Ejemplos de performance con actividades

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UN PRIMER ACERCAMIENTO A LA PERFORMANCE. Actividades sobre crónicas aparecidas en PERFORMANCELOGÍA.

Antonio Martín Flores La Poesía Visual en el Aula de Filosofía Proyecto aprobado por la Dirección General de Innovación Educativa de la Consejería de Educación de Andalucía (Convocatoria 2013/2014). http://pvenelauladefilosofia.jimdo.com


Performancelogía es un proyecto dedicado a la Recopilación, Publicación, Difusión e Intercambio de Documentación sobre Arte de Performance y Performancistas. Desde el 2006, ofrecen este espacio como un Archivo Virtual de Documentación con todo tipo de documentación sobre Arte de Performance, entendiendo documentación tanto a los registros fotográficos y en video de performances, como ensayos, textos teóricos, reseñas de eventos y anécdotas sobre esta disciplina. Todos estos materiales que aquí aparecen, pueden ser utilizados según las normas que aparecen en su blog, bajo la etiqueta siguiente:

El sitio donde está alojado todo el material siguiente y muchos más, es el siguiente: http://performancelogia.blogspot.com.es/ Nosotros los hemos utilizado simplemente para mostrar una realidad a nuestro alumnado: las performances existen, se hacen con una intencionalidad, y hay muchas personas interesadas en este tipo de manifestación artística. Para ello, el primer requisito es que el alumnado dedique un rato de lectura a estas crónicas y que después realice unas sencillas actividades que aparecen al final del documento.


LINA AYBAR O LA EXQUISITEZ HECHA MÁSCARA Jochi Muñoz Lina Aybar, una de las jóvenes artistas plásticas y del performance de República Dominicana, realizó su más reciente acción performática el pasado sábado 30 de junio del año en curso: + cara (máscara), presentada a las 18:00 en la calle El Conde, frente al Centro de Belleza Jeannette, establecimiento comercial que brinda servicios de salón de belleza y de expendio de productos del ramo.

Llegué al lugar indicado pasados unos 10 minutos de la hora de inicio, y de primera instancia creí que la actividad se había suspendido, ya que no alcanzaba a ver a la artista. De pronto, la divisé en plena actividad, justo frente a la vidriera de la tienda citada. Al principio nos lucía frágil; luego, remota, distante. Nos acercamos; ella realizaba el cotidiano acto de ponerse y quitarse pintura de labios, acción ésta que repetía una y otra y otra vez, y que extendió por espacio de una hora. Estaba sentada ante una pequeña mesa (a modo de cómoda), donde tenía el instrumental necesario para llevar a cabo su empresa: un espejo redondo con pedestal, dos caja de pañuelos desechables, y, por supuesto, un tubo de pintura labial rojo. Unos cuantos curiosos estaban parados observando, mientras un gran número de transeúntes le dispensaba una atónita mirada, sin detener su paso. A medida que transcurría el tiempo, más y más personas decidían pararse por un rato. Las reacciones de los presentes eran diversas, quedándose muchos de ellos en la lectura más primaria (el mero hecho de pintarse y despintarse), mientras otros se aventuraban a "interpretar" la acción según los referentes que poseían. Mas, ¿qué buscaba Lina Aybar al llevar a cabo semejante acción? Acción por lo demás que la exponía literalmente ante un grupo de personas desconocidas, y, así desprotegida como estaba, ser blanco de "alguna ocurrencia" de uno de los presentes. Tal pasó, cuando un par de jóvenes, casi al final del performance, quería interactuar con ella, deseando incluso tocarla. De igual modo la masa del público presente fue estrechando el círculo cada vez más, hasta quedar a pasos de distancia de la artista. Ella en todo momento mantuvo la concentración en su tarea.


Recordemos que, por lo general, Lina Aybar no realiza performances cuya acción o resultado final recae directamente sobre los otros o sobre el medio ambiente, sino, que ella es de esos artistas que consideran su cuerpo como la tabla donde ha de cincelarse la acción, para que, posteriormente, en el publico se produzca, ya por identificación ya por extrañamiento, la desazón reflexiva que toda obra de arte debe suscitar. Mencionemos el caso de Hecha tiras, pieza del año 2006, en la que la artista, vendada y descalza, recorrió varias calles de la ciudad colonial, mientras circulaba de mano en mano unas tijeras entre los que se acercaron a presenciar lo que ocurría, con la que se le fue cortando en jirones la ropa que llevaba puesta. No tuve la oportunidad de presenciar en persona esta obra, sino mediante la documentación fotográfica que me facilitara la curadora Clara Caminero, y ese estado de degradación a que se somete a la mujer (más aún, al ser humano) quedó patente en esas imágenes.


Volviendo a la pieza que en esta ocasión nos toca comentar, +cara, señalamos anteriormente que cuando alcanzamos a ver Lina a nuestra llegada, ella nos lucía frágil. Resulta que su constitución física menuda, nos proyectó a una mujer delicada realizando el ritual cotidiano de pintarse los labios, acción que, por lo general, pasa inadvertida, ya que se da por sentado que es algo natural que toda mujer realice. Pero, como en el caso del presente performance, cuando esa acción se realiza sin solución de continuidad, la cosa cambia, y se percibe como algo extraño, ajeno, fuera de lo esperado. Lo que vemos es un grotesco de esa imagen de femineidad que la sociedad espera de cada mujer. Lo que es un acto "natural" que se lleva a cabo diariamente por imperativo social, es transgredido por la artista en su pieza. La aparente fragilidad de la artista se hacía polvo, presentándosenos, entonces, como un ser con determinación para, sin estridencias ningunas, echar abajo las exigencias sociales que, a su parecer, le parecían banales.


Lo que dijimos también de que Lina Aybar nos parecía distante, remota, es debido, justamente, al nivel de concentración y manejo de la energía que precisaba para la ejecución de este performance, ya que en el mismo tenía que resaltar, subrayar el acto de ponerse y quitarse (con sumo cuidado) el lápiz labial, sin permitirse que nada la distrajese de su tarea. Un voto de reconocimiento a la artista, ya que en ningún momento se dejó perturbar, demostrando su profesionalismo en la disciplina. No en balde ha asimilado las experiencias de sus trabajos anteriores, en los que, al igual que en el que comentamos, ha sido vulnerable al acoso de alguien. Ella ha sabido sortear inteligentemente los escollos que se les han presentado, curtiéndose así en el oficio, como nos lo demuestra en esta exquisita pieza: + cara. Quedamos a la espera de otras +.


SOBRE EL PERFORMANCE "EL ABRAZO".

Orlando Alcántara Fernández (Cristorly) El 16 de abril a las 7 de la noche en el Parque Central justo en frente de la puerta principal de Pollo Rey, frente a la estatua de Colón, Sayuri Guzmán y Fermín Ceballos escenificaron El Abrazo, performance que se inició a una cuadra de allí cuando ambos realizaron el ritual de la búsqueda, de ir uno en pos del otro, hasta encontrarse en el centro de sus caminos. Fermín y Sayuri se abrazaron y permanecieron en la posición del abrazo durante 4 horas y 40 minutos, quizás en honor al Grupo 4-40 de Juan Luis Guerra. ¡Quién sabe! Así como el 4-40 es la afinación perfecta, del mismo modo las 4 horas y los 40 minutos de este abrazo fue un evento perfecto. La transferencia de energía siempre fue la adecuada. Los espectadores también se hicieron partícipes del trance y del éxtasis en cualquier momento de este performance. Uno nunca sabe. Catarsis y sinergia se dieron la mano.


Sayuri y Fermín permanecían abrazados incólumes uno al otro, evocando al "Libro de los Abrazos" de Eduardo Galeano y a la experiencia similar tendidos en la cama y abiertos al público de parte de Yoko Ono y John Lennon, vestidos de modo similar, en blanco, si mal no recuerdo. Y así, vestidos de blanco, Sayuri y Fermín se entregaron a su abrazo. Intensidad y extensión fueron la trascendencia y la permanencia buscada en todo acto memorable.

Los circunstantes hacían toda clase de comentarios. Los jevitos del banco cercano también intentaron hacer arte mediante sus abrazos sexuales, pero no lo lograron. Güigni se la pasaba explicando lo que es un performance y yo le decía que no matara la poesía explicándola. La madre de Sayuri en un banco a cierta distancia junto a Anny Concepción disfrutaba del performance de su hija. El fotógrafo Chelo vino esta noche sin su cámara. Antes Luis Reyes Guzmán tiró muchas fotos, pero no pudo quedarse hasta el final. Jorge N. Güigni fue el fotógrafo que se vistió de gloria al tomar las fotos últimas. Mis sobrinos y mi hermana Belkis fueron además testigos de ese instante en que se terminó el abrazo. José Luis Fersola no pudo estar presente, pues antes se había ausentado. Y cabe destacar los aportes de José Luis en la realización de este artículo sobre los performances. Su agudeza intelectual me dio dos o tres ideas que ahora forman parte de este texto. ¡Gracias, Fersola! Edwin Castillo y Michael Nina tampoco estaban aquí, aunque estuvieron en la noche inaugural.


De todos modos, este abrazo nos conmovió a todos. Tanto a los ingenuos como a los despabilados. Fue un gesto que se perpetuó por 4 horas y 40 minutos para hacer de la fraternidad humana un acto de solidaridad y hermandad inigualables, pues este abrazo no tenía connotaciones sexuales de modo explícito, pero sí tenía mucho de humanidad, de sensibilidad, de entrega al otro en un abrazo enorme, infinito. Tanto Fermín como Sayuri debieron compenetrar a fondo sus energías para mantener ese abrazo por tanto tiempo tomando en cuenta el caluroso clima.

El parque ya no es el mismo. Hasta yo he cambiado. El abrazo fue prístino, puro, inmaculado y sempiterno. El abrazo no fue ni de Sayuri Guzmán, ni de Fermín Ceballos. El abrazo fue subrepticiamente tuyo y mío. Orlando Alcántara Fernández (Cristorly) Texto publicado en: http://espanol.groups.yahoo.com/group/cristorly/message/22


ME CONVERTÍ EN MÍSS O LA CONSTRUCCIÓN DEL CUERPO SOCIAL Clara Caminero K. Es indiscutible el poder que ejercen los medios y el mercado sobre nuestras vidas. Un aspecto rotundo donde más se percibe esta carga es en la revalorización de los modelos corporales en detrimento de aquello que no se ajuste a los esquemas planteados por la publicidad, el mundo de la moda y los concursos de belleza llevando a equiparar erróneamente estos cánones con el éxito emocional, profesional y social.

Aunque estos clichés corporales afectan a hombres y a mujeres es indiscutible que, por la misma estructura de la sociedad, ha sido el cuerpo femenino el principal objeto de esas concepciones del mercado y por tanto la mujer la que sufre la presión social de asimilar estos modelos y expresiones e intentar parecerse a ellos en ese erróneo y confuso concepto de la proyección, y realización personal utilizando el cuerpo como plataforma.


La diversidad racial y su manifestación física (cuerpo, ojos, pelo, nariz, etc) se han visto reducidas a patrones físicos y de conducta impuestos. En este caso hablaremos de los patrones establecidos por los certámenes de belleza, que hoy, en algunos países, son verdaderas industrias para producir misses. Es el caso archiconocido de Venezuela, donde la industria de la belleza le ha regalado, a la hoy República Bolivariana de Venezuela, 4 reinas, en el más importante de estos eventos: Miss Universo.


Es en Venezuela y, coincidencialmente, próximo a la pasada celebración de Miss Venezuela, que se realizó el III Encuentro Mundial de Arte Corporal, celebrado del 7 al 16 de septiembre, y donde Sayuri Guzmán presentó la performance Me convertí en Míss, una acción en la que la artista nos plantea las implicaciones del hecho de que hoy en día se sustituye la humanidad por la apariencia. Este planteamiento lo vemos evidenciado en un primer encuentro con la construcción que Sayuri hace de la palabra Mí-ss, un juego con la palabra donde hace referencia al yo, al ser y a ese producto bello que es la miss.

Me convertí en Míss, es una acción que alude a toda la parafernalia ficticia de una sociedad donde la mujer del César estaría feliz, ya que no necesitaría ser, pues el parecer es la meta. Es sabido por todos, que la gran mayoría de estas bellezas perfectas son sometidas a “arreglos”, por decirlo de alguna manera, que las acerque a esos parámetros físicos necesarios para clasificar como finalistas en la competencia por la preciada banda que acreditará a una de ellas como la mujer mas bella del u n i v e r s o.


Pero aunque la acción de Sayuri toma como ejemplo el caso de las misses, el cuestionamiento va más allá de la pasarela donde la mujer se exhibe, voluntaria y orgullosamente, como una muñeca. Aquí se habla de la inconformidad de lo que realmente somos, de que la sociedad consumista a la que pertenecemos vende una imagen que hay que lograr para ser aceptados, para hacernos notar y validar en un mundo plagado de convenciones falsas, porque la belleza y la juventud tienen fecha de vencimiento.

Hablamos de cómo lo falso pasa a ser aceptado como verdad, hablamos del hecho de que una mujer se sienta ante un espejo a construir un cosa que ella no es, para parecer lo que los demás quieren ver. Hablamos de que en esta competencia, en la que vivimos todos, mucha gente se pierde para convertirse en un articulo, veamos a la míss como una alusión a la mujer y me voy más allá, veamos a la miss como una alusión a todos, que de alguna manera hemos sido y somos participe de la farsa.


Para lograr todo esto Sayuri acude a un asesor de imagen quien le sugiere aquellos aspectos que debe mejorar, pues su real apariencia física necesita ser reforzada para llenar los parámetros establecidos para las misses. Hay pues que cambiar el largo y el color del pelo, una dieta estricta, por supuesto, levantar las cejas, respingar la nariz, una faja modeladora que enfatice las curvas, uñas postizas, zapatos de tacón, siempre en minifalda, cubrir las piernas con un spray que da la sensación de un bronceado eterno, horas de caminata por la pasarela, corrector de postura, maquillaje, ropa de color adecuado, un super brasier que realce sus atributos, ensayar como saludar y como sonreír.


Horas invertidas para la construcción de un producto, que en el mundo real se traduce en mujeres frustradas por no conseguir el ideal de la belleza estandardizada de la super modelo o de la miss, que se enferman con dietas rígidas, muertes por cirugías realizadas irresponsablemente, rostros deformados por el uso indebido de implantes… Otro aspecto en esta industria es la costosa inversión en la compra compulsiva de aditamentos en pos de una belleza instantánea, (extensiones de pelo, uñas postizas, new nouse, fajas) en fin, el consumo loco y desmedido para rendir culto a la apariencia que suele convertirse en un duro desafío.


Sayuri llega al escenario, convertida en Míss, el porte erguido, el maquillaje, el peinado, la gente la aplaude en su caminata hasta el final del escenario donde un tocador con espejo la espera. Sayuri empieza su ritual: Se quita el maquillaje que cubre su rostro, se quita los largos y brillantes aretes. Se retira las extensiones del pelo y los palitos que lleva en la nariz, para que se vea más recta, y las uñas postizas que estilizan sus manos. Se descalza. Se quita el vestido largo y la faja también. Sayuri queda desnuda mostrando su verdadera apariencia no perfecta. En un cajón del tocador están sus sandalias, sus jeans, la blusa ligera. Sayuri se viste y vuelve a ser ella para, con esa acción, dar una respuesta desde su interioridad dejando al margen la representación ideal y la frustración del propio cuerpo. Cabe aclarar que en esta performance no percibimos una crítica al hecho de verse y sentirse bien o hermoso, lo que percibimos es un rechazo a la opresión que se ejerce socialmente, en ciertos medios, a fin de lograr esos objetivos. Sabemos que lo que se critica es esa exaltación y culto a una belleza mercantilista y caprichosa que nos convierte en títeres y seres verdaderamente infelices al olvidarnos que somos más que tela y maquillaje


ACTIVIDADES. • Analiza cómo se ha usado el cuerpo en cada una de las perfomances que aparecen en las crónicas. • Describe los recursos materiales que se ha necesitado en cada una de las performances anteriores (escenarios y objetos incluidos). • Establece la finalidad, según tu criterio, que se buscaba con cada una de las acciones. ¿Crees qué han conseguido lo que buscaban? • Extrae de los artículos fragmentos en los que se demuestre la validez de las perfomances como actividad artística. • ¿Qué performance te ha parecido más interesante desde un punto de vista artístico? Justifica tu posición con textos de los artículos. • ¿Cuál te ha parecido que puede ser la más crítica con la sociedad? Justifica tu respuesta partiendo de algunas de las palabras de los cronistas. • ¿Cuál de ellas te parece más poética? Razona tu respuesta. • Intenta definir qué es para ti una performance a partir de lo visto y leído en las crónicas. • Visita PERFOMANCELOGIA (http://performancelogia.blogspot.com) y busca en ella algún vídeo o imágenes de otras performances que te llamen la atención. Explica tu elección.


UN PRIMER ACERCAMIENTO A LA PERFORMANCE. Actividades sobre crónicas aparecidas en PERFORMANCELOGÍA.

Antonio Martín Flores La Poesía Visual en el Aula de Filosofía Proyecto aprobado por la Dirección General de Innovación Educativa de la Consejería de Educación de Andalucía (Convocatoria 2013/2014). http://pvenelauladefilosofia.jimdo.com


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