UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE EN PERÚ

por Vanessa Neria López

Alumnos de Universidad Humanitas campus Del Valle visitaron Perú. Esta crónica hace un recuento de distintos momentos inolvidables de dicho viaje cultural.

Esta aventura comenzó el 16 de septiembre en el Aeropuerto de la Ciudad de México. En Lima pasaríamos una noche y, al día siguiente, abordaríamos otro vuelo hacia Cusco.

Ya en Cusco nos dirigimos al hotel, donde nos recibieron con un delicioso mate popular de la región. Nuestra primera parada fue en la catedral, en la que pudimos apreciar los cuadros de la memorable escuela cusqueña, además de algunas piezas hechas de oro y plata, y continuamos el recorrido hasta Coricancha, el Templo del Sol, “por cascos y espadas profanada”, según los versos de la Negra Rodríguez.

Posteriormente, visitamos el complejo arqueológico de Sacsayhuamán, restos de un recinto sagrado inca. Nos dirigimos a Puca Pucara, donde se controlaba la entrada a la ciudad, y de ahí, visitamos los canales y las fuentes de Tambomachay. Por último, conocimos Qenqo, la cueva semicerrada con figuras esculpidas sobre la piedra.

Al otro día nuestra travesía comenzó muy temprano porque tomamos el tren a Machu Picchu. La vista fue realmente hermosa, conocimos la grandeza de un lugar único cuya arquitectura se agacha para tocar las nubes.

Al día siguiente salimos hacia las salineras de Maras y sus impresionantes calderas, para después vivir una experiencia extrema, al conducir cuatrimotos por caminos entre montañas para llegar a Moray, un recinto arqueológico circular donde los incas practicaban la agricultura.

Nuestra última hazaña fue en la Montaña de Siete Colores, cuyos paisajes magníficos se levantan a más de 5100 metros sobre el nivel del mar.

El viaje a Cusco fue una de las mejores experiencias de mi vida: la deliciosa gastronomía cusqueña, la calidez de la gente, los hermosos paisajes, la organización y el apoyo de los coordinadores de Universidad Humanitas convirtieron este viaje en algo difícil de olvidar.