ÂżQuĂŠ nos pasa mientras dormimos?
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Mientras dormimos, nuestro cuerpo se comporta de manera diferente a cuando estamos despiertos: tenemos una postura reclinada, los ojos cerrados, hay una disminuci贸n de los movimientos y una respuesta menor a est铆mulos externos.
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Para estudiar el cuerpo cuando dormimos, los expertos realizan un examen llamado polisomnografía, que registra los cambios en el comportamiento de los ojos, el cerebro, el corazón, los pulmones y los músculos durante las cinco fases del sueño que experimentamos y que se repiten cuando estamos dormidos. “Aunque estemos durmiendo, nuestros órganos siguen funcionando”, comenta Valeria Puertas Meza, de 10 años.
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Con la fase uno y dos, inicia el ciclo del sueño; en esta perdemos la conciencia y el control del cuerpo. Los músculos comienzan a relajarse y la frecuencia respiratoria y cardiaca son más lentas; así como la actividad cerebral. Los ojos se mueven lentamente y el estado de alerta del organismo disminuye, aunque es posible despertarse ante estímulos fuertes.
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En las fases tres y cuatro, el cuerpo entra en un sueño profundo. La frecuencia respiratoria y cardiaca son regulares y muy lentas, la actividad del cerebro también lo es. Los ojos se mueven y los músculos están muy relajados.
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La quinta fase es conocida como REM que, por sus siglas en inglés, significa Movimientos Oculares Rápidos, porque los ojos se mueven en todas las direcciones. El cerebro está en su máxima actividad, incluso más que cuando estamos despiertos. Los latidos del corazón y la frecuencia respiratoria son rápidos e irregulares. Por el contrario, los músculos se encuentran tan relajados que no pueden moverse; el cuerpo está paralizado.
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Estas cinco fases conforman un ciclo de sueĂąo; para que una persona duerma bien, se deben repetir de 3 a 7 veces por noche. AdemĂĄs, es necesario que se cumplan los ciclos completos para reparar el cuerpo; si se interrumpen, nos despertaremos cansados.
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La cantidad de sueño necesaria para descansar depende de cada persona. En los adultos, el promedio es de 7 a 8 horas y 10 en los niños. Factores genéticos, ambientales y las actividades realizadas durante el día también determinan las horas que debemos dormir. La edad es el principal factor que afecta la duración de los ciclos. Por ejemplo, los bebés duermen el doble de tiempo de un adulto. En la vejez, disminuye el sueño profundo y se despierta con mayor frecuencia y por más tiempo durante la noche.
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Dormir hace parte del periodo de sueño y vigilia, que controla el ritmo circadiano, o reloj biológico, de nuestro cuerpo. “El principal estímulo ambiental es el ciclo luz-oscuridad (día-noche). Esta información entrena al cerebro para mantenerse despierto durante el día y a dormir en la noche”, dice el investigador.
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Dormir es importante para el cuerpo porque le posibilita descansar y reemplazar lo consumido durante el día, como los nutrientes de las células y los neurotransmisores gastados. “Nuestro cuerpo es como una batería que recargamos durmiendo bien”, comenta Stefany Hinestroza Zabaleta, de 8 años.
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Si nuestro cuerpo no ha descansado lo suficiente durante algunos días, podemos recuperar ese sueño durmiendo por un tiempo más prolongado. Esto es posible gracias al mecanismo homeostático, un proceso de autorregulación del organismo.
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Cuando dormimos, nuestra temperatura baja, lo que permite que el cuerpo se refrigere y el coraz贸n descanse. Adem谩s, ocurre la reparaci贸n de los m煤sculos y la limpieza del cerebro.
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En este proceso, también es producida en mayor cantidad la hormona del crecimiento, que ayuda a que los niños crezcan; y, en todas las edades, al funcionamiento de las células y al mantenimiento de los músculos y los huesos. Además, al dormir, el cerebro guarda lo aprendido durante el día y se consolida la memoria; esto ocurre en la fase REM.
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“Para un ser humano es virtualmente imposible mantenerse despierto voluntariamente por más de tres días”, dice Juan Gonzalo. ¿Qué otras funciones crees que tiene el sueño? ¿Qué crees que pasaría si no dormimos bien?
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Investigador invitado: Juan Gonzalo G贸mez Lopera, m茅dico neur贸logo Texto: Carolina Escobar Fotos: R贸binson Henao
http://www.eafit.edu.co/ninos