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RICARDO WEDER, UN CEO MEXICANO PARA TODO EL MUNDO

por Gabriella Morales-Casas fotografía de Munir Hamdan

A inicios de 2018 Cabify lo designó la máxima cabeza empresarial de la marca nacida en España. Es un hombre joven, autoexiliado de la banca, con ideas de mejorar la movilidad de México y Latinoamérica.

Ser el CEO de una empresa internacional, nivel unicornio, es decir, con más de 2 billones de dólares cotizados en bolsa, es cosa mayor. Ricardo Weder lo es de Cabify. Empezó como Director General de México, después de Latinoamérica, y a nivel global. Hoy ha cambiado el traje por los jeans y el manejo de dinero por una apuesta de movilidad para las grandes urbes; hoy, Cabify es un auto privado, mañana será un transporte público de una empresa privada.

¿Qué cambió, para pasar de la banca a una empresa nueva, basada en la tecnología digital? Siempre fui emprendedor, pero no tuve buena orientación vocacional, porque eso no existe en México. Yo di clases en la Escuela Bancaria Comercial y me di cuenta que muchos alumnos no sabían cuál era su mercado de trabajo; se metieron a negocios internacionales pensando que irían a hacer deals a China o negociar en la ONU con Inglaterra, pero 95% terminan en una agencia aduanal. Así me pasó en la banca. Llegué por algunas circunstancias, pero no era lo que quería. ¿Aprendí? ¡Muchísimo! Hay que aprovechar cada oportunidad.

¿La banca es un espacio de confrontación? Sí, pero es necesaria. Sin embargo, se tiene que modernizar: el capitalismo ya es obsoleto, el neoliberalismo también. Los sistemas económicos vigentes ya hartaron a la gente; se ha desvirtuado la credibilidad de los sistemas.

¿Cómo podemos hacer un cambio real en materia económica?

Apoyando la educación en ciencia, ingeniería, matemáticas y tecnología para afrontar la revolución digital y generar miles de emprendedores con empresas centradas en el beneficio de la comunidad. Los emprendedores crean asociados, no empleados. En la escuela bancaria decían: “el fin de una empresa es hacer dinero”, y sí, pero también debe generar valor para los stallholder. No generemos más empleados, sino inventores y emprendedores.

¿Qué hace interesante a Cabify como empresa emprendedora?

Generamos comunidad a partir de una economía colaborativa. Las economías de este tipo usan el activo infrautilizado y lo optimizan, producen un bien para todos. La plataforma y los asociados deben estar al mismo nivel y en Cabify hacemos lo posible para que así sea; cuando hay proveedores, como en la competencia, se corrompe el espíritu emprendedor.

Como usuario, ¿qué beneficio adicional tengo?

Nos esmeramos en ser una alternativa competitiva de seguridad y servicio. Nosotros no cobramos por tiempo ni recalculamos la tarifa. Como cliente y como asociado ganas. Somos una empresa que apoya la diversidad.

¿Y cuál sería el punto de empatía con un cliente que quiere invertir su dinero en una empresa socialmente responsable, como la de ustedes?

Somos una empresa con valores que apoya a cada comunidad. Fundación Cabify fomenta la educación de los hijos de los conductores y tenemos un proyecto de reforestación. Pronto anunciaremos un programa de incursión laboral de los migrantes repatriados, específicamente en Tijuana. También trabajamos con la Asociación Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer, con un programa de inclusión laboral con mujeres que sufren violencia doméstica y no pueden salir porque no tienen trabajo. Por último, colaboramos con Vida Independiente, una asociación que acondiciona los autos Cabify para que puedan conducirlos personas con discapacidades físicas. Eso lo hacemos porque somos una empresa de mexicanos responsables y comprometidos con la sociedad.

¿Estas ideas son tuyas?

Muchas sí y de nuestro joven y energético equipo mexicano, y se han exportado a otras oficinas Cabify en el mundo. Por eso agradezco la oportunidad que se me dio como mexicano para dirigir una empresa de tecnología a nivel mundial –hasta donde sabemos, soy el único–, y queremos demostrar que tenemos el nivel para competir porque somos un país con enorme potencial tecnológico, científico, aeroespacial y aeronáutico. Los mexicanos somos poderosos en estos sectores. Se han ido muchos chicos de esta oficina a poner su propia empresa y nada me da más gusto que eso.

¿Cuáles son las cualidades de tu empresa, hablando de servicio a la comunidad, en materia de movilidad?

Nuestro principal enemigo, no sólo de Cabify, sino de la sociedad, es la pertenencia del vehículo particular. Para resolver el problema de movilidad queremos reducir la necesidad de contar con un coche propio, que es infrautilizado: la gente lo usa 4% de su tiempo, porque el resto está parado; eso, más el impacto ambiental y el estrés que produce. Sabemos que del 20% al 30% de la superficie de la ciudad está destinada a vías para autos y estacionamientos. ¿Te imaginas todo lo que podría haber en ese espacio? Escuelas, parques, lugares que aporten. Hasta las viviendas bajarían de costo.

¿Qué problemas de movilidad detectan en la CDMX?

La realidad es que luchamos con la falta de planeación urbana de origen, un transporte púbico ineficiente y falta de inversión para mejorar las vías. Hemos llegado al punto de generar ciudades alrededor del automóvil; por eso, no tiene caso seguir haciendo distribuidores, segundos pisos y vías pagadas, necesitamos más camiones, camionetas y coches compartidos en vías alternas, y que las empresas jóvenes ofrezcamos alternativas diferentes y mejores, y, en un futuro, más masivas. En los próximos 15 años lo lograremos, según nuestros estudios, estamos viviendo la revolución digital con base en tres pilares: comunicaciones, energía y transporte.

¿Pretenden crecer hacia los transportes masivos?

No te digo que Cabify vaya a querer tener su propio metro, pero sí un transporte más masivo, estilo shuttle. Ya existe Urbvan que va de Santa Fe a Taxqueña y Polanco en la CDMX. Mientras la industria privada pueda ofrecer un servicio de mayor valor y calidad, todo mejorará. Se deben evitar los monopolios y las malas inversiones en transporte público, es delicado, porque el gobierno seguirá con su propio programa de transportes públicos, y veremos qué prefiere el usuario. Querrá lo más seguro, limpio, rápido y cómodo.

¿Los autos eléctricos no son aliados, en este tenor?

La movilidad compartida reduce la flota de movilidad particular, pero también de eficiencia. Cabify lanza categorías eléctricas, pero gasta mucha energía que viene de una planta de ciclo combinado de carbón, contamina igual que un coche normal. La autonomía de los coches eléctricos es baja, pasas mucho tiempo cargándolo y son caros; en México no tenemos suficiente infraestructura de recarga. Nosotros hicimos una alianza piloto con Twizy de Renault y fue un gran ejercicio.

¿Qué opinas del Hyperloop One, este transporte privado que pretende viajar a velocidad del sonido por ocho ciudades de Reino Unido, India, Canadá, Estados Unidos, e incluso, México?

Me encanta la idea, en general, pero es de las propuestas con un “pero”… porque para elevar algo necesitas mucha potencia y esas ondas generan contaminación auditiva; si es eléctrico no lo hará, en inicio, pero cuando rompas con el viento harás estruendo. Por otro lado, hay que ser honestos: si en México no hemos sido capaces de tener ferrocarriles buenos, menos vamos a poder con algo como Hyperloop.

¿Cómo mejorarías la movilidad de la Ciudad de México?

¿No es muy utópico pensar que todo el mundo va a abandonar su auto por otras opciones más complejas?

Tener automóvil es del siglo pasado. Siempre existirá como pasatiempo, pero se deprecia, se descompone y gran parte del petróleo que se está agotando se usa como combustible de vehículos ligeros. El volumen de automóviles ha provocado que las comunidades se adapten a eso. Si logramos eliminar la pertenencia del vehículo podremos tener mejor calidad de vida y una economía enfocada en las experiencias y no en la acumulación de bienes.

¿Cómo vislumbras la movilidad en diez años?

El auto autónomo o volador va a existir muy pronto, vas a poder pasar un semáforo a 300 km/h; cambiará el sistema de movilidad porque se modificará la tecnología y el diseño, eso provocará una revolución del transporte. Ésa será la mejor propuesta de valor de la industria automotriz: un helicóptero cruza la Ciudad de México en nueve minutos. Nosotros tuvimos ese servicio, pero la SST lo canceló.

Empezaría por acercar los centros de trabajo a las zonas de vivienda. Anteriormente existían ciudades urbi como las casas Geo, que eran una locura, porque era poner a la gente más lejos de todo. Santa Fe es uno de los peores ejemplos de esto, un centro financiero en el que no puedas ir a la farmacia porque no hay banquetas. Hoy, la gente se está acercando al centro, y es ahí donde hay que acabar con las vialidades y los estacionamientos masivos. No estás pagando por el impacto social de una persona que vive en Ecatepec y tiene que trabajar en el centro. ¿Quién paga las vialidades? La gente con sus impuestos, gente que trabaja en el centro y vive en Ecatepec.

¿Qué sigue para lograrlo?

Los emprendedores necesitamos dar soluciones a la gente que depende del coche. La clase bancarizada y una parte de la clase media es lo que alcanzamos ahora y eventualmente llegaremos a todos. La tecnología digital nos ayudará , pero está en una fase inicial, falta mucho por lograr en logísticas apoyadas por la digitalización y la robótica. Para allá vamos.

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