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LAS NUEVAS DEPENDENCIAS DEL ESTADO MEXICANO

por José Antonio Pérez Casas

El Derecho Positivo Mexicano ha evolucionado en función de las nuevas necesidades sociales. Ante este panorama es importante exigir a nuestros gobernantes e instituciones un liderazgo basado en el espíritu de servicio para garantizar la paz pública.

Desde las aguas apacibles del Mar de Cortés, un ecosistema inigualable en otra parte del mundo, hasta aquella región donde aún permanecen de pie los herederos de la cultura maya; de igual forma desde el heroico puerto de Veracruz, hasta la arena que cubre la playa de las Islas Marieta en el estado de Nayarit, así vemos descrita la tierra mestiza que fuera nombrada el ombligo de la luna, que con vasta naturaleza engalana las cordilleras que resguardan la flora y la fauna que sólo puede admirarse en nuestro amado México.

Sin lugar a dudas, desde la primera Constitución Política del México independiente de 1824, se ha modificado la legislación federal, estatal y municipal, en busca de satisfacer las necesidades de la población, mediante leyes en materias civil, mercantil, penal, administrativa y fiscal, entre otras.

En el Derecho Positivo Mexicano, hemos visto una evolución desde que Guadalupe Victoria dirigiera las riendas de una nación recién independizada hasta nuestros días, en un siglo XXI donde las circunstancias han cambiado y las necesidades se modifican ante los cambios electrónicos, ambientales, sociales, culturales y de pensamiento en la sociedad mexicana.

En eso estriba la ardua labor que tiene cada presidente entrante, mediante el Plan Nacional de Desarrollo, así como la Ley de Ingresos de la Federación y el Presupuesto de Egresos que cada año debe aprobarse. Es preciso recordar que conforme a lo dispuesto en el artículo 49 de la Constitución, el Supremo Poder de la Federación busca una adecuada comunión e interrelación entre los poderes, para cumplir con los fines que el Estado Mexicano debe procurar con base en la estructura jurídica y apegado a derecho. Por ello, la palabra “liderazgo” juega un papel imprescindible en los dirigentes que buscan contagiar del espíritu de servicio al personal que depende de ellos. Para esto se debe contar con un andamiaje debidamente estructurado, desde la Constitución y los decretos y circulares que provienen de dependencias históricas como la SEP o la SEDENA, hasta las instituciones de reciente creación, como el IFETEL o la COFECE.

Por ello, las instituciones del Estado mexicano deben gozar de personalidad jurídica y contar con un patrimonio previamente definido y regulado. El presupuesto debe proyectarse pensando en las atribuciones para las que fueron creadas, con personal debidamente capacitado e infraestructura adecuada para brindar un servicio de calidad y satisfacer las necesidades del gobernado.

De ahí la importancia de conocer la nueva estructura orgánica de nuestra nación, con la nueva

Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana y la Guardia Nacional o la reforzada Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano que entre sus funciones debe diseñar el Plan Nacional de Vivienda y regular la tenencia de las tierras en el país. De la misma forma, hay que descubrir el trabajo de la Secretaría de Cultura, dependencia encargada de promover las artes en escuelas, teatros y centros culturales en México.

Lo anterior se complementa por una institución legislativa que goza de presupuesto y atribuciones específicas en pro de un Estado de Derecho: la Auditoría Superior de la Federación dependiente de la Cámara de Diputados, encargada de vigilar e investigar los desvíos de fondos provenientes de la cuenta pública a destinos diversos y que, en muchas ocasiones, no son identificados. Para encontrar el debido engranaje estatal, el Poder Judicial de la Federación, con el Tribunal Electoral, busca impartir justicia en los comicios a nivel federal.

Lo anterior se complementa con la labor imprescindible de las instituciones, encaminadas a realizar diversas actividades en beneficio de la población, promoviendo principios básicos como la democracia, la justicia, la educación, la transparencia de información gubernamental y la igualdad, entre otras. Dichos organismos autónomos son la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Banco de México, el Instituto Federal Electoral, la Fiscalía General de la República y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

Las funciones de administración, el proceso legislativo e interpretación de las leyes se pueden desempeñar correctamente con instituciones modernas, ágiles, que generen confianza y busquen en todo momento la simplificación administrativa.

Esa es la función del Estado mexicano, y esto es lo que deseamos en todo momento, que las nuevas generaciones adquieran el mismo compromiso de los que lucharon por darnos libertad, para que con estudio y preparación se pueda adoptar una actitud de liderazgo que nos coloque en la cima más alta a nivel mundial.

José Antonio Pérez Casas es Licenciado en derecho con una Maestría en Alta dirección empresarial, director de Casas & Asociados y escritor del libro Y la luz se hizo…

Francisco Castro Leñero es un artista visual mexicano reconocido por su pintura, escultura y obra gráfica dentro del Expresionismo abstracto. La Galería de Arte Mexicano representa su obra. https://bit.ly/2QsNxGz

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