una manera tosca a la arena. Las lágrimas que había estado reteniendo durante todo este tiempo, aparecieron y rompí en llanto ruidosamente. Mi vista estaba nublada por mis lágrimas y lo único que veía y oía era como se quitaban la ropa, Iam se puse encima de mí, luché y luché, pero nada funcionó, ellos eran más 72


fuertes que yo. Nadie me iba a ayudar, porque estaba muy alejada de todo. Mi única esperanza era Mateo, pero él estaba en una esquina mirando como me hacían daño, sin intenciones de ayudarme. En esa noche acabaron con mi alegría, mis esperanzas, mi pureza, mis sueños; cada golpe, cada abuso hacia mi persona, me acababan por completo. Si salgo viva de esto. ¿Cómo miraré a Ares? - ¿Qué le diré? ¿Cómo le diré, lo que me hicieron sus amigos? Todos terminaron y el miedo al que me maten se incrementó, pero ellos solo se vistieron y se fueron, abandonándome en mi sufrimiento. Sin darme cuenta mis ojos se fueron cerrando poco a poco. Abrí mis ojos asustada, me encontraba en una habitación que no reconocía, acostada en una cama algo antigua. Quise moverme, pero el dolor de mi cuerpo no me lo permitió, estaba tan concentrada en mí que no me había dado cuenta de la joven desconocida que se encontraba mirándome preocupada. Era muy joven, debía tener unos 18 años de edad. - ¿Cómo te encuentras? -me preguntó algo preocupada. No pude contestarle, estaba tan aturdida que las palabras no lograban salían de mi boca, no dije nada oralmente, pero por los gestos le di a entender que no estaba nada bien. Hoy debía ser el día más feliz de mi vida, pero ¿Cómo hago para olvidarme de todo esto? - ¿Con que cara voy a regresar y hacerle frente a esta situación? Ahora me encuentro en la entrada de mi casa, y mentiría si dijera que no tengo miedo de lo va a suceder si toco ese timbre. Pero lastimosamente no hizo falta, porque alguien más abrió la puerta y en realidad no podía creer lo que estaba viendo. Allí estaba: mi hermano Peter; parado con los brazos cruzados mirándome con el ceño fruncido, seguro lo sabía todo. Mi hermano mayor Peter, es alguien admirable ante mis ojos, con cualidades que le hacen ver auténtico e irremplazable en mi vida. Vi en sus ojos decepción, aunque no lo culpo. No me quiero ni imaginar las cosas apócrifas que le habrán dicho mis padres. Cuando parecía que me iba a mirar perpetuamente, desvió su mirada para otro lado y solo negó con su cabeza, para luego marcharse sin dirigirme una sola palabra. Ignorando el dolor que sentía por su desdén, abrí la puerta y entre a la casa cuidadosamente. Nunca debí haber entrado, ¿Cómo pudieron haberme tratado así?, bien dicen que las palabras duelen más que los golpes. Estaba consciente del 73


riesgo que corría al momento que entré por esa puerta, les quería explicar todo lo sucedido, pero no me escucharon y solo me lanzaron palabras hirientes y golpes de parte de mi padre hacia mi persona. Me sacaron a la fuerza de la casa y sin miramientos me cerraron la puerta en la cara. También sé que Ares en este momento debe estar odiándome y sintiéndose traicionado, ¿será que si le cuento la verdad él si me va a creer? Tengo que ir a su apartamento, necesito pedirle perdón y contarle la verdad del porque no me presente a la boda. Corro y corro hasta el departamento de Ares. El edificio del departamento esta ubicado cerca de mi casa, lo compro hace un año, según él lo hizo para estar más cerca de mi, ya que su anterior casa estaba muy alejada de la mía y era complicado vernos. El edifico es extremadamente sofisticado, y ni hablar de los departamentos ya que son muy elegantes y ostentosos. En la entrada me recibió la recepcionista: Mariah. -Hola Mariah-la saludo con una sonrisa. Ella es una joven muy simpática, la conocí hace cinco meses ya que comenzó a trabajar como recepcionista en el edificio, y por su auténtica y admirable personalidad nos hemos hecho muy buenas amigas. - ¿Cómo estas Raquel? - ¿vienes a ver a Ares? - me pregunta afablemente, pero en sus ojos pude ver algo de tristeza. No quiso cuestionarme nada porque sabía perfectamente del porque estaba así, la diferencia de ella con los demás es que no me reprocho, ni cuestiono nada, solo con su mirada me pude dar cuenta que me apoyaba a pesar de no saber lo que en verdad había pasado. Solo le di un asentamiento con la cabeza. Y no me dijo nada mas y me dio permiso para poder ingresar. El ascensor subía y subía, así como mis nervios al ver que ya llegaba al piso de Ares, cerré mis ojos por un segundo para tranquilizarme y al momento que los abrí las puertas estaban totalmente abiertas y me daban una vista completa del departamento. Y allí estaba, o mejor dicho estaban sentados en los sofás de la sala, la mayoría mirándome con reproche y otros con burla, mi mirada conecto con la de Ares quien me estaba viendo con odio y resentimiento. Ares se paró inmediatamente y me cogió bruscamente del brazo para regresarme al ascensor. Él quería que me fuera, sabía que el dolor que le había causado iba hacer mas fuerte y no iba dejar que le explique las cosas. -Ares por favor, escúchame – le pido desconsolada y con lágrimas en el rostro. 74


- ¡Lárgate! - me dijo enfadado y con mucho rencor en la voz. -Solo déjame explicarte-le pido nuevamente. - ¿Cómo tienes la desfachatez de presentarte a mi departamento después de lo que hiciste? maldita descarada. -Yo no hice nada, ellos fueron lo que destruyeron todo-le digo. Tenía que contarle todo y no iba a irme sin decirle la verdad y enfrentar a esos malditos que nos destruyeron. - ¿De quiénes hablas? Ahora vas a culpar a otros por lo que hiciste-me grito, nunca me había gritado, aunque a veces discutíamos por cosas sin importancia él nunca me había faltado el respeto alzándome la voz. -Los que están sentados en el sofá de la sala, los que tu consideras tus amigos, me destrozaron mi vida. Abusaron de mi Ares, en la fiesta de despedida- le confese gritando y llorando a mares. Después de eso, el solo se rio y negó con la cabeza. Los tres se levantaron del sofá enfurecidos y sin darme cuenta me encontraba en el suelo. Nicolas me había golpeado. - ¿Cómo se te ocurre decir eso de nosotros? - me grito enfurecido. -Ahora nos usa para justificar sus acciones-dijo Iam riéndose. - ¡Lárgate Raquel! - me ordeno Ares ya enfurecido. No le importo que Nicolas me haya golpeado, no hizo nada al respecto. Con mi corazón hecho pedazos, fui hacia el ascensor y mientras las puertas se cerraban lentamente pude observar cómo Iam abrazaba a Ares y me dedicaba una sonrisa de burla. Sali del edifico desconsolada. Estaba sola ¿cómo iba a salir adelante sola? Pero tenía que, era alguien fuerte y se lo voy a demostrar a todos. Hare pagar a esos malditos que destruyeron mi vida, aunque sea lo último que haga. Un año después Nicolas Hidalgo por el crimen de abuso sexual, psicológico y físico hacia la señorita Raquel james, usted es sentenciado a 30 años de prisión sin libertad condicional. Iam Hidalgo por el crimen de abuso sexual, psicológico y físico hacia la señorita Raquel James, usted es sentenciado a 30 años de prisión sin libertad condicional. Mateo Hidalgo, por ser cómplice del crimen de abuso sexual, psicológico y físico hacia la señorita Raquel James, usted es sentenciado a 15 años en prisión sin libertad condicional. 75


Tras escuchar las escuchar las sentencias, cierro mis ojos y sin poder evitarlo las lágrimas que había estado conteniendo rebelaron lentamente por mis mejillas. Todo había acabado y esos criminales a pesar de todo el dinero que tienen, pagaron por lo que hicieron. Después del juicio fui a una cafetería cerca para poder tranquilizarme. Este fue el año más difícil y horripilante de mi vida: las pesadillas, los medicamentos, las personas juzgándome, mis padres sin quererme ver, ni escuchar y sin tener noticias de Ares, ni de Peter. Y pasar por todo eso, sola, sin apoyo de nadie, era horrible y algo que no desearía que le pase ni a mi peor enemigo. A veces la vida puede ser muy injusta, pero no tenemos que ver aquello como algo negativo, sino como algo positivo porque mientras más pruebas te dé, tú lo que tienes que hacer es demostrarle lo fuerte y valiente que eres. Y con el tiempo te sentirás orgullosa de la persona en que te has convertido. Mi vida la tenía planeada, pero bastó solo un segundo para cambiarlo todo. Fin.

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Está bien no estar bien Autora: Erika Lara


La primera vez que caí en cuenta de que yo podía ser una persona normal, puse en marcha una pequeña aventura en un centro público de ayuda, para controlar mis pensamientos que cada vez eran constantes, pero aquellas fuerzas superiores a mí no dejaban de gritarme que podré sola con esto, que solo es un mal día, tal vez fue una mala semana, pero llegarán tiempos mejores, o eso dicen las personas normales, después de tener un mal día, pero ¿quién era yo en realidad?. Holmesy Smith, dicen mucho de mí, pero en realidad no es mi historia, porque no le he contado, ni yo misma sé quién soy, tal vez una chica que no encaja en este mundo, no lo sé, pienso y digo, iré por un café con mi perro Mike. Inmediatamente llamo a Mike, emprendimos una aventura en busca de un café en las calles de Neópolis, después de tanto caos y ruido en el exterior e interior de mi ser, hemos encontrado la dichosa cafetería en la cual me siento a cuestionarme que hay millones de bacterias en cada milímetro que toco. Mientras retumba mi mente leo una frase que estaba impregnada en la pared de aquella cafetería, decía "Puede ser que no miremos más allá del panorama, más allá del paraíso" es una señal, tal vez algo al azar, no sé, al instante veo pasar a Hardin Gibson, un chico que es llamado egocéntrico y todo lo malo que pueda existir, no sé porque, alguna razón habrá, pero ¿en qué estábamos?. Ah sí, estábamos analizando la frase que desde hoy va a retumbar en mi mente, preguntándome a mí misma, si es una señal, si es lo que estoy pasando y si solo me cierro en mi mundo y no veo más allá del dolor que me proyecto, no sé, tal vez mi madre podrá sacarme de esa duda por unas horas, minutos o segundos, pero la cuestión es que lo hará. Una y mil veces retumban pensamientos negativos en mi mente, a punto de estallar y, Mike, ladra, ¿qué pasó Mike? su mirada logra proyectar que quiere ayudar, no sabe cómo, pero quiere, mi perro es mi único aliado, es el único que sigue conmigo a pesar de lo mal que he pasado, pero, me arrepiento de transmitirle tanta confusión, tantas actitudes sin controlar. Es que está jodido sentirse confundida por cosas mínimas, me lo dice mi madre, cada vez que me ve que estoy con la mirada perdida, me lo dice para lograr llamar mi atención y al fin darle unos minutos de mi tiempo, mi madre es la mujer a la que admiro demasiado, tal vez porque siempre me prepara mi comida favorita, tal vez porque es mi madre o tal vez porque intenta ayudarme. Estoy pensando seriamente que lo mejor sería volver al grupo de apoyo, por 78


mi madre y mi mascota, que son los seres humanos que les tengo jodida su existencia, sin intención alguna, pero en varias ocasiones mi madre me lo niega, yo sé que es así de desagradable convivir con alguien tan incomprensible, dramática y silenciosa, al momento de opinar si algo está bien, es que no tengo la capacidad de decir todo va bien, todo está bien, creo que la palabra "bien" no es algo más que engañarte, porque nada está bien. En realidad, todo es confuso, desde niña me clavo la uña del pulgar en la yema del dedo índice de la mano izquierda y por esa razón tengo un callo raro. Como llevo tantos años haciéndolo, enseguida me desgarró la piel, así que me pongo un curita para intentar evitar que la herida se infecte, pero a veces me preocupa que ya esté infectada, entonces tengo que desinfectarla y la única manera de hacerlo es volver a abrirla y apretarla para que salga la sangre. En cuanto empiezo a pensar en retirar el curita, no puedo, perdón por la doble negación, pero es temeroso, es un lio total y solo es posible escapar negando la negación, mientras subía a mi cuarto, era imposible dejar de pensar en el callo infectado, llegó el rol de mi mente; crear películas en mi cabeza, estaba aterrorizada. -Holmesy- dijo mi madre. Aguarda un instante ahí, sé que estas atormentada con tu dicha infección, tranquila no es nada más que un lastimado, ya pasará, no hay necesidad de desinfectar. Me quedé paralizada, tratando de aislar los pensamientos negativos de mi callo “infectado” y unos minutos después o segundos le dije: - Hola madre, ¿qué tal te fue en el trabajo? -Bien Holmesy, ¿pedimos para cenar? - me dijo. -Sí- le conteste. Procedí a abrir la aplicación para ordenar comida y acudí al menú de Moe´s, que es un restaurante de comida rápida, ahora iré a la sección de hamburguesas y pediré dos sin tomate, porque a nadie le gusta el tomate, creo que no tiene importancia de que pongan tomate en cada comida, tal vez a mi madre y a mí no se nos ha dado por saborear el dichoso tomate con intención de que nos guste, simplemente su textura es desagradable y su sabor no apetecible. Pero, en realidad, ¿importa el tomate? Creo que pongo atención a cosas muy simples y creo escenarios catastróficos, un punto negativo en el cual tengo que ir mejorando, ¿Cómo?, no lo sé, pero intentaré hacer todo lo posible para dejar de pensar cosas tan simples y no cuestionarme tanto con 79


cosas sin importancia, sin relevancia. Después de todo, ha llegado el pedido, corro inmediatamente a abrir la puerta, porque en el fondo moría de hambre, nos sentamos con mi madre a comer las dichosas hamburguesas sin tomate, mientras veíamos una película de género romance, sí, romance, a mi madre le encanta esas películas, pero lamento decirles que las detesto, pienso que todo es un engaño, solemos pensar que el amor es magia, pero a menudo, la magia es una ilusión. No entendía cómo había personas que duraban años con alguien, que raro, que terrible, porque todo eso de las relaciones es un azar, sumas o restas tu vida, tu tiempo, tu dinero, tus palabras, todo es incierto, pero ¿qué más da?, dejé de dialogar conmigo misma y procedí a despedirme de mi madre porque ya estaba tarde y tenía que hacer ejercicio, no es que me guste, solo hago por mantener mi condición física saludable, después de haberme comido un montón de grasas. Subí a mi cuarto y procedí a cambiarme de ropa y mientras me cambiaba puse en el buscador de Google “rutina de ejercicios en casa”, di clic en el primer video, porque después todo cualquiera tiene como finalidad bajar algunas grasitas demás y mantenerte saludable, empecé con todo el entusiasmo maquinando la cantidad de grasas que adquirí durante todo el día, como consejo; deberían realizar ejercicio pese a que no es lo mejor que harán en sus vidas, sin embargo, ayuda mucho. Sentía que mi cuerpo y mi mente ya no podían más, paré de hacer ejercicio, me quedé mirando el techo y pensando en cómo me siento, como si no fuera yo la que conduce el autobús de mi conciencia, como si no fuera Holmesy, como si me estuviera perdiendo poco a poco, pero es que el problema era la espiral de pensamiento que por más que la recorra, en realidad nunca se va a acabar, simplemente se estrecha infinitamente. Decidí ir a dormir, después de todo, dormir puede salvarme de muchos arranques de confusión y si, será lo mejor, me despido, mañana será otro día. Me despierto y rápidamente me empiezo a cambiar, me había quedado dormida 10min de más y sé que voy a llegar a tarde al colegio, mi madre me va a regañar, no sé porque la inoportuna alarma no sonó, tal vez se le acabó la pila, no sé, son tantas preguntas y lo único que debería pensar es en moverme para no llegar tan tarde, pero qué más da, solo fueron 10min, 10min de mi vida, en realidad no debería importarme, he perdido más tiempo y no me he quejado. 80


Un día más en colegio, llegando tarde pero no pasa nada mi madre no me regaño, mientras subo las gradas me pongo a pensar si metí todo en la mochila, si traje lo necesario, todo es complicado, porque no logro estar tranquila sin pensar tantas cosas y de repente pasa Hardin, chocamos miradas, joder no puede ser justo ahora, después de decirles que detesto el romance, quedo paraliza pensando si debería saludarle o no, después de todo este año va a ir conmigo en química y de repente: -Hola Holmesy- dijo Hardin No sabía si esto era real o simplemente estaba considerando que mi mente procreo ese hola, de todas formas, decidí que iba a responder, pero y si quedo mal, no importa voy a intentar dejar de pensar lo peor. -Hola Hardin- le dije mientras subía las últimas gradas para ir al laboratorio. Hardin se adelantó, después de todo solo fue un saludo y no debería ponerme así de tensa, nerviosa, solo es un compañero más o eso creo. Mientras toca el timbre, el docente nos pide que busquemos un compañero para trabajar todo el año con él, por supuesto que no tenía amigos y mucho menos amigas, estaba colapsando, tratando de ver con quién me uno o si alguien me dice trabajemos juntos, ya la mayoría tenía pareja y yo seguía tratado de disimular que no era relevante, pero en realidad me importaba demasiado, cuando de repente Hardin dice, yo voy con Holmesy, mi Holmesy interior me dice despierta ya tienes una preocupación menos. Procedimos a juntarnos y realizar la práctica de laboratorio, Hardin de verdad tenía unos ojos muy lindos, no sé porque le tiran tanta mierda, pero es que sus pecas son muy voluptuosas, Holmesy no, que te está pasando, quedamos en que el amor solo es una ilusión, mejor pon atención a lo que tenemos que hacer en unos minutos y deja de pensar tanto en él chico equis. De un momento al otro pensé que podría estarme gustando físicamente Hardin, pero no, solo es algo pasajero o eso creo, no estoy segura, continúe “prestando atención” a la explicación del docente y fue cuando llegó la hora de cruzar algunas palabras con Hardin por el trabajo, después de tanto no creo que sea todo lo que dicen de él, hasta el momento no demuestra una actitud grosera y déspota. Y tocó el timbre de cambio de hora, solo dije con voz muy baja y nerviosa, hasta pronto Hardin y recibí un hasta una próxima aventura Holmesy, me fui directo a la clase de Lenguaje con los nervios de punta y tratando de creer que hablé con Hardin, que no se portó mal, que le voy a estar viendo en las horas de Química y que será mi pareja de trabajo durante todo el año, pero 81


eso no es lo peor, lo peor es que estoy pensando en Hardin en tan poco tiempo, de verdad necesito ayuda esto se está saliendo de control, un poco de atención o afecto y ya lo tengo en mi mente. Después de varias horas a llegado el momento de partir a casa, supongo que mi madre vendrá a retirarme es jueves y los jueves sale un poco más temprano, entonces le esperaré en la puerta principal justo en el poste enorme que antes fue usado para grafitear, que por cierto es un arte muy abstracto, mágico e impresionante, sacó el celular una y mil veces tratando de disimular que algo me preocupa, empiezo a crujir las articulaciones de mis dedos y eso sucede cuando estoy desesperada en si vendrá o no. Al fin llegó, estaba molesta porque no me dijo que iba a llegar tarde, le hubiera esperado en la papelería o me hubiera ido, todo es molesto y más cuando detestas esperar mucho tiempo, pero bueno, esperemos tenga una justificación válida y no absurda, mi madre empieza a decir que había mucho tráfico y que por eso no llegó pronto, ahora se han de preguntar que pienso sobre esa justificación, de verdad creo que es la peor justificación para tratar de tapar un “me olvidé que tenía que ir por ti” o “estaba alistándome y no medí el tiempo”, siento que es una falta de respeto. Hemos llegado a casa, estoy muy agotada entonces iré a dormir un poco y luego iré hacer algunas tareas pendientes, ay verdad, me olvidé del plan almuerzo, que remordimiento tener un plato de comida y no aprovechar, bajé a la cocina y eche un vistazo al plato, se veía apetecible iré a comer y luego si a dormir, después de todo es mi rutina no. Todo lo que les conté sucedieron por mucho tiempo, nada interesante la verdad, no esperen, no, si hubo algo interesante que Hardin y yo estamos en planes de algo catastrófico o algo dichoso, pero si señores, Holmesy la chica que detestaba eso de enamorarse, está logrando cambiar, siento que es un gran paso, ahora les contaré un poco de todo lo que hemos pasado con Hardin. Hardin, él chico apuesto y odiado por muchos no es nada más que un chico tierno, me di el tiempo de conocerlo no a su totalidad, pero si lo primordial, es que Hardin es personaje de esas historias románticas, de esas que dicen que él protagonista es perfecto, pero no podría decir que perfecto a ciencia cierta simplemente cualquiera puede mirarte, pero muy pocas veces encuentras a alguien que ve el mismo mundo que estás viendo tú y Hardin lo hace. De hecho hoy tenemos que vernos, dijo que vaya con mi ropa favorita, no sé por qué, pero ahí estaré, ya estaba lista y solo estaba esperando su 82


mensaje mandándome la ubicación y es cuando mi peor enemiga empieza a trabajar, Holmesy todo es una payasada, debe ser un reto con sus amigos, después de todo solo han sido 3 meses desde que hablan en plan de algo, solo te va a tomar como chiste o para olvidar su anterior pareja, pero esta vez logré parar a la desgraciada que me destruía con cosas tan erróneas. De repente llega una notificación y si, era Hardin diciendo que van a pasar por mí y que todo será una sorpresa, pero lo que no saben que las sorpresas no son de mi agrado porque me pongo muy tensa y entran muchas preguntas a mi mente, en el transcurso de la movilización al sitio, empiezo a cuestionarme cómo alguien se fijó en mí, como alguien no me abandonó a los pocos días de conocer que tengo un hábito de sacarme el callo de mi dedo, es confuso pero verdadero, supongo. Hemos llegado al final de este recorrido y si me bajo y sigo las instrucciones, después de tantas pistas, llegué, no hay nadie y no veo que es inoportuno el ponerme a pensar justo en ese momento si es una broma o que, cuando escucho la voz de Hardin, diciendo que si conozco la historia de los caballitos de mar y por supuesto que no la conocía, empieza a decir que los caballitos de mar eligen a su pareja de por vida y que si uno de los dos llegan a morir, el otro morirá de amor, en un principio me pareció algo creativo y empecé a googlear si es verdad, y si señores, era verdad que trágica historia llena de amor, verdad y cuando Hardin sale y me dice: -Hola, Holmesy, quiero que seas mi caballito de mar, ¿aceptas? A lo que obviamente iba a responder “sí”. -Sí, quiero recrear aquella historia. Procedimos a abrazarnos y cuando de repente saca algo de su bolsillo, nada más y nada menos que un collar de un caballito de mar, les prometo que moría de ternura, es que esto no es terrestre, esto que me está pasando no es verdad, esto está sobrepasado la realidad, que complicado, pese a lo emocionada que estaba no deja de pensar si era solo un sueño. Y como en toda historia adelantan los hechos, esta no será la excepción así que sí ya vamos 1 año y 1 mes, todo está de maravilla, ya puedo controlar mi mente, me a costado mucho pero ya puedo y es algo tan grandioso nada podrá acabar con la felicidad que siento por el momento, esperen ya llegó Hardin. No, no, no puede ser, señores acabo de recibir una noticia muy mala, la peor noticia sin duda alguna, acabo de enterarme que hay posibilidades de que mi caballito de mar se vaya a estudiar a otro país, de verdad que nada podía ponerme mal, en excepción esta noticia, no saben cómo me siento en 83


estos momentos, estoy en shock, no lo puedo creer, no quiero asimilar que esto tendrá su fin porque no quiero que sea un fin. Los días, meses pasaron y créanme que fueron los peores, los más difíciles es tan complicado imaginar que la cena navideña, su cumpleaños, nuestro cumple mes, mi cumpleaños serán los últimos que pasaremos porque todo tiene su fin y yo no creo en las relaciones a distancia, siento que queda perfecto la frase de “amor de lejos, amor de pendejos”, todo está colapsando, otra vez volví a mi rutina, ¿recuerdan mi rutina? La de la chica equis que peleaba con su mente, tratando de no cuestionarse demasiado, tratando de no sentirse vacía por la noche, derramando lágrimas cada vez que miraba el techo, pensando si es suficiente para todas las personas de su alrededor. Y todo volvió en estos últimos meses, volvió la sensación del “nudo en la garganta”, Holmesy estamos tan mal, tan perdidas, pero después de todo no seré egoísta, trataré de que Hardin no note que me afectó demasiado la noticia, trataré de no pensar lo peor de esta relación y de la decisión que tomó porque después de todo es por cumplir sus sueños y a las parejas estamos para sumar y apoyar sus sueños. Hoy 24 de enero última vez que abrazaré a mi niño, última vez que miraré sus ojos, hoy estamos muy perdidas emocionalmente, Hardin ha llegado: -Hola amor- dijo Hardin. -Hola bonito- le dije. Mientras la cabeza me retumbaba que hoy será un adiós, una última vez de esto porque después de todo nada dura para siempre. Subimos a la terraza, como lo solíamos hacer con la diferencia que no llevábamos platanitos y helado, sino unos mazapanes y comida mexicana, que por cierto nos estafaron, pero por primera vez y última probaré comida mexicana con mi caballito de mar. Me molesta que el tiempo con las personas que nos importan demasiado pasa volando, llego la hora de despedirnos y Hardin me dijo: - ¿Sabes lo que más voy a extrañar de irme? - ¿Qué? - le dije con una voz quebradiza porque tenía un nudo en la garganta. -Tus ojitos, creo que será lo que más voy a extrañar y decirte te amo mirándote fijamente. Quedamos en completo silencio, me contuve las lágrimas para que se vaya tranquilo y fue cuando Hardin me dijo que si no voy en 1 año me va a matar riéndose, cabe recalcar que ya habíamos creado planes para 1 año porque 84


el irme a ese país ya estaba planeado, solo que él se me adelanto, pero qué más da, me evade la tristeza, las teorías de que mismo va a pasar con nosotros, son muchas preguntas. Llegó el gran día, hoy 26 de enero parte su vuelo, hoy se va mi querubín como le decía, creo que será lo más difícil de superar porque en verdad me enseñó muchas, me enseñó a pelear con mis propios demonios y que ser orgullosos no nos lleva a nada bueno. Mientras estaba en clase, él preparaba su maleta, me decía que me iba a mandar fotos de absolutamente todo lo que esté haciendo y que en 1 año vamos a conocer todo ese país, que duro es recordar esto. Pero, si señores después de todo, solo fue una maldita ilusión, porque como dijo Gabriel García Márquez “La distancia no es un problema. El problema somos los humanos, que no sabemos amar sin tocar, sin ver o sin escuchar. Y es que el amor se siente con el corazón, no con el cuerpo”. No hablamos mucho, pero no importa, porque contemplamos juntos el mismo cielo, y quizá eso es mucho más importante. Ahora sí, podré decir que ha transcurrido unas semanas, un mes tal vez, no lo sé, pero he logrado pasar la prueba más difícil y es dejar ir a esa persona, porque después de todo su amor no era más que una ilusión; hoy puedo decir que Holmesy Smith se encuentra de maravilla y se siente cómoda estando sola, ya acude a los centros de ayuda y todo en su vida está mejorando, no con prisa, pero lo está haciendo, después de todo no habrá un final concreto para esto... Fin.

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Fuimos momentos Autora: Citlhaly Lima


Día 109 de los que resten: La felicidad se sentaba frente al fuego pensando en su próxima jugada.

Creo que esta vez me eligió… Verte fumando un cigarro en el borde de la cama; Salir del bar y encontrarte hablando con desconocidos; Entrar al probador y mirarte de reojo; Acariciar el botón que para el ascensor y descenderte; Respirarte en el hombro y recorrerte la clavícula; La intimidad de dormir… - Ese momento en el que dejas de ser su momento, Harriet; ese momento en el que ves las luces de la ciudad y son la única luz que encuentras dentro, o la única que encuentras; en ese momento estas vivo y estar vivo muchas veces duele. ¡No puedo…per… permitirte esto! – susurró Escuchar su voz, escucharla tan suave y ronca, no poder revertir la decisión realmente me llenó de aflicción. Puse el separador, cerré el libro y lo dejé sobre el escritorio; me detuve un momento y alcé la mirada. Estaba igual de impecable, con la camisa un poco desabotonada y una pantaloneta blanca que sinceramente me invitaba a la curiosidad; pero con la curiosidad llegó una punzada de amargura, tristeza y hasta nostalgia. Ahora bien, para llegar a este punto, tenemos que retroceder. El gran problema que tenía en frente era que quizá mi vida fue dibujada, esculpida, pintada, decorada, sombreada y escrita para alguien más. Alguien más fuerte o quizá más inteligente, alguien con mucha imaginación. Quizá lo escribió un dramaturgo con ansias de destrozar al teatro, o hacerlo reír con las tragedias menos tragedias y más estupidez. O quizá lo escribió un escritor, un escritor con un poco de locura en medio de renglones, pero un escritor al final… Un escritor, ¡Cómo quisiera ser considerada con ese título!, vivir de nutrir vidas y saciarme de lecturas que me vuelvan loca, que me conduzcan a sitios menos realidad de lo que la realidad muestra en lo real. Mi mano alcanzó el libro que por una u otra cosa no había podido leer en todo el día. Realmente amaba el relieve que se dibujaba en mi mente, mientras las yemas de mis dedos tocaban la pasta del libro; me sentía sumamente fascinada con el aroma que se reproducía en todo mi sistema, poniendo un letrero de alerta en mis nervios – a veces la dulzura causa catástrofes- abrí los ojos y estaba lista para ir a por “un capítulo más”, pero 87


el día no buscaba dejármela tan fácil, golpeaban la puerta de la habitación, seguramente había olvidado hacer algo, abrí. - ¿Estuvo pesado el día? – dijo mamá mientras recogía un osito de peluche del suelo y lo dejaba sobre la cama. - A veces decimos mucho, mamá. No siempre es verdad lo que contamos. Aunque para mi pesar, Ares no estará feliz de que lo único destrozado hoy, fue una taza. - Te van a descontar. - Me van a descontar. - ¿Crees que puedas pedir un permiso? O – le tembló un poco la voz antes de - ¿renunciar? Tenía miedo a preguntar el porqué, es cierto que durante los últimos meses había puesto peros para tropezar la pregunta que tenía respuesta, la pregunta que mamá sabía la respuesta y esperaba a hacerlo oficial y la pregunta de la cual su respuesta había empezado a ser rodeada de miedos y dudas; también era cierto que para ahogar las dudas había buscado un empleo y era muy cierto que buscaba estar ocupada para evitar momentos vacíos que podían ser llenados fácilmente por el irritante susurro de la voz interior. Mamá era un mujer astuta, fuerte y sobre todo suspicaz, es difícil definirla y es que mamá es muchas cosas más que el promedio… Es fruncir el ceño ante una conversación donde la seriedad ganó territorio, es paciencia y teñirse el cabello para ocultar los espacios plata que la vida le marcó, es un “les dejé ganar” ante las derrotas y juguetear con el cabello formando un remolino, ella es viajar dormida y dormir alerta; ella es cursiva (sutil, elegante, complicada y simple, hermosa) Y justamente por eso tenía miedo a cuestionarla, mas, lo hice. - ¿Por qué? - Necesito que te vayas por un tiempo. ¿Qué me vaya? ¿A dónde? ¿Por qué? Había tratado de darle a mi cuerpo un flote, pero irse me transporta a soledad. - ¿Irme? - Necesito que cuides la casa del abuelo mientras él está fuera, solo un mes. Aprovechas para pensar y estar lista para la pregunta; descansas un poco, así luego terminas todo lo que vas a dejar como pendientes. Solo pude mirar y tratar de discernir lo que acababa de decir, sé que pasaron unos minutos y mamá quería una respuesta, pero ahora mismo me pedía tener espacios vacíos y lo que menos necesitaba era espacios vacíos; 88


tiempo vacío. - ¿Opinión? - Antes necesito ser ciudadana – me miró curiosa – Es cierto, la sociedad opta por atender necesidades u opiniones después de tres fases, - No evadas mi pregunta. - No evado, pero… está bien. Me miró y sus ojos dibujaban la misma sonrisa que sus labios habían formado, sabía que me miraba con agradecimiento porque esto le importaba demasiado, porque es mamá, pero también es hija, porque no siempre fue quien es y porque es quien es gracias al abuelo. - Gracias – abrió la puerta – te quiero, tu papá está a punto de poner la comida, ven pronto por favor. - También te quiero. Me llevó tres días arreglar las cosas en la cafetería, despedirme por un tiempo, comprar los boletos del autobús y buscar algo de ropa, libros, libretas, bolígrafos, cargador y auriculares. De un momento a otro el aire se sintió asfixiante y opresivo, tal vez siempre lo había sido, pero todo parecía tan despectivo a mí, a lo que vivía. Las personas iban y venían, abordaban sus pasajes y se pegaban al vidrio. En un mundo tan indiferente, donde la vida es finita y los sentimientos sempiternos, cuestionarme antes de subir al autobús es muy existencialista y moralista de mi parte, mas es lo que hice. Tomé el autobús, y después de dos películas que no se pueden catalogar como buenas, un intento fallido de lectura y una botella de agua que terminó en mi vejiga, al fin pude poner los pies en el suelo. Puse a rodar el equipaje a través de la resistente acera y mis pies se encargaron de que la dirección fuese acertada. El impacto de sentir la cerradura en mi mano hizo que volviera a enfocar mis pensamientos en lo que pasaba, en el presente. Todo estaba como hace unos meses, pero al mismo tiempo había cambiado; parecía mucho más desgastado, más viejo, y eso realmente me afligía. Era un lugar pequeño, pero acogedor; sin embargo, se sentía la nostalgia en el aire. Creer ver a la abuela sentada en su sofá favorito con un ovillo de lana mientras tejía, creer escuchar la pequeña melodía del radio y saborear los olores de galleta que salían del horno, ver todo eso, sentirlo; hizo que entendiera al abuelo. Ahora comprendo que siente cada día al despertar, y realmente no sé cómo lo soporta, como se levanta todos los días y pone su sonrisa tan característica, su emoción que lo invade absolutamente todo. Y me sentí 89


muy sola, y no por falta de compañía; solamente era el vacío ya existente, solamente era “yo”. Puse el equipaje sobre la pequeña mesa que estaba junto al alfeizar y decidí salir a buscar la manera de ventilar la oleada de tristeza que latía en mí; caminar era una gran oportunidad para encontrar lugares especiales, lugares de los que podría apropiarme. En casa un paseo por los lugares más escondidos de la ciudad solucionaba los más dramáticos escenarios y me daban momentos de tranquilidad, pero no estoy en casa, y eso no es necesariamente malo. Había olvidado la paz que se sentía caminar en medio de la nada; quizá no era “la nada” en su totalidad, pero espero que la nada se parezca mucho a esto. Caminos algo gastados, casas muy escasas, mucho césped a la vista y árboles suficientes para que el aire al respirar se sienta diferente; el frío embriagador después de una llovizna, muy pocas voces y “muy pocas voces dentro” – la nada o el gran todo debería verse y sentirse asíCayó la noche y sinceramente mis ganas de quedarme fuera incrementaron, ver las constelaciones y acostarme en cualquier lugar; pero tenía que ir de vuelta y arreglar un poco todo el desorden que tenía en el equipaje. El camino de regreso se me hizo excesivamente corto, excesivamente rápido; y el día se escondió tras la hermosura de la noche; la dejó lucirse y la contemplo por detrás. Entré a la cocina y decidí que era buen momento para ejecutar mis dotes culinarios. <Está bien Harriet, tu momento ha llegado. Joder hace mucho no haces esto> hablar conmigo misma era un buen reemplazo para hablar con alguien más, me ocupaba de responderme y concentrarme en ser coherente. Y entre hornear y hablar, hornear y cantar; se pasó gran parte de la noche y gran parte de mi energía. Llegados a este punto el tiempo empezaba a resultarme acogedor y ya habían pasado seis días desde que tuve la pequeña charla con mamá, en este momento mi contacto humano se reducía en: La mujer extremadamente gentil de pañuelo azul y ojos brillantes, de la panadería. El hombre alto, admirable y conmovedor de la pequeña tiendita y “Finn” de camisa desabotonada, sonrisas dulces, pensamientos profundos y una pantaloneta que buscaba ser el centro de la curiosidad. Dos días después de mi llegada a la “ciudad de la audacia”, en una tarde de esas que no tienen nada en especial, pero que lo son todo; conocí a quien marcaría parte importante de mi vida, conocí a una de esas personas que llegan para cambiarte, de esas “personas compañía”, “personas transición” o “personas alivio” 90


Cuando las miradas, como fugitivas del orden se cruzaron en la avenida de las casualidades, en ese momento en el que nada es totalmente acertado y todo queda en manos del azar; pude darme cuenta que el destino mismo puso tres palabras que iniciarían el vaivén de emociones: “Leer es necesidad”, no había tomado en cuenta que traía conmigo uno de mis libros favoritos y que realmente mi lectura había sido interrumpida por su mirada. - Y un placer – sonreí - Un deleite sin dudas, al igual que la música para otros tantos. - Pensar rápido, que elocuente. El poder hacer cualquier cosa con rapidez siempre es valorado por el poseedor… - Y usualmente sin ninguna atención por la imperfección de la ejecución. La estupefacción llenó mi rostro cuando completó la frase de Elizabeth Bennet sin titubeos y con la seguridad reflejada en los ojos, lo dijo de tal manera en la que intuí (como yo) había leído varias veces orgullo y prejuicio en voz alta, hasta que los diálogos quedaran profundamente marcados más allá de en la memoria del pensar. Desde ese momento o quizá desde mucho antes tuvimos una de esas conexiones recelosas del determinismo, del destino. Y el mismo libro escrito quiso que fuéramos uno parte de la historia del otro, que las conversaciones sean increíblemente cómodas. Le conté que quería dejarlo todo y correr por el mundo en busca de un libro que necesite ser escrito, le conté que quería conducir a toda velocidad por la carretera del descubrirse; que había leído muchos libros, pero eran mi mayor adicción; que inventaba paralelismos para las situaciones difíciles, le conté de mis “acciones impulso”, de mis “laberintos de pensamientos”; le conté de mi voz a todo pulmón y de mis ganas de sentirme mejor – hasta el momento no entiendo como lo hizo, como pudo deshacer las barreras que había puesto para protección- Él me contó mucho menos, pero recuerdo perfectamente el mucho de ese menos, con cada iluminación de su sonrisa, con cada coma y punto, y punto y coma; con cada palabra/lágrima/sentimiento reprimido, con cada “emmm/ sí/ está bien”. - ¿Cómo sabemos la división del mar y el cielo? - Quizá la división es imaginaria, tal vez no exista una línea y todo sea un azul, una sola brisa – dijo mientras se acomodaba boca arriba viendo el cielo- O, tal vez… Tal vez si somos un poco románticos es el beso infinito que le da el cielo al mar, o el mar al cielo – Creía o buscaba utopías; realmente era parte indispensable de los miles de pensamientos que se cruzaban por las 91


nubes del estar, realmente divagar era parte importante de mí – - Las historias imprevistas son tu especialidad. Esa noche, cuando la única luz que teníamos venía de una casa algo lejana, cuando se giró hacia mí, cuando me dijo la primera especialidad de la lista de “especialidades” que creó para mí, cuando me dio la bienvenida a la intimidad de su mirada y a la dulzura de sus facciones; encontramos la excusa perfecta para retar al tiempo. Y ahora sé que si me preguntan la definición de magia, sin dudas les hablaría de la manera en la que me hablaba, de su casi imperceptible temblor en la mano derecha, de sus clavículas robándole significado a la perfección, de la capacidad de dejarme helada y hacerme fuegos artificiales con una palabra, del inconfundible ritmo de sus pasos, de sus ojos de naturaleza críptica, de un nosotros tratando de ser “fuimos”, de las sonrisas robadas, de las discusiones penetrantes, de lo impulsivo que resulta dejar de pensar, de lo corto que resulta el tiempo y de donde terminan los besos. Él, él se volvió mi canción, mi tiempo y mi columna vertebral… Mi página perdida. Logramos un fenómeno completamente innatural, la lluvia se incendió y nosotros con ella, llovieron primaveras entre sábanas y me perdí en sus manos, nadamos en reversa y ni siquiera el miedo se atrevió a sentir miedo a ahogarse, flotamos en el infierno y la gravedad se llevó parte de la jodida cursilería, y nos dejó; nos dejó solos, con las pasiones cortando la primera capa de piel e inseguridades, con la imperfección de los momentos perfectos. Y como en Peter Pan o en la Cenicienta, el tiempo fue parte fundamental del enemigo. Estuve varios días pensando en cómo me sentía, y no me refiero al estado sentimental o emocional, por primera vez me fijé en mi estado físico. Al fin hice lo que tanto quería mamá, pensé en dar una respuesta al combate, en arriesgarme y aceptar, o en arriesgarme aún más y negarlo. La leucemia linfocítica crónica, mierda. Paralizó mis objetivos, buscaba ahogarme en cansancio para no ahogarme en silencio o en ruido. Hace un par de años, cuando empezaron a aparecer moretones en mi cuerpo en cantidades exorbitantes, cuando la fatiga empezó a llamar cada mañana la puerta de mi habitación, o sentarse conmigo en el sofá; entendí que algo iba mal. Los médicos creían que eran golpes y la fatiga había llegado de caminatas excesivas, pero nunca fue así. La leucemia linfocítica crónica no fue una opción para ellos, hasta que no encontraron más respuestas. Y es que no la habían considerado por el corto tiempo de los síntomas así que, cuando dieron por sentada la respuesta y el 92


tiempo, los años que llevaba sujeta a este problema, empezaron las dudas. Es cierto que este tipo de leucemia cubre el 38% de los diagnósticos de leucemia, pero el tratamiento no es efectivo para todos, siempre hay un “y si”. Y cuando dije que sí a intentarlo -intentarlo es el primer paso- me puse a manos del azar una vez más. Pero cuando llegamos a los dos años de intentarlo, de recibir dolor y asco sin mejora aparente; quise dejarlo y aprender a aceptarlo. Pero la valentía de mis padres pudo más, su perseverancia y la del resto. Probamos el trasplante células madre, pero tampoco. Veía la angustia reflejada en el resto y quería que terminará, no podía permitirme verlos sufrir y me senté frente al televisor y puse en pausa al mundo. Me permití dejar el tratamiento por un tiempo, me permití pedir que todos dejarán de dejar su vida ahí, me permití dejar de pelear y pedí que todos hicieran lo mismo. Y todos lo olvidamos … a medias. Y empecé a ocuparme, a mentir un poco y a dejar de pensar en las constantes advertencias de los médicos, a dejar de pensar en: - Podrías volver a intentarlo, ¿Qué piensas? Quizá funcione y sea lo mejor. - Si quizás. Con el tiempo aprendí la importancia de ocultar, ocultar y sonreír, ocultar y gritar, ocultar y pasármela bien. Con el tiempo mis padres creyeron que tal vez la tormenta había pasado, o al menos no había vuelto a caer. Y con el tiempo mamá me confío algo importante; que cuidará la casa del abuelo fue “ese algo importante” y aunque creía necesitar mantenerme ocupada, en ese momento no entendía cuánto necesitaba respirar. Finn fue mi pausa, mi exhalar. Aunque los días se sentían más cortos y las noches más largas; aunque me costaba despertar y más despertar sin cansancio; Finn se volvió mi soporte sin saberlo, salvó mis días inconsciente o muy consciente de que lo hacía, él me abrió caminos y me enseñó a mirar constelaciones. Y la cuenta regresiva llegó a 1, era momento de volver y responder. Cuando desperté y el reloj marcaba las cinco de la tarde, sonreí. Sonreí por qué entendí la libertad, entendí la responsabilidad, entendí lo que venía, el próximo paso. Mi último intento de lectura había concluido sin haber empezado, así que una vez más: tomé el libro, quité el separador, sentí su aroma y empecé de nuevo la página once del libro La piel en los labios por Miguel Gane. Verte fumando un cigarro en el borde de la cama; Salir del bar y encontrarte hablando con desconocidos; 93


Entrar al probador y mirarte de reojo; Acariciar el botón que para el ascensor y descenderte; Respirarte en el hombro y recorrerte la clavícula; La intimidad de dormir… - Ese momento en el que dejas de ser su momento, Harriet; ese momento en el que ves las luces de la ciudad y son la única luz que encuentras dentro, o la única que encuentras; en ese momento estas vivo y estar vivo muchas veces duele. ¡No puedo…per… permitirte esto! – susurró Escuchar su voz, escucharla tan suave y ronca, no poder revertir la decisión realmente me llenó de aflicción. Puse el separador, cerré el libro y lo dejé sobre el escritorio; me detuve un momento y alcé la mirada. Estaba igual de impecable, con la camisa un poco desabotonada y una pantaloneta blanca que sinceramente me invitaba a la curiosidad; pero con la curiosidad llegó una punzada de amargura, tristeza y hasta nostalgia. - Tengo que volver, tengo asuntos que resolver y estoy lista para tomar una decisión importante. Todo gracias a ti, gracias a tus sonrisas, a tus ojos; y perdón, pero no puedo prometerme y prometerte volver. - No puedo permitirme ser tu montaña rusa sin más. - No lo permitas, se tú. Así, creamos el naufragio desde la profundidad, creé mi naufragio en lágrimas que no han salido. Así creamos el boom más grande y desconocido, así nos tuvimos de tres a siete, pero nos terminamos a las siete con doce; así apuntamos razones para compartimos, para leernos en los versos, para vernos en todas y ninguna parte del universo, para recordarnos sin antes olvidarnos. Esta es mi deriva, debería decir que fue mi deriva; estos fueron mis sube y bajas, en especial mis bajas, el efecto secundario de mi vida; esta fue mi más querida fantasía, mi más querido dolor. Ahora nos separan: Los mundos. Una respiración. No decir adiós. No aprender adiós. O nos une: La escalera de camino a tus besos. El romanticismo de regreso a tu ser. La pasión de regreso a tu piel.

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Arriesgarse fue mi riesgo favorito, me arriesgue a resumir nuestro “somos”, nuestro “fuimos” y nuestro “seremos”; es así como fuimos momentos. Con un sentir en vaivén, Hasley Fin.

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The last heir Autora: Paula Salette Muñoz Villarruel


Era una mañana fría con neblina que cubría las calles de Londres, en una de las calles más concurridas de los barrios de la alta sociedad en una mansión que era realmente hermosa por fuera con sus jardines y buen mantenimiento al hogar, en una de las ventanas del segundo piso se podía observar a una muchacha ver hacia la calle sumergida en sus pensamientos, cuando no escuchó a las afueras de su habitación unos pasos que corrían a toda velocidad hacia su dirección, haciendo que cuando entraron por la puerta ella saltara de su asiento haciéndola caer sobre su trasero. - ¡Hermana/Alice! - escuchó de las dos personas que habían entrado hace unos segundos, acercándose a ella para ayudar a que se levantara. - ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué tanto alboroto? - decía mientras se masajeaba la parte en la que había recibido el golpe- ¿qué es lo que tienes ahí? – se dirigió a su hermano ya que había notado un sobre en sus manos. -Llegó esto hace unos minutos, es una invitación para el baile de esta noche que lo hará Sir. Darcy el general del ejército- se quedó mirando la carta unos segundos – está dirigido para los Mellizos Smith y la compañía que deseemos llevar. -Y esa compañía obviamente voy hacer yo verdad-lo decía Lizzy una fiel amiga de los mellizos desde que tienen memoria- porque juro que si no me llevan dudo mucho el cómo van a poder entrar después de que lleguen de la fiesta. Los tres jóvenes rieron ya que así era su amistad desde que la recuerdan ya que se habían conocido en un orfanato cuando los mellizos tenían 6 y ella 8 ellos la veían la mayoría de veces como una hermana mayor ya que siempre se encargó de cuidarlos y protegerlos contra los demás niños de ahí, ya que solían molestarlos por su cabellera roja como la sangre, también por sus peculiares ojos ya que los tenían de un tono rosado suave, desde que los conoció tuvo el deseo de protegerlos, cuando se presentaron la primera fue Alice que estiró su mano al igual que Luka, aunque ella quiso saber cómo habían llegado, ellos no pudieron decírselo ya que lo último que recuerdan, era un hombre que les puso un collar de una cruz que por el momento no recordaban como la llamó y al que ni siquiera pudieron ver su rostro por una máscara que tenía, pero dijo que ese lugar los mantendría a salvo. Lizzy (siendo su verdadero nombre Lizeth, pero los pequeños le habían puesto ese apodo) siempre tuvo curiosidad por el collar que tenían, pero siendo una pequeña niña no podría obtener mucha información, los niños tenían curiosidad también el por qué ella estaba ahí, ella les conto que sus 97


padres la habían abandonado a los 5 ya que no tenían el cómo cuidar de ella, siendo abrazada ese mismo instante por los menores diciendo que ellos lo cuidarían (siendo al revés la mayoría de veces) pero ella solo les devolvió el abrazo y un pequeño beso sobre sus cabezas, haciendo que desde ese día no se separasen. Ahora siendo dos jóvenes de dieciocho años recién cumplidos, de 1,60 misma estatura que la mayor solo por 5 cm hacía que se burlara de ellos aunque siempre con cariño ya que habían conservado su cara de bebe, además de un delicado cuerpo que siempre les molestaba diciendo que eran como muñecas de porcelana, ella estaba ya en sus veinte años siendo una señorita de cabello castaño con sus hermosos ojos color avellana, también teniendo un buen cuerpo y hermoso rostro haciéndola ver con un porte sexy y maduro que hacía que la mayoría de personas que pasaban a su lado la regresaran a ver por lo hermosa que era. Cuando Lizzy cumplió la mayoría de edad se quedó en el orfanato para poder seguir protegiendo de los menores cosa que ellos siempre estarían agradecidos, cuando los mellizos cumplieron dieciséis un hombre llego al orfanato se notaba que era muy mayor por la apariencia que tenía, llego en su búsqueda porque tenía algo importante que debía contarles, por supuesto los menores no lo atenderían sin la presencia de Lizzy cosa que debió aceptar a regañadientes, lo primero que pensó la castaña fue que talvez era su abuelo o el abogado de su familia que recién se enteraba de su existencia y venía a llevárselos. Grande fue su sorpresa cuando él dijo que solo era un mensajero y debía cumplir con un favor que le debía a la persona que lo mando a decir lo que debía hablar con los menores. -Serán los propietarios de una casa en los barrios adinerados al cumplir los dieciocho años -se oyó un grito de sorpresa de parte de los tres adolescentes- como decía-tosió un poco para luego continuar- ni bien cumplan esa edad y salgan de aquí tendrán un lugar para vivir. Entre los tres se regresaron a ver, se podía observar la felicidad en los rostros de los menores, mientras en la mirada de la castaña solo se podía ver la inseguridad hacia lo que acababa de decirles el mayor. -Un momento- todos regresaron a ver a la castaña que estaba con un rostro serio y levantando la mano -cómo es posible que después de tanto tiempo venga y hable sobre como heredaron una mansión porque si no me equivoco por esos barrios lo que más ahí son mansiones gigantes con grandes jardines - le dijo al anciano y vio como este asentía - además...ni 98


siquiera nos dice la historia detrás de todo esto. -No puedo decirles todo lo que quieran ya que yo solo fui enviado aquí a decirles sobre lo que han heredado - giró su rostro viendo a los menores y luego a la mayor- lo único que puedo decirles es que, son herederos de una gran fortuna ya que sus padres eran gente importante y que lamentablemente murieron misteriosamente ya que nunca se encontró la causa de su muerte, además los pequeños no daban mucha razón más que su edad y sus nombres se buscó a sus parientes más cercanos, pero como no tenían más familia o mejor dicho, nadie quiso hacerse cargo de dos pequeños, sin que metieran mano a la fortuna de ellos, por eso se los envío aquí hasta que puedan usar lo que por obvias razones les pertenece, esperando a que cumpliesen dieciséis para decirles las verdad. Después de eso le dio unos papeles a Lizzy ya que ella se encargaría de no perderlos hasta después de dos años que pudieran usarlos, se despidió diciendo que se cuidarán, cosa que lo dijo de una manera bastante seria, cosa que no pudieron explicarse porque esas simples palabras tenían tanto peso, desapareció por las puertas principales las cuales nunca se lo volvió a ver entrar, haciendo que los tres se preguntaran en donde estaría ese hombre. Cuando los mellizos cumplieron la edad indicada se fueron del orfanato, despidiéndose de todos y yéndose con Lizzy que los esperaba en las grandes puertas para poder irse de ahí a su nuevo hogar en el cual encontraron a una señorita de cabello negro, corto hasta los hombros, diciendo que era la ama de llaves de ese lugar, les mostró a los demás sirviente del hogar, también lo que hacía cada uno de ellos, les enseñó su nuevo hogar puerta por puerta viendo que eran más grande de lo que parecían, así decidieron donde dormiría cada uno de ellos siendo todas las habitaciones del segundo piso. Una semana después de lo sucedido se corrió el rumor sobre la aparición de los herederos de la mansión Smith la mayoría creía que era falso, pero al ver las pinturas de la familia vieron que los pequeños de la pintura eran idénticos a los mayores, fueron muchas las invitaciones que llegaron para las fiestas que hacían la gente adinerada, claro está que ellos primero querían repasar ciertas cosas que hacia la gente de clase alta para no avergonzar la memoria de sus queridos padres. -Creo que deberían comenzar alistarse para la fiesta - entro a la habitación Mari la ama de llaves-ya han cancelado varias y si siguen así no creo que los vuelvan a invitar. 99


-Mary tiene razón niños, es mejor que se vayan a preparar - los menores la regresaron a ver - yo también lo haré una vez vaya a mis aposentos, recuerden que recién fuimos de compras para tener ropa de gala para estas ocasiones – regreso a ver a la señorita que estaba junto a la puerta – Mary los ayudará a alistarse, cualquier cosa que necesiten me lo piden. -Si Lizzy – dijeron los mellizos al unisono, mientras veían a la castaña salir de la habitación. Alice y Luka hablaron un poco de como debían comportarse, hasta que oyeron un grito de Lizzy ‘’ ¡si siguen así le diré a Mary que prepare su tina con agua helada si no se mueven en este momento!’’ a veces no sabían si ella tenía un sexto sentido que sabía lo que hacían en momentos así, entonces solo se dijeron un ‘’nos vemos abajo’’ dirigiéndose rápidamente a su respectiva habitación. Después de una hora, estaban en la entrada principal ya preparados para irse, Lizzy estaba con un vestido azul con decoraciones de color negro en la falda, su escote en forma que indicara un poco su pecho, además que llevaba un moño alto que hacía que resaltara su pecho y en la parte de la cintura ajustada para así resaltar, Alice tenía un peinado simple que era una media cola, llevaba un vestido rojo que tenía un pequeño poncho que cubría la parte de su pecho, también teniendo una cintura ajustada por el corsé de su vestido y por ultimo Luka llevaba una camisa blanca con un chaleco de tonos rojos bajos y su abrigo con el pantalón siendo color negro, con unas botas altas que le llegaban hasta la rodilla. Esperaron hasta que su carruaje llegó, mientras se subían se despidieron de Mary que les deseaba suerte y que se divirtieran, siguieron despidiéndose por la ventana hasta que el carruaje arrancó, la sonrisa que tenía el ama de llave pasó de una cálida a una siniestra que si la hubieran visto se hubieran asustado por el cambio que eso le dio a su apariencia. Rápidamente fue hacia el bosque que estaba detrás de la casa, corrió por toda una trayectoria que sabía de memoria para llegar al lugar indicado, llegó a una cueva a la que entró hasta donde no llegaba la luz, leyó una frase que estaba inscrita en la pared haciendo que rápidamente se abriera la puerta, pero antes de pasar, fue atacada por un fantasma que no dejaría que entrara a hacer lo que estaba planeando. Era algo espeluznante para ver porque era de restos de animales unidos en uno solo dándole una apariencia asquerosa y temible cuando ella dió un paso, no esperó ni dos segundos cuando la atacó, ella lo esquivó, aunque sufrió de un pequeño corte en su brazo y rostro, se fijó que había una 100


escritura, pero no alcanzaba a leerla, entonces mientras peleaba con ese ser hacia el intento de acercarse, pero no lograba lo suficiente como para leer lo que decía el escrito. Pasaban minutos que sufrió más cortes en su cuerpo, se fijó de quien se trataba luego de analizarlo por tanto tiempo, había leído sobre él, ese ser había sido castigado por los actos espantosos que había realizado cuando era humano, su castigo, fue el de cuidar las tumbas de los seres que acabarían con los que los habían encerrado ahí sin dejar realizar su caos de maldad por el mundo si se llegaban a esparcir, ‘Él guardián de la puerta’’ tenía como deber que cualquier humano que intentase liberarlos serian cortados a la mitad por su guadaña que se le había sido otorgado para que sea más temible a los ojos de cualquiera que lo vea. Sin embargo, había también el cómo derrotarlo que solo pocas personas lo sabían y era con la sangre de los creadores del sello de la puerta. Mary se dio un manotazo en la cara por haberlo olvidado, sacó de un bolsillo de su traje un frasco pequeño de un líquido que se veía de un carmín brillante, hizo unos movimientos más para tener la atención de esa criatura, viendo que lo había obtenido lanzó en un rápido movimiento ese frasco a la gran roca, solo se oyó el ruido del frasco rompiéndose, salpicando un poco del contenido al guardián que se quedó estático porque ni bien lo tocaron esas pequeñas gotas, aparecieron estacas que atravesaron su cuerpo haciendo que se clavara contra el suelo sin dejar que realizara ningún movimiento. Después de comprobar que no se moviera entró por aquellas puertas encontrando unas gradas de piedras que la guiaban hasta lo más oscuro del lugar, al llegar al final de los escalones vió en el suelo la forma de la cruz patriarcal un poco borrosa pero que aún se podía notar, sacó las pequeñas velas que tenía guardadas en su vestido y las puso en cada punta de la cruz encendiendo una por una. Comenzó un cantico en otro idioma que solo algunos lo sabían, en medio de este, agarró una navaja y corto la palma de su mano haciendo que sangrara y sus gotas cayeran dentro de la cruz, pudo visualizar como de poco a poco se iba rompiendo el piso, cayeron algunas rocas del techo, las velas comenzaron a apagarse una por una el suelo tembló por unos segundos de repente se detuvo. Todo paró como si no hubiera sucedido nada, por varios minutos que se sintieron eternos. Mary pensó que había fallado todo lo que había preparado por años, sin darse cuenta de unas manos que aparecieron detrás de ella, sujetándola 101


rápidamente por su cintura además de taparle la boca en ese instante supo que el momento había llegado. No se alteró, espero a que hablaran tanto tiempo que espero para verlos resurgir, sabía que la humanidad estaba acabada comenzando por dos adolescentes que ahora estarían disfrutando de una fiesta, mientras pensaba aquello no vio como una dama de una hermosa cabellera castaña con unos ojos rojos como la misma sangre se le acercaba y que solo reaccionó por el fuerte apretón que tuvo en su cuello quedando petrificada al escuchar las palabras que soltó cerca de su oído. -Fuiste útil para nuestra liberación, pero creo que para la última cosa para la que serviréis será siendo nuestro alimento- vió como regresó a ver a las otras dos personas que yacían ahí- 130 años encerrados dejan verdaderamente con hambre ¿no lo cree? -. La pelinegra supo desde un principio que eso sucedería y lo único que pudo decir - Es un honor el servirles como fuente de alimento - dió una sonrisa así permitiendo que hicieran con ella lo que quisieran. Luego de unos minutos solo se oyó como un cuerpo caía sobre el suelo sin ningún cuidado, las tres personas solo se miraron entre si dando una sonrisa macabra saliendo del lugar para terminar lo que no pudieron hace unos años, pero primero terminarían con la descendencia de los que lo habían encerrado en ese asqueroso lugar. A varios metros de ahí en una de las mansiones más prestigiosos de Londres se celebraba una fiesta a lo grande como era costumbre de Sir Darcy cada año, si se preguntaba a alguien nadie podría explicar el porqué de sus fiestas. En el gran salón de la mansión estaban los tres jóvenes cerca de la mesa de bocadillos cogiendo uno de vez en cuando. - Si sigues de glotona nadie se va acercar a hablarte - dijo Luca a su melliza que era la que más postres comía indicando una sonrisa ladina - sabes algo, te dejaremos sola para que socialices un poco hermanita. Cuando Alice reaccionó volteó a ver y ya no encontró ni a su mellizo ni a Lizzy ¿En verdad la habían abandonado? entró un poco en pánico porque vió como unas miradas se dirigían hacia ella, volteó rápidamente y salió por unas puertas que la dirigían al jardín trasero del gran lugar. Siguió un camino para sentarse en unas bancas cerca de una hermosa pileta, pero no se fijó en una piedra que la hizo tropezar para caer en aquel lugar, espero al chapuzón en el agua cosa que no sucedió. Sintió una calidez en una zona de su cintura donde reposaba la mano de aquel muchacho que la hacía sentir reconfortante sintiéndole también en su mano ella no sabía el porqué de aquella calidez, abrió los ojos sin haberse 102


dado cuenta de que los había cerrado encontrándose a un hombre con una máscara que tapaba la mitad de su rostro no sabía por qué se le hacía conocida aquella mascara. Fue levantada de poco hasta que se estabilizó, fijó su mirada en aquellos ojos tan azules como el cielo. - Se lo agradezco...soy un poco torpe al caminar- la figura delante de ella solo asintió y se marchó - ¡espera! - bajó su vista a su vestido para arreglarlo un poco cuando alzó su vista de nuevo - ¿Quién...? - sus palabras se quedaron en su boca ya que cuando alzó su mirada el muchacho ya no estaba. Busco por su alrededor para ver si podía encontrarlo, pero no tuvo éxito, intentó recordar en dónde había visto esa máscara, pero comenzó a tener un dolor de cabeza que era igual a una punzada se acercó a las bancas para calmarse un poco, cuando lo hizo fijo su mirada en el cielo más bien en la luna achicó un poco los ojos notando como en una pequeña parte estaba pintada de un rojo intenso haciendo que abriera los ojos como platos. Dentro de la fiesta dos jóvenes se acercaron dónde estaban Lizzy y Luca uno de ellos pidió bailar una pieza con la primera nombrada, ella aceptó con gusto dejando a Luca acompañado del otro hombre. - Si te soy sincero tus ojos siento que tengo el ligero presentimiento de que ya los he visto antes - habló haciendo que el pequeño pelirrojo voltearla a verlo notando que era castaño y mucho más alto que él - soy Gabriel Johnson un gusto - Luca Smith el placer es mío - noto como él castaño tomo su mano y le dió un beso - si vamos a hablar con sinceridad yo también deberé decir que su mirada ya le he visto en otra parte - solo vió como negaba sobre aquello recién dicho soltando una pequeña risa encantadora. Estaban con copa de vino cada uno en mano rieron y conversaron de todo tema que les llegara, cualquiera que los viera pensarían que son conocidos desde años mientras hablaban Luca no sabía por qué tenía tanta confianza con aquel hombre sentía una calidez en su pecho que no sabría explicar, mientras pensaba eso sintió un pequeño jalón en su mano que era cuando su hermana lo necesitaba aquella sensación siempre la tuvieron desde pequeños pensando que era un vínculo que habían creado, pidió perdón a Gabriel diciendo que volvería luego, aquel castaño le dió una sonrisa ladina diciéndole que no se demorara o iría en su búsqueda en un tono burlesco Luca solo le dió un asentimiento de cabeza riendo un poco, volteando rápidamente su cara para que no notara su pequeño sonrojo. 103


Dió la vuelta sobre su cuerpo para ir en dirección de las puertas que daban hacia el jardín trasero del lugar, llegó a aquel lugar notando a la distancia a su hermana que miraba al cielo estrellado de aquella noche y se acercó despacio para no asustarla, Alice escuchó unos pasos detrás de ella que hizo que volteara a ver quién era encontrando a su mellizo sentándose a su lado. - ¿Qué tanto observas hermanita? - subió su mirada para ver que tanto miraba su melliza. - Noté recientemente...- se quedó en silencio unos segundos para volver hablar -...ese conjunto de estrellas parece una sartén - habló achicando sus ojos demostrando que hablaba con seriedad. - Acabas...de comparar una constelación con un utensilio de cocina - lo dijo con una indignación en su voz que hizo que la pelirroja lo regresara a ver. Se vieron por varios segundos que no pudieron aguantar las risas, se rieron tanto como cuando eran pequeños y realizaban alguna travesura para luego ser regañados por Lizzy. Después de unos minutos se comenzaron a calmar guardando silencio, regresaron su mirada al cielo estrellado notando cuan hermosa eran las noches así, pero fueron interrumpidos por unos pasos que se acercaban a la dirección en la que se encontraban cuando quisieron ver quien era, pero sopló un viento fuerte que hizo que cerraran los ojos hasta que este parase. Una vez se detuvo volvieron abrir sus ojos notando que una persona estaba frente de ellos cuando Alice lo vió, abrió sus ojos como platos mientras que Luca lo analizaba desde la punta de sus pies hasta que subió el rostro lentamente fijando su mirada en aquella mascara que nunca olvidaría. Quiso decir unas palabras cuando aquel hombre agarró las muñecas de los mellizos con un poco de rudeza jalándolos al interior de la fiesta, sintieron unas miradas sobre ellos y fueron guiados hacia el segundo piso del lugar, oyeron que unos pasos los seguían, quisieron soltarse, pero el agarre era muy fuerte que solo hizo que se rindieran, entraron a una habitación donde fueron soltados, escucharon como se cerraba la puerta a sus espaldas por el sujeto que venía detrás de ellos Al verse los mellizos lo primero que hicieron fue abrazarse esperando lo peor, temblaban tanto esperando su fin. - ¡Chicos! - se escuchó en el lugar una voz que desbordaba preocupación y que sonó conocida a sus oídos. Hizo que los hermanos alzaran la mirada al reconocer aquella voz voltearon su rostro para encontrarlo rápidamente, lanzándose en su dirección para 104


abrazarse, cuando iban a comenzar a hablar escucharon un fuerte golpe. - Imbécil ¿qué crees que haces? -Luca al verlo bien se quedó impactado al ver de quien se trataba la voz - pudiste hacer que se lastimaran. - Si así lo quieres- dijo frotándose el lugar en el que había recibido el golpe - para la otra vas tu y miras si puedes hacerlo idioNo logro terminar ya que la tercera persona que estaba a su lado siendo un pelinegro casi de la misma altura que los otros dos hombres dió una tos falsa para que se detuviesen - si lo recuerdan tenemos cosas más importantes por las que hablar si no lo olvidaron. Los dos jóvenes se detuvieron regresando su mirada a los tres jóvenes frente a ellos, los mellizos al tener aquella atención se escondieron detrás de Lizzy como la castaña no hablaba los mellizos pusieron su vista hacia ella, lo noto y bajo su mirada para ver a los hermanos. - Deben poner atención a las palabras de ellos - dió un pequeño suspiro y volvió hablar - yo ya los escuché tal vez vaya a ser muy impactante para ustedes. Cuando el pelinegro iba a hablar se escuchó un fuerte grito en el gran salón para que segundos después todas las luces se apagaran dejándolos en la oscuridad lo único que escucharon fueron más gritos y pasos de personas que corrían hacia la salida, en ese momento los cuatro adultos hicieron un círculo alrededor de los mellizos, en ese momento las puertas y ventanas fueron abiertas con demasiada brusquedad que casi se rompieron en pedazos. - Los encontré – se oyó una voz distorsionada pero que se podía notar que era de mujer. De la nada los tres jóvenes salieron volando hacia las paredes dos siendo capturados por unas cadenas que salían de las paredes y el pelinegro al momento de ser jalado se golpeó la cabeza quedando inconsciente enseguida de notar todo lo que paso Lizzy se balanceó contra los mellizos para protegerlos salió disparada contra la parde con tanta fuerza que quedo débil además de aturdida escuchando de lejos ´´ ¡Lizzy! ´´ gritado con tanta desesperación de sus pequeños pelirrojos. Los mellizos hicieron el intento de querer socorrerla, pero unos brazos por detrás los tuvieron interrumpiendo su plan de ayudar a la castaña forcejearon lo que más pudieron, pero en los brazos que estaban ni siquiera se inmutaban a sus golpes cuando vieron una sombra acercarse hacia ellos tenía la sonrisa más aterradora que recordaban de vagos recuerdos haberla visto en algún lugar. 105


Mientras más se acercaba más se sentían débiles sus vistas se volvían más borrosa sin poder distinguir nada de su alrededor oían poco de lo que sucedía a su alrededor comenzaron a temblar ya que la sensación que tenían sobre aquella sombra no era para nada buena solo podían recordar cosas aterradoras que habían enterrado en lo más profundo de sus mentes, lo último que recuerdan es oír ser llamados con tanta desesperación y tan doloroso que parecía que desgarraba la garganta de sus portadores. - ¡Alice! / ¡Luka! / ¡Chicos! – No podían escapar lo único que podían sentir era terror y desesperación sin saber el porque de todo lo que sucedió la inconsciencia se hizo paso haciendo que los mellizos se desmayaran, luego un profundo silencio que lo único que se escuchó fue un grito de desesperación… Fin.

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Nothing is what it seems Autora: Katherine Navarrete


Capítulo 1 Hoy se cumplen ya dos años que Mila escapó de casa, se despereza en la cama de dos plazas con 5 almohadas alrededor de ella, da un largo bostezo y se dirige al baño a lado de la puerta de su apartamento en Manhattan. Se desviste y se mete a la ducha, siente como el agua fría va calentando en su piel y como su cabello azul va de seco a totalmente mojado. Sale luego de media hora, se lava su cara con agua fría para terminar de despertarse y también se cepilla sus dientes. Se hace su maquillaje que incluye siempre un delineado largo y negro, termina de vestirse y ve que su gato, Kido, acababa de despertarse en su cama, le rasca su cabeza, le da de comer y llena su bebedero de agua, recoge los desperdicios de la arenera en una funda y también saca la basura de su cocina, sale al pasillo verde y largo del edificio de 10 pisos y de repente escucha varios gritos provenientes del departamento 34. - ¡Tú vas a hacer lo que yo te diga! - la voz era de un hombre, ella ya lo había visto antes, le calculaba unos 56 años, nunca le había agradado ya que se mostró grosero, en especial con mujeres en varias ocasiones. - Félix, por favor... tienes que entenderme...- Mila se giró después de tirar tres fundas de basura por el contenedor, esa voz no la había escuchado antes, parecía de una mujer muy joven, hasta de 18 años. Era extraño ya que el hombre nunca solía traer chicas tan jóvenes, en especial viendo su edad. Mila no escuchó más y se dirigió de vuelta al apartamento, apenas entró pudo escuchar su celular sonar, lo agarró y era su jefe y mejor amigo Tomas. tomo: donde estás?? Lamilami hoy te toca turno de mañana y noche, te ando esperando Mila: ya salgo para allá molestoso, dame 10 :) Mila recoge su mochila antes preparada desde la noche, se pone sus converse altos negros, conecta sus audífonos a su celular y sale hacia la puerta mientras suena en sus orejas In my mind de Pixies, al final del pasillo gira hacia el ascensor, presiona el botón y al abrirse se encuentra con una chica que parece estar sollozando, tiene el cabello rosa con las raíces mostrando su color natural, ella se percata y la alza a ver, mientras Mila avanza hacia adentro del ascensor se percata de los achinados y ojos rojos de la chica, de su color verde casi turquesas. - ¿Estás bien? - Mila vacila entre preguntarle o no, pero pensó qué tal vez la chica necesitaba ayuda, ve cómo la chica la regresa a ver y empieza a llorar desconsoladamente. Mila abre los brazos en forma de abrazo y la chica se 108


apega a ella como a un paraguas en medio de una tormenta, retumbaba el sonido de su llanto en el ascensor hasta que ambas de despegan al unísono. -Perdóname, es que enserio necesitaba uno. - se limpia el rímel caído sobre sus mejillas y sonríe vagamente, Mila se percata que es la misma voz que escuchó de la chica joven del apartamento 34, empiezan a pasar muchos pensamientos por su cabeza, decide apretar el botón de la primera planta, se gira hacia ella y le sonríe. -No te preocupes ¿te puedo ayudar en algo? - habla con amabilidad, piensa un rato en que tal vez no sería asunto suyo, pero es inevitable no sentir empatía o preocupación hacia la chica. - ¿Puedes darme la eutanasia? - responde sarcásticamente mientras alza una ceja. Mila suelta una risa pequeña carcajada, escucha que ella también y siente como la tensión abandona el ascensor. -También necesito de eso. - la chica le sonríe y aprieta el botón de detener el ascensor, Mila pone una cara de duda viéndola, pero no se preocupa, ella le da confianza y le transmite buenas vibras. La joven se arrima a la pared del ascensor y se deja caer al suelo, apoya su cara en sus piernas y da unas palmadas a lado de ella indicando a Mila que se siente. Mila observa la hora que le indica su reloj rojo en su muñeca izquierda, tenía 15 minutos para estar en el bar, se decide y se sienta cruzada de piernas a lado de la chica. Ella la mira hasta que se sienta. - ¿Tienes prisa? -Algo. -Solo te quitaré unos minutos ...solo necesito hablar con alguien. – Mila accede asentando con su cabeza. La chica suelta un largo suspiro, se nota más calmada. -Soy Tamara, mi verdadero nombre es Tamara, pero todos me conocen por Natasha, ni siquiera sé porque aún porque escogí Natasha, era aún más joven de lo que soy y estaba emocionada por irme con Félix, creo que porque lo vi en una película y simplemente me gustó. - regresó a ver a Mila esperando una respuesta de apoyo. -Me gusta Tamara. - sonrió con labios mientras le hizo un ademán para que continúe. - ¿De dónde eres? -Texas. - Mila abrió un poco los ojos en modo de asombro. -Estás un poco lejos de casa. -Creo que ya no tengo una casa. - miró hacia el medio vacío ascensor de color plateado. - No una familia, ni personas que me quieran. Solo es Félix. - ¿Entonces a ti te estaba gritado hace unos momentos? - Mila alzó la ceja 109


en modo de desaprobación. -Se qué está mal, no soy una idiota, pero es el todo lo que tengo, no tengo a nadie más, estoy sola, además que lo amo y no puedo no defenderlo. - era imposible no notar la tristeza que salían con las palabras de su boca, Mila sintió empatía. -Ahora no estás más sola. - acarició su antebrazo. Tamara se pegó más a la pared del ascensor y tiro su cabeza para atrás en modo de alivio. Mila la vio con una media sonrisa, pero vio un color entre rojo y morado que estaba alrededor de su cuello, se mostraba poco, pero estaba ahí, Mila sintió como el enojo subía por su cuerpo. - ¿El té hizo eso? - apuntó con su dedo índice al cuello de Tamara. -E e e estaba enojado, no le avisé que iba a salir. - se puso pálida como una pared y se apretó su chaqueta de cuero contra su pecho intentando tapar su cuello, cosa que terminó en fracaso. - ¿Cuantos años tienes, Tamara? -22.- tartamudeó, empezó a sudar en su frente y estaba roja como un tomate. - ¿Estás segura? No puedo ayudarte sino me dices la verdad. - dijo torciendo su boca. Natasha soltó un largo suspiro y apretó. -Tengo 16. Mila sintió de pronto que nada estaba bien. Capítulo 2 Pasaron en ese ascensor por lo menos, 20 minutos, Natasha le habló sobre todo lo que le hacía Félix, de cómo escapó de su casa con el teniendo 15 años y el 55, que lo conoció afuera de su colegio a los 14 y el teniendo 54, fueron 3 años que bastaron para arruinar su vida. Ella ni siquiera tenía una mala relación con sus papás, no como Mila, la querían y hacían lo mejor que podían para protegerla, pero Félix se aprovechó de su mente joven y la manipuló. Se encontraban en la recepción del edificio departamental, sentadas en un sofá carmesí. -No sería capaz de denunciarlo. - Natasha tenía los ojos hinchados por todo el llanto. Mila negó con su cabeza, recordó que en su casa su papá pegaba a su mamá de todas las formas posibles solo por hablar. -Claro que puedes y lo harás, hoy mismo. -No siquiera sabría por dónde empezar, qué decir. -Ese tipo es un pedófilo, es un enfermo y merece pagar cada una de las 110


cosas que te ha hecho, por cómo te ha tratado, no lo dejes sin pagar, se merece que las ratas se lo coman vivo. Mila la miró esperando una repuesta de sí, esperanzada, ya ni siquiera le importaba llegar al trabajo, había puesto su celular en silencio luego de las 6 llamadas perdidas de Tomás. Abrió la boca para hablar. -Puedo ir contigo, no tienes que ir sola. -Tengo que hacer esto sola, no puedo depender siempre de alguien. Mila sintió alivio, se sentía útil, cosa que no le pasaba mucho. Ambas se pararon para ir hacia la salida cuando escucharon el ascensor abrirse, era Félix, vestía su traje azul como de costumbre y cargaba su maletín de trabajo, Mila tenía entendido que trabajaba en las noticias NBC News, mientras pasaba miró a los ojos de Mila con odio y desprecio, a Natasha no la regresó ni a ver, salió del edifico con prisa y se subió al auto que lo esperaba, arrancó y se fue. Natasha lo maldijo de todas las formas posibles mientras también lloraba nuevamente, queriendo ir tras del auto, como si quisiera agarrarlo a golpes. Aunque Mila recién la conocía, se preocupaba por ella y ya le había agarrado una especie de afecto y preocupación hacia Natasha. La agarró desde atrás para que no vaya tras él. -Lo odio, no sabes cuánto lo odio. - dijo cansada. -Créeme, lo sé. Mila le había contado de su trabajo a Natasha, mesera en un bar de su mejor amigo llamado Mikis, también de cómo escapó de su casa con él a los 16 años por la situación familiar que habitaba en su casa, su papá era alcohólico y su mamá era menor a él por muchos años, de cierta forma Natasha le recordaba a su madre. Estaban afuera del edificio. - ¿Segura no quieres acompañarme primero al bar? - iría contigo después a la policía y te esperaría afuera. -Este en el principio de mi nueva yo, Mila. Desde hoy no necesito a nadie, solo a mí, igual tienes mi número y yo el tuyo. - dijo mientras alzaba su brazo para parar un taxi. Mila le sonrió y asintió con la cabeza, ambas se regresaron a ver y se abrazaron como si fueran hermanas. -Cuídate mucho, avísame cualquier cosa. -un taxi finalmente hizo caso a la llamada de Natasha y paró a lado de ella. -Claro que sí, no te preocupes y nuevamente muchas gracias, me salvaste la vida, Mila. - hablaba en serio, subió al taxi y desapareció entre los demás autos. Mila igualmente dio la vuelta y así mismo agarró un taxi para ir a su trabajo. 111


Llegó, pagó y se dirigió a la entrada de empleados, ahí podía ver al gran alto Tomas esperándole con los brazos cruzados y arqueando una ceja, se veía molesto, pero ella sabía que siempre bromeaba, era muy difícil que él se molestara enserio. Capítulo 3 -Aun no me cabe en la cabeza que la niña, porque es una niña, tenga 16, Mila, no está nada bien, siempre te dije que desconfiaba del tipo. – a Mila no se le iba la sensación de querer vomitar del estómago, ella sentía que algo no iba bien. Thomas prosiguió. -Tenemos que hacer algo más, ese monstruo merece ser escrachado en toda forma posible, que ni su mamá lo pueda ver a la cara. – Mila solo asintió, se limpio el sudor de haberse cansado por trapear y limpiar las mesas, agarro su celular de su celular y decidió enviarle un mensaje a Natasha solo para asegurarse de que este bien, ya que habían podido intercambiar números. Natasha le respondió a los dos minutos diciendo que está bien y que iría esa noche a visitarla al bar para poder distraerse, Mila se pudo calmar y continuo con su jornada mientras hablaba con Thomas de las miles de formas que podrían torturar a Félix. Llegaron las 9 de la noche, la hora en la que comúnmente el bar solía llenarse, había de todo tipo hasta menores de edad con cedulas falsas hasta policías ebrios. Thomas estaba sentado en la esquina del grande mesón, guardando una silla a su lado para Natasha, él se había preocupado mucho también por ella, le vibro el celular de Mila que tenía guardada en su bolsillo izquierdo y regreso a ver a Mila, quien estaba sirviendo cerveza de barril en una gran jarra. -Revísalo. – Mila exclamo un poco alto ya que el volumen de las personas hablando era un poco alto. Thomas leyó el mensaje de la brillante pantalla mientras Mila lo quedaba viendo, asintió con la cabeza y se dirigió hacia la puerta de entrada esquivando a varias personas, pudo distinguir fácilmente a Natasha por su cabello rosa. -Soy el amigo de Mila, ven por aquí. – dijo en voz alta. Ella asintió y el la tomo de la mano. Llegaron hacia donde Mila estaba sirviendo los tragos y Natasha le dio un fuerte abrazo apenas llegar, Mila le devolvió el abrazo mientras le sobaba la espalda. -No lo hubiera podido lograr sin ti. – suspiró se despego y la vio a los ojos. -Gracias, nunca serán gracias suficientes. -Gracias a ti por dejarme ayudarte. – Mila sonrió como una mamá aliviada. 112


Thomas apareció por atrás con un empleado, lo puso en el lugar de Mila y le extendió la mano a Mila, ella capto y enseguida se quito el delantal y lo puso en sus manos, los tres se fueron atrás donde Thomas tenia una sala de estar donde el ruido no llegaba tanto, el ambiente y los tonos eran verdes y cafés. Pasaron al menos tres horas hablando de muchas cosas, Natasha se sintió en confianza con Thomas muy rápido ya que el era de esas personas con las que uno se siente cómodo, ella les conto de cómo le había ido en la estación de policía y que le habían asignado un agente especial solo para su caso, que era de edad joven y que tenia experiencia. Tamara estaba lista para seguir con su vida, terminar el colegio de hecho estaba en sus planes, estudiar veterinaria que le gustaba e interesaba mucho, Mila le dio mucha felicidad escuchar eso, más que todo porque se la escuchaba decidida. Cuando mandaron a Natasha en un taxi hacia un motel donde se estaba quedando, ya quedaban unas 4 o 5 personas en el bar, Mila y Thomas terminaron de servir a las personas y cerraron el bar siendo las 3 de la mañana, Thomas fue a dejar a Mila en su departamento en su jeep negro, Mila cayo dormida apenas toco la cama mientras su gato ronroneaba en su oreja. Pasaron dos semanas, no había ni un mensaje de Natasha, no había contestado ninguna de las 47 llamadas que dejó Mila, era un viernes, 6 de la tarde, Mila si se había preocupado por Natasha, pero ella sentía que la ultima vez que la vio fue mas como una despedida, sentía que ella regresaría con sus papas, que empezaría otra vez y sin querer tener nada que ver algo con ninguna de las personas que formaron su pasado oscuro y frio y ella respetaba eso. Tenia a su gato en sus piernas, lo acariciaba mientras veía “El club de la pelea”, una de sus películas favoritas con su hermana mayor, quería aprovechar ese día para descansar ya que Thomas le dio ese día libre para que se distraiga ya que estuvo en el trabajo por mucho tiempo, Mila en cambio veía el trabajo como la distracción, le ayudaba a no pensar mucho las cosas. De pronto los golpes en su puerta resonaron en todo el apartamento, su gato se asusto y bajo de sus piernas para dirigirse al cuarto de Mila, ella miró extrañada la puerta y se levantó, caminó hacia ella y la abrió, vio a un hombre con traje negro y a lado del mismo dos policías anchos y canosos. - ¿Usted es Mila Reynolds? -Si, soy yo. -Señorita Reynolds, queda arrestada por el asesinato de Tamara Gonzales 113


hasta nueva investigación. – Mila sintió como su corazón se congeló y su cabeza se incendiaba. CONTINUARÁ...

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Hasta la eternidad Autora: Joselyn Pomasqui


Y todo empieza así, como una historia que se me va hacer difícil de contar, pues Harry, se había convertido en un calmante para mis tormentos, aquel, fue una luz en mi oscura vida. Con el pasar de los años, pensé no volverme a enamorar, ya que la soledad me había enseñado a no someterme a la compañía de cualquier persona y desde ahí empezó un gran problema, cuando un solitario decide no aprender y se da cuenta que existen peores destinos que la soledad. La tranquilidad de aquella noche que me recordaba a ti, al brillo de tu mirada, tantos recuerdos invadieron mi mente, mis ojos se cerraron y las lágrimas fueron cayendo una por una, fueron hermosos recuerdos, donde nuestras almas estaban jugando a ser una sola, nuestras risas eran como una hermosa melodía que acompañaba la noche, el olor de tu perfume quedó impregnado en mi y el sabor de tus labios nunca desapareció, y entre lágrimas me di cuenta, que te voy a querer por siempre Tuvimos la gran dicha de coincidir entre tanta gente, entre varios amores, y en esta vida, desde el primer día que te vi observándome, me dije a mi misma: perderte me va a doler hasta el alma, pensé en un nosotros, en un futuro solo tú y yo, en el que tal vez estamos destinados a construirnos o a destruirnos. A veces siento que el destino te puso en mi camino, para demostrarme la forma en que, si y en la que no se debe amar a una persona, fuiste una de las formas más hermosas a las que pude decir Te amo. Te entregué mi alma, y cuando lo hice te pregunté: ¿Dime que no debo de arrepentirme de tanto?, pero ahora entiendo que tu respuesta fue sarcástica, no digo que me arrepiento, pero tu partida me dolió. Recuerdo cada maldito instante, cada estúpida palabra, lamentablemente el día de hoy ya no estamos juntos, pero recuerdo que te prometí algo y ahora estoy dando todo de mi para que se cumpla y te sientas muy orgulloso, dejaste marcado mi corazón cuando de tus labios salieron estas palabras: “te amo y te amaré por siempre”. Después de tantas palabras y en medio de tantos besos, nos prometimos estar juntos por siempre, y que a pesar de todo y de todos, tú seguirías con tu vida y serias feliz, pero nunca olvidarás que yo fui tú primer amor. “La distancia nunca olvida, lo que el corazón siempre recuerda” Fuimos una manera muy hermosa y triste que tuvo la vida para decirnos que no se puede tener todo, llegaste demasiado tarde a mí, te creía mi amor imposible, pero solo tardabas un poco en llegar, el destino se ha encaprichado tanto con nosotros que nos hizo amar de una manera 116


inexplicable Cuenta una leyenda, de los famosos hilos rojos, se dice que todos nacemos conectados con nuestra alma gemela, el posible amor de nuestra vida, y que sin importar nada, este nunca se va a romper, y cariño mío, ni mil distancias serán suficientes para que yo te deje de amar. Y así fue como me fui desahogando poco a poco, escribiendo todos mis sentimientos en una hoja de papel que ya no vas a leer, recordando tantos momentos para dejarlos escritos en cartas y marcados en mi corazón. Han pasado solo 6 meses desde que falleciste en aquel trágico accidente, aún recuerdo aquella noche que marcó mi vida, fueron miles de llamadas y varios mensajes diciendo que ya marchaste de este mundo. Varios pensamientos pasaron por mi cabeza, en ese instante me puse un abrigo y salí inmediatamente. Al llegar al lugar que arrebató mi felicidad, te vi, estabas acostado con mucha sangre a tu alrededor, pegué un grito al aire, mis lágrimas cayeron y entre tantos lamentos me di cuenta que la vida se nos acaba en un instante. Después de tanto tiempo entendí que debo continuar, pero no puedo, aun no sé cómo, todas las noches me llegan tus recuerdos, mis lágrimas caen, caigo en un vacío y sin pensarlo me doy cuenta que estoy en un lugar frío y abrumador, me sentía tan sola, Harry, no sabes la falta que me haces. Y así iba entendiendo como la vida no es justa, en mi caso me había quitado al amor de mi vida, te amé tanto, que tu muerte me afectó demasiado, volví a caer de lo que tanto me costó salir, volví a estar perdida, verme perder mi esencia me dolió demasiado, dejé de comer, empecé a llorar todas las noches, el insomnio me consumía. Al llegar a mi habitación me miro al espejo y puedo notar que estaba perdida, pues nada en mi está bien, fue una realidad tan cruel darme cuenta que de la chica que te enamoraste ya murió y no volverá porque te perdió, te perdió para siempre. Una triste noche salgo al balcón, cierro mis ojos y empiezan a salir lágrimas, me dejo caer, me dolió tanto perder tu amor, puse todo a tu favor, sin miedo de perder, pero ¡ay ¡te extraño demasiado, me gustaban tanto tus abrazos, y ahora de la nada solo son recuerdos junto a tus besos, solo deseo volver a esos momentos. El mañana siguiente despierto y sigo como si nada, pero me gustaría regresar tiempo atrás cuando te volvías loco por verme, ahora solo eres un recuerdo, y uno de los tantos motivos por los que lloro todas las noches preguntándome porque te deje ir sin darte un último beso. 117


Me enseñaste todo, menos a estar sin ti, no sabes cuánto daría por volverte a ver, necesito que aparezcas y me digas que todo va a estar bien, que voy a poder seguir con mi vida, aunque tu ya no estés, necesito saber de ti, ¿Cómo estás?, ¿Cómo te va?, ¿al fin eres feliz? Siempre estarás en mi corazón, te voy a amar toda mi vida, fuiste la única persona que conoció mi canción preferida, mi libro favorito, sabias todo de mí, sabias como destruirme, pero no lo hiciste y al contrario nunca destruiste mi salud mental. Fui muy feliz gracias a ti y mantengo la esperanza que en otras vidas nos volvamos a encontrar y que en ellas si podamos ser felices, estos recuerdos tan bonitos que tenemos no se me van a olvidar nunca. Te amé como no he amado a nadie, mi mala memoria no ayuda a superar tu muerte, vi nuestras fotos viejas vi tu sonrisa, volví a escuchar tu risa, estábamos tan felices juntos, créeme que nunca me voy a arrepentir de haberte amado con todo mi corazón, con todas mis fuerzas, con todo mi maldito ser. Y aunque intente mil veces hacerte volver sé que no se va a poder, hay tantas cosas que deseo contarte, como, por ejemplo: estoy a punto de terminar el colegio y me iré del país, sé que te sientes muy feliz, y sé que me vas a cuidar, porque tú eres mi ángel, aquel que no me va a dejar nunca. Ahora que te fuiste tengo que acostumbrarme a llevarte en el corazón, te amé tanto que recuerdo cada instante, cada minuto y cada segundo que pasé a tu lado, recuerdo nuestro primer beso, nuestro primer abrazo, recuerdo aquel que día me enamoré de ti, estaba tan feliz, feliz por haberte encontrado. Hoy me encuentro en mi habitación, decidí hacer un pequeño cambio, mientras limpiaba mi estante, me encontré con una caja, la caja de recuerdos, aquella caja donde guardábamos todas nuestras aventuras, todos nuestros detalles, todas nuestras cartas. Después de tanto pensarlo decidí abrirla, en ese instante mis ojos se llenaron de lágrimas, encontré una carta donde me decías lo mucho que te gustaba, lo tanto que me amabas y lo feliz que te sentías de tenerme a tu lado, también encontré nuestra primera foto en el parque donde me habías preguntado si quiero ser tu novia, después de todo te sigo extrañando y se muy en el fondo que nunca te voy a olvidar. 12 de noviembre, hoy cumplimos un año, un día como hoy te convertiste en el amor de mi vida, hoy día te echo de menos, nuestro amor fue tan perfecto que aún no logró olvidarte, tu manera de haberme demostrado tu 118


amor no la encuentro en ningún lado, es imposible olvidar que algún día yo te amé con el alma. Nos habíamos prometido tantas cosas, y muchas de ellas, el destino no nos dejó cumplir, aunque ya no estés, quiero que te sientas orgulloso de mí, no deseo nada más en el mundo que todo lo que aspiramos en algún momento se haga realidad, y aunque con el tiempo no lograré olvidarte, quiero que sepas que es por todo el amor que siempre te he tenido. Aun te sigo escribiendo cartas que no vas a leer, estás en el cielo, pero siempre me acuerdo de ti, te llevo conmigo siempre, en cualquier lado, en todo momento, en el día, en la noche, siempre miro al cielo, y en las noches que salen las estrellas te recuerdo y me pregunto si me ves y me cuidas como siempre lo dijiste que lo vas a hacer, quisiera saber si me extrañas tanto como lo hago yo. Ya han pasado nueve meses, y hoy es un día muy importante para mi y se que desde el cielo estas feliz y orgullo, hoy es el gran día de mi graduación, estoy tan feliz, a pesar de sentirme tan destruida logré sacarme buenas notas, poco a poco estoy mejorando y todo esto es por ti. No es fácil salir del vació de la vida, aún me cuesta comer, pero cada vez que lo hago te mando un mensaje como si lo fueras a leer, las noches se hacen muy largas y aun se me dificulta dormir, aquellas se vuelven oscuras y terroríficas, mis sueños son horribles, pero sé que lo voy a lograr, voy a lograr salir del vació de la vida. El día de hoy es tu cumpleaños, felices 18 años amor de mi vida, te mando muchos besos ya abrazos al cielo cariño mío, no sabes la falta que me haces, desde que partiste de aquí no he dejado que nadie me amé más que tú. Esas fueron mis palabras cuando fui a visitarte en el cementerio, te lleve unas flores, y el pastel que tanto te gustaba, te cante un feliz cumpleaños mientras se me salían las lágrimas, te dije te amo y sople la vela por ti, pedí un deseo y aquel deseo fue volverte a ver pronto. Aquella noche de tu cumpleaños llegue cansada a mi casa y caí rendida en mi cama, pero de pronto despierto en una habitación blanca, me sentía calmada, confundida y apareciste tú, estabas como la última vez que te vi, te encontrabas vestido de blanco, te encuentras tal y como te recuerdo, habías dicho mi nombre, en ese instante regresé a mirar y ahí estabas tú, no lo pensé dos veces y corrí a tus brazo, lloré demasiado y tú secaste mis lágrimas, te dije lo mucho que te extrañe y la falta que me hacías, nos quedamos un buen tiempo abrazados, me sentí tan feliz, tan segura. Después de unos minutos logramos hablar y me habías dicho que la noche 119


que te marchaste, me escuchaste llorar, pero no podías hacer nada, necesitabas consolarme y pedirme perdón por haberte alejado de la nada, te lamentabas haberme escuchado como le rogaba a Dios que te quedaras conmigo un tiempo más, escuchaste mi dolor y mi enojo, te sentías culpable por haberme causado un dolor tan grande. Tus palabras me llegaron demasiado que caí en un mar de lágrimas, me dijiste que te fuiste a pesar de que no querías, a pesar de que aún querías estar conmigo, me contaste como llorabas cuando veías como te alejabas de mí, pero escuchaste una voz y miraste al frente, me lo describiste como lo más hermoso del mundo, pero aún no entendías porque nos tuvimos que separar. Te vi tan feliz, te brillaban los ojos cuando me hablabas de como estabas ahí, me sentí tan bien por ti, fue un placer volver a verte, aunque solo en mis sueños, te di un fuerte abrazo, pero ya tenía que despertar, cariño mío dame un último beso de despedida, antes de volver a la realidad. Al amanecer solo recuerdo que hablamos de tantas cosas, pues te había dicho que en poco tiempo me voy del país y no te podré volver a visitarte, te conté también que ayer fui a nuestro lugar de calma y de amor, donde nuestros cuerpos fueron uno solo y que en ese instante me hacías mucha falta. Hoy es el gran día que me marcho de aquí, antes de irme pasó por tu tumba, me despido de tu lado, pero cariño mío siempre te voy a llevar en mi corazón, créeme que nuestro amor será eterno y en esta vida y otra te voy a buscar. Al final podré decir que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido, nunca voy a olvidarte, porque, aunque lo intente no lo lograré, me encantaba tanto mirarte, mirar tus hermosos ojos, tu hermosa sonrisa y cada vez que lo hacía me enamoraba más. Ahora me encuentro fuera del país, he tenido que afrontar todos los daños de mi pasado, he tenido que alejarme un poco de ti, he intentado sanar mi corazón para poder recuperarlo, aún tengo las esperanzas en sanar mis heridas, una a una, sin prisa, sin personas que me hagan evitar lo inevitable. Ya han pasado 3 meses, y hoy se cumple un año de tu partida, todavía recuerdo como te perdí, aun me duele, te extraño tanto cariño mío, no sabes las ganas que tengo de volverte a ver, abrazar y besar, aun me hace mucha falta. Necesito que vuelvas, aunque sea en mis sueños, necesito conversar contigo, necesito verte una vez más, necesito que sepas que muy pronto nos volveremos a ver en poco tiempo. 120


Ya han pasado 4 años de tu partida, y hoy es el día que debo volver, al fin cariño mío, he esperado tanto por este momento, aún te encuentras allá arriba, observando de lejos todo lo que hago, te extraño igual o más que antes. Descansa en paz y espérame ahí, en donde ya no sientes dolor, y te prometo que, al llegar, serás la primera persona que iré a buscar. Pero mientras tanto visítame en mis sueños y cuéntame como te va, que te extraño demasiad. Ya mismo es hora de viajar, ha llegado el momento, entro en mi departamento y empiezo a empacar mis maletas, al terminar un taxi llega por mí y me lleva directo al aeropuerto, estoy tan emocionada por regresar donde ti, donde están nuestros recuerdos, donde fui feliz por un largo tiempo. Falta solo una hora para abordar el avión, pasó por el área de revisión, entrego todos mis papeles y todo está en orden, después de unos minutos subo al avión, estoy tan emocionada, logré cumplir mi promesa, al final podrás sentirte orgulloso de mi. Después de varias horas, el avión logra aterrizar, al salir del aeropuerto logró coger un taxi y le digo que me lleve a mi casa, la distancia es demasiada, pero estoy feliz y triste a la vez, al cabo de unos minutos logramos llegar, me bajo del taxi y entro en mi casa, a penas llego, voy a la cochera y salgo en el coche rumbo a donde te encuentras, al llegar te cuento como me fue, como estoy, como me ha ido en todos estos años, también hago referencia que me voy a alejar unos días de tu lado, pues me voy de viaje a resolver unos pendientes y a visitar a toda mi familia y a mi mejor amiga. A la noche salgo de mi hogar, me encuentro algo cansada, pero no puedo quedarme, necesito resolver mis pendientes, después de unos minutos pasó por unas montañas, me estoy quedando dormida, pero no puedo, temo chocar, pasan unos segundos y el sueño se adueña de mí, mis ojos se cierran lentamente, de la nada pierdo el control del volante y veo una luz. Siento como mi cuerpo se va desvaneciendo poco a poco, y me doy cuenta que ya no estoy, siento como mi corazón deja la latir y como mi alma sale de mi cuerpo, quiero abrir mis ojos, pero no puedo, alguien no me lo permite, pero logro ver y escuchar todo al mi alrededor, necesito volver a mi cuerpo. Después de unos minutos, veo como llegan a mi rescate, pero ya es demasiado tarde, ya me tengo que ir, pero aún tengo algo pendiente, así que decido quedarme un momento más, unas enfermeras logran comunicarse 121


con mi familia y les dan la noticia de que morí, me fui, me fui para siempre. Logro ver como mi mamá va por mí a la morgue, ella reconoce mi cuerpo, y cae en llanto junto a mi papá, puedo ver como aquellos salen por el pasillo, y entre lágrimas les dicen a todos que había fallecido. Después de unos días es mi despedida final, veo como toda mi familia llora mi partida, veo a mi mamá y papá sufrir, mi mejor amiga esta quebrada en llanto, ahora entiendo lo que Harry había sentido el día que, partido, me hubiera gustado despedirme de todos, darles un gran abrazo, y decirles que los voy a extrañar mucho, pero no fue posible, espero y me perdonen. No los quería dejar solos, pero ya llego mi tiempo, al final logró escuchar una voz y regresó a ver, y ahí te encontrabas, tan lejos y tan cerca de mí, tenías mucha razón cuando me habías dicho que lo que viste es muy hermoso, cuando yo lo vi, me enamoré, al final puedo ser feliz, al final si se va cumplí nuestro juntos por siempre. Decidí caminar en todo ese hermoso camino, y al llegar lo primero que fue es buscarte, pero tú ya me estabas esperando, en cuento te vi, corrí hacia tus brazos, fui tan débil que corrí hacia tus besos, nunca te olvide, siempre te lleve en mi alma vida mía porque ni mil besos, podrían aproximarse a la sensación de tus labios. Y al final nuestro juntos por siempre se va a cumplir, estoy tan feliz de volver a verte, de tenerte a mi lado, eres el amor de mi alma y no de mi vida porque el alma es eterna y la vida se nos acabó y lo que yo siento por ti jamás terminará. Fin.

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Mi bella mariposa blanca Autora: Natalia Robles


El sol tocaba las colinas del campo en el que un grupo de jóvenes iban a pasar sus vacaciones de verano en una cabaña no muy lejos de la ciudad, pero en la que se respiraba el más puro aire combinado con mariposas y pájaros que adornaban el cielo de la tarde. Un coche que iba repleto por las maletas que llevaban Joseffine, Luke, Sara y Mike quien era el dueño del auto y de la cabaña en la que iban a disfrutar de la calma y tranquilidad de las praderas. Podría decirse que sería un recuerdo más para coleccionar, solo sería un par de días en los que se olvidarían de la universidad y el estrés de las calificaciones. Sin saber que sería el comienzo más dramático y misterioso de un romance para Mike. Al anochecer llegaron los cuatro chicos dirigidos por Mike quien abrió las puertas de la cabaña. La luz no ayudaba mucho por lo que tuvieron que encender las lámparas de la vivienda y se encontraron con un montón de maleza que crecía y escalaba las paredes. La cabaña no había estado en uso por mucho tiempo por lo que el mantenimiento de la misma había estado sin cuidado. Entonces se propusieron limpiar, cortar y sacar todo tipo de maleza que crecía en la cabaña, pero antes debían descansar por lo que el viaje les había dejado agotados a todos. Las habitaciones eran espaciadas y Joseffine Junto con sara escogieron la recámara que daba una hermosa vista a las praderas, Mike y Luke en cambio optaron por poner tiendas de campaña en la terraza. Estaba por dar la media noche cuando todos se acostaron a dormir, las chicas estaban muy emocionadas por las aventuras que podían hacer estando en el campo, los riachuelos y los lagos, las cascadas y el bosque que morían por conocer. Tanta emoción que las dejó completamente dormidas, los chicos aún no terminaban de colocar su tienda de campaña, pues se habían quedado a observar las estrellas y el cielo que estaba despejado. Las constelaciones que se formaban al lado de la luna y las pequeñas nubes que se movían lentamente con el viento. Pero algo más llamó la atención de Mike. -Luke ven a ver esto. Dijo Mike apuntando a un horizonte de la cabaña. -Creo que al parecer tienes vecinos muy cercanos. Le respondió Luke al observar otra casa de campo a dos manzanas de distancia que la cabaña en la que estaban. La edificación tenía una arquitectura de la época victoriana, parecía muy antigua pero las lámparas y luces estaban prendidas. 124


No le dieron tanta importancia por lo que el sueño les comía vivos. Terminar de ajustar algunos puntos de la carpa, se metieron en ella y no abrieron los ojos hasta que un suave cántico de las aves los despertó. Mike fue el primero en salir de la tienda de campaña y aunque seguía en pijama, que únicamente era unos pantalones y calcetines dejando la parte de arriba al descubierto, observó que el sol estaba casi por el medio cielo, por lo que debían ser las diez de la mañana, los árboles estaban tornados de un verde intenso y las flores que crecían alrededor de la cabaña lucían sus colores con una intensidad única. Se acercó a mirar al piso de abajo, pero sus ojos se desviaron cuando encontraron a una hermosa joven de cabello lacio muy largo que estaba leyendo sobre una mesa en la casa de campo. Al parecer ella sería la nueva vecina que tendrían por estos días. No fue mucho el tiempo que tuvo que pasar para que sus ojos se encontraran con los de Mike, y se quedaron inmóviles, fijos uno con el otro. La distancia que había se hizo corta y el tiempo se detuvo, se detuvo hasta que una cálida brisa los envolvió a ambos haciendo que a Mike le diera un poco de frío y a Lú, que así se llamaba esa hermosa joven, se le voltearan las hojas del libro con una velocidad incomprensible. Luke que había salido de la carpa molesto por el resplandeciente sol que les quemaba, le preguntó a Mike si podía usar la bañera. -Esta casa es tuya, querido amigo. Has lo que tu desees. Dijo Mike como si le concediera el poder de ser el nuevo duelo de la cabaña a Luke. -Este sol me está matando, no entiendo como a las chicas les gusta pasar en la naturaleza. Digo, a mí me gusta mucho pero no es que sea tan fan de los mosquitos y roedores que deben haber aquí. La expresión que hizo Luke hizo que Mike se riera por el sarcasmo de la frase que acaba de soltar. Luke tomó su toalla y desapareció por la puerta de la azotea que llevaba a los demás pisos de abajo. Mike seguía apoyado en la pared de la terraza, pero cuando volvió a ver a lo lejos, la chica que lo había cautivado con su belleza ya no estaba, había desaparecido ella y el libro que llevaba en las manos. El día comenzó y como era lo planificado, todos debían ayudar a limpiar la maleza de la cabaña. Las chicas se habían adelantado preparando el desayuno que al parecer era un desayuno a lo italiano, la especialidad de Joseffine. Sara por el contrario había encontrado una cortamaleza y estaba arreglando algunos cables para que el motor del artefacto funcione. Luke por otro lado estaba saliendo de tomarse una relajante ducha fría con 125


burbujas de jabón. Mike lo único que hizo fue sentarse en la mesa, esperar su turno para devorar y ponerse a arreglar todo lo que su familia había dejado sin mantenimiento desde la última vez. Pasaron unas cuatro horas para que todo estuviera terminado, las paredes sin rastro de plantas creciendo como enredaderas y el piso mostrando hermosos azulejos que al entrar estaban cubiertos de césped. Todos estaban totalmente rendidos, pero Sara tuvo la maravillosa idea de hacer un asado para festejar la primera tarde que llevaban juntos disfrutando como compañeros de la universidad. Todos aceptaron y el plan se puso en marcha, Joseffine y Luke se quedaron en la cabaña a preparar la carne, las especias y todo lo demás que conlleve hacerlo en una cocina. Mientras que Sara y Mike salieron a recolectar leña para hacer una fogata y poder prender la parrilla. Cuando cruzaron unos cuantos metros, vieron que una esbelta joven con un vestido blanco que estaba recolectando leña también. Era la chica que Mike había visto en la mañana, inmediatamente se acercó dónde estaba ella con mucha simpatía. -Cuando venía aquí con mis padres jamás habíamos visto la casa de campo de al frente. Pronunció Mike un poco curioso por saber quién era ella. -Bueno, soy nueva en el lugar así que no llevamos mucho tiempo aquí. Dijo La joven que se levantó al notar la presencia de Mike y Sara. -Soy Mike y ella es mi amiga Sara. Le contestó Mike amistoso dando paso a que Sara haga un gesto de saludo. -Mi nombre es Lú, un gusto ser su nueva vecina. ¿Viven todos juntos? -Encantada de conocerte Lú y no, solo vinimos a pasar las vacaciones unos cuantos días en la cabaña de mi amigo Mike. Sara estaba contenta de conocer a alguien que viva en el campo, así que no le importó que sea una completa desconocida. Mike estaba abstraído en sus pensamientos que notó que la madera que cargaba Lú en los brazos la estaba lastimando. Automáticamente se ofreció a cargar la leña él y dejar libres los brazos de Lú para que descanse. -Estamos haciendo un asado con mis amigos. ¿Qué te parece si nos acompañas? Dijo Mike con las ansias de que Lú dijera que sí. -Tienes mi carga en tus brazos así que no puedo negarme a tan buena oferta. Mike soltó una enorme sonrisa a lo que siguió caminando como si se olvidara de todo a su alrededor acompañado de Lú. 126


-Espera, ¿Vives con tus padres? ¿Tus padres te darán su permiso de venir con nosotros? Interrogó Sara después de analizar la situación. No quería meterse en problemas por culpa de una jovencita que se escapa de su casa en el campo. -Mis padres me han enviado precisamente para platicar con ustedes y también invitarlos a mi casa. Pero creo que esta vez se han intercambiado los papeles y creo que esta idea está mucho mejor. Estoy segura que no se molestarán. Concluyó Lú y los tres caminaron hasta llegar a la cabaña de Mike. Sin necesidad de dar tantas explicaciones, Joseffine y Luke quedaron fascinados con tener una nueva amiga que también disfrute de estar con ellos en el campo. Hicieron la carne asada, prendieron una fogata y al anochecer, cantaron canciones con la guitarra que Mike y Sara habían llevado. Las tres chicas estaban al frente de los chicos. Pero lo más interesante era que Mike cantaba mirándola a Lú a los ojos a lo que ella sonreía y cantaba con más ganas cada vez que Mike le regalaba una sonrisa. La tensión de los dos se sentía en el aire por lo que todos se dieron cuenta que algo había entre Lu y Mike. Algo que podía ser un misterioso romance. Al terminar todos recogieron sus cosas y se dispusieron a descansar. Mike decidió acompañar a Lu hasta su casa y hablar con sus padres por la tardanza. Pero Lú insistió en que no había necesidad y que ella podía regresar sola así que Mike terminó dándose por vencido. La luna estaba en su punto, el brillo de la Luna hacia que el vestido blando de Lu resplandeciera. Sus miradas lo decían todo, sus corazones latían y el pulso de los dos se aceleraba, Los dos estaban conscientes de que causaban todo eso en el otro. Mike no se aguantó más y se atrevió a darle un pequeño beso en la mejilla. Lu se sonrojo tanto que tuvo que mirar a otro lado para que Mike no se diera cuenta. Se dieron un abrazo y Lu despareció por el bosque. Al siguiente día Mike había despertado en la cama de la recamara en la que había quedado con Luke, no pasaban de las ocho de la mañana cuando volvió a pensar en la chica que había atrapado su corazón. ¿Era amor a primera vista? Tal vez. ¿Los dos sentían como si fuera amor a primera vista? Sin duda. Todo giraba en torno a poder encontrarse con ella de nuevo. Esta vez, Lu fue quien buscó a Mike, como era de esperarse se encontró con 127


Joseffine, Luke y Sara. Quedaron de acuerdo cuando Lu les invitó a dar una caminata por el bosque. Se colocaron sus repelentes para sus mosquitos, sus bloqueadores solares y cada uno llevaba puesto gafas de sol y un enorme sombrero. Mike era el que más se cuidaba del sol, pero eso no le impedía estar acompañado de Lu. Salieron de la cabaña y caminaron por el bosque, Joseffine estaba inmensamente feliz por lo que llevó su cámara para tomar fotos a cada cosa que veía. Le tomaba fotos a las ramas que parecían personas con manos muy largas, y a las nubes que tenían forma de serpientes en el cielo. La imaginación les llevo a dar forma a cada cosa que veían. Lu les llevó a dar un paseo por el lago, curiosamente había una pequeña canoa en las orillas. Todos muy entusiasmados subieron a la canoa y empezaron a navegar por el lago. Mike Notó que el agua no se movía con el hundimiento de los remos, pero no pareció interesarle por que la canoa aun así se movía. Los otros chicos notaron lo mismo, pero estaban tan concentrados en la historia que les estaba contando Lu que no le dieron importancia. Lu les hablaba sobre como era su infancia, que el lugar donde ella vivía no había espacios abiertas y que las grandes ciudades eran grises y nadie respiraba aire fresco. En ese momento Mike sintió tristeza por Lu que se levantó y le abrazó. -Quiero cuidarte de todo lo que te ponga triste. Le dijo Mike en un susurro que apenas se podía escuchar a Lu. -Creo que estando contigo ya puedo sentirme segura de lo que pase a mi alrededor. Respondió Lu percatándose de que los amigos de Mike no le escucharan para evitarse las polémicas que pueden crearse al oírlos hablar de tal forma sin conocerse tanto. Los chicos estaban tomando fotos a todas las plantas que veían. Sara se percataba de que cada una de las fotografías saliera de la forma más nítida y clara posible. Al llegar al otro extremo del lago, se dispusieron a llegar hasta la cascada de la que tanto les había hablado Lu. Cruzaron por un riachuelo que tenía piedras de color azul, Joseffine y Luke decidieron tomarse fotografías haciendo poses divertidas para que Sara les captara en cámara. Mike decidió unirse y quiso que Lu también saliera en la fotografía. Pero esto pareció incomodarle a Lu. -Creo que mejor les tomaré la fotografía yo. Dijo Lu al verse acorralada por todos para que también saliera en la 128


fotografía. -No sería lo mismo si solo salimos nosotros, queremos tener un recuerdo contigo antes de irnos. Le contradijo Joseffine que se había puesto un poco triste al saber que Lu no quería salir en la Fotografía. -No me gustan las fotos, disculpen chicos. Replicó Lu con una sonrisa así que los chicos incluyendo a Mike, posaron sonriendo para la fotografía. Todos hicieron caras graciosas y poses divertidas. Mike pensó que hubiera sido genial que Lu también saliera en la fotografía, por lo que le pidió a Sara que le tome algunas fotos desprevenidas a Lu junto con Mike. Sara siendo cómplice de lo que le pidió Mike, aceptó con el único argumento de que Mike estaría muy contento de tener fotos con Lu antes de irse. Llegaron por fin a la cascada que tanto querían ver, era una hermosa cascada que caía de lo alto de un muro de tierra, no parecía sobrepasar los dos o tres metros de alto y tampoco se veía profunda, por lo que Luke fue el primero en sacarse los zapatos y meterse en el agua, estaba fría por lo que decidió dar pasos relajados hasta que su cuerpo se estabilice. Mike no dudó en quitarse su camiseta y lanzarse al agua, estaba fría, pero es no le importó con tal de sacar buenas fotos junto a Lu. Sara y Joseffine no quisieron meterse al agua por la misma razón de que estaba congelada, así que se unieron a Lu para protegerse de que los chicos las atrapen y las lancen al agua. Al ver que no tenían otra opción, Mike y Luke empezaron a lanzarles agua a las chicas, tanta que quedaron empapadas. Sara había salvado su cámara, pero se había mojado la ropa al igual que Joseffine. Pero lo más raro de todo era que Lu no tenía ni una sola gota de agua en su vestido, el vestido que era el mismo que llevaba ayer. -Mi vestido es impermeable por lo que no me ha caído ni una sola gota, por si se lo preguntan. Dijo Lu retrocediendo unos pocos pasos al notar las miradas curiosas de todos viendo que no se había mojado por las ocurrencias de Luke y Mike. -Qué suerte tienes, ahora nosotras estamos empapadas y se nos ha corrido el bloqueador y no trajimos el repelente. Dijo Sara culpándose por no guardar el repelente de mosquitos en su pequeña mochila. -Creo que es hora de irnos chicos, va a empezar a oscurecerse la noche y tal vez no sepamos como regresar. 129


Pronunció Joseffine intentando secarse el cabello. Inmediatamente Luke y Mike salieron del agua y se pusieron sus camisetas, el bloqueador se había diluido en el agua por lo que ahora todos serian presas de los mosquitos. Mike aprovechó para colocarse al lado de Lu y emprender de nuevo el camino de regreso mientras que Sara le tomaba fotografías y le señalaba con el pulgar hacia arriba cuando capturaba una fotografía. Todos iban caminando de regreso con Lu al frente dirigiéndolos al lago para poder rodearlo y llegar hasta la cabaña. Como era de esperarse los mosquitos empezaron a atacar y les molestaban picando la piel de cada uno de ellos. - ¿Por qué a ti no te pican los mosquitos Lu? Preguntó muy arrogante Luke, las picaduras de los mosquitos eran lo que más no le gustaba. -Tal vez sea porque tienen sangre dulce corriéndoles por las venas. Dijo Lu y todos tomaron eso como una gracia y se rieron, incluso Mike que no le daba gracia los chistes malos se rió de la ocurrencia de Lu. Milke notaba que ella lo miraba de una forma única y no se sentía incómodo, al contrario, le gustaba que ella le sonría y le mire de reojo con esos ojos que estaba empezando a querer tanto que lo tenían embrujado. Lu les guió por un camino mucho más corto y no tuvieron que cruzar el lago ni el bosque, aún no caía la noche cuando por fin llegaron a la cabaña. Todos estaban un poco sucios y algo cansados, pero felices porque habían tenido una experiencia única conociendo los lugares encantados que tenían las praderas, sin duda venir a pasar las vacaciones de verano a la cabaña había sido la mejro decisión que pudieron haber tomado, y más para Mike, que deseaba que los días fueran eternos, se sentía muy bien cuando Lu estaba con él, y auqnue fueran pocos días los que se concoían, sentían como si la vida les hubiera premiado cruzar sus miradas en la terraza bajo el cielo que tenía un sol brillante que los envolvía en uno solo. Sara, Joseffine y Luke le agradecieron a Lu por el paseo y entraron a la cabaña, Mike le pidió a Lu que le diera un momento antes de irse a lo que Lu encantada accedió. Se separaron un poco de la cabaña a unos cuantos pasos para tener privacidad, lo que no sabían era que los chicos los espiaban desde la terraza, estaban muy contentos por su amigo Mike, puesto que lo conocían desde la preparatoria y nunca lo habían visto tan embrujado por una chica como lo había hecho Lu. -Hoy fue un día hermoso, hermosa. 130


Le dijo a Lú tomándola de las manos y acortando el espacio que había entre ellos. -La luna está cubriéndonos totalmente a los dos, pide un deseo. -Quiero que estés conmigo para siempre. -Y yo deseo que nunca me olvides. Un beso cerró las palabras de los dos, sintieron como si sus almas al fin estaban en sintonía y el universo se hubiera puesto en el punto exacto para que se conocieran. Una brisa los envolvió al momento en el que el beso se intensificó y un montón de mariposas blancas salieron volando alrededor de Mike y Lu. Se separaron y aún tomados de las manos, se abrazaron quedándose así por unos instantes, instantes que desearon fueran eternos. -Déjame acompañarte esta noche, no quiero que nada malo te ocurra. Le dijo Mike a Lu con los ojos brillándole como estrellas. -Te prometo que estaré bien, me has liberado. Y antes de que Mike pudiera preguntar por aquella frase tan inoportuna, Lu lo volvió a besar. Esta vez como si quisieran que ese beso fuera el lazo que los uniera para siempre, como si existiera la necesidad de recordarlo mañana, pasado y todos los días en los que existan. -Por lo menos lleva esto contigo, una parte de mí estará contigo siempre, mi bella. Pronunció Mike después de alejarse de Lu para tomar una cajita que guardaba en su bolsillo. Era un anillo que envolvía una nota que decía: “Para mi señorita de ojos de luna y mirada de sol. Con amor, Mike Williams” Lu lo tomó, se puso el anillo y le dio un beso a la nota, luego la guardó en el bolsillo de su vestido. Otro beso intensificó el obsequio. -Juro amarte toda mi eternidad, Mike. Dijo Lu tocando la mejilla de Mike. Se escuchó el sonido de alguien sonándose la nariz en lo alto de la cabaña, era Luke que estaba dejando escapar algunas lágrimas por la escena tan conmovedora. Los habían delatado, pero no importaba, estaban muy felices por Mike y por Lu. -Está todo hecho. Dijo Lu sonriéndoles a los chicos y lanzando un beso volado a Mike. Se despidió de todos con la mano y se alejó de la cabaña. Mike se quedó inmóvil al ver que Lu se alejaba entre las sombras del bosque, sintió la necesidad de ir tras ella, pero una fuerza mayor le obligó a quedarse en donde estaba. Le recorrió por el cuerpo una sensación de calma, pero al mismo tiempo de no ir tras ella, como si algo lo estuviera 131


protegiendo a él y sus amigos. Mike y los demás entraron a la cabaña y se dispusieron a descansar, no sin antes dejar listo todas las maletas para poder partir de la cabaña mañana temprano, tenían que regresar por lo que faltaba poco para iniciar de nuevo sus clases. Mike se recostó en su cama y miró por la ventana la casa de campo de Lu, algo le produjo incertidumbre en su corazón, las luces de la casa de Lu estaban apagadas, ninguna estaba encendida, apenas se lograban ver las cúspides que tenía en las puntas de la casa. Pero estaba tan cansado que cayó en un plácido sueño muy profundo. Al despertar, Mike observó que una hermosa mariposa blanca volaba en la habitación y se posaba en su espejo, como si la mariposa se mirara a ella misma y bailara viendo su propio reflejo. Mike se levantó y tomó a la mariposa en su mano, ella se posó y esperó a que el la dejara en la ventana para irse. Al bajar Mike escuchó que había voces provenientes del piso de abajo, unas voces interrogantes junto con las de algunas personas que le resultaban conocidas. Inundado por la curiosidad, bajó a la sala y observó que estaban Joseffine, Sara y Luke junto con dos policías que les hacían preguntas. - ¿Qué sucede? Dijo Mike buscando respuestas del por qué estaban dos oficiales en la casa. -Creo que ha pasado algo muy raro. -Mike Williams, acompáñame por favor. Sentenció uno de los oficiales caminando hacia el estudio de la cabaña. Todos miraron a Mike y le dieron paso para que siguiera al oficial. Entró Mike al estudio y el oficial le pidió que tome asiento. -Déjame revisar tu móvil, Mike. -Necesito una explicación urgente, señor oficial. ¿Por qué está usted aquí? -Permíteme hacer una sola pregunta, Mike. -Estoy presto a resolver sus dudas si usted responde a las mías. Dijo Mike con un tono muy serio e impaciente, no sabía nada dde lo que ocurria y eso le hacía tener temor. ¿Y si se trataba de Lú? - ¿Conoces a una joven llama Lucía Miller? -No sé de quién me habla. -Déjame describírtelo mejor. Dijo el oficial presentando un retrato de una hermosa joven con el cabello largo y lacio que sonreía posando a la cámara con un vestido blanco. -Ella es Lu, es la chica con la que hemos estado todos estos días, dígame 132


que está bien. Por favor señor oficial, se lo ruego. ¿A Lu le ha pasado algo? -Lo que me temía, míralo por ti mismo. Respondió el oficial extendiéndole el retrato junto con unas hojas de periódico un poco arrugadas y viejas. Mike tomó en sus manos el retrato y en efecto, era ella. Se veía mucho más hermosa que ayer, pero sus ojos tenían otra mirada, sus labios tenían otra curvatura y sus manos no eran las mismas que Mike había tomado ayer en la noche. Dio vuelta el retrato y vió que estaba escrito con letra ilegible y un poco borrosa: ´´Lucía Miller, 1946-1968’’ Al mismo tiempo que leyó en el periódico el titular: “Hija de hacendados y futura heredera de la fortuna Miller muere ahogada en el lago Fortuth” De repente todo se volvió oscuro, las manos de Mike empezaron a temblaron y su corazón no seguía el ritmo que su cerebro le ordenaba. Todo se derrumbó, el mundo de Mike había caído. Lágrimas empezaron a correr por las mejillas de Mike, no entendía nada. ¿Por qué en aquella foto decía que Lu había muerto hace ya 50 años? En ese entonces ni siquiera existían las fotografías a color y ese retrato estaba hecho a color y la fecha del periódico era la misma que el día de hoy. Un 22 de abril de 1968 y hoy llevábamos 22 de abril del 2016, Mike necesitaba respirar. No, no necesitaba respirar, necesitaba una explicación. -Hace algunos años, se inició la investigación de la misteriosa muerte de la joven Lucía, el por qué la encontraron muerta a las orillas del lago Fortuth y el por qué su familia decidió dejar todo y salir del pueblo sin dejar rastro. Hasta hace unos días la investigación tuvo éxito al encontrar pistas que nos conlleven a resolver este caso. La señorita Miller era una niña que vivió cumpliendo y obedeciendo las órdenes de sus padres que eran los dueños de todas estas praderas, por decirse el 90 % de la región. Lastimosamente solo tuvieron una hija, y la creían incapaz de manejar estas tierras. Por lo que la obligaron a desposarse con un hombre muy mayor quien pueda poner en marcha la producción de estas tierras. Lucía aterrada por la vida que llevaría al lado de ese hombre, decidió amarrar su cuello a una cadena que envolvía una enorme roca y lanzarse a la profundidad de lago Fortuth. No sin antes dejar esta carta escondida en uno de sus armarios en la casa donde vivía. El oficial extendió la carta que estaba empolvada y manchada de tinta a Mike, quien la tomó y dudo en abrir el sobre que había ahí dentro. Pero reunió todo el valor y leyó lo que había estado escrito a mano con letra cursiva y con tinta negra sobre el papel. 133


“Mi vida aún no ha acabado, ni acabará el día en que hunda mi alma en el fondo del lago. Mi vida acabará el día en el que mi alma encuentre el verdadero ser que me ame de verdad. Hasta entonces mi alma vagará por las praderas jugando con las mariposas que se tornaran de un blanco puro en honor a mi vestido, el vestido que usaré para siempre hasta el día en que bese a mi amado. Cuando te encuentre, ten por seguro que me habrás liberado y que he hallado en tu alma todo lo que alguna vez de niña soñé. Cuando te encuentre, recuérdame en las mariposas del campo, recuérdame y no me olvides. Cuando te encuentre, todo estaría hecho. Con amor, Lú” Y Mike lo comprendió todo, los sueños que había tenido de niño cuando aparecían mariposas blancas que se convertían en la silueta de una niña corriendo por el campo y luego en una mujer que bailaba con su cabello en el bosque. Comprendió que la necesidad que sintió al pasar precisamente estas vacaciones en la cabaña que habían comprado sus padres hace unos meses. Comprendió el por qué al verla leyendo aquel libro desapareció luego de una pequeña distracción, el por qué los remos no movían el lago y el por qué el agua de la cascada no mojaba el vestido de Lu. Ella era un fantasma, un fantasma que necesitaba ser liberado y que había penado cincuenta largos años en busca de alguien que en realidad viera más allá de lo que hay. Mike había logrado ver en Lu todo sin ni siquiera conocerla, sin ni siquiera saber su nombre ni su edad, ni el por qué sus padres le daban libertad de salir ni el por qué los mosquitos no le picaban. Mike fue la luz que ella estuvo buscando. -Comprendo que estás completamente sorprendido y tal vez, hasta asustado. Pero gracias a ti, creemos que el caso se resolvió por fin y que has sido parte de esto sin ni siquiera saberlo. - ¿Cómo encontraron esta carta? ¿Cómo saben que es para mí? Dijo Mike aun con la voz quebradiza y ocultando su decepción, su rabia, la pena de creer que la chica que besó con intensidad la noche anterior, no era real. -Creo que esto te pertenece. Pronunció el oficial dándole un pañuelo que tenía dentro envuelto el anillo con la nota que le había dado Mike a Lu la noche anterior, además de que estaba también escrito atrás de la misma, con tinta negra otra frase que decía: “Juro amarte toda mi eternidad. Con amor, Lucía Miller.” Entonces era cierto, ella lo conocía desde otra vida, desde hace años ella sabía que Mike sería quien le entregue todo sin pedir nada más simple 134


como una mirada coqueta y una dulce sonrisa. -Te recomiendo que dejes el lugar junto con tus compañeros, realizaremos una última inspección y cerraremos la cabaña. Tus padres ya están de acuerdo con todo esto. No tienes de qué preocuparte. Mi trabajo ha terminado, un gusto conocerte Mike Williams. Dijo por último el oficial saliendo del estudio. Mike caminó despacio para salir y encontrarse con sus amigos, quienes ya estaban al tanto de todo. -Mike debes ver esto. Pronunció Sara al ver que los oficiales ya se iban, le mostró las fotografías que había tomado. Las fotografías que había tomado Sara a Lu y Mike desprevenidos para ser exactos. Mike aparecía en todas las fotografías sonriendo y riéndose, pero Lu nunca apareció en ninguna, era como si nunca hubiera estado ahí. Por esa razón no quiso tomarse las fotos con los demás, tal vez se darían cuenta mucho más antes. Mike extendió la cámara y la dejó en la mesa. Se cubrió la cara y empezó a llorar, a llorar tanto que se quedó totalmente dormido. Lo último que sintió fueron unos brazos que lo cargaron, luego de esto, todo se volvió oscuridad. EPÍLOGO Me estoy cocinando unas cuantas fresas con algunas moras, la mermelada es mi especialidad. Nunca había sentido la necesidad de salir a conducir mi nuevo auto como el día de hoy, para ser específicos es martes, un martes 30 de diciembre. Sí, así es, pocas horas de acabar el año, que para ser precisos es el año 2044. Termino de preparar mi mermelada y la coloco en algunos frascos, es nuestra tradición hacer un pequeño picnic antes de que termine el año junto con Sara y Luke. A veces llevan a sus hijos y es que a mí me gusta pasar mucho con mis sobrinos adoptivos. Les encanta la historia en la que su tio adoptivo se enamora de un bello fantasma que lo destina a pasar en vela por estar junto a ella el resto de su vida. Recuerdo que a Joseffine también le gustaba esa historia, hace dos años que ya no está aquí, me pregunto si ya la conocerá, si ya habrá conocido a Lu. Todos esos pensamientos se esfuman de mi mente cuando escucho que suena la alarma de mi auto, tomo rápidamente el mantel y los frascos de mermeladas y corro hacia la puerta. Conducir ha sido mi pasatiempo favorito desde los 26 y ahora que estoy por cumplir los 40 años sigue siendo mi pasatiempo favorito. En unos minutos me encontraré con Luke y sus dos hijos, Clara y Nick. 135


Unos gemelos traviesos que me vuelven el tío más feliz del mundo. Y el pequeño Jack, el hijo de Sara. Todos de la misma edad, no pasan de los ocho años. Ocho años en los que me piden que les cuente la historia de Lu, mi bella mariposa. Y ya casi 20 años de la última vez que la besé. Una pequeña mariposa blanca entra por mi ventana y se posa en mi volante. -Hola querida mía, hoy estás más hermosa que ayer. Digo y la mariposa vuela por mi auto saliendo por la ventana para esfumarse de nuevo en la ciudad. Todos los días sin falta, una pequeña mariposa blanca me visita en cualquier lugar en el que yo esté. Una pequeña muestra del amor que Lu me juró hace tanto tiempo. Ella es mi mariposa blanca. Enciendo el auto y me dirijo hacia el horizonte, hacia el campo en el que la conocí para comer con mi familia, mi familia que es Sara, Luke, sus hijos y sus parejas. Voy en camino, mi hermosa mariposa. Fin.

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Las distancias que nos separan Autora: Dinna Ruano


Prólogo Las historias clichés son algo común de dos jóvenes enamorados, pero de distintos rangos. Él es un chico que lo tiene todo y ella que sobrevive con lo que obtiene cada día, pero podríamos decir que es una historia un poco diferente. Cada persona tiene diferentes formas de desahogarse de sus problemas, por medio de alcohol, llorando o hacerse daño así mismo para poder olvidar esas circunstancias difíciles de la vida, sin embargo, en algún momento llega alguien que hace que cambiemos nuestra forma de pensar. Jane Smith se encontraba en su habitación en uno de los departamentos de Concourse, El Bronx. Aquella chica quería que su madre estuviera en ese preciso instante junto a ella. Lamentablemente cuando ella tenía 7 años su madre falleció dejándola sola con su padre, él cuál ha hecho que la vida de Jane sea complicada desde aquel día. Mientras tanto Adam Brooks estaba disfrutando del sol, se encontraba solo en una de las casas de Carnegie Hill, él lo tenía todo y podía hacer lo que él quiera, sus padres nunca estaban, pero le hacía falta esa sensación de que él no está solo, poder sentir un sentimiento de amor para encontrar un sentido de la vida, él cree que por tener todo puede dar órdenes a cada persona que se atraviesa por su camino, eso fue lo único que sus padres le enseñaron. En medio de toda esta locura, aquellos jóvenes se dan a ver cada instante de sus vidas, las formas para poder olvidar esa soledad, pero a pesar de evitar aquel sentimiento cada vez este se hace más fuerte y llega el día en que estos se conocen y a pesar de las rivalidades de los dos, de ser uno mejor que otro, logran tener una amistad. Estos dos jóvenes con distintas vidas, cada uno con sus diferentes maneras de lidiar sus problemas, llegan a sentir amor, sin embargo, siempre existe un pero en cada momento de la vida. Jane mantenía una vida controlada por el día dirigiéndose a su escuela, para poder tener un mejor futuro, eso era lo que ella pensaba, también dirigiéndose a su trabajo en una cafetería para poder mantenerse. Sin embargo, en la noche se refugiaba en cada discoteca para olvidar aquel dolor de haber perdido su madre. Las matemáticas eran su fuerte, la mejor de la clase en esa materia, participó en un concurso y le ofrecieron una beca en una de las mejores escuelas, esa fue la mejor oportunidad que ella obtuvo. Adam de igual manera su vida era tranquila en el día, siempre fue el mejor de la clase, le encantaba ser el centro de atención de aquella escuela. 138


Además, este era considerado el popular y el galán de la escuela, a pesar de ser un engreído, un odioso que molestaba a todo que era inferior a su clase social. Le encantaban las fiestas, cada noche salía a tomar para dejar ese sentimiento de soledad, que cada vez se hacía más grande al saber que no hay nadie en esa casa ni para darle un abrazo que dure un minuto. En una de las salidas de aquellos jóvenes, los dos por distintos caminos se encontraron, una casualidad del destino. Pero que chico tan guapo pensó ella al verlo, por otra parte, Adam pensó igual, ella era muy linda para sus ojos. Adam por mantener su ego en alto le hizo una mueca justo en el instante en que estos cruzaron miradas, solo con esa mueca a Jane le terminó cayendo mal, para ella él ya era un engreído y un idiota, era todo menos una persona amable. Jane Quién diría que me ganaría una beca, ni en mis sueños más profundos los había pensado y al menos dejaría mis vicios por 5 días. Salí de mi habitación para dirigirme a la primera clase en este lugar, nadie se daba cuenta de mi existencia, la verdad no me importaba, yo solo quería aprender para poder tener un mejor futuro y en dónde este mi madre, ella pueda sentirse orgullosa de mí. Mientras caminaba por aquellos pasillos, alguien choco conmigo. — Perdón, no te había visto – dijo él y siguió su camino. Yo solo asentí y proseguí a llegar a mi primera clase, lo malo de estar en lugar es que no podre salir y poder olvidar ese dolor, me hacía falta mucho mi madre. Al llegar al salón me senté en el último asiento y a esperar a que llegué el maestro. Mientras veía como mis compañeros saludaban a quienes conocían, únicamente logré reconocer a alguien, era el chico que había chocado conmigo, se había sentado unos cuántos asientos delante de mí. La clase había empezado, pero alguien interrumpió la clase, mis ojos eran de sorpresa, era el engreído e idiota de la fiesta y para faltar se había sentado a mi lado. Al menos él no se había dado cuenta de la persona que estaba a su lado y llegó el final del día, por el momento puedo decir que esto va a ser fácil. Adam El primer día de clase había llegado tarde, me quedé dormido y como no si llegué a las 3 a.m. a la habitación de este lugar, en dónde me habían dejado mis padres. Me había ido a una fiesta, otra vez mis padres no iban a estar y a pesar de que ya es costumbre cada vez me dolía más y cada vez perdía 139


más las esperanzas de que ellos se acuerden de mí. Dormir 4 horas no es bueno, me dolía demasiado la cabeza, parecía un mapache andante, las ojeras que me cargaba eran demasiado grandes, sin embargo, no se me va lo guapo. Una vez encontré mi salón me disculpe por llegar tarde y busque lo más rápido un lugar para sentarme. Me concentre en la clase, sin prestar atención a quien estaba a mi lado, no me interesaba nada más seguir siendo el mejor de la clase y el galán de toda esta escuela, no por nada perezco un dios griego. Jane La semana había pasado tranquila, nadie se había dado cuenta de mi existencia y lo mejor de todo que el engreído ese tampoco, por casualidad me enteré de que se llama Adam, lindo la verdad. Y como no recordar el día que hice a mi primer amigo. — Hola, mucho gusto soy James - dijo él, fue muy sorprendente que alguien me haya hablado, el único que sabía de mi pobre existencia en este lugar. — Hola, eh soy Jane – dije me había puesto muy nerviosa, me era muy complicado hablar con las personas, en especial cuando no estoy bajo los efectos del alcohol. Y así fue como hice un amigo, le conté todo sobre mi vida y las complicaciones por las cuales pasé. De igual manera él lo había hecho, era gay, él era como una amiga y amigo al mismo tiempo, querida era su palabra favorita. Estaba feliz, mis días de fiestas habían terminado y parecía que el dolor iba disminuyendo poco a poco. Pensar que estudiar aquí iba a ser fácil era tonto, por algo era la mejor escuela de New York, muchos de mis compañeros eran muy inteligentes, pero no me superaban, sin embargo, Adam a pesar de ser una molestia era muy pilas, sabía mucho. Los maestros se estaban dando cuenta de mis capacidades, y Adam era muy molesto, siempre quería ser el centro de atención, pero no lo iba a dejar. Adam Esa chica es un estorbo creo que se llamaba Jane, seré un fiestero, pero soy responsable y nadie va a quitar mi lugar de ser el mejor, en una semana ya había colmado mi paciencia. Había llegado el fin de semana e iría a una fiesta, necesitaba descansar de toda esta semana. Ya en la noche disfrutaba de un buen vaso de whisky y la vi a ella, no lo podía negar Jane era muy guapa, me acerqué a ella. — Hola Jane, mucho gusto soy Adam. 140


— Hola Adam que es lo que quieres, interrumpes mi noche. — Nada Jane pasaba a saludarte y a decirte que te quites de mi camino, por tu culpa la mayoría piensa que hay alguien mejor que yo. Ella no dijo nada, solo hizo una mueca y se fue a otro lugar. No le tome importancia y me fui a disfrutar de la noche, esperar a que se acabe la noche y el fin de semana. Jane Había pasado un largo tiempo desde que él me hablo en esa fiesta, Adam había complicado mi estadía y las ganas de dejar todo y regresar a mi antigua vida eran muy grandes. James me había ayudado a soportarlo, Adam no dejaba de molestarme y es lo que más me estresaba, por culpa de él me quiero ir de aquí. En una ocasión él se había acercado y me fue a reclamar por que había llegado ser la mejor de la clase, lo había superado. El muy pendejo me empujó y con eso, colmo mi paciencia y le devolví con las mismas, una cacheta para que sepa que no lo voy a dejar, mi odio hacia él era cada vez más grande. James me había logrado calmar y el muy payaso me dijo del odio al amor, solo hay un paso. No lo creo, además somos de diferentes mundos y él no aceptaría estar con alguien que sea menos de su rango social, era obvio solamente con verlo. Nos enviaron un trabajo en parejas y el maestro hizo los grupos, me tocó con Adam. Lo bueno es que los dos somos unos cerebritos y podríamos tener la mejor nota. — Jane, te parece si hacemos el trabajo el día de mañana — se había acercado a hablarme, pero no de una manera de que tenga ganas de trabajar conmigo. — Está bien, en donde está ubicada tu casa— le había preguntado, iría a la casa de este engendro, claro está que mi nota es más importante. Adam Debíamos ser los mejores, por algo estamos en los primeros lugares y a pesar de que me caiga mal, la debía soportar. Nos reuniríamos después del almuerzo, espero llegue rápido porque odio esperar y deseo poder terminar rápido para poder irme a una fiesta el día de hoy. Jane había llegado a mi casa se sorprendió al verla, no lo puedo negar es demasiado grande y elegante. Comenzamos con la investigación de ese proyecto, 3 horas para poder concluir y que cada información sea perfecta, además de precisa. 141


Es linda al igual que sus gustos, mientras buscábamos información había puesto música y al parecer le encantaba Flora Cash, debía admitir que las canciones eran lindas. Quería saber más de ella. —Y tú en dónde vives— pregunte esperando una respuesta. — En un departamento del Concourse, El Bronx y antes de que sigas con tus preguntas, estoy en esa escuela por una beca y no tengo dinero como tú— vaya, es directa y sincera. Quien diría que mi rival es becada. Jane El trabajo había salido perfecto y él se había enterado del porqué de mi instancia en la escuela. Había ocurrido algún que otro problema entre los dos, pero de alguna manera las cosas se estaban solucionando. Adam dejó de tomar importancia en ver quién es el mejor y la verdad me encantaba, estaba más tranquila. La verdad no sabía nada de mi padre, estar toda la semana en este lugar no me dejaba tiempo. Había logrado superar que mi madre ya no está, James me ayudó a calmar ese dolor que tenía por dentro y a darme cuenta de que andar de borracha no era la solución. Solo faltaba recuperar a mi padre, pero no sabía cómo. James siempre me recordaba del odio al amor, solo hay un paso, pero no lo sé — Querida van a terminar juntos — siempre me lo decía. — Cállate James, no vamos a terminar juntos y punto —era complicado, él ya había creado una historia en su cabeza de que Adam y yo estaríamos juntos hasta el final de nuestros tiempos. Lo admito es lindo y parece un dios griego, pero antes el muy pendejo tenía una personalidad de mierda, no creo que podamos congeniar, además él es rico, somos de diferentes mundos. Adam Mi actitud había cambiado y mi forma de pensar igual, a pesar de no hablar mucho con Jane, ella logró que me dé cuenta de las cosas que estaba haciendo mal. Había mandado a investigar un poco de ella, su vida ha sido muy complicada desde la muerte de su madre. Mientras tanto mi familia seguía siendo horrible, las formas de desahogarme las había dejado, pero trataba de olvidar mi soledad y buscar nuevos métodos para poder sentirme mejor. Quería tener más que una buena amistad con Jane, no sabía en qué momento me había enamorado de ella, es que es tan linda y buena persona, me gusta todo de ella. 142


Pero joder, como me voy a enamorar de Jane, eso no estaba previsto en mi vida, no fue planeado y sé que lo planeado tiene dos maneras de terminar, bien o mal. Considero que valdría la pena intentarlo, debo pensar en cómo acércame a ella y tratar de que esto termine bien para los dos. Jane Adam se había puesto poco raro, su actitud cada vez era más linda y más me gustaba, me estaba volviendo loca. Las predicciones de James parecían ser ciertas, del odio al amor solo hay un paso parecía ser verdad, creo que me estoy enamorando de Adam. Tuvimos una cita como amigos claro, él lo había propuesto y fuimos por un helado. Ese día agarramos confianza, comenzamos a hablar de nuestras vidas, los dos hemos crecido en familias complicadas y me di cuenta de que el dinero no te puede hacer feliz. Los siguientes días él se acercaba a saludarme y nos manteníamos en constante comunicación, cuando no estábamos juntos hacíamos llamadas que duraban más de 5 horas. Siempre había algo para conversar y Adam era muy divertido. Cada día sentía más esa revolución de mariposistas en el estómago y lo debía admitir, James siempre tuvo la razón, me gustaba Adam y me tenía loca por él. Había llegado el momento inesperado, ahí se encontraba Adam con un ramo de flores frente a mí. — Jane Smith quieres ser novia de un engreído — dijo él con un tono de voz nervioso. No me lo esperaba y no podía decirle no. — Claro que si chico engreído — se acercó y me dio un abrazo, me dio una risa nerviosa, pero estaba feliz. Adam Después de tanto tiempo me había declarado a Jane me encontraba muy nervioso, pensaba que me diría que no, estoy muy feliz, era su chico engreído y ella por fin era mi novia. Más tarde la lleve por lo que más le gusta un helado de chocolate, Jane me había dicho que comer helado le alegraban sus días. Ese día fue el mejor de todos después de tanto tiempo, las semanas pasaban y la relación entre los dos iba mejor que nunca. De vez en cuando teníamos peleas por mis celos, no me gustaba que otro chico se le acercara, pero siempre sabíamos cómo solucionar las cosas. La soledad se había ido de mi corazón, encontré mi ángel guardián y no me ha dejado solo desde la primera vez que nos vimos. Sin embargo, tenía la sensación de que esto era un sueño y en algún momento llegaría alguien o 143


algo que arruine todo entre nosotros y daría todo de mí para que eso no pase, mientras tanto seré feliz con Jane. Jane Haber ganado esa beca fue lo mejor de mi vida, me llené de conocimientos y me siento como megamente, tenía mucha sabiduría en mi cerebro. Además, había tenido un amigo, no importa que sea uno es mejor la calidad que la cantidad y lo que más me hace feliz, es Adam, estaba enamorada de él. Me encontraba en la sala principal de la casa de Adam esperando a que regrese, fue por un bocadillo para la tarde. La puerta principal se abrió y era raro en esta casa, entraron una pareja, me imagino que son los padres de Adam y la verdad no se ven nada amigables. — Papás que hacen aquí — Adam había llegado, se puso nervios y yo igual no sabía qué hacer. — Buenas tardes, señor y señora, Brooks — fue lo único que puede decir, tenía miedo. Ignoraron mi saludo y eso me puso los pelos de punta, quería que la tierra me tragara y apareciera en marte, fue mala idea haber venido, yo presentía que algo malo iba a pasar. Adam No lo podía creer, mis padres estaban aquí y justo cuando traigo a Jane a casa. — Quién es ella Adam — pregunto mi madre con un tono de voz de enojada, era obvio que esto no iba a salir bien. — Ella es Jane Smith y es mi novia madre — su cara fue de decepción total, estaba en problemas. Regresé a casa después de haber dejado a Jane en la suya, no sabría decir que es lo que pueda suceder, pero tenía miedo de que me alejen de Jane. Al llegar fui directo al despacho de mis padres para hablar con ellos. — Sabes Adam nos has decepcionado, siempre has sido vigilado, sabemos cada tontería que has hecho, pero ninguna se compara a estar de novio de una pobretona — — Al menos ella no me dejo solo a pesar de que fui un maldito egoísta y ustedes si es que se les puede decir padres han arruinado mi vida, el dinero no lo es todo para que sepan — Todo termino mal y no puede arreglar las cosas, a mis padres les importa más el dinero, dejando de lado mis sentimientos. Comencé a alejarme de Jane si me oponía, Jane tenía el riesgo de perder su estadía en la escuela y 144


no quería perjudicarla. Estaba totalmente destrozado, mi única esperanza ya no podría estar conmigo y mis padres fueron los culpables de todo esto. No volví a acercarme a Jane, por medio de James dejé una carta despidiéndome y recordándole que es lo mejor que me paso desde que fui pequeño. Jane Los días pasaban y menos sabia de Adam, la incertidumbre me estaba matando estaba dado que lo nuestro con Adam termino. No hubo un mensaje de despedida, y la verdad me sentía fatal. James me entrego una carta era de Adam. — Mi pequeña brisa de alegría, lamento decir esto, de verdad lo lamento mucho, pero no fue nuestro tiempo, tal vez no fue nuestra vida, perdón, pero es que la palabra perdón queda muy corta, quedó tan corto que no fui capaz de luchar para estar juntos, fui un cobarde y lo acepto, no sé en qué momento dejé que esto pasara, de repente lo quería todo, pero tomé el vuelo y no llevé conmigo la promesa de estar juntos pese a todo. — No llevé en ese avión el sentimiento que te tenía y solo me marché, no tomé en cuento los riesgos de marcharse, pero todo fue inesperado, la llegada de mis padres, todo lo odio, lo detesto, porque todo se me nublo y me alejaron de ti, me alejé de ti y me da tanta tristeza que no volveré a verte o tal vez sí, pero ya serás feliz con otra persona y eso me destroza que lo que más amaba lo dejé ir...lo siento, siempre serás mi ángel guardián. Nunca te dejare de amar, no importa el tiempo que pase, mi amor por ti seguirá hasta el final de los tiempos. Las lágrimas comenzaron a caer, Adam se había ido y con él mí última gota de esperanza de ser feliz. Estaba destrozada, James estuvo conmigo todo el tiempo hasta a hacerle creer que estaba mejor, pero siendo sincera, no importaría el tiempo que pase, nunca se va a ir el dolor de haberlo perdido, recordaré cada instante en el que estuvimos juntos. No lo podré negar, llegar a esta escuela fue lo mejor y al menos lograría ser alguien para que mi madre esté orgullosa de mí y poder un encontrar un nuevo camino hacia la felicidad, poder olvidar ese pasado oscuro que en algún momento dejara de atormentarme.

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De: Jane Smith Para: Adam Brooks El tiempo transcurrirá y el primer beso, la primera cita y el primer aniversario no lo olvidaré. Nunca te dejara de amar chico engreído y a pesar de que nunca leerás esto, espero que en el fondo de tu alma puedas sentir esa pasión y amor que tengo por ti. Desde que te fuiste no fue lo mismo, mi corazón y mi mente no me ayudan a olvidar, mi promesa de nunca dejar de amarte persistirá hasta el día en que yo me muera. Disfrute el tiempo en que estuvimos juntos, ame ser novia del chico odioso, ame ser tu ángel guardián, y del odio al amor, solo hay un paso Adam Brooks. Fin.

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Perdido en el universo Autora: Anthonella Rubio C.


El verano debía ser la mejor época del año, aún más tomando en cuenta que este era su último verano antes de graduarse, pero Adrián no parecía tener mayores planes que estar todo el día frente a su ordenador, develando aquellos secretos que la gente se esforzaba tanto en guardar. Ser el único de su familia que comprendía de tecnología lo había llevado hasta ese punto. Su hermanastro, insistía en que un día terminaría ciego de tanto tiempo que pasaba pegado a las pantallas. Mientras su madre hacía la cena y el más joven de la familia le ayudaba, Adrián decidía si presionar ese botón que probablemente cambiaría todo su mundo, el botón de acceso a la información encriptada de todo el mundo, que tanto tiempo le había costado descifrar. -Al diablo Fue lo último que dijo antes de presionar el enter y que todo su mundo se pusiera negro. Hadith, como todos los días, estaba esperando a que su hermano menor saliera de darse una ducha, mientras repasa mentalmente todos sus pendientes del día, cuando escuchó un estruendo en el interior del baño. Su instinto maternal se hizo presente y no dudó en entrar a ver que todo estuviera bien con Adrián, pero este al mirarla dio un traspié y se golpeó la cabeza. - ¿Alguien se levantó con el pie izquierdo? Te dije que permitieras que yo tomara una ducha primero. Pero la cara de desencajada de su hermano hizo que se preocupara más de lo que ya estaba, había algo extraño en él, hasta su forma de actuar y como miraba todo a su alrededor. Lo único que cruzaba por la cabeza del joven era que debía ser una broma, ¿cómo es que en un segundo estaba en su habitación presionando una tecla, y al siguiente se encontraba desnudo, en un baño desconocido? Adrián no recordaba tan siquiera haber salido de su casa, ¿Cómo era posible estar en un lugar totalmente diferente? En ese momento, recordó la teoría de su hermanastro sobre viajes inter dimensionales, al principio le pareció una locura, pero era la única posible respuesta a su repentino “despertar”. - ¿sabes cuál es mi nombre? – preguntó mirando a la muchacha para comprobar la hipótesis - Adrián, ¿estás bien? ¿quieres que llame a mamá y a papá? Sí, ese era su nombre, era probable que… No, no, ¿cómo podía un niño dos 148


años menor que él tener la razón? - No, no es necesario llamar a nadie, creo que tuve un vacío en mis pensamientos por un segundo, solo para confirmar tu nombre es… - Hadith, soy Hadith, tu hermana mayor, que va a llegar tarde a clases si sigues con tus jueguitos Hadith… ese nombre evocó los recuerdos de sus padres hace algunos meses hablando de la niña que siempre quisieron tener, con precisamente ese nombre… tal vez si era posible estar en medio del multiverso, pero.. ¿Qué hacer para volver a su realidad? -Sí, sí, disculpa, iré a mi habitación que está en… -La primera habitación a la derecha -Sí, eso gracias Al entrar en la habitación, Adrian sintió que era todo lo que siempre quiso, lo que le resultaba aún más curioso, aun así, debía averiguar cómo mantener las apariencias hasta volver a su dimensión. Supuso que el uniforme que estaba sobre la cama, demasiado bien arreglada para su gusto, era el correspondía a ese día. El joven bajó las escaleras, a la espera de toparse con su “hermana” de nuevo, para obtener más datos de su versión actual. El colegio privado estaba atestado de gente, nada comparado a su vida, en un colegio público, mantener las apariencias iba a ser más difícil de lo que pensaba. Pero el destino, si existía, decidió jugarle una pasada, cuando alzó los ojos y lo vio. Después de la noche más larga de su vida, preparando el proyecto final para la clase de la señorita Abraham, Ethan no tenía ganas de aguantar a ninguna persona y menos a su “novia” que insistía que el baile de graduación era su oportunidad para empezar a ser parte de la élite colegio. Lo que llevó al joven a barrer su mirada por todo el pasillo, buscando algo con lo cual distraerse. Adrián Lopez entró por el pequeño pasillo azul, desorientado, mismo que llamó su atención. -Hey, ¿todo bien? – dijo Ethan con genuina preocupación por su compañero de clase Adrián sintió su cuerpo estremecerse al escuchar la voz de ese joven de ojos verdes. -Es mejor que no le hables hoy, tiene amnesia y desconoce a todo el mundo Hadith intervino antes de que el joven pudiera responder, provocando que Ethan desviará desviara la mirada y a su vez, que el menor de los Lopez se 149


sintiera aún más perdido. ¿Su otro yo conocía a este muchacho? Después de acompañar a Adrián hasta la enfermería para obtener respuestas de su amnesia repentina, Ethan volvió junto a su novia en el pasillo, misma que lo esperaba con cara de pocos amigos, su nulo aprecio por el otro muchacho era conocido por todos, pero en ese momento al joven no le importó. Terminaría por declararse loco, de eso estaba seguro, mientras esperaba en la pequeña habitación blanca, que de enfermería no tenía ni un ápice, pero tal vez estar en esa situación podría ayudarle a resolver un par de dudas. La pasante en enfermería entró en su auto declarada oficina, buscando al joven afortunado que esa mañana iba a ser examinado; en cuanto entró los ojos negros del muchacho atraparon los suyos. -Así que… Adrián Lopez, ¿qué te trae aquí hoy? - ¿Te soy sincero? La blanca universitaria asintió sin demasiada emoción. -Realmente no lo sé, mi hermana dice que olvidé varias cosas -¿Cosas como qué? – lo interrumpió -Si lo supiera no estaría aquí, ¿no lo crees? La audacia y cinismo del joven la sorprendió, era la primera vez que se topaba con algo como eso, y no sabía cómo reaccionar, terminó decantándose por la opción más segura. -Bien, pues a poner en práctica mis dotes, no existentes de psicóloga, hagamos un repaso de las cosas básicas… Un leve balbuceo salió de los labios del chico, que le incitó a continuar leyendo el archivo del muchacho. -Adrián López, hijo de dos empresarios famosos que casi nunca están en casa por viajes de negocios, por lo que solo están tú y tu hermana, Hadith, la mayor parte del tiempo, aun así, destacas en todo lo que inicias -Define -Me refiero, eres el mejor de la clase, capitán del equipo de futbol, campeón tres veces del torneo de ajedrez y creaste tu propio club de lectura, por lo que esa puede ser la razón por la que estás así. -¿Por qué lo dices? -Son demasiadas cosas, parece que haces malabares con tu vida social, académica y familiar, por lo que el estrés pudo haberte llevado hasta este punto -Estrés… 150


La idea no terminaba de convencer a Adrián, pero por ahora podría ser su excusa. Mientras el timbre de inicio de la siguiente hora sonaba, la enfermera firmó un permiso para el estudiante y lo envío de vuelta a su salón. “2B” le había dicho antes de que salga por la puerta. Adrián no sabía cómo sobrevivió un día entero de clases siendo otra persona, pero en cuanto ese muchacho, Ethan, le había propuesto pasar la tarde en su casa, cualquier pensamiento desapareció. El porcentaje de mala idea que era para Adrian, resultaba equivalente con las ganas que tenía de averiguar ¿qué es lo que tenía de especial el chico de ojos verdes? Porque claramente, el color de sus ojos debía ser la razón por la que Eva decidió comer de la manzana y si no lo era, por lo menos se debían parecer mucho. Necesitaba una tarde de chicos con su mejor amigo para recuperar todas sus energías que había perdido en esa semana de proyectos, sino Ethan, terminaría por volverse loco. Abrió la puerta de su pequeña casa en cuanto llegaron, con la certeza de que sus padres no llegarían hasta la noche, e invitó al otro chico a subir a la habitación mientras buscaba botanas en la cocina. La pequeña nota asentada sobre la isla de la cocina llamó de inmediato su atención. Esa caligrafía perfecta la conocía, su abuela había pasado por casa dejando unos pasteles de manzana. Estaba cerca su cumpleaños y lo sabía, pero era lo último en lo que quería pensar. Subió con una de las tartas y dos cucharas a su habitación, donde encontró a Adrián mirando las fotos sobre su mesa de noche, con demasiada atención, tomando en cuenta que las mismas están ahí desde hace ya varios años, de hecho, la idea de colocarlas ahí fue del muchacho mismo. Aparentemente el pelirrojo no estaba tan bien como dijo. - ¿qué edad tenías en esta foto? – habló el visitante mientras aún tenía una de las fotos en la mano. -Doce años – respondió estaban, mientras recorría la habitación para situarse junto al otro chico – tú estabas justo de este lado – dijo señalando el lado derecho de la foto – solo que te rehusaste a salir en la foto, ¿no lo recuerdas? -Doce años… Cada una de esas fotos generaba una especie de dolor en el pecho del muchacho, un vacío, lo más parecido a una punzada, sin mencionar la horrible sensación de mareo que le provocó la revelación de Ethan, sobre 151


“su” pasado. Tal vez había un trasfondo aún más amplio detrás de su viaje, que a Adrián le parecía fuera de sus manos. Pero la cercanía que tenía el dueño de la casa en ese momento y la manera en la que le hablaba, empezó a hacer que su corazón intente salir de su cuerpo. -Sí, doce años, es una locura, ¿no? – dijo Ethan sonriendo al tomar la foto entre sus manos, sin pasar por desapercibido la corriente eléctrica que siente desde hace tiempo cada vez que toca a su mejor amigo, sin embargo, hoy se sentía aún más intensa, como si en verdad pudiera intentar alguna locura de esas que su corazón pedía a gritos. - ¿El qué? -Que parece que fue ayer cuando tomamos esta foto, pero han pasado varios años… justo por estas fechas, que ironía La voz del ojiverde fue perdiendo sonido mientras decía esta última frase, lo que a Adrián le obligó a alzar la mirada, como invitación a que termine de hablar. -Ya sabes, casi era mi cumpleaños y mi hermano se había obsesionado más que nunca con ese tema – dijo Ethan acentuando “ese” despectivamente, mientras su mirada desprendía un intenso dolor – aunque creí que sería pasajero… terminé por perderlo completamente y… hace años que no sabemos nada de él. Adrián hizo lo único que le parecía coherente en ese momento, abrazó al muchacho, permitiéndole abrirse por completo y derramar lágrimas. El ambiente que se había creado en su habitación después de ese abrazo era indescriptible, podía sentir como toda la barrera que había creado durante todos esos años para con su mejor amigo, era destruída por completo y en un momento de locura, Ethan lo hizo. A Adrián le tomó por sorpresa el movimiento del otro chico, hasta que sintió su respiración cerca, sus labios rozándose y no se pudo negar. Sus labios sabían a gloria. Nunca había sentido que necesitaba calmar su sed de una manera carnal, como en aquel momento. Todos sus miedos de ser rechazado abandonaron su cuerpo en cuanto la mano del muchacho empezó a pasear por su nuca, acariciando su cabello, como siempre lo había deseado en sus mil y una fantasías de ese preciso primer encuentro, pero en definitiva la realidad superaba a su imaginación. La falta de aire fue el único factor que los obligó a separarse, pero sus ojos reflejaban que deseaban más, mucho más. Pero Ethan, recordó un pequeño detalle, que ninguno de los dos tomó en cuenta antes. 152


Su novia. Al mirarse a los ojos no necesitaron palabras para comprender que por más ganas que tuvieran, aquello no volvería a pasar. De pronto Adrián sintió una punzada en el pecho, que lo llevó a terminar en el piso, retorciéndose del dolor. Ethan desesperado llamó al 911, en busca de auxilio, sin entender del todo la situación por el reciente suceso que aún lo tenía confundido. Adrián, abrió los ojos después del repentino instante de debilidad posterior al beso, pero de nuevo se encontraba en casa, en SU casa, de su realidad. ¿Qué fue lo que lo había llevado de vuelta? Justo cuando deseaba quedarse y descifrar que había sido todo ese encuentro. Eleonor llegaba después de un día largo del trabajo a su pequeño hogar, moría por comer lo que había dejado preparando temprano y ver a sus hijos; aunque Adrián no era realmente su hijo, le gustaba considerarlo como tal, ya que prácticamente lo había criado desde la muerte de su madre. Con la llegada de la mujer todos bajaron a saludar, incluyendo su marido, Daniel, que había llegado minutos antes, del trabajo. El mayor de los jóvenes parecía desorientado y distraído, por lo que su saludo distante preocupó a Daniel. Tal vez, la explosión de emociones dentro de su pecho generó el viaje de retorno a su hogar, pero aún se encontraba ofuscado buscando una hipótesis que deje de sonar como si estuviera loco. Hablar con su hermanastro menor no siempre era una buena idea, pero las situaciones desesperadas requerían medidas desesperadas, por lo que Adrián decidió contarle a David, todo lo que había transcurrido a lo largo de ese día. - ¿Me estás dando la razón? – Fue lo único que dijo el menor después de oír todo el relato -No, simplemente te estoy pidiendo que me des una explicación lógica - ¿Y entonces me darás la razón? -Sí… no lo sé, en verdad estoy empezando a pensar que solo fue una pesadilla, porque realmente los viajes entre dimensiones no existen. Daniel que en ese momento estaba en la búsqueda de su celular, por casualidad escuchó la conversación de los jóvenes, misma que evocó recuerdos de su pequeño “experimento” hace 17 años. ¿Será posible que sus acciones empiecen a tener repercusiones después de tanto tiempo? Aun en un debate interno entre decirle la verdad a su único hijo o dejar que el polvo se asiente por sí solo, entró en la habitación. 153


- ¿De qué hablan muchachos? - Multiversos –respondió el más pequeño dando a entender que todos sabían de lo que hablaba en esa habitación. -Papá, ¿sabes de lo que está hablando? -Por supuesto, toda mi información está basada en las investigaciones de Daniel en la cochera- se adelantó en responder el más joven. Para David, este era el momento que había estado esperando toda su vida, en el que podía zafar todas sus dudas sobre los experimentos que había realizado su padrastro durante su juventud y lo curioso que resultaba el experimento 007 del que no hay conclusiones. Pero Daniel no parecía muy convencido de hablar del tema, cuando su cara se transformó en terror, buscando con la mirada por toda la habitación la caja. - ¿Está todo bien, papá? Lamento haber hurgado en tus cosas, solo pensé que era un tema interesante – el menor se disculpó y mientras empezaba a recoger todos los papeles dispersos por su escritorio. - No, no te preocupes David, no hiciste nada malo es solo que… son investigaciones sin comprobación, no te creas todo lo que dice ahí. - Pero, la comprobación que necesitas está en frente nuestro ahora mismo – hizo una pausa para mirar a su confuso hermanastro – ¿Recuerdas que Adrián todo el día estuvo haciendo cosas extrañas? – la afirmación con la cabeza que hizo Daniel le incitó a continuar – Es porque no era él, sino su versión de otra dimensión - ¿A qué te refieres David? -Papá, sé que suena loco, pero hoy de la nada aparecí en el baño de “nuestra” casa, en una dimensión donde mamá aún vive y tuvieron otra hija, Hadith… - hablo Adrián. Daniel corrió hacia los papeles que el dueño de la habitación estaba ojeando, buscando el experimento 007. -¿Puede ser posible? – Empezó a balbucear el padre mientras leía con rapidez las hojas – No, no, no -¿Qué ocurre? – Dijo Adrián que seguía sin entender del todo la situación. -Necesito que me expliques detalladamente todo lo que ocurrió Después de un largo relato, interrumpido múltiples veces por Daniel para hacer preguntas, que para el pelirrojo no tenía ningún sentido, los tres emprendieron un viaje a la vieja oficina de investigaciones Daniel. Tal vez, lo que había dicho su compañero de investigaciones, Pablo, hace tantos años era cierto y ninguna acción queda impune ni para bien, ni para mal; y ahora su hijo, que fue víctima de sus años de locura y juventud llena 154


de ansias por comerse el mundo, estaba en un trance interdimensional. Daniel necesitaba encontrar la forma de solucionar el problema que él mismo había ocasionado y quizá… pueda rescatar a Pablo de donde sea que esté. Mientras los tres buscaban entre la pila de cajas una que indicara la investigación 007 por completo, el padre intentó relatar lo que realmente había pasado. -Adrián, no espero tu perdón después de todo lo que voy a decir, solo tienes que saber que era muy joven y no sabía lo que hacía – empezó Daniel dejando unos documentos sobre la mesa muy serio –Cuando naciste, me encontraba en la cúspide de mi investigación sobre el multiverso, que, para que me entiendas es una colección de múltiples universos observables, frente a todas decisiones que hemos tomado a lo largo de nuestra vida – hizo una pausa para entregarle una hoja en específico a su hijo. – En ese entonces encontré la forma de pasar de una dimensión a otra, pero no tenía una explicación posible, ya que solo involucraba concentración mental en su totalidad y decidí intentarlo con otras personas, a pesar de que mi compañero, Pablo, me advirtió varias veces… tú fuiste mi primer intento, básicamente logré que intercambiaras de universo con otra versión tuya Adrián sintió que sus piernas empezaban a temblar después de toda esa revelación por lo que tuvo que sentarse, mientras su padre proseguía. -Pero no encontré la forma de regresarlos a su respectiva realidad y realmente no me pareció mala idea, porque también podría averiguar qué le pasa al individuo al encontrarse en otra dimensión por demasiado tiempo, pero ahora veo que fue una equivocación total, además de que nunca pude ver a Pablo de nuevo, sus intentos por salvarte hicieron que él también se perdiera, aun así, me encantaría encontrar la forma de regresarte a donde perteneces. -Entonces… ¿la razón por la que nunca me he sentido parte de nada es porque realmente no soy de esta dimensión? Por los próximos días, a pesar de que Adrián no se encontraba del todo bien con toda la información y aun sentía un poco de resentimiento, se pasaron los días buscando una forma de regresar al muchacho a su realidad. Adrián sintió algo que aprisionaba su pecho y le impedía respirar, abrió los ojos y se dio cuenta… había funcionado, estaba en su dimensión, esa que le había sido arrebatada durante tanto tiempo, y en la que aparentemente tenía un gato. 155


Se sintió más en casa que nunca. Lo primero que hizo fue ir a buscar a Ethan, pero algo no cuadraba, el joven compañero de los relatos y fotografías de su padre, se parecía bastante al ojiverde… ¿podía ser posible que el hermano mayor de Ethan sea también el ayudante de Daniel? Fin.

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Tu y yo somos por siempre Autora: Karla Daniela Silva


Capítulo 1 Es sábado por la mañana se escuchan risas de fondo y un olor a desayuno recién hecho, desde que tengo memoria no he sido tan familiar ni he tenido una buena relación con mis padres simplemente ha sido así siempre, han estado muy ausentes en mi vida, mis hermanos mayores, sí los perfectos mellizos Addison y Aiden se la viven en mi contra y lo único que hacen es juzgarme, bueno no siempre es así Aiden y yo nos llevamos bien pero el siempre tiene que estar del lado de Addison. Ahora vivo en Londres, nos mudamos hace 5 años por trabajo de mis padres, dejamos todo en Barcelona, amigos, familia, pero no extraño como era mi vida allá, bueno solo algunas cosas… Hoy, un típico sábado muy rutinario con la familia Castañeda, los únicos momentos donde usualmente mis padres tienen tiempo libre que no es realmente así ya que siempre hablan por teléfono o se mantienen en reuniones, pasan tan ocupados que ni se dieron cuenta a qué hora llegué anoche, eso es muy común en mi familia el desinterés por ti, por tu vida, lo qué haces, quienes son tus amigos, tus maestros, si tus calificaciones van bien, en fin ha sido así siempre. - Martina Martina Martina, baja ya es hora del desayuno- se escuchó muy a lo lejos. Es lo que cada mañana escucho, a mi padre llamándome por mi nombre - “Martina, Martina, Martina” Pero lo menos que quiero hacer hoy es salir de mi habitación, lo único que quiero es dormir y quedarme aquí el resto del día, aunque mi padre siempre quiere integrarme a la familia, pero a veces sentirme excluida por mi madre y hermanos es inevitable. Al sentirme sin opción decidí bajar de mi habitación para dirigirme al típico desayuno familiar, pero sentir sus miradas profundas en mi todo el tiempo se siente tan raro, eso hace que quiera escapar. -Buenos días hija, ¿qué tal dormiste? - suena una voz muy dulce con un tono muy fingido -Buenos días mamá, todo bien- respondí en voz baja, muy cortante Mamá y yo tenemos una relación complicada, ella no está siempre para escuchar, o cuando necesito algo, pero después de todo es mi mamá. - ¿Has estado asistiendo a tus clases? - pregunto mi padre para así romper el hielo ¿Hablan de las clases de tennis?, Pensé en mi mente, las clases de tennis a las que he faltado por semanas, no he tenido ganas de ir ni de seguir en eso, 158


he entrenado desde los 6 años para poder ser una buena jugadora. ¿Qué excusa diré ahora? la presión es demasiado para mí, el colegio, el entrenamiento, mis padres, no tengo idea, la verdad he estado muy abrumada para ir, he preferido saltarme los entrenamientos para salir con mis amigos. - ¿Si ha ido a sus clases? - respondió Addison muy arrogante- ella ha faltado por semanas ¿Como sabe Adisson eso? ¿me ha estado siguiendo? ¿quién le conto?, lo único que sentí fue mi ansiedad haciéndome tener ganas de llorar, mordí mis labios para evitarlo ya que mostrar tus emociones te hace débil, o al menos es lo que dice mamá siempre. - ¿Eso es cierto Martina? - preguntó mi padre alzando su voz Salí rápidamente de ahí lo único que quería era escapar, escapar de sus miradas, de sus preguntas, escapar de casa, así que solo me fui, sabía que mi padre se sentía decepcionado por mí y sé que llamarían a mi entrenador para saber toda la verdad, me fui solo para evitar sus cuestiones. Escapé y salí a caminar para despejar mí mente. Vivir en Londres ha sido tan gratificante dejar atrás Barcelona de alguna forma me ha hecho sentir que tengo otra oportunidad para encajar con mi familia y ser más unidos, he conocido muchos lugares donde acudo cuando solo quiero escapar de casa estar lejos de mis odiosos hermanos y de los regaños ocasionales de mis padres. Entonces fui a caminar en Hyde Park uno de mis lugares favoritos desde hace 5 años que es el tiempo que vivimos en Londres Siempre vengo a este inmenso lugar con un lago precioso que es mi parte favorita del parque y de sus grandes árboles que están por todos lados, este es mi lugar, donde puedo ser yo, donde escapo de la ruidosa ciudad y del ambiente familiar que tanto me gusta. Estar aquí me hace pensar, mi cabeza da vueltas por horas y solo miro al cielo para poder encontrar alguna respuesta para mis miles de preguntas, y poder calmar mi ansiedad. Las vacaciones de verano han terminado y me entusiasma por fin terminar el instituto, ya no soporto las clases, pero terminarlo significa pensar en el futuro y aun no estoy lista. Pienso mucho en eso en lo que yo quiero, lo que mis padres quieren, lo que todos dirían de mí. Capítulo 2 Es primero de septiembre, estamos a vísperas de entrar al instituto, acabo de despertar y apagar mi molestosa alarma que suena cada mañana, y 159


como siempre despierto con un mensaje de Gael, un chico de mi curso, con quien salgo hace un par de meses, pero no mantengo nada serio. Hola Marti, ¿cómo amaneciste hoy? <3 Casi todos me llamaban “Marti”, pero me molestaba que Samuel me llamara así no se bien porque simplemente me molestaba, casi no nos veíamos, él era bastante tímido incluso para invitarme a salir, siempre que lo veía era cuando estábamos con el resto de nuestros amigos, realmente casi ni hablábamos ni teníamos algo en común lo que hacía que lo nuestro sea demasiado aburrido para mí, y solo busco una excusa para terminar con todo. Respondí rápidamente su mensaje, de forma desinteresada, Samuel ya no me interesaba y planeaba decírselo en, pero no sabía cómo. Esta mañana había quedado con mi mejor amiga Beck para desayunar juntas, es nuestra tradición que a inicio de cada mes vayamos de compras, desayunemos wafles y tomemos un mocaccino en nuestra cafetería favorita, y por supuesto ir a caminar en Hyde park. Rebecca es mi mejor amiga desde que estoy en Londres, al contrario de mi es hija única así que no tiene hermanos que la molesten como los míos, en fin, nos llevamos genial, vamos al mismo instituto, practicamos tennis juntas, y nos llevamos con los mismos amigos. Beck paso por mi como lo hacía siempre, así que bajé y subí a su auto de color negro. - Martina, te extrañe demasiado - me saludo con un abrazo y un beso en la mejilla, Beck siempre ha sido tan risueña y simpática. No nos habíamos visto en semanas, había ido las últimas semanas de vacaciones a su rancho familiar en las afueras de Londres. - Yo te extrañé más Rebecca – respondí tan entusiasta como ella, en verdad la extrañaba – Te has perdido de muchas fiestas en casa de Esteban – respondí con una sonrisa - Esteban y yo somos un caso perdido Marti – agrego desalentada Beck y Esteban eran amigos inseparables desde muy pequeños, Beck se enamoró de él y se lo confesó, pero él no le respondió como ella hubiera querido, es por eso que se había ido las últimas semanas al rancho familiar. - Yo sé que él te quiere Beck, solo que han sido amigos por años y de seguro esta confundido- dije rápidamente poniendo mis manos en los hombros de Beck Esteban es uno de nuestros amigos junto a Francisco y Mathias, con quienes salimos de fiesta y son la mayoría de nuestros planes. Esteban era 160


muy atento conmigo y con Beck, siempre creí que entre los dos había una conexión, pero desde que Beck me contó lo que sentía con él, me alejé porque después de todo ella es mi mejor amiga, Beck y Esteban siempre han tenido una conexión única y estaba segura de que se podía dar algo entre los dos, pero solo el tiempo lo dirá. Salimos de prisa a ver varías tiendas de ropa, compramos muchos atuendos para salir, fuimos a desayunar donde siempre para al final de la mañana terminar yendo a Hyde park, empezamos a caminar hasta llegar al lago. Al llegar nos sentamos para conversar y ver el lago como lo hacíamos siempre, adoramos este plan. Al estar allí un par de perritos Beagle se nos acercaron, parecían perdidos, ambos tenían placas con un número grabado por detrás, al levantar mi mirada noté como un chico venía hacia nosotras, al parecer eran sus macotas. - Así que aquí están, los perdí de vista un segundo y se habían alejado de mí, gracias por tenerlos entretenidos un rato – mencionó muy simpático y amable Me quede bastante fría, al verlo frente a mí, había algo que llamaba mi atención, era bastante alto, con unos ojos azules y el cabello muy oscuro además estaba muy bien vestido, jamás lo había visto por aquí, bueno es Londres siempre ves a personas nuevas, pero en concreto yo venía bastante a este parque y jamás lo había visto, ni lo conocía de algún otro instituto. - No hay problema - respondió Beck En ese instante él se fue con sus dos Beagle tras él, solo vi cómo se alejaba, en mi mente trataba de recordar si lo había visto en algún lugar, pero para nada no tenía idea de quien era. - ¿Beck tienes idea de quién es? - Ni idea jamás lo había visto, de seguro es nuevo en la ciudad o está aquí de vacaciones, pero está muy lindo Sin duda quería volverlo a ver, saber si era de la ciudad o solo estaba de visita; al ver la hora Beck y yo decidimos irnos, al salir de Hyde park volvimos a ver al mismo chico quien estaba a la otra cuadra, esta vez sus dos Beagle ya no estaban con él, la calle estaba bastante despejada, vimos como otra persona se le acercaba y como él le entregaba un sobre de forma discreta para luego despedirse, y voltearse dirigiéndose muy seguro hacía un masetero de donde saco esta vez un pequeño sobre que luego guardo dentro de su abrigo. 161


- Wow haz visto eso Marti- Beck sonó muy asombrada - Lo vi, el actúa muy raro ¿no? Al levantarse sentí como sus penetrantes ojos azules me miraban fijamente, manteniendo un contacto visual, el solo se quedó viéndome desde el otro lado de la calle, hasta que Beck jalo de mi brazo para ya irnos. - Marti vámonos, no debemos quedarnos aquí – Beck dijo en voz alta, algo nerviosa - Está bien, no le alteres – respondí - Acaso no te das cuenta, eres demasiado ingenua Martina - ¿Ingenua? ¿Por qué dices eso?, no te entiendo Beck - El vende drogas Martina, acaso no te has dado cuenta es un dealer ¿Un dealer? Como puede ser eso posible, para nada parecía alguien así, no podía creerlo. Beck me llevo rápidamente a su auto para luego dejarme en mi casa. - Chao Marti, nos vemos en clases – nos despedimos con un abrazo y un beso en la mejilla - Hasta las clases Rebecca – me despedí Al entrar a casa saludé a Aiden quien estaba con un par de amigos en la sala de estar de nuestra casa, me extraño no ver a Addison en casa, pero no pregunté por ella, subí a mi habitación rápidamente, no dejaba de pensar en aquel chico ni en si lo que Beck había dicho era cierto. Quería saber más de él. Capítulo 3 Es lunes por la mañana como todos los años las clases inician en septiembre, me levanté muy temprano gracias a mi alarma de siempre, tome una ducha con agua tibia, me puse el uniforme, seque y alisé mi cabello, me hice un maquillaje muy natural pero impecable, me gustaba cuidar los detalles, por último, pase mi gloss favorito por mis labios para luego ir a desayunar. Baje de prisa, para solo despedirme de mis padres. - Pórtate bien Martina- Salió muy deprisa mi madre dejándome una marca de lápiz labial en la frente Salió tan rápido que no tuve tiempo de pronunciar ninguna palabra, desayuné con mis hermanos rápidamente y salí a tomar un taxi para poder llegar a tiempo al instituto, parecía que el tráfico jamás terminaría, se veía eterno, choches haciendo filas por horas esperando avanzar. Cientos de mensajes llegaban a mi móvil, eran de Beck preguntando si estaba a punto de llegar, o donde estaba y que me sería imposible adivinar 162


a quien había visto en el instituto, acaso sería ¿un profesor nuevo?, ¿un rector?, ¿al chico tan misterioso de Hyde park?, la curiosidad simplemente me mataba. Seguía en el tedioso tráfico, con mi cabeza apoyada en el cristal del taxi esperando avanzar más, sabía que llegaría muy tarde lo que me volvía bastante ansiosa, pero después de todo llegaría. Soñaba despierta con la posibilidad de que la persona que había visto Beck en el instituto sea al chico que paseaba a sus dos Beagle en hyde park, estaba demasiado despistada, soñando despierta como para darme cuenta que había llegado, sí al fin. - Señorita ya llegamos – tome unas monedas que tenía en mi bolsillo, le pague al taxista para salir de prisa al instituto. Para darme cuenta que había llegado demasiado tarde y la puerta estaba cerrada, sabía que podía entrar luego, de seguro solo estaban dando la típica charla de inicio de clases, con mil instrucciones y normas. - ¡Hola! Sabes si aún se puede entrar - escuché una voz que venía de tras mío, al darme vuelta vi que era aquel chico con ojos claros y cabello muy oscuro. Me quedé helada, paralizada, no salía ni una palabra de mi boca, mi rostro se puso rojo de la vergüenza, en verdad logró sorprenderme. - ¿Aún se puede entrar no? - insistió - Si claro, ya deben estar por venir a abrir la puerta – respondí Se veía mucho mayor que la mayoría de mi clase, como de un par de años más, le sentaba muy bien el uniforme, era mucho más lindo de cerca, no parecía ese tipo de personas que venden drogas o que las usan, se veía muy saludable de hecho, de seguro Beck se equivoco con lo que había dicho el otro día acerca de él, después de todo no lo conocíamos ni lo habíamos visto por la ciudad. - Eres nuevo - Si, estaba en otro instituto antes, pero mis padres me transfirieron para que termine mi último año aquí - Genial, oye me resultas familiar, como si te hubiera visto antes… - me refería a la vez en Hyde park, quería ver si me recordaba o si le llame la atención esa vez. - No lo creo, no me resultas familiar ¿Qué no le resulto familiar?, pero si incluso Beck cruzo un par de palabras con él, de seguro su memoria es de lo peor, pero no lo creo, acaso he sido tan irrelevante. 163


- Creí que te había visto por Hyde park - ¿Hyde park? Para nada, no he ido ahí desde que llegue a Londres. ¿Lo que decía era en serio? Estaba super segura de que lo había visto, no era ese tipo de personas que olvidas fácil, pero le seguí la corriente. - Me resultabas muy familiar, pero creo que me equivoqué de persona – dije muy avergonzada El solo sonrió. Un silencio incomodo invadió el lugar, solo esperaba poder entrar al instituto y perderme un rato. Hasta que abrieron la puerta principal para poder entrar, un regaño por haber llegado tarde era inevitable. - Empezamos mal el año Señorita Castañeda - Prometo no volver a llegar tarde – respondí con la cabeza baja No solía llegar tarde, pero cruce rápido el pasillo para poder leer un mensaje de Francisco. - Marti estamos en el comedor, ven rápido Fui prácticamente corriendo para encontrarme con mis amigos, a los cuales no encontraba. - Martina estamos aquí – era la voz de Esteban quien me llamaba desde la esquina del comedor, todos estaban sentados, riendo y contando lo que habían hecho el fin de semana y sus variadas aventuras de las vacaciones. - Estas muy despistada Marti – dice Beck mientras se hace a un lado para que pueda sentarme - Juro que desperté muy temprano para venir puntual, solo que había un tráfico inmenso, pero ya estoy aquí. Mis amigos eran de los más populares aquí, sobre todo Beck quien no tarda en llamar la atención de todos cada que entra a algún lugar, somos amigos de mucho tiempo, llevamos mucho tiempo estudiando juntos, desde el jardín de niños de hecho, ellos me impulsan a hacer cosas que jamás hubiera hecho si no fuera por ellos y a disfrutar de cosas que me he perdido por ser tan reservada, pero eso es cosa del pasado. - Beck a que no adivinas a quien vi hoy - ¿A quién? - respondió muy Rebecca muy arrogante - Al chico extraño de hyde park - ¿Enserio? Pero el que hace aquí, se ve mucho mayor como para estar en el insti aun, como sea, da igual solo no le hagas caso Marti. Beck tenia razón, no debía hacerle caso ¿no?, mientras esa duda cruzaba por mi mente y solo escuchaba reír y hablar a mis amigos de fondo vi como Gael se acercaba a nuestra mesa, a ninguno de mis amigos les caía y a mí 164


tampoco últimamente. - Martina, podemos hablar un momento Me levante de mi silla para luego sentir las miradas de mis amigos, pero bueno, tenía que hablar con él. - ¿Te pasa algo? Siento que has estado alejada y que no te he visto casi - No, no pada nada solo creo que debemos dejar las cosas aquí- estaba siendo muy sincera - Pero que he hecho Martina, yo te quiero - Creo que pensamos distinto y que somos más amigos que otra cosa y debemos dejarlo así. Solo me alejé, fui rápido a comprar algo de tomar a la cafetería con la excusa de alejarme. Para otra vez ver a aquel chico quien estaba hablando con Vanessa, una chica de mi clase. Capítulo 4 Acababa de volver del colegio, moría del cansancio solo quería tomar una siesta y nada más, y para mi sorpresa todos estaban en casa hoy, papá, mamá, Aiden y como no, Adisson, aunque haya roces en mi familia me pone contenta tenerlos a todos aquí. Es viernes, y me entusiasma terminar la semana con este almuerzo familiar. - Marti he hablado con tu entrenador, y me ha dicho que has progresado mucho y que no es bueno que faltes a tus clases, desde hoy las retomaras, de acuerdo – dijo mi padre interrumpiendo el silencio reconfortante de nuestro almuerzo Supongo que estaba de acuerdo, no podía faltar más, me gustaba el tennis llevaba demasiado tiempo practicándolo como para dejarlo de la nada. - Okay, estoy de acuerdo, me gustará volver. - Espero que seas responsable y no faltes más, esta bien Martina. Hoy te llevaré yo mismo Terminando de comer subí a mi habitación para cambiarme a ropa deportiva y a guardar mis cosas en mi mochila estaría lista para mi retorno a los entrenamientos. Mi móvil comenzó a sonar, no lo encontraba por ningún lado, hasta que logre encontrarlo, tenía un par de llamadas perdidas de Beck, Beck siempre me llamaba en lugar de enviarme un mensaje de texto cuando tenia algún plan en mente, pero si la llamaba de vuelta de seguro sería para salir o algo, pero hoy no podía fallarle a papá. Pero no podía dejarlo así, ella es mi mejor amiga. - Hola Beck, ¿qué pasó? -Fiesta hoy en casa de Vanessa, ven a mi casa para arreglarnos. 165


- No puedo hoy Beck, mi padre ha dicho que debo volver al entrenamiento si o si, además el me va a llevar en su coche- respondí abrumada - Martina, tu entrenamiento es lo de menos, puedes retomarlo la semana que viene, puedes ir un rato y luego venir a mi casa para luego ir a la fiesta de Vanessa - No lo sé, no quiero tener problemas con mis padres por esto otra vez - Vamos Martina, de seguro va Elías, el nuevo, he visto como lo observas en los recesos Que vergüenza, he sido tan evidente, no quiero decepcionar a mis padres, ni a mi entrenador ni nada, pero de seguro es la única oportunidad para hablarle, y ahora sé cómo se llama, Elías. - Esta bien Beck voy a tu casa entonces, me prestas ropa hoy sí. - Sí claro, te quiero mejor amiga. Ahora ya no sabía como hacer para faltar al entrenamiento, lo mejor sería ir fingir que me siento mal y luego irme. Así que eso hice, Papá me dejo cerca a la cancha entrené un rato y luego salí a tomar un taxi hacia la casa de Beck. Beck y yo nos arreglamos el cabello y nos maquillamos, me puse un top y unos jeans cortesía de mi amiga; Francisco paso por nosotras en su coche junto a Mathías y Esteban, quien no paraba de aludir que declararía lo que siente a la chica que le gustaba, de seguro era Beck a ella le gustaba desde siempre, pero jamás hubo algo entre ellos. - Listos para la fiesta chicos, hemos llegado- Francisco dijo prácticamente gritando por todo lo alto Al llegar y saludar a Vanessa con un beso en la mejilla, le pregunte si había visto al chico nuevo, quien no había llegado y no sabía si iba a venir. Bueno, eso era lo de menos fuimos a bailar y a tomar mucho alcohol para divertirnos, había hablado con mi papá un poco antes para decirle que iría a comer con mis amigos y que llegaría un poco tarde. Ya estaba algo mareada cuando vi entrar a Elías junto a Adisson, no sabia que hacia ella aquí y mucho menos con el chico que me gustaba. Me consternó ver eso cuando Esteban solo se acerco para darme un beso, yo le respondí. Acaso habíamos tomado tanto para hacer eso. Solo sentí como alguien nos empujo para separarnos, era Beck quien luego se fue corriendo al baño, yo la perseguí hasta alcanzarla. - Martina sabias que me gustaba, tu eres mi mejor amiga y más que nadie lo sabías- Beck empezó a llorar inconsolable, también eran efectos del alcohol, pero sabía que lo que hice le dolía. 166


- Beck lo siento, lo hice por impulso vi a Elías entrando con Adisson y tome demás y no se que paso, el fue quien me beso, no yo. - Lo sé, pero tú le correspondiste. Entonces Beck solo se fue y me quede sola. - Hola ¿tú eres Martina no? ¿Qué haces acá sin tus amigos? Era Elías quien se me acerco de la nada y además sabia quien era yo o mis amigos, como sea, sabia mi nombre. - Si, un gusto y tú eres el nuevo, verdad - Asintió con la cabeza aquel chico de cabello oscuro- Sí, soy Elías - Bueno mis amigos están por allá divirtiéndose y yo vine a estar sola aquí un rato ¿y tú? - respondí tratando de iniciar una conversación - Vine a vender unas cosas ¿no quieres? - dijo mostrándome una serie de píldoras y hierva que tenía en el bolsillo de su chaqueta Lo que había dicho Beck era cierto, pero no lo tome para tanto, seguimos conversando el en verdad era muy interesante. Prometimos vernos en el instituto el próximo lunes. Salí muy de prisa ni si quiera me despedí de mis amigos, lo que había pasado con Esteban me dejo en shock, lo mejor sería alejarme por un tiempo. Ese fin de semana ni si quiera hable con Beck, no respondía mis mensajes ni llamadas, ni siquiera había hablado con los otros chicos. Esteban había dejado un par de mensajes pidiéndome hablar, pero no respondí. Capítulo 5 Es lunes, Beck no me habla y decidí alejarme de los chicos, vaya forma de empezar la semana, en el receso me encuentro sola, Beck esta con unas amigas suyas y los chicos en otra mesa aparte, Esteban intento acercarse a mi pero me aleje. No me siento tan confiada sin ellos sobretodo sin Beck, no se me hace tan fácil como ella hacer amigos nuevos. - Me puedo sentar contigo - Hola Elías, si por favor- le respondí con una sonrisa Hablamos sobre porque se mudó y porque era algo mayor a los demás. Teníamos química. - Nos vemos hoy en la tarde- le dije de improviso - Puedo a las 4, en Hyde park cierto - Si, ahí te veo Se termino la jornada de clases y fui rápido a casa para poder cambiarme e ir con Eli. No lo encontraba hasta que lo vi dentro del parque. 167


- Holaaa, hasta que te he encontrado - Hola Marti, ¿Qué quieres? - ¿Quiero de que? - Píldoras, hierva, mira.- dijo indicándome su arsenal de drogas El pensaba que quería drogas, estaba equivocado, no quería eso, pensé que esto era algo así como una cita. - No, no vengo a comprar- le respondí algo consternada - ¿Entonces?, bueno tengo que entregar esto mejor me voy, te veo en el instituto - Espera, si te compro, me das algo más tranquilo - ¿Quieres hierva? - Si, supongo El me gustaba mucho, no quería alejarme quería pasar con él hoy. - ¿Te puedo acompañar hoy? - No lo creo Marti, entiendes que esto es algo peligroso, nos pueden encontrar. - No me importa, así pasamos un rato juntos. - Como quieras, te vas a divertir vas a ver que es muy emocionante. No entendía por qué sería emocionante. Pero entonces fuimos a ver a sus “clientes” por todo Londres, en parques y callejones despejados por la tarde y en clubes, bares y restaurantes por la noche, entendía la emoción de eso, estaba en la adrenalina de no dejar que te vean. Mi papel era algo así como la de una intercesora. Seguimos así por semanas, éramos algo así como un dúo, pero esos eran nuestros únicos planes cada viernes o sábado, me alejé de mis amigos, falte a muchos entrenamientos por estar con Elías y tener un poco de su atención. Era sábado por la noche Elías y yo fuimos a un bar del centro para hacer lo que hacíamos siempre, fumábamos un poco antes de ir. Nos sentamos en una mesa del fondo cuando de pronto escuche una voz familiar que provenía de atrás mío. - Tienes lo que te pedí Al darme vuelva vi que era Adisson, mi hermana, por eso estuvo en la fiesta en casa de Vanessa con Elías por eso no solía estar en casa por las noches, mi perfecta hermana usaba ¿drogas? - Adie ¿Qué haces aquí? ¿Usas drogas? - ¿Y tu las vendes?, claro que no las uso, de seguro tú las usas, ¿Qué haces tu aquí? 168


- Acompaño a un amigo, estamos juntos. - Espera a que nuestros padres sepan esto. Adisson se fue y Elías me había contado todo, ella era una cliente bastante recurrente, no había notado eso en ella. - Bueno quita esa cara Martina, quieres probar algo nuevo - Seguro Elias se acercó a mi, nuestros labios se juntaron, para así darme una pastilla, no sabía que era, pero solo le sonreí y tome un bocado del mojito que tenía en la mesa, nunca había probado eso solo un poco de Hierva con Elias antes de salir pero esto era nuevo. - Tu y yo somos por siempre Martina, entiendes - Por siempre- le respondí luego de robarle un beso Seguimos con lo mismo hasta que fue muy tarde, tenía miles de llamadas de mis padres, decidí ir para evitar problemas, habíamos salido del bar hace rato, nos encontrábamos en casa de Elías pero debía irme ya, tomé un taxi y fui rápido a casa no estaba consiente de lo mal que me encontraba. - Martina, tu hermana nos ha contado todo, usas drogas, que ha pasado contigo, en lugar de ver a Rebecca ibas a ver a ese chico que vende drogasdijo mi madre con la voz rota - No, no uso drogas, estoy bien, es Adisson quien la usa yo no, deben creerme - Pero has mirado en el estado en el que estás Mamá no quiso hablarme más, solo escuchaba gritos de fondo, no paraba de llorar, me quede en la sala de estar con Aiden no comprendía nada, mis papás hacían cientos de llamadas. - Vas a estar bien- me decía Aiden con un tono de voz preocupado Afín había amanecido, me sentía mejor, más lúcida bueno un poco. Adisson había empacado mi ropa mis padres me obligaron a subirme al coche, recuerdo resistirme un poco para luego ceder, me habían llevado a un centro, una clínica pero yo no debía estar ahí, no quería. Me dejaron sola, mis padres habían dicho al insti que fui de vacaciones a casa de mi abuela por una temporada, solo recibía visitas de mi familia y algunos ocasionales de mis amigos a quienes había perdido, pero ninguno de Elías. Quería salir de ahí pero me mantenían sedada y dormida por mucho tiempo. - Aiden, el chico con quien salía no ha preguntado por mi - Papá ha prohibido sus visitas Marti, pero el no ha preguntado por ti. Ya no tenía una razón para salir, mis padres me habían dejado sola, dejaría 169


volver por el colegio o por mis amigos o por el tennis, no lo sé. Ya no quería salir más mis ataques de depresión estaban más presentes. Capítulo 6 Pasaron meses y cada vez sus visitas eran menos, no sabía nada de Elías. Beck estaba con Gael al parecer todos siguieron con su vida, menos yo, estaba aquí estancada. Beck me visitaba muy a menudo. - Has sabido algo de Elías Beck - No he sabido nada de él desde que nos graduamos - Solo desapareció no he sabido nada el el Me había dejado, jamás vino a visitarme, solo desapareció. No sabía si volver, tendría que repetir un año escolar y ya no podía volver ni seguir aquí, todos habían avanzado menos yo. Mis papás me evitaban y mi hermana había dejado que me hunda en este lugar. No quiero sanar ni seguir aún que estoy a un mes no quiero, no quiero salir al exterior ni a mi vida, nada parece tener sentido. Para que volver al instituto, para que graduarme o seguir con lo que había dejado si todos a quienes quería ya no estarían aquí. "No me importaba lo que eligiera, a fin de cuentas ya estaba muerta" Fin.

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Pero te conocí Autora: Milena Soasti B.


En el transcurso de nuestra existencia siempre nos han dicho que las almas gemelas son el uno para el otro, que al final de todo siempre van a permanecer juntas. De las tormentas que se atraviesen en el camino siempre sale el sol, pero ¿qué pasaría si al final no es el sol quien sale, sino un rayo para acabar con todo lo que somos y creamos con la otra persona?, ¿Si al final de todo esto solo fue una ilusión y un capítulo más añadido a esta historia? Todo comienza en un internado de Seattle donde conocemos a Jena una adolescente de cabello rojizo y piel blanca, está a punto de graduarse para entrar a la universidad, pero no sabe qué hacer. Se ama a sí misma y se acepta como es, todo eso lo aprendió de su madre la Sra. Collen quien educó y sacó a su hija adelante, ya que su padre se marchó cuando se enteró que Jena venía en camino, pero a pesar de eso Jena no le guarda rencor porque en su corazón no existe este sentimiento, nunca ha hablado con su padre y mucho menos lo conoce. En la escuela conoció a su mejor amiga Mey, con quien lleva la mayor parte de su vida, siempre se han apoyado y han cruzado varios desafíos, pero llegará un punto en donde Mey tendrá que ser fuerte y ayudar a Jena a seguir con su vida. En otro lado del mundo más bien dicho en Melbourne-Australia vive André un joven de 18 años quien no se ama así mismo, que su ego es alto y es muy orgulloso, desde los 15 comenzó a consumir alcohol más de lo normal, para poder sanar sus heridas provocadas por su padre el Sr.Rivers quien es muy reconocido por ser uno de los mejores directores de películas de ciencia ficción, es un hombre viudo, su esposa murió por cáncer cuando André apenas tenía 7 años y desde ese momento se ha desquitado con su hijo golpeándolo e insultándolo. Cuando cumplió 19 años se quería ir de intercambio a un internado de Seattle donde conoció a su mejor amigo Kai con quien compartirá un apartamento y convivirá mucho en el internado. ¿Será que su actitud y forma de pensar cambia cuando su camino se cruce con Jena? Capítulo 1: André Después de tomar la decisión de irme de intercambio mi padre tomó la suya, venir conmigo , pero, yo ya había tomado una decisión de que no viviré con él en Seattle, sino que iría a un apartamento yo solo. Cuando conocí a Kai todo cambió, con él me siento más confiado de mí mismo y ahora es mi mejor amigo, mientras nos instalábamos en el apartamento, conversamos por lo que habíamos pasado durante tanto tiempo, cosas 172


positivas y negativas, donde Kai me contó que desde pequeño sus padres no le prestaban la atención que él quería, siempre pasaba solo en su casa debido a que era hijo único, cuando su padre llegaba borracho lo levantaba y lo golpeaba mientras que el suplicaba que ya no lo hiciera porque dolía, después yo también le conté mi historia. Entonces Kai me confesó que me consideraba como un hermano a lo que yo respondí que mientras el viva su padre y cualquier otra persona no le va a poner un dedo encima. Una de las cosas que teníamos en común aparte de que nuestros padres nos golpeaban era que los dos habíamos encontrado en el alcohol la cura para todo el dolor y todo lo que sentíamos y no podíamos desahogarnos con alguien en quien confiar. Capítulo 2: Jena Mientras Mey y yo nos acomodábamos en el dormitorio, que por suerte nos tocó juntas, escuchábamos a las demás reír y algunas peleando con la repartidora de cuartos de que cambiara a su compañera. Nosotras solo nos reíamos mientras nos organizábamos para ir a ver cuál sería nuestro salón donde cursaríamos nuestro último año. Aparte a echar un vistazo al campo de fútbol donde los chicos más populares siempre estaban ahí. No éramos muy famosas que digamos solo que nos llevábamos con uno de los chicos populares del equipo de fútbol del internado. Mientras pasábamos por el laboratorio de química, nos encontramos con dos chicos súper extraños así que con Mey apresuramos el paso mientras ellos nos miraban fijamente, me había dado cuenta que Gus se acercaba a nosotros con los demás chicos del equipo de fútbol, se paró en frente de nosotras, nos saludó él y los demás, para después advertirnos que no nos juntarnos con ellos porque eran alcohólicos y no quería que cambie mi forma de ser y pensar por hablar con ellos, por lo que me molesté un poco debido a que yo sé qué tipo de personalidad tengo y no solo por hablar con aquellos muchachos me convertiría en una alcohólica, me marché del lugar junto a Mey, pero en mi pensamiento rondaba la idea de que teníamos que hablar con ellos para ayudarlos a salir de su adicción. Capítulo 3: André Habíamos terminado de instalarnos en el departamento, cuando Kai interrumpió en mi habitación para ir a visitar el laboratorio de química porque supuestamente lo habían remodelado, estaba muy cansado, pero este tipo tiene un don de convencer a la gente, así que fuimos hasta el 173


laboratorio, cuando llegamos se acercaban unas dos chicas caminando una de cabello rojizo y otra con cabello negro, pero la chica de cabello rojizo llamó más mi atención, sin embargo, pasaron rápido como si nos tuvieran miedo, después escuche la voz de un chico que supuse que sería el novio de la pelirroja ya que la saludo primero, entonces Kai interrumpió en mis pensamientos y entramos al laboratorio pero a pesar de eso la mirada y el cabello rojizo de aquella chica no salía de mi cabeza, pasamos como una hora y media si no fue más, porque Kai cada cosa que veía se quedaba mirando como bobo, hasta que me cansé y le dije que lo esperaba en el campo de fútbol, me daba un poco de curiosidad, entonces salí del laboratorio y cerré la puerta. Mientras estaba divagando por el campo de fútbol volví a ver a el tipo que había saludado antes a la pelirroja, estaba entrenado con los demás, sin darle más importancia seguí con mi camino, al llegar a la cafetería fui por un poco de comida, cuando me senté en una de las mesas vi llegar a la pelirroja junto a su amiga, nuestras miradas se cruzaron y por primera vez en mi vida me sentí nervioso. Pasaron pocos minutos y me vi plantado enfrente de las dos chicas, no podía desviar mi mirada de la pelirroja y ella estaba igual, hasta que su amiga nos interrumpió. Capítulo 4: Jena Cuando terminamos nuestro recorrido por todo el internado fuimos a la cafetería las dos teníamos hambre, cuando llegamos en una de las mesas se encontraba uno de los chicos que habíamos visto en la puerta del laboratorio de química, no podría explicar cómo paso, pero cuando nuestras miradas se cruzaron, sentí como si algo se revolviera en mi estómago, después de un momento el chico se encontraba enfrente de las dos y nuestros ojos no se apartaban, pero Mey me ayudo interviniendo en ese momento. Era la primera vez que me pasaba esto, el interrumpió en mis pensamientos vagabundos diciendo: -No sé cómo comenzar, pero quisiera saber si me puedes dar la oportunidad de ser tu amigo- sonó con un tono nervioso. - Me estás diciendo a mí o a mi amiga – soné con un tono burlón- pero si eso fue para mí sí, claro, ¿por qué no podríamos ser amigos?- Mey me dio con el codo en el brazo recordándome lo que había dicho Gus, pero ya nada de eso me importaba, quería ayudarlo, pensé que sería más difícil acercarme a él, pero el destino me está ayudando. -Era para ti -sonó un poco más seguro de sí mismo. 174


-Bueno si era para mí, claro que sí – respondí tratando de que no notara que me había alegrado que me hablara, pero no me pude aguantar más y le pregunte -¿Cuál es tu nombre? -después de soltar la pregunta en el aire me puse a pensar en lo que había hecho, pero ya no había marcha atrás. -Oh… mi nombre es André Rivers – respondió un poco contento -Ahora dime tú, ¿Cuál es tu nombre?- sentí un escalofrió por mi cuerpo. -Mi nombre es Jena Collen – respondí ahora yo un poco nerviosa. Mey me conocía tan bien cuando estaba nerviosa, o no sabía que más decir, nos interrumpió y dijo: -Un gusto conocerte André, mi nombre es Mey y soy la mejor amiga de Jena -dijo con un tono burlón. -Un gusto conocerte Mey – respondió un poco apenado y a la vez burlón. Después ,André nos ofreció ir a sentarnos en una mesa para seguir con la charla y así fue, pasamos horas y horas conversando hasta que nos dimos cuenta que ya había oscurecido. Nos levantamos los tres de la mesa y André se ofreció a llevarnos hasta el edificio donde estaba nuestra habitación, mientras caminábamos íbamos conversando como éramos de niños y alguna que otra travesura que hacíamos, pero André no dijo nada, sentía que se estaba sintiendo mal así que cambie de tema preguntándole: -Cuéntanos André ¿Tienes un mejor amigo o amiga? – dije sin pensar más. -Claro que sí, lo conocí antes de llegar de intercambio es un buen tipo y compartimos apartamento -dijo sin dudarlo ni un momento, pero me había dado curiosidad del porque no vivía en el internado, sino en un apartamento, que chico para más extraño. -Perdón por preguntar, pero ¿por qué viven en un apartamento y no en el internado? – dije sin dar rodeos. -En el apartamento es más cómodo y es solo de los dos, cada uno tiene una ducha en su baño, no es como aquí que solo una pared y una cortina los cubre para que nadie los vea cuando se están duchando.-respondió con un tono burlón. Estaba formulando mi respuesta cuando se acercaba el otro chico que estaba con André en el laboratorio, se acercó hasta nosotros y saludo a André con un abrazo, pero este lo aparto de inmediato y le dijo: -Sabes muy bien que no me gustan los abrazos -sonó un poco molesto. -Hay no sabes cuanto te quiero – respondió aquel chico -no me había presentado soy el mejor amigo de este tipo aquí molesto, me llamo Kai, hoy 175


en la tarde las hemos visto pasar un poco apresuradas por nuestro lado –se habían dado cuenta de que sentíamos miedo y ahora estamos hablando con ellos. -Mmm...bueno estábamos apresuradas en saber cuál era nuestro dormitorio y si nos había tocado juntas – no se me ocurrió otra cosa que decir. Después de un buen tiempo caminando con André y Kai llegamos a el edificio donde quedaba nuestro dormitorio, nos despedimos de los dos chicos y veíamos como se alejaban de nosotros, volteamos y entramos para poder descansar. Capítulo 5: Jena Pasamos el recreo los cuatro escuchando las ocurrencias de Kai, pero en mis pensamientos no dejaba de pensar en André, me parece un chico muy misterioso y quería saber más sobre él, después de todo Gus y sus amigos del equipo de futbol nos odiaban y ya ni nos hablábamos, entre Mey, André, Kai y yo, formamos un grupo, donde siempre salíamos los cuatro, asistimos a clases, nos sentábamos juntos. Después de casi tres meses de conocernos y charlar de lo que habíamos pasado, André nos contó sobre la difícil situación que vivía con su padre, después Kai también nos lo contó, se volvió algo de rutina después de clases salir al cine o a tomar un helado entre los cuatro, la mayoría de chicos y chicas del internado, nos miraban raro pero ya nos daba igual porque nos sentíamos cómodos entre todos, pero no todo empezó con color rosa, en la primera clase de lenguaje no podía soportar a André ya que chocábamos mucho con la forma de pensar y de cómo expresar lo que sentíamos, lo raro de todo esto es que nunca me aleje de él y siempre estuve curiosa de conocer este chico que ahora se ha convertido en mi baúl de secretos, es una de las personas que me ha ayudado a saber cómo afrontar a la sociedad que es injusta y es muy calificativa. Capítulo 6: André Después de pasar más de 5 meses juntos, aprendí a conocer más a Jena, me enseño mucho a quererme más como persona, a respetarme e incluso ahora me está ayudando a dejar el alcohol a un lado. Una noche que estaba conversando con Kai en la sala del departamento, este me dijo: -André desde que nos empezamos a juntar con las dos chicas he visto que has cambiado mucho con tu forma de ver la vida, antes la detestabas y 176


ahora es como si tuvieras algún motivo de salir adelante-con un tono de emoción y de satisfacción. -Yo… yo no sé qué decir, desde que Jena llego a mi vida me ha enseñado varias cosas, sabes tengo que contarte algo que nunca pensé que pasaría en toda mi vida, pero… pero creo que Jena me gusta mucho y que quiero estar con ella y no solo como amigo sino como algo más, lo único negativo de esto es que no tengo ni una p**a idea de cómo se hace cuando una persona se quiere declarar a alguien-mi tono de voz sonó muy nervioso y la boca de Kai se abrió hasta que parecía que iba a llegar al suelo. Cuando por fin decidió hablar. -A… an… André pero que es lo que has dicho, como que Jena te gusta, como que quieres ser más que un amigo, pervertido, eso nunca lo vi venir de ti, pero la verdad es que me siento muy feliz de escucharte decir eso, jamás pensé que sería cómplice de algo tan bonito. Aunque yo nunca lo haría-su tono de voz era de felicidad, empezó a saltar en el sofá como un niño que había recibido el regalo que deseaba. -Kai-este tipo no me escuchaba y seguía saltando en el sofá-KAIIIII-grite con mucha más fuerza de la que hubiese querido-esto no lo puede saber nadie, tú me vas a ayudar con todo lo que pienso hacer, me he puesto a investigar en internet y creo que tengo una idea, pero debes jurarme de que no vas a decir a nadie lo que te he dicho que quiero hacer, mucho menos a la mejor amiga de Jena, te lo prohibió.-sonó un poco más amenazante de lo que hubiera querido. Kai se puso firme y puso su mano en el pecho y me dijo: - lo juro señor André que de mi boca no saldrá nada de lo que has dicho. Capítulo 7: Jena En esta semana sentí a André muy distante al grupo y muy nerviosos a Mey y a Kai, pero no me atreví a preguntar nada, porque cuando teníamos tiempo libre si conversaba con André, las charlas con él me parecían una de las cosas más lindas que podría tener en el día. Llegó viernes y ese día no me había escrito, ni hablado en todo el día, pensé que se habría molestado por algo así que no insistí, Mey y Kai también estaban distantes, pero no dije nada. El sábado André no me había hablado todavía, aunque Mey y Kai si salimos al cine y a comer, André nunca apareció lo cual, bajo un poco mis ánimos, pero decidí dejarlo a un lado, mi estado de ánimo no debía depender si estaba o no estaba André. Cuando llegó la noche Kai vino a mi casa junto 177


con Mey, entraron en la habitación y sin decir nada solo me entregaron una caja, me dijeron cámbiate y te esperamos abajo, tienes treinta minutos para arreglarte. Un poco anonadada, tomé la caja en mis manos sin pensar que adentro de esta se encontraría un vestido, me empecé a arreglar, pasaron como cuarenta minutos y salí de la habitación tal como lo habían dicho, estaban afuera esperándome en el carro, subimos los tres al coche y fuimos de camino aún lugar desconocido. Capítulo 8: André Pasaron varios días desde la última vez que había visto y hablado con Jena, la extrañaba demasiado, pero quería que está sorpresa sea algo magnífico, con todo lo que me faltaba por hacer, me sentía estresado, pero todo vale por aquella niña tan linda que había llegado a mi vida, a enseñarme muchas cosas y a cambiar mi forma de pensar. Hasta que al fin llegó el esperado día, donde me declararía a Jena, Kai y Mey me ayudaron con todo, e incluso se ofrecieron a traerla hasta mí, me había pasado toda la tarde de este día preparando lo que sería el mejor recuerdo que quisiera ofrecerle; comprando rosas y muchas cosas “cursis” que en mi vida pensé comprar. Busqué el lugar perfecto para ella, un vacío en medio del bosque, lleno de árboles por florecer y el trinar de las aves; hacía el conjunto ideal. Por primera vez en mi p**a vida me puse un traje negro con una camisa blanca, me sentía raro conmigo mismo, pero todo por esa niña, después de esperar un gran rato al fin vi llegar el carro de Kai donde venía Jena y su mejor amiga. Bajó del carro Mey y después Kai abrió la puerta donde en pocos minutos vi a la niña más hermosa ante mí, llevaba el vestido que su mejor amiga me había ayudado a escoger, ya que ella la conocía un poco más que yo. Jena pasó por el camino de pétalos de rosas que había hecho, y al borde algunos globos de corazón que llevaba su nombre, al final estaba la mesa donde cenaríamos y los árboles estaban decorados con luces para que no estuviera oscuro, su cara era de asombro, Kai y Mey se volvieron a subir al carro y se marcharon. Mientras Jena llegó frente a mí, tomé de sus manos y le di un pequeño beso en la frente, no sabía lo que estaba pasando yo no era así, pero ella me hacía hacerlo. Después de un momento de silencio, salí de mis pensamientos y dije: -Ho… hola, te ves demasiado hermosa-mí voz tuvo un tono de 178


nerviosismo, pero solo podía ver a la chica que tenía en frente nada me importaba. -Hola André es bueno verte después de días de estar distanciados, me habías hecho falta-después de oír aquellas palabras mi corazón salto de emoción, pero su mirada era tímida como si recién hubiera caído en cuanta de que es lo que ha dicho. -No sabes lo feliz que me siento al saber que me has echado de menos, yo también te he echado de menos, pero todo esto tiene una razón de ser, todo lo que está aquí lo he hecho especialmente para ti, no sabes lo bien que me siento cuando estoy contigo todo mi mal humor se esfuma en el viento, eres una de las razones por la cual aún sigo de pie, por la cual tengo una nueva manera de ver la vida, un motivo para sonreír y todo esto es gracias a ti- de pronto escuche un sollozo, al instante alce a ver a Jena quien se encontraba muy cerca de mí y sus manos entrelazadas con las mías. Pasaron como diez minutos, donde solo nos quedamos viendo a los ojos, solté una de mis manos y pasé mi dedo pulgar por su rostro para limpiar las lágrimas que había derramado. Al instante note que estaba haciendo demasiado frío, me saque el abrigo y se lo puse en sus hombros para que se los cubriera, entonces Jena alzo la mirada y me dijo: -A…André, gracias…mmm- se aclaró la garganta- hasta el día de hoy nadie había tenido este tipo de detalles conmigo y mucho menos decir todo lo que me has dicho, has tocado mi punto débil, yo también estoy agradecida por dejarme que este a tu lado y ayudarte a superar, te considero uno de mis mejores am…- la corte de inmediato, no quería que terminara aquella frase y así no la deje continuar cuando le ofrecí sentarse en una de las sillas que había en el lugar, había llevado su plato favorito “pasta”, terminamos de comer y la verdad es que me sentía muy nervioso, cuando al fin decide decirle aquella pregunta. Me puse de pie y junto a ella dije: -Jena… sé que es muy poco tiempo el que nos conocemos, sé que tú te mereces más que esto, sé que no podré ser un chico perfecto, pero lo intentaré solo por ti. La verdad es que desde el día en que te conocí me pareciste una chica muy linda, así que el día de hoy quiero decirte que no te quiero solo como una amiga, sino como algo más- bajé mi mirada pero la subí enseguida, mi mirada se encontró con la de ella y ya no pude soportarlo más y solté la pregunta-¿Quieres ser mi novia?-las palabras se quedaron en el viento, como vi que no respondía dije- Si tu decisión es no, la respetaré, pero si tu decisión es si, te aseguro que trataré de ser el mejor 179


novio, para ti.

Capítulo 9: André Cuando vi que el amor de mi vida, se quedó dormida, solo quise decirle lo que en realidad sentía, no estaba aún listo para decírtelo frente a frente pero a pesar de que este inconsciente lo hice, en algunas partes me salieron lágrimas, era la única que me hacía llorar y me hacía sentir también conmigo mismo, de pronto vi que los frenos del carro no funcionaban y muy cerca venía un tráiler, lo único que pensé en hacer es quitarme el cinturón de seguridad y tumbarme encima de Jena, para que no saliera lastimada, solo pude decir lo mucho que significaba en mi vida y mis ojos se cerraron mirando los de ella. Capítulo 10: Jena Comencé a escuchar las voces de mi Madre y la de Mey, cuando comencé abrir los ojos vi que mi madre estaba llorando y Mey solo decía y ahora como le vamos a contar esto a Jena, no podrá soportar el dolor de saber la verdad. Abrí mis ojos y me levanté de golpe, quería saber que estaba pasando, ¿Qué era lo que no podía escuchar?, solo pude decir: -¿Qué es lo que está pasando?¿Qué es lo que no quieren que me entere?, quiero saberlo ya – mi voz sonó muy firme y arrogante. -Cariño, al fin despertaste- dijo mi madre acercándose a mí-me alegra que te encuentres bien y no hayas quedado en coma debido al accidente. Me quede fría con lo último que me dijo, como que hubo un accidente, en qué momento, no lo recuerdo y a mi mente vino el nombre del chico de quien estaba enamorada. -Mamá ¿Dónde está André?, porque no está aquí con ustedes, ¿Qué le pasó a él?¿Está bien? Mey se acercó y me tomo de la mano, mi corazón empezó a doler un poco y mis ojos empezaron a llorar, no creía en lo que estaba pensando, mi madre se alejó agacho su cabeza y comenzó a llorar sin consuelo. -Jena… tienes que estar tranquila, acabas de despertar después de dos horas, te prometo que te contaré todo lo que ha pasado. No quise escuchar más escusas y solo dije: -Dime ya lo que sea que tengas que decir, estoy muriendo, sin saber qué es lo que paso con André, tú sabes algo y me lo tienes que decir. Sin más escusas May comenzó a hablar: -Bueno lo que sucedió fue que los dos tuvieron un accidente de tránsito, 180


chocaron con un tráiler y además los frenos del carro no funcionaban, cuando la policía, los bomberos y la ambulancia llegaron al lugar encontraron a André encima de ti, tu estabas inconsciente y él… bueno él estaba muy grave, los trajeron de inmediato al hospital y ahí llamaron a tu madre, ella me llamó a mí y yo llamé a Kai, estuvimos esperando mientras nos daban noticias de los dos, primero salió un doctor a decir que tu estabas fuera de peligro, que te removerían a un cuarto para mantenerte en observación, nos estábamos preocupando sin saber que era lo que pasaba con André, pasaron unos 10 minutos y salió al fin una enfermera a decirnos que André… bueno que André llego sin signos vitales al hospital, lo trataron de revivir pero no pudieron y lo han dado como muerto hace media hora. Lo que dijo Mey fue como un balde de agua fría, no sabía cómo más reaccionar, solo me quite la aguja que tenía en el brazo, me levante, salí de la habitación y me tope con una enferma le pregunte sobre André si talvez sabia en donde estaba, solo me pudo decir que estaba en la habitación trescientos nueve, aquella habitación estaba frente a la mía corrí sin decir nada más, me aterraba abrir la puerta, pero lo hice, vi al amor de mi vida, allí, pálido, sin respirar. Me acerque para estar totalmente segura, tome de él y lo abrace. -NOOOOOOOOOOOOOO, amor tú no puedes estar muerto, teníamos que lograr nuestro sueño, de salir adelante y tener nuestra profesión, ¿dónde quedan nuestros sueños de tener una familia y un hogar donde vivir?, que pasa con todo este amor que siento por ti, donde queda todo lo que somos, y ahora con quien voy a poder compartir las locuras que hacíamos, con quien voy a ver las películas de terror o ciencia ficción, pero ahora donde quedó yo, me dejaste sola a pesar que dijiste que nunca lo harías, que estarías ahí para ver que nunca cayera y me levantarías, porque tú, porque ahora, que estábamos en el mejor momento de nuestras vidas. Escuche a una enfermera que me decía que saliera de la habitación, pero no me importó solo quería seguir a lado del amor de mi vida, quería estar con él y no alejarme, porque tengo que perder a alguien importante, porque perder a la persona con la quién quería formar mi vida y morir, si morir, pero juntos y de viejitos, no, ahora no. Sentí que todo mi mundo se derrumbó, que todo lo que tenía por hacer ya no lo quería, vi que mi madre entró a la habitación, me dijo que debía soltarlo, para que lo llevarán a la morgue para ponerlo en el ataúd. Solo sentí que me levante y camine hacia la otra habitación, mientras las enfermeras salían con la camilla y André hacia el ascensor. Para llevarlo. 181


Fui a la habitación me vestí y salí de allí, me encontré con Kai quien estaba llorando sin consuelo en el piso, corrí a abrazarlo, el hizo la misma acción y solo nos quedamos así por un tiempo. Mey se acercó y dijo que en quince minutos nos entregarán el cuerpo de André. Con Kai fuimos a buscarlo para llevarlo a la sala de velación que mi Madre había rentado. Esa noche nos quedamos solo los cuatro, al día siguiente vinieron varios de sus amigos y vi a su Padre por primera vez en persona, solo lo conocía por fotos, se acercó al ataúd y escuché: -Ahora si podre ser feliz, tú nunca fuiste un buen hijo, me quitaste el amor y el cariño de tu madre, tan temprano, no sabes cuanto te odio. Escuche esas palabras y corrí hacia aquel hombre lo empuje y le dije que se alejara de él, que fue un gran ser humano y si André se portó de aquella forma fue por todos los golpes e insultos que recibía de su parte, seguido llegó Kai, lo agarro del abrigo y a empujones lo saco de la sala. Me acerque al ataúd donde estaba el amor de mi vida y solo pude decir que todo lo que su padre dijo era mentira, que él fue un ser humano grandioso, que siempre estuvo ahí para que me levantara y siguiera mi camino. Por la tarde del siguiente día, más bien a las tres de la tarde, era el entierro de André, cuando íbamos de camino en donde seria su tumba, mis ojos no dejaban de llorar, tenía los ojos demasiado hinchados, tuve que utilizar lentes negros, porque el sol me afectaba la vista, Kai se mantenía a mi lado por si en algún momento caía y en el otro lado estaba Mey y mi Madre, siempre estaban ahí para mi estas tres personas, antes eran cuatro y a hora solo me quedaban tres, pero sé que André siempre me estará cuidando desde el cielo. Llegamos a la tumba y vi lentamente como el ataúd donde estaba el amor de mi vida desaparecía en el fondo de aquel hueco, no podía parar de llorar, me dolía tanto saber que en sus últimos minutos, me dijo todo lo que sentía por mí, pero le daba miedo decirlo, me daba remordimiento el saber de qué no pude responder aquellas cosas que me dijiste, no pude decirte lo mucho que te amaba, lo tan agradecida que estaba de que llegaras a mi vida a dar más alegría de la que ya tenía, no sabes cuanto me arrepiento haber fingido estar dormida. Me duele el corazón, el saber que nunca más en mi vida volveré a ver aquella sonrisa en tu rostro, no volveré a ver aquel hoyuelo que se formaba cuando sonreías, aquellos ojos cafés claros, que me miraban con tanta ternura, amor y coraje en algunas ocasiones, pero te amo, marcaste mi vida de una manera imaginable, lance sobre su ataúd cuatro rosas blancas y dos rojas, mientras que los demás solo lanzaron dos 182


rosas blancas, Kai se arrodillo y le agradeció por ser un gran hermano mayor de otra madre y a agradecer por todos los momentos que vivieron juntos y por brindarle más seguridad de sí mismo, seguido dijo: -Ahora que piensas que voy hacer con mi vida, quien me va hacer reír con cada una de sus groserías, con quien voy a conversar como me siento, pero yo quedo en segundo lugar, aquí y ahora te juro que cuidare de Jena, se lo mucho que la amaste y todo lo que sentías, prometo que tratare de que sonría y no este triste todo el tiempo. Sin decir más, comenzaron a rellenar el hueco donde el cuerpo de mi amor quedó ahí. Nos quedamos como media hora, viendo a la tumba, donde en la lápida decía: “André Rivers, 1990-2019, la vida es muy corta para ser cobardes”. Le di un beso a la lápida y junto a Kai, Mey y mi madre, nos marchamos de aquel lugar. Cuando llegamos a el dormitorio, pedí a Kai que me trajera un poco de ropa de André quería sentir aun su olor, él me hizo caso, pasaron unas horas y volvió con una maleta con ropa del amor de mi vida que me había dejado sola en este mundo. Después de dos semanas, me acostumbre a siempre llevar una sudadera de él, Mey y Kai siempre estuvieron ahí, muchas de las veces los traté mal y los mandaba de empujones, quería estar sola, pero ellos no me dejaban, no querían que hiciera una locura, con el pasar del tiempo, comencé a aceptar de que estuvieran conmigo, entre los dos se turnaban para alimentarme, me trataban como una bebé, no quería comer y ellos me daban en la boca. Capítulo 11: Jena El día de hoy se cumplen tres años de tu muerte, tres años en donde tuve que aprender a soltarte, donde no he podido sentir nada por nadie, me marcaste tanto que ahora nadie puede ser como o mejor que tú, por eso después de tanto tiempo, tome la decisión de escribirte: Te has ido y con tu partida me has dejado incrédula ante el hecho de que no volveré a verte más. Creo que nunca se está preparada para dejar ir a alguien a quien amas tanto, alguien que es parte de tu vida, de tus días, de tu ser. Te has ido y con ello te has llevado infinidad de sonrisas, en su lugar has dejado un mar de lágrimas, lagrimas que no cesan, lagrimas que duelen. Me gustaría decirte que he estado bien, que no te preocupes por mí, que he vuelto a sonreír. Lamentablemente no es así. Me sigues doliendo en lo más profundo de mí y es que sin mentir te he necesitado demasiado. Te he echado mucho de menos y no ha sido fácil asimilar que ya no vuelvas 183


a estar nunca más a mi lado, al menos no físicamente. Me sigue haciendo mal ver nuestras fotografías. Quisiera no llorarte más, porque sé que no te dejo descansar, a veces sueño que has regresado y me siento tan feliz como no lo soy desde que en aquel frío ataúd tuve que darte un último beso y decirte adiós. Tanto te amé ángel de mi vida que esta partida tan pronta me ha roto el corazón. Volveré, volveremos, y seremos uno, tú y yo bajo la luz de la luna sin que nada en el universo pueda separarnos. Sé que la manera en que nos tocó despedirnos no fue la mejor y ahora te dedico estas palabras de amor, con mucha tristeza, pero sintiendo paz porque cuidarás ahora de mí desde el cielo, mi ángel favorito serás. Estoy feliz porque sé que ahora descansas de todo el dolor, humillación y sufrimiento que viviste por muchos años por parte de tu padre y todo lo que me queda es la tranquilidad de saber que di todo de mí y te amé cada segundo de mi vida con locura y con mucha pasión. Y así será por el resto de los segundos, horas, días e incluso meses que yo siga con vida, te amere hasta mi último aliento. Adiós mi amor, mi príncipe, mi niño, mi héroe, mi corazón, mi celoso, mi vida, mi fuerza y ahora mi ángel… adiós amor de mi vida. Por siempre tuya ,Jena Collen. Fin.

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Morir por ti Autora: Nicol Yépez


Todo comienza en un bar llamado Candace en Venecia donde un hombre rico llamado Oscar de 20 años apasionado por la literatura vivía con sus padres en una gran mansión y un día el habla con sus padres sobre sus estudios y sobre su pasión hacia la literatura, pero sus padres le responden de una forma inesperada para él diciéndole: “acaso estás loco” tú no puedes estudiar literatura debes estudiar finanzas para que después de nuestros días tú puedas manejar nuestras riquezas y crecer como empresario, así como lo soy yo tu padre. Oscar muy decepcionado sintiéndose impotente de que no le dejaran seguir sus sueños de estudiar literatura sale de su casa y se dirige al otro lado de la ciudad donde estaba ubicado el bar Candace que era muy popular para la gente y él entra por primera vez sin saber qué encontraría a su primer amor en esa noche. Sofía una chica de 18 años que tenía una vida difícil ya que sus padres murieron cuando ella tenía apenas 13 años, tuvo que trabajar en el bar Candace cantando ya que tenía una hermosa vos desde que tenía 15 para poder sobrevivir y salir adelante sola. La noche en que Oscar entra al bar por primera vez Sofía llevaba un vestido rojo y su cabello negro ondulado lista para cantar en el escenario, Oscar por su enojo no la había visto todavía se sienta y toma un vino, Sofía comienza a cantar y al escuchar esa melodiosa voz quedafascinado, Sofía ya vio a Oscar y también se siente atraída por él mientras canta cruzan miradas. Al terminar de cantar Oscar va tras Sofía y le pide que por favor se siente con él y tomen un vino juntos y ella acepta, tienen una conversación muy interesante ella le habla de su difícil vida y él le habla sobre su vida de riquezas y facilidad para conseguir lo que él quisiera. Sofía siente que son polos opuestos y quiso irse de ahí, pero Oscar insiste en seguir con su conversación ella se queda a pesar de pensar en sus diferencias y él la hace sentir cómoda y feliz así que quedo flechada por él. Oscar y Sofía se dirigen a sus casas con una sonrisa gigante en la cara, al siguiente día en la mañana Oscar vuelve al bar muy feliz en busca de Sofía ya que había olvidado pedirle su número. entonces ellos vuelven a verse y planean una cita ese día en la tarde, al llegar la tarde Oscar llama a Sofía y pasa por ella ya que había planeado una tarde romántica en un lugar muy sofisticado con flores, vino y una comida deliciosa. Sofía se atrae aún más por Oscar ya que nunca antes alguien había tenido un detalle tan lindo con ella, se sentía muy feliz y a gusto. Al terminar esa linda tarde juntos Sofía decide invitar a Oscar a su 186


departamento ya que ella quería que él viera qué ella es muy humilde y no está en su misma posición económica. él, un poco apenado, le dice que no se preocupe que la quiere a ella tal y como es por la persona que es no más por su economía que solo quería que sean felices juntos sin importar nada. al escuchar esto Sofía se siente feliz de encontrar una persona que la quiera sinceramente, ellos comienzan a besarse y tienen una noche linda y romántica. Al siguiente día al despertar Sofía se siente avergonzada ya que ella era Virgen y había pasado su primera ves con Oscar, pero al mismo tiempo sentía una gran emoción de que haya sido con él. Ambos sentían amarse estaban muy felices de conocerte y haber coincidido en ese bar y así pasaron varios días saliendo juntos teniendo citas románticas en lugares hermosos. Oscar sentía que Sofía era un alivio a todos sus problemas y que no necesitaba nada más que a ella. Sus encuentros duraron un año. Resulta que un primo de Oscar llamado Juan llega de visita a su casa y él estudiaba literatura le iba muy bien en su universidad, al escuchar esto Oscar despierta de ese dulce sueño que estaba viviendo con Sofía y tiene muchas ganas de ir con su primo a esa famosa universidad a seguir sus sueños de estudiar literatura. Oscar cita a Sofía y le dice que tienen que hablar de algo muy importante y al llegar Oscar le dice: ha sido muy lindo pasar contigo todos estos días y noches del año, pero necesito ir tras mis sueños lo nuestro termina aquí. Sofía destrozada tras el abandono de Oscar decide mudarse a Francia dejando toda su historia en Venecia donde había vivido toda su vida siendo feliz hasta este momento cuando rompieron su corazón, Sofía llega a Francia y busca trabajo en un nuevo bar para volver a cantar ya que es lo único que podía hacer por qué no había estudiado la universidad y consigue trabajo en un bar llamado Venecia el cual siempre le recordaba a su ciudad en Italia sin imaginar que ahí iba a encontrar un nuevo amor. Sofía ya va trabajando varios días en el bar y ha visto que un hombre va muy frecuéntenme por ahí y la mira mucho, este hombre se llama Francisco el cual está muy interesado en Sofía ya que le parece una chica muy interesante, bella y con una hermosa voz, Francisco decide acercarse a Sofía y entablan una conversación el le dice que está muy interesado en ella que si será correspondido o no? Sofía le dice que sí que está muy interesada en conocerlo tratando de olvidarse de Oscar y todo lo que le hizo. Llevan saliendo años juntos él le pidió que sea su prometida y se sienten 187


muy felices Sofía siente que la ha perdonado a Oscar y que ha sanado sus heridas y así con el pasar de los días ella se cree enamorada, se veían todos los días y tenían muchas experiencias lindas juntos, Francisco decide llevar de paseo a Sofía en un tour donde había planeado una sorpresa hermosa y ella dice acepta ir ya que llevaban 4 años de compromiso, ya han disfrutado dos días de tres que dura el tour y resulta que en último día de su paseo Francisco le hace una propuesta de matrimonio organizando una serenata con la brisa del mar con una mesita que llevaba vino blanco, flores blancas, chocolates blancos y un hermoso anillo de bodas ella al ver este detalle tan bonito queda sorprendida y llora de la emoción y corre hacia los brazos de Francisco agradeciéndole haber llegado a su vida y diciéndole que si quiere casarse con el que lo quiere muchísimo. Su paseo ha terminado y Francisco le propone a Sofía vivir juntos en su casa Sofía acepta se ha mudado a su casa y ahora viven juntos, despiertan juntos, desayunan juntos y bueno todo lo que se puedan imaginar ya que son una pareja de marido y mujer, Francisco quisiera tener un hijo con Sofía, pero ella no está muy segura y aún no se siente lista para ser mamá le ha pedido tiempo para pensarlo y él la entiende ya que está a gusto con su relación y no tiene prisa sin saber lo que pronto pasará. Francisco le pide a Sofía que le lleve a conocer su ciudad Venecia y así poder conocer un poco más de su vida ella un poco insegura recordando todo lo que vivió ahí acepta. Fin.

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