El Reportaje Gráfico Nominado a los premios Periodistas en la Carrera de 2011
EIL Journalistique
La Lección que le dieron a Medellín. En Exclusiva
O
5 Editorial
6
10
14
24
Noticia
Reportaje
Reportaje Grรกfico
Perfil
E L
Dirección y Realización: Vanessa López Suaza vlopezs@eafit.edu.co 2014. Todos los derechos reservados Volumen 1. Edición 1. Impreso en Auros Copias S.A. 2014 Diagramación y diseño: Vanessa López Suaza.
El manejo de herramientas para emprender proyectos estéticos es fundamental en estos tiempos. Por tal motivo, con esta revista en su primer volumen y edición quiero dar cuenta del manejo de diferentes software para llevar a cabo diagramaciones y diseños que reflejen el concepto que quiero comunicar.
Editorial
La revista quiere mantener una línea social, de respeto por los derechos humanos, y por sobretodo (inclusive lo estético) artistica. Al mismo tiempo, a través del diseño destaca la plena libertad e independencia para el desarrollo de la forma y contenido de este trabajo. En esa medida, es un gusto presentarles a Oil Journalistique. Una revista pensada para el desarrollo de trabajos periodísticos de forma libre e independiente. En esta edición encontrarán un enfoque hacia la mujer. Por otra parte, me complace presentar el Reportaje Gráfico Nominado a los premios Periodistas en la Carrera del año 2011 de mi autoría. ¡Qué la disfruten! Vanessa L.S.
5
J Noticia Giraldo fue contundente en su denuncia sobre las editoriales: “Sigue habiendo una serie de miradas que son peyorativas, que uno no deja de sentir como peyorativas… Por ejemplo, que a uno lo llamen de una editorial comercial y le pregunten: ¿Usted tiene alguna novela erótica?” Este afirmación, precisamente, abrió el debate entre Giraldo y las también escritoras Consuelo Triviño, de Colombia, y Pola Oloixarac, de Argentina. De acuerdo con ella, esa concepción da a entender que la mujer es femenina en tanto se compara con su órgano sexual; así queda supeditada socialmente al fetichismo de que su escritura es erótica e íntima. Sin embargo, el que esto sea un elemento central de algunas editoriales comerciales a la hora de elegir escritoras hace parte de una presunta estrategia debido al interés que genera la descripción erótica de la mujer en sus escritos, bien sean novelas o poesías. Para Consuelo Triviño, narradora y ensayista bogotana, el hecho de que ese prejuicio se mantenga en nuestros días se debe a una moda de novelas eróticas que hubo en los años 80. Según ella, la mujer se percibía como insaciable, ninfómana, vampiresa y las poesías parecían ser descripciones ginecológicas o clases de anatomía. Pese a ello, le parece que es un punto original de la mujer ya que los hombres no han hablado lo Las colombianas Claudia Ivonne Giraldo y suficiente de erotismo.
Consuelo Triviño afirmaron que hay un prejuicio de índole erótico y una exclusión de algunas editoriales frente a la escritura femenina. Lo aseguraron durante la conferencia “Voces femeninas de la narrativa latinoamericana: ¿dicen algo distinto?”, en la Fiesta del Libro de Medellín. Pidieron más reflexión respecto a esa situación.
6
Volumen 1. Edición 1.
Por otro lado, Pola Oloixarac, escritora y traductora argentina, dijo que la literatura erótica buscada en mujeres podría tratarse de un nuevo ciclo, como lo son la escritura romántica, la naval, la de guerra, etc. Además, planteó que hay algo de la violencia misógina del Siglo XX en relación con la mujer que hace que todo ese pasado pueda ser el nicho de la escritura erótica en ellas.
Confusión entre la voz femenina y la masculina Giraldo refirió lo distinto como algo sabroso, provocador. En este sentido, la voz femenina es distinta no sólo por su escritura erótica sino por la riqueza de temas que abarca su literatura. Las escritoras, al tomar diferentes obras tanto femeninas como masculinas, plantearon que el lector puede confundirse respecto al sexo del escritor del texto. La escritora argentina confesó protagonizar en varias ocasiones esta confusión y que el caso refiere un llamado a la necesidad de no excluir o
Escritoras denuncian prejuicio de editoriales contra mujeres
Consuelo Triviño y Claudia Ivonne Giraldo diferenciar a la mujer, pues es evidente que ésta puede narrar historias de fantasía, de política, etc. Consuelo Triviño, desde un punto de vista académico, defendió
7
que las mujeres sí hablan distinto pero que también son confundidas con los hombres ya que estos pueden escribir como mujeres y las mujeres como hombres. Ella afirmó que en la literatura el asunto no es de sexo sino de talento, de lograr penetrar en la vida del lector, de darle voz a los que no tienen voz, de resistencia, de poder denunciar asimetrías sociales como la que hay entre hombres y mujeres.
Temor y exclusión de las voces femeninas Triviño, al igual que Giraldo y Oloixarac, destacó una fuerte exclusión en el ámbito literario hacia la mujer y por lo tanto un miedo en ésta a ser contracorriente por ese malestar. Comentó acerca de una representación que en una ocasión necesitaba tener Argentina en París y ese país no envío a ninguna escritora, todos fueron hombres. Oloixarac dijo que la novelística moderna está llena de mujeres y que por eso no se deben presentar esos inconvenientes. Además, Consuelo Triviño contó que ella misma ha protagonizado la exclusión por parte de editoriales a la hora de publicar sus libros. Giraldo insistió en una lucha constante de parte de la mujer porque en ella se valgan esos derechos humanistas que sobre los hombres rigen a la perfección y que en ellas no tienen siempre efecto o protagonismo.
8
Volumen 1. Edición 1.
La voz del lector A la conferencia asistieron un número suficiente de personas como para no dejar casi puestos vacíos. Entre los asistentes se encontraba la directora de Desarrollo Artístico de la Universidad EAFIT, Elsa Efigenia Vásquez Rodríguez. Ella comentó que ante un tema tan machacado como la literatura femenina es excelente la posibilidad de tener una mirada académica en este asunto. Y pidió que los textos de Pola Oloixarac sean vendidos en Colombia. Ella concluyó que en este asunto de la exclusión y el prejuicio hay mucha tela para cortar y que faltan más posiciones de peso junto con un discurso bien estructurado. También está de acuerdo con la denuncia hecha por las escritoras, ya que recientemente en Colombia hubo un caso parecido con una revista muy importante de literatura colombiana que se dedicó en cierta ocasión a solo escritores de Medellín y no hubo lugar para alguna escritora.
Oloixarac, Triviño y Giraldo.
9
J Reportaje Con fotos, jóvenes hacen reflexionar al Barrio Popular y a Medellín La exposición fotográfica Mi barrio, mi familia, en la estación Popular del Metrocable a Santo Domingo, muestra el patrimonio e identidad del Popular 1, barrio de la Comuna Uno, en el Nororiente de la ciudad. Busca derribar el estigma de conflicto y pobreza que tiene esa comunidad.
A través de las 18 fotografías se muestran personas que, de acuerdo con los jóvenes, identifican a los habitantes de la Comuna Uno. Un pie de foto resume la historia de quien aparece o su papel dentro del barrio. De María Selene Romero, por ejemplo, se cuenta que es una madre comunitaria que madruga para cuidar, educar y entretener a sus hijos y a otros niños del barrio. Además, dice que lleva 27 años viviendo en esa comunidad.
La exposición fue realizada por el Museo de Antioquia y estudiantes de la Institución Educativa Fe y Alegría del mismo sector. Elizabeth Echavarría Vanegas, estudiante de 16 años, explica que decidieron priorizar como patrimonio a las personas porque la memoria de cada integrante del sector, la manera como lo ha visto evolucionar y los valores que cada uno tiene es lo que vale la pena y lo que alimenta ese patrimonio e identidad. El proyecto comenzó en febrero de 2011 a través de reuniones semanales dirigidas por un equipo interinstitucional de profesionales con un grupo cercano a 80 alumnos entre 11 y 16 años de edad de la Institución Educativa Fe y Alegría. De acuerdo con Carlos Jiménez, comunicador del Museo de Antioquia, su desarrollo se apoyó en la metodología Investigación Acción Participación (IAP), así que en cada encuentro los jóvenes contaban sus propias historias, reflexionaban sobre su entorno, entrevistaban, escribían e indagaban sobre su patrimonio, identidad y cultura.
El proyecto y el conflicto La docente de ese colegio, Zynaida Quiñones, expresa que los jóvenes ignoraban las problemáticas de conflicto, de los pocos recursos económicos con los que se asocia a la Comuna Uno y debido a esto 10 Volumen 1. Edición 1.
la carencia de oportunidades. Pero durante las conversaciones ellos hicieron aportes maduros y eso les permitió querer más el entorno en el que están, a pesar de estar marcados socialmente por una historia de violencia. Según la profesora, ahora los jóvenes son más respetuosos, tienen muy buena convivencia y son más responsables con el estudio: “Se dieron cuenta que su comunidad vale la pena porque en ella habitan personas sabias, cariñosas, artísticas y pacíficas”. Para la estudiante Elizabeth Echavarría, el conflicto es por falta de convivencia y también de reconocerlo, desencadena en violencia y a muchas personas les cuesta aceptarlo. Ella afirma que la intención del proyecto abrió la posibilidad de entender que en el barrio hay personas muy diferentes y que a pesar de esas diferencias saben convivir en paz, amar su territorio y eso es lo que justifica el nombre y el desarrollo de la exposición. Andrés Arredondo Restrepo, antropólogo del área de atención a víctimas y coordinador del programa de Museos Comunitarios, plantea que el proyecto está enfocado a temas específicos como la memoria, la identidad, la cultura y el territorio que de manera integral con otros proyectos de atención a víctimas les hace un acompañamiento efectivo y afectivo. Arredondo dice que aunque no se está trabajando directamente con el conflicto o con las víctimas, sí se comprueba que esa problemática emerge de forma permanente en el trabajo desde los Museos Comunitarios.
J Reportaje
No.
Además de Mi barrio, mi familia Dentro de ese proceso de interrogar la realidad, de asociación y expresión en torno a ella hay más exposiciones montadas. Una en el Parque Biblioteca España, una muestra fotográfica ubicada en la Sala Mi Barrio. Expone la reflexión de algunos jóvenes sobre su propia experiencia y se convierte también en un proceso de reparación. Hay trazado un circuito expositivo en los siguientes lugares: Núcleo de Vida Ciudadana, Fundación Ratón de Biblioteca, Sala Mi Barrio, Parque Biblioteca España y la estación Popular del Metrocable. Actualmente el Museo de Antioquia acompaña otro proceso de Museo Comunitario en la ciudad en el barrio Las Flores, de la Ciudadela Nuevo Occidente; el tema que prioriza la comunidad es las flores, por lo que denominaron el proyecto Jardines comunitarios.
¿Qué dicen los espectadores? Juan Eugenio Cardona trabaja con el laboratorio de familias del programa Buen Comienzo y es usuario del Metrocable. Él opina que es muy importante que el mismo barrio pueda verse reflejado en la muestra fotográfica. Piensa que le da identidad al barrio y la gente se reconoce y genera sentido de pertenencia entre los miembros de la comunidad. Mauricio Henao, operador de la estación Popular, comenta: “La gente se motiva a ver la exposición porque se reconoce entre sí y dicen ‘aquella es mi vecina’, ‘a aquel yo lo conozco’ y leen la historia de cada foto”. Cuenta que la muestra fotográfica comunica la idiosincrasia del barrio y el progreso que ha tenido.
Volumen 1. Edición 1.
13
J Reportaje Gráfico Por: Vanessa López Suaza
La sastrería es un oficio muy antiguo practicado por hombres, el cual genera controversia por relegar la costura como un arte meramente femenino. A continuación, presento a través de 5 fotografías la labor que realiza Ángel María. Un sastre que trabaja en el barrio Provenza de El Poblado y cuya mirada trasmite la gran experiencia que tiene en este campo.
14 Volumen 1. Edición 1.
J Reportaje Grテ。fico
Con sus manos, ha remendado gran cantidad de vestidos. Gracias a esas costuras logra llevar el sustento de su hogar. テ]gel Marテュa, siempre tiene una sonrisa mientras trabaja.
16 Volumen 1. Ediciテウn 1.
J Reportaje Grรกfico
Piensa en sus hijas Oriana y Maria. Eso le permite tener mรกs impulsos para seguir con esta otrora labor
18 Volumen 1. Ediciรณn 1.
J Reportaje Gráfico
Él lleva 20 años en esa labor. No la cambiaría por nadie; es lo que más le gusta hacer en este mundo: vestir bien a la gente.
20 Volumen 1. Edición 1.
J Reportaje Gr谩fico
El hilo de su vida la cose con ella.
22 Volumen 1. Edici贸n 1.
J Perfil En pleno cuadro familiar: María se comunica de forma inusual con su doula de la guarda. José preocupado porque no sabe qué hacer, si darle un beso y recibir un codazo ante los fuertes dolores de su esposa primeriza. ¡El niño avisa pista! Por eso llaman a Ana María Morillo, una barranquillera de 43 años que con su estrella acompaña intuitivamente a esta pareja en el parto. Esta mujer es una de las pocas Doulas que ejercen este oficio en nuestro país. Con su amabilidad y cariño se encarga de hacer todo lo que está a su alcance. Ayuda a muchas parejas, sobre todo a la mujer, a disfrutar del parto en su máxima expresión fisiológica. Ella dice que una Doula lo que hace es tratar de controlar y acompañar a la mujer. Desde el principio ella es muy tranquila y sabe qué es lo que está pasando. “Yo entiendo que al principio es muy normal todo eso de las contracciones, y en vez de ser una emergencia, eso quiere decir que su cuerpo está respondiendo muy bien” menciona indignada Ana María, ante la desinformación en que la sociedad vive por tantas películas que demuestran muy poco autoridad en el tema y que, según ella, lo único que hacen es estresar a las futuras madres. El origen de las Doulas se remota de un par de pediatras franceses que emplearon el término Doulas aproximadamente desde los 24 Volumen 1. Edición 1.
años 80 y fundaron la primera escuela de Doulas en Estados Unidos. Ellos empezaron sus estudios en Guatemala, investigando sobre los comportamientos entre la madre y el neonato; eran mediciones minuciosas. Después se dieron cuenta que esos indicadores mejoraban cuando las mamás estaban acompañadas, ya fuera por su madre, por su hermana, por una mujer conocida por ella, no médica o no enfermera. Hoy y siempre, hay culturas indígenas que practican la partería de forma más tradicional. Para Ana María Morillo, en el parto se junta todo. El cuerpo es el que tiene que hacer el trabajo, pero si la mente está asustada y está llena de ideas falsas y temores, “estás desinformada, entonces esa cabecita está preguntándose: ¿qué es esto?, ¿qué estoy sintiendo?, ¿dónde estoy?; el cuerpo va a funcionar de acuerdo a eso que está pasando en tu cabeza”. Por eso, es que este ángel de la guarda acompaña a la madre durante esa conmovedora experiencia, e instruye a su pareja y familiares para que le colaboren a la primeriza, en muchas ocasiones a volar.
Yo no soy entrenadora de partos “A una mamá había que monitorearla, monitorear al bebé, y le conectan unas bandas, unos sensores, y el monitor va midiendo los latidos y va contándolos. Normalmente, en una contracción los latidos del bebé se aceleran; eso una mamá no lo ha escuchado, lo va a escuchar por primera vez allí. Eso para una mamá puede ser preocupante, y es así, por lo que le está pasando al bebé. Yo le expliqué que no estaba pasando nada, y ahora imagínate tú, estás en una contracción y un tucu, tucu, tucu… y uno como mamá dice, ¿pues?... estoy aquí tratando de respirar, pensando que me voy a abrir; estoy pensando que mi bebé ya va a nacer y lo que estoy escuchando es un latido de corazón muy acelerado, que ya yo lo estoy sintiendo dentro y por eso no necesito escucharlo. Yo necesito es escuchar mi propia voz y mirar que hay en mí, adentro; entonces, la enfermera había llegado y había puesto el monitor y dijo,
Doula de mi guarda, mi dulce compañía
Una entrevista a Ana María Morillo
J Perfil incluso, dirigiéndose a la mamá que había que estar pendiente del monitor y estar pendiente de los latidos del bebé, porque si se pasaba de tanto o le faltaba de tanto le tenían que timbrar”. Ana María muy emocionada, sigue comentando: “a la mujer la tenemos que dejar viajar en su cabeza y en su cuerpo, entonces, eso fue parte de lo que las enfermeras pudieron entender, como lo que había que hacer, yo le bajé el volumen y ahí estás viendo, y vas leyendo. Y yo le dije a la mamá: despreocúpate que tu esposo y yo vamos a estar mirando el monitor. Esas pequeñas cosas hacen una gran diferencia en como una mujer puede vivir realmente su parto.”. Y por tanto, una Doula deja de ser una entrenadora monótona para convertirse en una testigo del nacimiento. Ana María dice que lo fundamental para una mujer durante esas extenuantes horas de parto es que la Doula pueda mantener que la madre se sienta acompañada, segura;
26 Volumen 1. Edición 1.
que tengan respeto por su intimidad y su privacidad; que haya silencio, que se cuide el lenguaje. Todo para que la madre de acuerdo con ella pueda volar. ¿Por qué llamar a una Doula? Ana María argumenta que las mujeres gestantes deberían acudir a una Doula porque ella ha comprendido que los médicos en su forma de trabajar y en los sistemas económicos no cubren esa parte esencial del parto, sobretodo en el sector público. Las madres se encuentran muy desatendidas o muy maltratadas. Igual, ella dice: “yo no me puedo poner a llorar con una paciente, yo tengo que mantener una postura para poder intervenir de una manera. Yo quiero hacer esto, porque las mujeres que se están preguntando cosas, pues no me gustaría que cojan el camino de una cesárea ya que duele física y emocionalmente; aunque gracias a Dios existe, porque en algunas ocasiones con ella se puede salvar la vida de alguno de los dos”. Ahora, se espera que esta práctica sea más conocida e impulsada en la ciudad. Como la fundación bogotana Artemisa, encargada también de formar parteras. Actualmente un curso prenatal cuesta unos cuatrocientos mil pesos y la mera compañía en el parto, es decir, el oficio de la Doula, tiene un valor por quinientos mil pesos. Para mayor información, pueden escribirle al correo electrónico anamorillo@buenacer.com.
“Socialmente, culturalmente, está en el imaginario que el parto es algo terrible, pero para eso hay preparación”. Ana María Morillo.
Mayores informes: 12356098-987