SEMINARIO: EL GRAN DESAFÍO DE LA BIBLIA
El “Compañero de Lectura” 1. ROLES a) Relaciona cada “rol” con su correspondiente tarea. (No hay respuestas únicas. Indica todas las relaciones posibles.) AMIGO
Sigue el mismo plan de lectura bíblica que tiene el niño.
LÍDER
Comparte encuentros comunes con Dios a través de las lecturas bíblicas.
GUÍA DIRECTOR
Explora con el niño las posibles conexiones entre el texto bíblico y las experiencias de la vida.
CONFIDENTE Se ofrece para discutir o investigar temas de interés sugeridos por el niño.
ANIMADOR
Se compromete a dar tiempo al niño de manera regular y sistemática.
MAESTRO ÁRBITRO
Se presta a ofrecerle al niño su apoyo y ánimo cuando se lo requiere.
ASESOR
Anima al niño a ser constante en la lectura de la Biblia como hábito personal..
EXPERTO CONSEJERO
Se mantiene abierto, vulnerable, auténtico, honesto…
GUARDIÁN-CUIDADOR Busca información o recursos en la web (www.bigbiblechallenge.com).
MENTOR ENTRENADOR COMPAÑERO
Proporciona al niño materiales para proyectos, trabajos manuales, etc. Facilita encuentros con otros niños participantes en el programa de EL GRAN DESAFÍO DE LA BIBLIA.
INTÉRPRETE
b) Subraya con el mismo color los 3 roles que consideres de MAYOR importancia para el “Compañero de lectura” en el programa de EL GRAN DESAFÍO DE LA BIBLIA… y, con otro color, los 3 roles MENOS importantes.
©UNIÓN BÍBLICA (2013)
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2. DIEZ CONSEJOS 1. Sería muy conveniente acordar de antemano con el niño/a el mejor lugar y horario para los encuentros habituales, teniendo en cuenta que muchos niños tienen una agenda bastante completa. Por lo tanto, debemos mostrar sensibilidad ante sus posibles limitaciones de tiempo. El lugar no tiene que ser necesariamente un lugar físico. El encuentro podría realizarse, por ejemplo, a través del correo electrónico, Skype, o los medios sociales. Si sabes de antemano que, por algún imprevisto, no vas a poder asistir a un encuentro determinado, debes informarle al niño lo antes posible y reorganizar la cita. 2. Debes proporcionarle al niño/a respuestas honestas y apropiadas a su edad, más que respuestas ‘perfectas’ y exhaustivas. Hay que estar dispuesto/a a compartir nuestros fracasos y fallos, y no solo los éxitos. Si no sabes la respuesta a una pregunta, conviene decir al niño que tratarás el tema en otro momento o, mejor aún, buscar juntos una solución. 3. Procura demostrar una preocupación genuina por el niño/a, preguntándole por los acontecimientos que le preocupan en la vida y animándole en su propio desarrollo espiritual. También puedes compartir regularmente tus propias experiencias. IMPORTANTE 4. Ora regularmente por el niño/a. 5. Hay que ser positivo/a y proporcionarle al niño/a ánimo durante todo el proceso. Dile que esperas con ilusión vuestros encuentros. 6. Mantén la expectativa de que, al abrir la Biblia, esperamos tener un encuentro vivo con Dios. Anima una actitud de investigación y descubrimiento para que el niño/a busque a Dios en toda página. 7. Ayuda a tu niño/a a ver su propia historia y experiencia de la vida como parte del inmenso proyecto que Dios manifiesta en la Biblia. Muéstrale la realidad de Dios en su vida, y estate preparado/a para compartir tus propias experiencias que revelan la obra de Dios en las vidas de sus seguidores. 8. Donde sea posible, pregunta al niño/a acerca de los cambios prácticos que sus descubrimientos harían en su vida. Aunque no se puede predeterminar dichos cambios, es posible sugerir las áreas de sus vidas que podrían ser impactadas. 9. No esperes que cada conversación produzca una transformación inmediata en los valores o el estilo de vida del niño/a. Aunque es verdad que Dios exige cambios por medio de la Biblia, y no debemos subestimar la capacidad de los niños de vivir auténticas vidas cristianas, aun así los cambios y el crecimiento suelen ser lentos. 10. Considera la posibilidad de que la relación de “Compañero de lectura” continúe después de terminar el programa de EL GRAN DESAFÍO DE LA BIBLIA.
©UNIÓN BÍBLICA (2013)
Si aceptas el papel de “Compañero de lectura” y no eres padre, madre o tutor legal del niño/a, debes reconocer que entras en una relación de confianza que va más allá de las reuniones. Tristemente, un adulto que muestra el interés continuado en un niño/a, a menúdo es objeto de sospecha. Cada precaución debe realizarse en todo momento para asegurar la integridad de la relación y proteger tanto al niño como a su mentor, así como el desarrollo y la calidad del proceso de discipulado. Mantén transparente lo que pretendes realizar y no hagas nada en secreto o de manera privada o exclusiva. Respeta a los padres del niño/a y no hagas nada que mine su autoridad y funciones parentales. Cualquier comunicación o contacto directo con el niño/a debe realizarse con la debida autorización de sus padres y de acuerdo con la legislación vigente y las normas de tu iglesia o denominación.
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