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PARQUE PORCINO SIN SALIDA
PARQUE PORCINO SIN SALIDA
Un pueblo que no cuenta con agua potable hace más de 50 años para sus habitantes, la mayoría dedicados a la crianza ilegal de cerdos. Ellos no son dueños de sus viviendas y sufren la dejadez de las autoridades que han prometido ayudarlos.
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Escriben: Yessenia Ayvar, Alexandra Bardales, Ludwing Romero y Nicolas Rosales
Un terreno eriazo de pistas sin asfalto, casitas construidas con material noble y madera reciclada. Así es Parque Porcino: un centro poblado en la rivera del Río Chillón que vive a su suerte en el distrito de Ventanilla. Este lugar de 22 asentamientos humanos (AAHH) y aproximadamente 5 mil criaderos ilegales de cerdos no cuenta con agua potable desde hace más de 50 años para sus habitantes. Y aunque solo se ubica a una hora en promedio de la capital, las autoridades no han podido hacer lo suficiente por ellos, debido a que en la zona existe un descontrolado tráfico ilegal de tierras.
El Río Chillón es su principal fuente de agua. Sin embargo, este río se ha convertido en un depósito de basura y, aun así, sus contaminadas aguas son bombeadas desde un pozo de 120 metros de profundidad, favoreciendo solo a los hogares de 500 familias, a dos colegios, un centro de salud y al único centro policial de la zona. impuestos de Claro, pagan por metro cúbico de agua S/.2. Sin embargo, el resto de personas como él, que cuenta con una infraestructura antigua, deficiente e incompleta, deben pagar el triple por las nocivas aguas de pozo y solo pueden acceder a este de 7:30 a 1:00 pm.
“Encima le tenemos que pagar a un tal Manuel Chávez. Él hace y deshace. Ahora nos han cortado el agua, porque la gente no paga”.
A Rafael, como a los otros pobladores, les abastece el agua Manuel Chávez. Este hombre hoy enfrenta juicios por la apropiación del pozo donado a la comunidad en los años 70, cuando el proyecto recién nacía con la Reforma Agraria durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado. ¿Por qué Manuel Chávez provee el agua? Porque él es dueño del motor que impulsa ese líquido desde el fondo del pozo.
Necesitan apoyo. No solo se trata de criaderos de chanchos, sino que también de vidas humanas.
Poder concentrado. Manuel Chávez es el responsable de la distribución del agua en Parque Porcino.
El SEÑOR DEL AGUa De estatura promedio, contextura delgada y cabello gris por los 78 años de edad que lleva, Chávez vive en la avenida principal con toda su familia, quienes pese a tantas amenazas de muerte y enfrentamientos que ha recibido siguen apoyándolo para que no deje el cargo. “Aquí el agua es buena, ya se la está tratando desde el 2014”,es lo que dice Chávez intentando ser optimista cuando Punto Seguido fue a buscarlo. Sin embargo, la realidad es otra. “¿Ustedes creen que me estoy enriqueciendo con esto? Miren mi casa, pasen si quieren”.
Manuel es dueño del motor que impulsa esa agua a 500 familias por tuberías y a 1200 familias por medio de camiones cisternas. Por eso, se ha ganado el nombre del “Aguatero de Parque Porcino”. Existen algunos más, pero él es el que lleva el agua a más lugares en el territorio.
Cansado de no tener agua en casa y de las constantes peleas de las directivas de Parque Porcino, Chávez decidió tomar el toro por las astas. En 2006 creó la “Asociación Autogestionario de Servicios de Agua Pecuaria Parque Porcino” para abastecer a tan solo 7 sectores de los 22 en la zona. No a más, ya que solo existen tuberías ya predispuestas. Sin embargo, con cisternas lleva el agua a otros 7 sectores con ayuda de sus yernos. El asunto es que no cuenta con ninguna licencia de funcionamiento y aunque la tuviera no podría hacerse cargo del agua, porque con el recurso hídrico del país está prohibido lucrar. Según la ley, la única entidad competente que puede administrar el agua es Sedapal.
“Las autoridades nos han dejado a que nos arreglemos como podamos. Y después, cuando empezamos a operar la bomba, amenazaron con hacernos juicio. Y, por otro lado, la gente de la zona se queja porque tiene que pagar el agua. Para todo denuncian, que estamos usurpando, que nos estamos llenando de plata”.
Teresa Rivas es técnica de enfermería, lleva 13 años trabajando en el Ministerio de Salud y es actual trabajadora del único centro médico de la zona. Los biólogos de ese hospital miden mensualmente el grado de potabilidad del agua, y aunque estas cifras no son las mejores, lo dejan pasar porque la comunidad solo cuenta con ese reservorio. Pese a ello, el único tratamiento que Chávez le da al agua del pozo es el cloro.
“Por darle trabajo a sus yernos, que tienen cisternas, nosotros estamos jodidos comprando agua”, sostiene una pobladora del lugar, madre de dos pequeños.
De todo Parque Porcino, el 51% se abastece de agua mediante cisternas u otros sistemas similares pues no poseen tuberías. Aquí también Manuel oferta el agua a las cisternas y estas a su vez las venden a los pobladores. Los yernos de Manuel son propietarios de algunas de ellas.
“Nosotros hemos verificado que el agua está con pescaditos. Y uno por necesidad tiene que consumirla, aunque tenemos que hervirla, a veces hasta tres veces”.
Según el reporte de la Dirección de Salud de Callao, ninguna cisterna cumple con las condiciones sanitarias aceptables. En el establecimiento médico de la zona, el doctor responsable manifestó que la segunda enfermedad más recurrente son los cólicos estomacales.
Fotografías Yessenia A.
Informalidad. Las condiciones deplorables y el desorden de Parque Porcino ajustan los intereses de su formalidad.
¿Y las autoridades? En Parque Porcino la burocracia ha impedido que se tomen acciones ante esta emergencia hídrica, debido a que es una zona industrial y no está destinada a la vivienda. Asimismo, este lugar le pertenece al Estado, por lo que casi todas las viviendas no cuentan con títulos de propiedad en regla. “Los dirigentes de Parque Porcino fueron a Sedapal. Y esta empresa señala que no se puede hacer mucho por la gran extensión de los lotes”, menciona Rafael Flores, porcicultor del Asentamiento Humano.
La municipalidad, en un intento por mejorar la situación, otorgó a algunos residentes títulos de propiedad temporales de cinco a diez años, los que pueden ser renovados. “Con la ordenanza Nº23- 2018 se cambió la zonificación de Ventanilla y Parque Porcino con lo que esta se convirtió en una zona residencial. Por eso hasta el año pasado no se tomaba acción”, señala José Pardo, encargado del Área de Desarrollo Urbano e Infraestructura de la municipalidad de Ventanilla. Sin embargo, producto de lo complicado que resultan los trámites, muchos pobladores no lo realizan. Desde hace cuatro meses, cientos de los criadores de Parque Porcino
reclaman a la municipalidad de Callao la derogatoria de la ordenanza 023- 2018 que cambia la zonificación de la zona agropecuaria a zona urbana. “Solo nos quieren dar títulos como zona urbana y realmente somos agropecuarios por más de 49 años. Hay muchos intereses para declarar Parque Porcino como zona urbana. Primero debieron venir a inspeccionar nuestras tierras para luego enviar una carta al Ministerio de Vivienda. Finalmente, llamar a los dirigentes y tampoco lo hicieron”, r eclama Gloria Quispe Principe, dirigente de los porcicultores.
Actualmente, no existe un proyecto en marcha que atienda las necesidades de los pobladores para que accedan a este importante recurso hídrico. Este es solo el comienzo de una lucha por hacer visible las necesidades de Parque Porcino que han sido relegadas desde hace más de 50 años. El desplazamiento continuo del control del pozo, la toma del mismo por un hombre que se beneficia con un bien público y, finalmente, la falta de apoyo de las entidades inspectoras son la razón de tanta sed, desorden y enfermedad en dicha zona.
¿Agua para todos? Lima en números
El Perú y el servicio de agua potable han sido palabras que jamás han ido de la mano. La falta de intervención del Estado y demás autoridades ha hecho perdurar el abandono en diferentes partes del país, en especial en las zonas menos favorecidas.
Carencia. Tan solo en Lima hay 2 millones de personas sin agua. De ellas, 65 mil son familias.
Foco. Existen zonas de emergencia alrededor de Lima, como la zona A de Zapallal, los asentamientos de Comas, Callao, Carabayllo e Independencia.
Brecha descomunal. La periferia de Lima lucha día a día contra la falta de agua.
Lima. Es la segunda capital en el mundo asentada en un desierto, pues solo llueve 9 milímetros al año. Es una de las ciudades más vulnerables en el mundo.
País. 9 millones de personas no tienen agua potable en el Perú y viven condicionados al servicio de cisternas.
Salud. Más de 15 enfermedades pueden ser provocadas por la falta de agua. De estas al menos 8 son mortales según la Unicef.
Abandono. Existen más de 65 asentamientos humanos en Lima sin sistema de alcantarillado.