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EE.UU.yFilipinas, enejerciciosconjuntos

El conflicto entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido puede desestabilizar a todalaregiónydetonarunagran crisis que se haga notar durante años, así lo advirtió el martes el secretario general de la ONU, António Guterres.

"Contemplar una guerra prolongada y a gran escala es insoportable", dijo Guterres ante el Consejo de Seguridad, reunido para analizar la crisis en el país africano, que dura ya diez días y que, según Naciones Unidas, se ha cobrado ya la vida de 427 civiles ycausadoheridasa3mil700,en un cálculo conservador.

Sudán, recordó el portugués, tieneunalocalizaciónespecialmente compleja,confronterasconsiete países que enla última década han sufrido conflictos o serios disturbios civiles y es la puerta de entradaalSahel,unadelasregionesmás inestables del mundo y que vive una gravecrisis humanitaria.

"La pausa no ha sido completamente respetada,con ataques contra bases, intentos de ganar terreno, ataques aéreos y explosiones en distintas áreas de la capital", dijo el representante de la ONU en el país, Volker Perthes, al Consejo de Seguridad.

Perthes detalló que estuvo en contacto con los dos generales enfrentados: el jefe del ejército Abdel Fatah al Burhan y su antiguo aliado, Mohamed Hamdan Daglo, al frente de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido.

Además, unos 700 empleados de la ONU, embajadas y de organizaciones internacionales "fueron evacuados hacia Puerto Sudán", una ciudad a orillas del mar Rojo,indicó Naciones Unidas.

La Agenciade la ONU para los Refugiadosestimó quehasta 270 mil personas podrían huir a Chad y Sudán del Sur.

Quienes no consiguen huir del fuego cruzado intentan sobrevivir sin suministro de agua ni electricidad, con escasez de comida y cortes de internet y de teléfono.

AGENCIAS

Los ejércitos de Filipinas y Estados Unidos hundieron ayer miércoles un barco en desuso en el mar de China Meridional como parte de sus ejercicios militares conjuntos, cercano a un arrecife coralino que China invadió en 2012 en aguas territoriales filipinas, en una maniobra que pretende disuadir a Beijing de su agresividad en estas disputadas aguas, según los expertos.

"Alrededor de mil 400 marines, soldados, y guardacostas de ambos países participaron en la maniobra, que consistió en detectar, identificar, apuntar y atacar un buque utilizando diversos sistemas de armas terrestres y aéreos", publicaron los ejércitos de Estados Unidos y Filipinas en un comunicado.

Sinembargo,el régimen de XiJinping reclama por "razoneshistóricas"casilatotalidaddelmardeChinaMeridional,creandoun contencioso soberanista con Filipinas, Vietnam, Brunéi y otros países de la región. "El entrenamiento representó una demostración tangibledelcompromisodeambospaísesdereforzarlascapacidades militares y deinteroperatividad para afrontar los retos comunes actuales de seguridad", añadieron los ejércitos en el comunicado, en un claro mensaje disuasorio dirigido a China,según los expertos.

ElpresidentedeFilipinas,FerdinandMarcosJr.,asistióalejercicio en una rara aparición en este tipo de ensayos conjuntos, que no suele contar la presencia del jefe de Estado filipino.

Por otrolado, Beijing se opone de manera tajante al nuevo acuerdo militarentre Estados UnidosyFilipinas,anunciadoelpasado 3deabril y por el que las tropas estadounidenses tendrán acceso a cuatro nuevas bases en suelo unadeellasa unos 400 kilómetros de Taiwán, isla autogobernada que el régimen chino no descarta in vadir y que Washington en principio defendería, y otra próxima a lasislasdisputadas en el archipiélagoSpratly.

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