PASIÓN EN EL DESARROLLO Y PRÁCTICA DE LA CONTADURÍA PÚBLICA

por Francisco Javier De la Herrán Rivas

La labor de los contadores públicos requiere de minuciosidad, honestidad, actualización y responsabilidad social, por ello es crucial que la pasión sea el motor que potencie el trabajo y lleve a buen puerto los esfuerzos realizados.

La pasión es un elemento básico para llevar a cabo con ética la profesión contable, con cuidado y con diligencia profesional hacia los usuarios de la información financiera, sobre todo, en la era del desarrollo tecnológico. En la actualidad, los contadores somos los médicos financieros y no los tenedores de libros contables, como sucedía en el pasado.

El Contador Público debe ser un profesionista pensante, apasionado por el desarrollo de su profesión y capaz de apoyar al empresario en la toma de las mejores decisiones. Los contadores sabemos de antemano que el desarrollo de las tecnologías digitales representa un reto que debemos manejar con esmero, pasión y diligencia profesional, como una herramienta de apoyo para comunicar los resultados a los usuarios, pero, jamás como sustituto de la práctica profesional. Aprovecharlas de manera óptima y eficaz para solucionar las necesidades financieras y de negocios de los usuarios de la información financiera en forma oportuna.

Siempre será insustituible la función y utilidad que los Contadores Públicos designen a cada situación; es un compromiso adquirido lograr combinar las tecnologías, sus herramientas y la toma de decisiones que sólo la práctica profesional les ha otorgado.

El Contador Público tradicional se ha extinguido, pero ha surgido un nuevo profesionista perfeccionado, con más y mejores herramientas para el desarrollo y práctica de su profesión. Las universidades e institutos que imparten la profesión deben capacitar sobre el desarrollo y utilización de las Tecnologías de la Información (TIC) con el fin de fortalecer las cualidades que hacen del Contador Público un asesor integral de los negocios.

Mantenerse actualizado no sólo implica estudiar temas técnicos de normatividad financiera o de carácter fiscal sino también actualizarse en las TIC para llegar a una práctica adecuada y profesional, así como una mejor automatización y optimización de los procesos, ya que son el presente y futuro de los negocios.

Es necesario acudir a la pasión en la implementación, desarrollo y vigilancia del control interno con sentido humano y social. El proceso administrativo incluye las etapas de organizar, planear, dirigir y controlar. El control es un elemento importante para asegurar el cumplimiento cabal de los objetivos de una negociación en una adecuada planeación, además de vigilar que se atiendan los requerimientos de los diferentes grupos de interés con los que interactúa una organización y que contribuyen al éxito de la misma organización. La relación y el bien actuar entre los líderes y colaboradores de una organización repercute de manera positiva en toda sociedad.

Las entidades se convierten en formadoras de una cultura organizacional para todos sus líderes y colaboradores mediante valores, códigos de ética y prácticas cotidianas. De esta forma, influyen de manera directa en la vida de los clientes, proveedores, beneficiarios y grupos de colaboradores que laboran e interactúan con ella.

El orden y la disciplina son conceptos útiles para llevar el control de toda una buena organización, ya que todo aquello que no se controla y se supervisa, se desgasta. El órgano de gobierno de toda organización pública o privada debe establecer un proceso de control interno para proveer de una seguridad razonable en cuanto a cumplir con los objetivos relacionados con las operaciones, así como con el reporte COSO o COCO, que se integra por los cinco componentes siguientes: l Medio ambiente de control l Evaluación de riesgos l Actividades de control l Información y comunicación l Monitoreo

Código de ética profesional

En el desarrollo de nuestra profesión nos encontramos con amenazas que dificultan nuestra actuación profesional, por ello, la Comisión de Ética Profesional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos emitió un Código de Actuación del Contador Público1 en el que se establecen las normas éticas mínimas que deben observar los Contadores Públicos, en el cumplimiento de su responsabilidad. En dicho código se mencionan cinco principios fundamentales :

Integridad : El Contador Público debe ser leal, veraz y honrado en todas las relaciones profesionales y de negocios que realiza de manera independiente o subordinada.

Objetividad: El Contador Público debe evitar prejuicios, conflictos de interés o influencia indebida de terceros que afecten el juicio profesional o de negocios.

Diligencia y competencia profesionales: El Contador Público debe mantener el conocimiento profesional y las habilidades que aseguren que el cliente o la entidad para la que trabaja, reciban servicios profesionales competentes basados en los últimos avances de la práctica, la legislación y las técnicas. Además, debe actuar con diligencia y conforme a las normas técnicas y profesionales aplicables.

Confidencialidad : El Contador Público debe respetar la confidencialidad de la información obtenida y, por lo tanto, no revelar dicha información a terceros sin la autorización apropiada y específica, ni usar la información para provecho personal o de terceros.

Comportamiento profesional : El Contador Público debe cumplir con las leyes y regulaciones relevantes y evitar cualquier acción que desacredite a la profesión.

El Contador Público requiere que verdaderamente le apasione la práctica profesional de su profesión, tanto en el área financiera y administrativa, como en la fiscal o en la docencia, ya que implica una gran responsabilidad social y profesional. Debe prepararse de forma continua y afrontar los retos que la misma profesión le presenta, cuidando en todo momento, cumplir con los principios fundamentales que nuestro Código de Ética Profesional indica.

Francisco Javier De la Herrán Rivas es Contador P úblico certificado, ingeniero en desarrollo de software y cuenta con una Maestr í a en derecho fiscal y en administración, además de ser catedrático de la Escuela de negocios de Universidad Humanitas campus Tijuana.