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LA VOLUNTAD DEL CORAZÓN
from Capitel. Voluntad
escritos y fotografía de Sofía Emiána
La voluntad viene del interior, es una fuerza vital que emana del deseo de ser nosotros mismos y expandirnos en el universo.
“Cualquier cuerpo vivo, que no se encuentre en decaimiento… tendrá voluntad de poder. Se esforzará por crecer, extenderse, apoderarse y predominar. No desde un punto de vista moral o inmoral, pero porque está vivo y porque la vida es simplemente la voluntad de poder. El aprovechamiento pertenece a la esencia de lo que vive, como una función básica y orgánica. Es una consecuencia de la voluntad de poder, que después de todo es la voluntad de vida”.
Friedrich Nietzsche
La vida es energía, una fuerza expansiva que evoluciona y transforma. La voluntad crea entonces parte de la vida y nos impulsa hacia el movimiento, es el potencial que habita en cada uno y nos llevará a reconocer nuestra verdad.
Los egipcios conectaban esta energía directamente con el órgano del corazón y la convertían en sabiduría alineada con nuestra naturaleza interna y externa. Esto hace que sea imposible definirla como una fuerza dual -mala o buena, positiva o negativa-, simplemente es una fuerza que nace desde el deseo alineado con nuestra mente, cuerpo y espíritu, y que aporta a la evolución expansiva, no únicamente de los seres humanos sino de todo el universo.
Cuando se une el corazón con la mente se manifiesta todo lo que queremos en el mundo material y la voluntad cumple su propósito: ir hacia adelante y superar nuestras limitaciones y miedos.
“El objeto verdadero de la voluntad es el bien. Voluntad es la aptitud de decidir y ordenar la propia conducta. Es la potestad de dirigir el accionar propio”.
Aristóteles
Todos tenemos corazón y por lo tanto voluntad. No creo que exista la falta o ausencia de voluntad sino más bien la propia negación de nuestra fuerza vital y el autosabotaje que nos roba de voluntad.
A veces resulta más fácil convencernos de todos los obstáculos que existen y que nos impiden activar nuestra fuerza de voluntad, es más cómodo vivir en la ausencia de nuestros logros y resistirnos a la expansión que movernos hacia ella.
Es difícil soltar lo que nos es familiar y lanzarnos a lo desconocido, abierto y lleno de oportunidades porque ahí no existe la queja, la escasez o la falta de oportunidades. Es más fácil tener un deseo que parece difícil de convertir y mantenerlo en un sueño que la mente puede controlar, mientras que el corazón nos pide a gritos expandirnos y tomar la voluntad que se nos ha regalado para vivir en abundancia, progreso, alegría y bienestar.
por Margarita
“Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible”.
San Francisco de Asís
“Quien tiene la voluntad tiene la fuerza”.
Menandro de Atenas
Es esa fuerza que emana de nuestro interior e impulsa con su energía la materialización de nuestra intención que se transforma en acción libre.
El comienzo está en el conocimiento de uno mismo. Reconocer que somos potencia de posibilidades infinitas.
Las limitaciones se originan en el sistema de creencias impregnado en el inconsciente y se manifiestan en miedos, actitudes derrotistas con expectativas de otros y no las de uno mismo…
Al volver consciente lo inconsciente disminuyen los actos involuntarios y nuestro PRESENTE se enfoca en ese momento con atención plena. La mente consciente decide la acción y la fuerza de voluntad la sostiene.
La intervención del ENTUSIASMO (En – dentro, theos – Dios) será fundamental en todo acto de voluntad.
Mediante el cultivo de las virtudes como la perseverancia, la disciplina, la paciencia, la fortaleza, la justicia… La voluntad se verá fortalecida. El buen hábito suple anteriores hábitos negativos y genera cambios que apuntalen los logros propuestos.
“Para hacer lo que quieras hay que querer lo que haces”.
Enfrentar situaciones incómodas con ACTITUD. El esfuerzo es un comienzo que se convertirá en resultado.
Ante el fracaso está la fuerza del anhelo para levantarse una y otra vez.
En la frustración no hay que declinar y considerar toda equivocación como aprendizaje.
Hay un abismo entre quienes esperan que las cosas sucedan y los que hacen que sucedan.
El placer inmediato producto del deseo debilita la voluntad. Es desviarnos por caminos fáciles que nos alejan del propósito.
Otros enemigos de la voluntad son la procrastinación, la pereza, la negatividad, la comodidad.
Toda elección va ligada a la responsabilidad de responder a todos nuestros actos.
El hecho de pensar con anticipación prevé consecuencias de nuestras acciones. Claridad en lo que se quiere, congruencia entre pensamiento y acción. Preguntémonos constantemente en qué invertimos nuestra energía:
• En conflictos
• En negatividades
• En perder el tiempo
• En motivaciones egoístas
• En sueños y sólo sueños. ¿Corresponden nuestras decisiones a los valores humanos?
Los hechos hablan como fruto de una VOLUNTAD.