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actividades complementarias de diseño de interiores
Posgrado Diseño de Interiores 2020-21
Presentación
El posgrado en Diseño de Interiores trabaja la interioridad del espacio arquitectónico, que es todo aquello que queda detrás de lo urbano y la arquitectura. A diferencia de la arquitectura, el interiorismo se modifica a una velocidad y a un ritmo mucho más rápidos que cualquier otro proceso. Cambio de usos, cambio de comportamientos, cambio de necesidades y requerimientos hacen que espacios pensados de una manera, para un uso y un tiempo concretos sean modificados por las nuevas necesidades. En el programa del curso, hablamos de construir sobre lo construido, en lugar de destruir. El diseño de interiores no destruye la arquitectura, sino que la reconstruye desde otra óptica mucho más vital, más visceral.
El curso tiene una motivación fundamental que tal vez no es exclusiva de esta época, sino que siempre ha existido. Actualmente, se está produciendo un proceso de transformación en la composición social de las relaciones entre las personas, que se han acelerado respecto a las últimas décadas, y eran impensables pocos años atrás. Las personas ocupan un lugar diferente al que habían ocupado hasta ahora. En la sociedad siempre han estado integradas a un modelo de familia, de trabajo... Nunca habían aparecido tantos artículos sobre los mal llamados singles, personas solas que, a través de la propia evolución social y los cambios que se han producido, cuentan con recursos, tienen capacidad de cambio y de transformación y, por lo tanto, también plantean con más claridad sus necesidades. Ya no les sirve la manera de vivir o de trabajar estándar, ahora demandan otras cosas.
En el posgrado trabajamos un concepto muy importante: el hecho de que el interiorismo opera sobre el espacio que será habitado por otra persona, que es quien en última instancia se tendrá que apropiar del espacio. Damos los instrumentos necesarios para poder entender hasta dónde tiene que llegar el diseñador de interiores con el fin de dejar margen para que la otra persona concrete su lugar. Esto rompe totalmente la idea que ha habido hasta ahora sobre el decorador y el interiorista, que lo dejaban todo acabado según su manera de hacer.
En ese sentido, también hablamos del concepto de la modestia en el oficio, de saber detenerse donde corresponde. Hay más humanización. Durante gran parte del curso trabajamos sobre la percepción y la sensibilización, dos aspectos que se deben tener en cuenta para aprender a escuchar y respetar las opiniones de los demás. Y es que en el diseño de interiores nada está acabado, los cambios finales vendrán con la apropiación real del espacio.
Arnaldo Basadonna Andújar Director