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TEMPLO SAN ELÍAS, UN LUGAR DE REUNIÓN Y DE APOYO PARA LOS DESFAVORECIDOS

por Verónica Osorno

Los jóvenes nacidos entre 1981 y 1995, conocidos como millenials o generación del milenio, buscan concientizar a futuras generaciones a seguir con el cuidado ambiental. Hablamos con algunos jóvenes y nos dijeron que sienten que deberían “enfocarse también en zonas de la ciudad y no sólo cuidar el ámbito turístico”, pero realmente, ¿crees que podemos empezar un cambio por nuestra cuenta? Sí.

Pasando por parques de zonas de Quintana Roo pudimos observar a un ciudadano que cuando observa que crecen las plantas de los montes o que se encuentran en malas condiciones, junta la basura, coloca letreros para que sigan cuidando el ambiente y las arregla o siembra más. Él espera que sus hijos sigan sus pasos y que otras personas mantengan su ejemplo. Habla con sus vecinos para que lo apoyen con bolsas o se unan a una causa que no sólo lo beneficia a él. Realmente creo que la actitud de este hombre nos hace reflexionar pues otras personas creen que no es su responsabilidad, sino del gobierno.

Sin embargo, hay más conciencia en nosotros los jóvenes, tenemos internet y nos enteramos de cada tragedia ambiental. Hay que darnos cuenta que nosotros somos los que provocamos la destrucción. Observamos que los jóvenes se dejan influir por las redes sociales y realmente ven la realidad que hay no sólo en un país sino a nivel global. Lo único que nos queda es ayudar, crear formas de incidir, que podamos reciclar, reutilizar y reducir, y junto a otros jóvenes, tengamos la intención de cambiar por un mundo mejor.

Universidad Humanitas campus Guadalajara, siempre comprometida con su comunidad, se reunió con un grupo de mujeres voluntarias de la tercera edad para apoyar a los más desfavorecidos, en la comunidad del templo San Elías, en la colonia Tabachines, en Zapopan, Jalisco. La actividad la organizó el profesor Emmanuel Viveros, apoyado en alumnos de la carrera de psicología.

El objetivo de las damas de la tercera edad, personal académico y alumnado de la Universidad fue recaudar despensas y entregarlas en la comunidad.

El día de la entrega se realizó un convivio con actividades grupales: juegos y bailables, además de un pequeño refrigerio para recuperar energías y, de alguna forma, reintegrar a los grupos desfavorecidos y damas de la tercera edad a la sociedad con momentos de sano esparcimiento.

Al terminar dichas actividades los rostros de los participantes mostraron entusiasmo, con sonrisas sinceras. La esperanza los hizo despedirse contentos y agradecidos por hacerlos partícipes en esta noble causa.

Cabe destacar que el profesor Viveros es un promotor constante de las causas altruistas, entusiasmado en lograr empatía en sus alumnos para que den continuidad a proyectos con causa social, además de contribuir a preparar personas comprometidas con la sociedad en pro del bien común, para que el eslabón de la filantropía dignifique a la humanidad.

Primer Comit Estudiantil Universidad Humanitas

por Yolanda Caporal Maldonado

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