GERENCIA DE CALIDAD BOLETÍN DE ACTUALIZACIÓN EN CALIDAD N° 24 LOS NEGOCIOS ESTÁN TRANSFORMANDO EL INGLÉS
Bridgestone, el fabricante de neumáticos japonés, ha anunciado que el inglés será su idioma oficial, uniéndose a Rakuten, otra empresa japonesa, Lenovo de China y empresas europeas como Nokia y Airbus. Sin embargo, aún sin un anuncio oficial, el inglés es ahora parte del día a día de cualquier empresa con operaciones internacionales, ya que se utiliza casi siempre en conversaciones entre personal que no comparten el mismo idioma. Esta interacciones son a menudo incómodas y agotadoras (Bridgestone dice que implementará su nueva política de forma gradual). Los negocios han respondido mediante la creación de sus propias formas del inglés –y están cambiando la forma en la que se habla el idioma –. Me percaté de algunas de estas nuevas prácticas de un seminario la semana pasada en la Universidad de Southampton, que, a través del Centre for Global Englishes, ha reunido a algunos de los investigadores más interesantes en el campo. Varios de ellos han estado siguiendo a gerentes mientras trabajan en Alemania, Arabia Saudí, el Reino Unido y otros países para analizar las formas en las que se utiliza el inglés. Algunos han publicado sus conclusiones, mientras que otros todavía están trabajando en ellas. Pero está claro que el inglés del mundo empresarial tiene varias facetas. En primer lugar, las personas no abandonan sus propios idiomas en el trabajo, incluso en grupos grandes. Aunque los investigadores han descubierto casos de gerentes finlandeses, holandeses y alemanes que continúan hablando en inglés, incluso cuando todo el mundo en la sala comparte la misma lengua materna, otros reconocen lo absurdo de la situación. Susanne Ehrenreich, de la Universidad Técnica de Dortmund, una de las ponentes del seminario, ya había descrito, en un artículo publicado en el 2010 por la revista “Journal of Business Communication”, un caso de directivos alemanes que se percataron que todos los demás se habían ido. Uno de ellos dijo: “En realidad, sería mucho más fácil si…continuáramos la conversación en alemán”.
En el seminario, la profesora Ehrenreich también se refirió a un grupo de directivos italianos que, durante una discusión con alemanes, interrumpieron la conversación en inglés para hablar entre ellos en italiano. Los japoneses, en mi experiencia, también lo hacen. Adam Jones, el editor de esta página, ha sugerido que llamamos estas conversaciones “destellos de lengua materna”. Nuha Alharbi de King´s College de Londres, quien pasó dos meses estudiando el uso del lenguaje en el departamento de tecnología de la información de una compañía de seguros de salud en Arabia Saudí, se dio cuenta de que, a pesar de que el personal multinacional hablaba inglés entre sí, incorporaban palabras árabes en la conversación. “No es un gran musÜila [problema]”, un hablante de tagalo dijo a sus colegas. Esta es una manera útil de aprender el idioma local. En mi primer trabajo como periodista, en Atenas, todos los demás en la oficina eran bilingües, lo que me permitía ampliar mi vocabulario cuando utilizaban palabras y frases griegas (siempre maldecían en griego). Por otro lado, la profesora Ehrenreich notó que los directivos alemanes utilizaban frases en inglés como ‘joint venture’ y ‘sales prices’, incluso al hablar entre sí en alemán. Al preguntarles si sabían cuáles eran los equivalentes de las frases en alemán, tuvieron que parar y pensar en ellos. Un participante en el seminario habló sobre cómo las personas que no hablan inglés crean sus propias palabras. Un grupo de directivos europeos minoristas de alimentación había, por meses, estado hablando acerca de la preparación de ‘desgustations’ (degustaciones). Esta palabra derivada del francés puede ser encontrada en los diccionarios de inglés, aunque no es ampliamente utilizada, y se detuvieron cuando un australiano se unió a la discusión y dijo que no sabía lo que estaban diciendo. Él les dijo que la palabra que buscaban era ‘tasting’ (catas). Los participantes en el seminario de Southampton lo consideraron erróneamente; la perspectiva académica es que los hablantes nativos de inglés no tienen autoridad cuando se trata de decidir lo que es correcto o incorrecto. A mí me parece natural que las personas que están aprendiendo un nuevo idioma pidan consejos a los hablantes nativos de la lengua, pero eso no va a prevenir que aquellos que hablan el inglés como segundo idioma creen sus propias palabras al hablar este idioma. Los hablantes nativos son, como se ha dicho muchas veces, un problema en el nuevo mundo del inglés empresarial. En la empresa saudí que estudió la Sra. Alharbi, la asistente palestina del jefe ejecutivo, pidió ser excusada de tomar las minutas en una reunión porque no podía entender que estaban diciendo los hablantes nativos, ya que hablaban demasiado rápido y con “acentos fuertes”. FUENTE: Michael Skapinker. Syndicated articles from Financial Times. El Comercio Lima 15/11/13, p. B16.