etcheverry arcaya, jorge
La verdad es la única realidad Del otro lado de la reja está la realidad, de este lado de la reja también está la realidad; la única irreal es la reja; la libertad es real aunque no se sabe bien si pertenece al mundo de los vivos, al mundo de los muertos, al mundo de las fantasías o al mundo de la vigilia, al de la explotación o de la producción. Los sueños, sueños son; los recuerdos, aquel cuerpo, ese vaso de vino, el amor y las flaquezas del amor, por supuesto, forman parte de la realidad; un disparo en la noche, en la frente de estos hermanos, de estos hijos, aquellos gritos irreales de dolor real de los torturados en el angelus eterno y siniestro en una brigada de policía cualquiera son parte de la memoria, no suponen necesariamente el presente, pero pertenecen a la realidad. La única aparente es la reja cuadriculando el cielo, el canto perdido de un preso, ladrón o combatiente, la voz fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso cubriendo la Patagonia porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad, como la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia estival: son la realidad, como el coraje y la convalecencia del miedo, ese aire que se resiste a volver después del peligro como los designios de todo un pueblo que marcha hacia la victoria o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a defenderse, a rescatar lo suyo, su realidad. Aunque parezca a veces una mentira, la única mentira no es siquiera la traición, es simplemente una reja que no pertenece a la realidad. Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973
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francisco paco urondo i
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cuaderno uno capilla del monte - córdoba - argentina 2016
con sus manos curtidas por el tiempo, incineradas por el sol andino, el hombrecito me señala el sendero que debo seguir para llegar al lugar llamado sampaya. avanza delante mío con paso firme, vamos ascendiendo una pequeña cuesta, pisa las piedras, la hierba seca, los guijarros sin inmutarse, habla bajo, me explica que siempre los turistas se extravían en este sector, no hay señalización alguna y no hay camino cierto, sólo senderos, huellas. habla por lo bajo mientras sus perros me ladran desde una distancia prudencial, él sonríe y continúa caminando, yo miro sus pies, ajados por la sequedad, los fríos de estas alturas, su piel morena en esos pies callosos ya casi es blanquecina, su calzado es una especie de ojota hecha con los restos de caucho, la tierra no se apiada de esos pies. el hombre me saluda amable, estrecha su mano añosa, su mano firme, su mano amiga. pregunto con curiosidad, cuánto hace que vive por estas alturas, desde siempre, dice, mis abuelos ya vivían acá. sus abuelos, sus ancestros, los que labraron la tierra que dio el maíz, la cultura, el alimento. la tierra que dio el grano, que parió la vida. glez baeza, claudio copacabana, bolivia 29de marzo 2015
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urondo poesĂa
cuaderno uno
huidobro, vicente
santiago de chile 1893 - cartagena, chile 1948 huidobro por juan gris
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urondo poesía
huidobro, vicente
La poesía es un atentado celeste Yo estoy ausente pero en el fondo de esta ausencia Hay la espera de mí mismo Y esta espera es otro modo de presencia La espera de mi retorno Yo estoy en otros objetos Ando en mi viaje dando un poco de mi vida A ciertos árboles y a ciertas piedras Que me han esperado muchos años Se cansaron de esperarme y se sentaron Yo no estoy y estoy Estoy ausente y estoy presente en estado de espera Ellos querrían mi lenguaje para espresarse Y yo querría el de ellos para expresarlos He aquí el equívoco el atrzo equívoco Angustioso lamentable Me voy adentrando en estas plantas Voy dejando mis ropas Se me van cayendo las carnes Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas Me estoy haciendo árbol Cuántas cosas me han ido convirtiendo en otras cosas... Es doloroso y lleno de ternura Podría dar un grito pero se espantaría la transubstaciación hay que guardar silencio Esperar en silencio de ; Últimos poemas 1948
Poema funerario El pájaro de lujo ha mudado de estrella aparejad bajo la tempestad de las lágrimas Vuestro ataúd a vela Donde se aleja el instrumento del encanto En las vegetaciones de los recuerdos Las horas en torno de nosotros hacen sus viajes Va rápido Va rápido impulsado por los suspiros El mar está cargado de naufragios Y yo he alfombrado el mar para su paso Así es el viaje primordial y sin pasaje El viaje instructivo y secreto En los corredores del viento Las nubes se apartan para que él pueda pasar
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urondo poesía
huidobro, vicente
Y las estrellas se encienden para mostrar el camino Qué buscas en los bolsillos de tu chaqueta Has perdido la llave En medio de ese zumbido celeste Vuelves a encontra en todas partes tus horas envejecidas El viento es negro y hay estalactitas en mi voz Dime Guillermo Has perdido la llave del infinito Una estrella impaciente iba a decir que hace frío La lluvia aguzada comienza a coser la noche de su libro; Atomme régulier, 1925
1914 Nubes sobre el surtidor del verano De noche Todas las torres Europeas se hablan en secreto de pronto un ojo se abre El cuerno de la luna grita Halalí Las torres son calrines colgados
Halalí
AGOSTO 194 es la vendimia de las fronteras Tras el horizonte algo ocurre En la horca de la aurora son colgadas todas las ciudades Las ciudades que humean como pipas Halalí Halalí Pero ésta no es una canción Los hombres se alejan de ; Halalí 1918
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urondo poesĂa
huidobro, vicente Poema pintado por Vicente Huidobro Moulin
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urondo poesía
huidobro, vicente
Molino molino de la muerte molino de la vida muele los instantes como un reloj ellos son granos también molino de la melancolía harina del tiempo que nos hará salir canas gira gira gira gira gira gira gira gira gira gira gira gira molino que muele las horas pronto es la primavera tendrá tus alas llenas de flores molino que muele los días pronto será verano y tendrás frutos en tu torre molino que muele los meses pronto vendrá el otoño estarás triste como la cruz molino moledor de años pronto vendrá el invierno y se congelarán tus lágrimas MAÑANA TARDE NOCHE MEDIODÍA el viento más que un asno es paciente he aquí el verdadero molino no olvidéis nunca su canción él hace la lluvia y el buen tiempo ÉL HACE LAS CUATRO ESTACIONES
ALLA ME ESPERAN HASTA MANANA Buen viaje Un poco más lejos Termina la Tierra Pasan los ríos bajo las barcas La vida ha de pasar
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urondo poesĂa
huidobro, vicente
huidobro por pablo picasso
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urondo poesía
huidobro, vicente
Solitario invencible Resbalando Como canasta de amarguras Con mucho silencio y mucha luz Dormido de hielos Te vas y vuelves a ti mismo Te ríes de tu propio sueño Pero suspiras poemas temblorosos Y te convences de alguna esperanza La ausencia el hambre de callar De no emitir más tantas hipótesis De cerra las heridas habladoras Te da un ansia especial Como de nieve y fuego Quieres volver los ojos a la vida Tragarte el universo entero Esos campos de estrellas Se te van de la mano después de la catástrofe Cuando el perfume de los claveles Gira en torno de su eje Recuperar el cielo Recuperar la tierra Envolver el mundo en ritmos de experiencia Aprisionar el éter que se escapa Aprisionar el aire Con esta carne presurosa En olas envolventes sobre el ensueño Y la fuga de las estrellas en el momento en que iban a contar su historia. de ; Últimos poemas 1948
Tiempo de alba y vuelo Andas entre veranos y puetrtas sin ventaja Entre molinos de quimera y árboles fuera de uso Lloras porque no adivinas la música de los grandes destinos Y su latido de tierra que se acerca Creces en ocasión como los trenes También aumentas hacia adentro en paseos de fuego Tan doloridos y entrañables que los idolos se deshojan Y te será difícil reconstruir tus jardines Cuando aparezca el sol de los hermanos Cuando el aire se acerque renovado Regalando poemas y corazones llenos de hombre Espíritus sin muro capaces de todo viaje Andas en llamarad y en rito de futuro Bajo estrellas inclinadas al bien Que todo lo comprenden y todo lo perdonan Como rueda y camino como muerto lleno de flores Como alabanza retardada por los vientos Andas entre mares vitalizados por sus propias raíces
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urondo poesía
huidobro, vicente
Por sus sorpresas y sus campanadas en los tuétanos Andas sobre esperanzas que te ahondan el gesto Y te lanza al porvenir en sonrisa de piedra En una sonrisa que se abre como el vuelo Siempre confiada en su sonido de visita inesperada Su sonido de palabra que tiene otro corazón Sabes que el mañana es un alba de grandes ojos Que nos salta al encuentro desde su color Tan larga como un cometa bien nutrido Repartiendo alegrías para aclarar la lluvia Por eso sonríes Y has enterrado la tristeza a la salida Y sonríes donde aparece el trébol con todos sus enigmas Y sonríes donde van a morir una lámpara o un violín prematuro Tu sonrisa sonriendo una sonrisa Y sonríes porque el mundo que viene será el mundo del gran sueño Y sonríes y sonríes Y tu sonrisa va volando y abriendo las flores del futuro superado Que tendrán que aprender otro lenguaje Y mantenerse a flote frente al aplauso de los siglos entreabiertos. o de 1936 de la revista Total Nº 1, veran verano
Ella Ella daba dos pasos hacia adelante Daba dos pasos hacia atrás El primer paso decía buenos días señor El segundo paso decía buenos días señora Y los otros decían como está la familia Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo Ella llevaba una camisa ardiente Ella tenía ojos de adormecedora de mares Ella había escondido un sueño en un armario oscuro Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad Era hermosa como un cielo bajo una paloma Tenía una boca de acero Y una bandera mortal dibujada entre los labios Reía como el mar que siente carbones en su vientre Como el mar cuando la luna se mira ahogarse Como el mar que ha mordido todas las playas El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia Cuando las estrellas arrullan en nuestras cabezas Antes que el viento norte abra sus ojos Era hermosa en sus horizontes de huesos Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado Como el cielo a caballo sobre las palomas de su libro; Ver y palpar, 1941
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urondo poesía
huidobro, vicente
La ciudades En las ciudades Hablan Hablan Pero nadie dice nada La tierra desnuda aún rueda Y hasta las piedras gritan Soldadeos vestidos de nubes azules El cielo envejece entre las manos Y la canción en la trinchera Los trenes se alejan por sobre cuerdas paralelas Lloran en todas las estaciones El primer muerto ha sido un poeta Se vió escapar un pájaro de su herida El aeroplano blanco de nieve Gruñe entre las palomas del atardecer Un día
se había perdido en el humo de los cigarros
Nublados de las usinas Es un espejismo
Nublados del cielo
Las heridas de los aviadores sangran en todas las estrellas Un grito de angustia Se ahogó en medio de la bruma Y un niño arrodillado Alza las manos TODAS LAS MADRES DEL MUNDO LLORAN de ; Halali, 1918
Arte poética Que el verso sea como una llave Que abra mil puertas. Una hoja cae; algo pasa volando; Cuanto miren los ojos creado sea, Y el alma del oyente quede temblando. Inventad mundos nuevos y cuida tu palabra; El adjetivo, cando no da vida, mata. Estamos en el ciclo de los nervios, El músculo cuelga, Como recuerdo, en los museos;
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Mas no por eso tenemos menos fuerza: El vigor verdadero Reside en la cabeza. Por qué cantaís la rosa, ¡oh Poetas! Hacedla florecer en el poema; Sólo para nosotros Viven todas las cosas bajo el Sol. El Poeta es un pequeño Dios. de ; El espejo de agua 1916
Contacto externo Mis ojos de plaza pública Mis ojos de silencio y de desierto El dulce tumulto inerno La soledad que se despierta Cuando el perfume se separa de las flores y emprende el viaje Y el río del alma largo largo Que no dice m,ás ni tienmpo ni espacio Un día vendrá ha venido ya La selva forma una sustancia prodigiosa La luna tose El mar desciende de su coche Un jour viendra est déjà venu Y Yo no digi más ni primavera ni invierno Hay que saltar del corazón del mundo Hay que construir un poco de infinito para el hombre de; Ver y palpar 1941
Días y noches te he buscado Sin encontrar el sitio en donde cantas Te he buscado por el tiempo arriba y por el río abajo Te has perdido entre las lágrimas. Noches y noches te he buscado Sin encontrar el sitio en donde lloras Porque yo sé que estás llorando Me basat con mirarme en el espejo Para saber que estás llorando y me has llorado. Sólo tú salvas el llanto Y de mendigo obscuro lo haces rey coronado por tu mano. de; Últimos poemas 1948
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Depart La barca se alejaba Sobre las olas cóncavas De qué garganta sin plumas brotaban las canciones Una nube de humo y un pañuelo Se batían al viento Las flores del solsticio Florecen al vacío Y en vano hemos llorado si poder recogerlas El último verso nunca será cantado Levantando un niño al viento Una mujer decía adiós desde la playa TODAS LAS GOLONDRINAS SE ROMPIERON LAS ALAS La muerte que alguien espera La muerte que alguien aleja La muerte que va por el camino La muerte que viene taciturna La muerte que enciende las bujías La muerte que se sienta en la montaña La muerte que abre la ventana La muerte que apaga los faroles La muerte que aprieta la garganta La muerte que cierra los riñones La muerte que rompe la cabeza La muerte que muerde las entrañas La muerte que no sabe si debe cantar La muerte que alguien entreabre La muerte que alguien hace sonreir La muerte que alguien hace llorar La muerte que no puede vivir sin nosotros La muerte que viene al galope del caballo La muerte que llueve en grandes estampidos. de; Últimos poemas1948
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huidobro, vicente
3 Volver a Poemas Volver a Poemas Me alejo en silencio como una cinta de seda Paseante de arroyos Todos los días me ahogo En medio de plantaciones de plegarias Las catedrales de mis ternuras cantan a la noche bajo el agua Y esos cantos forman las islas del mar Soy el paseante El paseante que se parece a las cuatro estaciones El bello pájaro navegante Era como un reloj envuelto en algodón Antes de volar me ha dicho tu nombre El horizonte colonial está cubierto todo de cortinajes Vamos a dormir bajo el árbol parecido a la lluvia de; Tout- à- coup 1925
CANCIÓN
NUEVA
Dentro del horizonte ALGUIEN CANTABA Su voz No es conocida DE DÓNDE VIENE Entre las ramas No se ve a nadie Hasta la luna era una oreja Y no se oye ningún ruido Sin embargo una estrella desclavada Ha caído en el estanque EL HORIZONTE SE HA CERRADO Y no hay salida de; Horizon Carré 1917
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urondo poesía
huidobro, vicente
INVIERNO PARA BEBERLO El invierno ha llegado al llamado de alguien Y las miradas emigran hacia los calores conocidos Esta noche el viento arrastra sus chales de viento Tejed queridos pájaros míos un techo de cantos sobre las avenidas Oíd crepitar el arcoiris mojado Bajo el peso de los pájaros se ha plegado La amargura teme a las interperies Pero nos queda un poco de ceniza del ocaso Golondrinas de mi pecho qué mal hacéis Sacudiendo siempre ese abanico vegetal Seducciones de antesala en grado de aguardiente Alejemos en seguida el coche de las nieves Bebo lentamente tus miradas de justas calorías El salón se hincha con el vapor de las bocas Las miradas congeladas cuelgan de la lámpara Y hay moscas Sobre los suspiros petrificados Los ojos están llenos de un líquido viajero Y cada ojo tiene un perfume especial El silencio es una planta que brota al interior Si el corazón conserva su calefacción igual Afuera se acerca el coche de las nieves Trayendo su termómetro de ultratumba Y me adormezco con el ruido del piano lunar Cuando se estrujan las nubes y cae la lluvia Cae Nieve con gusto a universo Cae Nieve que huele a mar Cae Nieve perfecta de los violines Cae La nieve sobre las mariposas Cae Nieve en copos de olores La nieve en tubo inconsistente Cae Nieve a paso de flor Nieva nieve sobre todos los rincones del tiempo Simiente de sonido de campanas Sobre los naufragios más lejanos Calentad vuestros suspiros en los bolsillos Que el cielo peina sus nubes antiguas Siguiendo los gestos de nuestras manos
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urondo poesía
huidobro, vicente
Lágrimas astrológicas sobre nuestras miserias Y sobre la cabeza del patriarca guardián del frío El cielo emblanquece nuestra atmósfera Entre las palabras heladas a medio camino Ahora que el patriarca se ha dormido La nieve se desliza se desliza se desliza Desde su barba pulida
de; Automne régulier 1925
MONUMENTO AL MAR Volver a Poemas Volver a Poemas Paz sobre la constelación cantante de las aguas Entrechocadas como los hombros de la multitud Paz en el mar a las olas de buena voluntad Paz sobre la lápida de los naufragios Paz sobre los tambores del orgullo y las pupilas tenebrosas Y si yo soy el traductor de las olas Paz también sobre mí. He aquí el molde lleno de trizaduras del destino El molde de la venganza Con sus frases iracundas despegándose de los labios He aquí el molde lleno de gracia Cuando eres dulce y estás allí hipnotizado por las estrellas He aquí la muerte inagotable desde el principio del mundo Porque un día nadie se paseará por el tiempo Nadie a lo largo del tiempo empedrado de planetas difuntos Este es el mar El mar con sus olas propias Con sus propios sentidos El mar tratando de romper sus cadenas Queriendo imitar la eternidad Queriendo ser pulmón o neblina de pájaros en pena O el jardín de los astros que pesan en el cielo Sobre las tinieblas que arrastramos O que acaso nos arrastran Cuando vuelan de repente todas las palomas de la luna Y se hace más oscuro que las encrucijadas de la muerte El mar entra en la carroza de la noche Y se aleja hacia el misterio de sus parajes profundos Se oye apenas el ruido de las ruedas Y el ala de los astros que penan en el cielo Este es el mar Saludando allá lejos la eternidad Saludando a los astros olvidados Y a las estrellas conocidas. Este es el mar que se despierta como el llanto de un niño
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El mar abriendo los ojos y buscando el sol con sus pequeñas /manos temblorosas El mar empujando las olas Sus olas que barajan los destinos Levántate y saluda el amor de los hombres Escucha nuestras risas y también nuestro llanto Escucha los pasos de millones de esclavos Escucha la protesta interminable De esa angustia que se llama hombre Escucha el dolor milenario de los pechos de carne Y la esperanza que renace de sus propias cenizas cada día. También nosotros te escuchamos Rumiando tantos astros atrapados en tus redes Rumiando eternamente los siglos naufragados También nosotros te escuchamos Cuando te revuelcas en tu lecho de dolor Cuando tus gladiadores se baten entre sí Cuando tu cólera hace estallar los meridianos O bien cuando te agitas como un gran mercado en fiesta O bien cuando maldices a los hombres O te haces el dormido Tembloroso en tu gran telaraña esperando la presa. Lloras sin saber por qué lloras Y nosotros lloramos creyendo saber por qué lloramos Sufres sufres como sufren los hombres Que oiga rechinar tus dientes en la noche Y te revuelques en tu lecho Que el insomnio no te deje calmar tus sufrimientos Que los niños apedreen tus ventanas Que te arranquen el pelo Tose tose revienta en sangre tus pulmones Que tus resortes enmohezcan Y te veas pisoteado como césped de tumba Pero soy vagabundo y tengo miedo que me oigas Tengo miedo de tus venganzas Olvida mis maldiciones y cantemos juntos esta noche Hazte hombre te digo como yo a veces me hago mar Olvida los presagios funestos Olvida la explosión de mis praderas Yo te tiendo las manos como flores Hagamos las paces te digo Tú eres el más poderoso Que yo estreche tus manos en las mías Y sea la paz entre nosotros Junto a mi corazón te siento Cuando oigo el gemir de tus violines Cuando estás ahí tendido como el llanto de un niño Cuando estás pensativo frente al cielo Cuando estás dolorido en tus almohadas
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urondo poesía
huidobro, vicente
Cuando te siento llorar detrás de mi ventana Cuando lloramos sin razón como tú lloras He aquí el mar El mar donde viene a estrellarse el olor de las ciudades Con su regazo lleno de barcas y peces y otras cosas alegres Esas barcas que pescan a la orilla del cielo Esos peces que escuchan cada rayo de luz Esas algas con sueños seculares Y esa ola que canta mejor que las otras He aquí el mar El mar que se estira y se aferra a sus orillas El mar que envuelve las estrellas en sus olas El mar con su piel martirizada Y los sobresaltos de sus venas Con sus días de paz y sus noches de histeria Y al otro lado qué hay al otro lado Qué escondes mar al otro lado El comienzo de la vida largo como una serpiente O el comienzo de la muerte más honda que tú mismo Y más alta que todos los montes Qué hay al otro lado La milenaria voluntad de hacer una forma y un ritmo O el torbellino eterno de pétalos tronchados He ahí el mar El mar abierto de par en par He ahí el mar quebrado de repente Para que el ojo vea el comienzo del mundo He ahí el mar De una ola a la otra hay el tiempo de la vida De sus olas a mis ojos hay la distancia de la muerte de; Últimos Poemas Póstumo 1948
SOMBRA La sombra es un pedazo que se aleja Camino de otras playas En mi memoria un ruiseñor se queja Ruiseñor de las batallas Que canta sobre todas las balas HASTA CUANDO SANGRARÁN LA VIDA La misma luna herida No tiene sino una ala El corazón hizo su nido En medio del vacío Sin embargo Al borde del mundo florecen las encinas Y LA PRIMAVERA VIENE SOBRE LAS GOLONDRINAS
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urondo poesía
huidobro, vicente
Vicente García-Huidobro Fernández nació en la ciudad de Santiago de Chile un 10 de enero de 1893. A los 18 años, 1911, cursó estudios de literatura en la Universidad de Chile, año en el que publica su primer libro. Posteriormente -y siendo un poeta reconocido por los intelectuales del momento, tanto en europa como américa- siguió en diversas universidades cursos de biología, fisiología y psicología experimental, al tiempo que se interesa por la astronomía, la alquimia y el ocultismo en general. Si hubiese que clasificar con un solo adjetivo a Huidobro, quizás el más tentador sería el de vanguardista. Su posición frente al acto de crear no fue pasiva, por el contrario, siempre buscó enfrentarse al arte con una mirada inteligente e innovadora. Tuvo una influyente participación en los movimientos vanguardistas la que se vio reflejada en las numerosas colaboraciones que realizó con prácticamente todos los intelectuales destacados de la época, entre ellos Pablo de Rokha, Jorge Luis Borges, Eduardo Anguita, Pablo Picasso, Guillaume Apollinaire, Salvador Dalí, André Breton entre otros. Fue un testigo activo de los movimientos como el dadaísmo, el surrealismo, el ultraísmo español y el creacionísmo. Hacia 1945 se encontraba en Paris, escribiéndo crónicas de guerra. Entró en las tropas aliadas como teniente, fue dado de baja y volvió a Chile, cansado y herido. En 1946 se instala en la localidad costera de Cartagena en Chile, ahí murió un día 2 de enero de 1948. En su epitafio puede leerse;
Aquí yace el poeta Vicente Huidobro Abrid la tumba Al fondo de la tumba se ve el mar.
Obras
Ecos del alma. Santiago, Imprenta Chile, 1911. La gruta de silencio. Santiago, Universitaria, 1913. Canciones en la noche. Santiago, Imprenta Chile, 1913. Pasando y pasando. Santiago, Universitaria, 1914. Las pagodas ocultas. Santiago, Universitaria, 1914. Adán. Santiago, Universitaria, 1916. El espejo de agua. Buenos Aires, Oríón, 1916 (existe edición facsímil en Peña Labra (Torrelavega), III, 12 (verano, 1974). Horizon carré. París, Paul Birault, 1917. Tour Eiffel. Madrid, Pueyo, 1918. Halliali. Madrid, Jesús López, 1918. Ecuatorial, Madrid, Pueyo, 1918. Poemas árticos. Madrid, Pueyo, 1918. Saisons choisies. París, La Cible, 1921. Finis Britanniae. París, Fíat Lux, 1923. Autonne régulier. París, Libraine de France, 1925. Tout á coup. París, Au Sans Pareil, 1925. Manifestes. París, La Revue Mondiale, 1925. Vientos contrarios. Santiago, Nascimento, 1926. Mío Cid Campeador. Madrid. C.I.A.P., 1929. Altazor o El viaje en paracaídas. Madrid, C.I.A.P., 1931. Temblor de cielo. Madrid, Plutarco, 1931. Gilles de Rais. París, Totera, 1932. Cagliostro. Santiago, Zig-Zag, 1934. La Próxima. Santiago, Walton, 1934. Papá o El diario de Alicía Mir. Santiago, Walton, 1934. En la luna. Santiago, Ercilla, 1934. Tres inmensas novelas (en colaboración con Hans Arp). Santiago, Zig-Zag, 1935. Sátiro o El poder de las palabras.Santiago, Zig-Zag, 1939. Ver y palpar. Santiago, Ercilla, 1941. El ciudadano del olvido. Santiago, Ercilla, 1941. Ultimos poemas. Santiago, Ahués Hnos., 1948. Obras completas, Santiago, Zig-Zag, 1964.
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urondo poesía
cuaderno uno
miranda rupailaf, roxana osorno, chile 1982
Pareja Un caballo vuela al sur en medio de la guerra. Un caballo sin alas montado en una nube, me llama a la puerta de mis sueños donde soy una potra más rubia que el sol. Indomable como un pensamiento, relincho mis ilusiones con olor a hierbas, perfumo el viento de mi sudor. Despierto. El caballo se cae del cielo y me deja preñada. del libro Las tentaciones de Eva 2003
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urondo poesía
miranda rupailaf, roxana
Yo, Pecadora
Ritual de la ausencia y sus sombras
Confieso, que maté a una flor por la espalda y le disparé a la cigüeña. Confieso que me comí todas las manzanas y que suspiro tres veces al encenderse la luna. Que le mentí a la inocencia y golpeé a la ternura. Confieso que he deseado a mis prójimos y que tengo pensamientos impuros con un santito. Confieso que me vendí por dinero. Que no soy yo y que he pecado de pensamiento, palabra y omisión
I Quemaré el laurel en los rincones de la casa en que nos consumimos. Ahora sé que no volverá el movimiento a los olores. Recogeré los pelos de la alfombra. No volveré a dormir sobre las sábanas en que nos hicimos aguas y salivas blancas de lamernos. Quemaré el laurel en esta casa. Con azúcar andaré quemando las pieles y la carne.
y confieso, que no me arrepiento. del libro Seducción de los venenos 2009
Quemaré el laurel en los latidos del libro Invocación al Shumpall 2011
Evas
Me dejo peinar en el ensueño mal de ojo es esto
Hágase la tierra. Le pondremos viento en el ombligo y mar entre las piernas.
Pasmo de corazón dice mi orina
Hágase la luz y las estrellas. En sueños celestes trasnocharé para no ser vista.
Agua de carmelitas untadas a la lengua
Háganse los peces, los animales, las aves. Multiplíquense y habiten el reino de mis caderas.
Punza la pena de los abandonados
Háganse las flores y los frutos para simular la fiesta. Hágase el hombre del barro de mi garganta que de la saliva salga a cantar. Hágase la mujer a mi imagen con la divina dulzura del lenguaje.
Mal de ojo es esto Falta tu líquido mezclado con mi orina Mixtura de humores mi mal Mal de ojos es que me arranques los cabellos tras las sábanas.
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urondo poesía
miranda rupailaf, roxana
Repito este mi rezo por si vienes.
Jadeo en este insomnio de retenerte adentro
Aquí, frente a las olas me arrodillo.
Misterio de no saber quiénes somos cuando en camas ajenas nos buscamos
Invoco tus cabellos anudados por la sal. Espero a que aparezcas en la tercera ola niño-pez.
Y yo atravieso a Troya con todos los fantasmas que gritan en mi cuerpo Camino sobre el agua con dos lenguas en la boca
Que me trague el mar.
Un pez que se me atora en la garganta
Que me lleven desnuda por la espuma.
Mariposas que a pedradas rodaron por el aire
Y allí, donde entre piedra venga arena. Espero me ilumines en la tercera ola.
Delirio de tragarme ése veneno que anda en ti mi culebrón de tres cabezas
Ya sabes que son tres los arco iris derramados en el aire.
Delirio de lavarte los pies con aceites Delirio de lavarte los pies con aceites Delirio del aceite
Ya sabes que me duermo entre las rocas esperando a que aparezcas. Repito este mi rezo hasta que vengas. Envuelto en esas algas que te crecen desde el sueño a la tristeza.
Presagios del Violeta Aguas blancas que inundan los presagios de esta fiebre que nos convierte peces Delirio de serpientes que me abrazan y se cuelan por la piel de los espasmos Adoro estos gritos en que trizo y me trizan el placer con dos vidrios incrustados Me tiemblo de las muertes en que sudo los sueños y los ríos
Ya no tejo Héctor
Ni me tejen los duendes que me habitan Desarme ya los puntos que me ataban el dormir sin el descanso Y tengo frío, y no sé qué hacer con los palillos y la lana derrumbada junto al catre Ya no tejo Héctor, ya olvidé lo que es hilvanar el corazón en el espejo Ya no hay tramas, no hay ovejas que se entreguen en frazadas hacia el duende de las flores que se secan en los libros de poemas
No me tejen Héctor, no me tejen
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urondo poesía
miranda rupailaf, roxana
Las manos blancas del duende se olvidaron de mis hebras No me tuercen esos dedos, No escarmenan No hay furor de alientos contenidos
si hubieses muerto! Más, te llorará mi bestia, mi sentido de temblor mi parar de pelos en esquinas mas yo me ardiera de tu dolor contra los vidrios en aullidos
No resisto, tú, lo sabes Cuál muñeca negra me entierro los palillos
Yo te quería adentro de esos ojos que aún no dejan de llamear en las visiones de este infierno que me envuelve Mi malherido, mi perro de las lunas abiertas en el vientre yo te lloro como si hubieses muerto Dentro de las salivas guardo mordeduras y huesos de extrañeza Tú bien sabes cómo es esto un quebrantar de vidrios que en el cuerpo se ensartan un gemir de palomas que en la cama odiamos, un subirse borracha a las terrazas y lanzarse hacia dónde asesina el aire ¡Yo te quería adentro de esos ojos en que te lloro como
Sólo hablo de ti adentro de la boca de los otros Rozo la locura al arder mi lengua en el color de aceite de las mariposas De rodillas camino en mi ebriedad de risas, atorada de palabras en los fuegos No se consume este aliento de los vuelos en los mares No me caigo de este incendio en que caerme abrazo Yo que soñé ser todas las mujeres para temblarme dentro de los que no tienen aire Me encuentro con la multitud que habita tu sombra y grito de no poder contener aquello que desbordan de los ojos los enfermos Sólo hablo de ti en mi lenguaje de movimiento líquido, ningún remo hay que me salve del naufragio
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Roxana Miranda Rupailaf Rupailaf, Osorno, Chile 1982. Es profesora de Lengua Castellana y Comunicación, Universidad de Los Lagos. Actualmente estudiante del Magíster de Literatura Hispanoamericana contemporánea de la Universidad Austral. Ha publicado el libro Las Tentaciones de Eva (editado por el Gobierno Regional de la Décima Región de Chile, 2003) volumen con el cual obtuvo el primer lugar en la categoría príncipe del concurso de poesía Luis Oyarzún. Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías. El año 2006 y el 2008 obtuvo la Beca para escritores del Consejo Nacional del Libro y la Lectura por el libro inédito Seducción de los venenos e Invocación al Shumpall, respectivamente. Ha participado en diversas lecturas poéticas y en variados encuentros literarios, en Chile y en el extranjero.
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urondo poesía
cuaderno uno
vitale, carlos
buenos aires, argentina 1953
fotografía: francesc fernández 2004
Códigos Cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa. Alejandra Pizarnik 1 Con qué código elegirás tu sol la buena semilla el día más sano 2 Aire de mar cielo del Sur lluvia de mí 3 La memoria del humillado permanece la memoria del humillado no vende su memoria
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urondo poesía
vitale, carlos
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Como un viejo dolor calla y espera
Por mis manos limitado al ritmo de mis pies ando y desando mi destino posible
La muerte es un sueño que me sueña 5 Miro hacia adentro para no ver
Por mis manos limitado por mis manos 12
Ojos de ciego me miran
Como un ciego busco la vereda del sol sin más amparo que un bastón en llamas
6
13
A través de mi voz habla el silencio
Hay una voz que invita a la locura
Con su propia voz 7 Digo y contradigo Sólo aseguro el sueño y la derrota
¿Cuándo abriré mis puertas a su canto? 14
8
Toda razón consiste en persistir como los ojos de los muertos que miran al vacío toda razón consiste en persistir hasta morirse
Muerte a lo lejos
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Canto difuso
Preguntabas qué era lo nuestro lo que a nadie debíamos
Una sola nota bastará 9 Fuego sobre fuego la hoguera de mis días 10 Yo pedía socorro yo estiraba los brazos a la nada yo pedía socorro yo gritaba y gritaba yo pedía
Y yo decía el dolor solamente el dolor 16 Mi memoria recuerda lo que mis ojos nunca conocieron Juegos de la memoria sobre tierra soñada
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vitale, carlos Tiranía de los espejos
Mi memoria recuerda pero miente
Todas las mujeres que he imaginado tenían tu rostro. Todas eran tú a su manera. También yo era tú a mi manera.
17 Voy llenando de culpas el abismo que separa de mí mi propia vida 18
Lateral Un aire gris, algunas fotos, ciertos amores, ritos, paisajes, ni una lágrima, algo parecido a la felicidad.
Tanto silencio no entiende por qué canto 19
Ítaca
Quién dirá lo que callen mis palabras lo que no diga mi voz lo no nombrado
Y si he llegado, ¿qué haré de mí?
selección del libro; Unidad de lugar, Editorial Candaya, Barcelona, 2004
La puerta condenada De niño, en el barrio, se relataba la aventura de un vecino que había sobrevivido a un naufragio flotando durante una semana sobre la puerta. Desconozco quién era e incluso si la peripecia acaeció de verdad, pero no dejo de meditar en ese hombre, azyl y agua, negro y agua, asido a una puerta por la que no es posible huir.
Libèrame Libérame del deseo. Libérame del deseo. incumplido, de su inútil carcoma, de su vana penuria.
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Carlos Vitale Vitale, Buenos Aires 1953, es Licenciado en Filología hispánica y Filología italiana. Ha publicadoUnidad de lugar (Candaya, Barcelona, 2004), Descortesía del suicida (Candaya, Barcelona, 2008), Cuaderno de l'Escala / Quadern de l'Escala(fotografías de Jaume Salvat, ilustraciones de Marc Vicens y prólogo de Carles Duarte, Vitel·la, Bellcaire d'Empordà, 2013), Fuera de casa (La Garúa, Barcelona, 2014) y El poeta más crítico y otros poetas italianos (El taller de poesía, Barcelona, 2014) Asimismo ha traducido numerosos libros de poetas italianos y catalanes: Dino Campana (Premio de Traducción "Ultimo Novecento", 1986), Eugenio Montale (Premio de Traducción "Ángel Crespo", 2006), Giuseppe Ungaretti, Gerardo Vacana, Sergio Corazzini (Premio de Traducción del Ministerio Italiano de Relaciones Exteriores, 2003), Amerigo Iannacone, Umberto Saba (Premio de Traducción "Val di Comino", 2004), Giuseppe Napolitano, Sandro Penna, Antoni Clapés, Joan Brossa, Josep-Ramon Bach, etc. Ha participado en festivales, lecturas y encuentros de poesía en Argentina, España, Venezuela, Armenia, Italia, Suiza, Rumania, Estonia, Grecia, Bulgaria y Francia. Reside en Barcelona desde 1981.
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rodero, paz
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yezzed, fredy
fotografía: marcelo kargieman
bogotá, colombia 1979 fotografía: marcelo kargieman
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El diario inédito del filósofo Vienés Ludwig Wittgenstein En 1921 aparece la primera edición en alemán del Tractatus logico-philosophicus del filósofo vienés Ludwig Wittgenstein (1889-1953), un trabajo meditado en el transcurso de la Primera Guerra Mundial, en la cual el multimillonario de raíces judías decide participar como voluntario, a pesar de estar impedido por una hernia y sufrir trastornos depresivos que colindaban con el suicidio. Wittgenstein cae prisionero en Italia y es llevado a campos de concentración, donde durante nueve meses escribe el Tractatus, obra que pretende hallar los límites de la expresión del pensamiento tomando como estudio central el lenguaje. El Tractatus logico-philosophicus, su único libro publicado en vida, es considerado uno de los escritos más complejos de la filosofía moderna; es conciso y enigmático, e inaugura lo que se ha dado en llamar el Movimiento Analítico. Con la poca humildad que conceden los prólogos propios o ajenos, sostengo, si bien con incertidumbre, desde mi valoración como autor, que El diario inédito… está inserto dentro del género o la "forma" que llamamos poesía. No obstante, poesía o no poesía, esa no es la cuestión; lo importante y vital es que es expresión artística. Esto en diálogo a la apreciación hecha por amigos lectores que le han adjudicado un énfasis filosófico, quizás por la obvia razón de inventar mi propio Wittgenstein y sumergirme en la veta expresiva que subyace en sus trabajos. Insisto, por este motivo, que la carne que alimenta este libro es expresión lírica, mirada personal y abismo propio. La obra que presento toma el sistema decimal a partir del cual está organizado el Tractatus, tabla o línea de una estructura del pensamiento, que en algunos casos es dislocada y caótica como el divagar de la imaginación y las preocupaciones, pero que busca una relación íntima y, en el fondo, una poesía que revele -como creo que intenta todo artista- la tragedia del hombre actual. Son siete capítulos en los cuales se deslindan espacios físicos y espirituales que me acompañan -y me explican a mí mismo- de mi vida, mis lecturas y la particular asimilación de la obra de Wittgenstein. El diario inédito… es poesía bañada siempre de desencanto, sufrimiento y duda, pero también de vida y esperanza. Tal vez quiero decir que este libro es para mí como un par de muletas: me ha ayudado a dar un paso, me ha ayudado a sobrevivir. El autor Buenos Aires, 22 de septiembre de 2011
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1.
La realidad está limitada por la totalidad de la poesía. La poesía no tiene límites.
1.1
La poesía es un jardín: un jardín que habla de otros jardines.
1.11
Poesía, en una palabra, señor entrevistador, es requiem.
1.12
Pero la mejor definición de poesía es la siguiente proposición: Poesía no es ni lo uno ni lo otro; quizá tampoco lo tercero.
1.13
El lenguaje es la flor, dijo Mallarmé. Si esto es así, entonces, la poesía es la floración: encantamiento de la flor.
1.2
Under the Winter: quizá su madriguera más cálida, más productiva.
1.21
El único enemigo de la poesía es el poeta: allí, es él contra él mismo.
1.22
& ese silencio… (
1.4
Lo meta-poético son las arañas que se comen a su madre.
2. 2.01
) Es el lenguaje que reclama su propia poesía.
(Siempre me alegro de poder comenzar una nueva página). Todos llevamos una manzana podrida en la carne. Eso comprueba que todos tenemos una poética negra. Una forma oscura que se oculta detrás del día.
2.011 Por consiguiente, todo el mundo tiene una poética: la amante tiene la poética de excitar mejor al infiel; el infiel tiene la poética de ser más hombre en la intimidad con la amante & de no hablar de la esposa; & la esposa tiene la poética de ser la misma esposa… todos los días. 2.0123 Cuando un hombre se dirige a sus aguas finales, no muere su poética. Sus hijos heredan su forma de caminar, sus dientes caídos, una voz ronca, su nombre. Otro, su esposa & su cama. En las cosas se queda su mirada para el estudio de la psicología. 2.0124 Las cosas por sí solas descubren al hombre. La cuchilla de afeitar oxidada, el aire quieto pudriéndose en su ruta, el poema lamido mil veces, la pintura que se cae del techo. 2.013 La cosa en sí misma habla íntimamente de su sexo sin forma. El hombre en sí mismo se pellizca la carne & sólo habla el dolor que causa una mañana oscura, un lenguaje gris. 2.0131No te esforcéis, poeta, en la posibilidad de entretejer & transformar las palabras en poesía; ellas son, en sí mismas, vocal x vocal: poesía. 2.014 Nadie, por experto que sea en la semiótica, podrá hablar de la humedad que causa a nuestra alma la palabra agua. 2.0141Dar a cada emoción una personalidad, a cada estado del alma, un alma.
3
Si existes, Dios, es porque te nombro. Si existes, amor, es porque te callo.
3.001 En mi gramática de la existencia: soy, no por el hecho de estar, sino porque ella es, aunque no esté. 3.01
Todo lo que amamos, si no se puede decir, se habrá perdido para siempre.
3.02
Mi último pensamiento, allá, lejos, acostado (obscenamente) junto a Marguerite.
3.022 Para M. es poco el idioma alemán; desea conocer cómo se mueve la lengua en todas las lenguas.
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3.023 ¡Ah, cómo gusta de mi carne mi Ternera! Me avergüenza ese pensamiento vulgar; pero más me avergüenza que no ea cierto. 3.024 Detrás de "M" hay sólo una presencia con los brazos abiertos, un ángel con las alas ensangrentadas: algo que no existe & rehúso a soltar de la mano. 3.025 Me voy para Cambridge…, pero te quedas con mi tarde en tu sostén. 3.026 Si no sé qué es el amor, No te amo, Marguerite, No te amo.
4
Señor, si existes, sálvame. & si no existes, invéntate; & vuélveme a inventar.
4.001 Solo un fruto puesto sobre una mesa de madera. Es la única nota de color en esta alcoba altamente vacía, donde Dios duda, desde la ventana, si entrar o no. 4.002 Como un ciego que busca a Dios entre las sombras, creo ver un día luminoso, la luz en la piel de una manzana, mi rostro en una pared blanca. 4.003 Camino en dirección contraria a la del otoño & le doy la cara a cada doloroso rayo del verano; de esa forma, con el rostro herido, es más fácil enfrentar a Dios. 4.0031Un W. adentro & otro W. afuera. Uno que pronuncia la palabra campo & otro que aspira la palabra abismo. Uno que siente la ternura de un niño & otro que piensa en las flaquezas de una mujer sola. Como la flor que resiste el peso del cielo, uno & otro arquean sus tallos… para no dejar caer a Dios. 4.01 Un W. busca con afán la salida de la casa mientras otro W., con parsimonia, busca la dirección de la misma casa. Cuando, por fin, los dos W. se encuentran en el jardín, en la estación del tren o haciendo fila en un banco, indescriptiblemente han de hallar a un tercer W. que camina hermosamente hacia el interior de los dos. 4.011 El alma es carne, porque también se puede pudrir. 4.012 El alma, como el cuerpo, debería tener una cisterna: para halar la cuerda cuando algo nos aflija.
5.2
A un poco de alcohol & abismo huele esta época.
5.21 La tragedia de nuestras equivocaciones tiene que ver con el hueso del verbo amar (& su mala conjugación). 5.211 Lo diré. No me avergüenza. La primera vez que escribí un poema fue para odiar a mis compatriotas. Lo escribí después de ver un muerto sobre una calle de mi hermoso país. 5.22 Solo el que ha estado en la guerra lo ha intuido: el que mata a un hombre atenta contra el lenguaje. Borra del mapa a alguien que dijo antes de partir a la misma guerra: "Mi Sol, espérame para la próxima cosecha". 5.232 ¿Dónde, en qué lejanas calles en ruinas de Salzburgo, en qué abandonados patíbulos de Auschwitz, en qué pestilentes orinales de Viena: la ecuación perfecta para tumbar estos muros de Sal, esta Sal de los ojos?
6
¿Acaso existe un animal más fiel que la vejez?
6.001 Es mejor la joroba en la espalda, pegada a la carne, que la joroba del alma, pegada a Dios. 6.002 Acumulo mi soledad en ese Hijo de carne que no se baja de mi espalda.
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6.01
Como un suministro de agua negra, me acompaña esta joroba de Londres a Berlín, de la cama a la sala del baño, del dolor del cuerpo a la agonía del alma.
6.02
Creo recordarlo: después de la guerra, a mis veinticuatro años, llevé mi joroba negra que la miseria me cosió con miedo… Iba a casa… a mostrársela a Mining, la más querida de mis hermanas.
6.021 La joroba solo aterroriza cuando uno se mira al espejo & no ve por allí ningún rostro conocido. 6.022 La joroba de las ancianas es todo ese amor no dicho de los 15 a los 18 años. 6.03
A veces deseo la joroba en la lengua, para que se canse & deje de decir tantas cosas que la gente nunca llegará a comprender. Que tal vez nunca quiera entender.
7
De lo que no se puede hablar, hay que callar la boca.
Libro de agudos aforismos. Bello e inquietante. O, mejor, bello en su convulsa manera de reflejar el mundo. Desde la fragmentación, tan cara a Nietzsche, el autor del libro crea una especie de poliedro en el que se pregunta por el pensar, sobre la escritura, sobre el lenguaje, el amor y la muerte. Es un libro deslumbrante y lúcido. De una cerrada unidad en estilo y desarrollo temático. Muy interesante su seguimiento de los fragmentos wittgenstianos. Una suerte de aforismos y pensamientos que se vuelven intensa poesía. Casi todos los fragmentos deslumbran u obligan a la reflexión. Gonzalo Rojas (Chile) - Marco Antonio Campos (México) - Juan Manuel Roca (Colombia
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Fredy Yezzed nació en Bogotá, colombia en 1979. Es licenciado en Lenguas Modernas de la Universidad de La Salle y profesional en Estudios Literarios de la Pontificia Universidad Javeriana. Como crítico literario escribió el estudio Párrafos de aire , Primera Antologí del poema en prosa colombiano que publicó la Editorial de la Universidad de Antioquia, Medellín 2010. Libros editados La sal de la locura, El diario inédito del filósofo Vienés Ludwig Wittgenstein
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alzugaray, maría paula rosario, argentina 1974
Esmerilada No somos un enigma. Si no nos vemos es porque no negamos. Concepción Bertone Vi al canario guardando en un frasco la voz violenta. La aorta blasfema pero no vacía los costados ralean. Poco importa. —Se agota lo que no se nombra—. Vi al canario transmudado en pluma roja y un frasco de gritos evitados. Debí rezar en silencio. Después tardía sentí la voz hasta dolerme.
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alzugaray, maría paula
Farfalla y goce
con una sencilla necesidad
Ángel del abismo. Larva Inmaculada que florece en cuatro orlas que lanza flautas desde sus manos empolvadas.
…los hombres no las habían mirado.
Es mi cuerpo
(yo la he sentido en la temperatura de su movimiento —íntimo, feliz—.) Cuando llega la oscuridad cáustica y con ella disparan atropina en los conductos. Ya cavan los espolones de ceguera a toda su mansedumbre
soma huésped, ignorancia de mí primer objeto de conocimiento, ¿manito de ustedes? resero de un animal donante, gana y recipiente, obediencia y ofertorio capricho perecedero, producto culinario, paquete, fogón, rebaño motor, sanatorio, obrero del espíritu, inquietud del gustar,
[Impureza
cara de mi enunciado desnudo
atrofiando la danza de su voz sepia.
cachorro eterno, corsé del lomo y mi energía que acalora la dermis para el enamoro y su fuerza.
María posa en la pureza de la luz hasta ausentarse. He visto una sola aprisionar ya avejentada un huevo verde además de presencias y apetitos. Hética, no puede sonambulear. No. No puede María posar en el rigor de la noche.
sólo la forma del alma lo embellece esa es su oportunidad, su triunfo —para adentro, me digo— . Lugar oportuno, nido del tiempo casa presente del arreo maleta de mí, playa de mí, gruta desaguadero, manantial ahíta pulpa de entierros —para adentro... —
Lloro porque mi tibieza no puede guarecer al huevo. No puedo lustrar las orlas, no logro batirla en sí misma. No nos permitas entender cuando triza sus escamas. Convence al animal que haga canto de su estigma y se convierta en melodía yaraví.
¿Por qué tumoriza esta carne?, si va buscando convidarse como pan orbital, pan curativo hasta el último poro, tajo última borra.
Angel del abismo, nada es tan cruel como este puro goce*.
Conceptual
* José Gorostiza en Muerte sin Fin.
Tantos momentos que trabajaron para lo que siento. Juana Bignozzi
Cenicientas “…las muchachas orinaban apartando la tela coloreada de su ropa”. Saint John Perse con vestiditos estivales y zapatos abotinados tatuajes equivocados y narices de ganso con los pies hinchados de la silla incómoda lentas veinte cuadras sobrias, sin paciencia vuelven las muchachas a roma la vieja vuelven
Lo que existe nuestro en otros; ¿que lugar ocupa? En que proceso fecundante se hace el traspaso? A traves del soplo de lo maravilloso de una imagen vulgar; ¿se ramifican cosas nuestras y se amarran a otros? Yo dormia, yo estaba en mi casa en silencio durmiendo. Pero habia frases, gestos, mi voz anidando, que vivia en otros. Esos ladrillos, esas ramas nos enlazan? Es su construccion el afecto, el tiempo, el odio? Lo que existe nuestro en otros como recursos de lo efimero
ocupa lugares definidos que los germina.
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alzugaray, maría paula
La casa de Luján
como pistas selváticas de un verdor presente.
(bordaba y cosía vestidos) Péndulos de hilo habitaron el patio de la infancia de mi madre. Máquinas de madera cruzan el algodón incierto de esos días. Una mujer indómita bordaba el terciopelo negro de la espera. De sus manos surgía un manojo de formas para los bastidores que cercaban su anochecido oficio. Láminas descoloridas de Toulouse Lautrec un baúl lleno de tiempo una llave enorme y miles de costuras eran la casa. El tálamo de Luján siempre fue el color de las telas.
Retrato de familia con jardín El padre al centro, pero al centro no hay nadie. Nadie tampoco en las orillas. Sólo un perro desdibujado por el hambre oculta bajo una mata de ortigas el cráneo de algún pariente no muy próximo como provisión.
Combinación
Lo albergado
Los patos pasaban como empujados en esa congestión que aloja el silencio vanidosamente en un ya-no-más temiendo a la alborada.
Para curarme busqué el interior huérfano debí recordar lo que he sufrido vidriar espacios ventilar la sonrisa en los azulejos friolentos afrontar este susto en la mirada esta salva de ruidos este lenguaje de escenas
azulflameados ojos de uva estrías paralelas Y tenue y blanquísima como en un nacimiento la luna nos tatuaba a un paso de pervertirnos.
nombrar por fin esa atopía general.
Eso aun no Doña Posura tenía un patio violáceo sereno —decían que había dos maridos enterrados en un macizo de lirios— . Con Oscar, Fernanda y el sol crudo de las tres jugábamos marginales bajo las parras. Como azules tulipas yertas atestiguaban los agapantos silvestres la emoción o la busca de eso aún no. Continentes todavía me abrazan la resina del pino el yuyal en el viento crecido
...Ignoraba que en el corazón del hogar casi aséptico también había vida objetos yermos que me preservaban obligándome a aceptar el destino.
Ambay
carbonera Chal de greda y hollín: Ambay. Un mastodonte de fango como crónica ardiente le saca el cantito que traía piensa que algo está en otro sitio retrocede y se frota, siente otro calor, sorbe jugo de la /vasija. (al paisaje lo yugula un relincho fermentado flota el cadáver de un potro y con desesperación el puque de la tuna se libera clavando al desgraciado). Ajena se abisma despacio entre los espinillos …va a /trabajar
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alzugaray, maría paula Esperar
El brasero como país cotidiano. Dueños de sus fuegos los deditos atizan al carbón. Ambay calcina el olor pestilente de lo desconocido acomoda las extravagancias …en esos humos para calmar otras hambres.
“Un mal se acaba sólo si otro mal crece”. Susana THÉNON Golpeada apedreada. I
Sexy dulcemente lame el labio superior, –cereza o amapola? gotas sucias mojan funk en los pechos. Una mujer siempre es hermosa debajo de la lluvia. Automóviles pasan apurados.
Adentro Ama las carteras porque con ellas se lleva lo que no puede quedarse, lo que no se quiere dejar, lo que debe ser traído consigo.
Golpeada golpeada con el pulso disparado por ascensores subiendo y teléfonos apagar como calcomanía el fracaso en la masturbación de temblor por dar vuelta atrás atrás atrás, del camino recordar avispas oscuras al inicio abrirse terror de puertas, inquilinato del corazón, querencia extraviada de lo muerto, no saber adónde va saber dónde se queda. con los genitales muertos por la tortura tu silencio es la escalera. ¿Poda lo que ampara? No es feliz comprender que uno ha venido para hacer sufrir, no para hacer gozar. II En el cine bailaré contigo mi amor, sabrás sonreír ...y después, siempre y en la noche, la provincia de golosinas Comeremos las uvas y las guindas en agua helada. Qué linda que estás.
Definición Envidia el corazón la cárcel que me amarra. Mi piel luna roja es un crucifijo que se enreda con hilos de una seda aborigen.
III
Molicie plural mi cabello de heno.
Antes de mi degüello buscaré formas de orden oxígeno en la composición.
Mi encierro una hoja de olivo donde Dios descansa.
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2012, inédito.
Alzugaray, María Paula nació en 1974 en Rosario (Argentina), ciudad en la que reside. Es Licenciada en Letras. De 2004 a 2008 coordinó el Área Literaria desde la Casa de la Poesía de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario. En 2004 creó el Certamen Literario José Francisco Cagnin para la provincia de Santa Fe. Participó en el Festival Internacional de Poesía de Rosario (Ed. 1997 y 2012) y en el Segundo Festival Internacional Grito de mujer (2012) realizado en Rosario. Concurre a encuentros de lectura de su ciudad como: Poetas del tercer mundo (2008), Arte por la paz (2006 a 2008), La poesía de los bares (1997 a 2008), Pensando en Rosario (1998), Poesía joven de Rosario (1998), Sol de noche (1999) y de otras localidades como: Pretexto (Villa Mercedes, San Luis, 2010), Paraná Poesía (Paraná, Entre Ríos. 2010), Letras de Medianoche (La Plata, 2004), Noches de poesía (La Plata, 2001), Interiores (Buenos Aires, 2004), Circo de la poesía (Paraná, 1999), entre otros. Organiza antologías de poesía, ciclos, cursos y talleres vinculados con la palabra poética. Obra editada; Lo albergado (poesía). Ed. de la autora. Rosario, Argentina. 2008
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rodriguez labrador, julio cĂŠsar
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cuaderno uno biografías
Lazzaroni, Anahí nació en La Plata y reside desde su infancia en Ushuaia, capital de Tierra del Fuego, Argentina. Publicó: Viernes de Acrílico 1977, Libere a la libelula 1980, Dibujos 1988, En esta ciudad se escribirá una novela (prosa) 1989, El poema se va sin saludarnos 1994, Bonus Track 1999, A la luz del desierto 2004. Entre 1986 y 1994 codirigió la revista Aldea. Colabora en diarios y publicaciones del país y del extranjero. Poemas suyos han sido traducidos al catalán, coreano, francés, italiano y portugués.
Etcheverry Arcaya, Jorge poeta chileno, ex miembro del Grupo América y la
Escuela de Santiago, agrupaciones de los sesenta en Chile. Reside en Canadá desde 1975, doctor en literatura y traductor, ha publicado los poemarios El evasionista/The Escape Artist, Poems 1968 – 1980, Ottawa, 1981; La Calle, Poemas, Santiago, Chile, 1986; Tánger, Santiago de Chile, 1990; Tangiers (versión en inglés), Ottawa, 1997; Vitral con pájaros, Ottawa, 2002; Reflexión hacia el sur, Saskatoon, 2004, De chácharas y largavistas, novela, 1993 y Northern Cronopios, antología de narradores chilenos en Canadá, Canadá 1993.
Rodero, Paz Paz, Salamanca, España1957. Ilustradora y Licenciada en Derecho. Ha ilustrado más de cien libros publicados en las principales editoriales de España (Anaya, SM, Edelvives, Everest, Santillana, Alfaguara, Espasa Calpe, Susaeta, San Pablo, etc.) Europa, Asia y América. Desarrolla Proyectos Editoriales, de ilustración y diseño gráfico, juegos y videos educativos con las principales editoriales españolas. Colabora con diversas revistas españolas en diferentes ámbitos culturales.
Rodríguez Labrador, Julio César poeta e ilustrador, nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1957. Tiene editado el libro Instante X o la cara oculta de Saturno, Editorial Dunken, Buenos Aires 1999. Colabora con diversas revistas literarias del país.
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urondo poesía recibe colaboraciones en poesía, fotografía, pintura y dibujo las que quedan a consideración de la dirección para ser publicadas, estas deben remitírse a: urondopoesia@gmail.com en fromato jpg acompañadas por una fotografía del autor y los datos biográficos del mismo. no leémos páginas web o blogs.
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director glez baeza, claudio
editor ediciones del árbol
colaboran con el cuaderno miranda rupailaf, roxana (chile) vitale, carlos (argentina-españa) alzugaray, maría paula (argentina) yezzed, fredy (colombia)
arte rodríguez labrador, julio césar (argentina) portada;; etcheverry arcaya, jorge, (chile-canadá) portada rodero, paz (españa)
fotografia contraportada contraportada;; lazzaroni, anahí,
(argentina)
para comunicarse y recibir urondo poesía escribir a: urondopoesia@gmail.com correo postal: diagonal buenos aires 445 X 5184 EOI - capilla del monte - córdoba argentina todas las obras son publicadas con autorización de sus autores la edición se puede descargar y leer en línea desde: www.urondopoesia.blogspot.com
Ediciones Del Árbol ®
lazzaroni, anahĂ casas mas casas menos
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