LA RESPUESTA
DE DIOS
C
uando usted conozca la voluntad de Dios, nunca más volverá a sufrir en este mundo, aunque pase por tribulaciones y luchas nunca será infeliz porque la voluntad de Dios es la mejor para nosotros. Jesús hace referencia en Lucas 11:11-13, indicando que Dios quiere lo mejor para cada uno de nosotros, pero para que eso suceda, debemos concordar con Él, obedecer Su Palabra y seguir Sus consejos. Usted puede estar pasando por muchos problemas, pero si presta atención a la Palabra de Dios, su vida puede cambiar en ese preciso momento. Mire lo que Jesús dice para todos los que están sufriendo: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:63 -El espíritu: es el que da vida; Él es invisible, intocable, imperceptible (quiere decir que no se siente). -La carne para nada aprovecha: Ella puede ser bonita, maravillosa cuando es joven, pero al ir envejeciendo, pierde su belleza. -Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida: Cuando usted lee la biblia y un versículo llama su atención, es Dios hablando y cuando Él le habla, esa palabra lo
OBISPO MACEDO Escuche la Palabra Amiga del Obispo Macedo todos los días a las 12h por Ecuantena 1030 AM
levanta, no necesita de nadie más, sólo del Espíritu de la Palabra de Dios. Él le conducirá y le dirá lo que desea de usted, lo que Él habló en el pasado, habla en el presente o hablará en el futuro, es Su Palabra y ella no vuelve vacía, no caduca, ni envejece, ella siempre se renueva, transmite Espíritu, fuerza, fe, ánimo y hace que usted se levante, que no dependa de nadie, sólo del Espíritu Santo. Dios es tan maravilloso que nos permite hablar con Él y a su vez Él habla con nosotros, se preguntará cómo lo hace: cuando oramos nosotros estamos hablando con Él, pero cuando leemos SU PALABRA (la Biblia) Dios habla con nosotros. Cuando colocamos la cabeza en la Palabra de Dios, Él nos da visión, entendimiento, comprensión y vida; es decir, Su Espíritu para guiarnos en este mundo sucio en el que vivimos.
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