Los árboles de la Ciudad Universitaria

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LOS ÁRBOLES DE LA CIUDAD UNIVERSITARIA Diagnóstico de estado y riesgo aparente Mgtr. Ing. Agr. Gustavo Enrique Re Mgtr. Biól. Cecilia Eynard Mgtr. Arq. Miguel Martiarena Ing. Agr. José María Menna Ing. Agr. Emmanuel Hick Marcos Gil


Los árboles de la ciudad universitaria : diagnóstico de estado y riesgo aparente / Gustavo Enrique Re ... [et.al.]. - 1a ed. - Córdoba: Universidad Nacional de Córdoba, 2011. 70 p. ; 21x15 cm. ISBN 978-950-33-0882-0 1. Botánica. 2. Paisajismo. I. Re, Gustavo Enrique CDD 580 Fecha de catalogación: 21/06/2011


El reconocimiento al equipo de la Dirección de Catastro - Subsecretaría de Planeamiento Físico de la Universidad Nacional de Córdoba por el preciso relevamiento espacial de los árboles y la generación del plano digital original realizado. Ing. Agrimensor Anselmo Juan Cravero Ing. Agrimensor Juan Marcelo Haag Agrimensor Gabriel Haniewicz Agrimensor Miguel Rafael Díaz Pereyra

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Un agradecimiento especial a la Arq. Isabel Ponce directora de la Subsecretaría de Planeamiento Físico y a la Arq. María Paula Herrera responsable del manejo de los espacios verdes de la Ciudad Universitaria por las gestiones realizadas y el permanente apoyo para que este trabajo pudiera desarrollarse.


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PÁG.

Prólogo

9

Introducción

13

CAPÍTULO 1

15

La gestión del arbolado en las ciudades

15

Caracterización del sitio de estudio

17

CAPÍTULO 2

21

Metodología aplicada

21

CAPÍTULO 3

25

Descripción general de la situación del arbolado

25

Diagnóstico del arbolado

37

Evaluación del Riesgo Aparente

45

CAPÍTULO 4

49

Recomendaciones

49

BIBLIOGRAFÍA

53

Anexo 1: Cartografía

57

Anexo 2: Lista de vegetación relevada (Riqueza)

67

Anexo 3: Cantidad de ejemplares de cada entidad determinada (Abundancia)

71

Anexo 4: Valores del índice de Diversidad de Shannon-Weaver

75

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ÍNDICE


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Actualmente la mayor parte de la población humana está asentada en ciudades. En estas áreas urbanas, los espacios verdes con árboles, y más aún con arboledas o bosques naturales o implantados, cobran gran importancia en términos de su potencial contribución a mejorar la calidad de vida de los habitantes. El aporte positivo de estos espacios arbolados comprende aspectos intangibles, como el desencadenar sensaciones de bienestar, y aspectos tangibles, como son el propiciar estados del ambiente y de existencia de servicios naturales que favorecen una mejor salud colectiva y redundan en el mantenimiento de una mayor biodiversidad. Las forestaciones urbanas son un sistema mayoritariamente artificial, que a su vez se encuentra inmerso en un entorno altamente antropizado y bajo constantes presiones, ya sea crónicas o en pulsos cambiantes de diversa índole. Por ello es que no deben estar libradas a los avatares del azar, la improvisación, o del accionar de personas que, aunque persiguiendo las mejores intenciones, pudiesen generar impensados problemas y riesgos en el mediano o largo plazo. Muy por el contrario, para que las forestaciones cumplan efectivamente los objetivos que se pretenden lograr con ellas, deben ser planificadas coherentemente, monitoreadas, y manejadas en consecuencia. En el contexto de los espacios verdes dentro de la matriz urbana de nuestra ciudad capital, el campus o Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Córdoba, reviste particular relevancia por la gran superficie que abarca, por su estratégica ubicación geográfica y por las características de su paisaje en el que hay una gran presencia de árboles. Por ser consciente de ello, es que esta Universidad ha generado recientemente una serie de políticas para la gestión sustentable dentro de su ámbito de injerencia, en un compromiso explícito por involucrarse en el cuidado del ambiente, con especial atención a los impactos que pudiesen afectar al campus. Entre las políticas que promueven la permanente mejora de la situación ambiental de la Ciudad Universitaria, se destacan la importancia de impulsar el desarrollo de bases ambientales para su ordenamiento territorial y el promover la conservación de la biodiversidad, brindando un marco propicio para la concreción del presente trabajo sobre el arbolado de este gran espacio verde urbano en Córdoba. Debe resaltarse que este importante estudio constituye el primero en su género,

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PRÓLOGO


por sus características y por su magnitud. Con meticulosidad y rigor en su ejecución, proporciona un valioso diagnóstico para la planificación de la forestación, y brinda recomendaciones prácticas prioritarias para el corto y mediano plazo, referidas a distintos aspectos del arbolado del campus. En un futuro, aproximaciones similares podrían desarrollarse consecutivamente en otros espacios verdes cercanos a Ciudad Universitaria, de modo de ampliar la escala de manejo para lograr niveles crecientes de impacto.

Dr. Joaquín Luis Navarro

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Profesor Asociado en la Cátedra de Problemática Ambiental (FCEFyN) Miembro de la Unidad de Gestión Ambiental Sustentable (GASus – UNC) Subsecretario de Vinculación con la Comunidad de la Secretaría de Extensión Universitaria (UNC) Investigador Principal CONICET


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El bosque urbano del campus de la Universidad Nacional de Córdoba es resultado de diversas intervenciones paisajísticas históricas y contemporáneas. Por su extensión (130 ha), conectividad y proximidad con otros espacios verdes significativos del centro de Córdoba, tales como el Parque Sarmiento y el Parque de las Tejas, representa un patrimonio que requiere ser puesto en valor y gestionado de manera adecuada. Para la elaboración de las planificaciones pertinentes se requiere contar con datos actualizados. A tal efecto se realizó en 2010 un estudio de Inventario y Diagnóstico, cuyos objetivos fueron censar y generar la cartografía de referencia para el conjunto arbóreo (casi 9000 árboles y 120 especies), relevar su estado actual y evaluar las posibilidades de evolución de los ejemplares, así como los riesgos que representan para las personas e instalaciones. En esta publicación se resumen los resultados de dicho estudio. La información generada constituye un insumo básico de aplicabilidad verificada para la gestión proyectiva planteada en el marco de las Políticas de Gestión Ambiental Sustentable de la UNC (GASus). El estudio permite orientar la toma de decisiones, programar el manejo y gestión del arbolado y conformar una base para el ordenamiento territorial del campus. La cartografía de referencia detallada y la base de datos digital pueden ser consultadas a través del sitio web de la UNC. La razón de esta publicación es presentar ante la comunidad el patrimonio arbóreo que posee la Ciudad Universitaria y facilitar la accesibilidad pública a la información generada. Estas páginas están orientadas a gestores, profesionales, alumnos y vecinos interesados en la temática del arbolado urbano, el paisaje y la vegetación en general. La publicación constituye un registro histórico asociado a una base de datos dinámica y actualizable, lo cual, la convierte en un instrumento de seguimiento para la evolución de la mancha verde más importante del centro de la ciudad de Córdoba. Además, accediendo a la base de datos y los planos, puede ser utilizada como una guía pedagógica para reconocer y localizar las especies del campus universitario. El libro se organiza en cuatro capítulos. El Capítulo 1 trata sobre aspectos de ges-

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INTRODUCCIÓN


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tión del arbolado urbano y presenta la caracterización general del sitio de estudio, contemplando sus particularidades históricas, funcionales, espaciales y naturales. El Capítulo 2 refiere el esquema metodológico utilizado. En el Capítulo 3 se describe de manera general el patrimonio forestal relevado y se detallan el diagnóstico del estado de los componentes del bosque, caracterizando la distribución espacial, diversidad, fisonomía, y resume la evaluación del riesgo aparente. Las recomendaciones que de ello surgen se presentan en el Capítulo 4. En los Anexos se brinda información más detallada respecto a metodología, datos cuantitativos, cartografía, cualidades de las especies y otros aspectos referidos en el texto.


CAPÍTULO 1

Las áreas verdes urbanas, siempre que se encuentren debidamente gestionadas y protegidas por pautas de ordenamiento territorial, constituyen una forma de garantía para la habitabilidad y la calidad ambiental de la ciudad y su entorno1. La presencia de árboles en ellas, es reconocida por el valor paisajístico y ambiental que representan2 . El arbolado constituye uno de los principales componentes físico, paisajístico y ecológico del sistema verde urbano. Con los árboles se conforman estructuras volumétricas que pueden crear espacios de uso, aportar a la construcción de sitios de encuentro social y de acercamiento del hombre a la naturaleza3. A través del arbolado se ornamenta y proporciona identidad al paisaje de la ciudad4, al tiempo que se proveen servicios ambientales tales como la regulación del microclima, la reducción de la escorrentía de agua superficial y la amortiguación del ruido urbano. Además, el arbolado aporta al mejoramiento de la calidad del aire mediante el control de polvo en suspensión y la absorción de distintos contaminantes. A ello los árboles suman la capacidad para fijar dióxido de carbono (principal gas de efecto invernadero) y producir oxígeno por su metabolismo natural. También se agrega como servicio el potencial que puede representar el arbolado para la conservación de diversidad biológica5. Todos estos beneficios se vuelven todavía más esenciales frente a la perspectiva del Cambio Climático Global6. Por otra parte, el arbolado de la ciudad brinda beneficios de tipo psicológico, social y cultural, pudiendo atenuar los efectos físicos y psíquicos que la vida urbana representa para los habitantes7; conformando su conjunto un patrimonio colectivo, pues “disfrutan de él todos los que lo ven y cuantos reciben de un modo u otro sus beneficios vitales8”. Los árboles en la ciudad deben desarrollarse en ambientes muy diferentes del hábitat natural. A diferencia del ejemplar que crece en un bosque silvestre, el árbol

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LA GESTIÓN DEL ARBOLADO EN LAS CIUDADES


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en la ciudad se desarrolla bajo situaciones que pueden comprometer su supervivencia, sanidad o reducir su aptitud para cumplir las funciones requeridas9. El árbol urbano debe tolerar disturbios propios de las urbes, como la polución y el efecto de la isla de calor, y desarrollarse bajo condiciones estresantes producidas por factores tales como los suelos impermeabilizados o compactados, la obstrucción de la luz por parte de edificaciones u otros árboles, la limitación del espacio para desarrollar la copa, los impactos en tronco y raíces producidos por vibración o golpes causados por tránsito de vehículos o peatones, la rotura de ramas por paso de transporte, etc., lo que puede llevar a un incorrecto y no deseado crecimiento del árbol plantado. Así es que especies que tienen un excelente comportamiento en un lugar natural o rural, pueden no tenerlo en un espacio dentro de la ciudad. Por todos estos motivos, el árbol urbano requiere conducción y asistencia periódica y su implantación debiera responder a una acción planificada10. La continuidad del mantenimiento es esencial para que los árboles se desarrollen en buenas condiciones, como también para cuidar los ejemplares dañados, reducir riesgos y evitar operaciones costosas como son los arranques prematuros o las podas extremas11. A fin de conocer el comportamiento de los árboles en una ciudad y poder planificar su gestión, es importante generar información in situ. El inventario cualitativo y cuantitativo de las plantaciones se reconoce como una documentación básica necesaria para evaluar y establecer las prioridades de los programas de manejo a largo plazo12. No todo árbol presenta necesariamente riesgo, pero todos pueden representarlo de manera potencial. La falta de continuidad en las políticas de cuidado y gestión del arbolado puede provocar deterioro del mismo, lo cual conlleva un incremento del riesgo potencial y la posibilidad de provocar accidentes. Según la dirección de gestión que se asuma, ese riesgo será más o menos elevado. Algunas situaciones permiten aceptar más riesgo que otras, siendo las que involucran a personas, y luego a bienes, las que requieren menor umbral de tolerancia13. La evaluación de riesgo del arbolado urbano es necesaria y debe mantenerse actualizada14, con inventarios y estudios periódicos, dado que la condición del arbolado cambia con el tiempo15. Al estado del arbolado público de la Ciudad de Córdoba se le ha prestado atención en tiempos recientes a partir de accidentes ocasionados por caídas de árboles y ramas, situación que movilizó tanto al municipio como a los vecinos16. La evaluación del arbolado debe contextualizarse en el marco de las zonas verdes donde están implantados los ejemplares y también en relación al sistema de espacios verdes de la ciudad y de los bosques periurbanos17. En el caso de Córdoba, la ciudad aún cuenta con áreas naturales extensas y bosques urbanizados en su entorno y presenta corredores ribereños y viales que la atraviesan y


conectan el centro con el periurbano. Esta condición representa una oportunidad extraordinaria para encarar un programa de manejo y valorización del arbolado público.

La localización geográfica de la Ciudad Universitaria es 31° 26´19” S / 64° 11´20” W (Pabellón Argentina); altura 435 msnm. Este campus universitario se encuentra al sureste de la zona céntrica de la Ciudad de Córdoba y cuenta con 130 ha aproximadamente (Ver Anexo 1 Mapa 1). Es aledaño al histórico Parque Sarmiento y al Parque de las Tejas. Presenta una interesante posibilidad de conectividad a escala de paisaje regional, mediante corredores biológicos actuales y potenciales que conectan el centro con las áreas naturales y rurales periurbanas. El lado sur del perímetro de la Ciudad Universitaria contacta de manera franca con un corredor ferroviario y a 3,5 km con el corredor vial de la avenida de Circunvalación. Tiene además proximidad con dos corredores ribereños, estando hacia el oeste a menos de 1 km el recorrido del arroyo La Cañada y hacia el noreste, a 2,5 km, el río Suquía. La topografía natural es irregular, con una pendiente dominante hacia el oeste y menor hacia el norte. Actualmente las zonas con pendientes marcadas se encuentran hacia el oeste (zonas menos intervenidas con construcciones), mientras que los otros sectores son más planos, habiendo sido muchos de ellos terraplenados o rellenados. Si bien existe infraestructura de desagües superficiales para escorrentía pluvial, se observan zonas de anegamiento. El clima para Córdoba se define como continental templado, con una amplitud térmica que oscila entre los 40º C en verano y los 0º C en invierno (registros absolutos máxima 45° C y mínima -8,8° C). El clima urbano se caracteriza por un verano térmico que se extiende desde noviembre a marzo y una estación intermedia entre abril y octubre. El período de precipitaciones ocurre de octubre a marzo, con un promedio de 700 mm anuales, con tormentas eléctricas y granizo en verano. El período de heladas abarca desde mediados de abril a principios de octubre. Los vientos dominantes son del NE en primavera y verano, y del Sur en invierno18. Ha sido registrada para la ciudad la existencia de Isla de calor, con diferencias de hasta 4°C entre la periferia y el centro19. El bosque de la Ciudad Universitaria está conformado por casi 9000 árboles. En su mayoría son implantados y producto de diversas intervenciones paisajísticas o de la acción espontánea por parte de la comunidad. La ecorregión de referen-

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CARACTERIZACIÓN DEL SITIO DE ESTUDIO


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cia es el Espinal20, en la interfase con el Bosque Chaqueño Serrano del Chaco Seco. La vegetación típica es un bosque abierto a semi cerrado, con árboles más bien bajos (7- 9 m de altura) y estratos arbustivo y herbáceo. Las especies arbóreas nativas representativas son los Algarrobos blanco y negro (Prosopis alba y P. nigra), Chañar (Geoffroea decorticans), Molle pispo (Schinus longifolia) y Espinillo (Acacia caven)21. El espacio verde de la Ciudad Universitaria es escenario de diversas funciones y recibe una alta carga de usuarios. Alberga actividades educativas, recreativas y deportivas. Entre los usuarios frecuentes se cuentan más de 100 mil alumnos, a los que se suma el resto de la comunidad universitaria y personas que participan en distintas actividades de extensión. Este espacio público también es disfrutado por vecinos los fines de semana. El campus universitario presenta infraestructura instalada de redes de servicios, con cableado aéreo y tuberías subterráneas. La red vial está pavimentada casi en su totalidad. En la actualidad se registra tránsito de vehículos particulares, transporte público, camiones de servicios urbanos y maquinaria de mantenimiento del predio. Los sitios de estacionamiento presentan solados impermeables o son de tierra compactada en la mayoría de los casos, siendo incipiente la instalación de solados semipermeables para tal fin. Las veredas y sendas peatonales están conformadas parcialmente y existen, también, senderos espontáneos. La organización operativa del predio se estructura a partir de una sectorización en 8 Áreas, definidas por la Dirección de Planeamiento Físico de la UNC (Ver Anexo 1, Mapa 2). Una breve reseña de la historia del campus remite a mediados del siglo pasado, cuando la zona tenía un perfil mixto urbano de baja densidad y semirural con quintas. En la zona del actual emplazamiento de DASPU y de los campos deportivos funcionaba la Escuela de Agricultura, cuya forestación de Cipreses y Paraísos tiene más de 80 años. Las tierras fueron donadas en 1949 a la Nación, quien entregó edificios habilitados hacia fines de 195722. De aquella década son el Pabellón Argentina, el actual Decanato de Filosofía (Pabellón Residencial) y el pabellón Brujas, entre otros. Ellos son contemporáneos a los Eucaliptos implantados en cortinas, que aún existen y acompañan construcciones asentadas con posterioridad, como el edificio de Ciencias Económicas. La forestación de Ciudad Universitaria es resultado de intervenciones sucesivas, caracterizadas por vegetación típica de distintas gestiones políticas e improntas estéticas. Tal como ocurre también con el arbolado de la Ciudad de Córdoba23 o el de Buenos Aires24, se observan plantaciones masivas de Tipas (Tipuana tipu) de la época del gobierno de Illia, de Fresnos americanos (Fraxinus americana) implantadas durante el último período militar, de Jacarandáes, Ciruelos de adorno y Lapachos (Jaca-


Bergua Vizcarra F. 2010. “La gestión de los espacios verdes urbanos. Nuevas claves para su gestión”. 7° Congreso Iberoamericano de Parques y Jardines Públicos. Lima. Perú. 2 Hough M. 1998. Naturaleza y ciudad. Planificación urbana y procesos ecológicos. Editorial G.G. España. 3 Camargo Ponce de León G. 2005. Ciudad Ecosistema-Introducción a la ecología urbana. Editorial DAMA. Bogotá. Colombia. 4 Lell J. 2006. Arbolado urbano- Implantación y cuidados de árboles para veredas. Orientación Gráfica Editora. Buenos Aires. Argentina. 5 Salvador Palomo P. J. 2003. La planificación verde en las ciudades. Editorial G.G. España. 6 Díaz S. 2008. “Apuntes para una propuesta de adaptación y mitigación del cambio climático global en la ciudad de Córdoba en el siglo XXI”. Foro Ambiental Córdoba. [http://ar.geocities.com/foroambientalcba/ca mbioclimatico.html] Consultado 4/9/2009. 7 Op.cit. nota 5 8 Op.cit. nota 4 9 Michau E. 1987. La poda de los árboles ornamentales. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. España. 10 Op.cit. nota 5 11 Op.cit. nota 9 12 Op.cit. notas 5 y 9 13 Villagrán J. J. 2001. Apunte inédito. Curso de actualización profesional Jornada de Arbolado –Poda de árboles ornamentales. Municipalidad de Córdoba. 14 Op.cit. nota 1 15 Otaya Burbano L. A., Sánchez Zapata R. J., Morales Soto L. y Botero Fernández V. 2006. Los sistemas de información geográfica (SIG), una gran herramienta para la silvicultura urbana. Rev.Fac.Nal.Agr.Medellín 59(1). [http://www.scielo.unal.edu.co/scielo.php?pid =S0304-28472006000100008&script=sci_arttext] Consultado 11/12/10. 1

16 Al respecto pueden consultarse Nota 19/2/2010 en Día a Día [http://www.diaadia.com.ar/?q=content/otratormenta-puede-tirar-200-arboles-mas-0] Consultado 22/11/2010; y el estudio realizado por el proyecto Córdoba bella [http://www.cordobabella.com.ar/verde.html] Consultado 04/06/2011 17 Op.cit. nota 1 18 Guía estadística de la Ciudad de Córdoba, República Argentina. 2005. Municipalidad de Córdoba. 19 Maristany A., Abadía L., Angiolini S., Pacharoni A.y Pardina M. 2008. Estudio del fenómeno de la isla de calor en la ciudad de Córdoba – resultados preliminares. En: Avances en Energías Renovables y Medio Ambiente Vol.12. Centro de Investigaciones Acústicas y Luminotécnicas–Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño–Universidad Nacional de Córdoba. 20 Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación; mapas en línea [www.ambiente.gov.ar] 21 Cabrera A.L. 1976. Regiones Fitogeográficas Argentinas. Enciclopedia Argent. Agric. y Jard. tomo II, 2°ed., fasc. 1. ACME. Buenos Aires. 22 Bischoff E.U. 1974. Historia de cuatro siglos de Córdoba. Ediciones Biblioteca R.J. Cárcano. Colección pasado y presente cordobés, N°4. Banco Social de Córdoba. 23 Izurieta G. 1998 Los árboles de Córdoba: especies ornamentales exóticas y nativas comúnmente utilizadas en el arbolado urbano y rural. Córdoba: Secretaría de Agricultura, Ganadería y Recursos Renovables de la Provincia. 24 Filippini L.M., Bustillo L., Moruzzi H.P., Inomata F., Fiorentino J.A. y Laudani A.M. 2000. El arbolado de la Ciudad de Buenos Aires. Editorial Santísima Trinidad. Buenos Aires. Argentina.

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randa mimosifolia, Prunus cerasifera f. atropurpurea y Tabebuia spp.) asociadas a las intervenciones del Arq. Roca alrededor del año 2000, y de especies autóctonas en los últimos años. El hábitat urbano es desde su génesis una construcción humana. Los espacios verdes, una reelaboración cultural asociada a una idea de naturaleza.


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CAPÍTULO 2

METODOLOGÍA APLICADA La cartografía y el diagnóstico de riesgo aparente se realizaron a partir de la Inspección Visual de cada árbol. Se tomó como base el plano provisto por la Dirección de Planeamiento Físico, cuya precisión es de ± 3 cm en la localización de los árboles actualizado al 2011. El plano fue zonificado en 54 sectores (Ver Anexo 1, Mapa 3). La información fue sistematizada en una base de datos digital.

El relevamiento a campo se llevó a cabo entre los meses de octubre y diciembre de 2010 y fue revisado entre marzo y abril de 2011. Se realizó de manera directa árbol por árbol. Las especies se identificaron por caracteres macroscópicos, estando en general los árboles en fase fenológica de foliación. Cuando no fue posible identificar la especie se determinó hasta género. La nomenclatura se revisó al 201125. Las características estructurales de los ejemplares y su entorno inmediato se examinaron por medio de Inspección Visual, sin excavación, disección ni exploración del interior de las plantas. No se realizaron pruebas instrumentales ni análisis fitosanitarios. Se registraron en fichas impresas (Fig. 1) los datos individuales de cada ejemplar26. Se determinaron las características de: Porte general: medidas de altura27 y DAP28. Estructura: presencia de defectos observables en raíz, tronco y copa. Diana (debajo del árbol): estado del suelo, cobertura de solados, presencia de servicios y distancia a la construcción más cercana. De acuerdo a lo observado se realizó el diagnóstico in situ, siendo el mismo una valoración cualitativa del estado de vitalidad y del riesgo aparente denotado por

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RELEVAMIENTO A CAMPO


el ejemplar en su entorno, al momento del relevamiento. En función del diagnóstico se plantearon las recomendaciones técnicas sugeridas para intervenir el ejemplar y/o la indicación de control frecuente del árbol (una vez por año y luego de eventos climáticos excepcionales). La ejecución de las acciones sugeridas y la definición de plazos de intervención y control, así como el umbral de riesgo aceptado corresponden al organismo gestor del arbolado, que es la Dirección de Planeamiento Físico de la UNC.

ARBOL sector

fecha

relevado DAP altura

suelo compactado cub. con solado otras

raíces cortadas tapado cuello otras

observaciones

entorno

características

nom. común tronco lesiones inclinaciones malformaciones otras

copa lesiones ramas rotas deformaciones otras

servicios cables vereda calle canales otros

edificios <5m de 5 a 10 m de 10 a 20 m de 20 a 30 m no

diagnóstico

vitalidad alta media baja seco

riesgo bajo medio alto

recomendación extracción red. de copa elim. ramas secas extraer clavel del aire poda de formación control frecuente

Fig. 1: Ficha de relevamiento a campo.

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BASE DE DATOS La base de datos digital se diseñó de manera tal que permite la sistematización de la información y la búsqueda de datos por zonas, especies, categorías de caracterización de la ficha, por tareas recomendadas y estado de los ejemplares, entre otras opciones. Además, permite actualización y/o ampliación, operando “de una manera rápida y sencilla, facilitando así la toma de decisiones con relación al manejo del arbolado urbano y a la comparación con otros estudios similares”29. El formato habilita para asociar, en el futuro, la base de datos con planos georreferenciados en un Sistema de Información Geográfica.


se aclaró tal característica en la ficha en Observaciones. En caso de árboles jóvenes cuya altura fue inferior a 1,4 m se registró DAP=0. 29 Otaya Burbano L. A., Sánchez Zapata R. J., Morales Soto L. y Botero Fernández V. 2006. Los sistemas de información geográfica (SIG), una gran herramienta para la silvicultura urbana. Rev.Fac.Nal.Agr.Medellín 59(1). [http://www.scielo.unal.edu.co/scielo.php?pid =S0304-28472006000100008&script=sci_arttext] Consultado 11/12/10.

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Bases de datos: “Flora del Conosur” (Zuloaga, F. y Morone, O. (Eds) 2009; disponible en linea [www.darwin.edu.ar] y “Tropics” de Missouri Botanical Garden; disponible en línea [www.tropicos.org] 26 Se tomó como guía a Villagrán J. J. 2001. Apunte inédito. Curso de actualización profesional Jornada de Arbolado –Poda de árboles ornamentales. Municipalidad de Córdoba. 27 Estimación a partir de escala conocida. 28 Diámetro a la Altura del Pecho (medido a 1,30 m). En caso de árboles con troncos bifurcados se sumaron los valores de ambos y 25


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CAPÍTULO 3

El diagnóstico global del arbolado refiere un bosque urbano relativamente joven y diverso. Su composición relata el trazo histórico de la evolución del uso del espacio físico en la Ciudad Universitaria y del arbolado de Córdoba, con especies representativas de las distintas épocas. Ejemplares de Cedros, Eucaliptos y Paraísos (Cedrus spp., Eucalyptus spp. y Melia azedarach) se encuentran entre los ejemplares más antiguos, mientras que en las plantaciones más recientes aparecen Jacarandáes y Lapachos (Jacaranda mimosifolia y Tabebuia spp.) y especies nativas. Si bien el estado general es bueno, existen situaciones y aspectos problemáticos como son la presencia de algunos ejemplares severamente deteriorados, descompensación en el balance proporcional de las distintas especies y la plantación comprimida en el espacio. Los ejemplares, en general, tienen un proceso de crecimiento en un contexto de relativa competencia, debido a que están plantados demasiado próximos, lo cual condiciona la luz recibida y el volumen de suelo requerido para el crecimiento de cada individuo, entre otros factores30. Son frecuentes las lesiones en troncos y copas y las deformaciones estructurales, siendo común la inclinación en distintos grados para muchos ejemplares. La presencia de solados impermeables y edificaciones muy cercanas a algunos árboles deriva también en situaciones de compromiso, aumentando el riesgo que ello implica. El registro a campo pone de manifiesto intervenciones de plantación sucesivas o en pulsos, algunas no planificadas en el contexto del arbolado preexistente, y marcos de plantación inadecuados para el tamaño adulto de los ejemplares implantados. Entre las situaciones más significativas al respecto, se mencionan las siguientes: agrupaciones de árboles de la misma especie con marcos de plantación de-

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DESCRIPCIÓN GENERAL DE LA SITUACIÓN DEL ARBOLADO


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masiado estrechos, lo cual origina el desarrollo del conjunto arbóreo de modo acoplado, con siluetas más elongadas y tortuosas que la forma típica de la especie, debiendo ser manejados como un bloque; los mismos se tornan estructuralmente vulnerables al cambiar la conformación cuando se retiran ejemplares o se generan abras; los árboles individualmente son más inestables (Fig. 2); agrupaciones de árboles de diferentes especies (implantadas o espontáneas), con distintos requerimientos de cultivo, velocidades de crecimiento, edades, etc., creciendo demasiado juntos, lo cual deriva en ejemplares deformados por efecto de competencia y sombreo (Fig. 3, 4 y 5); plantación de ejemplares nuevos entre bosquecitos de otra especie o lugares momentáneamente despejados pero sin espacio para el desarrollo de copas armónicas, situaciones que a futuro generarán casos de deformaciones por competencia como los antes mencionados (Fig. 6); plantaciones espontáneas por parte de vecinos.

Fig.2: Agrupaciones de ejemplares de Eucaliptos (Eucalyptus sp.) desarrollados como bloque. Nótese las siluetas deformadas y troncos inclinados.


Fig. 4: Ejemplares de gran porte de distintas especies: Eucaliptos y Paraíso (Eucalyptus sp. y Melia azedarach). Nótese la escasa distancia entre troncos.

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Fig. 3. Árboles jóvenes de Ciruelo de adorno (Prunus cerasifera) plantados bajo otras copas. Nótese la deformación por sombreo.


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Fig. 5: Agrupaci贸n de ejemplares de distintas especies: Fresno y Palo borracho (Fraxinus americana y Ceiba sp.).

Fig. 6: Plantaci贸n de un ejemplar de Araucaria (Araucaria sp.) entre bosquete de Lapachos (Tabebuia sp.).


Fig. 7: Daño en cuello producido por motoguadaña.

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Por otra parte, algunas prácticas de mantenimiento del espacio verde pueden resultar inadecuadas para el arbolado. La infraestructura instalada en cercanía de árboles deteriorados aumenta el riesgo potencial. Ejemplo de ello son las siguientes situaciones detectadas: lesiones en copa, tronco o cuello producidas por maquinaria de mantenimiento (Fig. 7 y 8) y prácticas espontáneas de manejo con herramientas inadecuadas (por ejemplo podas con machete); bosquetes jóvenes con deformaciones comunes, tales como horquetas y corteza incluida, que deben ser corregidas a tiempo (Fig. 9); existencia de dos árboles en una misma cazuela, originado por desarrollo de maleza (Fig. 10); permanencia de ejemplares muy deteriorados en espacios de uso (Fig. 11 y 12). persistencia de ejemplares de Eucalyptus. La altura típica de la especie no es acorde a la escala del espacio verde.


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Fig. 8 a: DaĂąos en copas producidos por maquinaria de mantenimiento.

Fig. 8 b: DaĂąos en copas producidos por maquinaria de mantenimiento.


Fig. 10. Coexistencia de dos ejemplares en un mismo sitio: Espinillo negro y Paraíso (Acacia atramentaria y Melia azedarach). Nótese la inclinación de ambos.

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Fig. 9: Bosquete de Jacarandáes (Jacaranda mimosifolia) ramificados desde la base.


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Fig. 11. Ejemplar de ParaĂ­so (Melia azedarach) de alto riesgo, en espacio de uso para estacionamiento.

Fig. 12. Ejemplar de ParaĂ­so (Melia azedarach) de alto riesgo, en espacio de uso para peatones y recreo.


Fig. 13. Ejemplar de gran porte de Pino (Pinus sp.) al lado de edificio.

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Otro factor que causa deterioro al arbolado y, consecuentemente aumenta el riesgo potencial, se relaciona con las construcciones nuevas. Entre ellas se destacan: conservación de árboles preexistentes demasiado próximos a construcciones los convierten en elementos de riesgo (Fig. 13 y 14); los edificios también producen sombreo. los solados impermeables complejizan la situación de irradiación y el intercambio gaseoso que facilita la oxigenación del suelo en el ambiente del sistema radicular, estas situaciones pueden comprometer la sanidad de los ejemplares (Fig. 15); el trazado de sendas próximas a árboles con raíces oblicuas o superficiales pueden, a futuro, generar dificultades de mantenimiento de infraestructura. cambios de niveles topográficos: se cubren los cuellos de los árboles con relleno, o por efectos de sistema de desagües y áreas de encharcamiento (Fig. 16).


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Fig. 14. Ejemplar de gran porte de Paraíso (Melia azedarach) al lado de construcción y teatrino.

Fig. 15: Estacionamiento con solado impermeable que absorbe e irradia calor, la situación dificulta el desarrollo del arbolado implantado en el lugar, tanto en su parte aérea como subterránea


Del análisis general surge de modo notorio la necesidad de planificar la gestión del arbolado de manera integral y sistemática, continua y preventiva. Para ello, resulta necesario que la acción sea guiada por una idea rectora global que incluya definiciones, metas y programas de mantenimiento y reposición. La incorporación de nuevos árboles para el futuro debe tomar en consideración la funcionalidad del predio y la definición paisajística, la diversidad de especies, el espacio disponible y las características propias de cada especie seleccionada, considerando el tamaño que alcanzarán los ejemplares adultos, entre otros factores determinantes. La confección de un Plan para el arbolado, que defina normas específicas para las intervenciones que a ello concierne, se evalúa necesario a los efectos de sustentar una estrategia de gestión en el mediano plazo.

35 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

Fig. 16. Cambio de nivel de suelo por escurrimiento superficial del sistema de desagües. Obsérvense los cuellos tapados de los árboles.


DIAGNÓSTICO DEL ARBOLADO CARACTERIZACIÓN DEL CONJUNTO FORESTAL La caracterización descriptiva abarca la distribución espacial, la diversidad vegetal y la fisonomía del dosel. DISTRIBUCIÓN ESPACIAL La distribución de cantidad de árboles y de especies por sectores es heterogénea, existiendo plantaciones casi puras en algunos de ellos. La densidad relativa de ejemplares difiere entre Áreas (Tabla 1) y a veces está definida por el uso particular de las mismas, si están asociados a calles, a canchas deportivas, etc. El área 2 presenta la mayor cantidad de ejemplares por superficie (Pabellón Francia; uno de los sectores con intervenciones más antiguas), mientras que las más despejadas de árboles son las áreas de deportes. Área

Descripción

Superficie (ha) Cantidad de árboles

árboles/ha

1 2 3 4 5 6 7 8

Pabellón Argentina Pabellón Francia Cs. De la Información Ingeniería Helipuerto Cs. Agropecuarias Dirección de Educación Física Canchas de fútbol

14,16 18,86 13,77 21,12 12,15 23,41 12,73 12,91

1158 1943 1248 1067 723 1592 606 535

82 103 91 51 59 68 48 41

129,11

8872

69

36 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

Tabla 1: Distribución de árboles por áreas.

DIVERSIDAD VEGETAL Se registraron 8872 ejemplares y se reconocieron 118 entidades diferentes (ver Anexo 2). Entre ellas se incluyen especies de palmeras, coníferas y latifoliadas, tanto caducifolias como de follaje persistente. La diversidad otorga riqueza botánica y estética y aporta a la calidad ambiental. En el conjunto se encuentran representadas especies típicas del arbolado urbano de Córdoba, como Tipas, Fresnos, Ciruelos de adorno y Viscos (Tipuana tipu, Fraxinus americana, Prunus cerasifera f. atropurpurea y Acacia visco, respectivamente) y también especies características de los parques históricos, como


Cedros, Fénix y Parasol de la China (Cedrus deodara, Phoenix canariensis y Firmiana simplex, respectivamente). Se destacan algunos elementos singulares por su tamaño, silueta o rareza; entre ellos cabe mencionar ejemplares únicos y de gran porte de Nogal del Cáucaso y Quebracho Blanco (Pterocarya fraxinifolia y Aspidosperma quebracho-blanco, respectivamente). La cantidad de ejemplares por entidad (abundancia) se detalla en el Anexo 3. La especie con mayor representación es el Jacarandá (Jacaranda mimosifolia) con más de 1300 ejemplares, seguido de Lapacho rosado (Tabebuia impetiginosa) con unos 1000 árboles. Luego Fresno americano (Fraxinus americana), Olmo siberiano (Ulmus pumila) y Eucalipto colorado (Eucalyptus camaldulensis); todas ellas con más de 500 individuos cada una. Este grupo de 5 especies conforma por sí mismo la mitad del arbolado relevado (51%). Contando las 10 especies más abundantes (Tabla 2) se engloba el 70% del bosque. nombre científico

nombre común

cantidad

porcentaje

Jacaranda mimosifolia Tabebuia impetiginosa Fraxinus americana Ulmus pumila Eucalyptus camaldulensis Cupressus sempervirens f. horizontalis Ceiba sp. Melia azedarach Prunus cerasifera f. atropurpurea Tipuana tipu

Jacarandá Lapacho rosado Fresno americano Olmo siberiano Eucaliptus colorado Cipres horizontal Palo borracho Paraíso Ciruelo de adorno Tipa o tipa blanca

1343 1001 841 739 562 451 371 353 286 248

15% 11% 9% 8% 6% 5% 4% 4% 3% 3%

La resistencia a condiciones desfavorables reside en buena medida en la elección de la gama de especies con más posibilidades de supervivencia a las condiciones locales31. La diversidad de especies aporta fortaleza sanitaria. Un adecuado balance debe mantener relaciones equilibradas entre especies y también entre clases etarias32. El desbalance de componentes conlleva una vulnerabilidad fitosanitaria. Se recomienda que ninguna especie supere más del 10% de la representación total, a fin de prevenir la propagación de plagas o enfermedades en el arbolado33. De acuerdo a ese criterio, está excedida la presencia de Jacarandáes y Lapachos rosados (Jacaranda mimosifolia y Tabebuia impetiginosa, respectivamente), mientras que la cantidad de Fresnos americanos (Fraxinus americana) está en el límite aceptable. Las dos primeras especies son vulnerables al ataque de cochinillas cerosas (Ceroplastes grandis)34, situación que se observa con frecuencia en el arbolado público de la Ciudad de Córdoba. La implantación a futuro de

37 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

Tabla 2: Porcentajes relativos de las 10 especies más numerosas.


estas tres especies debería ser menguada y equilibrada con otras. También está indicado que no es recomendable la representación de una familia botánica en más de un 30% y de un género en más de un 20%, por las mismas razones35. En el censo realizado no se superan esos estándares. Sin embargo la familia más representada, Bignoniaceae, supera el 25%. Ello refuerza lo expresado en el párrafo anterior con respecto a la necesidad de suspender por un plazo considerable la implantación de especies de dicha familia, entre ellas Jacaranda y Tabebuia. La Diversidad vegetal total de acuerdo al Índice de Shannon-Weaver36 es de H=3,25; lo cual expresa una variedad vegetal considerable para ser resguardada. El índice evaluado por Áreas pone de manifiesto la heterogeneidad entre ellas (Tabla 3), siendo las más diversas las del entorno de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y del Pabellón Francia. Los valores del índice para cada sector de relevamiento se describen en el Anexo 4. El valor de diversidad, además del potencial biológico que representa, reviste interés para el mantenimiento de la arboleda, pues señala el grado de coexistencia de especies con características de crecimiento diferentes, y en consecuencia, demanda un plan de trabajo más detallado. Los sectores menos diversos podrían ser evaluados para aumentar su variedad en futuras intervenciones, con la consideración de que los nuevos árboles y las plantas preexistentes puedan tener un crecimiento armónico en conjunto. La representación de especies autóctonas37 es baja, conforma apenas el 4% del arbolado relevado.

38 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

área 1 2 3 4 5 6 7 8

superficie (ha) cantidad de árboles 1158 Pabellón Argentina 14,16 1943 Pabellón Francia 18,86 Cs. De la Información 13,77 1248 21,12 1067 Ingeniería Helipuerto 12,15 723 1592 Cs. Agropecuarias 23,41 606 Dirección de Educación Física 12,73 Canchas de fútbol 12,91 535 129,11 8872 descripción

Riqueza de especies 47 75 47 49 17 81 35 34 118

H 2,51 3,23 2,84 2,76 2,04 3,25 2,47 2,67 3,25

Tabla 3: Valores del índice de Diversidad de Shannon-Weaver (H) para las 8 Áreas operativas de la Dirección de Planeamiento Físico.

Se registraron 22 especies nativas (Tabla 4), siendo las más abundantes Visco, Algarrobo, Tusca y Aguaribay (Acacia visco, Prosopis sp., A. aroma y Schinus


39 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

areira, respectivamente). Este grupo es el que representa mayor valor ecológico con respecto a la conservación de biodiversidad local y a las posibilidades de conectividad a nivel del paisaje regional. La presencia de especies nativas se observa en arbolado de alineación de veredas. También se relevaron ejemplares aislados en áreas verdes y agrupaciones que son producto de implantaciones recientes asociadas a reforestación y conservación de biodiversidad. La forestación con autóctonas se promueve en el marco del Programa y lineamientos de implementación de las Políticas de Gestión Ambiental Sustentable. Al respecto, cabe destacar que la integración de flora autóctona en los espacios verdes urbanos, que son escenarios sociales, involucra su valoración como recurso paisajístico en sentido amplio, como también la posterior significación simbólica que se genera o reformula a partir de su presencia en ellos. En el contexto de la ciudad, la flora nativa deja de ser “silvestre” y se reconvierte para ser un componente de la estructura vegetal urbana y del imaginario colectivo38. El tratamiento respecto al diseño y planificación de la forestación con nativas debería seguir las pautas definidas según la funcionalidad impuesta al espacio verde donde se implantan, de acuerdo a un Plan general que abarque la totalidad del arbolado. Si el análisis se amplía a las especies oriundas de Argentina (Tabla 4), se agrega un 34% de representación en relación al conjunto total de la forestación. En este segundo grupo predominan especies típicas de regiones subtropicales más cálidas y húmedas. Jacarandáes y Lapachos rosados son los más abundantes (Jacaranda mimosifolia y Tabebuia impetiginosa), seguidos por Palos borrachos y Tipas (Ceiba spp. y Tipuana tipu). Dichas especies poseen gran valor ornamental y tienen una presencia amplia y evidente en los parques y veredas de la ciudad de Córdoba, llegando a ser elementos distintivos como las Tipas de la Cañada. Son reconocidas por la población en general como especies nativas, en el contexto de una noción difusa del concepto, generando un conjunto de percepción y valoración positiva donde también se integra al Ceibo y al Algarrobo39. Este dato sirve para señalar la importancia que tiene la construccion de ideas colectivas generadas a partir de la presencia y difusión de la flora en los espacios urbanos. Esos imaginarios, también modelables desde la educación y la propuesta estética del paisaje, pueden actuar en niveles simbólicos traccionando valoraciones positivas, o negativas, respecto a los recursos vegetales locales. Desde el punto de vista ecológico puede asumirse un valor de conservación ex situ de las especies del segundo grupo. Sin embargo, algunas de ellas son consideradas invasoras en áreas naturales (ej. Jacarandá y Pezuña de vaca). Las especies con capacidad de invadir a través de la dispersión de semillas (Tabla 5) son 19 (16% del listado total). En cantidad de ejemplares conforman


nombre científico

nombre común

Acacia visco Prosopis sp. Acacia aroma Schinus areira Lithrea molleoides Celtis erhenbergiana Schinus fasciculata Ruprechtia apetala Geoffroea decorticans Acacia caven Salix humboldtiana Aspidosperma quebracho-blanco Ziziphus mistol Acacia praecox Schinopsis marginata Sebastiania commersoniana Kageneckia lanceolata Condalia microphylla Lycium cestroides Lippia turbinata Acacia atramentaria Caesalpinia gilliesii Jacaranda mimosifolia Tabebuia impetiginosa Ceiba sp. Tipuana tipu Bauhinia sp. Erythrina crista-galli Araucaria angustifolia Enterolobium contortisiliquum Tabebuia pulcherrima

Visco Algarrobo Tusca Aguaribay Molle de beber Tala Moradillo Manzano de campo Chañar Espinillo Sauce criollo Quebracho blanco Mistol Garabato Orco quebracho Palo de leche Duraznillo Piquillin Tumiñico Poleo Espinillo negro Lagaña de perro Jacarandá Lapacho rosado Palo borracho Tipa o tipa blanca Pezuña de vaca Ceibo común Pino Paraná Timbó Lapacho amarillo

cantidad de ejmplares 99 88 52 30 18 15 9 8 8 6 6 5 5 3 3 2 1 1 1 1 1 1 1343 1001 371 248 37 10 9 9 5

origen nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa nativa argentina argentina argentina argentina argentina argentina argentina argentina argentina

40 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

Tabla 4. Especies nativas y oriundas de Argentina.

más de la mitad del arbolado (52%), siendo los más numerosos, los Jacarandáes, Fresnos y Olmos (Jacaranda mimosifolia, Fraxinus americana y Ulmus pumila, respectivamente). En consideracion de las distancias que puede alcanzar el flujo de propágulos mediado por vectores como viento o aves, se debería considerar el impacto potencial de este grupo sobre las áreas naturales urbanas y periurbanas. Asimismo, la presencia de estas especies implica ajustar las pautas de manejo para controlar el establecimiento no planificado de árboles en el predio. En el entorno del edificio del INTI se puede verificar un ejemplo de instalación espontánea de bosquecitos de Paraísos (Melia azedarach).


nombre científico

nombre común

cantidad

Jacaranda mimosifolia Fraxinus americana Ulmus pumila Eucalyptus camaldulensis Melia azedarach Ligustrum lucidum Morus nigra Populus alba var. pyramidalis Acer negundo Grevillea robusta Robinia pseudoacacia Pinus elliotti Bauhinia sp. Casuarina cunninghamiana Ulmus procera Gleditsia triacanthos Maclura pomifera Eucalyptus sp. Manihot grahamii

Jacarandá Fresno americano Olmo siberiano Eucaliptos colorado Paraíso Siempreverde o ligustro Mora negra Alamo plateado piramidal Arce negundo Roble sedoso Acacia blanca Pino elliotti Pezuña de vaca Casuarina Olmo europeo Acacia de las tres espinas o Acacia negra Maclura Eucaliptos Falso cafeto

1343 841 739 562 353 236 186 78 54 48 43 37 37 30 8 7 6 5 3

Tabla 5. Especies con potencial invasor por dispersión de semillas.

Las comunidades arbóreas se organizan en estratos de acuerdo a la altura de sus componentes, siendo las especies más altas de la bóveda las que controlan el ambiente de desarrollo para las que están por debajo40. La altura del arbolado también es determinante para definir las técnicas de manejo y las herramientas de poda que se pueden aplicar41. La proporción mayoritaria del dosel de Ciudad Universitaria (56%) está conformada por ejemplares con alturas menores a 6 m (Tabla 6; Gráfico 1), incluyendo entre ellos árboles de 3° magnitud en porte adulto42 y plantas jóvenes a las que aún les falta crecer. Aproximadamente otro 43% del dosel se constituye con ejemplares que tienen entre 9 y 21 m de altura, correspondientes a 2° magnitud. Los árboles de 1° magnitud (de porte mayor a 25 m de alto) son escasos, rondan el 1%; el componente principal de dicho estrato son los Eucaliptos. De la lectura de la categoría < 3 m de altura se interpreta que casi el 20% de los ejemplares son árboles muy jóvenes. La distribución del DAP es utilizada para estimar las clases de edades relativas de los árboles, debido a la relación que existe entre estos parámetros43. La longevi-

41 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

FISONOMÍA DEL DOSEL


Altura (m) Frecuencia %

4000

18% 38% 21% 11% 6% 3% 2% 0% 1%

1634 3346 1891 966 513 292 140 42 47

Frecuencia

3500

0-3m 3-6m 6-9m 9-12m 12-15m 15-18m 18-21m 21-24m >25m

3000 2500 2000 1500 1000 500 0 0-3m

Tabla 6: Porcentajes y frecuencias (cantidad de ejemplares) para las categorías de altura del dosel.

3-6m

6-9m

9-12m

12-15m 15-18m 18-21m 21-24m >25m

Altura (m) Gráfico 1: Histograma de altura de los ejemplares.

dad y el hábito de crecimiento deben ser considerados en el diseño y la planificación del arbolado. Los planes de reposición pueden ser previstos, contemplando que los estándares de vida del arbolado urbano admiten como normales 60 años de vida en bosques, 120 en parques y 100 en calles44. Como se mencionó anteriormente, el balance equilibrado entre clases etarias es considerado como parámetro de fortaleza del arbolado frente a plagas y enfer7%

42 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

24%

DAP (cm) frecuencia real 0-30 6145 30-60 2110 >60 616 8871

% real frecuencia ideal 69% 1508 24% 5944 1508 7% 100%

% ideal 17% 67% 17% 100%

DAP

69%

0-30 30-60 >60

Gráfico 2: Porcentajes de ejemplares para las categorías de DAP asociadas a árboles jóvenes (DAP<30 cm), adultos (DAP 30-60 cm) y maduros (DAP >60 cm)

Tabla 7: Porcentajes y frecuencias (cantidad de ejemplares) reales e ideales, para las categorías de DAP asociadas a árboles jóvenes (DAP<30 cm), adultos (DAP 30-60 cm) y maduros (DAP >60 cm).

medades. El criterio aceptado es una distribución etaria ideal compuesta por 1/6 de árboles jóvenes (DAP < 30 cm), 2/3 de árboles adultos (DAP 30-60 cm) y 1/6


de árboles maduros (DAP >60 cm) 45. De acuerdo a ese criterio, el arbolado de Ciudad Universitaria actualmente se presenta marcadamente desbalanceado, con una predominancia de casi 70 % de ejemplares en etapas juveniles (Gráfico 2). La clase de árboles adultos está por debajo de la mitad de la proporción esperada (Tabla 7). La relación de los ejemplares maduros también es baja pero presenta menor brecha respecto al ideal, a la vez que atañe a menos cantidad de árboles en términos absolutos. El diagnóstico de balance de clases etarias que se presenta problemático al momento actual, puede evolucionar hacia una situación más adecuada, a medida que los árboles crezcan y pasen de la categoría de árboles jóvenes a adultos. La base de datos actualizable generada en el marco de este estudio resulta un instrumento fundamental para el monitoreo de esta situación y permite planificar la gestión al respecto. Como medida inmediata a partir de estos datos, en el corto plazo, los esfuerzos deberían enfocarse en recuperar y mantener los ejemplares adultos y maduros, en buen estado, saludables y con riesgos bajos, más que invertir en nuevas plantaciones masivas. La distribución de DAP evaluada de manera más detallada muestra que dentro 2500

Frecuencia

2000

1500

1000 500

0 10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

>100

Gráfico 3: Histograma del DAP de los ejemplares.

de la categoría DAP<30 cm existe dominancia de ejemplares muy jóvenes, con DAP de 10 cm y de 20 cm en segunda instancia (Gráfico 3). El grupo de árboles más jóvenes está compuesto mayoritariamente por Lapachos rosados y Ciruelos de adorno, (Tabebuia impetiginosa y Prunus cerasifera f. atropurpurea) como especies dominantes entre las plantas de menor diámetro de tronco, y Jacarandáes y Fresnos americanos (Jacaranda mimosifolia y Fraxinus americana, respectivamente) en la categoría siguiente (Tabla 8); cuantitativamente entre todos ellos reúnen casi el 40% de los ejemplares.

43 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

DAP(cm)


nombre científico

nombre común

promedio DAP (cm)

cantidad

Tabebuia impetiginosa Prunus cerasifera f. atropurpurea Jacaranda mimosifolia Fraxinus americana

Lapacho rosado Ciruelo de adorno Jacarandá Fresno americano

8 8 16 18

1001 286 1343 841

Tabla 8: Promedio de DAP de las especies más numerosas, en el grupo de árboles jóvenes.

Las diferentes intervenciones de forestación se han particularizado por tener poca diversidad de especies implantadas en cada ocasión. Esta característica puede observarse en la uniformidad de DAP y altura que presentan las cohortes de las especies, que son legibles por los diseños de plantación. El criterio de uniformidad, entendido como diversidad mínima, debe ser revisado para futuras intervenciones. Ya se ha mencionado que Jacarandá y Lapachos son especies sanitariamente sensibles, en tanto que el Ciruelo de adorno es una especie poco longeva46. La proyección del arbolado, a futuro, requerirá intervenciones que promuevan un balance más equilibrado en cuanto a componentes vegetales, a fin de no aumentar la vulnerabilidad del conjunto arbóreo. EVALUACIÓN DEL RIESGO APARENTE DEL ARBOLADO El estado general del arbolado con respecto a su estado de vitalidad es bueno, alrededor del 70% muestran signos de alta vitalidad y sólo un 5% presentan signos de vitalidad baja (Gráfico 4). Se relevaron 377 ejemplares secos (4% del

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377; 4% 993; 4%

Vitalidad alta media baja seco

1707; 19%%

6395; 72%

Gráfico 4: Cantidad de ejemplares y porcentajes relativos para las categorías cualitativas de vitalidad del arbolado


total). Los factores de riesgo se incrementan en la medida que el árbol pueda afectar a personas y bienes. El riesgo potencial se evalúa en función del grado de deformación o lesión estructural observable visualmente, del porte del ejemplar analizado y también por la cercanía de construcciones, estacionamientos, veredas, sitios de estar, etc47. A partir de ello se definen las categorías cualitativas de Riesgo aparente alto, medio o bajo. Dentro del grupo de árboles con baja vitalidad, el 18% se evalúa como ejemplar de riesgo alto, lo cual involucra a unos 70 ejemplares (Gráfico 5). Casi el 50% del arbolado con baja vitalidad presenta riesgo moderado (medio) y un 35% no implica situaciones problemáticas potenciales en la evaluación actual, por lo cual representan bajo riesgo aparente.

70 (18%) 136 (35%)

Riesgo Aparente 187 (47%) riesgo bajo riesgo medio riesgo alto

Los árboles con algún tipo de lesión o deformación son 2628, lo que constituye el 30 % del total del bosque de Ciudad Universitaria. Un árbol vigoroso tiene una resistencia mayor a las adversidades que los ejemplares debilitados por malas condiciones de vida48. El desarrollo bajo situaciones de competencia que se observa en gran parte del arbolado del predio es un factor negativo en la perspectiva a futuro. El arbolado presenta lesiones y deformaciones del tronco y ramas como las características más notorias, con alta frecuencia de horquetas (Tabla 9). Algunas de las causas residen en la plantación comprimida en el espacio, la coexistencia del arbolado con funciones de tránsito y estacionamiento desordenadas y el proceso histórico de mantenimiento de los ejemplares.

45 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

Gráfico 5: Porcentajes y cantidad de ejemplares con distintos niveles de Riesgo Aparente, para el grupo de árboles con Vitalidad baja.


46 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

El arbolado joven, compuesto mayoritariamente por Jacarandá y Lapacho rosado (Jacaranda mimosifolia y Tabebuia impetiginosa) recibe para su gestión la recomendación técnica de practicar poda de formación. El estado general de este grupo joven es bueno, con vitalidad alta. Al ser ejemplares que requieren formación, las deformaciones de copa no son consideradas en esta instancia como lesiones significativas. Se evalúa necesario planificar las estrategias para reducir las deformaciones por competencia a futuro, pudiendo implementarse podas de reducción de copa o rales de algunos ejemplares en etapas tempranas. Entre el grupo de árboles adultosy maduros se encuentran los ejemplares que revisten mayor riesgo, debido a las deformaciones, el porte y/o la vitalidad reducida. El 38% presenta lesiones (1045 tienen lesiones de un total de 2726 árboles con DAP>30 cm). Debido a que la información generada en este diagnóstico se refiere sólo a árboles examinados y a su condición al momento de la inspección ocular, la situación expresada no implica garantía que a futuro no se presenten problemas con los árboles examinados. “Los árboles son seres vivos que no tienen reacciones lineales de un año a otro; el conocimiento de su evolución normal o anormal sólo puede lograrse bajo controles sistemáticos a campo”49. El diagnóstico presentado en estas páginas, junto a la base de datos generada, son elementos indispensables para sustentar el monitoreo sistemático del arbolado de la Ciudad Universitaria. tipo de lesión

cantidad de menciones

Tronco otras (horquetas) Tronco lesiones Copa ramas rotas Tronco malformación Tronco inclinación Copa lesiones Copa deformada Copa otras Raíces con cuello tapado Raíces cortadas Raíces otras

1144 737 501 360 349 342 219 44 33 15 3

Tabla 9: Lesiones registradas en el conjunto del arbolado. Nota: un mismo ejemplar puede presentar más de un tipo de lesión o malformación.


31

37 Se asumen como nativas a las especies de las regiones de Espinal y Bosque Chaqueño Serrano, de acuerdo a la definición que son “nativas, autóctonas o indígenas las especies que crecen en el área fitogeográfica de donde son originarias” (Burgueño G. y Nardini C. 2009. Introducción al paisaje naturalDiseño de espacios con plantas nativas rioplatenses. Orientación gráfica Editora. Buenos Aires). Siguiendo el criterio de considerar autóctonas a las especies que crecían de modo espontáneo en la región antes de la llegada de los españoles (Demaio P., Karlin U.O. y Medina M. 2002. Árboles nativos del centro de Argentina. L.O.L.A.), se integró en dicho status al Aguaribay (Schinus areira). 38 Op. cit. nota 3 39 Eynard C. 2008. Sondeo sobre preferencias de nativas para uso paisajista. En: Libro de las III Jornadas Nacionales de Flora Nativa. Córdoba. 40 Op. cit. nota 2 41 Op. cit. nota 9 42 Navés Viñas F., Pujol Solanich J., Argimon de Vilardaga X. y Sampere Montlló L. 1992. El Árbol en Jardinería y Paisajismo Ediciones Omega. Barcelona. España. 43 Op. cit. nota 32 44 Op. cit. nota 5 45 Op. cit. nota 32 46 Op. cit. nota 42 47 Op. cit. nota 13 48 Op. cit. nota 9 49 Op. cit. nota 9

47 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

Op. cit. nota 5 Op.cit. nota 5 32 Molina C. A. 2009. Arbolado urbano de la ciudad de Esquel, propuesta para su ordenación. Tesis de grado. Departamento de Ingeniería Forestal, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. 33 Northeast Center for Urban & Community Forestry. A guide: developing a street and park tree management plan. An introduction to the preparation of a strategic approach to the care and maintenanceof your community forest. University of Massachusetts. [http://www.umass.edu/urbantree] 34 Subsecretaría de Agricultura y Ganadería.2010. [http://www.maa.gba.gov.ar/agricultura/aspectos_tecnicos.php] 35 Sydnor D. y D´Amato N. 2005. Shade trees and biodiversity in the urban environment. Urban Forestry Department. The Ohio State University. [http://www.treesearch.fs.fed.us/pubs/ne] Consultado 11/12/10 36 Margalef R. 1974. Ecología. Ediciones Omega. Barcelona. El índice H relaciona la Riqueza de especies con la Abundancia de ejemplares de cada una; valores más altos del índice señalan un balance más equilibrado entre los componentes. La fórmula de cálculo es: H= -∑ pi*ln pi siendo pi la proporción de ejemplares de la especie i sobre la cantidad total de árboles del sector. 30


48 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria


CAPÍTULO 4

RECOMENDACIONES

recomendación

número de ejemplares

% del total

Extraer Reducir copa Eliminar ramas secas Extracción clavel del aire Poda de formación Control frecuente

726 286 1230 206 761 930

8% 3% 14% 2% 9% 10%

Tabla 10: Resumen de las prácticas de manejo recomendadas para intervenir en el corto plazo.

49 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

La evaluación sistemática de riesgo aparente del arbolado se recomienda como acción preventiva que permite determinar medidas correctivas50. El árbol urbano, además de los valores paisajísticos, ambientales y sociales que implica, representa una inversión, por acumulación de las operaciones involucradas en su plantación, formación y cuidado. Una verdadera política del árbol debe ligarse al reconocimiento de su valor total51. Un resumen de las recomendaciones cuantitativamente más relevantes para el conjunto del arbolado se refiere a la poda y formación de ejemplares (Tabla 10). La práctica de poda debe ser programada con objetivos claros, como eliminar ramas secas, dar forma a los árboles jóvenes o reformar árboles que presentan desequilibrios estructurales. La poda de reducción de copas se recomienda a los efectos de contribuir a bajar los niveles de competencia entre ejemplares cercanos y minimizar riesgos. Para la gestión del arbolado y la pronta intervención, se aconseja la extracción de los ejemplares decrépitos y los severamente deteriorados. El control frecuente se advierte como medida preventiva para ejemplares que requieren se les preste atención por su estado o el riesgo aparente que implican. Deberá darse especial


50 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

atención a los ejemplares asociados a las vías de circulación vehicular y áreas de estacionamiento, por las condiciones y disturbios que ese tipo de uso del espacio implica para el arbolado, tanto a nivel de estructura aérea como subterránea52. El árbol urbano representa un patrimonio botánico, paisajístico, ambiental, social e histórico. Todos estos factores deben ser tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones técnicas que comprometen el porvenir del árbol. Un plan integral de gestión del patrimonio arbóreo debería tener en cuenta todos los aspectos que le incumben directamente. Entre ellos, se sugiere considerar los siguientes: Plantear un diseño paisajístico integral para el espacio verde, considerando aspectos funcionales, estéticos, ambientales y sociales. Planificar el mantenimiento y las plantaciones de reposición de acuerdo a un programa sistemático. Revisar periódicamente el estado de los árboles y actuar de manera preventiva. Programar las plantaciones apuntando a una mayor diversidad vegetal y con un balance más equilibrado de los componentes vegetales de acuerdo con los estándares de sanidad aceptados. Evaluar en las plantaciones las necesidades específicas de las especies, considerando los requerimientos de cultivo de cada una y el tamaño de los árboles en estado adulto, previendo el espacio necesario para su desarrollo armónico. Monitorear la evolución del balance de clases etarias; recuperar y mantener ejemplares adultos y maduros. Delimitar espacios y solados de circulación vehicular y estacionamiento, de manera que no afecten al arbolado. Implementar solados permeables. Recuperar y poner en valor ejemplares de interés especial (únicos, patrimoniales, de gran porte, etc.). Replantear el sistema de drenajes pluviales y corregir las zonas de encharcamiento. Reducir copas para minimizar el efecto de sombreo y competencia en ejemplares muy próximos. Reducir copas (terciado) de Eucaliptos. Despejar el entorno de árboles heliófilos que se deforman fácilmente por sombreo (Algarrobos, Tipas, Jacarandáes, etc.) Evitar la plantación de especies de Eucalyptus de gran porte. Suspender temporalmente la implantación de Jacarandáes y Lapachos.


51

51 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria

Op. cit. nota 4 Op. cit. nota 9 52 Op. cit. nota 9 50


52 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria


BIBLIOGRAFÍA

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55 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

Subsecretaría de Agricultura y Ganadería.2010. [http://www.maa.gba.gov.ar/agricultura/aspectos_tecnicos.php]


56 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria


ANEXO 1

área

sector

descripción

01

AA AB AC AD Z

Pabellón Argentina, Oeste Pabellón Argentina, Este Odontología y Hemoderivados Estacionamiento Sur de Pabellón Argentina Fac. de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, y Estación Marconi

02

A AX AY B BA C D E F G H I J K L M N

Pabellón Brujas Cantero central Av. Dr. Medina Allende Av. Enrique Barros Laguna Brujas Av. Raúl Haya de la Torre Oeste Tanques y granero Pabellón residencial, pabellón gris y Escuela de Artes Bar de filosofía Pabellón Méjico - Parque CIAL Pabellón verde Pabellón Méjico Pabellón Chile Pabellón Francia y Francia Anexo Aulas de uso común B Aulas de uso común B Instituto de Biología Celular

57 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

CARTOGRAFÍA La Dirección de Planeamiento proveyó el plano digital original. El relevamiento espacial de los árboles fue realizado con Estación Total utilizando el Método de Medición Polar a partir de los vértices del Sistema de Apoyo de la Dirección de Catastro que se encuentra densificado en toda Ciudad Universitaria. La precisión es de ± 3 cm. El plano se mantiene actualizado desde el 2003. Dicho plano fue zonificado en 54 sectores (ver Tabla 11), de acuerdo a un criterio práctico de partición para facilitar la identificación a campo de elementos y espacios. En el plano resultante del estudio, se localizaron y numeraron los ejemplares de manera individual, con números de identificación en correspondencia con las fichas de campo. Se tomó la posición de cada árbol como un punto (eje del tronco).


área

sector

descripción

03

BB O P Q R S T U V W X Y

Av. Raúl Haya de la Torre Este Espacio frente a Escuela de Trabajo Social y Cs. De la Información Ciencias de Información y Trabajo Social Escuela de Kinesiología y Escuela de Fonoaudiología Fac. de Cs. Económicas Aulas de uso común "A", Pabellón Perú, Aula y Biblioteca de Cs. Médicas Aulas de uso común "D" Graduados de Medicina Banco de sangre - Parque Banco de sangre Banco de sangre Escuela de Enfermería

04

AH AI AJ AK AL AZ

Facultad de Cs. Exactas, Físicas y Naturales, Norte. Cs. Químicas I y III Facultad de Cs. Exactas, Físicas y Naturales, Oeste Facultad de Cs. Exactas, Físicas y Naturales, Este. Facultad de Astronomía, Matemática y Física, Cs. Químicas II INTI

05

AE AF AG

Laboratorio Hidráulica Helipuerto Junto a UTN

06

AR AS AT AU AV AW

Fac. de Lenguas Planeamiento físico - Galpones Planeamiento físico. Aulas de uso común "C" Fac. de Cs. Agropecuarias. DASPU Edificio aula Cs. Agropecuarias Rotonda Nores Martínez

07

AM AO AP

Extremo norte campo de deportes Dirección de Educación Física Deportes

08

AN AQ

Canchas de fútbol Parque frente a Barrio Rogelio Martínez

58 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

Tabla 11: Zonificación trazada sobre el plano base provisto por la Dirección de Planeamiento Físico (8 Áreas).


59 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria



MAPA 1 0

100

200m


04

02

01 05


MAPA 2 0

03

07

06

08

100

200m


AZ

AX

B

AH

AJ

AK

A D AI K

L

E

F

H

I

J

M BA

AL

G

N

Z AA

AE

A

A

A AG


MAPA 3 0

AM

B

AN

AO

C Q

R

AY

G

P

O

AP

S

J

T

U VW

X BB

AR

AS

Y AT

AB AC

AU

AD

AF

AQ

AV

AW

100

200m


66 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria


ANEXO 2

nombre científico

nombre común

Acacia aroma Acacia atramentaria Acacia baileyana Acacia caven Acacia dealbata Acacia melanoxylon Acacia praecox Acacia sp. Acacia visco Acer negundo Acer palmatum Albizia julibrissin Araucaria angustifolia Aspidosperma quebracho-blanco Bauhinia sp. Brachychiton populneum Caesalpinia gilliesii Callistemon imperialis Callitropsis macrocarpa Callitropsis macrocarpa variegada Calocedrus decurrens Carya illinoinensis Castanea sativa Casuarina cunninghamiana Catalpa bignonioides Cedrus atlantica Cedrus deodara Cedrus libanitica subsp. libani Cedrus sp. Ceiba sp. Celtis erhenbergiana Ceratonia siliqua Cercis siliquastrum Cinnamomum glanduliferum Citrus limon Citrus reticulata Condalia microphylla Cordiline australe Criptomeria sp. Cupressus arizonica "glauca" Cupressus sempervirens f. estricta Cupressus sempervirens f. horizontalis Cupressus sp.

Tusca Espinillo negro Baileyana Espinillo Aromo Acacia australiana Garabato Acacia Visco Arce negundo Arce del Japón Acacia de Constantinopla Pino Paraná Quebracho blanco Pezuña de vaca Brachichito Lagaña de perro Limpia tubo Lambertiana Lambertiana variegada Libocedro Pecán Castaño Casuarina Catalpa Cedro azul Cedro del Himalaya Cedro del Líbano Cedro sp. Palo borracho Tala Algarrobo europeo Arbol de Judea Falso alcanfor Limonero Mandarino Piquillín Dracena Criptomeria Ciprés de Arizona Ciprés piramidal Ciprés horizontal Ciprés

67 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

LISTA DE VEGETACIÓN RELEVADA


68 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

nombre científico

nombre común

Enterolobium contortisiliquum Erythrina crista-galli Eucalyptus camaldulensis Eucalyptus cinerea Eucalyptus sp. Firmiana simplex Fraxinus americana Geoffroea decorticans Ginkgo biloba Gleditsia triacanthos Gleditsia triacanthos f. inermis Grevillea robusta Jacaranda mimosifolia Kageneckia lanceolata Lagerstroemia indica Ligustrum lucidum Lippia turbinata Liquidambar styraciflua Lithrea molleoides Lycium cestroides Maclura pomifera Magnolia grandiflora Malus domestica Manihot grahamii Melia azedarach Mespilus germanica Morus alba híbrida Morus nigra Olea europaea Paulownia mikado Phoenix canariensis Phytolacca dioica Picea sp. Pinus elliotti Pinus halepensis Pinus patula Platanus acerifolia Populus alba Populus alba var. pyramidalis Populus deltoides Populus nigra Prosopis sp. Prunus armeniaca Prunus cerasifera f. atropurpurea Prunus domestica Prunus persica Pterocarya fraxinifolia Quercus borealis Quercus palustris Quercus robur Robinia pseudoacacia Robinia pseudoacacia f. frisia Roystonia regia Ruprechtia apetala Salix babylonica Salix humboldtiana Salix sp. Salix x erythroflexuosa

Timbó Ceibo común Eucaliptus colorado Eucaliptus medicinal Eucaliptus sp. Parasol de la china Fresno americano Chañar Ginkgo Acacia de las tres espinas o Acacia negra Acacia negra inermis Roble sedoso Jacarandá Durazno del campo Crespón Siempreverde o ligustro Poleo Liquidámbar Molle de beber Tumiñico Maclura Magnolia Manzano Falso cafeto Paraíso Níspero Mora híbrida Mora negra Olivo Kiri Palmera canariensis o Fenix Ombú Picea Pino elliotti Pino halepensis Pino japones Plátano Alamo plateado Alamo plateado piramidal Alamo carolino Alamo criollo Algarrobo Damasco Ciruelo de adorno Ciruelo Durazno Roble americano Roble de los pantanos Roble europeo Acacia blanca Robinia pseudo-acacia frisia Palmera real Manzano de campo Sauce llorón Sauce criollo Sauce híbrido Sauce eléctrico


nombre común

Schinopsis marginata Schinus areira Schinus fasciculata Sebastiania commersoniana Syagrus romanzoffiana Tabebuia impetiginosa Tabebuia pulcherrima Thuja occidentalis Tilia americana f. moltkei Tipuana tipu Trachycarpus fortunei Ulmus procera Ulmus pumila Washingtonia filifera Washingtonia robusta Yucca elephantipes Ziziphus mistol

Orco quebracho Aguaribay Moradillo Palo de leche Palmera pindó Lapacho rosado Lapacho amarillo Tuya Tilo Tipa o tipa blanca Palmera Chamerops Olmo europeo Olmo siberiano Palmera washingtonia Washingtonia robusta Yuca Mistol

69 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

nombre científico


70 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria


ANEXO 3

nombre científico

nombre común

abundancia

Jacaranda mimosifolia Tabebuia impetiginosa Fraxinus americana Ulmus pumila Eucalyptus camaldulensis Cupressus sempervirens f. horizontalis Ceiba sp. Melia azedarach Prunus cerasifera f. atropurpurea Tipuana tipu Ligustrum lucidum Cupressus sempervirens f. estricta Morus nigra Morus alba híbrida Populus nigra Callitropsis macrocarpa Acacia visco Prosopis sp. Populus deltoides Populus alba var. pyramidalis Platanus acerifolia Cedrus deodara Populus alba Thuja occidentalis Acer negundo Acacia aroma Grevillea robusta Syagrus romanzoffiana Robinia pseudoacacia Cedrus sp. Cupressus arizonica "glauca" Pinus elliotti Bauhinia sp. Cedrus atlantica Quercus robur Pinus halepensis Casuarina cunninghamiana Schinus areira Brachychiton populneum Cupressus sp. Washingtonia filifera Eucalyptus cinerea Phoenix canariensis

Jacarandá Lapacho rosado Fresno americano Olmo siberiano Eucaliptus colorado Cipres horizontal Palo borracho Paraíso Ciruelo de adorno Tipa o tipa blanca Siempreverde o ligustro Cipres piramidal Mora negra Mora híbrida Alamo criollo Lambertiana Visco Algarrobo Alamo carolino Alamo plateado piramidal Plátano Cedro del Himalaya Alamo plateado Tuya Arce negundo Tusca Roble sedoso Palmera pindó Acacia blanca Cedro sp. Cipres de Arizona Pino elliotti Pezuña de vaca Cedro azul Roble europeo Pino halepensis Casuarina Aguaribay Brachichito Cipres Palmera washingtonia Eucaliptus medicinal Palmera canariensis

1343 1001 841 739 562 451 371 353 286 248 236 188 186 174 144 104 99 88 84 78 69 69 64 55 54 52 48 44 43 41 38 37 37 36 33 30 30 30 29 24 24 19 19

71 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

CANTIDAD DE EJEMPLARES DE CADA ENTIDAD DETERMINADA (ABUNDANCIA)


72 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

nombre científico

nombre común

abundancia

Lithrea molleoides Calocedrus decurrens Celtis erhenbergiana Prunus armeniaca Albizia julibrissin Prunus persica Liquidambar styraciflua Ginkgo biloba Phytolacca dioica Lagerstroemia indica Erythrina crista-galli Enterolobium contortisiliquum Schinus fasciculata Araucaria angustifolia Ruprechtia apetala Callistemon imperialis Acacia dealbata Salix babylonica Tilia americana f. moltkei Geoffroea decorticans Ulmus procera Magnolia grandiflora Gleditsia triacanthos Salix humboldtiana Olea europaea Maclura pomifera Acacia caven Robinia pseudoacacia f. frisia Catalpa bignonioides Tabebuia pulcherrima Aspidosperma quebracho-blanco Ziziphus mistol Eucalyptus sp. Prunus domestica Criptomeria sp. Gleditsia triacanthos f. inermis Cedrus libanitica subsp. libani Schinopsis marginata Manihot grahamii Acacia praecox Yucca elephantipes Cordiline australe Washingtonia robusta Sebastiania commersoniana Carya illinoinensis Cinnamomum glanduliferum Mespilus germanica Picea sp. Paulownia mikado Pinus patula Roystonia regia Citrus reticulata Cercis siliquastrum Malus domestica Pterocarya fraxinifolia Lycium cestroides Acacia sp. Kageneckia lanceolata

Molle de beber Libocedro Tala Damasco Acacia de Constantinopla Durazno Liquidámbar Ginkgo Ombú Crespon Ceibo común Timbó Moradillo Pino Paraná Manzano de campo Limpia tubo Aromo Sauce llorón Tilo Chañar Olmo europeo Magnolia Acacia de las tres espinas o Acacia negra Sauce criollo Olivo Maclura Espinillo Robinia pseudo-acacia frisia Catalpa Lapacho amarillo Quebracho blanco Mistol Eucaliptus sp. Ciruelo Criptomeria Acacia negra inermis Cedro del Líbano Orco quebracho Falso cafeto Garabato Yuca Dracena Washingtonia robusta Palo de leche Pecan Falso alcanfor Nispero Picea Kiri Pino japones Palmera real Mandarino Arbol de Judea Manzano

18 16 15 14 14 13 12 11 11 10 10 9 9 9 8 8 8 8 8 8 8 7 7 6 6 6 6 6 5 5 5 5 5 5 4 4 3 3 3 3 3 3 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 1 1 1 1 1

Tumiñico Acacia Durazno del campo


nombre común

abundancia

Acacia baileyana Acer palmatum Acacia atramentaria Acacia melanoxylon Citrus limon Trachycarpus fortunei Ceratonia siliqua Caesalpinia gilliesii Quercus borealis Quercus palustris Castanea sativa Callitropsis macrocarpa variegada Condalia microphylla Lippia turbinata Salix x erythroflexuosa Salix sp. Firmiana simplex

Baileyana Arce del Japón Espinillo negro Acacia australiana Limonero Palmera Chamerops Algarrobo europeo Lagaña de perro Roble americano Roble de los pantanos Castaño Lambertiana variegada Piquillin Poleo Sauce eléctrico Sauce hibrido Parasol de la china

1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

73 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

nombre científico


74 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria


ANEXO 4 DIVERSIDAD POR SECTOR

Valores del índice de Diversidad de Shannon-Weaver (H) para los 54 sectores de la zonificación de relevamiento a campo (subdivisión de las 8 Áreas operativas de la Dirección de Planeamiento Físico). Referencia: Riqueza se refiere a la cantidad de especies diferentes.

1

AC AB AA Z AD

Odontología y Hemoderivados Pabellón Argentina, Este Pabellón Argentina, Oeste Fac. de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, y Estación Marconi Estacionamiento Sur de Pabellón Argentina

cantidad riqueza de árboles 166 21 138 19 148 19 435 23 271 20

H

2

A AX B G H C N D J L E AY F I K M BA

Pabellón Brujas, Pabellón España Cantero central de Av. Dr. Medina Allende Laguna Brujas CIAL Pabellón verde Tanques y granero Instituto de Biología Celular Pabellón residencial, pabellón gris y Escuela de Artes Pabellón Chile Aulas de uso común B Bar de filosofía Av. Enrique Barros Pabellón Méjico - Parque Pabellón Méjico Pabellón Francia y Francia Anexo Aulas de uso común B Av. Raúl Haya de la Torre Oeste

348 102 127 225 92 66 124 112 156 59 67 37 81 55 93 165 34

32 22 22 25 15 13 16 11 21 10 13 9 10 7 12 9 3

2,81 2,58 2,44 2,38 2,23 2,16 2,14 2,1 2,09 2,08 1,87 1,85 1,78 1,74 1,73 1,29 0,55

3

Q S R O P Y V T U W

Escuela de Kinesiología y Escuela de Fonoaudiología Aulas de uso común "A", Pabellón Perú, Aula y Biblioteca de Cs. Médicas Fac. de Cs. Económicas Espacio frente a Escuela de Trabajo Social y Cs. De la Información Ciencias de Información y Trabajo Social Escuela de Enfermería Banco de sangre - Parque Aulas de uso común "D" Graduados de Medicina Banco de sangre

149 110 47 101 105 109 47 112 281 48

24 20 16 15 14 14 7 7 13 10

2,7 2,63 2,47 2,1 2,01 1,78 1,68 1,67 1,49 1,48

2,78 2,27 2,14 2,05 1,98

75 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

área sector descripción


76 | Los árboles de la Ciudad Universitaria

área sector descripción X BB

Banco de sangre Av. Raúl Haya de la Torre Este

cantidad de árboles 113 26

riqueza H 8 2

1,39 0,49

4

AL AI AJ AK AZ AH

Facultad de Astronomía, Matemática y Física, Cs. Químicas II Cs. Químicas I y III Facultad de Cs. Exactas, Físicas y Naturales, Oeste Facultad de Cs. Exactas, Físicas y Naturales, Este. INTI Facultad de Cs. Exactas, Físicas y Naturales, Norte.

503 247 105 147 48 17

34 19 18 19 9 4

2,6 2,37 2,07 1,74 1,6 1,01

5

AF AE AG

Helipuerto Laboratorio Hidráulica Junto a UTN

527 177 19

14 11 2

1,88 1,86 0,34

6

AU AT AS AV AR AW

Fac. de Cs. Agropecuarias. DASPU Planeamiento físico. Aulas de uso común "C" Planeamiento físico - Galpones Edificio aula Cs. Agropecuarias Facultad de Lenguas Rotonda Nores Martínez

719 340 108 118 116 191

77 29 18 19 12 11

3,43 2,75 2,38 2,38 2,19 1,41

7

AO AM AP

Dirección de Educación Física Extremo norte campo de deportes Deportes

295 68 243

27 12 15

2,46 2,27 1,67

8

AQ AN

Parque frente a B. Rogelio Martínez Canchas de fútbol

344 191

31 15

2,61 2,24



78 | Los รกrboles de la Ciudad Universitaria



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