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“LO IMPOSIBLE SE VOLVIÓ POSIBLE”

Noté que mi hija respiraba con mucha síntomas de somnolencia, cuando la llevé al hospital, tuvimos que internarla.

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A Sofía le diagnosticaron gastroesofágico. Todo esto la hizo pasar por un tratamiento y una larga estadía en el hospital.

Pasó un mes en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos).

Yo estaba muy alejada de la Presencia de Dios, al ver a mi hija en esa situación, mi reacción inicial fue de desesperación, pero pronto actué con fe. Su sanidad ocurrió después de que los pastores fueron a la UCI, oraron por ella, después de ese día ella salió de ahí.

cirugía, que debía tomar medicación de uso continuo y que nunca sería una niña normal.

Regresé a la Iglesia, ya que comprendí que necesitaba estar cerca de Dios y perseverar frente a las luchas constantes. Tiempo después, recibimos el informe completo donde decía que Sofía estaba completamente curada, lo imposible se volvió posible. Los médicos no entendían lo que pasó, su recuperación no tuvo explicación, pero fue una acción de

Después del alta médica regresamos a casa, pero Sofía padecía aún de la enfermedad; los médicos dijeron que mi de nto dad los UCI, de ese médica ro rmedad; on que ecesitaba a

Jenifer junto a su hija Sofía

Los problemas iniciaron desde que mi esposo conoció el vicio del alcohol; por causa de aquello el dinero no nos alcanzaba. No había día que no discutiéramos por la misma razón.

El tiempo pasó y lo único que provocó fue que cayera en depresión. Un día mientras miraba la televisión, vi la programación de la Iglesia, fue ahí donde tomé la decisión de participar; entonces entendí que lo que necesitaba era liberarme de todo este mal.

Hoy estoy libre de la depresión y mi relación con mi esposo se restauró porque él venció el vicio del alcohol.

Crecí en un hogar disfuncional. Por esa causa, desde los 13 años empecé a tener mucho odio en contra de mis padres, lo cual provocó que terminara hundiéndome en una profunda depresión y ansiedad.

Mi tormento terminó cuando fui invitado a participar en la iglesia Universal, aquí comprendí que todo era causado por un mal espiritual; perseverando, aprendí a usar mi fe para poder vencer los traumas de mi infancia.

Lo mejor de todo fue cuando escuché sobre el poder del Espíritu Santo. Entonces comprendí que necesitaba de Su presencia para poder obtener el gozo, la paz y la alegría que siempre quise tener.

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