Fe 11
Curso de religión
Es una lástima que así haya sido. Una lástima porque, como amigos y admiradores, nos gustaría conocer más detalles sobre Jesús. Y a los jóvenes de todo el mundo parece interesarles mucho el físico de Jesús. ¡Qué estatura tenía! ¿Era flaco? ¿Alto? ¿Delgado? ¿Fuerte? ¿Tenía cabellos largos como lo pintan los artistas? ¿Era rubio? ¿Moreno? ¿De qué color tenía los ojos? ¿Cómo deberíamos imaginarlo? Ninguno de los evangelistas que registraron sus hechos y sus ideas se acordó de hablar de su físico. Más tarde, algunos documentos sin ningún valor histórico trataron de describirlo como alguien lleno de luz y fuerza en la mirada, pero nada de eso da una idea de cómo era Jesús físicamente. Si debemos creer en el sudario de Turín, hasta hoy muy discutido en la comunidad científica, Jesús sería casi un gigante por estatura y fortaleza (1,83 m) y sería de tez morena cabellos largos, fuerte y musculoso. Pero no es definitivo que ese sudario retrate a Jesús. Hay quien cree y quien duda. Varias dudas permanecen. Si Jesús era tan imponente y fácil de reconocer por su brillo, por su presencia humano-divina, como dicen algunos autores más piadosos, a)
¿por qué los evangelios jamás se refieran al tamaño de Jesús, que de ser el del hombre envuelto en la sábana santa (1,83 m de altura), hubiera llamado poderosamente la atención en una población cuya estatura media se acercaba mucho más al 1,60 que al 1,70?
b)
¿Por qué los griegos necesitaron ser presentados a Jesús? (Jn 12, 20-30).
c)
¿Por qué la samaritana no se dio cuenta inmediatamente ante quién estaba? (Jn 4, 1-10).
d)
¿Por qué en aquella noche en que Judas lo traicionó tuvo que dar, como señal de que era el hombre preciso, un beso? (Mc 14, 44).
e)
¿Por qué Magdalena no lo reconoció inmediatamente después de la muerte? (Jn 20, 16).
nunca descrito, el pueblo fue imaginando un semidiós lleno de milagros y creó un rostro divino y un cuerpo divino para Jesús.
f)
¿Por qué los discípulos de Emaús no lo reconocieron, aunque caminaron conversando con Él varios kilómetros? (Lc 24, 16).
g)
Y cómo explicar que Jesús escapase fácilmente de sus captores que varias veces trataron de prenderlo y hasta matarlo? (Mt 26, 55); Jn 8, 59). Si era tan diferente era fácil, aun en el tumulto, saber quién era.
¿Están seguros? ¿No hay precipitación en su conclusión? El pueblo tampoco tiene ideas de Juan Bautista, excepto cómo se vestía y qué comía. Y no por eso los discípulos de Juan lo divinizaron. Y fíjese que ellos sobrevivieron muchos años después de la muerte de Juan...
En verdad, el rostro de Jesús no quedó registrado. Lo que tenemos es una idea vaga. Quedaron sus gestos y sus palabras. Y tal vez es eso lo que cuenta.
Lo cierto es que tenemos un Jesús de rostro imaginado. Su rostro concreto no lo conocemos. Por eso los artistas europeos lo pintan con ojos azules y cabellos rubios. Los chinos le ponen ojos semiorientales. Los africanos lo imaginan negro. Los colonizadores pintan un Jesús de rostro parecido al de ellos...
Los adversarios de Jesús dicen que, si hubiera sido descrito, no habría sido endiosado. Como no fue
Pero el rostro de Jesús es como el rostro del pueblo. Misterioso, sufrido, desconocido... Sólo quedó su clamor.
cuerpo: el propio Pilato se sorprende de que muerto tan pronto (Mc 15, 44), cuando José de Arimatea acude a pedir su cuerpo; el procurador había visto lo que era, un recio galileo.
Pequeños rastros de los evangelios
Su aspecto exterior ¿Cualquier era su aspecto exterior? Sin duda muy parecido al de cualquier otro judío de su época. Era como cualquier hombre y también en sus gestos, dirá san Pablo (Flp 2, 7). Los evangelistas que anotan la vestimenta de Juan Bautista, nada dicen de la de Jesús, señalando, con ello, que era la normal. Llevaría ordinariamente un vestido de lana con un cinturón, que servía, al mismo tiempo de bolsa (Mt 10, 9). Usaría un manto o túnica (Lc 6, 9) y sandalias (Hch 12, 8). Por las narraciones de la pasión sabemos que la túnica era sin costura y toda tejida de arriba a abajo (Jn 19, 23).
La verdad es que -en frase de San Pablo- no conocemos a Jesús según la carne (2 Co 5, 16). Pero los textos evangélicos parecen enlazar mejor con quienes imaginan un rostro simpático. Conocemos la gran impresión que Jesús causaba en sus contemporáneos, cómo llamaba la atención a enfermos y pecadores, cómo sus apóstoles se encontraban magnetizados por la atracción que emanaba de su persona, cómo los niños se sentían felices con él, cómo impresionó al mismo Pilato. También conocemos el equilibrio de sus gestos y posturas. Quien le había visto partir el pan no lo olvidaba ya jamás; tenía un modo absolutamente especial de curar a los enfermos; y, si le vemos enérgico, nunca nos lo encontramos descompuesto.
En sus largas caminatas le protegería del sol el sudario que, después de muerto, Pedro encontraría en la tumba (Jn 20, 7). Y siguiendo la costumbre de la época llevaría también para la oración matutina filacterias -flecos de tela con palabras esenciales de la Ley- atadas al brazo y alrededor de la frente. Más tarde censurará a los fariseos, pero no por usarlas, sino por ensancharlas y alargar ostentosamente sus flecos (Mt 23, 5).
Los evangelistas están especialmente impresionados por sus ojos y su voz. A lo largo del evangelio se nos describen con detalle todo tipo de miradas: de dulzura (Mc 10, 16), de cólera (Mc 3, 5), de vocación (Mc 1, 19), de compasión (Mc 6, 34), de amor (Mc 10, 21), de amistad (Lc 19, 5), de enfado (Mc 8, 33)... Eran sin duda unos ojos extraordinariamente expresivos para que los evangelistas percibieran tantos detalles en sus diversos modos de mirar. Lo mismo ocurre con su voz, que los evangelistas nos describen firme y severa cuando reprocha (Mc 8, 33), terrible cuando pronuncia palabras condenatorias (Mt 23, 13. 16. 17. 25. 33), irónica cuando se vuelve a los fariseos (Lc 11, 44), tierna al dirigirse a las mujeres (Lc 10, 38-42), alegre cuando se encuentra con sus discípulos (Lc 10, 17-21), triste y angustia cuando se aproxima a la muerte (Mc 14, 33). Sabemos que tenía un cuerpo sano y robusto. Todas y cada una de las páginas del evangelio testimonian que Jesús fue un hombre de gran capacidad emprendedora, resistente a la fatiga y realmente robusto. Es éste un rasgo que diferencia a Jesús de casi todos los demás iniciadores de grandes movimientos religiosos. Buda estaba psíquicamente agotado cuando se retiró del mundo. Mahoma era en realidad un enfermo y lo estuvo gran parte de su vida. Pero en Jesús jamás encontramos rastro de enfermedad alguna. Al contrario, vive y crece como un campesino. Le encanta estar en contacto con la naturaleza, no teme a las tormentas en el lago, practica sin duda con los apóstoles el duro trabajo de la pesca. Sabemos, sobre todo, de sus continuas y larguísimas caminatas a través de montes y valles por caminos muy rudimentarios. Un página evangélica -la que narra la última subida de Jericó a Jerusalén- (Lc 17, 11; 18, 35; 19, 1. 11. 29. 41. 45) , si es exacta en todos sus datos cronológicos, narra una auténtica proeza atlética: bajo un sol terrible, por caminos en los que no hay una sola sombra, atravesando montes rocosos y solitarios, habría recorrido 37 kilómetros. Ciertamente todas las insinuaciones evangélicas hablan de una magnífica salud: vive al aire libre y duerme al descampado muchas noches. Resiste una vida errante; tiene tanto que hacer que, a veces, le falta tiempo para comer (Mc 3, 20; 6, 31); los enfermos le visitan incluso a altas horas de la noche. Tiene un sueño profundo como lo demuestra el que pudiera seguir dormido en medio de la tempestad en una incómoda barca. Y puede seguir orando en las horas de angustia, cuando los demás caen rendidos. Era fuerte su alma y su
What did Jesus look like?" The Bible never gives any physical description of Christ. The closest thing we get to a description is in Isaiah 53:2b, “He had no beauty or majesty to attract us to Him, nothing in His appearance that we should desire Him.” All this tells us is that Jesus’ appearance was just like any other man's –He was ordinary-looking. Most of the images we have of Jesus today are probably very inaccurate. Jesus was a Jew, so He likely had dark skin, dark eyes, and dark hair. This is a far cry from the blond-haired, blue-eyed, fair-skinned Jesus in many modern pictures. The New Testament provides almost no physical descriptions and the earliest surviving portraits of Jesus date from about two centuries after his lifetime. The www.religionfacts.com/jesus/image_gallery show a collection of 100 images of Jesus, arranged in chronological order from the most ancient to the most recent. Some of these images of Jesus might give us clues about what he may have really looked like. Some basic facts and observations: Jesus was first represented by symbols like a lamb or fish. The earliest known image of Jesus is a fresco of the healing of the paralytic at Dura-Europos (c.230-40). Jesus first appears with a beard in the late 4th century (and then not consistently). The earliest depiction of the crucifixion is on a sarcophagus dated c.420 AD.
Jesús evitó, sin duda, todo detalle llamativo. Usaría barba como todos sus contemporáneos adultos. El cabello lo llevaría más bien corto, a la altura de la nuca, a diferencia de los nazarenos que se dejaban largas melenas y llamativos bucles. Era cuidadoso de su persona. Criticará el multiplicarse de las abluciones de quienes tienen el corazón corrompido, pero las recomendará, incluso en tiempo de cuaresma, así como los perfumes y unciones. Él lava personalmente los pies a sus discípulos (Jn 13, 5) y reprocha al fariseo que no se los lavó a él (Lc 7,44). Era verdaderamente humano. Se hizo carne, dice san Juan. Y san Pablo habla con cierto orgullo del hombre-Cristo-Jesús (1 Tm 2, 5) porque, en verdad, era uno de nosotros.
Actividades de aprendizaje 1.
Investiga y realiza una composición sobre el “Sudario de Turín”. (media página)
2.
Señala seis cuestionamientos que se pueden hacer a cerca de la veracidad de la “Sábana Santa”.
3.
¿Por qué ningún evangelista describió el rostro de Jesús?
4.
Ensayo: La mirada de Jesús que más me impresiona. (nota: utiliza al menos 5 frases auxiliares para un ensayo).
5.
Record on mp3 file -in your own voice- the paragraph one and two from the reading “What did Jesus look like?” And memorize these two paragraphs for the next class. 6. Revisa www.religionfacts.com/jesus/image_gallery. htm y traduce el artículo que hace referencia a la inscripción “Alexamanos” y al fresco de la “Curación del Paralítico” (2do. Bach FIMA); y al fresco del “Buen Pastor” y al fresco de “Cristo y sus discípulos” de la Catacumba de Domitila (2ro.Bach INFO).