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No dejes la comida que te gusta de un día para otro

“El lunes empiezo a comer mejor" "Desde el 1ro de junio voy a hacer dieta”

¿Te suena conocido?

Para nadie es un secreto que cambiar hábitos es un proceso complejo, de lo contrario nadie tendría problemas de salud. No podemos pretender cambiar de un día para otro lo que llevamos haciendo 10 o 30 años mal. El cambio empieza con la educación, la conciencia y el empoderamiento de cada uno para poder encontrar el equilibrio.

Así que por favor no salgas a quitarte todo lo que te gusta de la noche a la mañana.

Esto es un PROCESO, no una carrera. Y si no, pregúntate cuantas veces has tenido que volver a empezar.

¿Sabías que no todos los nutrientes se llevan bien?

Nutrientes que trabajan en equipo:

Es común que conozcamos que nutrientes debemos ingerir cada día de manera individual. Sin embargo, las vitaminas y minerales no trabajan por sí solos, si no que interactúan con otros para tener mejores y mayores efectos en nuestro cuerpo.

• Vitamina D y Calcio: El calcio se absorbe en el intestino delgado, la vitamina D ayuda a la absorción de este mineral. El calcio nos ayuda a mantener los huesos fuertes.

Calcio: leche, queso, lácteos, brócoli.

Vitamina D: Exposición al sol, salmón, trucha, champiñones.

• Vitamina B12 y ácido fólico: Ambas forman una excelente pareja, la vitamina B12 ayuda en la absorción de ácido fólico y trabajan en la división y reproducción de las células de nuestro cuerpo. Este proceso es muy importante durante la infancia y el desarrollo.

Vitamina B12: Carne, huevos, leche.

Ácido fólico: hojas verdes, leguminosas, frijoles, lentejas.

• Niacina y Triptófano: el niacina forma parte de las vitaminas del grupo B. Esta vitamina ayuda en el control de los lípidos en sangre y en la función cerebral. El triptófano es un aminoácido fuente de esta vitamina, es decir, que al consumir alimentos ricos en triptófano nos ayuda a prevenir deficiencia de niacina.

Niacina: atún, pan y cereales fortificados.

Triptófano: pollo, carne, nueces.

Estr S Y Bienestar

El estrés es una parte inevitable y permanente en la vida. Todos nos podemos sentir estresados de vez en cuando, ya sea por decisiones importantes, carga laboral, una relación sentimental o filial, una crisis de saludo o cualquier situación de frustración cotidiana.

Si bien el estrés es sensación normal, cuando este afecta nuestro bienestar personal puede causar daños en la salud. De hecho, el estrés excesivo y crónico puede provocar problemas de ansiedad y depresión, dañar nuestra salud física, afectar nuestra cognición y dañar las nuestras relaciones con otras personas.

También es necesario conocer el término bienestar, el cual en su definición es un estado de satisfacción personal, de comodidad, confort y seguridad que puede estar conectado con otras personas, en contacto con tus propios valores y creencias; en otras palabras, es el sentido que le damos a la vida. Por tal motivo es necesario manejar el estrés para restablecer nuestro estado de bienestar personal.

No siempre se puede evitar el estrés, pero se puede aprender a manejarlo, para lo cual podemos utilizar varias estrategias como son:

• La relajación

• La resolución de problemas

• La atención plena

• Sodio y Potasio: Ambos son esenciales en nuestra dieta, el potasio aumenta la excreción de sodio por los riñones. Algunos estudios nos hablan de un mayor consumo de potasio y su relación con una presión arterial más sana. Es importante apegarnos a las recomendaciones de ingesta de sodio al día.

Sodio: productos procesados y empaquetados, pescados, remolacha, apio.

Potasio: bananos , leguminosas, zapallo, tomate.

Ahora ya lo sabes, lo mejor no solo es llegar a los requerimientos de las vitaminas y minerales, si no comerlos en conjunto para potenciar su función en nuestro cuerpo.

La Relajación:

Las estrategias de relajación pueden contrarrestar algunos de los impactos físicos y cognitivos del estrés, como la irritabilidad, la tensión muscular y la dificultad para concentrarse. Algunos ejemplos incluyen:

• Ejercicios de respiración profunda

• Ejercicios suaves de relajación muscular

• Ejercicio físico intenso que aumenta la frecuencia cardíaca.

• Ejercicio físico que estimula la sensación de relajación, como el yoga o el tai-chi.

• Actividades de cuidado personal, como masajes o aromaterapia.

• Tomando tiempo para descansar

• Programación de actividades que disfruta en su vida diaria, retomar hobbies o aprender nuevos.

Si no tiene el hábito de relajarse, puede resultar un poco extraño al principio, pero lo beneficios son mayores, por lo cual se debe ser constante para realizar estas actividades.

La resolución de problemas:

El estrés suele ser el resultado de sentir que se tiene más problemas de los que puede manejar. Las habilidades estructuradas para la resolución de problemas pueden ayudar a manejar estos tiempos difíciles. La resolución estructurada de problemas ayuda a las personas a:

• Identificar qué problemas pueden estar contribuyendo al estrés.

• Generar y evaluar soluciones creativas a estos problemas.

• Implementar y aprender de estas soluciones.

Aunque no todos los problemas tendrán solución, el uso de estas habilidades tiende a hacer que las personas se sientan empoderadas y en control, en lugar de abrumadas, lo que puede reducir los sentimientos de estrés y ansiedad.

La atención plena (mindfulness):

Las personas tienden a reflexionar sobre las cosas que podrían haber hecho de manera diferente o se preocupan por las cosas que podrían suceder más adelante. La técnica de atención plena se centra en el aquí y ahora, de una manera abierta y sin prejuicios. Desarrollar esta habilidad puede ayudar a las personas a:

•Concéntrese en el presente, en lugar de quedar atrapado en el pasado o el futuro.

• Concéntrese en lo que pueden controlar y dejar las cosas que no pueden controlar.

• Sentir más en control de su respuesta al estrés físico.

• Mejorar su sensación de bienestar.

• Contrarrestar el pensamiento negativo y la autocrítica.

La práctica de la atención plena puede variar desde el uso de algunas estrategias basadas en la atención plena de todos los días, hasta completar un curso de terapia basada en la atención plena y practicar un estilo de vida consciente. Existe actualmente muchas lecturas sobre esta técnica que se puede practicar de pocos minutos a horas, puede realizarse en cualquier lugar y requiere que nos conectemos con las sensaciones que tiene nuestro cuerpo en el aquí y ahora, y nuestra relación con el entorno. Si se requiere de un mayor consejo de cómo manejar el estrés se puede solicitar ayuda siempre a un profesional de la salud tanto médico como psicólogo para que pueda guiarle y generar un plan personalizado para el restablecimiento de su bienestar.