CONVERSACIÓN N°3
TRASTORNOS DE ANSIEDAD. ¡NO TE PREOCUPES, LAS PDID SON ASÍ! Laura Vergés Paulina: Laura, queremos preguntarte e ir ahondando poco a poco, sobre los trastornos de ansiedad, y cómo se van presentando en las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo. En primer lugar, me gustaría que pudiésemos iniciar con una la línea base, a partir de tu experiencia clínica en el hospital y en toda tu labor. Cuéntanos cómo se presentan los trastornos de ansiedad y cuáles son los principales indicadores que a los que debemos estar atentos. Laura: Los trastornos de ansiedad engloban a un grupo muy diverso de patologías. Es decir, cuando hablamos de ellos, podemos pensar en ansiedad generalizada, de angustia o una fobia. Y también puede ser un trastorno por estrés postraumático. Pero todos ellos se dan, más o menos, con unos síntomas similares. Comúnmente, se manifiestan en tres categorías de síntomas. Podemos tener los síntomas más cognitivos, los que llamamos físicos y los conductuales. En la discapacidad intelectual, sabemos que los trastornos mentales, —en personas con determinados niveles de funcionamiento— se podrán presentar igual que se manifestaría en la población general. Sin embargo, en los individuos con umbral de funcionamiento más bajo, es decir, discapacidades graves profundas, la expresión de los síntomas de ansiedad, no será igual a la que los profesionales de la salud, estamos acostumbrados a ver. Así, por ejemplo, los síntomas cognitivos se revelan como dudas persistentes y miedos: a que pase algo malo o temor a morir. A su vez, pueden aparecer sensaciones, las que llamamos despersonalización o desrealización. Es decir; siento que no soy yo mismo y que las situaciones que me rodean, no me son reales. Los cognitivos pueden ir acompañados de los somáticos que todos conocemos. Taquicardias, temblores, parestesias, —el hormigueo en las manos—. También se presentan síntomas de dolor: como en el pecho, esa sensación de no alcanzar a respirar adecuadamente, y de estómago. Señales que podemos ver, normalmente, en sujetos con nivel de funcionamiento más alto, ya que los síntomas cognitivos requieren de una elaboración mental mayor para poder explicarlos.
DIÁLOGOS SOBRE SALUD MENTAL: una mirada respetuosa para quienes acompañamos a personas con discapacidad intelectual