Urbasa

Page 1



Joaquín Marta Sosa

URBASA


la poes铆a es una lucha por respirar Tadeus R贸zewicz


BREVEDAD DE LA LLUVIA


Las palabras fueron las primeras en crear la soledad Mark Strand


ESCRIBES Cerilla tenaz en medio de la noche fuego en el viento de cuyo tiempo y latido viven otros mundos apenas entrevistos en sus infatigables rotaciones los enigmas de este que habitamos no cesan de aturdirnos y engañar de mostrarse más allá del alcance de todos nuestros ojos frente a la enormidad de lo inexplicable la escritura insiste en el asombro de haber envejecido escribe junto a ti ¿qué otra cosa puede hacer?


PERENTORIO A medida que el tiempo engrosa en mis ojos su cuantĂ­a, en mis huesos, prefiero beberlo en tragos extendidos dispendiosos mientras menos tenga que sea mĂĄs tiempo el que me envuelva que me sirva otro manjar y ya nada me resulte perentorio ni yo mismo tan siquiera


LUGAR Tantas voces, son tantas, que incomprensibles se confunden altas, bajas murmurantes nada o poco dicen la edad las va arrasando desiertas desaparecen con idĂŠntico vacĂ­o sin nada entre las manos solitarias canto de un pĂĄjaro llamando a su pareja que no existe


COPA Y VINO La copa sola el vino desamparado Uno en el otro vino y copa juntos en la soledad de cada uno ni cuerpos que los unan ni sonidos los toman las manos y las bocas y convierten en mรกs irrevocable su aislamiento la soledad de dos tan juntos y en silencio


EL BESO El mar dispuesto a ahogarse entr贸 en el beso dispuesto a desaparecer all铆 irrumpi贸 entr贸 en el mar silencio y tiempo continuaron con sus viajes en el hambre insatisfecha del recuerdo frente al beso las palabras decidieron detenerse el hambre ansiosa del olvido no es saciable en la memoria


PUERTA Una más esta puerta a pesar del arte que revela cerrada impide el paso la visión abierta no conduce a sitio alguno los ojos sólo miran el vacío de la niebla las brumas opacas de la nada y en silencio esta puerta abre camino hacia sí misma


LA SILLA Inmóvil se contiene resignada En la tarde no aparece otro habitante la silla se eterniza muda cuánta vida sin dejarle ni una marca sólo ella está marcada por la última vez que vi a mi padre su última tarde nuestra conversación postrera luego desaparece todo lo acogido: ni siquiera un rastro deja en ella la nostalgia del pasado la silla, sin rastros, inocente silla y tarde se ofrecen a las vidas para no dejar ninguna huella


VENTANA Observa el tiempo Escribe el viaje del viento y de las voces su silencio Añora a cada uno que a su frágil lindero se asomó Allí está prueba inflexible de que eres poco más que tú encaminado a las manos de los dioses que despiadados cavan tu destino tú y ellos cenizas fatigadas ventana que ni siquiera al abrirse permite que se hablen o conozcan


EN LA CALLE Después de años, miles de años, sobre este asfalto quiero poner mis manos ¿qué manos? Su cuerpo seco quiero mirar otra vez con estos ojos ¿cuáles ojos? Después de centenares, miles de años sobre esta calle desvanecida en su destierro llegará mi deseo desde lugares tiempos que no puedo imaginar de tan remotos su vuelo tenue quisiera ver en ese entonces sobre esta calle cobrando vida inexistente invisible intocable


ESTA LLUVIA Cuando llueve piensas ¿llovió así en otra edad del mundo aún más áspera y distante? se multiplican las preguntas abundan las ganas de saber mientras de muy cerca observas este día tan lejano al mismo tiempo del todo nunca desaparecerán al menos en una brizna del recuerdo abrigada en algún cuerpo el mundo sobre si mismo da otra vuelta y en apariencia nada llueve otra vez en algún lugar sobre la nada o sus ausencias igual que llovió antes del tiempo y de la tierra esperando por nosotros desde entonces


MAR Por siglos ha permanecido allí infatigable en su paciencia y a su pesar o por su causa me interpela ¿acaso en él todo está dicho? ¿Comprender será de verdad nuestra tarea? ¿volveremos a su vientre en alguna estación que aún no desciframos y tampoco nos descifra? Si allí están las respuestas alhajas de un hundido y viejo barco puede que entonces hallemos las preguntas acaso después de todo entenderíamos: no hay preguntas ni respuestas lo que somos está en otros lugares donde ni fuimos ni seremos


EL SOL Se convirtió en una llamarada enorme, extensa y nunca eterna en ella se consume es su alimento en ella oscuridad cambia por luz entrega vida y recibe la muerte de sí mismo si en dicho fuego es definitiva la extinción y se consume el ocaso irreversible ¿nos disolveremos en nada y ya sin rastro? verlo no puedo salvo que no me importe la ceguera Si algún día lo sabemos saberlo ¿de qué nos servirá?


EN SILENCIO El bosque nos ofrece el verdor inmaculado El cauce está seco no es hora de las lluvias una puerta cerrada en el cuerpo de la vegetación que a nadie impide el paso El silencio emite sus colores su inocencia la absoluta mudez de quien vive una sabiduría pura y triste En el centro de estas hojarascas fue arrojado atados pies y manos solo y agónico mirando hacia el largo de las horas Sobre él se abatió ella más que la de ese día la soledad es la de hoy en este bosque irreprochable de blanco sereno y verdes sin pecado No se descubren huellas ningún trazo de agonía apenas los rasgos cristalinos del olvido La soledad de entonces hoy pierde sus llamas gravitas entre abandonos y mareas sediciosas que te niegan no puedes huir estás cercado


MIEDO Andar en medio de la oscuridad sin conciencia de su abrazo sentarte a ver pasar los asesinos y no imaginarte en el punto de su mira suponer que para ellos tu existencia resulta indiferente al menos por ahora Peor es desconocerlo mirar alrededor sin percibir las manos hoscas decididas a pesar de que sean pocas oír con atención pero incapaz de distinguir la amenaza que sisea en el golpe de madera con ráfaga y disparo en el tumulto ronco de este fanático que al cuello se te acerca Peor es desentenderte, ignorarlo a fondo tienes que sentirlo padecerlo y muy intenso bien adentro tomarlo entre tus dientes pese a lo que duela masticarlo y salir adelante arrastrándote a ti mismo si acaso eres capaz a veces el miedo, sólo el miedo, nos mantiene vivos


EXTRAVÍO Inundan los cielos de la noche buscan sus rutas perdidas dan vueltas alrededor de los árboles enormes sin fronda y sin lugar para los nidos rompen sus alas contra las esquinas de las ventanas menos altas y más radiantes de cegueras Pierden el norte de las aguas en manantiales y en los ríos Su extravío les atrapa el corazón Sobreviven a fuerza de atavismos y visiones del lenguaje inscritos en todos los espacios de su cuerpo con una voluntad incapaz de ser domada el derrotero de su vida es alcanzar tierras benignas y la fertilidad del clima los mismos donde sus antepasados eludían inclemencias y enemigos mientras la vida incite prosiguen contra todo dejan atrás sus muertos el plumaje de sus alas las prístinas estrellas la memoria es allí donde está inscrito lo que por sí nunca han vivido y se les impone vivir aun a costa de su vida la ruta que los ancestros no evadieron y no evaden ellos ni pueden evadir


EL TIEMPO Tras la ventana y aquí junto a los libros pasa otra vez sin detenerse barco que te lleva hacia ti mismo y te abandona gracias a él al menos te apoderas de una frágil certidumbre sabes que aunque muera él es inmortal muy al fondo, inescrutable oyes el viento y el batir de una ventana tu mortalidad sólo ella es la que puede darte vida


PÁJAROS Voy al recuerdo y eres leve Sólo tres pájaros arriba muy oscuros navegando a la altura de las nubes coloreadas por al augurio de las aguas No se sabe si son águilas o buitres o vencejos Navegan muy arriba con la antigua parsimonia de una danza que alrededor de ella misma traza círculos y partituras el trueno explota y el relámpago estremece En un instante fugaz invisible desaparecen trazos y huellas pájaros y danzas La lluvia tardará sólo unos días en traerlos a la tierra


LOS AÑOS Decimos van cayendo uno y después otro y otro y otro no son ellos quienes sobre nosotros caen somos nosotros los que año a año vamos cayendo sobre ellos así se envejece mientras los años en su pulso no dejan de pasar pero no caen intactos y veraces seguirán donde pasaron donde ahora ya no están seguirán cuando ya no los veamos ni ellos a nosotros puedan vernos ni tocarnos gracias a ellos no estaremos nunca a salvo ni siquiera en los recuerdos


INSOMNE A pesar de cualquiera de nosotros se expande este universo a cada segundo más y más a cada segundo Las galaxias se alejan unas de otras con la insumisión de los adioses Nuestro cosmos ni duerme ni calla ni padece las fatigas esas son las diferencias insomne se reformula, modifica se abre más a más exprimiendo espacio y tiempo que a diferencia de nosotros nunca terminan de agotarse Se expande este universo no sabemos hacia dónde se alejan las galaxias y no sabremos nunca por donde rondan luego sus planetas, cometas, asteroides estrellas luminosas y apagadas ¿Hacia dónde van? Su espacio y tiempo ¿alguna vez se extinguirán o se extinguieron y volvieron a la vida y así una eternidad y después otra? ¿Es ahora o dentro de miles de años cuando se producirá por última y por primera vez absoluta la extinción?


o dentro de miles de años cuando se producirá por última y por primera vez absoluta la extinción? ¿y nosotros millones de años antes desaparecidos e impedidos de saberlo? ¿Quedaremos, los de ese minuto aún tan remoto atrapados en un tiempo sin espacio en un espacio ignorado por el tiempo? ¿Acaso ya sabremos que no siempre es luminosa la verdad aunque en todo ponga luz? Para entonces será inútil conocerlo: el infinito lo habrá deshecho todo


PERROLENKA Discurre por los días entre observar mariposas que vuelan olfatear insistente las flores inmóviles atemorizarse y gemir cuando los truenos se descuelgan en la tarde silente espiar los pájaros y esperar que alguno se ponga al alcance de la caza Su fiesta es única Pasear por el mismo camino de ida y vuelta moverse con alegría en la pendiente y esforzase luego por la cuesta olfatearlo todo una y otra vez igual que la primera las orejas oteando idénticos asombros uno y otro día no deja de amar un año y otro al jardinero un sobreviviente como ella de lugares donde la precariedad resiste y se enraíza en su vivir todo gentes y cosas, soles y lluvia a pesar de ser lo mismo siempre o quizás no tiene el sello primigenio, inesperado del reiniciar otra vez la misma historia que se refunda en cada olor, sonido vista todo una y otra vez congrega siempre el valor de un hallazgo de novedad por celebrar con su ladrido firme y el abanico fascinado de su cola nada se repite nunca para ella mientras en mis ojos todo es lo mismo siempre sus aburrimientos breve pausa entre un descubrimiento y volver a descubrir lo mismo que antes ya encontró


se acerca olfatea oye mira nunca duda de que lo igual es diferente en esto nunca muestra la más mínima fisura es invencible en esa posibilidad tan mínima de no dar nada jamás por conocido y apartado y olvidado júbilos distintos cada vez frente al plato de comer en cuyo alrededor saltan de entusiasmo sus ojos encendidos amor por el asombro que se renueva cada día ante lo mismo la convicción de Heráclito sólo a veces puede ser más fuerte que la suya ella y él están muy por encima de darlo todo por sabido mi rostro lo confirma al verse en la neutralidad de los espejos sobre todo por las noches donde ellos me muestran solo y repetido


SUS MONEDAS Como todo en este reino también ellos que se creyeron dioses son fugaces son, nada más, depredadores y rapaces y esto los condena la inmortalidad nunca contará con ellos y la eternidad menos aún hacia el lugar de donde vinieron, falsos, sobornables les obligan un día a regresar hasta perderse desleídos en arenas sigilosas nada limpio dejan sobre el día ninguna calle aguardará sus nombres se creyeron dioses y son fugaces, al menos por un tiempo capaces de insistir años después y merodear y establecerse otra vez entre nosotros el fulgor de sus monedas a pesar de su vejez siempre puede arrebatarnos y enterrar nuestra memoria desnudarnos su mal es ese: a veces no recuerda nada


SIN ARTIFICIO De poco sirven los balances, de nada casi siempre sólo si desbrozas un paisaje, tan incierto, tan invisible el tuyo, y deshabitado casi valen las alegrías y las penas de otro modo las manos pulsan pesadillas e inmóvil se mantiene el corazón das un paso, otro te requiere el riesgo y muchos más prolongar el final apartándose sin peste del comienzo aventurarse con las manos sin jamás pedir al cielo y a nadie y contra nada así uno a uno los atrevidos se retiran acompañados por quienes no lo fueron su enorme y mínima osadía no sucumbió al murmullo que a todos pregonaba: si la hay no es para nosotros la esperanza tomarla en serio podía ser insoportable también eso sabían a pesar de muchos y también de todo los arrojados salieron a su encuentro un creciente rumor se desprendía de las piedras y ni siquiera una se mantuvo en pie: hay esperanza si lo decidimos y también puede ser para nosotros así lo vivieron entre el fragor de miedo y osadía sólo entonces el silencio desesperado no fue suyo


JORNADAS Infalible, a tu pesar se vive desde el fondo, no te deja resquicios ni meditación para el descanso te asedian los naufragios que a veces miras desde lejos vivir no alcanza a veces para más ni hay otro remedio sino el de juntar todas las muertes y las vidas frente a los ojos aturdidos sin perder celebraciones y alegrías, desánimos frugales o rebeldes muestran la vida de verdad mucho más que la soledad cuando te apresa y piensas en lo que haces y si hacerlo de algo vale ni tan siquiera la repulsa contra lo que ocurre ahora mismo y a tu lado te ofrece una salida presientes que de nada sirve aullar y mucho menos guardarte en el silencio al final de todo apenas restan ciudades abandonadas para el abrazo de las ruinas, olvidadas bajo el barro, las arenas y la muerte, dejadas atrás por cientos, miles de personas sin que nadie conozca jamás cuándo ocurrió y muchos menos la razón la vida no es, ella no, un apacible tigre de papel pero la enfrentas ¿qué otra posibilidad está en tu mano?


VASTEDAD DE LA SOMBRA


¿Acaso a alguien más que a mi van dirigidas mis plegarias? Rafael Arráiz Lucca


OFICIO FINAL ¿Qué se puede hacer con estos años ya dispuestos a la fuga? Darse por vencido rendir serenas cuentas a la vida y esperarla sin anticipar ninguno de sus pasos Tal vez tomar asiento ver la lluvia que llega y que se va armoniosa incluso en la tormenta en el relámpago luego el sol la paladea la evapora en el retorno de sus vuelos circulares Seguir como si nada reírse de los días que han caído arrendajos impasibles en sus alas como si no fuese con ellos Con tantos años asombra que no pesen demasiado y aún dispongan posibilidades tan distintas en tu mesa tenerlas por delante olerlas en estos horizontes igual que si la vida nunca dejara su comienzo sin embargo a cada vuelta firme de conciencia sólo se inscribe una oración que no es para rezar carece de rostro la que te habla tampoco tiene voz tu oficio es escucharla sin ver y sin oír


VIENTO Empieza con un rumor detrás del viento en el cuerpo de las hojas Tarda en llegar su voz que en estos lugares suaviza y apacigua Es una canción silente y sin final discreta en su armonía Así como llegó desaparece: murmullo sosegado inadvertido su compañía se disuelve regresa desde un mundo donde no llueve jamás son mucho más que tus fantasmas hambrientos, secos, torpes, firmes al exigirte cuentas los rezos no valen para nada cuando ellos aparecen


ÉL Sólo está él flores y una luz en solitario Perfecta la corbata la blanquísima camisa como un sueño en la nieve Los ojos, la boca cerrados con eterna suavidad si alguno puede ver es él si alguno tiene el don de la palabra hoy es él La placidez cuando se alcanza nada tiene semejante en las manos de la vida Es él convertido en silencio frugal e iluminado inaccesible Está más allá de cualquier frontera suya y más que nunca dentro de él sus soles absolutos mirando hacia el final todo lo que no conoce ya lo vive nosotros mirando en él, solos, lo que nunca igual veremos cada emigración es irrepetible la de ninguno sirve a otro por más que lo desees Visible la muerte por todas las coronas manso animal a la luz del día lleva él la suya intransferible


Nos habla con dóciles palabras y ni tan siquiera nuestras lágrimas son capaces de respuesta Cuando en el alma emerge la evocación de todo el recorrido en su quietud él prescinde de palabras también en este temblor nuestro las perdemos Mientras el desolado corazón se aísla él navega en firme Los cementerios siempre están muy cerca a pesar de lo lejos que nos llevan


VASTEDAD En ella nada eres la ves sin que te vea sin que te piense la piensas te silencias sin que te silencie la vastedad nada en la nada ella y tĂş sin poder decirse ni mirarse soledad que es vino y niebla resplandor que no ilumina agua que se aprende por la sed


NOSOTROS No siempre sacudimos su rutina la del mundo, a veces sí las nuestras imponemos en olas altaneras La salud que llevamos mientras mejor y mayor halle su arrojo puede ser la enfermedad del mundo irremediable cada vez que lo tocamos con nosotros va la muerte invisible gato sigiloso en la luz ennegrecida de la noche entretanto este café decoroso en sabor y compostura me permite latir vivo, saludable, me invade sin vestigio de tristeza el azulejo me observa fijamente sin cantar azul junto al verde y el naranja todo en la mañana ignoro si podrán repetirse para mi las ramas con sus hojas verdes el diáfano azulejo, el crepitar de este café capaces de suprimir por hoy enfermedad y muerte, pavores, recelos y nostalgias un hoy que nunca quise eterno ni lo quiero


PREGUNTAS Las amadas reaparecen sólo en una y yo pregunto ¿cómo es el mundo bañado por tus ojos? perdida ahora quién sabe en qué distancia ¿cómo eres tú bañada por tus ojos? ¿quién embellece a quién? si nunca más nos vimos ni me vieron si todo nace ya efímero y herido ¿cuál fue tu camino adónde te llevó por estos años? carece de nostalgia la pregunta que jamás tuvo respuesta de haber respuesta serás tú que permaneces donando una armonía en mis sentidos interiores permitiéndome escucharla y escucharte dentro y fuera, del mismo modo que hoy en ti se afinan todas las voces añoradas tiempo único el pasado donde la eternidad se atreve a resistir desde allí, las amadas se te acercan, confidentes, te dicen al oído: nada podemos ya salvar inexorable, todo termina en dispersión en lejanías soles que del todo no se apagan seguirán viviendo dentro sin preguntas ni respuestas aunque quisiera no puede hacerlo hacia el futuro: la memoria sólo viaja hacia el pasado


DESNUDO Cubierta por cabello largo, negro, abrigado el cuello en una seda azul granate ocultos los ojos por sus inmensos lentes contra el sol el abrigo esmeralda y amplio velaba con fruición su cuerpo entero sus manos enfundadas en guantes negros del invierno su voz no apareció mientras camina entre neviscas en medio de castaños y gorriones ateridos y se aleja desvistiéndose en mi corazón pieza por pieza con un rito de mudez ya sin regreso en el último segundo volteó con el aleteo de sus pechos el tañido de su pubis la campana imaginada de una luz que me llamaba en ese último segundo abrigada y recogida se alejó En este invierno nada es suficiente y la desnudez es imposible le susurró a los abedules Estos le dijeron en murmullos: quemaste el paraíso y sólo para ver cómo es que ardía


VIAJES Has aprendido cosas nuevas visto nuevas tierras distintas nubes, mirlos diferentes así te pareció volviste y sólo estaba el mismo sitio idénticos mirlos y nubes semejantes es el viaje afortunado vayas donde vayas veas lo que veas sientas lo que sientas al regresar vuelves a ti no demasiado diferente nada más en eso consiste toda su belleza y como cualquier otra belleza te resultará distante extraña dispendiosa tan ajena y tan volátil sus trazos ni siquiera en agua se marcaron quizás en la quimera


LA HERIDA Si herido o herido mortalmente no lo sé hay heridas inmortales también las hay mortales también definitivas pasajeras sean del cuerpo o estén en los fondos con el alma la verdaderamente crucial la herida que jamás nos cicatriza nace con nosotros, somos ella ni siquiera al morir desaparece y todavía menos al amar en el mortal los pasos sostienen una herida sin expiación se va sumiendo en ella lentamente y casi siempre sin saberlo así procura alzarse en sus caminos el herido, a veces poner luz inútil luz en esa bruma que palpita en conciencia y corazón ni el que indaga ni el que olvida y hasta ignora encuentran plenitud con su inmortalidad herida deciden ignorarlo incluso cuando frente a frente impávida lo mira la derrota


JARDÍN Nada hay más silencioso más sereno cada tono en su lugar las zarzas conviven con los robles los castaños serenos observan la quietud de las nubes rosas y manzanas carecen de vanidad y se hospedan juntos sin recelos cualquier desaparición es por el viento el peso de la lluvia el afán del jardinero allí anidan tordos y otros pájaros ninguno siente que peligra tanta paz sólo es posible en tanta vida oculta bajo la tregua de hierba, tierra y agua si una se resquebraja por la sequedad y la otra se marcha largos días no claman la desesperación ni la floresta solo el cuerpo asoma no ama los aullidos simplemente árboles pájaros animales van menguando hasta el final en la sabiduría de su cuerpo leen desde el fondo de los años que la indignidad está siempre muy cerca y hay que impedir que acorte esa distancia


CUERPO Una vez delimitado queda inmóvil y olfatea Abre los ojos para sus adentros a ver qué mira si te mira Fuera de sí trata de levantar sus manos tocar el aire que tocas a ver si eres real Su lengua es invisible un fantasma que intenta saborearte en la intimidad de cada desconcierto sólo de tu palpitar se adueña para oír todo lo que pueda Olfateas su lenguaje por si has tenido la fortuna de que a ti, sólo a ti huela a nadie, a nada más Y no sabes si es verdad si a otros alertarán sus manos ojos, piel, oídos, nariz para que tú, precisamente tú en cada sentido de él alertes cada sentido tuyo el cuerpo, si en algún punto comienza, es en ese hilo imperceptible donde tiembla el silencio que no oyes


ABANDONO Salir de sí mismo salir de cada uno desaforados o tranquilos Desprendernos de un modo sereno sosegado o hacerlo con temblor inundados por angustias Dicho así carece de importancia Decisivo es poder tomar la puerta abrir cada ventana echar la casa abajo Fundirla en un vaso en el filo del cuchillo en la senda de este pertrecho o cualquier otro en la duda en uno mismo: ¿llegarás al final sin saber dónde está, dónde te lleva? palpar si nos late el corazón si la cabeza registra los sucesos de este orbe desear en los oídos las más íntimas voces y entre mis brazos a quienes siempre amé o que nos dejen bajo algún árbol del viaje sin un gramo de nostalgia Alma se tiene apenas unas veces puede que sólo sea cuando no encuentres la respuesta que te pide


MINERVA Delgada igual a pasos en la niebla vestida en blanco en el comenzar del día ocupaba todo el ancho del camino donde mis ojos sospechaban mañana tras mañana que podría aparecer pasaron tardes con ella y sus cuadernos instalados en la avidez del corazón transcurrieron noches, noches algún día otra vez sendas y noches ahora nos preguntamos yo y aquellos tiempos ¿qué vamos a hacer con nuestros pasos, estos que la vieron? Pero los dioses no quieren que preguntes y el búho de Minerva sólo al atardecer remonta el vuelo


EN ESTA CASA Sus puertas ahora deslucidas marcadas por fisuras abrieron episodios sin olvido y los cerraron sus grifos ya no son los mismos han sido sustituidos a lo largo de estos años sus paredes han sufrido cambios heridas radicales sólo han crecido temerariamente varios de sus árboles sus hierbas y las flores conocieron muchas edades y despojos los teléfonos llegaron y salieron sin lograr nada distinto aproximar algo las voces a pesar de todo siempre tan distantes televisores desiguales se agotaron con noticias y partidos en ella todo ha trabajado incluso las ventanas, las bombillas el descanso ha sido poco apenas por las noches y no en todas las salamandras que una vez llegaron no han cesado de poblarla los peldaños que llevan a los libros a los vanos cuadernos de escritura a la mesa de pensar nos recibieron sin cuidarse de la hora


y nosotros en ella ¿de qué la hemos llenado? ¿de qué le hemos servido? Ahora y ante ella nos veo tan pequeños sobreviven los amigos, me ven desde el curso de su ausencia impenetrable, ahora alargada donde fueron derribados, y se sientan a mi lado ocupan los peldaños listo el cigarro, las confesiones tristezas y bebidas Como ellos también se vendrá abajo y quién sabe qué recordará de quienes la vivimos acaso nada, acaso todo peldaños hacía adelante, hacia atrás donde nos hacemos y nos deshacemos y rehacemos diferentes semejantes y tan desiguales Y pensar que en ella ha ocurrido todo que ha sido nuestro mundo enorme y tan pequeño


BIBLIOTECA Libros y cuadernos con su silencio ejemplar y sostenido amables con todo el que llegó como ninguno de nosotros pudo serlo páginas para quitarles la blancura y estantes llenos de obras cruzadas de izquierda a derecha sin que opusieran excesiva resistencia, Su envejecer es propio, inaudible y tenaz distinto al nuestro, explícito, con marcas que repercuten cada día aquí permanece, en el mismo lugar de años atrás no en el mismo tiempo y se va resquebrajando sin gritarlo nada de aspavientos si la dejamos vacía con una seguridad sin riesgo ni fisura suporta sus fracturas taciturnas parece aguardar que los minutos se detengan en una solitaria eternidad que sus anaqueles nunca adivinaron los que por un momento fueron míos y escribí volarán igual que pájaros borrosos en bandada indetenible con los que no escribí y fueron míos igual que las mañanas que se van retirando de su puerta y su ventana sin promesas de volver a regresar


VIDA Milagro es que intentamos entenderla y si se puede descifrarnos en ella desde adentro en este peregrinar indelegable a ras del tiempo por él atravesados, cada vez más ciegos, resignados, nada hay de milagroso entre millones vastos que nos circundan y la surcan soy uno más y cualquier otro milagro es que dudemos impasibles mientras confundidos una estrella se nos aparezca también al sapo o al gusano a las ortigas y sigamos adelante creyentes de milagros y todo siga igual a pesar de nuestra fe


JOBS Recuerdo que estoy a punto de morir el temor a fracasar la vergüenza y sus vergüenzas todo desaparece ante mi vista Recuerdo que moriré muy pronto y ya no tengo miedo a las renuncias ante su invocación no hay ya nada que perder frente a tu corazón vas solo y desnudo no tienes nada más por hacer o decidir nada más que seguirlo la muerte es el destino de lo viejo y de lo nuevo nada trágico hay en recordarlo en que nos perdamos en el tiempo y en nosotros ese tiempo igual se pierda


PALABRAS Necesarias más que el pan la sal y el agua amadas día a día sin ninguna condición luego de tanta compañía ahora me basta la serena controversia de unas pocas las voy necesitando menos el destino así resulta de todas las que amas, las que amaste sólo unas pocas llegarán contigo hasta el final con dos o tres de ellas puede que sea suficiente el pasado nunca muere casi nunca es pasado en la palabra la eternidad es decir de ti con ella la misma y otra cosa irreversible y diferente


ARENA Si en la arena escribe Dios nosotros ¿dónde escribimos? No en el agua donde poco sobrevive no en las piedras donde todo termina por borrarse no en el aire donde nada vuela no en el fuego donde ni él resiste no en la mirada que otra vez mira lo que ya nada verá al final tratamos de escribir, sólo eso: tratamos de escribir nuestra escritura pero en ella y en las piedras en el aire, el fuego, la mirada las aguas calmas, tempestuosas sólo escribe Dios, quizás sólo los Dioses sólo nos queda retirarnos y en silencio acaso apenas en nosotros podamos escribir y llevarlo adentro cuando Dios, los Dioses o quien sea nos obligue a visitarlos de haber sido más claro si es que pudiese haberlo sido diría con la certeza avergonzada de que para nada o sólo poco habría servido malgastar así el tiempo de Dios que es imperfecto en el nuestro que los Dioses no permiten alargar


y quién sabe, mirando hacia atrás, si nos importe que alguien venga y nos toque en su memoria o al azar en alguna de estas cartas donde sólo una constancia se resiste: la de saber y sin saberlo si para abandonarte tendrá fuerza tu sangre o la tendrás tú para abandonarla a ella para entonces a nadie le importará nuestra escritura


ESTOS LIBROS Están allí cobijando la escritura con ellos se pudo atravesar el largo mar sus furias, sus granizos las calmas de ocasión las preguntas que nadie comprendió alguna amante que después cerró su puerta agradezco su silencio, la intransigencia de sus páginas en las indocilidades de la vida la casa irá dejando que se vayan quién sabe a qué otra tierra sin ellos la oscuridad habría sido tan oscura que por luz pasaría la ceguera por palabra limpia cualquier ruido y tu soledad, tus largas dudas resultarían más temibles su escritura sobrevivirá desechada también por el olvido que en ellos resiste cuanto más te alejes regresa el amoroso frío de tu infancia vuelve desde las ensenadas de ti mismo en la misma y distinta eternidad donde para escritura y libros cualquier despedida es más serena ni ellos ni tú lo quieren, sin embargo resulta inevitable: con el de tus libros todo lo que amaste y amas será humo


LAS MANOS En la intimidad de cada hueso con la precisión de las aves marinas volando hacia una presa que las atrapa en el mar y ya no salen tú y ellas lo saben el poema te recorre y toda la historia que te llevó hasta él dudas si ese todo resulta poco o nada No sabes se trata de tu vida y la ignorancia de sus insoslayables carnes primordiales en este lugar aparecerán las manos puede ser que limpias o vacías quién sabe si tienen ese don Su oficio fue sobrevivencia montaraz incrédula al paso de los días y los dioses en su larga ceremonia de irse desvistiendo para vivirte en el cerco culminante de esta fragilidad desnuda donde ellas y tú viven ahora Terminarán el poema, y las observas pondrás lejos de ti todos los demás a la espera de algún desenlace inescrutable a su voz inaudible te llama la nostalgia de aquellos días de intachable desnudez perdida ya la diferencia entre millones de años y un instante y cuando no nos asusten la muerte ni la vida con la caída de esta pieza que es la última no subsisten rastros de cuerpo ni de alma tan sólo manos solitarias que tantean en el aire en busca de si mismas


UNICORNIO Aparta la espesura regalando ardor y lluvia brioso entre los vientos del último mes y de comienzos en sus ojos distinguimos el retrato del limpio galopar imposible su captura en silencio palpable veloz era sus crines atrayéndole cuerpo de las aguas materia de montañas voz profunda, no lejana, en los cielos antiguos de las gentes incansables contra su propio bosque de terrores tenaz ante su propia incertidumbre fuera y dentro de mí se arriesgan en este ciclo que se abre y que se cierra eternamente se oyen las voces y las manos, las miradas, las señales indetenibles de los pasos no el galope, el unicornio a ras de calles y en la ropa de los días se lanzó con otro de sus vuelos que un día también dará en la tierra para volver a levantarse sin importarle el tiempo necesario la historia es simple igual que el unicornio si viajamos tan lejos como nos sea posible sólo así encontraremos lo que está al alcance de la mano


AMAR Sólo importa y nada más que escuchen los oídos aullar al corazón que él se adueñe de tus íntimos latidos te muerda en el alma y arrebate las distancias La respuesta tiene siempre la torpeza de un caballo herido El amor no soporta incompleta una demencia enmudece cuando solo eres tú el que anda enloquecido Nunca te permitió elegir es todo o nada


URBASA Cuando irrumpe el último poema en este largo viento del otoño siguen siendo blancas sus paredes sus puertas cerradas abarcan la mudez en agrietarse insisten las ventanas sus ruinas en más ruinas merodean ningún pájaro, ningún árbol ni el agua del río que irrumpe en el barranco nada, nada supera la perpetuidad de entre sus ruinas, ya ni siquiera ruinas y que no serán eternas ¿si estás herido, qué está herido y qué te hiere? sobreviven sí mi madre mis hermanos hermanas y mi padre capaces de oírme desde aquí allá donde llegaron hace años de intuirlos yo, de escribir lo que me dicen: ¿ahora que todo lo hemos visto, que casi todo lo sabemos, qué vamos a hacer con nuestros ojos? allí está el bosque de aguas y nada le sobrevivirá igual que tú también reside en otras tierras y otros viajes fuego en el viento, Urbasa ni da la bienvenida ni despide cerilla tenaz en medio de la noche



MIS AGRADECIMIENTOS para Saleh Abdalahi, Francisca Aguirre, José María Álvarez, Jacques Ancet, José Manuel Caballero Bonald, Ernesto Cardenal, Emily Dickinson, Menna Elfyn, William Faulkner, Marianne Fredriksson, Luis García Montero, Pere Gimferrer, G.W.F. Hegel, Heráclito, Agustín Hernández, Franz Kafka, Agota Kristof, Sándor Márai, Czeslaw Milosz, Irène Némirovski, Joyce Carol Oates, Boris Pasternak, Joseph Roth, Paul-Eerik Rummo, James Sacré, Paolo Sorrentino, Wislawa Szymborska, Nicanor Vélez, Charles Wright y un armenio anónimo, por los textos que aquí y allá les solicitaron ciertos poemas de este libro


INDICE BREVEDAD DE LA LLUVIA Escribes Perentorio Lugar Copa y vino El beso Puerta La silla Ventana En la calle Esta lluvia Mar El sol En silencio Miedo Extravío El tiempo Pájaros Los años Insomne Perrolenka Sus monedas Sin artificio Jornadas VASTEDAD DE LA SOMBRA Oficio final Viento Él Vastedad Nosotros Preguntas Desnudo Viajes La herida Jardín Cuerpo Abandono Minerva En esta casa Biblioteca Vida Jobs Palabras Arena Estos libros Las manos Unicornio Amar Urbasa


Mis agradecimientos




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.