21 de marzo, Día Mundial de la Poesía
POETAS ESPAÑOLES DEL SIGLO XXI La poesía es una manifestación de la diversidad en el diálogo, de la libre circulación de las ideas por medio de la palabra, de la creatividad y de la innovación. La poesía contribuye a la diversidad creativa al cuestionar de manera siempre renovada la forma en que usamos las palabras y las cosas, y nuestros modos de percibir e interpretar la realidad. Merced a sus asociaciones y metáforas y a su gramática singular, el lenguaje poético constituye, pues, otra faceta posible del diálogo entre las culturas.
El arrecife de las sirenas, Luna Miguel
Después de la enfermedad llega la vida. De forma inevitable, una bienvenida sucede a un adiós: este nuevo libro de Luna Miguel enlaza con propuestas suyas anteriores, en cuanto a la reflexión sobre la enfermedad y la pérdida, pero también abre nuevas y luminosas líneas en su propia escritura. El deseo y el sexo, la maternidad o los roles femeninos replanteados destacan en El arrecife de las sirenas, una de las más brillantes reflexiones que la poesía en lengua española ha afrontado sobre el papel de las hijas... y el papel de las madres.
Fuente: labellavarsovia.blogspot
Azken bala = La última bala, Hasier Larretxea Azken bala / La última bala es el primer libro bilingüe euskera-castellano que se publica en Andalucía. Su autor, originario del Valle de Baztan (Navarra) ataca de forma radical el concepto de violencia. Azken bala, desde la cultura en euskera, es un disparo (poético) en la línea de flotación de los violentos. Hasier Larretxea, usando la ironía y, a veces, el sarcasmo, hace una apuesta decidida por la paz y por la poesía y la palabra como el arma más perdurable para conseguir cualquier cosa. Azken bala / La última bala, es una apuesta valiente por la paz. Como la poesía llega al meollo en donde el lenguaje normal sólo merodea, estos versos, llenos de vida, irónicos, puntiagudos, deciden abordar el tema de la violencia vasca de forma decidida
Fuente: Editorial Point de lunettes
Barroco, José Luis Rey «Y son así las cosas que hacen la vida aunque no ayudan a explicarla, es cierto». Estos versos del poema “Noches de radio” incluido en Barroco, el último poemario del cordobés José Luis Rey, Premio Loewe de Poesía 2009, revelan la intención de cada una de las muchas imágenes visionarias que encontraremos en esta obra de la que ha dicho su autor que es «irracionalista ma non troppo». La vida es indescifrable («único don de la nada»), la muerte «es la última metáfora» y las únicas explicaciones posibles son los recuerdos de la infancia y de la adolescencia que por lejanos se envuelven en un ambiente onírico y coloreado, embellecido de azules y de junios.
Fuente: Culturamas, Rosa Fabuel de Mora
Cartas de amor de un comunista, Isabel Pérez Montalbán
Respuesta inmediata, según creo, a la caída del muro de Berlín, la desintegración de la Unión Soviética y la desbandada hacia la derecha (o hacia la disolución) de la mayor parte de los partidos más o menos marxistas, este libro pone toda su fuerza apasionada, toda su sabiduría poética al servicio de la reflexión autocrítica y contra la paralización ideológica, a favor del uso sanitario de la memoria histórica y contra el virus esclavizante de la indiferencia política. (Salustiano Martín, prólogo)
Fuente: prólogo del libro
La curva se volvió barricada, Ángela Segovia
Un poemario-poliedro de nueve lados cuyos ángulos, «con articulaciones múltiples y pugnantes por el desencaje» como dice la autora, parecieran resistirse a confluir en un mismo punto. Y acaso sea esta resistencia la que logra formar un todo estructuralmente orgánico e inquietante como poemario. Un libro marcado por la necesidad de romper ciertos códigos, violentar la palabra y dinamitar desde dentro del lenguaje lo que podríamos llamar «la buena letra» (la buena letra es el disfraz de las mentiras), impuesta por quienes hacen de la poesía un artefacto inane, pseudoexistencial, un lugar decorativo y confortable. Aquí el lenguaje se vuelve barricada y obstáculo tras el que parapetarse y protegerse y escribir contra ciertos órdenes. Y curva y tránsito para dar paso, desde los laterales, a otras formas, otros límites, otras sensibilidades. Fuente: La uña rota ediciones
Echado a perder, Carlos Pardo
Echado a perder es un libro que no desdeña la pregunta sobre la existencia, aunque la haga desde el humor; un largo poema roto que no rehúye la observación de insignificantes circunstancias biográficas, aunque otorgándoles el valor de éxitos en la cadena del azar; un libro de amor que multiplica el objeto de deseo por "n" hasta marear; un libro, en fin, parcial y atacado por la necesidad de desmentirse.
Fuente: Editorial Visor
Es brizna, Marcos Canteli
La brizna nos hace pensar en liviandad, transparencia, algo que tiene forma y peso pero que aparenta no tenerlo o está en los límites de lo material. Este “atributo” liviano no es banal, como se desprende de la lectura y como podemos entender por la manera en que Canteli opone la brizna a “la plomada”, como responde a esa plomada en el texto que tenemos entre manos. Sin embargo, el dispositivo gramatical desplegado en el título, con tanta sutileza como eficacia, coordina toda la lectura. Invocando a Genette y sus paratextos, sabemos que su función de umbral es decisiva. Si el título fuera simplemente “Brizna” podríamos entenderlo como simple topónimo para el espacio textual del libro. “Es brizna”, por el contrario, provoca una incertidumbre. Algo está ausente. El sujeto. Entramos en el texto preguntándonos si la brizna es el libro, el mundo o nosotros mismos, lectores.
Fuente: Editorial Visor
Es el verbo tan frágil, Sandra Santana
No es nada nuevo, pero “el tema es desde luego intratable”. Así comienza Es el verbo tan frágil, un libro monstruoso, por extraordinario, en el que se aborda una problemática perpetuamente irresuelta. Ésta que acontece justamente en esa fungibilidad del verbo, su dificultad (en términos de imposibilidad) para mantenerse estable. Como los peces que aparecen en aquel poema que da título al libro, las palabras “saltan en el agua / escogiendo caminos diferentes”; y en ello hay algo hoy por hoy incontestable: que no haya significante alguno que pueda entenderse como puro; pensemos si no en aquellas palabras del cineasta francés, Abel Gance, cuando afirmaba, no sin cierta beligerancia, cómo “en nuestra sociedad contemporánea las palabras ya no encierran su verdad”.
Fuente: Afterpost, Jara Calles
Folk, Fruela Fernández Tú y los lirios, aunque sean falsos, tú y los lirios. Aquí el perro quiere ser tu ciervo, la luz tu guardería. Pero nosotros a saltos, sin piezas de camada. Aquí no drena el riñón: comes saúco, amansas agua.
Fuente: Editorial Pre-textos
Gajos, Martín Lopez-Vega
Autorretrato. Soy como uno de aquellos coches fabricados en repúblicas soviéticas herméticamente cerradas, aparatoso, sin alardes de diseño, aunque resistente: dos averías graves de las que quedó cicatriz -y aun así el coche sigue funcionando, trampeado, pero fiable. Soy como uno de esos camaleones que cambian el color de su piel según el entorno: puedo adaptarme, pero no volverme transparente. Como la piedra que lentamente el agua del río deshace: un insistir contra lo que soy sin resignarme.
Fuente: Editorial Pre-textos
Hierba en los tejados, Rafael Espejo
He sacado una silla al balcón y me he sentado a vivir. Crece hierba de infancia en los tejados, donde siempre es domingo.Y eso me reconcilia también con el futuro.¿O soy yo, que sonrío? Definitivamente no tiene vértigo la mala hierba: sube su verde claro,que su vida es subir. Incluso las ya secas,de cálido amarillo, se mantienen en pie,pincelando el paisaje. Hoy va a ser un buen día de sol y nubes blancas, respirará su luz favorita la hierba. Sentado en una silla con balcón siempre es domingo.
Fuente: Casa del Libro
La hora del crepúsculo, Javier Vela
Este poemario, Premio Adonais 2003, cautivó al jurado por el gran dominio formal, el excelente ritmo y la visión integradora que ofrece de la naturaleza. Dividido en tres partes bien estructuradas, la primera -"Nocturno"- presenta ya desde el primer poema el marco que la sostiene: la noche, lugar que escoge el poeta para escribir y en el que encuentra el éxtasis y el silencio; la segunda -"Crepúsculo"- manifiesta el clímax del libro. Fundamentalmente, los poemas aquí incluidos están concebidos en una atmósfera de irrealidad. La tercera parte -"Vigilia"- reafirma el marco de ensoñación. El tema de la otredad cobra aquí especial fuerza; sobre todo en sus últimas composiciones.
Fuente: Editorial Rialp
Houston, yo soy el problema, Óscar García Sierra
Houston, yo soy el problema es el libro que he escrito en las notas del móvil mientras estaba de fiesta encerrado en el baño, y también es el libro que he escrito a base de tuits que me daba vergüenza sacar de la carpeta de borradores, y también es un libro con referencias a Britney Spears y a Lydia Davis y a Spring Breakers y a Hannah Montana, y también es un libro dedicado a un diseñador ruso y a una modelo y actriz de Fast and Furious, y también es un libro que habla de medicinas y de extraterrestres y de la Deep Web, y también es el libro que le hubiese gustado escribir a David Foster Wallace.
Fuente: Planetadelibros
La inquietud de las estatuas, Julen Carreño
El jurado que otorgó a La inquietud de las estatuas el X Premio de Poesía Joven "Antonio Carvajal" destacó en este libro "el acertado equilibrio entre un denso bagaje cultural, una gran capacidad reflexiva y una original intuición poética. Todo ello en poemas de gran eficacia expresiva, atentos a los problemas del mundo contemporáneo".
Fuente: La isla libros
Lucernario, Antonio Lucas Con la cita que abre el libro, Antonio Lucas deja de manifiesto cuál es el espacio en el que se quieren desenvolver estos poemas: “Hacia la luz de fondo”. Es un tránsito y una apuesta por hurgar más adentro de las máscaras, ahí donde la palabra se abre a otro estadio, quizás al momento en el que la perdemos de vista para encontrarnos frente a nosotros, como en un espejo en llamas. El amor, la soledad, la muerte, dan vida a este conjunto que, entre un sorprendente lenguaje de vetas irracionalistas y un incesante afán de reflexión, nos lleva a ese lugar donde la luz da de lleno y duele. La poética de Lucernario es al mismo tiempo “simetría y latido”.
Fuente: ConoceralAutor
Nostalgia de la acción, Ana Gorrı́a
¿Puede el lenguaje poético materializarse como un cuerpo? ¿Puede ser inflexión, carne o textura? ¿Puede vencer la barrera del movimiento y traspasar la frontera escénica del papel? Ana Gorría pone en marcha estas preguntas en Nostalgia de la acción. Como premisa, el trabajo fílmico, coreográfico y escénico de la artista Mayra Deren (1917-1961). En un diálogo explícito con algunas de sus piezas, el sujeto poético desenvuelve la variedad de sus personas verbales, la posibilidad física de la existencia en la palabra, las emociones humanas al calor de la emociones-acción, reacción-de un cuerpo móvil. Los dibujos de Marta Azparren introducen un tercer lenguaje que fija la indagación poética a la manera de un fotograma del gesto y añaden, en su propio estilo, una variación más en las lecturas posibles de Deren.
Fuente: Casa del Libro
Los salmos fosforitos, Berta García Faet
Este libro debiera haberse editado con una faja que remedara a Walt Whitman: quien toca este libro toca a una mujer. En "Los salmos fosforitos" caben el cuerpo y sus voces, la leyenda y su emoción: invocaciones interiores, memorias exteriores, tensión pendiente. Palabras arrastradas por el canon. Tradiciones revisitadas para cambiarlas. Berta García Faet —una de las poetas más destacadas de la nueva generación— hurga en la llaga de la literatura, con un trabajo ambicioso de lenguaje, quebrando la expresión y recomponiéndola con una guía nuclear: la relectura de "Trilce", obra capital de César Vallejo.
Fuente: UDL Libros
La selva en que caí, Sara Herrera Peralta
“Poesía de alto nivel, con fundamento, la que presenta Sara Herrera Peralta en
su primer libro: una poética firme, rotunda y libre de ecos que distorsionen su intensidad y personalidad, rebosante de esto último. Una poeta cuya entrega inicial la convierte en una de las escritoras que yo prefiero como compañeras de viaje”. Elena Medel, prólogo de La selva en que caí.
Fuente: saraherreraperalta.com/la-selva-en-que-cai/
Silbando un eco extraño, Constantino Molina
Silbando un eco extraño, viene con un galardón bajo las solapas (el Valencia / Alfons el Magnànim). En esta obra de temprana madurez conviven la tersura de una dicción clásica y el desgarro de una imaginación barroca. Si la poesía del Siglo de Oro construyó su dispositivo visual y retórico en torno a la dicotomía entre apariencia y realidad, el autor actualiza esa oposición al proyectarla sobre la belleza natural y el envoltorio de un mundo hecho de plástico.
Fuente: Crítica El País
SMS, Daniel Aldaya En SMS el autor traspasa la frontera física del libro para encontrarse con el lector. Ambos cohabitan este poemario, donde la originalidad reside en el empleo del humor y en la utilización del código lingüístico de los millones de mensajes que se envían diariamente por teléfono móvil. Su poesía habla con lucidez del amor, de la soledad y, sobre todo, de la vida.
Fuente: Casa del Libro
La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida, Elvira Sastre
A la vez clásica y contemporánea, romántica y analítica, suave y rebelde, diáfana y misteriosa, Elvira Sastre (Segovia, 1992) es la poeta que desde hace mucho tiempo estaba pidiendo a gritos la literatura española. La emoción parecida a una descarga eléctrica que transmiten sus versos; el modo en que son capaces de expresar la lucha entre cuatro paredes del amor y el deseo de independencia o su puntería increíble para el aforismo cegador y la parábola aleccionadora, son nada más que algunos de los ases en la manga que guarda esta obra, que también puede usarse como espejo e isla, dos palabras que no son por casualidad las que más se repiten en sus páginas: si quieres saber quién eres, abre este libro; y si quieres olvidarlo, también.
Fuente: Amazon
Tara, Elena Medel
En este poemario, la cordobesa Elena Medel aborda el proceso de superación de una dolorosa pérdida a través de la mirada de aquellos que se quedan, evocando recuerdos y sensaciones. Cargado de símbolos, poliédrico en cuanto a lenguaje e interpretaciones, este en Tara se transita entre lo profano y lo sagrado; unas veces es místico, visionario, y otras pleno de cotidianidad.
Fuente: Goodreads
Ventanas a ninguna parte, Javier Vicedo Alós
Echamos fuego al agua y apagamos la transparencia. Así quema el hombre la claridad del mundo y la prende de silencio. El temblor humano del fuego, el estrépito de una voz abriéndose, enmudece cualquier palabra. Al fuego le basta con arder.
Fuente: Pre-Textos
La vida en los ramajes, Olalla Castro Hernández La vida en los ramajes es un libro recorrido por un yo poético femennino y feminista. Mujer-fortaleza, corporeidad resistente que trata de conquistar los espacios que le fueron vetados a su género y de convertirse en sujeto activo y deseante, político y poético, clara antagonista de las imágenes de mujer construidas por la literatura patriarcal, la voz poética que domina este poemario planea una mínima resistencia, agita el lenguaje procurando la destrucción de sus viejas cadenas. Para ello, relee la tradición, configura su propio canon literario, se mira en el espejo de las luchas de los antiguos esclavos negros en Estados Unidos y nos presenta a una galería de mujeres, reales e inventadas, que la historia arrinconó en sus márgenes por considerar inapropiadas o peligrosas.
Fuente: Casa del Libro
Vida secreta, Javier Rodríguez Marcos La obra de madurez de uno de los mayores exponentes de la última poesía española. Después de tres libros de poemas que lo han convertido en un poeta cada vez más necesario, Javier Rodríguez Marcos nos entrega en Vida secreta tal vez su libro de madurez. Madurez porque culminan algunos de los asuntos de sus libros anteriores—la tensión entre naturaleza y ciudad, las evocaciones de un paisaje y una infancia, a veces en diálogo con la pintura, el homenaje a los mayores y su memoria—, y sobre todo porque desvela como pocos la complejidad sentimental que anida en algunas escenas urbanas, ya sea de hotel o de hospital, en un cruce en la calle o en soledad ante el televisor: «nostalgia y cirugía», dice un verso memorable. Incluso buscándose en el poema, extrañado y desdoblado, en el lenguaje y sus resonancia, el propio sujeto poético no puede escapar de la paradoja de sentirse hijo de su tiempo y del lenguaje.
Fuente: Casa del Libro
Wendy, Martha Asunción Alonso
No te acerques a mí. Estoy hecha de islas y las islas, igual que Peter Pan o que Rimbaud, son un ayuno de la sangre bíblicamente contagioso. No vivo para el roce. No nací por albura ni soy carne de cisne. Mi padre no es mi padre, sino el nombre de mi padre. He mamado en las torres aquitanas leche de soles pardos. No te acerques a mí: la hiedra mata.
Wendy, su octavo libro, es filiación y equipaje para el vuelo: relato de una voz al aire, hija y hermana de tantas voces altas de mujer.
Fuente: Pre-Textos