Agosto de 2008
Volumen 3
A単o 3
ISSN 1909-1621
Bogotá D.C., Colombia • revistacolombianadeenfermeria@unbosque.edu.co • Volumen 3 Año 3 • Agosto de 2008 • ISSN 1909-1621
DIRECTORA Rita Cecilia Plata de Silva EDITORA EN JEFE Nohora Sánchez Castro revistacolombianadeenfermeria@unbosque.edu.co COMITÉ EDITORIAL Victoria Eugenia Cabal Escandón Claudia Celis Pinilla Pío Iván Gómez Sánchez María Mercedes Lafaurie Villamil Rita Cecilia Plata de Silva Nohora Sánchez Castro Mauricio Zúñiga Morales COMITÉ CIENTIFICO Sandra J. Cadena, PhD, ARNP, CS. College of Nursing. University of South Florida • USA Daniel Eslava A., RN. MSc. PhD. Presidente ACOFAEN • Bogotá, Colombia Sonia Echeverri, Enf, M.Sc., CNSN. Fundación Santafé de Bogotá • Bogotá, Colombia Beatriz Goodwin, PhD, M.A, BSN. College of Nursing. New York University (NYU) • USA María Mercedes Rizo, Enf, PhD. Universidad de Alicante • España Patricia Tovar, PhD, Antropóloga. Investigadora U. de New York (CUNY) • USA Ana Luisa Velandia Mora, Enf, PhD, MAS. Universidad Nacional de Colombia • Bogotá, Colombia RECTOR Jaime Escobar Triana, MD, M.Sc. Bioética, M.Sc.Fil. VICE-RECTOR ACADÉMICO Erix Bozón Martínez. MD. VICE-RECTOR ADMINISTRATIVO Carlos Felipe Escobar Roa. MD. DECANA FACULTAD DE ENFERMERÍA Rita Cecilia Plata de Silva
Revista Colombiana de Enfermería ISSN: 1909-1621 Volumen 3 Año 3
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Bogotá D.C., Colombia Agosto de 2008
Contenido
Editorial La Cotidianidad: Un espacio para potenciar la investigación en enfermería
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Daniel Gonzalo Eslava, RN. MsC. PhD.
Comunicación del profesional de Enfermería con pacientes que tienen dificultades en la expresión verbal por sordera.
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Blanca Cecilia Vanegas, Luz Helena Castro, Mercy Paola Paez, Norlis Sulai Ramírez y Lorena Julie Salcedo.
Experiencias de profesionales de Enfermería en el cuidado psicoemocional a pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos, 2006.
21
Blanca Cecilia Vanegas, María Fernanda Barbosa, Gely Maricely González, Jeiny Jahandra Montoya y Sandra Liliana Vega.
Construcción de la identidad profesional en estudiantes de Enfermería de la Universidad El Bosque, 2007.
33
Blanca Cecilia Vanegas, Graciela Barrera, Luz Adriana Bautista, Nancy Liliana Gómez, Leidy Johana Hernández, Kelly Johanna Ramírez, Viviana Marcela Roa.
Formación en salud mental en pregrado de Enfermería de la Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia.
45
Elsa Mariño Samper, Marcela Pabón Gamboa, Margarita Jaramillo.
Cambios alimentarios percibidos por los estudiantes de Enfermería de la Universidad El Bosque durante su proceso de formación académica, Bogotá, D. C., 2007.
51
Cecilia Saad Acosta, Edgar Ibáñez, Carmenza León, Claudia Colmenares, Nohra Vega, Yuly Díaz.
Adherencia de los pacientes con insuficiencia renal crónica a las sesiones de hemodiálisis del Hospital Militar Central, Bogotá, D. C., 2006-2007.
61
Cecilia Saad Acosta, Gloria Sepúlveda, Edgar Ibáñez, Catalina Flores, Melissa Herrán, Natalia Márquez, Katherin Pacheco, Gloria Rojas.
Creencias populares acerca de la curación del cáncer de próstata y cérvico uterino y experiencias de aplicación en pacientes de una institución de salud de Bogotá.
79
Blanca Cecilia Vanegas, Martha Patricia Chaves, Gina Beltrán, Eliana Díaz, María del Pilar Estrada, Yulieg González, Angélica Muñoz.
Prevención de infecciones en la emergencia obstétrica.
77
Pio Iván Gómez Sánchez.
Género, feminismo y conflicto. Una aproximación a la propuesta de Vincent Martínez Guzmán. Maria Mercedes Lafaurie.
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Contents
Editorial The daily life: A space to foster research in nursing
5
Daniel Gonzalo Eslava, RN. MsC. PhD.
Nursing professional communication with patients who have difficulties in verbal expression because deafness.
13
Blanca Cecilia Vanegas, Luz Helena Castro, Mercy Paola Paez, Norlis Sulai Ramírez y Lorena Julie Salcedo.
Experiences of nursing professionals in the psycho-emotional care of patients in the intensive care unit, 2006.
21
Blanca Cecilia Vanegas, María Fernanda Barbosa, Gely Maricely González, Jeiny Jahandra Montoya y Sandra Liliana Vega.
Construction of professional identity in nursing students from Universidad El Bosque, 2007.
33
Blanca Cecilia Vanegas, Graciela Barrera, Luz Adriana Bautista, Nancy Liliana Gómez, Leidy Johana Hernández, Nelly Johanna Ramírez, Viviana Marcela Roa.
Mental health formation in nursing undergraduates students from Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia.
45
Elsa Mariño Samper, Marcela Pabón Gamboa, Margarita Jaramillo.
Feeding changes perceived by nursing students from Universidad El Bosque during their academic formation process. Bogotá, D.C., 2007.
51
Cecilia Saad Acosta, Edgar Ibáñez, Carmenza León, Claudia Colmenares, Nohra Vega, Yuly Díaz.
Adhesion of hemodialysis sessions in patients with chronic kidney failure from Hospital Militar Central, Bogotá, D.C., 2006-2007.
61
Cecilia Saad Acosta Gloria Sepúlveda y Edgar Ibáñez,Catalina Flores, Melissa Herrán, Natalia Márquez, Katherin Pacheco, Gloria Rojas.
Popular beliefs about treatment of prostate cancer and cervix neoplasm and experiences of application in patients from a health institution of Bogotá.
79
Blanca Cecilia Vanegas, Martha Patricia Chaves, Gina Beltrán, Eliana Díaz, María del Pilar Estrada, Yulieg González, Angélica Muñoz.
Prevention of infections in the obstetric emergencies.
77
Pio Iván Gómez Sánchez.
Gender, feminism and conflict: an approach to Vicent Martínez Guzmán´s perspective. Maria Mercedes Lafaurie.
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Editorial La Cotidianidad: un espacio para potenciar la investigación en enfermería Daniel Gonzalo Eslava, RN. MsC. PhD. Profesor Asociado, Pontificia Universidad Javeriana. Presidente, ACOFAEN, Bogotá, Colombia. “El aspecto más triste de la vida actual es que la ciencia gana en conocimiento más rápidamente que la sociedad en sabiduría”. Isaac Asimov.
Agradezco la Invitación del Editor de la Revista Colombiana de Enfermería, para escribir unas pocas líneas en las cuales se pueda reflejar desde una mirada externa, la importancia y la trascendencia que tiene para la enfermería, la socialización del conocimiento producido. En este tercer número, los artículos que se presentan, abordan de manera integral, un binomio que más que un tema de actualidad o una moda, es un eje estructural para la cualificación y el avance de la profesión. Me refiero a la relación academia-servicio, conocida o denominada más comúnmente como la relación docenciaasistencia, nótese aquí, que es intencional la diferenciación que propongo, pues la misma hace parte integral de la razón de ser de enfermería, -el cuidado-. Los resultados de los procesos de investigación tanto formativa como docente, evidencian la necesidad de volver nuestra mirada a la cotidianidad, -tema por demás apasionante para investigar-, pues es precisamente en el escenario del día a día en el que tanto cuidadores como cuidados, se conocen, interrelacionan y aceptan mutuamente para caminar juntos y buscar alternativas de solución a los problemas que enfrentan, los cuales no son necesariamente de enfermedad. En este sentido, en el presente número de la revista, el lector podrá encontrar con claridad la importancia de pensar tanto los escenarios como los actores en los que se desenvuelve esa maravillosa obra de arte que es el cuidado, sobre todo en un mundo cada día más globalizado, lleno de tecnología y con profundas inequidades. Para nosotros, cada día se hace más evidente que, más allá de la diversidad y del cambio, los cuidados siguen siendo la razón de ser de la profesión y constituyen el motor y el centro del ejercicio profesional, digo cuidados, pues dentro del escenario cotidiano, no solo pensamos en cuidar al enfermo, sabemos que hay otros ámbitos en los cuales, el cuidar hace parte de la vida misma de las personas, la forma como nos alimentamos, los espacios de diversión que tenemos, las relaciones con los amigos, la manera como nos comunicamos, los retos que superamos en nuestro espacio laboral, son todos, momentos en los cuales el cuidado está inmerso y hace parte trascendental de nuestro ser. Un buen ejemplo de esto se evidencia en el primer artículo del presente número de la revista, en el cual se resaltan los sentimientos de impotencia y frustración que podemos tener cuando no existe la posibilidad de
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entender con claridad que es lo que el otro necesita y resaltando la imperiosa necesidad de construir y proponer, estrategias para garantizar un adecuado acercamiento ante la imposibilidad de establecer una buena comunicación. Reconocer las dificultades que se presentan en los diferentes escenarios en los cuales se brinda el cuidado, lleva también a escudriñar en la mirada de quienes deben responder por ese cuidado, así, la mirada del profesional de enfermería frente a su real posibilidad de brindar un cuidado más integral, particularmente en el área psicoemocional se discute de manera interesante en otro trabajo de esta publicación, allí, surgen nuevamente sentimientos de frustración enmarcados en los contextos institucionales, de un lado, la dificultad de quebrar con el rígido cotidiano de las unidades de hospitalización altamente especializadas y del otro, la sensación de vacíos de conocimiento que tienen los profesionales en áreas particulares que les exige su desempeño. Así, va surgiendo entonces en este número, la relación antes mencionada, ACADEMIA-SERVICIO, pues de manera complementaria, los trabajos subsiguientes aportan elementos interesantes para pensar en las formas de sentir, enseñar y aprender que tienen los futuros profesionales de enfermería y como, a través del esfuerzo de la institución formadora, se prepara a los actores para participar de la mejor manera posible en la obra del cuidar. La actividad docente enfrenta a una contradicción básica, por una parte están las exigencias orientadas socialmente por la profesión y del otro lado la posibilidad para darle respuesta, a partir de las particularidades de cada uno de los alumnos. En este sentido, un artículo trata de ofrecer respuestas a esta contradicción desde la formación integral de los estudiantes, en un área trascendental y de relevancia para nuestro país, como lo es la salud mental; allí, el reconocerse así mismo es de vital importancia, sobre todo, cuando es el propio currículo el que ofrece las oportunidades y los espacios para que aun desde estudiante se vaya construyendo el propio proyecto de vida, que en el contexto de la práctica, es permitir que el estudiante se relacione con su cotidiano a través de un conjunto de situaciones concretas, que garantizan la formación de conocimientos, intereses, hábitos, habilidades y otros componentes de capacidades más complejas, para su desempeño profesional. Por otra parte, se reconoce también la importancia de entender la influencia del espacio académico en la vida de los estudiantes, como parte de un discurso coherente que aboga por la formación integral. Aquí, un trabajo muestra claramente la influencia que sobre la alimentación de los alumnos tiene el ámbito universitario, es otro espacio cotidiano en el cual, el agitado vivir, la falta de tiempo y la monotonía en la oferta alimentaria necesariamente influyen en el desarrollo o potencialización de inadecuados hábitos alimenticios, frente a los cuales, tanto el estudiante como la institución deben ofrecer respuestas. Por último, para hacer un balance adecuado de la producción ofrecida, la publicación de este número ofrece dos trabajos que hacen referencia al otro actor fundamental en la obra del cuidado, me refiero al sujeto que es cuidado -no paciente ni cliente- a la persona que necesita acompañamiento, consejo, una mano amiga para sobrellevar su dificultad. Aquí, la voz del otro es fundamental, entender porque una persona acepta o no un tratamiento y se adhiere al mismo, es de vital importancia para garantizar un cuidado sostenido y con resultados concretos en términos de beneficio para el otro. De igual forma, reconocer que a pesar de los innumerables avances científicos y tecnológicos, las personas de una u otra forma recurrimos a recursos paralelos y complementarios para resolver nuestros problemas de salud, es importante para comprender la dimensión cultural que tiene el proceso salud-enfermedad, allí el cuidar es una experiencia de reconocimiento del otro, de sus valores, sus creencias y sus acciones propias de cuidado, una experiencia que me puede hacer crecer como persona y como profesional, una experiencia en la que en medio de todo siempre está el saber popular como parte de la cotidianidad.
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Editorial - La Cotidianidad: un espacio para potenciar la investigación en enfermería
Finalmente, ACADEMIA-SERVICIO, es el binomio que intenta responder a la intensidad de los procesos de transformación social y las modificaciones de los mercados laborables e indica la dirección y las estrategias en que las instituciones formadoras deben redefinir su misión y los perfiles de enseñanza. En este sentido, los trabajos aquí propuestos hacen evidente que los cambios se están dando, debemos mirar más hacia lo que diariamente está pasando y reflexionar en torno a cómo podemos responder a los retos que la cotidianidad nos plantea. Así, las propuestas curriculares de enfermería deben continuar siendo fortalecidas con la realización de procesos de investigación que permitan un acercamiento mayor a la problemática de las personas, que en muchas situaciones, es desconocida ó estereotipada; favoreciendo un intercambio mayor de saberes y experiencias, permitiendo la reflexión, el análisis y el debate de los diferentes temas en situaciones en las que puede el futuro enfermero actuar. Proponiendo procesos docentes que a través de la enseñanza de la investigación, posibiliten el desarrollo de una metodología activa que fomente el aprendizaje de habilidades tales como la observación, motivación, comunicación, relación, receptividad, por ser básicas y fundamentales para el ejercicio profesional. La producción de conocimiento y su difusión debe entonces facilitar la autonomía e independencia, garantizando que tanto alumnos como personas que reciben su cuidado, interactúen con conocimiento pleno de sus problemas y situaciones de salud, esto fomentará no sólo el aprendizaje de conocimientos instrumentales, sino también la práctica de valores como la igualdad, solidaridad, tolerancia, respeto mutuo, para una relación de cuidado más empática y humana. Los invito entonces a leer con detenimiento la producción aquí presentada y aprovechar de la mejor manera lo que estos trabajos le aportan a la profesión de enfermería.
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Editorial The Commonness: A space to promote the research in nursing Daniel Gonzalo Eslava, RN. MsC. PhD. Associate Professor, Pontificia Universidad Javeriana. President, ACOFAEN, Bogotá, Colombia. “The saddest aspect of life right now is that science gathers knowledge faster than society gathers wisdom”. Isaac Asimov.
I highly appreciate the invitation by the Editor of the Revista Colombiana de Enfermería to write a few lines in which the importance and the transcendence that nursing has and the socialization of the produced knowledge can be reflected from an external look In this third number, the articles that they present, they approach in an integral way, a binomial that more than a today's news or a mode, it is a structural axis(axle) for the qualification and the advance of the profession. I refer to the relation academy - service, known or named more commonly as the relation teaching - assistance, one notice here, that there is intentional the differentiation that I propose, since the same one does integral part(report) of the reason of being of nursing, - the care-. The results of the processes of research so much formative as teacher, they demonstrate the need to turn our look to the commonness, - topic for others exciting to investigate-, since it is precisely in the day after day scene in that so many keepers as taken care, know themselves, they interrelate and agree mutually to walk together and to look for alternatives of solution to the problems that face, which are not necessarily of disease. In this respect, in the present number of the magazine, the reader will be able to find with clarity the importance of thinking both the scenes and the actors those that there develops this wonderful work of art that is the care, especially in a world every more included day, full of technology and with deep inequities. For us, every day makes to itself more evident that, beyond the diversity and the change, the elegant ones they continue being the reason of being of the profession and constituting the engine and the center of the professional exercise, I say taken care, so inside the daily scene, not only we think of taking care of the patient, know that there are other areas in which, to take care of the life itself of the people, the form like us we feed, the spaces of amusement that we have, the relations with the friends, the way as we communicate, the challenges that we overcome in our labour space, they are all, moments in which the care is immersed and does transcendental part(report) of our being. A good example of this is demonstrated in the first article in that publication in which there are highlighted the feelings of impotence and frustration that we can have when there does not exist the possibility of
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understanding with clarity that it is what other one needs and highlighting the imperious need to construct and propose, strategies to guarantee a suitable approximation before the inability to establish a good communication. To recognize the difficulties that they present in the different scenes in which the care is offered, it goes also to investigating in the look of those who must answer for this care, like that, the look of the professional of nursing opposite to its real possibility of offering a more integral care, particularly in the area psicoemocional it is discussed in an interesting way in another work of this publication, there, there arise again feelings frustrations placed in the institutional contexts, of a side, the difficulty of breaking with the rigid daily one of the highly specializing units of hospitalization and of other one, the sensation of emptinesses of knowledge that the professionals have in particular areas that its performance demands from them. This way, it is arising then in this number, the relation before mentioned, ACADEMY - SERVICE, in a complementary way, the subsequent works contribute interesting elements to think about the ways of feeling, teaching and learning that they have the professional futures of nursing and as, across the effort of the forming institution, one prepares the actors to take part in a best possible way in the work of to take care. The educational activity faces to a basic contradiction, on one hand there are the requirements orientated socially by the profession and of another side the possibility to give it response, from the particularities of each one of the pupils. In this respect, an article tries to offer answers to this contradiction from the integral training of the students, in a transcendental area and of relevancy for our country, since it it is the mental health; there, to be recognized likewise performs vital importance, especially, when it is the own curriculum the one that offers the opportunities and the spaces in order that even from student there is constructed the own project of life, which in the context of the practice, is to allow that the student should relate to its daily one across a set of concrete situations, which guarantee the most complex training of knowledge, interests, habits, skills and other components of capacities, for their professional performance. On the other hand, the importance of understanding the influence of the academic space in the life of the students is recognized, as part of a coherent speech that pleads for the integral training. Here, a work clearly shows the influence that on the nourishment of the pupils has the university area, is another daily space in which, the rough one to live, the lack of time and the monotony in the food offer necessarily they influence the development or potentialization of inadequate nourishing habits, opposite to which, both the student and the institution must offer answers. In conclusion, to make a suitable balance of the offered production, the publication of this number offers two works that refer to another fundamental actor in the work of the care, I say to the subject that neither patient nor client is taken care - not - to the person who needs accompaniment, advice flow with one friend to carry its difficulty. Here, the voice of other one is fundamental, to deal because a person agrees or not a treatment and sticks fast to the same one, performs vital importance to guarantee a supported care and with concrete results in terms ends of benefit for other one. Of equal form, to admit that in spite of the innumerable scientific and technological advances, the persons of one or other one it forms, we resort to parallel and complementary resources to solve our problems of health, it is important to understand the cultural dimension that has the process health - disease, there take care is an experience of recognition of one another, of their values, their beliefs and their own actions of care, an experience that can make me grow as person and as professional, an experience in the one that in the middle of everything always is to know popularly as part of the commonness. Finally, ACADEMY - SERVICE, it is the binomial that tries to answer to the intensity of the processes of social transformation and the modifications of the working markets and to indicate the direction and the strategies
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Editorial - The Commonness: A space to promote the research in nursing
in which the forming institutions must re-define their mission and the profiles of education. In this respect, the works here proposed make evident that the changes are given, we must look more what every day it is happening and to think concerning how we can answer to the challenges that the commonness us raises. This way, the offers curriculars of nursing must continue being strengthened by the process accomplishment of research that they allow an approximation bigger than the problematics of the persons, which in many situations, is not known or stereotyped; favoring a major exchange of knowledge's and experiences, allowing the reflection, the analysis and the debate of the different topics in situations in which it can be the future nurse act. Proposing educational processes that across the education of the research, make possible the development of an active methodology that foments the learning of such skills as the observation, motivation, communication, relation, receptivity, for being basic and fundamental for the professional exercise. The production of knowledge and its diffusion has to then facilitate the autonomy and independence, guaranteeing that both pupils and persons who receive care, interact with full knowledge its problems and situations of health, this will foment not only the learning of instrumental knowledge, but also the practice of values as the equality, solidarity, tolerance, mutual respect, for a more empathic and human relation of care. I invite them then to read thoroughly the production here presented and to take advantage of the best way what these works contribute him to the profession of nursing
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Comunicación del profesional de enfermería con pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera Nursing professional communication with patients who have difficulties in verbal expression because of deafness Blanca Cecilia Vanegas* Luz Helena Castro** Mercy Paola Páez Norlis Sulai Ramírez Lorena Julie Salcedo Resumen
Abstract
El presente estudio, con abordaje cualitativo y enfoque fenomenológico, se llevó a cabo con el propósito de determinar la manera como se realiza la comunicación del profesional de enfermería con pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera. Los datos fueron obtenidos a través de entrevistas semiestructuradas profundas grabadas, realizadas en dos instituciones de salud y teniendo en cuenta las consideraciones éticas establecidas en la Resolución Nº 008430 de 1993, del Ministerio de Salud de Colombia.
The present study was conducted with qualitative perspective and phenomenology focus and the purpose of determining the way of how to make the nursing professional communication, with patients who have some difficulties in oral expression due to deafness. The information was obtained through semi structured deep interviews in two health's institutes, and keeping in mind ethic considerations, fixed by the N°008430 of 1993 resolution from Colombia's Health Ministry.
La unidad de análisis estuvo constituida por siete profesionales de enfermería, que en los últimos dos años, habían tenido la oportunidad de brindar cuidado a pacientes con dificultad en la comunicación verbal por sordera. El estudio permitió concluir que la mayoría de los profesionales de enfermería participantes, consideran que no cuentan con las herramientas necesarias para comunicarse con un paciente con alteración en la expresión verbal por sordera, lo que en ocasiones conlleva a sentimientos de impotencia frente a su cuidado y a considerarlo como un “paciente difícil”; no obstante, hacen grandes esfuerzos para buscar estrategias que les permita establecer algún tipo de comunicación para indagar sobre las necesidades del paciente y hacer aportes para la solución de sus problemas.
The analysis unity was composed by seven nursing professionals who two years ago, had the opportunity to offer, patient care, with some communication difficulty due to deafness. The study allowed concluding that, the majority of nursing professional participants believe that they don't have the tools that they need, for patient communications with oral disturbance due to deafness. It sometimes they feel sad and weakness in theirs take care and think that they are a “hard patient”, but they make big effort, for looking for some strategies, that allow to establish some kind of communications for to inquire about needs of patient and improve the problems solutions. Key words: Nursing communication and deafness patient; nursing communications and deaf-mute, nursing communication and deaf-blind.
Palabras claves: Comunicación enfermera y paciente sordo; comunicación enfermería y sordomudez; comunicación enfermería y paciente sordociego; dificultades en comunicación y sordera; dificultad en comunicación verbal. Recibido: 11/07/07. Revisado: 10/08/07. Aceptado: 19/08/07. * Enfermera, Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Enfermería Perinatal de la misma Universidad. Especialista en Educación Sexual, Universidad Santo Tomás. Profesora Asociada, Profesora Emérita y Docente Excepcional, Universidad Nacional de Colombia. Profesora Asociada, Universidad El Bosque. Directora del presente estudio. vanegasblanca@unbosque.edu.co ** Enfermeras, Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque.
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INTRODUCCIÓN Los seres humanos, por naturaleza son sociables, y para lograr esto, es fundamental la comunicación con sus semejantes, que se lleva a cabo mediante el lenguaje verbal y no verbal; es así como, a través de la comunicación, se expresan costumbres, sentimientos, pensamientos, necesidades, soluciones a problemas e intercambio de opiniones, entre otros, lo que conlleva a que la comunicación verbal y no verbal ocupe un papel central en los diversos procesos de la vida, y de manera especial, para conocer las necesidades del paciente cuando se encuentra hospitalizado, así como para facilitar su intervención. Este proceso, tan fundamental para el desarrollo del ser humano, se ve entorpecido en las personas que padecen sordera porque, por lo general, no encuentran el debido apoyo entre los interlocutores que no la padecen. Es importante tener en cuenta que las personas con dificultad en la expresión verbal por sordera también se enferman, y por lo tanto, también requieren atención de salud de alta calidad, para lo cual es fundamental la comunicación, puesto que es a través de ésta que se identifican las necesidades del paciente, se realizan diversos procedimientos de intervención y otras acciones del cuidado de enfermería, así como el seguimiento a la evolución de la enfermedad. Por esta razón, se hace urgente la necesidad de mantener una comunicación eficiente con este tipo de pacientes; no obstante, al hacer una revisión de la literatura científica, se evidencia que no existe una fuerte participación de enfermería en los aportes al conocimiento, con respecto a esta temática, a pesar de la urgente necesidad de hacerlo, puesto que este profesional es un integrante clave dentro del equipo de salud, por ser quien permanece la mayor parte del tiempo con el paciente, y es quien debe identificar sus necesidades desde una visión integral y quien tiene la mayor participación en la recuperación de la salud y seguimiento de su evolución. Los anteriores planteamientos motivaron la realización del presente estudio, el cual se llevó a cabo con un abordaje cualitativo y enfoque fenomenológico, con el propósito de determinar la manera como se realiza la comunicación del profesional de enfermería con pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal a causa de la sordera. El estudio permitió concluir que los profesionales de enfermería participantes, perciben que no cuentan con las herramientas necesarias para comunicarse con un paciente con alteración en la expresión verbal por sordera, mencionando como principal causa, la falta de conocimientos sobre el manejo del lenguaje de señas; señalaron además que, esto conlleva a sentimientos de
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impotencia frente al cuidado de estos pacientes y a definirlos como “pacientes difíciles”; no obstante, las profesionales hacen grandes esfuerzos para buscar estrategias que les ayuden a establecer algún tipo de comunicación y les permita indagar sobre las necesidades del paciente y hacer aportes para la solución de sus problemas, pero insisten en la necesidad de una preparación específica para comunicarse con mayor facilidad con este tipo de pacientes. Por las anteriores razones, se espera que los resultados obtenidos en este estudio, puedan servir como base para plantear estrategias curriculares, en los programas de formación profesional y a través de cursos de educación continua en las instituciones de salud, que contribuyan a la preparación del profesional de enfermería para mejorar la comunicación con los pacientes que padecen de sordera.
METODOLOGÍA El estudio se realizó con abordaje cualitativo y enfoque fenomenológico, puesto que se realizó una exploración a profundidad sobre la manera como los profesionales de enfermería perciben, sienten, piensan y actúan, frente a la comunicación con pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera, desde el contexto en que dichos profesionales han experimentado sus propias vivencias al respecto. Se tomó como unidad de análisis, un grupo de siete profesionales de enfermería que voluntariamente aceptaron participar en el estudio; todos los integrantes de este grupo se encontraban en ejercicio activo de la profesión y en los últimos dos años habían tenido bajo su cuidado pacientes con dificultad en la expresión verbal por sordera. Los datos fueron obtenidos, durante el periodo comprendido entre mayo y julio de 2006, por medio de entrevistas semiestructuradas profundas, con previa autorización de los profesionales participantes. Las entrevistas fueron transcritas de manera idéntica a como se obtuvo la información verbal. Luego se subrayaron los hechos o incidentes relatados por las enfermeras, que daban cuenta de sus experiencias en la comunicación con pacientes que tenían dificultad en la expresión verbal por sordera. Posteriormente, se interpretó cada hecho o incidente asignándole un Código Substantivo Substantivo. Luego se analizaron los códigos establecidos y se agruparon por similitud, conformando así las categorías categorías. Finalmente, se analizaron las categorías establecidas, confrontándolas con los hallazgos teóricos al respecto, para llegar a una descripción que explicara la manera
Comunicación del profesional de enfermería con pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera
como los profesionales de enfermería participantes en el estudio, se habían comunicado con pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera.
utilizada por los participantes en el estudio, de acuerdo con el sexo.
Para el estudio se tuvieron en cuenta las consideraciones éticas establecidas por el Ministerio de Salud de la República de Colombia, a través de la Resolución N° 008430 de 1993, con base en la cual se clasificó esta investigación como de riesgo mínimo en consideración a que se esperaba que la recolección de la información, a través de las entrevistas, no afectara la salud ni la integridad de los profesionales de enfermería informantes. Así mismo, antes de las entrevistas, se dio a cada enfermera, de manera verbal y por escrito, la información pertinente acerca de la justificación y objetivos de la investigación, así como la importancia de su participación, las consideraciones éticas que se tendrían en cuenta y la utilidad de los resultados y se entregó un documento sobre el consentimiento informado, que después de ser leído cuidadosamente, fue firmado por el profesional de enfermería participante y por la investigadora.
TABLA 1. Tipos de comunicación establecida, por sexo de participantes en el estudio.
Las entrevistas fueron realizadas en su totalidad por las investigadoras y durante las mismas, se brindó comodidad y absoluta privacidad; para asegurar la confidencialidad, durante la transcripción de las entrevistas, se cambió el nombre real de cada enfermera por un pseudónimo.
RESULTADOS La revisión de los resultados obtenidos puso en evidencia cómo la mayoría de los profesionales participantes coincidieron en afirmar que no se encuentran preparados para atender a un paciente con dificultad den la expresión verbal por sordera. Dicha dificultad es atribuida al desconocimiento del lenguaje de señas. No obstante, los profesionales hacen esfuerzos por hacerse entender de diferentes maneras, o por indagar acerca de algún tipo de información que necesiten del paciente; entre las principales formas de comunicación que emplean para lograr esto, se encuentran las descritas a continuación: interacción a través del acompañante, de quien se valen como un interlocutor, la escritura, gesticulando cuidadosamente, haciéndole gráficas, señas o demostraciones o dándole al paciente un trato infantil. Sin embargo, hay ocasiones en que los profesionales de enfermería se sienten frustrados y con incertidumbre sobre cómo saber si el paciente logró entenderles; finalmente, también perciben que a menudo presentan dificultades en la comunicación y ven la necesidad de tener mejor preparación para atender este tipo de pacientes. Antes de entrar en la descripción cualitativa de los resultados, a continuación se presenta una tabla que muestra un condensado del tipo de comunicación
Debido a que algunos profesionales de enfermería manifestaron haberse sentido incómodos por la incertidumbre acerca de si el paciente les entendía o no lo que se le trataba de decir, y aún más, por percibir que tenían dificultades para comunicarse con este tipo de pacientes, lo cual es preocupante por ser la comunicación, una herramienta fundamental para el cuidado de enfermería, se decidió presentar esta información, en la tabla que aparece a continuación.
TABLA 2. Incertidumbre y limitaciones en la comunicación por sexo.
RESULTADOS CUALITATIVOS El análisis de los resultados permitió organizar la información en las categorías que se presentan a continuación, para posteriormente hacer su descripción. A TRAVÉS DE ACOMPAÑANTE Durante el estudio se identificó que el acompañante del paciente que presenta dificultad en la expresión verbal por sordera, es clave para facilitar la comunicación entre el profesional de enfermería y el paciente. Esto fue expresado por uno de los participantes de la siguiente manera: “Me pareció que era muy fácil, si tenía otra persona ahí que me ayudara; o sea, mucho más fácil para uno en enfermería comunicarse”.
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A TRAVÉS DE ESCRITURA
INCERTIDUMBRE
La escritura se identificó como uno de los medios más usados por los profesionales de enfermería para comunicarse con este tipo de pacientes. Esto fue evidenciado durante el estudio, con expresiones como estas: “Ella me escribía que tenía sed”.
La incertidumbre sobre qué tanto podía comprender el paciente, acerca de la manera como el profesional de enfermería trataba de trasmitirle algún tipo de información, fue algo que también surgió de la información recabada. Al respecto, se señaló lo siguiente: “Uno se siente frustrado, porque uno sabe que si le enseña algo mal al paciente o si no le enseña algo y no queda claro, el paciente jugando con su salud y es un riesgo más”.
A TRAVÉS DE GESTOS Y EXPRESIÓN FACIAL Algunos profesionales de enfermería manifestaron que otra forma utilizada para comunicarse era a través de gestos y expresión facial. Esto fue manifestado así por uno de los participantes: “Tratando como de gesticular, era que se hacía uno entender”. CON SEÑAS El lenguaje de señas también surgió como una manera de comunicación del profesional de enfermería con los pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera. Al respecto, algunos participantes expresaron: “Pues toca a punta de señas, porque como si no sabe leer y yo no le sé su lenguaje, pues tocaba a punta de señas”. María Luisa. A TRAVÉS DE GRÁFICAS Las gráficas también, en ocasiones, son usadas por algunos profesionales de enfermería como una herramienta de comunicación con el individuo que tiene sordera, haciendo que este mensaje sea más claro para quien lo recibe, y a su vez interactuar directamente con él. Así lo señalaron algunos participantes: “Se le explicó pues, con gráficos”. Juan Camilo. A TRAVÉS DE DEMOSTRACIONES Algo importante que se obtuvo con la información, fue conocer que una de las estrategias utilizadas por los profesionales de enfermería para comunicarse con los pacientes con sordera era haciéndoles demostraciones de diversos procedimientos u objetos que se iban a utilizar, lo cual fue manifestado con expresiones como: “Mostrándole el pato, las agujas y el suero”. TRATO INFANTIL Finalmente, un profesional de enfermería manifestó que, en ocasiones, la mejor manera de comunicarse con estos pacientes, era dándoles un trato parecido al que se le daba a un niño pequeño. Así fue manifestado esto: “Me comunico con él así como si fuera un niño chiquito, que toca cogerle la mano”.
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DESCONOCIMIENTO Algunos profesionales de enfermería expresaron que les faltaba preparación para comunicarse con estos pacientes, lo cual, muchas veces les hacía sentir incomodidad. Esto se evidenció cuando uno de ellos seña-ló lo siguiente: “Yo pensaba: Ahora cómo me comunico, cómo le digo”.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES El análisis y la interpretación de los resultados, para buscar el significado del fenómeno en estudio, así como la confrontación teórica al respecto, permitió hacer la siguiente descripción de categorías, sobre la manera como se comunican los profesionales de enfermería con los pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera. En cuanto al acompañante se refiere, se encontró en el estudio que es reconocido como un elemento esencial en la comunicación, pues, en ocasiones actúa como intérprete entre el paciente y el profesional de enfermería; siendo esto, en algunos casos, favorable, como cuando se requiere información que corresponde a datos generales del paciente, por ejemplo, en cuanto a identificación, comportamientos, gustos, u otros datos que faciliten el conocimiento de antecedentes que pueden ser suministrados por personas que han compartido la vida con él; de igual manera, esta información suele ser útil cuando, gracias a la participación del acompañante, se logra que el paciente reciba gran parte de la información que el profesional de enfermería le quiere trasmitir. Sin embargo, la comunicación a través del acompañante, según algunas participantes, puede convertirse en algo desfavorable para el paciente, puesto que algunas veces, la falta de comunicación directa con éste y la propia percepción del acompañante, sus sentimientos y sus puntos de vista, podrían ser una limitación para el conocimiento de aspectos importantes relacionados con las percepciones, sentimientos y necesidades sentidas, del paciente o usuario de los servicios de salud, lo que llegaría a impedir una verdadera comprensión del individuo. En otras ocasiones, el acompañante podría modificar el
Comunicación del profesional de enfermería con pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera
mensaje que se desea transmitir, tanto por parte del paciente como por el profesional de enfermería. Teniendo en cuenta que por lo general, un miembro de la familia es el acompañante, Luterman D. (2006), señala que la familia es un sistema que guarda un delicado equilibrio y que ha sido diseñada para satisfacer las necesidades de sus miembros individuales; no obstante, es necesario reconocer que con frecuencia, cuando uno de sus miembros presenta una invalidez, se perturba este delicado equilibrio, como sucede cuando se presenta sordera en uno de sus integrantes, lo que implica que debe invertirse toda la energía que haga falta para mantener una precaria "homeostasis familiar". Añade que para algunos, esto puede provocar una enorme cantidad de resentimiento. La persona con sordera que siempre está demandando el apoyo de sus padres (o acompañantes), puede comenzar a sentirse vagamente culpable; puede sentir que nunca satisface realmente a su “infeliz” madre y quizá nunca se sienta digno de recibir el tiempo y las cosas materiales que se le están dando con tanta renuencia y esto puede llevar a una carga de culpa y a reducir su autoestima. Al respecto, conviene resaltar que en otros países, existen instituciones de salud específicas para este tipo de personas, en donde, sin requerirse de la participación de un acompañante, se cuenta con excelentes servicios de interpretación por personas especializadas. Por ejemplo, en Estados Unidos, el Programa Acceso para Personas con Sordera, atiende un promedio de 50.000 pacientes, donde se tienen las mismas preocupaciones sobre salud, que para las personas que escuchan normalmente. Allí también se les dificulta identificar proveedores de salud con quienes los pacientes con sordera, puedan comunicarse sin problema. Por esta razón, cuentan permanentemente con ser vicios permanentes de intérpretes, altamente familiarizados con la cultura de las personas con sordera, facilitando así la comunicación efectiva, entre los pacientes y el personal de salud; estos intérpretes también trabajan muy de cerca con la administración y el personal del hospital para asegurar la calidad de los servicios de salud. Además, el Programa Acceso para Sordos tiene un acuerdo contractual con servicios externos de referencias de interpretación para emergencias después de horas normales de trabajo (Ebert D., 2006). Con respecto a la escritura, como una forma de comunicación entre el profesional de enfermería y el paciente con sordera, se encontró que para las participantes en el estudio, constituye uno de los medios más usados para tratar de establecer comunicación acertada con este tipo de pacientes, en busca de comprender las diferentes situaciones para un adecuado cuidado de enfermería.
Según lo refirió uno de los participantes, es importante reconocer que la comunicación a través de la escritura, suele ser efectiva si tanto el profesional como el paciente están en la disponibilidad de poder hacerlo, pues se observa con alguna frecuencia, que los profesionales asumen que las personas que padecen sordera saben leer y escribir pero no siempre es así y en estos casos, puede convertirse en un obstáculo para la comunicación entre el profesional de enfermería y el paciente; así lo expresó Juan Camilo: “A uno le toca explicarle lo mejor posible; y los que entienden con la escritura, pues bueno, fácil”. La expresión escrita es un instrumento fundamental de acceso a la información y la comunicación social, que incide en la integración entre las personas; no obstante en general, se encuentra muy poco desarrollada en las personas con sordera, debido al déficit experiencial y comunicativo de estas personas con los demás (Domínguez Gutiérrez y Velasco Alonso, 1999; Fernández Viader y Pertusa, 1996, citados en: Gutiérrez R., 2004). También se encontró que algunos de los participantes consideran que el paciente con sordera desarrolla la habilidad de leer los labios labios, cuando se le habla de frente y vocalizando bien cada palabra, concluyendo que, el mensaje que expresan mediante esta herramienta probablemente es comprendido por el sujeto de cuidado; pero no mencionan cómo evalúan la comprensión de este mensaje por parte del paciente, lo que podría llevar al interrogante de si la comunicación ha sido completa, o si simplemente, el profesional de enfermería es emisor, sin poner en consideración la retroalimentación del receptor. También se evidenció, según los relatos de los participantes del estudio, que los profesionales de enfermería, trataban de utilizar las señas, como una manera de hacerse entender frente al paciente que tiene dificultad en la expresión verbal por sordera, lo que revela que, tal vez no se maneje el lenguaje técnico de señas, pero se intenta imitar movimientos para darse a entender; sin embargo, no se evidencia que el profesional de enfermería tenga el mismo interés por entender al paciente a través de señas que él haga, lo que refleja que se podría tratar de una comunicación incompleta. Echeverri (1987) afirma que, este tipo de comunicación, que incluye gestos y expresión facial, se constituye en un instrumento que lleva información lingüística y tienen una estructura propia como lenguaje; añade que las señas también se presentan asociadas al lenguaje hablado. Afirma además, que una persona severamente sorda, puede entender qué se dijo a través de la lectura labial, mediante la recepción visual de los sonidos, aunque esta forma de comunicación puede ser menos completa y segura que la recepción auditiva del oyente normal; no obstante, las señas pueden convertirse en herramienta
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fundamental para que el profesional de enfermería logre darse a entender frente al paciente con sordera. Otro de los hallazgos en el estudio, tiene relación con la comunicación que se realiza a través de la demostración, la cual forma parte de la manera como el profesional de enfermería trata de hacerse entender en el momento de realizar algún procedimiento; no obstante, parecer ser que no forma parte de una interacción en la que exista un intercambio de información, ya que se revela la aspiración que tiene el profesional de enfermería por hacerse comprender, mas no se refleja el mismo interés por comprender la comunicación de quien recibe los servicios de salud, lo que hace dudar de la efectividad de la comunicación por la falta de retroalimentación. Después de una amplia revisión bibliográfica al respecto, no se encontró en la literatura sustento teórico sobre las demostraciones para la comunicación entre oyentes y personas con sordera; pero vale la pena hacer referencia a los servicios que presta en España una entidad que cuenta con la colaboración de la Universidad de Oviedo y del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cuya misión es facilitar la comunicación de las personas con diferentes tipos de discapacidad, entre ellas la sordera, incluso durante la hospitalización, lo cual se realiza a través de dispositivos y programas especiales de informática, que pretenden la fácil incorporación al medio social, de las personas que requieran la utilización de un lenguaje alternativo, como medio de comunicación, proporcionándoles un sistema que pueda adaptarse a sus necesidades comunicativas, tanto en su entorno inmediato como a través del teléfono o de los servicios de Internet.
En cuanto al Sistema de Comunicación para Pacientes Hospitalizados, los comunicadores forman parte de las llamadas ayudas técnicas, dirigidas hacia personas que no pueden utilizar el lenguaje convencional escrito, valiéndose de pictogramas o iconos que representan determinados conceptos (Teleacceso, 2007). Los usuarios a los que van dirigidos estos servicios, carecen de lenguaje oral, lo que les obliga a utilizar para comunicarse, otros medios de comunicación no verbales. Los sistemas alternativos de comunicación (SAC), se han creado para que estas personas puedan disponer de un lenguaje sustituto, que les sea útil para la comunicación y les ofrezca símbolos útiles para el pensamiento. Los pacientes hospitalizados pueden beneficiarse de un sistema similar simplificado ya que, de forma transitoria o permanente, debido a distintas patologías o por condiciones del tratamiento médico, algunos son incapaces de hablar y tienen una movilidad muy reducida. Esto provoca la interpretación de las necesidades de los pacientes a partir de un lenguaje gestual difícilmente comprensible, debido a las condiciones en que se encuentran. Figura 2. Ayudas técnicas gráficas 2.
Figura 1. Ayudas técnicas gráficas1.
Pictogramas o iconos que representan determinados conceptos. Extraído de: www.teleAcceso.com el 20 de mayo de 2007.
Pictogramas o iconos que representan determinados conceptos. Extraído de: www.teleAcceso.com el 20 de mayo de 2007.
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En Madrid se encuentra instalada una sala de demostración que contiene equipos configurados con adaptaciones para distintas discapacidades, que conllevan a limitaciones manipulativas y del habla, ceguera y deficiencia visual, deficiencia auditiva y, finalmente, problemas de aprendizaje y comunicación alternativa.
Comunicación del profesional de enfermería con pacientes que tienen dificultad en la expresión verbal por sordera
DIFICULTADES EN LA COMUNICACIÓN Teniendo en cuenta lo anterior, y pasando de nuevo a los resultados del estudio, según lo señalaron algunos participantes, la falta de una buena herramienta para comunicarse con un paciente que tiene dificultad en la expresión verbal por sordera, ocasiona dificultad en la comunicación o limitaciones para que ésta exista. Algunos de los entrevistados expresaron que las causas de la dificultad en la comunicación eran: el escaso tiempo que se tiene para el cuidado de los pacientes, en el que hay que lograr entender y darse a entender; y además, el extenso volumen de pacientes que tienen bajo su cuidado en un servicio. Otro aspecto encontrado en el estudio que vale la pena resaltar dentro de la comunicación del profesional de enfermería y el paciente con dificultades en la expresión verbal por sordera, está relacionado con las expresiones en cuanto a la incertidumbre que percibían estos profesionales, sobre cuál podría ser la mejor manera de comunicarse para lograr que el paciente comprendiera lo que se le quería transmitir, o, sobre cómo llegar actuar en el instante de entablar la comunicación. De esta manera, la incer tidumbre puede hacer suponer que existen limitaciones para llevar a cabo la comunicación esperada con el paciente. Al respecto, Zerda E. (2007) señala que cuando la gente piensa sobre la comunicación humana, generalmente se refiere a la conversación. Añade que las vocalizaciones son tan penetrantes en nuestra vida diaria, que tendemos a pasar por alto las señales comunes de la comunicación silenciosa que nos rodea; pero estas señales no verbales son cruciales en nuestra vida diaria y a menudo soportan y refuerzan nuestra conversación; comenta que además estas señales no verbales verbales, también pueden actuar como fuentes independientes de comunicación, (por ejemplo, durante la comunicación con personas que presentan sordera). Así mismo, hace referencia a que, los seres humanos usan abundantemente este grupo de señales cada día, en situaciones muy diferentes, y los receptores responden en lo que parece ser formas organizadas y significativas; afirma que este patrón del comportamiento del comunicador, reflejará la información que un receptor puede predecir de la señal referida como el mensaje. Además señala que la teoría del mensaje sostiene que, el mensaje permanece igual para una señal dada a través de muchos contextos. Estos planteamientos evidencian la necesidad que tiene el profesional de enfermería de dar la debida importancia a la comunicación no verbal durante en cuidado de enfermería y de buscar estrategias que le permitan adquirir habilidad en este tipo de comunicación, en especial cuando atiende a personas que presentan dificultad en la expresión verbal por sordera.
Como conclusión importante, se evidencia que los profesionales de enfermería consideran que no cuentan con las herramientas necesarias para comunicarse con un paciente con alteración en la expresión verbal por sordera, mencionando en repetidas ocasiones, la falta de conocimiento sobre el manejo del lenguaje de señas, señalando que esto conlleva a sentimientos de impotencia frente al cuidado del paciente y a la definición del paciente con sordera como un “paciente difícil”. Pero así mismo, en términos generales, el estudio permitió concluir que, aun cuando los profesionales de enfermería, durante su formación profesional, no reciben capacitación para la comunicación con pacientes que padecen de sordera, hacen grandes esfuerzos para buscar estrategias que les ayuden a establecer algún tipo de comunicación y les permita indagar sobre las necesidades del paciente y hacer aportes para la solución de sus problemas, pero que se requiere una preparación específica para comunicarse con mayor facilidad con este tipos de pacientes.
RECOMENDACIONES Se espera que estos resultados obtenidos en este estudio puedan servir como base para buscar estrategias de mejoramiento de la comunicación entre el profesional de enfermería y el paciente con dificultad en la expresión verbal por sordera; por ejemplo, la inclusión en los currículos de unidades que ayuden a reforzar las habilidades en la comunicación no verbal, a adquirir conocimientos básicos del lenguaje de señas en la formación profesional y al desarrollo de nuevas investigaciones de diagnóstico y propuestas de intervención sobre esta temática, así como el seguimiento de dichas intervenciones. Así mismo, se espera que se lleve a cabo una búsqueda de estrategias en los servicios de salud que ayuden a mejorar esta comunicación y, finalmente, que se ofrezcan cursos de formación avanzada que contribuyan en la formación y capacitación de profesionales de salud en esta área.
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Experiencias de profesionales de enfermería en el cuidado psicoemocional a pacientes en la unidad de cuidados intensivos, 2006 Experiences of nursing professionals in the psycho-emotional care of patients in the intensive care unit, 2006 Blanca Cecilia Vanegas * Sandra Liliana Vega** María Fernanda Barbosa Gely Maricely González Jeiny Jahandra Montoya Resumen
Abstract
El presente estudio se llevó a cabo, con el propósito de determinar las experiencias de profesionales de enfermería en el cuidado psicoemocional a pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos - UCI de una institución de salud en Bogotá. La investigación se realizó con abordaje cualitativo, enfoque fenomenológico y análisis hermenéutico, en el que participaron, como unidad de análisis, cuatro profesionales de enfermería que se encontraban en ejercicio activo de la profesión en la UCI de la mencionada institución.
This study was conducted with the purpose of determining the experiences of nurses in the psycho-emotional care to patients in the intensive care unit - ICU - a health institution in Bogotá. The investigation was conducted with qualitative approach, and analysis hermeneutic phenomenological approach, involving, as the unit of analysis, four nurses who were in active practice of the profession in the ICU of that institution.
Para la recolección de la información, se utilizaron las técnicas de entrevistas semiestructuradas profundas, grabadas con previa autorización de cada participante, la firma del consentimiento informado y demás consideraciones éticas establecidas en la Resolución Nº 008430 del 4 de Octubre de 1993 del Ministerio de Salud de Colombia. El estudio permitió concluir que si bien se tiene la creencia que en la UCI se centran los cuidados en el componente biológico de los pacientes, con frecuencia, los profesionales de enfermería participantes se esfuerzan por ofrecer también un cuidado psicoemocional, tanto al paciente como a su familia; pero no siempre es fácil lograrlo. Lo anterior porque existen situaciones que pueden limitar ese cuidado psicoemocional, como por ejemplo, por restricciones generadas en algunas normas institucionales, por las condiciones de salud o de comportamientos del paciente, o por la falta de seguridad del profesional de enfermería sobre cómo actuar ante determinados comportamientos del paciente, lo que en ocasiones, según sus relatos, puede estar relacionado con limitaciones en la preparación al respecto.
For data collection were used techniques of interviews semi-structured deep, recorded with prior permission of each participant, the signing of informed consent and other ethical considerations set out in Resolution No. 008430 of October 4, 1993 the Ministry of Health Colombia. The study concluded that while there is the belief that in the ICU are focused care in the biological component of patients, often nursing professionals participants are striving to provide a psycho-emotional care, both the patient and his family, but not always easy to achieve. This because there are situations that may limit this psycho-emotional care, for example, generated by restrictions on certain institutional rules, health conditions or behaviors of the patient, or the lack of security of nursing professionals on how to deal with certain conduct patient, which sometimes, as their stories may be related to limitations in preparing the matter. Key words: Emotional Care and critical patients; emotional care in the ICU; emotional care and patient in Intensive Care Unit; emotional care and ICU.
Palabras claves: Cuidado emocional y pacientes críticos; cuidado emocional en la UCI; cuidado emocional y paciente en Unidad de Cuidados Intensivos; cuidado emocional y UCI.
Recibido: 11/07/07. Revisado: 04/09/07. Aceptado: 24/09/07. * Enfermera, Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Enfermería Perinatal, de la misma Universidad. Especialista en Educación Sexual, Universidad Santo Tomás. Profesora Asociada, Docente Excepcional y Profesora Emérita de la Universidad Nacional de Colombia. Profesora Asociada, Universidad El Bosque. vanegasblanca@unbosque.edu.co ** Enfermeras. Facultad de Enfermería. Universidad El Bosque.
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INTRODUCCIÓN Lo esperado es que la cotidianidad de los seres humanos transcurra dentro de un proceso de bienestar biopsicoemocional; sin embargo, éste se puede ver alterado cuando la persona presenta una enfermedad y tiene que ser hospitalizada; más aún, cuando esa hospitalización ocurre en la Unidad de Cuidados Intensivos UCI -, “debido a que ante una enfermedad grave y mortal, el paciente, su familia y el personal de salud, libran una batalla decisiva contra la muer te” (Calderón, 2003). Esto tiene implicaciones significativas, tanto por la gravedad de la enfermedad, como por el tratamiento, que a menudo requiere intervenciones invasivas, para mejorar la salud o salvar la vida. Estas intervenciones pueden ir desde punciones y cateterización e inserción de diversos instrumentos en el organismo, hasta intubación y traqueotomía, entre otros. Así mismo, por la condición clínica crítica en que se encuentra la persona, ésta requiere monitoreo continuo con aparatos que, por ser desconocidos, pueden afectar el estado psicoemocional. El estado psicoemocional suele alterarse aún más ante las preocupaciones personales y familiares que el paciente puede experimentar en su interior; por ejemplo, ante la incertidumbre por la gravedad de la enfermedad, el temor a la muerte, a las secuelas irreparables, las preocupaciones por su trabajo, estudio, situación socioeconómica, u otras dificultades que puedan surgir como consecuencia de la enfermedad y hospitalización. “Desafortunadamente, debido a los cambios en la tecnología, a la reforma de la seguridad social, a la crisis actual del sector salud y a la rutinización misma de las actividades diarias, entre otros, algunas veces, el personal de salud tiene limitaciones para el contacto prolongado y el diálogo con el paciente; y, peor aún, en ocasiones, se asumen actitudes desobligantes, duras e irrespetuosas, con quienes están depositando en el equipo toda su confianza, en momentos de enfermedad. A menudo, se observa que los pacientes se identifican por número de habitación, de cama o por tipo de convenio, desconociendo, que el paciente sufre, siente y tiene necesidades y expectativas propias” (Durán, 2002). Los anteriores planteamientos motivaron la realización del presente estudio, desde un abordaje cualitativo, con enfoque fenomenológico y análisis hermenéutico, con el propósito de describir las experiencias de profesionales de enfermería en el cuidado psicoemocional de pacientes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos en una institución de salud de Bogotá. La unidad de análisis estuvo constituida por cuatro enfermeras que se encontraban ejerciendo la profesión en la Unidad de Cuidados Intensivos de la citada institución.
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Para la recolección de la información se utilizaron las técnicas de entrevistas semiestructuradas profundas, grabadas con la autorización de las informantes. Antes de realizar las entrevistas se entregó a las participantes la información sobre el estudio y el consentimiento informado, que fue firmado de manera libre y voluntaria por cada una de ellas. Una vez recogida la información, ésta se transcribió de manera idéntica a como había sido grabada. Luego se subrayaron los hechos o incidentes relacionados con el fenómeno a estudiar, y a cada hecho o incidente se le asignó un Código Substantivo. Posteriormente, se agruparon por similitud los códigos establecidos en el paso anterior, conformando de esta manera las categorías, que finalmente se describieron y confrontaron con la revisión de la literatura encontrada al respecto. Los hallazgos del estudio permitieron concluir que si bien con alguna frecuencia se ha observado que en las Unidades de Cuidados Intensivos se da especial énfasis a procedimientos y técnicas que buscan salvar la vida, según las afirmaciones de las profesionales de enfermería participantes en la investigación, el cuidado psicoemocional también forma parte del cuidado integral que brindan a los pacientes. Expresaron que este cuidado es ofrecido de diferentes maneras, tales como: hablando con el paciente, teniendo una actitud profesional empática y explicándole cualquier procedimiento que se le realice como parte del tratamiento, entre otros; para esto, según lo relatado, se esmeran en utilizar un lenguaje sencillo y de fácil comprensión y solicitan al paciente su participación, como una forma de buscar mayor efectividad en el tratamiento. Expresaron además, que en ocasiones le proporcionan estímulos positivos que le ayuden a sentirse mejor. Así mismo, las enfermeras relataron que se interesan por ofrecer medidas de comodidad para que el paciente se sienta mejor, y a veces le proporcionan algún tipo de apoyo espiritual, aún cuando éste, por sus expresiones, parece ser que es ofrecido, según las creencias de la enfermera, porque no siempre se conocen las necesidades del paciente al respecto. También expresaron que se preocupan por buscar otras redes de apoyo para el cuidado psicoemocional, cuando así lo consideran pertinente, para lo cual acuden a otros profesionales como psicólogos o psiquiatras, o a la familia del paciente. No obstante lo anterior, señalaron que no siempre es fácil ofrecer un cuidado psicoemocional, pues existen situaciones que lo pueden limitar en parte, como por ejemplo, algunas normas institucionales, las condiciones de salud o comportamiento del paciente y la falta de seguridad del profesional de enfermería sobre qué hacer ante determinadas actuaciones del paciente, lo que, según
Experiencias de profesionales de enfermería en el cuidado psicoemocional a pacientes en la unidad de cuidados intensivos, 2006
ellas, refleja que, en ocasiones, existen limitaciones en la capacitación profesional al respecto.
OBJETIVO GENERAL Describir las experiencias de profesionales de enfermería en el cuidado psicoemocional a pacientes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos de una institución de salud de Bogotá.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS • Identificar, a través de entrevistas, los hechos relatados por profesionales de enfermería sobre experiencias en el cuidado psicoemocional a pacientes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos. • Interpretar y analizar la información obtenida, hasta lograr la conformación y descripción de categorías, contrastándolas con la teoría existente al respecto.
METODOLOGÍA En el presente trabajo se utilizó el método de investigación cualitativa, con enfoque fenomenológico y análisis hermenéutico, puesto que se profundizó en la naturaleza de las experiencias que habían tenido profesionales de enfermería, en el cuidado psicoemocional a pacientes hospitalizados en una Unidad de Cuidados Intensivos; éstas fueron analizadas e interpretadas hasta lograr la descripción de las categorías.
UNIDAD DE ANÁLISIS La unidad de análisis estuvo constituida por un grupo de cuatro profesionales de enfermería que se encontraban ejerciendo la profesión en la Unidad de Cuidados Intensivos de una institución de salud de Bogotá.
MATERIALES Y MÉTODOS La información para el estudio fue recolectada directamente por las investigadoras, a través de entrevistas a profundidad, semiestructuradas, grabadas con previa autorización de las profesionales. Posteriormente, se realizó la trascripción literal, utilizando seudónimos para proteger la identidad de cada informante, y se realizó el análisis e interpretación, seleccionando los hechos relatados por las profesionales de enfermería, en relación con el fenómeno en estudio. Luego, se establecieron los códigos substantivos, para posteriormente agruparlos por similitud, conformando así las categorías que fueron descritas y contrastadas con la teoría existente al respecto.
RESULTADOS Cuando se preguntó a las enfermeras acerca de las experiencias que habían tenido en cuanto al cuidado psicoemocional ofrecido a pacientes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos, la codificación de sus respuestas permitió organizar los hallazgos en las siguientes categorías: • Hablando con el paciente. • Con actitud profesional. • Evitando la utilización del lenguaje técnico. • Buscando apoyo de expertos. • Valorando las necesidades psicoemocionales. • Evitando estímulos que incomoden al paciente. • Facilitando formas de comunicación no verbal. • Con cuidado psicoemocional a pacientes en estado inconsciente. • Buscando la participación de la familia como red de apoyo. • Haciendo intervención con la familia. • Buscando estímulos positivos. • Utilizando medidas de comodidad. • Con apoyo espiritual. • Dificultad para el cuidado psicoemocional.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES El análisis de las 14 categorías conformadas a partir de la interpretación de los datos obtenidos en las entrevistas y su confrontación con la revisión de la literatura científica relacionada con el tema, permitió hacer la descripción de las categorías y conclusiones que se presentan a continuación. HABLANDO CON EL PACIENTE Para tres de las cuatro enfermeras, hablarle al paciente durante todo procedimiento que se le realice es muy importante, por ser un componente básico en la comunicación y parte esencial del cuidado psicoemocional. Hablar con el paciente permite buscar un acercamiento entre la enfermera y el paciente, lo que le proporciona a éste mayor confianza y seguridad. Esto fue expresado por una de las participantes así: “Yo aprendí que primero está la persona; se le habla, se le comenta, antes de empezar a realizar cualquier procedimiento, independientemente de la situación que sea”. Carmen. Al respecto, Jaramillo, Duque, Pinilla & Duque, (2004) señalan que “en ocasiones, el profesional de enfermería sólo habla con el paciente mientras se realiza cualquier procedimiento y los temas tratados sólo se ciñen a cosas de rutina. Pero cuando se toma al paciente en serio, cuando se le escucha con atención y cuando son dos los
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que hablan, la verdadera comunicación empieza a emerger”.
emplear un lenguaje sencillo sin tecnicismos y adaptado al grado intelectual y cultural del paciente; todo esto ayuda a que el paciente comprenda qué es lo que le está pasando”.
CON ACTITUD PROFESIONAL BUSCANDO APOYO DE EXPERTOS “La enfermera está habitualmente en contacto con los pacientes y éstos tienen necesidades que deben ser atendidas; para ello, es importante que el profesional de enfermería establezca relaciones de confianza, adopte actitudes de respeto, comprensión, empatía, autenticidad y consideración positiva, de tal manera que permita al paciente expresarse abiertamente, sin tener miedo a ser juzgado o rechazado” (Bizier, citado en Daza, Torres & Prieto, 2005). Al respecto, en el estudio se evidenció que, para ofrecer un cuidado psicoemocional, algunas de las enfermeras reconocen que se requiere tener una actitud de empatía y calidez con el paciente, demostrándole que tienen tiempo para atender sus necesidades, pero, según una de ellas, “sin dejarse llevar por sus sentimientos”. Considera además, una de las participantes, que una actitud tranquila le genera seguridad al paciente; por lo tanto, se deben evitar actitudes agresivas o de dominio y poder. Esto fue expresado así: “Si yo me le acerco agresiva, voy a conseguir mucho menos que si lo hago de una forma más sutil y tranquila, generándole seguridad al paciente”. Gloria. EVITANDO L A UTILIZ ACIÓN DEL LENGUA JE TÉCNICO Uno de los aspectos en que tradicionalmente ha sido formado el profesional de enfermería es el relacionado con su rol de educador; es por eso que tiene muy claro que la utilización de un lenguaje sencillo es básico cuando establece una comunicación con el paciente, la familia o la comunidad, bien sea durante cualquier acercamiento rutinario, o en el momento de explicarle algo o de participar en un proceso más formal de enseñanza aprendizaje. Esto fue evidenciado por las expresiones de dos de las enfermeras participantes en el estudio, lo que refleja que ellas, como parte del cuidado psicoemocional que brindan a los pacientes, hacen lo posible para que ellos comprendan los mensajes que tratan de expresarles, utilizando lenguaje sencillo y evitando el uso de palabras técnicas. Así fue referido esto por Carmen: “Hablamos en palabras no técnicas para que la gente entienda”. Al respecto, Ibáñez, M. (2004) afirma que “los pacientes, en muchas ocasiones, y especialmente los que se encuentran en la UCI, tienen deseo de conocer la verdad sobre su propio diagnóstico y su evolución; pero para que la información que el paciente reciba sea efectiva, las explicaciones deben ser pausadas, ordenadas y se debe
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Se evidenció en el estudio que cuando los pacientes presentan reacciones psicológicas adversas o determinados comportamientos que para las enfermeras se convierten en situaciones de difícil manejo, algunas recurren a expertos en psicología o psiquiatría, con el propósito de que ellos intervengan directamente o las orienten sobre la manera como pueden abordar la situación. Así fue expresado: “Comentamos en la revista médica que el paciente está apático, aislado, retraído; que nos parece que tenemos que hacer algo, entonces se les dice que por qué no lo pasan a una consulta por psiquiatría”. Rosa. Estas afirmaciones podrían tener dos tipos de interpretación; por una parte, puede reflejar que la enfermera diferencia entre lo que puede hacer desde su profesión al respecto, y cuándo requiere el apoyo de otro profesional experto, lo que podría indicar que las enfermeras están formadas para trabajar en equipo y reconocer el valor que tienen otros profesionales para apoyar el cuidado integral del paciente; por otro lado, se podría interpretar como una necesidad de mayor preparación del profesional de enfermería para hacer los primeros abordajes al respecto. Estas interpretaciones se pueden basar en las siguientes afirmaciones de dos enfermeras: “Cada uno reacciona diferente; pero entonces, es cuando se comienza a decir: No, este señor va a ser un problema. Entonces se envía a psicología…; de personas que, definitivamente no aceptan nada, ya se pasa a una valoración por psiquiatría”. Rosa. “Que no pueda aceptar, que no quiera visitas, o que no quiera nada, es mejor pedir la ayuda a la psicóloga, que ella ya puede intervenir de una forma más profunda”. Gloria. VA L O R A N D O L A S N E C E S I DA D E S P S I C O EMOCIONALES Para poder ofrecer un cuidado psicoemocional, según dos participantes, se requiere comprender que cada paciente es completamente diferente; por lo tanto, según lo expresaron, ante deter minadas manifest aciones psicoemocionales de la persona, la enfermera debe animarlo a que manifieste en ese momento lo que siente, o los problemas que le aquejan, facilitando así el conocimiento de las necesidades de cada uno, para poder ayudarlo. Así lo refirió una de ellas: “En la medida que uno vea, le pregunta al paciente qué tiene, cómo se siente; si tiene dolor o si algo lo tiene preocupado”. Laura.
Experiencias de profesionales de enfermería en el cuidado psicoemocional a pacientes en la unidad de cuidados intensivos, 2006
Al respecto, Torres (2004) señala que “el profesional enfermería debe estar en la capacidad de incluir valoración y diagnóstico de respuestas humanas afrontamiento, desesperanza, impotencia y déficit conocimientos”, entre otras.
de la de de
Por su parte, Da Silva (2002), afirma que “el paciente es alguien que necesita, no sólo cuidados físicos, sino también psico - socio - espirituales. Por esta razón, el profesional de enfermería nunca debe olvidarse de que la persona a quien cuida, es un ser humano igual a él o a ella, el cual requiere de cuidados, no sólo a nivel biológico, sino también espiritual y afectivo”. EVITANDO ESTÍMULOS EXTERNOS QUE INCOMODEN AL PACIENTE Sólo una de las participantes en el estudio expresó la importancia de disminuir estímulos estresantes dentro de la UCI, entre los que se encuentran los sonidos producidos por los diferentes equipos, como por ejemplo, las alarmas de los monitores. De acuerdo con la revisión de la literatura realizada al respecto, se encontró que una de las actividades primordiales en el cuidado psicoemocional a los pacientes de la UCI, es precisamente la reducción de este tipo de estímulos, tales como, las alarmas de diversos equipos, las conversaciones en los pasillos, las entregas de turno, etc. Esto fue expresado de la siguiente manera por la enfermera: “Entonces, vamos a tratar, en lo posible, de que el monitor no tenga la alarma tan fuerte y usted pueda dormir”. Rosa. FACILITANDO FORMAS DE COMUNICACIÓN NO VERBAL La importancia de la comunicación no verbal, como parte del cuidado psicoemocional, fue manifestada por tres de las participantes, quienes señalaron que ésta contribuye a demostrar a los pacientes, manifestaciones de afecto que disminuyen su ansiedad y a mejorar los procesos de comunicación entre la enfermera y el paciente cuando éste presenta dificultad para expresarse; por ejemplo, cuando se encuentran intubados; así mismo, señalaron que este tipo de comunicación facilita las explicaciones sobre diversos tratamientos, y así se logra que los pacientes comprendan mejor su situación de salud. Al respecto, Gloria afirmó: “Si el paciente no se puede comunicar porque está intubado, se le tiene una tablita y el abecedario para que él forme las palabras”. Esto es reafirmado por Castro, Páez, Ramírez & Salcedo (2006), quienes señalan que “en la comunicación, son fundamentales las expresiones no verbales, tales como, escritos, señas, gestos, actitudes, etc., pues a través de ésta también se expresan costumbres, sentimientos, pensamientos, necesidades y comportamientos”.
CON CUIDADO PSICOEMOCIONAL A PACIENTES EN ESTADO INCONSCIENTE Hablarle al paciente inconciente, tocarlo y dar explicaciones a la familia para que realice estas mismas actividades, según tres de las enfermeras entrevistadas, forma parte del cuidado psicoemocional a este tipo de pacientes, lo que les genera tranquilidad y seguridad, así ellos no lo puedan manifestar verbalmente. Esto fue señalado por Carmen de la siguiente manera: “Pero así estén inconscientes, tú los tocas, les dices, les hablas”. También refirió: “Cuando son pacientes que están inconscientes, uno les va explicando lo que se les está haciendo, así no sepamos si realmente están escuchando”. Al respecto, Olarte (1998) afirma que “ante el paciente en estado de inconsciencia y de invasión por la tecnología, la vida completa está en manos del personal que lo cuida. Añade que los conocimientos científicos, los descubrimientos y avances tecnológicos, son importantes, pero la intervención de enfermería no puede estar centrada únicamente en el cuidado de sondas, equipos, catéteres; la intervención debe estar centrada en el paciente como persona y a su alrededor está la familia, la tecnología y el equipo de salud”. También señala que “así el estado de inconsciencia del paciente haga pensar lo contrario, es tranquilizante el contacto personal amable, tomarlo de la mano, el afecto generado por el contacto físico, las explicaciones con voz cálida y firme, así parezca que no escucha, también contribuyen a generarle tranquilidad”. BUSCANDO LA PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA COMO RED DE APOYO Torres (2004), define la participación de la familia en el cuidado del paciente crítico, como “el proceso en el que uno o varios miembros significativos de la unidad familiar se involucran de forma voluntaria, gradual y guiada por la enfermera responsable del paciente en el cuidado de su ser querido”. Al respecto, las cuatro enfermeras revelaron que hacen lo que esté a su alcance por buscar contactos con la familia cuando ven que el paciente lo necesita; y cuando los familiares llegan a la institución, les orientan y les explican cómo van a encontrar a su pariente, para que tengan una actitud adecuada frente a él; así mismo, en ocasiones, orientan al familiar para que le hable sobre cómo van las cosas en el hogar, con el fin de disminuir sus preocupaciones y buscar que el paciente se tranquilice. Así fue expresado esto por Laura: “A la familia se le pide que lo tranquilice, que le cuente cómo van las cosas en la casa; que le traigan la música que le gusta; o de pronto, que aprovechen dentro de la visita a leerles algún libro que les
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guste. Eso también ayuda a tranquilizar un poco al paciente y permite un poco más de contacto con su familia”. Torres (2004) señala que “la familia facilita recursos de información a los miembros del equipo de salud, lo que incrementa las posibilidades de intervención sobre el paciente. Asimismo, es quien está actualizando, de forma permanente con su presencia, sobre el rol que desempeñaba el paciente en su familia antes de enfermar, ayudando con esto a una mejor comprensión de la situación”. HACIENDO INTERVENCIÓN CON LA FAMILIA El cuidado psicoemocional del paciente, también tiene relación con la intervención que se realice con sus familiares, para tranquilizarlos por la situación de salud de su pariente, según lo refirieron dos enfermeras. Así lo afirmó Carmen: “Uno interviene más con la familia, porque la familia es la que está consciente, la que está ansiosa, la que no sabe qué es lo que pasa, no sabe qué decidir”. Buscar la comunicación telefónica con los familiares para proporcionarles información y ofrecerles ayuda en el momento que lo requieran, cuando no tienen la oportunidad de estar constantemente esperando fuera de la Unidad, es otra de las opciones de cuidado psicoemocional que brindan las profesionales de enfermería participantes en el estudio. Hablar con los familiares, preparándolos paulatinamente para afrontar cualquier eventualidad que se pueda presentar, en los casos en que la salud de paciente se encuentra severamente comprometida y existen pocas posibilidades de sobrevivir, según los relatos, son también acciones de cuidado psicoemocional ofrecidas por las enfermeras participantes. También señalaron que, cuando encuentran a un familiar muy angustiado, lo estimulan para que manifieste sus sentimientos, y ellas le expresan su comprensión y apoyo. En los casos en que los pacientes fallecen, orientan a la familia en lo que esté a su alcance. Esta fue una de las expresiones de Carmen: “Uno no les dice que ya se van a morir; pero sí les va hablando, les va explicando que la condición es muy delicada que es mejor que solucionen muchas cosas, que estén tranquilos que les den fortaleza; y es tratar de ayudarles también para que se vayan preparando a una eventualidad que se pueda presentar”. Al respecto, Pérez et al (2004), señalan que “el ingreso del paciente en una UCI somete a los miembros de la familia a una situación difícil; familia y paciente son separados físicamente de su medio habitual y del apoyo afectivo, sufren y están angustiados. Si se considera a la familia como un núcleo en donde cada miembro que lo integra se interrelaciona, la hospitalización de uno de ellos origina
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una situación de crisis y desestabilización que repercute en todos sus componentes. Frente a esta situación, el profesional de enfermería tiene un papel relevante para aclarar dudas, recomendar a los miembros de la familia acerca de la actitud que deben adoptar con el enfermo y animarles a superar los miedos, para que puedan colaborar en los cuidados”. FACILITANDO LA EXPRESIÓN DE SENTIMIENTOS Facilitar que el paciente exprese sus sentimientos, temores, preocupaciones y sus miedos, fue señalado por las enfermeras como algo importante dentro del cuidado psicoemocional, para lo cual consideran como básico establecer una buena comunicación; expresan que cuando se logra empatía y confianza, el mismo paciente, sin necesidad de preguntarle, toma la iniciativa de expresar lo que está sintiendo en determinado momento, lo cual es muy importante para evitar que tarde o temprano terminen afectando y agravando aun más su situación de salud. Esto fue referido así por Rosa: “Uno tiene que estimular al paciente a que hable, a que manifieste sus sentimientos y tratar de que no lo interrumpan otras personas, mientras ellos le hablan a uno”. Al respecto, Torres (2002) afirma que “la enfermera de Cuidados Críticos debe buscar tiempo que facilite al paciente expresar todas sus dudas, inquietudes, miedos e incertidumbres; proporcionar intervenciones encaminadas a resolver las respuestas humanas de la persona en situación crítica, que limitan su independencia y que deben ir más allá del -quédese tranquilo- o -colabore con nosotros-, que muchas veces es el único recurso de cuidados que se ofrece, aparte de la administración de fármacos, el control de las alarmas de los equipos a los que está conectado, o la realización de determinados procedimientos”. EXPLICÁNDOLE LOS PROCEDIMIENTOS Y PROCESOS Explicar cada procedimiento que se realiza al paciente desde el momento en que ingresa a la UCI, según las participantes, es primordial dentro del cuidado psicoemocional; señalan que, por ejemplo, cuando el paciente llega, la enfermera se presenta, le dice dónde se encuentra, cuál es el número de la habitación que le corresponde, y qué personal de enfermería lo atenderá. Así mismo, se le explica en qué consiste su enfermedad y qué es lo que está pasando; cada vez que se realiza un procedimiento, se le explica el por qué es necesario en su tratamiento, la importancia de su participación para que la intervención logre el efecto esperado y cómo ese procedimiento contribuye en la recuperación de su salud. Así expresó esto Gloria: “Uno trata de explicarle de varias formas lo que le va a hacer; que para su tratamiento…, para su recuperación”.
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Al respecto, Gretchen (2003) señala que “el paciente tiene el derecho a participar en las decisiones relacionadas con su tratamiento, siendo éste previamente informado de forma clara y concisa; añade que el paciente debe ser informado de su condición y de todos los procedimientos técnicos implícitos, incluyendo la posibilidad de cualquier riesgo de muerte o reacciones serias, de problemas relacionados con su recuperación y su posible egreso satisfactorio”. BUSCANDO ESTÍMULOS POSITIVOS Estimular positivamente, de diversas formas, a los pacientes que se encuentran hospitalizados en la UCI, según las cuatro enfermeras, es importante dentro del cuidado psicoemocional; por ejemplo: indagan sobre temas de interés del paciente, bien sea para conversar con él sobre esto o para solicitar a los familiares que lo hagan; dentro de la valoración del paciente, hacen preguntas sobre temas de interés personal, tales como ¿Con quién vive? ¿Qué hace? ¿En qué trabaja? ¿Qué tal es el trabajo?; indagan, bien sea con el paciente o con su familia, sobre actividades que le gusta hacer y que él realizaba, antes de su hospitalización, como programas, lecturas, música, etc., y piden a los familiares que le traigan algo que pueda satisfacer esos gustos. Así mismo, aplican ciertas técnicas de relajación para el paciente, con el propósito de lograr que éste tome una actitud más positiva, haciéndolo reflexionar sobre la forma como está superando su situación de salud, evidenciada por la evolución que se ha ido logrando. Así señalaron esto algunas de las participantes: “Por ejemplo, hay veces que al paciente le traen su música favorita, y se la pongo para que él sienta que lo están teniendo en cuenta y que lo que todos queremos es que se mejore”. Gloria.
impacto de estas acciones se va a ver reflejado en el grado de autonomía que los pacientes adquieren y su nivel de responsabilidad en el autocuidado”. UTILIZANDO MEDIDAS DE COMODIDAD Brindar a los pacientes medidas de comodidad como cambios de posición y masajes, para dos de las participantes hace parte del cuidado psicoemocional porque permite que los pacientes se sientan más satisfechos, lo cual conduce a una mejor recuperación de la salud. Gloria lo manifestó así: “Si está cansado, uno le dice: le vamos a hacer un cambio de posición, le vamos a hacer un masaje”. Rosa, por su parte expresó: “Entonces, usted le dice: mire que así se va a sentir mucho mejor porque usted va a descansar, va a tener movimientos de sus músculos; eso va a hacer que por la noche pueda dormir mejor”. Esto es reafirmado por Flores (2001), quien señala que, “a través de acciones como el baño, la movilización y masajes, se mejoran o alivian las molestias generadas por el proceso de enfermedad”. CON APOYO ESPIRITUAL “La espiritualidad es aquella dimensión básica y trascendental del ser humano, conformada por determinadas creencias y valores. La espiritualidad incluye la religión, pero no es igual a ella; es un concepto más amplio. Es una dimensión única de la persona; se caracteriza por la relación con el yo, con el otro, con la naturaleza y con la vida. La espiritualidad es una fuerza que da sentido a la vida y busca respuesta a aquello que no podemos explicar con la razón y con el conocimiento” (Quintero, 2000).
Al respecto, Corral, Gómez, & Rodríguez (1998) expresan que “el uso de técnicas de relajación y estímulos positivos es cada vez más frecuente en el campo de la salud y pueden convertirse en un instrumento valioso para la aplicación de prácticas de enfermería, con las cuales el usuario pueda enfrentarse de mejor manera a un gran número de situaciones y experiencias tensionantes”.
“El bienestar espiritual es la afirmación de la vida en relación con un ser superior, consigo mismo y con los otros. Es la posibilidad de encontrar un significado y un propósito a la vida. Se caracteriza por una armonía interna y sentimientos de satisfacción. En determinados momentos y circunstancias de la vida, la espiritualidad adquiere una mayor importancia o significado; por ejemplo, en situaciones que requieren enfrentar la enfermedad y la muerte. La espiritualidad es de tanta trascendencia para algunas personas, que el cuidado de enfermería no debe ser ajeno a ello, lo que permite asumir al paciente en una dimensión de integridad” (Quintero, 2000).
Para Zarate (2004), “la motivación del paciente es esencial a fin de lograr un entorno propicio para el cuidado; la enfermera satisface y estimula por medio de su cuidado a los pacientes para que estos sean dirigidos a favorecer el confort, la comunicación, la curación y a promover la salud junto con su familia. Añade que el
Tratar de tener en cuenta el componente espiritual dentro del cuidado psicoemocional que se le ofrece al paciente hospitalizado en la UCI, es importante para una de las enfermeras, quien señala que, por ejemplo, le dice al paciente que ore; o, cuando se da cuenta que un paciente está falleciendo, si sabe que es creyente en Dios, se acerca
“Hacerles caer en cuenta que hay cambios positivos que son muy pequeñitos, pero que eso es un muy buen indicador de que todas las cosas van en buen camino”. Rosa.
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y hace una oración. En otras ocasiones, cuando no está enterada de las creencias del paciente, aplica sus propias creencias elevando una oración en su nombre. Carmen lo expresó así: “Cuando yo sé que van a fallecer, y que por los signos vitales está falleciendo, yo me acerco y hago una oración”. Al respecto, Sánchez (2004) expresa que “la enfermería reconoce como algo esencial abordar a los usuarios de manera totalitaria, para lo cual se hace necesario un mayor conocimiento sobre la dimensión espiritual del ser humano”. DIFICULTAD PARA EL CUIDADO PSICOEMOCIONAL De acuerdo con los reportes, se refleja que las enfermeras participantes en el estudio reconocen que, en ocasiones, no es fácil brindar cuidado psicoemocional al paciente que se encuentra hospitalizado en la UCI; al parecer, algunas veces, esto ocurre porque consideran que es prioritario realizar procedimientos que ayuden a salvarle la vida. Por ejemplo, Carmen señaló: “Es que hay que solucionar primero lo que está comprometiendo la vida en esta unidad”. Los reportes evidenciaron que, en ocasiones, el cuidado psicoemocional es considerado tan difícil para la enfermera que, según algunas afirmaciones, se convierte en algo “engorroso” que la conduce a tomar una actitud enérgica y de autoritarismo frente al paciente; esto fue señalado así por dos participantes: “En ocasiones, es muy engorroso, hasta cierto punto uno intenta de todas las formas persuadirla”. Gloria Gloria.. Por su parte, Laura manifestó: “En los casos en que los pacientes están más agitados, pues ya tiene uno que ponerse un poco más enérgico para llamar la atención de éste y lograr controlarlo”. También se encontró que, en otros momentos, al parecer, la actitud o el estado de salud del paciente, lleva a la enfermera a considerar que no debe hacer nada, respecto al cuidado psicoemocional, porque probablemente el paciente no le va a entender; o por no obligarlo a recibir atención, cuando él no lo desea; en estos casos, el cuidado se limita al componente biológico. Esto fue señalado por Laura así: “A veces, el paciente, por su misma situación de salud, no alcanza a comprender qué es lo que pasa; entonces, así es como difícil tratarlo en ese momento, porque muy probablemente él no te va a entender”. Todas las participantes refirieron que también se hace difícil brindar un cuidado emocional cuando éste interfiere con las normas de la institución sobre aspectos que incomodan al paciente, como en el caso de tener que bañarlos de noche, a pesar de ser molesto para ellos. Así mismo, cuando el paciente presenta un problema emocional grave; por ejemplo, en situaciones de intento de suicidio, parece ser que la enfermera percibe que ella
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no tiene nada que hacer al respecto, porque cualquier actitud que tome, “se convierte en paños de agua tibia”, como lo expresó Gloria. También, Rosa señaló: “Ante problemas de intento de suicidio no; yo no intervengo porque es una situación grave; una situación muy crítica”. Con respecto a lo anteriormente expuesto, Haas (2005) afirma que “existen pacientes que se perciben como “difíciles” en la UCI, lo que hace que se dificulte su cuidado. Con frecuencia, esto puede estar relacionado con desórdenes psiquiátricos, desórdenes de la personalidad y rasgos subclínicos del comportamiento. Pero, adicional a esto, también existen factores de los profesionales de la salud que influyen en el manejo de este tipo de pacientes, y son: trabajo excesivo, habilidades pobres de la comunicación, el bajo nivel de experiencia, fragmentación de las visitas, y falta de disponibilidad de las fuentes de información, entre otros”. Añade que “por eso, para proporcionar un adecuado cuidado para estos pacientes, se hace necesario recurrir a la ayuda de otros profesionales como psiquiatras, psicólogos, médicos o pares, con el fin de identificar las necesidades del paciente y proporcionar un cuidado con la debida calidad”. En términos generales, los resultados del estudio permitieron concluir que si bien, con alguna frecuencia, se ha observado que en las Unidades de Cuidados Intensivos se hace especial énfasis en procedimientos y técnicas que buscan salvar la vida, los profesionales de enfermería participantes en la investigación señalaron que el cuidado psicoemocional también forma parte del cuidado integral que brindan a los pacientes. Y este cuidado se ofrece desde los diferentes componentes del ser humano, con diversos abordajes, tanto para el paciente como para su familia; pero, según sus relatos, no siempre es fácil lograrlo, pues existen situaciones que lo pueden limitar, tal como se expresó anteriormente, como por ejemplo, debido a algunas normas institucionales, las condiciones de salud o comportamiento del paciente y la falta de seguridad del profesional de enfermería sobre cómo actuar ante determinadas actuaciones o situaciones del paciente, lo que, según ellas, refleja que, en ocasiones, existen limitaciones en la preparación profesional al respecto. Algo que vale la pena resaltar es que, solamente en los reportes de una enfermera, se evidenció la importancia de evitar o disminuir los estímulos externos que incomodan al paciente y que podrían tener algún tipo de abordaje desde enfermería. Consideramos que éste es un problema que debería ser abordado desde la percepción del paciente en futuras investigaciones. Se evidenció también que, como parte del cuidado psicoemocional, las enfermeras se preocupan mucho por hablarle al paciente y, en ocasiones, hasta por ofrecerle estímulos positivos que le ayuden a sentirse mejor; pero
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no se refleja el énfasis en demostrar interés por escucharlo, a excepción de algunas manifestaciones en las que señalaron su motivación por facilitarle la expresión de sus sentimientos. Esto hace reflexionar sobre la necesidad de adelantar otros estudios que profundicen acerca de la importancia que tiene el escuchar al paciente, como parte fundamental de la comunicación en el cuidado de enfermería. Dos enfermeras también señalaron que, parte del cuidado psicoemocional consistía en ofrecer medidas de comodidad para que el paciente se sintiera mejor; y, brindar además, algún tipo de apoyo espiritual; no obstante, al parecer, según sus relatos, éste en ocasiones es suministrado, según las creencias de la enfermera, porque no siempre se conocen las necesidades del paciente al respecto. Esta conclusión permite ver la necesidad de realizar investigaciones que aborden específicamente el componente espiritual, como parte del cuidado de enfermería. Por todo lo anterior, se recomienda que se tengan en cuenta los resultados de este estudio para continuar profundizando en el tema con nuevas investigaciones y seguir trabajando, desde la formación profesional, en el cuidado psicoemocional de los pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos, aplicando la regla de oro señalada Demos a por Dale Carnegie (citado en Vanegas, 2002): “Demos los otros lo que queremos que ellos nos den”. Añade Carnegie: “Trate siempre de que la otra persona se sienta importante. El deseo de ser importante es el impulso más profundo que anima al carácter humano. Los filósofos vienen haciendo conjeturas acerca de las relaciones humanas desde hace miles de años, y de todas esas conjeturas, ha surgido solamente un precepto importante”. No es nuevo. Es tan viejo como la historia. Zoroastro lo enseñó a sus discípulos en el “Culto del Fuego” en Persia, hace tres mil años. Confucio lo predicó en China hace veinticuatro siglos. Laotsé, el fundador del Taoísmo, lo inculcó a sus discípulos en el valle del Han. Buda lo predicó en las orillas del Ganges quinientos años antes de Cristo. Los libros sagrados del Hinduismo, mil años atrás ya lo enunciaban. Jesús lo enseñó entre las pétreas montañas de Judea hace veinte siglos, y lo resumió en el precepto quizá más importante del mundo: Haz al prójimo lo que quieras que el prójimo te haga a ti.
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Construcción de la identidad profesional en estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque, 2007 Construction of the professional identity in nursing student from Universidad El Bosque, 2007 Blanca Cecilia Vanegas* Graciela Barrera** Luz Adriana Bautista Nancy Liliana Gómez Leydi Johana Hernández Kelly Johanna Ramírez Vivian Marcela Roa Resumen
Abstract
La identidad del profesional de enfermería hace referencia a las relaciones parecidas entre sus integrantes, a través de las cuales se establece la semejanza que los caracteriza y con una delimitación que asegura su existencia, aún estando separados, lo que permite su reconocimiento como una unidad, con cohesión totalizadora, indispensable para su distinción entre otras profesiones. Dicha identidad, se adquiere como producto de un proceso de formación exitosa, pero también influye la historia personal, así como los componentes socioculturales y cognitivos. Es por eso que puede haber ciertas diferencias en la construcción de la identidad profesional. Esto condujo a realizar el presente estudio con el objetivo de describir los componentes que se han incorporado en la construcción de la identidad profesional y los principales fenómenos que han interactuado en dicha construcción, en estudiantes de Enfermería de la Universidad El Bosque.
The identity of the professional nurses refers to the similar relationships among its members, which allow the similarity that characterizes them and the delimitations that ensure their existence, still being separated, allowing its recognition as a unit, its cohesion as a whole, necessary to stand differently from other careers. The identity mentioned above is acquired as a product of a process of successful formation but also it influences the personal history, as well as the socio-cultural and cognitive components. It is because of it that there can be certain differences in the construction of the professional identity. This drove to realize the present study with the goal to describe the components that have joined in the construction of the professional identity and the main phenomena that have interacted in this construction, in nursing students from Universidad El Bosque.
El estudio tuvo un diseño cualitativo de tipo descriptivo, con participación de 30 estudiantes, de VI a X semestre, cuya información se obtuvo con un instrumento de preguntas abiertas, aplicado en aula virtual, en el que se indagó sobre sus experiencias, percepción, puntos de vista y conceptos en torno a la construcción de su identidad profesional. Se concluyó que los participantes en el estudio, a partir de diversas vivencias personales, del contexto familiar, universitario e institucional donde realizan sus prácticas de formación académica, están incorporando, componentes bastante similares, entre los que, según ellos, se encuentran como características propias de enfermería, los valores, la visión integral del ser humano, los conocimientos científicos, las relaciones interpersonales efectivas y las habilidades técnicas, propias de la profesión entre otros, todo lo cual, les ha generado su propia visión acerca de lo que significa ser profesional de enfermería, así como de la percepción que cada uno tiene de su proyección profesional y personal, lo que les ayuda a construir su identidad profesional. Palabras claves: : Identidad profesional y enfermera; construcción de identidad profesional; identidad profesional y enfermería; estudiantes y construcción de identidad profesional.
The study had a qualitative design of descriptive type, with the participation of 30 students, form 6th to 10th semester, whose information was obtained by an instrument of open questions, applied in a virtual classroom, which was based on their experiences, perceptions, points of view and concepts concerning the construction of their own professional identity. We could conclude that the participants in the study are incorporating similar components regardless their own personal experiences, family context, university or institutions in which they do their practice. These components are nursing characteristics, values, and vision of the human being as a whole, the scientific knowledge, the interpersonal effective relations and the technical, own skills of the profession among others. Everything that their own vision has generated them brings over of what means to be a professional nurse as well as the perception that each one has of his/her professional and personal projection, which helps them to construct their professional identity. Key words: Professional identity and nursing; construction of professional identity; professional identity and infirmary; students and construction of professional identity.
Recibido: 08/05/07. Revisado: 12/08/07. Aceptado: 24/09/07. * Enfermera de la Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Enfermería Perinatal de la misma Universidad. Especialista en Educación Sexual, Universidad Santo Tomás. Profesora Asociada, Profesora Emérita y Docente Excepcional, Universidad Nacional de Colombia. Profesora Asociada, Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. vanegasblanca@unbosque.edu.co ** Enfermeras, Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque.
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INTRODUCCIÓN La identidad del profesional de enfermería hace referencia a las relaciones parecidas entre sus integrantes, a través de las cuales se establece la semejanza que los caracteriza y con una delimitación que asegura su existencia, aún estando separados, lo que permite su reconocimiento como una unidad, con cohesión tot aliz adora, indispensable para su distinción entre otras profesiones (Gewerc, 2001). Por otra parte, es importante tener presente que, la formación profesional contribuye en gran medida a cambiar actitudes, valores, creencias y auto imágenes de las personas, así como a proporcionar habilidades y conocimientos propios de la profesión, todo lo cual está determinado en las políticas institucionales de formación. Así, toda profesión tiene una idea clara de las actitudes y valores que sus futuros miembros deben tener y del producto final esperado, lo que constituye un aporte importante en la construcción de la identidad profesional (Shinyashiki y otros, 2006). Sin embargo, la identidad profesional puede tener ciertas diferencias en cada persona, según sus características propias y antecedentes personales, familiares y del contexto en que cada individuo se desarrolla; es así como, sus creencias, autoestima, visión que se tenga de la profesión, entre otros aspectos, pueden influir de manera positiva o negativa en la construcción de la identidad profesional. Los anteriores planteamientos se constituyeron en una motivación para realizar el presente estudio, con el propósito de describir los componentes que se han incorporado en la construcción de la identidad profesional y los principales fenómenos que han interactuado en dicha construcción, en estudiantes de Enfermería de la Universidad El Bosque en Bogotá, Colombia. El estudio cualitativo descriptivo, contó con la participación de 30 estudiantes de enfermería y la información se recogió a través de un instrumento que fue diligenciado por auto-respuesta en aula virtual. Se realizó un análisis cuantitativo de las respuestas a las preguntas cerradas y otro cualitativo sobre los informes textuales, los que se analizaron inicialmente por codificación para, posteriormente conformar las categorías, que luego fueron descritas y contrastadas con la teoría existente al respecto. Los hallazgos permitieron concluir que, las y los estudiantes participantes en el estudio, a pesar de provenir de diversos contextos culturales, los que han tenido alguna influencia en la construcción de su
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identidad profesional, han logrado durante la formación académica, constituirse en personas bastante similares en cuanto a la visión que tienen de lo que significa ser profesional de enfermería.
METODOLOGÍA El estudio se realizó con un diseño cualitativo de tipo descriptivo, en el que participaron como unidad de análisis 30 estudiantes de VI a X semestre de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque, de los cuales, 25 eran de sexo femenino y 5 de sexo masculino. Cada participante tuvo la oportunidad de expresar libremente, en un instrumento de preguntas abiertas, su percepción y puntos de vista, sobre sus experiencias, en torno a la construcción de su identidad profesional. Una vez recogida la información, se bajó textualmente del aula virtual y se asignó a cada estudiante un código numérico para su identificación, con el propósito de guardar la confidencialidad de la información. Posteriormente, en cada respuesta, se señaló la información que correspondía a la pregunta que se había formulado, para luego colocarle un código sustantivo. A continuación, se agruparon por similitud los códigos establecidos en el paso anterior, conformando de esta manera las categorías, que finalmente se describieron, contrastándolas con la teoría existente al respecto. CONSIDERACIONES ÉTICAS De acuerdo con la Resolución Nº 008430 de octubre de 1993 del Ministerio de Salud, el estudio se clasificó como sin riesgo debido a que, la recolección de la información no afectaba la salud ni la integridad de las y los informantes. Así mismo, se tuvieron en cuenta otras consideraciones éticas como la privacidad, comodidad, confidencialidad y autorización de las y los participantes, a través del consentimiento informado que fue firmado individualmente, de manera libre y voluntaria. Para asegurar el rigor científico del estudio, se realizó un proceso de triangulación que consistió en contrastar los datos obtenidos por las y los informantes, con la interpretación que de ellos hicieron las investigadoras, separadamente y en grupo y con la teoría existente al respecto.
RESULTADOS El estudio permitió comprender y describir diferentes fenómenos que, desde la niñez, han interactuado en este grupo de estudiantes y lo que, desde sus propias vivencias, a partir de su formación académica, han incorporado para la construcción de su identidad profesional.
Construcción de la identidad profesional en estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque, 2007
Los datos que se muestran en las tablas que a continuación se presentan, además de caracterizar a las y los participantes, ayudan a comprender el contexto personal, familiar y social en que se desenvuelven las y los estudiantes.
TABLA 5. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según estado civil. Bogotá Colombia, 2007.
TABLA I. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio según semestre académico que se encuentran cursando. Bogotá Colombia, 2007. TABLA 6. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según personas que les han brindado el mayor apoyo que han requerido durante la vida. Bogotá Colombia, 2007.
TABLA 2. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según grupos de edad. Bogotá Colombia, 2007. La tabla anterior muestra que, algunos y algunas estudiantes, reciben apoyo, tanto de padres como de otras personas, lo que hace que el total sea superior a 30.
TABLA 3. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según lugar de procedencia. Bogotá Colombia, 2007.
TABLA 7. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según personas diferentes a los padres, que les han brindado el mayor apoyo que han requerido durante la vida. Bogotá Colombia, 2007.
TABLA 4.Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según género. Bogotá Colombia, 2007.
TABLA 8. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según si tienen o no hijos. Bogotá Colombia, 2007.
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TABLA 9. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según número de hijos. Bogotá Colombia, 2007.
Desde el punto de vista cualitativo, los hallazgos permitieron establecer cuatro grandes categorías: • El contexto en que se ha desarrollado la identidad profesional. • El ser del profesional de enfermería. • Las vivencias que fortalecen la construcción de la identidad profesional. • La proyección futura.
TABLA 10. Distribución por número y porcentaje de estudiantes que participaron en el estudio, según edad de los hijos, quienes los tienen. Bogotá Colombia, 2007.
A continuación se presenta un condensado de estas categorías, según los hallazgos de la información suministrada por las y los participantes.
TABLA 11. Distribución por número y porcentaje, según persona con quien viven los hijos de estudiantes que participaron en el estudio. Bogotá Colombia, 2007.
TABLA 12. Distribución por número y porcentaje según personas que los cuidan a hijos de estudiantes que participaron en el estudio, mientras estos se ocupan de las actividades académicas. Bogotá Colombia, 2007.
Según lo expresado por las y los participantes, ciertas características deben identificar al profesional de enfermería, las cuales, consideran, han adquirido ellas y ellos como futuros profesionales de enfermería. Estas características son sintetizadas a continuación.
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También para las y los participantes, es importante que el profesional de Enfermería demuestre ciertas habilidades que son adquiridas durante su formación profesional, las cuales permitieron una organización en los cuatro grupos que se presentan a continuación.
La proyección futura es considerada por la mayoría de las y los participantes como bastante alentadora tanto en la vida personal como familiar, tal como se sintetiza a continuación.
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Entrando ya, a la descripción de las categorías conformadas a partir de los hallazgos, se dará inicio con el contexto para continuar con el ser, el quehacer y culminar con la proyección futura.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Una vez analizada la información, cuatro grandes categorías fueron establecidas para su descripción, de tal forma que permitieran comprender y explicar los componentes que se han incorporado en la construcción de la identidad profesional del grupo de estudiantes que participaron en el estudio y los principales fenómenos que han interactuado en dicha construcción. Estas categorías son: el contexto, el ser del profesional de enfermería, las vivencias que fortalecen la construcción de la identidad profesional y la proyección futura, las cuales, a su vez, presentan subcategorías que facilitan aún más la comprensión de los resultados. EL CONTEXTO Cómo ven el contexto familiar En lo que se refiere al contexto familiar, los padres, la familia y la pareja, según los reportes de las y los estudiantes, son personas que además de haberlas (os) orientado para estudiar Enfermería, se han constituido en su apoyo durante sus estudios universitarios, al igual que, para quienes tienen hijos(as), puesto que se ocupan de su cuidado, mientras, ellas y ellos, como estudiantes, se dedican a sus labores académicas; esto se ha convertido en algo que ha facilitado su formación universitaria, lo que ha hecho que vean a la familia como una parte fundamental en la construcción de su identidad profesional. Así lo expresaron los estudiantes 2 y 30, respectivamente:
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“Primero que todo, mis padres fueron los primeros que me apoyaron y que me están apoyando para lograr ser una profesional”. “Principalmente mis padres y mi esposo porque han estado apoyándome en todo el transcurso de mi carrera. Al respecto, Morales (2003), expresa que, en la construcción de la identidad profesional, algo muy importante es el amor, los vínculos emocionales que se establecen a lo largo de la vida con padres, hijos, pareja y amigos. Cómo ven el contexto universitario para la construcción de su identidad profesional Plata (2006) señala que el currículo de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque, donde se desarrolló el estudio, se caracteriza por: la formación integral con enfoque biopsicosocial, cultural y espiritual, la defensa por la vida y el énfasis en comunidad, clínica y gerencia, así como las prácticas extramurales que contribuyen a una adecuada formación profesional. Añade esta autora que las políticas establecidas por la Universidad y la Facultad de Enfermería, la aplicación de su misión y visión, la calidad de la mayor parte de sus profesores, en cuanto a conocimientos e integridad, así como el tipo de formación integral, las estrategias de aprendizaje y las exigencias académicas, entre otros, son para la mayoría de las y los estudiantes el pilar en la construcción de su identidad profesional, sin desconocer que no todo es ideal, por tratarse de una Facultad nueva, que a menudo tiene que hacer ajustes y requiere seguir haciéndolos, para buscar su mejoramiento continuo. Así fue expresado esto:
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“La formación académica en la Universidad, el nivel de exigencia de la Facultad y también los tropiezos por los cuales uno como estudiante ha tenido que pasar al estar en una Facultad tan relativamente joven, con respecto a otras, me han ayudado en mi formación profesional” (Estudiante Nº 7). “El enfoque biopsicosocial, cultural y espiritual con el cual hemos sido formados, considero que es lo que, sin lugar a dudas influye en cada uno de nuestros actuares; además nos forman con capacidad crítica. El aspecto bioético también influye” (Estudiante Nº 18). El asumir un rol se da esencialmente durante la formación académica, tanto en el contexto educacional universitario, como en las áreas de formación práctica. Las personas que asumen el rol de enfermería, no solamente asimilan nuevos hechos y aprenden nuevas habilidades, sino se sumergen en una nueva cultura con expectativas de valores y normas (Shinyashiki, 2006). El papel de sus profesores (as) La calidad de sus profesores, es algo que prima dentro del concepto que las y los estudiantes tienen de la universidad. Es de anotar que la mayoría de los estudiantes consideran que, gracias a sus profesores, (con pocas excepciones), han aprendido a ser personas íntegras y tienen los conocimientos necesarios para poder brindar un cuidado integral, desde ahora como estudiantes y posteriormente como profesionales; según los relatos de algunos de ellos y ellas, los conocimientos, actitudes, aptitudes y ejemplo de la mayoría de sus profesores, son aspectos, que han sido transmitidos a cada estudiante, conllevando a que se sientan orgullosos de su profesión e identificados con ella. Así fue una de las expresiones: “Al correr de mi carrera he tenido docentes con una calidad humana y profesional excepcionales, los cuales han contribuido y se han convertido en mi "derrotero" ya que considero, son un ejemplo a seguir. Además de formar mi identidad profesional han elevado mi autoestima profesional, pues con sus enseñanzas y actitudes en el ejercicio profesional demuestran que, mi profesión es sin lugar a dudas la mejor, pues se encarga no sólo de aspectos técnicos, sino que además integra la parte social” (Estudiante Nº 18). “Gracias a ellos, hoy en día tengo los conocimientos que debo tener y me han enseñado a ser una persona integral” (Estudiante Nº 2). Según Morales (2003), los profesores de enfermería, las enfermeras en su ejercicio profesional y todos aquellos profesionales que intervienen en el proceso educativo de los estudiantes, participan en la construcción de esa
identidad, como enfermeras y hacia la enfermería. Si esa construcción for talece la seguridad personal, la autoestima y el auto-concepto del alumno, de la misma forma como ésta se genera en los niños, esa identidad con la enfermería será positiva. Cómo ven el contexto institucional donde se ejerce la profesión Las instituciones donde pueden ver de cerca el ejercicio de la profesión, es para las y los participantes un contexto muy importante en el que, según sus expresiones, tienen la oportunidad de hacer las prácticas en diferentes áreas, lo que les permite aprender de las experiencias vividas en cada una de ellas, así como aplicar los conocimientos teóricos y adquirir habilidades propias de la profesión. La posibilidad de interrelacionarse con profesionales de enfermería en las instituciones donde se realizan las prácticas formativas, es para ellas y ellos algo que contribuye a que se les posibilite percibir más de cerca su futuro rol profesional. Al respecto algunos expresaron lo siguiente: “La formación profesional nos da la posibilidad de poder rotar por diferentes entidades públicas y privadas en donde se puede observar el desempeño de nuestro gremio; aprender de las experiencias vividas en los diferentes campos de prácticas” (Estudiante Nº 7). El observar el desempeño de los profesionales de enfermería, con quienes han interactuado en las instituciones donde realizan las prácticas, además de permitirles tener una idea más cercana a su rol profesional, según las y los estudiantes, les ayuda a valorar el ideal de profesional que desean ser, sin desconocer que existen excepciones; señalan que admiran en las profesionales de enfermería de las instituciones, sus conocimientos, habilidades para el desempeño de su labor, así como su sentido de pertenencia con la profesión, las actitudes y valores éticos, con lo que demuestran que son personas íntegras y que tienen una visión integral del ser humano, todo lo cual contribuye en la construcción de su identidad profesional. Esto fue expresado así por algunos participantes: “Durante mi formación he visto per files de enfermería que también han contribuido a reflejar todo aquello que no me gustaría ser” (Estudiante Nº 19). Henríquez (2006), señala que los campos asistenciales son una parte fundamental para la formación de la enfermera. Es allí donde logran la integración teórico práctica, adquieren destrezas, observan modelos de rol, visualizan el trabajo en equipo y asisten al paciente en su recuperación física y psíquica, lo cual es un factor que motiva al estudiante. El contacto con los pacientes, durante sus prácticas de formación profesional, también fue señalado por cuatro estudiantes, como algo muy importante para reconocer
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su rol profesional y lograr identificarse mucho más como enfermeras. Así fue expresado esto por dos de ellas: “En cada práctica, al acercarme a los pacientes, hace que uno reconozca su rol como tal” (Estudiante Nº 10). “Cada uno de los usuarios, con sus comentarios me hacen comprender aún más por qué estudié enfermería” (Estudiante Nº 12). EL SER DEL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA Percepción del “ser del profesional de enfermería” En lo que se refiere a la visión que tienen las y los estudiantes, acerca de “ser del profesional de enfermería”, por sus expresiones dejan ver que perciben a los profesionales de enfermería de la universidad donde se desarrolló el estudio como personas que ha recibido una formación integral y capacitadas para ver al ser humano de la misma forma, lo cual es coherente con lo expresado anteriormente por Plata (2006), en cuanto al currículo de formación se refiere, indicando que se han incorporado estas políticas en la construcción de la identidad profesional de los participantes en el estudio. Esto fue expresado así: “Primero que todo, admiro ver al ser humano en sus dimensiones biológica, psicológica social y espiritual; como un ser único e irrepetible que expresa sentimientos, posee sus propias actitudes y proviene de una cultura en el cual uno no debe cambiar ni influir en ella” (Estudiante Nº 30). Valores que consideran, deben poseer los profesionales de enfermería Los valores éticos y morales, son para las y los estudiantes, una base importante de formación como futuros profesionales de enfermería, señalando que, muchos de esos valores son adquiridos en la familia, desde la niñez y que se fortalecen durante la formación universitaria, para aplicarlos en su vida personal y durante el ejercicio de su profesión. Dentro de los principales valores que, desde el punto de vista de las y los estudiantes, deben tener los profesionales de enfermería, están la honestidad, respeto, tolerancia, responsabilidad, honradez, solidaridad, lealtad y justicia. Así lo expresó la estudiante Nº 9: “Los valores que deben caracterizar al profesional de enfermería son la honestidad, amor por los demás, preocupación por brindar bienestar, ética, responsabilidad, solidaridad y respeto, entre muchos más...” Morales (2003), refiere la enfermera debe incluir en sus cuidados valores esenciales entre los que destaca: el
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respeto, la veracidad y la bondad, matizados con el afecto y una buena comunicación y relaciones interpersonales efectivas al brindar sus servicios. Así mismo Maya (2003), manifiesta que en la disciplina de enfermería debemos ser conscientes de los valores que se adquieren y se desarrollan en la formación profesional, y debemos reconocer que tenemos identidad profesional cuando atendemos a la persona, a la familia y a los diferentes grupos con respeto y dignidad; cuando le damos un cuidado individual, integral y continuo; cuando nos ocupamos por su bienestar, le ofrecemos compañía y lo orientamos en el penoso transitar de su enfermedad. Actitudes y comportamientos que consideran, debe poseer el profesional de enfermería Comportamientos y actitudes, tales como: la amabilidad, autonomía, sencillez, humildad, compañerismo, sensibilidad y puntualidad, son considerados por las y los estudiantes como importantes para el profesional de enfermería; añaden que, además deben ser personas integrales en su profesión, con calidez humana, amor hacia los pacientes y hacia la profesión, así como respetuosos hacia todas las personas. Esto lo expresa la estudiante Nº 16 así: “Lo que identifica al profesional de enfermería es la calidad de la atención que brinda a las personas, teniendo en cuenta los valores como la honestidad, el respeto, la tolerancia y todos los demás aspectos éticos propios de la profesión”. EL QUEHACER RELACIONADO CON LAS VIVENCIAS QUE FORTALECEN LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD PROFESIONAL Las habilidades en la aplicación de conocimientos, comunicación, procedimientos técnicos y de gestión y gerencia, son consideradas por las y los estudiantes como prioritarias para sustentar o fundamentar el quehacer diario de enfermería, señalando que éstas permiten desarrollar su trabajo de manera integral y con alta calidad. Teniendo en cuenta lo anterior, se realizó la siguiente agrupación de las habilidades por ellos y ellas consideradas. Habilidades en la aplicación de conocimientos El tener bases teóricas y conocimientos científicos, sociales y humanísticos, que sean aplicados en el ejercicio profesional de enfermería, conocer el por qué de las cosas, actuar con seguridad y racionamiento, son elementos considerados por la mayoría de las y los estudiantes, como indispensables para el ejercicio de la profesión de enfermería. Lo anterior se vio reflejado en una de las afirmaciones así: “El profesional de enfermería debe conocer las bases científicas y las razones por las cuales va a
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realizar cada tipo de intervención. Debe tener disposición para mejorar y aprender cosas nuevas” (Estudiante Nº 18). Beltrán (2006), manifiesta que cuando una persona demanda la participación de Enfermería en la satisfacción de sus necesidades o en la resolución de sus problemas, debe recibir un despliegue de conocimientos, técnicas y procedimientos que hacen parte de la ciencia de la Enfermería, así como la habilidad para usarlas en el cuidado, lo que es coherente con las políticas del Programa de Enfermería de la universidad donde se desarrolló el estudio. Habilidades en comunicación Bohórquez F. & Jaramillo L.G. (2005) señalan que el acto profesional de cuidar la salud se ha ido deteriorando en la medida que la comunicación con el paciente se restringe a encuentros cada vez más técnicos, distantes y fríos que esquivan el diálogo y privilegian la “información”. Esto plantea un reto al personal de salud, particularmente, a las escuelas y facultades de ciencias de la salud. Hoy más que nunca, en un mundo que sucumbe en el conflicto y la intolerancia, resurge la necesidad de reconocer la enfermedad, más allá del mero hecho biológico, como hecho social y cultural; de volver a valorar el diálogo como estrategia que permite el encuentro, dando sentido a nuestra existencia y haciéndonos humanos en el acto de enfermar y de sanar. Esto es coherente con lo expresado por los y las estudiantes, quienes señalaron que el profesional de enfermería debe tener habilidades en comunicación; esto es, habilidades para entender a la gente, comprenderla habilidad para escuchar, observar, hablar, explicar, y tener una comunicación asertiva para trasmitir la información. Lo anterior fue expresado de la siguiente manera por la estudiante Nº 23: “Considero que un profesional de enfermería también debe tener habilidades para entender a la gente, su problema o dolencia; debe tener la habilidad de indagar, para ir más allá de lo que se muestra superficialmente; debe tener la habilidad de observar, de escuchar y de tener una comunicación asertiva para trasmitir la información de tal manera que, el usuario entienda lo que se debe hacer”. Habilidades en procedimientos técnicos Tener habilidades en técnicas y procedimientos que se realizan a los pacientes para prestar un servicio óptimo, así como habilidades en el manejo de sustancias, medicamentos y conocer la información de acerca de estos, es algo que, según las y los participantes, consideran de suma importancia para que el profesional de enfermería pueda ejercer adecuadamente la profesión, siendo esto coherente por lo señalado anteriormente al
respecto por Beltrán (2006). Así fue expresado esto por la estudiante Nº 6: “Debe tener habilidad en el manejo de sustancias, en el manejo de los pacientes, en el manejo de la información y en la realización de procedimientos”. Habilidades en gestión y gerencia Poseer conocimientos y habilidades en gestión y gerencia, liderazgo, autonomía y manejo del recurso humano, capacidad para trabajar en grupo, saber delegar funciones, tener autoridad con excelentes relaciones interpersonales para buscar un buen ambiente de trabajo, demostrar seguridad, disciplina, orden y seriedad en su desempeño, son aspectos que debe poseer todo profesional de enfermería para ejercer con calidad. Así fue expresado esto por una participante: “Debe ser capaz de solucionar problemas del servicio; tener carácter sin que esto signifique el irrespeto hacia las demás personas; debe tener un buen manejo de p ersonal, y tener buenas relaciones interpersonales para que el ambiente de trabajo sea el mejor” (Estudiante Nº 16). La gestión del cuidado de enfermería, es definida por Ortiz (2000) como el conjunto de acciones ejecutadas por el profesional en enfermería para cuidar; representa grados variables de eficiencia, eficacia y efectividad, susceptibles de ser mejorados, mediante la aplicación de técnicas y métodos que garanticen la óptima calidad. Gerenciar consiste en agregar valor a la gestión. La gerencia es una disciplina que provee estrategias útiles al profesional en enfermería; así mismo, el trabajo en equipo, es una característica esencial de la gestión y de la filosofía de la calidad. Las relaciones interpersonales Según lo expresado por las y los participantes, las relaciones interpersonales en el ejercicio de la profesión de enfermería hacen parte fundamental del cuidado, lo que permite brindar confianza y demostrar con palabra y afecto, la actitud de entrega y de apoyo por mantener la salud y calidad de vida de las personas. Así lo señaló un participante: “El profesional de enfermería debe tener excelentes relaciones interpersonales y sobre todo un enfoque bioético que redunde en todas sus actuaciones” (Estudiante Nº 18). Al respecto, el Tribunal Nacional Ético de Enfermería (2004), señala que el acto de cuidado de enfermería se da a partir de la comunicación y relación interpersonal humanizada entre el profesional de enfermería y el ser humano, sujeto de cuidado, la familia o grupo social, en las distintas etapas de la vida, situación de salud y del entorno.
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PROYECCIÓN FUTURA En relación con el desempeño profesional Terminar la carrera con honores, ser una enfermera íntegra, responsable, con sentido de pertenencia por la profesión, competente, destacada, con un buen prestigio y con reconocimiento ante los demás profesionales y ante el mundo, por la excelencia como persona y como profesional, fueron parte de las proyecciones expresadas por las y los estudiantes para su futuro profesional. Algunas (os) demuestran gran sentido social, cuando refirieren que esperan ejercer en su país, para contribuir a mejorar de alguna manera, la situación que estamos viviendo en Colombia; otras (os) señalaron que desean ejercer en el exterior, ser investigadores o gerenciar programas o proyectos. Así fueron expresados algunos de estos conceptos: “Ser una gran profesional, reconocida en varias entidades y ¿por qué no, fuera del país?, con mis dos postgrados en Enfermera intensivista y auditora” (Estudiante N° 1). “El último sueño que tengo es el de ser una enfermera reconocida y destacada ante los demás profesionales” (Estudiante Nº 2). Ser personas íntegras y ejercer como tal, con responsabilidad, compromiso social y satisfacción personal, sentirse satisfechas (os) y orgullosas de lo que son, de lo que estudiaron y de la manera como se desempeñan en su profesión, poniendo en práctica todo lo aprendido durante la formación profesional y haciendo importantes aportes para la sociedad, son otras de las proyecciones que tienen las y los estudiantes, lo que fue expresado así: “Quiero ser una muy buena profesional de enfermería, que le aporte muchas cosas positivas a mi profesión; sentirme orgullosa de lo que hago, poder contribuir con todo esto al beneficio de la sociedad” (Estudiante Nº 8). En relación con la formación avanzada Se destacó como algo relevante, el deseo de continuar desarrollándose en su formación académica avanzada, en el ámbito nacional e internacional, con el adecuado manejo de un segundo idioma, situación que, señalan, no solo les va a beneficiar como personas, sino también a la profesión y al mejoramiento de la salud de la población. En relación con el campo laboral Es señalado como excelente, muy bueno y bueno, por algunos participantes quienes refieren que es un campo laboral muy amplio para la profesión y con gran demanda; mientras otros expresan que tiene su parte positiva
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debido a que, ellas y ellos como egresados de esta universidad tienen buenas bases teóricas y prácticas, pero temen por no tener la suficiente experiencia, competitividad por la gran cantidad de Facultades de Enfermería que existen en Colombia pero prevén que si se actualizan per manentemente y demuestran sus capacidades, podrán salir adelante. Así lo expresaron: “Muy bueno; excelente. Creo que aquí en Colombia hay mucho por hacer y mucho en qué trabajar para darnos a conocer” (Estudiante Nº 1). “Lo puedo ver bueno y malo; bueno, porque las bases teóricas y el enfoque que nos brinda la Facultad, al igual que lo que se estudia en cada uno de los semestres nos dan las capacidades que se requieren para ser excelentes profesionales; pero malo es que no tenemos la suficiente experiencia como para hacernos cargo de un servicio, centro de salud, etc.” (Estudiante Nº 11). “Reñido y complicado, pero si uno de verdad ama lo que hace, se prepara lo mejor posible para salir a buscar las mejores oportunidades” (Estudiante Nº 6). En relación con la vida personal y familiar Dedicarse tiempo a sí mismo, conformar una familia sólida, tener hijos a quienes se pueda inculcar valores y ofrecer una buena calidad de vida, tener estabilidad económica, sentirse felices y realizados (as) con su vida personal y familiar, trabajando constantemente por el logro de sus metas, es otra gran proyección del futuro de las y los participantes. Así fue expresado esto: “Otro sueño que tengo es el de tener una casa, un carro, y poder conformar una familia la cual me ayude a cumplir mis metas” (Estudiante Nº 2). Pero también espero que así como dedicaré tiempo a mi desempeño laboral, también lo pueda tener para mi vida personal” (Estudiante Nº 8). Para concluir, la descripción de las anteriores categorías revela que existe entre las y los participantes, gran semejanza tanto conceptual como por los componentes que han incorporado en la formación profesional, lo que indica que están construyendo su identidad profesional como se esperaba, lo cual, posiblemente les permitirá ser reconocidos como bastante similares en el campo profesional.
RECOMENDACIONES Tener en cuenta los resultados del estudio, como aportes para el proceso de autoevaluación institucional, con miras
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a la Acreditación de Calidad del Programa de Enfermería de la Universidad El Bosque. Establecer canales de comunicación efectivos entre directivas, profesores y estudiantes, con miras a buscar aportes de los diferentes estamentos académicos para el mejoramiento continuo en busca de la excelencia. Fortalecer la investigación frente a esta temática, en pro del desarrollo del Programa de Enfermería, de la profesión, y por ende, del mejoramiento de la salud del pueblo colombiano. Retomar los resultados obtenidos en este estudio para generar otras investigaciones que contribuyan a fortalecer la formación profesional y por ende, la construcción de la identidad profesional.
REFERENCIAS 1. Beltrán, O. (2006), Factores que influyen en la interacción humana del cuidado de Enfermería, Revista Investigación y Educación en Enfermería. 24 (2). Edición Digital. Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia, Colombia. Disponible en: http://tone.udea.edu.co/revista/html/ modules.
7. Morales, I. (2003). La identidad como proceso biológico-social y su construcción en enfermería, Facultad de Estudios Superiores, Revista de Enfermería IMSS, España. Edición digital disponible en: ht tp://w w w.imss.gob.m x/IMSS/IMSS_SIT IOS/DPM/ Publicaciones/ Rev Enfermería/ 8. Ortiz, A. (2003). Dimensión del servicio de enfermería, Revista Investigación y Educación en Enfermería; 21 (1). Edición digital, Facultad de Enfermería, Universidad de Antioquia Colombia. Disponible en: http://tone.udea.edu.co/revista/html/modules.php 9. Plata, R. (2006). Evolución histórica de la Facultad de Enfermería. Desarrollo y Proyección, Revista Colombiana de Enfermería, Universidad El Bosque; 1 (1). 10. Shinyashiki, G. Costa, I. Trevizan, M. y Day, R. (2006). Socialización profesional: estudiantes volviéndose enfermeros. Revista Latino-Americana de Enfermería; 14 (4) Portugal. Edición digital, disponible en: http://www.scielo.br/scielo.php
2. Bohórquez F. & Jaramillo L.G. (2005). El diálogo como encuentro. Aproximaciones a la relación profesional de la salud paciente. Index Enferm; 14 (50). Granada Nov. 2005 3. Gewerc, A. (2001). Identidad profesional y trayectoria en la Universidad. Universidad de Santiago de Compostela. Revista de Curriculum y Formación del Profesorado; 5(2); Edición digital. Chile. Disponible en: http://www.ugr.es/~ recfpro/rev52ART2.pdf 4. Henríquez, P. (2006), Acreditación de campos clínicos de enfermería, Facultad de Medicina Universidad de Concepción, Chile. Revista Cubana de Enfermería; 22 (4). Disponible en: http://bvs.sld.cu/revistas/enf vol22_4_06/enf10406.htm 5. Ley 911 del 5 de octubre de 2004 para la Profesión de Enfermería, decretada por el Congreso de Colombia. Tribunal Nacional Ético de Enfermería. 6. Maya, A. (2003). Identidad profesional, Revista Investigación y educación en Enfermería, Volumen XXI, Nº 1, (edición digital) Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia, Antioquia, Colombia. Disponible en: http://tone.udea.edu.co/revista/html/modules.php
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eventos
y educación continuada
Foro
Violencia Intrafamiliar
Diplomado
Salud Pública
25 de agosto de 2008 8:00 a.m. – 1:00 p.m. Aditorio B Universidad El Bosque Cra. 7 B Bis No. 132-11 Tel.: 6489000 Inscripciones Abiertas
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Diplomado
Manejo de las Infecciones Intrahospitalarias
www.unbosque.edu.co
Universidad El Bosque Facultad de Enfermería Cra. 7 B Bis No. 132-11 Tel.: 6489000
Formación en salud mental en pregrado de enfermería de la Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia Mental health formation in nursing undergraduate's students from Universidad El Bosque. Bogotá, Colombia Elsa Mariño Samper* Marcela Pabón Gamboa** Margarita Jaramillo***
Resumen
Abstract
Los trastornos de la salud mental representan un gran problema para la población mundial. En Colombia el 40.1% de la población presenta un trastorno de salud mental alguna vez en su vida. El Ministerio de Protección Social, como respuesta, definió unas políticas de atención con el fin de promover la salud mental, reducir los trastornos mentales y prevenir el impacto negativo de los problemas psicosociales.
Mental health disorders are a major problem of the world's population. In Colombia 40.1% of the population has a mental health disorder at some point in their lives. For that reason the Ministry of Social Protection defines policies to promote mental health, reduce mental disorders and prevent the negative impact of psychosocial problems.
Los programas para la educación de enfermería en pregrado requieren el desarrollo de competencias para la adquisición de conocimientos y habilidades en la atención en salud mental. El currículo de pregrado de Enfermería de la Universidad El Bosque cuenta con un programa de Salud Mental para cada semestre de formación. Fomenta los conocimientos en los aspectos básicos del desarrollo del ser humano desde el nacimiento hasta la muerte, aspectos psicosociales inherentes a cada etapa del ciclo vital, factores protectores y de riesgo para la salud mental, comprensión de la semiología, taxonomía, psicofarmacología y principales trastornos de la salud mental, para la planeación de la atención de enfermería. Se incluye, además, el análisis y la aplicación de las teorías de estrés, crisis y afrontamiento. Se resalta el proceso de desarrollo integral con cada estudiante desde el inicio del programa; esto implica, entre muchas otras cosas, que el estudiante se conozca a sí mismo, que interactúe con los demás y que disponga de todas sus condiciones para definir su Proyecto de Vida. Además, a través de guías de autorreflexión, se fortalece la aplicación del conocimiento adquirido en cada una de las asignaturas, para sus propias vivencias.
The education programs for undergraduate nursing require the development of goals for the acquisition of knowledge and skills in mental health care. The undergraduate Nursing curriculum at the Universidad El Bosque has a Mental Health program for each semester. It promotes knowledge in the basic themes of human development from birth to death, psycho-social aspects inherent in each stage of the life cycle, risk and protective factors for mental health, understanding of the semiology, taxonomy, psychopharmacology and major disorders in mental health, for the planning of nursing care. It also includes analysis and application of the theories of stress, coping, and crisis. From the beginning, the program emphasizes a process of integral development of each student. This implies, among many other things that the student knows, interacts with others and has all the conditions to define his own Life Project. In addition, through self-guides, the application of knowledge gained in each of the subjects to their own experiences is strengthened. Key words: Mental Health Diseases, undergraduate training, nursing, bio-psycho-social approach.
Palabras claves: Trastornos en Salud Mental, formación en pregrado, enfermería, enfoque biopsicosocial.
Recibido: 11/12/07. Revisado: 31/03/08. Aceptado: 16/04/08. * Enfermera, Especialista en Enfermería Psiquiátrica. Magíster en Enfermería Materno- Infantil. Profesora Asistente Facultad de Enfermería. Directora Área Sociohumanística Facultad de Enfermería. Universidad El Bosque. calabria@cable.net.co ** Médica. Homeópata. Especialista en Psiquiatría. Especialista en Docencia Universitaria Profesora Asistente Facultad de Enfermería. Universidad El Bosque. marcelapabon@Hotmail.com *** Enfermera. Especialista en Gestión en Rehabilitación. Instructora Asociada Facultad de Enfermería. Universidad El Bosque. blancamargarita@cable.net.co
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INTRODUCCIÓN En la actualidad, los trastornos de salud mental son un problema mundial de primera magnitud, no sólo por su alta prevalencia, sino por el impacto que generan a nivel indiv idual, fam ilia r y so cial. Se cono ce que aproximadamente 450 millones de personas padecen de un trastorno mental y tan sólo una minoría recibe atención básica; cinco de las diez primeras causas de discapacidad a nivel mundial son el resultado de desórdenes psiquiátricos. En los países en vía de desarrollo, la mayoría de personas y grupos con alteraciones en su salud mental deben afrontar su condición sin ningún tipo de apoyo, por difícil que ésta sea (1). El Ministerio de la Protección Social en Colombia, con el apoyo del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud y mediante convenios de cooperación con la Organización Mundial de la Salud, la Universidad de Harvard y la Fundación FES - Social, durante los años 2003-2004, desarrolló el Estudio Nacional de Salud Mental, Colombia 2003. Este reveló que el 40.1% de la población colombiana presentó algún trastorno de salud mental alguna vez en su vida, el 16 % lo reportó en los últimos 12 meses y 7.4% reportó durante los últimos 30 días. Cabe anotar que los más afectados son los habitantes de Bogotá y la Costa Pacífica. En cuanto a la prevalencia de los trastornos, en primer lugar se identificaron los trastornos de ansiedad (19.3%), desplazando a los trastornos del estado de ánimo, que ocupaban el primer lugar en años anteriores y que actualmente se encuentran en un segundo lugar. (15%) En el tercer lugar de prevalencia, están los trastornos por uso de sustancias psicoactivas (10.6%). Los trastornos del estado de ánimo y de ansiedad son más frecuentes en las mujeres, mientras que los trastornos por uso de sustancias lo son en los hombres. A su vez, cualquier trastorno de salud mental es más frecuente en personas separadas o viudas, seguidas de las solteras. Por otra parte, la mayor prevalencia se encuentra en los jubilados o pensionados. Los trastornos mentales tienen su inicio, en general, a edades tempranas, siendo los de ansiedad los de aparición más temprana, seguidos de los trastornos por uso de sustancias y, por último, los trastornos afectivos. En Colombia la prevalencia de intento de suicidio alguna vez en la vida es de 4.9% y en los últimos doce meses de 1.3%. Bogotá reporta la mayor prevalencia en el país de intento de suicidio en los últimos doce meses con un 11.9%. El pico más alto se presenta en el grupo de 18 a 24 años, y en el de mayores de 60 años.
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Con respecto al acceso a los servicios de salud, entre el 85.5% y el 94.7% de las personas con algún trastorno mental no cuentan con atención. En cuanto a la atención recibida en los 12 últimos meses por diferentes tipos de profesionales de la salud, una de cada 100 personas consultó al psiquiatra, una de cada 30 fue a otro especialista (psicólogo, psicoterapeuta, enfermera, trabajador social u orientador en escenarios de salud mental), una de cada 250 consultó al médico general y cuatro de cada 100 recurrieron a medicina alternativa. (1) Con base en el estudio anterior se propuso una política de salud mental en Colombia, cuyos propósitos son promover la salud mental de la población colombiana, prevenir el impacto negativo de los problemas psicosociales sobre los individuos, familias y comunidades y reducir el impacto de los trastornos mentales. Para el logro de estos propósitos, la política contempla tres tipos de abordaje dirigidos. El primero está dirigido a la población general para la promoción de la salud mental; el segundo a poblaciones en condiciones de vulnerabilidad psicosocial; éste incluye intervenciones específicas a personas de bajos recursos, con baja escolaridad, desempleadas, víctimas de la violencia y el desplazamiento, grupos de población indígenas, mujeres y niños maltratados, adolescentes desatendidos y ancianos abandonados; el tercero a la población con trastornos mentales para la detección, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación en salud mental. La política también enfatiza en la necesidad de promover el conocimiento, tratamiento y rehabilitación de los trastornos mentales y disminuir el estigma y discriminación asociados a éstos. Para el cumplimiento de esta política se plantea la necesidad del desarrollo del recurso humano como un equipo profesional y técnico. Se requiere, entre otros, diseñar e implementar programas de educación continuada para fomentar servicios de salud mental con humanismo y calidad, y realizar investigaciones que aumenten el conocimiento para mejorar la prestación del servicio (2).
EL CONCEPTO DE SALUD MENTAL El concepto de salud y enfermedad, al igual que el de salud mental, han tenido modificaciones a través de la historia y, a partir de los mismos, han surgido los diferentes modelos de atención en salud mental. En las épocas antiguas se consideraba que el origen de las enfermedades mentales y físicas era la manifestación de
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la influencia de demonios u otros espíritus. El paciente era excluido socialmente y en casos extremos sacrificado. Durante el siglo XVII, surgió la tendencia a proteger y amparar a los pacientes mentales, lo que generalmente se hacía en diferentes tipos de asilos u hospitales. A finales del siglo XIX y comienzos del XX se inició una nueva tendencia, caracterizada por la creación y desarrollo de los hospitales mentales y/o psiquiátricos. Justamente, en ese momento es cuando la enfermería surge como profesión. El personal de enfermería se encargaba de la administración de medicamentos, cuidados físicos y nutricionales. En esta época la mayor parte de las funciones eran custodiales, mecánicas y fundamentalmente dirigidas por psiquiatras. Durante el primer cuarto del siglo XX, aparecen las teorías de la relación interpersonal y emocional como dimensiones que influyen en la enfermedad mental, lo que generó nuevas intervenciones con la comunidad, la familia y los grupos, en general. Desde la segunda mitad del siglo XX, empezaron a darse modificaciones conceptuales en torno a una visión holística y compleja del proceso saludenfermedad (3, 4). La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 1946, contempló la salud como: “un estado de completo bienestar físico, mental y social y no la simple ausencia de enfermedades o afecciones”.
miento global del cuerpo, y es el mismo individuo quien debe participar activamente en su propio autocuidado para resolver las necesidades en salud. Virginia Henderson considera al paciente como un individuo que requiere asistencia para alcanzar la salud y la independencia, o la muerte en paz. Sostiene que la mente y el cuerpo son inseparables, y que el paciente y su familia han de ser considerados como una unidad. Callista Roy considera que la persona es un ser biopsicosocial en interacción constante con un entorno cambiante (3,5). En definitiva, la concepción del ser humano como un ser integral requiere un abordaje de los aspectos físicos, psicológicos, sociales y espirituales, pues todos estos hacen parte de una totalidad y se encuentran en interacción permanente. Visto así, las autoras de este artículo consideran que la salud mental es un proceso de interacción continuo, integral y dinámico, por medio del cual el individuo logra la adaptación a su medio interno y externo, y se manifiesta con la percepción de su propio bienestar.
LA FORMACIÓN DEL ESTUDIANTE DE ENFERMERÍA EN SALUD MENTAL
Un año después, la Comisión Internacional Preparatoria de la Federación Mundial de Salud Mental (FMSM) adoptó la siguiente definición: “La salud mental es el estado que permite el desarrollo óptimo de cada individuo en el orden físico, intelectual y afectivo, en la medida en que es compatible con el desarrollo de otros individuos” (3).
La problemática actual, en cuanto a la prevalencia e impacto de los trastornos de la salud mental en la población, ha fomentado el establecimiento de políticas en salud mental, y ha demostrado la urgente necesidad de contar con profesionales idóneos para una adecuada atención en salud mental. No se puede concebir una atención integral en salud, si no se atienden las necesidades de salud mental de la población.
En el estudio de la Salud Mental, Colombia 2003, la salud mental se entiende como “no sólo la ausencia de enfermedad sino una condición básica para el desarrollo de las capacidades individuales y colectivas (cognitivas, afectivas y relacionales) y por tanto, es un asunto que requiere respuestas comunitarias, institucionales y Estatales y por ende, la vinculación de distintos sectores e instituciones” (1).
El Ministerio de Educación Nacional, en la resolución número 2772 de Noviembre 2003, establece las competencias para la formación del profesional de enfermería y contempla como áreas de formación las ciencias biológicas, sociales y humanísticas, así como el componente complementario o flexible.
De una u otra forma los diferentes modelos y teorías de enfermería, aunque no hablan específicamente del concepto de salud mental, sí lo integran dentro de la visión que plantean de la persona, el entorno y el concepto de salud enfermedad. Dorothea Orem considera que las enfermedades no sólo afectan estructuras completas y a mecanismos fisiológicos y psicológicos, sino también el funciona-
Dentro de las competencias, considera la promoción de procesos educativos tendientes a mejorar las condiciones de vida y salud y el cuidado integral de la salud. Las competencias, en particular para el componente social, humanístico y de salud mental, comprenden la adquisición de conocimientos de los fundamentos de la salud mental y su aplicación en el cuidado integral de enfermería a nivel individual, familiar y grupal, en los diferentes niveles de atención en salud.
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Por otra parte, incluyen la práctica interdisciplinaria, la promoción de la investigación para el desarrollo y mejoramiento del campo de la enfermería y la gerencia de ser vicios. Además, promueven la impor tancia del conocimiento de sí mismo y de los otros, la formación en valores, la identificación del rol del profesional de enfermería y el empoderamiento de la profesión (2). La Asociación Colombiana de Facultades de Enfermería (ACOFAEN) establece que dentro de la formación del profesional, deben contemplarse competencias a nivel disciplinar, investigativo e interdisciplinar. Tiene en cuenta, dentro de las competencias, la formación de los estudiantes como personas y ciudadanos, la formación en valores y el desarrollo en el estudiante de un pensamiento crítico, que le permita una práctica social humana dentro de un contexto socioeconómico y político. Define la salud y sus determinantes como un proceso, un derecho y un producto social, y la profesión de enfermería como una práctica social humana que responde a las necesidades de la sociedad desde la perspectiva de cuidado de la salud y la vida del individuo, la familia y los colectivos. Además, promueve el trabajo interdisciplinario para la identificación, análisis y solución de problemas de salud. (6) Con frecuencia, se observa que los planes de estudio de pregrado en enfermería tienen una orientación organicista, postergando la formación en salud mental para programas de postgrado; esto ha llevado a incoherencias entre la atención en salud y las necesidades reales, tanto del profesional de enfermería como de la población. Por esto, la educación formal para el profesional de enfermería en pregrado, debe incluir el desarrollo de competencias que le permitan adquirir conocimientos y habilidades en la atención de la salud mental. (7) Es fundamental que el estudiante diferencie una atención humanizada de una atención en salud mental, la cual requiere de conocimientos y habilidades específicas y no sólo de una atención empática. La atención en salud mental concibe al ser humano como un ser individual, importante y diferente a los demás, y debe dirigirse al bienestar de la persona, tal y como ella lo define. El profesional de enfermer ía debe realizar un acompañamiento, compartiendo su saber y ofreciendo herramientas que le permitan a la persona desarrollar sus potenciales por sí misma y favorecer la autoconfianza. Para esto, el profesional debe utilizar su sensibilidad, el reconocimiento de sí mismo y del otro en una atmósfera de mutuo respeto. Una de las cualidades más importantes del profesional de enfermería es la capacidad de iniciar, fomentar y mantener una relación terapéutica con el paciente.
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La atención en salud mental se integra como un componente más de la atención general; por lo tanto, ésta debe ser valorada, sin importar la situación de salud por la cual consulta la persona. La formación holística debe enfatizar en el estudiante el desarrollo de una actitud abierta y respetuosa hacia los individuos y una actitud crítica, que le permita mejorar la calidad del cuidado, favoreciendo siempre la atención biopsicosocial. El currículo del programa de Enfermería de la Universidad El Bosque se fundamenta en un enfoque biopsicosocial, cultural y espiritual del ser humano y por lo tanto, el plan de estudios está diseñado para responder a este enfoque. Está constituido por dos núcleos principales: el Núcleo Fundament al y el Complement ar io. El Núcleo Fundamental se compone de tres áreas de formación: el Área Profesional, el Área Básica y el Área Sociohumanística. Cada una de ellas cuenta con diferentes asignaturas a través del plan de estudios. El núcleo Complementario incluye las asignaturas electivas. El plan de estudios está diseñado para diez semestres académicos; se fundamenta en el ciclo vital humano, desde las tres áreas de formación, de manera simultánea e interrelacionada. Contempla, a su vez, la atención del individuo, la familia y la comunidad. Las asignaturas de salud mental hacen parte del Área Sociohumanística y cuentan con un programa para cada uno de los semestres, desde primero hasta octavo. El equipo docente está conformado por dos enfermeras con postgrado en enfermería psiquiátrica y gestión en rehabilitación, dos enfermeras profesionales y psicólogas, y dos médicos psiquiatras, quienes par ticipan conjuntamente en el diseño, desarrollo y evaluación de cada una de las asignaturas. Así, el estudiante mediante lo que obser va en esta interrelación, determina la importancia del abordaje interdisciplinario y clarifica el rol del profesional de enfermería en la atención en salud mental. Además recibe asesoría permanente, en forma individual y grupal, para fortalecer el proceso de enseñanza - aprendizaje y de autoconocimiento, parte fundamental para comprender al otro y brindar el cuidado adecuado de enfermería. El proceso enseñanza-aprendizaje se desarrolla en la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque, teniendo en cuenta los siguientes lineamientos: 1. El conocimiento de los aspectos básicos del ser humano desde su nacimiento hasta la muerte, según las diferentes teorías del desarrollo. 2. El análisis de los aspectos psicosociales inherentes a cada etapa del ciclo vital, factores protectores y de riesgo
Formación en salud mental en pregrado de enfermería de la Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia
para la salud mental, conceptos de género, pareja, sexualidad, embarazo, vínculo madre-padre-hijo, procesos de duelo, impacto ante la hospitalización, enfermedades crónicas y discapacitantes, y violencia intrafamiliar. 3. La comprensión de la semiología en salud mental, la taxonomía, los principales procesos psicopatológicos y la psicofarmacología, para la planeación de la atención de enfermería. 4. El conocimiento y la aplicación de las teorías de estrés, crisis y afrontamiento. 5. El fortalecimiento en las habilidades de comunicación. 6. El autoconocimiento y la formación en valores.
Se reconoce que una de las características básicas en el profesional de salud es la habilidad de ser empático. Esta habilidad se adquiere gradualmente a través del desarrollo del ser humano y requiere ser fortalecida en el proceso de formación. Es así, como el autoconocimiento juega un papel fundamental en el acompañamiento a conocerse a sí mismo y tener la sensibilidad para ponerse en el lugar del otro.
Para lograr el desarrollo de estas habilidades se utilizan diferentes metodologías, dentro de las cuales se encuentran principalmente conferencias, talleres, exposiciones de estudiantes, cine foros y análisis de estudios de caso.
Desde el ingreso de los estudiantes a la Facultad y con el acompañamiento de los docentes, se promueve la construcción y desarrollo de su propio Proyecto de Vida, que se podrá ir evaluando y ajustando semestre a semestre.
Los estudios de caso se basan en el análisis de situaciones particulares encontradas en los campos de práctica, con un abordaje desde el modelo biopsicosocial y la integración de todos los saberes. Las presentaciones se realizan con una guía unificada para todas las asignaturas de la facultad.
Además, se fortalece la integración del conocimiento adquirido en cada una de las asignaturas, a través del desarrollo de guías para la autorreflexión, que incluyen principalmente los siguientes objetivos:
Esta metodología deja a un lado la atención centrada en un esquema organicista y permite hacer conciencia al estudiante de la importancia de una atención más integral. Para enriquecer la discusión, docentes de las diferentes áreas son invitados a estas presentaciones. Las conclusiones obtenidas de este análisis son llevadas a los campos de práctica como propuestas de manejo. A su vez, los estudiantes aplican los conocimientos y habilidades en salud mental, en las prácticas del área profesional. Por ello, se llevan a cabo reuniones regulares entre los docentes de las tres áreas de la facultad, con el fin de unificar conceptos. Si bien es cierto que la formación en valores y el autoconocimiento se inician desde antes de ingresar a los estudios de pregrado, es fundamental ofrecer al estudiante oportunidades que permitan su desarrollo integral. Esto implica, fundamentalmente, que el estudiante se conozca a sí mismo, que interactúe de manera satisfactoria con los demás y que pueda disponer de todas las condiciones para definir su propio Proyecto de Vida. El autoconocimiento, como proceso reflexivo, implica ser conciente de uno mismo, de sus propias cualidades y características. Lleva a descubrir, identificar y reconocer las formas propias de pensar, sentir y actuar para así diferenciarlas de las de los demás. La mejor manera de conocer a los otros es a partir del conocimiento de sí
mismo. Esto promueve una mejor calidad en la atención en salud, ya que no se confunden las propias necesidades con las de los pacientes y se pueden expresar las emociones en una forma adecuada.
1. Identificar y analizar los roles y liderazgo dentro de la propia familia. 2. Reconocer las debilidades y fortalezas en las relaciones familiares. 3. Describir una etapa del desarrollo vivida hasta el momento. 4. Identificar logros y conflictos en la etapa de desarrollo por la cual está atravesando en este momento. 5. Identificar y analizar los factores protectores y de riesgo en el desarrollo personal (en las etapas del desarrollo vividas hasta la actualidad). 6. Reconocer su autoimagen, autoconcepto y autoestima. 7. Analizar en sí mismo los criterios de salud mental. 8. Analizar la expresión de las propias emociones. 9. Proyectarse en la vejez. 10. Identificar, describir y analizar una situación de crisis personal. 11. Describir y analizar la relación de pareja y cómo se siente. 12. Describir y analizar cómo expresa el afecto y sexualidad con la pareja (en caso de no haber tenido pareja nunca, entonces con algún amigo / amiga). Lo anterior no sólo permite que el estudiante adquiera conocimientos y los integre en sí mismo, sino que le posibilita al grupo docente de salud mental identificar factores de riesgo y alteraciones en la salud mental de los estudiantes. Así éstos pueden ser remitidos a consulta especializada cuando se requiera. Por tal razón, el equipo de docentes no sólo debe tener un conocimiento especializado en salud mental, sino que debe ser confiable
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para los estudiantes, resguardar su intimidad y tener un alto grado de empatía y ética profesional. Por último, estamos convencidas de que además de implementar conocimientos y habilidades en salud mental, estamos generando una mayor sensibilización en los estudiantes, docentes e instituciones de práctica, hacia la importancia de la atención en salud mental, una disminución en el estigma social de las personas con alteraciones mentales y la desmitificación en el cuidado de enfermería en salud mental.
BIBLIOGRAFÍA 1. Ministerio de la Protección Social - Fundación FES Social. Estudio Nacional de Salud Mental, Colombia 2003. Editado por Ministerio de la Protección Social Fundación FES Social. Cali, Colombia. 2005 2. Ministerio de Educación Nacional República de Colombia. Resolución 2772 de Noviembre 13 de 2003. Disponible en URL: ht t p://w w w.m ine duc acion.gov.co/1621/a r t icle85934.html 3. Megías-Lizancos F, Serrano MD. Enfermería en Psiquiatría y Salud Mental. Ed. Difusión Avances de Enfermería. (DAE, S.L.) 2 Edición. Madrid-España. 2002 4. Cacho RA. Salud Mental y Enfermería. 1996 Disponible en URL: http://www.geocities.com/oncenorte/ENFERMERIA_Sa lud_mental_y_enfermeria.htm
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Cambios en los hábitos alimentarios de los estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque durante su proceso de formación académica, Bogotá, D.C., 2007 Feeding changes perceived by nursing students from Universidad El Bosque during their academic formation process. Bogotá, D.C., 2007 Cecilia Saad Acosta* Edgar Ibáñez** Carmenza León*** Claudia Colmenares Nohra Vega Yuly Díaz
Resumen
Abstract
Esta investigación tuvo por objeto describir cambios en los hábitos alimentarios y factores relacionados percibidos por los estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque, durante su proceso de formación académica, como una contribución al conocimiento de esta problemática, con miras a fortalecer estilos de vida saludables en la comunidad universitaria, por medio de la promoción de hábitos alimentarios adecuados, para lo cual se realizó un estudio descriptivo transversal.
This research had as objective to describe changes in the feeding habits, perceived by the nursing students from Universidad El Bosque, during their performance academic process and to identify related factors, as a contribution to the knowledge of this problematic one, with a view to fortifying healthful styles of life in the university community, throughout the promotion of adapted feeding habits, what made us conduct a cross-sectional descriptive study.
La población de estudio estuvo constituida por los alumnos matriculados de primero a décimo semestre, durante el primer período académico del año 2007, en la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque. Se excluyeron todos los estudiantes que tenían algún tipo de patología relacionada y adquirida antes de su ingreso a la Universidad, tales como gastritis, estreñimiento e hipoglicemia, entre otras. Se contrastaron los hábitos alimentarios que tenían antes del inicio de su carrera con los adquiridos posteriormente durante su proceso de formación profesional. Los resultados del estudio mostraron que el 43% de los estudiantes de enfermería tienen hábitos alimentarios inadecuados, atribuyéndolos a la falta de tiempo y a la poca variedad en la oferta de platos dentro de la universidad. Por lo anterior se recomendó: 1. Fomentar la importancia de una alimentación balanceada para el mantenimiento de la salud, la prevención de enfermedades y el desarrollo integral del cuerpo humano, a través de la estrategia de información, comunicación y educación IEC- dirigida a los estudiantes; 2. Promocionar el incremento de la variedad de ofertas de platos, a través de la ampliación de menús o de la creación de nuevos sitios de alimentación dentro del campus universitario, y 3. Realizar nuevas investigaciones para profundizar en el conocimiento de ésta problemática, con miras a mejorar y fortalecer los hábitos alimentarios en los estudiantes, para mantener la salud, prevenir enfermedades y permitir el desarrollo integral de su organismo.
The study population was composed by the registered students from first to tenth semester, during the first academic period of 2007, in the School of Nursing from Universidad El Bosque. Some students were excluded from this study due to previously acquired diseases such as gastritis, constipation and hypoglycemia, among others, and the feeding habits that they had before the beginning of his race were contrasted with which they acquired later during his process of professional formation. The results of the study showed that 43% of the nursing students have inadequate feeding habits, attributing them to the lack of time and the little variety in the supply of plates within the university, reason why it was recommended to foment in the students, through strategies of information, communication and education the importance of an feeding balanced for the maintenance of the health, the prevention of diseases and the integral development of the human body; to promote the increase of the variety of supplies of plates, through the extension of menus or of the creation of new places, within the university Campus, with supplies of feeding different from the already existing ones; and to make new investigations to deepen in the knowledge of this problematic one, with a view to improving and fortifying the feeding habits in the students, to maintain the health, to prevent diseases and to allow the integral development of its organism. Key words: feeding habits, feeding, nutrition, Body Mass Index.
Palabras claves: hábitos alimentarios, alimentación, nutrición, Índice de Masa Corporal.
Recibido: 03/07/07. Revisado: 12/08/07. Aceptado: 07/24/08. * MD., MPH., Especialista en Epidemiología, Especialista en Docencia Universitaria. Profesora Asistente. Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. saadcecilia@unbosque.edu.co. ** Bioestadístico. Profesor Asistente. Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. *** Estudiantes X semestre, Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque
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INTRODUCCIÓN La nutrición es uno de los factores que se encuentra más íntimamente relacionado con la salud, al igual que la herencia, el clima, la higiene y el ejercicio físico. En el campo biológico, la nutrición adecuada promueve el desarrollo y el crecimiento óptimo del organismo, así como el funcionamiento armónico de todos los sistemas. En la esfera psicológica, la nutrición fomenta el equilibrio, tanto de las funciones psicológicas simples como de las complejas (aprendizaje, memoria, motivación y percepción) (1). Se dice con frecuencia que los hábitos alimentarios rara vez o nunca cambian y que son difíciles de modificar. Esto no es cierto. En muchos países los alimentos básicos actuales no son los mismos que se consumían inclusive hace apenas un siglo. Los hábitos y las costumbres alimentarias cambian y pueden ser influenciadas de formas diferentes (2). Las preferencias alimentarias no se establecen ni se eliminan por caprichos y aficiones. Frecuentemente, los ajustes se originan en cambios sociales y económicos que se presentan en toda la comunidad o sociedad. El asunto importante no es qué tipo de alimentos se consume, sino cuánto de cada alimento se come y cómo se distribuye el consumo dentro de la familia y la sociedad (3). Partiendo de la relación entre dieta, autocuidado y salud pública, enmarcada en el contexto de la promoción de la salud que traslada la responsabilidad sobre la propia salud a los ciudadanos, sin dejarla exclusivamente en manos de los profesionales de la salud, se consideró necesario realizar esta investigación. Su objetivo fue describir cambios en los hábitos alimentarios y factores relacionados percibidos por los estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque, durante su proceso de formación académica, para recomendar estrategias conducentes al fomento de hábitos alimentarios saludables y generar conciencia sobre la importancia de las prácticas del autocuidado, como una contribución al conocimiento de esta problemática. Lo anterior apunta al fortalecimiento de estilos de vida saludable en la comunidad universitaria, a través de la promoción de hábitos alimentarios adecuados.
METODOLOGÍA Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal. La población objeto estuvo constituida por 475 estudiantes de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque,
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de primero a décimo semestre, durante el primer período académico del 2007. De éstos, 401 alumnos cumplieron con el siguiente criterio de inclusión: “Ser alumno matriculado, durante el primer período académico de 2007, en la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque y pertenecer a algún semestre de primero a décimo”. Se excluyeron: “Los alumnos con patologías como gastritis, estreñimiento, colon irritable, ulcera gástrica, cáncer gástrico, síndromes de mala absorción y diabetes juvenil, entre otras, adquiridas antes de su ingreso a la Facultad”. Para establecer la población de estudio, se utilizó como marco muestral la lista de estudiantes de enfermería de primero a décimo semestre de la Universidad El Bosque, matriculados en el primer período académico del año 2007. Cada participante fue informado ampliamente sobre la investigación a realizar y sus implicaciones éticas, obteniéndose el consentimiento informado de cada uno de ellos (resolución 008430 del 4 de octubre de 1993) (4). Para la recolección de los datos, se diseñó un instrumento de 34 ítems, estructurado con preguntas abiertas y cerradas, que indagaba sobre los hábitos alimentarios de los estudiantes antes de su ingreso a la universidad y durante su proceso de formación académica. La percepción de los estudiantes acerca de sus cambios en los hábitos alimentarios fue evaluada a través de variables agrupadas de la siguiente manera: Información general: Semestre, sexo, edad, procedencia, peso, talla, convivencia. Hábitos alimentarios: Número de comidas ingeridas al día, disponibilidad de recursos económicos, alimentos consumidos, número de veces que se alimentan durante la semana, horarios en los que acostumbran alimentarse (desayuno, almuerzo y comida), consumo de refrigerios o entre comidas. Percepción individual: Preferencias de consumo, modificación de los hábitos alimentarios y las consideraciones correspondientes, disminución, aumento y mantenimiento del peso; molestias de salud relacionadas con la alimentación y tipo de alimentación (balanceada o no balanceada). Con este instrumento se cubrió el 84.4% de la población objeto, con el propósito de que los resultados fueran representativos y reflejaran la situación alimentaría real de los estudiantes. Para realizar el análisis de peso y talla se utilizó la clasificación de la OMS (Ver Tabla 1).
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TABLA I. Clasificación de la obesidad en adultos de acuerdo con el índice de Masa Corporal, (OMS, 1995).
De igual manera, para el análisis de los alimentos consumidos por los estudiantes durante el desayuno, el almuerzo y la comida se tuvo en cuenta la clasificación de los alimentos de las Guías Alimentarias del Plan Nacional de Alimentación y Nutrición del ICBF, de la siguiente manera:
Tabla 2. Clasificación de los alimentos de las Guías Alimentarias del Plan Nacional de Alimentación y Nutrición del ICBF.
TABLA 2. Clasificación de los alimentos de las Guías Alimentarias del Plan Nacional de Alimentación y Nutrición del ICBF.
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RESULTADOS De los 475 estudiantes de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque, se encuestaron 401(84.4%) que cumplieron con los criterios de inclusión. El análisis de la variable agrupada Información general, mostró que los semestres con mayor cantidad de estudiantes fueron en su orden: primero con 75, séptimo con 48, sexto con 42 y segundo con 41 estudiantes. En los demás semestres esta cantidad osciló entre 23 y 39 alumnos (Ver Figura 1).
Figura 1: Distribución de estudiantes de enfermería encuestados por semestre. Universidad El Bosque. Bogotá, D. C., 1er. Semestre de 2007.
El sexo predominante fue el femenino en un 90% (361) de los estudiantes, la edad promedio de 21 +/- 3 años de edad, con un coeficiente de variabilidad (CV) heterogéneo de 27.27%, el cual osciló entre los 16 y 31 años de edad. Con relación a la procedencia, el 69.4 % (277) del total de los estudiantes eran de Bogotá y el 30.6% restante de otros departamentos e incluso de fuera del país.
En cuanto al peso, el promedio fue de 56 +/- 9 Kg., con valores que oscilaban entre 39 y 97 Kg., con una variabilidad medianamente homogénea de 15.25%. El promedio de la talla fue de 161 +/- 7 cm., con un valor mínimo de 141cm y uno máximo de 186 cm. y una variabilidad medianamente homogénea de l4.26%. A partir del peso y la talla de los estudiantes encuestados se realizó el análisis del índice de masa corporal (IMC), definido como la relación entre el peso corporal en kilogramos (kg) y la talla en metros cuadrados (m²), observándose que el 80% de los alumnos se hallaban dentro del rango de valores normales, el 11% en bajo peso, el 7.5% en sobrepeso y el 1.5% en obesidad, según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (Ver Tabla 1) (25). Al analizar el IMC por semestre, se observó que la mayor proporción del total de alumnos entrevistados presentó un peso normal para la talla en todos los semestres. Aquí, la mayor frecuencia relativa la presentaron: primer semestre con el 17.8% de los alumnos, séptimo semestre con el 11.2%, segundo semestre con el 10.6% y sexto semestre con el 10.3. En los demás semestre osciló entre el 5 y el 10%. En cuanto a bajo peso para la talla, se observaron alumnos con esta condición en todos los semestres. En este caso la mayor frecuencia relativa la presentaron: primer semestre con el 27.3% de los alumnos, séptimo semestre con el 20.25%, cuarto semestre con el 11.4% y octavo semestre con el 9.1% y en los demás semestres osciló entre el 2.3% y el 6.8%. De igual manera se encontró sobrepeso en todos los semestres con excepción de quinto. La mayor frecuencia relativa la presentaron: sexto semestre con el 20%, primer semestre con el 16.7%, octavo y noveno con el 13.3% cada uno, en los demás semestres osciló entre el 2.3% y el 6.8%. Se destaca que con obesidad se encontró un estudiante en primero, segundo, tercero, cuarto, séptimo y noveno semestre de enfermería (Ver Tabla 3).
TABLA 3. Índice de Masa Corporal según Peso y Talla de los estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque, 1er. Semestre de 2007.
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Con relación a la convivencia se evidenció que el 91.3% (366) de los estudiantes conviven con su familia, el 5.5% (22) viven solos, el 3% (12) con amigos y el 2% (1) con arrendatarios. Al relacionar la convivencia con el IMC se encontró, dentro del rango normal: al 83.3% de los que viven con amigos, al 80.9% con la familia, al 63.6% solos y al 100% con arrendatarios; en el rango de bajo peso: al 13.6% de los que viven solos, al 10.9% con la familia, al 8.3% con amigos; en sobrepeso: al 22.7% de los que viven solos, al 8.3% con amigos y al 6.6 % con la familia; y en obesidad: al 1.6% de los que viven con la familia. Analizando la variable agrupada hábitos alimentarios se evidenciaron cambios en cuanto al número de comidas ingeridas al día, de la siguiente manera: antes del ingreso a la universidad el 66% (265) de los estudiantes consumían de 3 a 4 raciones de comidas al día, el 27% (108) de 1 a 2 raciones y el 7% (28) más de 4 raciones de comidas diarias; después del ingreso a la universidad, durante su período de permanencia, el 53.3% (212) de los alumnos consumían de 3 a 4 raciones de comidas al día, el 44% (175) de 1 a 2 raciones y 3.5% (14) más de 4 raciones de comidas diarias. Al analizar el número de comidas ingeridas al día por semestre se observó una alta proporción en la ingesta diaria en todos los semestres. La distribución del consumo de 3 a 4 raciones de comidas diarias fue de 14.6% en primer semestre, de 13.7% en séptimo, de 12.3% en cuarto, de 11.3% en octavo, de 10.9% en el quinto, de 9.9% en sexto, de 7.5% en segundo y de 6.6% en tercero, noveno y décimo semestre. La proporción de consumo de 1 a 2 raciones de comidas diarias fue de 22.8% en primer semestre, 12.6% en segundo, 12% en sexto, 10.9 % en séptimo, 10.3% en tercero, 8% en octavo, 7.4% en décimo, 6.3% en cuarto, 5.7% en quinto, y 4% en noveno. La proporción de consumo mayor a 4 raciones de comidas diarias fue de 14.29% en primero, segundo, cuarto y noveno semestre y de 7.14% en tercero, quinto, sexto, séptimo, octavo y décimo. En cuanto al desayuno, el 81% (327) de los estudiantes refirieron que antes de su ingreso a la Universidad acostumbraban a desayunar y de éstos el 78.6% (257) lo hacían los 7 días de la semana, mientras que el 18% (74) restante no desayunaban. Después del ingreso a la Universidad, la proporción de estudiantes que desayunaban era de 75% (300) y de éstos el 70% (210) lo hacían los 7 días a la semana, el 19.3% (58) 5 días por semana y el 10.7% (32) 3 o menos veces. El 25.2% (101) restante afirmó que no desayunaba, presentando como motivos: la falta de tiempo en un 68% y la costumbre en un 32%. El 95% (285) de los estudiantes que desayunaban lo hacían en el hogar y los alimentos que desayunaban con mayor frecuencia eran los lácteos en un 77% (234) y los cereales en un 51% (157).
Con relación al almuerzo, se observó que el 92% (368) de los estudiantes acostumbraban a almorzar antes de su ingreso a la universidad y de éstos el 72% (291) informaron que almorzaban los 7 días de la semana, 20.9% (77) de 4 a 5 días a la semana y el 8.2% (33) restante no almorzaban. Después del ingreso a la Universidad, el 95% (380) de los estudiantes refirieron que almorzaban y de éstos el 66% (251) manifestaron que lo hacían los 7 días de la semana, el 23.2% (88) de 4 a 5 veces por semana y el 10.8 (41) 3 y menos veces en la semana y el 5.2% (21) restante manifestaron que no almorzaban. Los motivos aducidos fueron la falta de tiempo en un 69% (14) y la costumbre en un 31% (7). De los estudiantes que almuerzan el 41% (157) prefiere la cafetería de la Universidad, el 37% (141) traen el almuerzo de su casa y el 21.6% (82) almuerzan en otros sitios diferentes a las cafeterías de la universidad. Sólo una persona refirió que sus hábitos alimentarios habían cambiado debido a la falta de horno microondas para calentar sus alimentos. El 37.1% (141) de los estudiantes almorzaban carnes, huevos y leguminosas secas y el 65.3% (248) cereales, tubérculos y plátanos. El 67.6% (257) manifestó que elige sus alimentos por gusto y el 40.3% (153) por el precio. En cuanto a la percepción individual de cambio en los hábitos alimentarios durante su proceso de formación académica en la Universidad, el 79.8% (320) de los estudiantes respondieron que sí habían presentado cambios en sus hábitos alimentarios, el 63% (239) básicamente por la poca disponibilidad de tiempo para alimentarse y el 40% (152) por la poca variedad de oferta de platos en la universidad. El 20.2 % (81) de los estudiantes respondió que no habían presentado cambios en sus hábitos alimentarios. Con relación a la disponibilidad de recursos económicos de los estudiantes para su alimentación, se encontró que el 29% invirtieron de $ 2.100 a $ 3.100 en el desayuno, el 28% de $3.200 a $4.200 y el 36% pagaron $4.300 y más en el almuerzo. Se considera que con esa cantidad de dinero se puede adquirir una dieta balanceada dentro de las instalaciones de la Universidad, pero los hábitos alimentarios de los estudiantes no solo se rigen por la cantidad de dinero disponible, ya que factores como el gusto y la calidad de los alimentos también juegan un papel importante. Éstos fueron aspectos referidos por los estudiantes de enfermería al momento de preguntarles: ¿En el momento de elegir un alimento, usted piensa en?: a. Costo, b. Calidad, c. Valor nutritivo, d. Sus gustos, e. Recomendaciones médicas, f. Recomendaciones de nutricionista y g. Otros. ¿Cuál? A través de esta pregunta también se evidenció que muy pocos estudiantes eligen los alimentos que van a consumir por el valor nutritivo que representan (6).
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Los alimentos consumidos con mayor frecuencia fueron: en el desayuno los lácteos en un 77% y los cereales en un 51%, que tienen un valor nutritivo por su contenido en proteínas de origen animal y vegetal; en el almuerzo las carnes, huevos y leguminosas secas en un 80% y cereales, tubérculos y plátanos en un 65%, observándose la ausencia de alimentos tan importantes como las frutas y las verduras que aportan las vitaminas y minerales que el cuerpo necesita para mantenerse saludable.
Al relacionar la percepción individual por género se encontró que de las 316 respuestas, tanto hombres (35) como en mujeres (281) manifestaron que durante la estadía en la universidad han modificado los hábitos alimentarios. Esta situación es secundaria a factores como la falta de tiempo en un 63% por carga académica y las prácticas clínicas, además de la poca variedad en la oferta de platos en los sitios de alimentación existentes dentro de la Universidad El Bosque en un 40% (Figura 3).
Al relacionar el sexo con el consumo de grasas se encontró que era de un 94% en el sexo femenino y de un 16% en el masculino.
Figura 2. Distribución de alimentos consumidos al desayuno, almuerzo, comida y en refrigerios por los estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque, primer semestre de 2007.
Figura 3. Distribución de motivos que generaron modificaciones en los hábitos alimentarios de los estudiantes de enfermería de la Universidad El Bosque. 1er. semestre de 2007.
El horario utilizado para las comidas no tuvo mayor incidencia en los hábitos alimentarios. El 78% de los estudiantes acostumbraban tomar sus alimentos en las siguiente horas: desayuno entre las 5:00 y las 10:00 a.m., almuerzo entre las 12:01 m. y las 2:00 p.m. y la comida entre las 8:00 p.m. y las 10:00 p.m., por lo que se considera valioso profundizar, en posteriores investigaciones, sobre la relación entre los hábitos alimentarios y los horarios de alimentación, además de sus posibles consecuencias.
Es importante mencionar que el 5% de los estudiantes refirieron que al modificar sus hábitos alimentarios presentaron problemas de salud, tales como: gastritis, colon irritable, estreñimiento, migraña y hipoglicemia, a lo que pudo haber contribuido la poca ingesta de fibra y de vitaminas que están contenidas en las frutas y las verduras.
Al momento de indagar las razones por las cuales los estudiantes eligen algún alimento, se encontró que el 64% (257) lo hacen por gusto y el 38% (153) por costo. En cuanto a la percepción individual de cambios en los hábitos alimentarios durante el proceso de formación académica en la Universidad El Bosque, se encontró que los estudiantes de todos los semestres tienen la percepción de que si han modificado los hábitos alimentarios durante su estadía en la universidad fue superior al 80%; de acuerdo con esto se evidenció que en sexto semestre un 95.20% (40/42) consideran que sí han modificado los hábitos alimentarios desde el ingreso a la carrera universitaria, en décimo semestre un 85.70% (24/28) y en segundo semestre un 85.40% (35/41).
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El 34% de la población de estudio refirió haber presentado disminución del peso durante su formación académica. 18% disminuyó entre 1 y 3 Kg y el 12% de 4 a 6 Kg. El 32% de los estudiantes se mantuvo en su peso, mientras que el 24% aumento de peso y de éstos, el 12% aumentó entre 1 y 3 Kg y el 8% de 4 a 6 Kg. Teniendo en cuenta lo anterior, se preguntó a los estudiantes si ellos consideraban que su alimentación era balanceada o no balanceada y ¿por qué?, a lo que el 35.7% respondió que sí era balanceada, mientras que el 64.3% informó que la alimentación que llevan no era. Las razones dadas fueron: en un 21% no consumir alimentos de todos los grupos, en un 18% el consumo de comida chatarra (de paquetes y enlatados) y en un 18% falta de tiempo para alimentarse de manera balanceada. Es de mencionar que el 4.7% (19) de los estudiantes refirió que
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su alimentación no era balanceada debido a la poca variedad en la oferta de platos en la Universidad El Bosque y el 0.5% (1) refirió la presencia de desorden alimentario (anorexia o bulimia), durante sus estudios universitarios. Para el análisis de hábitos alimentarios regulares se tuvo en cuenta el consumo excesivo de carbohidratos y proteínas, sobre todo de origen animal; la falta de una comida esencial al día y la ausencia de alimentos como frutas y verduras, en presencia de un IMC normal. Para los hábitos alimentarios inadecuados se tuvo en cuenta el consumo de alimentos no nutritivos ni variados, según la clasificación de los alimentos del ICBF; ausencia del desayuno y/o del almuerzo y un valor del índice de masa corporal menor de 18 y mayor de 24.9 kg/m2 (IMC <18 y >24.9), encontrándose que el 52.9% de los estudiantes de enfermería tenía hábitos alimentarios regulares, el 43.6% hábitos alimentarios inadecuados y el 3.5% hábitos alimentarios adecuados (Ver Tabla 2).
DISCUSIÓN De acuerdo con los resultados de la presente investigación, en la que se realizó el análisis estadístico de los hábitos alimentarios de los estudiantes, a través de las variables del estudio, tales como el número de comidas ingeridas durante el día; la existencia del habito de desayunar, almorzar y comer; el número de veces que desayunaban, almorzaban y comían por semana; así como el tipo de alimentos consumidos, entre otras, se pudo establecer que el 3.5% de los estudiantes de enfermería de esta universidad tiene hábitos alimentarios adecuados, el 52.9% hábitos alimentarios regulares y el 43.6% hábitos alimentarios inadecuados, especialmente en aquellos que prescinden del desayuno, siendo éste la comida más importante para el aporte de la energía necesaria al inicio de las actividades del día. De igual manera, permitió establecer un incremento del 3% en el número de estudiantes que almorzaba después de su ingreso a la universidad, con relación a los que lo hacían antes de su ingreso, aunque esto no es garantía plena, pues las cafeterías donde almuerzan la mayor parte de ellos no ofrecen un plato balanceado que les aporte los requerimientos diarios de todos los grupos alimentarios, clasificados por el ICBF, a excepción del restaurante ubicado en el edificio de rectoría, donde el plato de comida es más balanceado. La mayoría de estudiantes elige sus alimentos más por gusto y disponibilidad económica, que por valor nutricional, razón por la cual se deben establecer estrategias con miras a crear mayor conciencia en los estudiantes de Enfermería de la Universidad El Bosque, sobre una adecuada alimentación y nutrición que les aporte los requerimientos diarios, para un desarrollo físico y mental saludable.
Es de enfatizar que determinadas alteraciones y enfermedades se relacionan con desequilibrios en la alimentación, ya sea por exceso (obesidad, alteraciones de la tensión arterial y del colesterol, entre otras) o por defecto (escorbuto y beriberi, entre otras). Por tanto, alimentarse no sólo consiste en comer para saciar el hambre. Se trata de algo más complejo en lo que influyen múltiples factores ambientales, tales como la costumbre, la cultura del lugar en que se vive, las modas, los medios de información y el entorno familiar, entre otros; y factores personales como el sexo, la edad, las preferencias, el grado de actividad (ligera, moderada o sedentaria), el estado de ánimo y de salud. Se considera que una alimentación es adecuada cuando cubre los requerimientos de energía y nutrientes que el organismo necesita para mantener un buen estado nutritivo, de salud y de bienestar (7). Por tanto, la alimentación se considera completa cuando en ella están contenidos todos los nutrientes que necesita el cuer po humano, t ales como: agua, proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas (lipo e hidrosolubles), macro-minerales (calcio, fósforo, magnesio, azufre, sodio, cloruro y potasio), oligoelementos (hierro, yodo, cobre y zinc). Teniendo en cuenta lo anterior podemos decir que “comer para el ser humano es algo más que saciar su apetito” de esta manera la alimentación saludable se describe como aquella que es: suficiente en energía y nutrientes, equilibrada en las proporciones recomendadas (carbohidratos de 50- 60%, lípidos de 30-35% y proteínas de 12-15%), variada en macro y micronutrientes para asegurar el requerimiento diario de aportes y adaptada a las condiciones geográficas, culturales, religiosas e individuales de cada persona (8).
CONCLUSIONES Ante esta problemática concluimos que los hábitos alimentarios de los estudiantes presentaron modificaciones de manera negativa, ya que de acuerdo a lo referido por ellos sobre sus hábitos alimentarios antes de ingresar a la universidad y comparándolos con los adquiridos después de su ingreso, estos han sufrido cambios. Estos se han debido principalmente a factores como la falta de tiempo para comer, las ofertas de comidas en las instalaciones de la universidad, al déficit o exceso en la calidad de los nutrientes y al número de raciones consumidas durante el día, asociadas a la disponibilidad de recursos económicos y al conocimiento del estudiante sobre las características de una alimentación y nutrición balanceada. En otras palabras la permanencia de los estudiantes en la Universidad El Bosque genera cambios a nivel alimentario ya que ellos no incluyen en su dieta todos los alimentos indispensables y recomendados por el ICBF. Estos cambios
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alimentarios han inducido diversos efectos a nivel biopsicosocial, como la presencia de enfermedades y molestias de salud (mencionados en los resultados), además de la disminución y el aumento del peso en algunos estudiantes. De igual manera se requiere generar conciencia en la comunidad universitaria sobre la importancia de una adecuada alimentación y de los efectos que la malnutrición genera en la salud, para prevenir enfermedades y mantener una adecuada calidad de vida. Es importante concluir que como profesionales de la salud estamos llamados a fomentar adecuados estilos de vida, con el fin de promover prácticas de auto-cuidado para prevenir enfermedades. Esta importante tarea sólo es posible si cada profesional comienza a velar por su propia salud, ya que no se pueden recomendar estilos de vida saludables, sin ser consiente de la importancia de apropiarlos en nuestra cotidianidad.
RECOMENDACIONES Fomentar en los estudiantes, a través de estrategias de información, comunicación y educación, la importancia de una alimentación balanceada para el mantenimiento de la salud, la prevención de enfermedades y el desarrollo integral de su organismo; promocionar el incremento de la variedad de ofertas de platos, a través de ampliación de menús o de la creación de nuevos sitios, en los predios de la Universidad El Bosque, con ofertas de alimentación diferentes a las ya existentes; y realizar nuevas investigaciones para profundizar en el conocimiento de esta problemática que contribuyan a coadyuvar esta situación.
AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a las directivas docentes y estudiantes de la Facultad de Enfermería de la Universidad el Bosque por su valiosa colaboración para la realización del presente estudio y a los docentes y estudiantes de séptimo semestre de enfermería de la Universidad Nacional de Colombia por su colaboración en la prueba piloto.
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Adherencia de los pacientes con insuficiencia renal crónica a las sesiones de hemodiálisis del Hospital Militar Central, Bogotá, D.C., 2006 2007 Adhesion of hemodialysis sessions in patients with chronic kidney failure from Hospital Militar Central. Bogotá, D.C., 2006-2007 Cecilia Saad Acosta * Gloria Sepúlveda** Edgar Ibañez*** Catalina Flórez**** Melissa Herrán Natalia Márquez Katherin Pacheco
Resumen
Abstract
El objetivo de esta investigación fue determinar la adherencia a las sesiones de hemodiálisis de 71 pacientes con insuficiencia renal crónica (IRC), que asistieron a las sesiones programadas por el Hospital Militar Central, entre los meses de abril, mayo y junio de 2007. Para recolectar la información se utilizaron dos cuestionarios: el primero, para caracterizar la población de estudio, y el segundo, para registrar la asistencia. En los resultados se halló un porcentaje de cumplimiento del 98.6% (1939 sesiones cumplidas de 1967 programadas); por tanto, sólo se incumplió el 1.4% (28) de las sesiones. Entre los factores que permitieron mantener la adherencia a las sesiones de hemodiálisis se identificaron: la concientización de estos pacientes sobre las consecuencias de la inasistencia a las sesiones de hemodiálisis, que los expone al descontrol de la enfermedad y a que el tratamiento sea ineficaz; la conformidad con el horario de las sesiones; la satisfacción con el personal de salud que los atiende y la aceptación de la enfermedad.
This research had as objective to determinate the adhesion to the sessions of hemodialysis of 71 patients with chronic kidney failure (IRC for its initials in Spanish). These patients attended programmed sessions at the Hospital Militar Central (HMC), on the months of April, May and June of 2007. In order to collect the information two questionnaires were used: The first intended to characterize the population of study and through the second, the attendance was registered. The results showed a percentage of fulfillment of the 98.6% (1939 fulfilled sessions of 1967 programmed). Therefore only 1.4% (28) of the sessions failed to fulfill. Among the factors that allowed maintaining the adhesion to the hemodialysis sessions, there were identified: the awareness of these patients on the consequences of their non attendance to the sessions of hemodialysis. It exposed them to the no control of their disease and to the treatment ineffectiveness; the conformation with the schedule of the sessions; the satisfaction with the health personnel that takes care of them and the acceptance of their disease.
Palabras claves: Hemodiálisis, Adherencia al tratamiento de hemodiálisis, Cuidado de enfermería en hemodiálisis, Factores de no adherencia a la hemodiálisis.
Key words: Hemodialysis, Adhesion to the treatment of hemodialysis, care nurse's in hemodialysis, Non adhesion factors in hemodialysis.
Recibido: 11/12/07. Revisado: 31/03/08. Aceptado: 02/07/08. * MD., MPH., Especialista en Epidemiología y Especialista en Docencia Universitaria. Profesora Asistente. Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. saadcecilia@unbosque.edu.co ** Enfermera, Epidemióloga. Profesora Profesor Asistente. Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque. *** Bioestadístico., Profesor Asistente. Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque **** Estudiantes X Semestre. Facultad de Enfermería, Universidad El Bosque.
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INTRODUCCIÓN La insuficiencia renal crónica es una enfermedad catastrófica en la cual se presenta una pérdida progresiva e irreversible de la función renal. Dicha condición clínica constituye un importante problema de salud pública, en el ámbito mundial y nacional (1). Se estima que en Colombia la incidencia es de 9,4 por 100.000 habitantes y la prevalencia de 15,4 por 100.000 habitantes (2), en tratamiento sustitutivo de la función renal; estos datos son poco confiables debido al gran subregistro que existe. Lo anterior evidencia que en el país existe un gran volumen de pacientes con insuficiencia renal crónica (IRC), quienes requieren de medidas terapéuticas, entre ellas la diálisis peritoneal, la hemodiálisis, o el trasplante renal para mantener el equilibrio homeostático del organismo. En el caso de la hemodiálisis, la cual es un tratamiento periódico pero indispensable, mediante el cual se retiran sustancias toxicas de la sangre, se ha identificado que los pacientes tienden a afrontar constantes cambios psicológicos, físicos y sociales, entre otros. Esto hace que el paciente renal sufra resquebrajamiento en su estado de salud general, generando reacciones emocionales como: negación, rechazo, pasividad, ansiedad, ira, culpa, disminución de la autoestima por alteración de su imagen corporal, cambios permanentes en su estilo de vida, suspensión de la vida laboral con reducción del circulo social y pérdida del poder adquisitivo, y cambios en su tiempo libre que, con frecuencia, aparece vacío (3). Ante la situación biopsicosocial por la que cursa el paciente que ingresa al tratamiento de hemodiálisis, es importante reconocer que la adherencia al tratamiento es un proceso difícil, tanto para el paciente como para su familia. Esta situación hace que la adaptación a la hemodiálisis constituya un fenómeno multifacético que envuelve una compleja interrelación entre conductas, pro cesos fisiológicos, psicológicos y var iables sociodemográficas asociadas (4); por lo tanto, se considera que la asistencia a las sesiones de hemodiálisis hace parte fundamental de la adherencia al tratamiento en general. Quizás, el cumplimiento a las sesiones de hemodiálisis es uno de los aspectos menos estudiados, (5) pero uno de los más importantes, ya que frente a la inasistencia, el paciente se expone a que la enfermedad se descontrole y a que el tratamiento no sea efectivo. Esto conlleva a que el cuerpo acumule “pequeños daños” irremediables, produciendo, de esta manera, un incremento en las tasas de morbilidad y mortalidad por esta causa (6). La asistencia a las sesiones de hemodiálisis permite, en primera instancia, la interacción profesional de
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enfermería con el sujeto del cuidado, cuyo fin es lograr una comunicación eficaz, satisfacer las necesidades físicas, psicológicas, emocionales y sociales, entre otros, que surjan. La comunicación proporciona la información necesaria, lo que favorece y garantiza los niveles mínimos de comprensión por parte del sujeto de cuidado y contribuye a mejorar la adherencia (7). En segunda instancia, la asistencia a las sesiones de hemodiálisis contribuye a evitar complicaciones y secuelas, que conllevan a grandes limitaciones progresivas e irreversibles; además, contribuye a dar una utilización adecuada de los servicios y los recursos destinados por las instituciones. En consideración, la esencia de enfermería es brindar un cuidado integral en el que se tenga en cuenta la satisfacción de necesidades biopsicosociales, culturales y espirituales del paciente, para mejorar o mantener su calidad de vida. Por tal razón, debe ser de real importancia identificar la asistencia que tengan los pacientes a la sesiones de hemodiálisis y las respectivas causas que conllevan a las diferentes conductas que se puedan presentar, pues de esto depende, en gran medida, la labor profesional de enfermería para favorecer y mantener la adherencia al tratamiento con hemodiálisis.
METODOLOGÍA Se realizó un estudio descriptivo prospectivo en la Unidad Renal del Hospital Militar Central, en la ciudad de Bogotá, D. C., desde el 27 de abril hasta el 30 junio de 2007. La población de estudio estuvo constituida por un total de 71 pacientes mayores de 18 años de edad, inscritos en programa de hemodiálisis y que asistieron a las sesiones programadas, tanto en el turno A como en el B, en las tres jornadas: mañana, tarde y noche. A los pacientes del turno A les correspondió los días lunes, miércoles y viernes; y a los del turno B, los días martes, jueves y sábados. Para la recolección de la información se elaboró: 1) Un instrumento para la caracterización de la población. Este contempló la información general, variables sociodemográficas e información del tratamiento de cada uno de los pacientes, adjuntándoles el respectivo consentimiento informado. 2) Otro instrumento para el registro de la asistencia. Éste incluyó el nombre del paciente, el turno al que asistió con su respectiva jornada y los días de asistencia a las sesiones programadas para la hemodiálisis. El registro era llevado por la enfermera de turno, cada día estipulado la semana; además, la información era verificada con los registros que se llevaban en la unidad renal. Teniendo en cuenta que la adherencia es una acción recíproca de un conjunto de factores biopsicosociales, que incluye la capacidad del paciente para asistir a las
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consultas programadas y demás recomendaciones generadas por el personal de salud, se estableció como definición operativa de caso adherido, a todo “Paciente mayor de 18 años, inscrito en la unidad renal del Hospital Militar Central (HMC) que asistiera, en los turnos estipulados y las respectivas jornadas, al 90% o más de las sesiones de hemodiálisis programadas”. En el estudio se incluyeron los pacientes mayores de 18 años de edad, inscritos en la unidad renal del HMC, que asistían a cualquiera de los 2 turnos y sus diferentes jornadas y que, además, hubieran respondido la encuesta de caracterización realizada en el mes de abril. Se excluyeron de la investigación a las pacientes embarazadas con alteración neurológica, lo que impedía la aplicación del instrumento de caracterización de la población, los pacientes que hubieran ingresado después de la fecha de aplicación del instrumento en mención, aquellos que no desearan participar en el estudio después de conocer el objetivo del mismo y los que se negaron a firmar el consentimiento informado. Entre las variables del estudio se tomó como variable dependiente la adherencia a las sesiones de hemodiálisis y, como variables independientes, el género, la edad, el estado civil, el estrato socio-económico, el nivel educativo, la ocupación, la religión, el lugar que ocupa dentro de la familia, la patología, el tratamiento, el tiempo de diagnóstico de la enfermedad, el tiempo de tratamiento, el turno de asistencia, la relación con los compañeros y la conformidad con el turno.
RESULTADOS El promedio de edad entre los pacientes fue de 58 +/- 16.4 años; la máxima edad fue de 88 años y la mínima de 20 años. Según los turnos correspondientes a la sesiones de hemodiálisis, se observa una mayor asignación de pacientes en horas de la mañana, con un 45.1% (32 pacientes) y una menor asignación en las sesiones nocturnas, con un 21.2% (15 pacientes). Según el análisis de la fuerza armada a la que pertenecen, se encontró que el 83.6% (56 pacientes) eran del ejército y el 16.4% (11 pacientes) de la FAC. Es pertinente enfatizar en la definición operativa de caso: “paciente mayor de 18 años inscrito a la unidad renal del Hospital Militar Central que asista en los turnos estipulados y la respectiva jornada”. El género predominante fue el masculino, con un 62% (44 pacientes); la religión más reconocida fue la católica, con un 87.3% (62 pacientes); en cuanto al estado civil, el 56.3% (40 pacientes) eran casados y el 2.8% (2 pacientes) vivían en unión libre. En cuanto al estrato socioeco-
nómico, el 62% (44 pacientes) pertenecían al 3 y 4, y el 28.2 % (20 pacientes), al estrato 1 y 2. Con relación al lugar que ocupa dentro del núcleo familiar, el 49.3% (35 pacientes) correspondían a padres, el 36.6% (26 pacientes) a madres. Con relación a los integrantes que apoyan al grupo familiar se obtuvieron resultados iguales en cuanto a las categorías de hijos y parejas, con un 33.8% (24 pacientes). En la formación académica se encontró que el 35.2% (25 pacientes) tenía educación secundaria y el 31% (22 pacientes), educación primaria. Según la edad, se encontró mayor predominio de los pacientes entre los 61 y 80 años de edad (20 pacientes) y, con menor frecuencia, pacientes con menos de 20 años de edad (1 paciente). En cuanto al apoyo que recibían los participantes del estudio, predominó el apoyo afectivo con (n=64), evidenciándose un apoyo económico del (n=37); otro tipo de apoyo recibido es el espiritual y/ o moral con (n=11). Según la actividad que desempeña la población de estudio se destacó la categoría pensionado titular o beneficiario con un (n=43), seguido p or los t rabajadores independientes, con un (n=12). En cuanto a las actividades que realiza la población de estudio, es frecuente las dedicadas al hogar, con un (n=39), y menos usuales son las actividades administrativas (n=6). Información específica específica. En lo que respecta a las patologías que posiblemente dieron lugar a la insuficiencia renal crónica en los pacientes asistentes a la unidad renal del HMC y posterior utilización de la terapia en hemodiálisis, se evidencia como alteración renal un 49.3%(n=35), sea ésta nefropatía hipertensiva o diabética; con relación a las patologías concomitantes más importantes se encuentra, con 46.9%, la hiper tensión ar terial, seguida de frecuencias iguales de 26.5% (n=30) para la Diabetes Mellitus y otras patologías asociadas, en este caso, neoplasias, alteraciones coronarias y artritis, entre otras. En cuanto al tiempo transcurrido de diagnóstico de la enfermedad, predominó el rango mayor de un año en tratamiento con hemodiálisis, con un 73.2% (n=52). El porcentaje de conformidad con el turno fue de 95.8% (n= 68); El motivo de la misma fue por la comodidad que le genera, con un 49.3% (n=35), debido a que los horarios establecidos permiten la realización de otras actividades, según lo referido por los participantes del estudio. Se evidencian buenas relaciones entre los compañeros, con un 90.1% (n=64).
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Con relación al inicio del tratamiento de hemodiálisis en la institución se puede evidenciar que 52.1% (n=37) llevan más de 3 años de inicio de la terapia con hemodiálisis en la misma. La frecuencia más baja estuvo a cargo de las personas que iniciaron entre 1 y 2 años, con 12.7%(n=9). Se observó que un 94.4%(n=67) no han sido remitidos de otras instituciones. En lo que respecta a la hospitalización se encontró que 87.2% (n=52) han estado hospitalizados durante el transcurso del tratamiento. El número de veces en que fueron hospitalizados corresponde al rango de 1 a 3 veces, con un 50.7%; y el motivo mayor de hospitalización fue por problemas cardiacos, con un 14.1% (n=10). En cuanto al historial de interrupción al tratamiento se encontró que 85.9% (n=61) refirieron no haber dejado de ir a la terapia por un lapso mayor de tres días, sólo el 9.9% (n=7) lo han interrumpido y el 57.7 (n=41) refieren no haber faltado durante el tratamiento. Para el 38.0% (n=27), el motivo de falta más común es el relacionado con paseos y viajes familiares, con 46.7% (n=14), no obstante, 43.3 (n=13) lo relaciona al tratamiento y/o adherencia.
Figura 1. Distribución del total de asistencia de los pacientes en tratamiento de hemodiálisis del HMC, de abril a junio de 2007. En relación a los dos grupos organizados por la institución para la asistencia a las sesiones programadas se evidencia (Tabla 2): TABLA 2. Distribución de cumplimiento por turno a la semana de asistencia de los pacientes en tratamiento de hemodiálisis del HMC, 2007.
Asistencia a las Sesiones de Hemodiálisis Hemodiálisis. Para el desarrollo de la investigación se programaron como control de asistencia 28 sesiones de hemodiálisis. El control comprende desde el mes de abril al mes de junio por cada paciente, los cuales se encuentran distribuidos de la siguiente manera:
TABLA 1. Distribución de pacientes según jornadas
Con relación a la asistencia por cada una de las jornadas de los dos turnos encontramos (Tabla 3):
A continuación se describen los resultados encontrados: A nivel general se encontró que en el mes de abril se obtuvo una asistencia del 95.8 %(n=68); en el mes de mayo se encontró que 73.2% (n=52) asistieron a las sesiones de hemodiálisis programadas y, finalmente, en el mes de junio, el 63.4% (n=45) asistieron. Para el estudio se identificó la asistencia de 1967 sesiones de todos los pacientes, de las cuales 1939 se cumplieron y sólo 28 sesiones fueron incumplidas (Figura 1).
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TABLA 3. Distribución de cumplimiento por jornada en cada turno de asistencia de los pacientes en tratamiento de hemodiálisis del HMC, 2007.
Adherencia de los pacientes con insuficiencia renal crónica a las sesiones de hemodiálisis del Hospital Militar Central, Bogotá, D.C., 2006 - 2007
TABLA 3. Distribución de cumplimiento por jornada en cada turno de asistencia de los pacientes en tratamiento de hemodiálisis del HMC, 2007.
hecho de pertenecer a un sector de la población que, si evaluamos su origen nos indica cumplimiento al máximo y responsabilidad en las actividades a desempeñar. A esto se suma que la mayoría posee un nivel de comprensión que le permiten el entendimiento y aplicación de las indicaciones dadas por el personal de salud que los atienden que conllevan el tratamiento; además, un nivel socioeconómico estable permite la satisfacción de las necesidades primarias, en el caso de los pacientes de la unidad renal y, además, garantizar el recurso económico para el transporte a las sesiones programadas y los gastos adicionales que la situación acaree. 2. Los factores relacionados con el personal de salud. A estos no estuvieron estipulados como cuestionamiento en los instrumentos de recolección de los datos, en la pregunta de conformidad con su turno, la mayoría de pacientes manifestaban la excelente acción de las enfermeras y demás equipo de salud con relación a la atención de los mismos; mismos; A esto se le agrega la capacitación constante que los profesionales deben cumplir para desarrollar las actividades que se les estipula. Además, en la actualidad, los controles semanales que tiene cada paciente con los médicos y las enfermeras del turno, se complementa con actividades adicionales con la trabajadora social y la psicóloga. Esto genera en los pacientes confianza y, a su vez, favorece la adherencia. 3. En los factores relacionados con la enfermedad se logró establecer que los que limitan en cierta medida la adherencia a las sesiones de hemodiálisis en el HMC, son las discapacidades. Éstas pueden ser auditivas, motoras y visuales, entre otras, que surgen como evolución natural de la enfermedad concomitante, como se enumera en los resultados cuantitativos. Tras la aplicación de los instrumentos de recolección de datos, se evidencia que la mayoría de los pacientes manifiestan de antemano la responsabilidad que conlleva a ser un paciente crónico asistente a las sesiones de hemodiálisis. Esto indica la percepción objetiva que tienen los mismos frente al tratamiento. Éste no sólo es cumplir con la sesión programada, sino también cumplir con las demás recomendaciones de salud que se les indican para el desarrollo del estilo de vida que deben llevar.
Luego de la aplicación de los instrumentos y tras el análisis de los datos se identifican los diversos factores biopsicosociales, que le permiten al paciente en tratamiento de hemodiálisis del HMC mantener el nivel de adherencia a las sesiones de la misma: 1. Los factores socioeconómicos que permiten considerarse como positivos para mantener la adherencia a la sesiones de hemodiálisis de los pacientes del HMC. El
4. Los factores relacionados con el tratamiento aunque los pacientes asistentes a la unidad renal del HMC saben que la hemodiálisis es compleja en el régimen terapéutico, en el estilo de vida, en la duración de las sesiones de hemodiálisis, se logra con relación a la parte de asistencia identificar una excelente adherencia a las sesiones. Esto se evidencia en los registros aplicados en el estudio, de tal manera que la mayoría de los pacientes, en caso de presentar calamidades, avisan y acuerdan con el personal de enfermería cambios de turno, lo que permite el cumplimiento de las sesiones; en el caso de los pacientes que se cruzan con hospitalizaciones por descontrol de su
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patología de base, dentro de la institución, se organiza al personal para que sea llevado a la sesión a la cual esté programado. Esto permite, aunque no sea de forma voluntaria, mantener la adherencia a las sesiones de hemodiálisis. 5. Dentro de los otros factores asociados al tratamiento que permiten mantener la adherencia a las sesiones de hemodiálisis, está el tiempo que llevan en el tratamiento. Como la mayoría de los pacientes superan los 3 años de tratamiento, saben cuales son las consecuencias de faltar al mismo, (aunque han sido hospitalizados en la mayoría de ocasiones por complicaciones de la enfermedad, no del tratamiento); la conformidad con el turno y las buenas relaciones con sus compañeros de sesión pues refieren ser personas que se encuentran bajo las mismas circunstancias, lo que les permiten identificación y diálogo continuo de las estrategias o vivencias que se tienen. 6. En los factores relacionados con el paciente se evidencia el apoyo constante del núcleo familiar al que pertenezca, no sólo en el ámbito económico, sino también, y en su mayoría, un apoyo afectivo y/ o espiritual que le ayuda a ver el tratamiento como forma de vida, Esto permite mantener la adherencia al mismo. Además, un 87.3% (n=62) de los pacientes, en razón a su catolicismo, cuentan con la creencia y la fortaleza que les brinda un Dios supremo.
DISCUSIÓN De manera general se pudo encontrar que la edad predominante estuvo entre 58+/- 16 años, muy similar a lo encontrado en otras investigaciones (Francoise 2006 y Thongzhi 2002). Esto revela que el tratamiento, en su mayoría, es demandado por personas en edad adulta media y tardía. En relación con la asignación de las sesiones se identifica una mayor afluencia en las horas de la mañana, debido a que los pacientes y los familiares pueden disponer del resto del día para la realización de otras actividades. Al evaluar la variable género se encontró el sexo masculino como predominante, coincidiendo con otras investigaciones (Tobo1995, Thongzhi 2002). Lo anterior influye en el rol de padre o de trabajador dentro de la estructura familiar, como lo revela el dato predominante en este estudio de que 49.3% (n=35) correspondían a padres, en cuanto a la estructura familiar. Como en otras investigaciones, se ha encontrado que los participantes tienen una relación estable (Francoise 2006), Esto da a lugar a que se pueda contar con un apoyo afectivo significativo durante el tratamiento. Además, se
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encontró apoyo por parte de los hijos para, de esta manera, confirmar el papel de la familia como proveedora de apoyo social (Reyes 2003). En este estudio se contó con participantes que se encuentran en un estrato socioeconómico predominante entre el tres y cuatro, lo que conlleva a que se disminuya la susceptibilidad de que se originen muchos factores de riesgo por el nivel de vida. Referido al nivel escolar, se encontró un gran porcentaje con escolaridad secundaria, y por ende, con la habilidad para comprender las especificaciones y recomendaciones sobre la enfermedad. Con respecto al cargo desempeñado, en su mayoría son pensionados y se dedican al hogar; esto se puede relacionar con el estado socioeconómico y la posibilidad de poder acceder a los servicios, así como estar pendiente del régimen terapéutico y realizar varias actividades, sin tener en cuenta la limitante del tiempo y de las responsabilidades que se adjudican al estar laborando. Pero, al mismo tiempo, se debe pensar que esta circunstancia, en muchas ocasiones, conlleva a que las personas se depriman por no encontrar un sentido a la vida a consecuencia de la enfermedad. La principal causa de insuficiencia renal está relacionada con la HTA o con la diabetes. En cuanto a las hospitalizaciones, el promedio es alto, lo que conlleva a que se encuentren en un grado de susceptibilidad hemodinámica. Por lo tanto, es muy importante la educación y el establecer alternativas para que los pacientes sigan a cabalidad el régimen terapéutico En relación a la asistencia entre los meses entre abril a junio de 2007 se evidenció un menor porcentaje en el mes de junio, puesto que es utilizado, en muchas ocasiones, como un periodo de descanso y de salidas familiares de vacaciones. Así mismo se identificó mayor inasistencia a la hemodiálisis los días lunes, miércoles y viernes en el turno de la noche, en relación a los días martes, jueves y sábado. En general, la adherencia a las sesiones de hemodiálisis fue alta. Esto se evidencia con la asistencia, por lo que no se encontró sustentación para realizar correlación estadística entre las variables. Los datos de buena adherencia también se encontraron en el estudio realizado por Tobo (1998) y Thongzhi (2002) pero no en la misma proporción. Finalmente a diferencia de Leggat (1998) y de Fernández (2003) donde se identifica una alta incidencia de falta de adherencia a las sesiones de hemodiálisis, el presente estudio demostró todo lo contrario.
Adherencia de los pacientes con insuficiencia renal crónica a las sesiones de hemodiálisis del Hospital Militar Central, Bogotá, D.C., 2006 - 2007
CONCLUSIONES Tras el análisis y la interpretación de los resultados se concluye que los pacientes asistentes a las sesiones de hemodiálisis del HMC tienen una alta adherencia a las sesiones de hemodiálisis, apoyado el mismo por las características sociodemográficas de los pacientes. Se puede concluir que se cumplieron a cabalidad los objetivos propuestos para la investigación de adherencia a las sesiones de hemodiálisis por parte de los pacientes, ya que se logró la caracterización sociodemográfica, la estimación de la frecuencia a la adherencia y la descripción de los aspectos biopsicosociales que favorecen el cumplimiento de las sesiones programadas.
AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a la Doctora María Mercedes Lafaurie, Profesora Asociada de la Facultad de Enfermería de la Universidad El Bosque, así como a todos los pacientes y personal de salud de la Unidad Renal del Hospital Militar Central por su invaluable colaboración.
REFERENCIAS 1. Calvanese Nicotina. Estilos de afrontamiento y adaptación al tratamiento en pacientes sometidos a hemodiálisis. En: Nefrología latinoamericana. Septiembre 2003. Vol. 11. No. 2. Octubre 2004. 2. Chicaiza Liliana. Fallas del mercado de la salud en Colombia: El caso de la insuficiencia renal crónica. Revista de economía institucional. Primer semestre año /Vol. 7 núm. 012. 2005. 3. Calvense. Op cit .Pág. 5. 4. Orueta, R. Gómez-Calcerrada, R. M., Redondo, S. et al. Factores relacionados con el incumplimiento a citas concertadas de un grupo de pacientes hipertensos. Marzo. 2001. Vol.11. No.3. 5. Ginarte, Yurelis. La Adherencia Terapéutica. En: Revista Cubana de Medicina General Integral. Vol. 17 No. 5. La Habana. Septiembre.-Octubre. 2001. 6. Orueta, R. Op cit. 7. Neira, María del Carmen. Grupo operativo con enfermeras de hemodiálisis. En: Revista: Nefrología, diálisis y transplante No. 52. Córdoba Argentina, Diciembre 2000.
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Creencias populares acerca de la curación del cáncer de próstata y cérvico uterino y experiencias de aplicación en pacientes de una institución de salud, Bogotá Popular beliefs about treatment of prostate cancer and cervix neoplasm and experiences of application in patients from a health institution of Bogotá Blanca Cecilia Vanegas,* Martha Patricia Chaves** Gina Beltrán*** Eliana Díaz María del Pilar Estrada Yulieg González Angélica Muñoz
Resumen
Abstract
El presente estudio se realizó con el objetivo de descubrir, en pacientes que asistían al Centro Javeriano de Oncología, las creencias populares acerca de la curación del cáncer cérvico uterino y prostático, y sus experiencias de aplicación, con el propósito de tener una mejor comprensión del componente cultural al respecto y aportar nuevos conocimientos que puedan servir como base para ofrecer un cuidado de enfermería culturalmente congruente. La investigación se realizó con un abordaje cualitativo y enfoque fenomenológico, utilizando la técnica de entrevistas semiestructuradas profundas. La unidad de análisis estuvo conformada por siete pacientes, con edades entre 40 y 65 años, de los cuales, cinco eran hombres y dos mujeres, procedentes de diferentes regiones del país. El estudio permitió concluir que entre los pacientes enfermos de cáncer de próstata y de cuello uterino, se presentan casos en los cuales se hace uso de prácticas curativas complementarias a los tratamientos convencionales, suministrados por las entidades de salud, basados en las creencias populares, principalmente fundamentados en la fe, en los milagros y la utilización de extractos de plantas y sustancias extraídas de algunos animales. La experiencia de estas prácticas populares ha sido referida por las y los pacientes como favorable, desde algún punto de vista, en la mayoría de los casos.
The present study was, intended to discover, in patients that attended the Centro Javeriano Oncológico, the popular beliefs about the cure of the cancer uterine-cervix and prostate, and its application experiences, with the purpose of having a better understanding of the cultural component in this respect and to contribute new knowledge that can serve like a base to offer care of culturally appropriate nursing. The investigation was conducted throughout a qualitative boarding and focus phenomenology using the technique of semi structures interviews. The analysis unit was composed by seven patients between 40 and 65 years old, five males and two females, from different areas of the country. The study allowed to conclude that among the sick patients of prostate cancer and of cervix neoplasm, there were cases in which practical healing was used as a complement to the conventional treatments given by the health entities. These cases were based on the popular beliefs, mainly focused on faith, miracles and the use of extracts of substances from plants and some animals. The results from these practices have been referred by popular male and female patients as favorable, from any standpoint, in most cases. Key words: Cancer and popular beliefs; cancer and culture; cancer and traditional medicine.
Palabras claves: Cáncer y creencias populares; cáncer y cultura; cáncer y medicina tradicional.
Recibido: 11/07/07. Revisado: 29/08/07. Aceptado: 09/10/07. * Enfermera, Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Enfermería Perinatal de la misma Universidad. Especialista en Educación Sexual, Universidad Santo Tomás. Profesora Asociada, Profesora Emérita y Docente Excepcional, Universidad Nacional de Colombia. Profesora Asociada y Coordinadora de Investigación, Universidad El Bosque. Directora del presente estudio. vanegasblanca@unbosque.edu.co ** Enfermera Pontificia Universidad Javeriana. Magíster en Saneamiento y Desarrollo Ambiental de la misma Universidad. Especialista en Enseñanza de la Historia, Pontificia Universidad Javeriana. Profesora, Facultad de Enfermería Universidad El Bosque. Terapeuta en terapias alternativas y complementarias. *** Enfermeras. Facultad de Enfermería. Universidad El Bosque.
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INTRODUCCIÓN El cáncer es una de las enfermedades que día a día aumenta los índices de morbilidad y mortalidad, tanto en Colombia como en el ámbito mundial. En los últimos cinco años, se han registrado en la población general de Colombia, entre 4.500 y 5.000 casos nuevos y entre 2.000 y 2.200 muertes anuales por esta enfermedad. En el año 2000, el cáncer de cuello uterino ocasionó el 11,7 % de las muertes por cáncer en mujeres. En Bogotá, en el año 2000, el cáncer de cuello uterino fue responsable del 9,1% de las muertes por cáncer en mujeres (Secretaría Distrital de Salud, 2005). De igual forma, el cáncer de próstata es el más frecuente del aparato genitourinario del hombre, según lo indican el Ministerio de la Protección Social y el Instituto Nacional de Cancerología (2004); este tipo de cáncer “ocupa un tercer lugar en mortalidad, después de los cánceres gástrico y pulmonar”. Cuando se le diagnostica cáncer a una persona, ésta se enfrenta a sentimientos de angustia y desolación, pues el primer pensamiento que viene a su mente es el de la muerte; para muchas personas, las tres palabras más terribles de nuestra lengua son: "Usted tiene cáncer". Esta situación la experimenta, tanto la persona afectada, como su entorno familiar y social, lo que hace que el individuo y su familia, traten de buscar diversas alternativas para la curación del cáncer, no sólo a partir de la medicina convencional, sino también, desde sus propias creencias o desde creencias populares y experiencias de otras personas (Siegel, 1988). Según Siegel, la ciencia ha encontrado que “el estado de la mente cambia el estado del cuerpo, actuando a través del sistema nervioso central, el sistema endocrino y el inmunológico. Añade que, la paz en el cerebro, envía al cuerpo un mensaje de vida, mientras que la depresión, el temor y los conflictos no resueltos, dan su mensaje de muerte. De esta forma, todas las curaciones tienen un componente fisiológico, incluso si la ciencia no puede explicar cómo se producen los inesperados milagros”. Por este motivo, los aspectos culturales de los pacientes deben tenerse en cuenta en el momento de brindar el cuidado de enfermería, y de manera especial, cuando se atiende pacientes que padecen cáncer, pues aun cuando las acciones dirigidas hacia el componente biológico son muy importantes, no se pueden dejar de lado los aspectos psicosociales y aquellos asociados al sentido de vida de las personas, porque son dimensiones fundamentales que influencian de una forma u otra, la manera en que enfrentan el diagnóstico, la enfermedad, su evolución, manejo y curación.
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Las anteriores razones, nos llevaron a plantear como objetivo para el presente estudio, descubrir las creencias populares que existen acerca de la curación del cáncer cérvico uterino y prostático, y las experiencias de aplicación, en pacientes que asisten a una institución de salud, con el fin de aportar nuevos conocimientos que puedan servir como base para una mejor comprensión de este componente cultural, buscando que se tenga en cuenta como parte del cuidado de enfermería. La investigación se realizó con un abordaje cualitativo y metodología fenomenológica, en la que participaron como unidad de análisis siete pacientes con diagnóstico de cáncer, que vivieron experiencias de aplicación de tratamientos basados en creencias populares con fines curativos: cinco de ellos, de sexo masculino con cáncer de próstata y dos de sexo femenino con cáncer cérvico uterino. Para la obtención de los datos se utilizó la técnica de entrevista, haciendo uso de preguntas semiestructuradas y profundas, así como la observación de manifestaciones no verbales, otorgando previamente a los participantes la debida Información sobre la investigación y el consentimiento informado que fue firmado por cada uno, de manera libre y voluntaria. El estudio permitió concluir que algunos de los pacientes con cáncer que buscan otras opciones de curación a través de prácticas basadas en creencias populares, se orientan hacia la fe en la posibilidad de que ocurra un milagro. En uno de estos casos, la persona expresó haber logrado la curación de la enfermedad, a partir de una práctica relacionada con el ritual de sanación. También se encontró que tres de ellos utilizaron extractos de plantas, cuya experiencia de aplicación ha sido favorable, desde algún punto de vista, según sus relatos. Uno de los participantes en el estudio manifestó haber utilizado sustancias de animales como práctica para buscar la curación del cáncer y otros participantes señalaron conocer acerca de la utilización de sustancias de animales, pero no haber tenido la oportunidad de experimentar con ellas.
OBJETIVO GENERAL Descubrir, a través de un diseño cualitativo, las creencias populares que existen acerca de la curación del cáncer cérvico uterino y prostático, y las experiencias de aplicación, en pacientes que asisten a una institución de salud, con el fin de aportar nuevos conocimientos que puedan servir como base para incluir el componente cultural en el cuidado de enfermería en este tipo de pacientes.
Creencias populares acerca de la curación del cáncer de próstata y cérvico uterino y experiencias de aplicación en pacientes de una institución de salud, Bogotá
MATERIALES Y MÉTODOS
Para contactar a las y los informantes, se solicitó autorización al Centro Javeriano de Oncología, donde facilitaron la lista de asignación de citas diarias, en la que aparecían los datos de identificación de los pacientes, edad, diagnóstico y tipo de tratamiento que estaban recibiendo. De esta lista, se seleccionaron los pacientes que cumplían con los criterios de inclusión; y, durante un mes, en el momento de la cita, las investigadoras realizaron los contactos, mediante la aplicación de un formato de preselección de participantes, previamente diseñado; por otra parte, se hicieron contactos telefónicos con otras personas que habían terminado su tratamiento en meses anteriores. Al finalizar este periodo, se obtuvo un total de 41 formatos diligenciados, de los cuales, 11 pacientes afirmaron haber utilizado opciones de curación del cáncer, a partir de creencias populares y siete de ellos, aceptaron voluntariamente participar en el estudio. De estos pacientes, cinco habían sido diagnosticados de cáncer de próstata y dos de cáncer cérvico uterino.
La investigación se realizó con un abordaje cualitativo, puesto que se pretendía conocer a profundidad las creencias populares y experiencias de aplicación, relacionadas con las opciones de curación del cáncer de próstata y cér vico uterino, en pacientes que se encontraban asistiendo a tratamiento convencional en una institución de salud de Bogotá. Se optó por este abordaje, porque permite conocer e interpretar el componente cultural, a partir de la visión de los participantes, frente a los hechos expresados en el contexto en que se desarrollaron.
Las entrevistas fueron grabadas con previa autorización de las y los informantes y realizadas directamente por las investigadoras; inmediatamente después de obtenidos los datos, se realizó la trascripción auténtica y se inició el análisis para buscar y darle sentido al significado esencial de las creencias populares acerca de la curación del cáncer y las experiencias de aplicación a partir de los datos concretos expresados por las y los participantes. Se amplió la comprensión de la realidad como una totalidad para, finalmente, llegar a la descripción y comprensión del fenómeno.
Se utilizó el método fenomenológico, en razón a que éste constituye una comprensión a profundidad, en torno a la naturaleza de creencias populares y experiencias sobre opciones de curación del cáncer, de la manera como los pacientes lo han experimentado y expresado desde su subjetividad.
Para asegurar que los datos obtenidos en el estudio ref lejaran la realidad, se utilizó un método de triangulación consistente en recabar la información proveniente de varios participantes, analizarla por las diferentes integrantes del gr upo investigador y confrontarla con la teoría existente al respecto.
UNIDAD DE ANÁLISIS
RESULTADOS
Como unidad de análisis, participaron siete pacientes con diagnóstico de cáncer que estaban recibiendo tratamiento convencional de radioterapia, quimioterapia o braquiterapia, y además, tuvieron la oportunidad de aplicar tratamientos basados en creencias populares: cinco de ellos, de sexo masculino con cáncer de próstata y dos de sexo femenino con cáncer cérvico uterino.
Entre los resultados, se encontró que, los participantes en el estudio expresaron otras opciones de curación, a partir de creencias populares así, se puede identificar que, a pesar de ser procedentes de diferentes zonas del país, de los cinco hombres participantes en el estudio, dos de ellos coincidieron con la misma práctica, y relataron similares beneficios con el consumo del anamú (Petiveria alliacea L.) y el café de brusca (Cassia occidentalis), como opciones para el tratamiento de su enfermedad.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS • Conocer, mediante entrevistas profundas semiestructuradas, a través de relatos obtenidos por los participantes, las creencias populares que tienen acerca de la curación del cáncer cérvico uterino y prostático, para determinar las prácticas que han utilizado y los efectos derivados de las mismas. • Analizar e interpretar la información obtenida, para el establecimiento de las categorías que permitan describir dichas creencias y experiencias de aplicación. • Aportar a los profesionales de la salud, especialmente de enfermería, algunos elementos que complementen la visión cultural del cáncer y su tratamiento.
RECOLECCIÓN DE LA INFORMACIÓN Para la obtención de los datos se utilizaron las técnicas de entrevistas profundas, con preguntas semiestructuradas para lograr la plena comprensión de la información, que fue complementada con la observación de manifestaciones no verbales, expresadas por las y los informantes, durante el desarrollo de las entrevistas.
Un aspecto importante manifestado por tres participantes en el estudio, fue el relacionado con la fe, e incluso una persona refirió haberse curado de su enfermedad a partir de prácticas basadas en los rituales de sanación.
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En cuanto al uso de sustancias de animales, una paciente señaló haber consumido sangre de “chulo” (Coragyps atratus); sin embargo, ella afirma no haber obtenido beneficios para su salud; por el contrario, expresa que su efecto fue desfavorable. Esta práctica y otras relacionadas con el uso de sustancias de animales, tales como “cangrejo”, “cartílago de Tiburón” y “cápsulas de culebra” fueron señaladas, por cuatro de los participantes, como conocidas, pero no aplicadas.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES Con la información obtenida a partir de relatos de los participantes, el estudio permitió concluir que, estos pacientes, además de la medicina convencional, buscaron otras opciones de curación del cáncer, a partir de creencias populares, en las que aparecen algunas plantas, sus formas de preparación y algunos rituales que emplean para tratar o aliviar los síntomas que les produce su enfermedad. Sobre los resultados del estudio, se lograron establecer las siguientes categorías: fe en los milagros mediante rituales de sanación, uso de plantas, uso de sustancias de animales, uso de frutas y uso de tubérculos. Dos aspectos se destacan en estos hallazgos. El primero hace referencia a que dentro de las creencias más arraigadas en las personas entrevistadas, la fe religiosa ocupa un importante lugar, viéndose expresada por la oración y por rituales de sanación, en busca del milagro de la curación. El segundo, se relaciona con el uso de sustancias vegetales o animales. En cuanto a los hallazgos relacionados con la fe fe, es claro que el ser humano, dentro de su integralidad tiene un componente espiritual, que “se refleja como un conjunto de aspiraciones, convicciones, valores y creencias, capaces de influenciar, de alguna manera en su vida, conduciendo a determinados comportamientos para refugiarse, como apoyo en su cotidianidad” (Brusco, 2002). Esta dimensión, encontrada en el estudio, refleja ser básica y trascendente, en algunos pacientes con diagnóstico de cáncer, en quienes, por sus relatos, dejan ver que existen creencias sobre el apoyo que a la salud puede dar un Ser Sobrenatural, en el que creen infaliblemente y lo consideran como un Ser Supremo, que rige la vida de los seres humanos, de manera directa o también lo puede hacer a través de sus representantes, tales como los diversos santos a que hizo referencia un participante, o a pastores y predicadores a los que se refiere otra participante. Y, parece ser que, es tal la fe, que en ocasiones, hasta perciben que ocurren los llamados “verdaderos milagros”, como lo manifestó claramente una de las participantes de la siguiente manera:
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“Soy cristiana, y pienso que fue la fe puesta en Dios que me sanó. Yo puedo decirles que Jesús me sanó; Yo sé que Dios superó lo de mi cáncer en la tiroides; y cuando me diagnosticaron cáncer de cuello uterino, le pedí a Dios una segunda oportunidad y yo se que voy a seguir adelante”. Lucía. La espiritualidad, según Quintero M. C. (2000), es una dimensión única de la persona. Es una fuerza que da sentido a la vida. Busca respuestas a aquello que no podemos explicar con la razón y con el conocimiento. En determinados momentos y circunstancias de la vida adquiere mayor importancia y significado, como cuando se trata de enfrentar la enfermedad y la muerte. Stoll (1989, citado en Quintero 2000), describe la espiritualidad como un concepto bidimensional: la dimensión ver tical es la relación del yo con lo trascendente (Dios), con el valor supremo y los valores que guían la vida de la persona; la dimensión horizontal es la relación de la persona con su yo, con su entorno y con los otros. La necesidad espiritual es la que siente la persona de mantener, fortalecer o recuperar creencias y fe, muchas veces a través de actos religiosos, ritos o plegarias. La espiritualidad es una forma de relación con lo trascendente y a la luz del paradigma holístico, el cuidado de enfermería, al asumir al otro en una dimensión de integralidad, no debe estar ajeno a ello. Pasando a otra de las creencias, con respecto al uso de vegetales o sustancias de animales para buscar la curación del cáncer, al revisar la literatura, cuya información específica se presenta más adelante, se encontró que, en su mayoría, tanto estos como aquellos, tienen componentes que en realidad pueden contribuir, de alguna manera, a mejorar los síntomas producidos por el cáncer o a actuar sobre las células malignas, y puesto que las creencias populares han motivado hallazgos científicos, nos es posible identificar la existencia de una relación entre estos y aquellos. Con respecto al uso de vegetales, uno de los participantes señaló lo siguiente: “Inicié un tratamiento con hierbas: una que se llama anamú, otra que se llama café de brusca brusca. Sentí cambios; porque por ejemplo, si yo me tomaba unas cervezas se me dificultaba para orinar; entonces al otro día tomaba hierba de esa, y volvía otra vez a normalizarse la orina. ¡Podía orinar bien!". José. En cuanto a la utilización de plantas específicas específicas, se encontró en el estudio que, el anamú es una planta conocida en algunas culturas, como una opción beneficiosa para curar el cáncer de próstata, sin especificar los resultados. Sin embargo, en ocasiones, su uso es limitado, debido a que se considera que tiene otros efectos nocivos para la salud, como el disminuir la visión.
Creencias populares acerca de la curación del cáncer de próstata y cérvico uterino y experiencias de aplicación en pacientes de una institución de salud, Bogotá
Así fue expresado esto por uno de los participantes: “Yo he tomado hierbas y parece que me sirvió, porque a mí ese problema de la próstata me empezó en 1993. Yo tomaba anamú, una hierba que se consigue en cualquier plaza del pueblo donde estaba. Me sentía un poco mejor y la dejé de tomar, pero entonces fue cuando me molestó de nuevo la próstata. Me hicieron la cirugía y continué tomando las hierbas, pero ahora la suspendí porque dicen que le acorta la vista a uno; quién sabe si será cierto". Jairo. Esta planta, también ha sido objeto de interés, por parte de la comunidad científica como medio para buscar la curación del cáncer, tal como se evidencia en la siguiente descripción: "El anamú Petiveria alliacea L. es una planta herbácea perenne. Se encuentra principalmente en el Amazonas y las áreas tropicales del Centro y Sur América, en el Caribe y en África. La raíz posee propiedades anestésicas y analgésicas, y se considera más poderosa que las hojas. En la actualidad, en tiendas naturistas se encuentra su presentación en cápsulas que se venden con el propósito de ayudar a mejorar los síntomas del cáncer. También se usa como anti-inflamatorio con propiedades antitumororales y/o anticancerígenos. Las investigaciones demuestran efectos antileucémicos, antitumorales y citotóxicos hacia varios tipos de células cancerosas" (Rodríguez et al, 2004). La utilización del café de brusca brusca, o barusca, como opción para buscar la curación del cáncer, fue señalada de la siguiente manera por uno de los participantes: “Y la otra hierba que tomé fue café de brusca que es para desinflamar, la tomo hervida una vez por la mañana; es como tomar tinto. La he tomado mucho y se que me desinflamó un poco". Jairo. El café de brusca es extraído de las semillas de una planta conocida científicamente como Cassia occidentalis, las cuales se llevan a un proceso de tostado, pulverizado y homogenizado, para dar al producto una mayor efectividad. Es de eficacia asombrosa en el tratamiento de prostatitis. Hay pocas plantas que tienen tanta influencia terapéutica, especial y rápida en las molestias, disturbios y otras afecciones de la próstata, especialmente en personas de edad avanzada que en su juventud hayan tenido una enfermedad venérea mal curada y sufran de la próstata. Siguiendo el tratamiento cuidadosamente se consigue una evidente desinflamación de la próstata y es posible evitar su extirpación quirúrgica (Fuentes & Granda, 1997). La utilización de la vira- vira vira, fue manifestada así por un participante: "Recurrí por allá a un consultorio de José Gregorio y por allá el espíritu me hizo un tratamiento con unas hierbas que se llaman vira- vira vira. Es una hierbita parecida al pasto, de color cenizo; se cocina un cogollito; yo todos los días tomaba esa agüita, y eso lo va sacando, lo va aliviando; pero yo pienso que como lo mío estaba bastante avanzado, pues entonces no surgió mayor efecto". Bernardo.
El vira- vira vira, Gnaphalium gaudichaidianum, usado como parte de las creencias para la curación del cáncer, ha sido estudiado científicamente. Se trata de una hierba de familia de las compuestas, originaria de los Andes colombianos. Se encuentra principalmente en la Cordillera Oriental, en las cercanías de la Sabana de Bogotá. El uso más generalizado contra la prostatitis es en forma de cocción. El extracto de vira-vira, administrado a una dosis de 1000 mg/kg presenta un efecto antiinflamatorio similar al diclofenaco (100mg/kg) y a diferencia de éste, comienza a evidenciar su acción, a la primera hora de experimentación". (Soraru & Bandoni, 1978). En cuanto al uso del Bore Bore, como opción de curación del cáncer a partir de creencias populares, se señaló lo siguiente: “Una persona me dijo en Villavicencio que el Bore seco molido tomado en el tinto o en agua panela todos los días ayudaba para curar el cáncer. El Bore se raja, se seca al sol y se muele bien finito; se echan unas cucharaditas al café o al agua de panela y se toma. Es parecido a la papa, más grande; es lechoso como verde". José. EL Bore, Alocasia macrorrhiza, es una planta, hierba gigante, ornamental que puede alcanzar hasta cinco metros de altura y sus hojas, hasta un metro de largo. Esta planta crece rápidamente y se adapta bien en diversas zonas, pasando por los climas medios hasta cálidos y suelos pantanosos y de baja fertilidad. En su tallo se acumulan carbohidratos en forma de almidón y en sus hojas cantidades importantes de proteína; en algunas regiones, por su gran valor nutricional, los tallos y hojas se consumen como verduras, no sólo en la dieta cotidiana sino también para mejorar el estado nutricional en personas que presentan algunas enfermedades como el cáncer" (Basto, 1995). De acuerdo con los hallazgos del estudio, relacionados con las prácticas para buscar la curación del cáncer, a través del uso de ciertos vegetales como, el anamú, el café de brusca, el noni, el bore y la vira - vira, y al hacer la revisión de la literatura al respecto, se hace evidente que, a pesar de considerarse como opciones de curación del cáncer, a partir de las creencias populares, según algunos autores referenciados, tienen estrecha relación con los hallazgos científicos sobre su composición y acciones medicinales para esta enfermedad. Se observa además, que estas sustancias no son usadas de manera permanente en la misma persona, pues por diversas circunstancias se interrumpe, en parte porque, probablemente, no se trata de creencias tan arraigadas, o bien porque se perciben efectos secundarios indeseables. Así mismo, las experiencias sobre su uso son variadas, pues dos de los participantes afirmaron que el anamú, y la vira- vira les ayudó a desinflamar la próstata.
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Con respecto al noni noni, un participante señaló lo siguiente: “Alguien me dijo que tomara noni con uva, que ha servido para el cáncer y otra serie de enfermedades. El noni es una fruta; se toma una vez al día, un pocillito pequeño; se prepara con uva negra. La pulpita se licua con las uvas negras y se toma. La estoy tomando hace como dos meses". Jaime. El noni, Morinda citrifoli, es una fruta natural Contiene componentes que pueden ayudar al cuerpo humano a regenerarse celularmente y a incrementar las defensas del mismo, de manera natural. Cada vez se oye hablar más de los beneficios del noni, planta que en nuestro país se conoce como Mora de la India, y su empleo está rodeado de expectativas e interrogantes. Ofrece una mayor calidad de vida, ya que sus extractos aportan elementos con propiedades inmuno - estimulantes, anti - hipertensivas, anti - inflamatorias, anti - piréticas, antibacterianas y analgésicas. Investigaciones realizadas en Japón y Hawai apuntan que la presencia de un agente anticarcinógeno en la planta puede neutralizar el avance de ciertas neoplasias (cáncer) en una etapa temprana de la enfermedad" (Steinberg, 1994). El uso de uva negra también fue señalado así: “El noni es una fruta; se toma una vez al día, un pocillito pequeño; se prepara con uva negra negra. La pulpita se licua con las uvas negras y se toma”. Jaime. Los beneficios de la uva o Vitis vinifera, derivan tanto de sus componentes nutritivos como de otra serie de sustancias, cuyas propiedades son objeto de estudio en recientes investigaciones. Se trata de los compuestos fenólicos, abundantes en las uvas y responsables de su color y sabor" (Arantza, 1998). Por otra parte, de acuerdo con lo observado en los resultados del estudio, se pudo evidenciar que, al parecer, el uso de sustancias de animales animales, también ha sido difundido como parte de las creencias populares para su utilización como opciones de curación del cáncer; no obstante, se refleja que, probablemente, éstas tienen menos relevancia y por lo tanto, menor aplicación, por diferentes motivos. Por ejemplo, algunas personas han utilizado la sangre de chulo (Gallinazo o Coragyps atratus) atratus), pero no han visto mejoría; otras consideran que su uso sólo es efectivo, cuando la enfermedad no está tan avanzada. Así fue expresado esto por un participante: “He utilizado la sangre de chulo para el tratamiento de mi enfermedad. Estuve tomando unos días de eso pero no vi mejoría; se me vino una hemorragia de sangre por la orina, y dure 5 días hospitalizada y con ardor. Mataban el animal y se le sacaba la sangre; me la tomaba con vino blanco. Tomé la sangre de chulo por una semana, como al mes de haberme diagnosticado que tenía cáncer". Martha.
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Así mismo, se encontró en el estudio, el haber escuchado acerca de sustancias derivadas de la serpiente cascabel, como opciones de curación del cáncer, pero sin tener la oportunidad de experimentar su aplicación. Esto fue señalado así por una participante: "También he escuchado nombrar las cápsulas de culebra culebra; que las vendían acá en Bogotá; no se en qué parte las venden acá en Bogotá; dizque a 20.000 mil pesos cada cápsula". Martha. Sucede lo mismo con el uso del cangrejo (Austropotamobius pallipes) y el cartílago de tiburón, lo que evidencia que esas creencias suelen ser difundidas verbalmente, pero tienen poca aplicabilidad para buscar la curación del cáncer por diferentes circunstancias, entre las que se cuenta la dificultad para conseguir y costear este tipo de sustancias de animales. A propósito de este asunto, dos de los participantes dijeron lo siguiente: “De pronto algo relacionado con animales que he escuchado en algunas ocasiones es sobre el cangrejo cangrejo; que el cangrejo es una parte regresiva o que como le sucede a las enfermedades, algo así. Que el cangrejo es el animal que si de pronto uno le pone cuidado, hecha para atrás todo". Héctor. "Yo he escuchado también acerca del cartílago de tiburón tiburón, combinado con no se qué cosa rara, pero yo nunca lo he probado". Jaime. Al indagar en la literatura sobre los avances científicos con respecto a las sustancias de animales como opción para curar el cáncer, se encontró que la sangre de chulo (Gallinazo o Coragyps atratus) atratus), se encuentra entre las opciones de curación del cáncer más comunes. Es usada como la sopa de chulo que es preparada de la siguiente manera: despluman el animal, lo ponen a secar y lo trituran hasta que quede convertido en harina. También, algunas personas toman su sangre y otras beben sus jugos gástricos, poco tiempo después de muerto el animal. También se cree en las “bendiciones de la piel de serpiente” (Reyes, 2006). El autor concluye que, con todo, la gente seguirá especulando y apegándose a cualquier cosa con el fin de explicar y combatir esta enfermedad. Al respecto, Weor (2000) afirma que a "la serpiente Cascabel (Crotalus durissus cumanescis) se le corta el cascabel y la cabeza, se pone a secar al sol o al fuego lento, se le puede quitar el cuero, luego se maja y se le muele cuando está seca; se usan cápsulas para tomarlo. Según la enfermedad, se toman cápsulas cada dos o tres horas, luego se van aminorando, hasta quitar el mal". Sobre el uso de estas sustancias, uno de los participantes señaló lo siguiente: "Conozco una persona que está tomando cápsulas de culebra cascabel cascabel. Pues no he visto por ahora a nadie, pero dicen que también es un remedio muy
Creencias populares acerca de la curación del cáncer de próstata y cérvico uterino y experiencias de aplicación en pacientes de una institución de salud, Bogotá
bueno para el cáncer. Coger la culebra entera, rajarla, secarla y moler todo eso seco; y, también tomarla en cápsula". José. Dupont et al (1998), señalan que, por experimentos realizados sobre animales, se ha demostrado que el cartílago de tiburón tiene efecto anti-angio-génesis; es decir, detiene o lentifica el crecimiento de los vasos sanguíneos que nutren y oxigenan al tumor. Otro mecanismo de acción, tiene que ver con su capacidad de bloquear ciertas enzimas que los tumores utilizan para invadir los tejidos que los rodean. Los científicos canadienses aseguran que este producto posee una intensa actividad, como estimulante del sistema inmunitario, generando anticuerpos. Desde las creencias populares al respecto, uno de los participantes expresó: "Yo he escuchado también acerca del cartílago de tiburón combinado con no se qué cosa rara, pero yo nunca lo he probado". Jaime. Como conclusión general, se puede afirmar que, entre algunos pacientes enfermos de cáncer, se hace uso de prácticas curativas complementarias a los tratamientos convencionales suministrados por las entidades de salud. Los pacientes con cáncer de próstata y de cuello uterino que participaron en el estudio, quienes buscaron otras opciones de curación basadas en creencias populares, principalmente se orientaron hacia experiencias relacionadas con el componente de la fe en los milagros y con la utilización de extractos de plantas, cuya experiencia de aplicación ha sido por lo general favorable para ellos, desde algún punto de vista. Los hallazgos relacionados con las prácticas fundamentadas en las creencias populares, reflejan la influencia del aspecto cultural en la búsqueda de acciones para el manejo de su enfermedad. Al respecto, Leninger señala que la cultura es el patrón y el modo de vida de las personas, que influye sobre las decisiones y acciones que en ciertos momentos de la vida se deben tomar en relación con el proceso salud - enfermedad; tal como se pudo evidenciar a partir de los relatos obtenidos por los participantes, quienes en su proceso de manejo y tratamiento para buscar resultados favorables en el curso de su enfermedad, optaron por acudir a prácticas basadas en su cultura, incluyendo aquellas que conocían y/o escuchaban de los demás. Leninger propone que en el cuidado de enfermería se considere también el componente cultural del individuo; y que para lograr este propósito, es necesario comprender que las personas de diferentes culturas, pueden informar y determinar el cuidado que desean o necesitan recibir. Los hallazgos, aún cuando no pueden generalizarse a partir de las experiencias relatadas por los participantes
en el estudio, sí permiten considerar que algunos pacientes con cáncer, recurren a otro tipo de opciones en busca de curación, a partir de creencias populares. Se espera que los resultados del presente estudio sean valorados como un aporte al conocimiento, para que los profesionales de la salud, especialmente de enfermería, comprendan mejor la importancia que tiene el componente cultural, a través de prácticas basadas en creencias populares acerca de la curación del cáncer, lo tengan en cuenta en el cuidado integral que brindan a los pacientes con esta problemática de salud y se motiven a continuar profundizando en el conocimiento de los aspectos culturales para la búsqueda de la curación del cáncer, lo cual podría contribuir a nuevas alternativas, tanto para la solución de esta enfermedad, como para otros abordajes del cuidado de la salud.
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Prevención de infecciones en la emergencia obstétrica Prevention of infections in the obstetric emergencies Pio Iván Gómez Sánchez*
Resumen
Abstract
Las adecuadas prácticas para prevención de infecciones frecuentemente están comprometidas en situaciones de emergencia, lo que pone en peligro en primer lugar a las pacientes y en segundo lugar a los profesionales de la salud. Se revisan en este artículo las adecuadas prácticas asépticas referentes a: lavado de manos, lavado quirúrgico y el uso de barreras físicas. De igual forma se revisan las prácticas antisépticas como: Preparación de piel, vagina, cérvix y periné para procedimientos quirúrgicos, establecer y mantenimiento de un campo estéril para procedimientos asépticos, uso apropiado de antibióticos profilácticos, manejo de objetos cortopunzantes y limpieza de materiales contaminados.
The right infection prevention practices frequently are neglected in emergency situations, jeoparding patients and health care providers. This article summarizes proper infection prevention practices regarding aseptic routines such as: hands wash, surgical hands wash and use of physical barriers. It is reviewed antiseptic practices as well such as: skin, vagina, cervical and perineum preparation for surgical procedures, establishment and maintenance of sterile field for aseptic procedures, appropriate use of prophylactic antibiotics, sharp instrument handling and washing of contaminated materials.
Palabras claves: Emergencias obstétricas, prevención de infecciones, prácticas de asepsia y antisepsia.
Key words: Obstetric emergencies, infection prevention, asepsy and antisepsy practices.
Recibido: 14/07/08. Evaluado: 18/07/08. Aceptado: 30/07/08. * Ginecólogo-Epidemiólogo, Profesor Asociado, Facultad de Enfermería. Universidad El Bosque. Profesor Titular, Facultad de Medicina. Universidad Nacional de Colombia. gomezpio@unbosque.edu.co
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INTRODUCCIÓN
Uso de barreras físicas
Es una de las maneras más efectivas para reducir el riesgo de infecciones. Se debe hacer antes y después de examinar cada paciente, antes de ponerse los guantes y después de quitárselos para los procedimientos clínicos. Para la estabilización de emergencia (como la administración de medicamentos, inserción de catéteres, par to de emergencia), el lavado de las manos quizás no sea posible, pero siempre se deben usar guantes (2).
El uso de barreras ayuda a reducir el riesgo de infecciones accidentales tanto en las pacientes como en los(as) proveedores(as) de servicios, al reducir la probabilidad de que pacientes o proveedores(as) se expongan a organismos infecciosos potenciales. Estas barreras incluyen: guantes, atuendo quirúrgico (gorros, máscaras, batas), campos (quirúrgicos y campos limpios), delantales impermeables, gafas protectoras y calzado resistente. La exposición a sangre y fluidos corporales es excesiva en los procedimientos obstétricos, especialmente durante las emergencias. El atuendo requerido recomendado dependerá de la naturaleza del procedimiento previsto y del riesgo de salpicaduras o derrames. Vea la Tabla 1, que presenta las recomendaciones para procedimientos específicos. Las gafas y las máscaras protegen las superficies mucosas de la cara (ojos, nariz, labios y boca) del(a) proveedor(a) contra la exposición a salpicaduras de fluidos amnióticos y sangre o heridas accidentales con objetos cortopunzantes (4,5). Los delantales de plástico protegen la ropa que cubren, así como la piel y mucosas subyacentes. Los guantes y el calzado cerrado ofrecen protección contra heridas penetrantes. La delgada mucosa de los ojos, la nariz y la boca, así como la piel agrietada de las manos, es vulnerable a los virus del VIH y al virus de la hepatitis B (VHB). La piel intacta no es vulnerable al VIH ó al VHB. Para emergencias, use cualquier equipo protector que esté disponible. Las barreras necesarias deben estar disponibles y ser funcionales en todas las áreas de parto y procedimientos, así como en las áreas donde es probable que se presenten partos de emergencia o emergencias obstétricas. Como mínimo, es indispensable que haya guantes disponibles y accesibles en TODAS las áreas de atención a las pacientes, porque las manos de los(as) proveedores(as) son muy vulnerables a la exposición (3).
Lavado quirúrgico de las manos
Guantes
Es el practicado antes de procedimientos quirúrgicos. El lavado quirúrgico antiséptico debe hacerse para reducir el riesgo de infecciones para la paciente si el guante se perfora, rompe o corta durante el procedimiento. El jabón corriente, seguido de una solución de alcohol para fricción de manos, es una alternativa adecuada cuando el personal es alérgico a las soluciones antisépticas disponibles o no hay disponibilidad de éstos. Idealmente, es indispensable practicar el lavado quirúrgico antes de todos los procedimientos, lavándose las manos sistemáticamente y a fondo con agua corriente limpia durante 3-5 minutos. Para procedimientos de emergencia, un lavado quirúrgico rápido (1-2 minutos en vez de 3-5 minutos), concentrándose en las yemas de los dedos y en las manos, es adecuado para favorecer una estabilización más rápida (2,3) .
Son una barrera muy efectiva, y se utilizan para proteger al(a) proveedor(a) y a la paciente contra infecciones potenciales. Siempre use guantes para:
En las últimas décadas hemos visto aparecer nuevas infecciones como VIH/SIDA, hepatitis C y hepatitis Delta entre otras muchas, como también menor control de otras enfermedades infecciosas que ya conocíamos (1). Los procedimientos de atención Obstétrica siguen las mismas prácticas de prevención de infecciones aplicadas a cualquier procedimiento clínico. Infortunadamente, la buena técnica aséptica y las precauciones universales con frecuencia est án comprometidas en situaciones de emergencia. Uno de los aspectos más olvidados en la práctica diaria de medicina y enfermería, así como en nuestro quehacer docente son las adecuadas prácticas de prevención de infecciones por lo que el objetivo de este artículo es describir resumidamente éstas en la práctica obstétrica de emergencia. PRÁCTICAS ASÉPTICAS Son las prácticas que se usan para reducir el riesgo de infección de la paciente al disminuir la probabilidad que bacterias penetren en las áreas del cuerpo donde pueden causar infección e incluyen: Lavado de las manos
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• Tocar superficies potencialmente infectadas: piel cuarteada, membranas mucosas y tejidos corporales estériles • Manipular sangre y otros fluidos corporales. • Manejar materiales contaminados por materiales infecciosos o químicos tóxicos. • Desempeñar labores de limpieza (descontaminación, limpieza, eliminación de desechos). • Durante los procedimientos de emergencia, es necesario ponerse los guantes estériles de manera higiénica, y cambiárselos siempre que se piense que están contaminados.
Prevención de infecciones en la emergencia obstétrica
• Para exámenes durante el trabajo de parto, los guantes tienen que desecharse después de cada uso, y utilizar un nuevo guante estéril o sometido a desinfección de alto nivel (DAN). Usar el mismo guante muchas veces en la misma paciente no es una práctica recomendada. Nunca use el mismo guante para examinar varias pacientes. Los guantes quirúrgicos se pueden procesar para reutilizarlos con confianza como guantes para examen. Los suministros adecuados deben estar disponibles. Ver la tabla 1, que presenta las recomendaciones sobre el tipo de guantes para procedimientos específicos. • Para la resucitación neonatal de emergencia, la ventilación usando una máscara (bolsa y máscara, o boca a máscara) es preferible a la resucitación boca a boca, y disminuye el riesgo de infección para el infante y el (la) proveedor(a) (3). PRÁCTICAS ANTISÉPTICAS La preparación de la paciente antes de un procedimiento clínico incluye el uso de una solución antiséptica en la piel, vagina o cérvix, para destruir o evitar el crecimiento de microorganismos. La mayoría de las infecciones en la zona quirúrgica, son resultado de la contaminación durante la cirugía y no, como muchos piensan, porque las pacientes no mantienen la herida limpia después de la cirugía. Frecuentemente, las bacterias de la piel o los tejidos de la paciente son la causa de infecciones. Es esencial prestar estricta atención a la preparación apropiada de la paciente antes de un procedimiento. Incluso en situaciones de emergencia, por lo regular hay tiempo para una preparación antiséptica adecuada, siempre y cuando los materiales y los antisépticos estén fácilmente disponibles. La preparación de la piel debe hacerse rápidamente con una cantidad generosa de antiséptico, y luego retirar el exceso del área de la incisión. Los campos quirúrgicos no deben aplicarse a la piel demasiado mojada (esto compromete el campo estéril). Preparación de la piel, vagina y el cérvix para los procedimientos quirúrgicos Se puede usar cualquier antiséptico como: yodóforos, Clorhexidina al 4%, Yodo al 1-3%, seguido de alcohol al 60-90% (etílico o isopropílico) – Úselo únicamente en la piel (nunca en mucosas), Clorhexidina con cetrimida. La piel se limpiará con movimientos circulares, comenzando en el sitio donde se hará la incisión o la instrumentación, extendiéndose para cubrir un área que tenga varias veces el tamaño de la incisión prevista.
Preparación del periné Para el parto vaginal espontáneo: la paciente o el personal de la institución deben haber lavado previamente el periné con jabón y agua. No rasurar, corte el vello si es necesario. Para la cateterización uretral: No use alcohol. Separe los labios, limpie mediante torunda con antiséptico el área alrededor de la uretra tres veces en movimientos circulares gradualmente crecientes, inserte el catéter usando la técnica de no tocar. Para el uso de fórceps o espátulas, aplique antiséptico sobre la sínfisis y la porción proximal de los muslos. Establecer y mantener un campo estér il para procedimientos asépticos Un campo estéril se establece y se mantiene para reducir el riesgo de contaminar el sitio quirúrgico y para conservar la esterilidad de los instrumentos necesarios. Un campo quirúrgico estéril se crea colocando campos estériles alrededor del sitio preparado para la cirugía/ procedimiento. Un campo estéril para los instrumentos y suministros se puede crear colocando campos estériles sobre una superficie plana, como un estante para instrumentos, o en un recipiente estéril para instrumentos. Los principios para mantener un campo estéril también deben aplicarse durante los procedimientos que se están practicando en condiciones de desinfección de alto nivel. Para mantener un campo estéril Conozca sus “fronteras” o límites: • Batas del personal de cirugía: el frente de la bata desde los hombros hasta el nivel de la mesa de cirugía. Los antebrazos y las manos enguantadas que permanecen por encima del nivel de la cintura (o la mesa). La parte posterior de las batas, los hombros, así como las áreas por debajo de la cintura no se consideran estériles (4). • El campo quirúrgico estéril: todas las áreas cubiertas con campos estériles por encima del nivel de la mesa (3). • La bandeja para instrumentos y suministros. Este campo está definido por la superficie que está cubierta con un campo estéril seco, o se ha esterilizado (p.ej. el interior de un recipiente con instrumentos)(3). Únicamente permita que los objetos estériles tengan contacto con el campo estéril. No contamine los objetos al abrirlos, prepararlos o trasladarlos a un campo estéril. No contamine los objetos estériles en el campo estéril con las manos no estériles o con instrumentos contaminados. Mantenga los objetos contaminados muy alejados de los instrumentos y suministros estériles. Coloque los campos estériles empleando la técnica de no tocar (sostenerlas por los bordes o por debajo). Los campos estériles
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utilizados para cubrir las piernas de la paciente, colocados por personal sin bata ni guantes, no pueden considerarse estériles. Use la técnica de no tocar siempre que sea posible. Considere que cualquier barrera estéril que haya sido penetrada (cortada, mojada o rasgada) no es estéril. Cuando dude sobre si un objeto continúa o no estando estéril, considérelo contaminado. Nunca establezca un campo estéril cerca de una puerta o ventana abierta. Uso apropiado de antibióticos El uso de antibióticos profilácticos (AP) no reemplaza la prevención adecuada de infecciones. Es prudente evitar el uso rutinario e indiscriminado de antibióticos profilácticos porque ello aumenta los costos y la probabilidad de resistencia a los mismos. Sin embargo, existen procedimientos para los cuales la profilaxis con antibióticos está indicada. No existe evidencia suficiente para apoyar el uso de antibióticos profilácticos en una cesárea electiva ni en aborto incompleto no complicado. En los casos en que se usan AP, usar aquellos de amplio espectro (p.ej. ampicilina, cefalosporinas o antibióticos combinados), que son efectivos contra los microorganismos con más probabilidad de causar infecciones. En la mayoría de las circunstancias, adminístrelos antes o durante el procedimiento, no posteriormente (para la cesárea, administre antibióticos de amplio espectro inmediatamente después de pinzar el cordón umbilical). Administre solamente una dosis, a no ser que la cirugía sea prolongada (más de 6 horas) o haya pérdida excesiva de sangre (más de 1.5 litros) (6,7). Mantener un ambiente limpio Se necesita un ambiente limpio para partos normales y procedimientos de emergencia. La limpieza y el aseo rutinario son importantes para mantener un ambiente limpio. La limpieza después de un parto es un componente esencial y con frecuencia descuidado en la prevención de infecciones. Se debe minimizar el personal en las áreas de procedimientos. Se deben designar salas específicas para practicar procedimientos quirúrgicos y clínicos, así como para el procesamiento de instrumentos. Es preciso que el tráfico en estas áreas sea mínimo cuando no se están usando (limpias, cerradas y fuera de límites). Durante los procedimientos, el personal presente debe limitarse a los trabajadores necesarios. El número de personas y la cantidad de actividad influyen en los gérmenes transmitidos en el aire y, por lo tanto, el riesgo de contaminación e infecciones. Procurar mantener un campo estéril durante los procedimientos y hacer limpieza y manejo seguro de superficies y materiales contaminados después de los procedimientos, usando guantes protectores y otras barreras. .
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Los siguientes elementos deben limpiarse con un paño empapado en una solución de cloro al 0.5% (o una mezcla de detergente y solución de cloro) después de cada parto: • Mesa de trabajo de parto (incluidas las patas de la mesa). • Mesa de cirugía (igual que la anterior). • Otras mesas (ej. de mayo, mesas auxiliares). - Piso. • Cualquier superficie donde haya sangre o fluidos corporales o esté contaminada con manos enguantadas sucias (carritos para instrumentos, lámparas, paredes, manijas de puertas, camillas, etc.). Extracción de la placenta La placenta siempre debe manejarse con las manos enguantadas. Después de la inspección, hay que colocarla de inmediato en un recipiente cerrado (o una bolsa de plástico resistente) (3). Limpieza del(a) proveedor(a) Todo el personal involucrado debe quitarse los guantes y ropa sucia, lavarse las manos (brazos u otras superficies contaminadas de la piel), lo más pronto posible después de cualquier procedimiento de emergencia (usualmente se hace después de la limpieza, pero antes de salir del área de procedimientos). Manejo de otros materiales contaminados Todos los desperdicios médicos contaminados deben desecharse en recipientes resistentes e impermeables. Los campos y otra ropa de cama contaminados deben manejarse con guantes protectores (multiuso) y evitar su contacto con la piel, las superficies mucosas o la ropa. Hay que colocarlos sobre una superficie impermeable y transportarlos de inmediato al área de procesamiento. Toda la ropa de cama que haya estado en contacto con la paciente (sábanas en las camillas o en las sillas de ruedas), se debe cambiar rutinariamente entre cada paciente. La ropa sucia de la mujer debe devolverse a la familia dentro de una bolsa de plástico. Es preciso que personal del hospital la manipule en la misma forma que lo hace con toda la ropa de cama contaminada, es decir, usar guantes mientras se maneja; no permitir que se contamine la piel, la ropa, otra ropa de cama, o las superficies (1). Manejo de objetos cortopunzantes Las lesiones producidas por agujas y otros objetos cortopunzantes (OCP) son la primera causa de infección por patógenos de la sangre dentro de los profesionales de la salud. Por lo tanto no se recomienda doblar, partir o recubrir las agujas. Siempre debemos tener a la mano un recipiente duro para eliminar los OCP, no se deben tener
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éstos guardianes en otra sala, no se debe transitar con OCP un largo trayecto para desecharlos. Los miembros del personal de salud podemos herirnos accidentalmente unos a otros cuando nos pasamos OCP durante un procedimiento, por ende siempre se debe usar la técnica
de manos libres en la cual el asistente coloca el OCP en una zona segura (riñonera estéril o bandeja metálica estéril) y de allí el proveedor toma el OCP, lo usa y lo coloca de nuevo en la zona segura (2,3).
TABLA 1: Técnicas asépticas para procedimientos obstétricos de emergencia específicos
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TABLA 1: Técnicas asépticas para procedimientos obstétricos de emergencia específicos
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Género, feminismo y conflicto. Una aproximación a la propuesta de Vincent Martínez Guzmán Gender, feminism and conflict. An approach to Vicent Martínez Guzman´s perspective María Mercedes Lafaurie*
Resumen
Abstract
Este artículo constituye una aproximación a la tesis del profesor Vicente Martínez Guzmán quien ofrece una importante perspectiva acerca de la intersección entre género y conflicto y que considera el nuevo feminismo como una alternativa ética en el contexto de la negociación de conflictos. Este artículo surge como una reflexión dentro del “Máster Igualdad y Género en el Ámbito Público y Privado” de la Universidad Jaume I - Fundación Isonomía de Castellón, España.
This article is an approach to Professor Martinez Guzman's thesis who offers an important perspective that deals of the intersection between gender and conflict and that considers the new feminism as an ethical alternative in the conflict negotiation context. It emerges as a reflection from the University Jaume I - Isonomía Foundation´s Master Program in Equality and Gender in the Public and Private domain.
Vicent Martínez Guzmán (La Vall d'Uixó, 1949) es Doctor en Filosofía y Profesor Titular del Departamento de Filosofía y Sociología de la Universitat Jaume I de Castellón, de la cual ha sido vicerrector. Ha realizado trabajos de Investigación en las Universidades de Frankfurt (Alemania) y Berkeley (California). Actualmente es director de la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz; fundador y director del Máster Internacional en Estudios de Paz, Conflictos y el Desarrollo; cofundador del Centro Internacional Bancaja para la Paz y el Desarrollo de la Fundación Caja Castellón-Bancaja que ha sido galardonado con la Medalla de Oro Mathama Gandhi para la Paz y la No-Violencia en 1999; y promotor de programas de Estudios para la Paz y el Desarrollo en diferentes universidades de todo el mundo.
Vicent Martínez Guzmán (La Vall d'Uixó, 1949) is a Doctor of Philosophy and full-time professor at the Department of Philosophy and Sociology at the Universitat Jaume I of Castellón, of which he has been Vice-Rector. He has performed research at the University of Frankfurt, Germany and in California at Berkley, United States of America. Currently, he is director of the UNESCO Chair of Philosophy for Peace and founder and director of the International Master in Peace, Conflict and Development Studies. He is cofounder of the Centro Internacional Bancaja para la Paz y el Desarrollo of the Fundación Caja Castellón-Bancaja that has been awarded the Mathama Gandi Gold Metal for Peace and Non-violence in 1999. He promotes Peace and Development Studies Programs in different Universities throughout the world.
Palabras claves: Género, feminismo, negociación de conflictos, paz.
Key words: Gender, feminism, conflict negotiation, peace.
Recibido: 14/07/08. Revisado: 18/07/08. Aceptado: 30/07/08. * Psicóloga, Profesora Asociada Universidad de El Bosque, Facultades de Enfermería y Odontología; investigadora Fundación Educación para la Salud Reproductiva, ESAR. mariamlafaurie@yahoo.com
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INTRODUCCIÓN El propósito de este texto consiste en realizar una revisión de los aspectos más destacados de la propuesta conceptual sobre género y conflicto construida por el profesor Vicent Martínez Guzmán, la cual hace parte de una de las líneas de investigación de la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz, y construir desde ahí un marco conceptual a la manera de ideas orientadoras que pueda ser aplicable al diseño de procesos formativos en contextos micro-sociales. El artículo denominado Transformación pacífica de conflictos y perspectiva de género: del miedo a la diferencia al reconocimiento de “la otra” (1) en el cual este catedrático de la Universidad Jaume I desarrolla los elementos fundamentales que le dan vida a su tesis, se centra en el recorrido que va del miedo y la admiración en el descubrimiento de la alteridad a la transformación de conflictos con enfoque de género, como perspectiva ética y política contemporánea aludiendo a la forma positiva en que estos conflictos pueden ser concebidos en búsqueda de la posibilidad de un futuro más creativo y pacífico, mediante la cooperación. La teoría política de Hannah Arendt sobre la performatividad o configuración de las maneras como afrontamos nuestras relaciones y su papel en la generación o manejo de los conflictos; la aceptación de la interdependencia como expresión de la fragilidad que nos es común; el cuidado como complemento a la asunción pacifica de nuestra condición humana, así como una concepción de los conflictos en las relaciones humanas entendidas como situaciones que pueden dejar un legado positivo, según la forma como éstos sean regulados, hacen parte de la propuesta que el profesor Martínez Guzmán comparte desde su cátedra, en un significativo aporte a la construcción de concordia entre las personas en un mundo diverso, complejo y cambiante como el que nos acoge. Igualmente, me apoyaré, para este abordaje en el documento Roles masculinos y construcción de una cultura de paz (2) en el cual el profesor Martínez Guzmán expone algunos aspectos que complementan su tesis y que, centrándose en la masculinidad como construcción, nos ayudan a comprender la importancia de incluir una categoría de género en el campo de los Estudios e Investigación para la Paz. Para llevar a cabo esta aproximación, me he propuesto dar respuesta a tres preguntas, partiendo del planteamiento de Vicent Martínez: ¿Cómo podemos explicar filosóficamente y desde un enfoque de género el origen de los conflictos?, ¿Cuál es el papel del feminismo en el cambio cultural en la búsqueda de la asunción pacífica de nuestra condición y de nuestra relación humana? Y, por último,
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¿Qué elementos orientadores derivados de la tesis del profesor Mar tínez Guzmán pueden tenerse en consideración en la construcción de una propuesta dentro del contexto de la trasformación de conflictos con perspectiva de género a nivel micro-social? CÓMO PODEMOS EXPLICAR FILOSÓFICAMENTE Y DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO EL ORIGEN DE LOS CONFLICTOS Las implicaciones de las construcciones de género con respecto a la instauración de culturas como la de la guerra, la seguridad y las múltiples vertientes de la violencia y otras expresiones de poder y sometimiento que han conducido a la humanidad por el camino de la muerte y del mal vivir apenas han empezado a ser estudiadas. La categoría “género” surge prácticamente en la segunda parte del siglo XX reemplazando la de “sexo social”, con lo cual comienza a darse un mayor peso a la cultura en lo que atañe a la conformación de la masculinidad / feminidad, superando el determinismo y abriendo espacio a nuevas reflexiones y perspectivas desde el feminismo y lo que se ha llamado las nuevas masculinidades. Autores como Kaufman, Kimmel, Kipnis, Cardelle, Marqués y Guasch, entre muchos otros, han venido construyendo, sobre todo a partir de los años ochenta, un escenario de reflexión en torno a las masculinidades, partiendo de una crítica al patriarcado la que cuestiona entre otras cosas la heterosexualidad como paradigma inamovible. Esta mirada, sustentada desde la aceptación de la diversidad en las formas que adquiere de manera contemporánea la identidad masculina es, en muchos sentidos, convergente con la Teoría Queer de Judith Butler y con otras propuestas post feministas citadas por Martínez que abogan por la subversión de los órdenes sociales y por el derecho a la igualdad y a la no discriminación de las personas pertenecientes a minorías como las y los transexuales, travestis y otra multiplicidad de identidades de género y orientaciones sexuales. Ahora, entre las formas más exacerbadas de violencia que implican al género como construcción cultural y social, se encuentran los conflictos que conllevan violencias de género contra las mujeres. Estas van desde las confrontaciones armadas y la violencia sociopolítica que cobra vidas humanas día a día y que las afecta de manera particular, hasta la violencia doméstica y las sutiles formas de exclusión, marginación y degradación del sexo femenino que se transmiten de generación en generación y que se han hecho cada vez más sofisticadas con la modernidad y la tecnología. El profesor Martínez Guzmán, realizando un exhaustivo
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recorrido en torno al pensamiento filosófico y político de autoras y autores como Arendt, Foucault, Derrida, Habermas, Guilligan, Moliner y Reardon, entre otros muchos y muchas, cuyos aportes a la comprensión del patriarcado y de las tecnologías del poder son innegables, se ha dado a la tarea de construir una propuesta conceptual que puede ayudar significativamente a ir a la raíz de las tensiones entre los hombres y las mujeres. Este podría constituir, a mi modo de ver, el punto de partida para re-estructurar desde las experiencias de mediación las relaciones de género entre los seres humanos en diferentes contextos y para avanzar en nuestras posibilidades de habitar en un mundo mejor. La experiencia profunda de curiosidad, admiración o extrañamiento puede producir miedo a lo extraordinario, a lo diferente, según el punto de partida propuesto por el profesor Martínez para quien la construcción del género está herida desde su origen por el miedo a la diferencia que se convierte en sistema de dominación y se proyecta en el sistema de la guerra sosteniendo que las causas estructurales de esta realidad anidan en la creación humanomasculina de las relaciones sociales de acuerdo con la estructura psíquica herida por el miedo a la diferencia (3). Desde este miedo a la diferencia, los hombres construyen la organización mundial de Estados nacionales militarizados y la cultura de la guerra. Veamos en qué aspectos es que este miedo se manifiesta y cómo se reproduce de manera sistemática en la cultura de la guerra, según lo propuesto por Martínez, con base en el planteamiento de Readon (1985) sobre la perspectiva de género: 1) En las diferencias sexuales que se observan en la capacidad de reproducción. 2) En el miedo masculino a la dependencia de la madre, a la diferencia con las otras y a la propia vulnerabilidad. 3) En la construcción de las diferencias de papeles según el género, y del sexismo como un sistema de dominación destinado a defenderse de “la otra”. 4) En la construcción de la noción de seguridad como dominación, para defenderse de la amenaza de la diferencia, de la alteridad. 5) En la construcción de la noción de enemigo, a partir del miedo que tengo al otro, manifestado inicialmente como miedo a “la otra”. 6) En el sistema de la guerra, en que el enemigo imaginario construido como consecuencia del miedo a la diferencia se convierte en enemigo de carne y hueso. 7) En el proceso de la socialización en que según Martínez, citando a Miedzian (1995), a los hombres se les socializa para usar competitivamente la violencia con sus iguales y la opresión con sus «inferiores» en el marco de su miedo a la violencia. Pero sólo a las mujeres se les permite expresar ese miedo. Este miedo, se canaliza en el hombre a través de la
agresión y en la mujer por medio de la sumisión, dándose como la máxima expresión de la relación agresiónsumisión la violación que significa forzar a una persona o personas a la sumisión y acomodación por medio de la amenaza o el uso de la fuerza y la violencia (4). Sobre la amenaza de violación expresa Martínez lo siguiente: Sirve para «mantener a raya» a las mujeres, a los enemigos, a los colonizados, al otro, al diferente. Es la metáfora última del sistema de la guerra, donde la violencia es el árbitro final de las relaciones. Su legitimación sirve para dar menos valor, deshumanizar, al amenazado de violación, al enemigo, a la otra, al otro estado-nación (5). La perspectiva de género en la explicación del origen de los conflictos, tal cual lo sostiene Martínez, nos ayuda de esta forma a entender cómo el desconcierto causado por el descubrimiento de la diferencia, que se encarna en este caso en « la otra», que lleva a los varones a reconocerse como «vulnerables» y «frágiles», puede generar sexismo, entendido como dominación masculina (6). De igual forma nos lleva a entender lo que hay detrás de la violencia de género cuando nos conduce a ver el uso de la fuerza como forma de neutralizar el miedo a la amenaza que significa esa “otra”, diferente y poderosa, que se personifica en la mujer-madre y de quien, según Martínez, depende el hombre en todo el sentido del concepto. Tal cual lo destaca Martínez (2006), recogiendo y haciendo propio el pensamiento de Carballo, (1997), Miedzian (1995) y Lo Russo (1998), en su texto Roles masculinos y construcción de una cultura de paz (7), el miedo al reconocimiento de la fragilidad; la falta de reconocer la necesidad de ternura; el juego de unas expectativas machistas y la adopción del rol de “macho duro”, son los aspectos que empujan a los varones a la violencia y a perder la capacidad incluso de ser padres de sus hijas e hijos. EL PAPEL DEL FEMINISMO EN LA TRANSICIÓN CULTURAL HACIA LA ASUNCIÓN PACÍFICA DE NUESTRA CONDICIÓN Y DE NUESTRA RELACIÓN HUMANA En la medida en que constituye un sistema de creencias que se opone al sexismo y que promueve la integración de las mujeres en todas las esferas de la acción humana -lo cual se constituye en condición para abolir la guerra- el feminismo contemporáneo, de acuerdo con el planteamiento de Martínez Guzmán, constituye un nuevo humanismo que en pos de una reconstrucción normativofilosófica de qué hacer, se orienta a recuperar la capacidad humana de preocupación y cuidado de unos seres humanos por otros (8). En su actuar como alternativa ético-política, el feminismo de acuerdo con las rutas que destaca el autor invita a generar los siguientes cambios en la cultura:
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1) Humanizar la justicia: va desde aquella humanización que se debe dar en la relación de persona a persona a la que se debe dar en las relaciones estructurales de carácter social. 2) Buscar el Equilibrio ecológico y la comprensión global de los sistemas, propendiendo por un trato más respetuoso con la naturaleza y el cuerpo. 3) Alterar el cientificismo ligado al miedo, expresado en el desarrollo y sofisticación del sistema de la guerra, que conlleva un dualismo fragmentador del conocimiento y la experiencia, que denigra las capacidades intuitivas e imaginativas (atribuidas a las mujeres) en favor del racionalismo y el reduccionismo (atribuidos a los hombres). 4) Modificar el dualismo antropológico mente-cuerpo, pensamiento-sentimiento, cielo-tierra, espíritu-carne. El hombre «fuerte de cuerpo», paradójicamente, reivindica para sí la inteligencia. 5) Personalizar al otro objetivado por el sexo, la raza o la clase: los otras y las otras «son personas» no objetos. 6) Deslegitimar el uso de la fuerza. El mundo ya no se organizará en enemigos: los agresores necesitan enemigos, por eso se organizan en ganadores y perdedores y legitiman el uso de la fuerza. 7) Cambiar la socialización. En este sentido, según Martínez se reconocen investigaciones que ya no sólo hablan de nuevos feminismos, sino de nuevas masculinidades. 8) Transformar el concepto de educación para enfatizar su potencial transformador que incluiría la maduración emocional junto con la inteligente para superar la herida originaria. Educar en la madurez moral, como lo propone Gilligan (1986), citada por Martínez, significa educar en la madurez tanto de la justicia, como de la preocupación y cuidado de unos seres humanos por otros tal cual lo expone la llamada “Ética del Cuidado” perspectiva teórica que ha sido desarrollada por ella. La pluralidad, propuesta por Martínez como otra de las alternativas partiendo del pensamiento de Hannah Arendt, destaca el hecho de que los seres humanos no existimos aislados ni nos desarrollamos de manera individual sino necesariamente coexistimos unos y unas con otros y otras. Cada ser humano interactúa con los otros y las otras “como agente de sus propias acciones, tomando la iniciativa, comenzando, actuando, haciendo cosas junto con otras personas” (9) según expresa Martínez. La violencia nace como ruptura de la proximidad de quienes vivimos juntos. La violencia, que va desde la inter personal inmediata y doméstica hasta los bombardeos, opera también a nivel estructural produciendo injusticias y desigualdades, y en el plano cultural en que “justifica discursivamente los otros dos tipos de violencia” (10).
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La política, según la visión de Hannah Arendt, recogida por Martínez, aparece con la posibilidad de actuar juntos, de compartir palabras y actos para hacer frente a nuestra fragilidad y no caer en la violencia. Martínez concibe la política como una manera alternativa de afrontar el miedo a nuestra propia vulnerabilidad y fragilidad, buscando formas de concertación con las otras y los otros y subvirtiendo las distintas formas de dominación. La política para Arendt, de acuerdo con la interpretación del autor, se puede considerar como “la utilización de medios pacíficos para alcanzar fines pacíficos” (11). E L E M E N T O S O R I E N TA D O R E S PA R A L A CONSTRUCCIÓN DE UNA PROPUESTA DENTRO DEL CONTEXTO DE LA CONVIVENCIA Y TRASFORMACIÓN DE CONFLICTOS A NIVEL MICRO-SOCIAL DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO Si bien este texto es solamente un “vuelo panorámico” y un intento de destacar aspectos desde mi orilla como educadora y como investigadora social en Colombia uno de los más convulsionados países de América Latina, he querido retomar algunos principios que me resultan especialmente valiosos a ser tenidos en cuenta en mi quehacer y en el de otras y otras profesionales de las ciencias sociales y de la salud. Como una forma de concluir este recorrido, en este aparte procederé a proponer unos lineamientos o ideas orientadoras, para la construcción de propuestas dentro del contexto de la convivencia en el buen trato y trasformación de conflictos con perspectiva de género a nivel micro-social, partiendo de la tesis del profesor Martínez Guzmán para la trasformación de conflictos. Esta tesis, como se ha dicho anteriormente, introduce, entre otras, aportes del feminismo, de las nuevas masculinidades y de las éticas del cuidado.Se trata de retomar los elementos más destacados de la propuesta de este autor como una serie de lineamientos o como un marco conceptual que puede ser tenido en consideración en el diseño de procesos de formación para la convivencia, para la prevención de la violencia y para el manejo de conflictos con perspectiva de género en el escenario comunitario, intrafamiliar e institucional. Estos serían los doce aspectos a considerar: I. Destacar la fragilidad e interdependencia así como el temor a la diferencia como realidades inherentes a la condición humana: compartir palabras y actos para combatir nuestra fragilidad y no entrar en la violencia. II. Orientar las acciones interpersonales desde las éticas del cuidado que como opción frente a las éticas de la justicia privilegian el cuidado de los unos (as) a los otros (as) sobre la racionalidad.
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III. Recuperar la reflexión en torno a los sentimientos y los valores afectivos como la compasión, el amor diligente, misericordioso y entrañable, que va más allá de la justicia sin anularla, propendiendo por la educación sentimental. IV. Desarrollar los principios de la filosofía para hacer las paces como “amor en interacción dialéctica con la justicia que analiza las diversas reacciones que puede producir el miedo a la diversidad de los otros y las otras y la naturaleza” (12). V. Introducir la noción de poder como la capacidad humana de actuar concertadamente para la apertura a posibilidades y la capacidad de alcanzar acuerdos. Podemos reconstruir nuestras capacidades o poderes para comunicarnos, alcanzar acuerdos y subvertir por medios pacíficos las relaciones de dominación. Podemos reconstruir nuestra competencia o poder comunicativo. VI. Reconocer la cara positiva de los conflictos como llamados a cambiar las estructuras sociales y a generar cambios en las relaciones humanas. Recordar que el conflicto es positivo sólo y únicamente si es regulado positivamente, convirtiéndose en situación de aprendizaje y de intercambio y permitiendo la búsqueda de soluciones alternativas y mucho más creativas. VII. Considerar la información como un elemento fundamental para transformar las tensiones existentes y para poder buscar soluciones pacíficas. La transformación de los conflictos, para poder llevarse a cabo adecuadamente, implica conocer todos los aspectos y circunstancias que envuelven al conflicto. Es decir, para transformar un conflicto necesitamos saber cuáles son las causas que lo han originado, las personas que intervienen, los intereses y necesidades de cada una de ellas. VIII. Tener en cuenta que cada conflicto es diferente, tiene algún rasgo que lo diferencia. Esta es la causa por la que no existen normas, modelos ni tampoco dinámicas para poder regular todos los conflictos de la misma manera IX. Entender la transformación de conflictos como algo que busca, desde el presente y mirando la experiencia pasada, transformar las estructuras sociales para prevenir, también, los conflictos en el futuro. X. Asumir como metodología de trabajo y desde la transformación el modelo de la reconstrucción. Reconstruir significa que las personas no partimos de la nada para transformar nuestros conflictos inter-personales. En ese sentido, significa que el proceso de reconstrucción se sirve de todas las habilidades y las capacidades que ya tenemos. XI. Entender que quien media ha de ser un «facilitador o facilitadora» que ayude a las partes a regular por ellas
mismas sus propios conflictos. El mediador o la mediadora no pueden imponer ningún tipo de solución y han de actuar de forma comprometida, con la finalidad de que ambas partes puedan alcanzar una reconciliación y puedan reconstruir sus relaciones. XII. La trasformación de conflictos necesita: a. Respuestas cooperativas: en la cooperación las partes no se conciben como enemigos sino como compañeros. b. Cambio en la percepción: necesitamos aprender a ponernos en el lugar de los otros(as) además de reconocer nuestros sentimientos y de intentar mirar el conflicto como lo vería alguien desde fuera. c. Cambio en las relaciones de poder: como alternativa a un uso de poder «autoritario y subordinador», se propone un poder igualitario que tenga en cuenta todas las partes en conflicto y que permita la participación de todos los afectados. econocimiento: Reconocer la integridad física de la d. Reconocimiento: persona, reconocer derechos y deberes en la igualdad con otros (as); reconocer la cultura y diferentes formas de vida. e. Empoderamiento: convertir en acto todas aquellas habilidades que se tienen en potencia. Sentirnos capaces de asumir las riendas y de actuar. f. Reconstrucción de los sentimientos: lo que la persona siente frente a lo que vive; lo que siente frente a lo que viven o les hacen a otros (as) y lo que siente frente a lo que ella misma hace a otros (as) como auto-responsabilidad. g. Tener como finalidad la reconciliación de las partes: con la reconciliación dirige una mirada hacia el pasado desde el presente para transformar las tensiones que llevaron al conflicto y crear un futuro pacífico y con más alternativas. Estos elementos para un(a) educador(a), profesional de la salud o de las ciencias sociales, investigador(a), lideresa o líder comunitario que esté buscando sustentar procesos pedagógicos para la paz, la prevención y análisis de la violencia y la generación de una cultura del buen trato, con enfoque de género, constituyen sin duda un interesante punto de partida. La creatividad y la adecuación de los procesos a las realidades y necesidades del contexto son desde luego condiciones para que éstos sean apropiados, pero sé que el recorrido que ha realizado este autor es una herramienta invaluable para sentirnos en disposición de seguir avanzando.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 1. Martínez Guzmán V (2008). Transformación pacífica de conflictos y perspectiva de género: del miedo a la diferencia al reconocimiento de “la otra”. Máster Igualdad y Género en el Ámbito Público y Privado, Universidad Jaume I Isonomía, Castellón. 2. Martínez Guzmán V (2006). Roles masculinos y construcción de una cultura de paz. Versión provisional. Cátedra UNESCO Filosofía Paz Universitat Jaume I. Centro Internacional Bancaja para la Paz y el Desarrollo, Castellón. Acceso el 17 de abril de 2008 desde: http://www.e-leusis.net/hombres.asp?id=28. 3. Martínez Guzmán V (2006). Obra citada, p. 15. 4. Martínez Guzmán V (2008). Obra citada. p. 3. 5. Martínez Guzmán V (2008). Obra citada. p. 3. 6. Martínez Guzmán V (2008). Obra citada. p. 2. 7. Martínez Guzmán V (2006). Obra citada. p. 14. 8. Martínez Guzmán V (2008). Obra citada. p. 4. 9. Martínez Guzmán V (2008). Obra citada. p. 4. 10. Martínez Guzmán V (2008). Obra citada. p. 5. 11. Martínez Guzmán V (2008). Obra citada. p. 5. 12. Martínez Guzmán V (2008). Obra citada. p. 2.
BIBLIOGRAFÍA (1) Martínez Guzmán V (2008). Transformación pacífica de conflictos y perspectiva de género: del miedo a la diferencia al reconocimiento de “la otra”. Máster Igualdad y Género en el Ámbito Público y Privado, Universidad Jaume I Isonomía, Castellón. P. 2-5 (2) Martínez Guzmán V (2006). Roles masculinos y construcción de una cultura de paz. Versión provisional. Cátedra UNESCO Filosofía Paz Universitat Jaume I. Centro Internacional Bancaja para la Paz y el Desarrollo, Castellón. Acceso el 17 de abril de 2008 desde: http://www.e-leusis.net/hombres.asp?id=28
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