Copia de tejido epitelial

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Tejido Epitelial El epitelio incluye tejidos cuyas células están muy cercanas unas a otras, prácticamente sin sustancia intercelular que las separe. No existen vasos en el epitelio. Debe nutrirse por los capilares del tejido conectivo subyacente. El término epitelio es una denominación morfológica que incluye todas las membranas que recubren, compuestas por células. Las tres capas germinativas dan lugar a la formación de epitelios. Del ectodermo se desarrolla la epidermis, mientras que por ejemplo la capa de epitelio que recubre la parte interna del estómago y el intestino se origina en el endodermo. Además un ejemplo de epitelio derivado del mesodermo lo constituye la membrana epitelial que recubre por dentro las grandes cavidades del organismo (cardiaca, pulmonar y abdominal), que se denomina mesotelio debido a origen mesodérmico, aunque esta denominación se aplica solo en este caso, no así en otros tejidos derivados del mesodermo con el endotelio, que es la capa epitelial interna de las vías sanguíneas y linfáticas. El tejido epitelial se subdivide en tres clasificaciones más. Epitelio Simple Es una membrana epitelial compuesta por una sola capa de células aplanadas. A pesar de sus nombres especiales tanto el endotelio como el mesotelio son ejemplos poco excepcionales del epitelio simple. Dentro del epitelio simple, tenemos el epitelio cúbico simple y el epitelio cilíndrico simple. Epitelio cúbico simple Que se describe como cúbico porque sus células semejan cuadros en el corte transversal, pero en realidad está compuesto por células de silueta lateral hexagonal. Unos pocos lugares donde está presente en el ovario y la médula renal. Epitelio cilíndrico simple Está constituido por una sola capa de células altas que también asumen una forma hexagonal. La función del epitelio cilíndrico simple es proteger las superficies húmedas del cuerpo. Además, puede elaborar secreciones acuosas. El epitelio de este tipo reviste los conductos menores de las glándulas. Epitelio pseudoestratificado En el epitelio pseudoestratificado, todas las células están en contacto con la membrana basal, pero no todas llegan a la superficie. El epitelio cilíndrico pseudoestratificado ciliado con células calciformes reviste la mayor parte del aparato respiratorio superior. Epitelio estratificado El epitelio estratificado está mejor adaptado para soportar el desgaste que el epitelio simple. Sin embargo, debido a su estructura estratificada, no es tan eficiente para la absorción y tampoco se adapta bien a las funciones de secreción. Dentro de este tipo de epitelio tenemos: epitelio cilíndrico estratificado, epitelio plano estratificado no queratinizado, epitelio plano estratificado queratinizado y el epitelio de transición. Epitelio cilíndrico estratificado Este tipo de epitelio generalmente no tiene más de dos células de espesor y su función primaria es brindar protección. La mayoría de los conductos grandes están revestidos de epitelio cilíndrico estratificado. Asimismo, hay unos pocos lugares en que el epitelio cilíndrico estratificado es ciliado. Epitelio plano estratificado no queratinizado Este tipo de membrana epitelial es común en las superficies húmedas sujetas a considerable desgaste, donde no se requiere una función absorbente. Los lugares revestidos por este tipo de epitelio incluyen el esófago, el piso y los costados de la cavidad oral y también la vagina.


Epitelio plano estratificado queratinizado Este epitelio se parece mucho al escamoso, salvo en que las células más superficiales se transforman en una capa inerte de queratina, muy resistente, que se encuentra adosada con fuerza a las células vivas subyacentes. La parte epitelial de la piel (epidermis) es un buen ejemplo de epitelio plano estratificado queratinizado. En la piel la queratina tiene varios propósitos: es virtualmente impermeable al agua y, por lo tanto, evita la evaporación de las células subyacentes; asimismo, evita que el cuerpo de embeba de agua durante el baño. Debido a que es fuerte y resistente, protege a las células del desgaste; y como es indiferente a las bacterias es la primera línea de defensa contra infecciones. Epitelio de transición Este tipo de epitelio cuando esta extendido tiene una apariencia similar a la del plano estratificado no queratinizado; sin embargo, cuando no esta extendido las células más superficiales aparecen marcadamente redondeadas en lugar de escamosas, constitución que les permite a este tipo de membrana soportar el estiramiento sin que sus células se separen. Por lo anterior, el epitelio de transición está bien adaptado para revestir tubos y vísceras huecas sujetos a distensión; los ejemplos clásicos son los uréteres y la vejiga urinaria. Tejido conectivo El tejido conectivo es especial como tipo de tejido debido a su contenido de sustancia intercelular. El tejido conectivo deriva del mesodermo; como ya dijimos, el epitelio y las estructuras derivadas de él se nutren del tejido conectivo vascularizado subyacente, dado que todas las vías sanguíneas se encuentran en el tejido conectivo. En el desarrollo de glándulas se incluyen células epiteliales y tejido conectivo mesodérmico. Las funciones especiales de las glándulas, es decir, la reproducción de su secreción, son realizadas por las células epiteliales. Éstas se llaman parénquima, mientras que la parte de sostén y de nutrición del tejido conectivo se denomina estroma. Por último veremos que el mesodermo da origen también al denominado mesénquima un tejido conectivo primitivo, difuso que “rellena” los espacios entre las estructuras más formadas y del que se forman gran parte de los derivados del mesodermo. Tejido conectivo laxo También conocido como areolar se encuentra en casi todas partes del cuerpo, proporcionado un íntimo sostén a vasos sanguíneos y nervios de todos los tamaños. Es también el campo de batalla de los procesos inflamatorios. Una de las funciones más evidente es la de mantener unidos y nutrir a los otros tejidos. Los componentes intercelulares del tejido conectivo laxo son de dos clases distintas: 1.- las fibras intercelulares, compuestas por proteínas fibrosas y 2.- un componente amorfo, constituido por sustancias macromoleculares no fibrosas, dispuestas en forma de gel amorfo. Fibras del tejido conectivo Son principalmente tres tipos, colágena, la elastina y las fibras reticulares. Colágena El colágeno o colágena, que forma parte de huesos, piel, tendones y cartílagos, es la proteína más abundante en los vertebrados. La molécula contiene por lo general tres cadenas polipeptídicas muy largas, cada una formada por unos 1.000 aminoácidos, trenzadas en una triple hélice siguiendo una secuencia regular que confiere a los tendones y a la piel su elevada resistencia a la tensión. Cuando las largas fibrillas de colágeno se desnaturalizan por calor, las cadenas se acortan y se convierten en gelatina. Las fuertes fibras compuestas por colágena son capaces de resistir las distensiones.


Elastina La elastina es una proteína fibrosa que, en los animales superiores, constituye un elemento básico estructural del tejido conjuntivo elástico de los ligamentos, de la piel, de los cartílagos, y de las paredes arteriales, principalmente. Desde un punto de vista bioquímico, está constituida por cadenas polipeptídicas ordenadas en paralelo alrededor de un eje. Dichas cadenas se unen por medio de enlaces covalentes formando una lámina bidimensional a modo de red. Las fibras de elastina se alargan pasivamente si se estiran y se encogen cuando se les libera. Fibras Reticulares Las fibras de este tercer tipo no son lo suficientemente notables como para advertirlas con la tinción común, incluso en extensiones de tejido conectivo. Representan fibrillas colágenas que están dispuestas como estrechos manojos recubiertos con glucoproteínas y, proteoglicano que contiene polisacáridos. Comparadas con las fibras colágenas las reticulares son finas y delicadas; además, se ramifican formando una delicada red de sostén. Células del tejido conectivo laxo El precursor del tejido conectivo laxo es el mesénquima, tejido embrionario que recibe ese nombre porque se creía que surgía exclusivamente del mesodermo, la capa germinal media del embrión. Dentro de las células del tejido conectivo laxo tenemos las siguientes: Células endoteliales Pericitos Fibroblastos Macrófagos Células plasmáticas Células cebadas Adipocitos Tejido Adiposo El cuerpo contiene dos tipos de tejido adiposo, la grasa blanca y la parda. Casi todo el tejido adiposo humano, es grasa blanca, la que, a pesar de su nombre, generalmente tiene un color cremoso o amarillo por si contenido de caroteno. La grasa parda es, en comparación, escasa en el hombre, aunque relativamente abundante en algunos mamíferos. Grasas blancas Las grasas blancas comprenden entre el 10 y el 20% del peso corporal total en los hombres adultos y entre el 15 y el 25%, en las mujeres adultas. En conjunto, constituyen un órgano indefinido y relativamente grande, muy activo desde el punto de vista metabólico; se relaciona con la recolección, síntesis, acumulo y movilización del lípido neutro. Como resultado de esta movilización, el contenido calórico del lípido almacenado en la grasa blanca puede convertirse en energía para las células de otras partes del cuerpo. Grasas pardas La característica más significativa de este segundo tipo de tejido adiposo consiste en que es termógeno y puede generar calor corporal. La disposición de las gotas de lípido en las células de grasa parda es multilocular, lo que significa que el lípido se almacena siempre en forma de gotas múltiples y no como una gran gota central. Esto difiere de la característica unilocular observada en los adipocitos cargados de lípidos de grasa blanca. Las células de grasa parda son más pequeñas que las de grasa blanca aunque sus mitocondrias son más grandes y numerosas. Esta relativa abundancia de mitocondrias en la grasa parda está claramente relacionada con su función como tejido generador de calor. Tejido Sanguíneo La sangre es un líquido opaco y turbio con una viscosidad ligeramente mayos que la del agua y una densidad de aproximadamente 1,06 g/mL a 15°C. Cuando está oxigenada, como en las arterias sistémicas, es de color escarlata claro y cuando está desoxigenada, como en las venas sistémicas, es rojo oscuro o púrpura. La sangre es un elemento heterogéneo, formado por un líquido transparente, el plasma, y diversos corpúsculos o elementos formes. Plasma El plasma es un líquido transparente, ligeramente amarillo, que contiene numerosas sustancias en solución o suspensión.


El plasma es rico en iones de sodio y cloro, y contiene también potasio, calcio, magnesio, fosfato, bicarbonato y muchos otros iones, glucosa, aminoácidos, etc. Elementos formes de la sangre La sangre contiene tres grupos de elementos formes: eritrocitos (hematíes o glóbulos rojos), leucocitos y plaquetas. Eritrocitos Los eritrocitos (hematíes o glóbulos rojos) constituyen la mayor parte de las células de la sangre, aproximadamente el 99% del total. Cada célula es un disco bicóncavo con un diámetro promedio de 7;1 µm y un borde de 1,9 µm de espesor. Los eritrocitos carecen de núcleo y son de color rojo claro por la luz transmitida, con centro más pálido debido a su biconcavidad. Los eritrocitos están limitados por una membrana plasmática y su contenido corresponde principalmente a una proteína única, la hemoglobina. La membrana plasmática está formada por un 60% de lípidos y glucolípidos y un 40% de proteínas y glucoproteínas. Leucocitos Los leucocitos (glóbulos blancos) pertenecen al menos a cinco categorías distintas, distinguibles por su tamaño, la forma de su núcleo y sus inclusiones citoplasmáticas. Leucocitos neutrófilos Los leucocitos polimorfonucleares neutrófilos constituyen numéricamente el grupo más importante de los leucocitos (60 y 70% en los adultos.). Los neutrófilos constituyen un importante elemento en los sistemas de defensa del organismo; pueden realizar la endocitosis de microorganismo y partículas en la circulación. El número de neutrófilos circulantes varía considerablemente, aumentando muchas veces durante los episodios de infección bacteriana. Pueden circular libremente en la sangre o pueden adherirse a las paredes de las vénulas poscapilares y otros vasos para volver de nuevo a la circulación cuando son reclutados, por ejemplo durante un episodio breve de ejercicio o por exposición a la noradrenalina. Leucocitos eosinófilos Estos son similares a os neutrófilos en cuanto a su tamaño, forma y movilidad; pero, en la sangre normal solo existen en pequeñas cantidades. Como los otros leucocitos cuando son estimulados adecuadamente, los eosinófilos pueden pasar desde la circulación a los tejidos extravasculares. En pequeño número son constituyentes de la dermis y de los componentes del tejido conjuntivo del árbol bronquial, del tubo digestivo, el útero, la vagina y la médula del timo. Su proporción con respecto a otros leucocitos aumenta considerablemente en determinados trastornos alérgicos y también en la infestación por gusanos. Asimismo desempeñan, un importante papel en el sistema inmunitario, en la fagocitosis y en la inactivación antígeno-anticuerpo, así como de varias sustancias inflamatorias. Leucocitos basófilos Su característica distintiva es la presencia de gránulos basófilos grandes y destacados.


Aunque se parecen a los mastocitos y al igual que éstos se forman en la médula ósea, hay muchas pruebas de que mucho basófilos representan una línea celular distinta de los mastocitos y propia de la circulación, aunque íntimamente relacionada con aquello, como se demuestra por sus reacciones con los anticuerpos monoclonales y las diferencias de desarrollo celular. Actualmente se conocen mal sus funciones en el sistema circulatorio. Linfocitos Los linfocitos son el segundo tipo de leucocitos más numeroso constituyendo el 20-30% del total de los leucocitos. Como otros leucocitos, se encuentran también en los tejidos extravasculares pero son notables por formarse en grandes cantidades fuera de la médula ósea, así como en ella. Por lo tanto, constituyen un sistema linfoide ampliamente distribuido. Este grupo incluye una colección celular heterogénea, principalmente integrada por linfocitos B y T en diferentes fases de actividad y maduración Linfocitos B Los linfocitos B adquieren la capacidad de reconocer a un antígeno específico. Una vez formado el linfocito B se dedica a producir moléculas de inmunoglobulina con la misma especificidad antigénica. Linfocitos T Cada linfocito T queda programado para reconocer a un antígeno especifico y responder a él en el curso de su diferenciación en el timo. Sin embargo sus sitios de reconocimiento de antígenos no son moléculas de inmunoglobulina como las presentes en las células B. Tejido conectivo denso El tejido conectivo denso puede ser regular o irregular. En el de disposición regular, todas las fibras de colágena tienen la misma dirección y las estructuras consistentes en él están adaptadas para soportar la tracción unidireccional que se transmite por dichas fibras; éste tipo de tejido conectivo denso esta presente en los tendones y en los ligamentos. En el de disposición denso irregular, las fibras de colágena se orientan en diferentes direcciones. Cuando las hojas de este tejido forman vainas de diversos tipos, las fibras están dispuestas más o menos en un solo plano pero siguen direcciones diversas. Tales hojas soportan el estiramiento en cualquiera de las direcciones de sus fibras. Este tipo de tejido conectivo denso forma parte de la cápsula fibrosa, tabiques y trabéculas de glándulas y órganos; las envolturas fibrosas del corazón, sistema nervioso, huesos, cartílagos y músculos, así como en las válvulas del corazón y los vasos sanguíneos. Tendones Los tendones están formados de haces paralelos de fibras colágenas en aposición estrecha, con hileras intercaladas de núcleos de fibrositos muy comprimidos, que son las células productoras de colágena. Algunos tendones están envueltos por vainas en sitios que de otra forma rozarían contra huesos u otras superficies. Entre las dos vainas, existe un espacio angosto que contiene líquido sinovial cuya función es reducir la fricción. Ligamentos Los ligamentos también están formados de haces paralelos de fibras intercelulares en aposición estrecha, con hileras intercaladas de núcleos de fibrocitos comprimidos. Las fibras longitudinales de la mayor parte de los ligamentos son fibras colagenosas, pero hay otras más finas del mismo material y un número variables de fibras elásticas entretejidas estrechamente con aquellas.


Esta estructura de red le confiere a los ligamentos un grado inextensibilidad suficiente para que brinden el sostén que se necesita en las articulaciones sinoviales, donde evitan los movimientos excesivos o inapropiados. No obstante, gracias a su estructura especial, tienen flexibilidad suficiente para no obstaculizar los movimientos articulares adecuados. Cartílago El cartílago es un tejido conectivo relativamente sólido, que soporta peso pero carece de la resistencia del hueso. Está presente en los anillos cartilaginosos de la pared traqueal, en forma de herradura, cuya función es evitar el colapso de ésta, hay placas de cartílago en laringe, nariz y pared de la porción interna de la trompa de Eustaquio, está presente en los cartílagos costales que unen los extremos anteriores de las costillas con el esternón, donde constituyen una conexión firme pero lo suficientemente flexible para permitir la expansión de la caja torácica con los movimientos respiratorios, y además se encuentra en las articulaciones. Tejido óseo El tejido óseo representa la parte más importante del esqueleto. Desde el punto de vista tecnológico es único en cuanto a compendiar gran dureza y fortaleza con el mínimo peso posible. A pesar de su dureza y resistencia el tejido óseo posee cierta elasticidad, todas propiedades que lo hacen especialmente apto como material esquelético. Al igual que el cartílago, el tejido óseo forma parte especializada del tejido conectivo denso. Los componentes extracelulares sufren calcificación, lo que les da la dureza. El tejido óseo provee al esqueleto de su necesaria fortaleza para funcionar como sitio de inserción y sostén del peso de los músculos, y dar cierta rigidez al organismo para protegerlo de la fuerza de gravedad. Además, el esqueleto tiene funciones importantes de protección al rodear con una coraza al cerebro y la médula espinal, y parte de los órganos del tórax y el abdomen.ç Matriz ósea La matriz ósea intercelular está compuesta por una matriz orgánica y sales inorgánicas. La matriz orgánica está formada por fibras de colágeno inmersas en una sustancia fundamental que esta formada por glúcidos, sialoproteínas, proteoglicanos, y fundamentalmente condroitinsulfato y pequeñas cantidades de ácido hialurónico. Los componentes inorgánicos del tejido óseo representan en el adulto aproximadamente el 75% del peso seco, y están compuestos por depósitos de fosfato de calcio cristalino. Se cree que los cristales están distribuidos regularmente, en relación estrecha con las fibras de colágeno. En el tejido óseo podemos encontrar cuatro tipos principales e células: Células osteoprogenitoras Osteoblastos Osteocitos Osteoclastos Tejido muscular El tejido muscular está formado por células muy transformadas, llamadas fibras, que pueden ser lisas, estriadas y cardíacas, las cuales derivan del mesodermo, y dan lugar al tejido muscular liso, estriado y al cardiaco


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