El diseño de libros tiene una triple función: debe reflejar el texto y, con él, el objetivo del autor de una manera eficaz y de acuerdo con su sentido. Debe adecuarse al lector y, finalmente, producir un libro hermoso sin que trascienda a un primer plano la intención de lograr un bello diseño. Mejora, sintetiza y jerarquiza información necesaria.
1. LEE LO QUE DISEÑAS Parecerá muy obvio, pero es fácil detectar cuando se diseña un texto sin conocer la parte sensible de la información. En publicaciones cortas como folletos o revistas, leer los textos permite saber dónde cortar columnas, hacer tablas y entender el lugar donde deben ser colocadas, dar dinamismo y orden a la lectura. Lo mismo aplica en libros que no sean de texto corrido (novelas) en los que se complementa el contenido con la parte gráfica. Además, leer un texto nos permitirá adentrarnos en el tema de diseño y tomar decisiones creativas que puedan llegar a alterar los textos en pro de una comunicación más efectiva.
2. MANTÉN UN SOLO ESTILO Para lograr mantener un estilo único es necesario realizar un planteamiento claro del diseño antes de ejecutarlo. Seleccionar la tipografía cuidadosamente y el formato de los textos: tamaño, interlínea, alineación, si llevará cortes de palabra, kerning y tracking. También es importante que plantear el espacio entre párrafos y combinarlo con sangrías (excepto en el primer párrafo del texto, que nunca lleva). El secreto es la constancia en todos estos aspectos a lo largo de tu publicación. Cuida igualmente el ancho de las columnas. Aunque las cajas de textos sean móviles, el ancho de una columna ayuda a dar uniformidad al diseño.
3. CUIDA TU ORTOGRAFÍA Un diseñador completo debe saber ortografía. Un diseñador no puede darse el lujo de tener mala ortografía, de no conocer las reglas más elementales del español así como los estilos de redacción.
¿Cómo puedes mejorar tu ortografía? Lo mejor es leyendo, es la forma más rápida e intuitiva. Siempre es importante tengas tu diccionario a la mano o bien, un acceso directo a algún diccionario en línea, como la Real Academia Española (www.rae.com).
4. BOCETA Las computadoras son la herramienta para la ejecución de ideas que nacen de nuestra mente. Cada vez son menos los que bocetan antes de sentarse frente al ordenador, lo cual denigra la labor del diseño como una industria. Bocetar tiene la ventaja de la ocasión: detener el auto en cualquier lado para plasmar una idea en una libreta o bien, experimentar rápidamente ideas o conceptos, además que nos ayuda a diseñar sin la predisposición de una herramienta preconcebida en cualquier programa.
5. JERARQUIZA El diseño editorial se compone por diferentes niveles de lectura. Saber encontrarlo y dominar cada uno como resultado un diseño editorial exitoso.
6. DIAGRAMA La retícula es una forma estructural que permite organizar los elementos, permite estandarizar los criterios de diseño; hace más fácil crear un sistema para que la diagramación sea fluida. No se puede concebir la libertad en el diseño si no se conocen los límites. «Cuanto más exactos y completos son los criterios, tanto más creativa es la obra. El acto creativo se reduce a un acto de selección». Gestener* ESPACIOS EN BLANCO Tienen más importancia de lo que parece. Transmiten claridad, libertad, espacio, y ayudan en muchos casos a equilibrar la composición.
MÁRGENES Cuando hemos tomado la decisión sobre el formato del trabajo que vamos a realizar, una de las primeras cosas que deberemos establecer son los márgenes que éste tendrá. El formato de trabajo y otros aspecto tales como el tipo de trabajo que realicemos, el público al que nos dirijamos, el grosor de la publicación o el soporte o papel del mismo, serán algunos de las características a tener en cuenta a la hora de establecer los márgenes del diseño. FILETE Líneas que sirven para delimitar recuadros, cuadros, ilustraciones o fotografías o para separar diferentes partes del texto. Deben ser utilizados con sentido para reforzar la estructura del contenido y cumplir nuestro objetivo de diseño. También pueden tener una función ornamental. Son útiles al dividir y estructurar el espacio textual o blanco, pueden ser utilizados para destacar información, o con una función de direccionalidad.
7. PORTADAS Más que cualquier otra parte del libro, la portada le ofrece al diseñador la oportunidad de demostrar su fantasía y su creatividad. La sobrecubierta tiene menos la función de proteger que la de un medio de propaganda. Es un pequeño afiche adaptado al libro. Debe ser atractiva, moderna y eficaz; pero la propaganda ha de responder al espíritu y el objetivo del libro.
EL LIBRO COMO UN TODO Para concluir, recalquemos que todas las partes del libro deben estar diseñadas en función de una concepción estética única. Todos los elementos: tipo o familia de letras, ilustración, tipografía, colores, encuadernación y forro, deben armonizar entre sí.